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El temor a la MUERTE, los ritos en los funerales y Mano a mano con RICARDO PÉCULO: el homenaje al ser querido en el último adios

Alto, de pómulos prominentes, barba cuidada, y algunos detalles gauchescos, fiel al tradicionalismo que culva con fervor, camisa blanca y traje oscuro, Ricardo Péculo se pasea ante una treintena de ávidos oídos locales y de la región, ofreciendo una charla más de las tantas que realiza desde hace décadas a lo largo de toda la geograa argenna. Lo ha convocado esta vez, la Cooperava Eléctrica de Trenque Lauquen, para que desarrolle una capacitación respecto de su especialidad en rituales funerarios, denominada tanatología, de la que es el más importante experto en el país.

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En uno de los intervalos, se presta cordialmente al requerimiento de DataTrenque, y accede hasta con humor para responder sobre uno de los temas más traumáticos en la vida del ser humano: la muerte, y el modo de enfrentarla.

En otros lugares del mundo se la acepta, hasta diría con alegría, como cuando despiden a algún fallecido con cortejos festivos y hasta con bandas de música

No es alegría, es homenaje. Hice, por ejemplo, el velatorio del bandoneonista Rubén Juárez, y estuvimos toda la noche con músicos tocando el bandoneón, y hasta le puse uno arriba del ataúd. Lo que me complicó fue lo del féretro, porque su esposa me dijo que él le había pedido cuando llegara el momento de su muerte que lo enterraran con uno de color celeste, y tuve que salir corriendo a buscar uno de ese color, que al final lo conseguí, pero no debieron habérmelo pedido en el momento, sino antes, porque después me enteré de su enfermedad y de su internación previa de tres meses.

¿Cómo ha hecho durante tantos años sin que lo afecte el convivir a través de sus exposiciones y preparando sepelios, con este tema en general tan angustiante para la población?

No es un trabajo insalubre, ni influye en mi persona. Mi actuación es meramente profesional Si yo me involucraría en el sentimiento de los demás, me volvería siempre a mi casa llorando, aunque sí, entendiendo a la familia por el momento duro que está pasando Pienso que es más grave la situación del médico que está operando y se le muere el paciente en el quirófano. Yo intento cambiarle la mentalidad a la gente, sacarle el tabú a la muerte. Por eso hago tanta difusión, eso ayuda a que la gente acepte.

Suele ser común dejar dentro del ataúd, algunos objetos que fueron muy valorados en vida por el fallecido Es bueno, es un gesto muy sentimental. Una vez me pidió una señora que le pusiera a su marido muerto una pelotita de golf en la mano, y cuando le pregunté por qué, me dijo que era la pelotita con la que había ganado su primer torneo. En otra ocasión me pidieron que le pusiera la caña de pescar y el reel. Recuerdo además el fallecimiento de un profesor de danzas folklóricas, al que le bailamos una zamba antes de cerrar el ataúd. A mi hermano que era muy tradicionalista lo velamos en la agrupación a la que pertenecía, y lo llevamos en una carreta tirada por bueyes. También hay mucho relacionado con lo temático, ponerle la camiseta de un club, la bandera, un rosario y otros objetos. Otro rito funeral que se incorporó fue el aplauso Es que un velatorio no marca que una muerte ocurrió, sino que una vida fue vivida. El tema no es enterrar una persona, es honrar su vida.

También, en algunos, suele existir el temor de que lo sepulten aún con vida. Que lo den por muerto, cuando no lo está, un fenómeno conocido como catalepsia

Hay muchos que tienen miedo que la entierren viva. Antiguamente se ponía una campanita en la superficie atada a un hilo en la mano del difunto para avisar que seguía vivo, pero hoy existe en la tapa del nicho una alarma que si detecta algún movimiento suena esa alarma, y ahora me piden que lo inhumemos con el celular, y siempre les digo que abajo no hay señal, y hasta con humor que no hay ataúdes con cargador En toda mi experiencia, ninguno resucitó.

Modernamente, en algunas salas velatorias, suele haber gente especializada en acicalar al fallecido

Es muy bueno. Me preguntan ¿para qué lo querés maquillar si ya está muerto?, y les respondo: no es para el muerto, es para la familia, que el último recuerdo sea agradable, es la imagen final de él que se van a llevar.

De tantos sepelios a su cargo, ¿cuál fue el que más lo impactó?

El que más me impactó fue el traslado de los restos del general Perón desde la Chacarita a la quinta de San Vicente, y por eso por ahí dicen que fui el último que lo vio a Perón, ya que tuvimos que abrir el ataúd para extraer muestras de ADN del cadáver por pedido de la justicia, a raíz de la presentación de Marta Holgado, que aseguraba que era hija de Perón. Pero también hice muchos muy importantes como el del fotógrafo asesinado en Pinamar José Luis Cabeza, y el de Carlitos Menem, entre otros.

¿Supongo que tampoco va a dejar librada al azar su muerte?

No, ya he dejado todas las instrucciones, hasta la tapa del féretro ploteado con mi imagen gauchesca, y vestido con las pilchas de gaucho No sé dónde me voy a morir, porque me lo paso viajando, pero el descanso final s e r á e n e l c e m e n t e r i o d e Boulogne.

Nota extraída de DataTrenque 25/5/23

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