"[...] agonistas, es decir, luchadores -o si queréis los llamaremos personajes-, son reales, realísimos y con la realidad más intima, con la que se dan ellos mismos, en puro querer ser o en puro querer no ser, y no con la que la den los lectores."
Tres novelas ejemplares y un prólogo. Miguel de Unamuno.
Inquebrantable voluntad de superación es la que poseen las personas que retrato a continuación. Voluntad que es necesario mostrar para que otras personas sepan y vean que es posible realizarse, aún con barreras que nos parecen infranqueables. Quizás estas fotos sean cómo un espejo, pero un espejo que devuelve una imagen amplificada, mejorada: nos miramos en estas personas y nos reflejamos mejores.... La voluntad y el amor a la vida son ideas abstractas: no se ven ni se tocan, pero se sienten, quisiera que mi trabajo capture ese sentimiento. Espero poder lograrlo.
Jorge Omar Gonzalez.
¿Podés escribir una nota sobre cómo vivís tu discapacidad? ¿Qué decir? Tengo 36 años vividos bien o mal según se mire. Punto final. ¿No podés extenderte un poco más? Que cuente mis experiencias y vivencias es difícil; hablar sobre uno mismo me resulta arduo y aburrido y no creo que sea de interés para nadie, uno es solamente una abeja en la colmena… Despertarme todas las mañanas y ver despertar al mundo con una dinámica que uno no tiene es, por cierto frustrante, pero no podés quedarte solamente con esa sensación que te desliza hacia un pozo, eso no me lo permito. Tengo que acudir a la dinámica de mis propias posibilidades y encarar la vida cotidiana con sentido de permanencia, pertenencia e integración para sentirme vivo y tener un pequeño lugar bajo el sol. Me viene a la cabeza alguna lectura o película vista sobre el ocultamiento que hacían las familias de algunos de sus miembros que no exhibieran en plenitud su condición de “normales”, ocultándolos con vergüenza a los ojos de los demás. Qué actitud tan aberrante para cubrir con hipocresía las apariencias; (hasta me parece mas aceptable, aunque no justificable el comportamiento al respecto en la antigua sociedad espartana que por razones de sobrevivencia como Estado aplicara una política tan cruel con respecto a sus propios hijos que manifestaran diferentes debilidades). La sociedad actual ha madurado en la aceptación de las personas diferentes. Tengo yo, (tenemos las Personas con Discapacidad) una presencia mas visible y participativa en el andar diario; pero también es cierto que sí observo mayor aceptación también observo rechazo velado por una fachada de tolerancia. No me importa ese tipo de tolerancia, la rechazo. Yo quiero que me acepten o rechacen por como soy, no por como me ven. Uno se mueve en un mundo de contradicciones y sentimientos opuestos, y la aceptación del “diferente” es un tema controvertido. Tengo la permanente sensación de vivir en el vaivén de la aceptación y el rechazo, pero también siento, felizmente, que la aceptación va ocupando espacios y va ganando la carrera. Uno vive con esta marejada de pensamientos encontrados, con luces y obscuridades, pero teniendo el derecho que confiere la propia existencia: derecho a vivir lo mejor posible. ¿Hasta dónde es posible lo posible? La persecución de los sueños es el motor de impulso. Vivir lo mejor posible es para mí sentirme bien conmigo mismo. ¿Qué es difícil? Sí, es difícil. ¿Cuál es la validez de mis sueños? Lo que yo crea válido. Tener esperanza (qué importante es esta palabra), morder el fruto dulce de la vida y encontrarle un sentido cabal a ésta. La vida me presentó una de sus caras oscuras pero también la opuesta. Tratar de suplir mis carencias con entendimiento es mi forma de combatir lo negativo; es una lucha constante, los fantasmas siempre se presentan pero hay que abrirles la puerta para que se vayan. Es una tarea ardua discutir conmigo mismo, pero válida. Uno es uno y sus circunstancias. Uno es uno y sus posibilidades. Uno es uno y sus afectos.
Lautaro Salamone.
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada por la ONU en 2006, define de manera genérica a quien posee una o más discapacidades como persona con discapacidad. En ciertos ámbitos, términos como "discapacitados", "ciegos", "sordos", etcétera, aún siendo correctamente empleados, pueden ser considerados despectivos o peyorativos, ya que para algunas personas dichos términos «etiquetan» a quien padece la discapacidad, lo cual interpretan como una forma de discriminación. En esos casos, para evitar conflictos de tipo semántico, es preferible usar las formas «personas con discapacidad», «personas sordas», «personas con movilidad reducida» y otros por el estilo, pero siempre anteponiendo «personas» como un prefijo, a fin de hacer énfasis en sus derechos humanos y su derecho a ser tratados con igualdad. En este mismo documento se establece que los estados parte se comprometen a: “Incorporar una perspectiva de género en todas las actividades destinadas a promover el pleno goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales por las personas con discapacidad. “ A mi parecer desde los años 80 y aun más hacia atrás se cumple muy poco, ya que si bien yo he tenido acceso a la educación que hoy me permitió ser abogada, creo que en gran parte se debió a que vivo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ya que las mayores dificultades se presentan en las Provincias. Sumémosle que yo padezco una discapacidad motora, para la cual en la actualidad no existen tantas trabas para el acceso a información de internet, como si le puede pasar a un discapacitado sensorial como lo es una persona ciega. Ya que las mayorías de los dispositivos o pagina web no pueden ser “leídos” por el sistema YOSS que asiste a este tipo de discapacitados. Y si bien actualmente existe cierta accesibilidad en lugares tanto públicos como privados para las personas con movilidad reducida, este país debería ser más duro al momento de castigar a quiénes incumples con esta norma y creo que si bien es excelente que se adapten los edificios escolares, esta adaptación a demás de todos los edificios gubernamentales debería darse en edificios como hoteles alojamientos y en cuanto a salud por experiencia propia, digo que los hospitales están lejos de cumplirlo como por ejemplo: el hospital “Fernandez” que no cuenta con un mamógrafo adaptado, siendo que es una herramienta esencial para prevenir el cáncer de mamas, a si como tampoco con lo necesario para hacer los cuidados prenatales a una mujer discapacitada como al resto. Es cierto que en materia de discapacidad, en este país así como el resto de Latinoamérica, hay mucho por avanzar. En países europeos como por ejemplo Dinamarca además de brindarles asistencia personal con asistentes terapéuticos considero que se respetan plenamente sus derechos sexuales al brindarles asistencia en este punto con un asistente sexual. Si bien se que falta espero vivir para ver estos cambios en mi país, si esto estuviera pasando este ensayo no existiría. Elizabeth Mayer
Para mí fue una experiencia única y muy enriquecedora esta iniciativa del fotoreportaje. Al principio cuando me comentaron la idea sentía timidez, vergüenza y prejuicios, pero también me seducía la idea de que las imágenes transmiten más que mil palabras, además del gran profesionalismo con la que se iba a encarar el trabajo. Éramos dos desconocidos, eso fue muy bueno también, porque durante las varias reuniones y entrevistas, en los diferentes lugares nos fuimos conociendo, sintiéndonos cómodos, y aprendiendo uno del otro. Fue un proceso que día a día iba creciendo. Luego de las entrevistas y de conocernos mejor empezaron las sesiones fotográficas en varios lugares y escenografías, no puedo dejar pasar por alto el grado de profesionalismo de Jorge que me hizo sentir muy cómodo, me sacó toda la timidez y prejuicios, ahí entendí la frase que dicen “fue un desnudo cuidado”. Porque si bien las fotos son con ropa, al ser una persona con discapacidad tenía varios tabúes: por ejemplo no me sacaba fotos con la silla de ruedas, por eso es muy bueno el trabajo de Jorge, me trasmitió confianza, seguridad y pude sentirme cómodo y desnudé mi alma. En estas fotos si bien tenemos dos visiones diferentes, lo que yo quise trasmitir y que se viera en las imágenes es que se puede, que no soy ejemplo de nadie, que no soy un súper héroe y que tampoco soy un pobrecito. Ojala que les pueda dar esa cuota de confianza a las personas con discapacidad para decir: yo también puedo. Otra cosa que me encantaría producir es que las personas, es decir toda la sociedad, vea que se puede, que nos dé la oportunidad y que ellos mismos se den la oportunidad, porque la única forma en que podemos hacer una sociedad inclusiva es haciéndola entre todos, eliminando tabúes, prejuicios, barreras actitudinales y/o físicas. Cuando veo las fotos tampoco puedo dejar de pasar por alto (y me aparecen mil recuerdos) el esfuerzo y dedicación de mi familia, amigos, el mío y hasta el de personas desconocidas que me ayudaron desinteresadamente en alguna ocasión en armar la silla o subir un escalón. No les voy a mentir: cuesta, a veces dieron ganas de tirar la toalla, pero cuando se concretan los logros es una satisfacción infinita, por ejemplo el día de la jura, el día que me dieron la matrícula de abogado, esto me da una inmensa fuerza para continuar y luchar por una sociedad diversa basada en la igualdad de oportunidades y condiciones. Cuando empecé la facultad en el año 2000, me sentía un bicho raro, éramos muy pero muy pocas personas con discapacidad las que estábamos de alumnos, ahora mejoró mucho y somos más, pero la idea de estas fotos es que se multipliquen, que se animen, que sueñen, que luchen. Y que sean más activos y más solidarios los demás alumnos y la sociedad. La facultad de derecho en UBA cuenta con un espacio, Programa Universidad y Discapacidad, que lucha por la inclusión de alumnos con discapacidad. No soy Spiderman, Dark Devil, ni el profesor Xavier. Tampoco soy un minusválido. Soy una persona, con deficiencias y virtudes, con sueños y metas. No prejuzgues por lo que ves. Dame una oportunidad, date una oportunidad, danos una oportunidad. Luchemos y participemos juntos, sumando cada uno su granito de arena por una sociedad diversa basada en la igualdad de condiciones y oportunidades.
Ariel Plaza
La discapacidad como misterio. La discapacidad solo puede ser comprendida y aceptada en la medida que se perciba, por todos los sentidos, su carácter dual. Por un lado, sus aspectos subjetivo y objetivo – barreras personales y sociales-, y por el otro la potencialidad que nace y se desarrolla a partir de la novedad, también en lo personal, como en lo familiar y social. Lo negativo y lo positivo. Los dones del sufrimiento y de la alegría, ambas en simultáneo. La presencia de la incógnita y el interrogante y, en el mismo tiempo y espacio, la respuesta balsámica del gozo y la esperanza. La dificultad en el hacer del ser-individuo y la falta de empatía o, en el mejor de los casos anemia, del ser familiar y/o social, en convivencia real con la respuesta de la supervivencia instintiva y amorosa, que no es otra cosa que la lucha permanente por la vida propia y ajena. Es decir, la evolución primaria y espiritual personal, familiar y de la sociedad que justifican el destino común de la humanidad. En suma, la discapacidad como misterio. Igual que la vida.
Roberto Villayandre
¿Qué es para mí la discapacidad? Es una forma distinta de ver la vida, es desarrollar otros talentos, es aprovechar los pequeños momentos, disfrutar, luchar, aprender a vivir día a día con algo nuevo, lidiar contra el entorno, el cual me dis-capacita aún más. Es crecer rápido, es madurar pronto por los golpes que recibí y recibo desde pequeña cuando no me dejaron entrar a la escuela por que faltó mi celadora (asistente que manda el gobierno para que ayude a las personas con discapacidad en el entorno escolar), es la indiferencia que siento cuando voy a un negocio y miran a mi asistente y no a mi cuando pagó o pregunto algo, es sentir que cada paso que doy es una traba constante que menoscaba y suprime cada uno de mis derechos humanos sin que nadie sepa que hacer o como actuar. Un ejemplo puntual es el caso del INADI, cuando llamo y denuncio que los chóferes no me quieren bajar la rampa, que eso es discriminación y me lo niegan… La discapacidad es tener que conformarme cuando no queda otra ya que es "lo que hay" y si no lo hago soy irrespetuosa o inconformista, o si reclamo abuso de mi discapacidad… Es hacer en un mundo discapacitado, es pelear contra ese mundo que está al revés donde el que puede usa ascensor, espacios reservados, etc. y el que no puede usa escalera, sube cordones, viaja mal o parado etc. ES UN RETO, eso para mí es la discapacidad... Melody Escudero Amado.