Mayo 2016 N.° 1
S/.10.00
La Sarita
Wendy Sulca
El rock del nuevo Perú
Grabó tema con Fito Páez
“hay gente que asume lo popular solo para la foto”
Martín Chambi
El fotógrafo que inmortalizó el Perú del siglo pasado
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SUMARIO 2
Sumario
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Wendy Sulca Grabó tema con Fito Páez
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Elliot Tupac: “hay gente que asume lo popular solo para la foto”
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La Sarita presenta nuevo disco en el que fusiona rock con elementos musicales andinosarte una lucha
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Martín Chambi El fotógrafo que inmortalizó el Perú del siglo pasado
Diseño de Portada
PLANA DIRECTIVA Director General Flor Pablo Medina Jefe de Unidad Académica Flor Pablo Medina Jefe del Área Administrativa Flor Pablo Medina
ÁREA ACADÉMICA: DISEÑO GRÁFICO Cuerpo Editorial Jefe de Área Académica Lic. Ramirez Mejia, Adolfo R. Dirección de Arte Prof. Pariona Mendoza, Juan W. Docente de Apoyo Lic. Capcha De La Cruz, Nelsón Diagramación / Arte Final
Equipo Editorial
Diagramación
Promoción 2017 Diseño Grafico: Diurno y Nocturno Redacción y Correción
César Gonzáles Pérez, Ivan Díaz Sarase, César Cobeñas Arce, Katteryn B. Durand Pino, Brenda 2 Chamorro, Joan Flores, Jorge Luis Herrera Isuiza
Jorge Luis, Herrera Isuiza Diseño Gráfico Semestre IV - Noche
Docentes y Promoción 2017 Diseño Gráfico: Diurno y Nocturno
Wendy Sulca Grabó tema con Fito Páez Giovanna Castañeda La peruana Wendy Sulca grabó un tema con el músico argentino Fito Paez y el uruguayo Dani Umpi, siendo una participación internacional más de la joven cantante. Hace dos años, Wendy cantó junto a Dante Spinetta, Calamaro y Calle 13 para el tema Pa’tras, y ahora lo ha hecho para el álbum Mormazo de Umpi con el reconocido Fito Páez. Fue Umpi quien le pidió a Páez grabar con la cantante de quince años, la que lo “obsesionó durante un tiempo”. En una entrevista para el diario El País de Uruguay, Umpi contó que fue “muy fácil” convencer a Fito de que participe en el disco. Además narró qué fue lo que le interesó de la peruana: -¿Qué le atrae de Wendy Sulca? ¿Qué valora de ella? -Me obsesionó durante un tiempo y cada vez que iba a Perú, la visitaba. Canté con ella, conozco a su familia. Me interesó como ícono. La burla masiva que hubo hace un tiempo hacia ella evidenció
los prejuicios y el racismo del mundo, incluso desde la tele. Wendy es una manifestación de una cultura. En su zona las cantantes cantan de esa manera y se visten así. El furor y la burla hacia el tema La tetita evidencia la ignorancia de la gente y el choque cultural. En su tierra la lactancia infantil no es tabú ni tiene tanta asociación a lo sexual. En muchas partes del mundo el intérprete no tiene por qué cantar cosas que lo representen. La cantante manifestó su alegría por haber participado y afirmó que este era un gran paso para su carrera como artista por la trayectoria del argentino. “Estoy muy feliz. Nunca pensé cantar un tema junto a Fito Páez, así sea a la distancia, pues cada uno lo grabó por su lado y en distinto tiempo”.
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Elliot Tupac: “hay gente que asume lo popular solo para la foto”
“En el Perú estamos muy lejos de lo que se hace en Europa a nivel de arte, No por los artistas sino más bien por las instituciones, las gestiones. Acá no hay mecanismos prudentes para que el arte asuma una posición protagónica”, señala.
Mijail Palacios Yábar Elliot Urcuhuaranga es Elliot Tupac. Hijo de Fortunato Urcuhuaranga, uno de los precursores del cartel chicha, aquel que reconocemos en las calles, generalmente, anunciando un concierto de cumbia. Arte que, de la mano de Elliot, ha cruzado fronteras. En los últimos tres años ha expuesto, intervenido espacios y dado talleres en Europa y Latinoamérica, a través de la serigrafía, la caligrafía y el arte urbano. Acaba de regresar de Francia y en estos días retorna a Chile. Un artista de alto vuelo. Viene de exponer en Francia. Expuse en el Museo de Arte Contemporáneo de Lyon. En el año 2012, pinté en Lima el mural “Antes soñaba” (que fue borrado) en colaboración 4 con un artista francés y en esta oportunidad él
estaba como curador en la muestra de arte urbano en Francia, que tiene a 10 artistas de todo el mundo, y me invitó. Y ahora se va para Chile. Primero pintaré en Barranco y también por la campaña #ArteParaTodos, en espacios públicos. Busco que el trabajo que hago sea interactivo para la gente, que no sea mi satisfacción personal. Sobre seguir viajando, para 2017 voy a racionar los viajes, porque quiero hacer proyectos en Lima, como un taller de imprenta antigua y viajar en el tiempo. ¿En el Perú estamos muy lejos de lo que se hace en Europa a nivel de arte? Sí, pero no por los artistas sino más bien por las instituciones, las gestiones. Acá no hay mecanismos prudentes para que el arte asuma
una posición protagónica. Entonces, si no lo hacen las instituciones, que las empresas lo hagan está bien. Pero también hay cosas no muy rescatables como lo del Callao Monumental, donde participé inicialmente pero después no quise saber más del proyecto, porque sentí que hay una especie de manipulación del espacio, de limpiar un área para solo convertirla en algo comercial. ¿No se ha integrado a los ciudadanos del Callao? Había la sensación de que el proyecto era vinculante para con los vecinos, pero en la práctica no ha sido así, y los vecinos siempre van a ser los marginados. No es un espacio recuperado para los ciudadanos sino para la empresa, y los artistas podemos convertimos en piezas dentro de esa intención de ‘expectoración’. Precisamente, ahora usted está en varias campañas de marcas conocidas. ¿Cómo afronta esa forma de exposición? ¿No teme que su trabajo sea banalizado? Depende. En estos tiempos, las ofertas son constantes y he rechazado muchas. ¿Por qué? Porque no están dentro de la línea ética que desarrollo con mi trabajo. . Que no se manipule mi presencia. Nadie niega que detrás de ello hay una campaña de márketing, pero si esta campaña vincula a la gente, está bien. ¿Cómo qué, por ejemplo? Hay un personaje en Londres que tiene el mejor restaurante de comida peruana. Vino a Lima y me dijo: ‘Oye, tengo una galería y restaurante, he
abierto ese espacio para los peruanos, para que conozcan tu trabajo y para que la gente lo vea’. Le respondí que valía tanto y enojado me pagó. Hay gente que me propone hacer cosas considerando que me están haciendo un favor. ¿Siente que su arte es más valorado por el extranjero? Es valorado de maneras distintas. En el Perú, a la gente que no le gusta es porque tiene colores estridentes y proviene del cartel chicha. Aunque es poca esa percepción. Pero hay gente que todavía tiene esa negación a lo popular. También hay gente que asume lo folclórico y lo popular solo para la foto, mas no para el lado consciente. Yo no busco espacios forzados en el ámbito artístico de Lima. ¿Arte chicha es la mejor definición de su trabajo? Sí. Yo provengo de una familia que desarrolló la cartelería como un modo de subsistencia y artística. Eso hace que mi trabajo sea honesto. ¿En lo chicha está la esencia de la identidad peruana? Yo creo que no. Es más, siempre niego la existencia de una cultura chicha. Lo chicha es un elemento, es algo que suma. ¿Hay una nueva ola de artistas con una visión de revalorar lo popular? Sí. Pero hay propuestas para satisfacer la circunstancia y eso es peligroso, porque es una mirada superficial. Sin embargo, también hay lo otro: la vinculación con respeto hacia lo popular.
Autoficha “Tengo 38 años, provengo de la escena del cartel chicha. Mi padre, Fortunato Urcuhuaranga, desarrollaba los carteles desde los ochenta y como serigrafista y artesano lo hacía desde joven, en Huancayo. Somos ocho hermanos y todos hemos pasado por el arte de mi papá”. “En los últimos tiempos vinculo mi trabajo con áreas como la serigrafía, el arte urbano a través de la pintura, el diseño gráfico con las tipografías. Soy limeño, pero mi familia es de Huancayo. De niño yo quería aprender a tocar el violín”. “Así como mi discurso pretende ser transversal socialmente, también quiero no solo ser el representante del Perú. En Europa me siento como representante de Latinoamérica. Más que artesano o artista, me siento comunicador. A la hora de pintar, pienso qué voy a comunicar”.
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La Sarita presenta nuevo disco en el que fusiona rock con elementos musicales andinos arte una lucha
Vilma Huertas La Sarita, una de las bandas más emblemáticas del rock nacional regresa con nuevo disco después de seis años. Se trata de Mamacha Simona, producción que fusiona a danza de las tijeras con otros elementos musicales de rock y el mundo andino. La banda celebra diez años tocando y esta tarde anunció que lo celebra con “Mamacha Simona”, disco que busca el reconocimiento de nuestra herencia histórica en un contexto urbano y contemporáneo.
como género musical y sobre todo demostrar la capacidad del género para ser fusionado con la sabiduría ancestral de nuestra cultura andina.
Después de “Más poder” y “Danza la raza”, “Mamacha Simona”, se convierte en la tercera producción discográfica de esta banda que representa al ‘rock del nuevo Perú’.
La Sarita siempre nos tuvo acostumbrados a ritmos diferentes y distintos tratamientos de música. Es por eso que “Mamacha Simona” no será la excepción ya que fusionará la danza de las tijeras con otros elementos musicales del rock y el mundo andino. Sin duda una producción que también trae muchas sorpresas e innovaciones.
Con temas como “Carnaval”, “Tierra sagrada” y 6 “Canto eterno” buscan reivindicar al rock peruano
Julio Pérez, vocalista de la banda, mencionó que la creación del disco demandó un largo proceso
creativo, pero después de todo el trabajo, todos se sientes felices con el resultado: “Todos estamos muy contentos con el resultado del disco, después de 6 años creemos que hemos madurado como banda, todo este proceso nos sirvió para encontrar ritmos nuevos” El rock del nuevo Perú sigue escribiendo su historia con 10 años de éxitos y después de haber participado en un festival en Finlandia y diversos países europeos, La Sarita demostró al mundo que la fusión de la música ayacuchana y el rock es posible
Martín Chambi El fotógrafo que inmortalizó el Perú del siglo pasado
Gemala Mirada Hay ciertos fotógrafos, que a pesar de su reconocimiento en vida y de sus exposiciones en lugares emblemáticos del globo, han ocupado en menor medida las páginas de este blog. Este es el caso del autor peruano Martín Chambi, nacido en el siglo XIX cuya producción se fraguó en el siglo XX y cuyas imágenes no hacen sino transportarnos a una cultura gracias a su interés antropológico. Hablar de fotografía antropológica del Perú más exótico desde nuestra mirada occidental, es hablar de Martín Chambi, quien habiendo trabajado para
Max T. Vargas, abrió su propio estudio en 1917. Tras una producción extensa que básicamente se divide en trabajos comerciales (retratos) y personales (investigación y acercamiento a las etnias así como restos arqueológicos), su trabajo fue mermando hasta su fallecimiento en 1973, momento en el cual su obra empezó a ser reconocida mundialmente.
raza; mi gente habla a través de mis fotografías.
He leído que en Chile se piensa que los Indios no tienen cultura, que son incivilizados, que son intelectual y artísticamente inferiores en comparación a los blancos y los Europeos. Más elocuente que mi opinión, en todo caso, son los testimonios gráficos. Es mi esperanza que un atestado imparcial y objetivo examinará esta evidencia. Siento que soy un representativo de mi
Miembro de la Escuela de Fotografía Cusqueña, no sólo expuso tras su muerte, sino que en vida pudo mostrar su trabajo en más de diez ocasiones y cuyo legado, como cuenta su nieto Teo Allain Chambi, ronda las 30.000 placas más 12.000 a 15.000 fotografías en rollos, todo ello a resguardo en el Archivo Fotográfico Martín Chambi, situado 7 en la ciudad de Cuzco.
Decía Chambi que su raza hablaba a través de sus fotografías. Totalmente cierto si observamos el mimo con el cual se acercaba a sus coetáneos, con el respeto que les dignificaba en la posteridad, con la calidad técnica demostrada que hace que cada imagen, cada rostro y cada mirada traspasen el umbral de los siglos.
LOS HERALDOS NEGROS
LA COPA NEGRA
Hay golpes en la vida, tan fuertes.. ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma.. ¡Yo no sé!
La noche es una copa de mal. Un silbo agudo del guardia la atraviesa, cual vibrante alfiler. Oye, tú, mujerzuela, ¿cómo, si ya te fuiste, la onda aún es negra y me hace aún arder?
Son pocos; pero son.. Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
La tierra tiene bordes de féretro en la sombra. Oye, tú, mujerzuela, no vayas a volver.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. Y el hombre.. Pobre.. ¡pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes.. ¡Yo no sé!
La mirada de Vallejo siempre había estado puesta en el viejo mundo y cuando finalmente consiguió visitarlo se sintió tan cerca de todo lo que siempre había deseado que jamás deseó volver a su tierra natal. Estuvo en Francia, España y Rusia pero lamentablemente, a causa de trabajar excesivamente, falleció siendo aún muy jóven. Como se lo había pedido su esposa, sus restos fueron enterrados en el Cementerio de Montparnasse. 8
Mi carne nada, nada en la copa de sombra que me hace aún doler; mi carne nada en ella como en un pantanoso corazón de mujer. Ascua astral.. He sentido secos roces de arcilla sobre mi loto diáfano caer. ¡Ah, mujer! Por ti existe la carne hecha de instinto. ¡Ah, mujer! Por eso ¡oh negro cáliz! aun cuando ya te fuiste, me ahogo con el polvo ¡y piafan en mis carnes más ganas de beber!