Soledad, por Ana Belén Costa Torres

Me atrapó la oscuridad, en la extraña soledad mis sueños acabados, mis latidos dañados.

Mis recuerdos olvidados. ¿Por qué murió mi esperanza, aunque avanza sin tardanza?

Nadie que me apoye, nadie que me abrace, nadie que me cuente.

Tú siempre fuiste querida, y mi más, mejor amiga llorando y dando gritos, sin esperanza ninguna y todos mis requisitos, bajo la luz de la luna.

¿Cuándo me despertaré de esta agobiante pesadilla? Yo eternamente estaré, sin llegar jamás a la orilla.

Nadie que me apoye, nadie que me abrace, nadie que me cuente.

Un fuerte grito daré

y nunca me rendiré, y por fin escucharé la libertad que encontré .