Compuesto por una serie de 45 retratos, este proyecto nos lleva a plantear una discusión entre lo estático que podemos percibir el tiempo captado en una fotografía versus el que transcurre en nuestra vida que es dinámica. La paradoja del tiempo retratado como imagen congelada en contraposición del «viviente».
Durante el proceso de curaduría decidimos “ir por la cabeza” y elegimos los headshots para conformar esta selección de imágenes.
Al usar este tipo de encuadre, desde un plano más íntimo y directo, el resultado son retratos que transmiten cercanía y confianza.
Asimismo, para representar la faceta documental del trabajo, se incluye dentro de esta exposición un extracto del proceso creativo.