Historia de la Catedral Pag. 1-2
Atractivos Pag. 3-4
La Catedral de Lima La catedral de Lima fue edificada en el lugar donde estuvo el adoratorio inka del puma inti y el palacio del príncipe cusqueño Sinchi Puma, descendiente directo del Inka Sinchi Roca. Al fundar Lima Francisco Pizarro destinó un solar a la iglesia (que él dedicó a la Virgen de la Asunción), haciendo que Sinchi Puma renunciara a sus bienes en papel certificado por notario, para que la ocupación del sitio elegido para la iglesia no significara usurpación de dominio. Francisco Pizarro, en 1535, puso la primera piedra y cargó, en pública manifestación de fe y humildad, el primer madero para la edificación de la iglesia (primera catedral), la cual se hizo bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción, terminándose la construcción en 1538 e inaugurándose el 11 de marzo de 1540 colocándose ese día por primera vez el Santísimo.
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Finalizadas las disputas entre Diego de Almagro y Francisco Pizarro y después de haberse establecido el Virreinato del Perú el Papa Paulo III, teniendo en consideración el crecimiento de la ciudad de Lima, emite una Bula, el 14 de mayo de 1541 creando la diócesis de Lima y elevando la pequeña iglesia a la categoría de catedral la cual se comienza a construir en 1542 durante el gobierno de Cristóbal Vaca de Castro. Doña Francisca Pizarro Yupanqui, la hija del fundador de Lima, aportó la considerable suma de cinco mil pesos de oro para la construcción de la nueva catedral, la cual llegó a costar quince mil pesos de oro, agradeciendo el rey de España mediante real cédula de 19 de marzo de 1552. Con los cambios introducidos por el pacificador don Pedro de la Gasca para darle mayor prestancia, la nueva iglesia (segunda catedral) iniciada por Cristóbal Vaca de Castro es inaugurada, en 1552, por el Arzo-
Luego del terremoto de 1746, la Catedral quedó destruida. En 1748 el virrey José Antonio Manso de Velasco -el Conde de Superunda- ordenó su reconstrucción.
bispo Jerónimo de Loayza. Esta era una edificación pequeña -de 9 x 19 m.-, muy modesta y estrecha y para sus cimientos se trajo piedra rojiza de una cantera de Lunahuaná. El nuevo templo pasó, después, a tener como patrono a San Juan Evangelista. Posteriormente cuando la ciudad de Lima llegó a ser Arzobispado se consideró la construcción de una nueva catedral para que esté acorde con el ascenso en status del episcopado de Lima, así como con su crecimiento poblacional. En 1564 el Arzobispo Jerónimo de Loayza se decidió por un edificio suntuoso que rivalice con las catedrales más famosas de España (como la catedral de Sevillaentonces, y ahora, la mayor de España), con lo que comienza un cambio en las dimensiones. Este cambio se inició con la demolición de los primitivos muros de adobe pero la construcción nueva no llegaría a acabarse. Al alarife Alonso Gonzales Beltrán se le dio la tarea, en 1564, de diseñar un gran templo con tres naves y ca-
pillas laterales. Pero su proyecto, inspirado en la catedral de Sevilla, resultó demasiado grandioso y costoso. Cuando llegó el Virrey Martín Henríquez, en 1581, siendo Arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, dispuso que se hiciera una nueva catedral y en 1585 el arquitecto Francisco Becerra (nacido en Trujillo -España-, fallecido en Lima en 1605), que había hecho los planos de varias edificaciones en México y Quito, fue llamado desde el Cusco, donde, a la sazón, estaba trabajando, y se encargó de la construcción de la tercera catedral. Becerra hizo un nuevo plano (considerado para que sea el plano sobre el cual se base la catedral existente) que tomaba, en parte, como modelos a las catedrales de Jaén y de Sevilla. La primera tenía tres naves, como la de Lima, la segunda tenía cinco, pero hay puertas en los brazos del crucero, tres puertas en la fachada principal y un patio lateral llamado, como en la catedral de Lima, el patio de los naranjos, al cual se llega a través de la puerta lateral que está hacia la izquierda.
Al alarife Alonso Gonzales Beltrán se le dio la tarea, en 1564, de diseñar un gran templo con tres naves y capillas laterales.
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En 1602 la iglesia era todavía “un bohío viejo, cubierto de paja con mucha indecencia” según una carta que Felipe III remitiera al Arzobispo Toribio de Mogrovejo en la cual le insta a que se apresure con el trabajo de la construcción. En 1604 se inaugura la primera parte de la tercera Catedral. Cuando Becerra murió en 1605, solo la mitad de la iglesia estaba construida. El plano final fue diseñado inmediatamente después del terremoto de 1606, aunque otro en 1609 amenazó con destruir la edificación integra dañando las bóvedas de la parte construida. Se llevaron a cabo discusiones sobre los mejores medios de defensa contra los movimientos sísmicos: el Arquitecto Jefe, Juan Martínez de Arrona, sostuvo la idea de bóvedas de ladrillo, pero varios miembros del Cabildo o Concejo Municipal consideraron que sería me-
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jor cubrir el templo con madera. Cansados por la necesidad de encontrar la solución al problema, ellos nombraron a Bartolomé Lorenzo como Asesor de Arrona. Finalmente, en octubre de 1625, las naves de la parte principal de la tercera catedral fueron consagradas. La puerta principal (diseñada por Arrona) fue finalizada en 1632, y las torres en 1649. El terremoto de 1687 causó mucho daño a la catedral, y no obstante todas las precauciones tomadas en la construcción, el terremoto de 1746 vuelve a dañar la estructura y casi la reduce a ruinas precisándose de una nueva reconstrucción, gobernaba a la sazón el Virrey José Antonio Manso de Velasco, quien dispuso se levantara en el mismo lugar una nueva catedral en 1758. La edificación existente es una reconstrucción, que, por orden del Virrey José Antonio Manso de Velasco, emprendió -siguiendo los planos antiguos-
La reconstrucción se llevó a cabo en tres partes, la primera culminó en 1755, la segunda en 1758 y la última en 1778. el Jesuita Juan Rher (nacido en Praga), con la ayuda de un arquitecto mulato. Rher aprovechó al máximo el uso de la madera y la quincha en las bóvedas de crucería, reedificó la portada renacentista de piedra y avanzó bastante la obra quedando las torres campanario inconclusas durante mucho tiempo. La reconstrucción se llevó a cabo en tres partes, la primera culminó en 1755, la segunda en 1758 y la última en 1778. Entre los años 1794 y 1797 las actuales torres campanario de la catedral, que quedaron inconclusas, se reconstruyen siendo terminadas por el presbítero Matías Maestro. En la torre izquierda está la campana llamada “la Cantabria”, que pesa 300 quintales y se fundió en Lima. En la derecha “la Purísima”, de 150 quintales, y “la Vieja”, de 55 quintales.
AtractivoS Naves La Catedral de Lima posee 3 naves y 2 naves adicionales que se abren a las capillas laterales. A lo largo de las naves laterales se observan cuadros de gran formato del Vía Crucis. Recientemente se colocaron en las columnas doce cuadros alusivos a los doce Apóstoles y a la vez a los doce artículos de fe del Credo apostólico.
Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza En la nave izquierda podemos ver, en la primera capilla, el antiguo baptisterio, con su pila bautismal. Allí se conserva una hermosa imagen de Nuestra Señora de la Esperanza (Virgen dolorosa), escultura que forma parte del grupo mariano procesional de la Semana Santa en esta Ciudad y que preside tradicionalmente los cultos de Cuaresma y Semana Santa. En las recientes restauraciones se pudo descubrir la antigua policromía que revestía la capilla, la cual ahora es expuesta para los visitantes. Capilla de la Sagrada Familia Perteneció a la Universidad de San Marcos. Antiguamente, los alumnos recibían sus grados acadé-
micos aquí. Preside el altar una imagen de la Virgen del mismo nombre (de mediados del siglo XVI), patrona de la Universidad desde 1627, y destacan dos estatuas de madera, de San Marcos y Santo Tomás de Aquino. Capilla de la Antigua Perteneció a la Universidad de San Marcos. Antiguamente, los alumnos recibían sus grados académicos aquí. Preside el altar una imagen de la Virgen del mismo nombre (de mediados del siglo XVI), patrona de la Universidad desde 1627, y destacan dos estatuas de madera, de San Marcos y Santo Tomás de Aquino. Capilla de la los Santos Peruanos La siguiente es la Capilla de los Santos Peruanos, presidida por la imagen de Santa Rosa de Lima, primera santa de América, junto con las de San Martín de Porres, San Juan Masías y San Francisco Solano, todos ellos santos peruanos. Fue originalmente dedicada a la santa limeña poco después de su canonización, y se encontraba inicialmente en la desaparecida iglesia de Belén. En ella está la tumba de Mons. Emilio Lissón(XXVII.
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Nombre: Jose Carlos Ortega Curso: Introducción a los Medios Digitales Profesor: Oscar Lora Universidad: UPC
Información: Libro “ La Catedral de Lima” Agusto Sanchez, 2008. Fotos: Asoción de Fotografía Cultural Miraflores - www.fotoflores.org