Ser+1

Page 1

TFS FM SPM TPDJBM EFM EJTF­BEPS -B SFTQPOTBCJMJEBE TPDJBM Z BNCJFOUBM

????? '"%6 6/- 1S DUJDB QSPGFTJPOBM Z MFHJTMBDJ¯O 4PM 'VNJT +PTFţOB (FSCPOJ


Como compromiso ético o deseo ferviente, la función social es real.

La responsabilidad social y ambiental de SOL FUMIS Y JOSEFINA GERBONI

Por lo general el diseño gráfico se ve como un servicio netamente utilitario que está enfocado a comunicar mensajes comerciales. Pocas veces se toma en cuenta para otras áreas que no necesariamente están destinadas al consumo de productos y servicios. Por suerte cada vez más y más el debate sobre la función social del diseño ha hecho de esto una categoría ideológica de la disciplina y el solo planteamiento por parte del diseñador lleva una toma de posición. Reivindican la disciplina y le asignan una misión más humanitaria, un compromiso que por lo general no cumplen la mayoría de los profesionales. Pero más allá de esto, de la postura que cada uno tome, es importante hacer un análisis más objetivo de la situación y comprender los orígenes del dilema. ¿A que nos referimos con “la función social del diseño”?

Son tiempos de cambios, pero también de oportunidades, para poder construir una nueva cultura ética y social.

Lo primero que debe decirse si nos referimos a la función social en sentido amplio y al diseño en su realidad actual, es que esta práctica en todas sus manifestaciones tiene una indiscutible función social. Todo lo que el diseño produce va dirigido a la sociedad e incide poderosamente sobre ella, para bien en unos casos y para mal en otros. Esto es una evidencia sin discusión posible. Pero lo que se plantea cada vez que el tema surge en el ámbito de los diseñadores, es la pregunta sobre la existencia o no de una ética que fije cuáles encargos debe aceptar un diseñador y cuáles no, según la incidencia social de los mismos, y según esto cada profesional tiene una visión propia del tema. Están quienes creen que el diseño sólo puede cumplir una función humanitaria allí donde existan clientes que asuman un compromiso social real, no perverso. Estos actores escasean, o carecen de fondos. La economía y el mercado neo-liberal, contexto real y predominante de la práctica

del diseño, posee un carácter netamente individualista y antisocial y, por lo tanto, obstaculizan aquella función. Hablamos de un sector muy minoritario ya que vivimos inmersos en una economía de mercado donde no se puede hablar de “función social” como característica esencial del diseño, y esta función no pasa de ser una pura manifestación de deseos, cuando no, una fantasía. Y creen fervientemente que sólo hay función social donde el cliente tenga una misión social. Por otro lado están aquellos que nos animamos a proponer que el diseño asuma esa función de un modo sistemático, no anecdótico, y pretendemos una propuesta alternativa. Consecuentemente, deberemos asumir el compromiso intelectual y ético de denunciar las razones por las cuales dicha función es actualmente marginal y señalar las condiciones que tendrían que darse para que se cumpla plenamente. No cabe duda que, para que los diseñadores en su conjunto puedan trabajar seria y

Es indispensable que prosperen los proyectos política y económicamente transformadores.


continuamente al servicio de las necesidades de la sociedad y no del mero mercado, es indispensable que prosperen los proyectos política y económicamente transformadores. El diseñador preocupado por su función social debe, en tanto sujeto político, apoyar sin reservas todo movimiento que defienda las causas sociales. Desde nuestro lugar Es por esto que como equipo de diseñadore, en Ser+1 sostenemos como objetivo principal de cada una de nuestras ediciones, el incentivo, y la concientización de diseñadores en el desarrollo de sus capacidades como profesionales comprometidos con un entorno social. Sosteniendo que el diseño es capaz de abarcar la resolución de múltiples problemas que se presentan día a día en nuestra sociedad, con el fin único de formar parte de ella y de poder intervenirla con intenciones de progresar en una mejor comunidad, queremos generar con cada edición un conjunto de testimonios y herramientas que demuestran que el diseño social es posible y que consideramos un deber moral del profesional, como una devolución al entorno para el cual presta su servicio y a la vez habita. Formar operadores culturales, y fomentar el cambio y la evolución de la comunicación visual. En Ser+1 creemos que el diseño es un estilo de vida, un estilo de pensar y abordar los problemas, de buscar soluciones, y de animarse,

donde lo primero es brindar un servicio a la comunidad satisfaciendo sus necesidades sociales, atendiendo principalmente a la responsabilidad como profesionales, pensando específicamente en una audiencia, un ámbito social, y principalmente conformando mensajes que contribuyan a la evolución y desarrollo de la misma, fomentando el bien común por sobre el individual. Vivimos tiempos de cambios, pero también de oportunidades, para poder construir una nueva cultura ética y social, una nueva forma de entender las necesidades del individuo, una nueva forma de expresarnos y de comunicarnos. Aceptamos el compromiso de generar el cambio, porque contamos con el deber de conservar, transmitir y compartir nuestros conocimientos, y porque creemos que el cambio es posible, y es necesario. ¿Cómo contribuir en la responsabilidad social? Es importante saber el aporte que hace el diseño más haya de proyectos concretos, con la generación de campañas sociales, por ejemplo en el caso de campañas ambientales y ecológicas, para comprender aún más la incidencia que la profesión de diseño tiene a la hora de lograr comunicación efectiva y con un compromiso social. Gracias al conocimiento del diseñador en el manejo de estrategias visuales, no solo podrá comunicar de manera adecuada sus campañas, sino que logrará administrar mejor sus recursos económicos. Beneficiando no solo al medio ambiente sino también al cliente. La tarea del diseñador es imprescindible para lograr una penetración del mensaje y un entendimiento que aporte conocimientos en los receptores y modifique conductas, movilice a quien reciba el mensaje en un accionar más adecuado.

Un buen ejemplo Una entidad como Infotipos, se preocupa por generar una responsabilidad social ambiental y ecológica, por eso como parte de su filosofía de empresa apoyan campañas que estén destinadas a generar sabiduría con respecto al manejo adecuado de los recursos naturales. Ofrecen su experiencia en comunicación visual con el objetivo de enviar mensajes directos y entendibles a través de materiales gráficos (impresos y digitales).

Son tiempos de cambios, pero también de oportunidades, para poder construir una nueva cultura ética y social.


Buckminster Fuller y Victor Papanek

Pioneros del diseño orientado a lo social y ambiental En el Diseño, las primeras posturas del siglo XX que suman la cuestión del medio ambiente y las preocupaciones sociales, aparecen con el visionario estadounidense Buckminster Fuller, conocido por sus cúpulas geodésicas, quien se definía a sí mismo como un científico del diseño comprensivo y anticipatorio, y con el diseñador y arquitecto Victor Papanek, fuerte defensor de la responsabilidad social y ecológica del diseño de productos, herramientas e infraestructuras, cuyo libro “Design for the Real World”, publicado en 1971, se convirtió en un referente.

de PATRICIO CARDOSO

R. Buckminster Fuller

Victor Papanek

Reconocido inventor y visionario del siglo XX, nacido en Milton, Massachusetts en 1895.En su juventud, fue expulsado dos veces de Harvard, trabajó empaquetando carne y estuvo en la quiebra y sin trabajo. En esa situación se encontraba cuando murió su hija de 4 años. Fue entonces que decidió, que se entregaría a la Humanidad y que se embarcaría en “un experimento, para descubrir si un individuo puede contribuir a cambiar el mundo y beneficiar a toda la humanidad”.

Victor Papanek nació en Viena, Austria en 1923, pero a los 16 años emigró a Estados Unidos con su madre. Estudió Arquitectura y Diseño Industrial en Nueva York, fue estudiante de Frank Lloyd Wright y estudió “Ingeniería Creativa” en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), donde se interesó por los trabajos de Buckminster Fuller. Más adelante, dió clases de Arquitectura y Diseño Urbano, fue conferencista y viajó mucho para enseñar y para trabajar con la UNESCO y el WHO (World Health Organization). Además, estaba interesado en la Antropología y vivió y trabajó por varios años con tribus de Navajos, Inuit (esquimales del Ártico), y habitantes de Bali.

Mucho antes que las preocupaciones ecológicas fueran corrientes, “Bucky” Fuller se preocupaba por el uso derrochador de los recursos naturales y afirmaba que la Humanidad estaba al borde de un cambio enorme en el que los recursos debían ser aprovechados conscientemente con el fin de sobrevivir y prosperar. También pensaba que la Humanidad había avanzado en el campo tecnológico por las razones equivocadas, y era un gran defensor de la igualdad social y la distribución equitativa de la riqueza entre la población mundial. También pensaba que la Humanidad había avanzado en el campo tecnológico por las razones equivocadas, y era un gran defensor de la igualdad social y la distribución equitativa de la riqueza entre la población mundial. Dedicó su vida a hacer que el mundo funcionara para toda la Humanidad, demostrando la factibilidad de sus ideas por medio de sus creaciones o “artefactos”. Para resolver los problemas globales de vivienda, transporte, educación, energía, destrucción ecológica y pobreza, trabajó sin limitarse a un solo campo. Prefería que no inventaran nombres para su especialización, a la cual él se refería como científico de diseño comprensivo y anticipatorio o “comprehensive anticipatory design scientist”. Estudió sobre los recursos de la Tierra y la eficiente estrategia operativa de la Naturaleza de hacer “más con menos” recursos, y adoptó esta estrategia, convirtiéndola en el aspecto fundamental de sus investigaciones. Según su teoría, si recicláramos nuestros recursos, haríamos más con menos, y podríamos ser capaces de hacer con el tiempo, tanto más con tanto menos, que podríamos lograr sostener a todos en la Tierra, o la nave espacial Tierra, como él la llamaba. A lo largo de su vida obtuvo 28 patentes, publicó 28 libros, y recibió 47 doctorados honoris causa, pero lo más importante es que sus ideas en torno a la integración de los sistemas naturales y los inventos del ser humano y su defensa de las cuestiones ambientales son una influencia y una gran inspiración para muchos diseñadores, arquitectos, científicos y artistas que trabajan para crear un mundo más “sostenible”.

Según el, el Diseño puede ser un medio para moldear una sociedad donde la igualdad de oportunidades y el equilibrio con la Naturaleza sean respetados. La disciplina del Diseño se transformó en “la herramienta más poderosa con la que el hombre da forma a sus útiles y entornos (y, por extensión, a la sociedad y a sí mismo)”, con lo cual los diseñadores tienen una alta responsabilidad moral y social y están directamente implicados en los problemas medioambientales. Papanek pensaba que si los diseñadores proponen soluciones inadaptadas, contaminantes, discriminatorias, es bajo la influencia del mercado que provoca más necesidades ilusorias e intenta sobrepasar el nivel de consumo constantemente y mantener el monopolio del capital en el mundo. “Todos los sistemas - capitalismo, socialismo estatal y economías mixtas - están construidos sobre la asunción de que debemos comprar más, consumir más, gastar más, tirar el dinero más. El diseño, para ser ecológicamente responsable, debe ser independiente de las preocupaciones por el producto nacional bruto (no importa cuan bruto pueda ser). Quiero hacer énfasis una y otra vez en que el diseñador está tan considerablemente implicado en la contaminación como cualquiera.” Los trabajos de Papanek combinaron tanto el respeto por el medio ambiente como la observación de los fenómenos naturales como fuente de inspiración de sistemas inteligentes, lo que hoy en día se conoce como biomímesis o biomimética. Ya en su segunda edición de “Design for the real world”, en 1984, aludía a las desastrosas consecuencias del exceso de embalaje, a las de la creciente obsolescencia tecnológica y al papel que podían desempeñar los diseñadores industriales gracias a su capacitación. Los diseñadores debían intervenir, según su visión, de forma modesta, mínima, dotada de sensibilidad y respetuosa con el contexto social y medioambiental. “Un diseño ecológicamente responsable es también revolucionario.” — Victor Papanek

“La mejor manera de predecir el futuro, es diseñarlo.” — Bucky Fuller

CARDOSO, P. - Buckminster Fuller y Victor Papanek [en línea].[Consulta: 24 de junio 2015]. Disponible en web: <http://www.hicistelclick.com/a-la-hora-de-disenar/pioneros-del-diseo-orientado-a-lo-social-y-ambiental/>.


» una vez en la vida

un proyecto en favor de alguna causa justa

de MACARENA SENZ Si todos los diseñadores gráficos del mundo, al menos una vez en nuestra vida profesional, hiciéramos un proyecto personal en favor de alguna causa justa, seguramente generaríamos un mayor conocimiento colectivo sobre los problemas que atañen a la humanidad y que los medios pasan por alto porque no son noticia. Lo unico que nos llama es el reconocimiento dejando a un lado todo lo demas, todo lo que pasa a nuestro alrededor y solo nos centramos en nuestro super ego. pero, ¿Por qué no utilizar nuestro talento para comunicar en proyectos de concienciación social y que a la vez alimenten nuestro espíritu solidario?

Y dejar de pensar tanto en nosotros mismos...

1

Eso es un poco lo que ha hecho Eduardo del Fraile, excelente diseñador gráfico murciano, quien dedicó un mes entero, y en plena navidad, a un proyecto personal solidario. Se trata de un libro de fotografías tomadas durante un viaje a Mauritania acompañando a una ONG que llevaba medicamentos donados por diferentes hospitales españoles. Las cubiertas del libro fueron realizadas con el mismo cartón del packaging de los medicamentos que transportaban a Mauritania, una prueba irrefutable del largo camino realizado. Las ganancias generadas por la venta del libro fueron donadas a la ONG AMAMI de Nouakchott.

1. Libro diseñado por Eduardo del Fraille

2 2. Campaña de donación de organos

Otro caso es el de una estudiante estadounidense, Stephanie Kuga, que busca concienciar a la sociedad sobre la donación de órganos, no sólo persuadiendo a través del diseño gráfico sino también informando, porque creo que allí es donde realmente reside el problema de los bajos índices de donantes: en la falta de información. Una pieza exquisita que cumple su función mires por donde la mires. Por otra parte, hay que destacar (y me lamenta destacarlo) que sólo se trata de un caso de estudio y que, al menos de momento, no se ha hecho realidad. ¿Por qué siempre los mejores proyectos de diseño relacionados a la responsabilidad social y/o medioambiental son casos de estudio y pocas veces ven la realidad? ¿Será que los diseñadores tendremos que empezar a desarrollar nuestros propios proyectos de concienciación social libres de condicionantes políticos, religiosos y culturales? ¿Y utilizarlos como medio para difundir nuestras causas?.

¿Por qué siempre los mejores proyectos de diseño relacionados a la responsabilidad social y/o medioambiental son casos de estudio y pocas veces ven la realidad?

3

Otro proyecto muy valorable es el propuesto por PLUG de Posterheroes que es su quinta edición trae como temática la cadena alimenticia a 360º. Una manera de reflexionar sobre la procedencia (y a veces hasta la naturaleza) de los alimentos que consumimos y nuestra dieta diaria. Una crítica a un sistema donde prima el precio bajo y la calidad aparente y camuflada a base de selección y químicos de diversa procedencia. Tal vez no vamos a hacer que ciertos problemas se erradiquen pero no vamos a ser indiferentes ante ellos. Y al menos informaremos de que están ahí y que se puede coloaborar un poco. Y dejar de pensar tanto en nosotros mismos y lo talentosos que somos. ¡Informemos y hagamos que la gente haga su propio juicio pero con la información necesaria para que tomen una decisión.

3. Posterheroes que critican la cadena alimenticia.

SENZ, M. - Diseño Social [en línea]. Abril 13, 2011. [Consulta: 24 de junio 2015]. Disponible en web: <http://segundallamada.com/2011/04/13/diseno-social/>.


¿Qué diseño, para qué sociedad? de JOAN SUBIRATS Las relaciones entre la política y el diseño no son evidentes. Sólo desde una concepción generalista de la política, entendida como la forma en que regulamos el conflicto social, podemos empezar a acercarnos a ese binomio aparentemente extraño. En una primera aproximación, el “diseño”, si es que podemos hablar genéricamente del mismo, se nos aparece cargado de apariencia y alejado de contenidos. Estas reflexiones están hechas en parte desde la distancia de quien pretende analizar algo tan escurridizo como la política, pero también desde la proximidad y el interés que despierta el diseño como algo constante y crecientemente presente en nuestras vidas. Así, buscaremos combinar ideas emanadas de los propios protagonistas del diseño con incursiones propias de la política, en un diálogo que no sabemos si resultará siempre inteligible. El lastre de los tópicos. Entendemos que el diseño sirve para algo más que para generar e innovar productos o darles una estética determinada. Pero lo cierto es que traspasar dicha visión no es tarea fácil, ya que para muchos esa es su función principal. Ésta es una percepción alimentada por diversos tópicos asociados al diseño. A saber: en primer lugar, la asociación que muchas veces se hace de manera intuitiva entre el concepto de diseño y los productos de lujo o elitistas1. Por otro lado, nos parece que tiende a confundirse objeto diseñado con objeto de diseño, cuando en nuestra sociedad no hay objeto que no haya sido pensado y a su manera diseñado, lo que nos llevaría a afirmar que hablar de “objetos diseñados”2 tendría algo de redundante. También se observa que tiende a identificarse de manera habitual el diseño de un producto como algo relacionado esencialmente con la mercadotecnia. Es decir, diseñar sería ayudar a vender, tratar de aumentar las ventas de cualquier producto, sea éste un vestido o una silla. Por lo tanto, no acostumbra a relacionarse diseño con la incorporación de un valor añadido a un objeto o producto que mejore su función social, o que incremente el beneficio social del mismo. El diseño como herramienta simbólica. Por tanto, podríamos tratar de aportar nuestro granito de arena para contribuir a una visión del diseño más amplia. En este sentido, podríamos empezar diciendo que el diseño actúa, es cierto, como herramienta de formalización estética. Pero al mismo tiempo actúa o ayuda a expresar asimismo nuestra identidad como persona, como grupo o como colectivo. Y esa afirmación entendemos que puede proyectarse tanto a la forma como se presenta en sociedad una asociación de vecinos de un barrio o, en el otro extremo, una institución tan compleja y poderosa como la propia Unión Europea3. El diseño, de alguna manera, puede actuar tanto como elemento de cohesión de un colectivo, de una comunidad, como puede asimismo generar graves conflictos en esa misma comunidad o en ese colectivo cuando no hay acuerdo sobre lo que se quiere trasmitir. Un diseño, entendemos, trata de incorporar de manera muy sintética y con un fuerte contenido simbólico unos trazos, señales, características o mensajes que de alguna manera expresen, transmitan señales, mensajes en los que esa comunidad o entidad pueda verse reflejada. Esa misma carga simbólica provoca asimismo fuertes conflictos o divisiones, ya que si no se acierta o si no se logra incorporar a esa imagen, mensaje o forma a una mayoría

significativa, la polémica está servida. Es evidente que los distintos componentes de un colectivo, entidad o comunidad no tienen por qué verse reflejados de manera unánime en “un diseño” que les pretende simbolizar-representar. En este sentido, podemos hacernos eco de dos polémicas recientes. En el primer caso nos referimos al debate organizado con motivo del concurso para la elección del logotipo conmemorativo del 50 aniversario del tratado de Roma que celebra la fundación de la Comunidad Europea. Dicho concurso lo abrieron conjuntamente la Comisión, el Parlamento Europeo, el Consejo, el Comité Económico y Social Europeo y el Comité de las Regiones. El logotipo fue seleccionado mediante un proceso abierto a estudiantes de diseño de toda Europea. Entre más de 1.700 propuestas se escogió la propuesta de un estudiante polaco que consistió en escribir la frase together since 1957 con diferentes tipografías y vistosos colores. Dicha decisión irritó al gobierno francés (que mostró su queja por estar escrito en inglés) y al ejecutivo alemán, el cual, al asumir la presidencia semestral de la UE en 2007, expresó su disconformidad avanzando que no lo usaría6. La solución final ha consistido en traducir a 23 idiomas el texto original en inglés (together) intentando respetar la imagen gráfica. De esta manera, un elemento que pretendía expresar la unión, la larga marcha unitaria europea, ha acabado convirtiéndose en motivo de disputa y de tensión.

“...el diseño gráfico no convertirá el mundo en un paraíso, pero puede contribuir a conseguir un mundo más humano” Vemos pues como las imágenes generadas por la práctica del diseño nunca son del todo neutrales o “apolíticas”. Son expresiones artísticas o culturales creadas para influir o tratar de influir en aquello que de alguna manera se desea o se espera y, en ese sentido, el papel del diseñador es muchas veces el de actuar como intermediario que enlaza emisor y destinatario. Pero nunca es un intermediario al margen. En otras palabras, conviene poner de relieve que, en muchas ocasiones, el diseñador asume una notable responsabilidad como autor y traductor del lenguaje simbólico del mundo y de los distintos actores que lo pueblan, actores con intereses, objetivos y perspectivas vitales distintas. Y por tanto, no puede ni debe refugiarse en un hipotético neutralismo técnico. Y entendemos que ello es así no sólo cuando se actúa como diseñador de símbolos, logos o mensajes, sino asimismo como diseñador de productos. Como sabemos, en torno a cada producto se acumulan funciones y significados sociales. Por un lado, cualquier producto trata de ayudar o facilitar la vida desde alguna perspectiva concreta. Pero, por otro lado, el poseer o no ese producto establece líneas de diferenciación y segmentación en las relaciones sociales. En efecto, las creaciones de diseño son al mismo tiempo acontecimientos y síntomas sociales. Como afirma Manuel Delgado, ”expresan algo más que limitaciones técnicas o preocupaciones

»


formales desde el preciso momento en que entran de lleno en el juego instituido de las relaciones entre los individuos de una sociedad” . El diseñador es pues un actor relevante en un mundo aparentemente de artificio, con una función que, repetimos, no es sólo técnica o meramente instrumental. La comunicación visual de cualquier producto transporta siempre ideas y valores sociales. Como afirma la AIG en una declaración institucional: “Hacer imágenes no es un territorio éticamente neutral (...) De hecho, la historia ha sido testigo de las numerosas ocasiones en las que los diseñadores, fotógrafos e ilustradores han ayudado y han sido cómplices de la tiranía” .

“...clientes son los que pagan y las causas nobles suelen carecer de presupuesto” El diseño como responsabilidad social. Deberíamos empezar definiendo qué entendemos por el apelativo “social”. Siguiendo a Chaves podríamos vincularlo a los aspectos morales o éticos. Lo social sería, pues, lo que nos conduce a plantearnos dilemas relacionados con la equidad, y no sólo una variable cuantitativa de a cuánta gente se llega o cuánta gente se muestra favorable a nuestra creación. De ello se deduce que existe un factor siempre presente que relaciona diseño con los distintos enfoques ideológicos posibles. Según Chaves, la función social es aquella “dimensión de una actividad cuya finalidad es garantizar la equidad por encima de los intereses individuales y disociantes, la ausencia de lucro privado o su recanalización hacia fines solidarios”. “Social” sería pues, en esta acepción, sinónimo de “solidario”. El primer problema con el que nos enfrentamos lo resume muy acertadamente Chaves al reconocer que “clientes son los que pagan y las causas nobles suelen carecer de presupuesto”. Aunque esa no debe ser la excusa para que no se haga examen de conciencia respecto a la responsabilidad sobre lo que uno diseña, no sólo como profesional, “sino también como ciudadano, consumidor y/o usuario”. Debemos apostar por resocializar la función del diseñador, evitando una visión estrictamente técnica, y reclamando la complejidad e integralidad de la dimensión como persona de todo diseñador. Muchas veces, la labor profesional del diseñador puede acabar teniendo impactos aunque ese mismo diseñador no se lo haya ni planteado. Un diseño deficiente puede generar impactos imprevisibles. Un caso relevante fue el caso de las elecciones presidenciales de los EEUU en el año 2000, cuando tras una situación rocambolesca en Florida los tribunales otorgaron la victoria a Bush frente a Gore por un margen del 0,009% (537 votos). Uno de los factores a los que se atribuyó la derrota de Gore fue el diseño de las papeletas electorales (“butterfly ballot”) de Palm Beach en Florida que podían inducir al error y que de esta manera pasaron a otorgar votos vitales a la candidatura del partido reformista de Patrick Buchanan. A resultas del revuelo generado, el diseño pasó a primera plana de la polémica y el American Institute of Graphic Arts (AIGA) elaboró el programa Design for democracy para hacer más eficiente y práctico el hecho de votar, desarrollando, por ejemplo, diferentes modelos de papeletas.

Algunas pinceladas de diseño social. Buceando en el complejo mundo del diseño, hemos querido trasladar en estos párrafos finales algunas experiencias y ejemplos que nos han parecido significativos desde el punto de vista aquí expresado, sin que por ello pretendamos decir que son ejemplos a seguir forzosamente o casos de referencia en el debate por conseguir una sociedad más justa y sostenible. La selección, a modo de siete propuestas, no responde a criterios cronológicos o temáticos y abarca desde diseñadores individuales a iniciativas institucionales. Pretendemos dejar constancia de nombres, instituciones o iniciativas dignas de mención. Un diseñador Chaz Maviyane-Davies (www.maviyane.com) Nos interesa destacar a este diseñador de Zimbabwe como muestra de diseño gráfico comprometido y de calidad. Compromiso que implicó abandonar el país debido a un clima político adverso “as a result of the social, humane and confrontational nature of my work”. Sus áreas de intervención se centran en usar imágenes e ideas para fomentar la conciencia sobre una selección de temas sociales. Desde la discriminación a los derechos humanos, la salud y el medioambiente. También forma parte activa del proyecto Agitnet (www.AgitNet.org), una puerta abierta en Internet para fomentar exposiciones y fomentar foros de discusión respecto a temas sociales y humanitarios, y de la exposición The graphic imperative (www.thegraphicimperative.org), de la Universidad de Filadelfia y el College of Arts de Massachussets que recoge pósters sobre paz, medioambiente y justicia social de entre 1965 y 2006. Una trayectoria Grapus y el Atelier de Création Graphique Bajo esta denominación encontramos las aportaciones de Pierre Bernard, François Miehe y Gerard Paris-Clavel. Hijos del mayo del 68, se postularon como grupo que pretendía cambiar la vida en una dinámica de búsqueda gráfica y de compromiso político, social y cultural26. Vinculados al partido comunista, su idea es que el grafismo es una función cultural de utilidad pública. Tras la disolución de Grapus (1990), cada uno de sus miembros genera diferentes iniciativas: el Atelier de Création Graphique (responsable de importantes trabajos para el museo del Louvre y el Centro Pompidou), el grupo Ne pas plier y el estudio Nous Travaillons Ensemble. Un archivo El Center for the Study of Political Graphics (CSPG) (www.politicalgraphics.org) El mundo del póster reivindicativo. Como afirmaba el diseñador Pierre Bernard: “El póster es el primer campo para experimentar con el lenguaje visual. Es el escenario de cambio de ideas y estéticas de sucesos culturales, sociales y políticos”. Es en este campo que quisiéramos destacar a esta institución sin ánimo de lucro creada en 1992 en Los Ángeles que recopila, conserva y difunde más de 50.000 pósters relacionados con los movimientos sociales a través de donaciones. Dispone de la mayor colección de Estados Unidos. Pueden visitarse exposiciones on-line. También resulta interesante visitar las instituciones y los proyectos referenciados en su apartado de “enlaces”.

“Hacer imágenes no es un territorio éticamente neutral(...) ”

SUBIRATS, J.; BADOSA, J. - ¿Qué diseño para qué sociedad? [en línea]. 2007. [Consulta: 24 de junio 2015]. Disponible en web: <http://tdd.elisava.net/coleccion/24/subirats-es>.


Recursos humanos. Algunos ejemplos de diseño social y sostenible. de ANA DOMINGUEZ SIEMENS El Liceo Municipal inaugura un espacio expositivo permanente dedicado en exclusiva al diseño contemporáneo y comisariado por Ana Domínguez Siemens, según ha informado el Consistorio madrileño en un comunicado. Ubicado en la tercera planta del centro, acogerá cuatro exposiciones al año, que abordarán las tendencias, temáticas e inquietudes del diseño contemporáneo a nivel global: diseño sostenible, diseño social, impresión 3D, open design, el diseñador como productor, diseño al límite del arte, pequeñas marcas-grandes marcas, geometría- naturaleza, etc. La primera exposición, 'Recursos humanos. Algunos ejemplos de diseño sostenible', se puede ver desde el 25 de abril hasta el 3 de agosto de 2015, con acceso gratuito. El nombre de este nuevo punto de encuentro para el diseño, 'D-Espacio', "evoca el espíritu del diseño pensado para durar, para plantear preguntas o apuntar soluciones", explica la comisaria. "Con el objetivo de animar al debate y la reflexión, se abordarán algunos de los grandes problemas que interesan y preocupan al diseñador contemporáneo. Temas que recorren el trabajo de diseñadores en distintos puntos del planeta, que comparten observaciones sobre el mundo y modos de pensar afines, aunque sus conclusiones sean diferentes e incluso opuestas", ha señalado. La primera muestra, 'Recursos Humanos', reúne una serie de proyectos que llaman la atención sobre temas que afectan al medio ambiente y persiguen el ideal de un mundo sostenible. 'D-Espacio' acogerá un ciclo de exposiciones centrado en las tendencias, temáticas e inquietudes del diseño contemporáneo a nivel global: diseño sostenible, diseño social, impresión 3D, open design, entre otros. También se pueden ver ejemplos que reciclan el metal o el plástico de las botellas y latas

Por otra parte, la exposición cuenta con ejemplos de proyectos y productos que promueven nuevos diseños con materiales tradicionales como el corcho, o elementos inusuales como la arena, el cáñamo o las algas. También se muestran nuevos modos de diseñar tanto objetos como su packaging para que viajen dejando la menor huella de carbono posible. En la muestra se pueden ver también otros proyectos que alertan del retroceso de los hielos polares y el difícil futuro del oso polar, que promueven una pesca menos agresiva con redes biodegradables o que contribuyen a paliar la desaparición global de las abejas y la de los pájaros que habitan en las ciudades y no encuentran lugar para sus nidos. "Quizá estas propuestas y sus buenas intenciones no sean suficientemente importantes como para salvar el planeta, pero como primer paso son inestimables. Muestran una toma de conciencia por parte de diseñadores y empresarios, al tiempo que ayudan a sensibilizar a la sociedad sobre este asunto de vital importancia. El diseño social y sostenible es una plataforma abierta, un escenario en el que hay muchos intentos, algunos éxitos y otros tantos fracasos. La última palabra no está dicha, hay que perseverar".

DOMINGUEZ SIEMENS, A. - Recursos humanos. Algunos ejemplos de diseño social y sostenible. [en línea]. 2007. [Consulta: 24 de junio 2015]. Disponible en web: <www.imprimalia3d.com/eventosimpresion3d/recursos-humanos-algunos-ejemplos-dise-sostenible>.

>>>> STAFF. Alumnas y diseñadoras. Sol Fumis Josefina Gerboni

Contacto.

+54 342 6 - 139 - 847 solfumis@hotmail.com josefinagerboni@gmail.com

Cátedra

Práctica profesional y legislación. FADU/UNL/2015


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.