las hurdes y ramon acin

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José Luis Paraíso Almansa

RAMÓN ACÍN

Vilafranca del Penedès, 11 de enero de 2009


Hace un año, más o menos, escribía en http://alher51.googlepages.com/ una presentación al descubrimiento que había hecho unos días antes de uno de los testimonio de las actividades de las escuelas que seguían el método educativo de Freinet. Hoy, 11 de enero de 2009, lo vuelvo a presentar con algunas ampliaciones en cuanto al papel de Acín y un diseño nuevo.

VIDA HURDANA Me ha emocionado encontrar hace muy pocos días, 11 de noviembre de 2007, en un mercadillo de libros viejos este folleto, librillo, llamarlo como queráis, que hace referencia a Las Hurdes. Es el retrato de su vida diaria que hicieron, hace más de 70 años, un grupo de niños y niñas de las escuelas hurdanas. Y he querido compartirlo y dedicarle este hallazgo a mi padre, al que de pequeño le había escuchado muchas veces hablar de la visita del rey a su pueblo, Lagunilla (de donde era uno de los maestros hurdanos), en la provincia de Salamanca; cuando iba o venía, no recuerdo con exactitud el dato, de Las Hurdes. Decía que habían salido todos los niños y niñas de las escuelas con unas banderitas y se habían colocado a ambos lados de la polvorienta carretera. El coche y la comitiva real pasaron rápidamente, sin detenerse, mientras ellos agitaban sus banderitas. Debo suponer que se trataría de la visita de 1922 ya que mi padre, nacido en 1913, aún estaría en edad escolar aunque fuese de los más grandes. También escuché de sus labios muchas veces los recuerdos de las visitas que los hurdanos hacían al pueblo, adonde llegaban caminando por caminos de cabras, llevando unos puñados de castañas o unos pocos huevos a vender. Siempre que me lo contaba sentía la conmiseración con que evocaba aquellos recuerdos, y yo los hacía míos. Años más tarde, cuando investigaba sobre la vida y la obra del escultor oscense Ramón Acín volví a topar con Las Hurdes; ya que Acín fue quien sufragó el rodaje de la película de Buñuel “Tierra sin pan” con un dinero que le tocó en la lotería. Así lo cuenta el propio Buñuel en su libro autobiográfico “Mi último suspiro”:

LAS HURDES Había en Extremadura, entre Cáceres y Salamanca, una región montañosa desolada, en la que no había más que piedras, brezo y cabras: Las Hurdes. Tierras altas antaño pobladas por bandidos y judíos que huían de la Inquisición. Yo acababa de leer un estudio completo realizado sobre, aque1la región por Legendre, director del Instituto Francés de Madrid, que me interesó sobremanera. Un día, en Zaragoza, hablando de la posibilidad de hacer un documental sobre Las Hurdes, con mi amigo


Sánchez Ventura y Ramón Acín, un anarquista, éste me dijo de pronto: - Mira, si me toca el gordo de la lotería, te pago esa película. A los dos meses le tocó la lotería, no el gordo, pero si una cantidad considerable. Y cumplió su palabra. Ramón Acín, anarquista convencido, daba clases nocturnas de dibujo a los obreros. En 1936, cuando estalló la guerra, un grupo armado de extrema derecha fue a buscarlo a su casa en Huesca. Él consiguió escapar con gran habilidad.. Los fascistas se llevaron entonces a su mujer y dijeron que la fusilarían si Acín no se presentaba. Él se presentó al día siguiente. Los fusilaron a los dos. Luis Buñuel: Mi último suspiro. Colec. De Bolsillo nº 31. Ed. Random House Mondadori. Barcelona, enero 2004, 2ª edición. En el año 1999 el IVAM de Valencia dedicó una exposición a esta película, y allí se mostraba este librillo en el que los niños y niñas de diversas escuelas hurdanas narraban su cotidianidad, en una experiencia de edición que los maestros de esas escuelas, seguidores de Freinet, realizaban. La copia que he encontrado ha estado coloreada en algunas páginas, supongo que por una mano infantil; pero eso no quita que la lectura de los textos y el visionado de las imágenes sigan despertando emociones. Vayan, pues, las imágenes del contenido del folleto o librillo, editado en Vilafranca del Penedès.













ALGUNOS ESCRITOS SOBRE RAMÓN ACÍN Refiriéndonos a las corrientes de renovación pedagógica de aquellos años, he de señalar la gran coincidencia de Acín con los postulados de Escuela Moderna; por lo que permanecía muy atento a cuanto fuese encaminado a liberar a la Escuela de viejos escolasticismos y rutinas y a estimular la imaginación y la iniciativa de los jóvenes. Fue precisamente en los años 30 cuando Herminio Almendros, a la sazón inspector de Enseñanza en Huesca, habiendo obtenido información sobre la técnica de la imprenta que un maestro francés -Celestino Freinet- había introducido en su escuela con notable éxito, se había propuesto introducirla en escuelas de España, y a tal objeto habló con Ramón Acín, quien acogió el proyecto como si fuera suyo. Tanto es así que en 1932 organizaron el primer Congreso Nacional de Maestros para difundir por la Península la que se llamaría a partir de entonces Técnica Freinet, habiéndole correspondido a la vetusta ciudad de Huesca el memorable honor de este Congreso, del que Acín. que conocía mis inquietudes en materia de educación, me pondría al corriente una vez terminado. Un año más tarde, aprovechando mi estancia forzosa de unos meses en Lérida, pude constatar personalmente la aplicación y las maravillosas ventajas de dicha técnica visitando las respectivas escuelas de unos maestros amigos míos: José Tapia, Patricio Redondo y Ramón Costa. Tuve la satisfacción asimismo, de poder conversar ampliamente con Herminio Almendros, quien me habló de Acín con sincera admiración y respeto, y poniéndome de relieve su preciosa colaboración, sin la cual -me dijo- «hubiera habido grandes dificultades para celebrar el Congreso», y añadió, levantando un poquito la voz: «¡Ah! sólo con que en las filas del Anarcosindicalismo hubiera unos cuantos como Ramón Acín, a buen seguro que el futuro de los trabajadores correría mejor suerte y que otros niveles de bienestar alcanzaría España». Félix Carrasquer: Recordando a un oscense ejemplar.. En el Catálogo de la exposición “Ramón Acín. 1888-1936”. Huesca, 1988. Ed. Diputación de Huesca. Página 39.

La imprenta en la escuela En cuanto a Herminio Almendros, durante el curso escolar 1931-32, ejerció como inspector en la provincia de Huesca y su influencia fue determinante en los sectores educativos más avanzados. Venía Herminio de la provincia de Lérida, donde había contribuido a difundir las ideas del maestro francés Celestin Freinet, introductor de la imprenta en la escuela y creador de un movimiento renovador que se había concretado en la creación de la Cooperativa de la Imprenta en la Escuela. Durante el tiempo que permaneció en Huesca, contactó con Ramón Acín y con Simeón Omella, maestro de Plasencia del Monte, entre otros, y les animó a adoptar las nuevas técnicas pedagógicas que


estaban revolucionando el trabajo escolar. Los hermanos Carrasquer, concretamente Félix y José, también conocieron por entonces las técnicas del maestro francés y José introdujo la imprenta en su escuela de Aguilar, en el Pirineo oscenses. (...) Años más tarde, en 1935, con motivo de la celebración, en la ciudad de Huesca, del II Congreso de la Imprenta en la Escuela, Ramón Acín junto con Simeón Omella y algunos Maestros más, tuvieron un papel destacado en el mismo9. En el caso concreto de Acín, éste publicó un artículo en el Diario de Huesca, el 21 de julio de 1935, titulado “Un Congreso y unos Congresistas" que, entre otras cosas, decía lo siguiente: “Un día llegará también, en que los hombres, plenamente civilizados, prendan fuego a las pretenciosas y grandes fábricas de harinas, escamoteadoras de vitaminas, para establecer en nuestras propias casas pequeños molinos de piedra como de juguete también, que, movidos por el salto minúsculo de un grifo, nos proporcionen el moreno y sustancioso pan de pueblo. Y en las escuelas, esas escuelas con imprentilla a lo Freinet, sin libros de texto, caros y pretenciosos, donde se dibujará en las paredes como antes en las cuevas y se contará con piedrecitas y se intuirá en los deditos el sistema decimal; en esas escuelas, cuando las gentes todas se desplacen en aviones a quinientos por hora, se dará como premio a la aplicación las viejas cometas fabricadas con dos palmos de percalina y cuatro cañas; dos cañas en forma de aspa y dos en forma de cruz. Porque la civilización es una complejidad al servicio de una simplificación. Decía Francisco Giner que nunca se había podido explicar cómo siendo los niños tan inteligentes son los hombres tan necios. Ante estos maestros congresistas y los métodos de estos maestros, he llegado a concebir alguna esperanza de que algún día la inteligencia de los niños no tenga que perderse por caminos de necedad; día llegará en que no se juzgue el valer de un niño por h más o menos, por una coma en decimales, a la altura del último tendero en ocho días de práctica o por un pretérito pluscuamperfecto que toda la gente de alto saber ha tenido pronto el buen gusto de olvidar”. Aunque no reproducimos el artículo completo, basta esta muestra para darnos cuenta de la clarividencia de Acín en temas pedagógicos. La frase donde dice que la «civilización es una complejidad al servicio de una simplificación» es una de esas que resume con claridad absoluta lo que debe ser una buena enseñanza; es decir, que debemos enseñar lo complejo con la técnica más sencilla, porque en el principio de todo está lo concreto, lo que es posible captar y entender a través de los sentidos; y ese debe ser el objetivo fundamental de toda técnica pedagógica, convertir en fácil lo que parece complicado y difícil. Ver artículo entero de Sebastián Gertrúdix Romero de Ávila, “Nuestro maestro”, en “Trébede” nº 75-76, mayo-junio de 2003. Zaragoza. Páginas 60-65. Que se puede consultar en: http://www.redaragon.com/trebede/revista.asp


No consta que Acín estuviera en el rodaje, que se desarrolló del 23 de abril a finales de mayo. Se conserva en cambio una postal que envió desde Las Hurdes el 16 de abril de 1933, seguramente cuando fue a preparar tanto el film como el otro asunto que le llevaba a aquellas tierras. Mientras Buñuel y Sánchez Ventura mataban a las cabras, quizás no en aquellos mismos días pero sí en aquel mismo espacio político de la primavera hurdana de 1933, Ramón Acín participaba en las Hurdes Bajas en una experiencia pedagógica en sus escuelas, de cerca o de lejos (es difícil saber, su archivo desapareció). Era una experiencia inspirada en los métodos de Freinet, la enseñanza a través del trabajo. Los niños y niñas preparaban los materiales para unos cuadernos que se imprimían en Vilafranca del Penedès, cerca de Barcelona, donde tenían su imprenta los maestros Herminio Almendros y Maria Cuyas, amigos y cómplices de Acín en la acción pedagógica. Estos cuadernos se conservan hoy en la Fundació Soler i Godes de Castellón, donde quedó depositado tras su muerte el legado de Néstor Almendros, el hijo de los compañeros de Acín en la renovación pedagógica. Néstor, excelente y reputado cámara de cine internacional, conservó todo lo que pudo de sus padres, a pesar de los trasiegos del exilio a Cuba y de la vuelta de la madre a Barcelona. Los cuadernos llevan por título «Vida Hurdana» y un antetítulo: «Lo que escriben los niños». Expuse los tres que se conservan en la exposición que sobre Tierra sin pan hice en el IVAM con la ayuda de Carlos Pérez, a quien debo el conocimiento de que los cuadernos hurdanos estaban en la ciudad de al lado, en Castellón. El catálogo (Tierra sin pan. Luis Buñuel y los nuevos caminos de las vanguardias, p. 113) reproduce la cubierta y dos páginas del primer número de los cuadernos. En el pie de la cubierta se lee el número y el precio (20 céntimos) y el nombre y localidad de la editorial: Ediciones de la Imprenta en la Escuela, Vilafranca del Penedés (Barcelona), lo que me produjo una emoción muy particular al ver mezclados nombres y lugares cuya relación hubiera podido quedar en el agujero negro de lo reprimido. Fue uno de aquellos momentos en que me pareció asistir a la resurrección de la carne, que es uno de los misterios que proporciona la investigación. Pero sigamos con la cubierta del primer número: un dibujo reproduce un juego de niños, tal vez hurdano, aunque también puede ser un pequeño «castell» o torre humana de las que se hacen en el interior de Cataluña. Tras él, niños y niñas lo celebran y alientan. En la primera página interior, un dibujo que casi llena todo el espacio muestra a un pastor de ovejas en un prado y el texto, titulado «Hace un año», dice así: “El año pasado mi padre me compró diez borregas, y yo era el pastor. Algunos días iba mi hermano Lucio también”, “Mi madre me llamaba muy temprano por las mañanas para que me fuera con ellas a pastar porque a las once hacía mucho calor y no comían. A las once me venía con ellas para el corral. Luego comía y me hechaba la siesta, y después las sacaba otra vez hasta que era muy tarde. » «Una borrega tenía la desgracia de que no veía de un ojo.” En la página siguiente hay dos relatos más. «Las castañas» dice así: “Ayer estuvimos en el Pino a coger castañas mi padre y yo. Cogimos dos costales de castañas y nos vinimos a comer. Luego estuvimos Álvaro, Rafael, Teodoro y yo jugando, y le dije yo a Teodoro: -Vamos a usar la barbochada; yo tengo cerillas. Fuimos y quedaron los carcoches muy buenos. Yo le di a mi mamá y a mi padre y decían que estaban buenos. Hoy he cogido castañas todo el día. Las castañas se cogen muy mal, porque hay que deserizar los erizos. Este año hay pocas castañas. Cogimos dos castañares. Las aceitunas se cogen este año muy bien, porque son muy gordas. Algunas hay muy pequeñas, pero se cogen igual muy bien.” Y «El riego», el más breve, explica:


“Aquí hay un arroyo y en el verano tienen que regar los de La Huerta y los de la Dehesilla, y todos los años tienen que reñir. Unas veces tienen la culpa los de La Huerta, y otras veces los de la Dehesilla. Cuando el Ayuntamiento arregle todo esto no tendrán que reñir los de los dos caseríos.” Cada vez que veo el film, y lo hago a menudo, noto la impronta pedagógica de Acín y los Almendros asumida por Buñuel y elaborada en la clave atroz y cruel de su relato hurdano. Los maestros alternativos (en las Hurdes Bajas, las más aventajadas, recordémoslo) consiguen que sus alumnos sean conscientes de su propia forma de vida y de trabajo -es decir, que la cuenten- con naturalidad (seguramente el año anterior no iban a la escuela, ahora sí, tal vez por eso el cuaderno empieza por el relato titulado «Hace un año»), que la cuenten sin vergüenza y con sentido colectivo, ya sea familiar o de caserío. Mientras que el film muestra lo que los maestros oficiales (entonces ya de la república) enseñan. Estamos ante una de las cuestiones que Tierra sin pan plantea repetidamente: En este lugar donde no se puede ni sembrar trigo se enseña a los chicos la misma ciencia y la misma moral que en cualquier otro lugar, «Respetad los bienes ajenos», escribe un muchacho en la pizarra y dos de sus condiscípulos miran de entender la frase. No la comprenden pero la copian disciplinadamente en su cuartilla. Si se piensa que uno de los orgullos de la acción republicana fueron sus maestros y sus escuelas, se entiende mejor el alcance de la requisitoria del film, su lamento y su conjuro de raíz a cambiar del todo la casa común. ¿Antirrepublicano el film? Tal vez superrepublicano o hiperrepublicano, puesto que lo que exige es que todos los niños y niñas de aquellos duros años treinta, incluso los de las Hurdes, tengan derecho a un porvenir más acorde con sus condiciones de vida: que aprendan lo que necesitan saber para trabajar allí donde viven. O es que quizás allí no se puede vivir, es imposible cambiar y las Hurdes es entonces metáfora del cambio radical, de la muerte del pasado que ha de dejar paso a la revolución? Ante un film tan comentado como éste, les aseguro que nada me gustaría más que conocer las impresiones de Acín A veces establezco diálogo imaginario con él, otras con don Luis, y los dos callan cuando doy mi explicación a por qué Buñuel decidió finalmente fechar el film en 1932 (así lo dice el mismo film en el cartón inicial que precede a las imágenes): para dejar constancia explícita de esa exigencia republicana, de república libertaria, que tiene el film. La fecha de 1932 no deja dudas sobre el gobierno de izquierdas del momento, la coalición liberal-socialista, al que tan duramente y elípticamente el film increpa. En uno de los mecanoscritos del comentario, conservados en Madrid en el legado Buñuel, sin fecha pero probablemente de 1934, se puede ver, escrito a lápiz por el mismo cineasta, el año de 1932, encima de una línea que rectifica el año de 1933 que hasta entonces consta en las diversas versiones del comentario. Mercedes Ibarz: En tierras hurdanas, haciendo cine (y pedagogía). En el catálogo “Ramón Acín”, exposición en el Museo de Zaragoza. Zaragoza, 2003. Ed. Gobierno de Aragón. Páginas 92-94


BIBLIOGRAFIA Información sobre Ramón Acín: • Obras generales sobre Ramón Acín: ◦ “Ramón Acín. 1888-1936”. Catálogo de la exposición de Huesca, 1988. Ed. Diputación de Huesca. ◦ “Ramón Acín” Catálogo de la exposición en el Museo de Zaragoza. Ed. Gobierno de Aragón. Zaragoza, 2003. ◦ Revista “Trébede” nº 75-76, mayo-junio de 2003. Zaragoza. •

Otras referencias sobre Ramón Acín: ◦ Mercè Ibarz: “Ramón Acín. Artículo en Tierra sin pan. Luis Buñuel y los nuevos caminos de las vanguardia. Catálogo de la exposición en el IVAM de Valencia. Ed. Diputación de Valencia. Valencia, 1999. Página 16. ◦ Mercè Ibarz: Buñuel documental. Tierra sin pan y su tiempo. Ed. Prensas Universitarias de Zaragoza. Páginas 58 y 59.

Si se quiere ampliar la información sobre la vida y la obra de Ramón Acín vale la pena visitar la web de la Fundación Ramón y Katia Acín (su hija): http://www.fundacionacin.org/index.php/aviso/ Información sobre Freinet: • •

http://es.wikipedia.org/wiki/Celestin_Freinet http://www.educar.org/articulos/freinet.asp

Freinet y Las Hurdes: • • •

Los maestros freinetianos de las Hurdes durante la II República. Noticias documentadas. Por Antonio García Madrid. Revista de Educación, 340. Mayo-agosto 2006, pp. 493-521 http://www.revistaeducacion.mec.es/re340_17.html Freinet en Las Hurdes http://blogs.hoy.es/libreconlibros/2008/12/29/freinet-las-hurdes Revista “Colaboración” dedicada al estudio del método Freinet. Al final del listado de ejemplares se puede acceder a dos anexos que reproducen “Vida hurdana” y “El nen petit” http://quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.VisualizaNumeroRevistaIU.visualiza&numeroRevista_id=646 Vilafranca del Penedès, 11 de enero de 2009


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