EL FESTIVAL COMO PORTAL “La verdadera mandrágora es el árbol del conocimiento, y el amor que brota al entregarse a él es el origen de la humanidad.” Hugo Rahner.
En
su expresión más sencilla y practica lo que en Festival hicimos fue seleccionar las prácticas artísticas y de sabedores a partir de la composición entre la oralidad, las letras, los saberes ancestrales y la tecnología, tomando expresiones que interactúen y privilegien la construcción de una narrativa común a través de: recitales, lecturas y construcción de textos colaborativos, charlas magistrales, conversatorios y de sobre manera la creación de sinergías entre las personas. ¿Cuáles son las nuevas narrativas y en qué se basan? Las nuevas narrativas se relacionan con la construcción de nuevos conceptos, interpretaciones e imaginarios, generalmente se construyen en blogs, y otros medios virtuales y análogos.
¿Qué papel juegan las nuevas narrativas en la oralidad tradicional? Reinterpretación del lenguaje en el ciberespacio. ¿Qué culturas se verán representadas en el festival? Queremos abordar una comunidad generadora de pensamiento y opinión, movimiento estudiantil, procesos relacionados a la cultura viva comunitaria, grupos focales de cultura libre, tecnología, saberes, transculturalidad. ¿Cómo se seleccionó a los conferencistas? Buscábamos pensadores en las distintas líneas conceptuales del festival. De Brasil contamos como invitada a Fabiane Borges investigadora P.h.d. por su trabajo como directora del festival de tecnoxmanismo; Juan Carlos Kremier (Argentino) escritor especialista en pedagogías y nuevas formas de narrar temas de investigación académica y social con un guión ilustrado, del país serán parte del encuentro Inti Condo, desarrollador de tecnología, programador Puruwá; Pedro Morales, miembro de la comuna ancestral el morro; y Cristóbal Cobo, investigador astrológico ancestral, y muchos mas invitados que aportarán con sus conocimientos en esta construcción. ¿Qué se quiere lograr con la cita? Varias acciones, construir plataformas de adelantamiento del conocimiento; generar espacios de diálogo y reflexiones alrededor de la soberanía, la tecnología, los saberes ancestrales; apreciar la belleza de las palabras. ¿Alguna razón en especial para realizarla en Guayaquil? Por su tradición shamánica (San Biritute), mística (Amantes de Sumpa) y tecnológica (La Albarrada). Son saberes y tradiciones contemporáneas que claramente potencian este espacio para un encuentro de estas características.
Ni pachamamistas ni hippies, somos tecnhnoshamanes. El Tecnoshamanismo es un término que vincula a la tecnología y a los saberes ancestrales, cuyo nexo radica predominantemente en la oralidad. Lo que pretende es la búsqueda constante de la transformación y un apego a la espiritualidad independientemente de las plataformas. Cuestiona el uso y destino de los recursos y el desperdicio, parte de la abundancia como forma de concepción. Se basa en los afectos y en los saberes como medios inagotables que justifican su naturaleza no rival. A través del encuentro, sobre todo físico, pretende generar confianza, reciprocidad y espacios distendidos de bienestar. Aunque parecería un anacronismo genera coincidencias esenciales, sobre todo en el empleo del lenguaje como herramienta de transmisión de saberes. Esto evidencia que el desarrollo de tecnología sofisticada tiene fuertes bases conceptuales y técnicas en la ancestralidad, por ejemplo la encriptación, realizada milenariamente por los chasquis (portadores de mensajes) por medio de un quipu (sistema mnemotécnico mediante cuerdas y nudos utilizados para contar y escribir). Se configura un sistema de criptografía a través del chasqui, quien era el acarreador de mensajes codificados en quipus. Ni pachamamistas ni hippies, somos technoshamanes. El respeto y admiración por la naturaleza y su sabiduría, por el universo y su magestuosidad supera por demás procesos de marketing político y modelos pseudo descolonizadores. Redefinimos los limites, espacios y tiempo. Nos comunicamos de forma sensorial con los otros seres. Exigimos nuestras soberanías como el elemento inherente a nuestras acciones, soberanía del cuerpo: alimentaria, maternidad subversiva; soberanía del pensamiento; soberanía de la infraestructura, herramientas; soberanía del imaginario. Somos por instinto labradores y no oradores, debemos caminar la palabra y encontrar en ella una fuente de paz y de constante re-significación. Nuestro eje se fortalece en un vinculo esencial de estados y la construcción en unión, dejando de lado conceptos separatistas. Diego Morales Oñate. Ana Cifuentes Ponce.
El technoshamanismo es un suspiro compartido entre un multitud de lugares diversos, para interrogar y experimentar colectivamente la posibilidad de un mundo contemporareo, moderno diferente. No busca purezas, ni de lo que quiere decir lo tecnologico, ni de lo shamánico, ni de lo natural, ni de ningún término de afiliación fijo en general. Si no toma en cuenta la complejidad de existencias y ambivelancias de contextos que enfrentamos. Y, como “la historia, genealógicamente dirigida, no tiene como finalidad reconstruir las raíces de nuestra identidad… no busca reconstruir el centro único del que provenimos, esa primera patria donde los metafísicos nos prometen que volveremos; [e] intenta hacer [en cambio] aparecer todas las discontinuidades que nos atraviesan,” (Foucault) e incorporar las posibilidades de crear y tejer nuevos interfaces entre mundos, historias, y medio-ambientes diversos, hibridos, y siempre vibrantes. —Anita Chan
“Tecnochamismo es la ausencia de las dos palabras que lo describen. Algo que no me pertenece. Descomprende y se desprende de lo que nos gobierna y organiza. Está más profundo que el tridimensionalismo. Es ese espacio que todavía no ha sido apropiado. Lo espiritual empieza a evidenciarse. Lo chamán, como lo llamen, empieza a surgir de nuestra naturaleza. Lo tecnológico usa el código lógico y empieza a motodizar todo hasta que se encuentra con lo espiritual. No es techochamanismo. Ninguno de los dos casos. Juntos o separados.” Gabriel Roldos
Nubes buscando raĂces
zapata
raíces buscando nubes Uno de esos significados puede empezar a construirse a partir de la idea que estamos viviendo el afterglow, un momento donde hubo cierto brillo y no lo hay más. De repente alguien prendió la luz de la sala y en esa fiesta que llamamos realidad, cambian las miradas: lo que veíamos es lo mismo y diferente al mismo tiempo. Cambian las referencias cardinales, dice Cristóbal Cobo Arizaga con un globo terráqueo inflable entre las manos. El norte pasa a ser el este y Oriente, por donde dos veces al año sale el sol, es tomado como único punto de referencia (Orient, origen…) a nivel cielo. Occidente, la reserva intelectual, ahora el sur, pasa a ser el occiso. El Norte pierde su poder de dominación sobre todo lo que está abajo. Lo vertical se horizontaliza y lo que hasta ayer nomás considerábamos paridades posibles se ponen de pie. La primer verticalidad que cae es la que adhiere al modelo Dios-hombre -resto del mundo, agrega Fabiane Borges. Ya no se sabe más qué es arriba y qué abajo. Y resto del mundo, todo lo que antes se consideraba un abajo, adopta otra denominación: basura. Lo que no tiene lugar es basura. Tecnochamanismo sería una cosmovisión que viene a aliviar el peso –el destino– de la basura.
Dentro de ese contexto, sucio es utilizado como sinónimo de basura. Sucio también serían los efectos residuales de romanticismo en nuestros días. Las ilusiones de que el mundo cambiaría, por ejemplo. Tecnochamanismo propone oratorias transversales y convergentes, sin detenerse a fijar ninguna de las ocurrencias en una interpretación. Evitando convertir los registros en formas. Dejar ir los ojos de la mente por las ideas que los descubrimientos nos van iluminando y el pasar a otra cosa es la única constante. Detenernos en la importancia que parezca tener cualquiera de ellas crea una interferencia al flujo. Lo buscado no es interferencia que atasca sino intervención que provoca desvíos. Cómo descubre un chamán lo tiene que decirle a quien está ayudando a sanar, se pregunta Pedro Morales, imposible explicarlo. Dirá que le viene de algún lugar, de pedirle ayuda a un supremo invisible, de vaciarse de toda idea preestablecida y dejar que una corriente de palabras, o energías, dialogue con esa parte del consultante que se ha desorganizado. Hablará de inspiración con la misma familiaridad y respeto que un artista: ese soplo que ingresa, nutre y vuelve salir con los elementos necesarios para provocar
buscando raíces nubes el efecto. La práctica del chamán vuelve un ejercicio común a esa conexión. Menos cargadas están sus líneas interiores, a más velocidad aparecen los contenidos. Más él se alinea y aúna con la señal (es decir, más saca del camino sus propias señales, más se despersonaliza y vuelve canal) menos esfuerzo le requiere. La persona como un dispositivo más. Se coloca de manera tal que la información circula por él. Su condición de medio (de medium, no de mediático) o de soporte para ese mensaje le permite traer algo de un plano insustancial y reacomodar energías. Entender esta dinámica en los sanadores permite acceder a la tecnochamanía implícita en actividades artísticas, perfomances, de edición de contenidos. Curadorías varias. Al igual que en interfases entre conocimientos indígenas y tecnologías actuales. La tarea creativa no se limita al mero rescate de esas cosmovisiones y tradiciones tapadas por la colonización europea: pide ver las distintas formas con que el sistema capitalista intentó cooptarlas y los sutiles oportunismos políticos con que las abordan algunos gobernantes. “Devolverles” su razón de ser originaria pasa por dejar atravesar nuestros medios electrónicos por
su sabiduría basada en el ser mejores personas. Poder tecnológico, poder científico, poder de progreso, enumera Diana Moscoso, al servicio del buen vivir (el sumak kawsay en visión quichua), de forma de relacionarse, de recuperar el sentido de reciprocidad (randi randi), de defender los ecosistemas como si fueran planes salud, de reformular la identidad cultural, de despegarse de cosmovisiones occidentales impuestas y establecer lógicas posibles entre los paradigmas dominantes y las raíces del pensamiento amerindio. Que viva la minga (la suma de manos trabajando para el bien común), pués. Es la naturaleza intangible de las cosas que vuelve a convivir con la realidad material y pide voces para actualizar sus imaginarios. Del mismo modo que los programas mismos piden su update, día a día se multiplican las ideas que pasan a través de algún online a la madre tierra. De hecho hay tantas como artistas visuales y corporales que reinterpretan lo sagrado primal. Fotopoetas de lo sincero, como los define Tania Navarrete. Narradores en busca de sueños que aun laten en las memoria de las piedras y actúan como neuronas espejos. Profesores
raíces nubes buscando de comunicación, antropólogos, tecnólogos, innovadores, gestores culturales, programadores, sociólogos… haciendo de las periferias centros de interacción humana, dice Anita Say Chan. Payasos “sagrados”, como Clarita López, que introducen conversation topics motivadores. Medialabs que sin quererlo se vuelven plataformas de transformación personal para sus integrantes, como se desprende del cuaderno de trabajo Tenconología Ancetral hoy en día, del colectivo Madre Tierra. Emergentes todos ellos de links entre nuevas tecnos, culturas tradicionales, propuestas ecológicamente responsables, nuevas formas de ser espiritual y un etcétera abierto a cuaquier tipo de propuesta. Operadores, activistas, iniciativas que vienen a recoger el espíritu de sustentación que algún día hubo aquí, antes que llegaran esas raras ideas del progreso basadas en el consumo, la competencia, la acumulación y el arrasar con todo cuando se ponga delante. A descolonizar lo digital, invita Ivan Terceros. En el camino del “atravesar discontinuidades” que proponía Michel Foucault en Mayo del 68 a la aldea como dropbox del siglo XXI, el simbolismo mágico se está volviendo algo más que un ícono. En su biodiversidad de motivaciones,
estas intervenciones están creando movimiento en red. Una nueva Internacional de desencantados del sistema separatista que diseñan escenarios para futuros más y menos cercanos basados en lo perenne. Andan por ahí, navegando entre valores y principios indígenas. Decodificando la complejidad de tiempos que parecieron proféticos. Aun no se consideran representados por el nombre tecnochamanismo. Mejor así: pronto, cuando los medios se apropien y banalicen el término, la esencia de su accionar se verá menos afectada. Desaprender, descondicionarse, descubrir lo encubierto… Más que una vuelta al origen, lo cool parece ser la interacción: lo que surje de espacio “entre”. Repito: estas articulaciones medialab no pretenden contemporaneizar valores y estilos de culturas originarias tal cual eran. Solo encontrar continuidades. Adentro y afuera de las mismas comunidades. Situacionismo al estilo punk: desde la experiencia todo se vuelve real. Juan Carlos Kreimer bicizenjck@gmail.com
Tecnoshamanismo Sucio o de los Ruidos
por FABIANE BORGES.
Estamira (2004) representa bien el Tecnoshamanismo: Ella es Shaman de la basura, la esquizofrénica de lo que excede, la mujer que representa el estado podrido, las explosiones de gases que conviven literalmente entre los restos de la ciudad, es a partir de la basura civilizatoria que esta “shamana sucia” da cuenta de estos tiempos y acumulaciones, ella delira en la basura, con ella. ¿De qué otra manera sería más eficaz para conocer una población planetaria, su shamanismo más que transversal es motivado por la fuerza del exceso del sin lugar, de lo que sobra, aunque trabaje con reciclaje es antes que nada esa suciedad que la vuelve especial: Especialista del Espectro de la Explosión. Sin esta basura a su alrededor ella probablemente no habría ido tan lejos en las conexiones esquizos que produjo. Ella se volvió un personaje histórico en las manos del Director de Cine Marco Prado que promovió con profundidad la aleación de Estamira con todas aquellas sobras, ella habla del olor de la basura de sus implosiones internas, de su transformación constante, de satélites conectados a antenas construidas por agregados insólitos en los basurales, habla del control, del retruécano del control, a pesar de que en algún momento de este documental el Director crea un vínculo entre su dolencia mental y sus profecías que habrían crecido por causa de un trauma y presenta una expresión sicoanalítica para su problema mental, hace lecturas que pasan sin importancia, lo que de ningún modo niega la ligación-flujo con la Tierra de la Basura. Esto equivale a decir que el Tecnoshamanismo más allá de surgir directamente de una shamanismo transversal también es sucio, ruidocrático de basural, impuro, ya que una parte significativa de quien lo está pensando viene del resto del saber científico de laboratorios precarizados, de conocimientos inestables, poco comprobables, del hackeamiento, de la basura electrónica, de colgarse del cable (gambiarra), del gato, del aprovechamiento de materiales, de la reproducción de proyectos científicos exhaustivamente testeados, a esto se agrega cuestiones particulares de los movimientos sociales relativos al feminismo, al movimiento queer, a movimiento negro, al software libre, al movimiento de los Sin
Tierra, a los pueblos indígenas, a las comunidades costeras, al movimiento de los Sin Techo, a los desempleados entre innumerables otros que vienen con sus propios ruidos, sus propias disidencias, sus propias basuras. Además de esto intereses provenientes de la relación entre cuerpo y técnica, comunicación entre interespecies con materia, elementos, plantas, así como captación de ondas y magnetismos de los espacios más recónditos de los polos Norte y Sur de los territorios destruidos por las guerras, de los sobrevivientes que cuentan historias pasibles de ser captadas por instrumentos do-it-yourself. Sin hablar de toda la cuestión ambiental, espacial, extraterrena, cultura espacial, ficciones, relación con el cosmos, astronomía y astrología, con uso de aparatos mecatarónicos y producción de signos. Lo que pretendo decir con esto es que: 1) El Tecnoshamanismo provee de un basurero de excesos de sobras, restos, suciedades, mescolanzas, ruidos, procesos discontinuos, shamanismos transversalizados, sincréticos, incorporación de ideas, de culturas, antropofagias sociales, culturales, entramados, idelogías políticas a travesadas, minadores electrónicos. 2) El Tecnoshamanismo es reciclador de materiales y subjetividades, reciclador de ambientes, reconectador entre humanos y Tierra, Humanos y Universo, un “religare” sin representación ni univocacidad, un modo de abertura perceptiva, apliación de la escucha, apertura para la espectrología que nos circunda para el misterio, una lección de humildad en relación a la existencia de las cosas. 3) El tecn0shamanismo es sucio por que parte de la basura material y subjetivo de los humanos, si que esto signifique subestimar la fuerza del shamanismo, muy por el contrario, significa atribuir poderes a la basura para más allá del reciclaje industrial que la organiza, separa, retiene y explora el “chambero”. Pero atribuir poderes a la basura exactamente por que a partir de estas confluencias miserables es que nos resulta posible percibir que tipo de especies somos y de ahí, de esa condición explicita, podemos entonces ampliar algunos campos de convergencia para transformarnos en algo más interesante.
Consciencia shamanica de la transformación* Por Diana Moscoso (Colectivo Madre Tierra)
…quienes nos antecedieron entendieron los canales de lo invisible, nuestra naturaleza de ser cósmicos aquí y ahora, contemplando en la frecuencia de la realidad del estar unido con lo que me rodea, estoy con el río, estoy fluyendo con el río, soy rio…No solamente es la relación cósmica la percepción de lo invisible, también es la relación con nuestra realidad interior. Al abrir estos canales de percepción la consciencia de nuestra relación se mantiene atenta en todas las direcciones, en un estado de disposición de recibir y dar al mismo tiempo, el absoluto y el vacío… la importancia de recordar el espíritu
que nos antecede es reconocer que la tierra tiene su mundo interior, el vientre de la tierra donde se gesta la vida, donde se transforma, donde se sucede la continuidad, la permanente gestación que sostiene la vida en absoluto silencio pero continua… cuando abrimos la experiencia de la consciencia que se alimenta de lo visible e invisible, múltiples realidades se presentan para expandir el entendimiento que nos atañe en este planeta vida, entender todas sus manifestaciones y transformaciones desde nuestra relación de unidad con todas ellas. *fragmento de La sabiduría Jama Coaque. Despertando la conciencia del ser dual en la Unidad. Publicado en el número 1 de Tecnología ancestral hoy en día.
“Recordar la memoria colectiva que desde cada territorio se ha impregnado de su naturaleza alimentando identidades, una consciencia shamanica de ser uno con el todo… de ser el todo en uno.. de simplemente ser… Memoria colonizada, difusa, pero latente esperando aflorar en un solo acto de respirar… Recordar es volver a contemplar el camino para que surja el renovar. Para poder renovar debemos descartar de lo usado lo que no ha servido… al negar la consciencia shamánica hemos entrado en una dinámica depredadora contra la naturaleza ignorando que para la continuidad de la vida existen leyes que ponen límites a la humanidad para una buena convivencia entre seres humanos y su entorno renovarse es restituir el vínculo filial con la naturaleza fundamentando la identidad de ser humano, la creatividad y la relacionalidad con leyes naturales para crear herramientas, tecnologías y mecanismos sociales que desde el genio colectivo y diverso impulsemos la transformación hacia estilos de vida más conectados, más enriquecedores que fluyen de forma consciente en la continuidad de la vida…” —Diana Moscoso
“¿Cual es balance entre lo que sabes y lo que ves? Es decir existe un el aliento que nos conecta, nos eleva, nos enraíza nos orienta, nos acierta en el camino, en el verso, en la amistad. Creo, es ese encuentro providencial con él, lo que nos convierte en entes mágicos situados entre la realidad y lo etéreo, una suerte de polinizadores de la sensibilidad tecnológica mística, oradores del nuevo milenio o fundadores de la nueva babel.” —José Luis Jácome Guerrero
C
“ arbónico, el espíritu de la basura y Xawara, el espírito del metal. El líquido negro y el humo contra los bípedes del raciocínio. Lucha desigual. Nada suporta su propria miseria. La caca de su proprio culo parece ser la amenaza, porque se parecen a los humanos de la basura, a los que pisamos todos los días en los centros, en las esquinas, estos sujetos de los traspasos, mas allá de los transpasos. No encarar el morador de la calle en los ojos porque la miséria es un ater. El fin del hombre anunciado siempre existió, todos los días. Quien no tiene miedo a la muerte no tiene miedo de nada. Solo una cosa es mas grande que la muerte, el dolor. De las máquinas desejantes a las máquinas flutuantes. Que flotan en el espacio sideral, en el espacio de la cultura, el espacio infinitesimal. La tecnología también es aterial, por lo tanto organismo. Tecnoshamanismo: tecno-organismo. Una tecnologia organica des antropocéntrica.” —Fabiana Borges
Tecnologías explican cosmovisión ancestral Entrevista a Cristóbal Cobo Arizaga (Gentileza El Univierso)
El investigador quiteño Cristóbal Cobo Arízaga trabaja con la aplicación de tecnologías para revelar detalles de la cosmovisión ancestral de culturas preincaicas en el Ecuador. Cobo, quien es secretario general de la Sociedad Ecuatoriana de la Astronomía en la Cultura, realizó ayer la exposición interactiva ‘La cosmovisión ancestral y las new age technologies’, para explicar la fusión entre los avances tecnológicos y la sabiduría ancestral dentro del Festival de la Oralidad Ancestral, edición Mandrágora, que se realiza hasta hoy en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. El investigador expresa que Ecuador tiene el horizonte andino, el cual es el mejor sitio del mundo para observaciones astronómicas y las culturas ancestrales aprovecharon eso. “Los Andes son un referente fijo para observar la salida y caída de los astros en momentos específicos (...). Ahora aplicamos programas especiales para saber dónde los astros van a salir y utilizamos programas como Google Earth y Stellarium, vamos a los sitios arqueológicos y nos damos cuenta de que su arquitectura presenta alineamientos que concuerdan con la astrolomía”, expresa Cobo. Agrega que realiza levantamiento de datos y estadísticas en los lugares de sabiduría ancestral del cosmos y que han llegado a modeles predictivos para poder descubrir, incluso, nuevos sitios arqueológicos. Él detalla que entre los lugares más relevantes de investigación constan Catequilla, Rumicucho, las pirámides de Cochasquí, los pucares de Pambamarca, y el Centro Histórico de Quito, todos en Pichincha. Manifiesta que con la ayuda tecnológica, él y un equipo lograron comprender cómo y porqué ese sitio fue escogido como sagrado para esas culturas. Por ejemplo, actualmente están trabajando en la astronomía Inca-Manteño en la Isla de la Plata, en Manabí. Cobo indica que con un grupo de expertos fue hasta ese punto manabita, aplicó todos los programas en ese sector y se percató de que el sol sale por el cerro Jaboncillo, en el solsticio de junio, donde se encontraron las sillas manteñas.
“El rol del shamán, no solo contemplaba el dominio de los conocimientos transmitidos de generación en generación, sino también el precautelar la salvaguarda del Patrimonio Cultural tanto tangible como intangible. El uso respetuoso de ese conocimiento ancestral pide de la misma manera ser salvaguardado y respetado por la generaciones en venir. Son legados que fueron depositados de alguna manera en el traspaso oral, así como los diferentes vestigios históricos, documentos, paisaje, sitios arqueológicos, etc, que deben ser respetados. —Cristóbal Cobo Arízaga
“Pensar al shaman como un mediador entre dos mundos. Un sintetizador entre la complejidad del mundo de la información y el pragmatico mundo cotidiano, un mediador en complejidad que la tecnología nos condujo generando información hasta el punto de ser indecifrable. (…) el saber ancestral no como revalorización, sino como la evidencia del proceso mágico en la construcción social de la tecnología. Lo mágico como la reconexión no moderna, entre lo humano, la naturaleza y lo espiritual. (…) ¿La utilización de la tecnología para el saber ancestral o el saber ancestral para la construcción de la tecnología? El nombre (…) es una discusión abierta y sin retorno. —Ivan Terceros
Reunión en el Ecuador Por Sol de Satania Soldesatania.blogspot.com
Cuenta la historia que en el cerro de Cogra se reunió un grupo de Yachays, provinientes de diversas latitudes. Había entre ellos: Ratas, Bueyes, Tigres, Conejos, Dragones, Serpientes, Caballos, Cabras, Monos, Rinocerontes, Gallos, Perros, Cerdos, Ranas Mariposas, Pájaros de diversas etnias… Todos los y las Yachays fueron convocados para pensar en la estrategia a tomar para la reconciliación entre el Cóndor del Sur y el Aguila del Norte. Los animales sabían y habían escuchado de sus taitas la profecía Inca de que el día que el Cóndor y el Águila volasen juntos, la nueva humanidad sería capaz de percibir al Universo en una forma radicalmente distinta. Apenas conocerse, se enamoraron. Disfrutaron de la luz solar, el agua, la companía de los niños y los jóvenes. Compartieron la mesa y la palabra y luego se sentaron a escribir y diseñar los próximos pasos que darían. — Es un trabajo muy grande, dijo la Mariposa. Quizás no tenga tiempo de ver ese sueño hecho realidad... — No importa, le respondió el Dragón. Aunque ya no estemos aqui, y ya no seamos los mismos, nuestras hijas e hijos tendrán la oportunidad de ver este cambio. Y así y así hablaron de muchas cosas: del agua, la basura, los alimentos, la educación expandida, la tecnología, las músicas, los shamanismos, las estrellas, los satélites, la crianza con apego, la lactancia, la permacultura... El Mono que era muy muy sabio les enseñó a editar y juntos hicieron un fanzine para que esto quedase escrito. —He aquí el resultado, dijo orgulloso el Chancho, quien estaba ya pensando donde sería el próximo encuentro... Entre tanto, el Vencejo conocido como la golondrina o avión del Páramo, dijo: Lo primero que haremos es orientar nuestros mapas. Al otro lado del cerro, los esperaba el Paraíso.
2º re-edición Parque Explora Medellin 2015 C O L A B O R A T O R I O
Este fanzine es el resultado de la mesa de trabajo y el taller de edición express, dentro de la programacioìn del Festival de Oratoria Ancestral, Tecnoshamanismo y Nuevas Narrativas, Edición Mandrágora. Se trabajo en red entre José Luis Jácome Guerrero, Fabiana Borges, Tania Navarrete, Diana Moscoso, Diego Morales Oñate, Ana Cifuentes Ponce y Cristobal Cobo.