Cómo hacer galletas springerle

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C贸mo hacer Galletas springerle

Galletas Springerle


Las galletas springerle son unas preciosas galletas oriundas de Centroeuropa, es decir, Alemania, Suiza y algo de Francia, que se preparan principalmente en Navidad. Se caracterizan por sus delicados relieves, que se mantienen en la cocción gracias a que después de imprimirlas con un molde las galletas se dejan secar hasta un día entero. Estas galletas se preparan únicamente con huevos, azúcar glas y harina, y es tradicional aromatizarlas con anís. Su consistencia es dura por lo que se conservan muy bien y normalmente se dejan madurar alguna que otra semana antes de consumirlas. Por esa consistencia y por su facilidad de conservación son ideales para regalar. Las galletas springerle incluyen tradicionalmente un ingrediente curioso: el carbonato amónico (hartshorn en alemán), un impulsor químico anterior a la levadura química comercial. Este componente hace que las galletas queden más crujientes que con la levadura ordinaria y ayuda a que los motivos se mantengan más nítidos en la cocción. Sin embargo, no es imprescindible y es perfectamente posible hacer las galletas con levadura corriente. De todas las recetas que he probado me quedo con la fórmula de Fabsfood, de la que solo he variado alguna pequeña cosa. ¿Para qué tocar lo que funciona de maravilla?


GALLETAS SPRINGERLE Ingredientes •

3 huevos medianos (a temperatura ambiente)

400 g de azúcar glas

60 g de mantequilla pomada

1 cdta. de aroma de anís

1/4 cdta. de sal

1/2 cdta. de carbonato amónico (hartshorn) o de levadura química

500-520 g de harina de repostería

Moldes para galletas springerle

Elaboración o

En primer lugar pesamos y medimos la harina, la sal y el impulsor químico que vayamos a usar (levadura o carbonato amónico) y lo tamizamos todo junto. Reservamos. o

Montamos los huevos con el azúcar. Tamizamos el azúcar glas y lo

ponemos en un bol con los huevos. Montamos con unas varillas eléctricas, o en un robot con varillas a velocidad alta, hasta que blanqueen bien y hayan aumentado de volumen. Hay que tener en cuenta que necesitaremos batir por lo menos 15 minutos, por lo que es conveniente usar un robot. Sujetar unas varillas eléctricas todo ese tiempo es un poco… durito.


o

En velocidad media añadimos la mantequilla hasta que se mezcle.

Agregamos el aroma de anís. o

A velocidad baja (con la pala si usamos un robot tipo Kitchen Aid)

vamos añadiendo la mezcla de harina a cucharadas, hasta incorporarla toda. Debemos obtener una masa blandita y que se nos pegue algo a los dedos. o

Pasamos la masa a la encimera enharinada. Hay que enharinar de

manera homogénea, pero ligera (yo suelo usar un colador pequeño) porque cuanta más harina absorbe la masa más dura se pone. Amasamos ligeramente. o

Si está muy pegajosa le añadiremos algo más de harina y amasaremos,

pero con precaución ya que es una masa que se reseca enseguida solamente con la harina que se utiliza para que no se pegue. Para saber si la masa está en su punto podemos estirar con rodillo una pequeña porción y aplicar algún molde. Si la masa está en el punto de humedad preciso no debe quedar pegada en absoluto al molde y debe reflejar perfectamente hasta el último detalle. Si se pega al molde, añadiremos harina poco a poco.


Cuando la tenemos lista tomamos una porci贸n de la masa, entre un

o

tercio y un cuarto, y mantenemos la masa sin usar bien envuelta en un pl谩stico, para que no se reseque. o

Estiramos la porci贸n de masa con el rodillo hasta 1 cm de espesor y

aplicamos el molde que tengamos, presionando fuerte. Podemos aplicar el molde tantas veces como el espacio nos permita, no muy cerca un dibujo de otro, pues al apretar el molde en un punto la masa tiende a deformarse en las proximidades. Otro m茅todo es cortar la galleta correspondiente cada vez que aplicamos el molde.


o

Los recortes de masa se pueden aprovechar perfectamente, se juntan y se vuelven a estirar. Debemos trabajar en todo momento con la masa enharinada de forma fina y homogénea por debajo y solo muy ligeramente por arriba, donde aplicamos los moldes. Por otro lado, si la masa se nos queda algo seca en algún momento, añadiremos una pizca de agua, aunque solo sea mojándonos las manos, y amasaremos ligeramente.

o

Vamos poniendo las galletas cortadas (con cuchillo, cortapastas o lo que os sea más cómodo) sobre papel de hornear. Hay que dejar secar las galletas al aire en un lugar fresco entre ocho y 24 horas.


Cuando tengamos las galletas bien secas las horneamos a 90º (con aire) /110º (sin aire) 50-60 minutos. Aunque posiblemente veáis en otras recetas que el horneado se hace a temperatura más alta, yo tengo que bajar la de mi horno para que las galletas no se conviertan en un globo (no es raro, por ejemplo en esta receta de Martha Stewart las hacen a 105º). Estas galletas se caracterizan por ser muy blanquitas, por lo que es fundamental que no se nos doren. Si la primera hornada se nos dora bajaremos algo la temperatura del horno en la siguiente. También deberemos bajar la temperatura si nos suben o se deforman en exceso, que es algo que ocurre con frecuencia. Qué le vamos a hacer, son delicaditas, ellas. Aunque se inflen algo en la cocción siempre se bajan también después, aunque algunas veces no completamente.


Estas galletas springerle tienen un rico sabor a anís que, aunque aquí hemos usado aroma de anís porque es más cómodo, tradicionalmente se les daba horneándolas sobre un lecho de granos de anís machacados. Además siendo tan bonitas son un excelente regalo de Navidad, sobre todo si queréis dejar a alguien con la boca abierta. Sí, vosotros podéis.


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