Plantas nativas como fuente de nuevos cultivos: el caso del loroco Dentro de las especies silvestres, hay algunas que son una fuente importante para la alimentación humana. Cuando la demanda de estas especies se incrementa, el hombre comienza a cultivarlas, con el objetivo de obtener una mayor producción. Este es el caso del loroco (Fernaldia pandurata), el cual crece en forma silvestre en el área cálida seca del país (Azurdia et al., 2001).
LA AGROBIODIVERSIDAD Y SU IMPORTANCIA PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL DE GUATEMALA Foto 4: Cultivo de loroco en el oriente de Guatemala
Dada su alta demanda, en la actualidad ya existen áreas considerables de esta especie bajo cultivo, destinándose la producción para el consumo local o bien para exportación a Estados Unidos y a El Salvador.
El aceite del piñón como alimento para ganado y combustible
El crecimiento de la población mundial trae como consecuencia un incremento en los requerimientos alimentarios. Ello conduce a la necesidad de producir más alimentos, bien mediante el aumento de las áreas dedicadas a la producción, bien mediante el aumento de la producción por unidad de área. En el primero de los casos, que suele ser el más frecuente en los países en vías de desarrollo, las consecuencias son devastadoras, ya que esto implica la destrucción de hábitats, con el consiguiente deterioro de los recursos naturales y la biodiversidad.
El que la biodiversidad debe ser utilizada sustentablemente, es decir, manejada bajo el concepto de conservación y utilización racional, es un hecho cada vez más aceptado por parte de los tomadores de decisiones a nivel técnico y político, lo que trae Foto 5: Planta de piñón como consecuencia que se puedan desarrollar nuevas fuentes de alimentos procedentes de recursos biológicos que respondan al requerimiento del Recomendaciones para posicionar los recursos fitogenéticos incremento poblacional, al tiempo que aseguran el de Guatemala en la lucha contra el hambre y la pobreza manejo sostenible de dichos recursos. Promover la investigación sobre aplicaciones de la agrobiodiversidad, tanto la de plantas cultivadas como la de parientes silvestres, en la lucha contra el hambre (producción de alimentos y generación de ingresos). El piñón (Jatropha curcas) es una especie poco explotada que puede ser utilizada en forma medicinal, para agricultura ecológica (bagazo usado como fertilizante), alimento para ganado (torta con 58% de proteína) y, sobre todo, para producir combustible diesel, procedente del aceite de la semilla.
Promoción del cultivo y/o aprovechamiento de especies nativas con alto contenido nutricional o comercial. Inclusión de la agrobiodiversidad de Guatemala como elemento estratégico dentro del programa de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Gobierno. Campaña de difusión y valoración de los alimentos nativos locales, tanto por su aporte nutricional y económico, como por su papel en la conservación de la identidad cultural del país. Bibliografía Azurdia, C. 1996. El mácare, oya nueva o cunde amor (Galinsoga parviflora) como una alternativa alimentaria. In: Azurdia, C. (ed.). Lecturas en Recursos Filogenéticos. Facultad de Agronomía, Universidad de San Carlos de Guatemala. Azurdia, C. 2004a. Priorización de la diversidad biológica de Guatemala en riesgo potencial por la introducción de organismos vivos modificados. Consejo Nacional de Áreas Protegidas, Guatemala. Azurdia, C. 2004b. Frutos para el futuro. Zapote, canistel y zapote verde. FRP, ICRAF, UCU, IPGRI, DFID. Azurdia, C., M. González y O. Aquino. 1985. Alternativas alimentarias contra el hambre. Colegio de Ingenieros Agrónomos de Guatemala. Azurdia, C., M. Leiva y E. López. 2000. Contribución de los huertos familiares para la conservación in situ de recursos genéticos vegetales. II. Caso de la región de Alta Verapaz, Guatemala. Tikalia 18 (2): 35-77. Azurdia, C., M. Leiva, H. Ayala, W. Ovando y E. López. 2001. El loroco, Fernaldia pandurata (Apocynaceae), una especie en vías de domesticación. Tikalia 119 (2): 39-54. Harlan, J. R. 1976. The plants and animals that nourish man. Scientific American 235(3):88-97. Hernández, J. F. 1998. Diagnóstico base para toma de decisiones por áreas, subcomponente: uso actual de la vid silvestre (flora) (informe). CONADIBIO. Guatemala. Leiva, M., C. Azurdia, W. Ovando, E. López y H. Ayala. 2002. Contribution of home gardens to in situ conservation in traditional farming systems –Guatemalan component. In: Watson, J.W. and P.B. Eyzaguirre (eds). Proceedings of the Second International Home Garden Workshop: Contribution of home gardens to in situ conservation of plant genetic resources in farming systems, 17-19 July 2001. Witzenhausen, Federal Republic of Germany and International Plant Genetic Resources Institute, Rome. Reeves, R.G. 1950. The use of teosinte in the improvement of corn in breds. Agron. Jour. 42: 248-251. USDA, CIAT, IPGRI, FAUSAC. 2004. Atlas de los parientes silvestres de las plantas cultivadas nativas de Guatemala. En edición final Este material ha sido preparado por el Dr. César Azurdia, especialista internacional en recursos fitogenéticos, con amplia experiencia en la agrobiodiversidad de Guatemala, y ha contado con el apoyo de Jose Luis Vivero y Álvaro Ortega, de la Representación de FAO en Guatemala.
FAO Representaciòn en Guatemala Edificio Infoagro, MAGA 7a. Avenida 12-90 Zona 13, Ciudad de Guatemala
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Tel. ( 502) 2332 0279 Fax: 2362 4770 E-mail: fao-gtm@field,fao.org www.fao.org
Figura 1: Los ocho centros de origen de las 30 especies más ampliamente cultivadas en el mundo, según Harlan (1976).
La alimentación mundial se basa principalmente en una producción agrícola centrada en unas 35 especies de plantas (maíz, trigo, arroz y yuca como las más destacadas), a pesar de que la riquísima agrobiodiversidad mundial alberga otras muchas especies que juegan un papel minoritario o pueden llegar a jugar este papel si se desarrollan adecuadamente. Basta con revisar aquellos centros de origen y diversidad de plantas cultivadas (ver figura 1) en donde las culturas milenarias que los habitan poseen un rico conocimiento de las propiedades que tiene la gran biodiversidad que los rodea, en función de suplir sus necesidades antropogénicas, especialmente alimentación.
Definición de Agrobiodiversidad (FAO) “La variedad y variabilidad de organismos animales, vegetales y microbios de la Tierra que son importantes para la alimentación y la agricultura, tanto los cultivados como sus parientes silvestres. Es una parte importante de la biodiversidad por ser la base de la seguridad alimentaria. Comprende todas las especies utilizadas directa o indirectamente para la alimentación y la agricultura, tanto para humanos como animales domésticos, así como la provisión de materias primas tales como fibras, fertilizantes, combustibles y productos farmacéuticos”.
EL TRATADO INTERNACIONAL SOBRE LOS RECURSOS FITOGENÉTICOS PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA Los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura son fundamentales para alimentar a la población mundial. En junio de 2004 entró en vigor el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, después de ser adoptado por la Conferencia de la FAO y ratificado por más de 40 países. En consonancia con el Convenio sobre Diversidad Biológica, sus objetivos son la conservación y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados. Mediante el Tratado se establece un sistema multilateral aplicado a más de 64 cultivos y forrajes principales con fines de utilización y conservación para la investigación, mejoramiento y capacitación. El Tratado reconoce la contribución enorme que los agricultores y sus comunidades aportan a la conservación y el desarrollo de los recursos fitogenéticos. Para mayor información se ruega contactar a: Secretaría de la Comisión de los Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura www.fao.org/ag/cgrfa Recursos fitogenéticos “Cualquier material genético de origen vegetal de valor real o potencial para la alimentación y la agricultura”
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Al revisar las áreas más ricas en biodiversidad del mundo constatamos una evidente contradicción, puesto que es precisamente en estas áreas, la mayoría en países en vías de desarrollo, donde se concentra la mayor parte de población en inseguridad alimentaria. Guatemala es un país en el que la riqueza en biodiversidad, especialmente agrobiodiversidad (diversidad genética contenida en plantas cultivadas y sus parientes silvestres, ver definición ) es mundialmente reconocida. En Guatemala existen al menos 7,000 especies de plantas superiores, de las cuales más de 600 son consideradas como flora útil para el hombre (Hernández, 1988). En un estudio preliminar, Azurdia et al. (1985) muestran que la población guatemalteca puede hacer uso de numerosas especies nativas para conseguir una alimentación mejor y más equilibrada: 56 especies como fuente de proteína, 15 como fuente de carbohidratos, 37 como fuente de minerales y vitaminas y 13 como fuente de grasas.
Desarrollo agroindustrial con frutales tropicales nativos Los frutos tropicales tienen gran aceptación mundial. La agrobiodiversidad de Guatemala cuenta con especies que pueden convertirse en elementos importantes en el desarrollo agroindustrial del país, tanto a lo interno como hacia el exterior, como potenciales generadores de divisas por exportación. Ejemplos importantes son el aguacate, las anonas y sapotáceas. Dentro de este último grupo, es particularmente interesante el zapote, que en la actualidad tiene alta demanda en el mercado internacional, la cuál no puede ser suplida con la producción nacional. Los productos más importantes son la pulpa congelada y la harina de zapote. La exportación de pulpa de zapote se ha incrementado considerablemente en los últimos años (ver figura 3, en Azurdia, 2004b)
Otro aspecto importante en el país es la presencia de parientes silvestres de plantas cultivadas, debido a que este grupo de especies constituye la base para el mejoramiento de los cultivos. En este sentido, USDA et al. (2004) mencionan que Guatemala posee al menos 28 géneros y 110 especies que conforman los parientes silvestres de plantas cultivadas nativas de Guatemala, como frijoles, maíz, chico zapote y güisquil entre otros. Por lo tanto, se debe hacer uso de esta riqueza para sustentar la seguridad alimentaria y beneficiar a nuestra sociedad. A continuación se discuten algunos ejemplos relevantes.
Mejoramiento de plantas cultivadas: el caso del maíz Guatemala es uno de los centros de origen y variación de maíz. Se tienen 13 razas y 9 subrazas, lo cual representa el 92% de todas las razas reconocidas en Centro América. Así mismo, existen dos especies de maíz silvestre que han jugado un papel importante en el mejoramiento de la especie cultivada (Azurdia, 2004a). Se ha demostrado que los cruces de maíz silvestre con maíz cultivado han aumentado la resistencia a ciertas enfermedades e insectos, con creciente tolerancia al calor y a la humedad excesiva. Reeves (1950) demostró que la presencia de genes de maíz silvestre en maíz cultivado mejoró la adaptación de éstos a las condiciones tropicales y subtropicales.
Figura 3: Exportación de pulpa de zapote en Guatemala.
La diversidad de cultivos en los huertos familiares de Alta Verapaz y su impacto en la economía rural Foto 1: Foto 1: Maíz Maíz silvestre silvestrede deHuehuetenango Huehuetenango (Zea (Zea mays subsp.huehuetenanguensis) mays subsp.huehuetenanguensis)
El aporte aporteaalalanutrición nutrición dede laslas especies especies nativas nativas poco utilizadas poco utilizadas Dentro de la agrobiodiversidad de Guatemala se encuentran especies que tienen una alta calidad y cantidad de nutrientes esenciales para la alimentación humana. Sin embargo, estas especies no gozan de prestigio social (puesto que se asocian con alimentos de “pobres o hambrientos”) ni de técnicas de cultivo mejoradas, a pesar de que su calidad nutricional es superior a numerosas hortalizas introducidas en el mercado. En la figura 2, Azurdia (1996) compara la composición nutricional de algunas de estas hortalizas nativas con una hortaliza introducida de alta aceptación, la espinaca.
Los huertos familiares son agrosistemas frecuentes en el área rural de Guatemala. Dentro de ellos, se pueden encontrar varios estratos del componente vegetal (árboles, lianas, arbustos y plantas herbáceas) constituidos por especies que en la mayoría de los casos representan un valor económico para las familias, generalmente pobres, que habitan dichos huertos. Un estudio conducido en el departamento de Alta Verapaz mostró la rica composición de estos huertos, así como los beneficios que esta agrobiodiversidad representa para las familias más vulnerables (Azurdia et al., 2000). Posteriormente, en un estudio mas detallado sobre esos huertos (figura 4), se observó que proporcionaban el equivalente al 18 % de la economía familiar de las familias más vulnerables (Leiva et al., 2002).
Foto 2: Hojas de bledo (Amaranthus spp.)
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