Alemania melómana

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Los 10 destinos que no debe perderse un amante de la ópera y de la música clásica

La guía de las ciudades que inspiraron a los más grandes compositores de la historia y de los festivales anuales que los conmemoran


Pedro Javier Díaz-Cano

Nacido en Tomelloso (Ciudad Real), este periodista manchego está especializado en Cultura, Viajes y Gastronomía, publicando habitualmente en revistas como Viajar, Ronda Iberia, Excelente Iberia, Sobremesa y Mercedes-Benz Magazine. Su pasión por la música clásica y por la ópera le ha convertido en un “viajero melómano”, rastreando las huellas de los grandes compositores y asistiendo a Festivales en toda Europa para la realización de reportajes. Esta dedicación le ha llevado a Alemania en muchos viajes profesionales, fruto de los cuales es esta guía de autor. Eduardo Grund

Nacido en Málaga, se ha dedicado profesionalmente a la fotografía publicitaria, editorial, industrial y de moda. Actualmente, está especializado en fotografía de viajes y naturaleza, publicando sus reportajes en las más prestigiosas revistas de ámbito nacional. Entre los más de 50 premios que ha cosechado a lo largo de su trayectoria, destaca su participación en el Concurso Internacional de Fotografía “20 aniversario de la caída del Muro de Berlín”, siendo galardonado con el 2º Premio entre un total de 31 fotógrafos de 18 países diferentes.







H채ndel Festspiele. Festival Haendel. Halle


Los 10 destinos que no debe perderse un amante de la ópera y de la música clásica

La guía de las ciudades que inspiraron a los más grandes compositores de la historia y de los festivales anuales que los conmemoran


Texto

Pedro Javier Díaz Cano Fotografías

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Berliner Philharmoniker Konzertsaal. Sala de conciertos de la Orquesta Filarm贸nica de Berl铆n


Índice Introducción: Viajes con alma musical

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El Bayreuth de Richard Wagner

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El Berlín de Felix Mendelssohn

47

El Bonn de Ludwig van Beethoven

81

El Dresde de Robert Schumann

107

El Garmisch-Partenkirchen de Richard Strauss

131

El Halle de Georg Friedrich Haendel

157

El Hamburgo de Johannes Brahms

177

El Leipzig de Johann Sebastian Bach

209

El Múnich de Carl Orff

237

El Weimar de Franz Liszt

269

Notas

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Semperoper Dresden. Ă“pera Semper de Dresde


Introducción Viajes con alma musical

La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. Platón

E

l aserto del gran filósofo griego Platón que encabeza la presentación de esta guía de Alemania Melómana que usted ya palpa entre sus manos resulta una buena introducción para describir el espíritu germano. Incluso podría afirmarse que los alemanes son quiénes han llevado a las más altas su cumplimiento -no en vano también se vieron imbuidos históricamente por el lema latino de “mens sana in corpore sano” como partícipes del Sacro Imperio Romano-Germánico- en lo relativo a la mayor y mejor pléyade mundial de compositores de música clásica y de ópera que jamás haya nacido en el territorio de una misma nación: la actual República Federal de Alemania bajo su bandera de franjas horizontales de color negro, rojo y amarillo. Sirva esta guía para homenajear a 10 de los más grandes, empezando por Richard Wagner (del que en 2.013 se conmemora el Bicentenario de su nacimiento) y terminando por Franz Liszt, el único de esta selección que no nació en Alemania, sino en la actual Hungría, pero que sí murió en Bayreuth después de haber residido en Weimar en su etapa más prolífica como compositor y pianista. La originalidad de esta guía es, precisamente, relacionar directamente a diez de los compositores más grandes de la historia con las diez ciudades principales respectivas que les sirvieron de inspiración, entre ellas las tres urbes más pobladas de Alemania: Berlín (en el caso de Felix Mendelssohn), célebre por su Orquesta Filarmónica y por su emblemático auditorio de la Philharmonie; Munich (la ciudad natal de Carl Orff), una de las mecas mundiales de la ópera; y Hamburgo (la cuna de Johannes Brahms), cuya vanguardista Elbphilharmonie está destinada a ser el nuevo buque insignia como sala de conciertos e icono arquitectónico de la ciudad-estado hanseática, la más rica del país. 15


La finalidad de Alemania Melómana es también servir de guía de los festivales anuales que se celebran a mayor gloria de estos compositores en sus ciudades fetiche, ya sean su lugar de nacimiento como el Beethovenfest de Bonn (en el caso de Beethoven) o su lugar de inspiración como el Bachfest de Leipzig (en el de Bach). Sin duda, las fechas de celebración de estos festivales son el mejor momento para descubrir estos diez destinos imprescindibles en la agenda de un amante de la ópera y de la música clásica. O para redescubrirlos si ya se han visitado en alguna ocasión. Para ello, en las siguientes páginas se han seleccionado los 10 lugares de cada una de las 10 ciudades que no hay que perderse, situándolos sobre un plano de cada urbe, y se ofrece una guía práctica con recomendaciones de hoteles, restaurantes, tiendas y las respectivas cards turísticas. Todo condensado para que sea una ‘guía 10’ de bolsillo que acompañe a los melómanos disfrutando al máximo del viaje. Una guía de autor con las mejores fotografías de cada ciudad y, por supuesto, de sus santuarios musicales y coliseos operísticos. Para que sólo sea el principio de sus viajes con alma musical.

Festival Haendel. Halle 16



Markgräfliches Opernhaus. Ă“pera del Margrave. Bayreuth


El Bayreuth de

Richard

Wagner


Bayreuth


Wagner

El Bayreuth de

Richard Wagner El gran templo de la ópera

L

a pequeña ciudad de Bayreuth, en el land de Baviera, es conocida en todo el mundo por su célebre Festival, consagrado a las óperas de Richard Wagner. Lo que muchos de los ‘wagnerianos’ quizá ignoran es que su compositor favorito se asentó en Bayreuth después de venir aquí para conocer el maravilloso teatro barroco de la Ópera de los Margraves, considerado como uno de los teatros más hermosos de toda Europa. Aunque Wagner desechó la idea de convertirlo en el coliseo que él buscaba para dar rienda suelta al mensaje casi religioso de sus óperas, lo cierto es que la sala mandada construir por la princesa Wilhelmine (Guillermina) de Prusia para celebrar en ella la boda de su hija Isabel Federica e inaugurada en 1748, es toda una joya del barroco: palco principesco con baldaquín, columnas retorcidas, musas en el techo, guirnaldas de madera pintadas... Baste decir que este teatro fue seleccionado para que se Busto de Richard Wagner. Casa rodaran en él diversas secuenMuseo de Wahnfried cias de Farinelli, una película de época sobre el famoso castrato que hacía desmayar a algunas damas con los agudos de su canto. Nominada por la Unesco para ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, el prestigio de la Ópera de los Margraves fue el señuelo que hizo que Wagner quisiera instalarse en la ciudad y después crear su propio teatro, en las antípodas de éste. El genial compositor de Tristán e Isolda o Parsifal buscaba tres condiciones sine qua non para el lugar donde situar su “teatro ideal”. Tenía que ser una ciudad no muy grande cuyo nombre se asociase para siempre a él; que estuviera en Baviera, habida cuenta de quién era su mecenas principal, el rey Luis II; y 21


Bayreuth

Markgräfliches Opernhaus (Opera de los Margraves) Fachada

que no fuera una ciudad balneario, para que fuera exclusivamente la ópera lo que atrajese a sus fervientes seguidores. Estos tres requisitos eran cumplidos por Bayreuth (cuyo significado es “roturado por Baviera”) y Wagner se puso manos a la obra empezando por la construcción de su mansión de Wahnfried. Mientras se terminaba su nueva casa, el egocéntrico compositor de El holandés errante se alojó en el Hotel Fantaisie entre los meses de abril y agosto de 1872. Todavía hoy los admiradores más mitómanos del artista pueden hospedarse en la misma habitación que ocupó el músico, que aún se conserva en el estilo original de entonces. Y es que desde que el festival se inauguró en 1876, esta tranquila y verde ciudad -con bellos jardines y fuentes delirantes como las del Palacio Eremitage- se ha consagrado como la meca de los melómanos ‘wagnerianos’. Hotel Fantaisie: donde se alojó Richard Wagner entre los meses de abril y agosto de 1872, mientras terminaban de construir su casa en Bayreuth) 22


Wagner

Arriba y a la izquierda: Palacio Eremitage (Palacio de verano de la ‘Margravina’ Wilhelmine). Sobre estas líneas: vistas de Bayreuth. Abajo: Palacio Fantaisie y jardines (palacio mandado construir por la ‘Margravina’ para su hija, la duquesa Isabel Federica Sofía).


Bayreuth

El Festival de Bayreuth (del 25 de julio al 28 de agosto) es la gran cita anual de los devotos del compositor Richard Wagner en la idílica ciudad de Baviera, al sur de Alemania. Decenas de miles de melómanos peregrinan cada verano a este exclusivo festival, fundado en 1876 por el genial creador de obras como la tetralogía El Anillo del Nibelungo o Los maestros cantores de Nuremberg, óperas que se representan en su mítico Palacio de Festivales, cuya excepcional acústica lo consagra como la meca de los `wagnerianos´.


Wagner

Salón de estudio de Wagner en Wahnfried (Casa-Museo de Wagner) con el piano de cola que usaba para componer

La meca de los ‘wagnerianos’

Miles de melómanos viajan cada año al Festival de Bayreuth para asistir a las representaciones de las óperas de RichardWagner

“A

quí donde mis anhelos encontraron la paz, así llamo yo a esta casa”, reza la inscripción sobre la puerta principal de entrada a la mansión que se hizo construir Richard Wagner en Bayreuth, la pequeña ciudad –apenas 75.000 habitantes- de la comarca bávara de Franconia mundialmente famosa por celebrarse en ella todos los veranos el festival lírico-germánico consagrado a las óperas del compositor alemán. En el centro del frontispicio, en letras mayúsculas, figura la expresión mágica de WAHNFRIED, un juego de palabras compuesto por el propio Wagner uniendo los vocablos Busto de Luis II de Baviera, mece“paz” y “anhelos” escritos en nas y amigo de Richard Wagner alemán. Traspasar el umbral de la casa de Wagner, ahora convertida en un nutrido y completo museo, es como adentrarse en una especie de santuario honorífico para los miles de melómanos ‘wagnerianos’ que la visitan 25


Bayreuth

cada año rindiendo pleitesía al autor de óperas tan emblemáticas como las cuatro que componen la tetralogía de El Anillo del Nibelungo. En Wahnfried todo tiene un sentido y una sensibilidad ‘wagnerianas’. No en vano, Wagner la encargó construir en 1872 al arquitecto Wölfel bajo sus premisas, una de las cuales era poner un reloj de sol en su fachada principal. Esto fue imposible pese Wahnfried. Hall al empeño del músico, pues la edificación está orientada hacia el norte y era inviable. Ésta y

Detalle de la fachada de Wahnfried: juego de palabras inventado por el músico, que significa: “Alli donde mis anhelos encontraron la paz, asi llamo yo a esta casa”

otras contrariedades, entre ellas el coste económico de la lujosa mansión, fue lo que llevó a Wagner a plantearse ponerle el nombre de “Casa de los disgustos”, aunque afortunadamente para él contó con la financiación de su gran amigo y devoto admirador el rey Luis II de Baviera. Un busto del que ha pasado a la historia como el “rey loco” por sus excentricidades, preside la entrada como si fuera un miembro más de la familia, el más insigne, que todavía permanece rodeado de rosas a su alrededor por expreso deseo de Wagner como detalle para con su mecenas. Finalmente, el reloj solar fue sustituido por una pintura de 26


Wagner

grafitos en cuyo centro aparece la figura de un hombre caminante que simboliza la mitología. A su izquierda, la alegoría de una mujer significa la tragedia implícita en muchas de sus óperas, mientras que a la derecha otra mujer con los rasgos de su esposa, Cosima Liszt (hija de Franz Liszt), representa a la música. Junto a ella, un niño con los rasgos de su hijo Sigfrido es la alegoría de “el arte del futuro”. En el interior de la casa-museo, con lo primero que se topan los peregrinos venidos de todas partes del mundo es con el piano C. Bechstein que le regaló Luis II en 1864 para su 51º cumpleaños. En este histórico piano-escritorio compuso Los Maestros cantores de Nuremberg, parte de Sigfrido, El ocaso de los dioses y Parsifal. El hall de entrada está adornado con las esculturas de medio tamaño sobre pedestales de personajes de distintas óperas como Tristán, Lohengrin, Stolzing (Los Maestros cantores de Nuremberg), Tannhäuser y Sigfrido.

La tumba de Wagner

U

n grupo de admiradores italianos en viaje por Alemania se adentra en el que fuera salón de estudio del compositor, al que se ha desprovisto de su mobiliario original para colocar varias filas de butacas delante de un elegante piano de cola (regalo de Steinway & Sons poco antes de su muerte), que su suegro Franz Listz tocaba a menudo. A veces se celebran aquí pequeños conciertos coincidiendo con el festival, aunque siempre se escucha la música de las óperas de Wagner

Tumba de Richard Wagner, en el jardín de Wahnfried, donde quiso ser enterrado sin ninguna inscripción, segun sus designios. A su cabecera está enterrado su perro. Este si con un letrero, que dice: “Aqui descansa y vigila Russ, el perro de Wagner” 27


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impregnando la sala de misticismo y devoción como si fuera un templo al que se fuera a venerar una imagen sagrada. Y es que en cierta forma para los ‘wagnerianos’ más acérrimos y fervorosos la visita de Wahnfried resulta casi una experiencia religiosa al encontrar aquí todo lo que siempre han anhelado al escuchar sus óperas: desde las partituras originales de obras como Parsifal hasta un mechón de pelo del creador de Busto de Cósima Liszt, esposa de Tristán e Isolda. Richard Wagner, en “La verde Colina La emoción, como no podía Sagrada”. Jardín del Festspielhaus (Paser menos, aumenta al salir lacio de los Festivales). al jardín de la residencia y saludar la sombría tumba del genio, nacido en Leipzig el 22 de mayo de 1813 y muerto en Venecia el 13 de febrero de 1883. Aunque la muerte le sorprendió en el suntuoso Palazzo Vendramin Calergi sobre el Gran Canal veneciano, víctima de una insuficiencia cardíaca, sus funerales se realizaron cinco días más tarde en Bayreuth y fue enterrado en el jardín de Wahnfried tal y como era su deseo, convirtiéndose su tumba en meca de peregrinación de sus devotos. Todos los años, coincidiendo con el festival, el coro de las producciones operísticas suele cantar delante de la tumba el día del estreno. Llama mucho la atención que, tamWahnfried. Fotografias, bién respetando sus designios, no exista atrezzo de las óperas y absolutamente ninguna inscripción –ni recuerdos del “Mundo Wagneriano” siquiera con su nombre- en el sepulcro, en el que asimismo reposan las cenizas de su esposa Cosima Liszt, fallecida posteriormente en 1930. Sin embargo, en un lateral del mismo emplazamiento sí que el compositor quiso que figurara un letrero en el que puede leerse en alemán “Aquí descansa y vigila Russ, el perro de Wagner”. 28


Wagner

La verde colina sagrada

E

l peregrinaje tras las huellas de Wagner se completa poniendo rumbo a la verde colina sagrada –así llamada por ser una pequeña elevación del terreno cubierta de hierbadonde se encuentra el Festpielhaus, el mítico teatro lírico donde se celebra el Festival de Bayreuth desde 1876, año en el que se inauguró con el estreno del ciclo íntegro de El Anillo del Nibelungo y la asistencia de Luis II y el emperador Guillermo I. Esta especie de teatro-templo destinado a servir en exclusiva a las representaciones de sus obras, a cuya construcción colaboraría Luis II con la por entonces ingente suma de 75.000 marcos, tenía por finalidad democratizar la ópera –no hay palcos donde exhibirse ante la gente- y permitir a los espectadores concentrarse únicamente en el espectáculo. El Palacio de los Festivales posee la particularidad de que es todo él un patio de butacas en forma de anfiteatro romano y que no tiene pasillos, de tal manera que los accesos son únicamente laterales y una vez ubicado en su sitio el espectador no puede literalmente moverse. Sus 30 filas pueden acoger a 1.925

“La verde Colina Sagrada”, nombre con el que se conoce el promontorio donde está el Festspielhaus (Palacio de los Festivales). En él se celebra el Festival de Bayreuth.

espectadores en butacas de madera a la antigua usanza, unos asientos deliberadamente duros y rígidos para evitar la somnolencia, y unas filas no muy anchas entre sí para no permitir tan siquiera la comodidad que pueda distraer la atención de todo lo que no sea la ópera que se esté representando. Como se puede comprobar, Wagner era muy suyo y la única concesión que hizo a su esquema es la existencia de un palco central, por otra 29


Bayreuth

parte muy sencillo, pensado para alojar a su real patrono, Luis II de Baviera. Su gran fama y prestigio se debe, no obstante, a su excepcional acústica, en gran parte conseguida por estar construido todo de madera. Una de las apuestas de Wagner fue que todo lo relacionado con la maquinaria fuera de la mejor calidad, mientras que para el resto de necesidades podía emplearse lo más barato. Y como la orquesta también podía restar concentración a sus adictos e incondicionales seguidores, pues sumergió a los músicos en un foso oculto al público. Actualmente, los músicos lo llaman “el abismo mítico” por lo que representa tocar en el Festspielhaus, aunque también se comprende esta aseveración cuando uno baja los escalones hasta el foso y comprueba que estar encerrado tantas horas en pleno verano en esta especie de caparazón escénico debe resultar bastante agobiante e incluso un poco claustrofóbico.

Wahnfried. Hall

Durante el Festival, unos trompetistas salen al exterior del teatro y tocan 15, 10 y 5 minutos antes del comienzo de la representación, y asimismo durante los entreactos, para avisar a los privilegiados poseedores de una entrada de la cuenta atrás para que se levante el telón. La bandera de Wagner –blanca con una W roja en el centro a modo de santo y seña- ondea en lo alto de “su teatro” sólo durante el mes que dura el festival. Lo mismo ocurre con el restaurante que se abre en un lateral del coliseo, que permanece cerrado el resto del año. Como curiosidad, los asistentes a las óperas ‘wagnerianas’, que duran hasta 6 horas como ocurre con El ocaso de los dioses, pueden saciar su apetito haciendo coincidir cada plato principal con los dos entreactos habituales y dejando el postre para el final. 30


Wagner

Para los ‘wagnerianos’ la visita de Wahnfried resulta casi una experiencia religiosa al encontrar aquí desde las partituras originales de óperas como Parsifal hasta un mechón de pelo del creador de Tristán e Isolda. Las butacas del Palacio de Festivales son de madera a la antigua usanza, unos asientos deliberadamente duros para evitar la somnolencia. La obsesión de Wagner llegaba al punto de condenar a los espectadores a no moverse de su sitio una vez ubicados.

Wahnfried. Maqueta del Festpielhaus

El foso del Festspielhaus está oculto al público. Los músicos lo llaman “el abismo mítico” por lo que representa tocar en Bayreuth.

Festpielhaus. Anfiteatro

Neues SchloB (Palacio Nuevo). Fuente del Margrave Cristino Ernesto


Bayreuth

Qué visitar. Top 5 Los 5 lugares que hay que visitar

Haus Wahnfried. Hall

1. Haus Wahnfried, Museo Wagner (Richard-Wagnerstrasse, 48). Wahnfried (“La paz de los tormentos”) es el nombre de la gran mansión que Wagner se hizo construir en 1872 en Bayreuth. En ella se exponen numerosos recuerdos del compositor, entre los que destacan su gran biblioteca con más de 2.000 libros y un gran piano de cola, regalo de la marca Steinway & Sons poco antes de su muerte. 2. Festspielhaus, Palacio de los Festivales (al final de la Siegfried-Wagnerallee). Construido entre 1872 y 1876 a partir de dibujos del propio Wagner. Con una capacidad para 1.900 espectadores, su mayor peculiaridad es que el foso para la orquesta es invisible para el público. También es famoso por su acústica, reconocida universalmente como la mejor caja de resonancia musical, el “stradivarius” de la operística mundial. 3. La Ópera de los Margraves (Opernstrasse, en el centro de la ciudad). Inaugurada en 1748, está considerado como uno de los teatros más hermosos de toda Europa. Su sala es una joya del barroco, en la que destacan su palco principes-

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Wagner

Markgräfliches Opernhaus (Opera de los Margraves), Vista nocturna de la fachada

co con baldaquín y sus guirnaldas de madera pintadas. Fue uno de los escenarios de la película Farinelli, un film de época sobre el célebre cantante castrato italiano. 4. Neues Schloss, Castillo Nuevo (Ludwigstrasse). En el Palacio barroco de la princesa Wilhelmine de Prusia, que reinó en la corte de Bayreuth en el siglo XVIII, se pueden visitar los aposentos situados en la primera planta, como el salón de música o el gabinete de los espejos. Recomendamos un agradable paseo por el Hofgarten, el jardín de la Corte, que se halla justo detrás. 5. Palacio Eremitage (a 4 km al este de la ciudad, dirección Weidenberg). La imagen de su “templo del sol” en forma de hemiciclo es uno de los iconos turísticos de Bayreuth por su belleza y majestuosidad. Un parque magnífico con estanque, estatuas, grutas, falsas ruinas de un teatro griego, cascadas y fuentes delirantes completa el gran atractivo del lugar. Eremitage: Palacio de verano de la ‘Margravina’ Wilhelmine 33


Bayreuth

Vidriera con busto del genial compositor. Hotel Goldener Anker

Perfil y obra del compositor

El Dios de la ópera germana

R

ichard Wagner es el paradigma del artista total de la ópera, no sólo porque además de componer la música de sus óperas asimismo escribiera el libreto en su faceta de dramaturgo y poeta, lo que ya habla a las claras de su autosuficiencia, sino también porque acabó dando la razón a su amigo/enemigo el filósofo Nieztsche, con quién mantuvo una relación de amor/ odio. No en vano, adoptó la concepción nieztscheana del mundo como propia para crear su propia doctrina del Gesamtkunstwerk, o “arte total”: el artista como hipóstasis de Dios; la obra como metáfora de la Creación. Nacido en Leipzig el 22 de mayo de 1813, podría decirse que su azarosa vida y obra ya se vislumbró siendo

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un bebé. El compositor se quedó huérfano de padre cuando contaba seis meses, pero este suceso, lejos de suponer una rémora para su biografí­a, fue clave para su vocación musical. La razón de ello es que su madre volvió a casarse a comienzos de 1814 con el actor y pintor Ludwig Geller, que Richard creyó siempre que era su verdadero padre. Sin entrar en la duda de que fuera o no su padre biológico, lo cierto es que su padre adoptivo le inculcó el amor por el teatro y se preocupó especialmente por su educación, dando pábulo a la especulación sobre la paternidad real del que era el menor de nueve hermanos. Se ha escrito que para encontrar un ejemplo de similar parangón en cuanto a ambición y egolatrí­a, habrí­ a que pensar en nombres como los de Julio César o Napoleón. Y, efectivamente, este “emperador de la ópera” era Mathilde Wesendonck, esposa de Otto egocéntrico, rasgo de Wesendonck, mecenas de Wagner su personalidad que trasladaba al carácter fuertemente utilitario de sus relaciones sentimentales, como queda patente en su idilio con Mathilde Wesendonck, la esposa de su protector suizo durante su estancia en Lucerna. No sólo traicionó a su benefactor, sino que su amor por Mathilde fue en realidad una fabulación romántica que precisaba para escribir el libreto de su ópera Tristán e Isolda (“Tú estás destinada a la muerte para darme la vida”, le espeta), separándose de ella una vez concluida la obra. Tras estrenar consecutivamente en Dresde sus óperas Rienzi en 1842 (con éxito), El holandés errante y Tannhäuser en 1845 (sendos fracasos), y Lohengrin en 1848 (con triunfo), fue en Zurich (Suiza) donde escribió y pu-

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blicó los fundamentos teóricos de su renovadora concepción de la ópera y del arte en general: El arte y la revolución (1849), La obra de arte del porvenir (1850) y Ópera y drama (1851). Serí­a a partir de esta visión cuando comienza a idear la composición de lo que con el tiempo se convertirá en su celebérrima tetralogí­a Der Ring des Nibelungen (El Anillo del Nibelungo), que no finalizará hasta un cuarto de siglo después. Otro romance amoroso marcarí­a un antes y un después en su vida y en su producción operí­stica: la relación afectiva con Cosima Liszt (1837-1930), hija favorita del compositor y pianista Franz Liszt, a la sazón esposa de su admirador, amigo e intérprete Hans von Bülow, por cierto el director de orquesta que estrenó su ópera Tristán e Isolda el 10 de junio de 1865 en el Teatro de la Corte de Munich. Cosima se divorció de Von Bülow y finalmente se casó con Wagner en Cosima Liszt, hija de Franz Liszt y se1870, después de ha- gunda esposa de Wagner ber tenido ya tres hijos con él: Isolda (1865-1921), Eva (1867-1943) y Sigfrido (1869-1930). El mecenazgo del monarca Luis II de Baviera, ferviente admirador de sus óperas, le llevó a instalarse en Munich casi a cuerpo de rey, en la etapa más feliz de su vida por el reconocimiento artí­stico y el bienestar económico, aspecto éste que siempre la habí­a traí­do de cabeza. Pese a que Wagner llegó incluso a nacionalizarse bávaro, las envidias de la corte le obligaron a abandonar Munich en 1866 e instalarse en Tribschen, cerca de Lucerna, con Cosima y la pequeña Isolda. Fue allí­donde concluyó Sigfrido, Die Götterdämmerung (El crepúsculo de los dioses) y Los Maestros cantores de Nuremberg. Serí­a a partir de 1872 cuando se instala en Bayreuth y pone

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la primera piedra del Festspielhaus, el teatro-templo destinado en exclusiva a las representaciones de sus óperas, cuya construcción financiarí­a el rey Luis II con 75.000 marcos de aquella época. En 1876 por fin tuvo lugar la solemne inauguración del coliseo de Bayreuth, a la que asistieron Luis II y el kaiser Guillermo I, con el estreno del ciclo í­ntegro de El Anillo del Nibelungo. Entre 1877 y 1882, Wagner se afanó en esa sí­ Luis II de Baviera, con 20 años. 1865 ntesis de sus convicciones dramáticas y musicales que es Parsifal, cuyo estreno aconteció el 26 de julio de 1882 con dieciséis representaciones consecutivas en Bayreuth. Wagner fallecerí­a poco después, el 13 de febrero de 1883, a causa de una insuficiencia cardí­aca que le sobrevino en el palacio Vendramin Calergi de Venecia, adonde se habí­a trasladado a vivir con su mujer y sus tres hijos. Incluso su muerte en un suntuoso palazzo sobre el Gran Canal es digna de un “rey de la ópera” como Wagner, cuyos funerales se realiSigfrido, el héroe de la zaron cinco dí­as después en Ba“Tetralogía” de Wagner yreuth, antes de ser enterrado en el jardí­n de Villa Wahnfried. Desde entonces, su tumba es meca de peregrinación de todos los “wagnerianos” del mundo, que le veneran como un auténtico Dios de la ópera germana.

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Bayreuth

Festival de Bayreuth 10 años de espera para una entrada

C

uando cada 25 de julio se levanta el telón en el Palacio de Festivales consagrado al culto de Wagner, muchos de los afortunados espectadores que están allí presentes habrán tenido que esperar una media de siete a ocho años para conseguir su entrada. Esto es lógico si se piensa que sólo se ponen a la venta unas 60.000 localidades al año y hay quienes se abonan para varias temporadas seguidas. No obstante, las cifras de Bayreuth son realmente espectaculares. Si multiplicamos el aforo del Festspielhaus (1.925 localidades) por el número de representaciones que ofrece el festival (30 este año, como de costumbre), el resultado da un número total de 57.750 espectadores cada verano. Si esta cantidad, de por sí impresionante, se multiplica por diez –los años de espera-, se obtiene el número real de la demanda de entradas: ¡577.500 personas cada año. Muchos de los melómanos que no han logrado billetes, cuyos precios oscilan entre 250 euros la entrada más cara y 50 euros la más barata, no se resignan a quedarse en sus casas y emprenden el “Camino de Bayreuth” como si se tratara de una peregrinación en busca del jubileo ‘wagneriano’. Son ellos los famosos “Suche karte!”

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Wagner

(“¡Busco entrada!”), una imploración que se repite cada año por las mismas fechas del estío. Prototipo de los festivales culturales europeos, este evento anual consagrado a Richard Wagner celebró su edición número 100 en 2011, siendo dirigido en la actualidad con mano férrea por las bisnietas del compositor, Katharina y Eva Wagner, que defienden el culto a su repertorio sin renunciar a los nuevos públicos. Ambas hermanastras son hijas del nieto del compositor, el ya fallecido Wolfgang Wagner, que dirigió el Festival desde 1951 (a partir de 1966, en solitario). En conmemoración del bicentenario del nacimiento de Richard Wagner en 2013, el director Vasily Petrenko pasará a la historia por dirigir la monumental tetralogía de El Anillo del Nibelungo.

Información y reservas Festival de Bayreuth. Tel.: +49 (0) 921 7878 0 www.bayreuther-festspiele.de. Hay varias formas de conseguir las entradas, normalmente a la venta ya en octubre. -Vía oficial lenta (unos 10 años). Hay que solicitar por escrito una entrada. La petición se debe renovar cada año con una carta enviada por correo, aunque desde 2011 también se puede enviar por Internet. Antes se conseguía en cinco años, después en siete años y, ahora, en no menos de diez. El precio rondará los 200 euros. -Vía oficial rápida (dos años). Hacerse amigo del festival. Cuesta más de 400 euros el primer año, y luego, 200 cada uno más; la entrada se consigue al segundo año, al tercero, no, y al cuarto, sí. -Vía clubes operísticos (al momento). Hay agencias que aseguran una entrada, pero a precios desorbitados: unos 1.500 euros…

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Bayreuth

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Wagner

Palacio del Festival, circa 1895

Palacio de los Festivales El “stradivarius” de la operística mundial

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l Palacio de los Festivales fue construido a partir de dibujos del propio Wagner entre 1872 y 1876. Con una capacidad para 1.900 espectadores, su mayor peculiaridad es que el foso para la orquesta es invisible para el público. Este gran tesoro de la iconografía wagneriana es asimismo famoso por su acústica, reconocida universalmente como la mejor caja de resonancia musical, el “stradivarius” de la operística mundial. Tras la clausura del célebre festival anual, la ciudad de Wagner recobra esa atmósfera calmada que tanto fascinó al compositor cuando en 1871 decidió instalarse en ella. Su legado e impronta artística ha quedado inmortal para la posterioridad. Y es que en Bayreuth todo rezuma Wagner. Farmacias que se llaman Parsifal, tiendas con nombres como Lohengrin, restaurantes significativamente denominados Los maestros cantores, Walhall o Venusberg, y calles como la Franz Liszt (suegro de Wagner), Cosima LisztWagner o Hans Knappertsbusch –el director wagneriano por antonomasia- marcan el entorno anímico de una ciudad por todos reconocida como el santuario de Wagner por excelencia.

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Bayreuth

Guía práctica

CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 220 101; www.lufthansa.es) vuela a Nuremberg, a unos 80 km. de Bayreuth, vía Frankfurt del Main. En el aeropuerto internacional de Nuremberg se puede conectar rápidamente en metro (línea U2) con la estación de trenes (Hauptbahnhof) de la ciudad para tomar alguno de los trenes regionales hasta Bayreuth. El corto trayecto sólo dura una hora. DÓNDE DORMIR Hotel Goldener Anker (Opernstrasse, 6; www.ankerbayreuth.de). Tel.: (00 49) (0) 921-65051. Situado muy cerca de la Ópera de los Margraves, este histórico hotel data de 1753 y en sus habitaciones y suites –todas ellas diferentes- han pernoctado personajes tan diversos como Herbert von Karajan, Thomas Mann, Patricia Highsmith o el propio rey Alfonso XIII de España. Sus propietarios, la pareja formada por Matthias Handel, que ejerce también de eficiente chef del restaurante, y su esposa Eva Graf-Handel, se esmeran en hacer la estancia de sus huéspedes lo más grata posible procurando que el trato sea más cálido y cercano que en otros alojamientos de su categoría. Durante las fechas del Festival de Bayreuth, los precios suben al tratarse de la temporada más alta. Hotel Fantaisie (Bamberger Strasse, 5, en la población de Donndorf, a las afueras de Bayreuth; www.hotel-fantaisie.de). Tel.: (00 49) (0) 921-758 64 48-0. Conserva en su estilo original la misma habitación en la que se 42


Wagner

alojó Wagner entre los meses de abril y agosto de 1872, mientras concluían las obras de su nueva morada de Wahnfried. DÓNDE COMER Eule (Kirchgasse, 8). Su nombre significa “Lechuza” en alemán y las cuatro paredes de su salón principal estás repletas de fotografías antiguas de muchos de los cantantes del festival, que lo frecuentaban para cenar después de las representaciones. Un busto de Wagner preside la estancia. En cuanto a la cocina, en su carta figuran platos croatas –su propietaria es de esta nacionalidade internacionales, pero también tiene un apartado dedicado a las especialidades de la comarca de Franconia, a la que pertenece Bayreuth, como las famosas salchichas de Nuremberg, más pequeñas y más sabrosas que las de Frankfurt. Schimmala (Kanzleistrasse, 15). Este restaurante, llamado Braunbierhaus antes de su reciente cambio de propietario, se localiza en la que se considera la casa más antigua de Bayreuth (siglo XIII). Aunque ha perdido bastante encanto tras su reforma, es una buena opción para degustar un excelente schäufele (hombro de cerdo) con las típicas patatas klossen de Bayreuth (con forma de pelota), maridado con la cerveza local Maisel’s Weisse, cuyo gusto de trigo fermentado no agrada a todos los paladares. TARJETA TURÍSTICA La Bayreuth Carte es válida durante 3 días para un adulto y dos niños menores de 15 años. Esta tarjeta turística permite utilizar los autobuses municipales, entrar a 9 museos y realizar una visita guiada de la ciudad. La tarjeta cuesta 11,50 € y se vende en la oficina de turismo. MÁS INFORMACIÓN Oficina Nacional Alemana de Turismo Tel.: 91 429 35 51 www.alemania-turismo.com

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Bayreuth

Plano del centro de Bayreuth

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Wagner

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El BerlĂ­n de

Felix

Mendelssohn



Mendelssohn

El Berlín de

Felix Mendelssohn Meca de la ópera y la música clásica

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l actual Berlín poco tiene que ver el de 1989. Incluso la famosa avenida Unter den Linden (“Bajo los Tilos”), que comienza en la Puerta de Brandeburgo y se prolonga 1,5 km hacia el este atravesando el corazón histórico de la ciudad, fue en tiempos del Muro un bulevar que llegó a perder su grandeza prusiana. Ya recuperada del trance, ha vuelto a ser el bulevar más elegante de Berlín, famoso también por albergar la Staatsoper Unter den Linden, el prestigioso coliseo de ópera que dirige el no menos celebérrimo Daniel Barenboim. La ciudad cuenta con otras dos grandes óperas: la cercana Ópera Cómica en Behrenstrasse 55-57 y la Ópera Alemana en Charlottenburg. No en balde, Berlín es una ciudad melómana por excelencia y su célebre Philarmonie, una de las mecas de la música clásica. No habría que irse nunca sin escuchar un concierto de la Filarmónica Felix Mendelssohn Bartholdi de Berlín (a poder ser bajo la batuta de su actual director titular, el británico Sir Simon Rattle) en su Sala Grande, un auditorio octogonal elogiado por su excepcional acústica. Por algo está considerada la mejor orquesta filarmónica del mundo, que justifica su lema de “128 virtuosos, 1 orquesta”. Otra memorable sala de conciertos es la Konzerthaus, cuyo magnífico edificio diseñado por Schinkel dominando la elegante plaza de Gendarmenmarkt ya impresiona por su gran escalinata y su pórtico jónico. Aquí también se instala un mercado anual de instrumentos musicales durante el Festival de Música Antigua, a mediados de octubre, que atrae a luthiers europeos reunidos para la ocasión. 49


Berlín

Puerta de Brandenburgo

La capital de la Nueva Europa El 9 de noviembre de 2014 se cumplirán 25 años de la histórica caída del Muro de Berlín, que propició la reunificación de Alemania, de la que también se cumplirán 25 años en 2015. La moderna capital de la nación se ha convertido en una de las urbes de arquitectura más vanguardista del mundo, a la vez que en la ciudad de referencia en cuanto a las últimas tendencias artísticas, culturales y de estilo de vida. Con iconos como el de la futurista cúpula del Reichstag y el empuje de creadores llegados de todas partes del mundo, esta metrópolis del siglo XXI por excelencia ha conseguido posicionarse como la capital de la Nueva Europa en un tiempo récord desde la caída del Muro.

Exposición temporal en memoria del muro en Postdamer Platz


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Mendelssohn

or unos instantes, adentrarse y mimetizarse con el nuevo Berlín lleva a trasladarse a una ciudad futurista digna de Metrópolis, filme alemán del director Fritz Lang. La trama de esta película de ciencia-ficción se desarrolla en el año 2026, en una ciudad-estado de enormes proporciones llamada Metrópolis, con grandes rascacielos. A Fritz Lang le gustaba recordar que la historia de este filme estrenado en 1927 nació en su viaje a Estados Unidos, en octubre de 1924, viendo desde su barco en la noche ante el puerto de Nueva York los rascacielos de la ciudad y las calles iluminadas. Una inspiración parecida podría sentir en Berlín casi cien años después, maravillándose al observar la cúpula de cristal sobre vigas de acero que parece flotar sobre el Sony Center, un conjunto de innovadores edificios inaugurados en la Potsdamer Platz en el año 2000. El Festival Internacional de Cine de Berlín (la famosa Berlinale con sus máximos premios en forma de Oso de Oro), que se celebra en febrero, puede ser una exLa metrópolis germana cusa perfecta para descubrir una representa en la actuaauténtica “metrópolis de cine”, lidad el gran faro del no sólo recorriendo los escenarios continente como vigía reales de filmes tan taquilleros de las últimas tendencomo Good Bye Lenin! o La vida de cias en arquitectura, los otros, sino los propios monuarte, diseño y vanmentos y edificios emblemáticos guardias culturales. de la ciudad iluminados por arte y magia del Festival de las Luces, que se celebra anualmente en la segunda quincena de octubre. El moderno Museo del Cine, para también rendir homenaje a la principal estrella del mismo, la mítica actriz berlinesa Marlene Dietrich, es otra de las visitas obligadas de este “Berlín de película”, pero lo realmente fantástico es la mutación que ha sufrido la metrópolis alemana tras la caída del Muro en 1989. Su moderna arquitectura, y el hecho de posicionarse como crisol de vanguardias culturales y plataforma de artistas plásticos llegados de todos los puntos del planeta para respirar su ambiente de libertad a la búsqueda de inspiración, recuerda al Nueva York de los 80 como laboratorio de las últimas tendencias en moda, arte, diseño o música, e incluso al Madrid de la misma década en relación a la movida y al clima de apertura y experimentación. La nueva capital de la Alemania reunificada tras la caída del “Muro de la vergüenza” el histórico 9 de noviembre de 1989, se ha transfigurado en una ciudad efervescente que mira al futuro con el empuje y vigor de quién se quiere comer el esférico mundo a bocados, como si fuera una gran y apetitosa manzana. 51


Berlín

Esta transformación resulta realmente increíble si tenemos en cuenta que hasta hace solamente 20 años el Muro rodeó Berlín Oeste a lo largo de 161 km desde que fuera levantado en la noche del 13 de agosto de 1961. Fueron 28 años en los que un dispositivo de vigilancia integrado por miradores, alambres de espino y perros policías acechaba para que ningún ciudadano del Berlín Este se pasara al otro bando. Esta brutal transformación queda totalmente plasmada al admirar el nuevo icono de Berlín, el edificio del Reichstag (Parlamento alemán) con su futurista cúpula de cristal (ya famosa obra del arquitecto británico Norman Foster), o el puente sobre el río Spree uniendo los edificios Löbe y Lüders de la Cancillería Federal, en el nuevo Barrio del Gobierno. No obstante, la visión moderna del Berlín del siglo XXI da que pensar al contemplar tan cerca del Reichstag el Memorial “Berlin Ebertstrasse”, que recuerda a las víctimas que murieron intentando cruzar el río Spree para escapar de la RDA, trepando el Muro y saltando al escalofriante río, Reichstag repleto de botes y controles desde torres de vigilancia. Se calcula que así perecieron 239 personas entre 1961 y 1989. A este respecto, una de las visitas recomendables para conocer todo lo que conllevó die Mauer (el Muro) es precisamente el Museo del Muro, cuyo aspecto más curioso quizá sea la exposición de todos los medios ideados para “superar el obstáculo”, incluidos ultraligeros, globos aerostáticos y hasta un submarino… Lo llamativo es que casi todos los objetos y ejemplos expuestos están basados en casos reales famosos de personas que lograron burlar las medidas de seguridad, como quién lo hizo escondido entre dos tablas de surf. 52


Potsdamer Platz

Potsdamer Platz: la metrópolis del siglo XXI

E

l paradigma del nuevo Berlín es, sin duda, el impresionante conjunto arquitectónico de Potsdamer Platz, levantado en unos terrenos que quedaron separados por el Muro. De hecho, todavía quedan algunos trozos del mismo en los alrededores fundiéndose con los rascacielos de la plaza, y convertidos en improvisados soportes de arte popular en los que muchos viandantes dejan su huella de una u otra forma. Desgraciadamente, algunos insensatos incluso pegando chicles. Potsdamer Platz ha sufrido en las dos últimas décadas un cambio radical de aspecto, pues de ser una zona completamente desolada ha pasado a convertirse en uno de los barrios más chic y moderEl paradigma del nuenos de Berlín, con una febril activo Berlín es el imvidad de negocios por el día y de presionante conjunocio cuando cae la noche. to arquitectónico de En la década de 1990 la fiebre Potsdamer Platz, levantado en unos terreconstructiva de la reunificación nos que quedaron seabarrotó la plaza de grúas para parados por el Muro poner en pie las obras y proyectos de los mejores arquitectos del mundo, como Renzo Piano (artífice del complejo de DaimlerChrysler), Richard Rodgers, Arata Isozaki o el español Rafael Moneo. Además de los rascacielos de la propia plaza, otro nuevo emblema de Berlín lo constituye el conjunto de innovadores edificios que conforman el Sony Center, inaugurado en el año 2000 según el proyecto de Helmut Jahn. Agrupados alrededor de un foro, la cúpula de cristal que cubre el espacio público interior, apoyada sobre vigas de acero, parece flotar sobre el 53


Berlín

conjunto. Aquí se halla el Museo del Cine, cuya estrella indiscutible es la mítica actriz berlinesa Marlene Dietrich. Las construcciones vanguardistas no se limitan a la zona de Potsdamer Platz, pues mención aparte merece el edificio del Museo Judío en el multicultural barrio de Kreuzberg, Puente sobre el rio Spree, uniendo los edificios Löbe antaño zona pre- y Lüders de la Cancilleria Federal ferida de la movida berlinesa del 68, más tarde del movimiento okupa, y actualmente más aburguesada merced a los nuevos ricos que residen en su parte occidental. Obra del arquitecto norteamericano Daniel Libeskind, el impresionante edificio del Museo Judío supone casi una metáfora tridimensional de la tortuosa historia de este pueblo. Su angulosa fachada tiene la forma de estrella de David quebrada a la mitad, con muros revestidos de zinc plateado y rasgadas aberturas en lugar de ventanas para acentuar la opresión sufrida por los judíos alemanes, cuya contribución a la cultura y otros campos se expone en el interior. Desde su inauguración en 2001, recibe cada año a más de cuatro millones de visitantes.

Kreuzberg: Checkpoint Charlie y The Mortal Kiss

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l barrio de Kreuzberg es propicio para saborear las dos especialidades de comida rápida preferidas por los berlineses de a pie en los típicos Imbiss (puestos callejeros). Una de ellas es la Currywurst, una salchicha cortada en rodajas, bañada en ketchup y con curry por encima, todo un manjar culinario si tenemos en cuenta la cola que se forma para degustarlas en Curry 36 (Mehringdamm 36), en la parte occidental de Kreuzberg. Por el contrario, la zona oriental del barrio, conocida por ser el centro neurálgico de la comunidad turca en Berlín (el “pequeño Estambul”), es el reino del Döoner Kebab, la ya internacional pita rellena de carne de cordero a tiras aliñada con salsa de yogur y ajo. 54


Mendelssohn

Marlene Dietrich. Museo de cera

Museo del muro

Museo del cine

El chef Gordon W del restaurante W Imbiss


Berlín

Además de coloristas mercados y restaurantes étnicos como Hasir (Adalbertstrase 12), especializado en delicias turcas, es en el Kreuzberg oriental donde se localizan dos de los puntos cruciales que recuerdan la historia reciente de la ciudad: el Checkpoint Charlie y la East Side Gallery. El primero es un símbolo de la Gue- Checkpoint Charlie visto desde el Mauermuseum rra Fría y el más famoso de los pasos fronterizos entre el Berlín oriental y el occidental, un lugar en el que los tanques americanos y rusos enfrentaron sus cañones en 1961, poniendo al mundo al borde de una Tercera Guerra Mundial. A modo de recuerdo, en plena calle Friedrichstrasse se conserva una réplica de la garita original del ejército americano y del famoso rótulo que advierte en varios idiomas “Está saliendo del sector americano”. La segunda es la galería de arte al aire libre más grande del mundo, ya que se trata del tramo del Muro más largo (1,3 km en la Mühlenstrasse, paralela al East Side Gallery curso del Spree) y mejor conservado, en el que más de 100 artistas de 21 países han pintado murales y graffitis que ya forman parte de la historia. Los dos más significativos son los titulados Test the Best (Prueba lo mejor), de Birgit Kinder, que muestra un coche Trabant atravesando el muro, y The Mortal Kiss (El beso mortal), de Dimitrij Vrubel, con el famoso beso en la boca entre Leonid Brezhnev y Erich Honecker, los mandatarios de la U.R.S.S. y de la RDA en la época del Muro. 56


Mitte: de Tiergarten a la Isla de los Museos

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ue otro dignatario, en este caso el ex presidente norteamericano Ronald Reagan, quién pronunció la histórica frase “¡Señor Gorbachev, derribe ese muro!”. Ocurrió en junio de 1987 durante un discurso pronunciado frente a la Puerta de Brandeburgo. Dos años y cinco meses después el Muro por fin cayó y la célebre puerta, durante mucho tiempo símbolo de la división, se convirtió en el estandarte de la reunificación alemana. Ahora son muchas estatuas humanas con uniforme militar de la época las que se congregan aquí como reclamo para que los turistas se hagan la foto de rigor ante la histórica Puerta. Justo al este de donde se sitúa esta joya de la arquitectura neoclásica, coronada por su imponente cuadriga de bronce con la alada diosa de la Victoria a las riendas, comienza el parque del Tiergarten, el gran pulmón verde de la ciudad. Tie rgar te n, cuya traducción literal es “jardín de los animales”, fue en su origen una reserva de caza con lagos y bosques poblados de ciervos. Es el perfecto Isla de los museos remanso para descansar del empacho arquitectónico de Potsdamer Platz o del recorrido en Kreuzberg. Para ello, nada mejor que beberse una jarra de cerveza y reponer fuerzas en la terraza del Café Am Neuen See a orillas del lago, una de las más populares de Berlín cuando acompaña el buen tiempo. Sólo así podremos recuperarnos para afrontar tres de las visitas inexcusables de todo viaje cultural a Berlín: el Museo de Pérgamo, el Altes Museum (Museo Antiguo) y el Neues Museum (Museo Nuevo). Estos tres museos están situados en la isla del río Spree, conocida como la “Isla de los Museos” por integrar cinco museos de historia y arte, lo que le valió ser declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999. El primero aglutina tesoros del mundo antiguo como el Altar de Pérgamo, mientras que el segundo reúne una de las colecciones de arte egipcio más completas, exponiendo hasta hace poco el famoso Busto de Nefertiti, que ahora ha pasado al Neues Museum tras su reinauguración el pasado 16 de octubre.


Museo de Pérgamo

En el mismo céntrico barrio de Mitte, en Alexanderplatz, la Torre de Televisión, de 368 metros de altura, pudiéndose subir en ascensor hasta las plataformas acristaladas situadas a 203 metros, es el mejor mirador de la metrópolis. Unos metros más arriba, no hay que perder la oportunidad de almorzar o cenar en su restaurante giratorio, que da un giro completo cada media hora. Otra experiencia emocionante es la que reserva el viaje en el ascensor de cristal por el AquaDom, el enorme tanque cilíndrico de 25 metros de altura que contiene un millón de litros de agua con peces tropicales de todos los colores. La amalgama de creadores venidos ex profeso de todas partes del mundo o la oferta de “lo últiMuseo de Pérgamo mo de lo último” en cuanto a propuestas de ocio como alojamiento en Kunsthotels (hoteles artísticos), diseñados por artistas, o circuitos especializados como los del Gastro-Rallye (+ info en la Guía Práctica), hacen de Berlín una ciudad única. Si en lo económico tradicionalmente se dice que Alemania es la locomotora de Europa, no cabe duda de que la metrópolis germana representa en la actualidad el gran faro del continente como vigía de las últimas tendencias en lo relativo a arquitectura, arte, diseño y vanguardias culturales. Y es que más de veinte años después de la caída del Muro, Berlín se ha transformado en una ciudad de referencia, y ya puede hablarse de ella como la capital de la Nueva Europa por innovación y excelencia. 58


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Nefertiti. Nuevo museo

Museo antiguo

Museo antiguo



Mendelssohn

Qué visitar. Top 10 Los 10 lugares imprescindibles alrededor del muro

Puerta de Brandenburgo

1. Mauerpark. En el Parque del Muro, situado al lado de la Max-Schmeling-Halle y el Estadio deportivo Jahn-Sportpark, se encuentran restos del Muro con pintadas realizadas por artistas, siendo también un buen lugar para descansar y relajarse (Estación de U-Bahn-Metro: Eberswalder Str., de la línea U2). 2. Reichstag y Barrio del Gobierno. El Parlamento Alemán se ha convertido en uno de los iconos el nuevo Berlín del siglo XXI gracias a la vanguardista cúpula de cristal que proyectó el arquitecto británico Sir Norman Foster, desde cuya azotea se disfruta de una vista de 360º sobre la capital alemana. En el moderno complejo parlamentario, situado en el curso del río Spree, se halla asimismo la Cancillería Federal. 3. Puerta de Brandenburgo y Tiergarten. La Puerta de Brandenburgo es uno de los principales símbolos tanto de la Guerra Fría como de la ciudad y de la propia Alemania. Está coronada por una gran escultura de la diosa de la Victoria que montada en su cuádriga trae la paz a la ciudad. Desde aquí se puede comenzar ya un paseo por el Tiergarten, “el pulmón verde de Berlín”. 61


Berlín

4. Monumento Conmemorativo del Holocausto. En pleno corazón de Berlín, nos encontramos con el impresionante Monumento a las Víctimas del Holocausto, formado por 2.711 bloques de hormigón, con una media de 8 toneladas de peso cada uno.

Monumento a las victimas del Holocausto

5. Potsdamer Platz. La Plaza de Potsdam es el principal símbolo del Berlín del siglo XXI por el impresionante conjunto arquitectónico de rascacielos de cristal, en los que se han instalado las empresas multinacionales. ElDaimlerChrysler-Quartier y el Sony Center se disputan la primacía del interés de los visitantes. 6. Checkpoint Charlie y Museo del Muro (Mauermuseum). Este punto es el más famoso de los pasos fronterizos entre los sectores de los Aliados y la Unión Soviética. Ubicado junto al Checkpoint Charlie, el Mauermuseum es un museo dedicado al Muro que expone multitud de objetos relacionados con el escapismo en la antigua RDA (www.mauermuseum.de). 7. East-Side-Gallery. Con una longitud de 1,3 km., desde 1990 es la galería al aire libre más grande del mundo. Más de 100 artistas de 21 países han pintado sobre los restos más grandes y mejor conservados del Muro, mostrando el cambio político en Alemania entre los años 1989/90. Estación de S-Bahn: Ostbahnhof.

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Mendelssohn

8. Museo de la RDA (DDR Museum). En este interesante museo se pueden ver curiosidades, objetos y una recreación de cómo se vivía en el Este antes de la caída del Muro. Karl-Liebknecht -trasse 1; www.ddr-museum.de

Museo de la RDA

9. Museo de Pérgamo (Pergamon Museum) y Museo Antiguo (Altes Museum). Emplazados en la conocida “Isla de los Museos”, ambos son visita imprescindible por la importancia de sus colecciones. El primero aglutina tesoros del mundo antiguo como el Altar de Pérgamo o la puerta azul brillante de Ishtar, mientras que el segundo reúne una Museo de Pérgamo de las colecciones de arte egipcio más completas, exponiendo hasta este mismo mes el famoso Busto de Nefertiti, que ahora pasará al Neues Museum tras su reinauguración en octubre de 2009. 10. Nueva Galería Nacional. Una visita imprescindible para los amantes de la pintura moderna, además de hallarse en un imponente edificio en la zona del Kulturforum. En la acristalada Neue Nationalgalerie se expone arte europeo del siglo XX, con obras de Picasso, Munch o Klee en su colección permanente.

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Berlín

Las 4 visitas melómanas imprescindibles Philarmonie (Filarmónica). Una visita imprescindible para los melómanos, además de hallarse en un imponente edificio en la zona del Kulturforum. Se trata de la prestigiosa sede de la Filarmónica de Berlín, entre cuyos históricos directores figura el mítico Herbert von Karajan en el pasado y Sir Simon Rattle en el presente, disfrutando siempre de fama mundial como una de las mejores orquestas filarmónicas del mundo (“128 virtuosos, 1 orquesta” es su lema de cabecera). Por supuesto, no hay que irse de Berlín sin escuchar un concierto en su Sala Grande, un auditorio octogonal elogiado por su excepcional acústica, que fue diseñado por Hans Sharoun y terminado en 1963. Philarmonie. Herbert-von-Karajan Strasse 1. Visitas guiadas: de lunes a domingo, a las 13 h., en alemán e inglés. www.berliner-philharmoniker.de. Museo de Instrumentos Musicales. Además de un concierto en la Philarmonie, los melómanos no deben perderse el Museo de Instrumentos de Música que se encuentra justo detrás de la sala de conciertos y que expone, entre sus casi 3500 instrumentos, un clavicémbalo de Johann Sebastian Bach y la flauta de Federico el GranMuseo de instrumentos de. El mejor día para visitarlo musicales es el sábado por la mañana, pues a las 12 horas se puede escuchar el magnífico sonido del enorme órgano Wurlitzer. Musikinstrumenten-Museum. Tiergartenstrasse 1. Martes-Viernes, de 9 a 17 h.; Jueves, de 9 a 22 h.; y Sábados-Domingos, de 10 a 17 h. www.mim-berlin.de. 64


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Staatsoper “Unter den Linden”. El edificio de la Ópera del Estado “Bajo los Tilos” se halla al este de la Bebelsplatz, siendo proyectado como ópera de la corte por Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff entre 1741 y 1743, destruido durante la Segunda Guerra Mundial, y restaurado entre 1950 y 1955. Se trata de una de las obras neoclásicas más antiguas de la ciudad, gozando de gran prestigio internacional sus temporadas de ópera, que incluye producciones propias de gran reputación. Desde 1992 está bajo la dirección musical del maestro Daniel Barenboim, al frente de la orquesta Staatskapelle Berlin. Staatsoper “Unter den Linden”. Unter den Linden 5-7. www.staatsoper-berlin.de. Konzerthaus (Auditorio). Su impresionante edificio preside la Gendarmenmarkt, la plaza más elegante del centro de Berlín, flanqueado por dos templos protestantes casi gemelos: la Iglesia evangélica luterana alemana y la Iglesia reformada francesa. Se trata de una obra maestra del arquitecto Kart Friedrich Schinkel, que se construyó sobre otro edificio anterior de Carl Gotthard Langhaus. En su origen funcionó como teatro y se llamaba Schauspielhaus, constando de tres volúmenes: una escalinata, un pórtico jónico y un frontón. El interior fue convertido en un moderno auditorio, lo que conllevó el cambio de nombre en 1984. Hoy se pueden escuchar conciertos de música sinfónica Konzerthaus en la sala grande y música de cámara en una sala más pequeña. Konzerthaus. Gendarmenmarkt 3-4. www.konzerthaus.de. Por las tardes hay una visita guiada de 30 minutos, en fechas y horarios que deben ser confirmados por los interesados.

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Berlín

Felix Mendelssohn. Acuarela de James Warren Childe, 1830

Perfil y obra del compositor

“Clásico entre los románticos y romántico entre los clásicos”

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la hora de explicar las características compositivas de Felix Mendelssohn (Hamburgo, 1809 – Leipzig, 1847), habría que hablar de un tópico como el que afirma que era “el más clásico entre los románticos y el más romántico entre los clásicos”. Aunque algunos críticos resaltan su faceta decididamente 66


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Acuarela de Felix Mendelssohn

romántica, pues romántico fue el tiempo en el que vivió y románticos algunos de los temas sobre los que se inspiró - frecuentemente literarios o emanados de la contemplación del paisaje, que él mismo a veces pintaba con sus lápices o acuarelas-, lo cierto es que veneró al mayor genio del clasicismo, Johann Sebastian Bach, y fue él quién rescató su Pasión según San Mateo en un concierto memorable que dirigió en la Singakademie de Berlín en 1829, amén de haber propiciado que se le reconociera para la posterioridad con un busto en Mendelssohn a las 12 años Leipzig, recaudando fondos para ello con la orquesta de la Gewandhaus en el período en que fue su director musical. Nacido en Hamburgo, Felix Mendelssohn-Bartholdy se educó y formó como músico en Berlín, respondiendo de inmediato al canon de niño prodigio de la música, lo que le llevó pronto a ser comparado con Mozart por

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su precocidad. Su padre (Abraham) era un acaudalado banquero judío que decidió abrazar la fe luterana (la religión oficial de Prusia) junto a su esposa Lea y sus cuatro hijos en 1816, después de haber trasladado la sede del banco y el domicilio familiar de Hamburgo a Berlín en 1811, cuando Felix tenía dos años. Tanto él como su hermana mayor Fanny recibieron clases de piano de la mano del afamado pianista Ludwig Berger, y de composición a cargo del pedagogo Carl Friedrich Zelter. Sus primeras composiciones juveniles ya asombraron a eminencias como Heine o Humboldt, habituales en la casa familiar de la Leipzigerstrasse de Berlín. Fue el propio Robert Schumann, con quién le unió una profunda amistad, el que lo definió como “el Mozart del siglo XIX”, pues en vano se sentó por primera vez ante un piano a los tres años, a los nueve años ofreció su primer concierto de piano en público y a los diecisiete ya había compuesto su primera gran obra, la obertura para El sueño de una noche de verano. Las sinfonías, en número de cinco, fueron su fuerte, habiendo pasado a la his- Fanny Mendelssohn Hensel toria singularmente por la tercera y la cuarta, conocidas como la “Escocesa” y la “Italiana”, aunque no menos importante puede considerarse la Sinfonía número 2, “Himno de alabanza”. Su amigo Schumann se sintió en el paraíso cuando escuchó a coro, solistas y orquesta acometiendo su quinto movimiento, la cantata: “Aquella música era como lanzar la mirada a un cielo cuajado de madonnas de Rafael”, escribió el también pianista y compositor alemán. En 1841, el rey de Prusia, Federico Guillermo IV, le ofreció dirigir toda la música de Berlín, desde la ense-

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La Ópera en Unter den linden

ñanza en el conservatorio a la Opera Unter den Linden, aceptando este cargo de Kapellmeister. Amén de su tarea como compositor -79 obras editadas en vida y casi medio centenar póstumas- Felix Mendelssohn fue un eficiente gestor de conservatorios -en abril de 1843 inauguró el Conservatorio de Leipzig- y contribuyó decisivamente a la evolución de la música otorgando al director de orquesta el papel que posee hoy. Por eso resulta una lástima que su Marcha nupcial sea la pieza más popular, prodigada en toda clase de bodas, de este músico prodigioso que compuso obras tan geniales como el Concier- Federico Guillermo IV de Prusia. 1847 to para violín y orquesta en Mi menor o el oratorio Elías, estrenado un año antes de su muerte. Aunque falleció en Leipzig en 1847, fue enterrado junto a su querida hermana Fanny en el cementerio Dreifaltigkeitsfriedhof de Berlín.

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Musikfest Berlin

Capital mundial de la música clásica

Filarmónica de Berlín

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l Musikfest Berlin, el gran festival de música de orquesta de la institución Berliner Festspiele (Festivales de Berlín), es junto con Salzburgo, Lucerna y Bayreuth, uno de los festivales musicales más destacados de Europa. Surgido de la larga tradición de los Berliner Festwochen (Semanas Festivas de Berlín) y organizado en cooperación con la Stiftung Berliner Philharmoniker (Fundación de los Filarmónicos de Berlín), el “Musikfest Berlin” inaugura la temporada de conciertos de Berlín a principios de septiembre. El festival presenta, al lado de las grandes orquestas sinfónicas de la capital alemana, numerosas orquestas de alto nivel, conjuntos musicales, compositores, directores de orquesta y solistas de la escena de música internacional. Musikfest Berlin. En los auditorios de la Philarmonie (Filarmónica) y Haus der Festspiele (Casa de los Festivales), durante las tres primeras semanas de septiembre. www.berlinerfestspiele.de.

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El Festival de las Luces

Catedral de Berlín durante el Festival de las luces

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s otro festival reseñable para hacer coincidir un viaje a Berlín, teniendo en cuenta que coincide con el arranque de las temporadas de música clásica y ópera en la capital alemana. Durante casi dos semanas, el Festival de las Luces llena con encanto, noche a noche, la metrópoli a las orillas del río Spree. Después de la puesta del sol se ponen en marcha ingeniosas instalaciones de luz. Cada año acuden más de un millón de visitantes para ver los más de 50 edificios y monumentos característicos iluminados, los cuales disfrutan de los alrededor de 60 eventos del festival. Visitas guiadas denominadas “lightseeing-tours”, que se pueden hacer en bus, barco o velo- Festival de las luces Puertaxi, llevan directamente a las ta de Brandenburgo instalaciones de arte de luces. Los momentos culminantes del festival son el show de inauguración y el gran espectáculo de fuegos artificiales de la clausura. Los visitantes del festival pueden votar en Internet el hotel con la iluminación más bonita. Festival of Ligths. En el centro de Berlín, durante la segunda quincena de octubre. www.festival-of-ligths.de. 71


Berlín

Guía práctica

Tour Checkpoint Charlie

CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 220 101; www.lufthansa.es) ofrece vuelos diarios a la capital alemana desde muchas ciudades españolas; algunos vuelos lo hacen vía Palma de Mallorca, Frankfurt o Múnich. Berlín cuenta con tres aeropuertos: Schönefeld (SXF), 18 km al sudeste; Tegel (TXL), a sólo 8 km al noroeste; y Tempelhof (THF), a 7 km del centro urbano. Éste último es utilizado principalmente por vuelos nacionales. Por su parte, desde el aeropuerto de Berlin-Schönefeld se llega a Alexanderplatz en 30 minutos con la línea S9 del tren (2,80 €). Otra opción es tomar un taxi (unos 30-40 €). CÓMO MOVERSE La manera más cómoda de recorrer Berlín es en transporte público. La amplia red de metro (U-Bahn), tren ligero (S-Bahn), autobuses y tranvías cubre todas las zonas. Hay 10 líneas de metro, que comparten instalaciones con los trenes de cercanías en muchas ocasiones. Las líneas de autobuses 100 y 200 permiten una primera visión general de la ciudad. Existen diversos bonos recomendables. Los de un día (Tageskarten) permiten hacer viajes ilimitados en to-

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dos los transportes públicos hasta las 3.00 h. del día siguiente, costando 5,80 € en la zona AB. Los bonos de un día para grupos (Kleingruppenkarte) de hasta cinco personas que viajan juntas cuestan 14,80 €. Los individuales de siete días (Wochenkarte) cuestan 25,40 € y son transferibles. La tarjeta Berlin WelcomeCard (www.berlin-welcomecard.com; 48/72 h.: 16,50/22 €) ofrece transporte público ilimitado dentro de la zona AB y descuentos de hasta el 50% a lugares de interés, atracciones y circuitos. Se vende en los aeropuertos, en Berlin Infostores, máquinas expendedoras de billetes de U-Bahn y S-Bahn, y en hoteles. Otra tarjeta exclusiva de museos es la SchauLust Museum Berlin, que se vende en las oficinas de turismo. Es válida durante tres días consecutivos, tiene un precio de 15 € y permite la entrada gratuita a más de 70 museos de la ciudad, entre ellos los imprescindibles Museo de Pérgamo y Museo Antiguo. DÓNDE DORMIR Maritim proArte Hotel Berlin***** (Friedrichstrasse, 151. Tel.: 00 49 (0) 30 2033-4410. www.maritim.de. Desde 205 €). Situado en pleno centro, entre la Puerta de Brandenburgo y la plaza Gendarmenmarkt, se trata de un hotel de diseño muy cercano a la espléndida avenida “Unter den Linden”, con sus elegantes tiendas, restaurantes de moda y puntos de interés cultural. NHow Berlín (Stralauer Allee, 3. Friedrichshain. www. nh-hoteles.es). Perteneciente a la cadena NH, se asoma al canal del Spree y tiene la particularidad de contar con dos estudios de grabación para registros musicales. Hoteles artísticos. Una opción alternativa es alojarse en uno de los llamados Kunsthotels (hoteles artísticos), diseñados por artistas. Uno de los más conocidos es el Propeller Island City Lodge (www.propeller-island. com), obra del excéntrico Lars Stroschen, en el que cada habitación reserva una caja de sorpresas.

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Berlín

DÓNDE COMER Gastro-Rallye. Tel.: 00 49 (030) 91 68 55 90. E-mail: info@gastro-rallye.com. Webs: www.berlinagenten.com y www.gastro-rallye.com. El fundador de este original circuito gastronómico es Henrik Tidefjärd, un joven sueco que habla perfectamente castellano al haber vivido antes en Barcelona. Sus simpáticos guías informan no sólo sobre el panorama culinario de la ciudad, sino también sobre el modo de vida típico berlinés, como la costumbre de tomar el brunch los domingos fundiendo desayuno y almuerzo, una buena excusa para reunirse con los amigos en los muchos restaurantes y cafés que lo ofrecen. El “rallye” recorre algunos de los restaurantes más modernos de Berlín, degustando un plato en cada parada. Las cenas de cuatro platos cuestan entre 65 y 125 € por persona, dependiendo de la categoría de los restaurantes que se visiten y del número de personas que formen el grupo. Es imprescindible reservar con antelación. Éstos serían cuatro de los restaurantes que se recorren con sus platos respectivos: W-Imbiss. Kastanienallee 49. Tel.: 00 49 4302 0678. www.wderimbiss.de. Su chef Gordon W cocina platos de fusión de cuatro cocinas diferentes (California, México, Italia e India), como sus famosas “pizzas verticales” o naan pizzas (pizza con base de pan indio naan) como entrante del Gastro-Rallye, en un local muy kitsch acorde con su particular personalidad. Para una buena dosis de vitaminas, hay que tomar el cóctel de manzana fresca y brotes de trigo. Vino e Libri. Torstrasse 99. Tel.: 00 49 4405 8471. www.vinoelibri.de. Este ristorante italiano, cuyo nombre homenajea a dos de los grandes activos de la civilización –el vino y los libros- en su espíritu y decoración (incluida una biblioteca al servicio de los clientes y comensales), está muy de moda con un público que abarca desde agentes de publicidad a productores artísticos, gracias a la cocina sarda de su chef Bruno y el servicio de su propia familia de Cerdeña. Aquí se toma el primer plato consistente en dos degustaciones de pasta: “Ra-

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violi con ricotta y calabaza” y “Tagliatelle con langostinos”. Zoe. Rochstrasse 1. Tel.: 00 49 2404 5635. www.zoeberlin.de. Cocina de fusión asiático-mediterránea, en un local minimalista decorado en blanco al que acude un público muy moderno. Hay dos chefs: uno se ocupa de la cocina asiática y el otro de la cocina mediterránea. Se da la particularidad añadida de que, además, imparten clases de cocina. Aquí se degusta el segundo plato, por ejemplo “Pato crujiente con verduras y salsa de ciruelas”. Maxwell. Bergstrasse 22. Tel.: 00 49 030 2807-121. www.mxwl.de. Este restaurante se encuentra en una antigua fábrica de cerveza, con una oferta gastronómica internacional y de fusión. El Gastro-Rallye concluye aquí con el postre: “Banana Brownie (Choco Parfut y Salsa de Banana)”, maridado con un vino dulce Durbacher guterwein.

GENDARMENMARKT Los restaurantes de moda En Gendarmenmarkt y las calles aledañas se encuentran algunos de los restaurantes más de moda de Berlín, como Borchardt (Französiche Strasse, 47), Lutter&Wegner (Charlottenstrasse, 56) o el Newton Bar (Charlottenstrasse, 57). Mención aparte merece Fischers Fritz (Charlottenstrasse, 49), el único restaurante con dos estrellas Michelín de la capital alemana. Entre sus platos destacan los mariscos y los pescados, especialmente el bacalao, que pueden degustarse en un elegante comedor decorado con maderas nobles como el predominante roble. Restaurante Zoe 75


Berlín

Ampelmann

QUÉ Y DÓNDE COMPRAR El más famoso de los grandes almacenes de Berlín sigue siendo KaDeWe (Tauentzienstr. 21-24; www.kadewe.de), que con sus ocho plantas y 60.000 metros cuadrados es el mayor de Europa después del Harrods de Londres. Si no se dispone de mucho tiempo, conviene ir directamente a la sexta planta para comprar alguna delicatessen en su famosa sección gourmet, que ofrece nada menos que 800 tipos de pan y 1.400 quesos diferentes. Un regalo original con un toque de nostalgia es todo lo relacionado con la imagen del Ampelmann, el célebre hombrecito del semáforo del Berlín Este. El Ampelmann tiene su propia tienda muy cerca del Museo de la RDA (DDR Museum), donde se venden muñecos, camisetas, llaveros o libros que recuerdan su figura. Ampelmann Galerie Shop. Hackesche Höfe, Patio 5. S-Bahn Hackesche Markt. MÁS INFORMACIÓN Turismo de Berlín. www.visitberlin.de. Su web ofrece información en español. Ayuntamiento de Berlín. www.berlin.de. La web metropolitana recopila datos y citas en la capital. 76


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Museo antiguo

Exposici贸n de rob贸tica en Potsdamer Platz

Gendarmenmarkt

Potsdamer Platz

Puente sobre el Spree 77


BerlĂ­n

Plano del centro de BerlĂ­n

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El Bonn de

Ludwig van

Beethoven



Beethoven

El Bonn de

Ludwig Van Beethoven Tras las huellas de Beethoven

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ra misántropo, huidizo con la gente, de carácter huraño y orgulloso. También tenía frecuentes arrebatos de cólera, siendo muy proclive a la irritabilidad. Y definitivamente, el advenimiento de la sordera ahondó en las dificultades de comunicación que ya de por sí mostraba. Su mal genio –fogoso, violento y nada condescendiente- no le granjeó especiales simpatías entre sus conciudadanos. Sin embargo, paradójicamente, Ludwig van Beethoven (Bonn 1770-Viena 1827) fue un genial músico guiado por ideales de fraternidad, justicia e igualdad humanos, los mismos que inspiraron la Revolución Francesa y la composición de su Tercera Sinfonía, subtitulada “Heroica”. Pese a su desgracia física, la música de Beethoven, junto a la de Mozart y Bach, posiblemente sean las más inmortales de la humanidad. De hecho, el compositor alemán triunfa en Internet y, por Beethoven en 1804. Joseph Willibrod ejemplo, se convirtió en el ve- Mähler. Reproducción rano de 2005 en la gran estrella de las ‘descargas’ de la Red. La emisora británica Radio 3, de la BBC, puso a disposición de la audiencia en su página web todas las sinfonías de Beethoven y la respuesta fue impresionante: 1.400.000 descargas. De lo que se deduce que el genio de Bonn es un clásico que pasa por moderno y contemporáneo. De hecho, Beethoven ha pasado a la historia como un compositor innovador adelantado a su época y, en realidad, fue el primer gran músico freelance, abominando de la posibilidad de servir a un príncipe y convirtiéndose en empresario de sí mismo para mantener su independencia y libertad de decisión sobre su obra. 83


Bonn

“El Español”

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l monumento a Beethoven en su ciudad natal, emplazado en la tranquila y peatonal Münsterplatz, se halla en pleno centro histórico de Bonn. En la estatua se le contempla con el rictus serio que le caracterizaba, pensativo, y en un momento de creación musical con un lápiz en su mano derecha y un cuaderno a modo de partitura en la izquierda. Si nos fijamos bien, en su cara de duras facciones se pueden apreciar las secuelas de una viruela que padeció en su juventud. Según las descripciones de algunos de sus biógrafos, Beethoven era moreno, de piel cetrina y muy bajo de estatura (1’58 m.), por lo que le apodaban “el español”. Desde aquí puede emprenderse un recorrido por la que fue capital de la antigua República Federal de Ale- Monumento a Beethoven en Münsterplatz mania “tras las huellas de Beethoven”, una visita guiada de 2 horas de duración que puede reservarse en la Oficina de Turismo de la ciudad, que se halla en esta misma plaza.

La forja de un sordo genial La ciudad natal de Ludwig van Beethoven (nacido en Bonn en el año 1770) homenajea a su hijo predilecto todos los años durante el mes de septiembre con la celebración del Festival Internacional de Beethoven, al que acuden músicos de fama mundial y también jóvenes talentos para interpretar las magistrales obras del célebre compositor alemán. 84


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Beethoven

l genial autor de Fidelio (su única pero magnífica ópera) nació en Bonn en el año 1770 y vivió aquí hasta 1792, antes de partir a Viena para convertirse en uno de los compositores más famosos del mundo. En la “Ruta Beethoven” se visitan lugares directamente relacionados con el artista como la Iglesia de San Remigio, donde se conserva la piedra bautismal en la que fue bautizado el 17 de diciembre de 1770. Esta parroquia se halla en Brüdergasse 8, una estrecha calle peatonal que parte de la Plaza del Mercado, donde se yergue el hermoso Ayuntamiento barroco que diseñó el arquitecto francés Leveilly. Hasta los duros bombardeos de 1944, en la Iglesia de San Remigio se había conservado el órgano que un joven Beethoven de tan sólo 10 años tocó a diario para la misa de las 6 de la mañana. Cerca de allí, en el númeIglesia de San Remigio ro 20 de la Bonngasse, la visita principal relacionada con el hijo predilecto de la ciudad la constituye su Casa Natal, en la que confluye lo que podría denominarse como “las dos mentiras de Beethoven”. Primeramente, el edificio con ventanas al exterior por el que se accede al Museo “Beethoven-Haus” no es exactamente dónde nació el hombre que elevó la música a las más altas cimas, sino que vino al mundo en la parte de atrás del mismo, en la zona habitada por familias más pobres. Y en segundo lugar, probablemente no nació el día 17 de diciembre de 1770, sino el 16 de diciembre, pues a los bebés que nacían por la tarde o por la noche no se les bautizaba hasta el día siguiente como fue su caso.

Casa-museo natal

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o cierto es que el Museo Casa Natal “Beethoven-Haus” se compone de dos casas que en su origen estaban separadas. Cuando en 1888 ambas casas fueron puestas a la venta y estaban amenazadas de ser derrumbadas, doce distinguidos ciudadanos de Bonn fundaron la Asociación Casa de Beethoven (Verein Beethoven-Haus). Estos doce prohombres de Bonn ad-


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Patio trasero del Museo casa natal de Beethoven

quirieron ambas casas y las mandaron restaurar y unir La casa natal de Beethopara hacer de ellas un muven es ahora un museo conmemorativo. A través seo donde se conserdel patio interior, en el que van desde manuscritos hay dos bustos de Beethoven originales de sus obras de diferentes autores (uno de hasta las trompetiNahoum Aronson, alumno llas acústicas que usó de Rodin, y el otro, a los pies para poder escuchar de un árbol ginkgo, del escultor Max Klinger), se llega a la casa natal, donde se inicia el recorrido del museo. Actualmente la casa natal continúa al cuidado de la Asociación, la cual posee la colección privada de Beethoven más grande del mundo y donde se presenta una amplia documentación sobre las distintas etapas de la vida y obra de Beethoven, con más de 150 objetos en exposición: pinturas y retratos, manuscritos del compositor y primeras ediciones de obras importantes, además de su último Fachada Museo casa natal piano de cola, sus instrumentos de cuerda, las trompetillas para la sordera e, incluso, la mascarilla funeraria con la última 86


Beethoven

expresión de Beethoven, realizada en yeso por Franz Klein. La colección de la casa de Beethoven abarca más de mil manuscritos del compositor, entre los cuales se encuentran algunos extraordinarios como, por ejemplo, el manuscrito de la Sexta Sinfonía “Pastoral” Opus 68, el de la Sonata para violín Opus 30 No. 2, así como los de las Sonatas para piano Opus 27 No. 2 “Claro de Luna”, la Sonata “Waldstein” Opus 53 y la Opus 90. Busto de Beethoven. Franz Klein En el segundo piso, la Sala 8 está dedicada a los 34 años que vivió en Viena, dividiéndose en tres partes: sus amistades, sus amores y su sordera. Entrando al salón principal se halla el busto más famoso de Beethoven, realizado por el escultor vienés Franz Klein. Además de las trompetillas acústicas que utilizó para intentar mejorar su audición, en esta sala se exponen sus dos últimos pianofortes colocados en la misma posición en la cual se encontraban en su última vivienda en el “Schwarzspanierhaus”.

Vino y bombones

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omo curiosidad, en la tienda de recuerdos que hay a la salida se puede comprar una botella de vino Riesling Beethoven, procedente de los viñedos de la familia de la madre del compositor. Este vino blanco espumoso (Riesling Brut 2002) se vende al precio de 11,90 euros. Asimismo, al igual que Mozart, el maestro alemán tiene sus propios bombones “kugeln” (0,45 euros la unidad), con la particularidad de que existen tres sabores distintos que se diferencian exteriormente con envolturas de tres colores: roja (mazapán y nueces con chocolate negro), amarilla (champagne y cassis, una baya roja) y verde (licor de huevo y caramelo). Las actividades musicales de Beethoven en Bonn abarcaron un amplio espectro. Desde que tenía 10 años de edad 87


Casa Museo de Beethoven

fue organista en la iglesia de San Remigio. Durante mucho tiempo, la dimensión de los logros de Beethoven como compositor en Bonn fue menospreciada, a pesar de que pertenecen a esta época un concierto para piano, numerosas piezas para piano solo, obras de música de cámara, varios lieder, dos grandes cantatas y algunas arias. Además, algunas de las obras que surgieron en Viena fueron iniciadas en Bonn, entre ellas, el Segundo Concierto para piano y, posiblemente, el Trío para piano Opus 1 Nr. 1. El Festival Beethoven es, sin duda, el mejor reclamo para rastrear las huellas del músico que, pese a quedarse sordo, fue capaz de componer obras maestras como la Novena Sinfonía, cuyo último movimiento poniendo música a la “Oda a la alegría” del poeta Friedrich Schiller se ha convertido en el himno de la Unión Europea como expresión de los ideales de libertad, paz y Concierto en la Museumplatz. Novena sinfonía. solidaridad. Beethovenfest. Festival Beethoven 88


El auditorio principal de Bonn es el Beethovenhalle, delante del cual se encuentra la original escultura “Beethon”, uno de los símbolos de la ciudad


Bonn

Qué visitar. Top 5 La “Milla de los Museos” Además del Museo “Beethoven-Haus” en la casa natal del compositor, Bonn es conocida por su “milla de los museos”. Esta milla la conforman tres grandes museos modernos de gran valía, inaugurados en 1993 tras perder la ciudad su estatus de capital política de la antigua República Federal de Alemania en beneficio de Berlín tras la reunificación, que agrupan impresionantes colecciones de arte, como es el caso de los dos primeros. Estos son los cinco principales museos: 1. Kunstmuseum Bonn (Museo de Arte de Bonn). Friedrich-Ebert-Allee, 2. Museo de Arte Contemporáneo, dedicado básicamente a la pintura y a la escultura, donde también se muestran exposiciones temporales. Su exposición principal es: “August Macke y los expresionistas renanos”. Este amplio bloque cuadrado, macizo y armonioso a un tiempo, responde a criterios estéticos menos audaces que los de su museo vecino, aunque no le falta personalidad. 2. Kunst-und-Ausstellungshalle der Bundesrepublik Deustschland (Centro de Arte y Exposiciones de Alemania). Friedrich-Ebert-Allee, 4. Amplio edificio ro-

Centro de Arte y Exposiciones de la República Federal Alemana 90


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tundamente moderno, rematado por tres torres-pozos de luz. Las once columnas delanteras simbolizan los once estados federados de la RFA, aunque tras la reunificación se ampliaron a dieciséis. 3. Haus der Geschichte der Bundesrepublik Deustschland (Casa de la Historia de la República Federal de Alemania). Willy-BrandtAllee, 14. El Museo de la Historia de la República Federal de Alemania ofrece una visión impresionante de la historia alemana desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta nuesCasa de la Historia de la República tros días. Desde su in- Federal de Alemania auguración en 1994, lo han visitado más de tres millones de personas. 4. Zoologisches Forschungsinstitut und Museum Alexander Koenig (Instituto de Investigación Zoológica y Museo Alexander Koenig). Adenauerallee, 160. Este Museo de Ciencias Naturales, uno de los mayores de Alemania, cuenta con más de 3.000 objetos expuestos que ofrecen una atractiva presentación del variado mundo animal, con una interesante muestra de anfibios y reptiles. 5. Deutsches Museum Bonn (Museo de Tecnología Alemana). Wissenschaftszentrum, 45. Este museo de la técnica muestra los momentos estelares de la investigación y de la técnica alemana desde la Segunda Guerra Mundial. En él se puede ver desde la clavija hasta el modelo de tren de alta velocidad Transrapid pasando por un viaje a través del cerebro.

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Perfil y obra del compositor

El genio inmortal

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na de las pruebas que confirma a Beethoven como el gran coloso universal de la música clásica, es que el genio de Bonn suele encabezar la clasificación oficiosa de los compositores más programados en las salas de concierto de todo el mundo, por delante de Mozart y Bach. Esto es así gracias a que cinco de sus obras forman parte de las diez más interpretadas en los auditorios, acaparando esta lista con la Quinta, Sexta y Séptima sinfonías y los Conciertos para piano nº 4 y nº 5. Nacido en Bonn el 15 de diciembre de 1770, su padre Johann van Beethoven era tenor en la capilla del elector de Colonia. Discípulo suyo, fue niño prodigio como Mozart y con sólo 7 años ofreció su primer concierto en Colonia, el 26 de marzo de 1778. En junio de 1784, con 13 años, el joven Ludwig fue nombrado organista de la

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corte de Maximiliano, príncipe elector de Colonia. A comienzos de 1787, el príncipe le ofreció una beca para que estudiara en Viena con Mozart, aunque finalmente en la capital austriaca estudió composición con Haydn y repertorio lírico con Salieri. Su música innovadora rompió con el clasicismo para implantar el romanticismo. De hecho, el gusto conservador de los vieneses encontró “avanzada” incluso una obra tan clásica como la Primera Sinfonía. En 1801 confiesa su preocupación por una progresiva sordera, cuyos primeros síntomas ya le afectaron en 1799 – muy probablemente secuela de una sífilis mal curada. En 1802 concluye la Segunda Sinfonía y durante unas vacaciones escribe una larga car- Archiduque Maximiliano Francisco de ta a sus hermanos Austria, principe elector de Colonia que nunca envió, conocida como “el testamento de Heiligenstadt”, en la que hace balance de sus penurias por su sordera. En el mismo documento afirma que en más de una ocasión ha pensado en el suicidio, pero que le hace desistir la convicción de “no haber producido todo lo que en mi interior sentía que debía realizar”. Fue a partir de entonces cuando aceleró su actividad creadora. Su catálogo oficial abarca 138 obras de todos los géneros, incluida una ópera, Fidelio. Beethoven será el primer músico libre y autónomo, sin dependencias de iglesias ni palacios. Y también el primer compositor verdaderamente romántico, un universo que abrió a los compositores del XIX, desde Schumann o Wagner a Brahms y Bruckner.

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En Beethoven se distinguen tres períodos creativos: a un primer período (1793-1802), en el que el músico se desprende paulatinamente de la influencia de Haydn y Mozart, sigue un segundo (1802-1815) considerado de madurez, inmerso ya en el nuevo romanticismo, en el que la estructura de la obra es cada vez más personal, no sólo en la forma sino en los medios utilizados (fue el primer compositor que utilizó el metrónomo o cronómetro musical); y aún un tercero (1815-1827), que es el de la liberación, más introspectivo, en el que la intencionalidad del espíritu predomina sobre las cárceles formales creando estructuras inéditas. Mención aparte merecen las tempestuosas relaciones de Beethoven con las mujeres, pues fueron muchas a las que ofreció matrimonio sin ser aceptado por ninguna. Entre ellas se cuenta Josefina von Brunswick, la destinataria de la célebre carta “A la amada inmortal”, según parece suficientemente probado. Entre las obras representativas del primer período están las dos primeras sinfonías, el Septeto opus 20 o la Sonata “Patética”, para piano. En el período intermedio se incluyen las restantes sinfonías (salvo la Novena), Fidelio, los tres últimos conciertos para piano, el concierto para violín, o las sonatas “Claro de luna” y “Primavera”. En el período final figuran los últimos cuartetos, la Novena Sinfonía o la Missa solemnis. En 1818 la sordera le obliga a utilizar cuaderno y lápiz para comunicarse. Pese a que su sordera es absoluta, ese mismo año comienza la Missa solemnis y prosigue

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con la Novena, cuya creación se demoró desde 1817 hasta febrero de 1824. Lo realmente impresionante de este músico genial es que compusiera sus dos obras maestras más complejas estando completamente sordo. Lo cierto es que el 7 de mayo de 1824 se produjo el exitoso estreno de la Novena Sinfonía en Viena, aunque quién llevó la batuta fue su colaborador Michael Umlauf, mientras que Beethoven se limitó a marcar los tempi al principio de cada movimiento. La obra más e mbl e m á t i c a de Beethoven se ha convertido en símbolo de fraternidad. La sinfonía se configura como un inmenso y pausado crescendo que desemboca en la apoteosis coral final, con la Pese a su sordera, Beethoven jubilosa irrupcompuso obras maestras como la ción de los cuaNovena Sinfonía, cuyo último motro solistas vovimiento de la “Oda a la alegría” cales y el coro, es el himno de la Unión Europea que cantan la célebre Oda a la Alegría de Schiller. Más que una obra de arte redonda, la Novena es una resplandeciente llamada a la humanidad y a sus más fraternales sentimientos. Conocida como “Coral”, el movimiento final que integra al coro cantando la Oda a la Alegría fue adoptado como el Himno de

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Manuscrito del Concierto Emperador

la Unión Europea con todo reconocimiento a sus valores universales y, por ende, “al compositor inmortal”. Tras una dolorosa convalecencia, Beethoven falleció el 26 de marzo de 1827 en su última casa de Viena. A su entierro, tres días después, asistió una verdadera muchedumbre. Se calcula que más de 20.000 personas le dieron el último adiós (posiblemente uno de los funerales de compositores más multitudinarios de la historia, junto al de Verdi en Milán en 1901), siendo el propio Franz Schubert uno de los portadores de su ataúd. Había muerto el músico más grande de la época (para muchos el mayor compositor de todos los tiempos), pero nacía su leyenda como genio inmortal.

Entierro de Beethoven 96


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Festival Beethoven de Bonn

Beethovenfest Bonn

Antes de empezar un concierto en el auditorio Beethovenhalle

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a “capital-pueblo” o “aldea-capital”, como se la denominaba por los alemanes más satíricos aludiendo a que su antiguo papel de capital política de la República Federal de Alemania le quedaba un poco grande para una ciudad de tan sólo 300.000 habitantes, organiza el Festival Internacional de Beethoven todos los años a lo largo del mes de septiembre, desde que en 1845 el virtuoso pianista y compositor Franz Liszt decidiera conmemorar el 75 aniversario del nacimiento del creador de la Novena. No le bastaba al músico de origen húngaro con transcribir al piano todas sus sinfonías, dedicarle varias partituras o pagar de su propio bolsillo la escultura de Ernst Hähnel que ha sobrevivido, erguida en el centro de la Münsterplatz, a dos guerras mundiales. Lo que Liszt se había propuesto era invocar el espíritu de su maestro y convertir la ciudad que lo vio nacer en un lugar de peregrinación para los devotos de la música de Beethoven. Se trata de un festival con un gran presupuesto: 3,5 millones de euros. Este coste es asumido por la ciudad, los patrocinadores y la venta de entradas, a razón de una tercera parte cada uno. La programación completa 97


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de todos los conciertos previstos se puede consultar en la página web www.beethovenfest.de

La Beethovenhalle y otros auditorios

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na característica del festival es la gran variedad de lugares donde se celebran los conciertos, tanto en Bonn como en los alrededores. En alguna ocasión el concierto inaugural se ha realizado al aire libre en la explanada de Museumsplatz. No obstante, el auditorio principal es el Beethovenhalle, delante del cual se encuentra la original escultura “Beethon”, otro de los símbolos de la ciudad.

Sala de Música de Cámara.

Un auditorio más íntimo es la Sala de Música de Cámara anexa a la Casa Natal de Beethoven. Esta sala, inaugurada en 1989, tiene una capacidad para 199 espectadores y está considerada como una joya de la arquitectura, amén de su extraordinaria acústica. Además, a través de una pared de vidrio diseñada para ello, se puede ver el pequeño jardín de la Casa Natal, así como la ventana de la habitación donde nació Beethoven. Para los melómanos más devotos del maestro de Bonn resulta emocionante poder oír alguna de sus sonatas, como la célebre Claro de luna, interpretada en el piano de cola que siempre preside la sala, sabiendo que a pocos pasos se halla el lugar donde vino al mundo uno de los mayores genios de la música clásica de todos los tiempos.

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Beethovenhalle. Intermedio del concierto en el hall del auditoro

Dónde y cómo comprar las entradas Las entradas se pueden conseguir a través de: BONNTICKET Adenauerallee, 131 Tel.: + 49-228-9104161 Fax: +49-228-9104111 De las siguientes formas: • por teléfono dentro de Alemania reservando en el: 0180 500 18 12* (lunes a viernes, de 9 a 19 h.; sábados, de 10 a 15 h.). • por teléfono desde fuera de Alemania en el +49 (0) 180 500 18 12* • por fax al +49 (0) 228 910 41 914 • por e-mail a tickets@bonnticket.de • en internet en www.bonnticket.de • y www.beethovenfest.de * (0,12 euros/Min.)

Más información Festival Internacional de Beethoven Poppelsdorfer Allee, 17 Tel.: +49 228 20 10 30 Fax: +49 228 20 10 333 e-mail: info@beethovenfest.de Info: +49 228 20 10 345

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Una fiesta folk típica

Pützchens Markt

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l Pützchens Markt es la gran cita en Bonn para jóvenes y mayores. Esta feria anual se inaugura a principios de septiembre y, durante cinco días seguidos, convierte a este barrio de las afueras de Bonn en lugar de peregrinación para aquellos que quieran divertirse con una de las fiestas folk más populares de Alemania.

El Pützchens Markt fue en su origen un mercado de peregrinos, creado en honor a Santa Adelaida. Hoy se ha convertido en el sueño de cualquier aficionado a los parques de atracciones: un recinto de 80.000 metros cuadrados con las últimas novedades en montañas rusas, norias, carruseles, casas del terror, etc. Más de 500 puestos, entre atracciones, bares, tómbolas y discos móviles, garantizan el ambiente festivo durante todo el día. Especialmente recomendables son los puestos de salchichas a la parrilla, las “estrellas” del menú junto con la cerveza. www.puetzchen-markt.de/

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Guía práctica CÓMO LLEGAR Lufthansa (información y reservas: 902 883 882; www.lufthansa.com) ofrece vuelos diarios a Bonn desde muchas ciudades españolas; algunos vuelos lo hacen vía Palma de Mallorca, Frankfurt o Múnich. Una vez nos hallemos en el aeropuerto internacional de Colonia/ Bonn, lo más práctico, rápido y económico es conectar con alguno de los frecuentes trenes que tienen parada en la Estación Central. DÓNDE DORMIR Hotel Maritim (Godesberger Allee. Tel.: +49 (0) 228 8108-0. www.maritim.de). En el centro económico de la ciudad, está situado a poca distancia del aeropuerto, la estación de tren y la autopista. A pocos pasos de la zona de recreo “Rheinaue” y de senderos para hacer ejercicio. Ideal para viajeros de negocios o turismo familiar, que pueden beneficiarse de la corta distancia a la Milla de los Museos.

Hotel Maritim Bonn

Hotel Galerie Design (Kölnstrasse, 360-364. Tel.: +49 (0) 228 1848-0. www.maritim.de). Gestionado por Maritim Hotels. Situado en el distrito de Auerberg del norte de la ciudad, es un hotel de diseño. A través del concepto del jeque Raschid Al Khalifa, diseñador de fama internacional, las habitaciones están equipadas con ob101


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Hotel Galerie Design

jetos de diseño y detalles exclusivos, ofreciendo un ambiente artístico para las visitas de negocios y de ocio, así como para eventos. Cuenta con solarium y zona de Spa. Hotel Königshof (Adenauerallee, 9. Tel.: +49 (0) 228 2 60 10. www.hotel-koenigshof-bonn.de). Situado muy cerca de la ribera del Rin, es un alojamiento que rezuma ambiente histórico y musical. Hotel My Poppelsdorf (Wallfahrtsweg, 4. Tel.: +49 (0) 228 26 91 0. www.mypoppelsdorf.com). En las inmediaciones del castillo Poppelsdorf, zona de residencias de estudiantes como lo fue este alojamiento antes de convertirse en hotel.

DÓNDE COMER Em Höttche (Markt, 4. Tel.: +49 (0) 69 00 09). Restaurante tradicional que el propio Beethoven ya frecuentaba en su tiempo. Ofrece un Menú Beethoven con tres platos de la época del compositor. En verano se puede comer en su agradable terraza en la plaza más bonita de la ciudad, al lado mismo de la hermosa fachada barroca del Ayuntamiento. Brauhaus Bönnsch (Sterntorbrücke, 4. Tel.: +49 (0) 65 06 10). Cervecería tradicional donde se puede probar la cerveza local, denominada Bönnsch.

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Restaurante Em Höttche

Im Bären (Acherstrasse, 1-3. Tel.: +49 (0) 63 32 00). Sigue siendo uno de los pilares de la cultura culinaria de Bonn. Cocina germánica con especialidades como el jarrete de cerdo en salmuera (Schweinskopfsülze) y el sabroso buey asado en agridulce con salsa y pasas, acompañado de bolitas de patata (Sauerbrat). Fellinis (Clemens-August Strasse, 9. Tel.: +49 (0) 228 721766). Especialidades italianas en las inmediaciones del castillo Poppelsdorf, zona con numerosos locales estudiantiles. Diners (Museumplatzs). Ideal para comer o cenar tras la visita a alguna de las salas de la “milla de los museos”. Cocina internacional y también especialidades regionales. MÁS INFORMACIÓN Oficina Nacional Alemana de Turismo (Tel.: 91 429 35 51. www.germany.travel). Oficina de Turismo de la Región de Bonn/RheinSieg/Ahrweiler (Adenauerallee, 131. Tel.: 00 49 (0) 228/9104-0. www.bonn-region.de). Casa-Museo Natal de Beethoven (Bonngasse, 20. Tel.: 00 49 (0) 228/98175-25). Para una visita virtual: www.beethoven-haus-bonn.de 103


Bonn

Plano del centro de Bonn

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El Dresde de

Robert

Schumann



Schumann

El Dresde de

Robert Schumann Un deleite para el oído

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a capital del estado libre de Sajonia goza de fama internacional como ciudad musical desde hace casi 700 años. Nada menos que tres prestigiosas orquestas como la de la Semperoper, la Orquesta Estatal Sajona y la Filarmónica, así como el Coro de la Santa Cruz, producen deleite al oído en esta “ciudad-maravilla” a orillas del Elba. Sus atractivos festivales (leer apartado específico) son motivo más que suficiente para visitarla haciendo coincidir el viaje con las fechas de su celebración. Aunque Dresde es una ciudad melómana ligada a insignes compositores de ópera como Richard Wagner y Richard Strauss (ambos estrenaron aquí tres de sus óperas), o al propio Carl-Maria von Weber – asimismo director de la orquesta de la Semperoper-, también está unida especialmente a Robert Schumann, que vivió en ella entre 1844 y 1850. La prodigiosa obra del músico, nacido en la cercana población de Zwickau (Sajonia) el 8 de junio de 1810, comprende composiciones vocales, como sus dos centenares de lieder, distribui- Robert Schumann dos en famosos ciclos (Vida amorosa de una mujer, Los amores del poeta), oratorios (Manfred, Réquiem para Mignon, El peregrinaje de la rosa, Escenas de Fausto) y una ópera (Genoveva). No obstante, si Robert Schumann ha pasado a la historia de la música clásica por algo, amén de por su romanticismo exacerbado, ha sido por sus obras pianísticas, que alcanzan la misma incomparable perfección de sus lieder: Mariposas, Caprichos, Doce estudios sinfónicos, Escenas de niños, Álbum para la juventud o Escenas del bosque. Pero si hubiera que destacar una obra maestra que supera todo lo que compusieron sus contemporáneos, ésa es su Concierto para piano y orquesta en La menor, Op.54 (1841-1845), que precisamente estrenó en Dresde. 109


Hotel de Saxe al fondo. Delante, la estatua de Federico Augusto II de Sajonia

La “Florencia del Elba”

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us cuantiosos tesoros artísticos integrados en un maravilloso paisaje fluvial, amén de su espléndido casco histórico, han hecho merecedora a Dresde del sobrenombre de la “Florencia del Elba”. Su belleza inspiró a compositores como Richard Wagner, Richard Strauss y al propio Robert Schumann. En la actualidad, un total de 44 museos, 56 galerías y 36 escenarios proporcionan cultura a raudales para todos los gustos. Uno de sus buques insignia es la Semperoper, posiblemente el teatro de ópera más hermoso del mundo, célebre también por su mágica acústica. El único concierto para piano y orquesta compuesto por Schumann lo estrenó en el Hotel de Saxe, que aún existe como tal en la plaza de Neumarkt tras su restauración (en la actualidad perteneciente a la cadena Steigenberger). Su esposa Clara

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Fachda principal de la Semperoper

Schumann lo interpretó por primera vez en diciembre de 1845 Dresde es conocida en este céntrico hotel de Dresde, como la “Florencia con Ferdinand Hiller como direcdel Elba” por su tor de la orquesta. La segunda belleza monumental interpretación pública, también y por sus colecciones con Clara Schumann a cargo de de arte, además de la parte solista al piano, tuvo por la Semperoper, lugar el 1 de enero de 1846 en una meca mundial Leipzig, en un concierto de Año de la ópera. Nuevo bajo la batuta de Felix Mendelssohn. En 1844, Robert Schumann inició con Clara una gira de conciertos por Rusia, finalizada la cual el matrimonio se estableció en Dresde. La capital de Sajonia era en aquel tiempo una ciudad musicalmente muy conservadora. En 1845 llega allí Wagner para estrenar Tannhäuser, pero Schumann, que siempre había renegado de su música, no asistió al estreno. A nivel personal, durante 1846 se complicó su problema nervioso con alucinaciones auditivas, mientras que en 1847 murió Mendelssohn, uno de sus grandes amigos y benefactores, quedando sumido en una profunda depresión. Finalmente, en lo que respecta a su estancia en Dresde, en 1850 Schumann es nombrado director musical de la ciudad de Dusseldorf, como sucesor de Ferdinand Hiller, marchando a su nuevo destino musical. 111


Dresde

La Semperoper, meca mundial de la ópera

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a ciudad de Dresde recuerda a Robert Schumann con un busto del compositor en el Parque Am Zwingerteich, muy cerca por cierto del Monumento al compositor Carl-Maria von Weber, director de la Orquesta de la Corte de Dresde entre 1816 y 1826, por ende otro de los músicos que junto a Richard Wagner y Richard Strauss llevaron a la Semperoper de Dresde a su máximo apogeo, estrenando sus propias óperas en el espléndido coliseo, sito en la monumental Theaterplatz. La escultura de Weber, situada entre la Ópera y la Pinacoteca de Antiguos Maestros, es del artista Ernst-Rietschel.

Semperoper. Vista desde los palcos

A propósito de la Semperoper de Dresde, lo primero que cabe destacar es que se trata del único teatro de ópera que lleva el nombre –en este caso el apellido- del arquitecto que lo diseñó: Gottfried Semper. El impresionante edificio de la Ópera del Estado de Sajonia, construido entre 1871 y 1878, fue destruido por completo en el intenso bombardeo aliado del 13 de febrero de 1945, siendo abierto de nuevo al público en 1985 después de una amplia reconstrucción idéntica a la original. Su colosal arquitectura, con una elegante fachada en semicírculo, y su excepcional acústica, además de la gran tradición operística de la ciudad desde el Renacimiento, convierten a la Semperoper de Dresde en uno de las mecas mundiales de la ópera para los melómanos.

Una ciudad renacida Llegados a este punto, hay que recordar que Dresde ha sido la ciudad más castigada por un bombardeo después de Hiroshima. 112


Schumann

Hall de la Semperoper

Robert Schumann

El Zwinger (entre muros) es el edificio mas famoso de Dresde

Carl Maria Von Weber

GalerĂ­a de los Maestros Antiguos


Dresde

En la infausta y fatídica noche del 13 de febrero de 1945, aviones británicos descargaron 7.000 toneladas de bombas en varias oleadas, provocando la muerte a unas 30.000 personas y la total destrucción de una de las ciudades de mayor patrimonio cultural de Alemania. Por eso puede decirse que Dresde es una ciudad que volvió a nacer. La reconstrucción que empezó en 1945, nada más finalizar la Segunda Guerra Mundial, le ha devuelto el esplendor monumental de antaño, el mismo que llevase al poeta Herder a glosarla como “la Florencia alemana”. De hecho, la arquitectura barroca que decora su casco antiguo la sitúa entre las ciudades más bellas de Alemania, toda una grata sorpresa para el viajero no advertido de su metamorfosis. El ejemplo más claro de esta ciudad renacida es el de la Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora), la iglesia protestante más grande de Alemania y en la que predicó Lutero, cuya estatua preside la plaza Neumarkt donde se encuentra. Sus impresionantes ruinas y el enorme cráter que dejó su gran cúpula al desplomarse se convirtieron en un monumento conmemorativo contra la destrucción y en una denuncia muda de la sinrazón de la guerra. No obstante, la reunificación de Alemania tras la caída del Lutero ante la Frauenkirche Muro de Berlín, llevó la obsesión reconstructora de Dresde a erigir de nuevo la iglesia con las piedras rescatadas y colocadas tal cual estaban en la construcción original, gracias a una increíble comprobación científica e informática. Renacida con la ayuda de donativos de todo el mundo, fue bendecida en octubre del 2005 y su característica cúpula, llamada la “campana de piedra” por su forma singular, ha vuelto a ser uno de los iconos de la ciudad.

Tesoros de porcelana, el `oro blanco´ de Sajonia

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ntre los muchos tesoros que guarda esta bella ciudad barroca, destaca la Colección de Porcelana que se expone en el Palacio Zwinger, el mayor museo de su género en todo el mundo. De las 20.000 obras inventariadas, tanto de Meissen como de sus cuantiosos fondos de porcelana china y japonesa, actualmente se exponen unas 2.000. Otro lugar relaciona-

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“Mural del Cortejo Real” (Fürstenzug)


Dresde

Galería de los Maestros Antiguos, en una de las alas del Zwinger

do con la porcelana es el “Mural del Cortejo Real” (Fürstenzug), una magna obra realizada con nada menos que 24.000 baldosas de porcelana de Meissen, todo un hito turístico a descubrir en la capital de Sajonia. Dresde es conocida como la “Florencia del Elba” por su belleza monumental y por sus relevantes colecciones de arte. De hecho, lleva a gala ser una “Ciudad de las Artes”, pues ya celebró en 2010 los 450 años de la fundación de sus museos y los 25 años de la rein a u g u ra c i ó n de la Semperoper. Una pinacoteca que no hay que dejar de visitar es la Galería de Antiguos Maestros, la quinta más importante de Europa. Aquí se expone la Madonna Sixtina (1513), el cuadro de Rafael famoso por sus dos angelitos apostaPalacio del Agua. Pillnitz dos en su parte baja, convertidos en el principal símbolo de la ciudad. El mejor broche de oro de todo viaje a Dresde es la encantadora excursión al Palacio y jardines de Pillnitz, a 12 kilómetros, cuyo trayecto es casi obligatorio hacer en alguno de los históricos barcos de vapor a ruedas surcando el río por el valle del Elba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta plácida singladura rumbo a Pillnitz prolonga su irresistible atractivo en la antigua residencia real veraniega, conoci-


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Barcos de vapor por el Elba

Al “Palacio del Agua” de Pillnitz hay que ir en barco de vapor surcando el valle del Elba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

da como el “Palacio del Agua” por hallarse junto al río. Lo más recomendable es llegar a última hora de la tarde, cuando hay menos turistas, para pasear por sus maravillosos jardines de ensueño, inspirados en los parques paisajísticos al estilo inglés y francés. La sensación que embarga al viajero tras esta inmejorable guinda final, es la de poder retroceder 300 años en la máquina del tiempo para revivir la época dorada del soberano Augusto el Fuerte, simbolizada en su principal emblema: la cotizada porcelana de Meissen, el “oro blanco” de Sajonia.

Palacio de Montaña, y jardines de Recreo (Pillnitz) 117


Dresde

Qué visitar. Top 10 Los diez lugares imprescindibles

Versión moderna del “rickshaw” para tours ecologicos

1. Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora). Situada en la Plaza Neumarkt, se construyó entre 1726 y 1743 como la iglesia protestante más importante de Alemania, conforme al proyecto de George Bähr. Su característica cúpula, llamada “campana de piedra” por su forma singular, se derrumbó completamente por los bombardeos aliados del 13 de febrero de 1945. Sus ruinas fueron convertidas en un emotivo monumento contra la guerra, siendo reconstruida con ayuda de donativos de todo el mundo para recobrar su aspecto original, que fue bendecido en octubre del 2005. Magnífica acústica en su interior, por lo que suelen realizarse conciertos. Entrada libre (abierta de 10 h. a 12 h. y de 13 h. a 18 h.). 2. Semperoper. El impresionante edificio de la Ópera del Estado de Sajonia, construido entre 1871 y 1878 conforme al proyecto del arquitecto Gottfried Semper, lleva el nombre del arquitecto que lo diseñó. La Semperoper fue destruida por completo en 1945 y abierta de nuevo al público en 1985 después de una amplia reconstrucción. www.semperoper.de. 118


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3. Palacio Zwinger. Se trata de una de las construcciones más importantes del barroco tardío o rococó en Europa. La Puerta de la Corona (Kronentor) del casco dorado se ha convertido en uno de los emblemas de Dresde. Inspirado en el de Versalles y concebido para celebrar los fastuosos festejos de la corte, el rey Augusto II el Fuerte lo hizo levantar también para exhibir sus particulares colecciones de arte. Entre ellas se contaban miles de objetos de porcelana, joyas, pinturas o esculturas, además de todo tipo de plantas y flores exóticas. En concreto, de la espectacular Colección de Porcelana compuesta por más de 20.000 piezas, actualmente se exponen unas 2.000. 4. Pinacoteca de Antiguos Maestros (Alte Meister). Se halla en el complejo palaciego de Zwinger, con entrada por la Theaterplatz. Especializada en los grandes maestros del Renacimiento, reúne verdaderos tesoros pictóricos de Rubens, Rembrandt, Durero o Rafael, entre otros. De este último es la obra de la Madonna Sixtina, cuyos populares angelitos se han convertido en uno de los símbolos de la ciudad. 5. Bóveda Verde. La antigua cámara del tesoro de la dinastía sajona de gobernantes Wettin cautiva cada año a miles de personas con sus obras maestras del arte

Museo de la Porcelana . Palacio Zwinger 119


Dresde

de la joyería y la orfebrería. Para visitarla es necesario adquirir una “entrada por tiempo”, ya que únicamente pueden disfrutar de este emocionante viaje a través del tiempo 100 visitantes cada hora. 6. Terraza de Brühl. Aquí se halla el mirador delante del río desde donde el maestro veneciano Canaletto pintó una de sus famosas vistas de Dresde en 1758. Hay quién la denomina “balcón de Europa” por la bella panorámica del idílico paisaje.

Vista de Dresde. Canaletto

7. Mercado de Neustadt. Está considerado el mercado más hermoso de Alemania por su acogedora luz, sus barandillas de hierro forjado, sus extraordinarias bóvedas y sus nostálgicas farolas, lo que lo convierten en toda una experiencia arquitectónica al tiempo que un lugar moderno de compras tras su reconstrucción en 1999. 8. Manufactura de Cristal (Die Gläserne Manufaktur von VW). Perteneciente al Grupo VW (Volkswagen), representa una nueva era en la fabricación de automóviles, hasta el punto de que su atmósfera futurista es digna de ser admirada Manufactura de Cristal de Volkswagen 120


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en una visita previa solicitud. También puede visitarse asistiendo a algún espectáculo de danza o algún concierto de los que acoge en sus instalaciones durante el Festival de Música de Dresde en primavera. 9. Palacio de Pillnitz. A 11 kilómetros de Dresde, es Castillo de Moritzburg una excursión casi obligatoria navegando por el río Elba en un barco de vapor. Este palacio sirvió de nido de amor para el monarca Augusto el Fuerte, y sus jardines y arquitectura marcadamente románticos aún son inspiración para numerosas parejas de novios que se fotografían aquí para sus álbumes de boda. Es una auténtica delicia pasear por el jardín inglés o el japonés, y no hay que perder de vista la camelia japonesa de 250 años. Asimismo, puede visitarse la original colección de su Museo de Artes Decorativas. Los barcos de vapor a Pillnitz parten del muelle de Dresde, entre los puentes Carolabrücke y Augustusbrücke. www.saechsische-dampfschiffahrt.de. También puede llegarse a Pillnitz en autobús (línea nº 63). 10. Castillo de Moritzburg. A 12 km de Dresde, se alza sobre un lago artificial como un castillo de cuento de hadas. Esta fortaleza construida en el siglo XVI, antigua residencia de caza y recreo, fue transformada en palacio barroco por Augusto el Fuerte. Su interior alberga valiosos tapices murales y su propio Museo de la Porcelana, en este caso con motivos temáticos de caza y animales exóticos. En el comedor se expone una gran mesa para 24 comensales con todo el servicio de porcelana estilo “Dragón rojo”. www.schloesserland-sachsen.de

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Perfil y obra del compositor

El arquetipo de compositor romántico

Robert Schumann en 1839

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obert Schumann nació el 8 de junio de 1810 en Zwickau (Sajonia). Pianista y compositor, Schumann fue determinante en el desarrollo de la música pianística tras Beethoven. Pero también en la orquesta, con cuatro sinfonías bastante mal entendidas hasta muy entrado el siglo XX. No obstante, fue en el Lied (canción alemana) donde quizá desplegó más su inagotable imaginación. Literatura y piano, juntos, o sea, el alma del espíritu romántico alemán. Alrededor de la tercera parte de su obra fue compuesta en Dresde, en la que destaca la gran Sinfonía nº 2 en do mayor, la ópera Genoveva, las Escenas del Fausto de

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Schumann

Clara Wieck Schumann

Goethe, música de cámara y obras para coro, además de cientos de canciones y piezas para piano, como el Álbum para la juventud en 1848. Su obra más famosa la estrenó su esposa Clara el 4 de diciembre de 1845 en la Sala de conciertos del Hotel de Saxe: el Concierto para piano en la menor. El tradicional Hotel de Saxe, que en 1888 pasó a ser edificio de correos, fue reconstruido e inaugurado de nuevo como hotel con ocasión del año Schumann 2006, cuando se conmemoró el 150 aniversario de su muerte. Robert Schumann fue también un crítico certero y puntiagudo, aspecto que mejor enmarcó y explicó la enfermedad mental que acabó con él: firmaba con dos seudónimos de carácter opuesto, Eusebio y Florestán, manifestación última de su dañina polaridad mental. Aunque fue un hombre feliz y realizado, al lado de su amada y genial pianista Clara, murió el 29 de julio de 1856 en un manicomio de Endenich, cerca de Bonn, donde pasó los últimos años de su vida. 123


Dresde

El Holandés Errante en la Semperoper

Temporadas de Ópera Semperoper: el talismán de Wagner y Strauss onsiderado por muchos como el teatro de ópera más hermoso del mundo, en este bello coliseo acontecieron los estrenos de las mejores óperas alemanas, como los de Rienzi (1842), El holandés errante (1843) y Tannhäuser (1845), de Richard Wagner, así como los de Salomé (1905), Elektra (1909) y El caballero de la rosa (1911), de Richard Strauss. Este impresionante edificio, que lleva el nombre –en este caso el apellido- del arquitecto que lo diseñó (Gottfried Semper), fue destruido por completo en el intenso bombardeo aliado del 13 de febrero de 1945, siendo abierto de nuevo al público en 1985 después de una amplia reconstrucción idéntica a la original. Su colosal arquitectura, con una elegante fachada en semicírculo, y su excepcional acústica, además de la gran tradición operística de la ciudad desde el Renacimiento, convierten a la Semperoper de Dresde en uno de los santuarios mundiales de la ópera por excelencia.

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Festival de Música de Dresde. Se celebra todos los años entre mediados de mayo y primeros de junio. Zwingerfestspiele de Dresde. Durante el mes de agosto. Info y Reservas: +49 (351) 50 16 01 50. www.dresden.de/highlights


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Manufactura de Cristal de Volkswagen. EspectĂĄculo Juilliard Dance, incluido en el Festival de MĂşsica de Dresde 125


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Guía práctica

Restaurante Sophienkeller

CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 883 882; www.lufthansa.com) ofrece vuelos diarios desde Madrid y Barcelona hasta Dresde, vía Múnich, pudiendo conectar desde otras ciudades españolas. La línea S2 del tren une el aeropuerto con el centro de la ciudad (estación Dresden Mitte) en tan solo 15 minutos. DÓNDE DORMIR Maritim Hotel & Internationales Congress Center Dresden. (Ostra-Ufer 2 / Devrientstr. 10 – 12. Tel.: + 49 (0) 351 216-0. www.maritim.de). Directamente en el río Elba, este elegante hotel se halla entre la Ópera Semper y el Centro Internacional de Congresos de Dresde, ofreciendo elegantes habitaciones en un edificio catalogado de protección. El hotel tiene conexión directa a uno de los centros de congresos más modernos de Alemania. La Ciudad Vieja con la famosa Frauenkirche y el Zwinger están a sólo 10 minutos. 126


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Steigenberger Hotel de Saxe (Neumarkt, 9. Tel.: +49 351 4386-0. www.steigenberger.com/Dresden). Excelente alojamiento en el corazón barroco de Dresde, frente a la famosa Frauenkirche. Con el valor melómano añadido de que aquí fue donde Robert Schumann estrenó su magistral Concierto para piano y orquesta en La menor, Op.54, interpretado al teclado por su esposa Clara, en diciembre de 1845. Hotel Hilton Dresden (Tel.: +49 351 86 4 20. www.hilton.com). En pleno centro de Dresde, junto a la Frauenkirche y el Palacio Real Zwinger. Habitaciones elegantes y una amplia oferta gastronómica tanto dentro -¡posee 12 restaurantes!- como fuera del hotel, pues existen numerosas opciones en la contigua calle Münzgasse. DÓNDE COMER Sophienkeller (Taschenberg, 3. Tel.: +49 351 49 72 60. www.sophienkeller-dresden.de). Situado en los sótanos del palacio que Augusto el Fuerte hizo construir para una de sus amantes, la Condesa Von Cosel. Ambientado al más puro estilo medieval, está especializado en cocina sajona. Para comer como Augusto el Fuerte, hay que degustar la sopa de patatas, el asado de buey y las sabrosas “Quarkkeulchen” (bolitas de masa de requesón bañadas en azúcar glaseado). Luisenhof (Bergbahnstrasse, 8. Tel.: +49 35 12 14 99 60. www.luisenhof.org). Restaurante panorámico famoso no sólo por sus vistas, sino también por su extenso surtido de tartas. Aquí hay que probar la local Dresdner Eierschecke. Al restaurante se puede llegar ascendiendo en un funicular, que se toma en Körnerplatz (autobús 63). MÁS INFORMACIÓN Oficina Nacional Alemana de Turismo (ONAT). Tel.: 91 429 35 51 www.germany.travel www.dresden.de

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Dresde

Plano del centro de Dresde

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Schumann

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El Garmisch Partenkirchen de

Richard

Strauss


La estación invernal de Garmisch-Partenkirchen, en los Alpes bávaros, es un remanso de bienestar junto al famoso trampolín de los Saltos de Esquí de Año Nuevo GAP (nombre abreviado) fue la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1936, así como la anfitriona de los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino en 1978 y en 2011


Strauss

El Garmisch-Partenkirchen de

Richard Strauss Sinfonía alpina

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l compositor Richard Strauss (Múnich, 11 de junio de 1864 – Garmisch-Partenkirchen, 8 de septiembre de 1949), autor de obras tan conocidas como los poemas sinfónicos Así habló Zaratustra o Don Quijote, y óperas como Salomé o El caballero de la rosa, fue un devoto amante de los Alpes bávaros y, más concretamente, de Garmisch-Partenkirchen, donde se compró una mansión con los jugosos beneficios que le proporcionó el estreno de su ópera Salomé en 1905. Esta mansión se conserva y sigue siendo propiedad de la familia Strauss (un sobrino suyo es su actual propietario). Y es que el compositor muniqués sentía especial apego por las montañas que rodean a Garmisch, hasta el punto de haber subido hasta el mítico pico del Zugspitze, la montaña más alta de Alemania, gracias al Richard Strauss tren de cremallera y el teleférico que ya existían en su época. Incluso se inspiró en ellas para componer su Sinfonía alpina, de título inequívoco. La ciudad en la que quiso morir le recuerda con una estatua alusiva a algunos de los títulos de sus óperas en la RichardStrauss-Platz, y le rinde tributo todos los veranos con el Festival Richard Strauss (www.richard-strauss-festival.de). En Garmisch-Partenkirchen, además, se halla el Instituto Richard Strauss (www.richard-strauss-institut.de), abierto en 1999 coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte del compositor. En él se conservan partituras y objetos personales del músico bávaro, además de grabaciones musicales, vídeos de él dirigiendo ensayos con orquestas, o hasta maquetas de los teatros donde estrenó sus óperas como la Semperoper de Dresde, así como una completa biblioteca acerca de su obra y la de otros compositores. 133


Garmisch-Partenkirchen

Mansión de Richard Strauss

El paraíso del wellness

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a estación invernal de Garmisch-Partenkirchen en los Alpes bávaros (Alemania), desde cuyo famoso trampolín se disputa el Campeonato de Saltos de Esquí de Año Nuevo, es un paraíso del wellness donde se pueden recargar las energías en las aguas termales de sus idílicos balnearios o practicando el nordic walking alrededor de lagos de ensueño como el Chiemsee, conocido como el “mar de Baviera”. Desde el “techo” de Alemania, el oxígeno ensancha los pulmones y la mirada blanca ya transmite un bienestar que te hace olvidar cualquier dolencia física o psíquica. La ascensión por sí sola hasta los 2.962 metros del pico Zugspitze es un gran bálsamo contra el estrés. Pero una vez que ya estás en la cima de la montaña más alta de Alemania, bajo la Embarcadero en el lago Chiemsee cruz dorada que la corona, cual- con magníficas vistas a los Alpes austriacos quier ansiedad se torna remanso de paz contemplando el gran espectáculo de las cumbres nevadas de los Alpes abarcando el infinito, como si hubieras subido al cielo en un santiamén. Entonces comprendes en su totalidad porque el land de Baviera, y más concretamente la comarca de Garmisch-Partenkirchen, es un paraíso del wellness, un gran

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Strauss

oasis del bienestar para recobrar las energías gastadas, ideal para unas vacaciones de invierno y para una puesta en forma física y psíquica, afrontando el nuevo año con el mejor tono vital posible. Aquí, en el extremo sur de Alemania, lindando con la vecina Austria (de hecho el pico Zugspitze es la frontera geográfica que comparten ambos países, aunque la cima austriaca es curiosamente un metro más alta que la alemana), se halla la estación de esquí de Garmisch-Partenkirchen, una de las más grandes –tiene 200 km de pistas- y una de las más antiguas de Alemania. No en balde, conserva un refugio abierto en 1897. Enclavada en el corazón de los Alpes bávaros, esta meca de los deportes de invierno es famosa por acoger cada 1 de enero la segunda prueba del clásico Torneo de los Cuatro Trampolines de saltos de esquí en el trampolín Olympia, retransmitido por televisión a todo el orbe. Se trata del primer gran evento deportivo del año, que sucede al también tradicional Concierto de Año Nuevo de Viena como cita anual tras la Nochevieja. A los tres grandes trampolines de salto y los 200 kilómetros de pistas de esquí, hay que sumar multitud de senderos para esquí de fondo y pistas de patinaje sobre hielo como la del Olym-

La ascensión al pico Zugspitze, el techo de Alemania con sus 2.964 m. de altura, es el “no va más” de los Alpes bávaros. Ofrece, evidentemente, las mejores vistas de Baviera Subida al Zugspitze

pia Eissport Zentrum. No en vano, Garmisch-Partenkirchen fue la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1936, así como la anfitriona de los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino en 1978 y en 2011. Sus pistas son largas y descienden suavemente hasta el valle del Zugspitze, estando asegurada la nieve desde noviembre a mayo, todo un paraíso para los esquiadores. 135


Spa del hotel Zugspittze

Caminata nórdica y baño de lúpulo

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ero además de las competiciones deportivas al más alto nivel, la región de Garmisch-Partenkirchen puede presumir de una de las mejores ofertas de Baviera y, por extensión, de Alemania en lo que se refiere al turismo del wellness (bienestar) tan en boga, que incluyen asimismo los tratamientos de salud y belleza en sus múltiples y variados balnearios y spas. Si el paisaje de los Alpes bávaros ya seduce y relaja de por sí con sus montañas nevadas y sus lagos de agua cristalina, alrededor de los cuales incluso puede practicarse el saludable nordic walking (caminata nórdica que se realiza con Riessersee Hotel Sport & Spa bastones para mover también las extremidades superiores y el tronco), lo cierto es que el wellness bávaro ofrece toda una paleta de posibilidades según las necesidades de cada persona. El deporte y las actividades de fitness son también muy importantes para el bienestar físico y psíquico. En este sentido, el ya mencionado nordic walking es uno de los ejercicios más saludables, a la vez que permite estar en pleno contacto con la naturaleza. Esto sucede en pueblos como Aschau, donde puede recibirse un cursillo de “caminata nórdica” (así denominada por

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Strauss

Tratamiento de belleza en el Spa del Hotel Zugspittze

tener su origen en Escandinavia y Finlandia) respirando el aire puro de las montañas colindantes y con el majestuoso castillo de la localidad como imponente telón de fondo. Y si nos ceñimos a Garmisch-Partenkirchen, un buen lugar para practicar el nordic walking no es otro que alrededor del lago Riessersee, que se halla junto al hotel que lleva su nombre, el Riessersee Hotel Sport & Spa Resort (+ info en la Guía Práctica). Otros hoteles como el Hotel Zugspitze (+ info en la Guía Práctica) están especializados en actividades de wellness, belleza y spa, desde los más conocidos como la sauna y el peeling corporal hasta los más novedosos como el aquaaerobic en la piscina climatizada de su propio Spa, o las clases de pilates (un tipo de gimnasia específica consistente en ejercicios y estiramientos de cabeza, tronco y extremidades), para las que es imprescindible ropa de deporte y unos calcetines gordos. La gama de tratamientos llega a ser Nordic walking tan variada que incluso se puede experimentar un aromático baño de heno, el agradable calor de un baño de fango con pinos de los montes, el sueño profundo tras un baño de lúpulo, la piel aterciopelada después de un baño de leche con aceite de rosas y miel, o una crema a base de mantequilla de cabra contra las alergias. 137


Fachada con ornamentación típica

Trampantojos en las fachada

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recisamente en el alojamiento que hoy es el Hotel Zugspitze, propiedad de la familia Kauffmann, es dónde se hospedó el hombre que puso la primera piedra de la explotación turística del valle Loisach y, por ende, de las localidades de Garmisch y Partenkirchen: el teniente Joseph Naus, cuando alcanzó en 1820 la cumbre de la montaña más alta de Alemania, que ha dado nombre al establecimiento hotelero. Treinta años más tarde eran estudiantes y pintores quiénes descubrieron esta zona. Los pioneros en el sector de turismo ya supieron apreciar este paisaje único con sus magníficas cumbres alpinas y su naturaleza en estado puro. Garmisch y Partenkirchen eran dos pueblos separados por los ríos Loisach y Partnach, en el valle del Zugspitze, hasta que en 1936 se unificaron con ocasión de los Juegos Olímpi-

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cos de Invierno, erigiéndose un estadio olímpico compartido. Ambas poblaciones fueron fundadas por los romanos como enclaves de la Vía Claudia, convirtiéndose durante la Edad Media en dos importantes hitos de la ruta comercial entre Augsburgo y Venecia. Ahora esta pequeña gran ciudad cuenta con 28.000 moradores y está volcada en el sector servicios, contando con 10.000 plazas de alojamiento turístico. No en balde, como queda dicho, está considerada una de las ciudades más imVista panorámica de Garmish portantes en cuanto a instalacio- - Partenkirchen nes termales y de salud en los Alpes bávaros, amén de la principal ciudad en el campo de los deportes de invierno. GAP, el apodo abreviado con el que se conoce a la ciudad debido a su largo nombre compuesto, conserva su esencia alpina, como puede apreciarse en los centros históricos de los dos pueblos que originaron la ciudad. Merece la pena pasear por la Frühlingsstrasse en Garmisch y la Ludwigstrasse en Partenkirchen. En estas calles, las famosas fachadas pintadas de Baviera (Lüftlmalereien) cuentan historias sobre sus habitantes y sus oficios, la región y sus costumbres. Se trata de los célebres trampantojos del sur de Baviera, una técnica que comenzó a emplearse en el siglo XVII y que ha transformado las aldeas en pequeños museos de pintura al aire libre.

Otra fachada típica de los Alpes bávaros


Garmisch-Partenkirchen

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n ejemplo que no hay que perderse es el gran fresco representando un banquete que puede admirarse en la fachada del actual restaurante Fraundorfer Gasthof, una antigua posada fundada en 1820 al reclamo de los albores del incipiente turismo de la época. Se halla en el número 26 de la Ludwigstrasse, sin duda la calle más bonita de Partenkirchen. De hecho, la escena pintada del momento del brindis en un banquete de bodas, con todos los personajes luciendo los tradicionales trajes de la región de Baviera, es uno de los símbolos más representativos de GAP y un icono utilizado por la Oficina de Turismo local para su identificación y promoción externa.

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Strauss

Qué visitar. Top 5 Los cinco lugares imprescindibles 1. El Zugspitze. El “no va más” de Garmisch-Partenkirchen y de los Alpes bávaros. Con sus 2.964 m. de altura (lado alemán, un metro más en el lado austriaco), ofrece, evidentemente, las mejores vistas de Baviera. Hay que coger el tren de cremallera en la Bayerische Zugspitzbahn (Olympiastr. 27), en el barrio de la estación. Al llegar a Zugspitzplatt, hay que coger un teleférico para evitar los últimos 350 metros de desnivel. La última salida para volver es a las 17:00 h.

Funicular. Ell Zugspitze al fondo

2. Garganta del río Partnach. Una de las excursiones obligadas. Para iniciar la ruta por este impresionante cañón se recomienda subir en el teleférico Graseckbahn, que se halla en el barrio del Skistadion, ya que el desnivel es muy pronunciado. Bajando del teleférico, hay que andar unos 20 minutos para descender hasta el punto de partida de la garganta. El paisaje posee la atracción telúrica de la naturaleza en estado puro. Después de 30 minutos de caminata hasta la garganta, la recompensa es la sobrecogedora imagen de sus más de 100 m de profundidad, en cuyo fondo fluyen torrentes a borbotones.

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Garmisch-Partenkirchen

Garganta del rio Partnach

3. Sankt Martin Alte Kirche (Iglesia Antigua de San Martín). En Garmisch (Burgstrasse). Hermosa iglesia con frescos góticos y pinturas antiguas.

Órgano de Sankt Martin Alte Kirche

4. Kurpark (Parque de Cura, en traducción literal). En Garmisch. Pequeño parque agradable y florido en primavera donde se organizan conciertos. Varias veces al día, de mayo a septiembre, “popurrí” de música local (clásica y folclórica) e internacional. 5. Ludwigstrasse. En Partenkirchen. Ésta es la calle con casas pintadas más bonita de Partenkirchen. En el número 47 hay un museo local.

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Strauss

Excursiones desde Garmisch Los Castillos de Luis II de Baviera

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tro de los grandes atractivos de una estancia en Garmisch-Partenkirchen son las interesantes visitas de sus alrededores, como por ejemplo los distintos castillos mandados construir por el rey Luis II de Baviera, de los cuales el más conocido es el Castillo de Neuschwanstein. Su famosa imagen exterior es inconfundible por la profusión de atalayas con matacanes, troneras y torreones en forma de embudo. No extraña que tardase 17 años en construirse, tras colocarse la primera piedra el 5 de septiembre de 1869. Walt Disney incluso se inspiró en él como símbolo de su mundo mágico de fantasía, hasta el punto de ser el prototipo de castillo digno del cuento y la película de dibujos animados de La Bella Durmiente, además de ser el principal icono gráfico de Disneylandia. Más cercano se encuentra el Palacio de Linderhof, en la carretera que conduce de Garmisch-Par- Palacio de Linderhof tenkirchen a Oberammergau. En mitad del bosque, en un paisaje que todavía resulta más atractivo y magnético con las brumas acariciando el tupido verdor de la foresta, Luis II construyó un castillo-palacio menos conocido que Neuschwanstein, pero casi igual de fascinante por la proliferación de agua en forma de fuentes y cascadas, de escalinatas y miradores, de esculturas… Incluso cuenta con varios edificios adyacentes que eran para uso exclusivo y recreo personal del rey, como el quiosco morisco, de arquitectura y decoración con claras reminiscencias turcas. Fue éste el entorno donde Visconti rodó su película Ludwig, atraído por un personaje al que en la pantalla grande encarnó el actor Helmut Berger.

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Garmisch-Partenkirchen

Los Castillos de Luis II de Baviera

Castillo de Neuschwanstein

Castillo de Hohenschwangau

Neuschwanstein. Sal贸n del Trono

Castillo de Linderhof. Gruta de Venus 144


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Herrenchiemsee, el “Versalles bávaro”

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tra excursión recomendable, incluso para pernoctar al menos una noche, es al Lago Chiemsee, célebre por sus islas: Herreninsel (Isla de los Hombres) y Fraueninsel (Isla de las Mujeres). En la primera de ellas es dónde el rey Luis II de Baviera construyó su tercer y último castillo: Herrenchiemsee, el “Versalles bávaro” por estar inspirado en el Palacio de Versalles francés. La pequeña ciudad de Prien es el principal puerto de acceso al Lago Chiemsee. Desde su embarcadero parten barcos hacia las dos islas. Herreninsel (Isla de los Hombres) es la isla más grande del lago. Sus hermosos parajes boscosos gustaron tanto a Luis II que mandó iniciar aquí, en 1878, el castillo-palacio de Herrenchiemsee. Pese al dispendio económico que supusieron las obras, el rey sólo residió durante una semana en este castillo. Entre las muchas imitaciones que el apodado “rey loco” quiso llevar a cabo tras una visita de incógnito que hizo al Palacio de Versalles, destaca la Castillo de Herrenchiemsee de su Galería de los Espejos, con cerca de 100 m de largo y que se alumbraba con 1.900 velas. Curiosamente, la Fraueninsel (Isla de las Mujeres) resulta más bonita y bucólica empezando por su apacible pueblo de pescadores. Su nombre se debe al convento fundado aquí en el siglo VIII. Sus pintorescos rincones y paisajes inspiraron a muchos artistas alemanes en busca de bellas estampas que llevar a sus cuadros. Lo mejor es pasear sin rumbo fijo, dejándose seducir por los detalles que salen a nuestro paso, aunque también se puede visitar el claustro del convento y sorprenderse por el descubrimiento de un licor autóctono elaborado por las monjas, que venden en su propia tienda… Más normal es que los pescadores nos ofrezcan truchas ahumadas, otra especialidad de la isla.

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Garmisch-Partenkirchen

Perfil y obra del compositor

La cumbre de la ópera alemana del siglo XX

Richard Strauss joven

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espués de componer algunos poemas sinfónicos como Don Juan (1888), su primera obra maestra indiscutible en este terreno, el compositor muniqués Richard Strauss (Múnich, 11 de junio de 1864 – Garmisch, 8 de septiembre de 1949) estrenaría sucesivamente entre 1895 y 1898 los titulados Así habló Zaratustra (1896), Don Quijote (1898) y Una vida de héroe (1899). Tras casarse con la soprano Pauline de Ahna – excelente intérprete de sus canciones- el 10 de septiem-

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bre de 1894, y tras estrenar su primera ópera Guntram (1894), Strauss compuso cinco óperas que constituyen, probablemente, la cumbre de la ópera alemana del siglo XX. De hecho, junto a su ya mencionado ciclo de poemas sinfónicos, le convierten en el máximo exponente de la música culta de Alemania en los últimos cien años. Estas cinco grandes óperas fueron Salomé (1905), Elektra (1908), El caballero de la rosa (1911), Ariadna en Naxos (1912) y La mujer sin sombra (1919). En concreto, la ópera Salomé fue un éxito clamoroso, convirtiéndole en el compositor vivo más famoso de la época. Incluso el Kaiser llegó a comentar: “Me gusta este tipo, pero Salomé va a hacerle mucho daño”. Sin embargo, muy al contrario, Pauline de Ahna en sus memorias Richard Strauss escribió al respecto: “El ‘daño’ me permitió construir mi mansión de Garmisch”. Esta mansión se conserva y sigue siendo propiedad de la familia Strauss (un sobrino suyo es su actual propietario). Y es que el compositor muniqués sentía especial apego por los Alpes bávaros y las montañas que rodean a Garmisch, hasta el punto de haber subido hasta el mítico pico del Zugspitze, la montaña más alta de Alemania, gracias al tren de cremallera y el teleférico que ya existían en su época. Incluso se inspiró en ellas para componer su Sinfonía alpina, de título inequívoco. Uno de los hechos que se Cartel del film Der Rosenkavalier 147


Garmisch-Partenkirchen

Salomé, de Franz von Stuck

le ha reprochado a Strauss ha sido, si no su militancia, al menos su indiferencia ante el atrevimiento del nazismo. De hecho, el 15 de octubre de 1933 fue nombrado presidente de la Reichsmusikkammer, organismo estatal creado por el ministro de Propaganda Joseph Goebbels para regular todo lo relacionado con la música. Strauss aceptó por lo que creyó era sentido del deber artístico, “para hacer bien y evitar mayores desastres si la vida musical de Alemania es ‘reorganizada’ por amateurs e ignorantes a la caza de un puesto”. Pero, como el mismo Goebbels se encargó de aclararle, “el mundo es muy diferente de cómo usted lo ve desde su estudio en Garmisch”. Utilizado por los nazis, el idilio duró poco. Strauss fue obligado a dimitir el 13 de julio de 1935 al ser interceptada una comprometedora carta que envió al novelista y dramaturgo austriaco Stefan Zweig, autor del libreto de su ópera La mujer sin sombra, porque era judío, prohi-

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Strauss

biéndose el estreno de la misma. Se da la circunstancia de que su hijo Franz se casa por esas fechas con una muchacha judía, por lo que el compositor opta por retirarse a su casa de Garmisch, donde su fama internacional le permitía al menos una especie de inmunidad.

Así habló Zaratustra. Poema sinfónico. Portada de la partitura

Los últimos años de su vida, entre 1945 y 1949, el compositor de Salomé y El caballero de la rosa los vivió en el exilio dorado de Suiza, regresando a Garmisch en mayo de 1949 para morir en Alemania cerca de sus amados Alpes bávaros. Moriría en su villa de Garmisch el 8 de septiembre de ese año. En el funeral, entre lágrimas de las intérpretes, se oyó, como último designio del compositor, el trío del tercer acto de El caballero de la rosa. Su inseparable esposa Pauline le seguiría ocho meses más tarde.

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Garmisch-Partenkirchen

Festival Richard Strauss Días de Richard Strauss (Richard-Strauss-Tage) ichard Strauss adoraba la región, hasta el punto de construirse una mansión aquí. La ciudad que le vio morir el 8 de septiembre de 1949 le rinde homenaje cada verano con el Festival “Días de Richard Strauss”, que se celebra a finales de junio. Los conciertos y representaciones operísticas tienen lugar, respectivamente, en la Konzertsaal Richard Strauss y en la Alpspitzhalle del Olympia-Eissportzentrum. www.richard-strauss-festival.de

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Instituto Richard Strauss Instituto Richard Strauss (Richard-Strauss-Institut) l Instituto de Richard Strauss (Schnitzschulstr. 19. Tel.: +49 (0)8821/910 950, e-mail: rsi@ gapa.de) documenta la vida y la obra del compositor Richard Strauss. Para el visitante hay dos terminales de multimedia, un museo con música, un área para leer, dos pabellones de exposiciones, un estudio audiovisual y una biblioteca. Además, se exhibe una bella maqueta de la Semperoper de Dresde, el hermoso teatro lírico donde estrenó tres de sus óperas más emblemáticas: Salomé (1905), Elektra (1909) y El caballero de la rosa (1911). Este centro de referencia de la obra y el legado del compositor bávaro fue abierto en 1999, conmemorando el 50º aniversario de su fallecimiento en la ciudad. Se encuentra en una villa construida en 1893 por un fabricante de cigarros de Mannheim, Georg Ludwig Mayer-Doss. El Instituto pertenece al municipio de Garmisch-Partenkirchen y está subvencionado por el Ministerio de Ciencia, Cultura y Artes del Estado de Baviera. Horarios: Martes - Viernes: 10.00 – 17.00 h. Sábados: 14.00 – 17.00 h. Precios: 2,50 €, entrada reducida 1,50 €. Gratuita para niños y jóvenes hasta 16 años. www.richard-strauss-institut.de

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Guía práctica

Spa del Hotel Zugspittze

CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 883 882; www.lufthansa.com) ofrece vuelos diarios desde Madrid y Barcelona hasta Múnich. Desde la capital de Baviera, Garmisch-Partenkirchen queda a unas dos horas por autovía hacia el sur. También se puede llegar desde Múnich en tren, con conexiones por Intercity e ICE prácticamente a cada hora. DÓNDE DORMIR Riessersee Hotel Sport & Spa Resort****Superior. (Am Riess 5. Tel.: +49 8821/758-0. www.riessersee. com). Un alojamiento ideal para el aprés-ski, pues cuenta con spa, piscina climatizada y sauna, además de un gimnasio con todos los aparatos para el fitness. Situado junto al lago Riessersee, es también propicio para la práctica del nordic walking por los senderos alrededor del mismo. Hotel Reindl’s Partenkirchner Hof*****. (Bahnhofstrasse 15. Tel.: +49 8821/94387-0. www.reindls.de). Este distinguido 5 estrellas es el hotel de referencia para los que busquen un alojamiento de First Class, aunando una larga tradición con los modernos equipamientos actuales. Lujosas Suites y Junior Suites, así como confortables habitaciones con vistas a las montañas. Cuenta asimismo con sauna y piscina climatizada. 151


Garmisch-Partenkirchen

Hotel Zugspitze****Superior. (Klammstrasse 19. Tel.: +49 8821/9010. www.hotel-zugspitze.de). Histórico hotel donde ya se alojó en 1820 el teniente Joseph Naus, el primer alpinista que alcanzó el Zugspitze, la cumbre de la montaña más alta de Alemania. Especializado en tratamientos de wellness, belleza y spa, como el aqua-aerobic en su piscina climatizada, sauna, peeling y clases de Pilates. Golfhotel Reinhart****. (Erlenweg 16. En Prien am Chiemsee. Tel.: +49 08051-6940. www.reinhart-hotels.de). Un hotel con encanto junto a la orilla del lago Chiemsee (conocido como el “mar de Baviera”), al lado del embarcadero de donde parten los barcos para visitar la “Isla de las Mujeres” y la “Isla de los Hombres”. En esta última es donde se halla el último castillo construido por el rey Luis II de Baviera, Herrenchiemsee, réplica del de Versalles. DÓNDE COMER Gasthof Fraundorfer (Ludwigstrasse, 24. GarmischPartenkirchen. Tel.: +49 8821 9270. www.gasthoffraundorfer). Famoso restaurante de la ciudad que sirve una excelente cocina tradicional, cuyas cenas están ambientadas con música bávara a cargo de músicos vestidos con el atuendo típico regional.

Restaurante Fraundorfer

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Partenkirchner Hof (Bahnhofstrasse, 15. GarmischPartenkirchen. Tel.: +49 8821 94387-0. www.reindls. de). El restaurante del Hotel Reindl’s es un elegante marco donde degustar especialidades bávaras como las sabrosas costillas asadas, un magnífico reconstituyente tras una jornada de esquí. Gipfelalm (en la estación de esquí del glaciar del pico Zugspitze). Almuerzo típico bávaro con un par de salchichas blancas y mostaza. Graseck (cercano a la garganta del río Partnach). Ideal para tomar un tentempié a base de la típica Brotzeit (charcutería y quesos), con la consabida cerveza local tipo pilsen o de trigo, en el restaurante de este rústico hotel. Klosterwirt (Frauenchiemsee, 50. Fraueninsel -Isla de las Mujeres-, en el Lago Chiemsee. Tel.: +49 08054 7765. w w w.k l o s t e r w i r tchiemsee.de). En el increíble paraje de la Isla de las Mujeres, localizada en medio del Lago Chiemsee, se halla este restaurante que hace honor al nombre de su ubicación, pues en una sala vimos que varias mesas estaban ocupadas exclusivamente por féminas… MÁS INFORMACIÓN Turismo de Garmisch-Partenkirchen. Richard-StraussPlatz 1. Tel.: +49 8821 180 411. www.garmisch-partenkirchen.de Oficina Nacional Alemana de Turismo (ONAT). Tel.: 91 429 35 51. www.germany.travel

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Garmisch-Partenkirchen

Plano del centro de Garmisch-Partenkirchen

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El Halle de

Georg Friedrich

Haendel



Haendel

El Halle de

Georg Friedrich Haendel El compositor de El Mesías

“E

s el compositor más grande que ha existido nunca”, sentenció Beethoven sobre Georg Friedrich Haendel, autor de una treintena de oratorios, más de 40 óperas, numerosas misas, cantatas, conciertos, y otras obras orquestales. Existen determinadas ciudades que son conocidas en todo el mundo gracias a sus hijos predilectos. Esto ocurre con Halle y Haendel, el genial compositor que nació en esta ciudad del actual Land de Sajonia-Anhalt el 23 de febrero de 1685. Su “patria chica” le honra como su hijo más insigne, y su monumental estatua preside la hermosa Plaza del Mercado con la mirada puesta en la iglesia de “Nuestras Amadas Señoras” donde fue bautizado y donde comenzó a recibir clases de música con el entonces organista titular a la temprana edad de siete años. En Halle incluso se elaboran unos bombones que llevan su nombre. Haendel joven tocando el clave Lo cierto es que su ambiente familiar no era propicio para que se dedicara a la música. Su padre, Georg, era médico y ayuda de cámara del duque de SajoniaWeissenfels y, por lo que se sabe, le prohibió expresamente que estudiara este arte. Sin embargo, el pequeño Georg practicaba a escondidas de su padre con un viejo clavicordio que había en el ático de su casa natal de la Grosse Nikolaistrasse de Halle, hoy convertida en museo. Su aptitud debió ser la de un niño-prodigio, pues con tan sólo siete años tuvo la oportunidad de tocar ante el “patrón” de su padre y éste, impresionado por sus dotes, recomendó y convenció a su progenitor de que enviara a Georg a estudiar música con el profesor Zachow. Comenzaba así la carrera de uno de los compositores barrocos más geniales de la historia, creador de obras tan célebres como el oratorio El Mesías y de óperas igualmente famosas como Rinaldo o Floridante. 159


Halle

Plaza del Mercado, Marktplatz

Ciudad musical y monumental

A

unque la capital política del Land de Sajonia-Anhalt es Magdeburgo, la capital cultural es, sin duda, Halle, pues además de ser una ciudad universitaria, cuenta con eventos tan importantes como el Festival Haendel, que se celebra todos los años en la primera quincena del mes de junio. Con 230.900 habitantes censados, Halle cuenta con un centro histórico que incluso presume de ser una de las mayores zonas arquitectónico-monumentales de Europa, gracias a que sólo un 2 % de la ciudad quedó destruida durante la 2ª Guerra Mundial. La ruta tras las huellas de Haendel puede iniciarse en el camposanto municipal (Stadtgottesacker), donde están enterrados sus padres (Georg Haendel y Dorotea Taust), pues tiene el interés añadido de que se trata del más bello cementerio de Alemania en estilo renacentista italiano, único al Norte de los Alpes. Desde el cementerio, Monumento a Haendel. Plaza del hay que dirigirse hacia la cer- Mercado, Marktplatz cana y peatonal Leipziger Strasse, una de las calles más comerciales de Halle, topándonos en ella con la Torre de Leipzig, el último vestigio de la antigua muralla de la ciudad. 160


Haendel

La Leipziger Strasse es una de las 15 calles que desembocan en la Plaza del Mercado (Marktplatz), una de las más bellas de Alemania por su atractivo panorama de las cinco torres con sus respectivos pináculos: la imponente Torre Roja (Rote Turm) y las cuatro torres de la Iglesia del Mercado. Aquí se halla el Monumento a Haendel, presidiendo la plaza. La estatua en bronce del orondo compositor en postura de jarras, aunque apoyando su Pila de bautismo de Haendel mano derecha sobre un atril en el que aparece la partitura abierta de su obra más célebre, el oratorio El Mesías, fue inaugurada en 1859 para conmemorar el centenario de su muerte, acaecida en Londres en 1759. Georg Friedrich Haendel fue bautizado en la pila bautismal de la Iglesia del Mercado, la misma dónde aprendió a tocar el órgano barroco Reichel, del siglo XVII, con el profesor Zachow. En la también llamada Iglesia de “Nuestras Amadas Señoras” predicó tres veces Martín Lutero y, de hecho, su máscara mortuoria se conserva aquí en una pequeña capilla a la izquierda de su entrada posterior. En el exterior, en la esquina de la aledaña calle Un der Marienkirche hay una tienda de souvenirs de Halle, con camisetas con motivos de Haendel como principal reclamo en su escaparate.

Órgano barroco Reichel del siglo XVII, en la iglesia del Mercado 161


Casa-Museo de Haendel

Casa-Museo de Haendel

D

esde la Marktplatz, tomando la Klausstrasse, se llega enseguida a la casa natal de Georg Friedrich Haendel, sita en la Grosse Nikolaistrasse. Convertida en Casa-Museo al estilo de las de otros grandes genios de la música, como la de Mozart en Salzburgo, la Haendel-Haus alberga una nueva y original exposición sobre la vida y obra del autor de óperas como Rinaldo, Floridante o Acis y Galatea, inaugurada el pasado mes de abril coincidiendo con la fecha exacta del aniversario de su muerte. Haendel murió el 14 de abril de 1759, hacia las ocho de la mañana, en su residencia londinense de la calle Brook, 25. Para darse cuenta de la importancia del que muchos británicos consideran el “músico nacional de Inglaterra” pese a su ascendencia alemana, baste decir que a su entierro en la abadía de Westminster, el 20 de abril, asistieron cerca de 3.000 personas.


Haendel

El Museo de la Música, en la Casa natal de Haendel

La Casa de Haendel alberga asimismo el Museo de la Música de la ciudad de Halle, con una colección de 700 instrumentos de diversas épocas que aún pueden tocarse, incluido un gran órgano que ocupa dos plantas. Como centro de estudios y de documentación sobre Haendel, la nueva exposición puede recorrerse por sus diferentes salas con una audioguía en alemán y en inglés. En la sala 2, por ejemplo, se expone el mapa geográfico con las diferentes ciudades de su vida como músico: Halle (organista de la Catedral en 1702), Hamburgo (contratado en la orquesta de la Ópera como violinista y clavecinista a meÓrgano del Museo de la Música diados de 1703, con tan sólo 18 años), viaje a Italia en 1706 residiendo en Florencia, Venecia, Roma y Nápoles hasta 1710, Hannover (nombrado maestro de capilla de Jorge Luis, elector de Hannover, en 1710), y Londres, donde se instala a finales de 1712 permaneciendo hasta su muerte en 1759. La ruta haendeliana ha de conducirnos a la Catedral, donde fue contratado como organista el 13 de marzo de 1702, con 17 años recién cumplidos. La Dom es la única gran construcción 163


Halle

de la época gótica temprana en Halle, albergando en su interior algunos tesoros del barroco, como las pinturas de Matías Grünewald. El recorrido puede completarse en la Plaza de la Universidad, una de las plazas con más encanto de la ciudad, pues Haendel se matriculó en la Universidad de Halle el 10 de febrero de 1702 para cursar la carrera de Derecho con vistas a labrarse un futuro. Sin embargo, un mes después tomó Catedral de Halle posesión del puesto de organista en la Domkirche, por lo que decidió dedicarse exclusivamente a la música. No hay que marcharse de Halle sin contemplar una de las mejores vistas de la ciudad: la que depara el hermoso panorama del Castillo Giebichenstein (siglo X) en el meandro del río Saale, que puede disfrutarse placenteramente desde la terraza del restaurante Bergschenke. No hay que olvidar que el nombre completo de la ciudad-cuna de Haendel es Halle an der Saale. Asimismo, las impresionantes vistas del precioso Valle del Saale y del propio río desde las torres del Burg Giebichenstein seguro inspirarían hoy al compositor de Halle para componer una nueva versión sajona de su Música Acuática.

Vista del castillo Burg Giebichenstein, junto al rio Saale. 164


Haendel

Qué visitar. Top 10 Los 10 lugares que hay que visitar 1. La Plaza del Mercado (Marktplatz). Es nada menos que una de las más bellas de Alemania. El mundialmente conocido panorama de las cinco torres, con las cubiertas circulares y las delgadas terminaciones azules de la Marienkirche así como la imponente Torre Roja (Rote Turm), se encuentra ahora circundado por un moderno entorno. El Monumento a Haendel y una nueva fuente que hace memoria a los gloriosos tiempos en que se obtenía sal en la misma ciudad se unen entre sí conformando una armónica imagen. Lo envuelve todo el sonido del mayor juego de campanas de todo el mundo, el de la Torre Roja. 2. Iglesia del Mercado de “Nuestras Amadas Señoras” (“Unser Lieben Frauen”). En esta iglesia predicó tres veces Martín Lutero. Su máscara funeraIglesia del Mercado ria se conserva aquí y forma parte de los tesoros de la época de la Reforma, tan abundantes en la Iglesia del Mercado (Marktkirche) de Halle. 3. Casa natal de Georg Friedrich Haendel. Es lugar de encuentro de amigos de la música procedentes de todo el mundo. Además de una exposición sobre la vida y la obra del genial compositor, la Casa de Haendel alberga actualmente 700 instrumentos de diversas épocas que aún pueden tocarse.

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Halle

4. Catedral. Una única gran construcción de la época gótica temprana de Halle, alberga en su interior tesoros del barroco. La iglesia fundacional fue hasta la época de la Reforma el más importante centro de la ciencia espiritual y del arte eclesiástico en toda la región central de Alemania. 5. Nueva Residencia (Neue Residenz). Originalmente concebida como universidad católica, pasó por el siglo XVII con toda la pompa de una gran corte. Actualmente el antiguo edificio con su impresionante patio alberga el Museo Geiseltal (Geiseltalmuseum) con impresionantes fósiles de la región de Halle. 6. Fundación Moritzburg (Stiftung Moritzburg) Museo de Arte del Land de Sajonia-Anhalt. En los recintos de la fortaleza medieval tardía con su espectacular ampliación conte mporánea se presenta una de las más importantes colecciones privadas de Alemania, abarcando obras de arte que van de la Edad Media a la modernidad. 7. Plaza de la Universidad ( Uni ve r s it ä t s platz). Sita en el corazón palpitanFortaleza medieval de Moritzburg te del casco urbano antiguo, se cuenta entre las más bellas plazas de Halle. La Universidad de Martín Lutero (Martin-Luther-Universität) de HalleWittenberg ofrece un impresionante conjunto arquitectónico con su “Edificio del león” (“Löwengebäude”), el Melanchthonianum, el Robertinum y la Nueva Aula.

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Plaza de la Universidad

8. Antiguo Mercado (Alte Markt). Es considerado la plaza más antigua de la ciudad, ya que fue el centro de sus primeras colonizaciones. Hasta la actualidad se han conservado aquí edificios renacentistas y casas de entramado de vigas. Salta a la vista la Fuente del Asno (Eselsbrunnen) con su joven mulero y su acompañante, precisamente uno de los emblemas de la ciudad. 9. Castillo Giebichenstein junto al río Saale. Por este paraje ya camparon los romanos y también los primeros reyes y emperadores alemanes vivieron aquí. El museo al aire libre en el Oberburg con su Torre del Portón (Torturm), macizos muros circundantes, viejos cimientos aún conservados y profundas bóvedas atraen un año tras otro a millares de turistas. Desde lo alto de la fortaleza se puede disfrutar de unas impresionantes vistas sobre el precioso Valle del Saale. 10. Disco celeste de Nebra (Himmelsscheibe von Nebra). Es la gran atracción del Museo Regional de la Prehistoria (Landesmuseum für Vorgeschichte). Esta obra de arte profusamente ornada, de unos 3.600 años de antigüedad y, por ende, el más antiguo testimonio de la historia de la astronomía en Europa, ha encontrado aquí su hogar, justo en las cercanías del lugar en que se hizo su hallazgo, en uno de los más importantes museos arqueológicos del centro de Europa.

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Halle

Perfil y obra del compositor “El compositor más grande que ha existido nunca”

Retrato de Haendel

“E

s el compositor más grande que ha existido nunca”, sentenció Beethoven sobre Haendel. Aunque suene a juicio categórico, lo cierto es que Georg Friedrich Haendel es, junto a Johann Sebastián Bach, el compositor barroco alemán por antonomasia. En 1723, diez años después de fijar su residencia en Londres, fue nombrado compositor de la Capilla Real de Su Majestad, obteniendo la nacionalidad inglesa en 1727. Fue en la ciudad del Támesis donde compuso sus obras más conocidas, como los encargos de la Música Acuática y la Música para los reales fuegos artificiales.

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Haendel

No obstante, en su primer período londinense se dedicó más a la composición de óperas, en concreto para la Royal Academy of Music, un teatro de ópera creado y dirigido por él mismo, para el que escribió 14 óperas entre 1720 y 1728. La fama de Haendel se extendió pronto por toda Europa merced a óperas como Radamisto, Giulio Cesare, Tamerlano, Rodelinda, Scipione y Admeto, entre otras. Sería en el segundo periodo de su etapa inglesa cuando el ya súbdito británico se decantó más por Salas del Museo de la Música y la composición de oratoCasa natal de Haendel rios. Así vieron la luz algunas de las más grandes obras del repertorio sinfónico-coral: El Mesías, Sansón, Semele, Judas Macabeo, Hércules, Salomón, Theodora o El triunfo del tiempo y la verdad. En concreto, su oratorio más célebre, El Mesías, lo compuso en 1742 y su exitoso estreno tuvo lugar en Dublín, dirigiendo él mismo personalmente a la orquesta, coro y solistas.

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Halle

Festival Haendel en la Plaza del Mercado

Festival Haendel Dos semanas con musica y atmosfera barroca

E

l Festival Haendel de Halle, que se celebra anualmente en la primera quincena de junio para rendir homenaje al hijo predilecto de la ciudad, comenzó en 1952, por lo que este año ha cumplido su 58ª edición. Este año, con ocasión del 250 aniversario de la muerte del compositor, el festival ha tenido una relevancia especial, atrayendo a más de 40.000 espectadores a los conciertos y óperas representadas, que se han repartido en 30 escenarios y han contado con más de 2.000 participantes.

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Jordi saval en la catedral de Halle

Este año el lema del festival ha sido “Haendel - El Europeo”, buscando ilustrar todas las facetas y periodos creativos del compositor, además de representar sus obras más significativas. Entre los auditorios principales destacan la Ópera de Halle y la propia Catedral, donde tuvo lugar el concierto que dirigió el músico catalán Jordi Savall, también reconocido intérprete solista de viola de gamba, con un programa de obras de Purcell & Haendel. Antes del comienzo del mismo, la alcaldesa de Halle, Dagmar Szabados, hizo entrega a Jordi Savall del Premio Haendel 2009, dotado con 10.000 euros, en reconocimiento a su labor de difusión de la música antigua y barroca. El Festival Haendel transforma la ciudad de Halle durante dos semanas, con un gran ambiente en el que no faltan fiestas como la del Jardín Barroco, en la que actores vestidos de época y con las típicas pelucas blancas del momento (uno de ellos representando al propio G. F. Haendel) recrean la atmósfera de mediados del siglo XVIII en la que vivió el compositor. Incluso los niños se disfrazan por un día con atuendos barrocos y pelucas en ristre para cantar a coro en la Plaza del Mercado, junto al Monumento a Haendel, rindiendo así homenaje infantil al compositor de El Mesías. El Festival Haendel 2010 se celebrará del 3 al 13 de junio (www.haendelhaus.de)

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Halle

Guía práctica CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 883 882; www.lufthansa.com) ofrece cada día vuelos directos desde Madrid y Barcelona hasta Múnich o Frankfurt, pudiendo conectar con el aeropuerto de Leipzig-Halle, situado a 18 km de la ciudad. En el mismo aeropuerto, se puede tomar un tren de cercanías (6,85 euros) hasta la estación central de Halle.

Patio trasero de la Casa natal de Haendel

DÓNDE DORMIR MARITIM Hotel Halle (Riebeckplatz, 4. Tel.: +49 (0) 345 5101-0. www.maritim.de). A 200 m. de la estación de trenes. Cuenta con gimnasio y piscina climatizada, así como sauna, solarium, salón de belleza y servicio de guardería. Dorint Hotel Charlottenhof Halle. Dorotheenstrasse, 12. Tel.: +49 (0) 345 29 23 501. Este confortable alojamiento también se halla muy próximo a la estación de trenes. DÓNDE COMER Mönchshof (Talamtstrasse, 6. Tel.: +49 (0) 345 20 21 726. www.moenchshof-halle.de). Histórico restaurante (desde 1885) en el que una de sus especialidades más exquisitas son las chuletas de cordero con espinacas (Lammrücken auf Spinat), muy recomendables. Otros 172


Haendel

platos de la carta son el Feinschmeckerplatte mit Medaillons vom Schwein und Hähnchen (plato de carne de cerdo y pollo) y el Rumpsteak (entrecot). DÓNDE TOMAR UNA COPA Las zonas más animadas de la ciudad con bares, cafés y restaurantes se encuentran en la pequeña Ulrichstrasse, en Restaurante Mönchshof la Sternstrasse, en el Universitätsring o cercanos a Giebichenstein, en el llamado “Triángulo de las Bermudas”. MÁS INFORMACIÓN Oficina de Turismo de Halle. Marktplatz 13. Tel.: +49 (0) 0345 122 99 84. www.halle-tourist.de. E-mail: touristinfo@stadtmarketing-halle.de Fundación Haendel-Haus (Casa de Haendel). Grosse Nikolaistrasse, 5. 06108 Halle. Tel.: +49 (0) 345 5 00 90-221. Fax: +49 (0) 345 5 00 90-216. www.haendelhaus.de. E-mail: stiftung@haendelhaus.de. festspiele@ haendelhaus.de.

Museo Casa natal de Haebdel 173


Halle

Plano del centro de Halle

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Haendel

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El Hamburgo de

Johannes

Brahms



Brahms

El Hamburgo de

Johannes Brahms El aprecio por su ciudad natal

J

ohannes Brahms vino al mundo en Hamburgo el 7 de mayo 1833, en el seno de una familia humilde. Su padre, Jakob, era músico ambulante, intérprete de contrabajo y trompa; su madre, Johanna Henrika, diecisiete años mayor que su marido, trabajaba con su hermana en una modesta tienda y cosía en su casa. Johannes fue el segundo de los tres hijos del matrimonio, siendo bautizado en la iglesia luterana de San Miguel. La casa natal de Johannes Brahms en Hamburgo, ubicada en la Speckstraße 60, se encontraba en el tramo entre el río Weser y el Elba, siendo totalmente destruida durante la 2ª Guerra Mundial por los bombardeos aliados que arrasaron el 50% de la ciudad entre el 24 y el 26 de julio de 1943. A pesar de las dificultades económicas de la familia, sus padres lograron darle una buena educación en dos escuelas privadas. Asimismo, desde la edad de siete años recibió lecciones de piano; a partir de 1843 con el pedagogo de piano más famoso de Ham- Brahms joven burgo, el célebre Eduard Marxsen, que iba a ser su maestro de composición y que pronto reconoció su talento musical excepcional. Brahms ya empezó a familiarizarse también con la antigua ciudad hanseática de Lübeck siendo un niño, cuando proporcionó acompañamiento de piano a los cantantes de un grupo de actores de Hamburgo en el mercado de Navidad. Más tarde dio conciertos en Lübeck en dos ocasiones, con Julius Stockhausen en marzo de 1868, y con Clara Schumann en los años setenta. Cuando Brahms ya había encontrado un segundo hogar en Viena, visitó a su familia en Hamburgo, dio conciertos en el norte de Alemania y estuvo en contacto regular con su amigo de Schleswig-Holstein, el poeta Klaus Groth, a quince de cuyos poemas puso la música, como solos, dúos y composiciones corales. 179


Hamburgo

Vista del Rathaus (Ayuntamiento) de Hamburgo junto al Alster

El aprecio de Johannes Brahms por su tierra natal fue mucho más allá de las fronteras de su ciudad de nacimiento. Su patria era toda la zona en la que se hablaba el Plattdeutsch (‘Bajo alemán’), el dialecto de uso diario en casa de sus padres. En el verano de 1876, Brahms pasó algún tiempo en la isla de Rügen y trabajó en la realización de su primera sinfonía. Éste es un extracto de la carta que Brahms escribió a su amiga La metrópoli más Clara Schumann y sus hijas en rica de Alemania es junio de 1876: “Rügen es realla ciudad con más zomente muy, muy bonita. El bosnas verdes del país que más espléndido al borde del y cuenta con más mar. Estaría encantado si usted puentes que Venecia viniera a pasear a esta isla, auny Ámsterdam juntas que la verdad es que no he llegado a bañarme aquí por el ruido y el vaivén de las olas, pues el Báltico está de un humor particularmente malo…”. Johannes Brahms fue un joven soñador al que le gustaba pasear por su ciudad natal y sus alrededores. En sus paseos solitarios, en su mayoría por el lago Alster, por el puerto, a orillas del río Elba y por los bosques, prados y caseríos rurales vecinos del campo de Holstein, el compositor absorbió las imágenes de su patria chica y las conservó a través de su toda su vida como un símbolo de su deseo de regresar siempre a ella.


Hafencity, la nueva “Ciudad puerto” de Hamburgo

La “Puerta del Mundo” La gran ciudad-estado del norte de Alemania es la más rica del país gracias a su próspero puerto (la “Puerta del Mundo”). La urbe con más zonas verdes de Alemania es también un modelo de desarrollo sostenible, por lo que fue la Capital Verde Europea en 2011. Con el emblemático lago Alster navegable en pleno centro, la ciudad que dio origen a la hamburguesa es una metrópolis para todos los gustos, pues puede disfrutarse en familia durante su animada fiesta de Aniversario del Puerto en mayo, con amigos en el famoso barrio de diversión de St. Pauli, o en pareja asistiendo al tradicional Mercado de Pescado, de interés turístico por su ambiente único. 181


Hamburgo

Vistas del puerto y de la ciudad desde la Elbphilharmonie

L

os moradores de la segunda ciudad más poblada de Alemania (sólo superada por Berlín) y la más rica del país (por encima de Múnich) siempre han hecho de la necesidad virtud. Si hace más de 800 años a un molinero se le ocurrió levantar un dique en el segundo río de Hamburgo, el Alster, para impulsar su aceña, lo que motivó que se inundaran los prados cercanos, resulta que las tierras anegadas se convirtieron con el tiempo en el céntrico lago Alster para deleite actual de remadores y navegantes. Y si a comienzos del siglo XXI el menos humano Blizzard, el superordenador de análisis climáWallring Park, uno de los parques de Hamburgo tico más potente del mundo (se halla en la Universidad de Hamburgo) predice para el futuro inviernos lluviosos con inundaciones, lo que podría hacer desaparecer un tercio de la metrópoli bajo el agua de las mareas, los hamburgueses ya han empezado a remediarlo desde la sostenibilidad y con las energías renovables como aliados. El Senado de la metrópolis portuaria del norte de Alemania –Hamburgo es una ciudad-estado con parlamento propio- ha iniciado una campaña medioambiental para reducir las emisiones urbanas de CO2 un 40% antes de 2020 y generar un 80% menos de gases de efecto invernadero hasta 2050. Gracias 182


El Mercado de Pescado y el barrio de St. Pauli son dos visitas obligadas, sin olvidar el museo de Beatlemanía en la cuna musical de los Beatles Mercado de pescado (Fischmarkt)

a esta iniciativa, la Comisión Europea la declaró Ciudad Ecológica Ejemplar y Capital Verde Europea en 2011. Un nuevo símbolo de ello será el antiguo vertedero Georgswerder, que se va a cubrir con vegetación y se convertirá en una “ecocolina” con la mayor superficie fotovoltaica de la ciudad. Las condiciones de partida para el cambio ecológico son bastante favorables: es la ciudad con más zonas verdes del país (una quinta parte de la superficie urbana), en la que abundan los parques y los bosques (en el área metropolitana hay casi 30 de protección natural). Además, cuenta con una densa red de vías acuáticas, hasta el punto de que paseando por sus barrios uno se topa continuamente con uno de sus lagos, con el río Elba, con el puerto, o atraviesa un canal por uno de sus 2.500 puentes. Por increíble que parezca, Hamburgo tiene más puentes que Venecia y Ámsterdam juntas.

St. Pauli Eck (la esquina de St. Pauli)


Hamburgo

Museo de cera de Hambuergo, en St. Pauli. Grupo de figuras de los Beatles

Mercado de Pescado y Beatlemanía

S

on las ocho de la mañana del domingo y nos hallamos en el tradicional Mercado de Pescado (Fischmarkt) de Hamburgo, una de las mayores atracciones de la ciudad. Y ojo, porque esta cita dominical empieza a las cinco de la mañana y termina a las nueve y media. Por ello, este célebre mercado al aire libre, de interés turístico por su gran ambiente y el tipismo de sus legendarios tenderos (famosos por sus pullas en jerga mercantil), reúne a los trasnochadores del sábado que prosiguen la marcha y a los madrugadores del domingo, así como a gastrónomos y buscadores de gangas. Y es que además de pescado Mercado de Pescado (Fischmarkt) fresco como arenques y truchas, también se vende fruta, ropa, antigüedades y hasta nudos marineros de cuerda como recuerdos. Tras el obligado recorrido de campo, hay que adentrarse en la antigua lonja de subasta del pescado, transformada en sala de conciertos para los grupos de rock locales y en cuya primera planta proliferan los restaurantes para dar buena cuenta de un brunch, donde no falta la ensalada de arenques, regada preferentemente con la excelente cerveza local Astra. La música no cesa y la veterana banda de los Torpids suena bien, lo que nos

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Lonja del pescado

recuerda el nacimiento musical de los míticos Beatles en esta ciudad hace 50 años. Fue en agosto de 1960 cuando cinco jóvenes de Liverpool desembarcaron en el puerto de Hamburgo para tocar en el Indra Club y en el Kaiserkeller. Aquí también grabaron su primer disco en 1961, por lo que Hamburgo es la auténtica cuna musical de la banda que revolucionó el pop y el rock en los años sesenta. La ciudad dedica una gran exposición a sus hijos adoptivos bajo el título de Beatlemanía, imprescindible para todos los que todavía conserven los discos de vinilo del grupo que en 1962 causó sensación en el Star Club, un local del barrio de St. Pauli ya desaparecido. La riqueza de esta ciudad-estado de mercaderes, que puede presumir de no haber estado nunca bajo el manto de ningún rey ni nobleza, se cimentó en la Edad Media cuando entró en la todopoderosa Liga Hanseática, controlando el comercio del norte de Europa desde su puerto fluvial del Elba. Ahora ha añadido su preeminencia a otras industrias como la discográfica (Deutsche Grammophon), editoriales, medios de comunicación y hasta aeroespacial (Airbus). De hecho, es una de las regiones más ricas del continente, sólo superada por París, Londres y Milán. Uno de los termómetros de su alto nivel de vida son sus galerías comerciales para el shopping de lujo o sus restaurantes con estrellas Michelin (con once estrellas en total, es también la ciudad alemana más reconocida en el apartado gastronómico). Museo Beatles


Hafen City (Ciudad Puerto)

La “Puerta del Mundo”

E

l puerto de Hamburgo es el segundo más importante de Europa en trasbordo de contenedores, sólo superado por el de Rótterdam (Holanda), por lo que es conocida como “la puerta de Alemania al mundo”. Precisamente para dar aposento a tan cuantioso volumen de mercancías, se construyó en 1885 la Speicherstadt, la “ciudad de los almacenes”, en la zona franca del puerto, con una arquitectura neogótica en ladrillo rojo, que se ha convertido en una de las señas de identidad de la ciudad. En esta emblemática zona de Hamburgo se está llevando a cabo la expansión de la metrópolis con la construcción de la


Brahms

Rathaus (Ayuntamiento)

nueva HafenCity (Ciudad-Puerto), el proyecto urbano más grande de Europa cuyo buque insignia es la espectacular Elbphilharmonie, nunca mejor expresado pues el auditorio de la Filarmónica del Elba se ha diseñado por los arquitectos Herzog & De Meuron asemejando un gran barco varado a orillas del río La nueva HafenCity (Ciudad-Puerto) es el proyecto urbano más grande de Europa, cuyo buque insignia será la espectacular Elbphilharmonie (Filarmónica del Elba) Elbphilarmonie (Filarmónica del Elba)

navegable. Aquí ya se levantan modernos rascacielos de acero y cristal en lo que hasta hace poco eran viejos muelles. Pero si hay un lugar donde puede apreciarse la riqueza y el poderío de Hamburgo, ése es el suntuoso edificio del Ayuntamiento, que preside la plaza central de Rathausmarkt con su impresionante fachada neorrenacentista. Construido entre 1886 y 1897, es también la sede del Senado y posee 647 habitaciones, superando en este apartado al mismísimo Palacio de Buckingham de la reina de Inglaterra. Otro monumento de referencia es la Iglesia de St. Michaelis (Iglesia de San Miguel), conocida como la “Michel”, que es uno de los emblemas de Hamburgo al tratarse de la más antigua y hermosa iglesia barroca del norte de Alemania. En esta iglesia 187


Hamburgo

Interior de la Iglesia de San Miguel (St. Michaelis)

luterana fue bautizado Johannes Brahms (el compositor cuenta con su propio museo en Peterstrasse 39) y su torre, de 132 metros de altura, es uno de los símbolos de la ciudad desde antiguo, cuando su campanario orientaba a los marineros al entrar en el Elba. Los amantes del arte han de visitar el museo Hamburger Kunsthalle, aunque sólo sea para admirar dos de los cuadros más célebres de Caspar David Friedrich: Mar de hielo y El caminante sobre el mar de niebla. Pero lo que nadie debe dejar de hacer es darse un garbeo por el emblemático distrito de St. Pauli, el antiguo vecindario de marineros y meretrices, cuyo famo- Der Wanderer über dem Nebelmeer (El caso barrio rojo es atrave- minante sobre el mar de niebla). Caspar David Friedrich. Hamburger sado por su no menos cé- Kunsthalle lebre arteria Reeperbahn, el animado epicentro donde se concentran los locales de diversión con sus destellos de neón: bares, restaurantes, teatro, casino… Hamburgo es una metrópoli en continua ebullición con una clara apuesta por la sostenibilidad medioambiental, pero su esencia y vivencia portuaria nunca cambiará. 188


Brahms

Peterstrasse. Casas de ladrillo rojo tĂ­picas de Hamburgo

Fiesta aniversario del Puerto

Barrio St Pauli

Antigua Bolsa de valores 189


Hamburgo

Qué visitar. Top 10 Los 10 lugares que hay que visitar 1. Plaza del Ayuntamiento (Rathausmarkt). Rathaus. Esta gigantesca plaza fue diseñada después del terrible incendio de 1842. El imponente ayuntamiento, símbolo del poderío de la ciudad-estado, es de estilo neorrenacentista y se sostiene nada menos que por 400 pilares. Es la sede de la Bürgerschaft (cámara baja) y tam-

Fiesta anual del aniversario del puerto de Hamburgo

bién del Senado. 2. Visita del puerto en barco. Salidas desde Landungsbrücken (embarcaderos). Desde el atracadero flotante de 700 metros de largo salen las embarcaciones que realizan vueltas turísticas por el puerto. Duración: 1 hora. También se puede navegar el puerto en un ferry de la línea de transporte público. El 62 es la mejor opción: se toma en el Landungsbrücken, epicentro del paseo marítimo repleto de barcos-restaurante, y se puede bajar en la playa artificial del Neumühlen. Para gozar de la mejor vista del puerto, se recomienda ir al Altonaer Balkon o al Park Fiction, detrás del legendario Golden Pudel Club en la Hafenstrasse. 3. Paseos en barco por el Alster. Salidas cada media hora, de 10 a 18 h, desde Jungfernstieg, una de las ave190


Brahms

nidas más conocidas de Hamburgo. Hay varios espigones sobre la dársena, comunicados entre sí. Duración: 50 minutos. El agradable paseo por este enorme lago artificial en pleno centro de la ciudad permite apreciar su encanto desde el agua. Las magníficas mansiones que jalonan las orillas del Aussenalster constatan la morada de algunas de las mayores fortunas de Alemania. 4. La Iglesia de San Miguel (Sankt Michaeliskirche). Stadthausbrücke. El aspecto urbano de Hamburgo está marcado por la torre de 132 metros de altura de la iglesia Sankt Michaelis. No en vano, la “Michel” es el emblema de la ciudad hanseática. Construida en el siglo XVIII en estilo barroco, en esta iglesia luterana fue bautizado Johannes Brahms y en ella también se celebran conciertos de música religiosa. Su plataforma, a la que se llega por 453 escalones, ofrece una asombrosa vista de Hamburgo y el puerto. Antiguamente, su aguja permitía situarse a Fachada de Sankt Michaelis los navegantes mientras entraban en la desembocadura del Elba. 5. La ciudad-almacén (Speicherstadt). S3, parada Baumwall. Entre los salones de exposiciones Deichtorhallen y la estación Baumwall se encuentra la ciudad de los almacenes portuarios, con más de 125 años de antigüedad (construida en 1885). Arquitectura neogótica en ladrillo rojo, raros frontones y pequeñas torres donde detrás de gruesos muros se almacenan mercancías de alta calidad: café, té, cacao, especias, tabaco y también el almacén de alfombras orientales más grande del mundo. 6. Mercado del Pescado (Fischmarkt). En el barrio de St. Pauli, a 8 minutos andando desde la parada de metro Landungsbrücken. De visita obligada los domingos por la mañana (desde las 5 h. hasta las 10 h.) para vivir 191


Hamburgo

de lleno el ambiente tradicional de este popular mercado con sus característicos vendedores vocingleros y bromistas para atraer a los compradores entre tiendas no sólo de pescado, sino también de fruta, hortalizas o flores. En la vieja lonja de pescado se ofrecen desayunos con la cerveza local Astra y hay animación musical a cargo de dos grupos, situados cada uno en un extremo. 7. Galería de Arte (Kunsthalle). Glockengiesserwall, 1 (S21/31/ U2: Hauptbahnhof Nord). Alberga una famosa colección de obras realizadas entre principios de la Edad Media y el siglo XX. Entre sus obras maestras destacan el retablo de Maese Bertram (1383); El filósofo, de Fragonard; El viajero sobre un mar de Nana, de Edouard Manet nubes, de Caspar David Friedrich; Nana, de Manet; el Autorretrato con modelo, de Kirchner, y el soberbio Desnudo de espaldas, de Matisse. 8. Parque Planten und Blomen (Plantas y Flores). Jungiusstr. U1: Stephanplatz. Una de las más grandiosas extensiones verdes de la ciudad. Creado en 1935 por un japonés, este jardín botánico es famoso por sus parterres con flores coloristas y sus variedades de arbustos. En verano, todas las noches a partir de las 22 h. se ofrece un espectáculo de fuentes de colores con fondo musical gracias a un enorme órgano acuático luminoso (mayo-agosto a las 22 h., septiembre a las 21 h.). 9. Miniatur Wunderland (Mundo de Maravillas en miniatura). En Speicherstadt (la ciudad-almacén). Kehrwieder 2-4. Rieles de ferrocarril, trenes, figuras, edificios, paisajes e innumerables escenas y detalles... El mundo de miniatura Wunderland (4.000 m²) está registrado en el libro de los récords Guinness como el mode192


Brahms

lo de ferrocarriles controlado digitalmente más grande del mundo. No en vano, 20.000 metros de rieles permiten que 15.000 vagones lleguen a su destino, y para conducir los trenes se necesitan 64 computadores. Además 5.000 casas y puentes, 330.000 árboles y 300.000 figuras de personas a escala forman un gigantesco entorno. Más de medio millón de luces garantizan una impresionante atmósfera. www.miniatur-wunderland.com

Miniatur Wunderland

10. La Reeperbahn (barrio de St. Pauli). Además de ser la calle de los teatros que acogen las comedias musicales más exitosas en gira por el mundo, sus neones rojos son también uno de los símbolos de “Hamburgo la Bulliciosa”. El “Pigalle hamburgués” con calles de culto como la Grossen Freiheit, donde tocaron los Beatles, es la arteria principal del barrio rojo localizado en St. Pauli. Al sur se halla la Herbertstrasse, cerrada por dos portales situados a ambos extremos, una Sex shop en St. Pauli calle reservada a los hombres donde las profesionales del oficio más antiguo del mundo se exponen en escaparates al estilo de Ámsterdam. 193


Hamburgo

Las 5 visitas melómanas imprescindibles Museo Johannes-Brahms El Museo de Johannes Brahms, inaugurado por la Sociedad Internacional de Johannes Brahms en el año 1971 y subvencionado por el Ministerio de Cultura, muestra en dos plantas una gran documentación de fotos, copias de partituras, de música y de cartas de Brahms, algunas de sus cosas de uso personal, bustos del compositor, y una biblioteca con más de 300 libros. También expone un piano del año 1848 y una colección de discos y casetes de todas las obras más importantes de Brahms. La sede del museo es una casa barroca restaurada de la Fundación “Carl-Toepfer-St iftung”, pues la casa Museo Brahms. Peterstrasse natal de Johannes Brahms, ubicada en la Speckstraße 60, fue totalmente destruida durante la 2ª Guerra Mundial. Aunque Brahms pasó la segunda etapa de su vida en Viena, siempre recordó con gran estima a su ciudad natal, como demuestran muchas cartas. De hecho, estuvo un poco desilusionado cuando la Sociedad Filarmónica no le designó para el puesto de Director, aunque él nunca se había postulado para ello. Pero cuando en el año 1889 fue nombrado “Ciudadano de Honor”, escribió al alcalde de esta época lo siguiente: “Tanto como satisface un signo de reconocimiento al artista, ¡la felicidad y el orgullo es doble si esta patria es nuestro hermoso y venerable Hamburgo!”. 194


Brahms

Cada año se interpreta el Réquiem alemán en la iglesia de San Michaelis, donde Brahms fue bautizado y confirmado. Además de esto, la Biblioteca del Estado y de la Universidad de Hamburgo posee un gran archivo de Brahms y, a intervalos irregulares, el Senado de Hamburgo concede la Medalla de Brahms a músicos de gran mérito. Johannes-Brahms-Museum. Peterstrasse, 39. Tel.: +49 40 452158. www.brahms-hamburg.de

Museo Telemann (La Milla de los Compositores) En la encantadora calle Peterstrasse, justo al lado del Museo Johannes Brahms, se inauguró en mayo de 2011 otra casa-museo dedicada a Georg Philipp Telemann (1681-1767), que aunque no nació en Hamburgo, vivió en la ciudad los últimos 46 años de su existencia. Amigo de Haendel, que también pasó por la Ópera de Hamburgo, Telemann fue asimismo un compositor de renombre y trabajó como director musical en muchas cortes de Alemania, asentándose finalmente en la de la ciudad-estado hanseática los últimos 46 años de su vida. Su obra incluye música de cámara, ópera y música sacra. Coincide que la misma Fundación Carl-Toepfer que promovió y gestiona los Museos de Brahms y Telemann, quiere convertir la Peterstrasse en la Komponistenmeile (Milla de los Compositores) abriendo en los próximos años otras cuatros casas-museo dedicadas a Carl Philipp Emanuel Bach (asimismo vecino de Hamburgo, que en vida fue tan estimado como su padre), a Felix Mendelssohn y a su hermana Fanny, ambos nacidos a escasas manzanas, y también a Gustav Mahler, que fuera director de la orquesta y de la ópera de la ciudad. Telemann-Museum. Peterstrasse, 39. Tel.: +49 4087 60 40 22. www.telemann-hamburg.de y www.telemann-museum.de

Elbphilharmonie (Filarmónica del Elba) El vanguardista auditorio proyectado por el prestigioso estudio suizo Herzog & De Meuron, en construcción en la Speicherstadt (ciudad-almacén) a orillas del Elba, se levanta precisamente sobre un viejo edificio de alma-

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Hamburgo

Elbphilharmonie. (Filarmónica del Elba)

cenes, que se convertirá en una nueva e impresionante sala de conciertos (se prevé una de las mejores del mundo). Aunque su inauguración se ha aplazado previsiblemente hasta 2014 por las desavenencias económicas entre promotores y constructores a cuenta del desorbitado aumento del presupuesto original (más del doble previsto, estimándose entre 500 y 600 millones más de costes suplementarios), su imponente estampa asemejando un gran barco anclado en el Elba se convertirá en el nuevo icono de la ciudad-estado. El futuro buque insignia es toda una gigantesca caja de música cuyas resonancias aglutinarán dos de las señas de identidad de Hamburgo: el tráfico comercial marítimo y la música. Elbphilharmonie. Am Kaiserkai. Tel.: +494035766666. www.elbphilharmonie.de

Ópera Estatal de Hamburgo ¿Qué sería una visita a Hamburgo sin una noche en su tradicional ópera? La prestigiosa Ópera Estatal de Hamburgo es uno de los más renombrados escenarios de Alemania y, por ende, del mundo, sobre todo por su ballet, que goza de fama mundial. Dirigida por Gustav Mahler durante un período de su historia, su amplio repertorio de primera calidad comprende un sinnúmero de óperas, mientras que las populares noches de ballet de la compañía que dirige John Neumeier son todo un acontecimiento cultural. Hamburgische Staatsoper. Große Theaterstraße, 25. www.hamburgische-staatsoper.de/ 196


Brahms

Sala de conciertos Laeiszhalle-Musikhalle La Sala de conciertos Laeiszhalle-Musikhalle es el centro de la activa vida de conciertos de Hamburgo, donde frecuentemente toca la Orquesta Filarmónica Nacional, la Orquesta Sinfónica de la NDR (Radio-Televisión del Norte), así como la Orquesta Sinfónica de Hamburgo. La impresionante Laeiszhalle de Hamburgo, de estilo neo-barroco, abrió sus puertas en 1908. El conocido constructor de barcos Carl Heinrich Laeisz inició este proceso de apertura de la sala con una subvención, por lo que la también conocida como Musikhalle durante muchas décadas lleva su nombre. La sala de conciertos es un lugar maravilloso para disfrutar de una noche inolvidable de música clásica. Sala de conciertos Laeiszhalle. Johannes-BrahmsPlatz. www.laeiszhalle.de

Musicales y Teatro Neue Flora

El teatro Neue Flora es el teatro musical más grande y más conocido de Hamburgo. Desde su inauguración en 1990 con el musical “El fantasma de la ópera” ha tenido mucho éxito y es obligatorio para los fans de los musicales. www.stage-entertainment.de

Teatro Schauspielhaus El Schauspielhaus es un teatro con una larga tradición cultural. Su inauguración fue en el año 1900 con la obra Iphigenie en Tauride de Goethe. www.schauspielhaus.de

Teatro Thalia El teatro Thalia es uno de los tres teatros estatales de Hamburgo. Fue fundado en 1843, por lo que es uno de los teatros más antiguos de la ciudad-estado hanseática. Nuevos directores, colaboración con jóvenes e importantes autores dramáticos, así como las relaciones sociales marcan un teatro contemporáneo. Cada nueva temporada artística presenta unos nueve estrenos en el teatro principal Alstertor y entorno a seis estrenos en el Thalia, en la Gaußstraße. www.thalia-theater.de

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Hamburgo

Perfil y obra del compositor “El Mozart del siglo XIX”

Johannes Brahms en 1894

De la famosa nana Guten Abend, gute Nacht al Réquiem alemán Johannes Brahms nació el 7 de mayo de 1833 en Hamburgo y falleció el 3 de abril de 1897 en Viena. Su padre, Johann Jakob Brahms, se estableció en Hamburgo como contrabajista en orquestas populares, casándose en 1830 con Johanna Henrika Nissen, que tenía diecisiete años más que él. Johannes fue el segundo hijo del matrimonio, pasando su infancia pobremente en una casa

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miserable del puerto, aunque marcada por los acordes del contrabajo de su padre. Desde los 7 años recibió una educación musical a conciencia demostrando su talento para el piano, que estudió con dos profesores de la ciudad. Fue un niño prodigio del piano y dio su primer concierto con apenas 10 años. Desde 1843 tendría como maestro al prestigioso Eduard Marxsen. Entre los 14 y los 20 años se ganó la vida tocando en las tabernas y componiendo música de cervecería. En 1853 hizo su primera gira de conciertos for- Clara Schumann en 1853. Junto con su mando pareja con esposo Robert, grandes amigos de Brahms el violinista húngaro Eduard Reményi. En este viaje se hizo amigo del ya famoso violinista y compositor dos años mayor que él, Joseph Joachim, que le presentó a Franz Liszt y que preparó su decisivo encuentro con el matrimonio Schumann, ya que tanto Robert como su esposa, Clara Wieck, fueron sus grandes valedores. El artículo “Neue Bahnen” (“Nuevos caminos”) de Robert Schumann en la Gaceta Musical lo presentó por todo lo alto afirmando que se trataba de “el Mozart del siglo XIX”. Pasados los años, durante la enfermedad mortal de Schumann, Brahms apoyó a Clara y a sus niños en Dusseldorf. Entre 1857 y 1859 trabajó de pianista y director de corte en Detmold. Después fundó y dirigió un coro de mujeres en Hamburgo. En el otoño de 1862 llegó por primera vez a Viena, donde al año siguiente ya fue elegido director de la Academia de Canto (1863-1864). Luego ejerció la función de Director Artístico de la Sociedad

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Hamburgo

Museo de Brahms. Busto del compositor

de los Amigos de la Música (1872-1875), sintiéndose cada vez más vinculado a Viena, particularmente tras la muerte de su madre. En la capital austriaca encontró al fin una segunda patria para el resto de su vida. La dejaba sólo para giras de conciertos y para vacaciones de verano. Casi todas sus composiciones las escribió durante las vacaciones de verano, pues en invierno se dedicaba a sus obligaciones de intérprete. Poseedor de un alma romántica y una cabeza clásica, sus obras destacan por un estilo inconfundible y una perfección altísima. Su extensa producción abarca todos los géneros -con excepción de la ópera-, como las cuatro sinfonías, los dos conciertos para piano, concierto para violín, amén de composiciones para coro, solistas y orquesta, que se programan en todo el mundo. Entre ellas se encuentra el Réquiem alemán (estrenado en Bremen en 1868), a partir de cuyo éxito su obra fue reconocida paulatinamente en toda Europa. El compositor de Ham200


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burgo también estimaba la música folklórica y casi todo el mundo conoce la famosa nana Guten Abend, gute Nacht (“Buenas tardes, buenas noches”) sin saber que esta canción de cuna fue compuesta por Brahms. Nunca se podrá saber cuáles fueron los términos medios en Brahms, pues su tremenda capacidad para la autocrítica le llevó a romper muchas de sus partituras. Quizá por ello, la calidad media de su legado sea insuperable. Sus cuatro Sinfonías (1875-1885) están consideradas lo más importante del sinfonismo germánico posterior a Beethoven. Brahms fue un romántico clásico, lo que no significa conservador. Al contrario, lo que hizo fue llevar el clasicismo de la línea Bach-Mozart-Beethoven al límite, aunque en su tiempo no se entendiera. Fue Schoenberg quien, 40 años después, puso las cosas en su sitio, proclamando su modernidad. Su vida fue la de un creador solitario dedicado en cuerpo y alma a la música. Entre sus composiciones finales destacan su último ciclo de Lied (canción lírica alemana), los Cuatro cantos serios, y sus dos últimas obras de música de cámara, la versión para viola y piano de las 2 sonatas para clarinete y piano. El género del piano, fundamental en su catálogo, lo cerraría con los cuatro Intermezzi opp. 116, 117, 118 y 119. Tras haber disfrutado de una buena salud durante toda su vida, la muerte le sorprendió rápidamente, de un cáncer de hígado, un mes antes de cumplir los 64 años.

Manuscrito de pieza para piano de Brahms descubierto en 2012 201


Hamburgo

Musikfest Hamburg El Festival de Música de Hamburgo se celebra en el mes de Septiembre con conciertos de música de cámara y orquesta. Con anterioridad, en mayo/junio tienen lugar los “Días hamburgueses de Ballet” (Hamburger BalletTage).

Fiesta de Aniversario del Puerto (Hafengeburtstag). La mayor fiesta portuaria del mundo Hamburgo es la ciudad de los grandes calificativos, acogiendo también “la mayor fiesta portuaria del mundo”: la Hafengeburtstag, el “Aniversario del Puerto” que se celebra cada año en torno al segundo fin de semana de mayo. Alrededor de millón y medio de personas abarrotan los 3,5 kilómetros del muelle que median entre la City y los museos en la que sin duda es la segunda fiesta más multitudinaria de Alemania tras la Oktoberfest de Múnich. Además del gran desfile de barcos y veleros históricos, los últimos años nunca falta a esta cita el Queen Mary 2, el trasatlántico más grande y lujoso del mundo.

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Guía práctica CÓMO LLEGAR Lufthansa (información y reservas: 902 883 882; www.lufthansa.com) ofrece vuelos diarios a Hamburgo desde Madrid y Barcelona. Hay líneas de autobús a la salida de la terminal del aeropuerto y una estación de tren (S-Bahn). La línea S1 sale cada diez minutos y deja en 25 minutos en la estación central de la ciudad. Cuesta 2,8 euros. CÓMO MOVERSE Aconsejamos la utilización de la “Hamburg Card”, la tarjeta turística válida para el transporte público urbano, con entrada libre en los museos y descuentos en los tours por la ciudad, el puerto y en los paseos por el lago Alster, así como también en las visitas de los barcos-museos.

Hotel Maritim

DÓNDE DORMIR MARITIM Hotel Reichshof Hamburg (Kirchenallee 34-36. Tel.: +49 (0) 40 24833-0. www.maritim.de). En el corazón de la ciudad hanseática, justo enfrente de la Estación central de tren, entre el Teatro Alemán y la Kunsthalle. El hotel está muy bien situado, pues se puede acceder a pie a lugares emblemáticos como el lago Alster o el puerto. Asimismo, al aeropuerto y la feria se puede llegar fácilmente en transporte público. Cuenta con piscina y sauna.

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Hamburgo

Arcotel Rubin Hamburg (Steindamm, 63. +49 (0) 40 2419290. www.arcotelhotels.com/rubin). Situado en el animado barrio de St. Georg, a poca distancia de la Estación Central y del lago Alster. En la decoración de las habitaciones predomina el color rojo rubí. Hotel Abtei (Abteistrasse, 14. +49 (0) 40 442905. www.abtei-hotel.de). Pequeño hotel de estilo modernista ubicado en una mansión en Harvestehude, el elegante barrio donde comienza la novela La montaña mágica, de Thomas Mann. Las habitaciones ofrecen antigüedades en lugar de diseño, y el desayuno se toma en la sala del jardín al más puro estilo hanseático. DÓNDE COMER Parlament (en el sótano del edificio del Ayuntamiento). Típico restaurante hamburgués, cuyo plato central es el arenque crudo y curado ofrecido con todo tipo de salsas. Kaiser Perle (Am Kaiserkai, 47. www.kaiserperle.de). Al lado de la nueva sala de conciertos de la Filarmónica del Elba, frente al puerto. Platos regionales como el matjestopf (ensalada de arenques con manzana y nata). Vlet (Am Sandtorkai, 23/24. +49 40 33475375-0. www.vlet.de). Cocina refinada en Speicherstadt, la “ciudad-almacén”, que apuesta por platos regionales: pescado, cordero y ternera. El origen de la hamburguesa Una aportación universal de Hamburgo es la hamburguesa, que como su propio nombre indica, es originaria de aquí y no de Estados Unidos. La génesis de ello hay que buscarla a finales del siglo XIX, cuando muchos alemanes emigraron a Norteamérica desde Hamburgo. Una de las comidas que se servían en los barcos eran filetes de carne picada. La hamburguesa entró en el continente vía Nueva York, los Grandes Lagos y con la conquista del Oeste. Fue en California donde los avispados hermanos McDonald tuvieron la ocurrencia de colocarla entre dos rebanadas de pan y la ofrecieron mediante un novedoso sistema de autoservicio, poniendo los cimientos de lo que ahora es un imperio que ha conquistado hasta la mismísima Plaza Roja de Moscú.

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Brahms

Chilli Club (Am Sandtorkai, 54. +49 40 35 70 35 80. www.chilliclub.de). Brasserie con especialidades asiáticas en el nuevo distrito de HafenCity. Erste Liebe Bar (Michaelisbrücke, 3. +49 40 36901808. www.ersteliebebar.de). Muy cerca de la iglesia de St. Michaelis (San Miguel), el “Bar del Primer Amor” ofrece exposiciones de arte y una carta para el almuerzo en la que recomendamos el halbhalb, consistente en una pequeña ensalada y un plato de pasta. Küchenwerkstatt (Hans-Henny-Jahnn-Weg, 1. www. kuechenwerkstatt-hamburg.de). El chef Gerald Zogbaum ofrece una excelente cocina a precios razonables. Hummer Pedersen. El mejor pescado de Hamburgo se sirve cerca del Mercado de Pescado (puente Köhlbrand), en esta tienda al por mayor que cuenta con salas de restaurante. En los sótanos de este negocio de 130 años de antigüedad viven unos 5.000 bogavantes y otras tantas langostas, bueyes de mar y centollas en estanques de agua salada. Su propietario es Joachim Niehusen. DÓNDE MERENDAR Petit Café (Hegestrasse, 29. +49 40 4605776). Entre muebles de estilo Biedermeier se reunen familias jóvenes, amantes del buen café y abuelas que pugnan por conseguir los mejores bizcochos de la ciudad. DÓNDE TOMAR UNA COPA Strand Pauli (Hafenstrasse, 89. +49 40 43144008. www.strandpauli.de). Club muy acogedor a orillas del Elba. Música tranquila y gente relajada en la arena de la playa disfrutando del paisaje del puerto, que al atardecer se tiñe de un hermoso tono anaranjado. MÁS INFORMACIÓN Hamburg Tourismus. www.hamburg-tourismus.de Oficina Nacional Alemana de Turismo. www.germany.travel

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Hamburgo

Plano del centro de Hamburgo

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Brahms

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El Leipzig de

Johann Sebastian

Bach


Leipzig se enorgullece de ser la ciudad en la que J. S. Bach fue más prolífico. Aquí compuso obras maestras como la Pasión según San Mateo o la Pasión según San Juan


Bach

El Leipzig de

Johann Sebastian Bach Ciudad musical por excelencia

L

a metrópoli ferial de Sajonia es una de las mecas de peregrinación de los melómanos de todo el mundo por ser el lugar que sirvió de inspiración a Johann Sebastian Bach, uno de los compositores más geniales de la historia. Durante los 27 años que fue director musical de la ciudad, desde 1723 hasta su fallecimiento en 1750, aquí compuso partituras tan memorables como la Pasión según San Mateo, la Pasión según San Juan, el Oratorio de Navidad, la Gran Misa o la Cantata de Café. El “Rey de la Música” está enterrado en la Iglesia de Santo Tomás, y a su memoria se dedica todos los años el prestigioso Festival Bach en el mes de mayo, cuyos principales conciertos tienen lugar en tres de los grandes templos de la música clásica de Europa: la Thomaskirche, la Nikolaikirche y la Gewandhaus. Aquí fue también donde nació Richard Wagner, donde Felix Mendelssohn creó el primer conservatorio de músi- Bach ca de Alemania y donde se fundó la orquesta privada más antigua del mundo, la legendaria Gewandhaus de Leipzig, creada por un grupo de comerciantes en 1743 (siete años antes de la muerte del propio Bach). Por eso, sin duda, es una ciudad musical por excelencia. A propósito de la Gewandhausorchester, son significativas las declaraciones de su actual director titular, el italiano Riccardo Chailly (Milán, 1953): “Cuando trabajas en una orquesta con más de 230 años de historia te invaden sensaciones indescriptibles. En los músicos de la Gewandhaus pervive todavía el espíritu de Mendelssohn, que fue kapellmeister entre 1835 y 1847, y en su técnica se perpetúa la memoria de Beethoven, Brahms, Schumann, Schubert... No me refiero sólo al color característico de sus cuerdas, a la profundidad de sus metales, sino a un ruido de fondo, a una trascendencia…”. 211


Leipzig

Teléfono directo con Dios

E

l propio director de orquesta Riccardo Chailly, actual titular de la Gewandhaus de Leipzig, preguntado al respecto de cuál diría que es el compositor que mejor conecta con las creencias católicas que él mismo profesa, responde sin duda que Johann Sebastián Bach. Es más, afirma que entendida de manera ecuménica y universal, la música de Bach funciona como “un teléfono directo con Dios”. Música celestial. Escuchar al famoso coro de niños y adolescentes Thomanerchor en la iglesia de Santo Tomás de la ciudad sajona de Leipzig, suena a música celestial. De repente, con los primeros acordes musicales de un Preludio y Fuga de Juan Sebastián Bach emanando del órgano que lleva su nombre -instalado en el año 2000 con motivo del 250 aniversario del fallecimiento del compositor alemán-, las almas empiezan a elevarse por encima del cuerpo anhelando, quizá, fundirse con las notas etéreas y volátiles en la atmósfera especial y mística que envuelve el momento. Todo Coro de la Thomaskirche ello se magnifica cuando los feligreses, que abarrotan la iglesia desde primera hora de la mañana (9.30 h.) en el día que se celebra la Ascensión del Señor (festivo en Alemania), cantan al unísono participando en la liturgia religiosa. Observando los bellos vitrales –como el de Santo Tomás en el coro, y otro conmemorativo de Felix Mendelssohn- de esta hermosa iglesia de tres naves, y los grandes ventanales que dejan translucir el azulado cielo de la mañana primaveral, comprendemos sin duda que la música de Bach y el canto de este coro infantil con casi 800 años de antigüedad atrajeran y sigan atrayendo a los parroquianos para asistir a las ceremonias religiosas. Nos encontramos, como ya queda dicho, en Leipzig, nada menos que la cuna musical de Alemania, por otra parte

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Bach

conocido como “el país de la música”, lo que nos lleva a discernir que la ciudad sajona es la cuna europea de la música clásica y, por ende también, la cuna mundial de la música culta.

La Thomaskirche, gran templo de la música clásica La Thomaskirche (iglesia de Santo Tomás) es, como no podía ser menos, uno de los históricos auditorios de acústica privilegiada donde tienen lugar conciertos durante el Festival Bach, que se celebra todos los años entorno al día de la Ascensión del Señor, festivo en Alemania. En los días previos y posteriores a esa fecha es cuando se desarrollan el mayor número de recitales dedicados al famoso Kantor de Santo Tomás. No en vano, Leipzig se enorgullece de ser la ciudad en la que el compositor fue más prolífico. Johann Sebastian Bach (1685-1750) fue director musical de la Iglesia, del Consejo y de la Universidad de Leipzig; de hecho, era el director musical de la ciudad y, por tanto, responsable de esa parcela en las iglesias de San Nicolás, Santo Tomás, San Pedro y en la Nueva, que La tumba del “Rey de la Múen el siglo XIX pasó a llasica” está en una de las marse de San Mateo. Ya tres naves de la Thomaskiren el año 1717 vino a proche, justo enfrente del órbar el órgano de la iglegano que tocara el Maestro sia de San Pablo, que era el más grande y de mejor calidad de Sajonia. Como curiosidad, hay que destacar que el mismísimo Mozart tocó el órgano de la Thomaskirche el 12 de mayo de 1789, sin olvidarnos de Schumann, de Mendelssohn ni de Franz Liszt, que dirigió su Messe de Gran en 1859, por lo que no cabe duda de que es uno de los grandes templos de la música culta de toda Europa. “No debería apellidarse arroyo, sino mar” (“Meer soll er heissen”), dijo Beethoven acerca del significado de la palabra Bach 213


Leipzig

en alemán (arroyo, en español), rindiendo pleitesía a uno de los mayores Bach ha inspigenios de la música clásica. Lo cierrado a músito es que Bach pasó un poco al olvicos de nuestros do después de su muerte, sin el recodías en cancionocimiento debido. Pero fue la figura nes tan conocide otro compositor insigne relaciodas como The nado con Leipzig, el ya mencionado power of love (El Felix Mendelssohn, quién le rescató poder del amor) del ostracismo programándose más obras suyas a partir de 1835. Fue a iniciativa suya, y gracias a los fondos recaudados en conciertos benéficos, cómo se levantó el primer monumento en memoria de Bach, inaugurado el 23 de abril de 1843 en las inmediaciones de la Thomaskirche. El busto de Bach se halla justo debajo de un tilo, árbol éste que dio nombre a la ciudad pues Leipzig deriva de “Ort bei

Busto de Bach

Monumento a Bach

den Linden”, “el lugar de los tilos”, y se sitúa en una de las zonas del círculo verde en que se ha transformado el antiguo trazado de las murallas. Posteriormente, en 1908, fue cuando se inauguró, junto a la iglesia de Santo Tomás, el monumento de Bach creado por el escultor Carl Seffner. El compositor aparece de pie y con un pañuelo en una de sus manos, un detalle que tiene su explicación en la necesidad que tenía del mismo para secarse el sudor que le causaba la acumulación de tanto trabajo. 214


Bach

En el Museo-Archivo de Bach, situado enfrente de la Thomaskirche en la que era la casa de uno de sus amigos, el comerciante Bose –el músico residía justo delante, a unos pasos, en una escuela al lado de la iglesia reconvertida ahora en el Bach Cafése da cuenta de toda la ingente obra que compuso, desde la religiosa hasta las suites, sonatas, conciertos, fugas, obras para clave, etc., hasta el punto de haber inspirado a músicos de nuestros días en canciones tan conocidas como The power of love (El poder del amor). En el Bach-Archiv también se detallan aspectos personales como el árbol genealógico en el que figuran sus veinte hijos, fruto de sus dos matrimonios, de los que diez no llegaron a la edad de tres años. Dos de los que sí sobrevivieron –Carl Philipp Emanuel y Johann Christian- llegaron a descollar como compositores heredando la vena musical de su progenitor. Asimismo, se puede visitar el salón donde Bach y su segunda esposa, la cantante Ana Madalena, deleitaban a la familia Bose y otros allegados.

La Nikolaikirche, la iglesia-símbolo de la reunificación El coro infantil Thomanerchor, una de las instituciones culturales más antiguas de Leipzig, debe mucho al gran legado musical de Bach. Este coro nació en el convento de canónigos agustinos y tiene más de 780 años Nikolaikirche (Iglesia de San Nicolás) de antigüedad. Todos los viernes, a las 18 h., y los sábados, a las 15 h., se puede escucharlo interpretando cantatas y motetes en la Iglesia de Santo Tomás, excepto en las vacaciones escolares y durante las giras. En la época de Bach estaba compuesto por unos 54 niños, pero en la actualidad lo forman alrededor de 90 infantes y adolescentes con edades comprendidas entre los 9 y hasta los 18 años. Los más pequeños van vestidos con sus típicos uniformes marineros, mientras los mayores se distinguen –amén de por su


Nikolaikirche (Iglesia de san Nicolás)

mayor estatura- por sus trajes azul marino y corbatas a juego. Otro de los auditorios del Festival Bach es la Iglesia de San Nicolás, la más antigua de Leipzig, que desde siempre ha estado vinculada a los comerciantes de la ciudad y por ello ha mantenido su supremacía “jerárquica” aún en los tiempos en que Bach era el cantor de Santo Tomás. Un ejemplo que lo atestigua es que durante las grandes celebraciones religiosas de la Navidad o la Pascua, de los tres días festivos que solía haber, Bach debía participar el primer y tercer día en los conciertos de la Sankt Nikolaikirche. Este hermoso templo románico del siglo XI guarda además un plus de relevancia histórica más moderno, pues desde aquí partieron las grandes manifestaciones de otoño de 1989 Busto de Bach. que promovieron el cambio en la antigua RDA Bach Archiv como antesala de la caída del muro de Berlín y la posterior reunificación alemana. Leipzig se precia de que fue durante la estancia en la ciudad de Mendelssohn, cuya Casa-Museo puede visitarse igualmente, cuando se dio a la cultura musical europea un gran impulso en muchos sentidos. Una muestra excepcional de ello es que el compositor y también director creó en Leipzig el primer conservatorio alemán, la actual Escuela Superior de Música y Teatro, cuyo prestigio se ha acrecentado con el paso de los años hasta el punto de que un 30 por ciento de sus alumnos son extranjeros venidos allende las fronteras para estudiar aquí. Esto pudimos comprobarlo in situ, al asistir a una clase donde un trío de violoncello, violín y piano que interpretaban música de Mauri216


Bach

ce Ravel, lo conformaban un alemán, una china y una coreana, respectivamente.

La perfecta acústica de la Gewandhaus Por su parte, en la Augustusplatz (la antigua Karl Marxplatz) se sitúan, frente por frente, dos de los auditorios más prestigiosos de Leipzig: la Ópera y la Gewandhaus. La primera se fundó en 1693, lo que la convierte en la segunda institución más antigua de la escena musical alemana. Aunque el edificio de la Ópera recuerde a la estética socialista en su arquitectura de líneas neoclásicas, lo cierto es que sus producciones suelen ser de una gran calidad. Su prestigio a nivel europeo quedó patente después de recibir la distinción “Ópera del año” en dos ocasiones a finales del pasado siglo XX. De la fama internacional de Leipzig como ciudad de la música también es depositaria, en gran medida, la Orquesta Gewandhaus, que con 200 miembros está considerada una de las mejores del mundo. Este conjunto sigue la tradición del “Grosses Concert” constituido en 1743, lo que la convirtió en la prime-

Interior de la Gewandhaus

ra orquesta cívica y burguesa que se formó en Europa. La sala de conciertos Gewandhaus es moderna y posee una acústica tan perfecta que el sonido es prácticamente igual de bueno en cualquiera de sus asientos, ya sean los de las butacas delanteras o las localidades altas del “paraíso”. Una de las razones de esta magnífica audición es que la sala está asentada sobre una especie de pilares para evitar las vibraciones con el suelo. Ni que decir tiene que, por supuesto, es el tercer principal auditorio del Festival Bach y hace honor a su merecida fama. 217


Leipzig

Qué visitar. Top 10 Los 10 lugares imprescindibles

Viejo Ayuntamiento

1. Viejo Ayuntamiento (Marktplatz). Es una de las obras renacentistas más bellas de Alemania, siendo construido en un tiempo récord de nueve meses entre dos ferias en 1556/1557. Actualmente acoge el Museo de la Historia de la Ciudad (www.stadtgeschichtliches-museum-leipzig.de).

Casa Frege

2. Moradas burguesas barrocas: la casa Frege y la casa Romanus (Katharinenstrasse, cerca del mercado). La casa Frege perteneció a una de las familias de comerciantes más ricas de entonces. A continuación se puede 218


Bach

admirar la casa Romanus, con la que empezó la época de esplendor del barroco burgués en Leipzig, ya que una de cada tres casas se construyeron o se reedificaron siguiendo su modelo y según el gusto de la época. 3. Vieja Bolsa de Comercio. En este característico edificio del año 1687, los comerciantes celebraban sus contratos en tiempos pasados. Delante del mismo se halla una escultura que rememora la época de estudiante de Johann Wolfgang von Goethe, así como a sus novias de juventud en Leipzig.

Pasaje Mädler

4. Pasaje Mädler y bodega Auerbach. Enfrente del Monumento a Goethe se halla el portal que conduce al pasaje Mädler, que es el más lujoso y uno de los mejor conservados de la ciudad. Esta galería comercial se conoce sobre todo por la bodega Auerbach, a la que se accede en seguida al entrar al pasaje, célebre por ser el escenario de algunas partes de la obra más conocida de Goethe, Fausto. En concreto, las escenas de los estudiantes y el Doctor Fausto. 5. Iglesia de Santo Tomás (Thomaskirchhof, 18; www. thomaskirche.org). Fue ampliada en el año 1500 para convertirla en una iglesia con tres naves de la misma altura de estilo gótico decadente. Delante del portal en la parte sur se encuentra una estatua de Johann Sebastian Bach, cantor del famoso coro ‘tomasiano’, y cuya tumba

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Leipzig

se encuentra en el recinto del coro. Enfrente de la Iglesia de Santo Tomás se erige la casa Bose, en la que se encuentra el Archivo y el Museo de Bach (ver anexo de museos melómanos). 6. Gewandhaus (Augustusplatz; www.gewandhaus.de). Situada en la Plaza de Augusto, este magnífico auditorio es el tercer lugar de actuación de la orquesta del mismo nombre. Se inauguró en otoño de 1981, posee una gran sala con 1900 asientos y una sala de música de cámara. Enfrente de la plaza está el Teatro de la Ópera (www.operleipzig.de), inaugurado en 1960, cuya sala tiene un aforo de 1426 butacas para espectáculos de ópera y ballet. 7. Iglesia de San Nicolás (www.nikolaiskirche-lepizig. de). Es la más antigua de la ciudad, pasando a formar parte de la historia más reciente con las oraciones por la paz, con las que empezó el proceso hacia la Unificación de Alemania en el año 1989. Se reedificó varias veces y contiene elementos de los estilos románico, gótico, renacentista, barroco y clasicista. Su órgano es uno de los más grandes de Alemania.

Monumento a la Batalla de las Naciones

8. Monumento a la Batalla de las Naciones. Situado al sur del centro de la ciudad, fue inaugurado el 18 de octubre de 1913 con motivo del centenario de la Batalla de las Naciones en Leipzig, acaecida en 1813. Conmemora el combate de las tropas aliadas contra Napoleón,

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Bach

comprendiendo una superficie de 80.000 metros cuadrados. Desde el mirador de 90 metros de altura se puede divisar la ciudad de Leipzig y los pueblos de alrededor. En la misma fecha se inauguró la Iglesia Conmemorativa Rusa para conmemorar a los 22.000 soldados rusos caídos en la batalla, que además de museo es el templo de una comunidad ortodoxa rusa. 9. Biblioteca Alemana de Leipzig. Situada en la Plaza Alemana, cercana a la Iglesia Conmemorativa Rusa, también desde el emblemático año 1913 es el archivo general de la literatura de todo el ámbito de habla alemana. Desde la Reunificación Alemana trabaja conjuntamente con la Biblioteca Alemana de Francfort y el Archivo Musical de Berlín. 10. Museo de la STASI “Runde Ecke” (Dittrichring, 24; www. r unde-ecke-leipzig.de). De visita recomendada para los más interesados en la historia reciente de la antigua RDA. El edificio, en el que se encontraban las antiguas oficinas locales de la Stasi (Servicio de Seguridad del Estado de la ex República Democrática Alemana), sirve ahora de domicilio a la exposición permanente “STASI – Poder y banalidad”, en la que se muestran los instrumentos que servían para controlar a la población e indagar en sus lealtades, tal y como se desvelaban en la película La vida de los otros (2006).

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Leipzig

Museo de los Instrumentos Musicales

3 museos para melómanos Museo Bach-Archivo Bach. Situado en Thomaskirchhof, la exposición está dedicada a la vida y obra del que fue director de música de la ciudad durante 27 años, componiendo aquí la mayor parte de su magna obra. (www.bach-leipzig.de). Casa Museo de Mendelssohn. Renovada siguiendo su modelo original histórico, fue donde vivió y falleció este compositor, el más famoso de su época. Está dedicada a Felix Mendelssohn-Bartholdy como primer director moderno y gran reformador de la vida musical de Leipzig. (Goldschmidtstrasse, 12; www.mendelssohn-haus.de). Museo de los Instrumentos Musicales. Se encuentra dentro del conjunto formado por el Museo Grassi, que incluye también el Museo Etnológico y el Museo de Artesanía. Perteneciente a la Universidad de Leipzig, atesora una de las mayores colecciones del mundo en su género, con una exposición de 5.000 objetos pertenecientes a cinco siglos distintos, albergando salas apasionantes dedicadas a Oceanía, a África, a los incas y a grupos étnicos de la antigua URSS. (Johannisplatz, 5-11; www.grassimuseum.de). 222


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Ehemaliges Reichsgericht / Bundesverwaltungsgericht (Antiguo Tribunal del Imperio / Corte Federal Contencioso-Administrativa)

Fuente Mendebrunnen en Augustplatz Sur

Monumento a Goethe delante de la Antigua Bolsa de Comercio

Augustplatz Norte. La Ă“pera de Leipzig al fondo 223


Leipzig

Retrato de Bach

Perfil y obra del compositor El Rey de la música clásica

C

onsiderado por muchos como “el compositor más grande de todos los tiempos” (curiosamente, Beethoven aplicó este honorífico título a Haendel, a la sazón coetáneo de él y natural de Halle, muy cerca de Leipzig), Johann Sebastian Bach nació en Eisenach (land de Turingia) en 1685, en el seno de una dinastía de músicos e intérpretes que desempeñó un papel determinante en la música alemana durante cerca de dos siglos y cuya primera mención documentada se remonta a 1561. Hijo de Johann Ambrosius, trompetista de la corte de Eisenach y director de la música de dicha ciudad, la música rodeó a Johann Sebastian Bach desde el principio de sus días. A la muerte de su padre en 1695, se hizo cargo de él su hermano mayor, Johann Christoph, a la sazón organis-

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Bach

Thomaskirche y Thomasschule de Leipzig en 1700

ta de la iglesia de San Miguel de Ohrdruf. Bajo su dirección, el pequeño Bach se familiarizó rápidamente con los instrumentos de teclado, el órgano y el clave, de los que sería un consumado intérprete durante toda su vida. Su formación culminó en el convento de San Miguel de Lüneburg, donde estudió a los grandes maestros del pasado, entre ellos Heinrich Schütz, al tiempo que se familiarizaba con las nuevas formas instrumentales francesas que podía escuchar en la corte. A partir de estos años, los primeros del siglo XVIII, Bach estaba ya preparado para iniciar su carrera como compositor e intérprete. Una carrera que puede dividirse en varias etapas, según las ciudades en las que el músico ejerció: Arnstadt Cafetería Zimmermann, don(1703-1707), Mühlhaude Bach compuso e interpretó la famosa Cantata del café, sen (1707-1708), Weimar BWV 211 (1735)

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(1708-1717), Köthen (1717-1723) y Leipzig (17231750). Si en las dos primeras poblaciones, sobre todo en Mühlhausen, sus proyectos chocaron con la oposición de ciertos estamentos de la ciudad y las propias condiciones locales, en Weimar encontró el medio adecuado para el desarrollo de su talento. Nombrado organista de la corte ducal, Bach centró su labor en esta ciudad sobre todo en la composición de piezas para su instrumento músico: la mayor parte de sus corales, preludios, tocatas y fugas para órgano datan de este período, al que también pertenecen sus primeras cantatas de iglesia importantes.

Retrato de Bach con tres de sus hijos, atribuido a Baltasar Denner. Aunque -actualmente- se considera que pudiera ser un retrato del gambista Christian Ferdinand Abel y su familia

En 1717 Johann Sebastian Bach abandonó su puesto en Weimar a raíz de haber sido nombrado maestro de capilla de la corte del príncipe Leopold de Anhalt, en Köthen, uno de los períodos más fértiles en la vida del compositor, durante el cual vieron la luz algunas de sus partituras más célebres, sobre todo en el campo de la música orquestal e instrumental: los dos conciertos para violín, los seis Conciertos de Brandemburgo, el primer libro de El clave bien temperado, las seis sonatas y partitas para violín solo y las seis suites para violoncelo solo.

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Bach

Bach al 贸rgano (c.1725). Ilustraci贸n propiedad del British Museum 227


Leipzig

Durante los últimos veintisiete años de su vida fue Kantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, cargo éste que comportaba también la dirección de los actos musicales que se celebraban en la ciudad. A esta etapa pertenecen sus obras corales más impresionantes, como sus dos Pasiones, la monumental Misa en si menor y el Oratorio de Navidad. En los últimos años de su existencia su producción musical descendió considerablemente debido a unas cataratas que lo dejaron prácticamente ciego. Casado en dos ocasiones, con su prima Maria Barbara Bach la primera y con Anna Magdalena Wilcken la segunda, Bach tuvo veinte hijos, entre los cuales descollaron como compositores Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel, Johann Christoph Friedrich y Johann Christian. Pese a que tras la muerte del maestro su música, considerada en exceso intelectual, cayó en un relativo olvido, compositores de la talla de Mozart o Beethoven siempre reconocieron su valor. Recuperada por la generación romántica de músicos con Félix Mendelssohn a la cabeza, Festival Bach. Concierto en la desde entonces la Nikolaikirche obra de Johann Sebastian Bach ocupa un puesto de privilegio en el repertorio, siendo para muchos melómanos el auténtico “Rey de la música clásica”. La razón es sencilla: al magisterio que convierte sus composiciones en un modelo imperecedero de perfección técnica, se une una expresividad que las hace siempre actuales. Fallecido en Leipzig en 1750, su lápida se encuentra en la iglesia de Santo Tomás de la ciudad que le sirvió de inspiración.

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Bach

Festival Bach Un auténtico festín musical

S

e celebra todos los años entorno al día de la Ascensión del Señor, festividad religiosa en Alemania, en el mes de mayo. Las obras de Bach son interpretadas en la legendaria Thomaskirche, la iglesia de Santo Tomás donde fue Kantor, para la que compuso muchas de sus magnas obras corales para los oficios y festividades religiosas; en la no menos importante Nikolaiskirche, la iglesia de San Nicolás, la más antigua de Leipzig, que desde siempre ha estado vinculada a los comerciantes de la ciudad y por ello ha mantenido su supremacía “jerárquica” aún en los tiempos en que Bach era el cantor de Santo Tomás; y en la histórica Gewandhaus, el moderno auditorio de sensacional acústiEl Festival Bach se ceca orgullo de Leipzig, sede lebra todos los años ende su prestigiosa Orquestorno al día de la Asta Filarmónica. censión del Señor con El compositor de obras una profusión de concomo los Conciertos de ciertos de la músiBrandeburgo estaría ahoca del famoso Kanra orgulloso de que la tor de Santo Tomás ciudad que tanto le hizo trabajar y que tantos quebraderos de cabeza le dio, le honre con un festival cuyo prestigio se afianza año tras año, yendo cada vez a más. Info Festival Bach (Información y entradas). Bach-Archiv Leipzig (Thomaskirchhof 15-16; 00 49 (0)341 9137 333, www.bach-leipzig.de y ticket@bach-leipzig.de).

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Leipzig

Estación de Leipzig

Guía práctica CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 883 882; www.lufthansa.com) vuela a Leipzig, a unos 170 km. al sur de Berlín, vía Frankfurt del Main. Una vez nos hallemos en el aeropuerto internacional de Leipzig/Halle, situado a 18 km. de la ciudad, lo más práctico, rápido y económico para llegar al centro es conectar con alguno de los frecuentes trenes, bien RB (Regionalbahn) o bien RE (Regionalexpress), que tienen parada junto a la terminal en dirección a la Estación Central (Hauptbahnhof) de Leipzig, una de las

Victor’s Residenz-Hotel 230


Bach

más grandes de Europa. El billete se puede comprar en el stand de los ferrocarriles alemanes “Deutsche Bahn” del propio aeropuerto, o en la máquina expendedora junto a la vía. Asimismo hay un servicio de transporte permanente al nuevo recinto ferial. DÓNDE DORMIR Living Bach 14 (www.bach14.arcona.de). Abierto en noviembre de 2011, se halla muy cerca del Archivo Bach, en una antigua mansión junto al museo. Pentahotel Leipzig (Grosse Brockhaus, 3; www.pentahotels.com). A 500 metros de la Estación Central, se trata de un alojamiento moderno que aúna diseño y tecnología. Victor’s Residenz-Hotel (Georgring, 13; www.bestwestern.de). Tel.: (00 49) (0) 341-68660. Situado enfrente de la parte este de la Estación Central, elegante y tradicional. DÓNDE COMER Auerbachs Keller (Mädler-Passage / Grimmaische Strasse, 2-4; www.auerbachs-keller-leipizig.de). La bodega donde Goethe se inspiró para escribir su obra más famosa, “Fausto”. Esta histórica taberna data del año 1525 y era el lugar favorito de los comerciantes para cerrar los tratos durante las ferias.

Auerbachs Keller 231


Leipzig

Coffe Baum (Kleine Fleischergasse, 4; www.coffebaum. de). El segundo café más antiguo de Europa se inauguró en 1711 como despacho de café. Ahora también es uno de los restaurantes más elegantes de la ciudad, con su propio Museo del Café. Zill’s Tunnel (Barfussgasschen, 9). Una de las tabernas más recomendables en la zona de bares denominada “Drallewatsch”. Se halla en un concurrido callejón peatonal que se llama así por los monjes que caminaban por él descalzos para ir al mercado. Panorama (Augustusplatz; www.panorama-leipzig. de). Aparte de su emplazamiento justo al lado de la Gewandhaus, el encanto de este restaurante reside en que se halla en el último piso del rascacielos comunista de la época de la antigua RDA, donde se puede almorzar o cenar mientras se contempla una panorámica de Leipzig a vista de pájaro. DÓNDE TOMAR UNA COPA Moritz-Bastei (Universitätsstrasse, 9; www.moritzbastei.de). Justo detrás del edificio de la Torre Panorama, este bastión de la antigua muralla ha sido recuperado como lugar de ocio. Barrio de Südvorstadt. Zona alternativa de pubs para los más noctámbulos. MÁS INFORMACIÓN Oficina Nacional Alemana de Turismo 91 429 35 51 www.germany.travel Leipzig Tourist Service Oficina de Turismo de Leipzig Richard-Wagner-Strasse 1 00 49 (0)341 7104 260 www.leipzig.de

A la derecha: Museum Coffe Baum 232


Bach

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Leipzig

Plano del centro de Leipzig

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Bach

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El Munich de

Carl

Orff



Orff

El Múnich de

Carl Orff Destino musical y artístico

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demás de ser la ciudad natal de uno de los compositores alemanes del siglo XX más célebres como Carl Orff (el autor de la cantata escénica Carmina Burana), Múnich es una impresionante capital cultural donde cada tarde se alza el telón en más de 50 teatros, desde la Staatsoper (Ópera del Estado de Baviera) hasta los pequeños escenarios independientes como el Deutsche Theater. Aquí nació también el insigne compositor Richard Strauss (ver el capítulo de Garmisch-Partenkirchen), contando en el apartado musical con tres excelentes orquestas como la Filarmónica, la de la Ópera y la de la Radiotelevisión Bávara. Pero si Múnich es célebre musicalmente por algo es por su Staatsoper, pues en este histórico coliseo se estrenaron muchas de las óperas de Richard Wagner, entre ellas Tristán e Isolda (1865), Los Maestros Cantores de Nuremberg (1868), El Oro del Rhin (1869) y La Valquiria (1870), tras la cual el compositor pre- Carl Orff joven firió construir un teatro en Bayreuth con la financiación del rey Luis II de Baviera y estrenar sus óperas allí. La Staatsoper de Múnich también es famosa precisamente porque el rey Luis II de Baviera disfrutó en ella de funciones privadas -representadas en exclusiva para él- de Tristán e Isolda y de otras óperas de su idolatrado Richard Wagner. A finales del siglo XIX fue otro compositor y tocayo, Richard Strauss, quien marcó el rumbo de la Ópera de su ciudad natal, en la que nació en 1864, siendo profeta en su tierra. Después de aceptar el cargo de director durante un breve período, Strauss regresó al teatro como director principal desde 1894 hasta 1898, estrenando aquí su ópera Capriccio en 1942. Por otro lado, Múnich se ha ganado asimismo merecida fama 239


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Cúpula del hall de la Pinacoteca de Arte Moderno

como metrópolis del arte. En el Barrio de los Museos pueden contemplarse obras maestras que recorren un período de más de 2.000 años, repartidos en cuatro galerías principales: la Gliptoteca (esculturas antiguas), la Antigua Pinacoteca, la Nueva Pinacoteca y la Pinacoteca de Arte Moderno (siglo XX). Ésta última, inaugurada en 2002, es un museo espectacular por su arquitectura y diseño, obra del arquitecto Stephan Braunfels, al que se accede tamsobre diseño en la Pibién desde la Antigua y la Nueva Exposición nacoteca de Arte Moderno Pinacoteca. Desde las entradas el visitante llega a una sala central cubierta por una cúpula de cristal que deja entrar la luz natural. De estructura circular, se divide en cuatro áreas diferentes correspondientes a colecciones de arte, diseño, arquitectura y artes gráficas, que poseen a su vez titularidad distinta. Son, por tanto, cuatro museos en uno. La de diseño, en concreto, fue en origen uno de los primeros museos de diseño industrial del mundo, al que se ha añadido la “Nueva Colección-Diseño” más moderna. Desde 2009, Múnich cuenta con otra pinacoteca más, el Museo Brandhorst, de arte contemporáneo internacional. La colección es espectacular, con más de cien obras de Andy Warhol y una planta entera dedicada a la serie Lepanto, del artista Cy Twombly. 240


Museo Brandhorst, del arquitecto alemĂĄn Matthias Sauerbruch

La arquitectura vanguardista es el nuevo emblema de la ciudad, con edificios futuristas como el de BMW Welt (Mundo BMW) y el estadio Allianz-Arena

A la izquierda BMW Welt (Mundo BMW)

Estadio de fĂştbol Allianz Arena 241


En primer lugar el edificio BMW Welt; más atrás el museo BMW y el rascacielos BMW - Hochhaus, cuya forma evoca cuatro cilindros

El potente “motor de Baviera”

La capital de este próspero estado es una de las ciudades alemanas más atractivas por vanguardia, cultura, arte, naturaleza y calidad de vida.

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únich es el potente “motor de Baviera” por su fuerza industrial y sus emblemáticas empresas como BMW, Siemens o Allianz. La capital del Estado Federal más grande y rico de Alemania, fundada en 1158 por una comunidad de monjes (mönchen en alemán, de dónde deriva su nombre), es la ciudad favorita del país para los propios germanos y para los turistas por conjugarse en ella atractivos como arquitectura de vanguardia, cultura, arte, naturaleza y calidad de vida. Pero es disfrutando del ambiente festivo de sus históricas cervecerías y tomando una jarra de la bebida nacional al son de la animada música bávara, cuando se aprecia mejor el especial encanto por el que a Múnich se la apoda con razón “la ciudad italiana más al norte”.


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a capital de Baviera es, posiblemente, uno de los mejores ejemplos de ciudades de Europa donde se dan la mano tradición y modernidad en armoniosa comunión. Desde la llegada a su fantástico aeropuerto de arquitectura futurista, convertido en la terminal más moderna de Europa (figura en el cuarto lugar entre los mejores del mundo según la consultora Skytrax, y el primero de Europa), el viajero cae enseguida en la cuenta de que ha aterrizado en una de las metrópolis más a la vanguardia de la tecnología, como corresponde a la sede de empresas tan punteras como BMW, Siemens, Adidas o MAN. Pero además de constituir uno de los emporios industriaEl lema de los muniles más importantes de Europa, queses es “vivir y dejar vivir”. Además de resulta que Múnich es el mayor ser una potencia incentro mundial de aseguradoras dustrial y económi(aquí tiene su feudo Allianz) y el ca, Múnich brilla segundo centro de bancos de Alecomo capital cultumania (sólo superado por la toral y epicentro festivo dopoderosa Frankfurt), así como la principal sede germana de medios de comunicación. Sin embargo, este poderío económico que la convierte en el motor del land de Baviera, no significa que los muniqueses vivan exclusivamente para trabajar. Muy al contrario, podría decirse que trabajan para vivir y, de hecho, el lema principal de la mayoría de ellos es “vivir y dejar vivir”. Es recorriendo su centro histórico y paseando por sus espaciosas zonas verdes, visitando sus monumentos y museos, degustando las típicas salchichas blancas acompañadas de la rosquilla de pan salada Bretzel, y bebiendo una refrescante cerveza en alguna de las cervecerías favoritas de los muniqueses, como el recién llegado mejor aprecia el especial encanto por el que a Múnich se la apoda “la ciudad italiana más al norte”. Con sus 1,2 millones de habitantes, Múnich es la tercera ciudad más poblada de Alemania tras Berlín y Hamburgo, pero ciertamente es la primera en las preferencias de los propios alemanes y de los turistas cuando se les pregunta sobre cuál es su favorita o la más atractiva por su calidad de vida. Las razo243


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nes son muchas, empezando por un clima más suave propiciado por su situación geográfica al sur del país, además de por su preciada naturaleza con lagos y montañas a las puertas de la ciudad. Una de sus bazas añadidas es ser la puerta de entrada para visitar los castillos de Luis II de Baviera, el “rey loco” o “rey de maravillas”, como el mundialmente famoso de Neuschwanstein. Por eso no extraña que München sea también una potencia turística, con 9 millones de pernoctaciones anuales en hoteles y 87 millones de visitantes por un día.

Muniquesas ataviadas con trajes regionales durante la Oktoberfest

A orillas del río Isar Múnich posee un calendario festivo increíblemente extenso que sería la envidia de cualquier ciudad por su variedad y cantidad, con la famosa Fiesta de la Cerveza del Oktoberfest como mayor reclamo mundial. En la etimología del nombre de la ciudad hayamos la palabra alemana Mönchen, que significa “monjes”, pues en su origen fue una comunidad religiosa la que apaciblemente se instaló a orillas del río Isar. Pero un buen día el pueblo de München interesó al duque de Sajonia, Enrique el León, que acababa de heredar Baviera. Fue éste quién ordenó construir un puente de peaje que le permitiera gravar el gran negocio de la sal (el “oro blanco” del medievo), fortificando el lugar en el año 1158, que ha permanecido como la fecha oficial de la fundación de la ciudad. Además de lo ya reseñado en la introducción respecto a la música y el arte, otro punto culminante de las visitas culturales es, sin duda, la Galería Municipal de la Lenbachhaus, con obras del pintor ruso Kandinsky, que fijó su residencia en Munich en la época de mayor florecimiento artístico de la capital bávara, 244


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al igual que otros colegas como el suizo Paul Klee. Estos dos artistas, arropados por el grupo Der Blaue Reiter (el Jinete Azul), fundado aquí en 1911, participaron en el alumbramiento de la pintura abstracta y, por extensión, sentaron las bases del arte contemporáneo. En concreto, Wassily Kandinsky, Paul Klee y Franz Marc residieron en el antiguo barrio de artistas de Schwabing, que se ha transformado en un barrio muy popular con viDer Turm der blauen Pferde (La viendas para catedráticos, periotorre de los cabalos azules) de Franz Marc, uno de los artistas distas y gente del mundo de la culde Der Blaue Reiter tura, además de librerías, tiendas de arte, boutiques y restaurantes. En este barrio siguen confluyendo la vida intelectual y la nocturna, con sus heladerías y terrazas que la hacen muy agradable para el paseo, como cuando Thomas Mann, otro de sus antiguos moradores, escribió la profética frase “Múnich brilla”.

Del Antiquarium a la “Galería de las Bellezas” El recorrido por el centro histórico ha de comenzarse por la Marienplatz, la remozada plaza de la Virgen María, lugar de encuentro de muniqueses y turistas. En el centro de la misma se halla la Columna de María (patrona de Baviera), con 11 metros de altura, y a su lado está la Fuente de los Peces, donde tras el

Marienplatz (Plaza de la Virgen María) y el Neues Rathaus (Nuevo Ayuntamiento) 245


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Carnaval los muniqueses lavan sus vacías carteras cada Miércoles de Ceniza siguiendo una antigua tradición. En la Marienplatz también se hallan el Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus) y el Viejo Ayuntamiento (Altes Rathaus). El primero es un impresionante conjunto arquitectónico de estilo neogótico, con un campanario de 85 m. de altura rematado en su pináculo por la escultura del célebre monaguillo (Münchner Kindl), uno de los símbolos de la ciudad, como igualmente lo es el carillón (Glockenspiel), con figuras que aparecen puntualmente a las 11, 12 y 17 h. representando escenas de la historia de la ciudad.

Residenz (La residencia)

No obstante, el principal monumento del casco antiguo lo conforma el gran complejo de la Residencia (Residenz), el palacio de los Wittelsbach, los señores de Baviera. Las antiguas estancias del palacio han sido transformadas en un grandioso museo, dada la relevancia de las diferentes colecciones reunidas en él: pinturas, esculturas, mobiliario, porcelanas, tapices, objetos de decoración… No hay que perderse el Antiquarium, magnífica sala de fiestas de 66 m. de largo con un impresionante techo abovedado, decorada a finales del siglo XVI al estilo romano -de ahí su nombre latino- con una gran colección de esculturas y bustos clásicos. Apartado del centro histórico, en las afueras al oeste de la Residencia, se halla el Palacio Nymphenburg, el lugar de nacimiento del que con el tiempo se convirtió en Luis II de Baviera, el último rey de cuento de hadas. Este palacio alberga dos curiosidades que por sí mismas son suficiente motivo para su visita. Por un lado, el asombroso Museo de las Carrozas de la fami246


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El Antiquarium

lia Wittelsbach, entre las que sobresale la del propio Ludwig II por su lujo de oro. Y por otro lado, la “Galería de las Bellezas” de su antecesor, Ludwig I: 36 retratos de las “más hermosas muniquesas” personalmente seleccionadas por el Rey, entre ellas la sensual bailarina Lola Montes, la amante del monarca cuya célebre relación le costaría el trono en 1848.

Picnic y surfistas en el Jardín Inglés Tras el baño de cultura y arte que supone adentrarse en la Residenzmuseum, nada mejor que respirar aire puro, al tiempo que disfrutar del estilo de vida muniqués más relajado, en el Jardín Inglés, el pulmón verde de la ciudad y uno de los jardines paisajísticos más extensos y antiguos de Europa (creado en 1789). Hay que llegar hasta la Torre Pagoda China con su restaurante y cervecería al aire libre, donde los muniqueses despliegan sus manteles a cuadros, sacan sus viandas de las cestas y se solazan con una jarra de cerveza en la mano a la mínima que el sol les calienta las mejillas. El Jardín Inglés también es territorio de surfistas, pues increíblemente se puede encontrar a jóvenes con traje de neopreno haciendo equilibrios en sus tablas y luchando contra la corriente en un paraje del brioso arroyo EisEl Jardín Inglés con la Pagoda China


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Instalaciones Olímpicas para los Juegos de 1972 en Munich

bach, en las cercanías del Haus der Kunst. Así es Múnich, una sorprendente metrópolis con olor a rosquillas de pan saladas y sabor a cerveza fresca; laboriosa y emprendedora como la que más, pero al mismo tiempo, cálida, jovial, propensa a los placeres sensuales y a la cultura festiva. La ciudad también ha encontrado su emblema en la arquitectura moderna. Si en 1972 el techo colgante en forma de tela de araña que une el Estadio Olímpico con el Pabellón y la Piscina Olímpica maravilló al mundo, ahora el nuevo icono arquitectónico lo simboliza el estadio Allianz-Arena (proyectado por el prestigioso equipo de arquitectos Herzog-De Meuron), con su diseño futurista asemejando un colchón neumático gigante y sus efectos de luz nocturna de color cambiante, dependiendo del equipo que juegue en casa. Si juega el legendario Bayern de Múnich, la fachada translúcida hecha de cámaras laminadas romboidales brilla de color rojo, mientras que si el anfitrión fuera el otro club de la ciudad, el TSV 1860 München, el exterior del estadio se iluminaría de color azul. Múnich es sinónimo de vanguardia se mire por donde se mire, pero nunca renunciará a su afamada calidad de vida, al igual que los muniqueses no dejan escapar la oportunidad de brindar con una espumosa jarra de cerveza a la mínima ocasión que se les presente.


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CervecerĂ­a Ratskeller, en el patio interior del Nuevo Ayuntamiento 249


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Qué visitar. Top 10 Los 10 lugares que hay que visitar

Plaza de Mría (Marienplatz)

1. Plaza de María (Marienplatz). Aquí late el corazón de la ciudad, y también se escucha el famoso carillón. Situado en la torre de 85 metros del Nuevo Ayuntamiento, la atracción de todas las miradas se pone en marcha a las 11.00, a las 12.00 y a las 17.00 h., cuando las figuras se mueven en círculo representando escenas de la historia de la ciudad. 2. Catedral de Nuestra Señora (Frauenkirche). De estilo gótico tardío, la mayor construcción histórica de la ciudad y su máximo emblema se inauguró en 1494, pero no fue hasta 1525 cuando sus dos torres fueron rematadas por sus características cúpulas “acebolladas”, bien visibles e inconfundibles desde lejos. 3. Cervecería Hofbräuhaus. Situada en el centro histórico (Am Platz, 9), es probablemente la cervecería más famosa del mundo. Fundada en 1589, recibe cada año a más de tres millones de visitantes. Los días punta acoge a cerca de 30.000 visitantes, sirviéndose diariamente unos 10.000 litros de cerveza. 250


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4. Viktualienmarkt. El Mercado de Abastos más grande y antiguo de Múnich es el mejor lugar para tomar un pequeño tentempié al tiempo que se saborea el ambiente típico muniqués. Como rige la divisa de los joviales vendedores, aquí no hay nada barato: “¡precios altos por alta calidad!”. 5. La Residencia (Residenz). En este gran complejo palaciego de la dinastía real de los Wittelsbach, se alojan las colecciones del Museo de la Residencia y la Cámara del Tesoro. Se visita todos los días, excepto los lunes, de 10 a 16:30 h. (6 €). A la salida, se puede pasear por el Jardín Real (Hofgarten), un parque público en estilo barroco italiano. 6. Palacio de Nymphenburg. Merece la pena esta excursión a la residencia veraniega de la familia Wittelsbach, que puede hacerse en transporte público (tranvía desde Karlsplatz), aunque sólo sea para admirar las elegantes fachadas del que muchos consideran el castillo barroco más bonito de Alemania. Se puede visitar todos los días, excepto los lunes, de 10 a 16 h. en invierno y de 9 a 17 h. entre abril y octubre (6 €).

Trineos y Carrozas reales. Marstallmuseum. Nymphenburg

7. Jardín Inglés. Muy apreciado por los muniqueses, representa el pulmón verde de la ciudad y es uno de los jardines paisajísticos más grandes de Europa. Una forma original de adentrarse en él es recorrerlo en coche de ca-

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ballos. El destino final y su imagen más conocida es la Torre China en forma de pagoda, con su cervecería al aire libre. 8. Parque Olímpico. La mejor vista panorámica del Olympiapark, cuyas instalaciones deportivas acogieron los XX Juegos Olímpicos de 1972, se obtiene desde la plataforma más alta de la Torre de Televisión, a 192 m. de altura. Los más atrevidos incluso pueden escalar hasta el techo de la carpa del Estadio Olímpico. Por su parte, el vanguardista edificio de BMW Welt (Mundo BMW), el museo de la marca más emblemática de Múnich (inaugurado en junio de 2008), se ha convertido en un icono de la capital de Baviera por su arquitectura futurista (metro Olympiazentrum). 9. Estadio Allianz-Arena. El nuevo templo del fútbol en Múnich se halla en el “norte deportivo” de la ciudad (metro directo desde la estación de Marienplatz, bajando en la estación Fröttmaning). Su futurista diseño en forma de flotador gigante se torna, con la caída del sol, en una especie de nave espacial con sus efectos luminosos cambiantes. 10. Barrio de los Museos. A lo largo de la avenida de los museos en la zona de Maxvorstadt se concentran innumerables tesoros artísticos en la Gliptoteca (esculturas antiguas), la Vieja Pinacoteca (obras maestras de la pintura occidental), la Nueva Pinacoteca (del impresionismo al arte alemán del siglo XIX), y la Pinacoteca de Arte Moderno. Abierta en 2002, ésta última es el mayor museo de nueva construcción de Alemania. Augusto Bevilacqua. Glyptoteca. Munich 252


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Festival de Ópera de Múnich El Festival de Ópera suele celebrarse cada año entre el 24 de junio y el 25 de julio, siendo su célebre Staatsoper (ver Recuadro adjunto) el principal coliseo para las representaciones. En 2010 la novedad fue un nuevo escenario, el futurista Pabellón 21 Mini Opera Space. Opernfestspiele. www.bayerische.staatsoper.de

Festival Carl Orff (Monasterio de Andechs) El famoso Monasterio de Andechs, situado en la región de los cinco lagos de Starnberg (20 km al suroeste de Munich), donde se halla el Museo de Carl Orff y su tumba, acoge todos los veranos el Festival Carl Orff, que se inicia justo al comienzo de la temporada estival. Renombrados artistas honran todos los años su obra con conciertos y representaciones, en las que nunca falta su célebre cantata escénica Carmina Burana. El monasterio, emplazado sobre la montaña sagrada (Heiliger Berg), es famoso asimismo por su antigua fábrica de cerveza de abadía, ofreciéndose a los turistas la degustación de la cerveza Andechser. Carl Orff-Festspiele. En Kloster Andechs am Ammersee. www.andechs.de

Oktoberfest La famosa Oktoberfest de Múnich, la fiesta de la cerveza más grande y universal, cumplió 200 años en 2010, desde que se organizara por primera vez en 1810 para celebrar la boda entre el príncipe Luis I de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia, con más de 6 millones de visitantes y batiendo el récord de cerveza bebida (un total de 7 millones de litros), así como de pollos y salchichas comidas en sus colosales carpas. Este año más que nunca ha refrendado su fama como “la mayor fiesta popular del mundo”, para convertirse asimismo en la más universal al atraer a turistas de los cinco continentes, sobre todo de países como Japón, EEUU, Italia, España, Australia y, últimamente, también de Asia y África. Oktoberfest. www.oktoberfest.eu 253


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Staatsoper de Múnich

La Ópera donde se consagró la leyenda de Richard Wagner

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l impresionante complejo del Teatro Nacional Bávaro, en la céntrica y emblemática plaza Max-Joseph-Platz, alberga la sede de la Bayerische Staatsoper, la Ópera del Estado de Baviera. La Staatsoper de Munich también ofrece representaciones en el Prinzregenten Theater (un teatro de principios del siglo XX que no es muy diferente del recinto del Festival de Bayreuth, construido conforme a las indicaciones de Richard Wagner) y el Teatro de Cuvilliés, (edificado en los años 1750 y descrito por Beauvert como “una gema rococó”). Después de que el primer teatro, encargado por el rey Maximiliano I de Baviera y diseñado por Karl von Fischer, que se inauguró en 1818 con Die Weihe (La Consagración) de Ferdinand Fränzl, fuese destruido por el fuego en 1823, se reconstruyó y reinauguró en 1825. Este segundo teatro, diseñado por Leo von Klenze, incorporó rasgos neoclásicos, como puede apreciarse en su fachada con pórtico de columnas y en sus dos tímpanos superpuestos bellamente decorados: el inferior, con las esculturas de “Apolo y las nueve musas”; y el superior, con los coloristas mosaicos de “Pegaso y las diosas”. Además de los estrenos mundiales de las óperas Tristán e Isolda (1865), Los Maestros Cantores de Nuremberg (1868), El Oro del Rhin (1869) y La Valquiria (1870), de Richard Wagner, y de Capriccio (1942), de Richard Strauss, la Staatsoper de Múnich también ha sido el lugar de la primera representación de otras óperas del siglo XX como Matka, de Hába, en 1931. Aunque fue un tanto modificado en 1930 para tener un escenario más amplio con equipamiento moderno, el segundo teatro sobrevivió hasta la segunda guerra mundial, siendo destruido por un bombardeo en octubre de 1943. Basándose en los planos originales de Karl von Fischer, el arquitecto Gerhard Moritz Graubner recreó el original teatro neoclásico con 2.100 asientos. El coliseo operístico resultó ampliado, y sólo el vestíbulo y la escalera principal conservan su aspecto original, siendo reinaugurado el 22 de noviembre de 1963 con una representación de Los Maestros Cantores de Nuremberg, de Richard Wagner. En el periodo de posguerra, el teatro ha seguido acogiendo significativas producciones y estrenos mundiales, como el de la ópera Die Harmonie der Welt (La Armonía del Mundo), de Hindemith, en 1957. www.bayerische.staatsoper.de 255


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Perfil y obra del compositor

El creador de Carmina Burana

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arl Orff nació en Múnich el 10 de julio de 1895 y murió en su ciudad natal el 29 de marzo de 1982, considerándosele un “bávaro cien por cien”. Aunque comenzó estudiando piano a la edad de cinco años y también tomó lecciones de órgano y cello, desde niño se mostró más interesado en la composición de música original que en el estudio orientado para ser intérprete. De hecho, un infantil “Carlitos” escribió y puso en escena obras de títeres para su familia, componiendo ya la música para piano, violín, cítara y glockenspiel para acompañar sus obras. El adolescente Carl Orff realizó sus estudios musica-

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les en la Akademie der Tonkunst (Academia de Música) de Múnich hasta 1914. Es de reseñar que a mediados de la década de 1920 Orff comienza a formular un concepto que llamó “elementar Musik” (“música elemental”), basado en la unidad de Los padres de Carl Orff las artes y simbolizado por las antiguas musas griegas (del vocablo “musas” proviene el nombre de “música”), involucrando al tono, la danza, la poesía, la imagen, el diseño y el gesto teatral. En concreto, en 1925 fue cofundador de la Günther Schule, una escuela en la que desarrollaría una importante labor pedagógica con la creación del “método Orff-Schulwerk”, un sistema de enseñanza para niños que parte del Figurín de Jean-Pierre Ponnelle ritmo como fundamento para Carmina Burana. San Frande la educación musical cisco Opera House, 1958 y que desarrolla progresivamente el don de la improvisación. Como compositor, se opuso frontalmente tanto al wagnerianismo como al dodecafonismo, procurando escribir una música puramente “objetiva” y de carácter “encantatorio”. Se apoyó principalmente en el ritmo y no en la armonía, en el convencimiento de que es éste el que debe producir el hilo melódico conductor, razón por la cual en algunas de sus obras emplea con profusión los instrumentos de percusión.

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Codex Buranus (Carmina Burana). Rueda de la Fortuna

Su obra más famosa es la cantata escénica Carmina Burana, estrenada en 1937, que le dio celebridad mundial y por la que ha pasado a la historia de la música clásica. Basada en una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII, escritos por monjes y juglares, Carl Orff se sintió atraído por lo diverso de sus versos, eligió unos veinte al azar y los arregló en canciones para solistas y coro, acompañados por instrumentos y mágicas imágenes. La poesía de los goliardos, que no sólo cantaba al amor y al vino, encajaba perfectamente en el deseo de Orff de crear una obra musical que apelara a la “musicalidad fundamental” que todo ser humano posee, según era su creencia.

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Por tanto, este trabajo ejemplifica mejor que ningún otro la búsqueda de Orff por un idioma que revelara el elemental poder de la música, permitiendo al oyente experimentar la música como una fuerza primitiva y abrumadora. El propio Orff tomó a Carmina Burana como el inicio real de su carrera e, incluso, llegó a ordenar a su editor que destruyera todos sus trabajos anteriores. Una orden que, “O Fortuna”, fue desoída. Carmina Burana fue la primera parte de una trilogía de cantatas representadas llamadas Trionfi (Triunfos), a la que se sumarían Catulli Carmina (1943) y Trionfo di Afrodite (El triunfo de Afrodita, 1953), las tres basadas en textos latinos. Ésta es una constante que mantiene en casi todo el resto de su obra, predominantemente escénica: Der Mond (1939), Die Kluge (La astuta, 1943), Antígona (1949), Oedipus der Tyrann (Edipo el Tirano, 1959), Prometeo (1968) –ésta recitada y cantada en griego anti- Cartel de Trionfi para la primera guo y con una suntuosa representación en el Teatro de La Scala de Milán, el Sábado 14 orquesta que mezcla ins- febero de 1953 trumentos de origen africano, oriental y sudamericano-, y De temporum fine comoedia-vigilia (Comedia-vigilia sobre el fin de los tiempos, 1973), una de sus obras más audaces, compuesta cuando tenía 78 años. Carl Orff murió a la edad de 86 años, el 29 de marzo 1982, en la misma ciudad que le vio nacer, siendo enterrado en la capilla del monasterio de estilo barroco de Andechs, al sur de su Múnich querido. En su lápida aparece escrito su nombre, su fecha de nacimiento, la de su deceso y la inscripción latina Summus Finis -como no podía ser de otra manera-, cuya traducción es: “El Fin más alto”. El mismo que alcanzó musicalmente con su universal y elemental Carmina Burana.

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Estación de metro Westfriedhof en Munich, obra de Ingo Maurer

Guía práctica CÓMO LLEGAR Lufthansa (902 220 101; www.lufthansa.com), Iberia (902 400 500; www.iberia.com) y Spanair (902 13 14 15; www.spanair.com) ofrecen vuelos diarios desde Madrid y Barcelona hasta Múnich, pudiendo conectar desde otras ciudades españolas. CÓMO MOVERSE Los billetes de los transportes públicos se compran en los expendedores automáticos de venta de color azul con una “K” verde y blanca. Se puede elegir entre trayecto único y tarjetas de barras multitrayecto. El número de barras a picar por trayecto consta en los automáticos de venta. En los automáticos y en otros puntos de venta se ofrecen también tarjetas individuales o de grupo. IMPORTANTE: la tarjeta de viaje debe picarse al iniciar el viaje. En los accesos a los trenes de cercanías, al metro, a tranvías y autobuses hay máquinas de color azul para validarla. La Tarjeta de Bienvenida a Múnich (München Welcome Card, www.muenchen.de), de uno o tres días de validez y disponible en la Oficina de Turismo, en el aeropuerto y en muchos hoteles, permite su uso en medios de transporte público, así como la visita a muchos de los museos de la ciudad.

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DÓNDE DORMIR Louis Hotel (Viktualienmarkt, 6. 00 49 89 411 190 80 y www.louis-hotel.com). Este hotel de diseño es posiblemente el mejor alojamiento de Múnich por su relación calidad-precio y por su localización, justo detrás del céntrico mercado Viktualienmarkt con vista panorámica incluida. Propiedad del joven empresario Rudi Kull, las ilustraciones de la artista georgiana Thea Djordjadze en el vestíbulo, los muebles Weishäupl al aire libre en la terraza, y los teléfonos Jacob Jensen en las habitaciones son sólo algunos de los detalles que hacen del Louis Hotel un tour de force en cuanto a su diseño de vanguardia. Ubicado en un edificio con 100 años de antigüedad, renovado por los arquitectos locales Hild y K., combina lo moderno con lo tradicional, lo local con lo internacional, y el gusto con el lujo. No hay que olvidar su restaurante Emiko, especializado en cocina japonesa, en el que conviene reservar los fines de semana para las cenas, cuando se puede coincidir con famosos como Rudi Völler, ex seleccionador nacional de fútbol. Mandarin Oriental (Neuturmstrasse, 1. 00 49 89 290 980 y www.mandarinoriental.com). Pequeño pero refinado, uno de sus atractivos añadidos es que dispone de terraza en el tejado con vistas panorámicas de Múnich. Ideal para viajes de placer y turísticos, entre sus servicios cuenta con salas de reuniones, Spa, gimnasio, acceso a Internet y restaurante. Más de 200 euros por persona y noche. NH München Deutscher Kaiser (Arnulfstrasse, 2. 00 49 89 54 530 y www.nhhoteles.es). Éste es el hotel más céntrico de los seis que la cadena española NH dispone en Múnich (consultar situación y precios de los otros en la web), cercano a la estación principal de ferrocarril, al metro, con tren rápido y tranvías a la puerta, y el centro de la ciudad a 50 m. Habitación doble, desde 99.00 € (IVA incluido), precio mínimo por día. Maritim Hotel München (Goethestrasse, 7. 00 49 89 552 350 y www.maritim.de). Confortable y cercano a la

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estación central de trenes y al famoso Deutsche Theater. Adecuado para viajeros de negocios, también cuenta con instalaciones de wellness como piscina interior, gimnasio, solario y sauna. Desde 109 € la standard individual y 152 € la standard doble. Desde 142 € la superior individual y 184 € la superior doble. DÓNDE COMER Una de las especialidades bávaras por excelencia son las tradicionales weisswurst, salchichas blancas de ternera que se acompañan con mostaza dulce y la típica rosquilla salada (brezn, en bávaro). Lo correcto es abrirlas por la mitad con el cuchillo para agregarles la mostaza dulce. El brotzeit o rodajas de fiambre, queso y rábano con pan, es muy habitual en las cervecerías, donde también se pueden degustar otros platos como el schweinsbraten (cerdo asado con bolas de patata y col roja) y el schweinshax (codillo de cerdo a la parrilla). Restaurante Tantris (Johann-Fichte-Strasse, 7. 00 49 89 361 95 90 165 y www.tantris.de). En 2011 celebró los 40 años de su apertura. Desde 1971 se mantiene en la cúspide culinaria de Múnich habiendo tenido tres estrellas Michelin. Actualmente, con dos estrellas, está entre los diez mejores restaurantes de Alemania. Todo un clásico de la capital de Baviera, pero de auténtico lujo, pues no en balde el precio de su menú degustación de cinco platos con maridaje de vinos blancos y tintos es de 210 euros. La alta cocina creativa del chef Hans Hass priRestaurante Tantris ma el producto de primera calidad, un festín oficiado en un sugerente marco que envuelve hasta alcanzar el “nirvana gastronómico”.

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Cervecería Hofbräuhaus (Am Platz, 9. 00 49 89 22 16 76 y www.hofbraeuhaus.de). Toda una institución en Múnich y en Baviera. Situada en el centro histórico, es probablemente la cervecería más famosa del mundo. Fundada en 1589, recibe cada año a más de tres millones de visitantes. Uno de sus atractivos son los conciertos de música bávara casi permanentes, con los típicos pantalones cortos de cuero y los sombreros de plumas. Ratskeller (Marienplatz, 8. 00 49 89 219 98 90 y www.ratskeller.com). En el patio interior del Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus). Carta con especialidades alemanas y bávaras. Un buen lugar para probar las tradicionales weisswurst de Baviera, salchichas blancas de ternera que hay que abrir por la mitad para añadirles la mostaza dulce, junto a la típica rosquilla salada brezn. Augustinerkeller (Neuhauserstrasse, 27. 00 49 89 23 18 32 57 y www.augustinerkeller.de). Datada del año 1328, esta enorme cervecería con salas por todas partes es la más antigua de Múnich. Especialidades bávaras. Spatenhaus an der Oper (Residenzstrasse, 12. 00 49 89 290 70 60 y www.kuffler-gastronomie.de) En la Pla-

Cervecería Augustinerkeller

za Max-Joseph-Platz, frente a la Ópera de Munich. Un buen restaurante donde degustar una cocina más elaborada, aunque no faltan las tradicionales albóndigas de ternera y las salchichas Kuffler…

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Munich

Brenner – Grill Pasta Bar (Maximilianstrasse, 15. 00 49 89 452 28 80 y www.brennergrill.de). En la calle más elegante de Múnich, ésta es una dirección muy indicada para cenar después de una velada en la Staatsoper. Incluso te puedes encontrar con el director musical y los cantantes que acaban de representar la ópera en el histórico coliseo muniqués. Las carnes al grill son una de las especialidades de la casa. QUÉ COMPRAR Los artículos artesanales más renombrados son los trajes típicos de Baviera (Lederhosen para hombres y Dirndl para las mujeres), jarras tradicionales de cerveza, Eduard Meier tallas de madera, artículos de peltre, la famosa porcelana de Nymphenburg, chocolates artesanos, juguetes, muñecas para coleccionistas, instrumentos musicales, así como la clásica repostería que se vende en época navideña. Una selecta tienda donde comprar calzado hecho a mano, prendas de loden y otros complementos de primera calidad es la histórica Eduard Meier (desde 1596), justo enfrente de una de las entradas de la Residenz (Residenzstrasse, 22; www.edmeier.com). MÁS INFORMACIÓN Oficina de Turismo de Múnich. Sendlinger Strasse, 1. D-80331 Múnich. Tel.: (+ 49) 089 23 39 65 00. www. muenchen-tourist.de La München Welcome Card (Tarjeta de Bienvenida a Múnich), así como billetes para visitas turísticas por la ciudad y excursiones, se puede adquirir en la Estación Central de Trenes (Hauptbahnhofplatz. Bahnhofplatz, 2. Lunes-sábado: 9.30-18.30 h. Domingos y festivos: 10.00-18.00 h.), y en el Ayuntamiento (Rathaus. Marienplatz. Lunes-viernes: 10.00-20.00 h. Sábados: 10.00-16.00 h.). www.muenchen.de

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Orff

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Munich

Plano del centro de Munich

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Orff

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El Weimar de

Franz

Liszt


La capital intelectual de Alemania y el epicentro europeo de la mĂşsica en el siglo XIX


Liszt

El Weimar de

Franz Liszt Tras los pasos de una superstar paneuropea

E

l genial pianista y compositor Franz Liszt (1811-1886), la auténtica superstar musical del siglo XIX y posiblemente el mayor virtuoso del piano de la historia, al que las damas cubrían de flores e interrumpían con gritos de delirio durante sus recitales, fue maestro de capilla del Gran Duque de Weimar entre 1848 y 1859, convirtiendo a esta ciudad en un importante centro europeo de la música. Antes, durante muchos años, recorrió 6.000 kilómetros al año dando conciertos y clases, lo que asimismo le convirtió en un músico paneuropeo que luego residió asimismo en Roma y Budapest, siendo un adelantado a su tiempo en este sentido. Además de ejemplificar el prototipo de creador romántico por excelencia, este músico viajero, apuesto y seductor, tuvo una vida novelesca y vivió sendas historias de amor con una princesa rusa y una condesa francesa (amén de una baronesa alemana), para después cumplir su vocación religiosa tomando los hábitos menores y ordenándose abate en el Vaticano. Pero si una Franz Liszt a los 19 años ciudad marcó y ha sido marcada por la inspiración de Franz Liszt es Weimar, donde residió entre 1848 y 1861 una vez que decidió aparcar su meteórica carrera como virtuoso del piano, dedicándose a la composición de muchas de las obras que anticiparon la modernidad, como la creación del denominado poema sinfónico. Además, como director de la orquesta y de la ópera de la capital del ducado de Sajonia-Weimar, Franz Liszt también atrajo a otros compositores para que estrenaran sus obras, desde Berlioz a Wagner, por lo que la ciudad se convirtió en un auténtico epicentro musical de Europa. La impronta que Weimar dejó en Liszt persistiría hasta el final de sus días, pues pese a que se mudó de ciudad yéndose a vivir a Roma y luego pasó temporadas en Budapest al ser nombrado director de la Academia de 271


Casa-Museo de Liszt. Sala de los pianos

Música de la capital húngara, el pianista y compositor mantuvo una casa que visitaba todos los años en verano. Asimismo, fue en Weimar donde Liszt fundó la Neudeutsche Schule, encargada de promocionar lo que él mismo bautizó como “Nueva Escuela Alemana”. La semilla musical que Liszt plantó en Weimar ha recogido una cosecha que todavía hoy florece en la ciudad del actual land de Turingia, pues el Centro de Estudios Superiores de Música lleva su nombre e, incluso, cada dos años se celebra aquí el prestigioso Concurso de Piano “Franz Liszt”, uno de los más importantes del mundo junto al Concurso Chopin de Varsovia. Por cierto, en el momento de Máscara mortuoria de Liszt en la Casa-Museo la fundación de la “Nueva Escuela Alemana” en 1860, Franz Liszt y sus discípulos Peter Cornelius, Arnold Böcklin y Franz von Lenbach se reunieron en el restaurante El Cisne Blanco, que todavía perdura hoy en día justo al lado de la histórica Casa-Museo de Goethe. Es por ello que uno de los itinerarios turísticos que pueden realizarse en Weimar es precisamente el denominado “Tras los pasos de Franz Liszt”, una encantadora ruta en la que se visitan todos los lugares en los que vivió y trabajó, y que puede empezarse en su propia Casa-Museo, situada en una de las entradas del Park an der Ilm haciendo esquina con la Marienstrasse. Esta ruta tras sus empedrados pasos recorre, además, el Teatro Nacional Alemán, la Iglesia de San Pedro y San Pablo y la Academia de Música Franz Liszt. 272


Liszt

Coche de caballos ante el busto de Alexander Puschkin

Una gran estatua en el parque como homenaje inmortal

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como no podía ser de otra manera, Franz Liszt también cuenta con una gran estatua en la ciudad como homenaje inmortal hacia su persona y su obra, en concreto dentro del ya mencionado Park an der Ilm. De Weimar también se dice que es “una ciudad en el parque”, pues el también conocido como Parque Goethe es más extenso que la propia urbe. Esta gran zona verde, verdadero pulmón para respirar aire puro, se creó hace más de 200 años y en la actualidad determina la imagen de la ciudad. Además de la estatua de Liszt, en su interior se halla el pabellón donde Goethe habitó durante sus primeros años en Weimar. La casa, pequeña y sencilla, fue un regalo del Gran Duque Carlos Augusto al poeta. Transformada en museo, conserva parcialmente los muebles y los grabados en cobre que fueron propiedad del escritor. En este hermoso y bucólico paisaje, inspirado en los parques paisajísticos ingleses, se halla asimismo la Casa-Museo de Liszt, en la que residió


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durante 17 veranos (desde 1869 a 1886, año de su muerte). El músico sólo ocupó un apartamento de verano en esta casa de jardinero. El pianista y compositor fue director de la ópera de Weimar y recibió en la ciudad a los más grandes músicos de su tiempo. Su museo expone partituras, cartas de Berlioz y de Wagner, muebles de época y un molde de su más- Casa-Museo de Liszt cara mortuoria. Asimismo, pueden verse algunos de los regalos y condecoraciones que recibió en vida, como un auténtico lingote de oro o un valioso reloj de mesa adornado con malaquita, un regalo del zar de Rusia tras un concierto en San Petersburgo. Tras dejar atrás la gruta del parque, en una de las salidas principales que va a parar a la PushkinstrasCasa donde vivió el pintor Lucas Cranach “El viejo” se (por cierto, en la acera hay un busto de Alexander Pushkin (1799-1837), rega274


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lo de la URSS a la antigua RDA, al ser Weimar una ciudad de poetas), se llega a la Academia de Música que lleva el nombre de nuestro protagonista: Centro de Estudios Superiores de Música “Franz Liszt”. Aquí acuden alumnos venidos expresamente desde lugares tan recónditos como Japón o Corea para estudiar música y prepararse como instrumentistas y compositores en una de las ciudades melómanas de Europa por excelencia. Tras atravesar la Plaza del Mercado (Marktplatz), donde hay que detenerse para admirar la arquitectura típica de Weimar, como la casa donde falleció el pintor Cranach El Viejo, la ruta tras los pasos de Liszt se puede proseguir hasta la cercana Herderplatz, cuyo nombre recuerda al filósofo Herder, que también se asentó en la culta corte de Weimar. Aquí se halla la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida en el siglo XV, con elementos barrocos añadidos en el siglo XVIII, y reconstruida tras los bombardeos estadounidenses que sufrió en la Segunda Guerra Mundial. En ella predicó el reformista Martín Lutero. Colocado sobre el altar se halla el bello tríptico de Lucas Cranach El Viejo. Fue el último trabajo de este gran pintor alemán del siglo XVI, culminado por su hijo. Como curiosidad, el pintor y Lutero aparecen representados a la izquierda de Jesucristo.

Tríptico de Lucas Cranach en la iglesia de san Pedro y san Pablo

La Staatskapelle de Weimar, una orquesta con historia

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esde la Herderplatz podemos ir caminando a la Theaterplatz, pues sin duda una de las maravillas de Weimar es que se trata de una ciudad hecha a la medida del hombre, con un alma renacentista que se une a su espíritu profusamente humanista. Como su nombre indica, en esta plaza se levanta el Teatro Nacional Alemán, sede de la Staatskapelle 275


Weimar

Auditorio del Teatro Nacional Alemán, sedede la Staatskapelle de Weimar

de Weimar, una orquesta estatal con más de 500 años de historia. Como maestro de capilla de la corte, Liszt sentó las bases de la actual Staatskapelle, que sigue formando parte del grupo de las mejores orquestas alemanas. Fundada en 1491, la Staatskapelle de Weimar es una de las orquestas más antiguas del mundo, si bien alcanzó su mayor gloria bajo la égida de Franz Liszt (1848-1858), estrenando con ella sus Conciertos para piano y 12 poemas sinfónicos –incluidos Los Preludios, Tasso o Mazeppa-, además de óperas como Lohengrin de Wagner (en 1850) o Benvenuto Cellini de Berlioz. Años más tarde, un joven Richard Strauss de tan sólo 25 años dirigió la orquesta en el quinquenio entre 1889 y 1894, antes de consagrarse como el gran compositor que fue. Delante de la fachada neoclásica del Teatro Nacional Alemán se halla el que, sin duda, es el emblema más conocido e internacional de la ciudad: el Monumento a Goethe y Schiller, cuyas estatuas se alzan juntas, unidas en fraternal actitud. La inscripción en alemán del Monumento a Goethe y Schiller. Delante memorial dedicado a la fi- del Teatro Nacional Alemán 276


Liszt

gura de los dos escritores, se traduce al español como “Dedicado a los dos poetas. La Patria”, lo que da una idea de lo que ambos han significado para el devenir de Weimar. No en vano, Johann Wolfgang von Goethe llegó a la ciudad en carroza en 1775, con tan sólo 26 años y tras haber alcanzado el éxito con su novela Los sufrimientos del joven Werther, como protegido del duque Carlos Augusto, estando vinculado a ella hasta el final de sus días, pues murió en Weimar en 1832. De hecho, fue consejero del duque desempeñando lo que hoy denominamos “carteras ministeriales”: desde la de Artes y Letras hasta incluso la de Finanzas.

Sala rococó de la Biblioteca de la Duquesa Anna-Amalia

El “Weimar clásico”, Patrimonio de la Humanidad

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a Casa de Goethe (Goethehaus) en Frauentorstrasse, cerca de Marktplatz, es hoy uno de los museos más visitados de Weimar, formando parte del conjunto denominado “Weimar clásico” (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) junto a la Casa-Museo de Schiller y la biblioteca de la duquesa Anna Amalia. El célebre autor de Fausto residió durante cincuenta años en esta gran mansión barroca, desde 1782 hasta 1832, por lo que en ella se conservan algunas de sus colecciones privadas, como la de esculturas antiguas procedentes de sus viajes o la de mineBusto de Goethe en la Sala rales. Igualmente, puede visitarse la Rococó de la Biblioteca de la habitación mortuoria, en la que la Duquesa Anna-Amalia


Pabellón de Goethe en el parque Goethe

leyenda cuenta que Goethe entregó su alma a Dios mientras exclamaba: “¡Luz! ¡Luz!”. El dramaturgo Friedrich Schiller también habitó una bonita mansión en la actual Schillerstrasse, la encantadora calle peatonal que ahora lleva su nombre, desde 1802 hasta 1805, año de su fallecimiento. Ambos, Goethe y Schiller, descansan juntos en una cripta del mausoleo central del Cementerio Histórico. En concreto, en el Panteón de los Príncipes, donde se encuentran los dos féretros gemelos que, hermanándoles de esta forma para la posterioridad, guardan los restos de los dos más ilustres nombres de la literatura alemana, a los que cabe considerar como los dos “Príncipes de las letras germanas”. Es por ello que, además de Franz Liszt para los melómanos, Weimar resulta una suerte de meca cultural de Alemania, donde los amantes de la cultura germana tienen, sin duda, su sanctasanctórum. No en balde, la ciudad fue Capital Europea de la Cultura en 1999.

Estatua y fuente de Neptuno en Marktplatz 278


Liszt

La cuna de la Bauhaus

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eimar también es famosa históricamente por ser la ciudad donde en 1919 se aprobó la primera Constitución democrática de Alemania, la de la República de Weimar, al reunirse en el Teatro Nacional (convertido en sala de sesiones de discusión parlamentaria) la Asamblea nacional tras finalizar la Primera Guerra Mundial. Alentada para reconstruir “la Alemania de los espíritus y no la de los guerreros”, la democrática República de Weimar llegaría a su fin con el ascenso del nacional-socialismo a partir de 1933. Sin embargo, este período ha pasado asimismo a la historia por ser el momento de la fundación de la Staatliche Bauhaus, la escuela de diseño más moderna de su tiempo y la Escalera de la actual Universidad Bauhaus cuna de la arqui- de Weimar, antigua Escuela de la Bauhaus tectura moderna. Creada en 1919 por Walter Gropius en Weimar, desplazando hacia la región las vanguardias artísticas europeas, a esta corriente se sumaron artistas de la talla de Kandinsky y Klee. La “Bauhaus y sus obras en Weimar y Dessau” forman parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estando representadas en la ciudad por la casa “Am Horn”, diseñada por Georg Muche, y la propia Universidad Bauhaus, en la que se reconocen numerosos rasgos de la escuela Bauhaus. Por su parte, el Museo de la Bauhaus se halla en la Theaterplatz, con una exposición de la primera Bauhaus de Weimar. 279


Weimar

Qué visitar. Top 10 Los diez lugares imprescindibles 1. Parque Goethe (Park an der Ilm). Además de poder visitar el Pabellón de Goethe, la primera casa y centro de trabajo del literato en Weimar, una senda de este enorme parque paisajístico inglés conduce al lugar donde se halla la gran estatua de Franz Liszt, con la que la ciudad rinde homenaje al compositor que la puso en el mapa musical de Europa. 2. Casa-Museo de Liszt (Liszt-Museum, en Marienstrasse 17). En esta antigua casa del jardinero del Park an der Ilm pasaba los veranos Franz Liszt. Convertida ahora en museo, en ella se pueden ver desde partituras a objetos personales y regalos recibidos como un reloj de malaquita de San Petersburgo.

Casa-Museo de Liszt

3. Casa de Goethe (Goethehaus, en Frauenplan 1). Aquí pasó el poeta los últimos 50 años de su vida, muriendo en una de sus habitaciones. Conserva algunas de sus colecciones particulares, como la de esculturas y la de minerales. 4. Casa de Schiller (Schillerhaus, en Schillerstrasse 12). Ésta fue la última vivienda del poeta y su familia, falleciendo en ella en el año 1805. 280


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5. Cementerio Histórico. En su Panteón de los Príncipes se hallan enterrados en dos féretros similares los dos “Príncipes de las letras germanas”: Goethe y Schiller. 6. Biblioteca de la Duquesa Anna Amalia (Platz der Demokratie). En su magnífico y célebre salón rococó se custodian 850.000 volúmenes y la documentación más importante sobre Fausto, constituyendo una referencia para los bibliófilos de todo el mundo. En el primer piso destacan los bustos del propio Goethe y Cicerón, así como los de Schiller y el filósofo Herder. 7. Castillo Residencial (Burgplatz) y Palacio de Wittum (Theaterplatz). El primero fue el Palacio de los soberanos de Sajonia-Weimar hasta el año 1918, destacando una importante colección de Cranachs (el Viejo y el Joven), mientras el segundo fue la residencia barroca de la duquesa viuda Anna Amalia.

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Weimar

8. Teatro Nacional Alemán y Monumento a Goethe y Schiller (Theaterplatz). En la actual sede de la Staatskapelle de Weimar fue donde Franz Liszt estrenó algunas de sus obras más emblemáticas, así como las de otros grandes compositores, como la ópera Lohengrin de Richard Wagner en 1850. Enfrente del teatro se halla el Monumento a Goethe y Schiller, el emblema más conocido de la ciudad.

Teatro Nacional Alemán y monumento a Goethe y Schiller

9. Museo Bauhaus de Weimar (Theaterplatz) y Casa “Am Horn” (Am Horn 61). En el primero se puede ver una exposición de la primera Bauhaus de Weimar, mientras que la segunda es un ejemplo de vivienda de la Bauhaus, diseñada por Georg Muche. 10. Universidad Bauhaus. Tanto en el exterior como en el interior de Universidad Bauhaus su edificio se reconocen numerosos rasgos de la escuela Bauhaus, conservándose el despacho de su fundador, el arquitecto Walter Gropius. Se recomienda el paseo Bauhaus acompañado de los estudiantes de la propia Universidad Bauhaus.

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Ayuntamiento de la ciudad en Plaza del Mercado (Marktplatz)

Plaza de la Democracia

Terrazas en Weimar

Interior del Palacio Residencial. Museo del Castillo de Weimar 283


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Liszt

Perfil y obra del compositor

De virtuoso pianista a compositor moderno

F

ranz Liszt (Raiding, 1811 – Bayreuth, 1886) ha pasado a la historia como posiblemente el pianista más grande de todos los tiempos. De facto, se le considera el precursor del recital para piano y el principal renovador de este instrumento en el siglo XIX. Cuentan que una vez en que se disponía a interpretar un adagio de su admirado Beethoven, le pidieron si se podía apagar uno de los candelabros que iluminaban la estancia para crear un ambiente más sugestivo. Liszt, ni corto ni perezoso, ordenó que se apagaran todas las velas y tocó a la perfección a oscuras. Fue quizás el primero en afrontar las Liszt joven piezas más complejas sin partitura, al igual que después dirigiría sus obras orquestales siempre sin batuta ni partitura. Nacido el 22 de octubre de 1811 en Raiding, al oeste de Hungría (que desde el final de la Primera Guerra Mundial pertenece a Austria), sus contemporáneos ya afirmaban que él era el pianista técnicamente más avanzado de su época. Su vida trashumante de pianista superstar dio un giro radical cuando en 1847 conoció en Kiev (capital de la actual Ucrania) a una aristócrata polaca de 28 años, Carolyne Ivanowska, a la sazón princesa de Sayn-Wittgenstein, convirtiéndose en su amante. Fue en Elisabethgrad –hoy Kirovohrad, Ucrania- cuando al concluir uno de sus recitales, cerró el piano y anunció a la atónita audiencia que desde ese instante dejaba de actuar en público. Tenía 36 años y ponía así broche final a su carrera de virtuoso. 285


Weimar

Fue entonces cuando aceptó la plaza de director musical en Weimar, que ya le había ofrecido el Gran Duque Karl Friedrich cinco años antes, instalándose allí en 1848 junto a la princesa polaca. Como había ocurrido antes con Goethe y Schiller literariamente, la ciudad en donde un joven Bach fue organista le sirvió de inspiración y desató su genio creador como compositor. El Liszt de Weimar es el creador del poema sinfónico, con su serie de doce composiciones, a las que se uniría, al final de la vida del músico, esa página maestra que es De la cuna a la tumba; el autor de sus dos partituras sinfónicas literarias: la Sinfonía Fausto y la Sinfonía Dante; y el renovador que anticipó la modernidad en obras para piano como la Sonata en si menor.

Castillo de Weimar, lado sur

Al tiempo, transformó a Weimar en una capital europea de la música, apoyando con generosidad a compositores como el francés Hector Berlioz, el ruso Aleksander Borodín, el noruego Edvard Grieg y, por supuesto, a Richard Wagner. En Weimar, por ejemplo, se estrenaron óperas como la wagneriana Lohengrin en 1850 o Sansón y Dalila, del francés Camille Saint-Saëns, en 1870. Capítulo especial merece su relación con Richard Wagner, al que en Weimar también montó producciones de sus óperas Tannhäuser y El holandés errante, llegando incluso a convertirse en su suegro pese a que sólo le superaba en un año y siete meses de edad, merced al empa-

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Cosima Liszt , Richard Wagner, Franz Liszt y Hans von Wolzogen

rejamiento del compositor de la tetralogía de El anillo del nibelungo con su hija Cósima. Por su parte, como compositor Franz Liszt creó un extenso repertorio de obras para piano, como sus famosas rapsodias húngaras, realizando asimismo más de 200 paráfrasis y transcripciones de otros compositores para su instrumento favorito. De hecho, sus obras para piano influyeron a sus contemporáneos y sucesores, anticipando algunas ideas y tendencias del siglo XX. Sin embargo, paradójicamente en 1858 renunció al cargo de maestro de capilla en la corte de Weimar por la creciente hostilidad hacia su obra, aunque siguió residiendo en la ciudad hasta 1861. Ese año viajaría a Roma, donde estudió teología, abandonando finalmente el proyecto de casarse con la princesa Carolyne SaynWittgenstein tras la oposición de la Iglesia. Este hecho le marcó mucho en 1840. Litografía de Josef personalmente, hasta el Liszt Kiehuber 287


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Liszt en 1858

punto de que la pareja se deshizo en 1863, pero sin embargo propició su dedicación a componer obras de carácter religioso y litúrgico, como la Missa Solemnis de Gran o su oratorio Christus. Finalmente, en 1865 recibió las órdenes menores como abad, residiendo en ocasiones en el mismo Vaticano. Desde allí reprobará el enlace de su hija Cósima con Wagner, acaecido en 1870, aunque cuatro años después se reconciliará con la pareja. Precisamente a instancias de su hija Cósima, Liszt asistió en 1876 al primer Festival de Bayreuth, dedicado de forma exclusiva a Wagner. En 1883, tras la muerte del propio Wagner, dirigió el concierto en su memoria. La leyenda cuenta que dijo a sus más íntimos: “El próximo seré yo”. El 19 de julio de 1886 dio su último concierto en la Sociedad Musical de Luxemburgo. Cuatro días después asistió a una representación de Parsifal en Bayreuth, y el 25 de julio a otra de Tristán e Isolda. Al día siguiente se sintió mal y se le diagnosticó una 288


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neumonía. El 31 de julio moría después –también según la leyenda- de haber pronunciado la palabra “Tristán”. En su funeral ofició de organista el compositor austriaco Anton Bruckner. Se le enterró el 3 de agosto en el cementerio católico de Bayreuth, muy cerca de donde reposan los restos mortales de su hija Cósima y de su yerno Wagner. Los dos genios coincidieron en su última morada.

Festivales Jornadas de Bach. Se celebran en marzo, en el marco de las semanas dedicadas a Bach en su región natal de Turingia, pues nació en Eisenach. Fiesta de las Artes. Se celebra en junio y julio, con espectáculos, conciertos y exposiciones. Mercado de la Cebolla (Zwiebelmarkt). El tradicional Mercado de la Cebolla, que existe desde el año 1653, se celebra siempre en el segundo fin de semana de octubre. Se trata de la fiesta popular más importante de la región de Turingia, reuniendo anualmente en el casco antiguo de la ciudad a 350.000 visitantes.

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Guía práctica CÓMO LLEGAR Lufthansa (información y reservas: 902 883 882; www.lufthansa.com) ofrece vuelos diarios desde Madrid o Barcelona hasta Erfurt (la capital administrativa del land de Turingia), vía Frankfurt. Otra opción es volar a Frankfurt y alquilar un coche para hacer un recorrido por la región de Turingia, el corazón verde de Alemania. Weimar se halla a unos 270 kilómetros de distancia de Frankfurt por carretera. DÓNDE DORMIR Hotel Elephant ***** (Markt 19. Tel.: 00 49 (0) 3643 8020. www.luxurycollection.com/elephant). Céntrico y lujoso, sin duda es el alojamiento por excelencia de la ciudad. Abierto desde 1696, por los salones de este histórico hotel deambularon personalidades como Goethe, Schiller, Bach y el propio Liszt. Su decoración asimismo cuenta con detalles de la escuela Bauhaus fundada en Weimar, pero en combi- Sala de estar del Hotel nación con motivos más mo- Elephant dernos y funcionales. Best Western Premier Grand Hotel Russischer Hof ***** (Goetheplatz 2. Tel.: 00 49 (0) 3643 77 48 14). La banda sonora que se escucha en todas las estancias comunes de este lujoso hotel está orquestada exclusivamente con música clásica, envuelta bajo una impronta genuinamente rusa. Abierto hace más de doscientos años, además de al propio Goethe se enorgullece de haber hospedado al mismísimo zar Alejandro I. No en vano, la nostalgia del Imperio ruso se hace notar en los nombres de su bar (Romanov), de su bodega (Rasputín) y de su restaurante (Anastasia). 290


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Alt Weimar *** (Prellerstrasse 2. Tel.: +49 (0) 3643 861 90. www.alt-weimar.de). Abierto desde 1909 y completamente renovado en 1995, es el alojamiento ideal para los que se interesen también por la Escuela de la Bauhaus, fundada en Weimar en 1919, pues la decoración de sus 17 habitaciones se inspira en esta corriente que revolucionaría el diseño y la arquitectura del siglo XX. DÓNDE COMER Restaurante Anna Amalia (Markt 19 Duplicado. Tel.: 00 49 (0) 3643 8020. www.luxurycollection.com/ elephant). El único restaurante de Weimar (y de toda la región de Turingia) que cuenta con una estrella Michelin se encuentra precisamente en el Hotel Elephant. En su lujoso marco la especialidad son los platos de marcado acento italiano, no en vano su chef es el transalpino Marcello Fabbri.

Gasthaus zum Weissen Schwan (“Posada del Cisne blanco”).

Gasthaus ‘Zum Weissen Schwan’ / “La posada del Cisne Blanco” (Frauentorstrasse 23. Tel.: +49 3643 90 87 51. www.weisserschwan.com). Una figura de madera de un orondo Goethe da la bienvenida en este restaurante, al lado de la Casa de Goethe. En una carta a su amigo, el compositor Carl Friedrich Zelter, el propio Goethe escribió la famosa frase: “El Cisne blanco siempre le da la bienvenida con las alas abiertas”. Dos de los platos típicos son la sopa de cebolla y el asado de cerdo con col lombar-

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da y guarnición de knödel, las tradicionales albóndigas de patata que acompañan a muchos platos centroeuropeos, así como el estofado de jabalí ( feines wildragout) y la trucha ( forellenklöpchen). Aquí se puede tomar la típica cerveza negra Köstritzer de la región. Alt Weimar / “Weimar Antiguo” (Prellerstrasse 2. Tel.: +49 (0) 3643 861 90. www.alt-weimar.de). El chef Sten Fischer elabora una interesante cocina creativa de autor, con platos como la sopa de coliflor con trufas y vieiras o la paletilla de cordero con judías verdes y puré de ajo. Para el primero, una recomendación de maridaje es alguno de los excelentes vinos blancos de Tu- Restaurante Alt Weimar ringia, como los caldos de los valles de Saale y de Unstrut. TARJETA TURÍSTICA La Weimar Card es valedera por tres días. Autobuses gratuitos, entrada libre en la mayoría de los museos y en Buchenwald, descuentos para las visitas guiadas de la ciudad. A la venta en la oficina de turismo, en los museos y en algunos hoteles. MÁS INFORMACIÓN Información Turística de Weimar (Markt 10. +49 (0) 3643 / 745-0). www.weimar.de Turismo de Alemania. www.germany.travel

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Monumento a Goethe y Schiller. Al fondo El Museo de la Bauhaus

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Plano del centro de Weimar

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Esta guía de autor escrita por el prestigioso periodista Pedro Javier Díaz-Cano es una invitación a viajar a 10 destinos musicales de Alemania bajo la batuta de 10 de sus compositores más geniales y universales. Estos son, por orden alfabético de las ciudades, “El Bayreuth de Richard Wagner”, “El Berlín de Felix Mendelssohn”, “El Bonn de Ludwig van Beethoven”, “El Dresde de Robert Schumann”, “El Garmisch-Partenkirchen de Richard Strauss”, “El Halle de Georg Friedrich Haendel”, “El Hamburgo de Johannes Brahms”, “El Leipzig de Johann Sebastian Bach”, “El Múnich de Carl Orff” y “El Weimar de Franz Liszt”. Todos los capítulos se presentan, además, con la mejor selección de imágenes del premiado fotógrafo Eduardo Grund. Una melodía de textos y fotos con un único fin: que la partitura despierte las emociones del lector para llevar a cabo estos viajes melómanos, de manera que pueda disfrutar al máximo de cada ciudad con los cinco sentidos y vislumbrar su música –la de sus compositores respectivos- con los ojos del alma.


“10 de los compositores más grandes de la historia y las 10 ciudades respectivas que fueron cuna de su genio o que les sirvieron de inspiración, muchas de las cuales les dedican festivales anuales. Una guía de referencia para los amantes de la ópera y de la música clásica, y también para quién viaje a Alemania y quiera conocer lo imprescindible de grandes metrópolis como Berlín, Múnich o Hamburgo, o de pequeñas y encantadoras ciudades como Bayreuth, Leipzig o Weimar. 10 destinos con toda la información práctica que requiere un viajero moderno y cosmopolita para transportarse en cuerpo y espíritu a Alemania, el país de la música por excelencia. Una `Guía 10´ para que sus viajes salgan redondos.”


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