Biografías De Autores Salvadoreños Realizado Por: Josías Jiménez Moisés Guzmán Rodrigo Romero Wendy Sandoval
Vicente Acosta Poeta, periodista y político salvadoreño, nacido en Apopa en 1867, y fallecido en Tegucigalpa (Honduras) el 24 de julio de 1908. Perteneciente a una familia vinculada desde antiguo con el mundo de las Letras (era primo del también escritor Arturo Ambrogi), se convirtió en una de las principales figuras de la difusión cultural en su país, merced a su papel de fundador y director de la revista La quincena, donde tuvieron cabida todos los nombres y hechos destacados de la literatura, el arte y la ciencia salvadoreños de comienzos del siglo XX. Alentado desde muy temprana edad por una acusada vocación humanística, el ambiente literario que respiraba en su entorno le permitió culminar con éxito su formación como maestro normalista (actividad que desempeñó durante varios años, antes de dedicarse de lleno a la política y el periodismo), al tiempo que le apoyó en su pasión por el cultivo del género poético. A los veintitrés años de edad, Vicente Acosta dio a la imprenta su primera entrega poética, titulada La lira joven (1890), opera prima tan singular y sorprendente que vio la luz prologada por dos voces líricas tan prestigiosas como las de su compatriota Francisco Gavidia y el poeta nicaragüense Rubén Darío. El resto de su producción poética se completa con dos recopilaciones tituladas Poesías (1899) y Poesías selectas (volumen de carácter póstumo, aparecido en 1924).
Algunos de los escritos literarios de Vicente Acosta, junto con todos sus trabajos periodísticos, quedaron diseminados en las numerosas publicaciones periódicas donde colaboró asiduamente a finales del siglo XIX y comienzos de la siguiente centuria. Entre ellas, sobresalen las cabeceras del Diario del Salvador, el Repertorio del Diario del Salvador, La juventud salvadoreña, La República de Centro América, Centro América Intelectual, El Fígaro y El recreo. Pero, por encima de su fecunda labor desempeñada en todas estas publicaciones, Vicente Acosta triunfó con la fundación y dirección de la mencionada revista La quincena (que vio la calle por primera vez un 1 de abril de 1903), en donde se rodeó de un plantel de colaboradores de la talla de Calixto Velado, Román Moyargas Rivas y, entre otros muchos autores salvadoreños de reconocido prestigio, el susodicho Francisco Gavidia.
Manlio Argueta Novelista y poeta. Nació en San Miguel, El Salvador, 1935. Terminó sus siete años de estudios de doctorado en Jurisprudencia y Ciencias Sociales, Universidad de El Salvador, donde se destacó como fundador del Circulo Literario Universitario, 1956, una de las promociones literarias más reconocidas en su país que formó parte de la Generación Comprometida, de gran reconocimiento literario. Hijo de Adelina Argueta y Julio Cañas. Ha sido editor y profesor universitario en Costa Rica, Estados Unidos y El Salvador. Fue Director de la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), Costa Rica, editora donde trabajó por más de doce años, como jefe de producción. Fundador y Director de la Editorial Marca, San José, Costa Rica. Trabajó como editor en otras tres editoriales de Costa Rica. Ha sido dos veces Director de la Editorial Universitaria de la Universidad de El Salvador (1971-72 y 1994-95). Director co-
Fundador de la Revista Pájara Pinta y Director de Revista Universidad, Director de la Librería Universitaria (1995-96). Fue Secretario de Comunicaciones (1994-95) y Director de Relaciones Nacionales e Internacionales de esa misma Universidad (19962000), donde impulsa el proyecto para la construcción de la villa Olímpica en la Universidad de el Salvador, 1999.
Vivió en Costa Rica desde 1972 a 1993, donde fue profesor por ocho años de la Universidad de Costa Rica (Cátedra Apreciación Artística) y dos años de la Universidad Nacional, Heredia (Talleres Libres de Poesía y Cuento). Fue fundador y por diez años Presidente de la ONG Instituto Cultural Costarricense-Salvadoreño donde hizo labor de intercambio artístico centroamericano y Europa. A partir del año 2000 es Director de la Biblioteca Nacional de El Salvador, CONCULTURA, San Salvador.
Luis Roberto Armijo Navarrete Nació en Chalatenango en 1937. A la edad de diez años se trasladó hacia la capital para proseguir sus estudios. Andaba descalzo y trabajaba vendiendo periódicos en la calle, para poder ganarse unos centavos. Posteriormente inicio sus estudios
en
la
Universidad
de
El
Salvador y pronto formó parte de un reconocido grupo literario llamado “Generación Comprometida”, el cual estaba integrado por Otto René Castillo, Roque Dalton y Manlio Argueta, entre otros exponentes de la literatura Salvadoreña. En 1970, Roberto Armijo obtuvo una beca para estudiar teatro en París (Francia), otorgada por la Universidad de El Salvador, en la cual se encontraba trabajando como Director de la librería Universitaria.
Es un importante pilar de nuestra literatura Salvadoreña. Escribió ensayo, novela, crítica, teatro, cuento y poesía. Algunas de sus obras son: - La Noche ciega al corazón que canta, (poesía) 1959. - Seis elegías y un poema, (poesía) 1965. - Jugando a la Gallina Ciega, (teatro) 1970. - Trilogía de Teatro de Roberto Armijo, (teatro) 1990. - El Asma de Leviathán (narrativa). - Los Parajes de la Luna y la Sangre (poesía) 1996. - Cuando se Encienda las Lámparas, (poesías) en prensa 1996. Roberto Armijo murió en 1997, en París, víctima de cáncer. Sin
embargo, sus manos temblorosas, de muerto ya, alcanzaron a escribir un par de páginas sobre sus impresiones de su tierra natal
Chalatenango y su desilusión, tras su regreso luego de varios años de ausencia. “Ahora solo piedras y más piedras. Se acabaron para siempre los pinos de Chalatenango”, escribió pocos días antes de morir. Parte de la inspiración de Armijo de convertirse en poeta viene de las historias que la madre del poeta contaba mientras cocinaba en la cocina de barro en Chalatenango. Siempre mantuvo su corazón campesino, bondadoso… El parque de la Colonia Cayaguanca en el Barrio San José en Chalatenango, lleva el nombre de Roberto Armijo, para honrar
la
memoria
de
este
Chalateco
destacado.
Juan José Cañas Nació el 19 de enero de 1826 en San Miguel. Cursó estudios de Medicina. Se traslada a San Francisco, en busca de oro. Posteriormente viaja a Nicaragua y se incorpora al ejército que luchaba contra el filibustero William Walker. Fue poeta, militar y diplomático. Su producción literaria comprende versos, prosa, crítica, narraciones y artículos siendo precursor del romanticismo en El Salvador.
Fue Gobernador Político Departamental y Subsecretario de Relaciones Exteriores. En su carrera diplomática representó a El Salvador en Santiago de Chile en calidad de Ministro Plenipotenciario, y logró la firma de un tratado que intensificó las relaciones entre ambos países. En 1882 la Academia Colombiana de Bogotá lo nombró socio honorario extranjero. Fue Presidente de la Academia Salvadoreña de la Lengua. El Himno Nacional Oficial fue compuesto y escrito por Juan Aberle, compositor italiano que llegó al país como director de una Compañía de Opera y el General Juan José Cañas. Se adoptó popularmente el 15 de septiembre de 1879, aunque no tuvo reconocimiento oficial hasta el 11 de diciembre de 1953.
Juan José Cañas falleció en San Salvador, El Salvador, el 10 de enero de 1918. Rubén Darío lo llamó "El Patriarca de la Poesía de Centro América" y José Martí, "Veterano de la Lira y de la Espada".
Quino Caso Quino Caso, pseudónimo de Joaquín Castro Canizales (Quezaltepeque, 7 de noviembre de 1902 - San Salvador, 4 de marzo de 1993) fue un periodista y poeta salvadoreño. Su actividad literaria y periodística comenzó desde muy joven, ya que entre los 1915 y 1918 publicó sus trabajos en un modesto periódico editado por Francisco Flores González. Entre 1918 y 1921 laboró en medios de comunicación de San Vicente y Zacatecoluca, y posteriormente fue corresponsal del Diario de Occidente y El Heraldo de Sonsonate. Además prestó sus servicios en Orientaciones,
Lumen,
el
humorístico
Pedro
Urdemales
y
El
Nacionalista, entre otros; asimismo trabajó en Patria (1928), de Alberto Masferrer, y Diario Latino de Miguel Pinto. El año 1928 se consagró como el primer extranjero que ganaba los Juegos Florales de Quetzaltenango.1 Por razones políticas se exilió en Honduras (1935), y después en Nicaragua (1936), donde trabajó en el diario El Pueblo. En 1939 laboró en el diario La Prensa de Pedro Joaquín Chamorro; y en Costa Rica (1939) para la embajada colombiana. En este país escribió la Epopeya de Costa Rica, una serie de radio comedias; y también editó sus fábulas Hormiguita Linda y Ratoncito Pérez con portada del guatemalteco
Eduardo Laguardia y el costarricense Juan Manuel Sánchez, la cual fue declarada obra de consulta en 1942. Regresó a El Salvador en 1944 y fundó el semanario Nosotros que fue posteriormente clausurado por influencias gubernamentales. En radio YSU formó Radio comentarios, el cual acabó censurado un año después; sin embargo, el espacio regresó una vez fue derrocado el gobierno de Maximiliano Hernández Martínez. Hacia 1954, en tiempos del presidente Óscar Osorio, se integró a la dirección de la Secretaría de Información de la Presidencia. Su presencia en la televisión se dio con el noticiario Telediario Salvadoreño en 1961. Castro Canizales tuvo varios pseudónimos, entre ellos: Artemio de Lepioche, Martín Gales, T.A. Plasto, y Big Ben, pero el más conocido era el de Quino Caso. En 1981 se le adjudicó el Premio Nacional de Cultura y en 1983 fue miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua. Cabe agregar que la formación de Quino Caso era autodidacta.
José Roberto Cea José Roberto Cea, nace en la ciudad de Izalco, departamento de Sonsonate, el 10 de Abril de 1939. En El Salvador es unos de los autores más prolíficos de la actualidad. Ha escrito poesías, narraciones, novelas, cuentos, teatro, ensayos. De este último género, dos trabajos muy importantes son; uno sobre la pintura y otro sobre el teatro en El Salvador. Algunos críticos señalan que mientras un sector de la poesía hispanoamericana sigue los movimientos europeos otro sector ha buscado incorporar a la misma un indigenismo más o menos auténtico sin tratar de caer en la imitación, lo cual se logra percibir en la obra de J. R. Cea. "La poesía de Cea es un tipo de poesía que está marcado por el sello de la originalidad. El país de cada escritor define, sin duda, el lenguaje y José Roberto Cea tiene a su modo de expresarse un rico léxico de palabras de allá, con las que abarca lo telúrico y lo mágico, el toque de los prodigioso, que alcanza el verdadero arte en su esfuerzo por acercarnos a lo inefable". Es un autor que ha preferido ser americano apoyándose en fascinantes orígenes. Su obra conduce a tomar conciencia de lo nacional. Cea ha ganado
muchos
Internacional
de
premios, Poesía
entre del
los
Círculo
principales de
poetas
figura: y
Premio
escritores
iberoamericanos de Nueva York, 1965; Premio 15 de Septiembre en Guatemala, 1965 y 1966; Premio Centroamericano de Teatro, en Quezaltenango, Guatemala, 1965; Premio Italia 1972; Primer Premio en
el Certamen Latinoamericano de Poesía "Pablo Neruda" en Lima, Perú, 1974; y muchos más. Algunas de sus obras son: Poetas Jóvenes de El Salvador, (antología poética), 1960. Escenas Cumbres, (teatro), 1968. Códice Liberado, (poesía), 1969. Letras I, II y III (Para estudios de Bachillerato). Antología General de la poesía en El Salvador, (antología poética), 1971. Mester de Picardía (poesía erótica), 1977. Los Herederos de Farabundo (poesía); Premio Latinoamericano de Poesía "Rubén Darío", Nicaragua, 1981. Nivel se fue a la Guerra (novela); Premio Froylán Turcios de Novela, Honduras, 1984.
Raúl Contreras Poeta, dramaturgo y diplomático salvadoreño, nacido en Cojutepeque en 1896, y fallecido en Madrid (España) en 1973. Su importante producción literaria, sumada a las brillantes gestiones diplomáticas que llevó a cabo en diferentes lugares del mundo, lo convierten en una de las figuras de mayor relieve internacional en el panorama actual de las Letras centroamericanas. Durante algunos años firmó algunos de sus escritos con el pseudónimo de "Lydia Nogales". Su irrupción en el mundo de la creación literaria, que tuvo lugar fuera de sus fronteras, vino de la mano de un poemario titulado Armonías íntimas (Barcelona: Maucci, 1919), al que siguió una obra teatral que causó honda admiración en España: La princesa está triste... (Madrid: Reus, 1925). Al año siguiente, ya gozador de un cierto renombre en los círculos literarios madrileños (no el vano el prestigioso filólogo Julio Cejador había prologado la pieza dramática recién citada), dio a la imprenta su segundo volumen de versos, titulado Poesías escogidas (Madrid, 1926). Ya en su país natal, Raúl Contreras adoptó el mencionado pseudónimo de "Lydia Nogales" para firmar con él varios poemas sueltos y otros textos que aparecieron en "La patria de las artes", sección cultural del diario Tribuna Libre, de San Salvador. En 1950, tras una extraña y agria polémica generada por el uso de este falso apelativo, Raúl Contreras volvió a firmar sus escritos con su nombre propio.
A finales de la década de los años cincuenta dio a la imprenta otro poemario, Presencia de humo (San Salvador, 1959), que apareció prologado por el relevante escritor chileno Juan Guzmán Cruchaga. Tras largos años de silencio poético, en 1974 volvió a los escaparates de las librerías con un nuevo volumen de versos, En la otra orilla, esta vez presentado por el polígrafo salvadoreño David Escobar Galindo, uno de los máximos valedores de la obra de Contreras; tanto es así, que en 1996, con motivo del primer centenario del nacimiento del poeta de Cojutepeque, Escobar Galindo preparó y editó un volumen inédito (Versos de ayer) y una antología lírica (Obra poética) de Raúl Contreras. A pesar de los desvelos de tan acreditados prologuistas y editores, buena parte de la obra literaria de Contreras permanece inédita, sobre todo sus piezas teatrales: no han visto la luz las tituladas Cagliostro, El antojo de doña Mencía y Un rostro en la ventana, y peor suerte aún ha corrido Los sesos de oro, que en la actualidad se considera perdida.
Esta desatención por parte de críticos, estudiosos y editores es tanto más chocante en la medida en que se tiene en consideración el destacado papel desempeñado por Raúl Contreras en los círculos intelectuales y artísticos de su época. Fue miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua (donde ocupó la silla D), y fundó, en colaboración con Alberto Guerra Trigueros y Ricardo Trigueros de León, la famosa Casa de la Cultura de San Salvador, auténtico foro cultural de la capital centroamericana durante buena parte de la
Segunda mitad del siglo XX. Además, sobresalió por los innúmeros servicios públicos que prestó a su nación, ya en calidad de diplomático acreditado en Madrid y en París, ya en su condición, durante muchos años, de Presidente de la Junta de Nacional de Turismo. A su dedicación a este organismo (después conocido como Instituto Salvadoreño de Turismo) se debe la creación de gran cantidad de los parques que hoy embellecen esa pequeña república centroamericana (como el Parque Balboa, Los Chorros, Atecozol, etc.). Como diplomático, desde la década de los años veinte estuvo destacado en Europa, donde pasó la mayor parte de su vida (a excepción del período ocupado por el desarrollo de la II Guerra Mundial). Aunque falleció en la capital de España a finales de 1973, desde el día 1 de diciembre de 1974 sus restos mortales reposan en una cripta del Rincón de los Poetas, en las afueras de la ciudad salvadoreña de Santa Tecla.
Juan Cotto Juan E. Coto (Suchitoto, 8 de enero de 1900 – México, D. F., 24 de enero de 1938) fue un poeta y periodista salvadoreño. Cotto vivió en Guatemala y México donde pudo relacionarse con intelectuales de la talla de José Santos Chocano, José Vasconcelos, Antonio Caso, Ramón del Valle Inclán, y el pianista Salvador Ordóñez. A los veintiséis años, mientras se encontraba en México, hizo una disertación de Beethoven en la inauguración de un monumento en memoria del músico frente al Palacio de Bellas Artes. En los años de la gran depresión, sufrió muchas penurias económicas y vivió bajo el mecenazgo de importantes personalidades de la época, aunque logró trabajar en la Secretaría Mexicana de Instrucción Pública y la legación salvadoreña en México. Fue colaborador de semanarios e incluso vendió enciclopedias. También realizó viajes en algunas partes del Caribe e impartió charlas literarias en la Universidad de Columbia. Fue nombrado representante de la UNAM ante la Universidad de El Salvador, pero cuando retornó a su país no tuvo una buena acogida debido a una serie de difamaciones en su contra. Hombre apreciado por quienes le trataban, Manuel José Arce y Valladares escribió acerca de él .rezumaba pulcritud. Conversador amenísimo, embelesaba a sus oyentes con no escaso caudal de cultura…Vimos cómo en una tertulia conversaba en desenvuelto francés con unas gráciles parisinas…
También Vasconcelos opinaba sobre su persona: En su intuición de gran poeta se conduce como en la vida, indiferente al éxito inmediato, lejos de toda injusticia, y atento nada más a los instantes únicos, sublimes, de la historia del alma. Cotto murió de tuberculosis en la capital mexicana y fue enterrado en el Panteón Civil. Años más tarde sus restos fueron repatriados a El Salvador.
Roque Dalton Roque Dalton García (San Salvador, 14 de mayo de 1935 - 10 de mayo de 1975) fue un poeta, ensayista, narrador, dramaturgo y periodista salvadoreño. Hijo
del
inmigrante
estadounidense
Winnall
Dalton, quien estaba casado con Aída Ulloa, y de la enfermera salvadoreña María Josefa García, Roque Dalton fue educado con los jesuitas en el Colegio Externado San José. Viajó a Santiago en 1953, donde ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, aunque más tarde volvió a San Salvador a continuar sus estudios. Realizó estudios universitarios en El Salvador, Chile y México. En 1957, con otros estudiantes salvadoreños, visitó la URSS para participar en el VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, durante el cual conoció a intelectuales y políticos que luego cobrarían relevancia en el contexto internacional, como el revolucionario nicaragüense Carlos Fonseca, fundador del FSLN, el escritor guatemalteco que ganaría el Premio Nobel años más tarde, Miguel Ángel Asturias, los poetas Juan Gelman, argentino, y Nazim Hikmet, turco. Fundó el Círculo Literario Universitario (1956) junto con el poeta guatemalteco exiliado en El Salvador Otto René Castillo. En esta iniciativa participaron otros poetas salvadoreños contemporáneos, como Manlio Argueta, José Roberto Cea, Roberto Armijo y Tirso Canales, entre otros. Dalton es considerado una de las voces más
influyentes
de
la
Generación
Comprometida.
En
la
academia
internacional, es el más conocido, estudiado y criticado. Fue encarcelado y enviado al exilio en varias ocasiones. En octubre de 1960, fue liberado, al ser derrocado el presidente José María Lemus, existen declaraciones que afirman que Roque sería ejecutado el 27 de octubre de 1960, bajo órdenes directas de Lemus, pero su ejecución jamás tuvo lugar dado que Lemus recibió un golpe de estado el día 26 de octubre 1 2 . En 1964, estando preso y en condiciones de desaparecido, protagoniza una fuga del bartolinas de la policía en Cojutepeque. En esa etapa fue interrogado por un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), quien en un informe desclasificado, afirmó a sus superiores que Dalton nunca quiso colaborar con la inteligencia estadounidense3. Roque Dalton recorrió el mundo, viajó a países como la Unión Soviética y Corea del Norte, y vivió temporadas largas en México, Checoslovaquia y en Cuba. Roque Dalton continuó la estirpe de poetas como Oswaldo Escobar Velado y Pedro Geoffroy Rivas, quienes impulsaron años antes una literatura de denuncia, que describía con cruda realidad la situación económica y social del país.
Mercedes Durand Mercedes Durand nació el 9 de agosto de 1933. Formó parte del grupo salvadoreño Octubre, integrado en 1950 por Ítalo López Vallecillos, Orlando Fresedo, Waldo Chávez Velasco,
Irma
Lanzas,
Eugenio
Martínez
Orantes, Álvaro Menéndez Leal, Jorge A. Cornejo, Danilo Velado y los pintores Camilo Minero y Luis Ángel Salinas; y de de la autodenominada Generación Comprometida. Desde el 22 de febrero de 1952 hasta el año de 1958 residió en la capital mexicana, becada por el gobierno salvadoreño del coronel Óscar Osorio para realizar sus estudios de Licenciatura en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde la lejanía, fue colaboradora de la segunda época de las revistas Hoja (San Salvador, 1956, dirigida por Ítalo López Vallecillos) y Semana (San Salvador, 84 números publicados por José Luis Urrutia, entre el 11 de diciembre de 1957 y el 22 de junio de 1959). De 1960 a 1970 trabajó en la Universidad de El Salvador (UES) como catedrática en la Facultad de Humanidades; directora de Difusión Cultural e integrante del consejo de la Editorial Universitaria.
Ganadora del primer premio de poesía en los Juegos Florales de Usulután (febrero de 1960) y del segundo galardón poético de los Juegos Florales de Nueva San Salvador (diciembre de 1960, con sus Poemas de la ciudad y el viento; se desempeñó como conductora de los programas televisivos Hacia la libertad por la cultura, difundidos por canal 4 y la Universidad de El Salvador a partir de diciembre de 1960. También fungió como directora de la revista Vida universitaria (1961), redactora de mesa y colaboradora de La Prensa Gráfica; jefa de información y redactora del diario Tribuna libre (1965), colaboradora literaria de El Diario de Hoy, periodista y productora de programas de televisión, redactora de publicidad comercial y delegada
salvadoreña
ante
el
Congreso
Latinoamericano
de
Escritores (Caracas, Venezuela, 1970). Colaboradora de Excélsior, El nacional y la Revista de cultura mexicana, trabajó como redactora en El día y en noticieros para televisión, como correctora de estilo en varias casas editoriales y como productora y conductora de programas radiofónicos para Radio UNAM (860 khz AM y 9600 khz OC, banda internacional de 31 metros), entre ellos uno de actualidad latinoamericana, titulado Enfoque internacional, transmitido los martes de las 9:30 a las 10:00 de la mañana. Se desempeñó como profesora de carrera adscrita al Centro de Estudios de la Comunicación, en la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la misma universidad mexicana, donde también se encargó de las relaciones universitarias en Difusión Cultural y fue secretaria particular del director de Filosofía y Letras, además de fungir como jefa del Departamento de Difusión de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Entre sus libros publicados se encuentran Espacios (poesía, México D. F., Los Presentes, 1955); Sonetos elementales (plaquette poética, San Salvador, 1958, ilustrada por el pintor Carlos Cañas); Poemas del hombre y del alba (poesía, edición mimeográfica, San Salvador, 1961); Las manos en el fuego (poesía, junto con David Escobar Galindo, 1969, premiado con mención de honor en el Certamen Nacional de Cultura 1967, galardón conferido por los escritores Ernesto Cardenal, Fernando Alegría y Carlos Pellicer); Las manos y los siglos (poesía, México, 1970. Bajo el título Sinfonía del trabajo, obtuvo mención de honor en el Certamen Literario de la Comunidad Latinoamericana de Escritores y la revista "Ecuador"); Juego de Güija (cuento, San Salvador, 1970), Todos los vientos (antología poética, San Salvador, 1972); A sangre y fuego (poesía, 1980), Sarah, la luna, la muchacha y otros poemas (Centro Editorial Universitario de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 1982), La guerrilla de las ondas y otros ensayos (San Salvador, s. f.). Falleció en la ciudad de México, el 7 de julio de 1999. (El fragmento del esbozo ha sido tomado de: Diccionario de autoras y autores salvadoreños de Carlos Cañas Dinarte).
David Escobar Galindo Nació Santa Ana, el 4 de Octubre de 1943. Hijo de José David Escobar Vides y Doña Esthela Galindo Pohl. Abogado de profesión y poeta de nacimiento. Su infancia transcurrió entre el campo y la ciudad. Apopa, Chalatenango y San Salvador. Sus estudios de primaria y secundaria los realizo en el Colegio García Flamenco de San Salvador, y los Universitarios en la Universidad de El Salvador, en donde se graduó de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales en 1968. Escribe poesía, cuento, novela, fábula, teatro. OBRAS: Vigilia Memorable (poesía) 1972. El libro de Liliam (poesía) 1976 Cornamusa (poesía) 1975 Coronación Furtiva (poesía) 1975La Rebelión de las Imágenes (cuento) 1978 Los Sobrevivientes (cuento) 1980 La Tregua de los Dioses (cuento) 1981 Una Grieta en el Agua (novela) 1972 La Estrella Cautiva (novela) 1985 Las Hogueras de la Itaca (teatro) 1987 Ganador del primer lugar en certámenes literarios en Madrid 1974, Barcelona 1976 y Granada 1977. Ganador de los Juegos Florales en la rama de Poesía en Quezaltenango, Guatemala 1980,1981 y 1983. Al ganar por tercera vez el primer lugar fue declarado Maestre de Gran Saber. Ha sido jurado calificador de los juegos Florales de Nueva San Salvador, San Vicente y San Salvador. Hijo meritísimo de las ciudades de San Salvador, Ahuachapán y Santa Ana. Es fundador y Rector de la Universidad Dr. José Matías Delgado, fue miembro suscriptor de los acuerdos de Paz en 1992. Actualmente es miembro del Consejo Nacional de Seguridad. David Escobar Galindo es el escritor salvadoreño que mas premios nacionales e internacionales ha obtenido en la historia de nuestro país. Los IX juegos Florales de Santa Ana 2000 en homenaje llevaron su nombre
Oswaldo Escobar Velado (Santa Ana, 1919 - 1961) Poeta salvadoreño. La primera etapa de su producción siguió los cauces del romanticismo, pero posteriormente desarrolló una obra más realista, comprometida y social. En el campo de la política, formó parte del "grupo de los seis", que luchó contra el dictador Maximiliano H. Martínez. Vivió desterrado en Guatemala entre 1944 y 1945, y más tarde en Costa Rica. Abogó por la unión de Centroamérica en una sola entidad. En los últimos años de su vida, sufrió un cáncer en la lengua que le obligó a trasladarse en varias ocasiones a Texas, donde las intervenciones quirúrgicas no lograron sanarle. Su poesía es un equilibrio de belleza lírica y compromiso con su tiempo histórico. Debatiéndose siempre entre el posmodernismo vanguardista, el romanticismo y el compromiso social y político, su lírica resulta difícil de ubicar. Entre sus libros destacan Poemas con los ojos cerrados (1943), Diez sonetos para mil y más obreros (1950), Volcán en el tiempo (1955), Árbol de lucha y esperanza (1951), Cristoamérica (1958), Cubamérica (1960), Antología Poética (1967) y Patria exacta y otros poemas (1978).
Francisco Andrés Escobar La presente selección poética de Francisco Andrés Escobar, ha sido realizada por el poeta salvadoreño André Cruchaga. Francisco Andrés Escobar*, nació el 10 de octubre de 1942, en el Cuscatlán. Realizó estudios en la Escuela de Trabajo Social (San Salvador, 1962-1964), los que completó con otros de administración de programas de bienestar social, mientras era parte del Proyecto 102 de la Organización de Estados Americanos (OEA, Buenos Aires, 1967). Se ha desempeñado como trabajador social y jefe de la Sección de Control de Becas de la Universidad de El Salvador (1965-1972), cargos a los que siguieron los de profesor y jefe del Departamento de Estudios de la Escuela de Trabajo Social (1973-1975) y profesor de literatura en el Externado de San José (San Salvador, 19761980), en momentos en que cursaba su licenciatura en Ciencias Políticas, Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (19741977). Participó como actor protagónico o coprotagónico en las obras Uvieta y El héroe (del costarricense Alberto Cañas, Teatro del Alba, San Salvador, 1982-1983), Escenas cumbres (del salvadoreño José Roberto Cea, San Salvador, Teatro del Alba, 1983), Almas que mueren (de Horacio Ruiz de la Fuente, San Salvador, Teatro Estudio Germinal, 1983), El diario de un loco (del ruso Nicolás Gogol, San Salvador y San José de Costa Rica, Teatro Estudio Germinal, 1984-1986), en diversos montajes del Ballet de Alcira
Alonso (San Salvador, 1984-1986) y en su propia obra dramáticobiográfica, dedicada a la vida de Alfredo Espino (2000). En 1983, dirigió las producciones teatrales Alturas de Macchu Picchu (basada en poemas de Pablo Neruda), Los nietos del jaguar (con textos de Pedro Geoffroy Rivas) y Cartas escritas cuando crece la noche (con poemas de Claudia Lars). Ha dirigido dos obras de su propia autoría: Un tal Ignacio (San Salvador, 1993-1994, dedicada a la biografía del rector y sacerdote jesuita Ignacio Ellacuría) y De la sal y la rosa (San Salvador, 1994, biografía teatral de la escritora Claudia Lars) Su obra: periodística, poética, ensayística y narrativa se encuentra en diversas publicaciones periódicas nacionales, tales como Trabajo social (Santiago, Chile, 1972), Diario Latino, La Prensa Gráfica, Semana, Industria, Taller de letras, Carta a las iglesias, Orientación (semanario en que colabora desde 1989), Siete días (semanario, 1990), Estudios centroamericanos (ECA, de cuyo consejo de redacción forma parte desde 1979 y en cuyas páginas divulgó su pieza dramática Un tal Ignacio, 1995), Ars (en cuyas páginas divulgó Sueño de Navidad -adaptación teatral del cuento de Charles Dickens, 1994- y su poemario Ciclo de silencio, 1995), Cultura (donde publicó su colección de cuentos Los milagros de la tarde -enero-marzo de 1979- y la pieza dramática De la sal y la rosa, julio-septiembre de 1994), etc. Varios de sus más importantes ensayos dedicados a la temática de la identidad salvadoreña figuran en los volúmenes Tradición y modernidad en El Salvador (1993), Cultura y desarrollo en El Salvador (1994) y La sociedad civil en la cultura (1995), publicados en la capital salvadoreña por la fundación alemana Konrad Adenauer. Biógrafo y tratadista de Oswaldo Escobar Velado, Claudia Lars, Alfredo Espino e Ignacio Ellacuría. También ha sido prologuista de estos autores y de Antoine de Saint-Exupéry, Ernest Hemingway,
Hugo Lindo, José Rutilio Quezada, entre otros. Varios de sus poemas fueron conocidos en pliegos sueltos y opúsculos, titulados Antesala al silencio (1979), Nuestro Señor de las Milpas (1980) y Angelus (1980). Entre sus obras publicadas se encuentran Andante cantabile (cuentos, San Salvador, Ahora, 1973, con prólogo de la Dra. Matilde Elena López), Una historia de pájaros y niebla (San José, Costa Rica, 1978 y 1981, con palabras prologales de Franz Bargaz), Petición y ofrenda (poesía, San Salvador, UCA Editores, 1979, con prólogo de Ítalo López Vallecillos), Ofertorio (poesía, San Salvador, Comisión Nacional de Justicia y Paz, ¿1979?, con ilustraciones de Edgardo Valencia), Agnus Dei-Bendición de la nana-Monólogo interior frente a mi hijo (poesía, en la compilación Desde que el alba quiso, Nueva San Salvador, 1995), Solamente una vez (antología poética, San Salvador, DPI-CONCULTURA, 1997) y El país de donde vengo (San Salvador, 1998, compilación de algunas de sus crónicas personales, aparecidas desde hace varios años en las páginas sabatinas de La Prensa Gráfica). La Cámara Salvadoreña del Libro le rindió, en abril de 2004, un reconocimiento en el marco de las celebraciones del Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor. En noviembre de 1995, fue galardonado con el Premio Nacional de Cultura; miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua. Francisco Andrés Escobar, es sin duda, uno de los grandes maestros modernos de El Salvador. * Para la elaboración del presente esbozo biográfico, se ha tenido a la vista, El Diccionario de Autoras y autores salvadoreños de Carlos Cañas Dinarte, el Índice Antológico de Salvadoreña de David Escobar Galindo, la Revista ECA de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y artículos periodísticos aparecidos en El Diario de Hoy.
Jacinta Escudos Jacinta Escudos, nacida en San Salvador en 1961, es una escritora cuyo cuerpo central de trabajo incluye novelas, cuentos, poesía y crónicas, que se han publicado en periódicos como La Nación (Costa Rica), La Prensa Gráfica (El Salvador) y El Nuevo Diario (Nicaragua). Aunque escribe principalmente en español, domina también el inglés, el alemán y el francés y ha trabajado como traductora por varios años. Escudos ha viajado extensamente y ha vivido en varios países centroamericanos y europeos. La pluralidad de estas fusiones culturales y geográficas se manifiesta en su producción literaria y pensamiento intelectual. Su novela más reciente, A-B-Sudario (Alfaguara, 2003), fue ganadora del Premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo. También ha recibido becas y residencias de La Maison des Écrivains Étrangers et des Traducteurs en Saint-Nazaire, Francia, y Heinrich Böll Haus en Langenbroich, Alemania. A pesar de ser una autora prolífica con muchas publicaciones, gran parte de su trabajo sigue inédito. Sin embargo, algunas de sus obras no publicadas han sido reconocidas. En 2000, por ejemplo, Escudos ganó una competencia nacional en El Salvador, los Décimos Juegos Florales de Ahuachapán, por su libro, Crónicas para sentimentales. La voz narrativa de Escudos emplea constantemente formas y técnicas experimentales. Esta experimentación es intencional, una que estructura y sitúa su trabajo en las posibilidades de la apertura y su relación entre el yo y el espacio. Esta voz narrativa y su relación con otros mapas literarios se demuestra en la participación
actual de Escudos en la blogósfera. Su bitácora oficial, Jacintario, es un medio actualizado diariamente, donde la bitácora es una extensión de la escritura de Escudos, una forma de expresión donde la voz de la autora y el contenido varía. Como una revista cultural en línea, Jacintario contribuye a la blogósfera no simplemente porque es una producción por una figura literaria eminente, pero debido al acceso que la bitácora ofrece a un género en construcción.
Alfredo Espino (Edgardo
Alfredo
Espino
Najarro;
Ahuachapán, 1900 - San Salvador, 1928) Poeta
salvadoreño
que
a
partir
de
la
publicación de su único libro, Jícaras Tristes, ha sido uno de los líricos más leídos en su país y está considerado como uno de los autores
clásicos
de
la
literatura
centroamericana. Nacido en el seno de una familia numerosa (segundo de ocho hermanos), era hijo del también poeta Alfredo Espino, miembro de una destacada dinastía de profesores, médicos y escritores. El joven Alfredo recibió una esmerada formación académica que finalizó
en
1927,
cuando
se
doctoró
en
la
Facultad
de
Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador con una tesis sobre Sociología estética. A muy temprana edad comenzó a publicar colaboraciones literarias en las revistas Lumen y Opinión estudiantil y en los periódicos La Prensa y Diario de El Salvador. Llevó una vida bohemia y disipada que le condujo a caer en frecuentes crisis alcohólicas, en una de las cuales se quitó la vida cuando contaba poco más de veintiocho años de edad. Sus restos mortales, sepultados en primera instancia en el Cementerio General de San Salvador, fueron después trasladados a la llamada Cripta de los Poetas, en el camposanto de los Jardines del Recuerdo. Sus composiciones, diseminadas en papeles sueltos y en distintas publicaciones, fueron recopiladas por su padre con el fin de
llevarlas a la imprenta. Una parte de esta recopilación, prologada por un texto esclarecedor del poeta Alberto Masferrer, fue publicada en 1932 en eldiario Reforma social. A causa de su repercusión, en 1936 vio la luz en forma de libro una compilación más completa y representativa de su obra que se tituló Jícaras tristes. La poesía de Alfredo Espino es un equilibrio de romanticismo y expresión mesurada, que canta al paisaje con imágenes de gran poder descriptivo y plasticidad, siempre desde una percepción tierna de los seres y las cosas de su tierra. Buena parte de su obra es un canto a la región de Cuzcatlán. Prefirió la sencillez y la métrica tradicional para sus modestas pretensiones líricas y escribió romances y sonetos, aunque no desechó el verso libre. Sus poemas evocan los árboles, los frutos, el aroma de la noche, los colores, los niños y lo maternal. Desde su publicación, sus poemas fueron acogidos y difundidos con entusiasmo por los lectores salvadoreños, que enseguida se identificaron con su líricas descripciones paisajísticas. Así, Jícaras tristes se convirtió en una de las lecturas obligadas en los programas
educativos
salvadoreños,
y
desde
gubernamentales se promovió su edición y difusión.
instancias
Orlando Fresedo Bolaños, Orlando Aníbal, u Orlando Fresedo (1932-1965).Poeta salvadoreño, nacido en San Salvador el 30 de agosto de 1932, y fallecido en su ciudad natal el 18 de marzo de 1965, víctima de una aguda intoxicación etílica. Aunque durante mucho tiempo permaneció en el olvido de la crítica literaria oficial, la extraordinaria calidad de su producción poética ha acabado por rescatar su obra para situarla entre las más novedosas y sugerentes de la literatura salvadoreña contemporánea. Su temprana inclinación al cultivo de la creación poética le llevó a relacionarse desde muy joven con los nombres más señalados del panorama cultural de su país. Así, entró primero a formar parte del original grupo Octubre, en que militaban algunos autores de la talla de Ítalo López Vallecillos, Mercedes Durand, Waldo Chávez Velasco, Álvaro Menéndez Leal, Irma Lanzas, Eugenio Martínez Orantes, Jorge A. Cornejo y, entre otros, Danilo Velado; y, posteriormente, quedó englobado en la no menos célebre y variopinta Generación Comprometida, en la que, además de los nombres citados, estaban también Roberto Armijo, José Roberto Cea, Rafael Góchez Sosa y Alfonso Quijada Urías. Merced a estas fecundas relaciones, pronto se dio a conocer con un singular poemario, La bomba de hidrógeno (San Salvador, 1950), escrito en colaboración con José Luis Urrutia y los mencionados López Vallecillos y Martínez Orantes. Pronto encontró, además, un gran números de valedores de su brillante quehacer poético (como
Claudia Lars, Juan Felipe Toruño, Manuel Scorza y César Dávila Andrade), que difundieron su obra por diferentes círculos literarios de todo el mundo. Este apoyo incondicional de las mejores plumas de su tiempo le sirvió para convertirse en uno de los poetas salvadoreños más conocidos, lo que le permitió difundir las reducidas ediciones de sus versos (generalmente, impresas en plaquettes de corta tirada) de mano en mano, en un valiente ejercicio de acercamiento entre el autor y los lectores. Sin embargo, su irremisible inclinación hacia la vida bohemia y disoluta acabó por convertirle en un poeta maldito, que malvivía de estériles trabajos publicitarios y -de vez en cuando- gracias a algunas colaboraciones periodísticas aparecidas en El Gráfico Colegial y El Independiente. Así, agravada su triste situación por su fatal inclinación a la bebida, su calidad de vida fue empeorando a pasos agigantados, hasta que un día de marzo de 1965 apareció muerto en un miserable aposento de un hotelucho de la Avenida Independencia, en la capital salvadoreña. Entre las obras más sobresalientes de Orlando Fresedo, resulta obligado destacar las tituladas Signo entre climas (San Salvador, 1951), Bahía Sonora (San Salvador, 1953), Baraja de la patria (San Salvador, 1957), Sonetos de la gracia suma (San Salvador, 1963) y Emigrados del alba (1964).
Jorge Galán Poeta y Escritor, Nació en San Salvador, El Salvador, 1973. Licenciado en Letras por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Ha obtenido varios premios literarios a nivel nacional e internacional. Premios Obtenidos: Premio Nacional de Novela Corta. Organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte de El Salvador, CONCULTURA. Año 2006. Premio Charles Perrault de Cuento Infantil. Organizado por la Alianza Francesa de El Salvador. Año 2005. Premio Hispanoamericano de Poesía de los Juegos Florales de Quetzaltenango, Guatemala. Año 2004. Premio Nacional de Novela Corta. Organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte de El Salvador, CONCULTURA. Año 2003. Gran Maestre de Poesía Nacional de El Salvador. Dado por CONCULTURA Comisión Nacional para la Cultura y el Arte de El Salvador -, luego de obtener tres premios Nacionales de poesía. Año 2000. Premio Nacional de Poesía, CONCULTURA, obtenido en estos años: 1999, 1998, 1996. Libros Publicados: “El Día Interminable”. Dirección de Publicaciones e Impresos de El Salvador, DPI. Año 2004. Publicado bajo el seudónimo de Jorge Galán. Una primavera Muy Larga. Edición Bilingüe Francés- Español. Colección Premio Charles Perrault, Alianza Francesa, El Salvador. “Tarde de Martes”, en la colección del Premio Hispanoamericano de Quetzaltenango, Guatemala, año 2004.
Isaías Gamboa Isaías fue criado en el seno de una familia tradicional Vallecaucana conformada por Mateo Gamboa Llanos y Teresa Herrera Córdoba, quienes inculcaron ideales de libertad y de justicia, que más delante influenciarían el destino de este escritor. Fue el tercero de 7 hermanos; Francisco Antonio Gamboa, Paulino, Ezequiel, Maria Antonia, Federico y Mateo. Su infancia se desarrolló entre los verdes paisajes del Mameyal, una provincia ubicada en el Cerro de los Cristales, a las afueras de Cali y desde donde se inspiraría para hacer algunas de sus obras. Realizó sus estudios de primaria en el Colegio Santa Librada, fundado por el General Francisco de Paula Santander en 1822. Adicionalmente recibió lecciones privadas de gramática y literatura del maestro Alcides Isaacs, hermano del también célebre escritor Jorge Isaacs, autor de La Maria. Inició su carrera poética en El Instituto, una hoja literaria creada por una asociación de jóvenes amantes a las letras. Sus años en El Salvador En abril de 1893, Isaías decide viajar a El Salvador, y allí se reúne con su hermano Francisco Antonio Gamboa. Ingresó al magisterio de San Salvador, dictando cátedra de castellano, retórica y estética en diversos liceos femeninos. Paralelamente se vinculó a la Sociedad Científico -literaria La Juventud Salvadoreña. Aprendió idiomas como inglés y francés, y gracias a ellos pudo realizar la traducción al castellano de poemas como El Deseo de Matthew Arnold y El Cuervo de Edgar Allan Poe. Realizó la publicación de Flores de Otoño, una colección de sus primeras poesías originales, que fue premiada en la capital de
Guatemala y El Cauca donde describía las bellezas de su tierra natal. Fue tanta su apego a esta tierra que su nombre aparece en los libros de texto de este país como poeta salvadoreño nacido en Colombia. De regreso a Colombia En 1898, un año después de la muerte de su padre, regresó a Cali e ingresó a la redacción de El Correo del Valle, donde estuvo por corto tiempo. Posteriormente se trasladó a Bogotá, donde continuó su carrera como educador y publicó algunas colaboraciones en El Rayo X, El Vigía, El Heraldo, y El Autonomista. Fue corresponsal de El Aviso, una publicación salvadoreña en la cual había colaborado mientras vivió en ese país. La guerra y nuevos viajes En 1899, cuando Isaías tenía 27 años, estalla en Colombia la guerra civil conocida con el nombre de la Guerra de los Mil Días en la cual el país se fracciona y nace Panamá. Su espíritu liberal lo llevó a alistarse en las filas como soldado y conseguir el grado de Coronel. Estando en los Llanos Orientales le encomendaron ser emisario de la revolución en Venezuela. Navegó por el Río Meta, al cual dedicó un cántico. Estando en Venezuela y ante la inevitable voz de guerra, decidió emigrar nuevamente. Navegó por el Río Orinoco hasta acercarse a la isla de Trinidad donde escribió el más famoso de sus poemas: Ante el mar. Se trasladó hasta San José de Costa Rica , donde continuó como educador en el Colegio Superior de Señoritas. El poeta costarricense José María Zeledón Brenes, autor del himno nacional de Costa Rica, le dedicaría un poema, A Isaías Gamboa, en 1905, al enterarse de su muerte. Sus años en Chile A finales de 1901 viaja a Chile, donde se establece en la capital; nuevamente se vincula al magisterio, alternándolo con la realización de obras literarias. Algunos integrantes de su círculo amistoso fueron: Pedro Antonio González, Samuel Lillo (Rector del Ateneo,
prestigioso centro literario santiaguino); Antonio Bohórquez Solar, Manuel Magallanes Moure, Antonio Orrego Barros y Víctor Domingo Silva, quienes en la actualidad son patrimonio de la Literatura chilena. Durante su estadía en este país publica el libro Tres Poemas en el que incluye Fantasía de verso modernista, Primavera que por su ligereza verbal, denota la influencia de Rubén Darío y Ante el Mar su poema cumbre donde compara el movimiento de las olas marinas con su destino errabundo. En 1903 el maestro Juan Francisco González produce un retrato al óleo de Isaías Gamboa. Tras haber terminado la que sería una de sus más importantes obras, en abril de 1904 se publica en Santiago de Chile su novela La Tierra Nativa. Por esa época contrae tuberculosis y enferma gravemente; así que decide volver a Colombia para recibir los cuidados de su madre y visitar su añorada patria. Se embarcó en Valparaíso y durante el viaje empeora su salud; por lo cual debe interrumpir su travesía y desembarcar en el puerto del Callao en Perú e internarse en un hospital. El sábado 23 de julio de 1904, a las 4.30 p.m. en una cama del Hospital de Guadalupe en el Callao , la muerte sorprendió al poeta a temprana edad, llevándose así con él la ilusión de poder pisar las tierras de su amada patria. Sus restos regresan Isaías fue sepultado en el cementerio de Baquijano del Callao, en una sencilla ceremonia a la cual asistieron solo cinco personas. Tres años después del fallecimiento, en 1907, la familia del poeta decidió repatriar sus despojos, con la ayuda del periodista colombiano José MariaPerlaza; pero esta diligencia tuvo que postergarse ya que en esos momentos los restos de Isaías Gamboa aun se encontraban en estado de encarnación. Tras 10 años de espera, en 1914, los despojos del poeta fueron recibidos en su ciudad natal con un merecido tributo. Sus restos fueron depositados bajo el pavimento de la Capilla de San Antonio, en donde también reposaban las cenizas de su padre. Años más
tarde estos restos fueron removidos debido a una remodelación en la capilla, sin conocer su paradero final. Homenajes En 1927 la ciudad de Cali le rindió homenaje, esculpiendo un busto en mármol que fuera ubicado en un parque triangular entre los Barrios de El Peñón y San Antonio; dos sectores muy tradicionales de la ciudad. La Ciudad de Cali nombra una escuela pública en su honor, la Escuela Isaías Gamboa. Esta escuela funcionó en la sede hoy de la Biblioteca Centenario y en la actualidad está ubicada en el populoso Barrio de Terrón Colorado, en la salida de Cali hacia el puerto de Buenaventura. En 2004 se conmemoró en Cali el centenario del fallecimiento del poeta, con una serie de eventos poéticos y artísticos llamado el Festival de Poesía de CaliIsaías Gamboa.
Francisco Antonio Gamboa Francisco
Antonio
Gamboa,
hijo
primogénito del matrimonio de don Mateo Gamboa Llanos y doña Teresa Herrera Córdoba, nació en Cali, Colombia, el 17 de mayo de 1866. Fueron sus hermanos María Antonia, Paulino, Federico y los poetas y escritores
Isaías
Gamboa,
Ezequiel
Gamboa y Mateo Gamboa. Estudió las primeras letras con su madre y luego siguió sus estudios en el Colegio de Santa Librada de Cali, continuándolos en la Normal de Popayán, Colombia. Cerrada esta institución educativa por causa de la guerra de 1885, tomó las armas y participó en la revolución, a lado de las huestes liberales. Su partida a El Salvador Terminada la guerra y temeroso de las persecuciones políticas de la época, emigró a El Salvador, en compañía de su coterráneo Francisco Antonio Llanos y de Marcial Cruz Vélez. El Presidente de la República de El Salvador, General Francisco Menéndez, llamado el patriarca de la educación nacional, contrató los servicios de la que fuera llamada la Misión Colombiana con el fin de que organizara e impulsara el sistema de enseñanza pública. Esta misión fue integrada por Marcial Cruz, Víctor Dubarry, Justiniano Rengifo Núñez y Francisco Gamboa. Su labor en pro de la Educación Pública
Como parte de la Misión Colombiana a Francisco Gamboa se le encomendó el cargo de Inspector de Instrucción Pública PriMaría y, más adelante, el de Director de Educación. En La Nueva Enseñanza publicación de la Misión para los Maestros de Instrucción Pública de El Salvador, se publicaban artículos pedagógicos e instrucciones de diversa índole, algunos de los cuales escribió Francisco Gamboa. Fue representante de este país en el Primer Congreso Pedagógico Centroamericano, reunido en Guatemala, en 1894. A su consideración presentó un plan de estudios que fue aprobado y puesto en práctica por los respectivos gobiernos de los países representantes. Posteriormente, fundó y organizó la Escuela Normal de Maestros de San Salvador, de la cual fue su director. Fue, así mismo, consultor del gobierno y hombre de confianza de algunos personajes políticos que ocuparon puestos destacado. La Gramática Práctica de Gamboa Como fruto de sus investigaciones y experiencias en la enseñanza, publicó una Gramática Práctica de la Lengua Castellana, conforme a las prescripciones de la Real Academia de la Lengua Española, obra de la cual se publicaron tres ediciones. Esta gramática tuvo especial acogida no solamente en los medios pedagógicos de El Salvador, sino en los demás países centroamericanos, y fue elogiada por el sabio filólogo Rufino José Cuervo. El Ministerio de Instrucción Pública de El Salvador adoptó en 1893, como texto oficial en las escuelas de la República, el primer libro de dicha Gramática Práctica. Su trabajo editorial y poético En desarrollo de sus inquietudes intelectuales, fue miembro de instituciones científicas y literarias, en las que dio muestras de sus capacidades y conocimientos, particularmente en los estudios
Pedagógicos que fueron los de su especialidad. Redactó las revistas El Repertorio Salvadoreño, La Nueva Enseñanza, La Escuela Normal y editó La Biblioteca Económica. También colaboró en la Revista Ilustrada de Nueva York y en otras publicaciones de Centro y Sur América. Además editó varios libros con ensayos de toda índole, siempre buscando llevar las tendencias modernas, pedagógicas sobre todo, a los lectores del país; varios de estos tomos reposan en la Biblioteca Nacional Francisco Gavidia. En 1894, con el título Doce poesías, Francisco Antonio Gamboa dio a conocer en San Salvador el fruto de su inspiración. Según el antologista Guillermo E. Martínez fue: "Un poeta de noble y fecunda inspiración, que trazó en estrofas de recia contextura los múltiples estados de su alma sensible. Correcto en la forma, no hay en sus versos los desfallecimientos que frecuentemente se notan en los que son apenas versificadores. Es, en suma, un poeta de vigoroso estro, como lo fueron sus hermanos, de los cuales Isaías lleva el cetro y ocupa el primer lugar" Cónsul de Colombia Le fue propuesto el Ministerio de Instrucción Pública de El Salvador, pero para desempeñar el cargo debía renunciar a la ciudadanía colombiana y optar por la salvadoreña; sin embargo ya había aceptado el cargo de Cónsul General de Colombia en El Salvador, cargo que ocupó. De por sí, Francisco Gamboa era el Cónsul Cultural ya que siempre acogió en su casa durante veladas literarias a grandes personalidades que visitaban el país, como lo fueran Porfirio Barba Jacob, Rubén Darío, Julio Flórez y José Santos Chocano. Su familia recuerda la llegada en mayo de 1906,
del poeta colombiano Julio Flórez, a quien una nieta de Don Francisco, María Teresa Delgado Gamboa, escribiría en su honor el único poema que se conserva de ella, ya que falleció poco después a los 13 años de edad. Su legado en El Salvador En 1915 se fundó en el Palacio Nacional de El Salvador la Asociación de Profesores Francisco A. Gamboa, la primera asociación de maestros salvadoreños. Por este honor un busto del Gran Caballero de la Cruzada de la Educación, como fue llamado, se encuentra en los salones de la antigua Casa Presidencial. En 1936 se fundó en el centro de San Salvador, la Escuela Francisco A. Gamboa, institución que hasta la fecha sigue albergando alumnos de bajos recursos de la zona. Dicha escuela fue reconstruida en 2004, luego de haber sido seriamente averiada por un terremoto, mediante gestiones de El Diario de Hoy. El educador salvadoreño Saúl Flores, en su libro Nuestros Maestros destaca el aporte de Francisco y su hermano Isaías a la educación salvadoreña. Además, Fue Saúl Flores quien escribió la letra del himno de la Escuela Francisco A. Gamboa.
Francisco Gamboa La existencia de Isaías Gamboa fue breve. Nació en Cali, Colombia el 12 de Diciembre de 1872 y murió en el puerto peruano de El Callao el 23 de Julio de 1904. Vivió apenas 32 años. Revolucionario de corazón, participó en la guerra de 1899, llamada de los mil días. Fue un exilado, viajando por varios países de América. Su niñez y adolescencia transcurrieron en Cali, Colombia. Creció en "El Mameyal" en las montañas que circundan la ciudad y su recuerdo inspiró siempre sus escritos. Regresaba a la tierra que amaba y con la cual viajaba: un puñado de tierra del Mameyal que llevaba siempre consigo. Sus restos llegaron finalmente a Cali, diez años después, en 1914. Del prólogo de la edición de su obra poética en 2001, Héctor Fabio Várela nos cuenta del poeta: "....pero es el amor su tema predilecto. Un amor puro, platónico, como le profesó a la bien amada y consta en sus cartas, algunas de las cuales se convirtieran fácilmente en poemas. En 2001, se reimprimieron dos tomos de su obra, la primera su novela "Tierra Nativa" editada por primera vez en Chile en 1904 - editada por segunda vez en Cali en 1944. La segunda, titulada "Obra Poética" recoge una selección de poemas de "Flores de Otoño", El Cauca", poemas sueltos, algunos inéditos, notas sobre su vida y su obra. La familia Gamboa ha producido importantes poetas como Octavio Gamboa, Mateo Gamboa, Margarita Gamboa de Cuevas, por mencionar solo los ya fallecidos.
Carlos Ernesto García Carlos Ernesto García, Santa Tecla 1960, El Salvador. Escritor y poeta. Autor de los libros de poesía Hasta la cólera se pudre (Barcelona, 1994) que ese mismo año aparecería en Nueva York bajo el título Even rage will rot en traducción al inglés a cargo de Elizabeth Gamble Miller, A quemarropa el amor (Barcelona, 1996) y Postales del Crimen (Inédito) Es autor también del libro de viaje en tono novelado, El Sueño del Dragón (Barcelona, 2003) así como del reportaje Bajo la Sombra de Sandino editado íntegramente a través de las páginas del Diario CoLatino (El Salvador, 2005). Desde finales de 1980 vive en España, década durante la cual fue miembro de la Coordinación Europea del Sistema Radio Venceremos (Voz oficial del FMLN) para luego en 1990 fundar y dirigir la revista Xibalbá de Cultura de ámbito latinoamericano, ya desaparecida. En 1990, es invitado por el poeta de la Generación del 27, Rafael Alberti para celebrar en Madrid su cumpleaños y en 1993, junto a Roberto Armijo, forma parte de la delegación salvadoreña para la celebración del centenario del natalicio del poeta chileno Vicente Huidobro. Invitado por diversas instituciones culturales y académicas, ha visitado varias ciudades de América Latina, Europa, los Estados Unidos y Asia. Su poesía ha sido traducida al inglés, italiano y chino.
Francisco Gavidia Nació el 29 de diciembre de 1863 en el departamento de San Miguel. Practicó todos los géneros literarios. Descubrió el alejandrino francés y lo enseñó a Rubén Darío (Nicaragua), quien lo incorporó al verso escrito en español. Autor del poema Sóteer o La tierra de Preseas, editado en 1949. Gavidia fue traductor de poetas franceses. Escribió Versos (1884), convirtiéndole en uno de los precursores del modernismo en Centroamérica. Autor de obras de teatro, como Júpiter (1885), Ursino (1889), Conde de San Salvador o el Dios de las cosas (1901), Lucía Lasso o Los piratas (1914) La torre de marfil (1920), y el poema dramático La princesa Catalá (1944). Fue el iniciador del relato breve en El Salvador, y aparte de su labor poética, participo en actividades periodísticas-literarias y se preocupó por la educación; publicó numerosos ensayos de aspecto educativo; en 1932 es declarados "Salvadoreño Meritísimo" por la Asamblea legislativa. Francisco Gavidia falleció en San Salvador el 22 de septiembre de 1955.
David Joaquín Guzmán (San Miguel, El Salvador,15 de agostode1843-San Salvador, El Salvador,20 de enero de 1927)fue un político, médico y escritor salvadoreño aficionado al estudio de la botánica, la zoología y la arqueología, y quien fundó el Museo Nacional de El Salvador y escribió la Oración a la Bandera Salvadoreña. Hijo del general Joaquín Eufrasio Guzmán, quien fue Presidente de El Salvador, hizo sus estudios de Bachillerato en Filosofía, en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Durante su formación universitaria conoció y adoptó los principios del pensamiento liberal europeo. Viajó en 1862 a Europa. En 1869 obtuvo el grado de Doctor en Medicina en París, Francia, y en 1870 regresó a El Salvador. En 1871 fue elegido diputado a la Asamblea Constituyente, convocada por el presidente Santiago González. Terminado su servicio en la Asamblea Nacional Constituyente, vuelve a su ciudad natal, y se dedica a la investigación científica. Inicia investigaciones geológicas junto con estudios de clasificación de la flora y de la fauna del norte de San Miguel y de Chalatenango. En 1874 es nombrado organizador de la Escuela de Artes y Oficios de San Salvador. El Dr. Guzmán murió en San Salvador en 1927 y el museo nacional salvadoreño que fundó fue nombrado en su honor como Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán.
Claudia Hernández Claudia Hernández es una escritora salvadoreña. Nació en San Salvador,el22 de julio de 1975.Licenciada en comunicaciones por la Universidad tecnológica de El Salvador, realizó también estudios de derecho. En 1998 ganó el primer honorífico (4ºlugar) del premio "Juan Rulfo" de Radio Francia Internacional, en la categoría de cuento. En 2004 obtuvo el prestigioso premio "Anna Seghers", en Alemania, por obra publicada. Ha sido antologada en España, Italia, Francia, Estados Unidos y Alemania. Actualmente trabaja como catedrática de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
José Rutilio Quezada José Rutilio Quezada nació en Quezaltepeque, departamento de La Libertad, El Salvador, el 30 de septiembre de 1930. El pequeño pueblo de aquellos años - donde vivió bajo la tutela de su padre, don Luís Bernardo Quezada, y de su madre, doña María Antonia Escobar- le aportó sensaciones y experiencias que iban a formar un espíritu inquisitivo El plan básico y el bachillerato, que así se llamaban en aquella época, los curso en el Instituto General Francisco Menéndez, el INFRAMEN, de San Salvador. Se graduó como Bachiller en Ciencias y Letras, en 1949.Entre 1950 y 1951 estudio en la Escuela Normal Alberto Masferrer, donde obtuvo el grado de Profesor Normalista, Clase A. Siguió luego estudios especializados en la enseñanza de la Biología y la Química, y en 1955 obtuvo el título de profesor de estas especialidades, en la Escuela Normal Superior, institución de sólido prestigio académico en esos años. Posteriormente, entre los años1965 y 1969, siguió estudios de Maestría en Ciencias, en la Universidad de California, Riverside. En la misma institución hizo su doctorado en Ciencias y Filosofía con especialización en el control biológico de insectos. En1979, la Universidad de El Salvador le otorgo la incorporación con el título de Doctor en Biología.. Ejerce su consultoría en su especialidad y escribe.
Claudia Lars (Carmen Brandon)
Claudia Lars, nació en Armenia, Sonsonate, El Salvador, el 20 de diciembre de 1989. Es la escritora salvadoreña que ha alcanzado un mayor reconocimiento nacional por su alta calidad y depurado lirismo. Publicó en Repertorio Americano, dirigido por aquellos años por el escritor costarricense Joaquín García Monge y en Zig-zag, de Chile. Siempre se le ha situado a la par de Gabriela Mistral, con quien mantuvo estrecha amistad, y Juana de Ibarborou. Fue por largos años directora de la Revista Cultura del Ministerio de Educación. Obtuvo diversos premios, entre ellos cabe destacar: el del Cuarto Centenario de la Ciudad de San Salvador, Certamen nacional de Cultura y los Juegos Florales de Quezaltenango.
Ricardo Lindo Fuentes Nació y vivió sus primeros años en San Salvador.
Gracias
al
cargo
de
embajador ejercido por su padre, viaja a países como Chile y Colombia desde temprana edad. Comenzó su interés por la literatura a la edad aproximada de 10 años, mientras estudiaba en un colegio chileno, donde pudo publicar algunos versos. Ha estudiado y vivido en el extranjero durante muchos años. Sin embargo, estudió un año en el Colegio Santa Cecilia de Santa Tecla y terminó su bachillerato en el Externado San José. Estudió Filosofía y publicidad en España; y se graduó de Psicología en la Soborna en París. Mientras ha permanecido en El Salvador, ha trabajado como director de la revista ARS en distintas épocas; fungió como director de la Sala Nacional de Exposiciones y Director Nacional de Artes del MINED. De igual forma ha ejercido la docencia como catedrático universitario y como docente del CENAR.
Ítalo López Vallecillos Nació en San Salvador, en 1932. Historiador, dramaturgo, periodista. Narrador también. Excelente editor. Estudió periodismo en España. Vivió en Costa Rica, dedicado a la dirección de
la
Editorial
Universitaria
Centroamericana EDUCA; y en San Salvador,
la
Editorial
de
la
Universidad Centroamericana “José Simeón
Cañas.
Es
Académico
de
la
Lengua
Salvaradoreña,
correspondiente de la española. Obtuvo el Primer Premio en los Juegos Florales de Quezaltenango, Guatemala con su pieza de teatro: Las Manos Vendidad, 1964.
Rafael Menjivar Nació al final de los años cincuenta. Estudió música (guitarra y flauta transversal), se dedicó a ella de 1973 a
1981,
con
algunas
reincidencias
posteriores. Luego de pasar por el béisbol, el ajedrez, la psicología (está enamorado de la madre de Freud), la pintura y otros vicios y oficios, decidió dedicarse a la literatura. En
1984
obtuvo
el
Premio
Latinoamericano de Narrativa de la Editorial
Universitaria
Centroamericana (Educa) con la novela Historia del traidor de Nunca
Jamás.
En
1986
publicó
en
la
editorial
Claves
Latinoamericanas, de México, un poemario titulado Algunas de las muertes. En 1990 ganó el premio latinoamericano Ramón del Valle Inclán, del Instituto de Cooperación Iberoamericana y Educa, por la novela (de tipo policial) Los años marchitos. En 1996 publicó Terceras personas, un libro bastante raro que se pasó escribiendo de 1985 a 1990. Hasta ahora es el libro del cual se siente más orgulloso, aunque no necesariamente sea el mejor. Actualmente trabaja en la revista Vértice, de El Diario de Hoy de El Salvador, y escribe en diferentes medios de prensa.
Miguel Tomás Murillo Miguel Tomás Murillo, nació el 6 de junio de 1959 en la Villa de San Esteban Catarina del Departamento de San Vicente, El Salvador. Su
educación
formal
básica
la
realiza en el pueblo que lo vio nacer, su
bachillerato
en
la
primera
promoción del INED y sus estudios universitarios del idioma inglés en la Universidad de El Salvador. Estudió dibujo y pintura con los renombrados pintores: Miguel Ángel Orellana y Pedro Acosta García. Desde que realizó su primera exposición en 1988, ha participado con el colectivo “Artistas de La Paz” en más de 35 exposiciones colectivas, en el Teatro Nacional, Feria
Internacional,
Colegio
Médico
y
Sala
Nacional
de
Exposiciones; además de 9 exposiciones individuales. Su obra ha sido adquirida por coleccionistas extranjeros. Ha impartido clases de Dibujo y Pintura en: Centro Cultural Salvadoreño, Casas de la Cultura de Zacatecoluca y Santiago Nonualco y en la Escuela de Música de San Esteban Catarina Como escritor, ha publicado los libros: “Fuego en Azul” (Poesía), editado por la Corte Suprema de Justicia; “Cuentos de Tizcuital y
Xacatital”, Ediciones Casa de Xacate; “Tiempo para Amar” (Poesía), “Los Cuentos de Timoteo” (Cuento), “El Melcochero" (Testimonio), “Desde El Portal” (Cuento), “Desde la Ventana” (Cuento), “La Hacienda, La Haciendita y la Villa” (Testimonio) y últimamente “Moribundos - Vivirlos para escribirlos” (Poesía), todos los anteriores con Ediciones Xacatital. De su trabajo de promotor de la cultura, podemos mencionar que en 1989 fundó la Escuela de Música “Cecilio Orellana”; en 1992 da a conocer el Museo de la Música “Domingo Santos”, ambos en San Esteban Catarina. En 1993, trabaja en la fundación de la Casa de la Cultura del pueblo que lo vio nacer y en la de San Lorenzo, Departamento de San Vicente. El 19 de julio de 2000, junto al gran contrabajista Francisco Navarrete, inició el Taller de Las Artes “Xacatital” en Zacatecoluca, siendo actualmente la única academia que enseña a niños y niñas música académica a la vez que artes visuales. En 2008, fue galardonado con el Premio Cultural Tecolyulut, por el Grupo Escritores de La Paz. Sus investigaciones sobre el patrimonio histórico y cultural del pueblo estebano lo han llevado a rescatar música, literatura, pinturas, fotografías y artesanías como la de los globos, que tanta difusión han obtenido.
Pedro Padilla Pedro Padilla (Punta Cayas, 25 de abril de 1931 - 17 de agosto de 1957) fue un escritor salvadoreño de cuentos cortos. Sus cuentos se dieron póstuma
a en
conocer
en
forma
1962.
Su
esposa
Eleonor los donó al Departamento de Cultura de El Salvador (DCS). Sus padres fueron Odriolfo Padilla, carpintero, y de Eleonor de la Mar, maestra. Desde pequeño su madre lo llevaba a las clases que ella daba y notó que Pedro demostraba mucho interés en la escuela. En 1936, Pedro comenzó a leer y su madre lo inscribió en la escuela. A los 12 años escribió su primer cuento corto titulado “La puerta del carpintero”. En 1945, su padre murió de pulmonía. Pedro fue muy afectado por la muerte de su padre lo cual demostró mucho en su escritura. Durante los próximos dos años desarrolló un estilo pesimista de escribir. Dedicaba la mayoría de su tiempo a escribir y produjo tales como “El gallo sin cresta”, “Vivir sin razón”, y “La bailarina que perdió su pierna”. En 1948, Pedro se casó con Clara Zapata, una de sus pocos amigos. En 1949, emigro a Campo Azul, Colombia donde tuvo su primer hijo llamado Odriolfo, en nombre de su padre. Allí escribió múltiples cuentos como “La terecina” y “El cartero sin cartas”. En 1951, comenzó a trabajar en las siembras de café. Fue aquí donde conoció
a su futura amante, Isabel Molina. Isabel lo ayudo a superar la muerte de su padre y fue la inspiración de varios cuentos entre ellos “Amor en el cafetal”. En 1955, tuvo un accidente donde un pedazo de maquinaria le perforo un pulmón y le impidió volver a trabajar. Obligado a estar en cama debido a su pulmón débil, Pedro siguió escribiendo en su hogar. En 1956, escribió lo que es considerado su mejor cuento, “El cepillo de Sion”. Ese mismo año comenzó a escribir su primera novela pero quedo a mitad debido a que el 17 de agosto de 1957 sufrió de un ataque de asma que su pulmón no pudo soportar y falleció. Obras: La puerta del carpintero (1943) El tren de Ramón (1943) El gallo sin cresta (1946) Vivir sin razón (1946) Perro Perdido (1946) La bailarina que perdió su pierna (1947) La terecina (1949) El cartero sin cartas (1950) Amor en el cafetal (1951) El cepillo de Sion (1956)
José María Peralta Lagos José María Peralta Lagos (Santa Tecla, El Salvador, 25 de julio de 1873-Ciudad de Guatemala, 22 de julio de 1944), general e ingeniero, fue un escritor, militar, y político salvadoreño;
escribió
bajo
el
seudónimo de T.P. Mechín.1 Realizó
sus
estudios
en
la
Academia Militar de Guadalajara, España. Encabezó los trabajos de construcción del Teatro Nacional de San Salvador a principios del siglo XX, junto con el ingeniero José
Emilio
Alcaine.
Fue
representante diplomático de El Salvador en España y Ministro de Guerra y Marina en el gobierno del presidente Manuel Enrique Araujo (1911-1913).2 Se desempeñó como Miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Lengua. La prosa de Peralta Lagos es costumbrista y está escrita en forma humorística y a veces irónica.3 Sus obras publicadas son: Burla Burlando (Colección de artículos, 1923) La Muerte de la Tórtola o Malandanzas de Un Corresponsal (novela, 1932)
Brochazos (cuentos, 192 5) Dr. Gonorreitigorrea (novela, 1926) Candidato (comedia en tres actos, 1931) Masferrer Humorista (ensayo, 1933) Algunas Ideas Sobre la Futura Organización de la Enseñanza Superior de CA. (ensayo, 1936).
Alfonso Quijada Urías Alfonso Quijada Urías es un poeta y narrador
salvadoreño,
nacido
en
Quezaltepeque, departamento de La Libertad, el 8 de diciembre de 1940; También conocido como Kijadurías. Miembro
de
la
Generación
Comprometida. Premios En 1962, ganó el segundo premio del II Certamen Cultural de la Asociación de Estudiantes de Humanidades de la Universidad de El Salvador. En 1963, consiguió el tercer premio en los Juegos Florales de Zacatecoluca. En 1967, ganó el Primer Premio en la rama de Poesía de los Juegos Florales de Quetzaltenango en Guatemala. Ese año publicó varios de sus poemas en la antología "De aquí en adelante" (San Salvador), junto con los poetas José Roberto Cea, Manlio Argueta, Tirso Canales y Roberto Armijo. Ha sido galardonado con el Premio de la primera Bienal de Poesía Latinoamericana (Panamá, 1971) y el Premio de Poesía Instituto Cervantes (2003). Poemarios:
Poemas (San Salvador, 1967) Sagradas escrituras (1969) El otro infierno (1970) Los estados sobrenaturales y otros poemas (San Salvador, 1971), La esfera imaginaria (Vancouver, 1997), Es cara musa (San Salvador, 1997) y Toda razón dispersa (San Salvador, 1998).
Alberto Rivas Bonilla Alberto Rivas Bonilla (Santa Tecla, 4 de septiembre de 1891 - San Salvador, 29 de noviembre de 1985) fue un médico, y escritor salvadoreño. Bonilla
se
graduó
de
bachiller
en
Ciencias y Letras el año 1909, y obtuvo el doctorado en Medicina en 1918.1 En la literatura inició en la rama de poesía, y logró ganar en certámenes como los Juegos Florales del Centenario del Primer Grito
de
Independencia, el
Primer Premio al Canto a la Bandera, y el Premio único al Himno Universitario. Fue catedrático de Medicina y Derecho, y Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de El Salvador. En el ámbito cultural, ejerció como secretario perpetuo de la Academia Salvadoreña de la Lengua, a la que ingresó como miembro de número a la edad de 24 años.1 Además colaboró en periódicos nacionales. Precisamente, en una columna llamada Postalita, en la que escribía con el seudónimo Padre Robustiano Redondo, el año 1962 tuvo la ocurrencia de proponer el nombre de Hula - Hula a la plaza donde se encontraba el antiguo Mercado Central de San Salvador. Dicho nombre fue aceptado por la población capitalina y el lugar ha sido conocido de esta manera desde entonces.1 Parte de su obra comprende: Versos (1926), Me monto en un potro (1943), Una chica moderna (1945), Celia en vacaciones (1947).
Matías Romero Coto Matías Romero Coto, es un sacerdote, filósofo, escritor, políglota y educador salvadoreño. Miembro actual de la Junta
Directiva
de
Academia
Salvadoreña de la Lengua.2 Nació en el departamento
de
Chalatenango
en
1929 y actualmente es profesor en la Universidad Delgado"
"Dr.
donde
José
comparte
Matías en
sus
cátedras su pensamiento filosófico con tendencias al misticismo. Algunas de sus obras son: ¿Ha Muerto la Filosofía? Gotas de Amor y de Filosofía. Hagamos el Amor, Filosofía para esposos enamorados. Viaje a las estrellas, Filosofía de superación. Siete puntos para una filosofía militar en tiempo de paz. Pensamiento Filosófico. Poemas Existenciales y Meditativo mortis. Filosofía de Andrés Bello. Dios, Unión, Libertad. Diario Íntimo de un Sacerdote. Diccionario de Salvadoreñismos. El castellano en El Salvador. Historia de la Filosofía en El Salvador.
Reconocido por ser uno de los pocos filósofos salvadoreños, ejerció el sacerdocio por más de 10 años para dedicarse después a las letras y filosofía, domina algunos idiomas como el latín, griego, francés, italiano, alemán, entre otros
Consuelo de Saint-Exupéry Consuelo de Saint-Exupéry, de soltera Consuelo
Suncín-Sandoval
Zeceña
(Armenia, Sonsonate, El Salvador, 10 de abril de 1901 - Grasse, Francia, 28 de mayo de 1979) fue una escritora y artista
salvadoreña-francesa,
y
esposa del famoso escritor y aviador Antoine de Saint-Exupéry, creador de El Principito Consuelo Suncín nació en una ciudad pequeña
de
nombre Armenia, del
Departamento de Sonsonate, en El Salvador en una familia de ricos terratenientes, el coronel Don Félix Suncín y Doña Ercilia Sandoval Zeceña, quienes tuvieron tres hijas: Ana Dolores, Consuelo y Amanda. Consuelo estudió en el extranjero, en San Francisco, en la Ciudad de México, y en Francia. Llegó a San Francisco con 19 años y una beca para estudiar inglés. Allí conoció al que sería su primer marido, Ricardo Cárdenas, obteniendo el permiso oficial un 15 de mayo de 1922, en la ciudad de San Francisco, del Estado de California, con el que se casó nada más al cumplir la mayoría de edad, hasta hace poco se mencionaba que se había casado con un militar, lo cual no es cierto - esto probablemente resultado de la capacidad imaginativa de Consuelo, por tratar de salir adelante en su vida - pero el joven Ricardo, de
tez blanca y de padres de nacionalidad mexicana, trabajaba como dependiente en un almacén de pinturas, al tanto que Consuelo vivía en el 562 Maller Street, habiendo sido oficiada la ceremonia por el Juez de la Corte Superior de California para esa época. Divorciado de Consuelo, R. Cárdenas murió a los pocos meses en un accidente de ferrocarril. Viuda y con 22 años se fue a México, donde inició estudios de Derecho, aunque los abandonó pronto cambiándolos por los de Periodismo. Durante su estancia en Francia, Consuelo contrajo matrimonio con Enrique Gómez Carrillo, diplomático guatemalteco, escritor y periodista. Después de la muerte de Gómez-Carrillo en 1927 a causa de un derrame cerebral, a los once meses de la boda, Consuelo que se encontraba nuevamente viuda y dueña de una gran fortuna tomó residencia en Buenos Aires, Argentina, en donde obtuvo la nacionalidad de este país. Tenía 25 años. Consuelo murió de un ataque de asma en Grasse, Francia el 28 de mayo de 1979 y es enterrada en el cementerio de Père-Lachaise en París junto a los restos de su segundo marido Enrique Gómez Carrillo. Legó todos sus bienes y derechos a su jardinero.
Salvador Salazar Arrué Luis
Salvador
Arrué,
más
Efraín conocido
Salazar por
su
pseudónimo Salarrué (Sonzacate, 22 de octubre de 1899 - Los Planes de Renderos, San Salvador, 27 de noviembre de 1975) fue un artista salvadoreño. Trabajó en el campo de
la
literatura
y
las
artes
plásticas, pero ha sido su obra narrativa la más conocida de sus creaciones, entre las que destacan Cuentos de barro y Cuentos de cipotes. Sus dotes artísticas se revelaron desde muy joven. Estudió pintura en los Estados Unidos, donde conoció el libro costumbrista El libro del trópico de Arturo Ambrogi, que le animó a retornar a su país para dedicarse por entero al arte. A partir de los años 1930, y aunque prefería mantenerse alejado de la política, trabajó cercano a los regímenes militares en turno para promover las políticas culturales de la época. Desde el año 1946 fungió como agregado cultural de El Salvador en los Estados Unidos. Retornó a El Salvador en 1958, y poco después terminó su producción literaria, aunque los libros publicados en años anteriores continuaron
reimprimiéndose.
En
sus
años
postreros
ganó
reconocimientos por su obra, pese a que subsistía modestamente en
su casa ubicada en Los Planes de Renderos. Falleció de cáncer, sumido en la pobreza. Salarrué fue creyente de la Teosofía, una doctrina que influenció su producción artística. Ha sido considerado uno de los precursores de la nueva narrativa latinoamericana, y el narrador más importante en la historia de El Salvador. Las obras publicadas son: El Cristo negro (novela, 1926), El señor de La Burbuja (novela, 1927), O'Yarkandal (cuento, 1929), Remotando el Uluán (cuento, 1932), Cuentos de barro (cuento, 1934), El libro desnudo (relato, 1936), Eso y más (cuento, 1940), Cuentos de cipotes (1943 en edición parcial, 1961 en edición completa), Trasmallo (cuento, 1954), La espada y otras narraciones (cuento, 1960), La sed de Sling Bader (novela, 1971), Catleya luna (novela, 1974) y Mundo nomasito (poesía, 1975). Las primeras ediciones de Cuentos de cipotes fueron ilustradas por su esposa, Zélie Lardé, y las siguientes por su hija Maya. Algunas ediciones de Cuentos de barro tienen ilustraciones hechas ad hoc por el pintor salvadoreño José Mejía Vides.
Carlos Alberto Soriano Carlos Alberto Soriano, nacido en San Salvador, en junio de 1970. Uno de los escritores jóvenes más interesantes en el panorama literarario salvadoreño. Poeta y narrador. Diseñador Gráfico y Traductor.
Integró
varios
talleres
literarios en los duros tiempos del conflicto bélico de El Salvador. Su prosa se caracteriza por el toque lírico que le imprime y por la alta calidad de su narrativa que le ha merecido varios premios locales e internacionales. El escritor Carlos Alberto Soriano, de 41 años, falleció el pasado viernes (16 de diciembre de 2011) rodeado de sus familiares y seres queridos tras una larga enfermedad crónica que lo mantuvo en cama los últimos meses. Durante una entrevista concedida en marzo de 2010 a un medio local, Soriano afirmó sobre su futuro como escritor: "quiero extender mis alas y volar hasta donde pueda". Dejo muchas obras inéditas. Ha publicado en los suplementos literarios de los principales periódicos de su país y también publicó algunos de sus relatos en la revista argentina "Moriana".
Ha participado de muchos congresos literarios centroamericanos en varios países del istmo, al lado de plumas consagradas del área, destacando sus ponencias e intervenciones por la dureza y el sentido común con que ataca los problemas sociales, producto de los fallidos modelos económicos y sociales vigentes. Su primera novela publicada "Angeles Caídos" (Editorial Lis, San Salvador, 2005) contó con el apadrinamiento del reconocido escritor salvadoreño Manlio Argueta, y además ha recibido el visto bueno de la crítica de su país y de otros países de la región, por la forma abierta y humana de tratar el tema de la homosexualidad, alejada por completo de la visión pintoresca que siempre se ha manejado sobre el mismo. En abril de 2006 ganó con la novela "Listones de Colores" (Universidad Tecnológica de Panamá, 2006) el prestigioso Premio Centroamericano de Literatura "Rogelio Sinán". El jurado alabó esta novela "... por tratarse de una obra bien estructurada, con un interesante desarrollo de una historia narrada a varias voces que aclaran o contradicen el relato previo. Aparece la locura, la violencia y las drogas, las maras o pandillas. Los monólogos interiores están hechos con lenguaje rico y los diálogos entreverados tienen otro tono que permite advertir el léxico real". La Dirección de Publicaciones e Impresos de Concultura publicó una selección de sus relatos bajo el título "Vaivén" en octubre de 2007, donde destacan varios de ellos por la agudeza con que describe situaciones y perfila personajes. Un libro de corte mágico, según el prólogo del mismo, donde los personajes fluctúan entre fantasía y realidad.
Juan Felipe Toruño Juan
Felipe
Toruño
(León,
Nicaragua, 1 de mayo de 1898 - San Salvador, El Salvador, 31 de agosto de 1980) fue un poeta, novelista, crítico
literario,
historiógrafo
de
catedrático,
e
literatura
de
origen nicaragüense, que radicó la mayor parte de su vida en El Salvador. A la edad de doce años, el joven Toruño
abandonó
secundaria
de
los
la
escuela Hermanos
Cristianos de San Juan Bautista en su ciudad natal León, para trabajar como maestro en la localidad de Posoltega. Para el año 1910 formó parte de las filas del ejército para defender el gobierno de José Madriz, quien terminó derrocado y sustituido por Juan José Estrada Morales, que contaba con el respaldo del gobierno de los Estados Unidos. Toruño, aún adolescente, se vio forzado a huir a la selva nicaragüense por seis meses, y regresó a León en harapos. Esta dura experiencia acabaría forjando su personalidad. Fue aprendiz en un taller de talabartería y zapatería, y el año 1916 asistió al funeral del poeta Rubén Darío, del cual quedó impresionado por la solemnidad del evento. Asimismo, para esa época comenzó su labor poética de la que no se tiene registro, aunque inició su trabajo
periodístico en el Eco Nacional el año 1918, y también fundó la revista Darío, que estimulaba la labor poética de la juventud. Para 1919 aceptó la dirección del Eco Nacional, en el que empezó a divulgar sus poemas, y para 1921 ganó el primer lugar de un concurso de poesía para principiantes. El 23 de abril de 1923, tras vender su revista Darío, se dirigió a Cuba a donde le esperaba el Dr. Manuel Carbonel, quien le había ofrecido trabajo en la revista El Fígaro de La Habana. Sin embargo, una tempestad impidió su travesía en el barco Tempisque, el cual había abordado en el Golfo de Fonseca, y debió asentarse en El Salvador. Ya en este país, el año 1925 ingresó al Ateneo Nacional de El Salvador, fue nombrado Venerable Maestro de la Logia Masónica, y además era jefe de redacción del Diario El Día y redactor de Diario Latino. El año 1930, inició su labor de proselitismo literario, y para 1932 creó la sección sábados de Diario Latino que mantuvo por cincuenta años, y en la cual promovió las carreras de muchos escritores. De hecho, muchos de ellos llegaron a calificarlo como su “padre putativo”, y su labor fue reconocida por miembros de la llamada Generación Comprometida. Recibió el título de profesor de castellano, lenguaje y literatura por parte del ministerio de Cultura el año 1938, y para 1940 fue elegido como presidente del Ateneo de El Salvador, cargo en el que se mantuvo por diez años. En su ancianidad, se dice que Toruño conservaba una “voluntad fuerte y una amena conversación”. Murió a consecuencia de un derrame cerebral. Entre los numerosos reconocimientos que recibiera en vida se encuentran: Hollín de Oro por el Ateneo de El Salvador; Medalla Rubén Darío por el Círculo Intelectual Rubén
Darío en León; Cruz de Comendador por la Orden Rubén Darío; Medalla Francisco Núñez Arrué por el Club de Prensa de El Salvador; Gran Placa de Oro de la Orden José Madriz; Llave de Oro de la ciudad de Chinandega; Medalla del Centenario de la Guardia de Honor Rubén Darío; Caballero de la Orden de Vasco Núñez de Balboa; e Hijo dilecto de León. Además Toruño formó parte de diferentes organizaciones, entre ellas: miembro del consejo directivo de la Asociación Internacional de Prensa-sede Montevideo, Uruguay; miembro correspondiente del Ateneo de Centroamérica en México, D.F.; Asociación de Cultura Americana con sede en Buenos Aires, Argentina; Asociaciones de prensa
en
Ecuador
y
Puerto
Rico;
miembro
del
Instituto
Internacional para Relaciones Humanas con sede en Venecia, Italia; y Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Recopilación de las biografías de escritores salvadoreños.