Psicología Práctica UDV

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EL CASO:

ME ENTREGO AL 100 POR 100

E

stoy agobiada. Mi trabajo es muy exigente, aunque me gusta; mi novio, como es lógico, también; y luego están nuestros amigos (sobre todo, mis amigas) a los que tengo que atender y ayudar cuando tienen problemas o me llaman para vernos: que si tienen niños, que si discuten con sus parejas o se quedan sin trabajo... Creo que estoy obligada a acudir cuando me necesitan, pero entro en crisis cada vez que tengo que coordinar las citas de unos u otros. Y, además, también está la familia. Mi vida es estupenda, pero cada día estoy mas irritada y nerviosa. ¡Me gustaría irme a una isla desierta!

SÉ EL MEJOR AMIGO DE TI MISMO. >> LA AMISTAD ES LIBERTAD >>


SÉ EL MEJOR AMIGO DE TI MISMO. Busca estar bien contigo mismo. Si te encuentras agobiado por tanto compromiso, trasladas a tus amigos tu malestar. Así que piensa primero en ti. Recuerda que si tu estás bien, cuando les veas les contagiarás tu bienestar.

LA AMISTAD ES LIBERTAD Salvo situaciones excepcionales, da a tus amigos lo que quieras darles. Si no te apetece el plan que te proponen o no puedes atenderles cuando reclaman tu atención, di sencillamente NO: “Lo siento, pero no puedo”. Y aprende a manejar los sentimientos de culpa.

CÓMO ENCAUZAR UN ENFADO “Cuando uno no quierer, dos no se pelean”. Silvia Sanz García, psicóloga del centro Psytel, está de acuerdo: “Sin no deseamos tener un conflicto, podemos evitarlo”. Para conseguirlo, esta experta recomienda: Cuida la comunicación no verbal. Si llegamos a casa sin saludar y nos sentamos a leer el periódico, está claro que se está comunicando enfado, disgusto e indiferencia, pero sin dar cuenta de causa. Ten presente que la buena comunicación es la que permite que el otro se entere de lo que queremos decir. Formula preguntas y sugerencias, no acusaciones, que solo pondrán a tu compañero o compañera a la defensiva y raramente ayudarán a encontrar soluciones. Especifica lo que te gusta y lo que te desagrada de su comportamiento con ejemplos concretos. Huye del contraataque. No contestes a sus quejas con “contraquejas”. Propón un acuerdo, ofreciendo soluciones. Expón lo que hace, no lo que es. Por ejemplo, en lugar de decir: #Eres un manipulador diciéndome lo que tengo que hacer”, di: “Cuando me dices lo que tengo que hacer, haces que me sienta como un niño irresponsable”.

¿Conoces tu

auténtico yo? Cada uno de estos 18 egos nos muestra sin tapujos una faceta negativa de nuestro comportamiento. ¡Son más habituales de lo que creemos! Identificarlos es el primer paso para empezar a superarlos. El último título de José Pedro Manglano, finalista del Premio Espiritualidad Martínez Roca, te acompaña en el viaje del autoconocimiento utilizando un elaborado pero irónico análisis de nuestros “yoes” más dominantes. 22 maneras de caerse bien. Actitudes para conquistar la felicidad (Planeta) te ayuda a descubrir las razones de tu comportamiento y, lo más importante, te enseña a enmendar los errores. Como dice el autor, ser feliz empieza por encontrarse cómodo con el propio yo. Aceptarse y amarse es la principal tarea de lo que llamamos vivir. La cuestión radica en conocerse a uno mismo para corregir aquello que nos impide ser persona y nos encamina a resignarnos a estar en el mundo. Aquí te mostramos algunos de esos 22 egos que nos arrastran hacia esa resignación. Combátelos para acercarte a las cuatro actitudes que te harán ser mejor persona: rebelde, respetuoso, agradecido y abierto.

1E

l yo corrompido: El

rebelde muere cuando su mundo interior ha dejado de ser distinto al exterior. Surge el “Las cosas son como son, no se puede hacer nada para cambiarlas”. En el momento en que uno abandona el bien por ser difícil o complicado, entra a formar parte de las estructuras injustas, donde paga una cara hipoteca por su libertad.

2E

l yo respondón: No sabe

enfrentarse con lo que reclama su respuesta. Se disfraza de rebelde, y lo hace oponiéndose con orgullo y pataleo colegial. Se opone a lo que se le antoja por inercia, para afirmarse por superar complejos, por inmadurez o descontento consigo mismo.

3E

l yo gregario: Otra forma

de disfrazarse de rebelde es rebelarse contra asuntos superficiales y sin importancia. Fácilmente manipulable pongre por vestir una prenda inusual. Sigue a pies juntillas los rasgos estipulados y diseñados por el subgrupo social en el que se mueve, y se opone al sistema porque otros lo hacen. .


sanamente REBELDE

respetuoso Mantener una actitud respetuosa tanto con uno mismo como con los demás es otro de los pilares que sustentan una personalidad madura, íntegra y plenamente satisfactoria. Los siguientes “yoes” tienen poca idea de lo que significa el respeto.

4E

l yo burgués: Se cría en

un entorno de confort, que convierte en su valor último. En una primera fase, centra su “lucha” en el mantenimiento de este confort, aunque pronto deja de satisfacerle, y entonces cobra fuerza el logro del reconocimiento y la fama. Sus reivindicaciones son inútiles, porque no le comprometen.

6E

l yo manipulador: Dirige

los hechos y a las personas con la intención de gobernar la realidad a su antojo. Su mejor arma: la mentira, incluso bien intencionada, desde su punto de vista, pues considera que el fin justifica los medios.

5E

l yo salvaje: Para forjar

una personalidad rica es preciso aprender a dominar las pasiones que esclavizan al yo salvaje: la tendencia a aplicar la ley del más fuerte, a la comodidad, a satisfacer lo que pide la genitalidad, a sacar el genio al conducir, al enfado que provoca el cansancio.

Rebeldía significa libertad, esperanza e iniciativa respecto al mundo que se estrena. El rebelde no se adapta a lo imperfecto y a lo injusto, y ama el bien por encima de sus conveniencias. La rebeldía es, también, la primera necesidad fundamental para forjar la propia personalidad. Relacionados con su carencia, existen cuatro “yoes” principales: evítalos.

Trabajar para ser feliz empieza por caerse bien a uno mismo, por encontrarse cómodo con el propio yo.

Claves para

disfrutar

a tope de la VIDA Ser feliz y disfrutar plenamente de la vida no depende de edad ni sexo. Todos podemos conseguirlo. ¿El secreto? Desde luego, luchar por ello y, sobre todo, amar y vivir el momento presente.

Ocurra lo que ocurra, la vida es el mejor regalo que nos han dado y nos darán. Por eso, no podemos desaprovecharlo independientemente de la edad que tengamos. Aceptarnos y amarnos incondicionalmente; aprender algo nuevo todos los días; apreciar la belleza que nos rodea... son algunas de las claves de las que habla David Niven en su libro Los 100 secretos de la mejor mitad de la vida. Nosotros hemos destacado 27 que pueden ayudarnos a vivir plenamente y a ser felices. ¡Haz que corra la voz!

1T

VIDA

3I

ntenta algo nuevo: Nos sentimos cómodos

con lo que conocemos y nos es familiar. Pero no podemos perdernos la oportunidad de experimentar cosas nuevas.

rabaja por tufelicidad: No dejes la felicidad en manos del azar. Puedes alcanzarla si sabes qué es lo que estás haciendo y lo que no para conseguirla, y, emprendes los cambios pertinentes para luchar por ella.

2D

ate el visto bueno:

Se pueden hacer los mejores planes para tu vida, pero ninguna acción, ningún logro y ningún resultado te harán sentirte completamente realizado si no dejas de ponerte limitaciones y te apruebas a ti mismo con tus cualidades y con tus defectos.

4D

escubre la belleza que te rodea: Quizás

sea una flor, una obra de arte, el rostro de un niño… Puedes admirar y rendirte ante la belleza de cientos de cosas que te rodean. Lo importante es que tomes el tiempo necesario para incluir el disfrute de esa belleza en tu vida diaria.


DISFRUTA 8C

EL PLACER DE VIVIR GUÍA PARA DISFRUTAR MÁS Y MEJOR DE LA VIDA

No consumir carne ni pescado es sólo la base para ser vegetariano, porque el verdadero concepto de este término abarca un estilo de vida basado en el respeto a la naturaleza y al propio cuerpo. Una buena oportunidad para hacer lo mejor por tu salud, los animales y el planeta. Por Mar Nite

onoce tu salud: Si sabemos cómo andamos de salud, ya sea que tengamos alguna dolencia o estemos pletóricos, podremos elegir un estilo de vida más saludable y acorde con nuestras necesidades.

Tip!

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Tip!

5M

anten a raya tus temores: Pasamos gran

parte de nuestra vida imaginando lo peor que nos puede pasar y sus consecuencias. Pero ¿no sería mejor tomar distancia de nuestros temores y preocupaciones? Veríamos que el principal obstáculo que hemos que superar no es aquello a lo que tememos, sino el hecho mismo de tener miedo.

6T

en tiempo para pensar:

Nuestra vida habitual absorbe todo nuestro tiempo y atención, y no nos da la oportunidad de pensar, cuestionar y evaluar. Tómate un instante para disfrutar de los resultados de una pausa para reflexionar.

7V

muchas personas el auténtico valor de su trabajo no es el dinero, sino las recompensas sociales y personales que les aporta. Por eso, cuando evalúes tus planes laborales no pierdas de vista lo que realmente obtienes con tu trabajo.

Tip!

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alora tu trabajo: Para

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Piodi cum ipsanda dolorum ati dolupta quiat porepudae res everspe rchici ut estis cus nus utatia dolorempeles aut. Solorepr ectendis sum faccum essitas modia.

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ENTREVISTA

APRENDER A VIVIR

PAULO COELHO

“Locura es querer ser igual que los demás” Sólo si aceptamos nuestras diferencias y persistimos en nuestra propia esencia, seremos capaces de llevar adelante una vida con sentido, guste o no a la gente que nos rodea

E

n mis libros planteo preguntas, no respuestas. Escribo para entender mi alma y nunca puedo predecir cómo afectarán al lector mis propias dudas. El poder de los libros es precisamente éste: dar a los lectores la posibilidad de cuestionarse a sí mismos y a la sociedad en la que viven”. Habla Paulo Coelho: escritor brasileño de 59 años y autor superventas donde los haya: lleva 85 millones de libros vendidos en todo el mundo y ahora ha batido récords con otro más: La bruja de Portobello (Planeta). Una novela en la que explora nada menos que el lado femenino de Dios y donde, una vez más, sigue profundizando en la psicología humana con la precisión de un bisturí. Psicología: Creo que usted escribe desde que era muy joven, casi un adolescente; ¿recuerda las razones que le llevaron a escribir? P. C.: Siempre quise ser escritor, pero nunca me sentí apoyado para ello; ni por mi familia ni por

El autor

mañana, y ese estado de emerla gente que me rodeaba. En Brasil me decían que era imposible ganarse la vida con la literatura, que ésa no era una carrera de verdad. Mis padres querían que fuera ingeniero, pero yo siempre me rebelé contra eso... Pero hubo algún momento en el que dijera: “Quiero ser escritor”. Nosotros siempre recomendamos a nuestros lectores que se expresen, que luchen por lo que de verdad quieren hacer en la vida... Recuerdo el día que leí Trópico de Cáncer, de Henry Miller: entonces me di cuenta de que quería ser como él: una persona que vive intensamente la vida, que siente la literatura como parte de eso. Fue entonces cuando tomé la decisión. ¿Qué le ayudó a luchar por lo que quería, por su sueño? Darme cuenta de que el único responsable de mi vida era yo mismo. Eso me hizo vivir el día a día como si no hubiera un

Paulo Coelho Nació en Río de Janeiro en 1947. Fue educado en una severa disciplina frente a la que terminó rebelándose, por lo que es ingresado en un hospital psiquiátrico. Hippie en los años 60, deja sus estudios e inicia un largo viaje por todo el mundo: México, Perú, Bolivia, Chile, Europa, África. Ya convertido en escritor, enseguida salta a la lista de los autores más vendidos en todo el mundo, y es traducido a 40 idiomas. En 2002 fue elegido para ocupar el asiento número 21 de la Academia Brasileña de las Letras. Vive en Río de Janeiro con su esposa, la pintora Cristina Oiticica.

por José Antonio Marina

Cómo manejar los Son adictivos y peligrosos porque envenenan el corazón, sesgan todo contacto afectivo con la realidad y cierran el camino a la alegría y la paz.

H

oy voy a hablar de dos emociones tóxicas, que además resentimiento es un odio reiterativo y amargo. Es muy cercano al rencor, que es una animadversión represada, una furia envejecida, que al cabo del tiempo se ha vuelto rancia, palabra de la que deriva “rencor”. Surge cuando alguien ha sufrido una ofensa y no ha podido o no se ha atrevido a hacer nada. Lleva por ello incluido un sentimiento de impotencia o indefensión que puede ser más doloroso aún que la ofensa. La víctima recuerda el daño una y otra vez –de ahí el “re” de la palabra resentimiento– , sin poder

Para combatir el resentimiento es necesario hacer el trabajo del duelo, es decir, resituar el recuerdo de la ofensa olvidar ni perdonar. A veces, el antecedente no es un hecho concreto, y por ello no hay un culpable al que atribuir el daño. Una persona puede sentirse maltratada por su situación. El paro, la marginación social, un defecto físico pueden provocar un resentimiento universal hacia todos los que tienen empleo, hacia la sociedad entera o hacia las personas sanas o bellas El malestar que experimenta lo proyecta contra la realidad, contra el mundo, con lo que está cerrando toda posible salida.

El corazón se encuentra hundido en un pantano, sin poder salir de él. Acabo de ver una estupenda película de Gracia Querejeta –Siete mesas de billar francés– que cuenta dos historias de resentimiento. Dos mujeres se encuentran atadas, incapacitadas para progresar, por el recuerdo de pasadas ofensas, una memoria amarga de la que no saben o no quieren liberarse.

Poderoso Veneno La envidia está muy relacionada con el resentimiento. Es un sentimiento de tristeza, irritación y odio, que sentimos contra alguien que posee un bien que nosotros no tenemos. En el primer dic cionario de la lengua castellana, escrito en el siglo XVII por Sebastián de Covarrubias, se lee: “Su tóxico es la prospe- ridad y buena andanza del prójimo; sumanjar dulce, la adversidad y calamidad del mismo: llora cuando los demás ríen y ríe cuando todos lloran. Lo peor es que este veneno suele engendrarse en los pechos de los que nos son más amigos”. La sabiduría popular nos dice que se trata de un veneno muy fuerte, por ello se puede “morir de envidia”. Además, el envidioso, al entristecerse por el bien ajeno, ciega las fuentes de la generosidad y de la compasión. Por ello, se deshumaniza.


APRENDER A VIVIR

CÓMO DEFENDERTE De la gente agresiva

sentimientos tóxicos Cerrar la herida

¿Y qué podemos hacer? Primero, tomar conciencia de que esos sentimientos son perjudiciales. Después, como en todas las intoxicaciones, ver qué es lo que hace daño. En este caso, son dos elementos: una equivocada interpretación de los hechos, y un sentimiento de inferioridad personal. El resentido o resentida no deja que una ofensa se vaya diluyendo en el olvido, como suele suceder con otras experiencias, sino que se empeña en mantenerlo presente y activo. No quiere separarse de ese trozo de su pasado, fantasea sobre él, imagina venganzas, y con todo esto acaba por fortalecerlo. La única solución es aceptar lo sucedido y procurar cerrar la herida, lo que exige una actitud parecida al llamado “trabajo del duelo”. El trabajo del duelo consiste en la lenta aceptación de lo irremediable. En el caso del resentimiento, se trata de “resituar el recuerdo de la ofensa”. La solución, la acción Los antiguos catecismos decían que el antídoto de la envidia es el amor. Tal vez sea mucho pedir al envidioso. Pero, al menos, le conviene humanizar al envidiado, no convertirle en mera figura poder de ofender. Esto último tiene debilidad e impotencia que es común al resentimiento y a la envidia. La solución más eficaz en estos casos es siempre la acción. La pasividad es caldo de cultivo para sentimientos tóxicos. Me gusta por ello hablar de la “inteligencia resuelta”, porque la palabra resolución me parece bellísima. Designa a quien se enfrenta con los

problemas y busca soluciones con decisión. A veces, esta actitud hay que aprenderla poco a poco, proponiéndose metas cercanas que nos proporcionen pequeños triunfos, que vayan reconstruyendo nuestra personalidad fragilizada, que nos vayan también endureciendo un poco, haciéndonos menos vulnerables, y que nos den ocasión para jalearnos, para darnos ánimo, para aplaudirnos. Algo, por supuesto, que necesitamos todos.

facum Natum vere numenis simus, od qui beribussiti plautem

Compañeros insolentes, amigos ofensivos, parientes criticones... ¿Es mejor contraatacarles, intentar razonar con ellos o hacer oídos sordos?

josé antonio marina es filósofo, profesor de filosofía, investigador, autor de más de 20 ensayos. Uno de los últimos, “La magia de escribir” (Editorial Plaza y Janés).

L

a palabra es el arma más peligrosa y dañina que podemos utilizar contra alguien. Todos recordamos alguna situación cercana en la que una persona, conocida o no, nos ofendió con una palabra malsonante, un tono agresivo o una observación desafortunada sobre nuestro aspecto, nuestra situación laboral, nuestra pareja, nuestra forma de pensar... A veces, estos ataques injustificados suelen provenir de la misma persona, alguien que por alguna razón disfruta humillándonos o poniéndonos en ridículo. ¿Cómo conviene contestar a estas “bofetadas” verbales? ¿Hay alguna forma de asegurar que no vuelvan a repetirse? En este informe te explicamos cómo defenderte en cada situación. Para poder convertirte en una persona más segura ante la vida. “

¡No puedo creer lo que me ha dicho!” La mayoría de las veces estas agresiones nos pillan por sorpresa, nos dejan atónitos y sin respuesta; otras la contestación llega cuando es demasiado tarde, y nos lamentamos pensando lo bien que no sentiríamos si hubiéramos contestado tal o cual cosa; y otras tantas respondemos con demasiada agresividad, malgastando así una preciosa energía en alguien que no se lo merece. La psicóloga Barbara Berckham (Cómo defenderse de los ataques verbales. El Nuevo Extremo) propone de manera muy acertada cómo hacer frente a todos estos baches que nos encontramos en el día a día mediante unas cuantas técnicas concretas que dejarán K. O. a nuestro ofensor. ¿Te interesa descubrirlas?


El insolente: así le paras los pies

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Ponte el escudo protector y no consientas que sus malos modos influyan en tu estado de ánimo.

2

El graciosillo: cuándo hacer oídos sordos

Ignorarle es la mejor opción; pero, si no es posible, te explicamos trucos efectivos para que te deje en paz.

3

El crítico destructivo: ¡desármalo!

Hay personas que se reafirman a través de la crítica, pero desarmarlas puede resultar muy fácil.


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