PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA REDEFINIENDO LO PÚBLICO∗.
EN
LA
GESTIÓN
DEL
AGUA-
ALBERTO D. MUÑOZ (*) VALERIA V. VACCARO (**)
I- Introducción: El agua es un bien escaso y mal repartido, por lo tanto entendemos que el servicio de agua potable y saneamiento no puede estar en manos de una empresa privada que privilegie sus intereses de lucro ante los derechos de toda una comunidad de usuarios. Las empresas multinacionales (Suez, Vivendi, etc.) comenzaron a interesarse por el agua de nuestro país hace más de 10 años, mientras transitábamos el proceso de reforma del Estado argentino con miras a atraer inversiones extranjeras que nos permitiesen gozar y disponer de un mejor servicio con altos niveles de calidad y grandes planes de obras. La realidad que hoy nos toca transitar está muy lejos de las metas y objetivos que preveían los contratos de concesión. Hubo un sin número de incumplimientos por parte de las empresas que, obsesionados por aumentar sus ganancias, convirtieron el agua en una mercancía de lucro, olvidándose totalmente de los sectores de más bajos recursos, imponiendo políticas comerciales aberrantes (reducción, corte del servicio, etc.) frente a quienes no podían pagar por el servicio de agua. En cuanto a la ejecución de obra de cloacas, nos encontramos frente a otro plan de mejoras inconcluso de lo que, consecuentemente, se deriva que el Estado gasta más en salud. Es sabido que por cada unidad que se invierte en saneamiento se ahorran cinco unidades en salud pública. Por último, el aumento tarifario que se registra en todas las privatizaciones termina agravando las diferencias sociales, en suma los intereses orientados a las ganancias cortoplacistas de los operadores privados entran en contradicción con los intereses públicos. Nuestro país tiene el triste privilegio de pertenecer al 5 % de la población mundial que se maneja con este modelo, es valido aclarar que el 86 % de los norteamericanos, el 90% de los italianos y el 95 % de los japoneses reciben sus servicios de empresas públicas. El presente trabajo propone un nuevo modelo de gestión del servicio de agua y saneamiento que contemple la participación democrática y la conservación sustentable del recurso.
1.1. El agua como derecho humano: Frente a la concepción mercantilista que trata a este vital recurso existe otra, la del agua como Derecho Humano. Como dijéramos el agua es un elemento esencial para la vida sin el cual la misma sería inviable. Debido a ello, creemos que es necesario un tratamiento del mismo acorde a esta importancia, por lo cual no puede considerarse al agua como un bien susceptible de apropiación o una mercancía con las características comunes de otros bienes o cosas, que pueden regirse exclusivamente por las leyes del mercado. (*) Miembro del Comité de Enlace para América Latina de la Red VIDA. Vicepresidente Unión de Usuarios y Consumidores de Rosario, Santa Fe, Argentina. Miembro de la Asamblea provincial por el Derecho al Agua (APDA). (**) Abogada (UBA), Profesora Superior Universitaria (UCA). Presidenta Unión de Usuarios y Consumidores de Rosario, Santa Fe, Argentina. Miembro de la Asamblea provincial por el Derecho al Agua (APDA) y de la Red Vida.
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Por esa misma razón es que se necesita pensar en un nuevo modelo de empresa que redefina la importancia del recurso, en ese marco las cooperativas constituyen una propuesta acorde con dicho objetivo. La ética y el interés por la gente han guiado a las cooperativas por más de 100 años de existencia. Concretamente, las cooperativas contribuyen a hacer que nuestra sociedad sea más justa y respetuosa de los valores humanos. Los miembros de una cooperativa pueden contribuir a una sociedad más equitativa y cerciorase de que su dinero no se invierte en el comercio de armas o en actividades no respetuosas al medio ambiente. Las cooperativas demuestran diariamente un interés por la gente procurando responder mejor a las necesidades económicas, sociales o culturales. Dentro de estas necesidades se encuentra el acceso al agua y el saneamiento, el que debe considerarse como derecho humano fundamental, base de otros derechos para desarrollar una vida digna. Para garantizar el derecho al agua debemos tener en cuenta: 1).-El Derecho al acceso de una cantidad de agua suficiente para la alimentación, la higiene y la limpieza, como Derecho Humano esencial, social, universal, indivisible e imprescriptible. 2).-El Derecho a la participación democrática en las decisiones sobre políticas y proyectos de desarrollo sanitario respetando las características socio-culturales de cada comunidad. 3).-El Derecho a pagar por lo efectivamente consumido en condiciones que puedan ser corroboradas por el usuario, tanto en el sistema de medición como en facturas fáciles de leer y entender. 4).-El Derecho a la reparación e indemnización adecuada por daños y perjuicios provocados por informaciones falsas o mala calidad del producto o el servicio 5) El Derecho a la seguridad de que se brinda agua y saneamiento, según las normas de la Organización Mundial de la Salud sin ningún tipo de discriminación ni dobles estándares entre países, zonas, ciudades, grupos sociales, raciales o religiosos. 6).-El Derecho al tratamiento de los efluentes que asegure un medio ambiente saludable y sustentable para las generaciones futuras. 7).-El Derecho a la información y la educación del usuario sanitario que asegure una mejor utilización del agua, reduciendo el derroche y aumentando el compromiso de la comunidad con el medio ambiente. 8).-El Derecho al financiamiento público, entendiendo al agua como bien común de la humanidad y al saneamiento como elemento esencial de la salud pública que no pueden ser mercantilizados.
1.2. Defender el derecho al agua: Participación ciudadana En la Provincia de Santa Fe se constituyo la Asamblea Provincial por el Derecho al Agua (A.P.D.A.) y a partir de la cual se llevó acabo el plebiscito provincial por el derecho al agua1 1
El Plebiscito implicaba resolver tres problemas organizativos fundamentales: consenso para tomar las decisiones, eficiencia para implementarlas y estructura para materializarlas. El taller ecologista de la ciudad de Rosario tomó las relaciones internacionales, las asambleas de rosario la red de correo, en cada ciudad los organizadores pertenecían a distintos espacios. La eficiencia se consiguió porque la actividad se motorizaba sobre organizaciones preexistentes, Federación Universitaria de Rosario, Amsafe, Apyme, Grupos Cristianos de Base, Asociación Trabajadores del Estado, CANOA, PSP, Educación Popular, asociaciones de usuarios, Vecinales con la renovada energía de las Asambleas Barriales de Santa Fe y Rosario que motorizaron el espíritu militante como hacía mucho tiempo no se veía y la mínima estructura con que contamos, un afiche, los votos, los volantes y las planillas la aportaron el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, el Partido Socialista Popular, AMSAFE (Asociación del Magisterio), una cadena de Supermercados, Luz y Fuerza de Santa Fe, más los aportes individuales de miles de militantes que llevaron la propuesta a cada barrio y ciudad. El resultado de 7000 militantes movilizados por el derecho al agua, 976 urnas y 256.236 votos en las 15 ciudades concesionadas
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en el año 2002. Estos dos puntos de inflexión se lograron gracias al trabajo que miles de militantes que venían realizando con distintos perfiles y desde distintas organizaciones sociales; demostrándose así, que en medio de la peor crisis de representatividad que viviera la Argentina se podían construir nuevas e innovadoras formas de participación sobre la base de dos principios esenciales, la no delegación de la defensa de nuestros derechos y la unidad en la diversidad en función de objetivos comunes. Los años 2000 y 2001 fueron caracterizados por la organización de diferentes espacios en las distintas ciudades que aunaban los esfuerzos de los múltiples afectados por el accionar de la empresa con reuniones en clubes, audiencias públicas en los concejos municipales, manifestaciones y múltiples apariciones en los medios masivos. Luego de 10 años de lucha y luego de 5 años de constitución de la APDA como catalizador de esa lucha, luego de múltiples movilizaciones, charlas, conferencias, y luego de varias campañas masivas de afiches y volantes, de cientos de recortes periodísticos y entrevistas a usuarios damnificados, ya no queda en la provincia quien defienda el accionar de la empresa Aguas Provinciales. Las autoridades ejecutivas provinciales y municipales, los diferentes medios de comunicación, los ámbitos académicos universitarios, casi la totalidad de las organizaciones sociales, vecinales y gremiales se han expedido una y otra vez en cuanto a la ineficiencia de la misma. Sin embargo y a pesar del discurso del concedente se siguen tomando caminos para mantener la continuidad de la misma, encubiertos en una aparente recuperación por parte del Estado que ahora haría las obras de expansión de agua y saneamiento pero que en la práctica perdonaría los incumplimientos contractuales quitándole a la empresa los compromisos de inversión y asegurando así su rentabilidad, todo amparado en el chantaje de los juicios internacionales. Como contrapartida a esta situación, la A.P.D.A se encuentra tramitando distintos recursos judiciales sobre el tema de obras de expansión de cloacas, por problemas de presión de agua, por la apropiación indebida de un subsidio cruzado al que no se le asignó el destino prometido – obras de expansión-, reconectando el servicio a quienes son privados del mismo, estudiando la desobediencia civil si el gobierno vuelve a concederle a la empresa un nuevo aumento, exigiendo controles sanitarios, exigiendo que se cumpla con el cupo de medidores que se comprometió a colocar, etc. La empresa Aguas Provinciales de Santa Fe, perteneciente al grupo Suez, en agosto de 2005 anunció su retirada. Tras largos meses en los que el diálogo entre la empresa y el gobierno provincial estuvieron llenos de acusaciones cruzadas, y ante una fuerte opinión pública que constantemente se manifestó contra la empresa, la Suez anunció su alejamiento de la concesión en la provincia de Santa Fe el 25 de noviembre de 2005, veremos que es lo que pasa. II-Hacia un modelo público y democrático de gestión de los servicios sanitarios. El concepto de servicio público está en crisis y ello se debe, en parte, al modelo privado que posibilitó que el agua estuviese bajo el control de una elite. Redefinir este concepto del Agua, como servicio público, es nuestra nueva meta. Debemos asumir el compromiso y propiciar la participación de las comunidades en la gestión de un nuevo modelo de empresa de Agua. Esto nos permitirá que en un futuro muy cercano tengamos modelos más justos de inclusión y universalización de los servicios, dejando atrás el concepto de agua como mercancía. El modelo cooperativo del servicio de Agua tiene como finalidad brindar el servicio a los usuarios en general, no tienen objeto de lucro. Poseen un sustrato económico y moral que contribuye a vigorizar los vínculos de la solidaridad social. En el caso del movimiento cooperativo, una característica fundamental, principal es que el usuario de los servicios desarrolla a su vez un sentimiento de pertenencia hacia la empresa; cuyo objetivo será el brindar cada vez mayores y mejores servicios a costos más baratos.
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Este sistema público, participativo y democrático cumple con los objetivos de atender a la necesidad de la población de un servicio sustentable, en cuya gestión se destacan tres principios fundamentales: EL CONTROL DEMOCRÁTICO, LA EDUCACIÓN COOPERATIVA Y LA INTEGRACIÓN. Este control democrático permite garantizar un nivel de credibilidad y transparencia a través de la publicidad y la participación en las decisiones, estas son tomadas en procesos abiertos a diferencia de lo que ocurre en las empresas privadas. A su vez, se prevé la creación de órganos auxiliares de gestión (subcomisiones) que colaboran en todo el proceso de dirección y gestión. Estas subcomisiones deberán estar integradas por organizaciones intermedias, miembros de la universidad, colegios de profesionales, etc. y de esta forma se convertirán en verdaderas escuelas dirigentes que ayudarán a elaborar técnicas participativas más congruentes. La preocupación por el uso sustentable de los recursos naturales y el compromiso permanente de los ciudadanos en la administración de los dineros públicos, hace que sea necesario implementar políticas educativas que tiendan a mostrar a los usuarios la necesidad de su participación activa. La educación cooperativa puede fomentarse a través de distintos canales, pudiendo utilizarse todos los métodos modernos de consulta popular tendientes a estimular y animar a los usuarios a expresar su opinión y presentar sus ideas y gestiones sobre la orientación de su sociedad y comprometerlos, así, a participar más ampliamente en la gestión de la empresa cooperativa. Por último, este sistema es el que permite concretar inversiones, extensión de redes y distintas obras de saneamiento en zonas de escasos recursos económicos ya que la lógica que lo rige no es la de la rentabilidad sino la de las necesidades públicas, sociales y humanas de los usuarios del servicio. III- Eduagua Creemos que nuestra militancia tiene una cuenta pendiente aún, que es la de implementar un modelo de enseñanza en relación a la compleja problemática del agua. Nuestro propósito es facilitar información científica, a fin de promover su circulación, socialización y puesta en debate. Las dimensiones de la situación global hídrica genera campañas en todo el mundo. Nuestra propuesta no deja de reconocer urgencias, pero busca construir con las instituciones educativas un trabajo amplio, profundo, porque entendemos al aprendizaje como una empresa a largo plazo. Actualmente desarrollos sobre estos temas, logrados en múltiples disciplinas, producciones de profesionales abocados a investigaciones dentro del marco de ONGs, NO llegan al educando. Hay necesidad de que ese cuerpo de conocimientos ingrese en los contenidos escolares para poder ser trabajado por docentes y alumnos, e incluso por la comunidad educativa en su conjunto. Según expertos, llegar a comprender conceptualizaciones adecuadas sobre (v.g.) ‘el ciclo del agua’ y sus alcances sociales, naturales y cívicos, lleva años: un proyecto de tal magnitud ha de tratar de contemplar la progresión cognitiva del saber en juego. Grosso modo y específicamente se trataría de: En los niveles iniciales, aprovechar la tradición de los talleres que han marcado en él su rango distintivo dentro del sistema y cuya práctica se ha trasladado al resto del sistema, llegando incluso al Nivel Superior. El niño pequeño es activo investigador de su contexto. Existe en pedagogía una línea fundadora que propone conocer el ambiente, un entramado socionatural, donde lo social y lo natural interactúan constantemente. No es necesario en el jardín promover estrictamente el deseo por aprender: es necesario no entorpecerlo, no pautarlo demasiado, trabajar la curiosidad y las distintas formas de satisfacerla. Luego, en edades más avanzadas (6 a 8 años) se busca que el niño reconozca diversidad de hechos, de relaciones y de cambios, dentro de lo común y específico de las áreas de ciencias naturales y sociales. Observaciones, exploraciones, clasificaciones, representación mediante dibujos: se privilegian los intercambios verbales e intercambios de ideas que ayudan a la integración a la escuela. La conexión de estas actividades favorece el dominio gradual de las estructuras básicas del lenguaje y del sistema de
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numeración. A partir de los 9 años es cuando se problematiza al alumno para desempeños de equipos donde se elaboren e interpreten informaciones, discutan y puedan registrar, sistematizar y comunicar informaciones. Aquí es necesario que las elaboraciones de cuadros, esquemas, etc. vayan a la par de la reflexión y el compromiso con valores construídos socialmente. En los preadolescentes se plantea la búsqueda identitaria, el comienzo de vislumbrar horizontes personales, una ampliación cognitiva y afectiva. La escuela tiene que poder acercar a sus alumnos referencias sociales válidas, en esta franja etaria donde se dan los grandes apasionamientos, se experimentan desilusiones y desdenes. Por último, en los últimos años de la escuela, propiciamos una cultura del agua como un aspecto innegable para la conformación de una visión del mundo. Por qué? Porque contra la cultura individualista y del fin de la historia (que es toda una ideología indolente de propio éxito: un neomaquiavelismo) nos proponemos trabajar en la escuela trayendo desde los fondos mismos de la historia un cúmulo maravillosamente vigente y necesario: saberes de ingenieria de los pueblos originarios, modos de gestión comunitarios, rituales, leyendas, toda la literatura que se aventuró en ríos y mares, etc. y que dialoga de igual a igual con el conocimiento científico de nuestros investigadores, merced a incluir en su postulados la responsabilidad de la aplicación del conocimiento, en sus consecuencias sociales. Esta REHISTORIZACION DEL AGUA, estas referencialidades colaboran en el plano de subjetivación para una ciudadanía comprometida con un proyecto de vida en sociedad. BIBLIOGRAFÍA: *Ceceña, Ana Esther. “La guerra por el agua y por la vida”. Coordinadora del defensa del agua y de la vida. Bolivia. Noviembre 2004. *Muñoz, Alberto D. “El agua, derecho humano o mercancía de lucro”. Trabajo inédito. Santa Fe, Argentina. 2004. *Muñoz, Alberto D. “Análisis del Informe sobre cumplimiento de obligaciones contractuales de Aguas Provinciales compañía SUEZ en Santa Fe Argentina”. Trabajo inédito. Santa Fe. Argentina. 2004. *“Reclaiming Public Water”, Achievements, Struggles and Visions from around the world. Ed. Novaprova, Porto Alegre. Brasil. 2005. *“Las cañillas abiertas de América Latina”. La resistencia a la apropiación privada del agua en América Latina y el mundo. Recopiladores: Robret Grosse, Stefan Thimmel, Javier Taks. Casa Bertolt Brecht. Montevideo, octubre 2004. *“La lucha por el agua en Latinoamérica y el mundo”. Trabajo inédito. Asamblea Provincial por el Derecho al Agua. Santa Fe. Argentina.2003. “Regiones y sustentabilidad”. Construyendo la sustentabilidad. Programa Argentina Sustentable (PAS). Ciudad de Buenos Aires. Argentina. Abril, 2004. *80ª Jornada de Cooperativa Internacional, 6 de julio de 2002. “Sociedad y cooperativa: Preocupación por la Comunidad”. *Villar Ezcurra, José Luis. “Servicio público y técnicas de conexión. Centro de estudios constitucionales, Madrid, 1980. *Escola, Héctor Jorge. “El interés público como fundamento del Derecho Administrativo”. Depalma. Buenos Aires, 1989. *Rojas Molina, Ricardo. “La gestión en las cooperativas”, Idelcoop. Rosario 1978.
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