2 retratistas colombianos del s. XIX: José María Espinosa y Epifanio Garay
José de Montfort Sabater
“Francisca Espinosa” (1820), de José María Espinosa
Introducción El arte colombiano del s. XIX se caracterizó por ser un arte fundamentalmente figurativo, academicista, de aspiraciones clásicas. Un arte de espaldas no solo a las vanguardias europeas del momento, sino también a la propia situación social colombiana. Pero esto tiene una explicación y es que la sociedad (los compradores) demandaba retratos y, así, este género acabó convirtiéndose en el modo principal de subsistencia de los pintores decimonónicos. Ha de tenerse en cuenta que la sociedad colombiana de la segunda mitad del s. XIX era fiel al pensamiento romántico y a la tradición, y privilegiaba el oficio riguroso. Así, se prefería la mayor semejanza posible entre el modelo y la pintura, aspirando a una similitud casi fotográfíca. Hemos de destacar que la formación de los artistas fue autodidacta hasta la inauguración de la Academia de Bellas Artes, que se fundó en Bogotá en 1886.
José María Espinosa
“Retrato de José María Espinosa” (1830), de Antonio Ricaurte.
José María Espinosa (1796-1883) es considerado el padre de la caricatura colombiana y son importantes sus miniaturas, caricaturas, pero también la iconografía bolivariana, así como sus autorretratos. Su técnica para componer y dibujar cuerpos se basa en el canon de las ocho cabezas. Espinosa se dedicó a retratar a la élite criolla y a los héroes, muchos de los cuales conoció en vida. A partir de 1840 y hasta 1860, se dio a la tarea de pintar las batallas que definieron la guerra de Independencia, basándose en sus recuerdos de soldado. También es autor, junto a José Caicedo Rojas, de unas memorias en las que cuenta sus recuerdos de juventud de las guerras de Independencia, publicada en 1876 y titulada Memorias de un abanderado.
Cojamos como ejemplo uno de sus cuadros de héroes, el que le dedica al General Santander. Espinosa lo representa de cuerpo entero y con traje militar, buscando la épica y un carácter monumental, y esto queda reforzado por las escenas bélicas que aparecen de fondo. El general sostiene en alto la constitución.
“Francisco de Paula Santander: 25 de mayo de 1853”, de José María Espinosa.
Muchos de los dibujos de Espinosa, en los que aparecen conjuntos familiares, individuos, militares, religiosos, damas de sociedad y varios autorretratos, se caracterizan por ser estudios de cabezas, en escorzo y de frente al carboncillo y en acuarela. Mención aparte merece sus series de retratos de héroes y heroínas. Lo conforman héroes y notables fundadores de la República, y los dibujos se caracterizan por determinados biotipos y atuendos, que funcionan en un intento de ejemplificar la virtud, pues el objetivo de estas imágenes, más que uno estético, era el de preservar la memoria histórica. Por ello, se trata de retratos bastante canónicos, que siguen una norma compositiva más o menos similar, independientemente del personaje representado. Sea de perfil, en escorzo o de frente, los héroes siempre aparecen en primer plano, imponentes, hieráticos y monumentales, pudiendo tener un color plano de fondo, estar en un recinto o en alguna escena épica. No obstante, se ha de recalcar que Espinosa trata de humanizar a los personajes de la Independencia, ya que no solo los presenta en los momentos de su gloria militar, sino que muestra también la infancia y juventud de estos héroes.
“Retrato de Antonio Ricaurte a los 18 años”, de José María Espinosa.
Uno de los personajes más representados de la época, como no podía ser de otra forma, es Simón Bolívar. Hay imágenes suyas provenientes de diferentes épocas y países (tanto europeos como americanos). Los de mayor producción iconográfica bolivariana son Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia. Entre los destacados creadores de dicha iconografía está José María Espinosa. Bolívar aparece en sus retratos como ciudadano militar y como héroe libertador victorioso portando su casaca militar. Estos dibujos y pinturas sirvieron de modelo para posteriores retratos del Libertador. Parte de la iconografía de próceres de Espinosa fue reproducida en litografías por la casa parisina Lemercier en la década del cuarenta, lo que permitió la difusión de estos retratos como modelos de representación.
“Retrato de Simón Bolívar” (1830), de José María Espinosa.
La particularidad del cuadro que vemos arriba es que originalmente Espinosa pintó a Bolívar con traje civil, pero la obra fue intervenida en 1858 por Narciso Garay y A. Hagen, quienes repintaron el actual traje militar que aparece en la obra. En la siguiente imagen, podemos ver el primer retrato del libertador que hiciese José María Espinosa, en 1828, cuando contaba con 31 años de edad.
Durante sus últimos años de vida, Espinosa pintó caricaturas de los personajes de su época y escribió editoriales para el Diario de Cundinamarca. También participó en exposiciones colectivas y como jurado en certámenes artísticos. Me gustaría destacar, por último, la presencia de las mujeres en las obras de José María Espinosa. Con el advenimiento de la república, aumentó la participación femenina en los temas pictóricos. Así, aparecen las mujeres familiares de los artistas, de los próceres o aquellas que formaban parte de la élite criolla. Eran retratadas en delicadas miniaturas en marfil, pero también en pinturas al óleo de mayor formato. Destacaremos aquí el retrato de Espinosa de la heroína nacional por excelencia: Policarpa Salavarrieta. Cabe decir que su efigie servirá para integrar a la mujer en la construcción de la nación. En este retrato, Salavarrieta está representada como una joven y bella mujer con traje azul y cabellos ondulados. Destacan los colores vivos, fuertes y modulados, con una composición más dinámica y una construcción anatómica rigurosa. Y se trata de un retrato muy particular, ya que la obra se aleja de la típica representación en el cadalso de la prócer. De hecho, el actual billete de diez mil pesos con la efigie de la Pola está basado en esta pintura de Espinosa.
“Retrato de Policarpa Salaverrieta” (1855), de José María Espinosa.
Otro caso interesante de representación de la mujer en las pinturas de esta época lo constituye la presencia de las mujeres conocidas como “las Juanas”, que acompañaban a sus maridos en las campañas bélicas. Así, aparecen infinidad de documentos que narran las acciones heroicas realizadas por mujeres en el bando patriota, apoyando a las guerrillas, bien como espías o como mensajeras en el correo secreto. De estas pinturas cabe destacar que, por primera vez, toda la sociedad queda representada en la contienda. Así, hemos de resaltar el papel que, en dichas pinturas, tienen las mujeres, retratadas en el frente, auxiliando a soldados heridos, abasteciendo y alimentando a las tropas y, en algunos casos, apoyando con
municiones y luchando al lado de los hombres. Es tanta la devoción y el compromiso de las “Juanas” que llegan al extremo de estar con sus pequeños hijos en los campos de batalla acompañando a sus maridos.
"Mujeres combatientes. Fragmento de la "Batalla de los Ejidos de Pasto"
"Mujeres combatientes. Fragmento de la "Batalla de los Ejidos de Pasto" (1845-1860), de JosĂŠ MarĂa Espinosa.
Epifanio Garay
Quizá el retratista colombiano más destacado de la segunda mitad del siglo XIX sea Epifanio Garay (1849-1903), quien utilizó la fotografía como soporte para sus obras, hecho bastante controvertido en su momento. Las primeras lecciones las recibirá Garay de su padre, el pintor y ebanista Narciso Garay. Más tarde estudiará con José Manuel Groot y asistirá al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, así como a la Academia de Música. En 1882 fue becado por el gobierno colombiano para estudiar en París, matriculándose en la Academia Julien. donde atendió las lecciones de, entre otros, el maestro Adolphe William Bourguereau (1825-1905). A raíz de la guerra civil de 1885, el gobierno le suspendió la beca y hubo de regresar al año siguiente para Bogotá, donde se dedicó por completo a la pintura. Garay comenzó a atender los numerosos encargos de la sociedad bogotana, teniendo que retratar a señoras, señoritas, intelectuales, políticos y amigos. En 1889 el Presidente Rafael Núñez le nombró director de la naciente Escuela de Bellas Artes de Cartagena, donde estuvo hasta 1892. Precisamente en 1891, en su estudio de Cartagena, Garay pintó el siguiente retrato del presidente Rafael Nuñez. Según el periodista Gustavo Tatis Guerra: “Le pintó su aura otoñal, su semblante pálido y un aire de concentrado desencanto en la mirada y un leve temblor de la edad en el río azul de sus venas surcando el abandono de sus manos largas, mientras sostiene un libro entreabierto “.
Durante su estancia en Cartagena, Garay pintó un óleo enorme de Simón Bolívar (que se conserva en el Salón Amarillo de la Gobernación) y retrató a multiud de personajes cartageneros, autoridades y ciudadanos de la época.
“Retrato femenino (posiblemente Maria Mancini� (1890), de Epifanio Garay
“Retrato de Rafael Pinto Valderrama” (sf), de Epifanio Garay.
“Retrato femenino” (sf), de Epifanio Garay,
En 1914, Narciso Garay (hijo de Epifanio) dejó dicho que: “De los diversos géneros que comprende el arte de la pintura, el único que permite a un artista de nuestros países ganarse el sustento es el retrato y en ese ramo se especializó mi padre adquiriendo en él, desde temprano, sorprendente maestría “. Antonio Gómez Restrepo, destacaba en 1932 que “la característica de Garay es el vigor […] su técnica [es] impecable; su ejecución franca y poderosa. Sus retratos recuerdan los de Bonnat “. Y aun afirma que Garay es capaz de fijar el rasgo característico del personaje que retrata, “el gesto revelador de [su] psicología”. Por su parte, Gabriel Giraldo Jaramillo, dijo en 1948 que Garay “supo comunicar a sus obras vida y belleza, fuego interior, elegancia, gracia y energía” y, ello, gracias a su superación del formalismo, la frialdad y el objetivismo absoluto que dominaron las artes pictóricas en el s. XIX.
“La mujer del levita de los montes de Efrain” (1899), de Epifanio Garay
Una de las rarezas por las que Garay es también reconocido es por ser el autor de quizá el único desnudo pictórico en las arte colombianas del s. XIX (al menos del único que se conserva, pues se sabe por documentos del archivo de la Escuela de Bellas Artes que la pintura de desnudos se practicó a finales de siglo, aunque con muchas restricciones). El cuadro de Garay, que hoy puede observarse en el Museo Nacional de Colombia, lleva por título “La mujer del levita de los montes de Efraín” (1899) . A pesar de la mujer desnuda (la concubina) que aparece en el cuadro, se trata, sin embargo, de un lienzo de referencias bíblicas (Jueces 19:1): “En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como forastero en la parte más remota del monte de Efraín,
el cual había tomado para sí mujer concubina de Belén de Judá”. Sucede que la concubina le fue infiel y retorna a casa de su padre, a Belén de Judea. El cuadro representa el momento en el que el levita va a buscarle, “para hablarle amorosamente y hacerla volver” (Jueces, 19:3). Se considera que Garay, para la consecución de este cuadro, se inspiró en “La cazadora de los Andes” (1874), del pintor mexicano Felipe Santiago Gutiérrez, obra que pudo verse en Colombia, país donde el propio Felipe Santiago Gutiérrez tuvo una influencia notable, pues se le tiene por precursor de la academia colombiana, gracias a su fundación de una escuela de artes llamada Academia Gutiérrez.
“La cazadora de los Andes” (1874), de Felipe Santiago Gutiérrez
Aunque el retrato ha dejado de ser una necesidad en las casas bogotanas, todavía hay quienes se dirigen a los retratistas de la carrera 7 con calle 21, en pleno centro de Bogotá para que su estampa o la de algún conocido suyo se inmortalizado en un lienzo surcado de carboncillo.
La carrera séptima, al norte de la plazoleta de las Nieves, es el lugar donde se reúnen los artistas populares.
BibliografĂa:
http://imagencolombia.tv/web/index.php/videos/turismo/18-retratistas-de-la-carrera-septima-debogota http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/garaepif.htm http://elencantoocultodelavida.blogspot.com.es/2011/03/epifanio-garay-orgullo-colombiano.html http://bendicionescristianaspr.com/antiguo-testamento/jueces-19-el-levita-y-su-concubina/ http://coleccionblaisten.blogspot.com.es/2014/07/felipe-santiago-gutierrez-la-cazadora.html http://www.bibliotecanacional.gov.co/recursos_user/digitalizados/farciniegas_5005.pdf http://www.bibliotecanacional.gov.co/content/jos%C3%A9-mar%C3%AD-espinosa http://www.eluniversal.com.co/cartagena/cultural/epifanio-garay-el-retratista-eterno-67519 http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=475&pagact=1&dirpa=http%3A %24%241col%24%24%24%241col%24%24www.colarte.com%24%241col%24%24recuentos %24%241col%24%24G%24%241col%24%24GarayEpifanio%24%241col%24%24critica.htm