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Kiki Smith
Para crear Mi lago azul, Kiki Smith tomó prestada una cámara periférica del Museo Británico, la cual genera una vista de 360° de una imagen. La tecnología fue inventada para estudios geológicos y es similar a aplanar el globo en un mapa bidimensional. La fotografía resultante de Smith es de su propio cuerpo, convertido en un paisaje. Smith coloreó a mano la imagen y reescribió detalles topográficos sobre un desbordamiento de carne humana. Históricamente los mapas han sido creados como herramientas de exploración a nivel mundial y para la ubicación de sitios geográficos propiciando así la colonización, la subyugación, y el control tanto de cuerpos humanos como de recursos naturales. En este caso el mapa se transforma en una evocación de la interioridad humana. Para Smith, nuestro cuerpo es nuestra conexión con la tierra; representa nuestra biología compartida como seres humanos y nuestra experiencia colectiva con el medio ambiente. Smith comenta: “Eres algo que cambia constantemente y esa fluidez no debe perderse”.