1 minute read
Kehinde Wiley
Las poses de los dos jóvenes en Marechal Floriano Peixoto II son adaptaciones de dos figuras de un famoso monumento dedicado al mariscal militar y segundo presidente de Brasil, Floriano Peixoto. Ubicada en una plaza pública de Río de Janeiro, la estatua muestra la figura erguida de un sacerdote católico que enseña un crucifijo a una joven, presumiblemente indígena. El colonialismo ha estado asociado desde hace mucho tiempo con la religión en Brasil, y directamente vinculado con la dominación territorial. En contraste con la estatua, la pintura monumental de Wiley entrelaza a los lugareños con flores regionales y la figura erguida no sostiene una cruz, sino una caña de bambú, una planta nativa de la selva tropical brasileña. Ambas figuras miran directamente al espectador en vez de mirar hacia el suelo y su presencia serena sugiere fuerza, orgullo y comodidad en una suave integración con el mundo natural que impregna la escena.