99 DÍAS EN ESTADO DE ALARMA. Luces y sombras (99 pensamientos/99 imágenes)

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Alfonso González Valdés Correa Alicia Amaya Ana Deacracia Ana Gouveia Antonia Ramírez Hidalgo Antonio Suárez Arremolinaos (pseudónimo) A.B. (pseudónimo) Asunción Cano (Anónima) Bella Almansa Rodríguez Blanca Álvarez Carpio Carmelo Vázquez García Carmen Martagón Enrique Carmen Vizcaíno Hernández Caye Santana Cinta Entenza Aguilar Cristina Delay Carballo Cristina Centurión Cristina Oliva Sández David Pérez Dny Lu Bornacelly Dolores Bosque Domingo Jerez Dorit Elena Molero Eva Cano Eva Torres Fabiola Salas Felipe Redondo Saavedra Flor Núñez Guadalupe Rodelas Carballo

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Isabel Álvarez Cordón Isabel Ávila García Isabel Rodríguez Rodríguez Jackie Rivero Míguez Jesús Barroso Cañada José Luis Arizmendi Llanes José Luis González Morgado José Páez José Jesús Recio García Juan Carlos Fernández Juan Carlos Ordoñez Juan Luis Vázquez Alemán Juana María Martín Infantes Juanma Nogales Delgado Julián Pérez Laura Limón Acuariosur (pseudónimo) Lidia Blanco Lina María Báez Cuaresma Lola Duran Muñoz Luna P.A. M Carmen Macías Caparros M Isabel Martín Infantes Makarmen Cruzado Malia León Mamen Montagut Mamen Zapata Manuel Fernández Domínguez Manuel A Maestre Manuel González Fernández María Ángeles Garrido Benito María Batanero María Coronado

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María Coutinho María José Mendoza Rodríguez María Luisa Domínguez Borrallo María Moa María Terrada Mário Rui Gouveia Mario Sánchez Mariola Toscano Mery Martínez Música Laborantus Nani Romero Nicolás Capelo Paqui Izquierdo Paqui Morales Paqui Patricia Chapela Cabrera Pedro Gabo Pedro J. Ruiz Constantino Pérez Rafa López Pérez Rafa Pinto Reme Domínguez Moreno Renata García Reynus Sánchez Rocío Cruz Díaz Rocío Vicente del Río Roque Correa González Rosy Calvo Morano Salvador Aguilar Sara López Sonia Martínez Magán Trinidad Banda Yarismar Quiaro Yin Johnson

99 DÍAS EN ESTADO DE ALARMA LUCES Y SOMBRAS 99 Pensamientos / 99 imágenes 14 de marzo - 21 de junio de 2020 Entrar en “estado de alarma” por esta pandemia no nos ha dejado indiferentes. El confinamiento y la desescalada, la habremos vivido con mayor o menor intensidad; habremos pensado y sentido mil cosas por las noticias y memes que nos llegaban. Las nuevas tecnologías han estado de nuestra parte, entre ellas el móvil y su cámara, con gran probabilidad habremos hecho alguna fotografía durante esos 99 días, que sin saberlo aún, se convertirá con el tiempo en documento histórico-visual de nuestras vidas.

La siguiente propuesta fue ideada por fotógrafa onubense Juana Martín, para tratar de hacer de una reconstrucción colectiva de lo vivido, pensado, sentido, de lo realizado en ese tiempo de impasse; en definitiva esta publicación se ha convertido en un rico y variado repertorio de pensamientos e imágenes significativas de aquellos días.

La convocatoria se hizo a través de las redes sociales, se pidió la participación a 99 personas pero sin decirles en qué consistía la idea. Pronto el número de personas interesadas comenzó a llegar al solicitado incluso sobrepasó la expectativa. Más tarde, a los participantes se les pidió dos requisitos imprescindibles: 1.

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Escribir qué había supuesto el Estado de Alarma , desde el punto de vista que más le hubiera marcado, en positivo y/o negativo (luz y sombra): a nivel personal, local-mundial, económico, laboral, sanitario, humano, medioambiental, cultural, familiar, social, etc.; pensamientos, sentimientos -miedos o temores, alegrías, preocupaciones-, lo aprendido, lo indignante, lo perdido, lo que ha restado, lo que ha sumado, lo echado de menos, lo echado de más, ¿cambió algo?…

Aportar una imagen de algo realizado durante ese periodo, que haya sido significativo: un retrato, desde el balcón, una manualidad, una comida, un dibujo/ pintura/collage, un chiste gráfico…). Acordando dar consentimiento para hacerla pública al finalizar este proceso.

Un proyecto cuanto menos curioso, con visiones son muy diversas ya que en el grupo de participantes hay músicos, fotógrafos, pintores, maestros, profesores, escritores, trabajadores sociales, educadores, artistas plásticos, abogados, madres/padres, bailarinas, historiadoras, investigadoras, psicólogas, …) proceden de diferentes latitudes.

Gracias a todos y todas por compartir un poquito de tiempo, un trocito de confianza y una pellizco de ilusión. Hasta el próximo!

1. Alfonso González Valdés Correa

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Ni el confinamiento, ni la incertidumbre, ni la sucesión de normas más o menos incoherentes, ni el decrecimiento económico, ni el debate de las vacunas, ni la certeza de vivir en una sociedad hostil que afecta severamente a un mundo maravilloso, ni el miedo a la muerte, ni la decepción con los líderes, ni el juego de banderitas. nada de todo esto me ha dejado ante lo extraordinario.

La afectación existió por momentos, pero supimos llevarlo de manera moderada y sostenible.

Siento decirlo así por cuantos sé que lo han sufrido, pero es mi verdad. De alguna manera, nada ha supuesto un impacto para mí, salvo la generalidad del dolor en su repercusión mundial, especialmente en los colectivos más vulnerables.

Quedarán mil imágenes de horror en mi memoria como las muertes sin duelo o los parques vacíos, pero espero convertirlas en arte alguna vez, como procuro hacer con todo lo que hiere mi sensibilidad.

El estado de alarma me dejó muchas experiencias, pero tal vez la más destacada es la extraña sensación de que nada es del todo nuevo para mí. Tal vez las duras condiciones de mi infancia me prepararon en cierto modo para esto.

La imagen que comparto, aún a riesgo de parecer oportunista, es la portada del libro que escribí durante el confinamiento. Estas circunstancias me ayudaron a darle un gran empujón, a terminarlo y comenzar con todos los trámites de edición.

2. Alicia

Todo comenzó un día al salir del trabajo.....cansada como siempre, pensando en descansar todo ese fin de semana...quién me iba a decir que mi descanso iba a ser de tantos días!! Meses!!! había leído bastante sobre el covid-19, sobre lo que estaba pasando en el resto del mundo....he sentido miedo, horror, inseguridad total, desconfianza, pensando, cuándo acabará esta pesadilla? ¿Esto está sucediendo de verdad? Mucho miedo, sobre todo por mis hijas, más por hija mayor, que ha estado en Madrid a pié de cañón.

Acabas valorando mucho más las cosas, quitándole importancia a muchas otras.... aún siento mucho miedo, aún me cuesta ver a todo el mundo con mascarillas, quiero ser positiva, y pensar que saldremos de todo esto un buen día.

Me asomé a mi ventana y vi algo que me llenó de esperanza, esta foto...

Un abrazo grande!!!!

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

3. Amaya

Cada uno se entretiene con lo que puede. Lectura, retos fotográficos con los amigos, las plantas, siempre las plantas. Cariño, confidencias, secretos y cuidados.

La rutina del día a día se traslada a los hogares. El ser humano no sabe vivir en la improvisación.

Desde la TV nos “informan” sobre qué debemos hacer, cómo sentirnos mejor, pautas para paliar la ansiedad de tener que vivir con nosotros mismos ¡Dónde hemos llegado!

Eso sí, claro, que los “expertos” se ocupen de todo, que nos digan cómo vivir. Nos tienen que enseñar, como a niños perdidos.

No pasa nada, pero pasa.

Suspendida en algún lugar, viviendo un sueño que frecuentemente es real.

Silencio, tranquilidad, conciencia, seguridad. Adaptación a lo nuevo, retiro, oportunidad, conocerse. Ahora no hay que esforzarse, es más fácil ser, tal cual.

Lo inusual da paso al hábito. En todo. Perdemos mucho.

El mundo exterior y yo, los demás y mí.

Y hay tantos que se han ido en soledad...

Todo es extraño y al mismo tiempo un Déjà Vu.

Y a pesar de todo la vida sigue.

Miedo, dicen... Alboroto, verborrea en el sensacionalismo, estupefacción ¿Mentiras? ¿Verdades?

WhatsApp,

4. Ana Deacracia

Jamás pensé vivir una situación así, la puerta de la casa era un paso a un mundo raro. La vida cotidiana había cambiado de golpe, teníamos que construir dentro de casa.

Poco a poco fuimos tolerándolo, desde el miedo a la aceptación. Creo que esta es la palabra, aceptación para seguir viviendo, para salir ilesos.

También fui cerrando las puertas de dentro, la proyección hacia los otros, convirtiendo mi casa en la trinchera perfecta, donde no hay que hacer esfuerzos para que los demás te juzguen normal, donde a ratos te salpicaba la sangre y la desesperación que estábamos viviendo, que estaban viviendo otros, donde a ratos eras capaz de olvidarte de todo.

Me llevo la conciliación con el tiempo, en un mundo estanco y entero para nosotros mismos.

Me llevo la capacidad de lidiar con la incertidumbre.

En definitiva la capacidad del ser humano para la aceptación.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

5. Ana Gouveia

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

ESTAMOS JUNTOS Vivências pessoais Sobressalto Incerteza Impotência Inquietude Isolamento Separação Adiamento Saudade Angústia Vazio Morte

Sou de Vidro Extrato de um poema de Lídia Jorge “(…) Sou de vidro escurecido Tenho fumo por vestido E um cinto de escuridão Mas trago a transparência Envolvida no que digo Meus amigos sou de vidro Por isso não me maltratem Não me quebrem não me partam Sou de vidro escurecido (…)”

Esperança Solidariedade União Força Criatividade Luta Resiliência Sonho Mudança Superação Família Reencontros Coragem Amor Liberdade Vida

6. Antonia Ramírez Hidalgo

Tengo que comenzar confesando que, como muchos, al principio de las noticias sobre el Coronavirus pensé, China está muy lejos, ¡ingenua! Vivir en un país, supuestamente, con recursos y una sanidad de primer orden, estaría todo controlado. Nada más allá, esta pandemia nos llegó y nos puso en la cruda realidad. Un microscópico virus ha puesto en jaque al mundo entero.

14 de Marzo 2020, comienza el confinamiento, ante la noticia, mi hija que estudia en Madrid, (Zona O), regresa a casa para pasar el confinamiento con nosotros. La preocupación de que nuestros mayores tenían que estar solos en casa, para su mayor protección, fue duro, pero era la mejor opción. Ellos han demostrado tener una fuerza de voluntad tremenda, será que han vivido final de guerra y la posguerra, que le han dado unas vivencias que nosotros ni podemos imaginar.

Mi confinamiento me ha hecho pensar lo importante de la familia y amigos, de la libertad de andar por la calle sin miedo. Y, por otro lado, me he dado cuenta de que se puede vivir de otra manera, que el día tiene 24 horas que se pueden exprimir al máximo para realizar muchas actividades. En mi caso centrarme mas en mi pintura y seguir avanzando.

En resumen, el confinamiento no me ha sido plato de gusto, pero tampoco traumático. De todo lo que pasa hay que quedarse con la parte buena, sin olvidar las consecuencias por supuesto.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

7. Antonio Suárez

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Cuando tuve conciencia paré a los pocos días de confinamiento. Me di cuenta de algo que llevaba rondando mi cabeza mucho tiempo atrás. La “sobreinformación” a la que estamos sometidos en nuestra sociedad había mutado a partir de ese momento y de forma perversa en “infoxicación”: memes, bulos, fake news, .... Mucho más letal a largo plazo que cualquier virus conocido. Acumular basura de forma compulsiva, se había convertido en una falsa acción social reivindicativa y no hacía otra cosa que vislumbrar nuestros peores temores como sociedad: silencio, soledad, vacío… Si…En definitiva, llenar a toda costa ese vacío que supone para muchos encontrarse con uno mismo.

Todavía sigo sacando la basura todas las noches.

@antoniosuarezilustra @asuarezilustra

8. Arremolinaos (pseudรณnimo)

Confinatiempo Tiempo de luces, de reencuentro con la tierra, tiempo de disfrute familiar, tiempo de vuelta a trabajar, tiempo POSITIVO, tiempo productivo, tiempo para PARAR, tiempo para respirar, tiempo para mirar, tiempo para amar, tiempo para buscar.

Tiempo para vivir la vida real.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imรกgenes

9. A.B. (pseudónimo)

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Todo se volvió diferente. No poder salir a respirar aire ni poder besar a la personas que te importan creo que fue un poco difícil, pero todo se fue convirtiendo normal si algo bueno ha tenido para mi este confinamiento es poder nos conoce a nosotros mismos.

De la noche a la mañana La pandemia.. Sí, esa que hacía unos meses atrás empezamos a escuchar en los medios de comunicación las noticia que en China estaba dando fuerte a causa de un virus.

Nosotros ajenos a ello ,quien se podría imaginar que llegaría en nada a todo el resto del mundo el maldito coronavirus estábamos tan ajenos a está realidad que aún creo que es una película de ciencia ficción .

De repente empezó la pesadilla el virus había invadido nuestras vida y la de todo el mundo. Las personas empezaron a enfermar , los hospitales se colapsaron, la alarma de quédate en casa ,empezó a tomar parte de tu día a día ,miles de personas morían , ya eran números y era todo tan inesperado la rabia de no poder hacer nada por no saber qué estaba pasando .Era muy serio unos días de caos muertes y miedo. Tenia que estar segura y consciente de canalizar tantas emociones y de no perder la calma, mi hija vive en Londres y para mi estos día fueron muy preocupantes el miedo de que me necesitara y no poder verla, mi hija me decía mamá me siento prisionera, estuvo unos días enferma con fiebre y miedo por tener un virus que ha terminado con tantas personas, la economía empezó a caer ,todo se paró de repente las calles se quedaron vacías, sólo silencio y una vida que cambió .Quédate En Casa se volvió viral todo el mundo estábamos obligado por una salud

mundial.

Frustrante el no poder salir a la calle ,él está esperando un cumpleaños cercano que era algo distinto en el día a día aparecía con sus sirenas la policía municipal que tanta alegría ha dado y esa famosa canción de parchís que tanta risa ha traído a los niños y a los abuelos. Era como cuando pequeña pasaban los gigantes cabezudos que tanto nos llamaba la atención en nuestra infancia ,todos los vecinos nos veíamos por las ventana con una gran sonrisa, al principio todo bien pero la ansiedad empezó a rodar por mis células, ya necesitaba ese paseó al aire libre ,visitar mi río ,coger mis ramos de flores que tanto me gustan me estaba perdiendo la primavera en verde de las flores nos ha traído muerte y vacío en tantas casas que lo han padecido de cerca. Solo pendiente de la noticias, desbordamiento en los hospitales tanto personal sanitario que han fallecidos todo tan extraño ,ya nuestras vida nunca volverán a la normalidad.

Tres meses de confinamiento de tanto dolor y tanta nubes negras llenas de miedos y sombras.

La luz Mi primer día en el que ya podíamos pasear unas horas me sentí como pájaro en libertad lo primero que hice fue dar un gran paseo buscando lugares solitarios porque siempre el miedo al virus estaba presente y pude tener contacto con la naturaleza fue fabuloso mágico nunca ante nada me había hecho tan feliz ,jamás antes ni a mi ni a nadie nos había quitado la libertad de movernos , ahora hay que seguir cuidándose y aprende a convivir con el covid-19. Apreciando siempre cada día cada minuto por estar vivos con tantas familias que lo han padecido de cerca y tantas personas que se fueron.

10. Asunción Cano

Que qué ha supuesto el confinamiento… Para mí se resume en una palabra: Dolor, tanto a nivel social como personal.

A nivel social, durante este “encierro”, había un poco más de empatía y más solidaridad, más preocupación por los colectivos y personas más frágiles. Lástima que haya sido algo ficticio, como un espejismo, porque a medida que avanzaba el desconfinamiento, la sociedad volvía a ser la de antes, incluso peor diría yo. Parece ser que, como sociedad, lamentablemente, no hemos aprendido nada de todo lo que ha y hemos pasado.

En lo personal, como otras muchas personas, he vivido inmersa en la sensación de irrealidad y vacío de un duelo sin despedida. Pero esta soledad impuesta por el confinamiento me ha permitido hacer una cura interior y conocerme más y mejor a mí misma. Me ha enseñado a frenar el ritmo de vida que llevaba para disfrutar, sin prisas, del momento presente. Y me ha confirmado que yo sin la Música, la Poesía y el Arte no podría sobrevivir.

Y para finalizar, algo muy importante, ¿qué hubiera sido de nosotros sin la Música y la Cultura en los días de encierro? Ahí lo dejo.

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11. (Anónima)

Tiempo…eso que a veces no sabemos valorar, que pasa y no vuelve pero que deja en nosotros recuerdos para siempre, recuerdos a veces bonitos y otras no tanto...No podemos pararlo ni dar marcha atrás para cambiar las cosas que ya pasaron pero si las que suceden en el momento presente para que en el futuro no nos pesen tanto y ver un poco de luz entre tantas sombras. Mi cuarentena fue ese tiempo…ese kit kat en el que el mundo parecía que se había parado pero yo seguía viviendo, luchando cada día por vencer al miedo y a la soledad, o eso creía yo, porque aunque tuve que pasarlo sola, sin mi familia, y en medio de una ruptura sentimental...no lo estuve, tuve a mis amigos, tuve a mis vecinos, tuve a mi farmacéutica, a mi tendero incluso a personas extrañas que a través de las redes sociales y la televisión me acompañaron para hacer que los días encerrada fueran menos tristes y me llenaban de ilusión y ánimo cuando todo parecía derrumbarse fuera. La realidad que a veces no queremos ver es esa que intentaban cada día enmascarar, éramos números, cifras que se contaban en los telediarios, y que solo hacían sembrar mas el miedo y la incertidumbre…ése miedo que hizo que el papel higiénico, la lejía y la levadura se acabasen en las tiendas, ese miedo que no te permitía besar ni saludar a tus seres queridos, ese miedo que hacía que comprar el pan o sacar la basura fueran actividades de riesgo, y tener un perro la única excusa para poder pisar la calle, y que yo por suerte o desgracia no tengo.

Pero entre tanto miedo descubrí que los corazones de las personas seguían latiendo con fuerza incandescente, que fueron esos mismos corazones los que salvaron vidas en los hospitales aún a riesgo de perder las suyas, y los que aplaudían desde sus balcones cada tarde a las 20,00h para no perder la esperanza y agradecer estar vivos un día más. Nunca he creído en la política y mucho menos ahora que nos tenía a todos en sus manos, un gobierno que ante un estado de alarma y crisis sólo miraba por sus intereses económicos y no ser objeto de críticas.

Nada podía ser cuestionado y hasta la libertad de expresión en los medios era controlado. Sin mascarillas ni guantes salíamos disfrazados cada día a la calle con el miedo de ser contagiados. Por aire, por contacto, no sabíamos como COVID19 quería matarnos, pero ese bichito que los padres decían a sus niños que estaba ahí fuera, cada vez asustaba menos, y poco a poco el planeta se fue curando y los pájaros se asomaban cada mañana a mi venta cantando más fuerte.

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Y así fue pasando el tiempo...los días, las semanas y los meses, encerrada pero cada día menos sola y más fuerte. Unos días mejores y otros peores pero cada día escribía en mi “covíd diario” cinco cosas positivas y así cumplí mi reto 30 días.

Me acostumbré a levantarme y pensar en mi, en lo que me apetecía comer, lo que me apetecía hacer, lo que me apetecía ver… y como cada día hacia lo que me apetecía fui acostumbrándome y hasta gustando vivir así...Pero la vida seguía y ahora tocaba volver a vivir, volver a salir, volver a trabajar pero lo mejor de todo, volver a estar con mis seres queridos, por fases a ratos y con distanciamiento... ¡pero por fin con ellos!

Hoy gracias a Dios puedo decir que estoy sana, mi familia está sana, no he perdido a nadie y aunque creía que estaba sola, no lo estoy y tengo la suerte de trabajar y vivir ahora cada día convencida de que el tiempo nunca es perdido sino aprendido y que tras mucho dolor la vida puede volver a nacer. NO sabemos cuánto TIEMPO nos queda ni lo que tenemos hasta que nos falta por eso espero que todo el mundo vuelva a valorar aquello que se pierde y que más nos cuesta cuidar, LA VIDA.

12. Bella Almansa Rodríguez

UN MUNDO ENCANTADO

El Sol sale con rayos de oro ,se oye una música tal como en un coro Suenan campanas de felicidad, vuelan corazones, que bailan un vals Una pandemia de gran bienestar Una tempestad de , abrazos y besos.

Y Solo por eso ...

Encerrado contigo ,en una casa encantada, de cuentos de hada .

Será nuestro castillo de príncipes princesas seremos la realeza Con más amor que Romeo y Julieta.

Con mas tesoros que Ali Baba .

Con un bolso con más cosas que el Mery Popin .

Dormiremos más y mejor que Blanca Nieves.

Cuando despertemos, seguiremos amándonos .

Que no será un cuento ,que eso está pasando Esa cuarentena que nunca se acabe .

Y volveremos a empezar y siempre tan joven como Peter Pam. Si la fuerzas se nos agota le pediremos al gato las botas.

Si nos encontramos a La aperucita , le pediremos la cestita.

Iremos con Alicia , esa chiquilla del País de Las aravillas.

Comeremos perdices ,y seremos felices .

Y colorín colorado ,este mundo está encantado.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

13. Blanca Álvarez Carpio

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Si algo nos ha enseñado esta pandemia, y en concreto el periodo de confinamiento, es que somos seres sociales, por mucho que prime el individualismo hoy día y que hayamos visto durante las últimas décadas que ni los vecinos de un bloque de viviendas se conocen, hemos mirado más que nunca a esos vecinos, hemos aplaudido, cantado y bailado con ellos en nuestros balcones y, hemos echado de menos como nunca a nuestros familiares y amigos. También se ha demostrado que toda la ciudadanía unida es capaz de conseguir logros importantes y que siempre son muchas más las personas disciplinadas que las rebeldes.

Los profesores nos hemos reinventado, y aunque hemos echado mucho de menos a nuestros alumnos y la actividad en las clases, nos hemos puesto las pilas con las nuevas tecnologías, con los medios audiovisuales y algunos hasta se han convertido en youtubers. Aunque siempre hay que ver el lado positivo de las cosas, seamos prudentes para pronto volver a esa normalidad que siempre hemos disfrutado.

14. Carmelo Vázquez García

Confinado no sé cuantos días en mi pequeño castillo llegó a mis manos la vieja guitarra que maltratada de una etapa anterior se encontraba deteriorada. Supe que ese era el momento de restaurarla, el mástil, las cuerdas, el clavijero, la pintura.

Estaba devolviendo el alma a aquel instrumento, tenía tiempo, tiempo, tiempo... Siempre me he quejado de lo mismo la falta de horas para entretenerme y ahora tenía que aprovecharlo.

Quizás algún día apenada a tocar la guitarra.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

15. Carmen Martagón Enrique

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

ESPERANZA

Esperanza es el nombre de mi madre. Creo que es una de las palaras más hermosas que existen. También su significado lo es. Durante la pandemia hemos necesitado esperanza a diario, para que el virus se debilitara, los tratamientos hicieran el efecto necesario, desaparecieran los contagios…

En estos momentos necesitados de Esperanza me hice esa foto que acompaña el texto, para aportarla a un video con más personas. Ahí estoy, con mis ojeras, mi pelo recogido y la preocupación tras la mascarilla. Escribí la palabra en dos idiomas, el de mis ascendientes y el mío.

Para acompañar a la fotografía he querido hacer una especie de acróstico: Esperar que la Pandemia y el terror no os alcancen, ni a ti ni a los tuyos, Soportar, con paciencia, los miedos propios y ajenos.

Pensar que todo se convertirá en una pesadilla, con el paso de los días.

Entender el dolor ajeno a través de una pantalla o un auricular.

Rezar, incluso sin creencias definidas, para que nada, de eso malo que oyes en la calle, llegue a ser cierto.

Abrir la mente a una realidad que ha paralizado tu vida y ha detenido los relojes.

No querer pensar, no querer aplaudir, no saber si haces bien o mal a cada paso.

Zozobrar sin sentir cual es el viento que te empuja, qué provocó esa tempestad de la que todos hablan.

16. Carmen Vizcaíno Hernández

El estado de alarma ha supuesto un cambio radical en mi vida.

Me tocó vivir las dos soledades, la adquirida y la impuesta.

La soledad adquirida, me dio casi todas las respuestas a las dudas qué tenía y a utilizar las herramientas que nos da la vida y que casi nunca utilizamos para hacer frente ante las adversidades.

La soledad impuesta, me creo miedos reales y fantasmales tan difícil de gestionar, inseguridad, incertidumbre y un gran dolor por todo lo que estaba sucediendo, ( toque fondo).

Me refugié en la pintura, lectura música y en hacer limpieza de mi casa, cuerpo y mente.

Mi mayor preocupación ( mis hij@s y niet@s), también mi mayor apoyo.

Agradecimientos a mis amig@s con sus llamadas... Ahora soy más humilde y solo sé que tengo el "aquí y ahora".

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

No quiero ni puedo olvidar a los fallecidos, ni a sus familiares qué les ha tocado vivir esta gran tragedia, ni de los sanitarios, ni de los cuerpos del estado, ni de los que tuvieron qué trabajar para los qué estábamos confinados.

Ahora toca vivir con el COVID-19 hasta que tengamos una vacuna.

17. Caye Santana

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Nunca pensé que viviríamos estos días,........ por esta pandemia, no vi o no quería ver que seria muy fuerte lo que iba a pasar.......... lo mas doloroso son las personas que se quedaron en el camino y el sufrimiento de sus familiares.

A nivel personal el no poder ver a mi nieta y a mi hijo me desanimaba pero soy fuerte porque había situaciones peores que la mía.

Pero lo más fuerte es al pertenecer a MADRE CORAJE y no poder abrir la sede, para seguir ayudando a los pobres, ellos me han fortalecido aun más en mi voluntariado, las personas más necesitadas de Huelva, Mozambique y Perú precisan de nuestra ayuda; seguiremos sin miedo pero con precaución.

18. Cinta Entenza Aguilar

MIRAR DE HITO EN HITO Mi confinamiento..., un viaje guiado por la mirada. Cada amanecer me miré al espejo con ternura, a veces me vi llorar, después reír, me contemplé de prestado, a veces sin rumbo, todo eso al mismo tiempo, todo de golpe, las emociones se permitieron una rebelión salvaje.

Miré detenidamente el tiempo, regalo para abrazar el presente, el privilegio de estar rodeada de ventanas, el banquete de los pliegues del sol y el orgullo de haber cultivado un espacio protegido, mirar esa conquista me animó a confiar en mi capacidad de no perder el equilibrio aún en las derrotas.

Miré el edificio de enfrente y descubrí los destellos de vida sin biombos del vecindario. Nos miramos a las 8 aplaudiendo, le cogimos gusto, nos desvelamos vulnerables y tejimos nuevos contornos con el hilo de nuestra fragilidad.

Con mis gafas de exploradora atravesé cajones donde tesoros diminutos se convirtieron en titanes que me suplicaron salir del laberinto, era urgente sellar el pacto de las cosas imprescindibles. Mi memoria trazó mi piel como ofrenda.

Mirar sin reojo, parpadear era perder la brújula y no disfrutar del espejismo. La única sombra fue mi cuerpo en la azotea...

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19. Cristina Centurión

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También pasé por la etapa de hacer deporte, como no podía de ser de otra forma, con Patri Jordan, un reto de un mes, que no llegué a terminar.

Poco a poco fueron llegando los malos momentos, los agobios y las frustraciones. Los planes que pensé que haría en 2020 se disiparon. Terminar mis estudios, conseguir mi independencia junto a mi pareja (en la que creíamos que era nuestra ciudad ideal) y empezar en el mundo laboral. Todo eso quedaría aplazado hasta nuevo aviso, pero mientras, en la soledad de mi habitación, veía pasar los días sin visión de futuro. Un golpe más para la generación de los millennials.

El Estado de Alarma empezó bien, sólo consistía en estar en casa, buscabas algo con que entretenerte y pasaban rápidos los días. He probado nuevas recetas, hice pan, masas de pizzas, incluso algún que otro pastel.

Pero no todo fue malo, también volví a unirme a mi cámara, que dejé de lado durante unos años; y aprendí una valiosa lección: lo más importante no es el lugar, sino la persona con la que lo compartimos.

Y sobre todo, que tras cada caída nos levantamos más fuertes y con más ganas.

20. Cristina Delay Carballo

El horizonte no tan lejano, esto es lo que para mĂ­ ha significado este confinamiento, deseando que todo salga como en mis sueĂąos.

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21. Cristina Oliva Sández

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Mis miedos… esos grandes, oscuros y llenos de carácter, unidos a mis ansias de salir de mis propias crisis, se apoderaron de todo mi ser el 14 de marzo de 2020.

Quédate en casa, señalaban noticias, anuncios, programas variopintos y mi propio raciocinio.

Pintaban de azul, como en las más bellas canciones, los más oscuros pensamientos, para poder ver algo positivo. El regalo que me dejo el dichoso virus, se llama tiempo. Ese que postergada siempre, que no me dejaba levantarme una hora más tarde, desayunar tranquila o dejar de sufrir porque creía que era la única gilipollas que ahogaba sus prisas con mil excusas para poder lamentarse en un mundo de locura caótica y sí, sin tiempo.

Regalos que han venido en forma de siestas parecidas a un lorazepam. Aún me da igual todo, esperar a ver que nos depara el tiempo. Y después de varias semanas disfrutando de los días y sufriendo a mares. He descubierto que no puedo controlar nada y que mañana no sé que pasará. Aunque no lo sepa, tal vez la naturaleza se tome otro descanso, que bien lo tiene merecido.

22. David Pérez

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Empezaba a trabajar por primera vez lejos de casa en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a más de 300km, empezaba febrero y con el la ilusión por un nuevo lugar, con un contrato largo... sin fecha fin, era como un niño con zapatos nuevos.

La Línea de la Concepción, un barrio difícil donde se mezcla la ilusión de la vida con la desesperanza de no tener futuro, al menos legal, por qué cualquier chaval de 12 años soñaba con ser traficante, y ser millonario.

Al menos las famas en los pueblos son así, en el mío también existe por tener un vertedero, aunque luego se alejan de la realidad.

Me entero por un amigo de Instagram que tengo en China que no salía de casa por un virus y jamás pensaría que llegara aquí, dos meses más tarde, saltan todas las alarmas, formación para sanitarios, nuevos protocolos, mascarillas, mamparas, EPIS, y miedo un poco de miedo ante la incertidumbre, también impotencia porque algunas de nuestras mascarillas no eran las adecuadas para trabajar...Precisamente durante el confinamiento me tocó ruta de Centros de Salud, llevar sangre al hospital donde veía como llegaban las muestras de PCRS por doquier...

Y la distancia y la soledad hace mella, casi más de dos meses sin volver a casa, deporte, repostería, series, libros pero sobre todo la unión que hemos tenido todos los profesionales para sacar esto adelante, por qué a nadie le quepa duda, hemos dado lo mejor de nosotros mismos, agradecidos por los aplausos de las 8, pero ya eso pasó...y ahora vuelven a decirnos que los culpables de que la sanidad no vaya tan bien como se espera, o las listas de espera sean más largas por nosotros... Así que tú me dices si ¿hemos aprendido algo de todo esto?

Limpiamos el aire de nuestras ciudades al no haber circulación de vehículos, que hermosas estampas y ahora no hay rincón que resista libre de guantes y mascarillas usadas... Ni una pandemia nos ha echo aprender, aunque al menos ha demostrado nuevamente que la Sanidad debe ser PUBLICA, y que sin unión poco conseguimos...aún tengo un rayo de esperanza.

23. Dnylu Bornacelly

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Un día el mundo se detuvo, pero YO, corría a mil por horas dentro de casa.

Mi Escuela (la Escuela de Arte de Huelva) no dejaba de enviarme tareas y a eso sumo las de Marianna y Sebastian.

Tareas por aquí, tareas por allá.

Entre tantas tareas de mi hija hubo una interesante: sembrar una semilla para ver cómo brotaban y crecían, sembramos y sembramos y no paramos.

Cada planta tenía un nombre PILINIA- TOMASAENRIQUETA y así.

Marianna estaba emocionada, no las perdía de vista y esa tarea me sirvió para una mía: HACER UNA FOTOGRAFÍA DE LA NATURALEZA EN EL CONFINAMIENTO y fue ideal fotografiar el mini huerto.

Así, una tarea llevó a otra.

24. Dolores Bosque

Vivir en el campo el confinamiento ha hecho que me considere en cierto modo afortunada. El tiempo, detenido en seco, me privaba de los fines de semana con la reunión de la extensa familia, la charla con los hijos, los abrazos a los nietos… Todo quedó en suspenso a excepción del momento en que un hijo te traía la compra, sin acercarse siquiera porque estás en edad de riesgo.

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Al cabo de un mes llegó la revolución en forma del Otoño Cultural Solidario, una subasta de arte que permitía desconfinar en las redes las obras de un centenar de artistas generosos, para recaudar fondos destinados a ONGs que luchan contra la pandemia.

La calma forzosa fue sustituida por una actividad frenética.

25. Domingo Jerez

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Ha supuesto una ruptura total en el estilo de vida que estábamos llevando a todos los niveles. Nuestra forma de trabajar, relacionarnos con las personas o ir a hacer la compra ha cambiado, y otras situaciones más significativas también se han roto, como irse de vacaciones o celebrar una boda. La pérdida de contacto con la realidad no es permanente pero sí interfiere en nuestras vidas.

26. Dorit

Título: "Pandemonium" Técnica: acrílico en papel Tamaño: 100 X 0,70

Primer trabajo jugando con los colores. Al principio con mucha ira y con ganas de "romper la baraja".

Cuando pude aceptar la realidad vivida, el confinamiento, pasé a sentirlo como recogimiento, mirada hacia dentro y encuentro con esta antigua y perdida pasión.

Mis óleos habían secado y mis pinceles estaban rígidos.

Utilicé unos acrílicos que había regalado a mi nieta.

Luego he seguido pintando y me siento feliz, en calma y agradecida.

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27. Elena Molero

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Mariposa, mayo 2020.

"La libertad de tomar una decisión acertada, hizo que los días de confinamiento se convirtieran en tiempo para disfrutar en familia y conmigo misma.

La música, la pintura, la lectura y alguna otra acción creativa, me han acompañado, haciendo mas amable todos los días de incertidumbre, crisis sanitaria y sufrimiento que hemos vivido.

La mariposa vuela libre, y aunque su vida es efímera, aletea y revolotea, disfrutando de los pequeños instantes que su corta vida le otorga.

Una pequeña aportación por mi parte, para con los más cercanos, quizás haya conseguido que hayamos vivido en mayor armonía, durante el tiempo confinados.

El batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo. Pequeñas acciones capaces de generar grandes cambios".

28. Eva Cano

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FOTOS DE LA CUARENTENA. El Estado de alarma nos sorprendió a la mayoría ya que siempre vemos las calamidades muy lejanas en tiempo y espacio a nosotros y nuestro día a día. No nos podíamos imaginar que fueran a cerrar lugares de ocio y comercio pero, lo más increíble fue ver cómo se cerraban nuestros centros educativos.

De un día a otro los docentes tuvimos que ponernos a reinventarnos; tutoriales de programas, llamadas a compañeros más cualificados en materias tecnológicas, descubrir que tu ordenador tiene más posibilidades de las que pensabas.

Esta foto es un resumen de todos los vídeos de saludo que les envié diariamente a mis alumnos. Vídeos llenos de alegría, esperanza y optimismo.

29. Eva Torres

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Contar lo que para mí ha sido el estado de alarma es complicado. Pasaba por un periodo de mucho trabajo, con un niño de nueve años y un bebé de 8 meses. De pronto fue como ese frenazo en seco, ese que muchas veces decimos que tendríamos que dar. He tenido la oportunidad entre tanta desgracia de sentirme afortunada por ver crecer a mis hijos sin pensar más que en ellos y en los que tenía al otro lado de la videollamada diaria, mi familia. Darle al pause sin saber que vendrá después es complicado siendo autónomo. La fotografía es de Lara el primer día que pudimos reencontrarnos todos en nuestra casa de campo. Y se bañó en el barreño donde desde hace años se bañan todos los niños de la familia. Su cara es el reflejo de la paz y la alegría que tuvimos al estar todos juntos de nuevo.

Todos estábamos bien.

30. Fabiola Salas

Los primeros días era continua la sensación de incertidumbre y miedo. La sobrecarga de información no ayudaba y a medida que pasaban los días, la falta de abrazos y besos de mi familia empezaban a pesar. Los planes frustrados y no saber hasta cuando duraría todo, era desesperante.

A los cinco días, unos vecinos enchufaron un micro en su balcón, empezaron un bingo y todo cambió. Cada día, se unieron más, muchos de ellos ni siquiera nos conocíamos viviendo tan cerca, y al final acabamos creando una radio virtual donde poder hacer peticiones y mandar mensajes. ¡Nos llamaban desde toda España!

No podíamos estar juntos, pero si cerca.

Decidimos pasar todo esto no dejándonos arrastrar por la pena y el miedo sino intentando sobrellevarlo de la mejor manera. Todos juntos, aunque cada uno en su casa.

Adecuamos nuestro balcones y celebramos cada fiesta, cada cumpleaños. Adornamos los balcones para cada ocasión, y así pasaron sesenta días sin darme cuenta.

A nivel general, todos teníamos un mismo objetivo y creí firmemente que todo esto nos haría mejores personas. Pero una vez empezó el desconfinamiento, la desesperanza se apoderó de mí y la sensación de que al final todo esto no ha servido de nada como sociedad, crece.

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31. Felipe Redondo Saavedra

A nivel personal lo negativo ha sido el miedo. Una situación increíble, que nunca había vivido antes. La preocupación por comprar y comprar comida, productos de limpieza, papel higiénico…jeje!! Me ha producido un estado de intranquilidad, nervios y sobre todo mucha incertidumbre. Preocupación por mi familia, amigos y personas en general, sobre niños y ancianos.

Me ha privado de libertad en mi rutina diaria: no poder trabajar, no poderme relacionar, no poder salir a la calle para el ocio…

También ha tenido cosas positivas: he estado más tiempo con mi mama; familiares y amigos hemos estado más pendiente los unos de los otros, la comunicación a través de videollamadas ha sido muy positivo.

A nivel mundial, ha sido algo que no esperado. Demasiadas muertes. Catastrófico para las economías de los países y muchas familias, empeorando la situación de las personas en salud, empleo, alimentación,…

Me ha indignado la tardía reacción de los responsables del Gobierno. Tanto al Gobierno como la oposición se han dedicado a pelearse mirando antes su interés propio que el de los españoles. También hay que entender que es una situación muy difícil pero lo han podido y han debido hacerlo mejor.

En el ámbito sanitario, se confirma que España no ha estado preparada con los materiales y equipos para los sanitarios. Desde estas líneas, les mando mi agradecimiento para todos ellos porque se han jugado la vida y han demostrado lo que valen…

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Para mí esto es una estrategia muy bien diseñada por el poder mundial para, de momento asesinar a cientos de miles de personas. Lo que está claro es que el Covid19 ya ha cambiado todo… Formateo ó reseteo mundial.

Lo más maravilloso… que la vida sigue. Os presento a mi sobrina.

32. Flor Núñez

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Coronavirus, confinamiento... dos palabras que nos han marcado como sociedad y como solo individuo. Este virus ha traído situaciones nefastas, colapso sanitario, miedo y muerte.

Esta situación nos ha marcado a todos.

En estos meses he tenido tiempo para hacer muchas cosas, trabajar, coser, leer, hacer labores, hacer fotografías desde mi terraza, y pensar, pensar, pensar,,, en la necesidad de ser felices mientras podamos y agradecidos por lo que tenemos.

A nivel personal he sentido angustia por lo vivido pero siempre desde la tranquilidad de mi casa, de tener a mi familia conmigo y en contacto con mis amigos y amigas por teléfono y videoconferencias, algo nuevo en mi vida y en la de muchos.

Aunque me he acostumbrado a estar en casa y a sentirme feliz en ella y con los míos, me alegra la nueva situación que tenemos con la suspensión del confinamiento y pido y ruego responsabilidad en nuestro quehacer diario para que no volvamos atrás y perdamos lo conseguido.

He sentido desazón cada vez que salía a la calle a comprar, una vez a la semana y ¡no más!, ¿para qué? No lo necesitaba. No he necesitado salir a la calle, no me he sentido encerrada, en mi casa lo tenía todo y eso, aunque yo ya lo sabía, lo he comprobado en este "encierro".

En algunos momentos mi estado de ánimo ha decaído, cada vez que veía las noticias, cada vez que escuchaba los terribles números de familias con dificultades económicas y de trabajo, de personas hospitalizadas, de muertos... me apenaba por ellos y a la vez me emocionaba por cada buena noticia que se producía y daba gracias de la situación de privilegio en la que yo me encontraba.

En mi casa es difícil sentirse encerrado, con terraza a uno de los cabezos de Huelva, donde la vista no es otro edificio enfrente, donde podíamos tener nuestros momentos de intimidad, donde no nos ha faltado de nada y nos hemos podido dar hasta algún capricho gastronómico, hemos estados unidos y compartiendo cada momento sin desesperarnos y sintiéndonos afortunados por todo lo que teníamos.

33. Guadalupe Rodelas Carballo

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No podía creerlo, … en sólo 24 horas estaríamos confinados, privados de libertad, de poder tocarnos, de abrazarnos, de saber qué pasaba ahí fuera, un virus, algo invisible, infinitamente pequeño dirigiría nuestras vidas sin permiso, arrastrando a su paso nuestra cotidianidad, nuestra vida diaria, a nuestros seres queridos…

Ya nada sería lo mismo… el silencio se apoderó de nosotros, el miedo a lo desconocido, miles de muertes, sólo seríamos un número… Sólo los aplausos romperían un vacío desolador… Qué sería de nosotros tras la alarma!... ¿Qué aprendimos?... Me niego a tener miedo… apuesto por la ilusión en una mañana mejor, en un planeta libre de odio y lleno de empatía… Un jardín de amor donde crear y sembrar valores a las nuevas generaciones.

34. Isabel Álvarez Cordón

Estado de alarma para mi significó miedo y a su vez tranquilidad... Me asomaba a mi ventana y veía las calles desiertas... Pensé esto es el fin del mundo...

No dormía, por los nervios... Que pasará con el trabajo, con los estudios, con mi vida...

Sin embargo ahora las nuevas tecnologías, esas que nos separaban de las personas del mundo real... hicieron que estuviéramos más juntos y estuve más tranquila porque aún podía hablar con los míos.

Pasaba las horas entre puzles, libros y películas... Así fue mi confinamiento. Hoy puedo gritar estoy viva y he vuelto a estudiar, trabajar, en definitiva a mi vida.

Y doy las gracias a quienes no pararon porque así pudimos comer; y a los sanitarios que hicieron cuanto estuvo en su mano.

Estas son las historias de mi confinamiento. Miedo no, sentí pánico. Alegría no, sentí euforia. Sin embargo gracias a Internet libros y puzle todo fue más fácil.

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35. Isabel Ávila García

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Luces de la luna y la estrella con sombras de la noche: Andan diciendo por ahí, cuando se cierra una puerta se abre una ventana.

Esta maravillosa reflexión nos mantiene a todos entusiasmados y esperanzados porque dicen que nunca falla.

Qué sentido cobraría lo que nunca falla unos meses atrás, cuando nos cerraron la puerta, el portón, la ventana, el ventanal, el balcón, la más minúscula apertura y a muchos hasta la propia vida.

Yo, con la ayuda de las luces y las sombras que se mezclan en la noche al final conseguí abrir la ventana que nunca falla.

Fotografía tomada desde la ventana que nunca falla, la noche del 28 de marzo de

36. Isabel Rodríguez Rodríguez

Nos pasamos la vida corriendo, intentando ganarle tiempo al tiempo, vivimos sin parar, con obligaciones y ocupaciones que apenas nos dejan espacio ni lugar para disfrutar de cosas que siempre tenemos en mente, metas pequeñas y simples que apenas necesitan de recursos y que nunca conseguimos alcanzar porque vamos posponiendo…y así, pasan los días, semanas y años…

De repente y sin avisar llega un virus, por desgracia para muchos y por suerte por no tocarle de cerca para otros, nos obliga a parar, a no correr y a tener tiempo, a saborear detalles y momentos que la rutina y el día a día no nos dejaba, ¿o era yo quién no me dejaba?, desayunos en el balcón, conversaciones largas, escuchas de sueños y pensamientos, pintar, vivir sin prisas y descansar.

Maldito virus, pero bendito confinamiento, de ti he aprendido y no lo olvidaré.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

37. Jackie

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Rivero Míguez

La jaula Cuando murió la pareja de mi Agapornis intenté engañarlo poniéndole un espejo.

La vida, a veces, es una pura trampa. Por eso, cuando aquella mañana me vi reflejada en aquel espejo, pensaba en aquella trampa que la vida nos había puesto, aquella locura de no saber si estábamos solos o vivíamos en nuestros fantasmas, si la jaula estaba dentro o nos la encontrábamos fuera.

Apenas he podido sobrevivir en este encierro más que fabricándome coartadas. Pensando en lo que era mejor, sin saber con qué lo comparaba, mientras la soledad me habitaba dentro y fuera. No tenía miedo, me convertí en su pasajera y dejé que el silencio reinara y me cubriera.

Cuando murió mi Agapornis tenía la jaula intacta y el espejo destrozado a picotazos.

38. Jesús Barroso Cañada

Para mí lo positivo a sido el poder estar mas tiempo con mi mujer e hija juntos, y lo peor el no poder abrazar a mi hijo y nieto durante todo este tiempo. Y a nivel local lo veo complicado por que mi pueblo vive prácticamente del turismo y eso afecta mucho.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

39. José Luis Arizmendi Llanes

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

JUNTOS SALDREMOS DE ESTA Así reza la pancarta que mantienen los sanitarios del Hospital, donde cada día salíamos a aplaudir su labor, han pasado más de 100 días y aún seguimos en la lucha. La inconsciencia de parte de la población hace que esto pueda durar más de lo deseado. No se si hemos aprendido algo, o no?, pero lo que es seguro, es que de esta saldremos, y seguiremos adelante, porque siempre lo hacemos, y siempre lo haremos...

Solo deseo que seamos más responsables, más razonables y más sensatos... !JUNTOS SALDREMOS DE ESTA, NO DEJES DE LUCHAR, GRACIAS!

40. José Luis González Morgado

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Piezas, he descubierto piezas… piezas que me sobran, piezas que me faltan, piezas que creía que encajaban y me equivocaba, piezas fundamentales, piezas que no esperaba, piezas que dan vida y piezas que no quería recordar. Piezas oscuras y piezas claras, con sentido y sin sentido. Pero en definitiva he descubierto más piezas en el puzle mi Vida.

41. José Páez

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Un 15 de abril distinto, incierto; con la sensación de que estaba pasando cosas que nos superaba como especie. Como de no haber llegado preparado para un examen importante y esperando estar a la altura. Juzgando pequeños detalles, como el no salir o guardar turno para comprar para pronosticar un cambio importante de conciencia, el planeta estaba respirando aire limpio, lo estábamos haciendo bien.

Todos, como especie, lo estábamos haciendo bien, y la naturaleza desplegó este arcoíris como si de una bandera se tratara.

42. José Jesús Recio García

Hoy me he echado una siesta !qué mal sueño!

Llegaba Mayo, y las calles se encontraban tan vacías, era tan raro, no había Rocío, era tan raro. y he despertado, sabiendo que un mes de Mayo sin Rocío, - no es mes de Mayo-, que quede claro, no es mes de Mayo.

Canción de mis hermanos del grupo Onuba del año 1989. Premeditaba lo que no ocurría desde hace 133 años.

Un mayo sin Rocío.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

43. Juan Carlos Fernández

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

ESPERANZA, así es como yo titulo la experiencia de mi confinamiento, en la cual pase por varias etapas anímicas, miedo , rabia , alegría, tristeza y la desinformación de lo que podía acontecer, algo que no me ha ocurrido en toda mi existencia.

Pero en el fondo mi intuición humana era la de tener esperanza.

A todo esto me dio por hacer manualidades con cuerda de paracord y mira tú por dónde, fue el arma que me ayudó a desconectar de la realidad que teníamos y en parte seguimos teniendo; la cuestión más positiva que viví fue que después de diez años, volvimos a convivir los cuatro miembros de mi familia bajo el mismo techo imagínense, volver a tener a mis hijos en sus habitaciones igual que cuando eran pequeños. En fin, actualmente me encuentro de baja por una intervención y sigo en casa confinado con mi mujer que ejerce de enfermera de curas en mi herida, estoy esperando a recuperarme para abrazar mi cámara y perderme por ahí con ella.

Eso es todo amigos.

44. Juan Carlos Ordóñez

Del blanco al negro.

Fotografía digital realizada el 14/5/2020.

Una pandemia global, como característica de una sociedad enferma, ha marcado una forma distinta de mirar hacia un nuevo mundo de desconfianza.

Una imagen para 99 días de incertidumbre y retos desconocidos, ilusiones truncadas y duelos inconclusos.

Todas las expectativas centradas en que sirvieran para reflexionar, para ir con más calma, tener tiempo de analizar un modo de vida que nos lleva al fracaso, que nos desconecta con nuestro ser natural, la propia naturaleza exhaló un suspiro de alivio. La osadía en la balanza, salud y economía, protección e inseguridad, individuo y comunidad, interés común. Que es el interés común si no parte del derecho individual, de la protección del ser humano por el simple hecho de haber nacido, de garantizar sus necesidades básicas, el bienestar social.

Este estado nos ha alarmado y sin embargo desoímos su estruendo, no es el virus lo que nos alejará de una sociedad civilizada, humanizada, seremos nosotros mismos, nuestra propia arrogancia, la que nos ponga por delante todo lo irracional, lo insolidario, lo insostenible... iremos del blanco al negro profundo irremediablemente, en un intento vano de protección, en una ilusoria idea de seguridad. No queda tiempo para la reflexión.

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45. Juan Luis Vázquez Alemán

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VUELO FR2207 VALENCIA-SEVILLA El día antes: Volvíamos de pasar unos días en Gibraleón, no nos veíamos desde navidad y para no estar tanto tiempo sin estar juntos decidí poner una fecha intermedia entre las vacaciones de Semana Santa.

Nos despedimos, fue triste, pero la combatía pensando que el 9 de abril volvía a por ellos.

Lunes 9 de marzo: Puerta de embarque 13:30, hay un señor muy enfadado con acento italiano alejado del resto del pasaje. Comienza la facturación, continúo sentando y el señor de acento italiano cada vez se enfada más subiendo el tono de voz. Llega mi turno, facturo embarco y tomo asiento en el avión. Aparece el señor de acento italiano mucho más enfadado negándose a compartir pasaje, llega una azafata primero luego el resto de la tripulación, logran tranquilizarlo, despega el avión. Hago algunas fotografías desde mi ventanilla para no pensar demasiado en lo que he dejado atrás y cuando llego a Sevilla se la envío a algunos amigos.

A la semana siguiente lo entiendo todo, dos semanas mas tarde me doy cuenta de que no sé cuándo volveré a estar con mis hijos.

46. Juana María Martín Infantes

Me llegaban mensajes de incertidumbre, pero para mí no era un estado nuevo, así llevo años. Mi estado emocional por los suelos, así que luchaba con rutinas para estar física y emocionalmente estable. Cosa imposible, ya que todo lo que tenía en agenda, se aplazaba o suspendía. Decidí seguir adelante con lo que estaba en mi mano: hice una propuesta de trabajo online con el Consejo Municipal de Infancia y seguir adelante con mis propósitos fotográficos de manera virtual. De nuevo la expresión creativa fue la que me salvó de ese #yomequedoencasa, e hice varios proyectos: Que grite la flor https://www.facebook.com/watch/?v=1073632969680711 Espinas del Alma https://www.youtube.com/watch?v=Z6Kgf4M4J40 12 barbudos https://www.youtube.com/watch?v=2tUO5bhmZUc Cuerpo y agua https://www.youtube.com/watch?v=ULB9I5S_i58 … Del campo https://issuu.com/juanamariamartininfantes/docs/exposicio_n _del_campo_juana_marti_n Confinamiento con un gato https://issuu.com/juanamariamartininfantes/docs/confinamien to_con_un_gato En el trabajo, me asignaron nuevas funciones. La más destacada: hacer unas 100 llamadas por semana a personas mayores para saber de su estado. Fue una experiencia agridulce, porque sabía del valor de mi labor, pero fui esponja de miedos, muertes, padecimientos y dolores.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Me acordaba de las personas maltratadas por sus parejas, de los menores que sufren abusos de sus progenitores y de los mayores que sufrían la soledad y el miedo… una locura. Me invadió el pánico, pensé que no salíamos de esta… Escribí a muchos amigos para saber que se encontraban bien; revisé mi archivo fotográfico y envié fotos a unos y otras como si el mundo se fuera a acabar; escribía cartas a los enfermos y personal del Hospital Juan Ramón Jiménez, colaboré en el Otoño Cultural Solidario… No puedo estar más agradecida por el apoyo de amigos y familia, seguidores en las redes sociales,… y la compañía de Jacinto- mi gato-. Siempre me he arremangado y me he levantado, ahora también.

47. Juanma Nogales Delgado

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Que tal lo lleva Juanma?

La pregunta y su contestación "pues muy bien, me está sorprendiendo", me hizo pensar en mi, o sea el bicho raro, inquieto, indisciplinado, incordio... lo está llevando bien!!!

Pero que imagen tienen de mi..

Pues claro, asumí que era nuevo, que no podía llegar a los límites, que no era una apuesta, si no una realidad, que tenía que ser uno más y no el que más... observé que puedo ser todo eso y que además ayudar, participar, ser amable y estar sin hacer nada extraordinario, es factible, lo extraño es que no lo vieran antes...

48. Julián Pérez

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Avanza, adelante, …. La vida regresa a las calles!

Lo que para algunos era un calvario por no poder salir de casa durante el confinamiento, para mí lo era el tener que hacerlo a diario y encontrar las calles vacías de vida. Aquella mañana de domingo los más pequeños inundaron las silenciosas calles y plazas con risas, carreras y con la esperanza de que poco a poco regresaríamos a la normalidad. Ese día yo también iba a tener mi recompensa. Tras 46 días, por fin iba a poder ver a mi hija, pasear y reírme con ella. Nunca olvidaré aquella mañana!

49. Laura Limón

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Sombras: sólo casa, resto de familia, teletrabajo, COVID19.

Ansiedad, falta de aire, incertidumbre, miedo, COVID19.

Tristeza, dolor, duelo, residencias, fases, COVID19.

Desescalada, enfermedad, llantos, rabietas, COVID19.

Discusiones, encierro, insomnio, evaluaciones, COVID19.

Muerte, contagio, violencia de género, abuso a menores, COVID19.

Luces: casa, familia elegida, trabajo en casa, TIEMPO. Libros, juegos, música, escribir, leer, dormir, colorear, TIEMPO. Vino, serie, nuestro pan, mi “habitación propia”, TIEMPO. Risas, sueños, proyectos, salud, TIEMPO. Reír, correr, aprender, ordenar, TIEMPO. Trivial, llamadas, Ro GB, departamento, TIEMPO. Azoteas, Elvira Lindo, cerveza, feminismo, TIEMPO. Arco Iris, aplausos, 20 horas, esenciales, TIEMPO. Mamá, maestra, activista, TIEMPO.

50. Acuariosur (pseudรณnimo)

Y llegaba cada tarde, no era el paisaje mรกs bonito del mundo... era el retrato de mi realidad.

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51. Lidia Blanco

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Este tiempo ha sido duro, ha marcado muchos momentos y no puedo evitar que cada vez que pienso en todo lo ocurrido se me humedecen los ojos todavía. Ha sido una montaña rusa de sentimientos, cada emoción un vagón de esa montaña, pero he aprendido mucho.

Las cosas que valoro como más positivas han sido: poder disfrutar y estar más tiempo con mi mascota y disfrutar de mi casa, en mi día a día por motivos laborales paso mucho tiempo fuera de casa. Mejoró mis estado de salud ¿suena raro verdad? En una epidemia….pero así ha sido se me fue el estrés y esa tos nerviosa que me perseguía día a día.

Lo negativo sin duda es estar tanto tiempo sin poder visitar a mi familia, mi padre estaba enfermo y cada día que pasaba lo vivía como un día que no podía disfrutar de él, ha sido bastante duro, las noticias era aterradoras y cada fallecido suponía mucha tristeza, no podía estar pasando, un país desarrollado como el nuestro y desabastecido de materiales tan necesarios para afrontar y combatir con el Covid 19.

IMAGEN. Me quedo con esta. Me disfrazaba para estar a las 20:00 horas en el balcón y que mi vecina pequeñita pudiera sonreír y compartir disfraces.

52. Lina María Báez Cuaresma

El confinamiento ha hecho que extrañe cosas que jamás valoré, el aire fresco al caminar por ejemplo y me ha hecho valorar y disfrutar otras que sabía que eran importantes, pero no tenía idea de hasta qué punto por ejemplo abrazar y besar a mi familia y amigos. He sentido miedo ante lo desconocido, pero también responsabilidad por lo si puedo hacer. Siento que la Tierra nos ha dado un toque de atención y nos ha hecho encerrarnos para que reflexionemos y salgamos fortalecidos, pero tengo miedo de que no todos hayamos aprovechado esta oportunidad.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

53. Lola Durán Muñoz

El día 20 de febrero me operan. Necesitaba cuidados médicos, enfermeros/as y farmacéuticos. Mi evolución fue favorable. Llegó marzo con un confinamiento.

Es cuando me veo perdida. No sé si tengo que acudir al Hospital. Al final me llamó el doctor y sí, tenía que asistir a mi revisión. Iba con miedo, pues no tenía ningún papel acreditativo. Todo fue favorable y me pude ir recuperando.

Positivo: Soy Presidenta de la Asociación Virgen de la Cinta. Me dediqué a telefonear a nuestras socias que están solitas, les iba informando de lo que ocurría, las animaba y les daba números de interés por si los necesitaban. Gran solidaridad y comunicación entre la Junta Directiva, presidentas de Huelva y provincia, con nuestros monitores de cultura de Barrios a través de WhatsApp. Hicieron mascarillas para ponerlas, llamadas a cada momento con la familia por video llamada. Hacíamos retos divertidos, pasatiempos, pinturas, fotos, etc. En definitiva Solidaridad entre todos.

Como aspecto negativo fue ver diariamente por Facebook discusiones e insultos por los distintos partidos políticos. Eso no me gusta entre amigos.

Doy las gracias al personal sanitario y a todas las personas que han estado en primera línea en esta pandemia.

Pido por todos los fallecidos.

Vamos a cuidarnos, pues el virus está entre nosotros todavía.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

54. Luna P.A.

Me he sumergido en días bastantes grises.

Irremediablemente,

me

he

encontrado

y

perdido

constantemente en todas y cada una de las tonalidades existentes de este inefable color. El miedo incesante de la incertidumbre, de lo

que

podía pasar

a tus

seres

queridos, era lo peor, sin duda. Momentos de subidas y bajadas emocionales experimentado.

como

nunca

antes

había

Ha sido todo un caos extraño e inesperado. Sin embargo, también me he tomado el tiempo suficiente para conocerme más a mi misma, y eso, me ha encantado.

Soñadora, intensa, fuerte, luchadora, y sobre todo, apuntando más directo a mi felicidad.

55. M Carmen Macías Caparrós

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

La máquina de coser tiene una luz. Es pequeña, pero tiene luz. La pantalla del móvil y las pelis de la tele, también la da. El sol llega en la esquinita donde me acurruco en el balcón; él también tiene mucha luz; aunque no tanta como una video llamada de WhatsApp. Las agujas de hacer punto dan una luz espectacular, iluminando la lana que, como Penélope, tejo y destejo. Sin embargo qué oscura la noticia, la soledad, la desconexión, el estado de miedo. Qué tenebrosa la larga noche tras el mórbido telediario.

Qué poco gris clarito hay en el terror a la muerte, al sufrimiento, a la enfermedad. Menos mal que mientras no llegue la Parca, no hay absoluto, y el estado alarmista pasa, al menos, entre penumbras.

56. M Isabel Martín Infantes

Confinamiedo Noches sin luna, días inciertos.

Amor con miedo.

Miedo en la casa, miedo en el pecho.

Sombra burlona en el firmamento.

Días robados y de desconcierto.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

57. Makarmen Cruzado

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

“Estado de alarma": ira, frustración, hastío, impotencia, incertidumbre. Además del distanciamiento físico, comencé a vivir un autoaislamiento mental para evitar emociones que nunca he sabido gestionar. Sobreviví y sobrellevé la situación gracias al deporte diario y a la cocina algo más elaborada, a la que hay que dedicar tiempo. Pero mi mayor salvavidas fue el PAN, algo sencillo, humilde con tan solo tres letras me envolvía en un halo mágico, tanto me suponía que hasta le di nombre a mi masa madre, Gustavo, mi pequeña creación.

58. Malia León

Todo cambio conlleva una transformación y con ella un proceso de aprendizaje. Es evidente que a todos nos ha afectado de alguna forma esto. Lo cierto es que aún no me encuentro muy centrada. Estos días me he sentido a ratos algo ‘zombificada’ por el hecho de no poder decidir grandes cosas o moverme libremente.

Las primeras semanas fueron un tanto alarmantes con el bombardeo de noticias, y me las pasé intentando entretener la mente, cocinando y fotografiando lo cocinado, fotografiando atardeceres y amaneceres, disfrutando de los ratitos en el jardín propagando suculentas y germinando semillas hortícolas... Suelo escuchar mucha música y en esos días más, también ando aprendiendo a tocar la guitarra eléctrica, así que en el confinamiento con más ímpetu. El cine y las series han sido la salvación para los comederos de cabeza, he dedicado bastante tiempo a ver películas y series de terror, mis favoritas.

Obviamente he tenido momentos de bajón, cuando te asaltan dudas sobre el futuro y las preocupaciones recurrentes en cuanto al trabajo y la salud de las personas que quieres...

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

59. Mamen Montagut

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Una de las cosas más extrañas de esta cuarentena fue ver una ciudad viva y llena, totalmente desierta, cual película apocalíptica.

Soy de Huelva pero actualmente vivo en Madrid. Ambas ciudades, son la noche y el día. Madrid es bulliciosa, la gente va con prisa a todas partes.

Sonidos de motor, autobuses que arrancan. Pitidos en los pasos de cebra de los semáforos. El del metro cuando llega, cuando cierra sus puertas, sonidos de sirenas. Los cantantes del metro con su guitarra, y el que pide limosna. Todo aquello enmudeció. No había público.

La verdad que agradecí esa tranquilidad los primeros días. Era lo más parecido a Huelva que había vivido en estos años. Pero era una tranquilidad extraña. Todo se oscureció cuando iba al trabajo y éramos dos en el autobús, yo y el conductor. El metro más de lo mismo, habíamos como mucho 6 personas en un tren, donde antes no te podías sentar e ibas pegado a la puerta.

Las caras eran tristes a la ida. Y a la vuelta de cansancio.

En mi caso, trabajadora de un supermercado, el trabajo era el triple. De tener camión tres días a la semana, ahora eran todos los días, de lunes a domingo, con el mismo personal, incluso alguna semana sin librar. Pero el cansancio no era solo físico, sino mental. La gente no respetaba el metro de seguridad, entraban sin mascarilla (como no había). Eso hacia que el estrés fuera el doble, porque pensar que podían pegarte el virus, y tú pegárselo a tu familia era lo peor.

Fue una Madrid distinta, como nunca se había visto. Poder caminar por la carretera, poder hacerte una foto cerca de por ejemplo, la fuente de Neptuno, fue lo único que me gustó. Pero la verdad que prefiero poder salir, y ver que la vida continua aunque sea en esta bulliciosa ciudad.

60. Mamen Zapata

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Libertad, mi compañera de vida más fiel.

Libertad, cuando sonrío, cuando beso, cuando abrazo... esa, la que jamás pensé que no dependiera de mi.

Hasta que hizo acto de presencia un "personaje" que aunque invisible a nuestros ojos llegó derrapando, con fuerza y despeinando la vida de todo el planeta Y consiguió hacerme sentir a ratos, estresada, incrédula, impaciente, viviendo al filo de lo impredecible, con miedo a veces más grandes que yo misma, alejada de la mayoría de mis seres queridos...

Pero mientras que espero a que todo acabe para que todo vuelva a empezar voy entendiendo que si me alejo temporalmente de las personas que quiero es porque las amo más de lo que pensaba, que no todas las tormentas llegan para perturbarme sino que algunas lo hacen para limpiar mi camino, que ser precavida no es tener miedo y que vivir el momento es la única realidad.

61. Manuel Fernández Domínguez

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Agárrate a la terraza, es grande: plaza, palmeras, luz, espacio, catedral, Conquero, cigüeñas criando, cola en panadería, poca gente, pocos coches...

Andar y andar, 11/ 13 cruces en libretilla X15 garbanzos (vueltas) X 53 pasos X 0,72 cm = 6 ó 7 km diarios.

No salir de casa.

Lee, música, cine, escribe, ordena cosas, limpia (nadie viene). Tristeza de horas y silencios, ciudad anestesiada… lingotazos de Mozart y saca todos los LP. Poca tele, salud mental. Llama más por teléfono, retoma Feisbuk, prensa en Internet.

No salir de casa.

Aguanta, pasará, ya salías poco. En verano sería peor.

Escapada mercado con excusa gurumelos...raro en calles vacías, mal sabor.

El campo está precioso sin gente, dicen.

No salir de casa.

NO SALIR DE CASA. Ya está aquí! Necesario, dicen.

Cierto ¿miedo?...vives solo. ¿Y si lo cojo?

Ella no vendrá los fines de semana. Hasta cuándo…

No salir de casa.

Por fin han vuelto los vencejos, cientos!!

Revuelven, alegran el cielo de la plaza.

Tres veces al súper/farmacia, no una. Mal rollo.

Llueven noticias malas, muertos, dolor, sanitarios desbordados, guirigay político indecente.

No salir de casa.

Simón...pico... OMS. 7,55, "Resistiré" atruena la plaza y tú sigues caminando como pony de tiovivo.

Aplaudir, querer creer que con ganas.

Ha muerto un pollo de cigüeña, ya casi volandero, en el nido de la catedral.

No salir de casa.

62. Manuel A Maestre

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Calles desiertas, algunas personas con sus mascotas y con bolsas de la compra con mucha prisa por llegar a su casa. Silencio muchísimo silencio. Procurar tener una normalidad dentro del hogar, imposible; las noticias desbordan. Días de lluvia, la tristeza aparece más constante. Pero surge en un cielo gris y encapotado un Arcoíris de Esperanza...

63. Manuel González Fernández

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En lo negativo creo que me ha pasado lo mismo que a todos, el hecho de no poder ver a los tuyos durante mes y medio, especialmente triste ha sido no poder ver a mi nieto nacido en diciembre, de hecho cuando lo he vuelto a ver le resulte una persona totalmente desconocida, llorando de forma desconsolada ante mi presencia, aún al día de hoy no se siente muy seguro al verme.

En la parte positiva a sido muy interesante parar un poco, ver que hay algo mas allá del trabajo, de las obligaciones, del estrés, me he vuelto adicto a la lectura, un poco abandonada, he vuelto a coger los pinceles, con pésimo resultado por cierto, y sobre todo como he dicho anteriormente a poner en valor cosas más allá de lo material y lo mundano.

64. María Ángeles Garrido Benito

Conocía a la fragilidad, al menos en teoría; Pero en plena Pandemia, me asusta tener un virus tan veraz tan cerca. Que todo dependa de un soplo, de un mal aire que se expande.

He aprendido que la salud propia, y más aún la de los míos, al fin y al cabo, es lo más valioso. Y eso no se puede comprar. Es una suerte que se tiene o se te arrebata, sin más.

He sentido el tiempo demasiado lento, tanto que me obligaba a vivir el momento con mis hijos y mis padres, a ser consciente de mi respirar.

He tenido la suerte de estar en una casa de campo; Pero no sé cómo explicar, que incluso a veces, era claustrofóbico no poder ir más allá de la cancela.

Me ha dolido la distancia que me separaba de los míos que no estaban en casa. El paso de los días sólo se aliviaba gracias al teléfono. Ese momento videollamada ha sido como un alivio para el que incluso me preparaba con esmero.

Con mi hijo y mi hija, pues hemos tirado de imaginación. Estoy sorprendida de lo bien que han llevado la aceptación de las circunstancias cambiantes. Una lección que los niños nos han dado.

La fotografía ha sido una buena vía de escape. Era mi no pensar más allá.

Todos los días un tema en el grupo de Facebook "yomequedoencasa", y ese reto me hacía ser creativa, me subía la moral. Otras veces, arreglaba las plantas de mi madre y me servía de relax.

No ha sido fácil, no; pero nadie dijo que la vida lo fuera.

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65. María Batanero

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Durante el confinamiento Ese fin de semana me encontraba en la sierra disfrutando con unas amigas de la esperada y merecida escapada, aunque algo nerviosa por lo que estaba ocurriendo. Era 14 de marzo del 2020 y nuestro gobierno había declarado el estado de alarma en el país.

Regresamos a una ciudad desierta y nos despedimos sin ser conscientes del tiempo que pasaría hasta volver a abrazarnos.

En un principio mis preocupaciones eran la familia y su bienestar y poco a poco fue extendiéndose más allá de mi entorno hasta tomar conciencia de la realidad global. Observé que mientras la ciudadanía mostraba solidaridad, algunos grupos políticos avergonzaron al país con una actitud egoísta y crítica con un gobierno necesitado de apoyo.

Paralelamente, un bombardeo de bulos inundó las redes sociales, el instrumento perfecto para una manipulación emocional y psicológica de una población vulnerable. Si no puedes convencerlos, confúndelos. He aquí la cara más fea de la pandemia.

El confinamiento puso a prueba nuestra convivencia. En unos casos salió reforzada mientras que en otros muy perjudicada.

Aumentaron considerablemente los casos de violencia de género.

En contraposición, el gran beneficiado de la pandemia está siendo el medio ambiente. El mundo se paró y está permitiendo que la tierra sane. Nos acercamos más a la naturaleza.

66. María Coronado

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Durante estos meses he percibido mucho miedo en los ojos que me miraban, yo confieso que también he sentido. Primero fueron las manos enguantadas de vinilo azul, después los labios enmascarados por telas que nos han enseñado a respirar de otra forma. He visto a través de la puerta, que abre mi mundo al exterior, las aceras deshabitadas, los árboles preñados de naranjas y un cordón como un rayo de sol que me separaba del otro, de los abrazos, de los besos, incluso de las palabras. Pero estoy aquí, seguimos aquí y algún día la memoria nos lo recordará.

67. Maria Coutinho

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imรกgenes

Um tempo para pensarmos realmente acerca da vida planetรกria, uma descoberta do nosso eu interior, um ajustar de horas, um recriar a Vida.

No ha sido fรกcil, no; pero nadie dijo que la vida lo fuera.

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

68. María José Mendoza Rodríguez

El estado de alarma...

Jamás pensé que viviría una situación así. Algo tan lejano hasta entonces.

Ha llegado justo en un momento de mi vida de muchos cambios, cambios físicos, emocionales, económicos, todo ello en el año de mi 50 cumpleaños, como si hubiera venido para enseñarme que ya es hora de disfrutar de mis ratos, de valorar la vida y de exprimir al máximo los momentos con los míos, a vivir la "nueva normalidad"...

Por supuesto daros las gracias a todos los que habéis estado ahí, dentro del ordenador, como dice una personita, haciendo más llevadero el día a día, con nuestras fotografías, con palabras de esperanza...

Besos para tod@s.

No ha sido fácil, no; pero nadie dijo que la vida lo fuera.

69. María Luisa Domínguez Borrallo

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Ahora sé que hubo una gotera que iba minando mi cerebro sin ser consciente de ello: el coche de la Policía Local y su mensaje repetitivo y constante: *Estamos en un estado de alarma, deben permanecer en sus hogares*. El temor a cruzar la puerta de la casa se agudizó y la agorafobia acampó a sus anchas. No he leído ninguna noticia que hable de ello, pero el efecto secundario del confinamiento para muchas personas ha sido este, ahora queda la lucha por atravesar esa puerta que nos lleva a lo desconocido, queda adaptarse a una vida donde el tacto está limitado.

Con el confinamiento se truncaron sueños y proyectos, viajes… y se detuvo el reloj.

La prisa dejó de seguirnos los pasos, y quizá por primera vez fuimos dueños de nuestro tiempo sin que el espacio nos perteneciera, la vida siempre se cobra su parte.

En mi caso desplegué mi creatividad restaurando muebles y cocinando.

Limpié los armarios mientras me limpiaba por dentro. Me dediqué a hacer lo que me apetecía, hubo semanas donde escribí y leí casi compulsivamente, mientras otras no podía tocar un folio ni un libro.

LA PUERTA Mi voz pregunta a todas las voces que están tras la puerta: ¿Podéis ver esta muralla invisible que me separa de vosotras? ¿Podéis atravesar esta puerta a la que custodian centinelas invisibles?

La puerta de mi casa, el hechizo que la cubre de dentro hacia afuera, y la determinación de mis pies por romper el encantamiento.

70. María Moa

Momentos dispersos.

Hoy haré deporte, pero no quiero.

Hoy me enteraré mejor que es esto del COVID-19, pero no quiero enterarme de nada.

Hoy me pondré con los 3 cursos online, pero no quiero.

Hoy limpiaré a fondo la casa, pero no quiero.

Hoy necesito hablar de lo triste que me siento, pero no quiero hablar de nada.

Hoy me levantaré temprano, pero no quiero ¿para qué tendría que hacerlo?

Tengo un sinfín de cosas que me gustaría pero no quiero.

Estoy repartida entre la atención, actividad y esfuerzo de muchas cosas, pero… NO PASA NADA. No pasa nada si estoy en una montaña rusa que ya cansa, de altibajos, de sentir miedo, ansiedad y de repente risa, mucha risa. Todo es válido.

No tengo la obligación de sentirme bien.

Voy a darme permiso de sentirme tal cual sin juzgarme De que esto forma parte de mí en este momento.

Dejaré que todas estas emociones fluyan y sigan su propio curso, siendo parte inevitable de este proceso.

Les daré tiempo y espacio hasta que desaparezcan.

Pero sobretodo, daré gracias y muchas por un día más, un día menos.

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71. María Terrada

Para mí ha supuesto TIEMPO un parón necesario que la vida ha tomado, un respiro para reequilibrar, reestructurar y renacer Apartando opiniones sobre políticas, conspiraciones y manipulaciones, me quedo con la idea de que esto ha sucedido porque era necesario, la Tierra, nuestra madre, gritaba auxilio y no fue ayudada lo suficiente, así que ella tuvo que actuar. Durante el confinamiento me he notado muy sensible y emocionada con noticias e imágenes de animales ocupando las calles, de la naturaleza reviviendo y tomando espacio.

He vivido un resurgir de dentro afuera y visto de fuera adentro.

No he sentido miedo, sino calma, no he sentido enfado, sino aceptación.

En lo personal he disfrutado de más tiempo para hablar con familiares y amigos, para compartir con mi pareja, cuidar las plantas, atender a los animales, incluso hemos adoptado a un perrito y 9 gallinas, hemos invertido tiempo en hacer jabón, una cascada en la parcela, terminar el proyecto del gallinero, el huerto y diferentes manualidades que siempre estuvieron en mi mente Respecto a lo económico, no ha sido negativo, me adapté a la situación y seguí impartiendo las clases de yoga y danza grabadas, ha sido bonito seguir unidos a pesar de la distancia.

He aprendido que la vida puede sorprendernos de un segundo a otro, que no invertiré demasiado tiempo en planear y viviré más lo que tengo hoy.

Que como practicante y profesora de yoga era muy consciente y vivía mucho el presente pero como cualquier ser humano planificaba y me Pre-Ocupaba por el mañana.

Hoy soy más consciente aún de que la vida cambia, te sorprende y se va cuando menos lo esperas.

La sombra de todo esto, las muertes de tantas personas, las luces, el despertar de la conciencia colectiva, el valorar aún más la vida, el tiempo, el presente y el ser más amoroso con nuestra Madre Tierra.

Bailarina/Profesora de Danza y Yoga

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72. Mário Rui Gouveia

UM NOVO AMANHECER Daremos um valor renovado a momentos que nos passavam despercebidos.

Festa da Vida Carlos Mendes Que venha o sol o vinho as flores Marés canções todas as cores Guerras esquecidas por amores Que venham já trazendo abraços Vistam sorrisos de palhaços Esqueçam tristezas e cansaços Que tragam todos os festejos E ninguém se esqueça de beijos Que tragam prendas de alegria E a festa dure até ser dia Que não se privem nas despesas Afastem todas as tristezas Pão vinho e rosas sobre as mesas Que tragam cobertores ou mantas O vinho escorra pelas gargantas E a festa dure até às tantas Que venham…

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73. Mario Sánchez de Gracia

8 Abril 2020 … cuando el Mundo cambia, todo para; pero cuando eres el aliento de las personas que ya han dado todo al mundo, ahora… necesitan que las cuiden !!

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74. Mariola Toscano

Este tiempo de confinamiento me ha permitido…: Luces: vivir con más intensidad el concepto de familia en todos sus sentidos, no sólo porque hemos pasado todo el tiempo juntos sino porque ese tiempo ha sido de calidad y para todos ha sido un aprendizaje de vida. Nos hemos parado a analizar la situación vivida, a primar lo importante que es tener salud y a minimizar las preocupaciones con un ínfimo valor.

Sombras: sentir miedo en algunos momentos por lo incontrolable que veíamos la situación; ira/rabia por la impotencia de no poder hacer nada, por las actuaciones de nuestros gobernantes y por la irresponsabilidad de algunos ciudadanos; tristeza por el número de fallecidos y por cómo se han ido; vacía en algunos momentos por no poder ofrecer ayuda…

Ojalá no volvamos a vivir esta situación…

Una foto que me encanta porque fue la primera vez que salí de casa con las niñas después de todo el tiempo de confinamiento. Su padre estaba trabajando. Estamos las tres juntas, celebrando nuestro primer paseo y las manos de Diana simbolizan una coraza que detiene al virus y no hará que nos separemos.

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75. Mery Martínez

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Cumplí mis 60 años en mayo, en pleno confinamiento, había planeado una bonita celebración porque cumplir 60 primaveras ya es un reto alcanzado, aún así, disfruté con cantos, llamadas y regalos.

El mejor regalo fue lo que aprendí.

Aprendí: * que la familia siempre está. * que el planeta necesitaba este respiro. * que valorar los momentos que compartimos con los que amamos, no tiene precio. * que el dolor por la perdida es más fuerte si no estamos. * que poner nuestro freno de mano es sano y necesario * que traer recuerdos ya olvidados nos muestra en lo que hemos cambiado y mejorado.

Conclusión: pobres lo que no hicieron nada ni aprendieron nada para mejorar el universo, la vida de todxs y la propia.

76. Música Laborantus

Cuando la verdad, la realidad están en estado líquido, nos auxilia lo simbólico. Para mí, la pandemia fue "introspección" como moneda. La cruz: observé mi tendencia a lo negativo. Para paliarlo inventamos el truco de etiquetar una botella de agua con palabras de bondad para nosotros y la humanidad. Y aquí el hecho simbólico: apareció en mi casa una libélula. Dicen que las libélulas viven cerca del agua. Pero mi casa no está junto a ningún río. Se adhirió a mi mosquitera sin que fuera posible echarla por las buenas durante varios días.

Como tuve ocasión de observarla, me di cuenta que era amarilla blanca y negra, con diseños en sus escamas o exoesqueleto. Un tanto inquietante, de su simbología me quedo con que se aproxima a donde las aguas son puras.

Pensé que había funcionado el etiquetado de la botella.

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77. Nani Romero

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Una guerra estaba fuera, una no visible pero muy cruel.

Las personas infectadas y fallecidas se convirtieron en números que crecían cada día esperando alcanzar un pico, que parecía no llegar nunca.

Y nos ofrecieron una sola arma, un arma poderosa para luchar en esta guerra: !!quedarnos en casa!! En nuestro caso, me siento afortunada. porque mi familia tenía un sitio confortable, sin faltarnos lo más esencial, gracias a dios.

Y sin olvidar lo que pasaba fuera, decidimos sacar algo bueno de este maldito coronavirus …

Lo primero, el valor de lo esencial, de las cosas y las personas que realmente son necesarias para nuestra vida y no, no son lo que nos quieren hacer creer.

Descubrimos que sentarnos a ver una serie, todos juntos, era un buen remedio para no enfermar de sobreinformación, que la tecnología nos podía acercar a los seres queridos y a agradecer el sacrificio de esos héroes sin capa a las 8.

Y fue con esos aplausos, cuando me convertí en “animadora de balcón” y me pude acercar cada día un poquito más a mis vecinos. Y con pasos de semana santa, romería, bailes, gincanas, disfraces, videos, bingo, discoteca y toda clase de inventos conseguimos pasar la mejor de las cuarentenas, a pesar de todo.

Gracias a todos pudimos acabar el desconfinamiento con la visita de nuestro particular covid 19 repartiendo los regalos que nos hicimos todos con nuestro amigo invisible.

78. Nicolás Capelo

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Salía cada día a trabajar y se me hacía un nudo en el estómago al saber que tenía que estar presente en cada foco de infección y podérsela pasar a mi familia.

El mismo día del estado de alarma y no se por qué motivo, cogí mi guitarra y sin pensarlo, ofrecí un concierto online (no sé si de los primeros en España), para aplacar la indignación, el miedo, la frustración, la incertidumbre de todo el que quisiera sumarse a esta nueva extraña andadura.

Me suspendieron la gira a mitad de la misma. Oí mil veces al Presidente decir que saldríamos reforzados y mejores personas, todo un despropósito. Seguimos y seremos infinitamente peor.

79. Paqui Izquierdo

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Sensaciones diferentes a medida que los días avanzaban. Primero inquietud, duda, incertidumbre. Un poco después, llegó el miedo, pavor diría yo.

Se ralentizó el tiempo, y eso a pesar de que me ayudaba mi trabajo, me ayudaban mis alumnos con los que cada día me conectaba en directo, con correos, intentando suplir la clase presencial, hasta el punto de utilizar Photoshop para escribirles como si estuviese haciéndolo en la pizarra de clase y corrigiendo ejercicios. Y sintiendo inseguridad ¿lo estaré haciendo bien? ¿aprenderán? Hoy puedo afirmar que así ha sido, aunque haya tenido que adaptar herramientas fotográficas y digitales para conseguir enseñarles.

La fotografía me ayudó también a resistir confinamiento, aprendiendo de clases que grandes fotógrafos (y mejores personas) impartían online.

Poniendo en práctica la iluminación en casa, aunque tuviera que ser yo misma la modelo, o alguna muñeca o peluche que andaba por casa. Y aprovechar así el tiempo en aprender, aprender, y aprender más cada día.

Y entre trabajo y fotografía, miradas al informativo expectantes con el deseo de que cambiara la curva. Y aunque con pena por los muertos, veía la información de números, curvas y estadísticas. Hasta que me llegó la noticia de la muerte de un amigo y le puse cara a uno de esos número que la televisión mostraba, y en ese momento, me hundo en la pena.

Y vuelve a sacarme de la pena la fotografía y el trabajo, y el trabajo y la fotografía. Y, como no, mi marido, siempre ahí, junto a mí, dándome ánimos. Sin él no se si habría sido capaz de resistir.

80. Paqui Morales

Con esta imagen yo quiero hablar de las luces y las sombras de este confinamiento...

Por duro que ha sido, por el dolor que ha causado en tantos seres que se han ido en soledad y sin esperarlo..., para mí ha supuesto la luz que necesitaba..., apagada por tantas sombras que este virus ha fulminado...

El confinamiento me ha traído silencio, espacio para dialogar y encontrarme con mi yo interior...

TIEMPO, SILENCIO Y VIDA TIEMPO, SILENCIO Y VIDA En silencio aprendes qué la vida es tiempo...

Sin tiempo no hay vida...

Sin vida no hay silencio...

Cuándo el tiempo se detiene, el silencio irrumpe..., se instaura en ti...

Tú no quieres..., te resistes...

Ardua tarea esa de sólo escucharte a ti...

El silencio vence..., recompone tu alma..., emerge lo mejor de ti...

Amor al prójimo desde el amor propio..., por y para la vida, dar y compartir...

TIEMPO, SILENCIO Y VIDA...

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81. Paqui

Dejaron marcas las horas, los días y meses. Que sirvieron para encontrarme nuevamente con escritos y poesía, transformando el dolor y la tristeza en pequeñas luces de letras.

Ahora que el tiempo nos separa Ahora quiero decirte que te imagino Aburrida y aleccionada tras el encierro. Miro al horizonte de Mayo Fundido entre oraciones y llantos Arrastro la soledad en espera Entre cuatro paredes de nostalgia Rebozan canciones de esperanza Hazme llegar el día que, no sea, de una infancia.

Mi Paqui.

82. Patricia Chapela Cabrera A pesar de los múltiples intentos por escribir, todo era en vano.

Mi hemisferio izquierdo quedó fundido ante las malas noticias: los muertos y las imágenes aterradoras de pasillos de hospitales llenos de camillas, el aumento de las cifras de contagio, etc. El miedo era el único superviviente. Amenazaba con instalarse durante una largar estancia, sin ser invitado, donde sólo la unión o nuestro hogar podía ahuyentarlo por un tiempo. El hemisferio derecho tomó las riendas en nuestra convivencia. Mi hija y yo frente al desafío de permanecer unidas todos los días, todas las horas y todos los minutos. Aquel tiempo lo alimentamos con momentos compartidos: cocinando, leyendo o simplemente estando. Estar frente a un mundo hostil que no era el que habíamos imaginado y, a pesar de todo, pudimos ser moderadamente felices. Quedó –entre tanta sombra–, algún poema para rescatarnos. Por ejemplo: Una cuenta atrás ha empezado a latir entre estas cuatro paredes donde se reúne el silencio mientras el pensamiento no enmudece.

Una abeja zumba sola en mi cabeza.

Se coló por el hueco exacto y susurra al cristal de la ventana donde se ha detenido el paisaje.

Esta casa es un refugio –frente a las múltiples tumbas– pero aflora el asombro o las emociones dolorosas casi inadmisible.

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Es todo tan difícil.

El miedo recorre mis huesos sabiendo que salir fuera es asomarse a la orilla del desmayo.

Las mañanas tienen una calma inusual que se parece en exceso a un decorado y me invita a desafiar a este intruso con mil preguntas que caen derrotadas en el asfalto.

Ahora que sólo llueve –constante– fuera y dentro.

83. Pedro Gabo

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Los primeros días no hice nada de provecho, pero empecé a aburrirme. Pensé que ya que iba a estar solo podía probar a iluminarme. No iba a perder nada. Y empecé por lo más fácil: me rapé como Buda, quería probar si el rapado hacía al monje; el resultado fue el mismo que con el hábito. La iluminación no llegó, pero al menos lo intenté. Eso sí, de este encierro he aprendido que no hay que perder el buen humor, ni la sonrisa y si es posible procurar iluminar nuestra mente un poquito que son muchos los que se están currando volver a épocas oscurantistas. Por supuesto el pelo ya me ha crecido.

84. Pedro J. Ruiz Constantino-Pérez

Personalmente he vivido una situación nunca imaginada.

Quién iba a pensar que íbamos a estar todo este tiempo confinados en casa.

Escuchando todos los días las noticias que nos llegaban de la cantidad de gente infectada y de fallecidos por el Covid.

Siempre estaré agradecido a todas las personas que han estado en primera línea de fuego.

Esto ha sido una situación que creo debemos reflexionar y anteponer la salud a todo.

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86. Rafael López 85.

Pijamas y chándales.

Colada de confinamiento De las tres amigas, la rubita decía que ella un chándal ni muerta. Y yo mientras untaba “Tulipán” a la tostada movía la cabeza de arriba abajo. La otra, de voz roncota, con tono desafiante, ¡ni muerta!, ¡con el calor que da eso, yo el chochete fresquito! Yo metido en la conversación hasta las trancas, asentí con tanta fuerza que se me calló un trozo de pan en el “Colacao”. La tercera amiga, de dientes perfectos, se levanta y dice; ¡pues yo me los pongo hasta para dormir!. Que cara pusimos los tres, me incluyo, que nos dijo; ¡sí, que pasa!

Mientras volvía a la oficina, sonreía pensando en la de dientes bonitos, menuda friqui…

Por cierto tengo que quitarle los bolsillos al verde, que cuando estoy dormido de lado se me clava en las caderas.

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86. Rafa Pinto

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Confinados con Lulú, extrañamente feliz de disfrutar de sus papis las 24 horas del día 7 días a la semana. Dieta generalizada para todos, en casa 0% grasa y ni aún así nos libramos de algún kilito. Hoy lulú extraña el confinamiento....

87. Remedios Domínguez Moreno

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Aunque sabíamos del sufrimiento y confinamiento en Wuhan, vivíamos ajenos a que, en pocos días, el maldito virus se instalaría con fuerza en nuestras vidas y todo cambiaría radicalmente. Dos días antes de la vuelta a casa, el tiempo cambió, los días luminosos cambiaron a chaparradas , llegaban noticias de personas infectadas, aunque no se hablaba de epidemia y, mucho menos, de pandemia.

Ya en el aeropuerto de Santiago, nos llegó la noticia de que se OMS reconocía la pandemia.

Había silencio, desconfianza y miedo. Deseaba llegar a casa, acostarme y pensar que todo era un mal sueño. No fue así y en pocos días pasamos de la libertad absoluta al más duro encierro.

Cada mañana, al levantarme, salía a la terraza y seguía con la mirada el recorrido de la caminata diaria que, por salud porque siempre he sido muy vaga, me veía obligada a practicar y pensaba que en poco tiempo volvería a realizar. Los días pasaban y el miedo o la responsabilidad o qué se yo, me inmovilizaban cada vez más tiempo. Me negaba a seguir la rutina que amig@s y profesionales aconsejaban: revisar armarios, documentos, limpieza… solo quería leer y ver series. Pero el largo confinamiento cambiaba mis sentimientos y mis emociones. Por momentos, motivada por la cantidad de noticias envenenadas y la mezquina y perversa manipulación a través de redes sociales, la indignación que me causaban los “expertos e inmorales destructores de la convivencia” creía que el coronavirus más invencible estaba en la maldad que derrochaban y no tendríamos escapatoria por mucho esfuerzo que hiciera el gobierno pero… llegaba la tarde y los aplausos y el reconocimiento a l@s profesionales sanitarios, me levantaban el ánimo y me daban fuerza para seguir confiando y seguir apostando por vencer este mal que, quizás, nos haría mejores y más solidarios.

Maldita/Bendita Pandespaña He pensado y reflexionado sobre la vida que he vivido, la importancia que le doy a cosas. Diez días antes de decretarse el estado de alarma, estaba recorriendo y disfrutando de los paisajes, pueblos y comidas que la hermosa y acogedora Galicia ofrece a sus visitantes. Acompañada de mi compañero de vida y de unos buenos y divertidos amigos, salíamos cada mañana a patear e inundar nuestros sentidos de colores, olores y, por supuesto, compartir platos de la rica gastronomía gallega y largas sobremesas aderezadas de risas, charlas, fotos, abrazos y muchos besos, incluso a los chefs y camareros en señal de agradecimiento y por la alegría que sentíamos. Hasta el tiempo se había aliado con nosotros. Los días lucían mañanas soleadas y espléndidas, aunque en escasos momentos apareció el orvallo como si quisiera saludarnos y compartir el bullicio de las calles.

Las tardes, ideales para pasear con calma y terminar en algún rincón donde relajarnos con unos vinos.

Llegó un momento que decidí seleccionar la información. Atender a aquellas que sirvieran para combatir el virus y que, no me hiciera daño y sacara los odiosos demonios de la confrontación.

Esto me llevó a tomar la decisión de hacer algo que me martirizara, igual que lo hacían las opiniones y discursos de l@s indecentes y aposté por la cocina. Aprendí a elaborar platos, panes y a hacerme experta repostera. inútiles y lo afortunada que soy porque no he estado sola, mi familia y mis amig@s han estado conmigo y, aunque los necesarios besos y abrazos no me llegaban físicamente, los he tenido y sentido. Eso sí, prometí que no pararía en casa desde el minuto uno del desconfinamiento, iría a ver a tod@s mis seres queridos y, de momento, sigo con miedo a salir. Sé que me entienden y saben lo perezosa que soy.

Solo salí tres días a la compra, fue tan triste y deprimente que llegaba a casa irascible y desesperada porque las colas, el silencio, las desconfianzas y las cabezas bajas, me cubrían de dolor. Ir al mercado o a la tienda cercana, me suponía un gran esfuerzo y tuve tanto miedo a que nos convirtiéramos en autómatas que mi hijo se encargó de ese menester.

La vida se paró. Ansiábamos la vuelta a la “normalidad” pero ¿ a cuál? Solo espero que haya servido de algo. De momento a mí, no me ha hecho mejor ni peor pero sí que necesito vivir en libertad.

Os abrazo, Reme

88. Renata García

TU ALMA EN EL ESTADO DE ALARMA Cuando tu alma se para, oye sonidos que jamás pensó que permanecían ahí, inherentes a ella.

Cuando tu alma se para, es capaz de sentir almas cercanas también detenidas, detenidas porque su mundo así lo necesita.

Cuando a tu alma la aprisionan suelta colores inexistentes para los demás.

Cuando tu alma se pierde adivina movimientos contorsionistas para volver a encontrarse.

Cuando tu alma se detiene, se busca en otra alma libre, para volar.

Y es, en el sosiego de tu alma, cuando descubres que todos los espíritus duermen…

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

89. Reynus Sánchez

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

APOCALIPSIS, Ensayo General Día [5] Del aplauso generalizado de sanitario al "Guateque Vertical".

reconocimiento

Días después recuerdo que ya no aplaudían, pero el baile se mantuvo, cada vez más con ritmos más y más salvajes. La música ya no era melodiosa, sonaron aullidos desgarrados por los altavoces...

Tras un foco en su ventana la silueta negra de un vecino comenzó a minar las escasas esperanzas de la gente. Llamaba al contacto físico y al desenfreno.

Aprovechando la extendida desazón, dio comienzo un perverso Aquelarre Horizontal.

90. Rocío Cruz Díaz

CORAZONES CON BATA, ha sido una de esas iniciativas que nos hacen reconocernos como seres humanos. Un grupo de mujeres, sus manos y su ingenio pero sobre todo, su capacidad de hacer llegar el apoyo, no solo moral sino físico, a esas personas que ha arriesgado su vida durante la pandemia (a todo el personal sanitario y de enfermería, a cuidadores de mayores, a las fuerzas de seguridad, policías y guardia civil, a las personas que nos han atendido en las farmacias y aquellas otras que nos surtido de medicinas, mascarillas y geles cuando las necesitábamos y no teníamos y cuando las teníamos y ya no las necesitábamos. A todas ellas, este grupo de apenas 9 mujeres desde Salteras, una pequeña localidad del Aljarafe sevillano, han dado formas de corazón a la ternura, al cariño, al apoyo, al acompañamiento, al “estamos aquí”, “no estáis solos”, “gracias por vuestro trabajo”, al “nunca os podremos devolver toda vuestra entrega”. Más de 10.000 patrones de corazones, han convertido trozos de retales cortados, cosidos y adornados en emocionantes presentes. Manos inexpertas que necesitaban dar respuesta a la eterna pregunta que rondaba nuestras cabezas en aquellos días tristes de cientos de fallecimientos diarios, al principio desconocidos, lejanos, pero poco a poco, más cerca de casa, en el barrio, en el trabajo, en la calle, amigos de nuestros amigos, familiares y seres queridos que no superaron el ataque de virus y yo no están. Esa eterna pregunta, ¿qué puedo hacer?, ¿puedo ayudar en algo?, ¿cómo puedo hacer llegar mi apoyo a las personas que lo necesitan?, ¿podemos reconocer la labor de tantas y tantas personas que se han entregado al cuidado de nuestros enfermos desinteresadamente? Si me preguntáis cuales son las imágenes más emocionantes, del periodo de confinamiento por la COVID-19, esta es mi respuesta, “Corazones con bata”, ejemplo de entrega, superación y humanidad.

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91. Rocío Vicente del Río

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

Son días extraños, incertidumbre y extrañeza, días de “parece que vivo en una película futurista!!”.

Días de noticias difíciles, de VIDA Y MUERTE de conocidos y de extraños. Los vivo con dolor, con impotencia. No puedo dar un ADIOS. Días de abandonar la seguridad de la casa y salir a hurtadillas al Super, tratando de escapar del “enemigo”.

Días de echar de menos el contacto del abrazo, la sonrisa cara a cara y de ansiar la hora de la video conferencia con familia y amig@s que me acompañan en la distancia.

Las redes arden con mensajes de miedo, ansiedad y, a veces, odio.

Desconecto de todo y sólo escucho el silencio de la calle, de mi casa y hasta de mi misma. Y disfruto de ello.

A veces me dejo acompañar por la música de Win Mertens que me invita a coger papel y bolígrafo Pilot, en gel color azul, a deslizarme hacia un mundo interior ansioso por este encuentro y así me llega la TRANQUILIDAD Y LA CALMA. Mañana será otro día, no hay prisa, nada es urgente, excepto VIVIR.

92. Roque Correa González

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Este 2020 se anunciaba como algo inolvidable para tod@s y así está siendo; Finalizamos febrero cumpliendo mis 40 años, y me sumergí como tod@s en una cuarentena, que irónico, lo que se pensaba que iba a ser unos días por una gripe “dura” nos llevaron a estar encerrados unos noventa y tantos días.

De película ha sido todo, informaciones contradictorias por todos lados (medios de comunicación, políticos, vecin@s, amig@s, etc), que nos hicieron meternos en la cueva de nuevo por el miedo. A esta situación de incertidumbre, pánico, pasotismo, etc.; se le ha sumado un reflujo de buenas intenciones como si de un nuevo año nuevo se tratará: “habrá un antes y un después para el ser humano, todo cambiará” Se han inundado las redes sociales de nuevos propósitos: contaminar menos, ayudar a las personas, hacer deporte, estudiar, ser mejores personas, dejar malos hábitos,…

Todas estas ideas han estado muy bien durante el aislamiento: nos hemos unido más con los nuestr@s y para ello hemos buscado un momento para hacer una videoconferencia; hemos conocido a nuestros vecinos y hemos hablado por primera vez más de dos minutos, preocupándonos incluso de su bienestar. Hemos sido tod@s grandes deportistas y grandes cociner@s, a ver quién pierde ahora esos kilos de más, etc. ¡Ah! y lo más interesante, las casas o pisos están relucientes, todo el mundo ha limpiado y ordenado sus domicilios como nunca. Por otro lado, durante esta pandemia me han impactado otras muchas cosas como por ejemplo la compra compulsiva de algunos productos en los supermercados, parecía que no había papel higiénico suficiente.

Dejándonos de ironía, me han impactado, emocionado y servido como oxigeno, los momentos de los aplausos a las 8 de la tarde, como ese espacio de tiempo al inicio era como algo obligado que duraba escasamente unos minutos y con el pasar de los días se aumentaba por

no tener ganas de volver a esa cueva, aprovechando esos espacios de tiempo para respirar un aire nuevo diferente al de tu casa, ver caras nuevas, interesarte por tus vecinos, compartir ideas y preocupaciones, et; y sobre todo reconocer el trabajo tan importante que han realizado nuestr@s sanitarios.

Finalmente he de decir que toda esta pandemia la he pasado en un pueblo pequeñito de Huelva (San Silvestre de Guzmán) y aunque allí el clímax era más relajado, también se ha notado el miedo y la incertidumbre de cómo acabaría esta tragedia.

Para mí todo esto, ha sido volver a mis raíces, he acompañado a mi madre: dándonos cariño, compartiendo risas, confidencias, recetas de cocina, creando cosas como mascarillas.

Y es por todo ello, que para mí estos 92 días de pandemia hayan sido un momento de reencuentro familiar.

93. Rosy Calvo Morano

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Todo cambio sin darnos cuenta. Desde el comienzo de la Pandemia tuve claro que en mi querida Huelva sería mucho más leve que en otras ciudades. De algo nos tenía que servir vivir en un paraíso natural. Sin muchos medios de comunicación. En un segundo cambio todo. Lo que más me ha impactado ha sido las muertes de tantas personas, sin poder tener a su lado un familiar y esos entierros sin casi compañía.

En esos momentos es cuando te das cuenta que lo más importante de la vida es la Salud. Dios amigo que nunca te falla en estos duros momentos ha sido para mí un gran consuelo. He tenido Paz y he reflexionado, rezado, pintado, manualidades, recetas... He intentado animar por medios de las nuevas tecnologías. Aún habiendo sufrido mucho en el confinamiento por problemas graves, he visto claramente la mano de Dios.

94. Salvador Aguilar

Durante la situación mundial que hemos vivido en estos meses atrás me ha llevado a conocerme mejor, a ser más crítico y quizás un poco más precavido con respecto a mis relaciones con el ser humano, pero no profundizaré sobre este tema ya que la extensión del texto no me permitiría extenderme lo suficiente como para poder explicar todo lo vivido.

Pero de esta parte crítica y las relaciones personales o contactos vividos por mi trabajo como auxiliar de farmacia ha surgido en mí la parte sombría de esta situación por la falta de civismo y educación de muchos de los que nos rodean. Sin embargo, a pesar de lo negativo, existen muchas otras cosas positivas que he descubierto durante estos meses atrás, quizás por mi personalidad positivista, me quedo con todo el aprendizaje adquirido durante estos meses, y especialmente, el volver a estar conmigo mismo y recuperar los hábitos que había perdido, e incluso lo importante que son gestos o hechos mínimos a los que es una situación “normal” no le hubiéramos prestado atención. Este último pensamiento puede resumir perfectamente la imagen que acompaña el texto, no es ni mucho menos mi mejor foto pero si un breve resumen de los primeros pasos hacia lo que comienza a llamarse “la nueva normalidad”…

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95. Sara López

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Llegó el coronavirus a España y nos tuvimos que confinar.

Una situación dramática que a algunos les a servido de algo y a otros de nada.

Y aunque hay mucho negativo yo voy a exponer la parte positiva que ha supuesto para mí.

Gracias al confinamiento he podido disfrutar más tiempo con mi peque, verle crecer, ver cómo empezaba a gatear o volar... Ver cómo padre e hijos disfrutaban el uno del otro, etc.

Por hacer... Me dio la fiebre repostera ya al final y me duró poco. Eso sí me harté de hacer torrijas y las he aborrecido.

Cómo no hice foto de las torrijas... Te puedo enviar una mía con la torrija que llevo encima.

96. Sonia Martínez Magán

Sentimientos encontrados.

Cuando todo el mundo estaba en casa con sus familias e intentando evadirse del mundo, Yo salía...

Si. Yo salía a repartir un poco de esperanza, a visitar a enfermos, a repartir sonrisas con los más vulnerables, a consolar a los que no tenían familias y digo encontrados porque dejaba en mi casa a mis dos hijas, a las personitas que más quiero, a las que les di la vida y a las que cuido con mucho amor ya que mi marido salía conmigo también.

Miedo, angustia, incertidumbre pero también me he llevado para casa una gran satisfacción, alegría y orgullo de pertenecer está agrupación de voluntarios de protección civil de Calañas. #corazonesnaranjas

Luces y sombras. 99 Pensamiento/99 imágenes

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97. Trinidad Banda

Mi confinamiento en pocas palabras Lo vivido: Lejos de hablar de una experiencia estresante para mí han sido días de calma y claridad, con momentos en que me hubiera gustado ser Spider-Man para subirme por las paredes. Sesenta y cinco días sin pisar un espacio que no fuera el de mi propia casa. Surtida convenientemente de alimentos, que era lo más básico en estos días y una llamada de teléfono por aquí, un WhatsApp por allí, y un Zoom un poco más allá, han sido suficientes, para no estar aislada del mundo.

Lo descubierto: Mi casa, mi hogar, que he disfrutado hasta el agotamiento.

La he recorrido cientos de veces, la he limpiado, la he ordenado, la he perfumado, la he adornado, la he vivido y la he sentido como un refugio seguro.

Lo aprendido: Que nada es para siempre, que todo tiene caducidad, que la seguridad es efímera y que no todo depende de nosotros, sólo la actitud nos pertenece.

98. Yarismar Quiaro

Lanzar un cable a tierra en nuestra estructura vital. “darnos cuenta” otra vez de la poqueza. Ligero miedo de un viernes vespertino al llegar a casa mientras paseas la soledad de la ciudad visitada por varios idiomas que acallan un miércoles.

Y allá, en mi otro corazón de venas negras, venas subterráneas que generan gasolina, solo llega el murmullo de una curva ascendente más pronunciada existente, la comunista del siglo XXI, en donde se desploma el barril, se paraliza el consumo mundial, pero como poco a poco ya se ha hecho roncha en la llaga duele poco. https://www.instagram.com/p/CAvnYjQnwEC/ Titulo: Cable a tierra https://www.instagram.com/p/CAvnTVeHP0D/?hl=es Título: Arqueta para comunismo de mierda

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99. Yin Johnson

Changes and being away from our friends corona virus has impacted all our lives and we all now hope the situation improves for us all.

During this time I have learnt more about technology (and I thought I knew how to use it) to communicate with family friends and work colleagues, had a challenge with work and present a work experience in a foreign language,. Spanish.

And most of all have learnt to be alot more patient.

I miss hugging and kissing my friends it is a big part of being myself... Hope we can be normal soon. I send you all my love and best wishes. …

Los cambios y el hecho de estar lejos del virus corona de nuestros amigos ha impactado todas nuestras vidas y ahora todos esperamos que la situación mejore para todos.

Durante este tiempo aprendí más sobre tecnología (y pensé que sabía cómo usarlo) para comunicarme con amigos de la familia y colegas de trabajo, tuve un desafío con el trabajo y presenté una experiencia laboral en un idioma extranjero.

Y, sobre todo, he aprendido a ser mucho más paciente.

Extraño abrazar y besar a mis amigos, es una gran parte de ser yo mismo ... Espero que podamos ser normales pronto. Te mando todo mi amor y mis mejores deseos.