Sergio Juega a los Valores

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Sergio juega a los

valores







Sergio juega a los

valores


Primera edición, editorial Universidad de Boyacá, 2016 Diagramación Juana Mesa Gandur Ilustraciones Maria Jiménez y Juana Mesa Gandur Tunja, Colombia Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin permiso del editor. Impreso en Tunja, Boyacá Marzo, 2016


Sergio juega a los

valores Leรณn Tolstoi Pedro Pablo Sacristan Eliardo Franรงa Primera edicion Universidad de Boyacรก



Para mi primo Sergio que con su gran curiosidad y creatividad me inspira



“Si vives con valores para ti mismo, te conviertes de gran valor para todos los que te conocen.� -Bryant McGill



Prólogo Sergio es un niño muy muy curioso, y siempre quiere aprender cosas nuevas. En la vida ha tenido muchas aventuras y le gusta mucho jugar con sus amigos, pero a veces se queda solo en su habitación y en algunos casos no sabe que ponerse a hacer. Un buen día se queda pensando, pensando, y de pronto se le ocurre una gran idea ! ; “Que tal hacer tareas jugando”. Pues fue una gran idea ya que en el colegio le habían puesto a estudiar los valores, así que en este cuento veremos como aprende y se divierte jugando a los valores, a través de cuentos.




Indice La Ballena Lola ....................... 25 El Zar y la Camisa .................... 41 El Robot Desprogramado ....... 53 El Espejo Estropeado

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El Rey de Casi Todo .................. 89



Amistad

“La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido� -Rabindranath Tagore




La ballena

Lola

Pedro Pablo Sacristan


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L

a ballena Lola era grande, muy grande, y solitaria, muy solitaria. Hacía años que no quería saber nada de nadie, y cada vez se le notaba más tristona. En cuanto alguno trataba de acercarse y animarla, Lola le daba la espalda.

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Muchos pensaban que era la ballena mĂĄs desagradable del mundo y dejaron de hacerle caso, a pesar de que la vieja Turga, una tortuga marina de mĂĄs de cien aĂąos, contaba que siempre fue una ballena buena y bondadosa.

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Un día, Dido, un joven delfín, escuchó aquella historia, y decidió seguir a Lola secretamente. La descubrió golpeándose la boca contra las rocas, arriesgándose frente a las grandes olas en la costa y comiendo arena en el fondo del mar.

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Nadie lo sabía, pero Lola tenía un mal aliento terrible porque un pez había quedado atrapado en su boca, y esto la avergonzaba tanto que no se atrevía a hablar con nadie.

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Cuando Dido se dio cuenta de aquello, le ofreci贸 su ayuda, pero Lola no quer铆a apestarle con su mal aliento ni que nadie se enterara.

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- No quiero que piensen que tengo mal aliento -decía Lola. - ¿Por eso llevas apartada de todos tanto tiempo? -respondió Dido, sin poder creerlo.- Pues ahora no piensan que tengas mal aliento; ahora piensan que eres desagradable, aburrida y desagradecida, y que odias a todos. ¿Crees que es mejor así?

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Entonces Lola comprendió que su orgullo, su exagerada timidez, y el no dejarse ayudar, le había creado un problema todavía mayor. Arrepentida, pidió ayuda a Dido para deshacerse de los restos del pez, y volvió a hablar con todos.

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Pero tuvo que hacer un gran esfuerzo para ser aceptada de nuevo por sus amigos, y decidió que nunca más dejaría de pedir ayuda si de verdad la necesitaba, por muy mal que estuviese

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Reflexion: Hay que aprender a recibir ayuda con humildad, y apreciar a los verdaderos amigos.

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Glosario: Apestar: Expeler mal olor

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Gratitud “El agradecimiento es la memoria del corazón.” – Lao Tsé




El Zar

y la camisa Le贸n Tolstoi


H

abía una vez un zar que estaba muy enfermo. Un día hizo saber a sus súbditos: – ¡Daré la mitad de mi reino a quien me cure!

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Entonces todos los sabios se reunieron para tratar de curarlo, pero ninguno supo c贸mo hacerlo. S贸lo uno de ellos, muy anciano, les comunic贸:

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– Haced saber al zar que únicamente existe una forma en la que podría recuperar la salud: “Si se encuentra un hombre feliz sobre la tierra y le ponen su camisa al zar, este se curará”

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El zar ordenĂł que buscaran a un hombre feliz por todo el mundo. Sus enviados recorrieron todos los paĂ­ses, pero no hallaron lo que buscaban. No habĂ­a ni un solo hombre que estuviera contento con su vida. Uno era rico, pero enfermo; otro estaba sano, pero era pobre.

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Y el rico y sano, se quejaba de su mujer o de sus hijos. Todos deseaban algo más y no eran felices. Un día, el hijo del zar pasó por delante de una pobre choza y oyó que en su interior alguien exclamaba: – Gracias a Dios he trabajado, he comido bien y ahora puedo acostarme a dormir. Soy feliz, ¿qué más puedo desear?

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El hijo del zar se llenó de alegría e inmediatamente ordenó que le trajeran la camisa de aquel hombre, para llevársela a su padre, y que le dieran a cambio de todo lo que quisiera. Los soldados entraron a toda prisa en la choza del hombre feliz para quitarle la camisa, pero se sorprendieron al descubrir que aquel hombre era tan pobre, que ni siquiera una camisa tenía.

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Reflexion: Hay que estar agradecidos con la vida sin importar en que condiciones nos encontremos.

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Glosario: Zar: Emperador de Rusia. Subditos: Sujeto a la autoridad de un superior con obligaci贸n de obedecerle

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Solidaridad “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.” -Eduardo Galeano




El robot desprogramado Pedro Pablo Sacristan


R

icky vivía en una preciosa casa del futuro con todo lo que quería. Aunque no ayudaba mucho en casa, se puso contentísimo cuando sus papás compraron un robot mayordomo último modelo.

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Desde ese momento, iba a encargarse de hacerlo todo: cocinar, limpiar, planchar, y sobre todo, recoger la ropa y su cuarto, que era lo que menos le gustaba a Ricky. As铆 que aquel primer d铆a Ricky dej贸 su habitaci贸n hecha un desastre.

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Sólo para levantarse al día siguiente y comprobar que todo estaba perfectamente limpio. De hecho, estaba “demasiado” limpio, porque no era capaz de encontrar su camiseta favorita, ni su mejor juguete. .

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Así que empezó a sospechar de su brillante robot mayordomo. Preparó todo un plan de espionaje Por mucho que los buscó, no volvieron a aparecer, y lo mismo fue ocurriendo con muchas otras cosas que desaparecían.

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y sigui贸 al robot por todas partes, hasta que le pill贸 con las manos en la masa, cogiendo uno de sus juguetes del suelo y guard谩ndoselo.

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El niĂąo fue corriendo a contar a sus padres que el robot estaba roto y mal programado, y les pidiĂł que lo cambiaran. Pero sus padres dijeron que de ninguna manera, que eso era imposible y que estaban encantados con el mayordomo. que ademĂĄs cocinaba divinamente.

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Así que Ricky tuvo que empezar a conseguir pruebas y tomar fotos a escondidas. Continuamente insistía a sus padres sobre el “chorizo” que se escondía bajo aquel amable y simpático robot, por mucho que cocinara mejor que la abuela. Un día, el robot oyó sus protestas, y se acercó a él para devolverle uno de sus juguetes y algo de ropa.

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-Toma, niño. No sabía que esto te molestaba- dijo con su metálica voz. - ¡Cómo no va a molestarme, chorizo!. ¡ Llevas semanas robándome cosas! respondió furioso el niño. - Sólo creía que no te gustaban, y que por eso las tratabas tan mal y las tenías por el suelo. Yo estoy programado para recoger todo lo que pueda servir, y por las noches lo envío a lugares donde a otra gente pueda darles buen uso. Soy un robot de eficiencia máxima, ¿no lo sabías? - dijo con cierto aire orgulloso.

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Entonces Ricky comenz贸 a sentirse avergonzado. Llevaba toda la vida tratando las cosas como si no sirvieran para nada, sin cuidado ninguno, cuando era verdad que mucha otra gente estar铆a encantada de tratarlas con todo el cuidado del mundo.

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Y comprendió que su robot no estaba roto ni desprogramado, sino que estaba ¡verdaderamente bien programado! Desde entonces, decidió convertirse él mismo en un "niño de eficiencia máxima" y puso verdadero cuidado en tratar bien sus cosas, tenerlas ordenadas y no tener más de las necesarias, y a menudo compraba cosas nuevas para acompañar a su buen amigo el robot a visitar y ayudar a aquellas otras personas.

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Reflexi贸n: Es importante desapegarnos de las cosas que no necesitamos y d谩rselas a quienes si las necesitan.

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Glosario: Espionaje: Acci贸n de espiar (acechar). Pillar: Sobrevenir a alguien algo, cogerlo desprevenido, sorprenderlo Chorizo: Persona tonta, boba. Eficiencia: Capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado.

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Bondad “Recuerda que eres tan bueno como lo mejor que hayas hecho en tu vida.” – Billy Wilder




El espejo estropeado Pedro Pablo Sacristan


H

abía una vez un niño listo y rico, que tenía prácticamente de todo, así que sólo le llamaba la atención los objetos más raros y curiosos. Eso fue lo que le pasó con un antiguo espejo, y convenció a sus padres para que se lo compraran a un misterioso anciano.

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Cuando llegó a casa y se vio reflejado en el espejo, sintió que su cara se veía muy triste. Delante del espejo empezó a sonreír y a hacer muecas, pero su reflejo seguía siendo triste.

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ExtraĂąado, fue a comprar golosinas y volviĂł todo contento a verse en el espejo, pero su reflejo seguĂ­a triste.

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Consiguió todo tipo de juguetes y cachivaches, pero aún así no dejó de verse triste en el espejo, así que, decepcionado, lo abandonó en una esquina. -¡Vaya un espejo más birrioso! ¡es la primera vez que veo un espejo estropeado!

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Esa misma tarde salió a la calle para jugar y comprar unos juguetes, pero yendo hacia el parque, se encontró con un niño pequeño que lloraba entristecido. Lloraba tanto y le vio tan sólo, que fue a ayudarle para ver qué le pasaba.

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El pequeño le contó que había perdido a sus papás, y juntos se pusieron a buscarlos.

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Como el chico no paraba de llorar, nuestro niño gastó su dinero para comprarle unas golosinas para animarle hasta que finalmente, tras mucho caminar, terminaron encontrando a los padres del pequeño, que andaban preocupadísimos buscándole. El niño se despidió del chiquillo y se encaminó al parque, pero al ver lo tarde que se había hecho, dio media vuelta y volvió a su casa, sin haber llegado a jugar, sin juguetes y sin dinero.

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Ya en casa, al llegar a su habitación, le pareció ver un brillo procedente del rincón en que abandonó el espejo. Y al mirarse, se descubrió a sí mismo radiante de alegría, iluminando la habitación entera. Entonces comprendió el misterio de aquel espejo, el único que reflejaba la verdadera alegría de su dueño. Y se dio cuenta de que era verdad, y de que se sentía verdaderamente feliz de haber ayudado a aquel niño. Y desde entonces, cuando cada mañana se mira al espejo y no ve ese brillo especial, ya sabe qué tiene que hacer para recuperarlo.

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Reflexion: No hay satisfacci贸n m谩s grande que ayudar a otros

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Glosario: Cachivaches: Objeto, generalmente de escasa utilidad, al que se concede poco valor. Birrioso: De mala calidad, mal hecho o de poco valor.

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Sencillez “Es tan sencillo ser feliz, lo difícil es ser sencillo...” -Mario San Miguel




El rey de casi todo Eliardo Franรงa


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l rey de casi todo tenía casi todo. Tenía tierras, ejércitos y tenía mucho oro. Pero el rey no estaba satisfecho con el casi todo. Él quería Todo.

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Era lógico. Quería Todas las tierras. Quería Todos los ejércitos del Mundo. Y quería Todo el oro que hubiese. Entonces, mandó a sus soldados a por Todo.

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Así fueron conquistadas más tierras. Otros ejércitos fueron dominados, y en sus cofres ya no cabía tanto oro. Pero el rey todavía no tenía Todo. Seguía siendo el rey de casi-Todo. Por eso, quiso más y más.

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Quiso las flores, los frutos y los pájaros. Quiso las estrellas y el Sol. Flores, frutos y pájaros le fueron traídos. Se apresaron las estrellas y el Sol también perdió su libertad en sus dominios.

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Muy triste. Sus reinos eran ahora muy feos. No había flores ni frutos. La noche no tenía estrellas y el día no tenía Sol.

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Pero el rey todavía no tenía Todo. Porque teniendo las flores, no podía quitarles la belleza y el perfume. Teniendo los frutos, no podía quitarles el sabor. Teniendo los pájaros, no pudo quitarles el canto.

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Teniendo las estrellas y el Sol, no podía quitarles la luz. El rey era aún el rey de casi-Todo. Y se puso triste. Entonces el rey de casiTodo no quiso nada más. Devolvió las flores a los campos y ordenó que se entregasen las tierras conquistadas.

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Soltó a los pájaros y mandó que distribuyesen las estrellas por el cielo y que liberaran al Sol. Y el rey fue feliz. Su Reino volvía a ser hermoso. Razonablemente hermoso. En su inmensa alegría, sintió paz y vio que no era más el rey de casi-Todo. Él ahora lo tenía Todo.

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Reflexi贸n: Poder contemplar las cosas sin poseerlas, es el secreto de la sencillez y por supuesto de la felicidad.

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Glosario: Apresar: aprisionar. Dominios: Territorio sujeto a un Estado. Se usaba especialmente para designar los territorios del antiguo Imperio británico que gozaban de autonomía plena, como el Canadá o Nueva Zelanda.

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Indice

de autores


Leon Tolstoi

Tolstói nació en Yásnaia Poliana, la finca que poseía su familia en la región de Tula (Rusia). Los Tolstói eran una conocida familia de la antigua nobleza rusa. León fue el cuarto de los cinco hijos del conde Nikolái Ilich Tolstói y la condesa Mariya Tolstaya (Volkónskaya).

Pedro Pablo Sacristan

Nacío en Madrid, en 1973, es el segundo de seis hermanos. Estudio en el colegio privado en el que su padre trabajaba como profesor de educación física, por lo que a pesar de ser una familia muy modesata tuvo una buena formación.


Eliardo França Eliardo nacio en 1941 in Santos Dumont, Minas Gerais. Su carrera empezo en 1966 ilustrando libros infanties. Desde entonces, junto con su esposa, han publicado libros en muchos idiomas y han ganado muchos premios nacionales e internacionales. En los 80’s se dedico a la pintura y participo en exibiciones.


Este libro se acabo de imprimir en Centro Digital por editorial Universidad de Boyacรก Tunja, Boyacรก, 15 de marzo de 2016





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