Cuentos, Historias y Reflexiones

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Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Cuentos, Historias y Reflexiones Con esta publicación pretendemos entregar a los “Soldados de Cristo”, un material que sirva de complemento para sus reuniones, encuentros y reflexiones personales. Esta idea surgió puesto que los autores de este “librito”, humildes servidores, que realizamos nuestra misión evangelizadora, con niños y jóvenes, notamos la ausencia o dispersión de reflexiones como las que aquí compilamos. Lógicamente, este material bajo ningún punto de vista debería reemplazar “La Palabra de Dios”, que nutre y fortalece el espíritu, alimenta la fe y da vigor a la oración.

Convocamos también, por medio de esta publicación a trabajar en conjunto, para construir el Reino de Dios y fortalecer la porción de la Iglesia que se nos ha encomendado. Miembros del Centro Juvenil, dirigentes y misioneros de cada una de las Capillas, integrantes de grupos Católicos; TODOS SOMOS PESCADORES DE HOMBRES... Terminemos con las “luchas intestinas” y unámonos para que nuestro barrio conozca a Dios; y conociéndolo, lo escuche; escuchándolo, lo siga y siguiéndolo se salve. Ayúdanos a continuar con la cadena redentora.

De nada sirve ser luz si no vas a iluminar el

camino de los demás.

La carrera de sapos Era una vez una carrera... de sapos. El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente no paraba de vibrar y gritar por ellos. Comenzó la competencia.

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Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era: - ¡Que pena!! Esos sapos no lo van a conseguir... no lo van a conseguir... Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando: - ¡Que pena!! Ustedes no lo van a conseguir... Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez más con más fuerza. Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo. Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo él había conseguido concluir la prueba. Y descubrieron que... ¡Era sordo! ¡No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativos derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón! ¡Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas! Sé siempre SORDO cuando alguien te diga que no puedes realizar algún sueño. La carpintería Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto. En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo juego de ajedrez. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

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"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir y hacer cosas de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán. Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos. Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos. Un Nuevo Año de Trabajo. Unos obreros estaban picando piedra frente a un enorme edificio en construcción. Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó: - ¿Qué están haciendo ustedes aquí? El obrero lo miró con dureza y le respondió: - ¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de ingenieros, arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo. El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo. - Aquí, como usted bien puede ver, picando piedra para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos. Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro - Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. -Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura. El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío. Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será. Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta sentirnos parte de las buenas obras.... ¡De ti depende! El anillo "Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?" El maestro sin mirarlo, le dijo: Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después. Y haciendo una pausa agregó: Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar. Encantado, maestro titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas. Bien asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó: toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que

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una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Cuanto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro, podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación. Maestro dijo lo siento, no pude conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo. Qué importante lo que dijiste, joven amigo contestó sonriente el maestro. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregunta cuánto te da por él, pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo: Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo. 58 MONEDAS !!!!!!!!!!!!!!!!! Exclamó el joven Si -replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente... El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido. Siéntate dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño. Para pensarlo Hoy tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos. Gastamos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas. Tenemos más compromisos, pero menos tiempo. Tenemos más conocimientos, pero menos criterio. Tenemos más medicinas, pero menos salud. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores. Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado. Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino. Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior. Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.... Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría.... Con más comida, pero menos nutrición.... Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios. Son tiempo de casas más lindas, pero más hogares rotos. Por todo esto, propongo que de hoy en adelante; No guardes nada" Para una ocasión especial", porque cada día que vivas es una ocasión especial. Busca a Dios, aprende a conocerle, lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas. Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, come tu comida preferida, visita los sitios que ames. La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es solo para sobrevivir. Usa tus copas de cristal, no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo. Las frases" Uno de estos días","Algún día", quítalas de tu vocabulario. Escribamos aquella carta que pensábamos escribir, "Uno de estos días". Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuanto los queremos. Por eso, no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida. Cada día, hora, y minuto son especiales.... y no sabes si pudiera ser el último... Si estas tan ocupado y no puedes tomarte unos minutos para mandar este mensaje a alguien que tu quieras, y dices a ti mismo que lo

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enviaras" Uno de estos días" piensa que" Uno de estos días" puede estar muy lejos. Después.... Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro. Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa. Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos. La verdad es que. NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA MISMO. Si no es ahora, ¿cuándo? La vida siempre estará llena de luegos, de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas. No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es AHORA. ATESORA CADA MOMENTO QUE VIVES, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que EL TIEMPO NO ESPERA POR NADIE. Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente ÉSTE PARA SER FELIZ LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO. TRABAJA COMO SI NO NECESITARAS DINERO, AMA COMO SI


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro NUNCA TE HUBIERAN HERIDO, Y BAILA COMO SI NADIE TE ESTUVIERA VIENDO. Momentos Hay momentos en la vida, en los que extrañas tanto a alguien, que quisieras sacarle de tus sueños y abrazarle. Sueña lo que tú quieras soñar; Ve a donde tú quieras ir; Sé lo que tú quieras ser, Porque sólo tienes una vida y una oportunidad, para hacer todas las cosas que quieres hacer. Que tengas… suficiente felicidad para que seas dulce, suficientes pruebas, para que seas fuerte, suficiente dolor, para que sigas siendo un ser humano, suficiente esperanza, para que seas feliz. Siempre ponte en el lugar de los demás. Si te duele, muy probablemente le duela también a la otra persona La gente más feliz, no necesariamente tiene lo mejor de todo; simplemente disfrutan al máximo de todo lo que está en su camino. La felicidad aguarda a quienes lloran, a quienes sufren, a quienes han buscado, a quienes se han esforzado, Porque sólo esas personas pueden apreciar la importancia de quienes han dejado huella en sus vidas. El amor nace con una sonrisa, crece con un beso, y acaba con una lágrima. El futuro más brillante siempre se basará en un pasado que se olvida, porque no te irá bien en la vida, hasta que dejes atrás tus fracasos y tus penas. Cuando naciste, estabas llorando, y todos a tu alrededor estaban sonriendo. Vive tu vida de manera que cuando llegue la hora de tu muerte, tú estés sonriendo y los que te rodeen estén llorando. Que Dios te tenga en la palma de su mano. Y que los Ángeles te cuiden

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siempre. Actitud positiva Nuestras actitudes en todo lo que pensamos, decimos y hacemos, repercutirán siempre en nuestra actitud emotiva, por ende con quienes interactuamos. Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoqué", y aprende del error. Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa". Un ganador trabaja fuerte e inteligentemente, y aún así tiene más tiempo. Un perdedor está siempre muy ocupado para hacer lo que es necesario. Un ganador enfrenta, razona y supera el problema. Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo. Un ganador se compromete y actúa en consecuencia. Un perdedor hace promesas pero no actúa y saca disculpas para no hacerlo Un ganador dice ante una tarea concluida: "Soy bueno, pero puedo hacerlo muchísimo mejor". Un perdedor dice: "Yo no soy tan malo como muchas otras personas". Un ganador escucha, comprende y responde proactivamente. Un perdedor sólo espera hasta que le toque su turno para hablar y es reactivo a lo que los demás dicen. Un ganador respeta y escucha a todas las personas y aprende de ellas. Un perdedor se resiente con los que saben más que él y trata de encontrarles sus defectos. Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo. Un perdedor no colabora y siempre dice: Yo estoy cumpliendo con mi trabajo. Un ganador comparte este mensaje con sus amigos. Un perdedor lo guarda sólo para sí mismo. Cuestión de actitud


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Lucas era el tipo de persona que te encantaría odiar. Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: "si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Lucas era por su actitud. Él era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Lucas estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunté: No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo? ¿Cómo lo haces?... Lucas respondió: Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Lucas, tienes dos opciones hoy: "Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor". "Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello". "Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida". Si, claro, pero no es tan fácil, protesté. "Sí lo es", dijo Lucas. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección". "Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor". "En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA". Reflexioné en lo que Lucas me dijo... Poco tiempo después, dejé la industria restaurantera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Lucas cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella. Varios años más tarde, me enteré que Lucas hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta

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una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Lucas fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Lucas seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: "Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir" ¿No sentiste miedo?, le pregunté. Lucas continuó "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos Y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión." ¿Qué hiciste?, pregunté. "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: Si, a las balas... mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto". Lucas vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo... Triple filtro de Sócrates En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo: ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. ¿Triple filtro? Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y... Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? No, por el contrario... Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? No, la verdad es que no. Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo? Parábola del buen suicidio Una pequeña historia. Un día, cuando ingresé a la preparatoria, vi a un chico de mi clase caminando hacia su casa desde la escuela. Su nombre era Kyle y estaba cargando todos sus libros. Pensé: ¿por qué alguien trae todos sus libros a casa en viernes? Debe ser un matado. Tenía planeado un gran fin de semana (fiestas y un juego de fútbol en la tarde), así que sólo me encogí de hombros y seguí mi camino. Mientras caminaba, vi a un grupo de chicos corriendo hacia Kyle. Le tiraron los libros que traía cargando y lo empujaron para que cayera al suelo. Sus anteojos salieron volando y vi como cayeron en el pasto a unos tres metros de él. Miró hacia arriba y observe una terrible tristeza

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en sus ojos. Mi corazón se volcó hacia él. Corrí ha él y mientras se arrastraba hacia sus anteojos, vi lágrimas en sus ojos. Mientras le entregaba sus anteojos, le dije: Esos tipos son unos idiotas. Deberían ocuparse en algo. Me miró y dijo: Oye, ¡gracias!. Había una enorme sonrisa en su cara. Era una de esas sonrisas que mostraba auténtica gratitud. Le ayudé a recoger sus libros y le pregunté dónde vivía. Resultó que vivía cerca de mi casa, así que le pregunté por qué nunca lo había visto en el vecindario. Dijo que había ido a una escuela privada anteriormente (yo nunca me había juntado con un chico de una escuela privada). Hablamos en el camino a casa. Resultó ser un chico muy agradable. Lo invité a jugar fútbol conmigo y mis amigos el sábado en la mañana y aceptó. Pasamos juntos el fin de semana y mientras más lo conocía, más me agradaba. Mis amigos pensaban igual. Llegó la mañana del lunes y allí estaba Kyle de nuevo con su enorme montón de libros. Lo detuve y le dije que si continuaba así, iba a conseguir muy buenos músculos. El simplemente se rió y me pasó la mitad de los libros. Durante los siguientes cuatro años, Kyle y yo nos convertimos en los mejores amigos. Cuando estábamos por salir de la preparatoria, empezamos a pensar en la Universidad. Kyle escogió Georgetown, mientras que yo escogí Duke. Yo sabía que siempre seríamos amigos y que la distancia nunca sería un problema. Él decidió convertirse en doctor y yo conseguí una beca en fútbol para estudiar en la escuela de negocios. Lo molestaba todo el tiempo de que era un matado. Incluso fue de los primeros seleccionados por Universidades y se estaba preparando para el discurso del día de graduación. Me alegre de no tener que ser yo el que tuviera que pasar al frente y hablar. El día de la graduación, Kyle lucía fantástico. Se adaptaba e incluso se veía bien con anteojos. Tenía más citas que yo y todas las chicas lo amaban. Bueno, algunas veces estaba realmente celoso de él. Hoy era uno de esos días en que él estaba nervioso. Así que le di una palmada en la espalda y le dije: Oye, amigo, estarás genial. Me miró con una de esas miradas (de agradecimiento), sonrió y dijo: Gracias. Mientras empezaba su discurso, aclaró su garganta y empezó. El tiempo de graduación es el de agradecer a aquellos que nos ayudaron a lograrlo a través de esos años difíciles; nuestros padres, nuestros


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro maestros, nuestros hermanos, tal vez un entrenador... pero más que nada a los amigos. Estoy aquí para decirles que ser un amigo es el mejor regalo que le puedes dar a alguna persona. Les voy a contar una historia -prosiguió (yo miraba incrédulamente a mi amigos mientras contaba la historia del primer día en que nos conocimos)-. Había planeado suicidarme ese fin de semana -dijo. Nos contó acerca de cómo había vaciado su casillero para que su mamá no tuviera que hacerlo después y estaba llevando sus cosas a la casa. Me miró profundamente y me regalo una sonrisa. Gracias a Dios, fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer lo indecible. Oí una exclamación de la multitud, mientras este guapo y popular muchacho nos comentó acerca de su momento de debilidad. Yo vi a sus padres mirándome y sonriendo agradecidamente. Hasta ese momento no me di cuenta de la profundidad de esto. Nunca subestimes el poder de tus acciones. Con un pequeño gesto puedes cambiar la vida de una persona. Para bien o para mal, Dios nos puso a cada uno en la vida para afectar a otros de alguna manera. Busca a Dios en los demás. Los amigos son ángeles que nos ponen en pie cuando nuestras alas tienen problemas al recordar como volar. El buen amigo Había una vez un muchacho quien tenía un mal temperamento. Un día su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera su temperamento, él debería clavar uno en la parte de atrás de la cerca. El primer día el muchacho había puesto 37 clavos en la cerca. En las siguientes semanas, así como iba aprendiendo a controlar su ira el número de clavos iba disminuyendo gradualmente. Descubrió que era más fácil controlar su temperamento que poner aquellos clavos en la cerca y finalmente llegó el día en que el muchacho no perdió su temperamento para nada. Le dijo a su padre acerca de esto y él le sugirió que ahora fuera quitando un clavo por cada día en el que era capaz de controlarse. Los días pasaron y el muchacho finalmente fue capaz de decirle a su Padre que había quitado todos los clavos.

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El padre tomó a su hijo de la mano y lo condujo a la cerca. Le dijo: "Lo has hecho bien, hijo, pero observa los huecos en la cerca. La cerca nunca volverá a ser la misma. Cuando dijiste cosas enojado, ellas dejaron una cicatriz como ésta. Tú puedes ponerle un cuchillo a un hombre y cortarlo No importa cuantas veces digas lo siento, la herida seguirá ahí". Una herida verbal es tan mala como una física. Efectivamente, los amigos son joyas muy raras. Ellos te hacen reír y te alientan para que tengas éxito. Te prestan atención, comparten palabras de elogio y siempre quieren abrir su corazón a nosotros. Perdóname, por favor, si alguna vez hice un hoyo en tu cerca. Ese es un amigo Aquel cuyo apretón de manos es un poquito más firme, Aquel cuya sonrisa es un poquito mas luminosa, Aquel cuyos actos son un poquito mas diáfanos; Ese es a quien yo llamo un amigo. Aquel quien mas pronto da que pide, Aquel quien es el mismo hoy y mañana, Aquel quien compartirá tu pena igual que tu alegría; Ese es a quien yo llamo un amigo. Aquel cuyos pensamientos son un poquito mas puros, Aquel cuya mente es un poquito más aguda, Aquel quien evita lo que es sórdido y mísero; Ese es a quien yo llamo un amigo. Aquel quien, cuando te vas, te extraña con tristeza, Aquel quien, a tu retorno, te recibe con alegría; Aquel cuya irritación jamás se deja notar; Ese es a quien yo llamo un amigo. Aquel quien siempre está dispuesto a ayudar, Aquel cuyos consejos siempre fueron buenos, Aquel quien no teme defenderte cuando te atacan; Ese es a quien yo llamo un amigo. Aquel quien es risueño cuando todo parece adverso, Aquel cuyos ideales nunca has olvidado,


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Aquel quien siempre da mas de lo que recibe; Ese es a quien yo llamo un amigo. Amistad incondicional Enero 15 ¿Cómo te fue en Navidad y Año Nuevo? Llame para saludarte pero no te Encontré, que lastima. Quería contarte lo bien que la pase y todos los propósitos que espero cumplir este ano. Imagino que ya iniciaste clases y que agobio con el trabajo, a todos nos pasa a veces. Ojalá pronto podamos hablar. Tengo que contarte muchas cosas! Marzo 25 Aun no se de ti... y aunque te mando muchos e-mails, nunca me respondes. ¡Ya sé!.. Lo más probable es que te hayas tomado las merecidas vacaciones de las que me hablaste hace 5 meses. Recuerdas que te dije que la playa era genial?.. Y ese hotel del que me constaste ha de ser hermoso. Ojalá la estés pasando bien. No te olvides de usar bronceador y de comprarme algún souvenir. Mayo 8 Ayer me sucedió algo terrible, y para empeorarla... no tengo nadie a quien contarle. Te llame pero solo escuche tu voz en la contestadora... deje un pequeño mensaje, ojalá y no se borre. Me gustaría mucho poder contarte el gran problema que tengo, aunque ya sé que es imposible encontrarte en tu casa a esta hora. Pero como tu decías. Yo siempre hago una tormenta en un vaso de agua. Tal vez mis problemas no son tan agobiantes como los que tu debes tener. Julio 27 ¡Feliz Cumpleaños!... Te he llamado 2 veces. Tu mamá y hermanos ¡ya me alucinan!.. Me dicen que aun no llegas de la escuela y que por la tarde tienes tu trabajo y pues... hasta en la noche te puedo encontrar. Solo quiero decirte que te deseo lo mejor y que me gustaría seguir siendo parte de tu vida por muchos años mas. Al final de cuentas. Cuantos cumpleaños hemos pasado ya juntos desde que nos hicimos amigos?... Mi regalo esta en camino, ojalá te guste. Septiembre 11 Recibí tu e-mail. El chiste estaba gracioso. No se si te enteraste, pero estuve unos días en el hospital. Nada grave, un pequeño dolor de

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cabeza. Algo así como la migraña que siempre has padecido. El Doc. quiere hacerme unos estudios para estar seguros que todo me "funcione bien". Y yo le digo que "Mala hierba nunca muere". Aunque en el fondo, estoy algo preocupada. Octubre 7 Ayer fue mi cumpleaños... Comprendo que lo hayas olvidado, hace tiempo que no hablamos y bueno... tu tienes mucho que hacer. Esperaba que llamaras para decirme "te estas haciendo vieja!", pero por más que el teléfono sonó no eras tu! Sabes, desde mis días en el hospital me he sentido algo débil, tal vez sea que no he estado comiendo bien. Ahora recuerdo que es época de exámenes. Lo más seguro es que estés batallando con el de Álgebra y por eso no llamaste... siempre fuiste malísimo en álgebra. Octubre 20 Algo me funciona mal. Esta en mi cabeza. El Doc. dice que tienen que darme quimioterapia antes de que avance mas mi problema. Yo digo que saldré adelante, pero mis papás se ven preocupados. Ojalá tuvieras tiempo de llamarme. Siempre sabes decir las palabras exactas cuando me siento deprimida. Te extraño mucho y me gustaría que estuvieras aquí para mi primer dosis de radiaciones. Noviembre 30 Quimioterapia es lo peor. Mi cabello se empieza a caer, tengo muchas nauseas y casi ni me levanto de la cama. Mis uñas se caen en pedazos. ¡Mis uñas! ¿Recuerdas que siempre criticabas mis uñas, manos y dedos tan largos?... Si me vieras ahora, creo que no me reconocerías, baje de peso y casi he perdido la mitad de mi cabellera. Se que ayer fue el primer día de tu trabajo. Tu no me lo has dicho, pero me entere por Moisés, me dijo que hablo contigo y bueno... el me lo contó. Ojalá que en este trabajo todo salga excelente. Enero 11 Al fin. Ahora estoy descansando de todo. Recupere mi cabellera y mis uñas volvieron. No mas nauseas ni dolores. Aquí estoy tranquila aunque a veces me mortifica saber que mis papás siguen llorando por mi. Desde aquí puedo ver lo que haces. Se que no te has enterado de lo que sucedió conmigo. Hoy conociste a alguien que lleva el que era mi nombre... Curioso no?. .. recuerdo que siempre dijiste que mi nombre era extraño y tu


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro pensaste: "¿Hace cuanto que no hablo con ella?'". Marzo 4 Hace 1 mes que te enteraste. ¿Trágico no?. Y hoy visitaste mi tumba y me llevaste tulipanes, mis flores favoritas. Estuviste platicando con la placa que lleva mi nombre y mientras recordabas nuestras aventuras... te vi llorar. Me hubiera gustado estar ahí para abrazarte, consolarte y limpiar tus lagrimas, pero desgraciadamente ya no estoy. Pero lo importante es que yo estoy feliz, aunque me pone triste saber que tu no lo estas. Y no es cierto eso que dices!... Siempre fuiste un buen amigo! Abril 7 No te culpes por eso. A veces uno esta tan agobiado que se le olvida respirar. Es cierto lo que dices mientras aprietas esa foto nuestra cuando íbamos juntos a varias partes. Cuantas cosas vivimos juntos y cuantas quisiste contarme. Perdiste la oportunidad. Si, es cierto desperdiciaste el tiempo en cosas que tal vez no eran tan importantes como pensabas. Yo no te culpo aun aprecio el tiempo en el que fuimos amigos y si volviera a tener la oportunidad de repetir todo no lo pensaría dos veces. Para mi siempre serás mi amigo... mi mejor amigo. Aunque... tu hayas perdido mi amistad para siempre. Ángel y amigo

Un amigo, comparte y lucha por que tus sueños, sean una realidad. Un ángel siempre esta contigo ahí, no sabe extrañarnos. Un amigo, cuando no esta contigo, no solo te extraña, también piensa en ti Un ángel vela tu sueño Un amigo sueña contigo. Un ángel aplaude tus triunfos Un amigo te ayuda para que triunfes. Un ángel se preocupa cuando estas mal. Un amigo se desvive por que estés bien. Un ángel recibe una oración tuya. Un amigo hace una oración por ti. Un ángel te ayuda a sobrevivir. Un amigo vive por ti. Para un ángel, eres una misión que cumplir Para un amigo, eres un tesoro que defender. Un ángel, es algo celestial. Un amigo es la oportunidad de conocer lo más hermoso que hay en la vida, "el amor y la amistad". Un ángel quisiera ser tu amigo. Un amigo, sin proponérselo, también es tu ángel...

¿Ángeles o amigos?, todos tenemos un poquito de cada cosa... Un ángel no nos escoge, Dios nos lo asigna. Un amigo nos toma de la mano y nos acerca a Dios. Un ángel tiene la obligación de cuidarnos. Un amigo nos cuida por amor. Un ángel te ayuda evitando que tengas problemas. Un amigo te ayuda a resolverlos. Un ángel te ve sufrir, sin poderte abrazar. Un amigo te abraza, porque no quiere verte sufrir. Un ángel te ve sonreír y observa tus alegrías. Un amigo te hace sonreír y te hace parte de sus alegrías. Un ángel sabe cuando necesitas que alguien te escuche. Un amigo te escucha, sin decirte que lo necesitas. Un ángel en realidad es parte de tus sueños.

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La leyenda del verdadero amigo Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO. Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA. Intrigado, el amigo preguntó:


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? Sonriendo, el otro amigo respondió: Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo. Hola como estas ¿Cuando fue que empezamos a ser amigos?... no lo se... No te parece gracioso que con tu pareja siempre quieres llevar la cuenta, recordar el día y el momento exacto en que se conocieron ? cuando empezaron su relación, a que hora, en donde? ...con tu pareja celebras aniversarios... y con los amigos es algo que realmente sobra, no importa el momento exacto, la hora, el día en que los conoces, solo importa que a través de esos anos meses y días vas construyendo momentos inolvidables... Con el presente construyes las anécdotas del ayer, recuerdas tal o cual fecha por sucesos importantes pasados a su lado, pero no tienes la presión de recordar que en un día exacto fue que empezaste a ser amigo de alguien es mas, tal vez al principio te caiga mal, o no pensaste que algún día podrías llevarte bien conmigo, con la persona que hoy es tu gran amigo. Estuve pensando en todo ello, y bueno, no importa si los conozco de hace diez, veinte, cinco anos o unos cuantos meses... lo importante es que en algún momento del tiempo se dio el milagro de la amistad, que a través de ese mismo tiempo se ha ido construyendo la confianza, el respeto, la tolerancia, el cariño. Cuantos años cuesta el construirlos y que pronto se pueden perder! No te envío esto en una fecha especial, pues como ya dije, eso sale sobrando, te lo envío solo porque ayer, mañana, pero sobre todo HOY te considero mi amigo, amigo que quiero muchísimo y con quien me encanta convivir... Hoy te envío un enorme abrazo. Que la vida te sonría SIEMPRE!!! RECUERDA QUE CADA VEZ QUE SONRIES SE BORRA UNA TRISTEZA Y SE ILUMINA UNA ESPERANZA.

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Muchas personas entraran y saldrán de tu vida; pero solo verdaderos amigos dejaran huellas en tu corazón! Para manejarte a ti mismo, usa la cabeza; para manejarte con los demás... usa tu corazón!... El enojo es solo una carta de peligro. Si alguien te traiciona una vez, es su falta; si te traiciona dos veces, es tu falta. Las grandes mentes discuten las ideas; mentes promedio discuten los eventos; mentes pequeñas discuten a las personas. El que pierde dinero, pierde mucho; el que pierde a un amigo, pierde mucho mas; el que pierde la fe, pierde todo. Las personas jóvenes bonitas son accidentes de la naturaleza, pero las personas viejas bonitas son obras de arte. Aprende de los errores de otros!. Tal vez no vivirás lo suficiente para aprender todo de ti mismo... Los amigos, tu y yo...Tu traes otro amigo...; Y ahora somos tres... Nosotros empezamos nuestro grupo... Nuestro circulo de amigos... Y como es un circulo?... No hay ni principio ni fin.!..... El ayer es historia, el mañana es; misterio!; El hoy es un regalo, que llamamos presente. Muéstrale a tus amigos cuanto los quieres!... El día más importante de mi vida En cierta ocasión durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron esta pregunta: "Que es lo mas importante que ha hecho en su vida?". La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de abogado de la industria del espectáculo, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades. Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo mas recóndito de mis recuerdos. Lo mas importante que he hecho en la vida tuvo lugar el 8 de Octubre de 1,990. Mi madre cumplía 65 anos, y yo había viajado a casa de mis padres en Massachussets, para celebrar con la familia. Comencé el día jugando con un excondiscipulo y amigo mió al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual. Me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé, y que el pequeño los mantenía en vela todas las noches. Mientras jugábamos, un coche se acerco haciendo rechinar las llantas y tocando bocina


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro con insistencia. Era el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebe había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital. En un instante mi amigo subió al auto y se marcho, dejando tras de si una nube de polvo. Por un momento me quede donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego trate de pensar que debía hacer. ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas. ¿Brindarle mi apoyo moral? Bueno, quizás. Pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas y sin duda estarían rodeados de parientes que les ofrecerían consuelo y el apoyo necesarios pasara lo que pasara. Lo único que haría seria estorbar. Además había planeado dedicar todo mi tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso. Así, decidí reunirme con ellos e ir mas tarde a ver a mi amigo. Al poner en marcha el auto que había rentado, me percate que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Me vi entonces ante otro dilema: no podía dejar así el vehiculo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, ?que iba a hacer con ellas?. Podía pasar a su casa a dejarlas, pero como no tenia a la mano ni un papel para escribirle una nota, no podría avisarle lo que había hecho. Decidí pues ir al hospital y entregarle las llaves. Cuando llegue, me indicaron en que sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el recinto estaba lleno de familiares que trataban de consolarlos. Entre sin hacer ruido y me quede junto a la puerta, tratando de decidir que hacer. No tardo en presentarse un medico, que se acerco a la pareja y, en voz baja les comunico que su bebe había fallecido, victima del síndrome conocido como muerte en la cuna. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Cuando se recuperaron un poco, el medico les pregunto si deseaban

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estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acerco, me abrazo y comenzó a llorar. También mi amigo se refugio en mis brazos. "Gracias por estar aquí" me dijo. Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de el. Eso es lo mas importante que he hecho en mi vida. Aquella experiencia me dejo tres enseñanzas: PRIMERA: Lo mas importante que he hecho en la vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni en los seis anos que llevaba ejerciendo mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal. SEGUNDA: Estoy convencido que lo mas importante que he hecho en mi vida estuvo a punto de no ocurrir debido a las cosas que aprendí en la universidad y en mi vida profesional. En la escuela de derecho me enseñaron a tomar los datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esa información sin apasionamientos. Esa habilidad es vital en los abogados. Cuando la gente acude a nosotros en busca de ayuda, suele estar angustiada y necesita que su abogado piense con lógica. Pero, al aprender a pensar, casi me olvide de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital. TERCERA: Aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. Así, pues hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real que pareciera que ya ocurrió. Pero, al ubicarnos en el mañana dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro una enfermedad grave, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas mas pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos. En ocasiones a uno le hace falta vivir una tragedia para volver a poner las cosas en perspectiva. Desde aquel día busque un equilibrio entre el trabajo y la vida. El corazón más hermoso Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en ÉL ni máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío? Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su alrededor. La mirada de la gente se sobrecogió.- ¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron ... El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor." "Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo"... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al

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poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido." "Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón." ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?" El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior. El amor en la pareja Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su mujer y que pensaba separarse. El sabio lo escucho, lo miro a los ojos y solamente le dijo una palabra: ÁMELA .. y luego cayó. Pero es que ya no siento nada por ella. Ámela, repuso el sabio. Ante el desconcierto del hombre, el sabio agrego lo siguiente: Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería: Arranque lo que hace daño Prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Este preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias.


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Mas no por eso, abandone el jardín. Ame a su pareja, es decir: acéptela, valórela, respétela, dele afecto y ternura, admírela y compréndala. Y eso es todo: Ámela. Una historia del cielo y el infierno En aquel tiempo, dice una antigua leyenda china, un discípulo pregunto al vidente: -Maestro, ¿cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno? Y el vidente respondió: -Es muy pequeña, y sin embargo de grandes consecuencias. Vi un gran monte de arroz cocido y preparado como alimento. En su derredor había muchos hombres hambrientos casi a punto de morir. No podían aproximarse al monte de arroz, pero tenían en sus manos largos palillos de dos y tres metros de longitud. Es verdad que llegaban a tomar el arroz, pero no conseguían llevarlo a la boca porque los palillos que tenían en sus manos eran muy largos. De este modo, hambrientos y moribundos, juntos pero solitarios, permanecían padeciendo un hambre eterno delante de una abundancia inagotable. Y ESO ERA EL INFIERNO. Vi otro gran monte de arroz cocido y preparado como alimento. Alrededor de él había muchos hombres, hambrientos pero llenos de vitalidad. No podían aproximarse al monte de arroz pero tenían en sus manos largos palillos de dos y tres metros de longitud. Llegaban a tomar el arroz pero no conseguían llevarlo a la propia boca porque los palillos que tenían en sus manos eran muy largos. Pero con sus largos palillos, en vez de llevarlos a la propia boca, se servían unos a otros el arroz. Y así acallaban su hambre insaciable en una gran comunión, fraterna, juntos y solidarios, gozando a manos llenas de los hombres y de las cosas, en casa, con el Tao. Y ESO ERA EL CIELO. El barbero

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Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba, como es costumbre. En estos casos entablo una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas, de pronto tocaron el tema de Dios, el barbero dijo: Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice. Pero, ¿porque dice usted eso? pregunto el cliente. Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o dígame, acaso si Dios existiera, habrían tantos enfermos, habría niños abandonados, si Dios existiera no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad, yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas. El cliente se quedo pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero termino su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonaba la barbería cuando vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacia mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces entro de nuevo a la barbería y le dijo al barbero. ¿Sabe una cosa? los barberos no existen ¿Cómo que no existen? pregunto el barbero Si aquí estoy yo y soy barbero. No! Dijo el cliente, no existen porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle. Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí. Exacto! Dijo el cliente Ese es el punto, Dios si existe lo que pasa es que las personas no van hacia él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria. La tienda Andaba yo por la carretera de la vida tiempo atrás y un día ví un letrero que decía : "La Tienda del cielo". Cuando me aproximé, la puerta se abrió... y cuando me dí cuenta ya


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro había entrado. Vi grupos de ANGELES por todos lados! Uno me dió una cesta y dijo: "Hijo mío, compra todo lo que quieras, En la tienda hay todo lo que un cristiano necesita... Y lo que no puedas cargar hoy, puedes volver mañana y llevarlo sin problemas ".Lo primero que agarré fue PACIENCIA y luego AMOR, estaban en el mismo estante. Mas adelante estaba la COMPRENSIÓN y también la compré; iba a necesitarla donde quiera que fuera. Compré, además, dos cajas de SABIDURÍA y dos bolsas de FÉ. No pude dejar de lado al ESPÍRITU SANTO pues estaba en todo el lugar... Me detuve un poco para comprar, FUERZA y CORAJE pues, me ayudarían mucho en esta carrera de la vida. Cuando ya tenía casi llena la cesta, recordé que me hacía falta un poco de GRACIA, BENDICIÓN, y que no me debía olvidar de la SALVACIÓN Esta la ofrecían GRATIS!!! Entonces tomé una buena porción de cada una: Suficiente para salvarme y para salvarte! Caminé hacia el cajero para pagar la cuenta, ya tenía todo para hacer la voluntad del MAESTRO Cuando iba llegando a la caja, ví la ORACIÓN y la agregué a mi canasta ya repleta. Sabía que cuando saliera la usaría. La PAZ y la FELICIDAD estaban en unos estantes pequeños, aproveché para cargarlos; la ALEGRÍA colgaba del techo, agarré un paquete para mí. Llegué al cajero y le pregunté: ¿Cuánto debo? Él sonrió y me contestó: "Lleva tu cesta donde quiera que vayas". Una vez más, sonreí y pregunté: "¿Cuánto realmente yo debo?" El sonrió otra vez y dijo: "Hijo mió, no te preocupes, Jesús pagó la cuenta hace mucho, mucho tiempo atrás". "Todo lo que pidas en plegaria, con fé, lo recibirás". El naufragio El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña e inhabitada isla. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero

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esta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regreso y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido. El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía "¿Cómo pudiste hacerme esto?" Y se quedo dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y les pregunto, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?. Y sus rescatadores le contestaron, Vimos las señales de humo que nos hiciste..... Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón, porque Dios esta trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento. Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de Dios. Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos, DIOS TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO. Una historia de milagros Todos los días suceden milagros, tener vida es uno de ellos... Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque; un Sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno del Sabio. Fue entonces cuando el poderoso dirigiéndose al Sabio dijo: - Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa y que inclusive puedes hacer milagros. - Soy una persona vieja y cansada... ¿Cómo crees que yo podría hacer milagros?. Respondió. - Me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro vuelves cuerdos a los locos... esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso. - ¿Te referías a eso?… Tú lo has dicho, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso... no un viejo como yo. Esos milagros los hace Dios, yo solo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego, y todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo. - Yo quiero tener la misma fe para poder realizar los milagros que tu haces... muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios. Ante la insistencia de aquél hombre poderoso, el Sabio aceptó mostrarle tres milagros. Y así, con la mirada serena y sin hacer ningún movimiento le preguntó: - ¿Esta mañana volvió a salir el sol?. - Sí, claro que sí. - Pues ahí tienes un milagro..... el milagro de la luz. - No, yo quiero ver un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra.... mira, hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas.

parados en la vereda. Cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos como para ver lo que hacían el Sabio y su alumno, el Sabio se dirigió a la orilla de la vereda, tomo al conejo, soplo sobre el y sus heridas quedaron curadas; el joven estaba algo desconcertado: - Maestro te he visto hacer milagros como este casi todos los días, ¿Por que te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿Por que lo haces ahora que no puede verlo?". - Lo que él buscaba no era un milagro, sino un espectáculo. Le mostré tres milagros y no pudo verlos. Para ser rey primero hay que ser príncipe, para ser maestro primero hay que ser alumno... no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día. El día que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas mas milagros que los que Dios te da todos los días sin que tu se los hayas pedido.

- ¿Quieres un verdadero milagro? No es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?. - ¡Si! Fue barón y es mi primogénito. - Ahí tienes el segundo milagro.... el milagro de la vida. - Sabio, tu no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro... - ¿Acaso no estamos en época de cosecha?, no hay trigo y sorgo donde hace unos meses solo había tierra?. - Sí, igual que todos los años. - Pues ahí tienes el tercer milagro... - Creo que no me he explicado. Lo que yo quiero... Sus palabras fueron cortadas por el Sabio, quien convencido de la obstinación de aquel hombre y seguro de no poder hacerle comprender la maravilla que existe en todo aquello que le había mostrado señaló: - Te has explicado bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por ti... Si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer. Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiro muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El Sabio y su alumno se quedaron

Me senté en la mejor de mis estrellas y pensé en ti, solo en ti, porque, sabes?: Te amo, y por eso hice un mundo, donde pudieras estar, hasta que llegara el momento en que vivieras junto a mi. En ese mundo puse la belleza en una flor, puse tierra y semillas para que pudieras comer, puse el cielo y le di el día y la noche, en el día puse un sol para que sintieras el calor de mi amor, y en la noche puse la frescura para que sintieras sin ver, puse la oscuridad y en ella la luna y las estrellas para que supieras que en la penumbra hay belleza, que la belleza no solo se ve, sino que también se siente y que hice las estrellas para ti. Puse un mar, en ese mundo puse animales, todos diferentes de forma y color para que los pudieras distinguir, también pensé en ellos y les di un lugar para vivir. Pensé que te aburrirías si todo fuera del mismo color, por lo que a las plantas les di el verde, al día el azul, a la noche el negro, a las estrellas su brillo y hasta a tus ojos les di color. Permití el mal para que pudieras conocer el bien, puse en tu corazón

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Hablo “yo”


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro bondad, amor y también perdón. Pensé que no podrías estar solo, e hice a una mujer, para que hubiera un cuerpo que diera vida y mande muchos como tú, también pensé que no me entenderías, por lo que te di inteligencia. Estaba yo feliz, pero luego vi que no sabias pensar y sabes?, Sentí decepción cuando creíste que yo no existía, que todo tenia una explicación científica, y la tiene, porque la puse para que pudieras entenderme con mayor facilidad. Y como te amo, de vez en cuando o muy seguido te mando un problema, que es un regalo que te doy para que aprendas a crecer, y aun así, dudas de mí. Todo el tiempo pienso en ti, y todos los días mando una señal especialmente para ti, y aunque te di ojos te veo ciego, y en el mundo que te regalé sembraste semillas, pero no para comer, sembraste el odio, el egoísmo, la frialdad y las dejaste crecer, y te pedí que las cortaras y no me hiciste caso, porque vives tu mundo material. Y como te haces sordo a mi voz, decidí escribirte esta carta para recordarte que te amo, y si me has hecho daño, te perdono, yo también siento, y sabes, te pido que me recibas en tu corazón, y que encuentres en mi consuelo, paz y tranquilidad. Acércate a mi, no necesito decirte quien soy. Tú ya lo sabes. Lo dice una marioneta de trapo Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

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Dios mío, si yo tuviera un corazón... Escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas y el encarnado beso de sus pétalos. Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida. No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos, a mis viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo. A sacudirse Un día, el burro de una campesina se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras la campesina trataba de averiguar qué hacer. Finalmente la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarla. Todos cogieron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego para a sorpresa de todos, se aquietó. Después de unas cuantas paladas de tierra, la campesina finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio: con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba. ...mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba. Bien pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde del pozo y salió trotando... La vida va a tirarte tierra, todos tipos de tierra... El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Nosotros podemos salir de los mas profundos huecos, si nunca damos nuestro brazo a torcer (querer Salir). Sacudirse y dar un paso hacia arriba... Recordar las cinco reglas para ser feliz: 1. Liberar el corazón del odio 2. Liberar la mente de preocupaciones 3. Vivir sencillamente 4. Dar más 5. Esperar menos 6. Tener esperanza Y a sacudirse... En esta vida hay que ser solución, no problema. El anillo del Rey Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: -Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos,

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para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo. Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada. El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: -No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. Pero no lo leas le dijo mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación -Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino... De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIEN PASARA". Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: -Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje. -¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida. -Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo: RECUERDA QUE TODO PASA Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas. GRABATELO BIEN EN TU CABEZA Y EN TU CORAZON Un hombre rico Que raro que la revista "Fortune" publicó la lista de los hombres más ricos del planeta y en esta lista no aparezco yo. Aparecen, sí, el sultán de Brunei, que tiene una fortuna estimada en 37 mil millones de dólares, y aparecen también los herederos de Sam Walton, con 24 mil y Takichiro Mori, con 14 mil.

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Figuran ahí también personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra, con 11 mil millones de dólares; Stavros Niarkos con 4 mil, y los mexicanos Carlos Slim, con 2 mil y Emilio Azcárraga, con 2,600. Sin embargo a mí no me menciona la revista. Y yo soy un hombre rico, inmensamente rico. Tengo vida, que recibí no sé por qué, y salud, que conservo no sé cómo. Tengo una familia: esposa adorable que al entregarme su vida me dio lo mejor de la mía; hijos maravillosos de quienes no he recibido sino felicidad; nietos con los cuales ejerzo una nueva y gozosa paternidad, ahora totalmente irresponsable. Tengo hermanos que son como mis amigos, y amigos que son como mis hermanos. Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a la que yo amo con sinceridad a pesar de mis defectos. Tengo cuatro lectores a los que cada día les doy gracias porque leen bien lo que yo escribo mal. Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa). Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas que habrían acortado aún más la presencia de Adán y Eva en el Paraíso. Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra. Tengo ojos que ven y oídos que oyen; pies que caminan y manos que acarician; cerebro que piensa cosas que a otros se les habían ocurrido ya, pero que a mí no se me habían ocurrido nunca. Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme a los que sufren. Y tengo fe en un Dios bueno que guarda para mí infinito amor. ¿Puede haber mayores riquezas que las mías? ¿Por qué , entonces, no me puso la revista "Fortune" en la lista de los hombres más ricos del planeta? El buscador Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador... Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente sabe qué es lo que está buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda. Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada. Una portezuela de bronce lo invita a entrar. De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción...: Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía: Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años.... Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

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No, ningún familiar dijo el buscador - ¿qué pasa con este pueblo?, ¿qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?. ¿Porqué tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!!! El anciano se sonrió y dijo: Puede Ud. serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré... Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado... a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo. Conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana?, ¿dos?, ¿tres semanas y media?... Y después... la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró? ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿Una semana?... ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...? ¿ y el casamiento de los amigos?...? ¿ y el viaje más deseado...? ¿ y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano...? ¿ Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?... ¿horas?, ¿días?... Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos cada momento. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque Ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo VIVIDO. He aprendido He aprendido que los héroes son personas que hacen lo que se tiene que hacer cuando debe ser hecho, sin importar las consecuencias. He


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro aprendido que aprender a perdonar requiere práctica. He aprendido que hay gente que te quiere mucho pero que no sabe como demostrártelo. He aprendido que el dinero es un pésimo indicador del valor de algo, y mucho peor de alguien. He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer de todo o nada y pasarlo bien. He aprendido que a veces la gente que esperabas que te pisara cuando estabas caído es la que te ayuda a levantarte He aprendido que una amistad verdadera continua creciendo aún en medio de una gran distancia. Igual sucede con el amor verdadero. He aprendido que tan sólo porque alguien no te ama de la manera que quieres que te ame, no significa que no te ame con todo lo que tiene. He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas y menos que ver con los cumpleaños que has celebrado. He aprendido que no debemos cambiar de amigos si entendemos que los amigos cambian. He aprendido que tu familia no siempre estará ahí para ti. Parecerá extraño. pero gente que no está vinculada a ti puede cuidarte y amarte y enseñarte a confiar en las personas otra vez. Las familias no son biológicas. He aprendido que sin importar lo bueno que sea un amigo, puede herirte de vez en cuando y debes perdonarlo por eso. He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros. A veces debes aprender a perdonarte a ti mismo. He aprendido que no importa que tu corazón esté roto, el mundo no se detiene por tu dolor. He aprendido que nuestro pasado y circunstancias pueden haber influido en quienes somos pero somos responsables de quien seremos. He aprendido que sólo porque dos personas discutan no significa que no se amen y tan sólo porque no discutan no significa que lo hagan. La lección de la mariposa Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se

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sentó y observó por varias horas como la mariposa se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Al cabo de un tiempo, pareció que ella ya no lograba ningún progreso. Que había ido lo más lejos que podía en su intento y que no podría avanzar más. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó una tijera y cortó el resto del capullo. Así, la Mariposa salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola porque esperaba que, en cualquier momento, sus alas se abrirían, se agitarían y serían capaces de soportar el cuerpo, el que a su vez, iría tomando forma. ¡Nada ocurrió! En realidad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas. Ella nunca fue capaz de volar. Lo que el hombre, en su gentileza y voluntad de ayudar, no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era el modo por el cual Dios hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de tal forma que ella estaría pronta para volar una vez que estuviera libre del capullo. Algunas veces, el esfuerzo es justamente lo que precisamos en nuestra vida. Si Dios nos permitiera pasar a través de nuestras vidas sin obstáculos, seríamos lisiados. No tendríamos la fuerza que podríamos haber tenido, y nunca podríamos volar. Pedí fuerzas... y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte. Pedí sabiduría... y Dios me dio problemas para resolver. Pedí prosperidad...y Dios me dio un cerebro y músculos para trabajar. Pedí coraje... y Dios me dio obstáculos que superar. Pedí amor... y Dios me dio personas para ayudar. Pedí favores...y Dios me dio oportunidades. "No recibí nada de lo que pedí... pero recibí todo lo que necesitaba." No culpes a nadie Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote El triunfo de¡ verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar. No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán. Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino. Donando sangre Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: "si, lo haré, si eso salva a Liz." Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña, entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿a qué hora empezaré a morirme?.

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Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana y aun así se la daba. Da todo por quien ames El Puente No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio. Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. -"Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". -"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvío el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más." El carpintero le dijo: "creo que comprendo la situación". El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo: -"Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho". Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. -"No, espera". "Quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero. "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir". Muchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a los sentimientos, no permitas que eso pase. Manos que oran Durante el siglo XV, en una pequeña aldea, vivía una Familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara. A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para El arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia. Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario.

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Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albretch Durer gano y se fue a estudiar a Nuremberg. Albert comenzó entonces el Peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia. Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte. Cuando el joven artista regreso a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad. Sus palabras finales fueron: Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tu a Nuremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti. Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenia el rostro empapado en lagrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... no... no...". Finalmente, Albert se puso de pie y seco sus lagrimas. Miro por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costo trabajo levantar la copa durante tu brindis mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano para mí ya es tarde. Mas de 450 años han pasado desde ese día.


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Abretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, solo recuerde uno. Lo que es mas, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa. Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujo las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamo a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambio el nombre a la obra por el de "Manos que oran". La próxima vez que vea una copia de esa creación, mírela bien. Permita que sirva de recordatorio, si es que lo necesita, de que nadie, nunca, triunfa solo Algo no anda bien Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado a 18 millas en las afueras de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar. Estábamos bien adentro del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mi siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine. Un día mi padre me pidió que le llevara a la ciudad para atender una conferencia que duraba el día entero y yo salté a la oportunidad. Como iba a la ciudad, mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y, como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes como llevar el auto al taller. Cuando despedí a mi padre el me dijo: "Nos vemos aquí a las 5 p.m. para irnos a casa". Después de muy rápidamente completar todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me enfoqué tanto con una película de John Wayne que me olvidé del tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí

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el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p. m. El me preguntó con ansiedad: "¿Por qué llegas tarde?" Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne; entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar... esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller. Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: "Algo no anda bien en la manera que te he criado que no te ha dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar qué es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y pensar sobre esto". Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa. No lo podía dejar solo... así que yo manejé 5 horas y media detrás de él... viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho. Madres profesionales Meses atrás, cuando recogía a los niños del colegio, otra madre a la que cual conocía bastante bien, se me acercó. Estaba muy indignada."¿Sabes lo que tú y yo somos?" me preguntó. Antes de que yo pudiera darle una respuesta, la cual la verdad no sabía yo cuál era, ella me empezó a contar la razón por la cual me hizo esa pregunta. Parece que recién venía de renovar su licencia de conducir en la oficina de tránsito . Cuando la oficial que tomaba los datos, le preguntó cuál era su ocupación, ella no supo que responder. Al percatarse de esto la oficial que tomaba los datos le dijo, "A lo que me refiero, explicó la oficial, es a sí trabaja usted o es simplemente una ...?" "Claro que tengo un trabajo, le contestó, soy una mamá". A lo que la oficial respondió, "No ponemos mamá como opción, vamos a ponerle ama de casa."Fue la respuesta enfática de la oficial. Había yo olvidado por completo la historia, hasta que un día a mí me pasó exactamente lo mismo. La funcionaria era obviamente una mujer


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de carrera, eficiente, de mucha postura, y tenía un título muy despampanante que decía "Interrogadora Oficial". "Cuál es su ocupación?" me preguntó ella. Qué me hizo contestarle esto? No lo sé. Las palabras simplemente salieron de mi boca. "Soy una Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas." La funcionaria se detuvo, el bolígrafo quedó congelado en el aire, y me miró como si no hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente, haciendo énfasis en las palabras más importantes. Luego, observé asombrada como mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario oficial. "Me permite preguntarle", dijo la funcionaria, con un aire de interés, "¿qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?" Con voz calmada y pausada, conteste, "Tengo un programa continuo de investigación (qué madre no lo tiene) en el laboratorio y en el campo (normalmente me hubiera referido a lo anterior como adentro y afuera). Estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya tengo cuatro créditos (todas mis hijas). "Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de humanidades (alguna madre está en desacuerdo?) y usualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad como 24). Pero el trabajo tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo, y la remuneración es más que solamente económica, también están ligadas al área de la satisfacción personal¨. Se podía sentir una creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria, mientras completaba el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y personalmente me acompañó a la puerta. Al llegar a casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salieron a recibirme tres de mis asociadas del laboratorio, de 13, 7, y 3 años de edad. Arriba podía yo escuchar a nuestro nuevo modelo experimental en el programa de desarrollo infantil (de 6 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en vocalización. Me sentí triunfante! Le había ganado a la burocracia! Había entrado en los registros oficiales como una persona más distinguida e indispensable para la humanidad que sólo "una madre más".

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La maternidad...carrera más gloriosa. Especialmente cuando tiene un título en la puerta. Las diferentes imágenes de una madre 4 AÑOS DE EDAD ... Mi mamá puede hacer cualquier cosa 8 AÑOS DE EDAD ... Mi mamá sabe mucho! Un montón! 12 AÑOS DE EDAD ... Mi mamá no lo sabe absolutamente todo. 14 AÑOS DE EDAD ... Naturalmente, mamá tampoco sabe eso. 16 AÑOS DE EDAD ... Mi mamá? ay, es tan anticuada! 18 AÑOS DE EDAD ... Esa vieja? Está totalmente fuera de época 25 AÑOS DE EDAD ... Bueno, puede que sepa algo al respecto 35 AÑOS DE EDAD ... Antes de decidir, porque no pedimos la opinión de mamá? 45 AÑOS DE EDAD ... Me pregunto, que habría pensado mamá al respecto? 65 AÑOS DE EDAD ... Ojalá pudiera conversarlo con mi mamá. El tazón de madera Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años, ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil. Los fideos caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo". Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro comida. El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos." Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer. Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel. Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir. He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo. El costo de los hijos Sacando cuentas... Recientemente, el gobierno de los Estados Unidos calculó el costo de criar un niño desde su nacimiento hasta la edad de 18 años y obtuvo la suma de US$ 160.140 para una familia de clase media. ¡Impresionante! Para los que tenemos hijos, estos números nos llevan a fantasear sobre

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todo el dinero que podríamos tener amontonado si no fuera por tenerlos. Para otros, ese número podría confirmar su decisión de seguir sin hijos. Pero US$ 160.140 no son algo tan malo. Si lo desglosamos, se convierte en US$ 8.896,66 por año, US$ 741,38 por mes o US$ 171,08 por semana. ¡Eso es tan sólo US$ 24,44 por día! Tan sólo un poco más de un dólar por hora. Aun así, se podría pensar que el mejor consejo financiero sería decir "no tenga hijos si quiere ser rico". Sin embargo, es justo lo contrario. ¿Qué obtiene usted por sus US$ 160.140? • Derecho para poner nombres: Primer nombre, segundo nombre y Apellido!. • Maravillarse todos los días. • Más amor que el que su corazón puede soportar. • Besos y abrazos diariamente. • Una mano para sostener, normalmente llena de pizza o dulce de leche. • Un socio para reírse tontamente de uno mismo, sin importar lo que diga el jefe o los vaivenes económicos. • Usted puede ser un héroe sólo por sacarle las rueditas 'de aprendizaje' a la bicicleta y sostenerla; llenar la piscina inflable, sacar una astilla, escupir un chicle muy lejos. • Ser DT de un equipo de fútbol que nunca gana. Usted consigue: • Un asiento de primera fila en la historia, para ser testigo privilegiado del primer paso, la primera palabra, el primer diente, la primera vez en la rueda gigante y la primera cita. Ante los ojos de un niño, usted está en el mismo escalafón que Dios. Tiene todo el poder para: • Sanar un llanto, • Espantar los monstruos, • Remendar un corazón roto,


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro • Vigilar una fiesta, • Ponerlos siempre sobre la tierra, y amarlos sin límites, de manera que un día ellos ... quieran, como usted y sin tomar en cuenta los costos... tener sus propios hijos !! Un Ángel en la tierra Un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios. Me vas a enviar mañana a la tierra; pero Como viviré tan pequeño e indefenso como soy? Entre muchos Ángeles escogí uno para ti, que te esta esperando: El te cuidara. Pero dime: aquí en el cielo, no hago mas que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz. Tu Ángel te cantara, te sonreirá todos los días y tu sentirás su amor y serás feliz. Y Como entender cuando la gente me hable? si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres? Tu Ángel te dirá las palabras mas dulces y mas tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñara a hablar. Y, Que hará cuando quiera hablar contigo? Tu Ángel te juntara las manitos y te enseñara a orar. He oído que la tierra hay hombres malos ¿Quien me defenderá? Tu Ángel te defenderá aun a costa de su vida. Pero estaré siempre triste porque no te veré mas señor. Tu Ángel te hablara de Mi y te enseñara el camino para que regreses a mi presencia, aunque; Yo siempre estaré a tu lado. En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestre, y el niño presuroso, repetía suavemente: Dios Mío, si ya me voy, dime su nombre, ¿Cómo se llama mi Ángel? Su nombre no importa, tu le llamaras "Mamá" Las pastillas de colores Un día Danielito le preguntó a su mamá: - Mami. ¿que hay que hacer para tener algo que uno quiere mucho?.

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La mamá que se imaginó enseguida que Danielito quería un perrito para su cumpleaños, le contestó: - Tienes que imaginarte claramente lo que quieres, como si ya lo tuvieses contigo, luego tienes que querer, con todo tu corazón, que se haga realidad. Pasaron muchos días y Danielito le dijo a la mamá: - Mami, yo hice todo lo que me dijiste y todavía no tengo lo que quería. ¿qué estoy haciendo mal?. La mamá, que seguía pensando en el cachorro para el cumpleaños de Danielito , y considerando que todavía faltaban veinte días le dijo: - Mirá Danielito, si realmente quieres algo, además de hacer lo que te dije, tienes que pedírselo a Dios. Cualquier cosa que quieras, se la pides a Dios y Dios te la va a dar. Desde ese día Danielito apenas se levantaba a la mañana, se imaginaba claramente lo que quería y le pedía, del siguiente modo, a Dios con todo su corazón: - Dios mío, te quiero mucho, y se que podes darme todo lo que te pido. Dios mío dame las pastillitas de colores. Otro tanto hacía cuando se iba a dormir a la noche. Así pasaron los días, hasta que al fin el milagro estaba a punto de producirse. Esa mañana bien temprano, cuando recién terminaba de hacer su "pedido a Dios", su mamá le había dicho: - Danielito, ya sos grande, y por ese motivo quería preguntarte si te gustaría quedarte solo esta noche en casa, mientras tu papá y yo nos vamos al cine. La respuesta afirmativa de Danielito fue tan efusiva que confundió un poco a la mamá, que pensó : - Indudablemente este chico está mucho más crecido de lo que yo creía. Ahora eran las siete de la tarde y se estaban dando las condiciones necesarias para lograr lo que tanto había deseado. Era indudable que la mano de Dios estaba presente. Danielito no veía la hora de quedarse solo en casa, y daba vueltas alrededor de su mamá, como si de este modo pudiese apurar al tiempo, mientras decía: - Gracias Dios por tu ayuda, gracias... Eran casi las siete y media cuando su mamá terminó de pintarse los


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro labios, le dio un último toque a su peinado, y salió corriendo del baño, pues su papá ya estaba gritando desde la puerta: - Apurate, que si no llegamos tarde al cine. Danielito acompaño a su mamá hasta la puerta. Estaba muy nervioso , como si dudase de que el milagro siguiese su curso, y se tranquilizó cuando ella le dijo: - Portate bien, no hagas travesuras, y si tenés mucho sueño andate a dormir con el osito de peluche. Nosotros volvemos cerca de media noche. Luego la mamá se agachó y le dio un hermoso beso en la frente que lo dejó lleno de rouge. Fue entonces el momento del papá, que se agachó se puso a la altura de sus ojos, lo miró fijo y le dijo: - Ya sos todos un hombre, así que por primera vez te dejo al cuidado de la casa. Le dio una palmadita en el cachete y se fue. A Danielito le pareció que el papá había sonreído ligeramente pero no estaba seguro. Parado sigiloso detrás de la puerta de calle, los oyó subir al ascensor y alejarse hacía la planta baja del edificio. Por fin el quedaba a cargo del operativo. Se dirigió resueltamente al baño, y lo miró fijo. Allá arriba estaba el baluarte a conquistar. Un gran botiquín, de color blanco que contenía su preciado tesoro. Ahí estaba el frasco con las hermosas pastillas de colores. Ese frasco contenía lo que él quería. Más de una vez, había visto a su madre abrirlo, sacar una pastilla y tragarla de inmediato. Debían ser pastillas maravillosas, no como las que vendían en los kioscos y que ya lo habían hartado. Pastillas maravillosas que lograban que su madre dejara de estar tensa, Pastillas maravillosas que lograban que su madre dejara de gritar y que se le endulzara la voz, de un modo tal que a veces se le ponía pastosa. Siempre se había preguntado porqué su madre, que tanto decía que lo amaba, y que decía dar la vida por él, le negaba las pastillas. Ella nunca había querido darle una de esas pastillas a pesar de sus ruegos y berrinches. Es más la vez que él se había puesto firme en exigir que su madre las compartiera con él, lo único que había logrado era una serie de cachetadas muy fuertes, que le impidieron por un buen rato sentarse

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cómodamente en una silla. Pero había llegado la hora de la venganza. Su resolución era inquebrantable: apenas lograse llegar al botiquín y agarrar el frasco lleno de pastillas pensaba comérselas todas. Saborearlas una por una despacio, hasta acabarlas . De este modo su mamá aprendería que con él no se jugaba. Estudió la situación y se dio cuenta que no había un modo directo de subirse al lavatorio, para luego desde ahí llegar al botiquín. Pidió a Dios que lo iluminara y ayudara. Se le ocurrió de inmediato una idea, fue entonces al comedor y luego de dura lucha entró con una pesada silla que puso al lado del lavatorio. Se subió a la silla y de ahí al lavatorio, pero tampoco parecía llegar. Volvió a pedirle a Dios ayuda, y se afirmó más arriba del lavatorio mientras con la mano derecha lograba abrir el botiquín. Volvió a pedirle ayuda a Dios y parándose de punta de pies logró agarrar el frasco. Luego vino el grito a sus espaldas, luego vinieron los chirlos, luego vino el encierro en su pieza. Luego vinieron las preguntas. Luego llegaron las conclusiones. ¿Cómo puede ser que justo cuando uno está por comerse las pastillas, vuelva la mamá y lo atrape?. ¿Por qué, justo ese día, su papá tiene que olvidarse la billetera con los documentos y la plata y volver a buscarla?. Es indudable que Dios nos niega lo que más queremos en la vida. Es indudable entonces que Dios no es tan bueno como dicen. Es indudable que es inútil confiar en Dios y pedirle ayuda. Tuvo que pasar mucho tiempo para que Danielito dejara de estar enojado con Dios por el tema de "las pastillas de colores", y de este modo pudiese empezar a reírse de lo sucedido y de su propia ignorancia. Tuvo que pasar un poco más de tiempo para que finalmente pudiese agradecerle a Dios. Como adultos, que creemos ser, muchas veces le pedimos cosas a Dios, y él las niega. Entonces protestamos como chicos, sin saber que atrás de esa negativa está la sabiduría que nos protege. Cachorritos


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que leía: "Cachorritos en venta". Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito pareció en la tienda preguntando: "¿Cuál es el precio de los perritos?" El dueño contestó: "Entre $30 y $50". El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: "Sólo tengo $2.37... ¿puedo verlos?". El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba. "¿Qué le pasa a ése perrito?", preguntó. El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niñito se emocionó mucho y exclamó: "¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!". Y el hombre replicó: "No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo". Y el niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo". El hombre contestó: "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos". El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda". El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo: "Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú". En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente.

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Caja de besos Hace ya mucho tiempo, un hombre castigó a su pequeña hija de tres años por desperdiciar una envoltura de papel dorado. El dinero escaseaba en esos días, motivo por el cual estalló en una furia incontenible; cuando vio a la niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad. Más sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre a la mañana siguiente y le dijo:"Esto es para ti papito". Él se sintió avergonzado de su reacción de furia. Pero volvió a explotar cuando al abrir la caja, se dio cuenta que estaba vacía, le volvió a gritar diciendo: ¿Es que no sabes que cuando le das un regalo a alguien, debe tener algo dentro?. La pequeñita volteó hacia arriba y con lágrimas en los ojos contestó: ¡No papito, no esta vacía ya que yo soplé muchísimos besos dentro de la caja, todos para ti papi!. El padre se sintió morir, puso sus brazos alrededor de su niña y le suplicó que lo perdonara. Según se dice, ese hombre guardó la caja dorada por muchos años, cerca de su cama y siempre que se sentía derrumbado o deprimido, tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí. En cierta forma, cada uno de los seres humanos ha recibido una caja dorada, llena de amor incondicional y besos de nuestros seres queridos: hijos, familia, amigos... o de DIOS. Nadie podría tener una propiedad más preciada que ésta. Todos nosotros la tenemos pero...¿Nos damos cuenta ?. Cada vez que estamos derrumbados o deprimidos...¿ extraemos de la caja ese regalo que nos recuerda el AMOR que nos dieron? Otras cuestiones para reflexionar... Si te has levantado esta mañana con mas salud que enfermedad, entonces eres más afortunado que los millones de personas que no sobrevivirán esta semana. Si nunca has experimentado los peligros de la guerra, la soledad de estar encarcelado, la agonía de ser torturado o las punzadas de la inanición, entonces estás por delante de 500 millones de personas. Si puedes acudir a la iglesia sin temor a ser humillado, arrestado, torturado o muerto... entonces eres mas afortunado que 3.000 millones de personas en el mundo. Si tienes comida en la heladera, ropa en el armario, un techo sobre tu


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro cabeza y un lugar donde dormir, eres mas rico que el 75% de la población mundial. Si guardas dinero en el banco, en tu cartera y tienes algunas monedas en el cajón... ya estás entre el 8% mas rico de este mundo. Si tus padres aún viven y están casados... eres una persona MUY rara. Si puedes leer este mensaje, acabas de recibir una doble bendición, eres mucho mas afortunado que los más de 2.000 millones de personas en este mundo que no pueden leer. Atiende con una sonrisa Un hombre escribió una carta a un pequeño hotel en una ciudad del Medio Oeste norteamericano que planeaba visitar durante sus vacaciones: "Me gustaría llevar conmigo a mi perro. Está bien educado y sabe comportarse. ¿Me permitirían ustedes tenerlo conmigo en la habitación durante la noche?. La respuesta del propietario del hotel fue inmediata y decía: "Hace muchos años que trabajo en este hotel. Durante todo este tiempo, nunca ha venido un perro que robara las toallas, la ropa de cama o la cubertería de plata....y tampoco los cuadros de las paredes. "Jamás he tenido que llamar la atención a un perro a altas horas de la noche por estar borracho y armar escándalo, y tampoco ha venido ninguno que se fuera sin pagar la cuenta del hotel. Esté tranquilo; su perro será bienvenido en el hotel. Y si él se hace responsable de usted, también a usted lo recibiremos con mucho gusto. Eligiendo cruces Este cuento relata la historia de un hombre que hacía ya unos años había abandonado a su familia y a sus amigos, y se había largado a linyerear. Cierto día de fea llovizna, amargado y cansado, llegó nuestro amigo a la estación de ferrocarril, donde consiguió un permiso para pasar la noche. Comió un poco de estofado que le dio el sereno de la estación, y reconfortado preparó su cama: un trozo de plástico negro como colchón

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que evitaba la humedad. Se tapó con unas bolsas, se hizo la señal de la cruz y rezó el Padrenuestro, tal como se lo enseñara su madre. Tal vez fue el recuerdo de su madre el que lo hizo pensar en Dios, y como no tenía otro a quien quejarse, se las agarró con el Todopoderoso reprochándole su mala suerte. A él tenían que tocarle todas, parecía que el mismo Dios se las había agarrado con él haciéndolo cargar con todas las cruces del mundo. Y con estos pensamientos se quedó dormido. En un sueño, Dios le dijo: vea amigo, estoy cansado de que los hombres se me anden quejando siempre, parece que nadie está conforme con lo que yo le he destinado, así que desde ahora dejo que cada uno elija la cruz que quiera llevar, pero que después no me vengan con quejas, la que agarren la van a tener que llevar sin protesta. Acabo de recorrer el mundo quitando todas las cruces, y ya que está usted acá va a ser el primero en tener la oportunidad de elegir. El hombre quedó sorprendido al ver que el galpón estaba lleno de cruces, de todos los tamaños, pesos y formas. Miró primero para el lado que estaban las más chiquitas, pero le dio vergüenza pedir una tan chiquita, Buscó entonces entre las grandes, pero se desanimó enseguida porque se dio cuenta que no le daba el hombro para tanto. Fue entonces y se decidió por un tamaño medio, ni muy grande ni tan chica. Pero resulta que entre estas había unas muy pesadas de quebracho, y otras livianitas de cartón. Le dio no sé que agarrar una de juguete y tuvo miedo de no poder cargar una de las pesadas. Se quedó con una de peso regular. Pero todavía faltaba tomar otra decisión porque no todas las cruces tenían la misma terminación. Había lisitas y parejas, que se acomodaban perfectamente al hombro y había otras llenas de rugosidades y nudos que al menor movimiento podían sacar heridas. Se decidió por fin y, tomando una de las medianas en tamaño, la que era regular de peso y tamaño, se dirigió a Dios diciéndole que elegía para su vida aquella cruz. Dios lo miró a los ojos, y le preguntó si estaba seguro de su elección, que lo pensara bien para luego no arrepentirse y venir otra vez con quejas. Pero el hombre se afirmó en lo hecho y garantizó que lo había pensado muy bien, que aquella cruz ere justa para él.


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Dios, casi riéndose le dijo: esa cruz que usted eligió es la que ha venido llevando hasta el presente. Así que de ahora en adelante cargue su cruz y sígame, y déjese de protestas que yo sé bien lo que hago y lo que a cada uno le conviene para llegar bien a mi casa. La ciudad de los pozos "Esa ciudad no estaba habitada por personas, como todos las demás ciudades del planeta. Esa ciudad estaba habitada por pozos vivientes..... pero pozos al fin. Un día llego a la ciudad la "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se aprecie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido. Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de Joyas ,monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más , optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas pinturas modernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y revistas especializadas. Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas a su interior. Alguno de ellos fue el primero; en lugar de apretar su contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior. Un pozo, pequeño y alejado de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. Él pensó que sí seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad. Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.. Pronto se dió cuenta que

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todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Sí quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido. al principio tuvo miedo al vacío ,pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones el pozo empezó a volverse más profundo, mientras que los demás se apoderaban de las cosas que él se había desecho. Un día, sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una gran sorpresa: adentro, muy adentro , y muy en el fondo encontró agua¡¡¡¡¡¡¡¡¡. Nunca antes otro pozo había encontrado agua. El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes salpicando los bordes y por último sacando el agua hacia afuera. Así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en árboles y en flores. Todos le preguntaban como había conseguido el milagro. Ningún milagro, hay que buscar en el interior, hacia lo profundo. Muchos quisieron seguir el ejemplo pero desdeñaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo tenían que vaciarse. En otra punta de la ciudad otro pozo, decidió correr el riesgo del vacío. Y también empezó a profundizar. Y también llegó al agua, y también salpicó hacia afuera creando un segundo oasis verde en el pueblo. Un día casi por casualidad los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma. Que el río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro. Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. La búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto: "LA COMUNICACIÓN PROFUNDA QUE SOLO CONSIGUEN ENTRE SÍ, AQUELLOS QUE TIENEN EL CORAJE DE VACIARSE DE CONTENIDOS Y BUSCAR EN LO PROFUNDO DE SU SER LO QUE TIENEN PARA DAR". Es allí que brota la alegría profunda, esa agua cristalina que todos anhelamos. Los deseos


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Piensa en los deseos ¿cuál es su mecanismo?: Primero hay una gran excitación: la aventura. Se siente un gran impulso. Algo va a suceder, se está al borde de algo. Y luego que se tiene el auto, el velero, la casa, la mujer... de repente, nada de ello tiene significado ya. ¿Que pasó? la mente lo ha desmaterializado. El auto está en el garaje, pero ya no excita de la misma manera. Lo que excitaba era conseguirlo... o lo que es lo mismo, emborracharse con el deseo hasta olvidarse que el vacío se sitúa en el interior de uno. Pero ahora, con el deseo cumplido: el auto en el garaje, esa mujer en la cama, el dinero en el banco... desaparece la excitación. De nuevo se siente ese vacío. Y se tiene que crear un nuevo deseo para escapar de esa sensación, esa ansiedad, ese vacío. Así es como va la mayoría de la gente por la vida: de un deseo en otro, convertida en mendigos con bolsas que jamás parecen poderse llenar. Cuando se lo alcanza, un nuevo deseo se hace necesario, olvidando ese que tanto se buscó. Para arreglar el mundo Iba un niño con su papá en el tren. El recorrido duraría una hora. El padre se acomoda en el asiento y abre una revista para distraerse. En eso, el niño lo interrumpe preguntándole: ¿Qué es eso, papá? El hombre se vuelve para ver que es lo que señala su hijo y contesta: "Es una granja, hijo". Al recomenzar su lectura, otra vez el niño pregunta: "¿Ya vamos a llegar?" Y el hombre contesta que falta mucho. No bien había comenzado nuevamente a ver su revista cuando otra pregunta del niño lo interrumpe; y así se siguieron las preguntas, hasta que el padre, ya desperado y buscando cómo distraer al chico, se da cuenta que en la revista aparece un mapa del mundo. Lo corta en pedacitos y se lo da al niño diciéndole que es un rompecabezas y que lo arme. Feliz se arrellana en su asiento, seguro de que el niño estará entretenido todo el trayecto. No bien ha comenzado a leer la revista de nuevo cuando el niño exclama: "Ya terminé"

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-¡Imposible! ¡No lo puedo creer! ¿Cómo tan pronto?"; pero ahí está el mapa perfecto. Entonces le pregunta: "¿Cómo pudiste armar el mundo tan rápido?" El hijo le contesta: "Yo no me fijé en el mundo. Atrás de la hoja está la figura de un hombre; compuse al hombre y el mundo quedó arreglado". La honestidad. Hace mucho tiempo, un emperador convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja a su hija. Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de seis meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino". Así se hizo, pero entre ellos hubo un joven que plantó su semilla y no esta nunca llegó germinar. Mientras tanto, todos los demás participantes del singular torneo no paraban de hablar y de mostrar las hermosas plantas y flores que iban apareciendo en sus macetas. Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. Nuestro héroe estaba demasiado triste pues su semilla nunca llegó a dar señales de vida, por lo que ni siquiera quería presentarse en el palacio. Sin embargo, sus amigos y familiares lo animaron e insistieron tanto que tomando valor decidió culminar el torneo mostrando con sinceridad el fruto de su semilla a lo largo de ese tiempo. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla. Fue en ese momento cuando el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey. Todos hicieron su respectiva reverencia mientras el soberano se paseaba entre todas las macetas admirando los resultados. Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía. Atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción. El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dió una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas, pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece". Los dientes del Sultán. En un país muy lejano, al oriente del gran desierto vivía un viejo Sultán, dueño de una inmensa fortuna. El Sultán era un hombre muy temperamental además de supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos los dientes. Inmediatamente después de despertar, mandó llamar a uno de los sabios de su corte para pedirle urgentemente que interpretase su sueño. - ¡Qué desgracia mi Señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad. - ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos, por ser un pájaro de mal agüero. Más tarde, ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: - ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que vuestra merced tendrá una larga vida y sobrevivirás a todos sus parientes. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los consejeros reales le dijo admirado: - ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños del Sultán es la misma que la del primer Sabio. No entiendo por qué al primero le castigó con cien azotes, mientras que a vos con cien monedas de oro. - Recuerda bien amigo mío --respondió el segundo Sabio-- que todo depende de la forma en que se dicen las cosas... La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la enchapamos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado... - No olvides mi querido amigo --continuó el sabio-- que puedes comunicar una misma verdad de dos formas: la pesimista que sólo recalcará el lado negativo de esa verdad; o el optimista, que sabrá

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encontrarle siempre el lado positivo a la misma verdad". El águila real (Primera versión.) Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos. Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos, piando y cacareando. Incluso sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos. Después de todo, ¿no es así como vuelan los pollos? Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el limpio cielo, a una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas. La vieja águila miraba asombrada hacia arriba. ¿Qué es eso?, preguntó a una gallina que estaba junto a ella. Es el águila, el rey de las aves, respondió la gallina. Pero no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes de ella. De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Y murió creyendo que era una gallina de corral. Otra versión del águila real Un granjero encontró un huevo de águila y lo llevó a su corral de gallinas. El aguilucho creció y vivió como si fuese una gallina más del corral: escarbaba la tierra, comía gusanitos, piaba, cacareaba, como una gallina más... Un día una pareja de ingenieros visitó al granjero, y al ver los animales de la granja descubrió entre las gallinas al aguilucho: Tienes un águila entre las gallinas, le dijo la ingeniera al granjero. Sí, respondió éste, pero es como si fuese una gallina, vive como una gallina, apenas sabe volar. Entonces el ingeniero dirigiéndose al aguilucho le dijo:


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro !Vamos, intenta volar! La falsa gallina intentó volar, pero solo dio un pequeño saltito. Vieron, le dijo el granjero a sus amigos ingenieros, no sabe ni volar. La ingeniera, sin desanimarse, le dijo nuevamente al aguilucho: !Vamos, intenta de nuevo! El aguilucho esta vez voló un poco, pero pronto cayó. Se lo he repetido, dijo el granjero a sus amigos, es como una gallina. Por tercera vez la pareja se dirigió al aguilucho para que volase. Y esta vez, el aguilucho, cobrando fuerzas, dio un fuerte impulso y voló, voló hasta desaparecer de la vista y dejar para siempre el gallinero. El alpinista. Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inicio su travesía después de anos de preparación, pero quería la gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde, y no se preparo para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima, y oscureció. La noche cayo con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbalo y se desplomo por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas mas oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, el pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos... Si, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo mas que gritar: "AYÚDAME DIOS MÍO..." De repente una voz grave y profunda de los cielos le contesto: "QUE QUIERES QUE HAGA?" Sálvame Dios mío " REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR? " Por supuesto Señor " ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE

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SOSTIENE..."... Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró mas a la cuerda y reflexiono... Cuenta el equipo de rescate que al otro día, encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO!!!... Y tu ?... Que tan aferrado estas de TU cuerda?... Por que no la sueltas ? Suéltala.. Ahí tienen el por que de muchas cosas LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO! El padre enfermo. En toda vida humana hay un momento en el que le damos la vuelta a los prismáticos: y todo aquello que, visto con cristales de aumento, nos parecía enorme, cercanísimo y acechante, se aleja de repente, se vuelve, al invertir los cristales, diminuto y distante, inofensivo y casi inexistente. Esa vuelta a los cristales se produce cuando nos llega un gran dolor o cuando se descubre un gran amor. Todo gira entonces. Los valores se invierten. La realidad sigue siendo la misma, pero sus medidas son lo contrario de lo que eran. Una amiga mía vive en estos días ese giro de página: su padre está seriamente enfermo y amor y dolor, juntos, hacen que todo su mundo cambie de color. «¡Cuántas cosas -me dice- por las que antes luchaba y me angustiaba se me han vuelto fútiles e in- necesarias! ¡Qué tontas me parecen algunas ilusiones sin las que me parecía que vivir sería imposible! ¡Cómo se vuelve todo de repente secundario y ya sólo cuenta la lucha por la vida y la felicidad de los seres que amas! » Es cierto: la gran enfermedad de los hombres es esa miopía cotidiana que nos empuja a equivocarnos de valores, que convierte los granos en montañas y las minucias en tragedias. Yo me he preguntado muchas veces qué pediría a Dios si él me concediera un día un milagro. Y creo que suplicarla el ver, el ver las cosas como él las ve, desde la distancia de quien entiende todo, de


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro quien conoce el porvenir y las auténticas dimensiones de las cosas. Si tuviera este don, ¡qué distinta sería mi vida! ¡Cuánto más amaría y cuánto menos lugar habría dado a las apariencias! ¡Qué poco me habrían importado los éxitos y cuánto las amistades! Mi amiga me dice también: Ahora "gano" mis tardes haciendo crucigramas con mi padre. Soy feliz viéndole sonreir. A su lado no tengo prisas. Cada minuto de compañía se me vuelve sagrado. Y cuando a la noche regreso a mi casa "sin haber hecho nada" (sin haber hecho nada más que amar) me siento llena y feliz, mucho más que si hubiera ganado un pleito, construido una casa o acumulado un montón de dinero. Charlo con él. Charlamos de nada. Vivimos. Estamos juntos. Le quiero. Le veo feliz de tenerme a su lado. No hay premio mayor en este mundo. Sé que un día me arrepentiré de millones de cosas de mi vida. Pero que nunca me arrepentiré de estas horas " perdidas haciendo crucigramas a su lado". Mi amiga tiene razón. Ha vuelto sus prismáticos y de repente el cristal de aumento de su corazón le ha hecho descubrir lo que la mayoría de los seres humanos no llegan ni siquiera a vislumbrar. Y todo lo demás se ha vuelto pequeñito y lejano: secundarísimo. Doy gracias a esta amiga por su lección. Y me digo a mí mismo que en el 2006 voy a darle yo también la vuelta a mis prismáticos. No olvides lo principal Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escucho una voz misteriosa que allá adentro le decía: - "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Recuerda algo: Después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal....." La mujer entro en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente. -" Tienes solo ocho minutos " Agotados lo ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas,

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corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró.....Recordó, entonces, que el niño quedo allá y la puerta estaba cerrada para siempre. La riqueza duro poco y la desesperación, siempre. Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir, en este mundo, y una voz siempre nos advierte: "Y no te olvides de lo principal!" Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la vigilancia, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado.... Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial: "¡Los tesoros del alma!". Que jamás nos olvidemos que la vida en este mundo, pasa rápido y que la muerte llega de inesperado. Y que cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones. El sueño de María "Tuve un sueño José. No lo pude comprender, realmente no, pero creo que se trataba del nacimiento de Nuestro Hijo. Creo que sí, era acerca de eso. La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación. Decoraban las casas y compraban ropa nueva. Salían de compras muchas veces y adquirían elaborados regalos. Era muy peculiar, ya que los regalos no eran para nuestro Hijo. Los envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, y todo lo colocaban debajo de un árbol. Sí, un árbol, José, dentro de sus casas. Esta gente estaba decorando el árbol también. Las ramas llenas de esferas y adornos que brillaban. Había una figura en lo alto del árbol. Me parecía ver un ángel. ¡Oh! era verdaderamente hermoso. Toda la gente estaba feliz y sonriente. Todos estaban emocionados por los regalos, se los intercambiaban unos con otros. José, no quedó alguno para nuestro Hijo. Sabes? creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca mencionaron su nombre. ¿No te parece extraño que la gente se meta en tantos problemas para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen? Tuve la extraña sensación de que si nuestro hijo hubiera estado en la celebración hubiese sido un intruso solamente. Todo estaba tan


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro hermoso, José, y todo el mundo tan feliz; pero yo sentí enormes ganas de llorar. Qué tristeza para Jesús, no querer ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños. Estoy contenta porque sólo fue un sueño. Pero qué terrible José, si eso hubiese sido realidad." La petición de Nakamura. Es hermoso, además de muy fuerte, el relato que hace el padre Pedro Arrupe de una experiencia pastoral que tuvo en Hiroshima en torno a la Eucaristía y una de sus feligresas, para entender esta posibilidad de vivirla profundamente como alimento cotidiano. Recordemos que el P. Arrupe que fue después durante muchos años el P. General de los jesuitas, en ese momento era misionero y maestro de novicios de la Compañía de Jesús en Japón. Le tocó estar en Hiroshima, donde estaba el Noviciado, el día y la hora en que explotó la bomba atómica. El Noviciado se salvó por estar detrás de una loma que le hizo de escudo protector. Dada la necesidad imperiosa y facilitado por el hecho de que había estudiado cinco años de medicina en España antes de entrar en la Compañía, convirtió la casa del Noviciado en hospital, que por supuesto llenaron inmediatamente. Hecha esta aclaración volvamos al testimonio que nos interesa. Cuenta así el P. Arrupe: “ Aquella fue para mí una experiencia enteramente distinta, porque revela el valor que tiene el Santísimo Sacramento cuando se ha estado en contacto familiar y prolongado con él durante la vida y sentimos la falta de él cuando no podemos recibirlo... Recuerdo a una muchacha japonesa de unos 18 años. La había bautizado yo tres o cuatro años antes y era cristiana fervorosa: comulgaba diariamente en la Misa de 6,30 de la mañana, a la que venía puntualmente todos los días. Después de la explosión de la bomba atómica, recorría yo un día las calles destrozadas, entre montones de ruinas de toda clase. Donde estaba antes su casa, descubrí como una especie de choza, sostenida por unos palos y cubierta con hojas de lata: me acerqué y quise entrar, pero un hedor insoportable me echó hacia atrás. La joven cristiana –se llamaba Nakamura- estaba tendida sobre una tabla un poco levantada

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del suelo, con los brazos y piernas extendidos, cubierta con unos harapos chamuscados. Las cuatro extremidades estaban convertidas en una llaga, de la que emanaba pus. La carne requemada apenas dejaba ver más que el hueso y las llagas. Así llevaba 15 días sin que la pudieran atender y limpiar, comiendo sólo un poco de arroz que le traía su padre también mal herido. Su espalda era una llaga medio gangrenada por no haber podido cambiar de postura. Al tratar de limpiar la quemadura de la región coxal me encontré con la masa muscular corrompida y convertida en pus, que dejaba una cavidad en la que cabía un puño cerrado y en cuyo fondo hervía una madeja de gusanos. Anonadado ante tan terrible visión no sabía qué decir. Al poco tiempo Nakamura abrió los ojos y, al ver que era yo quien estaba allí sonriéndole, mirándome con dos lágrimas en sus ojos y en un tono que nunca olvidaré, me dijo, tratando de darme la mano: ‘Padre, ¿me ha traído la comunión?’. Que comunión fue aquella, tan diversa de la que por tantos años le había dado cada día !. Olvidando toda pena, todo deseo de alivio corporal, Nakamura me pidió lo que había estado deseando durante dos semanas, desde el día en que explotó la bomba atómica: la Eucaristía, Jesucristo, su gran consolador, al que ya hacía meses se había ofrecido en cuerpo y alma para trabajar por los pobres como religiosa. ¿ Qué no hubiera yo dado por obtener una explicación de aquella experiencia de la falta de la Eucaristía y de la alegría de recibirla después de tantos dolores? . Nunca había tenido la experiencia directa de una petición semejante ni de una comunión recibida con tanto deseo. Nakamura murió poco después”. Ante ejemplos como éstos uno siente una sana vergüenza, al pensar en nuestras eucaristías aburridas, por mera obligación, nuestras eucaristías por inercia, o peor aún, nuestras ausencias por “tener algo más importante o más urgente que hacer”, o “porque no me coincidió”, “porque se me pasó la hora de mi misa, y después me dio fiaca”. Que Dios nos libre de este drama de no tener hambre y sed del Señor, de sentirnos satisfechos. De no darnos cuenta de que quizás a metros de mi casa cada día tengo el tesoro inmenso de la Eucaristía para mí, y no voy a buscarlo. Con los discípulos de Emaús, que también te tuvieron tan cerca,


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nosotros te decimos Señor, desde lo más hondo del corazón: “Quedate con nosotros”. A pesar de no merecerte, a pesar de nuestras frialdades e indiferencias, a pesar de nuestra ingratitud... o quizá, justamente por eso, “quedate, Señor, con nosotros” . Gotitas de amor Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria; y una pequeña ave, muy pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y volvía a regresar y volvía a ir una y otra vez; y los dioses que la observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y le dijeron:- Oye, por qué estás haciendo eso? Cómo es posible? Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tales dimensiones? Date cuenta: No lo vas a lograr. Y el ave humildemente contestó: - El bosque me ha dado tanto, le amo tanto, yo nací en él, este bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque me ha dado todo mi ser. Este bosque es mi origen y mi hogar y me voy a morir lanzando gotitas de amor, aunque no lo pueda apagar. Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a apagar el incendio. Cada gotita de agua apacigua un incendio. Cada acción que con amor y entusiasmo emprendemos, un mejor mañana será su reflejo. No subestime sus gotas: millones de ellas forman un océano. Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado La Cruz... Una vez una persona andaba buscando al Señor. Le habían comentado de una invitación que hacía a todos para llegarse hasta su Reino, donde dicen que tenía reservada una morada para cada uno de sus amigos. Y él también tenía ganas de ser amigo del Señor. ¿Por qué no? Si otros lo habían logrado ¿qué le impedía a él llegar a ser uno de ellos?

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Averiguando acerca del paradero, se enteró de que el Señor se había ido monte adentro con un hacha, a fin de preparar para cada uno de sus amigos, lo que necesitaría para el viaje. Y se largó a campearlo. Los golpes del hacha lo fueron guiando hasta una isleta. Atravesó el limpión y se metió por entre los mogotes y garabatos, tratando de acercarse al lugar de donde provenían los golpes. Las largas hojas del caraguatá se le prendían con sus pequeñas espinas ganchudas, pero no lograron detenerlo, porque era hombre decidido. Al fin llegó. Y se encontró con el mismísimo Nuestro Señor, que estaba preparando las cruces para cada uno de sus amigos, antes de partir hacia su casa, a fin de disponer un lugar para cada uno. - ¿Qué estás haciendo? -le preguntó el joven al Señor. - Estoy preparando a cada uno de mis amigos la cruz con la que tendrán que cargar para seguirme y así poder entrar en mi Reino. - ¿Puedo ser yo también uno de tus amigos? -volvió a preguntar el muchacho. - ¡Claro que s! le dijo Jesús-. Es lo que estaba esperando que me pidieras. Si queréis serlo de verdad, tendrás que tomar vos también tu cruz y seguir mis huellas. Porque yo tengo que adelantarme para ir a prepararles un lugar. - ¿Cuál es mi cruz, Señor? Esta que acabo de hacer. Sabiendo que venías y viendo que los obstáculos no te detenían, me puse a preparártela especialmente y con cariño para vos. La verdad que muy, muy preparada no estaba. Se trataba prácticamente de dos troncos cortados a hacha, sin ningún tipo de terminación ni arreglos. Las ramas de los troncos habían sido cortados de abajo hacia arriba, por lo que sobresalían pedazos por todas partes. Era una cruz de madera dura, bastante pesada, y sobre todo muy mal terminada. El joven al verla pensó que el Señor no se había esmerado demasiado en preparársela. Pero como quería realmente entrar en el Reino, se decidió a cargarla sobre sus hombros, comenzando el largo camino, con la mirada en las huellas del Maestro. Ni bien cargó la incómoda cruz, hizo también su aparición Nave Pochy -el diablo-. Es su costumbre hacerse presente en estas ocasiones. Y


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en aquella circunstancia no fue diferente. Porque donde anda Dios, asimismo anda el diablo. Sobre todo en los montes. Desde atrás le pegó el grito al joven que ya se había puesto en camino: -Te olvidaste de algo! Extrañado por aquella llamada, miró para atrás y vio a Mandinga muy comedido, que se acercaba sonriente con el hacha en la mano para entregársela. - Pero ¿cómo? ¿También tengo que llevarme el hacha? -preguntó molesto el muchacho. - No sé -dijo el diablo haciéndose el inocente-. Pero se me hace que es conveniente que te la lleves por lo que puedas necesitar en el camino. Por lo demás, sería una lástima dejar abandonada una hachita tan linda. La propuesta le pareció tan razonable, que sin pensar demasiado, tomó el hacha y reanudó su camino. Duro camino. Por varias cosas. Primero, y sobre todo, por la soledad. El creía que lo haría con la visible compañía del Maestro. Pero resulta que se había ido, dejando sólo sus huellas. Siempre la cruz encierra la soledad, y a veces la ausencia que más duele en este camino es la de no sentir a Dios a nuestro lado. Algo así como si nos hubiera abandonado. El camino también era duro por otros motivos. En realidad no había camino. Simplemente eran huellas por el monte o por los pajonales y esteros. Hacía frío en aquel invierno y la cruz era pesada. Sobre todo, era molesta por su falta de terminación. Parecía como que las salientes se empeñaran en engancharse por todas partes a fin de retenerlo. Y se le incrustaban en la piel para hacerle más doloroso el camino. Una noche particularmente fría y llena de soledad, se detuvo a descansar al descampado. Depositó la cruz en el suelo, a la vez que tomó conciencia de la utilidad que podría brindarle el hacha. Quizá el Maligno -que lo seguía a escondidas- ayudó un poco arrimándole la idea mediante el brillo del fierro del instrumento. Lo cierto es que, ahí nomás, se puso a arreglar la cruz. Con calma y despacito le fue sacando los nudos que más le molestaban,

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suprimiendo aquellos muñones de ramas mal cortadas, que tantos disgustos le estaban proporcionando en el camino. Y consiguió dos cosas. Primero, mejorar el madero. Y, segundo, se agenció de un montoncito de leña que le vino como mandado a pedir para prepararse un fueguito con el que calentar sus manos ateridas. Esa noche durmió tranquilo. A la mañana siguiente reanudó su camino. Y noche a noche su cruz fue siendo mejorada, pulida por el trabajo que en ella iba realizando. Mientras su cruz mejoraba y se hacía más llevadera, conseguía también tener la madera necesaria para el fueguito amigo de cada noche. Casi, casi, se sintió agradecido hacia Mandinga que le había hecho traerse el hacha consigo Después de todo había sido una suerte contar con aquel instrumento que le permitía el trabajo sobre su cruz. Estaba satisfecho con la tarea, y hasta sentía un pequeño orgullo por su obra de arte. La cruz tenía ahora un tamaño razonable y un peso mucho menor. Y además se trataba de algo prolijo. Bien pulida, brillaba a los rayos del sol, y casi no molestaba al cargarla sobre sus hombros. Achicándola un poco más, llegaría finalmente a poder levantarla con una sola mano a manera de estandarte, para así identificarse ante los demás como seguidor del crucificado. Y si le daban tiempo, podría llegar a acondicionarla hasta tal punto que llegaría al Reino con la cruz colgada de una cadenita al cuello como un adorno sobre su pecho, para alegría de Dios y testimonio ante los demás. Y consiguió su meta. Es decir: sus metas. Porque para cuando llegó a las murallas del Reino, se dio cuenta de que gracias a su trabajo, estaba descansado y además podía presentar una cruz muy bonita, que ciertamente quedaría como recuerdo en la Casa del Padre. Pero no todo fue tan sencillo. Resulta que la puerta de entrada al Reino estaba colocada en lo alto de la muralla. Se trataba de una puerta estrecha, abierta casi como una ventana a una altura imposible de alcanzar. Llamó a gritos, anunciando su llegada. Y desde lo alto se le apareció


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro el Señor invitándolo a entrar. - Pero, ¿cómo, Señor? No puedo. La puerta está demasiado alta y no la alcanzo. - Apoya la cruz contra la muralla y luego trepa por ella utilizándola como escalera -le respondió Jesús-. Yo le dejé a propósito los nudos para que te sirviera. Además tiene el tamaño justo para que puedas llegar hasta la entrada. En ese momento el joven se dio cuenta de que realmente la cruz recibida había tenido sentido y que de verdad el Señor la había preparado bien. Sin embargo ya era tarde Su pequeña cruz, pulida, y recortada, le parecía ahora un juguete inútil. Era muy bonita pero no le servía para entrar. Mandinga había resultado mal consejero y peor amigo. Pero, el Señor es bondadoso y compasivo. No podía ignorar la buena voluntad del muchacho y su generosidad en querer seguirlo. Por eso le dio un consejo y otra oportunidad - Volvé sobre tus pasos. Seguramente en el camino encontrarás a alguno que ya no da más, y ha quedado aplastado bajo su cruz. Ayúdale vos a traerla. De esta manera vos le posibilitarás que logre hacer -su camino y llegue. Y él te ayudará a vos a que puedas entrar. La diferencia entre un país rico y pobre La diferencia entre los países pobres y los ricos no es la antigüedad del país. hay países como India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad y son pobres. En cambio, Australia y Nueva Zelanda, relativamente nuevos, son hoy países desarrollados y ricos. La diferencia entre países pobres y ricos tampoco son los recursos naturales con que cuentan, porque Suiza sin océano, no tiene cacao pero tiene el mejor chocolate del mundo. Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia como lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes en su educación. Y tampoco es la Raza la que marca la diferencia. La ACTITUD de las personas es la diferencia. Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos se descubre que la mayor parte de la población sigue las siguientes reglas:

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1. La Moral como principio básico. 2. El Orden y la Limpieza. 3. La Honradez. 4. La Puntualidad. 5. La Responsabilidad. 6. El Deseo de superación. 7. EL Respeto a la ley y los reglamentos. 8. El Respeto por el derecho de los demás. 9. Su Amor al trabajo. 10. Su Afán por el ahorro y la inversión. ¿Necesitamos mas Leyes? No, seria suficiente con cumplir y hacer cumplir estas 10 simples Reglas. No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales, o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros, simplemente nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas de funcionamiento de las sociedades. Un cuento de Navidad En vísperas de Navidad impera una cálida agitación en todos los hogares del mundo. El sentimiento festivo y la alegría de reunirse con la familia traen a mi memoria una historia que me encanta relatar cada año. Es una historia real, aunque parezca increíble. Y da testimonio de que los milagros pueden ocurrir. Hace mucho tiempo, un grupo de jóvenes decidió compartir algo de la alegría de la Navidad. Se habían enterado de la existencia de varios niños que pasarían el día de fiesta en el hospital comunitario más cercano. De manera que uno de ellos se disfrazó de Papá Noel, luego compraron varios regalos, los envolvieron y, junto a sus guitarras y sus dulces voces, se aparecieron por sorpresa en el hospital en la Nochebuena. Los niños festejaron alborozados la visita de Papá Noel; cuando el grupo de amigos terminó de distribuir los regalos y de cantar sus villancicos, todos los ojos estaban anegados en lágrimas. De ahí en más, los jóvenes decidieron que representarían el papel de Papá Noel cada año. En la Nochebuena siguiente, incluyeron en su visita a las mujeres


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro internadas en el hospital, y al tercer año la invitación se extendió a algunos niños pobres del vecindario. En la cuarta Nochebuena, sin embargo, después de realizar la ronda ya habitual, Papá Noel revisó su saco y descubrió que le habían sobrado algunos juguetes. De modo que los amigos se reunieron para deliberar y decidir qué harían con ellos. Alguien mencionó la existencia de un mísero caserío precariamente instalado en las inmediaciones, donde vivían algunas familias terriblemente pobres. Por lo tanto, el grupo decidió dirigirse allí, pensando que el número de familias llegaría a tres como máximo. Pero cuando treparon la cuesta de la colina, y se encontraron en medio de la desolada extensión -ya era cerca de medianoche-, el consternado grupo pudo ver a gran cantidad de personas alineadas a ambos lados de la calle. Se trataba de niños; más de treinta niños expectantes. Detrás de ellos no se veían chozas, sino filas y filas de destartaladas instalaciones precarias. Cuando detuvieron el coche en el que iban, los niños se acercaron corriendo, chillando de júbilo. Era evidente que habían estado toda la noche esperando pacientemente la llegada de Papá Noel. Alguien -nadie pudo recordar quién-, les había dicho que él llegaría, aunque nuestro Papá Noel había decidido hacerlo sólo algunos minutos antes. Todo el mundo quedó desconcertado, excepto el propio Papá Noel. El estaba sencillamente dominado por el pánico. Sabía que no tenía juguetes suficientes para tantos niños. Finalmente, sin querer decepcionarlos, decidió entregar los pocos juguetes que tenía a los mas pequeños. Cuando se terminaran, explicaría lo ocurrido a los más grandes. De manera que enseguida se encontró trepado sobre el capó de un vehículo, con treinta niños deslumbrantemente aseados y ataviados con sus mejores galas, alineados de menor a mayor, aguardando su turno. A medida que cada niño ansioso se aproximaba, Papá Noel revolvía dentro de su saco con el corazón cargado de temor, anhelando encontrar por lo menos un juguete más para entregar. Y, por algún milagro, encontró uno cada vez que metió la mano en el saco. Finalmente, cada niño recibió su juguete. Papá Noel miró en el interior

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de su saco, ahora desinflado. Estaba vacío, tan vacío como debería haber estado veinticuatro niños antes. Lleno de alivio, soltó un jovial "¡Jo, jo!" y se despidió de los niños. Pero cuando estaba a punto de montar en el coche (aparentemente, los renos tenían el día libre), oyó que uno de los niños exclamaba: -¡Papá Noel, Papá Noel, espera! Detrás de los matorrales, aparecieron dos niños pequeños, un niño y una niña. Habían estado durmiendo. El corazón de Papá Noel dio un vuelco. Esta vez estaba seguro de no tener más juguetes. El saco estaba vacío. Pero cuando los niños se acercaron sin aliento, él reunió coraje y volvió a meter la mano en el saco. Y, abracadabra, en él había más regalos. El grupo de amigos, que actualmente ya son adultos, todavía comentan el milagro de esa mañana de Navidad. Siguen sin encontrarle explicación; sólo pueden decir que aquello realmente sucedió. ¿Que cómo sé de la historia? Bueno; yo era el Papá Noel. RAYNIER MAHARAJ Toronto, Canadá Las piedras grandes. Un experto asesor de empresas quiso sorprender a los asistentes a una de sus conferencias. Saco de abajo de su escritorio un frasco de boca ancha, lo coloco sobre la mesa junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y pregunto: - ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco? Después que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que lleno el frasco. Luego pregunto: - ¿Esta lleno? Todo el mundo lo miro y asintió. Entonces saco de abajo de la mesa un cubo con piedritas. Metió parte de ellas en el frasco y lo agito. Las piedritas mas pequeñas penetraron por los espacios que dejaban las piedras mas grandes. Entonces el experto sonrió con ironía y repitió: - ¿Esta lleno? Esta vez los oyentes dudaron...


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro - Tal vez no - dijeron. Luego puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedritas y las piedras grandes. - ¿Esta lleno? - pregunto de nuevo. - ¡No! - exclamaron los asistentes. - Bien - dijo, y saco una jarra con agua que comenzó a verter en el frasco. El frasco aun no se llenaba. - Bueno, ¿que hemos demostrado? - pregunto. Un alumno respondió: - Que no importa lo llena que este tu agenda, si lo intentas siempre puedes hacer lugar para que quepan mas cosas. - ¡No! - concluyo el experto - Lo que esta lección nos enseña es que, si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después. ¿Cuales son las grandes piedras de la vida, las que sirven de base? Tus sueños, la persona amada, tus hijos, tus amigos, tu salud, tu felicidad... Recuerda: tienes que ponerlas primero... el resto después encontrara su lugar.

tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" El señor calmadamente respondió: "Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo." El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: "busque la vaquita, llévela al precipicio de allí en frente y empújela al barranco." El joven espantado vio al maestro y le cuestiono sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujo la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comento al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.

Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, acelero el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximo al señor, aparentemente el padre de familia y le pregunto: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio

Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmo que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita): "¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?" El señor entusiasmado le respondió:

El maestro, el discípulo y la familia dueña de la vaca.

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Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro "Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora." Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra supervivencia pero que, NOS HACE DEPENDIENTES, Y EL MUNDO SE REDUCE A LO QUE LA VAQUITA NOS BRINDA. Descubrí cual es tu vaquita y aprovecha la para empujarla por el precipicio. La Epidemia Es la tarde de un viernes típico y estas manejando hacia tu casa. Sintonizas la radio. El noticiero cuenta una historia de poca importancia: en un pueblo lejano han muerto 3 personas de alguna gripe que nunca antes se había visto. No le pones mucha atención a tal acontecimiento… El lunes cuando despiertas, escuchas que ya no son 3, sino 30.000 personas las que han muerto en las colinas remotas de la india. Gente del control de enfermedades de EE.UU. han ido a investigar. Es martes y es la noticia mas importante en la primera plana del periódico, porque no solo es la india, sino Pakistán, Irán y Afganistán y pronto la noticia sale en todos los noticieros. Le están llamando “la Gripe misteriosa” y todos se preguntan ¿Cómo vamos a controlarla? Entonces una noticia sorprende a todos: Europa cierra sus fronteras, no habrá vuelos a Francia desde la india, ni ningún otro país en el cual se haya visto la enfermedad. Por lo del cierre de fronteras estas viendo las noticias cuando escuchas la traducción de una mujer, en Francia, que dice que hay un hombre en el hospital muriendo de “la Gripe misteriosa”. Hay pánico en Europa. La información dice que cuando tienes el virus, es por una semana y ni cuenta te das. Luego tienes 4 días de síntomas horribles y mueres. Inglaterra cierra también sus fronteras, pero es tarde, pasa un día más y el presidente de los EE.UU. cierra las fronteras a Europa y Asia, para evitar el contagio en el país, hasta que encuentren cura…

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Al día siguiente la gente se reúne en las iglesias a orar por una cura y entra alguien diciendo: “prendan la radio” y se oye la noticia: 2 mujeres han muerto en Nueva York. En horas, parece que la cosa invade a todo el mundo. Los científicos siguen trabajando para encontrar el antídoto, pero nada funciona. Y de repente, viene la noticia esperada: se ha descifrado el código de ADN del virus. Se puede hacer el antídoto… Va a requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado y de hecho en todo el país se corre la voz de que todos vayan al hospital central para que se les practique un examen de sangre. Vas de voluntario con tu familia, junto a unos vecinos, preguntándote: ¿Qué pasará? ¿Será esto el fin del mundo?... De repente el doctor sale gritando un nombre que ha leído en su cuaderno. El mas pequeño de tus hijos esta a tu lado, te agarra de la chaqueta y dice: “papi, ¡ese es mi nombre!”. Antes de que puedas reaccionar se están llevando a tu hijo y gritas: ¡esperen! Y ellos contestan: “todo esta bien, su sangre esta limpia, su sangre es pura. Creemos que tiene el tipo de sangre correcta”. Después de 5 largos minutos salen médicos llorando y riendo. Es la primera vez que haz visto a alguien reír en una semana. El doctor de mayor edad se te acerca y dice: “¡gracias señor!”. La sangre de su hijo es perfecta, esta limpia y pura, se puede hacer el antídoto contra esta enfermedad”… la noticia corre por todas partes, la gente esta orando y riendo de felicidad. El doctor se acerca a ti y a tu esposa y dice: “¿podemos hablar un momento? Es que no sabíamos que el donante seria un niño y necesitamos que firmen este formulario para darnos el permiso de usar su sangre”. Cuando estas leyendo el documento te das cuenta que no ponen la cantidad que necesitan y preguntas: “¿Cuánta sangre?”… la sonrisa del doctor desaparece y contesta: “no pensábamos que era un niño. No estábamos preparados… ¡¡¡la necesitamos toda!!! No lo puedes creer y tratas de contestar: “pero, pero…” El doctor te sigue insistiendo: “usted no entiende, estamos hablando de la cura para todo el mundo. Por favor, firme, la necesitamos… toda”. Tu preguntas: “pero no pueden darle una transfusión” y viene la respuesta: si tuviéramos sangre limpia podríamos… ¿firmara?...por


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro favor…firme”… En silencio y sin poder mover los dedos que tienen la pluma en la mano lo firmas. Te preguntan “¿quiere ver a su hijo?” caminas hacia esa sala de emergencia donde tu hijo esta sentado en la cama diciendo: “papi, mamí ¡Qué pasa!”. Tomas su mano y le dices: “hijo, tu mamí y yo te amamos y nunca dejaríamos que te pasara algo que no fuera necesario. “¿comprendes eso?” y cuando el doctor regresa y te dice: “lo siento, necesitamos empezar, gente en todo el mundo esta muriendo”… ¿te puedes ir? ¿Puedes darle la espalda a tu hijo y dejarlo allí?... mientras él te dice: “papi, mami, ¿Por qué me están abandonando?” Y a la siguiente semana cuando hacen una ceremonia para honrar a tu hijo, multitudes se reunían para agradecer pero con el tiempo algunas personas se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque prefieren ir de paseo o ver un partido de fútbol y otras vienen a la ceremonia con una sonrisa falsa fingiendo que les importa. Quisieras pararte y gritar: “MI HIJO MURIÓ POR USTEDES ¿QUÉ NO LES IMPORTA?”… Tal vez eso es lo que Él quiere decir, “MI HIJO MURIÓ, ¿NO SABEN CUÁNTO LOS AMÓ?”…

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La carrera de los sapos................................................................2 La carpintería..............................................................................2 Un nuevo año de trabajo.............................................................2 El anillo.......................................................................................3 Para pensarlo...............................................................................4 Después.......................................................................................4 Momentos...................................................................................5 Actitud positiva...........................................................................5 Cuestión de actitud.....................................................................6 Triple filtro de Sócrates..............................................................7 Parábola del buen suicidio..........................................................7 El buen amigo.............................................................................8 Ese es un amigo..........................................................................8 Amistad incondicional................................................................9 Ángel y amigo.............................................................................10 La leyenda del verdadero amigo................................................11 Hola como estas..........................................................................11 El corazón más hermoso.............................................................13 El amor en la pareja....................................................................13 Una historia del cielo y el infierno.............................................14 El barbero....................................................................................14 La tienda......................................................................................15 El naufragio.................................................................................15 Una historia de milagros.............................................................16 Hablo “yo”..................................................................................16


Centro Juvenil Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Lo dice una marioneta de trapo..................................................17 A sacudirse..................................................................................18 El anillo del rey...........................................................................18 Un hombre rico...........................................................................19 El buscador.................................................................................20 He aprendido...............................................................................21 La lección de la mariposa...........................................................21 No culpes a nadie........................................................................22 Nombre del Cuento

Número de Página

Donando sangre..........................................................................22 El puente.....................................................................................22 Manos que oran...........................................................................23 Algo no anda bien.......................................................................24 Madres profesionales..................................................................25 El tazón de madera......................................................................26 El costo de los hijos....................................................................26 Un Ángel en la tierra..................................................................27 Las pastillas de colores...............................................................27 Cachorritos..................................................................................29 Caja de besos..............................................................................29 Atiende con una sonrisa..............................................................30 Eligiendo cruces..........................................................................30 La ciudad de los pozos................................................................31 Los deseos...................................................................................32 Para arreglar el mundo................................................................32 La honestidad..............................................................................32 Los dientes del Sultán.................................................................33 El águila real...............................................................................33 Otra versión del águila real.........................................................34 El alpinista..................................................................................34 El padre enfermo.........................................................................35 No olvides lo principal...............................................................35 El sueño de María.......................................................................36 La petición de Nakamura............................................................36 44

Gotitas de amor...........................................................................37 La cruz........................................................................................37 La diferencia entre un país rico y pobre.....................................39 Un cuento de Navidad................................................................40 Las piedras grandes....................................................................41 El maestro, el discípulo y la familia dueña de la vaca...............41 La epidemia.................................................................................42


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