Machote darluz

Page 1

Dar a Luz




Luego de nueve meses esperando te das cuenta que no hay afán, que la vida tiene un ritmo y sólo debes bailar al compás que te indique. Empecé mi trabajo de parto un martes, las contracciones fueron siempre igual de dolorosas, sin embargo cada una de ellas te enseña a entregar; soy solamente una observadora de la vida. Los pensamientos son cada vez más confusos y cada vez más claros. No tienes ninguna certeza, no sabes nada, pero no necesitas entenderlo. Piensas y sueltas todo lo que tienes, todo lo que eres en cada suspiro. Sientes como tu cuerpo se mueve, gira, crece, se abre, se prepara. Caminas, te sientas, te agachas y sientes. Sientes la temperatura, sientes el palpitar de tu cuerpo que marca un son. Sientes el sonido de la respiración de la familia. Diego mi pilar de apoyo, Eloísa mi niña grande, Soluna y Ramiro bailan conmigo. Sabes que no estas sola pero te sientes fuera de lo material. La noche del viernes el cansancio perturba mi paz, y nubla mi mente en blanco con pensamientos débiles. El agua tibia es el único bálsamo que aliviana esos pensamientos, esa agua que corre y limpia mi dolor. El silencio sabio se sienta a mi lado para soñar conmigo esa sonrisa traviesa y siempre segura de si misma. Empieza entonces el momento más caliente del trabajo, hay que pujar. No encuentro la fuerza y de repente siento que mi cuerpo crece, somos Diego y yo pujando, somos Diego y yo bajo la luz del sol del medio día, abrazados por el agua que acompaño nuestro renacer. El canto de Ramiro, el tambor y Soluna guían la respiración. Un rayo de luz entra para estallar la escena, las piernas de Matilde se estiran y en un solo salto sale nadando mi pequeña rana. Matilde ha sanado las heridas del pasado, la violencia y frialdad de un escalpelo que abruptamente saco a Eloísa de mi vientre. He perdonado y Elo ha renacido también, pero es allí donde empieza la tarea diaria de construir, con cada beso, cada gesto, cada palabra del día a día que trazará el camino. La fiesta de la vida comienza y solo hay que celebrar. La conciencia de mi cuerpo y mi dolor fueron la fuerza y el valor para parir y ver la vida abrirse paso. Esos primeros momentos de un ser humano con los ojos abiertos explorando el mundo reconociendo el rostro de mamá, pues el olor, el tono de voz, la temperatura y hasta el humor ya son familiares para él. Ese 26 de junio la luna canto y el sol le puso el color del amor para que naciera Matilde, para que renaciera Eloísa, también nació una nueva familia, y una nueva mujer …solo me queda agradecer por tener el honor presenciar la vida y honrarla dando a mis hijas, Eloísa y Matilde, el poder de saberse mujer.


“Tuve un primer parto sin dolor, pero sin consciencia...;ahora he dado a luz con la certeza de estar despierta� Eloisa,Matilde en la barriga y Juanita Eslava 24 de Ene. 2015



Manuel acompa a mama durante el trabajo de parto. Lucas y Sara estan tranquilos a la espera de Guadalupe en casa. 21 Abril. 2015




Empezamos la tarea, mi cuerpo aun no estaba preparado y mi mente comenzo a trabajar de una manera segura para brindarle la confianza necesaria a mi pedacito de vida para que conociera la luz del sol. Pasaron los minutos y el dolor por el medicamento comenzaba a aumentar, sin embargo estaba conciente que ese dolor era solo un 1% de lo que me faltaba, me concetre en la respiracion y el revisar las pulsaciones de Jacobo para gritar en caso de requerirse si estas dejaban de presentarse, estuve durante este proceso por un periodo de 30 horas en donde las ultimas 6 pedia que por favor me realizaran la cesaria, mi cuerpo estaba agotado, sin dormir ni comer, sin embargo los medicos me indicaban que por protocolo teniamos que esperar a que el medicamento terminara y revisar la reaccion de mi organismo, llegando al medio dia del 13 de abril, mi cuerpo no dilato lo esperado por tal motivo se programo la cirugia en cuiestion de minutos, tan pronto escuche la decision tuve un parte de tranquilidad en el sentido que iba a dejar de sentir dolor, pero por otro lado una frustacion de no poder tener a mi hijo de la manera natural, pero al ver en cada contraccion como el corazon de mi peque単o comenzaba a latir cada vez mas rapido no podria ser egoista de seguir en esta espera, ya queria abrazarlo y besarlo. Entre en la sala de cirugia, el anestesiologo y el medico me dieron la confianza que mi bebe saldria muy bien, y asi fue tras diez minutos escuche el llanto de mi peque単o hombrecito que estaba con el cuello atorado con una vuelta del cordon umbilical razon por la cual no pudo descender por el conducto vaginal, un suspiro de tranquilidad, aunque estaba llena de felicidad mi cuerpo estaba agotado y un poco quieto por las indicaciones que me habian dicho al ingresar, logre verlo vestido de blanco y darle un beso para que siguiera con el camino a conocer al papa. En la sala de recuperacion pude tenerlo de nuevo, un poco incomoda con la anestesia logre abrazarlo junto a mi pecho y tener el calor de su piel en mi cara. Lo amo Jacobo Herrera es lo mas hermoso que me ha pasado, las trasnochadas, el dolor, la cicatriz, la leche en mi ropa y cada situacion que hemos vivido vale la pena por esa sonrisa que sale de su boca cada vez que me ve






Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.