La colmena de jesus1

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JESÚSS HERN NÁNDEZZ GALLA ARDO BAILEE DE AB BEJAS

Por Jesús He ernández Gaallardo

BAILE DE ABEEJAS nillo le impresionó cuando lleegó a Una de las múltiples situaciones que a eeste larvario zangan olmena maagisterianaa fue la pu uerta de aacceso a ese vestíbu ulo faraónico. Pensaaréis que n no es la co para tanto, peero esa am mplitud de espacios, esas co olumnas taan grandees en una superficiee tan mó la aten nción sobrremanera. exxtensa llam La pueerta giratoria eraa para mi algo o totalm mente do, entrab ba mis priimeras veces “nublado”, mi corta deesconocid esstatura dee zanganillo me imp pedía ver cualquier horizontee, me daaba vértiggo, sin sab ber el recorrido que me iba a marcarr, con lo os torpes pasos dessvariados de la líneea a seguir, derrapando en n la curvaa, con sen nsación dee mareo ee inseguriidad. Cierto es qu ue con 9 primaverras tampo oco se pu uede exigir mucho más,


aunq que he de recono ocer que al poco tiempo era e un exxperto como todoss los larvvados zangganillos, ágguilas con el aprend dizaje que nos brind daba la experiencia.. Co on el tiem mpo, cuand do ya estáán en la ccolmena uno o dos años, enttiendes qu ue existe aalgún otro resquicio o para sallir. En esee momentto solo piensas en buscar lo os balone es que traas un n del patio o volando por el horrizonte camino de Issabel la Caatólica. Erres un zán ngano patadón salen odavía, tieenes que recuperar tu instru umento de juego en el recre eo, el baló ón de sin recursos to ol, por cieerto abundaba trass las Navid dades, cuaando sus Majestad des los nobles Reyees del fútbo Oriente colmeenero obseequiaban a los zangganillos esste presen nte. Sales tras el balón saltando el o y al sub bir la escalera, si te ve algún segurata, pues lo entenderáá porque seguidam mente muro regreesas a la ccolmena. De no serr así, en in nvierno no o sienta demasiado mal que te calientten el hocicco. Yaa con 13 años la situación se comp plica, eress zángano o con detterminadaa intenció ón de enam morar a las abejitass de la otraa zona dee Berlín. Te e maqueaas los finess de semaana, te tap pas el acnéé con el fleequillo, frecuentas las zonas apícolas más buscadas por las abejitaas colmen neras, cruzaas miradas, ocultas tu interés, tratas d de esconder tus ojeeadas, te pones a p pavoneartee por el paarque, la pasteleríaa cercana,, donde buscas b tuss “chuches” y te exxhibes hacia adelan nte y haciaa atrás, lleegando al quiosco d del parque y regressando nueevamente, por si en n el transccurso pued des convertirte en u un zángan no atractivvo a las fé éminas deel mundo apícola m magisterian no. A esto se le llam ma el baile colmenerro. Con 14 4 y 15 años somos yya el zángaano que se e ve con aarmas o por las abejitas a que, inquieetas como o tú, busccan la suficcientes para la relacción activva, atraído cercaanía, el ro oce verbal. Entoncees estás lleeno de tim midez, te cconformas con tan sólo un ggesto, una ironía quee interpreetar, una buena palabra, unaa elegancia en la frrase, un “hasta “ pro onto” r do. Y pasas toda la semaana recordando esse instantte que te ha con timbre redondead u delirio, cuando a lo o mejor no o ha sido más que u una interp pretación errónea p por tu ocasionado tu ué más da,, te ha heccho feliz. partee, pero qu Ro ondando yya los 16 ó 17 buscas situacciones furttivas, en soledad, e s en el parq que o en otros somb bríos lugaares dond de tener momento os de exxpresión y y amorosa confide encia. Con n los compañeros, eestás emp pezando aa creerte u un zángan no con pello en pech ho, te gusta tomartte tus cañaas, siempre en funcción de tus escasos recursos,, tu café, el cubataa de la tarrde‐nochee o el trío, haciendo o que el glorioso g reegreso y entrada e al a Magis sea s más torpe, derrrapando en la do vuelta y media por p no ne egociar bien la entrada y la salida, po or no girattoria, a veeces dand atinaar entre en n norte y eel sur. En la residencia eres consciente de deeterminados coman ndo de zánganos be erracos qu ue se p atrevven a busscar la zona vulnerrable del Muro de Berlín. A través dee los sótaanos se puede trasp pasar la barrera con el antifaaz de eróttico enam morado, en n noche d de “cuarto o mangante” y busccando el eescondite en cada eesquinazo para llegaar a lugar prohibido o. Piensass en por qué el ascensor dee la zo ona de zán nganos no n le ncionar nunca, si esttará preevisto has visto fun cuaando lllegue poneerlo en funcionamiento algun na visita de relevaancia, si esttará en fasse de revissión perp petua co omo las nieves piren naicas, si lo enggrasarán algguna vez o preteenderán dejar colgados a eso os tarrados volun ntarios qu ue se presten para poner en maarcha el dudoso mecanismo m o. No lo enttiendes.


He de advertir que este zángano no ha traspasado esa barrera, pero no por falta de ganas y si por padecer de blandura abdominal, a pesar de mis efervescencias simultáneas con otros muchos zánganos que alguna vez se les ha puesto entre antena y antena. Tampoco puedo saber si el ascensor de abejitas ha funcionado alguna vez, si lo han utilizado algunas baronesas de la zona noble colmenera o por el contrario se le ha permitido el transporte a seguratas con mando en plaza del lugar. ¡Qué dilema!.. FIN

ALTA POLÍTICA

He tenido la oportunidad de escuchar a ciertos avanzados investigadores en el campo de la medicina que tratan de explicar las percepciones que se tienen de los actos cotidianos, de los sentimientos, de las subjetividades de cada uno. Yo que soy un cerebro de la medianía capto estos conceptos con mucho interés y creo entenderlos. Nos explican que todo ello tiene un razonamiento físico, movido por la electricidad de nuestras neuronas cerebrales, que dejan un rastro dependiendo la percepción que han tenido, de la imagen que han podido apreciar en el mensaje que han recibido de nuestros sentidos, si el olfato ha olido y esta percepción ha llegado al cerebro esta percepción se traduce en la conclusión que han tomado en milésimas de segundo nuestras neuronas. Claro que parece difícil asumir que en realidad quien huele, quien ve, quien toca y quien saborea son nuestras neuronas y no nuestros sentidos más externos o primarios… pero es así, nuestro cerebro traduce en milésimas de segundo estas percepciones en impresiones que entran dentro de la física pura. Depositan y codifican esta información y, una vez almacenada en un lugar preferente del cerebro, podemos en el futuro hacer comparaciones con los estímulos que nos vayan llegando a nuestro entramado eléctrico, neuronal. Aceptando esta reflexión muy actualizada de las percepciones que tenemos las personas, nos podemos poner a analizar esta cloaca que conforman en la actualidad nuestros padres de la patria. Esos que se hacen llamar políticos y pasan por estos foros parlamentarios robándonos a la inmensa mayoría de españoles y haciéndose ellos con un saco de billetaje difícilmente calculable por los demás e incluso por ellos mismos. Hemos tenido antecedentes en esta última época de saqueo con los casos de Marbella: Todos esos mequetrefes que han sido cansinos en el mundo periodístico por sus torpezas sociales, por las cornadas sentimentales que se han metido unos a otros, por el aumento desproporcionado que han expresado sus fortunas personales, reproches de diálogos en directo y en antena sobre sus golferías, queriendo decir y ocultar a la vez, amenazando y abrazándose casi simultáneamente en esos ataques de “y tu más”, plegando velas seguidamente para tapar las vergüenzas de las que eran copartícipes. Las impresiones de los sentidos en el mundo de la política no son más que eso, esas apariencias que están preparadas para que las distingan nuestros ojos, oídos, olfato, gusto y tacto, pero no están amparadas para pasar la prueba de las conclusiones cerebrales, de esos


impactos físicos que se registran en el cerebro y que son los que en realidad están aptos para sacar conclusiones. Cuando se alíen en una cruzada la justicia, la economía y la desinteresada política, esa que busca el bien de todos, la distribución con equilibrio de todo aquello que es de todos y nos pertenece a la generalidad, será cuando se pueda hacer balance. Seguro que en ese momento acabará el paro, los precios tan exagerados de la espiral consumista aterrizarán a ese escenario de realidad, donde llamamos a cada cosa con su nombre y donde podamos coexistir todos los que abanderamos las diferencias de nuestras autonomías sin el camino bastardo del desvío para el beneficio de los políticos. ¡Uff...que difícil está el asunto en la actualidad! , están agarrados por las zonas nobles los que mandan, es uno de ellos, que atesora todo el fango empantanado y acumulado en muchos años, de ese que ajusticiaba lo ilegal, que hacía montones de billetes y los depositaba a nombre de esos que gobiernan, eso que ha pertenecido a todo un país y se lo quieren ventilar entre los embutidos en ese mundo del corredor aforado, de esos que se desenvuelven por los caminos con blindaje al que no puede acceder más que la charcutería. En este mundo sin escrúpulos, donde nadie quiere salir en la foto de la mierda nacional existe un paralelismo, ese que nos explicaba D. Nemesio en sus clases de Dibujo, cuando nos contaba en qué consistía el “Circulo cromático de Ostwald”, ese círculo que al girar hace que todo se vea de color blanco, es guiado por nuestros primeros sensores en los que aparentemente todo es claro y diáfano, pero que analizado por la verdadera ciencia a cargo de nuestras neuronas cerebrales, descubrimos que lo que aparentemente se muestra puro está, si desentrañamos su interior, lleno de grises plomizos, marrones residuales y rojo acumulado por esos chupópteros, sanguijuelas que con careta de justa balanza son capaces de patear y churruscar al prójimo con tal de cubrirse de fajos de dinero robado. ¿Será tan difícil encontrar gente con la ética exigible y con la vocación de brindarse a la sociedad para ordenarla y también sus impuestos sin meter la mano en la caja?. Seguro que habrá gente con actitudes honestas que apliquen actuaciones decisivas para hacer reaccionar al país. Se busca que prime el bien común ante los principios exclusivos de economía, relativizar las exigencias europeas y evitar estas dantescas colas de gente en el paro que busca un plato de comida. Se busca igualmente conseguir esa conciencia ética que ha habido en España tiempo atrás, con los valores arraigados en nuestra sociedad. ¿Se encontrará una política al servicio de la sociedad?. Los ciudadanos podemos exigir que todo lo actual cambie, que se olviden de los compromisos con sus partidos y otros más que existen y lleguen a entender que se ha de buscar contentar a la sociedad española, que es la olvidada por ellos mismos.


BAÑ ÑO MA AÑO

Reecordarem mos todoss nuestrass correrías a lo larrgo y anch ho de la colmena, por todo os los ángu ulos del peentágono que confforma estee insólito lugar. Po olígono qu ue nos ha dado pie para resbaalar por las largas barandillas a velocidades in nsospechaadas, rayaando la lo ocura zangganil, recorrer los anchos a paasillos lleggando al tropezón t de la currva y el despatarre e consiguiente. d las aulas tropezando y entorpeci e o entre los Pulular por el pasillo de éndonos unos a otros patio desb bocados sin alas y nublados p para comenzar los riituales lúd dicos. interrvalos. Saliendo al p ¿Quiién no se aacuerda d de las salid das del com medor, baalón en mano, para hacerse ccon el cam mpo y podeer echar un u partidiillo con lo os zangan nillos de tu t pabelló ón colmen nero?, tras la inevitable dispu uta con lo os que han n llegado ssegundos, que busccaban iguaalmente gaanar por e el alerón.¡Vaya guerrras, de laas que no os percatáábamos nosotros!, n no eran de domin nio colme enero de altas esferras, aunqu ue D. Angeel sabía ap preciar a ssus alumnos y buscaaba el bien de ellos. Desde aq quí le aplau udo por eese gesto ttan bonito o. Por el p pararrayoss también sé yo de un condu ucto transitado por los más intrépidos, pero tan ssolo para recuperarr la guarida tras la ju uerga. nas de exo otismo eran las quee nos pegábamos een las Peero las carreras máás pintoresscas y llen duch has del gim mnasio. Essas carrerras motivaadas por e el frescor del agua que nos h hacía movver el abdo omen apícola a veelocidadess propias de un fórmula 1. 1 Esas du uchas con nsistían en un cuad drado lleno de tubeerías por sus pared des con surtidores de agua enfocadaa al paso de la hilerra de zángganos, quee espabilados por el frescor d del agua, eeran capaces de batir los tiem mpos de los l mejores veloccistas del mundo apícola. En el centro c deel cuadraado estab ba el estaccionamien nto en que nos resttregábamos con la pastilla d de jabón ssólido, esaas que cosstaba que se impreggnaran en n la superrficie a go olpe de in nsistencia,, no como o los de ahora a quee son dos y máás adaptaados a la vida mo oderna. Iggualmentee todos ccon el naturalismo que líquid requ uería la occasión, en pelota picada y co orriendo despatarraados por tener un tabique ceentral que sortear, p por dondee también se nos en nfocaba a zonas nobles de la fisiologíaa himenóp ptera. es de Edu ucación Fíísica, el mío m siemprre ha Estass duchas nos las faacilitaban nuestros profesore sido D. Jose, aa veces no os acompaañaba el zzángano D D. Julian, q quienes dee manera espartanaa nos encaaminaba a los zangaanillos a esse hábito sano y saludable. ¡Q Qué tiemp pos aquellos!. Imaaginaros por p un momento m que estaa variedad d higiénicca se hubiera puestto en marrcha en algún gariito de los tiempos actuales, lo que ib ban a disffrutar n bailar la “Conga dee Jalisco” por ejemp plo, o los zzalameross obsesion nados aqueellos intereesados en y atrraídos porr la noble retaguard dia de su aantecesorr en la carrrera. ¡Que acelerones meterían!. Estoss que hablan del efecto do ominó hu ubieran trriunfado en estos hipotéticcos lugarees de ambiente, se produciríaan unos sospechos s os frenazos hechoss adrede. La frialdaad del agu ua en p a importarr bien po oco, tan solo ayud daría a aaliviar alguna calen ntura estoss casos pasaría prem matura y se buscaríaa la “parad diña” com mo gesto de ligoteo. En n el Magiis estos actos a higiéénicos se respetab ban de manera mo odélica y seguidam mente estab ba la incomodidad de tener q que subir dos o tress pisos para acabar de remattar el vestuario y com menzar la actividad académicca colmen nera. No tengo reeferenciass en el mo omento, pero supon ngo que laas abejitass no dispo ondrían dee esta que tuvieraan a camb bio algunaa otra, motivo de differenciación. instaalación, ess posible q Po or otra paarte no fuee mala ideea eso de la ducha ccuadrangu ular, ya qu ue en mucchas ocasiiones reinaaba un jum millo de estercolero o cargado, sofoco h himenópteero, tufo aapícola en n nuestra ccelda educcativa, fru uto de nuestra in nquietud deportiva y perezza higiénica. Much has vecess nos


acercábamos a esa variedad de zángano tigre, especialista en champiñones dados fundamentalmente en las extremidades más inferiores.


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