Muestra libro 50 años juannio

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HISTORIA J UAN N I O, U N POCO D E HIS TO RIA . Por D ina García EL I N I CI O Hace 50 años no había en Guatemala una persona, mucho menos una institución o escuela que atendiera las necesidades educativas de los niños con problemas neurológicos y cognitivos. Esa penosa realidad y el imperioso deseo de cambiarla, fue lo que motivó a los fundadores terminaría con el abandono absoluto en el que se encontraban estos niños y sus familias. Aunque fueron muchas las personas que trabajaron en la fundación del Instituto Neurológico y luego en la organización de Juannio, es importante resaltar la participación del Doctor Rodolfo Solís Hegel, pues nada de esto hubiera ocurrido sin su valioso e indiscutible liderazgo.

constancia que a los fundadores, además de amistad entre sí, los unía la pasión por el arte. Pero si bien se dice que para realizar algo, primero hay que soñarlo, ciertamente para superar esa etapa de “ilusión” y llevarla a la realidad, se debe poner en el empeño mucho amor, voluntad y disposición al trabajo. Y así fue como, al igual que los hijos muy deseados, la hoy famosa exposición subasta, fue concebida con mucho amor. Sus creadores forjaron esa unión coyuntural entre los niños con necesidades de educación diferenciada y la obra plástica de cientos de artistas, que a través de 50 años, han puesto su arte al servicio de los pequeños necesitados. Las primeras exposiciones subasta se organizaron sin ninguna formalidad. Se hizo un llamado a los artistas por medio de la prensa invitándolos a contribuir con “una buena causa”, y lo mismo se hizo con los posibles compradores. Cualquiera podía participar y así las

que por verdadero talento artístico. Ya para el segundo año, los fundadores se habían organizado en un comité y, con la ayuda de Julio Estrada de la Hoz -un publicista muy interesado en cuestiones de arte- , buscaron darle identidad al evento. Primero encontraron el nombre de Juanito, el “niño símbolo” que ha representado la causa desde entonces. Luego vino el nombre de Juannio, como resultado de la unión de los nombres de junio, el mes designado para la conscripción y el nombre de Juanito, seguido del eslogan ”En junio no me olvides”. En los años que siguieron, la estructura de la subasta no cambió, pero que conste que a pesar de ese desorden inicial, la sola presencia de la obra realizada por los artistas formales, opacó y desplazó totalmente las de los artistas de ocasión, de manera que en general, a pesar

que cultural. Las pinturas se vendían a precios ridículamente bajos, pero se vendían, y a pesar de ello, es obvio que a la larga el resultado fue muy positivo. Todos fueron aprendiendo a comprar y a vender y, en el ínterin, disfrutaron de la experiencia. Desde las primeras subastas, los compradores hicieron muy bien su papel, llegaron y compraron lo mejor, sorteando las buenas piezas entre la multitud variopinta de calidades que se les ofrecía. Igualmente se entabló una relación magnética y triangular entre Ricardo López Urzúa,

Lo importante radicó en que mucho más gente se puso en contacto directo con las obras de arte y con los artistas, hubo intercambio de ideas e información y se empezó a generar una simpatía hacia las actividades artísticas que antes no existía. Jamás, en esos inicios, se pudo avizorar la importancia y madurez que el evento adquiriría con el paso de los años.


E L E N TOR N O Es difícil concebir cómo era entonces, en 1964, el ambiente artístico en Guatemala, cuando no existía en el país ningún comercio formal información relacionada. Los únicos espacios disponibles eran la sala de exposiciones de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, algún salón de la Universidad Popular y, a nivel privado, todo lo que había era un pequeño espacio en la trastienda de la Galería Ríos. En general, los artistas para exponer su obra, tenían que gestionar personalmente la “ayuda” de alguna de las organizaciones culturales existentes (Alianza Francesa, IGA, etc.), o el alquiler o préstamo de cualquier espacio que servía normalmente para otro tipo de actividades, mismo que resultaba siempre inadecuado y muy mal iluminado.

artistas más sólidos de la primera mitad del siglo XX ya producían sus obras emblemáticas, algunas de ellas monumentales y públicas. Léase los maestros Guillermo Grajeda Mena, Rodolfo Galeotti Torres, Dagoberto Vásquez, Roberto González Goyri, Max Saravia y Efraín Recinos, por mencionar sólo algunos de los más representativos. También había varios grupos de inquietos artistas jóvenes que estaban proponiendo nuevos lenguajes visuales que resultaban ser muy estimulantes. Por un lado, Marco Augusto Quiroa, Elmar Rojas y Roberto Cabrera, que más tarde (1969) formaron el grupo Vértebra. En paralelo, Luis Díaz, Margot Fanjul y Joyce Vourvoulias, ofrecían otra visión de lo contemporáneo con líneas más depuradas. Los seguían de cerca otros todavía más jóvenes, Zipacná De León, Ixquiac Xicará, Erwin Guillermo y “ l´enfant terrible”, Ramírez Amaya. Es importante anotar que viviendo en ese ambiente lleno de carencias, todos recibieron a Juannio con agrado, unos y otros llevaron sus obras, los maestros y los más jóvenes participaron. Era la oportunidad de exhibir, vender y ayudar. En ese momento pluricarente, “la falta de” se convirtió en motor y motivo, en la fuerza básica de Juannio. En paralelo, Guatemala crecía rápidamente en todo sentido. La ciudad capital había llegado a albergar 600mil habitantes. Se formaban empresas nuevas, había auge de la construcción y se abría paso una pujante clase media con educación universitaria que estaba sedienta de cultura. No sorprende entonces el hecho que Juannio resultara ser un gran éxito. Como dato curioso que nos habla de la inexistencia de la casualidad, encontramos que las verdaderas necesidades -y el arte y la cultura son una necesidad- marcan cambios en las sociedades y, la década de los años sesenta fue uno de esos momentos históricos. Para subrayar lo dicho, notamos que Juannio, aunque nació primero, coincidió con el surgimiento de todo un movimiento artístico que al día de hoy sigue dando frutos. Así, como hongos en tiempo de lluvia, fueron surgiendo muchos espacios fértiles al arte en donde hasta la fecha había sido un panorama yermo y desolador. Así vimos que un mes después de la primera subasta, se inauguró la galería DS, y al poco tiempo abrieron sus puertas

Para inicios de la década de los setenta, muchos artistas jóvenes que ya participaban en Juannio, habían alcanzado una sorprendente madurez y mostraban un enriquecido lenguaje plástico. Vinieron a refrescar el ambiente proponiendo no sólo las imágenes, sino también tenían de todo menos frivolidad y estaban cargadas de otros valores que antes no se esperaba encontrar adosados a una obra de arte. En esos primeros años la subasta fue cobrando relevancia. Quizás fue debido a la gran cantidad y calidad de arte que se exhibía y vendía, a la multitud de personas importantes que asistían, o a la serie de experiencias nuevas que ofrecía a la comunidad. El hecho es que Juannio expuso al público el placer de adquirir arte en un ambiente donde cualquiera podía ver cómo una pintura o escultura, era capaz de fascinar y provocar sentimientos y emociones. Ahora bien, ese éxito traía consigo grandes responsabilidades que en ese momento los organizadores no visualizaron. Fue ese peso que nunca buscaron conscientemente, pero que su circunstancia le otorgó, lo que obligó a revisar muchos detalles de la realización de Juannio.


L A I N T E RV E N C I ÓN Sucedió durante la subasta de 1972 (ocho años habían transcurrido ya), cuando un grupo de artistas -a voz en cuello- irrumpieron en la sala manifestando su desacuerdo con algunos aspectos de forma y de fondo de la organización de la subasta, interrumpiendo al Embajador de Venezuela, quien en ese momento presidía el acto de premiación a los 3 mejores artistas del año. El exabrupto, osado y provocador, “desplante”, y otros como un total desaguisado, fue un llamado a los organizadores, de parte de los artistas, para que consideraran hacer algunos cambios que ellos consideraban importantes. Fue esa aparente contrariedad lo que dio origen a la intervención que comenzó a profesionalizar Juannio. Que conste que en su momento, el desacuerdo no fue recibido con el buen humor que hoy se recuerda, pero lo importante es que los frutos lo tomó como un obligado dolor de crecimiento y aceptó de buen talante las sugerencias dadas, invitando a un grupo de artistas y otros intelectuales a que se integrara a la organización.

eliminara el certamen y, lo más importante, que la muestra fuera documentada mediante un catálogo. Además, pidieron que el evento fuera acompañado de conferencias y visitas guiadas dirigidas al público general, a los compradores y también a estudiantes, para que Juannio contribuyera a la formación de criterios bien fundados en la comunidad. Todo se hizo y más.

búsqueda despertó en los encargados de la curación, ciertas cuestiones fundamentales sobre la calidad de cada pieza, el manejo de la técnica, la escuela, la originalidad, el acabado, la presentación y hasta el propósito de la obra de arte y del artista. Esa búsqueda honesta, ha sido y es hoy, una de las responsabilidades más serias que recae en los organizadores de Juannio, lo es frente a los artistas y desde luego, también de cara a los compradores quienes confían que lo que adquieren allí, tiene una garantía válida en cualquier parte del mundo. La hechura y publicación del catálogo de Juannio es posiblemente el legado más importante que se ha dejado a la historia del arte de Guatemala. En un país donde casi no se escribe sobre arte y no existe otro tipo de documentación continua sobre el tema, debe dársele a la colección de catálogos su importancia. A la fecha de hoy, se han publicado y distribuido 41 ediciones. Año con año, desde 1973, esta publicación ha dejado constancia del desarrollo histórico de los artistas participantes, y por ende del desenvolvimiento del proceso artístico nacional. Si bien es cierto que se trata de información muy sucinta, recoge las fotografías de las obras y datos importantes sobre cada uno de los artistas, testimoniando su desenvolvimiento en el tiempo. Aquí es justo mencionar la participación de la galería El Túnel, que durante esos años prestó su decidida ayuda. También al artista Dany

La inclusión de artistas extranjeros fue otro de los avances que enriquecieron a Juannio. Tanto el público como los artistas participantes, se han nutrido de tener ese contacto vivencial. Pero para los miembros del comité no fue lo mismo querer que lograr. Hubo que aprender del comité tuvieron que viajar para recoger las obras personalmente. Los primeros artistas que vinieron de El Salvador, fueron Benjamín Cañas y Julita Díaz, cuyas pinturas fueron muy apreciadas. Igualmente primeros artistas de gran cartel mundial que participaron en Juannio, abriendo así una puerta ancha por donde han pasado muchos grandes nombres.


E L R E LE VO Pasados 34 años del primer Juannio, de nuevo hubo grandes cambios en la organización y la visión de la subasta. En 1998 el comité organizador entregó las riendas de la subasta a un nuevo grupo integrado por gente joven, con la idea de renovar el evento e ir un poco más allá, hacia el futuro y la profesionalización. El grupo que tomó las riendas, se propuso que la organización del evento tuviera los estándares más altos. Digamos que su tarea fue hacer un traslado de conceptos y visión del siglo XX al XXI. Nada fácil fue tomar un evento muy exitoso y actualizarlo, sin perder el brillo ni los buenos resultados económicos, porque hasta hoy, el propósito principal de la subasta sigue siendo la recaudación para el Instituto Neurológico. De las primeras tareas abordadas, fue lograr que la curación de los artistas y de sus obras quedara totalmente en manos de profesionales de primera línea. Para esto, se decidió que la junta de curadores estuviera integrada por museólogos, historiadores del arte y galeristas reconocidos, en una mezcla de guatemaltecos y extranjeros, para evitar el peso de las presiones y prejuicios locales, o una visión totalmente extranjerizada y ajena.

sus lugares de origen, abriendo así para ellos un sinfín de oportunidades. Otra particularidad de la nueva organización, es que ponderando la importancia de la renovación en el campo del arte, igualmente es necesario que cambien a los integrantes cada pocos años, para aprovechar la vitalidad de nuevos miembros que siempre aportan ideas, conocimiento y acciones. Resultado de ello es que, año con año ahora vemos cómo avanzan las nuevas tendencias, se usan nuevos medios, materiales y conceptos, que van ocupando lugares importantes a la hora de exhibir y subastar. La participación de la fotografía ha ido ganando espacio, al igual que las técnicas mixtas y obras intervenidas. En cada nueva edición de Juannio, se presentan más artistas con obras novedosas, y de la mano de la globalización, también hay más participación del exterior. El concurso que premia a las tres mejores obras presentadas volvió a retomarse y en él participan solamente los nuevos artistas. Esto sigue estimulando la creación novedosa, al tiempo que a los artistas ya establecidos, que desde siempre han participado en Juannio, se les da su lugar e importancia, honrando su trayectoria. Y así como se insiste en que la obra de los artistas que están en plena producción sea inédita, también se presenta y subasta obra de artistas que ya no están con nosotros. No es entonces por casualidad que Juannio, a pesar de sus límites, brinda una contribución precisa e importante al desarrollo de la plástica y la cultura misma de los guatemaltecos. La exposición-subasta, al ponderar la obra de arte - que es el más alto testimonio de la creatividad y desarrollo del hombre- provee una óptima oportunidad a todos para sentirse y conocerse más allá de las diferencias y contingencias que comunidad y las de otros pueblos, que sin estar presentes, con la sola presencia de algunos de sus artistas, nos tocan promoviendo la paz, mediante la universalidad del arte.



ARTISTAS


Guatemala, 1974

LEZZUECK ASTURIAS -

El viaje del jóven chimpancé

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2012

-

Óleo/tela

-

60 cm x 60 cm

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Juannio 2013


Guatemala, 1968-2007

FRANCISCO AUYĂ“N -

Interno Autorretrato s/f Carboncillo/papel 169 cm x 67 cm Juannio 2000

El Umbral 1994 Pastel/papel 51 cm x 35 cm Juannio 1994


España, 1934

RAMÓN ÁVILA -

De la serie “Gentes”: Sin título

-

1972

-

Óleo/tela

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120 cm x 95 cm

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Juannio 2005


España, 1934

RAMÓN ÁVILA Mujer II

-

1973

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Óleo/madera

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122 cm x 123 cm

-

Juannio 2006


Guatemala, 1949

CÉSAR BARRIOS -

Serie Mariposario

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2004

-

Óleo/tela

-

123 cm x 84 cm

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Juannio 2004


Guatemala, 1949

CÉSAR BARRIOS -

Imagen recobrada II 1998 Técnica mixta/papel 99.5 cm x 69 cm Juannio 1998

De la serie “Imágenes”: Sin título 2007 Fotografía color 52 cm x 80 cm Juannio 2007


Guatemala, 1980

MARLOV BARRIOS -

Constelaciones de la serie: Instrucciones (trĂ­ptico)

-

2009

-

Tinta/papel

-

21 cm x 14 cm

-

Juannio 2010


Guatemala, 1980

MARLOV BARRIOS De la serie “Super Nova”: Moderno Vs Post-Modernos

-

2012

-

Acrílico/tela

-

150 cm x 100 cm

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Juannio 2013


Guatemala, 1946

MOISร S BARRIOS -

Fรกbula

-

1979

-

Aguatinta y aguafuerte/papel

-

Ed. 5/30

-

26 cm x 20 cm

-

Juannio 2007


Sinfonía solitaria 2007 Acrílico/tela 90 cm x 121 cm Juannio 2007

Chile, 1963

IGNACIO BASAURI -

Paseo de Madame Angeline 2008 Acrílico/tela 100 cm x 120 cm Juannio 2008


Guatemala, 1939

ROBERTO CABRERA -

Serie “Personajes”

-

1977

-

Acrílico y mixtos/cartón

-

75 cm x 56 cm

-

Juannio 1978


Espa単a, 1918-2001

FERNANDO CALDUCH La Universidad Antigua Guatemala

-

1985

-

Acuarela/papel

-

46 cm x 36 cm

-

Juannio 1985


El Salvador, 1933-1987

BENJAMÍN CAÑAS -

El poeta 1973 Óleo y acrílico/madera 38 cm x 41 cm Juannio 1973

Alegoría 1972 Óleo y acrílico/madera 45 cm x 35 cm Juannio 1973


Guatemala, 1952

LUIS CARLOS -

Voluptosa 1986 Bronce 64 cm x 18 cm x 14 cm Juannio 1986

GeometrĂ­a Sensorial s/f Bronce 88 cm x 49cm x 24 cm Juannio 1992


Guatemala, 1952

LUIS CARLOS -

Ascensi贸n S/F Bronce Ed. 4/10 112 cm de alto Juannio 1985

Ensue帽o s/f Bronce 59 cm x 13 cm x 22 cm Juannio 1987


Estados Unidos, 1958

MARIADOLORES CASTELLANOS -

El regalo 1991 Cerámica 65 cm x 46 cm Juannio 1991

Preferida 2010 Técnica mixta/Stoneware, resina 35 cm x 52 cm x 33 cm Juannio 2010


Estados Unidos, 1958

MARIADOLORES CASTELLANOS -

Aventurera

-

2006

-

Técnica mixta/resina

-

62 cm x 53 cm x 39 cm

-

Juannio 2007


Guatemala, 1948-2002

ZIPACNÁ DE LEÓN -

Bodegón con sol 1990 Acrílico/tela 100 cm x 124 cm Juannio 2005

Paloma de ala rota 1980 Acrílico/tela 44 cm x 59 cm Juannio 1981


Guatemala, 1948-2002

ZIPACNÁ DE LEÓN Efecto de luna

-

1993

-

Acrílico/tela

-

150 cm x 125 cm

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Juannio 2007


El Salvador, 1945

ROBERTO GALICIA -

Canto al nuevo día (díptico)

-

1991

-

Acrílico/tela

-

99 cm x 81.2 cm

-

Juannio 1991

Las luces del verano 1991 Acrílico/tela 116 cm x 89 cm Juannio 1991


Guatemala, 1936

MANOLO GALLARDO El Quetzal

-

1987

-

Óleo/cartón

-

19.5 cm x 14.5 cm

-

Juannio 1987


Guatemala, 1951

ALFREDO GARCÍA -

Oratorio de los Gómez

-

1986

-

Óleo/tela

-

75 cm x 80 cm

-

Juannio 1986


Guatemala, 1927

JUAN DE DIOS GONZÁLEZ -

Naturaleza 1975 Témpera/papel 56 cm x 50 cm Juannio 1975

Composición 1985 Óleo/tela 60 cm x 54 cm Juannio 1988


Guatemala, 1951

MANUEL GONZÁLEZ BOLAÑOS -

Dos pedazos de papel

-

1987

-

Óleo/tela

-

28 cm x 37 cm

-

Juannio 1986


Guatemala, 1954

HUGO GONZÁLEZ AYALA Calle Ondulante

-

1996

-

Óleo/tela

-

120 cm x 83 cm

-

Juannio 1996


Guatemala, 1924-2007

ROBERTO GONZÁLEZ GOYRI -

Piedad

-

1979

-

Óleo/madera

-

135 cm x 105 cm

-

Juannio 1980


Guatemala, 1924-2007

ROBERTO GONZĂ LEZ GOYRI -

Pastor 1980 Tinta/papel 60 cm x 47.5 cm Juannio 1981

Mariposa atrapada 2003 Tinta/papel 30 cm x 21.5 cm Juannio 2009


Guatemala, 1924-2007

ROBERTO GONZÁLEZ GOYRI -

Sin título s/f Óleo/tela 29 cm x 36 cm Juannio 2013

Pez 1973 Acrílico/tela 76 cm x 102 cm Juannio 1973


Guatemala, 1924-2007

ROBERTO GONZÁLEZ GOYRI -

Orfeo 1988 Acrílico/panel de madera 150 cm x 150 cm Juannio 1988

Vuelo raudo 1990 Acrílico/papel 55 cm x 30 cm Juannio 1990


Guatemala, 1957

LUIS GONZÁLEZ PALMA -

Virginal 1990-2012 Negativo análogo, impresión de Canson Pintado a mano con betún de Judea. Ed. 1/5 + 2 AP 91.44 cm x 91.44 cm Juannio 2012


Guatemala, 1957

LUIS GONZÁLEZ PALMA -

Piano s/f Fotografía mixta 50 cm x 50 cm Juannio 2013

Serie “Vogue”: Mujer con sillas 2005 Película ortocromática, lámina de oro y resina. Ed. 4/7 67 cm x 86 cm Juannio 2007


Estados Unidos, 1939

RAE FRESE LEETH -

El Trueno

-

s/f

-

Escultura/esteatit

-

43 cm x 53 cm x 24 cm

-

Juannio 1993


Guatemala, 1940-1997

ANA MARÍA DE MALDONADO -

Figura 1994 Bronce 57 cm x 17.7 cm x 16 cm Juannio 1994

Sin título 1994 55.5 cm x 28 cm x 22.5 cm Bronce Juannio 2003


España, 1972

MARTA MARCÉ -

Mikado 23 2007 Óleo y acrílico/tela 130 cm x 193.5 cm Juannio 2012

De la serie “Iki“ 2011 Óleo y acrílico/tela 65 cm x 125 cm Juannio 2011


España, 1972

MARTA MARCÉ Iki Star

-

2012

-

Óleo y acrílico/tela

-

185 cm x 33 cm

-

Juannio 2013


Guatemala, 1959

ARTURO MONROY -

Bicy-escena Capuchinas (dĂ­ptico)

Dos chilones

-

2012

-

s/f

-

-

Acuarela/papel

Acuarela/papel

-

-

55 cm x 125 cm

43.2 cm x 21 cm

-

-

Juannio 1989

Juannio 2012


Guatemala, 1974

SANDRA MONTERROSO Variaciones en resistencia (políptico) 2012-2013 Lápiz y pastel seco/papel Colofón 1-150 31.5 cm x 38 cm c/u Juannio 2013


Colombia, 1957

PEDRO RUÍZ -

Observatorio 2011 Serigrafía/papel Ed.100 68 cm x 98 cm Juannio 2012

De la serie “Desplazamiento”: Isla fuerte 2009 Serigrafía/papel Ed. 32/100 35 cm x 50 cm Juannio 2010


Guatemala, 1964

FERNANDO SALAZAR ANDRINO La ba単ista

-

1994

-

Escultura/bronce

-

48 cm x 38 cm x 32 cm

-

Juannio 1995


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