LENGUAJE NO VERBAL EN AMADO MONSTRUO

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EL LENGUAJE NO VERBAL EN AMADO MONSTRUO

JUAN VILLALBA


RESUMEN. Amado

monstruo

es

un

relato

dialogado

entre

dos

personajes: Juan, joven de treinta años que por primera vez se enfrenta a su madre para abandonar el hogar y participar en una entrevista con el fin de optar al puesto de guarda jurado de un banco, y Krugger, Jefe de Personal de dicho banco

que

lo

someterá

a

un

exhaustivo

interrogatorio

personal. Aparentemente Krugger

es

dominador.

ambos

un

hombre

Juan

es

personajes

impasible, un

joven

son

muy

seguro

tímido

de y

distintos: sí

en

mismo

y

principio,

inseguro, que acaba de abandonar el confortable-asfixiante regazo

materno

para

enfrentarse

al

mundo.

Sin

embargo,

conforme avanza la conversación descubrimos que la relación de poder se invierte, y que dos personajes tan dispares comienzan a parecerse más, hasta el punto de compartir un vínculo

personal

común:

La

obsesión

por

una

madre

dominante, posesiva y absorbente de su personalidad. La

conversación,

ambos

personajes

personalidades,

y

la va

en

el

interacción

comunicativa

revelando caso

de

sus

Krugger,

entre

auténticas un

terrible

secreto que, en el fondo de su mente, tortura su conducta: El asesinato de su propia madre cometido en la infancia. Como se observa por este resumen del argumento, Amado monstruo enfrenta engañarse

es

una

novela

de

trasfondo

a dos personalidades que y

engañarnos,

pero

que,

psicológico

que

en principio intentan poco

a

poco,

como

consecuencia de los diferentes elementos que actúan en la comunicación, terminan revelando su auténtico ser. De esta 1


forma, el lenguaje no verbal está presente en el libro y, en gran medida, por medio de él se descubre la de la conversación y protagonistas,

pues

evolución

la auténtica personalidad de los revela

las

impresiones

del

yo

no

explicitamente declaradas pero presentes en la entrevistaenfrentamiento:

el

furor,

la

admiración,

la

estima,

la

culpa, la duda, la confianza, el status, el poder social, etc. En suma, nos descubre los secretos más profundos de los

personajes,

aquello

que

no

dicen

pero

que

viven

intensamente.

2


DESARROLLO DEL ANÁLISIS DEL LIBRO.

1.-Proxémica

La novela comienza significativamente de la siguiente manera: Está sentado tras una enorme mesa y ni siquiera hace ademán de levantarse cuando entro en el despacho. Se limita a darme la mano. Tiene los ojos azul porcelana que armonizan con el color de su corbata, pelo rubio de paja, mejillas sonrosadas y nariz afilada de canónigo intrigante. Su aspecto, en líneas generales, resulta afable. Veremos, sin embargo, que sucede a partir de ahora. Me invita a tomar asiento, refuerza su sonrisa y se presenta como H. J. Krugger, Director del Departamento de Personal1.

Nos

encontramos

ante

una

persona

que

analiza

e

interpreta un entorno y un aspecto físico (recuérdese que en la vida diaria se juzga frecuentemente a las personas por la primera impresión que causan). La proxémica es la ciencia encargada de estudiar los microespacios que rodean al hombre, y por ella sabemos que el espacio proporciona signos evidentes del status social de los intervinientes en un acto de comunicación. Así, en nuestro caso concreto esa "enorme mesa" es signo de poder. 1

Javier TOMEO, Amado monstruo, Barcelona, Anagrama, 1985, p.7. A partir de ahora citaremos entre paréntesis adjuntos a la propia cita las páginas correspondientes. 3


De

igual

forma,

el

no

hacer

"ademán

de

levantarse"

corrobora ese poder que anticipa la mesa (obsérvese en las reuniones elevada informal,

de

trabajo

adoptan

como

posturas

mientras

que

los

cargos

relajadas

el

personal

de

posición

y

asumen

de

menor

un

más aire

categoría

mantienen posturas más formales y forzadas).

2.-Importancia de la forma de vestir.

De

esta

manera

el

autor

describe

inicialmente

la

superioridad del Director de Personal del banco, Krugger, frente al candidato al puesto de vigilante jurado, Juan. La cita se completa con una descripción física de Krugger, bastante agraciada y de la que cabe destacar esa "corbata" a juego con sus ojos, pues denota la importancia de vestir adecuadamente para cada ocasión y de la presencia física, elemento sobre el que más adelante insiste al tratar de la 4


elección del traje que viste Juan en la entrevista: Me sirvió otra taza de café (sigo contándole), y mientras lo hacía me preguntó qué pensaba ponerme para acudir a esta cita. Le dije que la chaqueta azul y los pantalones grises, es decir, lo que llevo puesto ahora. Arrugó la nariz y me recordó que esta chaqueta (véalo usted mismo) tiene los puños deshilachados, y que los pantalones me clarean por las rodillas. Me aconsejó que me presentase a esta entrevista lo mejor vestido posible, como si fuese de boda. Y dijo también que si ustedes me veían con esta chaqueta y estos pantalones iban a pensar que era un infeliz, por aquello de que el hábito hace al monje. Reconocí que no dejaba de tener razón y le propuse ponerme un traje de cuadros, que tiene ya bastantes años, pero que he llevado pocas veces y está todavía de buen ver. No le pareció suficiente y justificó su negativa con otros argumentos. Dijo que a la perdiz se la reconoce por su plumaje y al hombre por su ropaje y que, al verme mal vestido, pensasen que tenía que trabajar por necesidad. Seguro que entonces se librarían de ti con cualquier excusa, sentenció (p.95).

La para

cita

recordar

continúa que

y

la

resulta

forma

de

altamente vestir

significativa

expresa

nuestro

respeto por una situación social dada y por las personas que

la

integran.

De

ahí

muchos

convencionalismos,

que

aunque los interpretemos como tales, debemos asumir si no queremos

que

los

otros

nos

miren

con

reticencia

y

nos

juzguen como provocadores-alteradores de la norma social que permite la convivencia.

5


3.-La voz.

La descripción de Krugger se completa de la siguiente manera: "Habla con un ligero acento extranjero arrastrando las erres y oscureciendo las vocales..." (p.7). Llamando de esta forma la atención sobre otro elemento paralingüístico importante, la voz. A este respecto resulta conveniente recordar

a

los

alumnos

que

todos

nosotros

manifestamos

mediante el tono, ritmo, timbre y volumen de voz, gran cantidad

de

información

sobre

nuesro

estado

de

ánimo,

personalidad y afectos. En la novela Juan (es el narrador) está atento a este elemento y lo analiza constantemente: "Y añade, en tono conciliador, que al margen de nuestros asuntos privados, no le pareció bien que menospreciase al Director del Banco..." (p.62).

"Si

quiere

que

le

sea

sincero

(dice,

con

tono

ligeramente zumbón..." (p. 70).

6


4.-El contacto físico como manifestación de afecto.

La regulación de la comunicación se ve influida, en cierto modo, por la orientación física de los hablantes. Las

personas

regulan

el

flujo

de

su

hablar-escuchar

de

forma más fácil cuando interactúan a una distancia "cómoda" (proxémica).

Esta

distancia

varía

según

la

intimidad

y

aprecio existente entre los interactuantes y la naturaleza del encuentro, pero en líneas generales podemos afirmar que la

distancia

distanciamiento

denota, y

dentro

despego,

de

mientras

ciertos que

la

límites, proximidad

produce sentimientos de solidaridad y atracción. El hombre expresa infinidad de estados emocionales y juzga e interpreta los sentimientos de los demás por el contacto físico, por la sensibilidad de la piel al tacto. A este respecto, Juan rememora el intento de su madre por convencerle de que abandone la búsqueda de trabajo de la siguiente manera: "Yo creo (sigo contándole a Krugger) que pensó que empezaba a convencerme. Imagínese que me cogió de la mano y pretendió que me sentase sobre sus rodillas..." (p. 13), logrando de esta forma un contacto físico directo y precioso para lograr sus objetivos al tiempo que situaba la conversación a menos de cuarenta y cinco centímetros, 7


distancia apropiada para reñir, hacer el amor o, como en este caso, conversar íntimamente y cargar la comunicación de

intención,

pues

a

esta

distancia

comunican no sólo por medio de palabras, el

tacto,

el

olor,

la

temperatura

las

personas

se

sino también por del

cuerpo,

la

respiración, la textura de la piel... De igual forma, la madre de Juan, ante la negativa de este para asumir sus requerimientos de que abandone la idea de

trabajar,

le

niega

su

afecto

rechazando

sus

besos:

"Quise darle un beso en la frente (recuerdo), pero ella me rechazó con las dos manos..." (p.103).

5.-Reguladores de la conversación.

La

entrevista

Krugger-Juan,

como

cualquier

conversación cara a cara, exige elementos claros y concisos para regular el flujo y reflujo del hablar y escuchar de las personas. La mayoría de estos elementos son no verbales e

involuntarios

o

inconscientes,

pero

necesarios

para

indicar cuestiones tan importantes como acelerar, repetir, continuar, elaborar, demorar, permitir hablar al otro, etc. Los reguladores más reiterados y comunes son pequeños actos no verbales: Asentir con la cabeza, el contacto visual, los cambios de posición del cuerpo, los movimientos de manos puntualizadores, los movimientos de cejas, etc. A lo largo de la novela los ejemplos son múltiples: "Sacude la cabeza, sorprendido tal vez por mis metáforas..." (p.9); "Krugger 8


levanta el índice. Quiere saber si mi madre..." (p.13); "Krugger piernas

resopla por

suavemente

debajo

de

la

por mesa.

la

nariz

Traza

y

con

alarga la

mano

las que

sostiene el cigarrillo un ademán indefinido y recuerda que también tuvo un tren electrico..." (p.14); "Le veo agudizar la expresión como el centinela que en el silencio de la noche, oye de pronto el rumor de pasos lejanos. Se quita el cigarrillo de los labios y me mira a los ojos. Quiere saber si me gusta la música y espera mi respuesta con expresión expectante..." (p.16); "Levantó las cejas y le pregunto quién es Chopín, pero no responde..." (p.17) En general se puede afirmar que las personas actúan con movimientos corporales frecuentes y vigorosos cuando tratan temas que les son familiares. Así, Krugger en la novela siempre

cuanto de

trata

forma

el

tema

gastronómico

contundente,

pues

su

se

manifiesta

madre

le

hizo

heredero de una libreta con numerosas recetas de cocina que él

conoce

a

la

perfección:

"Krugger

niega

con

solemnes

movimientos de cabeza, pero sin perder su expresión afable. Abre uno de los cajones del escritorio y me muestra una pequeña

libreta

de

cubiertas

rojas..."

(p.34);

"Krugger

niega con un enérgico movimiento de cabeza, recurre a la vieja libreta de su madre..." (p.70) Lo mismo sucede cuando el Presidente del Consejo de Administración felicita a Krugger por un informe elaborado recientemente: "Krugger, tras unos inicios vacilantes, se expresa

cada

encendiéndose

vez

con

más

progresivamente,

rotundidad. como

Su

mirada

alimentada

por

va una

batería interior que, poco a poco, fuese haciéndose más 9


potente.

Asiente

mantiene

las

sobre

el

con

enérgicos

mandíbulas

tablero

del

movimientos

contraídas,

y

su

escritorio,

se

de

cabeza,

mano

abre

derecha, y

cierra

espasmódicamente. Acaba cortando las palabras como con un cuchillo

y

arrojándose

a

través

del

teléfono

con

aire

triunfal..." (p.55) Por otro lado, los movimientos son más restringidos cuando el tema sobre el que se discute no nos resulta familiar o nos es desagradable. Juan describe el relato de Krugger rememorando la muerte por accidente de su madre de la siguiente manera: "Me ha dicho todo eso con una sonrisa indulgente y se queda luego en silencio, con la barbilla clavada en el pecho y la mirada puesta en el cenicero, como si

allí

estuviesen,

convertidos

en

ceniza,

los

mejores

recuerdos de su vida. En estos momentos se parece muy poco al hombre seguro de sí mismo que me tendió la mano al entrar en este despacho" (p.39) En definitiva, como se ve, los factores del movimiento y las posturas corporales -contacto visual, distancia física, orientación del cuerpo, grado de relajamiento, ángulo de postura

y

ángulo

de

movimiento

físico-

son

indicadores

significativos de afecto interpersonal. Los movimientos y posturas del cuerpo más tensos, inhibidos, están vinculados con la comunicación en condiciones de ausencia de armonía personal o cuando la relación interpersonal se realiza con desconocidos o con quienes no se tienen en alta estima. En la novela son frecuentes las siguientes actitudes-respuestas entre Krugger y Juan: Frunce los labios (Krugger), como si mis palabras sólo le hubiesen convencido a 10


medias... Me siento desconcertado (Juan), sin saber que responderle. Enrojezco y desvío la mirada... Mueve la cabeza de izquierda a derecha y opina que un hombre como yo no debiera de hablar de ese modo, ni recurrir a tantos tópicos... Hay situaciones, de cualquier modo, ante las que un hombre no puede permanecer cruzado de brazos, así que alzo la frente, decidido a jugármelo todo a una carta. Me reencuentro con su mirada y reconozco que tiene razón, que jamás tuve una mujer entre los brazos, pero que precisamente por eso él y yo estamos condenados a entendernos... Y ahora soy yo quien le mira fijamente a los ojos, hasta que le veo humillar la mirada. Carraspea, alarga la mano derecha para acariciar el teléfono (es un gesto instintivo que refleja su turbación interior) y guarda silencio... (pp. 60-61)

6.-Los contactos visuales como indicadores.

Las

personas

somos

muy

sensibles

a

las

miradas

de

quienes nos rodean, en particular cuando se dan contactos directos cara a cara. Podemos afirmar que el contacto visual es un indicador fundamental de la orientación psicológica de los hablantes. De

esta

forma,

Amado

monstruo

está

plagada

de 11


interpretaciones de miradas de Krugger por parte de Juan: "... me mira a los ojos, como tratando de descubrir si le estoy tomando el pelo. Le sostengo la mirada sin parpadear, hasta que desaparece su expresión suspicaz..." (p.9); ;En la mirada azul de Krugger se enciende un brillo nostálgico" (p.14); "Empiezo a pensar (opina Krugger, envolviéndome con una mirada compasiva...) (p.18); "Krugger me escucha ahora con una mirada vidriosa perdida en el aire, como si el resbalón

de

mi

madre

le

hubiese

despertado

penosos

recuerdos" (p.44); "Consigo, por fin, que me envuelva con una mirada agradecida" (p. 55); "...me miró gravemente a los ojos y asintió con un movimiento de cabeza..." (p.75) Los ejemplos son numerosos a lo largo de la novela, pero con los expuestos comprobamos que la mirada manifiesta la "nostalgia", la "compasión", la "pena", la "gravedad", etc. Los indicadores en general, y la mirada en particular, son sugerencias no verbales de tipo personal y subjetivas. La información que señalan se agrupa en torno de lo que cada persona piensa de los atributos personales de los demás, así como de qué manera define cada persona su propio papel en un intercambio dado.

12


7.-Análisis práctico de algunos gestos.

En la novela encontramos gestos como los descritos en el anexo I, y que, en cierta manera, corroboran lo expuesto. Así, Juan, cansado de las burdas trampas que Krugger le tiende a lo largo de la entrevista, nos dice: "Me cruzo de brazos (es la primera vez, desde que entré en este despacho, que me permito esa postura) y procuro tomarme las cosas con filosofía" (p. 49), en una actitud claramente defensiva, que luego vuelve a repetir por motivos similares: "No se me ocurre nada, sus argumentos me parecen tan absurdos como desmoralizadores. Cruzo los brazos, cambio las piernas de postura y me quedo contemplando la lluvia" (p. 85) El gesto de seguridad y confianza lo realiza Krugger: "Sus aires de suficiencia resultan ahora insultantes. Ha perdido ya

la

cordialidad

de

los

primeros

momentos.

Permanece

erguido en la butaca, con los antebrazos sobre el tablero del escritorio y las manos unidas por las yemas de los dedos..." (p.68) Otros gestos no incluidos en el anexo también pueden ser interpretados, por ejemplo la actitud reflexiva que adopta Krugger con el siguiente gesto: "... la mirada ausente y el índice de la mano derecha apoyado en el entrecejo..." (p. 13


54), o la actitud de desacuerdo que adopta Krugger cuando "frunce

el

entrecejo...

Aplasta

el

cigarrillo

contra

el

cenicero y en el silencio..." (p.12), etc.

14


EMBLEMAS.

Los signos más fácilmente descifrables son los que: 1.-Inidican dirección: "Vaya por allí", "Ven aquí". 2.-Dan órdenes: "Cállate", "Estate quieto". 3.-Contienen un insulto: "Jódete" o "vete al infierno" (dedo levantado con o sin corte de mangas) 4.-Indican

una

respuesta:

"Sí",

"No",

"Lo

prometo",

"Me

gusta". 5.-Ofrecen descripciones: "Mujer hermosa", "Figura delgada". 6.-Piden un favor: "Llévame en coche", "Pagar", "Dame de comer".

ILUSTRADORES.

Describir ilustradores resulta muy complicado por su numero y

variedad, sin embargo diremos que son usados para

recalcar una palabra, hacer un dibujo ilustrativo en el aire, indicar relación o imponer un ritmo a la palabra hablada.

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REGULADORES.

Los reguladores son signos que tienen como principal función señalar el momento del relevo en la comunicación lingüística, así como también son utilizados para indicar al interlocutor que debe acelerar,

frenar

o continuar la

conversación. Los

reguladores

usados

con

más

frecuencia

son

las

inclinaciones de cabeza y la mirada fija. Las inclinaciones rápidas de cabeza llevan el mensaje de apresurarse y acabar de hablar, mientras que las lentas, los movimientos más deliberados, piden que el interlocutor continúe e indican que al oyente le parece interesante y le gusta lo que se está diciendo. Otros reguladores pueden ser el levantar el dedo índice para señalar que se desea intervenir en la conversación o un ligero toque en el brazo por parte del que tiene la palabra quiere significar que se desea seguir haciéndolo por un tiempo más.

ADAPTADORES.

Los

adaptadores

actuaciones

corporales

son

movimientos,

usadas

para

gestos

dominar,

y

otras

esconder,

y

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controlar nuestros sentimientos y respuestas. El catálogo de los adaptadores puede ser muy extenso y variado,

nosotros

nos

limitaremos

a

señalar

algunos

sencillos y significativos que los alumnos comprenden con claridad meridiana, son los siguientes: -Manos en ojiva, gesto en general de confianza en sí mismo, expresa actitud de seguridad. los

-Cruzar

brazos,

expresa

una

actitud

defensiva

o

igualmente

negativa

o

negativa. -Cruzar

las

piernas,

actitud

defensiva. -Dedos

pulgares

asomando

por

los

bolsillos,

expresan

dominio, superioridad e incluso agresión. -Cabeza inmóvil, actitud neutral respecto a lo que se está escuchando. Si en una conversación el oyente inclina el cuerpo hacia adelante, ladea la cabeza y apoya su barbilla en la mano, significa que la elocuencia del hablante está surtiendo efecto. Sin embargo, la cabeza inclinada hacia abajo, indica una actitud negativa del oyente. -Manos en las caderas, denotan una actitud agresiva. -Tirarse de la ropa, frotarse las manos o tocarse el lóbulo de la oreja, indican contrariedad. -Cepillarse el cabello, señala incertidumbre.

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BIBLIOGRAFÍA

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F.,

La

comunicación

no

verbal,

Madrid,

Alianza,

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D.,

El

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secreto

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Barcelona,

Círculo, 1993. -MORTENSEN, C. D., Comunicación: El sistema interpersonal, Madrid, Tres Tiempos, 1977. -SERRANO, S., Signos, lengua y cultura

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