Vida Sana la pareja que perdi贸 a sus hijos por ser obesos
La pareja que perdió la custodia de sus hijos por ser obesos Ella pesa 146 kilos y él 114. El niño de 12 años supera los 100 kilos, la de 11 llega a los 76 y un pequeño de tres ya pesa 25 kilos. En septiembre pasado, las autoridades británicas optaron por quitarles a tres de sus hijos, acusando al matrimonio de negligencia grave.
Kurt Bayer, periodista de Scottish News, tuvo que franquear una cortina de humo de cigarrillo que proven铆a desde el living de la casa la primera vez que visit贸 a Pamela (40) y George (53), una pareja con seis hijos que vive en la ciudad de Dundee, a 56 kil贸metros al norte de Edimburgo.
Pocas semanas antes, el matrimonio había solicitado la ayuda de la municipalidad para tratar los problemas de aprendizaje de una de sus hijas, pero cuando los trabajadores sociales acudieron al domicilio se habían encontrado con algo que simplemente los impactó: un nivel de obesidad que superaba cualquier predicción. Si Pamela pesaba 146 kilos y George 114, las cosas no andaban mucho mejor para sus hijos. El niño de 12 años superaba los 100 kilos, la de 11 llegaba a los 76 y un pequeño de tres años ya pesaba 25 kilos. Eso encendió las alarmas.
Cuando la familia recibió la visita de Bayer, a fines del año pasado, se encontraba en un plan de dieta saludable. Pero por mucho que el padre picara zanahorias sobre una tabla diciendo que serían parte de la cena del día y que la madre hablara de cómo habían reducido las porciones de cada plato, la verdad es que mucha preocupación no se evidenciaba. Los adultos sufrían de asma, al igual que dos de los niños. La casa estaba desordenada, quizás porque nadie se había ocupado de botar los envoltorios de los chocolates o las latas de bebida o porque entre tanta aglomeración no había orden que aguantara. Pamela se negaba a que sus hijos salieran a jugar a la calle.
Por eso, lo que vino después no sorprendió al periodista. En septiembre pasado, las autoridades de Dundee consiguieron que los tribunales locales dictaminaran que los dos hijos menores de la pareja -de tres y cuatro años fueran puestos en hogares de adopción. El caso recorrió la prensa mundial. Y también la polémica. Después de todo, George y Pamela no tenían un historial de violencia, de drogas o de consumo de alcohol. Es más, sus hijos se declaraban personas felices y amadas por sus padres.
Pero las autoridades fueron implacables: "La obesidad es una forma grave de negligencia hacia los hijos". De hecho, se han registrado otros casos similares en Gran Bretaña y varios otros países, desde 2007. Ese año, Nicola McKeown puso el tema sobre el tapete. Ella es la madre de Connor McCreaddie y dejó que las cámaras de televisión grabaran su vida diaria por un mes, para que el mundo se diera cuenta de que no era el monstruo del que todos hablaban. Las autoridades del Servicio Social Británico habían decidido quitarle la custodia del niño de ocho años que pesaba 90 kilos. Ella se defendía diciendo que no podía dar alimentos saludables a su hijo, porque él no quería comerlos. Finalmente, las autoridades permitieron que mantuviera al niño, a condición de que cuidara de que bajara de peso.
Dieta tortuosa Pamela y George no corrieron la misma suerte. Sus vidas se convirtieron en un espectáculo para los medios locales, y hablaban de la pesadilla de no poder estar cerca de sus hijos por una medida injusta. Porque en su opinión, la dieta saludable que se les había impuesto era demasiado dura y argumentaban que los muchos kilos de más tenían un origen genético. A la mujer le faltaba poco para dar a luz a su última hija. Fueron días difíciles para la pareja escocesa, que desde ese momento realizó dos apelaciones para recuperar a sus hijos. Pero lo peor todavía estaba por venir.
El 19 de octubre nació la última hija del matrimonio. Al día siguiente, las autoridades los visitaron en el hospital con otra mala noticia: esta vez les quitarían la custodia de la más pequeña debido a la negligencia con la que habían criado a sus hermanos mayores. En su opinión, nada aseguraba que con la recién nacida serían más cuidadosos.
Desde ese momento los medios escoceses se han dividido frente a la noticia de la que llamaron "familia gorda": que no era lo adecuado o que se lo tenían merecido; que era lo mejor para los niños o que el lugar de los hijos es con los padres. Desde Londres, el vocero del Foro Nacional de Obesidad del Reino Unido, Tam Fry, está seguro de que la medida tomada era la única decisión posible, argumentando que después de las advertencias, los padres parecen no haber hecho nada para alimentar a sus hijos de manera correcta o para que bajen de peso. Además, precisa que los organismos responsables se hacen cargo cotidianamente de los niños desnutridos y que lo mismo deberían hacer con los que tienen problemas de obesidad.
Hace sólo una semana, Pamela y George consiguieron que les devolvieran a la guagua, aunque sólo bajo la condición de que cooperarán ciento por ciento con los trabajadores sociales y los profesionales de bienestar. Pero la buena noticia guardaba una sorpresa: la Corte había decidido que un tercer hijo fuera removido del hogar y enviado a uno temporal.
La Tercera (2009), La pareja que perdiรณ a sus hijos por ser obesos, en suplemento Tendencias Sรกbado 31 de Octubre del 2009, pรกgina 12