Poe Ilustrado

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Editorial Mundo Nuevo

Poe Ilustrado Ilustraciones por Julieta Arbetman Jano Rolon Joaquín Miranda Sofía Ojeda


© 2021 Mundo Nuevo Este libro fue hecho sin fines de lucro para la materia ilustración 3 de la Universidad de Palermo, dictada por Diego Aballay. Pertenece a todos sus autores. Queda prohibida su reproducción o impresión sin permiso escrito de los autores.

Ilustraciones para “El Gato Negro”: Julieta Arbetman Ilustraciones para “Ligeia” Jano Rolon Ilustraciones para “El Barril de Amontillado” Sofía Ojeda Ilustraciones para “Berenice” Joaquín Miranda Diseño de tapa Julieta Arbetman y Joaquín Miranda Edición interna Sofía Ojeda


Índice

El Gato Negro.........................................................................................................4 Ilustrado por Julieta Arbetman Ligeia......................................................................................................................18 Ilustrado por Jano Rolon El Barril de Amontillado.......................................................................................40 Ilustrado por Sofía Ojeda Berenice.................................................................................................................52 Ilustrado por Joaquín Miranda


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LIGEIA

Ilustrado por Jano Rolon

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BERENICE

Ilustrado por Joaquín Miranda

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¡Berenice! ¡Invoco su nombre! ¡Berenice! y entre las ruinas de mi memoria se agitan á ese llamado mil tumultuosos recuerdos! ¡Ah! ¡Su imagen está ahora delante de mí, como en los primeros días de su sincero gozo! ¡Oh esplendente, aunque fantástica balleza! ¡Oh sílfide de las florestas del Arnheim! ¡Oh náyade de sus fuentes!

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que se encierra la sentencia paradójica: Mortuus est Dei filius; credibile est quia ineptum est; et sepultus resurrexit; certum est quia impossibile est, que ocupó todo mi tiempo durante muchas semanas de laboriosas é inútiles investigaciones. De esta manera, parecerá que, agitada en su balanza sólo por cosas triviales, mí razón tenía similitud con ese peñasco de que habla Ptolomeo Hephestion, fue resistía á los ataques de la violencia humana y á la ciega furia de las aguas y de los vientos, pero temblaba al tacto de la flor llamada Asphodel.

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y levantando los ojos, vi que Berenice estaba delante de mí

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blancos, con los pálidos labios torciéndose por arriba de ellos como en el momento de su primera y terrible exhibición. Entonces hizo presa en mí la plena furia de mi monomanía, y luché en vano contra su extraña é irresistible influencia. En los multiplicados objetos del mundo externo, no tenía pensamientos sino para los dientes. Los deseaba frenéticamente. Todos los otros asuntos y todos los otros intereses llegaban á absorberse en su única contemplación. Ellos, ellos solos estaban presentes á los ojos del espíritu, y ellos, en su individualidad solitaria, se convertían en la esencia de mi vida intelectual. Los sometía á todas las luces. Los volvía en todos sentidos. Examinaba sus caracteres. Detenía mi atención sobre sus peculiaridades. Reflexionaba respecto á su forma. Cavilaba sobre la alteración de su naturaleza. Me estremecía cuando les prestaba, en mi imaginación, un poder sensitivo y sensiente, y hasta sin la ayuda de los libros, una capacidad de expresión moral. De Mademoiselle Salle se ha dicho muy bien: que todos sus pasos eran sentimientos, y de Berenice, yo creía lo más seriamente que todos sus dientes eran ideas. ¡Ideas! ¡ah! aquí está el pensamiento de idiota que me ha perdido! ¡Ideas! — ¡ah! por eso es que yo los codiciaba tan locamente! Sentía que sólo su posesión podía devolverme á la paz, y restituirme á la razón.

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Y la noche me tomó de esa manera—y llegó la oscuridad, se detuvo y se fue —y volvío a amanecer — y las nieblas de una segunda noche condensaban alrededor — y todavía estaba sentado en aquel solitario cuarto — y todavía el fantasma de los dientes mantenía su terrible influencia, hasra el punto de que con la más vívida y horrorosa distinción, flotaba aquí y allá entre las vacilantes luces y sombras de la pieza. Por último, mis sueños fueron interrumpidos por un grito como de horror y desmallo; y en seguida, después de una pausa, resonaron voces turbadas, a las que se mezclaban sordos gemidos de angustia y dolor. Me levanté de mi asiento, y, empujando una de las puertas de la biblioteca, vi de pie en la antecámara a una sirvienta, que, bañada en lágrimas, me dijo que Berenice ya no existía. Había sido atacada de la epilepsia por la mañana temprano, y, entonces, al cerrar la noche, la sepultura estaba pronta para el huésped y todos los preparativos del entierro estaban concluídos. ...

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En este libro se recopilan cuatro cuentos cortos, que no solo forman parte de la gran colección de historias creadas por el renombrado escritor Edgar Alan Poe, sino que también están ilustrados por cuatro artistas pertenecientes a la Universidad de Palermo. A lo largo de sus hojas se desarrollan los relatos “El Gato Negro”, “Ligeia”, “El Barril de Amontillado” y “Berenice”, cada uno acompañado de las ilustraciones de un artista diferente, dotando a este libro de una agradable variedad de estilos terroríficos que promueven al lector a sumergirse más en la lectura y en los mundos creados por Poe.

Editorial Mundo Nuevo Universidad de Palermo (UP)


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