MENTALIDAD NO DOBLEGADA
Solamente contemplar a los humildes, al campesino trabajador e inocente, del acontecer a su alrededor, de la furia infatigable del poderoso, del continuo sendero de su existencia, brille el Sol, llueva o truene, hace que mi espíritu se llene de ira, de espanto, de rabia, quizá de dolor.
No puedo aceptar al maldito explotador, al humillante asqueroso y sucio terrateniente, no puedo vivir la diferencia cotidianamente, me revuelve las extrañas la exclusión, la violencia, la corrupción del capital.
Quiero salir de estos espacios, ubicarme en aquellos sombríos, fructíferos, igualitarios de la experiencia, multiplicarme y regar un fruto que renazca, que cultivado sea el cielo de tanto ofendido, que reconstruya la vida del pobre, del oprimido.
Es difícil contemplar en los pueblos, en los campos, en los montes y en la selva, un ser humano que luche sus vivencias, que cambie la soledad por la riqueza, por la riqueza de la gloria del soberano, que dialogue con confianza, con alegría, que viva en su espíritu la virtud de su ser, y al cabo sepa que el Sol ha salido para todos.
JUSAVÍ. Chachagüí, 06 de Febrero del 2015.