SARCÓFAGO
Desde lo hondo del guacho, de la sementera de mi tierra, aparece, a veces, de barro, la olla contenedora de mi fuero.
Soberano en los parajes de mi espacio, lo guardo como aprendizaje de la Historia, que también un día tendrá significado, de madera, de fuego, de metal o de agua.
Volará, entonces, hacia el infinito, el espíritu vencedor de una existencia, corta, pero deliciosamente fuerte.
Con amor quiso lograr el amor, no lo logró, amando quiso ser amado, nunca pudo, hoy necesita el sarcófago que decline ya su ser.
JUSAVÍ. Chachagüí, 19 de Enero del 2015.