Los franciscanos reciben el Colegio y Templo jesuíticos de Tucumán Por Sara Peña de Bascary (Publicado en la Rev. de la Junta de Est. Hist. nº 11 del año 2004)
Introducción Durante años investigamos el accionar jesuítico en Tucumán. Todo comenzó con nuestro hallazgo, en 1980, de vestigios del primitivo convento en pleno centro de la ciudad. Y a los resultados de los sondeos arqueológicos que se realizaron en 1982 bajo la conducción del arquitecto Roque Gómez.1 Esto despertó nuestro interés en indagar sobre la Compañía de Jesús en esta provincia. Diversos trabajos sobre el accionar de los jesuitas en Tucumán, hasta la expulsión de 1767, fueron dados a conocer desde 1985 hasta el presente.2 En esta oportunidad, el interés esta centrado en el Colegio, la Iglesia y sus patrimonios. Es decir al edificio y a los objetos artísticoreligiosos: las "alhajas", vasos sagrados, retablos, imágenes y pinturas. Se indagó la manera como fueron administrados esos bienes y por quién. Los Comisionados de los primeros tiempos, la Real Junta Municipal de Temporalidades y finalmente los Comisionadosadministradores subalternos. 1
Sobre este hallazgo Cfr. "La Gaceta". Tucumán, 1980; Peña de Bascary, Sara. " A 400 años de la llegada de los Jesuitas a Tucumán". Suplemento Literario de La Gaceta. Tucumán, 10.10.1985; Roque M. Gómez, "El conjunto jesuítico de la estancia de Tafí del Valle y la Arquitectura jesuita en Tucumán". Salta 1997; Carlos Páez de la Torre (h) ."Las ruinas jesuíticas del centro". En: "La Gaceta", Tucumán 20.11.1994. Artículos sobre resultados sondeos arqueológicos. En: "La Nación" 21.11.82, "Clarín", 20.11.82; La Gaceta, 19.11.1982. 2 Peña de Bascary, Sara. "A 400 años de ....." Op. cit.; "Aporte para el estudio del acrecentamiento de propiedades de la Compañía de Jesús en Tucumán". En: Investigaciones I". Casa Histórica de la Independencia. Tucumán 1986; "El libro de consultas de la compañía de Jesús". En: "Investigaciones II". Casa Histórica de la Independencia. Tucumán 1987; "Jesuitas en Tucumán al filo de la expulsión". Rev. Junta de Estudios Históricos de Tucumán. 1994. "El Colegio e Iglesia de la Compañía de Jesús en Tucumán". (titulo provisorio, en elaboración).
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Consideramos de suma importancia el cabal conocimiento de quienes fueron y como actuaron estos funcionarios y las medidas que tomaron respecto al patrimonio que perteneció a la Orden de Loyola en Tucumán. El destino final de los bienes jesuíticos estuvo condicionado a su administración. Estudiamos lo jesuítico después del extrañamiento de 1767. Las vicisitudes vividas y destino de los bienes, que se pudo verificar a través de documentación de época. Del extenso trabajo en elaboración, se ha seleccionado, para dar a conocer en esta oportunidad, el apartado que trata la cesión del ex-Templo y Colegio de la Compañía de Jesús a la Orden de San Francisco. El patrimonio recibido y el estado del mismo. El edificio y los bienes artístico-religiosos y como fueron administrados y cuidados. Consideramos que el aporte de datos sobre nuestro patrimonio cultural es fundamental para su conocimiento, preservación y conservación. Por eso es que se da a conocer lo indagado sobre el destino final del Colegio e Iglesia de la Compañía de Jesús y sus pertenencias, apartándonos momentáneamente de nuestra línea de investigación sobre el accionar de los jesuitas en San Miguel de Tucumán. Solicitud de los franciscanos en 1782 La Orden de San Francisco, desde 1771, solicitaba a la Junta de Temporalidades se les concediera el establecimiento que perteneció a los Jesuitas. Tenían necesidad de contar con un edificio adecuado para Iglesia y Colegio. Los franciscanos, que desde el comienzo de la colonización realizaron en estas tierras una importante obra misional y educativa, por tratarse de una orden mendicante, tenían muchas limitaciones económicas para lograr plenamente sus fines. No contaban, como la Compañía de Jesús, con el autoabastecimiento que les proporcionaba la "empresa jesuítica" con lo devengado por la comercialización de los productos de sus estancias, potreros y reducciones. Las ganancias así obtenidas eran invertidas en la construcción de edificios, templos, y establecimientos
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educativos, todo ello de acuerdo a sus constituciones: "primero lo temporal para acceder a lo espiritual." Por el contrario, los franciscanos debían gestionar donaciones y subsidios para lograr sus objetivos misionales y educacionales. Estaban condicionados al apoyo de la comunidad, lo que hace más loable los logros obtenidos por la orden seráfica. La resolución de las solicitudes de la Orden de San Francisco se dilataban por que los administradores de las Temporalidades se abocaron con prioridad a la venta y remate de propiedades de los expulsos. Así, estancias, potreros, ganado, y otros productos fueron pasando de a poco a manos privadas. Los bienes muebles e inmuebles de uso religioso o educacional no se vendían. Se transferían otras a ordenes religiosas. Cuando la Real Junta de Temporalidades finalizó con las ventas mencionadas, se abocó al estudio de las solicitudes de cesión del Convento, Iglesia y de sus patrimonios artístico-religiosos.
Fig. 1) La Plaza de Tucumán hacia 1860. Se aprecia el ex templo de la Compañía de Jesús antes de la remodelación de 1884. Foto Archivo Casa Histórica.
En reunión de la Real Junta Municipal de Temporalidades, del 19 de agosto de 1782, se trató una presentación realizada por el Padre Guardián de la Orden de San Francisco. Manifestaba el religioso que se habían dirigido, al Virrey y a otras instituciones de la Corona solicitando se les cediera el establecimiento que fue de la Compañía de Jesús, ante la necesidad que tenían de Iglesia y Convento. Añadía
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haber informado que tenían méritos suficientes para que se hiciera lugar a la petición, como lo demostraban sus obras de bien público, tanto en lo temporal como en lo espiritual. Entre esas acciones destacaba la educación de niños y jóvenes que ellos encaraban desde la expulsión de los jesuitas "y cuio aprovechamiento es notorio publico y constante en esta ciudad así por lo que se ven ya logrados, como por los que están y se hallan cursando sus escuelas".3 La Real Junta Municipal de Temporalidades había elevado el año anterior, a la Junta Provincial, en Buenos Aires, un informe donde se adjuntaban antecedentes de otras solicitudes de cesión del Colegio e Iglesia. La petición realizada por el Provincial de la Orden de San Francisco Fray Gerónimo Azcona en 17714 y una presentación de los dominicos por la misma cuestión. Consignaba además, el Acta de esa reunión, que se agregaba este nuevo pedido, que avalaban, elevándolo a la Superioridad a fin que se tomara una decisión. En esta misma época, el Obispo había designado Diputado Eclesiástico de la Real Junta Municipal, al Dr. Javier de Avila, quien no duró mucho en este cargo. No se consigna el motivo, pero el 2 de enero de 1784 asume " el Señor Diputado Eclesiástico, nuevamente nombrado por esta Junta, el Dr. Don Joseph Gabriel Brizuela, Cura Rector Propietario de esa Santa Iglesia Matriz".5 Este sacerdote tendría gran protagonismo en los trámites de la cesión del establecimiento jesuítico a los franciscanos. El Colegio e Iglesia en 1784. Planes de restauración Por esa época el Colegio e Iglesia de Santa Maria Magdalena que perteneció a la Compañía de Jesús, se encontraba en muy mal estado. Años habían pasado sin que se hicieran obras de reparaciones. 3
A.H.T. "Documentos coloniales - relativos a los jesuitas" Tomo I. Tucumán.1994. Pág. 137 - 138. 4 A.H.T: "Documentos coloniales - relativos a los jesuitas". Tomo IV. Tucumán 2000. Pág. 110. El Padre Azcona, solicitaba a la Junta se adjudicara el Templo a la Orden franciscana, acotando que el Cabildo había informado a favor de los dominicos. 5 A.H.T. "Documentos coloniales - relativos a los jesuitas" Tomo I. Op. cit. Pág. 143.
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En tiempos de la administración de don Gabriel Rubert (1772-1774)6, algo se hizo, pero una década después, serios problemas estructurales ponían en grave peligro al edificio. Cabe aclarar que Don Pedro Miguel Prieto a fines su gestión, en 1783, encaró algunas tareas de mantenimiento7. Con tal motivo, en sesión del 2 de enero de 1784, la Junta Municipal trató la cuestión de las reparaciones que, con carácter de urgencia, requerían las viviendas del Colegio y la Iglesia. Solicitaron, los señores Diputados, se presentaran presupuestos, de "los alarifes y demás maestros" para los gastos que fuesen necesarios para realizar la obra. La junta quería que, de los maestros carpinteros y albañiles que había en la ciudad, se seleccionaran los mas expertos. Convocaron a tal fin a los carpinteros Martiniano Bustos y Francisco Ojeda y a los albañiles don Thomas del Valle y don Ramón Urquiso, quienes debían pasar por el Colegio e Iglesia a fin de realizar el mencionado presupuesto.8 Al cabo de veinte días se presentaron, a la Real Junta Municipal, los expertos para detallar las reparaciones a realizar y su presupuesto. La Junta, previamente en presencia de escribano, les recibió juramento a cada uno de ellos en nombre de Dios Nuestro Señor, y se comprometieron a exponer "fiel y legalmente" el cómputo de los gastos necesarios para la reparación de las viviendas que habían examinado minuciosamente. Los maestros carpinteros, Francisco Javier Ojeda y Martiniano Bustos expresaron que habían supervisado dos lienzos de viviendas del primer patio y la iglesia y que dado el ruinoso estado en que se encontraban no podían calcular los gastos que surgirían al desarmar y reparar. Sin embargo dijeron que les parecía, "según la inteligencia que les asiste", que para maderas, clavazón, cañas y cueros para los aposentos y corredores y en mano de obra de peones el costo sería de aproximadamente setecientos diez pesos. En cuanto a la Iglesia, por 6
Cfr. Peña de Bascary, Sara "El Colegio e Iglesia de la Compañía......Op. cit. (en elaboración) 7 A.H.T. Sección Administrativa. Vol. 10. fs. 63 a 83 y fs. 85 a 86. Prieto estuvo a Cargo de Iglesia y Colegio desde 1774 a 1784. 8 A.H.T. "Documentos coloniales - relativos a los jesuitas". Tomo .I. Op. cit. Págs.143 - 144.
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las goteras que encontraron y para reparar sectores de madera podrida, calculaban quinientos pesos. Aclaraban que al momento de desmantelar, recién podrían cabalmente estimar el costo total de las reparaciones. Mientras, los maestros albañiles, don Ramón Urquiso y don Thomas del Valle, presentaron un presupuesto de mil quinientos pesos para los arreglos de las viviendas sin contar los gastos que se podrían originar al destechar la Iglesia para su reparación "por no haber podido alcanzar a descubrir los defectos o ruinas que en lo interior del techo y el entablado pueda tener".9 El techo de la nave central era de "bóveda de tablazón" con sus arcos tallados y dorados. Reparación nada fácil. Dado que para no dañar el artístico entablado se debía trabajar con minuciosidad y precaución. El documento describe el pésimo estado del edificio del Colegio e Iglesia en esa época. En muy malas condiciones. Sería esta la primera obra de reparaciones, de envergadura, que se encaraba en el ex-establecimiento jesuita desde la expulsión de la Compañía, realizada por expertos. Todo planificado, nada librado al azar. Como lo hubiesen hecho los jesuitas. Al menos eso parecía. Cesión temporaria del Colegio e Iglesia a los franciscanos Derivaciones de la decisión. Un mes después de haberse iniciado los trámites para restaurar el Colegio e Iglesia, el 3 de febrero de 1784, la Junta Municipal recibe un oficio, fechado el 16 de enero, de la Junta Provincial en que comunica el Señor Teniente de Rey, Presidente don Diego de Salas que se había decidido, el 19 de diciembre de 1783, conceder la habitación interina del colegio, con el uso de su Iglesia a la comunidad de San Francisco, por el termino de cuatro años.10 Y, ese mismo día, se presentó a la Real Junta Municipal el Procurador del convento de la comunidad de San Francisco, Fray Bernardo Antonio Acosta, en nombre de la Orden. El sacerdote expresó que habían tenido noticias que se les concedía la habitación 9 10
Ibídem. Págs. 144 a 145. Ibídem. Pág. 145.
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del Colegio y uso de la Iglesia por cuatro años, con lo que estaban de acuerdo y solicitaban se les diese la posesión correspondiente.11 Pero esto no sería tan fácil. Hubo que soslayar una serie de engorrosos problemas y trámites para que los franciscanos lograsen su objetivo. Ese mismo día, la Junta trató una nota del doctor don Luis Santos del Pino, Cura Rector Propietario, Vicario Foráneo, Juez eclesiástico de la ciudad. En la misma manifestaba su disconformidad ante la noticia que se cedía a la Orden de San Francisco el establecimiento de los jesuitas. Aducía que ellos, curas de la Matriz, habían requerido a la Junta se les permitiese usar la Iglesia jesuita como viceparroquia por el mal estado en que se encontraba ese Templo12. Por ese motivo solicitaba se suspendiera la entrega del Colegio e Iglesia a los franciscanos, hasta que la Junta Superior sea informada y determinara lo que hallare conveniente.13 La Junta Municipal, en larguísima sesión, dejó constancia en Acta que el Presidente obedecía lo dispuesto por la Junta Provincial, pero que no dejaba de tener en cuenta que el Colegio se hallaba inhabitable. Unicamente cinco piezas estaban en condiciones y dos de ellas ocupadas con el Archivo de Temporalidades, otra con la librería, y otras dos -" que con algún arreglo podrían servir"- las habitaban dos negros esclavos que se encargaban de las reparaciones de la Iglesia. En ese momento estaban asegurando la teja y la madera de los aposentos arruinados, "y que de esto estaba al tanto la Superioridad.14 Por otra parte, los miembros de la Junta, consideraron que se hallaban en mejores condiciones las viviendas que, en ese momento, habitaban los religiosos de San Francisco. En cuanto a la solicitud del cura Santos de Pino los diputados de la Junta Municipal expresaron que no tenían facultades para decidir sobre la cuestión y que el Señor Vicario debía dirigirse a la Junta Provincial.15 11
Ibidem. Sobre el estado de la Matriz. Cfr. Gutiérrez, Ramón. "La Iglesia Matriz de Tucumán durante la Dominación Española" En: "Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán". Tomo 4. 1974. Págs. 263 a 279. 13 A.H.T. "Documentos coloniales-relativos a los jesuitas". T. I. Op. cit Pág. 145 14 Ibídem. Pág. 146. 15 Ibídem. 12
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Los diputados Eclesiástico, el recientemente designado Dr. Joseph Gabriel de Brizuela y el del Cabildo Juan García Cárdenas manifestaron que la decisión de la Junta Superior era condicionada y no categórica. Debía verificarse la necesidad que representaba para los franciscanos la cesión de las instalaciones que fueron de los jesuitas. Por ultimo, acotaban que la Junta Municipal por orden de la Superioridad, había realizado una exhaustiva fiscalización, del Colegio e Iglesia y que su ruinoso e inhabitable estado, no prestaba condición alguna" para el traslado de los religiosos de San Francisco.16 Estos funcionarios expresaron, además, la necesidad de una Iglesia para apoyo de la Parroquia, "en mayor servicio de Dios y del publico". Consideraban que era gran perjuicio a la juventud si se llevaba a cabo el traslado de estos religiosos, pues era público y notorio, "que la mayor parte de ella vagaba disoluta, por no haberse establecido las Escuelas". Inferían que las mismas no se podrían instalar si el establecimiento era ocupado por los franciscanos. No se dispondría de habitaciones para los maestros de Gramática y la Escuela, "sobre cuyo establecimiento y erección inculca al presente con eficacia y celo del bien común el Ilustrísimo Señor Obispo".17 El Doctor Brizuela y don Juan García Cárdenas estimaban, por lo expuesto, que se debía suplicar a la superior Junta Provincial que tuviese en cuenta lo inadecuado del Colegio para casa conventual y el estado de ruina que amenazaba a la Iglesia Matriz y la mayor recomendación que se merecía la causa publica expuesta a quedarse sin Iglesia Parroquial. En definitiva, pedían que se revocara la decisión a favor de los religiosos de San Francisco, amparando a la Iglesia Matriz, "en el uso que años ha tiene de la Yglesia de los exjesuitas donde se enterraban los fieles, por no haber ámbito equivalente en la Parroquia". El Presidente decidió que se diera cuenta a la Superior Junta Provincial. y dio por finalizada esta larga reunión.18
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Ibídem. Ibídem. Pág. 147. 18 Ibídem. 17
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El cura Rector Dr. Santos del Pino, encontró gran apoyo en el diputado Eclesiástico Doctor Joseph Gabriel de Brizuela, y en el representante del Cabildo, Don Joseph García Cárdenas, en su intento de evitar se cediera el convento a los franciscanos. El Dr. Brizuela, además, era cura Rector de la Iglesia Matriz, Juez de la Santa Inquisición, Comisario del Santo Oficio. Tuvo, se puede decir, una singular actuación en este traspaso de la Iglesia a los franciscanos, oponiéndose al mismo. Se conoce, de este personaje, su imagen en una pintura que estuvo en Tucumán. Es una de las pocas personalidades que actuaron en el siglo S. XVIII en esta ciudad, de quien existe retrato: Los había de don Pedro Antonio de Zavalía y Andía -retrato de cuerpo entero- y los de José Thames y de Brizuela en actitud de orantes en pinturas religiosas.
Fig. 2) "El descendimiento de la Cruz con donante Juez de la Inquisición Brizuela". Óleo. Anónimo. S. XVIII. Foto Archivo Casa Histórica.
La mencionada pintura, es un "Descendimiento de la Cruz con donante Juez de la Inquisición Brizuela". Óleo de jerarquía, de autor
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anónimo, que perteneció a la familia Paz Peña, de Tucumán y que fue vendido a Buenos Aires en la década del 70. Afortunadamente queda un buen registro fotográfico en "Documentos de Arte Argentino", de la Academia Nacional de Bellas Artes.19 La figura del Dr. Brizuela, con lujoso ropaje se encuentra al lado derecho de la pintura en actitud de orar. El 26 de abril de 1784, se reunió la Junta Municipal de Temporalidades con todos sus miembros para tratar una solicitud del sacerdote Santos del Pino, quién vivía en el Colegio, y pretendía que la Junta dictaminara si el residir en el establecimiento le podría ocasionar a este algún daño en lo "edilicio y económico y si era conveniente que lo ocupara. Recordó, el precedente, que don Pedro Miguel Prieto había sido designado para el cuidado de la Iglesia, Sacristía y Librería y con tal motivo autorizado a residir en el Colegio.20 Consultaron los diputados de la Junta la documentación, de la gestión anterior,21 por la cual se nombró a Prieto. Además tomaron conocimiento, según lo expresó el Presidente Figueroa, que se había facilitado viviendas que fueron de los jesuitas al Señor Dr. don Luis Santos del Pino, Cura Rector y Vicario Foráneo con la expresa condición "que habiendo recibido ordenes de la Junta Superior, o algún asunto, que se necesitasen para el servicio del Rey, las desocuparía". Por ultimo se estimó, que estando en obras el Convento y Colegio, "no era decente que el Sr. Vicario, por no arrendar casa" se quedase a vivir entre los trabajadores que verían obstaculizada sus tareas con su presencia.22 Dejaron constancia, los miembros de la Real Junta, que hubo otra disposición de la Superioridad de entregar el convento a los 19
Academia Nacional de Bellas Artes. "Documentos de Arte Argentino", Cuaderno VIII, "La Región andina y del Tucumán". Buenos Aires 1943. 20 AHT. "Documentos Coloniales, relativos a los jesuitas". Tomo. I. Op. cit. Pág. 148. 21 El anterior Presidente de la Junta fue Don Fermín Ruiz Poyo 1771-1782 (hasta su muerte). Quien propuso se designara a Prieto fue el Cura Rector Vicario Dr. Miguel G. Sánchez de Lamadrid, diputado eclesiástico de la Real Junta. Cfr. A.H.T. "Documentos Coloniales - relativos a los jesuitas". Tomo I op. cit. Pág. 112. 22 A.H.T."Documentos coloniales....." Tomo I. Op.cit. Pág. 148.
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franciscanos, pero que a pedido de los diputados de la misma se elevó nuevamente a reconsideración de la Junta Superior y se esperaba su respuesta. Por otra parte recordaron que se le había dirigido al Dr. Santos Pino una orden del gobernador Intendente indicándole que facilitara viviendas del Colegio para poner a buen recaudo presos que llevaban a Buenos Aires. Santos del Pino únicamente desocupó el cuarto donde estaba la librería, transformada en despensa de la cocina, y se negaba a desocupar su vivienda haciendo valer "su carácter y empleo como si estas temporalidades de los extinguidos y estas casas estuviesen obligadas a darle vivienda, para exonerarlo del arrendamiento de casa ".23 Finalmente, se expresó, que se esperaba al Señor Gobernador Intendente a quién, le facilitaban para su estadía viviendas del Colegio. Por lo que el Vicario las debía desocupar. Además, afirmaba el Presidente, que la presencia de Santos del Pino en el Colegio resultaba un grave perjuicio, como lo había expuesto y que constaría en el informe a la Junta Provincial.24 El Presidente don Joseph de Figueroa estaba notoriamente molesto con las pretensiones del Vicario. Es mas, cuando aclaró que el nombramiento de Prieto había sido aprobado por la Junta Superior en 1774, destacó su eficacia en las obras realizadas en un sector de las viviendas y en la Iglesia "sin que en esto halla tenido intervención alguna dicho Señor Vicario foráneo". Agregaba, don Joseph de Figueroa, que era muy probable que la Junta Superior permitiera al Vicario contar con la Iglesia como viceparroquia, ya que era algo de interés publico, pero que esto no autorizaba utilizar las casas del Colegio "para habitación de curas que tienen sobradas rentas para mantenerse". Por ultimo, aseveró, que si esto llegaba a oídos de su Majestad seria de su total desagrado.25 A estas severas afirmaciones, el diputado eclesiástico, Dr. Joseph Gabriel de Brizuela, manifestó, con énfasis, que prescindía de la "difusa exposición" del Señor Presidente, que le parecía que no 23
Ibídem. Pág. 149. Ibídem Pág. 149. 25 Ibídem. Págs 149 - 150. 24
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respondía a lo que el Sr. Vicario solicitaba, y que "aquellas producciones son solo sugeridas de algunos sentimientos que tiene concebidos el Señor Presidente contra el Señor Vicario, dimanado de los lances que han tenido entre ambos, que todos son por asuntos particulares que no debían mezclarse".26 Las diferencias entre el Presidente de la Junta Municipal con el Diputado Eclesiástico Dr. Joseph Gabriel de Brizuela se hacían mas evidentes. Don Joseph de Figueroa, estaba en lo cierto. Santos del Pino, evidentemente se aprovechaba de su condición de Vicario y le había tomado el gusto a residir en el Colegio que fue de los jesuitas. Por todos los medios buscaba la forma de permanecer en el mismo, con la ayuda del otro cura de la Matriz, el Dr. Joseph Gabriel de Brizuela, quien, como ya sabemos, era al mismo tiempo Diputado de la Junta Municipal de Temporalidades. El Dr. Brizuela propuso, al finalizar su exposición, se diese intervención al Defensor Fiscal para que "exponga desnudamente" su dictamen. El diputado del Cabildo, García Cárdenas, apoyó esta sugerencia a la que el Presidente, don Joseph de Figueroa, hizo lugar. Con esta medida finalizaba otra extensa reunión de la Junta por el tema de la cesión a los franciscanos y las pretensiones del Vicario Dr. Luis Santos del Pino.27 A todo esto, las reparaciones que se estaban realizando o por realizar en la Iglesia y Colegio se suspendieron. El 30 de enero de 1784 la Real Junta Municipal informó a la Superioridad que, con motivo de haberse concedido la habitación interina del Colegio a los franciscanos, se había suspendido la reparación del Colegio e Iglesia aprobada por la Junta Provincial. Con tal motivo la misma determinó, en Oficio del 15 de mayo de 1784, se entregase "la teja y madera que se supone haber recogido" a los franciscanos para que se hicieran cargo de las obras.28
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Ibídem. Pág. 150. Cfr. Ibídem. Págs. 148 a 151 para mas detalles de esta colorida, extensa e ilustrativa reunión de la Junta Municipal. 28 A.G.N. Sala IX - 22.2.3. fs 63.
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Por lo que vemos, las reparaciones que se presupuestaron el 22 de enero de 1784 y que aparentemente se iniciarían de inmediato y con urgencia no se hizo nada. Una semana después se enteran de la cesión a los franciscanos y se suspende la iniciativa. El Colegio e Iglesia que se entregaría a la Orden seráfica estaba en el mismo ruinoso estado que se describía a comienzos de enero de ese año. La obra ni pudo iniciarse. Únicamente "suponía", la Real Junta Provincial, que se había "recogido teja y madera" para la fallida obra de restauración. Cabe destacar que el Presidente de la Superior Junta Provincial don Diego de Salas llamó la atención a la Junta Municipal por la demora, diez años, en informar sobre las "aplicaciones" que se había dado al Colegio e Iglesia en 1774. Expresaba que el establecimiento servía de vice-parroquia y allí habitaba el cura don Luis Santos del Pino "circunstancia que se oculta en todos los informes de esa Junta."
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La Real Junta Provincial, en ese oficio, ordena se diese de inmediato la posesión interina a los Franciscanos. La documentación de 1774, que se remitió con retraso, es la consultada a raíz de las pretensiones de Santos del Pino. Obviamente la autoridades de la Junta Municipal de esa época, el Presidente don José Fermín Ruiz Poyo, el diputado eclesiástico Dr. Miguel Gerónimo Sánchez de Lamadrid, el diputado por el Cabildo don Francisco Javier Sánchez de Lamadrid y el Procurador General don Domingo Villafañe, no comunicaron a la Superioridad sobre las "aplicaciones" que dieron al Colegio e Iglesia y a sus bienes. La Orden de San Francisco recibe interinamente el establecimiento que fue de los jesuitas El 7 de junio de 1784, la Real Junta Municipal, decidió, con acuerdo de todos sus miembros, según lo resuelto por la Superior Junta Provincial en Buenos Aires el 15 de mayo, proceder a otorgar la cesión de la Iglesia y Colegio a los franciscanos. El Presidente ordenó, mediante Decreto, se hiciese saber al Reverendo Padre Procurador 29
Ibídem. fs 63 v y 64.
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solicitante que estaba pronto a posesionarles en la habitación interina del Colegio y uso de su Iglesia, que a tal fin debían indicar cuando deseaban tomar posesión30. Ese mismo día el escribano Público Don Joseph Antonio Deheza y Helguero se apersonó al Convento de San Francisco para notificar al reverendo Padre Guardián y demás miembros de la orden, quienes dijeron " que mañana ocho del corriente suplicaban se les posesionase de lo que se expresa".31 Es así como el día 8 de junio de 1784, el Señor Presidente de la Real Junta Municipal de Temporalidades puso en posesión del Colegio e Iglesia que fue de los jesuitas a la Orden de San Francisco. El usufructo del establecimiento se les había concedido interinamente por el termino de cuatro años por resolución de la Real Junta Provincial. Estuvieron presentes en el acto el Reverendo Padre Guardián Fray Mateo de Vega y Oteo y los reverendos padres Fray Bernardo Antonio Acosta y Fray Esteban Mino y el Síndico, de esa Sagrada Comunidad, el Coronel Don Fermín Tejerina.32 En este Acto, el Señor Presidente, como era de forma, tomó al síndico de la mano y en nombre del Rey lo paseó por el Colegio y la Iglesia, le hizo abrir y cerrar puertas haciéndole entrega de todas las llaves en señal de la posesión interina que se concedía. Ordenó, en nombre de la Sagrada Comunidad, a todos los que vivían en el Colegio lo desocuparan, para que se trasladasen a el los padres franciscanos. Para finalizar, el Presidente, don Joseph de Figueroa, dejó constancia que se realizaría el Inventario de los bienes, y muebles, que debían entregar. El acto se realizó con la presencia del Escribano Don Joseph Antonio Deheza y Helguero.33 30
Ibídem. fs 65. Ibídem. 32 Don Fermín Tejerina fue el comisionado que se encargó de la expulsión de los jesuitas, secuestro e inventario de sus bienes y su administración desde 1767 a 1768. Cfr. Maeder, Ernesto J. A. "Los Bienes de Los Jesuitas." Conicet. Resistencia. 2001 Pág. 198; Robledo, Beatriz. "Compañía de Jesús. Inventario y tasación de sus bienes en San Miguel de Tucumán, al 29 de mayo de 1768, por la Junta Real de Temporalidades". UNT. 1976. Pág. 1 y Peña de Bascary, Sara. "El Colegio e Iglesia. e Iglesia.........Op. cit. (en elaboración). 33 A.G.N. Op.cit. fs. 65 v y fs. 66. 31
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Al día siguiente, el 9 de junio, el Presidente de la Junta Municipal, Maestre de Campo don Joseph de Figueroa, se dirige al Cura Rector y Diputado de la Real Junta Municipal Doctor don Joseph Gabriel de Brizuela, en un escrito, ante Escribano Publico, recordándole que le había prestado de la Iglesia de los ex-jesuitas dos confesionarios y un aguamanil, para que llevara a la Iglesia Matriz. Que había condescendido esto por la necesidad que le había manifestado el Dr. Brizuela tenia esa Iglesia, con la condición "que siempre, y cuando se necesitase debolverlo a la referida Yglesia, lo había de mandar". Le exhortaba, en nombre del Rey, la devolución de los confesionarios y el aguamanil, "con la reciproca armonía que nos debemos".34 El Dr. Brizuela en carácter de "Cura Rector, Diputado de la Junta y Comisario del Santo Oficio", responde el 11 de junio, ante el Notario público eclesiástico, don Ignacio Bazán, que tenía ordenes del Vicario "que no salga de nuestra Yglesia Matriz alhaja alguna" por lo que debía el Señor Presidente dirigir al Vicario el exhorto.35 El Vicario era el Dr. Luis Santos del Pino. A todo esto, el Procurador del Convento de San Francisco, Fray Juan Esteban Mino, el 11 de junio de 1784, se dirige al presidente de la Junta Municipal, manifestando que "la Iglesia se encuentra desierta por faltar dos confesionarios desquiciados de sus nichos", los que se encontraban en la Iglesia Matriz. Solicitaba se repongan de inmediato como así también se entregasen las "alhajas concernientes a la Iglesia", a fin de hacer el Inventario y otorgar el recibo correspondiente.36 El Presidente de la Junta, Joseph de Figueroa, ante esta solicitud, decidió realizar un nuevo exhorto al cura Rector y Diputado eclesiástico, Dr. Joseph Gabriel Brizuela. En el mismo le decía que acababa de tomar conocimiento de su respuesta al pedido de devolución de bienes de la Iglesia jesuítica que se le había facilitado en préstamo. Le hacia saber que no estaba de acuerdo con que el Vicario debía decidir sobre la devolución pues no le constaba tuviese 34
Ibídem. fs. 66 y fs. 66 v. Ibídem.. fs. 66 v y 67. 36 Ibídem. fs. 67 y 67 v. 35
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facultades para ello. Apuntaba que el se entendería con Brizuela, ya que además de cura de la Matriz era Diputado eclesiástico de la Junta Municipal. Por lo que le "requería y exhortaba" enviase los confesionarios y el aguamanil que se le habían prestado, como ya lo había expresado y que además los padres franciscanos lo solicitaban formalmente. Le indicaba que debía proceder como real vasallo de su majestad. Todo esto se hizo por intermedio del Escribano Público, Joseph Antonio Deheza y Helguero.37 El Dr. Brizuela espera unos días y, el 14 de junio por intermedio de notario, hace llegar su respuesta al presidente de la Real Junta. Insiste en su negativa de devolución de lo requerido. Que no estaba facultado Que el Vicario había ordenado "no salga alaxa ninguna de nuestra Iglesia, de las que fueron de ese Colegio" que por eso el Mayordomo no permitía sacar para devolver los confesionarios. Por ultimo le rogaba se dirigiese al Señor Vicario y "no importunarme y dejarme desembarazado para cumplir mi ministerio". 38 Don Joseph de Figueroa, consideró que Brizuela respondía lo mismo que en el anterior exhorto que se le hizo. Por lo que ordena, el 16 de junio, se agregue su respuesta a las diligencias que se realizaron para la entrega del Colegio e Iglesia a los religiosos de San Francisco y que se elevase a consideración de la Superior Junta Provincial en Buenos Aires. Por otra parte, se dio instrucciones para que se procediera de inmediato a realizar el inventario y entrega de los bienes y alhajas que debían recibir los franciscanos, lo que se había diferido a causa de la cuestión con Brizuela.39 Nuevo inventario de los bienes del Colegio e Iglesia El 18 de junio de 1784, se hizo entrega, bajo inventario, del Colegio e Iglesia y sus bienes. El acto se realizó con la presencia del Presidente de la Junta don Joseph de Figueroa, El Padre Guardián Fray Mateo Vega y Oteo, el Predicador y Procurador Fray Juan 37
Ibídem. fs 68 y 68 v. Ibídem. fs. fs 68 v y 69. 39 Ibídem. fs. 69 y 69 v. 38
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Esteban Mino y el síndico del convento Coronel Fermín Tejerina. El Presidente convocó a don Miguel Prieto, quien estuvo a cargo del Colegio, Iglesia y Sacristía desde 1774 a tal fin y se procedió de inmediato a la entrega al Sindico según el siguiente Inventario. "Primeramente en el primer patio del colegio dose aposentos habitables y seis en el costado de la Guerta seis aposentos los techos arruinados y el corredor desarmado y alguna texa que se recogió de los corredores y se encontró en los mismos Aposentos " "Ytem en el Segundo patio se encontraron las oficinas y viviendas que lo comprenden unas en embrión, conforme quedaron al tiempo de la expulsión sin techo, y otras que lo tienen de bóveda inhabitables, por que se pasa el agua" "Ítem la Guerta con diferentes árboles frutales y la serca de ella que cae a la calle muy maltratada y un lienzo caído" "Yten se paso al corralón, donde esta la puerta Reglar y se encontró igualmente el lienzo de su cerca que es de tapia de tierra caída y lo demás muy maltratada" "Yten en la Torre seis campanas entre grandes y medianas y pequeñas, tres con Badajos y tres sin ellos y una de ellas rajada." "Yten se paso a la Sacristía y se encontró en ella , los cajones de poner ornamentos, que ocupan una testera vacíos, y sobre ellos dos escritorios de poner purificadores y amitos embutidos en concha cada uno y su coronación dorada" "Yten un Nicho Viejo en medio, maltratado, con una Imagen de Nra,. Señora, en la misma forma, con un espejo siempre Viejo en la frente, maltratado."
Fig. 3 ) Cristo crucificado S. XVIII. Talla en madera estucada y policromada. Perteneció a la iglesia de la Compañía de Jesús. Se conserva hoy en el Templo de San Francisco en Tucumán. Foto Archivo Casa Histórica. Exposición "La crucifixión" realizada en ese museo en 1989.
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"Yten Un cuadro grande de San Ignacio con su marco dorado "Yten otros cinco cuadros mas viejos de diferentes santos "Yten sobre los escritorios dos Niños Viejos." "Yten un Christo crucificado maltratado" "Yten otros quatro mas chicos de tres quartas de largo." "Yten dos cajones en forma de escaparate que servían para guardar Reliquias "Yten un nichito de los corazones, dorado muy maltratado y quebrado "Yten una casulla vieja colorada con su senefa blanca, galón de seda, estolas y manipulos, dos bolsas, un corporal dentro y un paño de cáliz "Yten una alba ordinaria bieja con un encaje, un amito, quatro cíngulos viejos de Cintas y otro de hilo y de seda "Yten seis purificadores y quatro pañitos chicos de manos, dos sobrepellices de Bretaña Viejos "Yten un cáliz de plata sobredorada con su patena y Yjuela (?) = "Yten varios fierros de hacer hostias = "Yten una imagen de Nra Señora de la Concepción, que fue de la escuela en su Nicho y corona Imperial de plata ,con su Vestido viejo = "Yten un guión muy viejo de lana colorada ="Yten dos campanillas que servían para la gramática y portería chicas.= "Yten un cajón grande en la contra Sacristía de guardar frontales = "Yten un Santo Christo de manos con su cajón = "Yten quatro cuadritos viejos como de tres quartos = "Yten un cajoncito con su marco tallado de altura de mas de media vara "Yten dos imágenes muy viejas de Bulto de Sn Ygnacio y otra de Sn Xavier = "Yten quatro mayas(?) de pasta, sobre plateadas muy viejas = "Yten se pasó a la Iglesia y se encontró en ella el Retablo, en el Seis Nichos, todos ellos de tres caras y se encontraron en ellos San Ignacio, San Francisco Xavier, San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, San Ynstanislao, Santa Maria Magdalena, un lienzo de nuestra Señora de Dolores y otro de San Josef., El sagrario y la mesa del altar con su frontal de madera de talla dorado y esmaltado, una sacra de papel lavado, y ultimo Evangelio = "Yten dos barandas en el comulgatorio = "Yten se advierte que las Imágenes de San Xavier, San Franco Borja y San Ignacio tiene este un Jesús en las manos y todos tres sus Diademas de plata doradas y que el lienzo que se dijo de Nro Padre San Josef, es de San Juan Bautista = "Yten una mesita chica de poner vinajeras, y campanillas Junto al Altar "Yten se paso a los altares colaterales y se halló en ellos un lienzo grande de nuestra Sra. del Tránsito, el retablo y frontal de talla dorado y esmaltado y un Christo pequeño, mediano = "Yten en el otro se halló un Señor crucificado de bulto y un lienzo del mismo y el Retablo y frontal todo tallado y sin dorar y el sagrario en la misma forma, Una Imagen de Nra Señora de Dolores de Bulto y un crusifixo mediano, sobre el altar".
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"Yten se paso a los dos altares de las testeras, con lienzos de pintura, el uno de San Ignacio y el otro de San Xavier, los marcos dorados y por acabar de dorar las mesas que los sostienen y sobre ellas un Christo pequeño en cada una " "Yten un pulpito, Escalera y Sombrero, todo de talla y todo dorado y pintado "Yten dos confesionarios". "Yten seis cuadros grandes con su marcos preparados con yeso para dorar, todos de la vida de San Ignacio = "Yten otros dos cuadros menores con sus marcos dorados = "Yten siete escaños maltratados = "Yten dos manteles de bretaña con sus encajes, en el Altar mayor = "Yten dos chuses grandes viejos y rotos y una alfombra vieja = "Yten dos frontales en sus bastidores = "Yten una ara en el altar mayor ="Yten dose candeleros de palo quebrados40 =
Finaliza así el inventario. El Síndico, don Fermín Tejerina, que recibió el patrimonio, se compromete a que los Religiosos lo tendrían y conservarían "sujeto a cualquiera otra providencia de la Superior e Ylte Junta Provincial" El acto se realizó ante el Escribano Joseph Antonio Deheza y Helguero.41 El inventario de entrega a los franciscanos, del establecimiento jesuítico, brinda importantes datos sobre el estado del edificio, de los retablos, imágenes y pinturas que recibieron estos religiosos. El presidente de la Junta, ante este disminuido patrimonio de la Iglesia y Sacristía que se entregaba a la Orden franciscana, advirtió que faltaban "lo más de los ornamentos, vasos sagrados y alhajas". Por lo que ordenó, mediante Decreto del 3 de julio, a don Pedro Miguel Prieto que presentase una cuenta formal de los bienes que faltaban de acuerdo al Inventario que se hizo al entregársele a su cuidado la Iglesia y su patrimonio en 1774. Debía, además informar adonde se habían traslado y quien lo había dispuesto y ordenado.42 Cabe aclarar, que en 1774, don Gabriel Rubert, que administró el Colegio e Iglesia desde 1772, entregó un inventario que coincidía con el realizado al ejecutarse la expulsión de los jesuitas. Salvo las piezas de plata que por instrucciones del Gobernador de Buenos Aires Francisco de Paula Bucarelli al Gobernador del Tucumán, don Juan 40
Ibídem. fs. 69 v a fs. 70. Ibídem. fs.70. 42 Ibídem. 41
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Manuel Campero se enviaron a Buenos Aires en 1769.43 Por otra parte, en el inventario de 1774, se consignaba en el Retablo del altar mayor, la Imagen de la Virgen del Rosario, Patrona de la cofradía de naturales, lo que se omitió en 1768 por pertenecer la misma a los cofrades. No era propiedad de la Iglesia. Es decir la mayoría del patrimonio secuestrado a los jesuitas figuraba en la entrega que hizo Rubert y que recibió Prieto. El 19 de Julio de 1784, don Pedro Miguel Prieto realiza un informe de acuerdo a lo solicitado por el Presidente de la Junta. Ponía en conocimiento las alhajas, ornamentos y vasos sagrados que estuvieron a su cargo se encontraban trasladadas a la Iglesia Matriz, "unas con expreso consentimiento de los Señores Presidentes y otras con tasito consentimiento solamente y otras que conforme la necesidad que ha tenido aquella Iglesia de ellas, las han mandado llevar los Señores Curas, y se han quedado en aquella Iglesia, como todo esta de manifiesto, sirviendo y usándose en ella y todas las que se allan en ella son las siguientes44: Primeramente una Imagen de nuestra Señora del Rosario, que se hallava en el Retablo y se llevó por corresponder a la Cofradía de Naturales, la qual y las alaxas pertenecientes a esta cofradía se hallan trasladadas a aquella Yglesia por orden superior = Yten una lamina de Nra Señora con su marco dorado, que se allaba o ocupaba un nicho de los del medio del retablo del altar mayor = Yten San Juan Nepomuceno de Bulto, que también se hallaba en uno de los nichos del expresado retablo = Yten una Señora del Transito, que se hallaba en uno de los altares colaterales, la que correspondía a la cofradía de españoles, y con todas sus alaxas, se halla también trasladada a aquella Yga. Matriz, también por orden Superior = Yten dos confesionarios de los quatro que se allaban en el cuerpo de la Iglesia = Yten tres sillas grandes de pie de cabra con asientos y espaldares 43
Bucarelli había recibido instrucciones del Conde de Aranda, para que las piezas de plata de "pompa y magnificencia", no así "los vasos sagrados", se enviaran a España para su venta. Las piezas de plata labrada que se enviaron eran las mas valiosas de acuerdo a su tasación. Sobre este tema y a los inventarios de 1768 y de 1774 y su estudio, consúltese nuestro trabajo "El Colegio e Iglesia de la Compañía de Jesús en Tucumán ". Op. cit. (en elaboración). 44 A.G.N. Op.cit. fs. 70 v.
"Los franciscanos reciben el Templo y Colegio jesuíticos de Tucumán" de terciopelo Carmesí y tachonadas con clabos de plata = Yten once taburetes mas de pie de cabra llanos y usados = Yten quatro aras = Yten un terno de casullas, dalmaticas y capa de coro, estolas y manipulos, paño de cáliz y bolsa de corporales todo de glasé y un paño de facistol de persiana = Yten una casulla de Brocato blanco, estola y manipulo, paño de cáliz, bolsa de corporales, dalmaticas con estola y manipulos, dos capas de persiana, con estolas con galones de plata y un paño de facistol de princesa = "Yten tres casullas de damasco blanco, con todo lo demás correspondiente = "Yten otra dicha Blanca de Lana con todo lo correspondiente = "Yten ocho casullas coloradas, quatro de damasco, dos de fondo con galones de plata y dos de persiana, con todo lo correspondiente = "Yten dos casullas Vencly (?) una de brocatillo y la otra de persiana con todo lo correspondiente = "Yten tres casullas, una de brocatillo y dos de persiana y capa de coro de Brocato, con galones de plata con todo lo correspondiente =" Yten un terno de Casulla, Capa de coro, dalmaticas de fondo, con galón de oro mestizo del Cuzco, con quatro casullas de fondo, con galón de plata falsa y manga de cruz de Damasco, que sirve para negro y blanco, y paño de facistol del mismo fondo negro y galón falso y todos sus correspondientes, menos un paño de cáliz = Yten una capa de coro de damasco negro, con galón de punta de plata falsa y estola que no consta en los autos de Inventarios de este Colegio = Yten dos delanteras de casullas con estolas y manipulos, que servían para los difuntos y no constan de autos = Yten diez y seis albas, la una de cambray con quatro vueltas de encaje y tres de Bretaña con tres bueltas entre ellas = Yten cuatro Ydem mas con dos bueltas de encaje cada uno =Yten tres Yden mas de una buelta de encajes todas usadas y bien tratadas = Yten diez sobrepellices = Yten dos roquetes = Yten diez manteles de altar de encajes = Yten quatro dichos sin encajes que no constan en los autos de inventarios = Yten quatro paños de barandillas con encajes = Yten un paño viejo para dar agua a los que comulgan = Yten tres Tobajones (?) de Bretaña y uno de Lienzo de lino que se perdió en el servicio de esta iglesia = Yten dos capas de damasco nuevas =Yten tres coxines de Tafetán por un lado y por el otro de imperioza = Yten quatro corporales y uno mas de dicho = Yten dos dichos de olan (?) batista = Yten dos dichos añasgados = Yten las ijuelas(?) blancas y negras veinte y nueve = Yten treinta y cinco purificadores = Yten ocho pañitos de narises = Yten cuatro cornualtares, de seis que se me entregaron, se allan dos en esta Yglesia que por equivocación, no se entregaron, o expresaron en la que se hizo a los religiosos de San Francisco = Yten once cíngulos de todas calidades = Yten tres bandas de tafetán las dos amarillas y la una nácar = Yten dos paños de pulpito de persiana ,uno blanco y el otro morado = Yten un Santo Christo grande, que servia para la función de la agonía = Yten un quadro con su marco dorado de nuestra Señora de la Concepción, este se halla entregado en esta Yga .y por equivocación se ha puesto =
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Sara Peña de Bascary Yten tres lienzos medianos con sus marcos entre pintura y dorado del Apostolado = Yten un aguamanil de Alquimia = Yten un frontal de glasé de plata con galón de oro fino =Yten otro Yden de fondo negro con galón mestizo del Cuzco =Yten otro Yden de Lana de plata con galón de oro fino = Yten otro verde =Yten otro morado chico con galones de plata fino =Yten otro dicho con galón de oro fino =Yten otro dicho con galón de seda =Yten otro de persiana blanca con galón de oro fino =Yten otro Yden de damasco Carmesí, con galón de oro fino del Cuzco, el uno y otro de seda =Yten otro Yden de Damasco carmesí de flores con punta de plata fina =Yten dos dichos de damasco negro con su puntilla de plata =Yten otro dicho de persiana -blanca con galón de plata fino = Yten veinte y quatro mayas doradas con cristales y dentro reliquias de Santos =Yten un sagrario que sirve de deposito para Semana Santa = Yten dos quadros chicos =Yten dos sacras de madera doradas =Yten otras dos Yden de papel = Yten tres campanillas la una mayor que las otras =.Yten diez candeleros de palo viejos = Yten dos atriles de palo viejos = Yten una tabla con el Edicto de la Santa Inquisición = Yten una pila de piedra de Sapo = Yten dos chusecitos viejos = Yten dos acheros de madera = Yten dos cortinas de damasco con su galón de plata nuevas de las puertas de la Sacristía y contra sacristía = Yten otras dos Yden viejas de tafetán carmesí forradas en choleta = Yten seis ángeles de madera pintados de la capilla de los negros = Yten siete cuadros grandes con sus marcos dorados = Yten otros dos más Yden Viejos de bastidor = Yten una mesa de altar = Yten otro frontal de galones de seda y serreta de damasco = Yten dos custodias de plata, la una grande y la otra pequeña = Yten un copón de plata sobredorado con su casquillo de oro y su capillo (?) de tisú de oro = Yten dos casquillos más de plata, para consagrar formas = Yten quatro cálices de plata dorados todos con sus patenas, uno de realce, otro esmaltado, otro burilado y el quarto llano = Yten tres misales y un ritual romano = Yten cuarenta marcos y dos onzas de plata labrada en las piezas siguientes: seis pares de vinajeras con sus platillos, las unas sobredoradas, dos incensarios, una naveta con su cuchara un baso para dar agua a los que comulgan y una arandelita = Yten dos cajones para guardar los misales con sus gavetas para poner los amitos =
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Fig. 4) Cristo yacente. Imagen popular S. XVIII. Se conserva en el Templo de San Francisco. (foto Archivo Casa Histórica de la Independencia)
Hasta aquí todo lo que se ha llebado, de lo que consta en el Ynventario por donde se me hizo la entrega, fuera de lo que tiene asimismo en la Iglesia Matriz de lo perteneciente a esta Iglesia, lo sigte: Primeramente un Jesús Nazareno de bulto = Yten otra imagen de la Verónica = Yten un palio de persiana nuevo con seis barrillas de palo doradas = Yten dos guiones uno de terciopelo carmesí nuevo con galón de plata y el otro Verde de persiana usado Yten una matraca de madera = Yten un banquito de madera = Yten otro dicho grande o poco mayor que el otro = Yten un facistol de madera = Yten un ataúd de madera = Yten una cortina de choleta con su barilla de fierro que servia en la Ventana del coro = Yten un asiento pintado, que sirve para el cirio pascual = Yten un achero que sirve para las tres Marías, también pintado = Yten un Jesús de madera todo dorado que se allaba en la portería, y hoy esta sirbiendo en la Iglesia Matriz de dosel en el pulpito Yten seis cornucopias doradas, que se sacaron del retablo de esta Iglesia y se trasladaron a aquella.
Finalizaba Prieto su Informe consignando que era todo cuanto se hallaba trasladado de la Iglesia y Sacristía que fue de los jesuitas a la Iglesia Matriz, todas las alhajas y ornamentos que tuvo a su cargo juntamente con las otras que se entregaron a los franciscanos.
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Al día siguiente eleva al Señor Presidente el InformeInventario. Reitera que los ornamentos, alhajas y vasos sagrados faltantes se encontraban en la Iglesia Matriz y se fueron llevando de a poco. Algunos con autorización de los diputados de la Real Junta, y otros los curas de esa iglesia los solicitaron para sus funciones y los dejaron en ella. Que era todo cuanto podía informar en esa presentación que hacia bajo juramento de lo expresado.45 Es muy importante el informe de Prieto. En el mismo se puede apreciar lo que quedó para los franciscanos y lo retirado por los curas de la Matriz de la Iglesia que fue de los jesuitas, con o sin autorización. Que todo lo que se les prestó, estaba condicionado a devolverse cuando se les requiriera. Como vemos no pasó así. El Dr. Joseph Gabriel de Brizuela se negaba, buscando dilatar la cuestión reiteradamente. El traslado del patrimonio de la Iglesia de los jesuitas a la Matriz se inició en cuanto don Pedro Miguel Prieto se hizo cargo en 1774. Bajo la presidencia de don José Fermín Ruiz Poyo, el entonces diputado eclesiástico de la Real Junta y Cura Rector Vicario, don Miguel Gerónimo Sánchez de Lamadrid retiró la mayoría de los bienes. Fue quien ordenó el traslado a la Matriz, en 1776, de las imágenes de la Virgen del Rosario, patrona de la cofradía de naturales y de la Virgen del Tránsito de la cofradía de españoles y posteriormente de las alhajas de las mismas. Sánchez de Lamadrid estuvo vinculado a las temporalidades desde el 1768 en que fue tasador de los bienes de la Iglesia y de las cofradías. Fue él quien designó a Prieto para el cuidado del establecimiento. Era hombre de confianza de este sacerdote.46 La administración de las Temporalidades por don Joseph Fermín Ruiz Poyo fue cuestionada. Tal como lo fueron la mayoría. La Junta Provincial, con aprobación del Virrey había ordenado, el 16 de marzo de 1780 el embargo de sus bienes y los de el Diputado Xavier Sánchez de Lamadrid (hermano del cura). La orden llegó después de la muerte de Ruiz Poyo, acaecida el 16 de junio de ese año. El nuevo Presidente don Joseph de Figueroa mandó el 17 de agosto, se 45 46
Ibídem. fs. 76 v. Cfr. Peña de Bascary, Sara " El Colegio e Iglesia de .........." Op. cit.
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cumpliese lo determinado por la Superioridad. Se embargaron los bienes de la viuda de Ruiz Poyo y los de Xavier Sánchez de Lamadrid hasta que se rindiera cuentas de los caudales que administraron. Hubo una investigación y fueron retirados de sus cargos los hermanos Sánchez de Lamadrid.
Fig. 5 y 6) Cáliz de plata sobredorada. Trabajado a martillo, repujado, cincelado. S. XVIII. Se conserva hoy en Museo de Arte Sacro. Foto archivo S. P. de Bascary
¿¿Cual fue el motivo de esta determinación??. Las actas no lo dicen expresamente. Sabemos que hubo serias denuncias de un supuesto ex-jesuita, don Francisco Marcano y Arismendi, en febrero de 1780 contra ellos y personas allegadas sobre el manejo de las temporalidades. Decía, entre otras cosas, que Ruiz Poyo había construido su casa con materiales del colegio, que se llevó imágenes, que había quitado hasta las puertas y ventanas de los aposentos, esto con la complicidad del Vicario y su hermano el Alcalde. Que del Colegio de Tucumán se había extraído varias alhajas y toda la librería simulando un robo y hasta se apropiaron de varios cuadros, entre ellos dos grandes uno de San Ignacio y el otro de San Javier. Acusaba también que se habían quedado con tierras de los jesuitas, que todos eran parientes: "eran una casa", entre otras graves imputaciones.47 ¿¿Pudo ser esto la causa de la investigación?? Es muy probable. La denuncia fue en febrero y la orden de embargo en marzo 47
A.G.I. Buenos Aires. 61 "Testimonio de diligencias y declaraciones reservadas del ex-jesuita Don Francisco Marcano y Arismendi". 4 de febrero de 1780.
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del mismo año. Además hubo otras denuncias de miembros del Cabildo por compras de propiedades de las temporalidades por "personas interpuestas". para el Presidente y algunos vocales señalados por lazos de parentesco, según lo consigna el Dr. Maeder. Asimismo este historiador reseña una opinión del Presidente de la Junta Joseph de Figueroa: "hallábase la ciudad dividida en parcialidades, y no encuentro entre los vocales del Cabildo quien se halle independiente, porque el que no esta debiendo a las temporalidades, ha tenido conocimiento de sus asuntos".48 Sobre los parentescos en los ámbitos de poder a fines del Siglo XVIII, Ana María Bascary, se refiere al tema ampliamente, en su tesis doctoral.49 Indudablemente, los denunciados miembros de la Junta y sus allegados tenían un estrecho parentesco. Lo cierto es que el Vicario fue sobreseído y repuesto en su cargo de diputado eclesiástico en febrero 1782. Había interpuesto descargos "sobre los puntos denunciados". La Junta Provincial hizo lugar y quedo con su antiguo buen nombre y buena reputación y vindicado de todas las imposturas que se le atribuyeron.50 Las denuncias, investigaciones y posterior sobreseimiento de administradores de las temporalidades fue muy común. La mayoría de los funcionarios que estuvieron a cargo de los bienes de los expulsos fueron acusados de irregularidades, investigados y finalmente sobreseídos. Recordemos que en 1784, la Real Junta Provincial recrimina a la Municipal que durante diez años se ocultó información sobre el uso que se daba al Colegio. Quien no informó sobre esa cuestión fue la administración de Ruiz Poyo. Por lo que pudimos apreciar manejaban los bienes de las Temporalidades como propios tomando decisiones para las que no estaban facultados, obviando a la superioridad. Sin lugar a dudas hubo anomalías en la administración de las Temporalidades. Algunas personas las reconocieron, aunque, tardíamente. Tan es el caso de don Luis de Aguilar, que fue tasador de 48
Maeder, Ernesto, J. A. "Los Bienes de los Jesuitas". Op. cit. Pág. 201. Bascary, Ana María "Familia y vida cotidiana. Tucumán a fines de la colonia". Capitulo 4 "Estrategias familiares y redes de parentesco". Tucumán 1999. Págs. 175 a 205. 50 A.H.T. "Documentos Coloniales-relativos a los jesuitas". Tomo I. Op.cit. Pág 136
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propiedades de los expulsos, en su testamento de 1789, confiesa arrepentido haber estafado a las temporalidades.51 Sobre Marcano y Arismendi se descubrió que no fue jesuita, que tenia nombre falso. Y que aparentemente ni fue sacerdote.52 Aunque sus denuncias no eran totalmente falsas. Los imputados fueron grandes deudores a las Temporalidades y tenían estrechos lazos de parentesco. Coincidían, en este aspecto, con los cargos que les hicieron los miembros del Cabildo. En cuanto a Sánchez de Lamadrid, poco tiempo estuvo nuevamente en el cargo, murió en agosto de 1782. Fue un hombre de fortuna, tal como se aprecia en su testamentería.53 Retomamos la cuestión los curas Brizuela y Santos del Pino. Vemos que con "consentimiento" de la Junta, ellos únicamente retiraron el aguamanil y dos confesionarios. No se consigna si es que retiraron algo mas, de todo lo detallado, sin "consentimiento". Lo que si es cierto es que desde 1774 a 1784 los curas de la matriz, Sánchez de Lamadrid primero y luego Brizuela y Santos de Pino llevaron a esa Iglesia la mayoría de los bienes de la Iglesia de Santa Maria Magdalena, que fue de la Compañía de Jesús. Y se negaban empecinadamente a devolverlos. El Presidente de la Real Junta Municipal, don Joseph de Figueroa ordenó, el 23 de julio, se agregase el informe con inventario de Prieto a los autos originales de entrega a los franciscanos. Que se sacara testimonio íntegro de ellos y que de inmediato se elevase a la Superior Junta Provincial, para que juntamente con toda la documentación, sobre el tema, determinase, lo que a criterio de la misma, debía hacer la Junta Municipal respecto a los bienes que los curas de la Matriz se negaban a devolver para entregar a los franciscanos.54 La Superior Real Junta Provincial, ordenó la devolución de los ornamentos y vasos sagrados que se habían llevado a la Matriz sin 51
Bascary, Ana Maria. "Familia y vida cotidiana - Tucumán a fines de la Colonia". Op. cit. Pág. 336. 52 A.G.I. Buenos Aires 61."Testimonio de las diligencias y declaraciones reservadas del ex-jesuita Don Francisco Marcano y Arismendi". 4 de febrero de 1780. Op. cit. 53 A.H.T. Sección Judicial. Serie A. Caja 31. Exte. 6. Liquidación testamentaria del Dr. Miguel Gerónimo Sánchez de Lamadrid. 1782. 54 A.G.N. Sala IX. 22.2.3 .1784. Op. cit. fs. 76 v y 77.
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autorización, según consigna el Dr. Ernesto Maeder.55 Ahora bien, una cosa fue la orden dada, otra si es que los bienes fueron devueltos. Se adjudica a los franciscanos la posesión definitiva del ex-establecimiento jesuítico Carlos III, por una Real Orden del 9 de setiembre de 1784, adjudicó definitivamente el inmueble que fue de los Jesuitas, a los franciscanos con la condición que su ex-convento e iglesia pasaran a los dominicos.56 Pasó un tiempo hasta que la orden del Rey se concretara. Mediante auto de la Junta Provincial de Temporalidades, de acuerdo a Cedula Real, expedido en Buenos Aires el 12 de abril de 1785, se resolvió adjudicarles "para siempre" a los padres de San Francisco el Colegio que fue de los ex-jesuitas, "con condición y calidad de que Religión mantenga Individuos aptos y capaces para la enseñanza de primeras Letras y Gramática, destinando aulas públicas adonde concurra la juventud".57 El Gobernador Intendente de la Provincia de Tucumán, don Andrés Mestre, ordenó se procediera de acuerdo a lo estipulado por la Junta Provincial. El 4 de junio de 1785 se apersonaron al ex-colegio jesuítico el Señor Alcalde Ordinario de Primer Voto don Francisco de Tejerina y Barreda y el Regidor don Juan García Cárdenas y ante la presencia del Reverendo Padre Guardián Fray Juan Antonio Navarro, y su comunidad y la del sindico de la misma don Fermín Tejerina se procedió a otorgar a los franciscanos la posesión definitiva del establecimiento.58 Se inicia finalmente una nueva etapa para el Colegio e Iglesia que perteneció a los Jesuitas.
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Maeder, Ernesto "Los bienes de los jesuitas" .Op. cit. Pág. 213. y A.G.I. IX. 22.2.4. 56 Páez de la Torre (h), Carlos. En: Carlos Páez de la Torre (h), Celia Terán y Carlos R. Viola "Iglesias de Tucumán, Historia, Arquitectura y Arte". Bs. As. 1993. Pág. 156. 57 A.H.T. Sección A- Judicial. Caja 33. Fs. 1 y 1v. 58 A.H.T. Sección A Judicial. Op cit. fs. 4 v a 5 v.
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Si bien es cierto, que al comienzo hubo algunas dificultades, como la particular circunstancia que aún se utilizaba un sector del establecimiento para cárcel y que obligó al los franciscanos a realizar innumerables peticiones al Cabildo, como la de Fray Mariano Velasco en 1787: para "que se desalojasen a los presos que ocupaban cuatro piezas celdas y se oyen el bullicio de los grillos, cadenas azotes y desacompañadas voces delincuentes ". Se adjuntaba, al expediente, un plano del Colegio e Iglesia detallando el lugar donde estaban los presos.59 Las Sala capitular ocupaba, también, una habitación en el Colegio. Los Franciscanos reclamaban, en 1787 se les entregase. Esto lo resolvió el Gobernador Andrés Mestre.60 Finalmente se hizo lugar a los pedidos de la Orden franciscana. Y esos sacerdotes comenzaron con énfasis, a reacondicionar el edificio y su patrimonio. Respecto al Dr. Joseph Gabriel de Brizuela, figura por ultima vez en una acta de la Junta de Temporalidades el 8 de diciembre de 1786. No se consigna el motivo de su retiro. Tiempo después, el 16 de diciembre de 1789, Brizuela con el sacerdote Doctor Santos del Pino, se dirigen al Cabildo solicitando el Coliseo de Comedias para celebrar los oficios de Semana Santa.61 Es decir que ambos continuaban en sus cargos en la Iglesia Matriz. Brizuela murió en Tucumán, a los cincuenta años, el 26 de abril de 1792. Fue enterrado en la Matriz.62 Al Doctor Luis Santos del Pino lo vimos actuar en 1787 cuando designa nuevo diputado eclesiástico para la Real Junta Municipal, al Dr. Juan Francisco de Alurralde. Años más tarde lo veremos nuevamente involucrado con el tema de las alhajas, vasos sagrados y demás bienes que fueron de la Iglesia jesuítica. Murió en Tucumán el 7 de setiembre de 1806.63 Fue sepultado en la Iglesia Matriz. Las Juntas Municipales fueron disueltas por la Superior Junta Provincial a fines de 1788, en virtud de Real Orden del 31 de enero de 59
A.G.N. Sala IX. 35.0.6.Exte. 17. 1788. Dimos a conocer el documento y plano. En: Sara Peña de Bascary "A cuatro Siglos de la llegada de los Jesuitas al Tucumán". Op.cit. 60 A.H.T. Sección administrativa. Tomo. 10. fs. 450 a 451 v. 61 AHT. Sección Administrativa. Tomo XI. Fs. 165 v. 62 Archivo Parroquial Catedral de Tucumán. Defunciones. V. 4. año 1782 - 1807. 63 Ibídem.
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1784. Se reemplazaron por comisionados o administradores subalternos. No fue fácil encontrar personas dispuestas a encargarse de esa tarea. A varios vecinos se les ofreció el cargo pero lo rechazaron: José Texerina en 1788; Manuel de Herasu en 1789; Cayetano Fernández Moure en 1790 y finalmente don Pedro Gregorio López Cobo, el 4 de diciembre de 1790 aceptó el nombramiento, según lo consigna el Dr. Maeder 64. Destino de algunos bienes del ex templo jesuítico. El patrimonio que se entregó a los franciscanos en 1784 es parte del inventariado en 1768 y en 1774. Del estudio de estos documentos advertimos la inexistencia de algunos bienes que fueron propiedad de los jesuitas. En el retablo del altar mayor faltaban: el sitial de plata labrado, que se envió a Buenos Aires a pedido de Bucarelli en 1769 y que estuvo, juntamente con la imagen de la virgen del Rosario, y la pintura de la Virgen en el mismo nicho de tres caras sobre un torno en el centro de retablo sobre el sagrario; la imagen de San Juan Nepomuceno de bulto que se hallaba en el segundo cuerpo y seis cornucopias doradas. La imagen, la pintura y las cornucopias fueron trasladadas a la matriz. Cabe aclarar que el sitial de plata labrado era una pieza importante, según la descripción del inventario de 1768 "un sitial de colocar el Santísimo de dos varas y cuarto de alto, forrado de láminas de plata de realce en mucha parte sobredoradas y esmaltado con piedras de varios colores llamadas comúnmente de Francia que al parecer se compone de cincuenta marcos de plata”.65 Es interesante ver como estaba integrado ese nicho, de tres caras sobre el sagrario. El sitial, la Virgen del Rosario " La Milagrosa" y una pintura de la misma virgen. Las que se apreciaban según la liturgia. El nicho giraba sobre un perno y mostraba el contenido de una de las tres caras. En realidad, todos los nichos del retablo eran de tres caras, pero no todos estuvieron completos. Los del segundo 64 65
Maeder, Ernesto J. A. "Los bienes de los jesuitas". Op. cit. Pág. 203 a 204. Robledo, Beatriz. Op. cit. Pág. 62.
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cuerpo, por ejemplo, únicamente tenían ocupada una cara con imágenes. El resto de las imágenes de bulto del retablo: San Ignacio, San Francisco Xavier, San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, San Estanislao Kostka y Santa Maria Magdalena permanecieron desde la expulsión en el mismo lugar hasta que recibieron el templo los franciscanos. Como así también un lienzo de Nuestra Señora de Dolores y el de San Juan Evangelista.. La imagen del Cristo crucificado, que se encontraba en uno de los laterales. permanece allí hasta el presente. En el inventario de 1768 se consigna: "el cristo crucificado de bulto bien encarnado, grande como de estatura regular de un hombre del cual sirve de velo un lienzo de pintura con imagen del mismo cristo crucificado, y este retablo sin dorar".66 Es una espléndida talla en madera estucada y policromada del S. XVIII. En cuanto al velo, con pintura de la imagen aún estaba en la Iglesia en 1784. Héctor Schenone, llama a estos velos “lienzos corredizos”. Según este especialista, se les llamaba velos, con la idea de cubrir “...lo que era sagrado, de aquello que posee una plenitud, una dignidad cualitativa y que no puede ponerse en el mismo plano con otros valores”. Agrega "que los lienzos eran tensados en bastidores que se deslizaban sobre correderas ubicadas detrás del retablo y con ellos se cerraba completamente la hornacina ocultando la imagen" consigna que "...las imágenes reproducidas en las pinturas eran siempre las propias de la dedicación del Altar"67, y que esta costumbre era de origen sevillano y que se comenzó difundir en el Siglo XVIII. Schenone, además, describe la modalidad imperante en la época en que las imágenes se cubrían con estos velos, quiénes podían ver a la mismas, las ornamentaban y las cuidaban. Celia Terán se refiere también a esta costumbre 68. 66
Robledo, Beatriz. " Compañía de Jesús -Inventario y Tasación......Op. cit. Pág. 63. Schenone, Héctor. "Historia General del Arte".- "La Pintura". Ed. Acad. Nac. de Bellas Artes. Buenos Aires 1983. Tomo II, Págs 76 a 80. 68 Terán, Celia, Páez de la Torre (h), Carlos, y Viola, Carlos. "Iglesias de Tucumán, Historia , Arquitectura y Arte. Bs. As. 1993. Pág. 164. 67
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Con el tiempo, la espléndida escultura, sufrió algunas modificaciones: En 1819, los franciscanos, en su libro de cuentas detallan: "al Cristo de la Iglesia se le han puesto tres potencias de plata, doraron la corona y le pusieron una toalla y un cíngulo de tisú con dos ángeles en los extremos que le sirven de borlas".69 La cabellera, en uno de sus lados, fue recortada. Celia Terán opina que el recorte, de la cabellera, fue realizado en el S. XIX para introducir el Cristo en el nicho en que hoy se encuentra.70 También, pensamos, pudo haber sido para colocarle la corona que no figura en los inventarios.
Fig. 7) Cristo con paño pureza recortado Fig. 8) Crucificado, de Juan de Mesa 1620 en Universidad. de Sevilla, se aprecia el paño de la pureza con vuelos, nudos y soga. El mutilado sudario de la imagen de San Francisco debió ser del mismo estilo. Foto.7. Archivo Casa Histórica. Foto 8. Archivo S. P. de Bascary 69
Libro de Ingresos del Convento de San Francisco 1801-1843. Pág. 261. (la paginación es nuestra, no estaba foliado). Ese valioso manuscrito, fotocopiado, mas de 300 paginas, me fue obsequiado por el Dr. Ramón Leoni Pinto en 1992. 70 Celia Terán. En: "Iglesias de Tucumán....".Op. cit. Pág. 164.
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Para poner la "toalla y cíngulo", se debieron cercenar los nudos y volados del paño de la pureza. La escultura hasta 1982 tenía colocada la falda y cíngulo. La imagen tiene aún las potencias de plata y una sencilla corona de espinas. Cabe destacar, que el paño de la pureza se sujetaba a la cintura del crucificado mediante una soga que se anudaba en uno o dos moños en los costados. En el barroco tardío el sudario se rompe en tres partes y parece movido por el viento.71 La talla, salvo las mutilaciones mencionadas, que no le quitan belleza, se conserva tal como era en tiempo de los jesuitas. En cuanto a la pintura que le servía de velo, no hemos podido dar con su paradero, hasta el momento.
Fig. 9) El cristo en 1982, cuando aún conservaba la falda y cíngulo. Foto: Archivo Casa Histórica. Fig. 10). La mutilación del paño de la pureza y la soga que le sostenía..Foto Archivo Casa Histórica
Nuestra Señora de los Dolores, que también se ubicaba en el altar del Cristo crucificado, podría ser una imagen que se conserva en 71
Cfr. Gómez Lara, Manuel y Barrientos, Jorge Jiménez. "Semana Santa en Sevilla". 1989. Pág. 91 y Bernales Ballesteros, Jorge, En" Universidad de Sevilla, patrimonio monumental y artístico"-"Retablos y Esculturas". Sevilla 1987. Pág. 107.
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el Convento de San Francisco. En 1819 realizaron importantes arreglos en ese altar.72 Desde que se hicieron cargo de la iglesia los franciscanos se preocuparon especialmente de este retablo y sus imágenes. En cuanto a otra modificación de importancia, es la que los franciscanos mencionan en su Libro de Ingresos el 16 de agosto de 1806: "..y se transformó el lienzo que era de San Fco. Xavier en la efigie de San Francisco Solano".73 Esto era muy común, después de la expulsión de la Compañía, las imágenes de santos jesuitas eran transformadas en otras advocaciones. La Orden de los Dominicos, venía reclamando desde 1786 que la Cofradía del Rosario pasara a la Orden de los Predicadores como correspondía legalmente, "ya que es una asociación netamente dominicana y que para su erección en cualquier parte del mundo se necesitaba la autorización de la Orden"74. El pleito con las autoridades de la Matriz duró varios años. En agosto de 1791 la imagen conocida como la "Milagrosa" y su cofradía de naturales, fue trasladada a la Iglesia de Santo Domingo donde se encuentra actualmente .75 Cabe aclarar que la cofradía de naturales, de la Virgen del Rosario, existió ya en la Iglesia Jesuita en Ibatin donde estaba en el altar mayor. Luego fue trasladada, en el actual emplazamiento de la ciudad, a la nueva Iglesia de la Compañía. La imagen sería entonces una de las mas antiguas de Tucumán del siglo XVII. Es llamada "La Milagrosa. Se trata de una imagen de madera tallada, estucada y policromada. "Es una figura fina y estilizada", según la describe. Celia Terán, "de unos 77 centímetros de alto. Representa a la Virgen de pie sobre una nube ornada con tres cabezas de querubines Lleva túnica
72
"Libro de Ingresos del Convento de San Francisco 1801-1843". Op. cit. Pág. 250. Ibídem. Pág. 93. 74 González, Rubén O.P. "El convento de Santo Domingo de San Miguel de Tucumán" En "Rev. de la Junta de Estudios Históricos" n° 9.Año 1997. Pág.50. 75 Ibídem. 73
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coloreada con un tono rojo apagado, ceñida a la cintura y porta al niño en el brazo".76 En cuanto a la cofradía de Españoles, bajo el Patronazgo de la Virgen del Tránsito no hemos podido encontrar, aún, datos sobre el destino de la imagen. Respecto a los otros bienes que fueron llevados a la Iglesia Matriz no hay documentación alguna, hasta el momento, que pruebe que se cumplió la orden de la Real Junta Provincial de Temporalidades de 1784, de entregarlos a los franciscanos. Salvo la imagen del Cristo yacente, llamado en el inventario de Prieto: "un Santo Christo grande, que servia para la función de la agonía"77 que se encuentra hoy en San Francisco. Cabe destacar que en los inventarios de 1768 y 1774 esta imagen no fue consignada. Hemos localizado documentación sobre algunas piezas de plata, ornamentos y mobiliario que hasta 1801 seguían en la Matriz
Fig. 11) .Incensario de plata. Trabajada a martillo, calada y burilada. S. XVIII. Se conserva en Museo de Arte Sacro de la Catedral de Tucumán. Foto archivo S. P. de Bascary.
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Celia Terán realizó un completo estudio sobre "La Milagrosa". En: "Arte y Patrimonio en Tucumán: Siglos XVI y XVII". Bs. As. 2002. Págs. 76 a 80. 77 Celia Terán estudió esta imagen: En: Carlos Páez de la Torre (h), Celia Terán, Carlos Ricardo Viola. "Iglesias de Tucumán.........". Op. cit. Pág. 164.
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Se trata de informe del Administrador de Temporalidades don Pedro Gregorio Cobo al Virrey Marques de Avilés, "sobre los bienes existentes de los expatriados jesuitas pertenecientes a las Temporalidades de Tucumán". Se realizó un inventario con asistencia del administrador mencionado y del Defensor del Ramo Dr. don Domingo García y testigos. Este "Inventario del Tucumán y razón de alhajas y ornamentos- 1801", detalla en primer lugar y minuciosamente una serie de deudas que tenían algunas personas con Junta de Temporalidades. de censos, haciendas, capitales, intereses, dinero dado a intereses, depósitos, etc.78 Significativamente se trata de las mismas personas (entre otras) a quienes denunció Marcano y Arismendi en 1780, con la excepción de Figueroa. Se consignan, además, algunos libros, 305 volúmenes que quedaron de los 1.209 inventariados en 1767 y escaso mobiliario. Al finalizar, se detalla, con la siguiente aclaración: "Alhajas existentes en la Iglesia Matriz sin aprobación de S. M.: y sin tasarse por no haber querido el cura manifestarlas:" Cabe aclarar que el cura que no permitió que se tasaran las alhajas era el Dr. Luis Santos de Pino, que continuaba siendo el cura Rector de la Matriz. El inventario: Una custodia de plata sin dorar. Un copón de plata sobredorado dos cálices de plata sobredorados dos incensarios de plata Una naveta de plata Cinco pares de vinajeras de plata Dos portapaces de plata. Un terno de glasé muy usado 78
A.H.T .Sección Judicial, Serie A - Caja 48.Expediente 21. Año 1801. 4 fs. Gran parte de los deudores fueron miembros de la Junta o vinculados a ella: Pte. Joseph de Figueroa, diputado; Juan García Cárdenas, diputado; don Joseph de Thames, diputado; don Miguel Araóz y Gramajo, diputado; don Pedro Antonio Araóz, diputado; don Francisco Javier Sánchez de Lamadrid, diputado; don Miguel Gerónimo Sánchez de Lamadrid, diputado; don Julián Ruiz de Huidobro, don Diego Aráoz, don Juan Silvestre Deheza y Helguero, don Joaquin Monzón. don Francisco Arias Rengel, de Salta, por una compra de mulas en 1773 debía $ 7.009,00 pesos mas 7.812 pesos por los réditos vencidos y atrasados. El total adeudado a las temporalidades por estas personas era: 28.287 pesos con siete reales.
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dos casullas Del fondo nácar de buen uso Una casulla morada y una capa de coro usada Dos casullas verdes con su frontal. Dos capas de coro negras usadas Tres casullas de fondo negro Una casulla de dalmática el fondo negro usada tres casullas de damasco blanco, con su frontal todo viejo Tres casullas de damasco colorado y dos frontales viejos = Veinte y cuatro reliquias engarzadas en madera dorada = Un deposito de madera que sirve para el Jueves Santo Un sagrario dorado de madera Tres sillas con asientos de terciopelo usado Diez taburetes usados Dos confesionarios de madera.
La orden de la Real Junta Provincial de 1784, de entregar los vasos sagrados, ornamentos y mobiliario a los franciscanos no se cumplió cabalmente. Por este inventario de 1801 sabemos lo que quedó en la matriz. Es decir conocemos lo que no se entregó. Pero del resto, que detallaba minuciosamente Prieto, no hay constancia alguna que se entregasen a los franciscanos ni tampoco que hubiesen quedado en la Matriz. Hay que tener en cuenta que el cura Santos del Pino ni permitió que se tasaran.
Fig. 12) Custodia. Plata sobredorada, fundida, repujada, y cincelada .S. XVIII. Fig. 13) Copón. Plata sobredorada, repujada y cincelada .S. XVIII. Piezas que se conservan en Museo de Arte Sacro de la Catedral de Tucumán, del Arzobispado. Foto archivo S P. de Bascary.
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Numerosos objetos ya no figuran en este inventario. Muchos de ellos son los que pertenecían a la cofradía de Naturales, de la Virgen del Rosario, la que había sido trasladada, juntamente con la imagen, a Santo Domingo en 1791. Las piezas de plata, "vasos sagrados" de singular importancia por su jerarquía, se conservan, la mayoría de ellas, en el Museo de Arte Sacro de la Iglesia Catedral del Arzobispado de Tucumán. A este Museo pertenecen, también. antiguos ornamentos que por sus características fueron los de la iglesia de la Compañía. Hemos analizado aquí hasta, el destino y estado de conservación del Colegio, Iglesia, y sus bienes hasta fines del S. XVIII y comienzos del S. XIX, época en que los franciscanos comenzaron la reorganización del establecimiento. Conclusión Hemos seguido en este trabajo el largo camino que transitó la orden de San Francisco hasta tomar posesión definitiva del Templo y Colegio que fueron de la Compañía de Jesús en Tucumán. Vimos el accionar de la Real Junta de Temporalidades en esta cuestión. Sus decisiones, los aciertos, los problemas suscitados por desinteligencias entre sus miembros, desaciertos, e irregularidades. La entrega de establecimiento a los franciscanos fue un gran paso para la conservación y protección del Colegio, Iglesia y su patrimonio. Desde la expulsión de los jesuitas hasta la entrega a la Orden seráfica pasaron demasiados años. En ese lapso se descuidó o se hizo uso y abuso del establecimiento y sus pertenencias. Recordemos que la Iglesia hasta 1771 estuvo cerrada y sin cuidado alguno, que desde 1774 a 1784 se dio al establecimiento variados destinos: fue cárcel de hombres y de mujeres, alojamiento de funcionarios en sus viviendas, vice-parroquia de la Matriz para utilizar su cementerio, archivo de las Temporalidades, vivienda del Vicario Santos del Pino, sala Capitular, entre tantos otros usos inadecuados. Los bienes de la Iglesia, en su mayoría, poco a poco fueron trasladados a la matriz.
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El establecimiento, en el aspecto edilicio estaba muy arruinado. La falta de mantenimiento, reparaciones y de uso adecuado agravaron los problemas estructurales. Con los franciscanos comenzaba otra etapa. Difícil para una Orden mendicante que no contaba con los recursos propios que tuvo la Compañía de Jesús. Pero, podemos asegurar, que esos difíciles primeros tiempos fueron plenos de logros para los sacrificados y empeñosos miembros de la Orden de San Francisco. No es nuestro objetivo, en este aporte, tratar ese tema. Lo hacemos en el trabajo integral que estamos elaborando y ya hemos mencionado. Pero si podemos adelantar, que fue una exitosa gestión la de la Orden seráfica en el ex-colegio e Iglesia de los jesuitas, que con buen criterio les fue concedido.
Tucumán, abril de 2003 Sara Peña de Bascary
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Sara Peña de Bascary FUENTES DOCUMENTALES
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