community 02/2020
NOTICIAS DE TODO EL MUNDO
■ Fotos: privadas
Ayumba Eca Christophe con su esposa y sus hijos
En nuestro país no hay paz Hace 23 años que Christophe vive en el campo de refugiados. Con 51 años se ocupa de su familia conformada por diez miembros y como Pastor asiste a sus hermanos y hermanas en la fe. Una vida con grandes desafíos y un sueño aún más grande. “Nos va bien y soportamos las circunstancias en el amor de Jesús”, escribe Ayumba Eca Christophe. El refugiado congoleño es esposo, padre de ocho hijos y Pastor. Desde hace dos décadas vive en el campo de refugiados Nyarugusu de Tanzania. Con su pequeño y viejo móvil mantiene contacto con su patria, sus amigos y los hermanos y hermanas en la fe. Aquí, en el campamento, Christophe trabaja y también celebra Servicios Divinos con sus hermanos y hermanas.
Naciones Unidas para Asuntos de Refugiados y autoridades de Tanzania.
No es una cárcel, pero tampoco estamos libres No es una cárcel, dice Christophe, pero “tampoco estamos libres para hacer todo lo que queremos. Y podemos generar muy pocos ingresos para sobrevivir”. El esposo y padre de familia, a pesar de todo, no dejó de lado sus sueños: “Nos gustaría mucho mudarnos a otros países, por ejemplo a los EE. UU., Canadá, Gran Bretaña, Australia o Alemania. Allí podríamos vivir en paz”. Y este sueño tiene una buena esperanza: “Algunos hermanos y hermanas en la fe ya pudieron salir del campo de refugiados”. Christophe lo sabe. A través del proceso de reasentamiento del UNHCR pudieron ir al exterior.
Huyendo durante meses En aquella época tuvieron que huir, salir de su querida patria en el este de la República Federal del Congo, donde los rebeldes combatían contra el gobierno de Mobuto apoyados por tres países vecinos. Un conflicto terrible, muy largo, que destruyó medios de vida, separó familias y costó la vida a muchos. Durante semanas estuvieron huyendo hasta que fueron guiados al campamento de refugiados Nyarugusu por oficiales del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (UNHCR), el Comisariado de las
El campo de refugiados Nyarugusu en Kasulu Kigoma tiene siete kilómetros cuadrados de extensión. “Con unos
30