Joaquín Torres García
Nacido en la ciudad de Montevideo en 1874, de padre catalán y madre uruguaya, Joaquín Torres García crece en las afueras de la ciudad en un ambiente de gran libertad. Su formación escolar fue autodidacta y su vocación por el arte, espontánea e inédita en una familia de comerciantes y carpinteros.
Convencido de que su destino es ser pintor, el joven Torres convence a su padre para retornar a su país natal, y en 1891 toda la familia emigra a Barcelona. Al instalarse en el pueblo de sus ancestros, Joaquín se impresiona al descubrir la presencia de la antigua cultura mediterránea en la vida diaria. Cursa una breve formación artística académica, para luego retomar su camino autodidacta. Para ganarse la vida comienza a trabajar como ilustrador de revistas y libros.
Desde sus primeros años Torres García rechaza la pintura que trata de imitar la realidad, y tiende a la pintura que construye una

realidad en sí misma. Así, en la primera década del siglo realiza su “Arte Mediterráneo”, donde la antigüedad clásica cobra vida en clave moderna por su fuerte estructura y carácter plano y sintético. En esos años Torres se aboca al arte mural, decorando iglesias, casas particulares y edificios públicos.
8 de julio de 1978
Al amanecer del 8 de julio de 1978, un devastador incendio redujo a cenizas el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Fue la peor catástrofe sufrida por un museo desde la Segunda Guerra Mundial.
Veinticinco años después, hay aspectos que vale la pena recordar sobre este triste evento, entre ellos que podría haberse evitado, ya que el Consejo Internacional de Museos había advertido al museo sobre la falta de equipos básicos para extinguir incendios.
Aunque nunca se estableció con certeza el origen del fuego, se cree que comenzó en el auditorio después de una función esa misma noche. El espectáculo había terminado tarde y los guardias cerraron el recinto antes de irse. Un cigarrillo mal apagado o un cortocircuito fueron mencionados como posibles causas.
Alguien que pasaba cerca del museo alertó al departamento de bomberos. Las primeras unidades que llegaron no pudieron actuar, ya que el suministro de agua principal del museo estaba cerrado debido a una fuga en algún lugar del edificio. Cuando los bomberos finalmente lograron que el agua fluyera, ya era demasiado tarde para salvar algo.
El fuego se había propagado rápidamente a través de las particiones inflamables y los conductos de ventilación. El New York Times del 9 de julio informó sobre el incendio en su portada, describiendo cómo horas después, el esqueleto de concreto del edificio seguía humeando, cubierto de montones de lodo gris sucio y cristales rotos.

1930
Óleo sobre panel de madera
Dimensiones: 44 x 41 cm
Firmado en la esquina superior izquierda: J. Torres-GARCIA 30



1932
Óleo sobre panel de madera
Dimensiones: 58 x 41 cm
Firmado en el centro: J. Torres-GARCIA 32

1938
Óleo sobre cartón
Dimensiones: 46 x 39 cm
Firmado en la esquina inferior derecha: JTG 38




1939
Composición primitiva
Dimensiones: 38 x 46.5 cm
Firmado en la esquina inferior izquierda: JTG 39



1943
Pintura constructiva
Dimensiones: 68 x 52 cm Firmado en la esquina inferior derecha: JTG 43





1943
Arte constructivo
Dimensiones: 52 x 72 cm Firmado en la esquina inferior izquierda: JTG 43



1943
Pintura constructiva
Dimensiones: 52 x 66 cm Firmado en la esquina inferior izquierda: JTG 43



1943
Arte constructivo
Dimensiones: 52 x 72 cm Firmado en la esquina inferior izquierda: JTG 43



1944
Forma
Dimensiones: 122 x 193 cm
Firmado en la esquina inferior izquierda: Joaquín Torres García 44

