La Llorona
L
a llorona es una mujer alta y estilizada cuyo atuendo es de color blanco, aunque no es posible distinguir sus rasgos faciales. Los relatos populares, la describen también como una mujer sin pies, en efecto, parece desplazarse por el piso sin rozarlo.
Afirma que su eterno penar se debe a que busca a un hijo recién nacido que asesinó arrojándolo al río para ocultar un pecado. Y en esta línea, es parte de su penitencia, castigar a los muchachos que andan de amores prohibidos: se sube a sus caballos y puede llegar a matarlos en un helado abrazo mortal. Se la llama 'la llorona' porque sus gemidos aterradores y penetrantes que se dice que grita ¿Dónde está mi hijo?, son tan insistentes que hasta enloquece a los perros, mientras deambula por las noches (sobre todo cuando es noche de plenilunio). La mayoría de los relatos, la consideran señal de malos presagios, un indicador de mal agüero: puede acercarse para enfermar a las personas, empeorar a los enfermos o traer desgracias a los seres queridos. En
otros
relatos,
'la
llorona'
se
piedad en la gente que, cuando se
presenta como un ser inofensivo que
acerca a consolarla, les roba todas sus
necesita consuelo y ayuda, despertando
pertenencias.
Nayomi Schwarzenberg [Escribir texto]
Karina Cordova
El Trauco
S
e dice que el Trauco es un hombrecito pequeño de tan solo 80 cm, con un rostro varonil y feo, pero con una mirada especial y dulce que atrae a las mujeres. No tiene pies, y dicen que se viste de un traje con un sombrero hecho de una planta llamada coralito ,que sirve para la producción de escobas y canastos.
En su mano derecha lleva un hacha hecha de piedra, pero cuando se encuentra con una mujer en el bosque utiliza el implemento como si fuera un bastón, para no atemorizarlas. Las personas que han visto al trauco dicen que se cuelga de una rama de gran altura conocida como olivillo para esperar a sus próximas víctimas. Este pequeño hombrecito habita cerca de la casa de los chilotes, para así poder observar los movimientos de las mujeres. Es por ello que los pobladores de Chiloé cuidan muy bien a sus hijas y tratan de evitar que anden solas por el bosque, debido al miedo que existe por este hombrecito de tan solo 80 cm. Son en esos momentos cuando el Trauco ataca. Al ver entrar a una mujer sola al bosque, baja lo más rápido posible del árbol en cual habita (tique u olivillo), con su hacha de piedra le da 3 golpes al olivillo para así
asustar a la mujer. Luego la muchacha se encuentra con el trauco a su lado y este le tira su aliento y ella cae en un profundo sueño de amor sin ninguna resistencia
Nayomi Schwarzenberg [Escribir texto]
Karina Cordova
La Pincoya
c
uenta la leyenda que al regresar la Huenchula a casa de sus padres, donde había dejado bajo sus cuidados a su hija durmiendo en una vasija de manera, llamada lapa, comprobó que debido a la curiosidad de sus padres, la bebe que no debía ser mirada por ningún ser mortal se había transformado en agua cristalina. Desesperada, cogió la vasija y corrió desesperada hacia la playa a vaciar suavemente su contenido en las aguas del mar. Llamó a su marido, el Millalobo, y entre sollozos le relató lo sucedido. Al pronunciar la última frase de su historia, vio acercarse una delicada barca semejante a una lapa, llevando en su interior a su hija convertida en una hermosa joven, de largo pelo rubio, a quien dio el nombre de la Pincoya. Toda la familia se fue a vivir al fondo del mar en el palacio del Millalobo y allí, la Pincoya, se casó con su hermano el Pincoy. Desde ese día, el Millalobo dejó en manos de la Pincoya la responsabilidad de proveer al pueblo chilote de peces y mariscos. La Pincoya, para cumplir su trabajo, sale del fondo del mar para bailar una bella y extraña canción que canta el Pincoy. Los pescadores de la isla cuentan que cuando la Pincoya realiza su delicado baile hacia el mar, semi vestida con un traje de algas, abundan los peces y mariscos en las playas. En cambio, si lo hace hacia la tierra, les indica que para la temporada venidera, los productos escasearán y por tal motivo, será
necesario ir a buscarlos a playas y mares lejanos. No obstante, cuando la escasez se prolonga por ausencia de la Pincoya, es posible hacerla volver, y con ella, la abundancia, por intermedio de una ceremonia especial
Nayomi Schwarzenberg [Escribir texto]
Karina Cordova