Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”. Curso: Forma, espacio y medida.
Maestra: Aneli Galván Cabral.
Alumna: Karla Jocelyn Acevedo Quiñones.
24 de Febrero del 2019.
Aplicar y grabar una actividad a un niño en edad preescolar sobre el espacio. Actividades aplicadas:
Buscando el tesoro. A los lados de la hoja. Colores y nociones.
Interpretación de las nociones, desplazamientos y posiciones. Con la primera actividad pretendía trabajar lo que son las nociones, en su mayoría la lateralidad (izquierda, derecha). Para que esto se diera de una mejor forma hice un mapa para encontrar el tesoro, les explique a los niños a que se refería cada elemento de dicho mapa y se los entregue para que lo siguieran, obviamente colocándome como guía. Cuando en el mapa marcaba que se debía avanzar hacia la izquierda o derecha, yo les preguntaba a los niños cual era la derecha, ellos se quedaban procesándolo por un par de segundos para después elevar la mano que creían que correspondía, y aquí es donde se dio la primera noción: la reflexión. Ya que en su mente asociaban el término “derecha” con la lateralidad de su cuerpo. Siguiendo con esto yo les pedía que contaran en el mapa los cuadros que debían avanzar, y percibí como ellos ya tenían una comprensión del número, puesto que sabían que debían contar e incluso reconocían algunas cifras que estaban escritas en el mapa. En cuestión de desplazamientos y posiciones, percibí que los niños, sobre todo el más pequeño de 5 años, tenía cierta concepción de lo que era izquierda y derecha y que lo interpretaba de forma que debía de avanzar hacia donde este le indicaba. En cierto momento cuando les dije que miraran hacia arriba, sin indicarles con nada más que con palabra, lo ejecutaron, eso quiere decir que conocen bien donde es arriba. Igualmente en la actividad de “a los lados de la hoja”, cuando les solicite que se colocaran a la izquierda y derecha de la hoja, lo hicieron perfectamente, aunque como paso con la anterior actividad, primero se quedaban un tiempo pensando cuál era su izquierda y cual su derecha, pero en si no hubo complicaciones. Ni cuando les pedía que se colocaran detrás, delante y dentro de la hoja, estas posiciones y desplazamientos estaban bastante bien centrados, claro que siempre se deben de mejorar un poco más para que terminen de quedar bien afianzados.
Algo que me llamo la atención y se me hizo demasiado interesante es que en un cierto momento le pedí al niño que él me diera indicaciones a mí, para colocar mis extremidades en las hojas. Primero repetía las indicaciones en voz baja para sí mismo, y después las exteriorizaba.