REPUBLICA BOLIVARINANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION U.E. FE Y ALEGRIA “ANDY APARICIO” CARACAS – LA VEGA
Campaña Admirable Profesor:
Alumna:
Burguillo
Karleth Salazar 3ro “A”
Caracas, Julio del 2013
Participación de Bolívar en los primeros movimientos separatistas y en la primera república.
En Los inicios de la participación pública de Bolívar en la política venezolana, se remontan al año (1810), a raíz de los acontecimientos que siguen al de abril y a la constitución de la junta suprema. El mismo libertador sitúa en dicho año al comienzo de su carrera, y este es el año de la revolución de independencia hispanoamericana, durante el cual juntas
nacionales asumen
el
gobierno
en
Caracas
“Venezuela” Buenos Aires “Argentina” Bogotá “Colombia” y Santiago “Chile”.No obstante esto, ciertos hechos parecen confirmar que Bolívar d esplegó juntas a otros revolucionarios de la Caracas de entonces entre lo que se contaba su tío José Félix Ribas una activa acción conspirativa que fue decisiva para el desarrollo de los acontecimientos que antecedieron a los sucesos del 19 de abril de 1810.
Llegan los franceses
En 1810 se unió a la revolución independentista que estalló en Venezuela dirigida por Miranda (aprovechando que la metrópoli se hallaba ocupada por el ejército francés). El fracaso de aquella intentona obligó a Bolívar a huir del país en 1812; tomó entonces las riendas del movimiento, lanzando desde Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de nuevo a la rebelión, corrigiendo los errores cometidos en el pasado (1812). Como indica el acta, el presidente de esta Junta "Prestará juramento solemne de obediencia y fidelidad al Rey…Sostendrá la pureza de la religión, los derechos del Rey, y los de la patria y hará guerra mortal a todos sus enemigos, principalmente franceses.
La Conspiración de los Mantuanos
A mediados de junio de 1807 Simón Bolívar estaba de nuevo en Caracas, la ciudad había cambiado y el ambiente político estaba algo tenso, Bolívar había vivido en un ambiente lleno de libertad en Europa y se mostraba un tanto incómodo en un país dominado por la monarquía española; junto con su hermano Juan Vicente, los Ribas, los Montilla, los Ustáriz, los Rodríguez del Toro y muchos otros, inició una serie de reuniones conspirativas en su casa de campo. En julio de 1808 con motivo de su cumpleaños, Bolívar ofreció una comida en su casa de Las Gradillas, en realidad no era una reunión social, sino parte de una conspiración.
Empara nuevo gobernador
Don José Antonio lasa, ayudante de milicias, y el capitán D. Francisco de Paula Moreno, fueron designados para trasladarse a Cumaná, donde residían, con sus instrucciones precisas. Parra Pérez hace notar que la misión era difícil porque Cumaná desde hace mucho tiempo se consideraba con igual rango que Caracas. Además, un espíritu municipalista y un sentimiento autonómico muy agudo en las provincias orientales contribuía a hacerla más delicada. El gobernador de la provincia, D. Eusebio Escudero, tan pronto tuvo noticias de los sucesos del 19 de abril consultó a los notables de la ciudad, alcalde, procurador general, comandante militar y vicario sobre el partido que convenía tomar. Estos aconsejaron convocar al Ayuntamiento, lo cual se verificó el 27 de abril, recibiendo éste el mensaje de la Junta Suprema. Este Ayuntamiento acrecentado por representantes del clero, la nobleza, los pardos, cuerpos de militares, agricultores y comerciantes, presta fidelidad a Fernando VII y manifiesta al gobernador la necesidad de formar una Junta gubernativa invitándolo a presidirla, lo cual fue rehusado por éste quien se embarcó para la Nueva Granada.
Los sucesos del 19 de Abril de 1810.
El movimiento revolucionario que estalla triunfante el 19 de Abril de 1810 no fue una jornada improvisada, un golpe de estado para satisfacer los intereses de los grupos dominantes en esa época en Caracas, sino consecuencia de los frutos sembrados en buen surco que, si bien no fueron exitosos, dejaban el fuego vivo en los espíritus que soñaban con romper las cadenas que los ataban al imperio hispano, Varias fueron las intenciones revolucionarias que surgieron en Venezuela antes del golpe del 19 de Abril. Los más importantes fueron el del Negro Miguel, quien se hizo coronar Rey; el de Andresote en 1732, el de José Leonardo Chirinos en 1795, el de Gual y España en 1797, la expedición del General Francisco de Miranda en 1806 a Ocumare, quien se arriesgó en esa jornada sin tener la previsión de procurar el apoyo de los nativos, y el de los líderes de Caracas, fracaso que se repitió en Coro en 1808. La Guerra de Independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa, tuvieron influencia en los sucesos del 19 de Abril.
El Manifiesto de Cartagena
El 15 de diciembre de 1812, es el primero de los grandes documentos políticos de Simón Bolívar. En términos generales, puede definirse como el análisis crítico de los errores que condujeron a la caída de la Primera República. Desde el punto de vista militar, pero principalmente desde el punto de vista político e institucional que, de no ser advertido y asimilado de manera clara y precisa, haría ingenuo e ilusorio todo proyecto de independencia. Así, visto a luz de este documento fundamental en los anales de la historia de Venezuela, la caída de la Primera República es también la consecuencia del sistema federal que se adoptó, lo que dio lugar a un gobierno débil e ineficiente. Por último, para Bolívar quedó claro que no se podía concebir este proyecto de independencia sin la unión de Venezuela y la Nueva Granada. En definitiva, el Manifiesto de Cartagena da cuenta del convencimiento de Bolívar acerca de la necesidad de construir y compartir una visión y una misión colectiva de Nuestra América. Es sin duda alguna, un documento que contiene los primeros trazos de la estrategia revolucionaria continental del Libertador, y una plataforma que sembró los principios fundamentales de la nacionalidad nuestramericana y fundó las bases de un espíritu de unidad entre la Nueva Granada y Venezuela; dejando un legado filosófico, político e ideológico para la lucha de los pueblos.
Pueden apreciarse ya en este texto temprano dos ideas claves que van a expresarse en forma constante en el pensamiento político de Bolívar a todo lo largo de su vida. La primera es su oposición al federalismo, que nos sólo dificulta la lucha contra el enemigo sino que contribuye a desintegrar nuestras nacientes repúblicas; y la segunda, su defensa de una revolución continental, porque la América que quiere liberarse de España es una sola patria y porque no hay otra forma de enfrentar con posibilidades de éxito al poder colonialista español.
La Carta de Jamaica
Documento que Simón Bolívar escribió en Kingston el 6 de septiembre de 1815 , y el cual estaba dirigido a un inglés quien se presume pudo haber sido Henry Cullen, súbdito británico, residenciado en Falmouth, cerca de Montego Bay, en la costa norte de Jamaica. La edición en inglés de dicha carta tuvo el título de A friend y en castellano, Un caballero de esta isla. El texto más antiguo que se conoce es el manuscrito borrador de la versión inglesa conservado en el Archivo Nacional de Colombia Bogotá, en el fondo Secretaría de Guerra y Marina, volumen 323. La primera publicación conocida de la Carta en castellano apareció impresa en 1833, en el volumen XXI, Apéndice, de la Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador, compilada por Francisco Javier Yánez y Cristóbal Mendoza. No se ha localizado el manuscrito original castellano, ni se conoce copia alguna entre 1815 y 1883, salvo las 2 publicadas en inglés, de 1818 y 1825.
La Carta de Jamaica y su contexto histórico Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba con 32 años. Para este momento llevaba apenas 3 años de plena responsabilidad en la lucha de
emancipación, pues esta actividad la inicia a partir de la declaración del Manifiesto de Cartagena el 15 de diciembre de 1812. Durante este período desarrolló una intensa actividad militar. Primero, en 1813, con la Campaña Admirable, que lo llevó vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de agosto de 1813 para intentar la refundación de la República, empresa que termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José Tomás Boves. Luego de este fracaso regresa a la Nueva Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose incomprendido en Cartagena de Indias, decide tomar el 9 de mayo de 1815 el camino de destierro hacia Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo inglés y convencerlo de su cooperación con el ideal de la independencia Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la meditación y cavilación acerca del porvenir del continente americano ante la situación de la política mundial. La Carta de Jamaica fue concluida el 6 de septiembre de 1815 en Kingston. En ella analiza Bolívar en una primera parte, cuales habían sido hasta ese momento los sucesos históricos en todo el continente americano en la lucha por la libertad. En términos generales, era un balance del esfuerzo realizado por los patriotas en los años transcurridos desde 1810 hasta 1815. En la parte central del documento se exponen las causas y razones que justificaban la decisión de los "españoles americanos" por la independencia. Posteriormente, termina con una llamada a la Europa para que coopere con la obra de liberación de los pueblos hispanoamericanos. En la tercera y última parte, profetiza y argumenta sobre el destino de México, Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela, Buenos Aires, Chile y Perú. Finalmente, culmina Bolívar su reflexión con una imprecación que repetirá hasta su muerte: la necesidad de la unión entre los países americanos. Aunque la Carta de Jamaica fue escrita nominalmente a Henry Cullen, está claro que su objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más poderosa del siglo XIX, Inglaterra, a fin de que se decidiese a involucrarse en la independencia americana. No obstante, cuando los británicos finalmente accedieron al llamado de Bolívar, éste prefirió la ayuda de Haití.
La Campa単a Admirable
Batalla de Araure Con el nombre de la "Campaña Admirable" se conoce a la acción militar que el brigadier Simón Bolívar emprendió desde San José de Cúcuta el 14 de mayo de 1813, con el objeto de liberar a Venezuela del poder español, luego de la pérdida de la Primera República. Contaba Bolívar con una fuerza de 800 hombres, organizados en 2 columnas o divisiones: la de vanguardia, bajo el mando del teniente coronel Atanasio Girardot, con el apoyo del mayor Luciano D'Elhuyar como segundo comandante; mientras que la retaguardia estaba a cargo del coronel José Félix Ribas como comandante, José Tejada jefe de artillería y del mayor Rafael Urdaneta como mayor general. Asimismo, en sustitución del coronel Manuel del Castillo y Rada había sido nombrado segundo comandante del Ejército el brigadier Joaquín Ricaurte, quien no obstante no acompañó al comienzo a Bolívar en la campaña; incorporándose al año siguiente. Pedro Briceño Méndez era el secretario general y como edecanes, fueron nombrados Juan José Pulido, Fermín Ribón y José Jugo. El plan inicial de Bolívar para la ejecución de dicha campaña, consistía en el despliegue sobre el territorio venezolano de una ofensiva en 2 direcciones: una columna dirigida por Ribas debía seguir por San Cristóbal-Selva de San CamiloBarinas y después de libertar esta provincia se reuniría con el grueso de las
tropas en Guanare o en Araure; esta columna tenía además la misión de conseguir en la provincia de Barinas, ganado y dinero para las fuerzas patriotas. La columna de Bolívar, marcharía por la dirección de San Cristóbal-La GritaMérida-Trujillo. Para apoyar esta estrategia operacional, el jefe republicano había adelantado al coronel Ribas hasta San Cristóbal con tropas de Cundinamarca y algunas de Cartagena. No obstante, Bolívar tuvo que desechar este plan, pues sólo tenía autorización de llevar sus fuerzas hasta Trujillo. En virtud de lo anterior, el 17 de mayo llegó Bolívar a La Grita con el grueso de sus tropas y el 19 continuó hacia Mérida, a donde arribó el 23 de mayo; encontrándose allí la vanguardia y las tropas que le habían precedido. En esta ciudad recibió Bolívar importante ayuda en dinero y suministros de todo género y la incorporación de 500 hombres. Durante su permanencia en Mérida, Bolívar se puso al tanto de la ubicación y magnitud de las fuerzas realistas que operaban en Barinas y Trujillo, comprendiendo que debía actuar con rapidez a fin de evitar la reunión y fortalecimiento de las fuerzas españolas. En consecuencia, ordenó a la vanguardia comandada por Atanasio Girardot que llevase a cabo la limpieza de la provincia de Trujillo. Para esto contaba Girardot con los batallones 2°, 4° y 5° de la Unión y algunos efectivos de artillería y caballería; que en total sumaban 488 combatientes. La descubierta dirigida por el capitán Hermógenes Maza, la avanzada por el capitán José María Ricaurte, avanzaron en la dirección Mendoza-Betijoque, en tanto que el capitán Manuel Gorgorza, con un pequeño destacamento, marchó hacia Niquitao, por la vía de Las Piedras. En síntesis, todas estas fuerzas tenían como objetivo fundamental, reunirse en Trujillo con las tropas de Girardot. Paralelo al despliegue de la vanguardia, la retaguardia, bajo el mando del coronel José Félix Ribas emprendía su marcha desde San Cristóbal reagrupando a todos los soldados que habían quedado dispersos o retardados. El 3 de junio, en la tarde, los capitanes D'Elhuyar y Maza dispersaron una fuerza de 50 hombres y luego desalojaron al coronel Ramón Correa de la posición de Ponomesa (Edo Trujillo) en la cual el jefe realista tenía 200 hombres. Este triunfo permitió a Girardot la ocupación de Trujillo el 9 de junio, donde Bolívar dictó días después, el 15 de junio de 1813, el célebre Decreto de Guerra a Muerte. Posteriormente, ante el repliegue del jefe realista Manuel Cañas a Carache, Girardot se dirigió hacia esa localidad con sus fuerzas el 17 de junio, en horas de la tarde. En horas de la noche, el jefe realista abandonó la línea que ocupaba y llevó sus hombres a las alturas de Agua de Obispos. El 18 de junio se produjo
el enfrentamiento entre las fuerzas de Girardot y Cañas, resultando el triunfo del jefe patriota y eliminándose las tropas que podían entorpecer el avance de Bolívar, quien había llegado a la ciudad de Trujillo el 14 de junio, desde donde ordenó Ribas que marchase lo más rápidamente de Mérida en dirección de Boconó, con el objeto de facilitar el factor sorpresa. Mientras tanto a Girardot se le ordenó a replegarse sobre Trujillo. El 28 de junio salió Bolívar de Trujillo en dirección a Barinas, donde el jefe realista Antonio Tíscar tenía una fuerza cercana a los 2000 hombres. El 1 de julio hizo su entrada en Guanare, ciudad que había sido abandonada por los realistas al tener conocimiento del avance de las fuerzas de Bolívar. Días después, el 6 de julio ocupó Bolívar la ciudad de Barinas sin ningún tipo de resistencia, ya que Tíscar se había retirado a Guayana, por la vía de Nutrias. A la vez que Bolívar efectuaba su movimiento sobre Barinas, el coronel Ribas derrotaba al coronel José Martí en la batalla de Niquitao, el 2 de julio; evitando que dicho jefe realista quien había salido de Barinas a Niquitao, atacara la retaguardia de Bolívar. Liberada la provincia de Barinas de las fuerzas realistas, Bolívar ordenó el regreso a ésta de Girardot, quien había sido enviado en persecución de Tíscar, para luego enviarlo a Guanare. Por su parte, Ribas tuvo la misión de marchar sobre El Tocuyo y Barquisimeto, con el objeto de enfrentar un contingente realista que avanzaba en esa dirección. El 18 de julio tomó posesión de El Tocuyo y 2 días después siguió a Barquisimeto, donde derrotó el 22 de julio al coronel José Oberto, en la llanura de Los Horcones. El 26 de julio llegó Bolívar a San Carlos procedente de Guanare. El coronel realista Julián Izquierdo comandante de las fuerzas que guarnecían esta ciudad, al tener conocimiento del avance de Bolívar y de la derrota de Oberto en Los Horcones, decidió replegar sus tropas hacia Valencia, lo que sin embargo fue impedido por una contraorden de Domingo Monteverde, quien le ordenó regresar a San Carlos. El 29 de julio Bolívar fue informado de la presencia del coronel Izquierdo en Tinaquillo, ante lo cual se puso inmediatamente en marcha hacia ese lugar. En la mañana del 31 de julio se encontró con la vanguardia enemiga en la sabana de Pegones. Ante esta situación, Izquierdo ejecutó un movimiento retrógrado y se replegó en la sabana de Taguanes. Hacia este lugar enfiló Bolívar su ataque con su infantería al frente y la caballería en el ala derecha, con la cual hizo un desbordamiento del flanco izquierdo realista. En una maniobra desesperada que buscaba neutralizar el ataque de las fuerzas de Bolívar, Izquierdo emprendió la retirada, pero durante la ejecución de la misma fue derrotado por los
republicanos. La victoria de Taguanes dejó expedito a Bolívar el avance hacia Valencia, pues Monteverde se había retirado de Puerto Cabello al enterarse en la sabana de Carabobo, del fracaso de Izquierdo. El 2 de agosto entró el brigadier Bolívar a Valencia, mientras que el coronel Ribas había quedado en San Carlos como comandante de dicha plaza. Días después siguió Bolívar hacia Caracas, hallándose el día 4 en La Victoria, donde aceptó la capitulación que le propuso el gobierno español. Finalmente, el 6 de agosto de 1813 entró triunfalmente a Caracas el pequeño ejército mandado por el brigadier Simón Bolívar; había culminado exitosamente la Campaña Admirable y comenzado la gloria para Bolívar.
El Discurso de Angostura
Discurso pronunciado por Simón Bolívar el 15 de febrero de 1819, en la provincia de Guayana, con motivo de la instalación del segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela en San Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar). En este documento Bolívar como jefe del Estado se dirige a los congresistas del país no sólo para expresar su opinión sobre lo que debía ser el proyecto constitucional a sancionarse, sino también una profunda reflexión sobre la situación que vivía Venezuela a fines de 1818. En relación al proceso de
elaboración de dicho texto, el mismo se llevó a cabo fundamentalmente en su residencia de Angostura durante los últimos meses de 1818. Asimismo, no vaciló Bolívar en confiar los originales de este importante documento a Manuel Palacio Fajardo, estadista dotado de talento y erudición, para que le diera su opinión. En este sentido, Palacio Fajardo formuló algunas observaciones, que Bolívar acepto con humildad. El 15 de febrero de 1819, día fijado para la instalación del Congreso que el propio Bolívar había convocado, una salva de cañonazos, unidas a las aclamaciones del pueblo, señaló a las 11 a.m., la llegada del Libertador, jefe supremo de la República y de la comitiva que lo acompañaría a la sede del Congreso. En el discurso pronunciado durante casi una hora ante El Congreso de Angostura, el Libertador analizó de manera profunda la realidad de su tiempo, señalando la conveniencia de que las instituciones que surgieran en América a raíz de la Independencia, debían responder a las necesidades y posibilidades de estas sociedades, sin copiar modelos de tierras extrañas. Aunque se reconoce en este documento lo favorable del régimen federal para otras naciones; se sostiene que en el caso de Venezuela es preferible un Centralismo, basado en un Poder Público distribuido en las clásicas ramas: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; resaltando la fortaleza del Ejecutivo. Sugiere también Bolívar que a estos tres poderes se agregue una cuarta instancia denominada Poder Moral, destinado a exaltar el imperio de la virtud y enseñar a los políticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, concebía la idea de una Cámara Alta hereditaria, para mantener en ella la tradición edificante de los padres de la patria; lo cual no encajó muy bien con la letra del Poder Moral. En una demostración de gran ilustración el Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma y examina las instituciones políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para esto a filósofos y políticos de la Enciclopedia y de la Revolución Francesa, para desembocar en la necesidad de instaurar un sistema republicano-democrático, con proscripción de la nobleza, los fueros y privilegios, así como de la abolición de la esclavitud. Otro aspecto al que dedicó una importancia fundamental en el proceso de consolidación de las repúblicas latinoamericanas, fue a la educación. En este sentido, para él educar era tan importante como libertar. De lo que se desprende su memorable sentencia: "Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades". Después de desarrollar otros tópicos relacionados con una visión sobre la grandeza y el poderío de la América libra y unida, cierra Bolívar su discurso con la siguiente
exhortación al Congreso: " Señor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías". Tras esto hizo entrega de un proyecto de Constitución así como del Poder Moral, a fin de que fueran estudiados por los diputados, añadiendo: "El Congreso de Venezuela está instalado; en él reside, desde este momento, la Soberanía Nacional. Mi espada y las de mis ínclitos compañeros de armas están siempre prontas a sostener su augusta autoridad. ¡Viva el Congreso de Venezuela!".
Luego de pronunciar su discurso, Bolívar tomó juramento a los diputados y luego puso en manos del presidente del Congreso, Francisco Antonio Zea, su bastón de mando, renunciando con esto a su cargo de jefe supremo; lo que no fue aceptado por el poder legislativo, que por unanimidad se lo devolvió. El discurso efectuado por Bolívar ante el Congreso de Angostura, fue publicado (aunque incompleto) los días 20 y 27 de febrero y 6 y 13 de marzo en las columnas del Correo de Orinoco. También fue traducido al inglés por James Hamilton e impreso en los talleres de Andrés Roderick, en Angostura. En abril de 1820, circuló en Bogotá un folleto con el texto en español revisado por el propio Bolívar. Por mucho tiempo estuvo extraviado el manuscrito original que leyó el Libertador ante el Congreso de Angostura, hasta que en 1975 los miembros de la
familia britĂĄnica Hamilton-Grierson, descendientes de James Hamilton (quien lo habĂa conservado en su poder) lo devolvieron a la naciĂłn venezolana.