La hipnosis: ¿Qué es y para qué sirve en terapia? Seguramente todos hemos presenciado en algún programa de televisión un espectáculo en el cual la hipnosis era la protagonista, exhibiendo a personas que realizan todo tipo de conductas como imitar a algún animal o comerse una cebolla. En estos shows la persona estaba a merced del hipnotizador, sin embargo, esta imagen se aleja demasiado de la realidad y de lo que supone la hipnosis como herramienta terapéutica. ¿Qué es la hipnosis? Como ya hemos mencionado anteriormente, la hipnosis es una herramienta terapéutica más que permite a los psicólogos trabajar contenidos que no son accesibles de manera consciente. Es decir, no es una terapia en sí misma, sino más bien otro recurso del que dispone el terapeuta para ayudar al paciente. Durante la hipnosis conseguimos conectar con el cerebro más emocional y primitivo y así acceder a estructuras subcorticales, como el sistema límbico (emociones, memoria…) mediante la creación de un vínculo de confianza y seguridad con el paciente, un ambiente adecuado que permita la relajación y un lenguaje apropiado. Asimismo, esta técnica cuenta con un gran respaldo científico y no pertenece en
absoluto al mundo esotérico. ¿Durante la hipnosis la persona es dueña de sus actos? Por supuesto. Una persona no entra en trance si no lo desea, la persona en realidad se “autohipnotiza” y jamás hará nada que no quiera. El estado mental en el que nos encontramos no es la inconsciencia, si no todo lo contrario, la activación del cerebro es superior a la que tenemos mientras dormimos y somos conscientes de lo que ocurre, incluso si lo deseamos podemos hablar. Realmente lo que hacemos es centrarnos en una información o estímulos concretos (respiración, la voz del terapeuta y su contenido) que suelen ser los que vamos a trabajar. El estado es muy similar al que tenemos cuando hacemos relajación, yoga o meditación.
¿Qué tipo de dificultades se pueden tratar? Desde problemas de ansiedad, depresión, estrés, dolor… hasta pequeñas situaciones traumáticas que nos siguen produciendo sufrimiento. Las adicciones, psicopatías y psicosis están excluidas para usar esta herramienta. Otros Falsos Mitos… Las personas no se quedan atrapadas en estados hipnóticos de los que no pueden despertar. En ocasiones, el paciente puede pensar que ha transcurrido menos tiempo por haber entrado en un estado profundo, no obstante siempre vuelve al estado normal recordando lo ocurrido durante la sesión. Tampoco se adquieren habilidades nuevas como aprender un idioma o desarrollar algún tipo de destreza que antes no se poseía.
LA HIPNOSIS CLINICA La hipnosis clínica es una técnica que permite realizar tratamientos psicoterapéuticos, pero no es un método terapéutico propiamente dicho. Este procedimiento no es aplicable a todos los individuos, ya que la respuesta varía con cada caso. Tampoco puede sugerirse para todo problema. La hipnosis clínica cognitiva es una técnica que permite la realización de tratamientos psicoterapéuticos, pero no es un método terapéutico por sí mismo. Según Milton Erickson, la hipnosis es una metodología científica que desencadena reacciones psicológicas y fisiológicas que conducen al bienestar del individuo. Se utiliza para desencadenar potenciales de comportamiento y reacción que existen en el paciente. La hipnosis es un estado especial de conciencia.
Para la Asociación Americana de Psicología, la hipnosis es un procedimiento por el que se sugiere al individuo, cambios en las percepciones, pensamientos y conductas. La mayoría de las técnicas hipnóticas incluyen sugerencias para la relajación, el bienestar y la calma. La respuesta frente a la hipnosis es diferente para cada individuo. Los miedos pueden alterar la capacidad de respuesta de las personas. Es común que se recuerde en todo momento durante el proceso hipnótico, dónde se está y quién es, así como recordar lo sucedido durante la sesión. La hipnosis facilita recibir las sugestiones, pero no obliga a experimentarlas. Es un procedimiento que facilita la labor terapéutica, pero no es una terapia en sí.
Aplicaciones de la hipnosis clínica: La hipnosis clínica tiene aplicaciones en el tratamiento del dolor, la depresión, las fobias, la ansiedad, los ataques de pánico, el estrés, el trastorno de colon irritable, las adicciones, la angustia, trastornos del sueño, entre otros. Pero no es utilizable en cualquier trastorno, ni para todos los pacientes. También es utilizada en la investigación, ya sea para el estudio de la metodología en sí misma, o para estudiar los efectos sobre las percepciones, sensaciones, el aprendizaje, la memoria y otras características. La hipnosis es útil para desentrañar los comportamientos establecidos por el inconsciente, que es la forma en que respondemos a los estímulos. En este estado, los sentidos se agudizan y podemos acceder a la memoria interna y los procesos internos que determinan la conducta
externa. La mayor susceptibilidad que se experimenta durante este estado, es empleada por el terapeuta para reprogramar la conducta del individuo. El acceso a los procesos internos, permite conocer cómo se originaron y modificarlos de manera positiva. Tabúes frente a la hipnosis clínica: Existen grandes tabúes frente al empleo de la hipnosis clínica. • Miedo al lavado cerebral • Miedo al dominio por parte del hipnotizador • Miedo a revelar secretos • Miedo a no retornar • Miedo a lo que se pueda encontrar • Miedo a que se alteren las creencias religiosas. • Miedo a perder la conciencia • Miedo a no recordar lo ocurrido • Miedo a entrar en un sueño profundo • Miedo a ser obligado a realizar actos reñidos con la moral o valores propios • Creencia de que basta una sesión para solucionar los problemas. Es necesario preparar al paciente antes de emplear la hipnosis, de modo de evitar estos tabúes y evaluar su capacidad de trance. Existen numerosísimas técnicas de hipnosis, está en el terapeuta, el encontrar la más adecuada a cada caso. Las técnicas varían entre: la relajación progresiva, la fijación de ojos, la levitación, etc. La hipnosis preoperatoria La hipnosis preoperatoria, es empleada en la disminución del dolor, durante y post operatorio. Es una herramienta terapéutica, que debe ser empleada por profesionales calificados. Mejora el funcionamiento del sistema inmunológico, disminuye la necesidad de medicación. La hipnosis en una herramienta terapéutica, y debe ser aplicada por un profesional calificado. Como herramienta integrada a un proceso terapéutico, se ha empleado en preparación operatoria en pacientes de cirugía. Mejora la efectividad del sistema inmunitario, ayuda a reducir la medicación, disminuye la presión arterial, favorece la recuperación post-quirúrgica: recuperación de la fuerza muscular, vómito post operatorio, fatiga, etc. disminuye el tiempo de tratamiento.
Fenomenología de la hipnosis preoperatorio: Hay cierto consenso en que la aplicación de hipnosis favorece la aparición de fenómenos psicológicos y psicofisiológicos. Hipersugetionabilidad Aumento en la capacidad de imaginación Mayor implicación emocional hacia situaciones imaginadas por el sujeto, o sugeridas por el profesional. Focalización de la atención en una situación estimular restringida. Distorsión de las variables psicológicas del tiempo y el espacio. Automaticidad del comportamiento. Disminución de la capacidad de análisis lógico-racional, y crítico de las situaciones, facilitando la vivificación de situaciones imaginadas. Sensación de relajación profunda, pese a la coexistencia de una mayor actividad fisiológica. Alteraciones fisiológicas en relación directa con las sugestiones, facilitando el proceso de analgesia y anestesia. Amnesia e hipermnesia. Fisiología de la hipnosis preoperatorio: Sistema nervioso autónomo, se da una disminución de la actividad electro térmica. La tasa cardiaca aumenta a principios del proceso, y luego disminuye, a lo largo de la sesión. El flujo y la presión sanguínea experimentan variaciones, aumenta el primero, y disminuye la segunda. Temperatura periférica de la piel, en principio aumenta, sobre todo en sugestiones de relajación, El ritmo respiratorio y el consumo de oxígeno,
disminuyen. La actividad electromiografía: el tono muscular se reduce, relacionado con las sugestiones de relajación. El sistema nervioso central, se produce una mayor atención dirigida hacia procesos internos, que a la estimulación ambiental. Se ha comprobado que existen diferencias entre sujetos alta y escasamente hipnotizables. Diferenciación hemisférica: Se da un incremento en la actividad hemisférica derecha, que está relacionada con el procesamiento de la información espacial, la propiocepción, la información para verbal, aspectos emocionales, atención difusa, y otros. Actualmente se advierte que la preponderancia hemisférica depende de las tareas que se administren durante la hipnosis. La diferenciación interhemisférica, sería un objetivo a conseguir, y no un fenómeno específico de la hipnosis. Se consigue administrando sugestiones dirigidas a incrementar la actividad del hemisferio derecho (relajación, imaginación, atención difusa, información espacial, holística y propioceptiva), y ampliando la comunicación para verbal. Estudios con potenciales evocados: No se han encontrado patrones diferenciadores entre la vigilia y la hipnosis, mediante el registro de respuestas eletrocorticales evocadas. Pero se encontraron diferencias importantes entre sujetos muy hipnotizables y sujetos poco hipnotizables, en las modalidades perceptivas. Aspectos neurofisiológicos: Gruzelier (1988), planteó una concepción en que la hipnosis es un proceso de varias fases, en las que se alterna la dominancia interhemisférica, y la inhibición de las regiones frontales y centrales del neo córtex, que aparejaría una reducción del estado de vigilia, reducción de la capacidad crítica, y otras funciones cognitivas asociadas al procesamiento de la información. Y una activación de las regiones posteriores, favorecería la imaginación vívida y realista, y el componente emocional. Crawford (1989) intenta explicar las diferencias individuales de respuesta a la hipnosis con base fisiológica, encontrando que los individuos altamente sugestionables poseen una mayor capacidad de filtrado atencional, relacionado con el sistema límbico y las áreas frontales implicadas en los procesos atencionales. Tienen una gran capacidad de atención sobre los estímulos relevantes, y no sobre los superfluos. Pueden cambiar más fácilmente de un hemisferio a otro, facilitando el procesamiento de la información.