Álbum de Fútbol Club Deportivo 11 Estrellas-Cerro La Cruz-Valparaíso

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A LA CANCHA... Interrogar a la historia y preguntarse por el sentido de pertenencia son prácticas inherentes del ser humano. ¿Por qué nacimos donde nacimos? ¿Por qué nos relacionamos de tal modo? ¿Por qué vibramos con el deporte? Esas respuestas las guarda -celosa y enmarañada- la memoria que, a través de sus relatos orales, permite trazar una hoja de ruta en donde todos tienen algo que decir con respecto a un club que se formó bajo una fuerte impronta comunitaria. Si bien son acotadas las voces que intervienen en este registro, sin dudas, dan cuenta de una experiencia común, forjada en los juegos y encuentros alrededor de la mítica cancha de los pajaritos. Son justamente los bríos de los fundadores y quienes aportaron desde distintos frentes de acción, el sentimiento que se pretende transmitir a las nuevas generaciones. Con más de 50 años de vida, el Once Estrellas sigue presente como un gran animador de la Asociación Pedro Aguirre Cerda. Desde las categorías Infantil a Super Senior existe una huella que los marca cuando ingresan a la cancha con los colores lilas. Este álbum es un intento por tender puentes entre generaciones. Esperamos que sus páginas sean un detonante de más recuerdos e historias por escribir. Asimismo, quisimos mostrar la actualidad del Campeonato de Clausura con imágenes de sus planteles y jugadores. Porque es en la cancha donde se observan los valores de un club y los vínculos vecinales. Es desde las graderías donde los seguidores del Once Estrellas muestran su afecto y fidelidad. Y es en ese grito sagrado antes del pitazo inicial -todos juntos y abrazados- cuando la identidad oncestrellina aflora en todo su esplendor. El álbum del Club Deportivo Once Estrellas se enmarca en el “Proyecto Kiosko: Voces del Cerro La Cruz”, residencia de arte colaborativo ejecutada por Teatro Niño Proletario entre septiembre y diciembre de 2017, y financiada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a través de su programa Red Cultura.


UN CLUB LILA EN EL Cº LA CRUZ Camiseta amarilla atravesada por una franja diagonal negra, pantalones blancos y medias negras. Ese era el uniforme titular de un club nacido a findes del siglo 19 y que animaba un fútbol porteño que recién se desplegaba por sus cerros: La Cruz Football Club. Al alero de este cerro surgió un equipo ganador, que supo brindar destacados jugadores a la selección chilena, y que junto a Santiago Wanderers eran los más poderosos de la ciudad. Desde entonces el fútbol fue siempre una pasión arraigada en las familias del cerro La Cruz. Hoy persisten Deportivo La Cruz, Barrabases, Crucianos, Argentinos Naylor y Once Estrellas. Todos forman parte de la Asociación Pedro Aguirre Cerda, donde también juegan River Chile y Deportivo Cerro El Litre (ambos del cerro El Litre) y Abelardo Contreras (cerro Las Cañas). El Club Deportivo Once Estrellas, fundado el 31 de octubre de 1956, no es el más antiguo ni el más ganador. Es un club que nació de la amistad, del impulso de un grupo de fundadores que vio en los niños que jugaban en el barrio un estímulo para reunirse y representar un sector del cerro. Quienes fueran esos niños que se divertían en la cancha de los pajaritos recuerdan esa historia y trazan un recorrido como solo la memoria puede hacerlo: con fintas, baches y fugacidad. Una historia llena de cariño y teñida de lila. Que este precalentamiento sirva para mirar atrás y valorar a todos quienes alguna vez en su vida gritaron: … Once once. Estrellas. Once once. Estrellas. Once once. Estrellas. Club Deportivo Once Estrellas…


GABRIEL GUTIÉRREZ De cabros nosotros pichanguéabamos en este sector, donde había una canchita de tierra. Era un peladero y nosotros poníamos unas piedras para armar las pichangas. Le llamábamos la cancha de los pajaritos. Como no teníamos club, nos fuimos al Naylor y allí comenzamos a hacer fútbol como correspondía. Infantil y Jtuvenil las hice en ese club. Después se formó el Once Estrellas y los más viejos nos llamaban para que nos viniéramos porque faltaba gente. Nos pusimos de acuerdo, pedimos el pase y nos vinimos. Aquí llegué a jugar a Tercera, después subí y jugué en Segunda y Primera.

Fotografía histórica, El Piojo colérico.

Ya de más grande me salió pega para ir a navegar y me fui del club. Pero cuando volvía de mis viajes, después de ver a mi familia, pasaba a juntarme con mis amigos del club. Cuando yo era chico el club era pichanguero y se llamaba Estrella Roja. Salían a jugar a Quilpué, iban de paseo con su gente y se hacían unas pichangas, pero no estaban en la Asociación. De a poco empezaron a hacer la gente para formar todos los equipos que hay que presentar. Había gente que cuando recién empezó el club no había jugado nunca a la pelota.


Antiguamente se veía No apostamos nada. Nos más el entusiasmo del tomamos un agua, una pilfútbol, del pichangueo. sen o un vino. Pongámosle que sale nueve mil pesos, Para mi el Once Estrellas re- y cada uno pone setecienpresenta mucho porque uno tos. Entonces se entretienació aquí con su gente. ne y no se gasta mucho. Aquí hay un grupo de los más viejitos que nos entretenemos en la rayuela. Pero cuando se quemó, se perdieron los tejos y en eso andamos, tratando de hacer y reunir más tejos. Nosotros somos un grupo como de quince que nos juntamos a jugar rayuela. Pero lo que nos falta son los tejos. Los días domingos parto a los cachureos a recorrer y buscar tejos. Nosotros aquí estamos hasta las tres o cuatro de la mañana porque uno se entretiene jugando.

Interior de la sede actual.

Hace muchos años el Deportivo La Cruz tenía cancha de rayuela, pero después lo dejaron. Aquí había un restorán (El piojo colérico) y tenía una cancha de rayuela. Venía gente de otros clubes a jugar, incluso de Barón y del plan. Con el terremoto del ´85 se cayó y los cabros le compraron al hombre el terreno para hacer la sede del club. Si tenía hasta una piscina en el subterráneo.


RICARDO VARAS De cabro chico he estado metido en el club. Yo tenía 12 años cuando desarmamos el restorán para armar el club de nuevo. El club andaba dando bote en todos lados, si no teníamos terreno. Acá había un caballero que se llamaba Reinaldo Videla. Él era más cercano al Deportivo La Cruz, pero como la familia era toda oncestrellina, partió para acá. Y él compró el restorán, pero ya demolido. Vio que el club andaba de bote en bote y dijo ´aquí está la oportunidad´. Creo que lo dejó en quinientas lucas y él puso cien. Habló con el Palito y el Pancho Contreras. Ellos pusieron otras lucas y dijeron que había que moverse. Ahí hicieron el festival. Supuestamente en cinco años tenían que hacer las 400 lucas, pero lo hicieron en dos años.

Ahí empezamos a juntar plata y se pararon las paredes. Con otro proyecto de la muni estucaron e hicieron la parte de adentro del club. Entregaron y a los meses esto se quemó. Esta sería la tercera sede en este lugar y esperamos que sea la definitiva. Se llamaba Festival del Cantar Once Estrellas. Había reinado, baile, llegaban artistas famosos. Estuvieron Los Iracundos, Luis Dimas, Los Blue Splendor. Aquí se llenaba. Partía el día lunes y terminaba el sábado. Todos cooperaban, desde los más niños hasta la gente más adulta. El primer festival se hizo con palos y lampazo. Y para el escenario se consiguieron bines del mercado, les pusieron unas planchas arriba, unas varillas y una carpa de la feria. Así fue el primer escenario. Al año siguiente, Pedro Miranda -que trabajaba en TVN y tenía que ver con el Festival de Viña- nos consiguió toda la escenografía de lo que quedaba. Así fue creciendo este festival, que se hizo como por quince años. Fue algo del cerro.

Paramos el club. Pasamos años con un club que era de madera. Se lo comieron las termitas. Uno caminaba por el pasillo y pasaba por los hoyos para abajo. Pero siempre tuvimos ese espíritu de club, de superación. Hasta que de nuevo llegó gente y armamos un proyecto para parar un club. Todos festival Entre los socios antiguos y la gente nueva hicimos el aporte del ladrillo.

esperaban el para marzo.


Después del Festival de Viña partíamos nosotros. Nosotros le hacíamos la collera al Festival de la Planchada y al Festival de la Cebolla, que era de Achupallas. Eran los tres festivales grandes que había en los cerros. Después se optó a un proyecto y se ganó un escenario metálico armable y con carpa. Ya los festivales eran otra cosa. El club ya estaba mejor parado. Ya teníamos una sede como correspondía. Había una rama femenina, que era un inmenso apoyo. Eran más de cincuenta mujeres. Y entonces habían más de cien socios. La cancha salió por un proyecto cuando estuvo un general que tenía que ver con Pinochet y que veía todos los proyectos de Valparaíso.

Fotografía histórica, Rama femenina.

El gallo vino a inaugurar el enrejado y los camarines de la Pedro Aguirre Cerda. Esos fueron los primeros camarines. Antes los viejos se vestían en la calle y ahí al lado del cerro. Nosotros nos íbamos a cambiar al restorán de la Gringa Muriel. Nos daba permiso para cambiarnos la ropa detrás del restorán. Eran tiempos bonitos. Antiguamente las barras de los clubes eran emocionantes. Uno colgando en el cerro y se llenaba con banderas. Había uno que se llamaba Lalo Jaramillo, ese sacó el corazón y sangre lila. Era típico verlo gritar allá arriba. Ahora no se ve lo mismo porque el fútbol cada vez está perdiendo más gente. Cuesta que los niños vengan a jugar.


CRISTIÁN RUZ Soy del club por mis papás y por la señora Lucy y su esposo. Cuando chico éramos pobres y ellos nos compraban zapatos, nos incentivaban, nos daban colación. Y ahora estoy haciendo lo mismo con estos niños.

Para mí el Once Estrellas es el club que me recibió, que me enseñó a ser persona. Empecé a jugar el ´92 por el club en Infantil C. No fui muy buen jugador, pero como entrenador puedo ser mejor.

Entrenador der. Cristián Ruz, entrenador izq. Ricardo Varas.

FRANCISCO CONTRERAS Yo era un niñito cuando se fundó este club. Yo empecé a jugar a los 10 años por el Once Estrellas hasta que me retiré en Seniors. Luego me hice dirigente y ahora sigo participando.

Había mucha juventud que necesitaba participar a nivel deportivo. Había una Asociación pero no estábamos afiliados, no teníamos nombre, no teníamos nada. Era un club pichanguero.


En esos años este sector era inhóspito, no había ni pavimento. Este sector se llamaba la cancha de los pajaritos. Aquí jugábamos y nos entreteníamos. De los fundadores yo me acuerdo mucho de Fidel Fuentes y su esposa, de Hugo Rojas, Patricio Valdebenito. Viejos que pasaron y dejaron su huella. A nosotros nos dejaron el puro nombre: Club Deportivo Once Estrellas. Porque no teníamos nada. Cuando empezamos a organizarnos fuimos consiguiendo cosas de a poco. Lo primero que se consiguió fue esta propiedad en plena dictadura. Aquí había un restorán, pero el club lo compró y yo tuve la oportunidad de hacer los trámites de transferencia y escrituras.

queríamos para el sector y este señor comprometió su apoyo. Hicimos los trámites y así surgió esta multicancha y una sede que era de madera. El nombre lo decidieron las personas que formaron el club. A los viejitos se les ocurrió que los que iban a jugar eran once estrellas, pero no le daban ni al quinto bote a la pelota. Éramos muy malos. Nos hacían de a diez goles para arriba. Lamento que las nuevas generaciones no tengan la pasión que tuvo uno y se puso las pilas para lograr cosas con el apoyo de muchos.

En esos años teníamos al frente una sede de lampazo y chiquitita, pero había mucha unión y participación de los vecinos. La gente del club apoyaba y hacíamos festivales, celebrábamos fiestas patrias, campeonatos infantiles. El país estaba en dictadura y no era fácil conseguir cosas. En una oportunidad vino un general director de Digeder, que era muy difícil que viniera a un barrio como este, y le explicamos lo que nosotros dirigentes jóvenes

Hilda Caneleo, socia fundadora.


Yo tengo hijas y ellas siempre participaron en todas las actividades del club. Ahora ellas son mujeres, tienen sus hijos, pero lamentablemente ni puedo inscribir a mis nietos porque no viven acá.

Clásicos con el Club Deportivo Argentinos Naylor y con el Deportivo La Cruz. Futbolísticamente, Naylor ha sido el club que mejor nos ha representado en esta Asociación a nivel regional.

Me hubiera encantado haber llevado a mi nieto a jugar a la pelota. Pero mis nietos no están ni ahí con el fútbol. Lo que a mí más me gustaba, a ellos no les llama la atención. Ellos están en el computador. Llamó mucho la atención el color lila y nos identificamos con ese color. Antes éramos azules, pero de un momento a otro fuimos lila. Se mandaron a confeccionar camisetas color lila y de ahí para adelante fue el Club Deportivo Once Estrellas identificado con el color lila. Digna Cabrera, socia fundadora.

HUMBERTO MORELLO Un vecino de apellido Santander nos prestó un terreno y se hizo un club de lampazo. Ahí teníamos una mesa de pool, pero chiquitita. El club en ese tiempo no tenía nada. Había que coser las calcetas y los pantalones porque no había ni un peso.

Nosotros nos amanecíamos jugando al tele. El viejo Julio y en general los Díaz son parte de los fundadores del Once Estrellas. Pero ellos fundaron el Deportivo La Cruz también. El viejo Julio fue el profe de los cabros de ese entonces.


El viejo nos llevaba a jugar a la pelota. Tenía setenta y tantos años y jugaba aquí en la cancha de los pajaritos. En esa cancha también jugábamos al tombo. Hacíamos pelotas con las pantys de las viejas. Yo soy nacido y criado en el paradero 7. Nací en la calle Tercera. Yo de cabro chico que conocí al Once Estrella, pero no jugaba a la pelota. Era más pelusa y más encima que estábamos en tiempos malos, así que yo aprendí a trabajar. Mi papá reparaba radios y televisores acá en el cerro. Él me daba las instrucciones y las pegas las hacía yo. Yo amo el Once Estrellas. Es mi barrio. Aquí nací. Amo mi sector.

Humberto Morello.

El piojo colérico tenía dos canchas de rayuela, tenía rana. Se hacían sus vituperios, vendía el vino con chirimoya. El viejo Ernesto Espinoza tenía harta clientela. En ese tiempo se jugaba harto a la rayuela. Llegaban los viejos a caballo, se vendía chicha. Yo cocinaba en el piojo colérico. Antes era más barrio, no había tanto materialismo, era más emotivo. Daba gusto ver el palo ensebado en septiembre, las calles llenas de guirnaldas que los mismos vecinos hacían con papel de volantín. Era hermoso. Participaban todos, y eso que los viejos eran jodidos en aquellos años. Eso es lo que te da el ánimo de hacer cosas.


JOSÉ DÍAZ SEGOVIA Mi familia fue una de las familias fundadora del Deportivo La Cruz. Este club se armó porque habían muchos cabros chicos y querían tener un club también. Aquí jugaban en la cancha de los pajaritos. Yo fui el único Díaz que no jugó por La Cruz. Yo empecé a jugar por el Once Estrellas porque aquí estaban mis amigos, los mismos con los que jugaba al volantín. Era un club gitano. Cuando se cayó el restorán del viejo Ernesto con el terremoto se dio este espacio. Todo el barrio desarmó esa casa para armar la sede. Se hacían unos festivales muy lindos.

José Díaz Segovia.

CÉSAR SANTANDER Yo llegué como a los 6 años acá desde el Cerro Merced. Allá veía jugar al Yelcho. Llegamos a la calle Cuarta y jugábamos acá. Esto era un peladero y existía el restorán donde tiraban el tejo. Nosotros jugábamos a pata pelá. Quien tenía zapatos de fútbol o una pelota era raro. Estábamos todos tras la pelota. Nosotros éramos callejeros, nos levantábamos para jugar a la pelota y nos

acostábamos jugando a la pelota. Jugábamos con los Díaz, los Tello, los Verdejo. Personas que en ese tiempo trabajaban por el club. Nosotros jugábamos no más y ellos lideraban el club y nos llevaban a la cancha. Administrar un club requiere tiempo e inteligencia. Hay que hacer actividades para tener dinero. Hay cosas que nunca se dejan de pagar, como el lavado de camisetas.


Empecé en Cadetes, luego Juvenil, Tercera, Segunda hartos años, y en Primera algunos partidos. Me conformaba con jugar en cualquier división. En ese tiempo había jugadores buenos en la Asociación, muchos llegaron a probarse a Wanderers o Everton, como Alejandro Zapata del Naylor o Jorge López de La Cruz. El fútbol era más profesional que ahora. Antes era un honor jugar en Primera.

Nos conocemos todos porque el cerro es chico y los paraderos son cortos. Es corta la distancia entre los clubes, por eso hay jugadores que juegan por el Barrabases o alguien del Naylor juega en el Once Estrellas o en el Abelardo Contreras, que está un poco más lejos.

Casi todos son familiares en este cerro. Todas las familias son conocidas, por eso el fútbol es familiar. Yo estoy contento con mi barrio porEl Once Estrellas es el ba- que aquí hay gente resperrio del 7, que abarca desde tuosa. Nos gusta el deporte. el paradero 8½ al paradero 5, porque después del pa- Antiguamente los clubes proradero 3 está el Barrabases fesionales venían a buscar juy del 9 para arriba está el gadores a los cerros. Veían y Naylor. Aquí se identifican se llevaban a los más buenos. los clubes con los parade- Ahora ya no sucede porque ros. Los jóvenes nacen en los clubes tienen escuelas. sus clubes, por eso todas las historias son parecidas.

Paradero El Siete.


JORGE OTTO LEYTON Esto era un peladero y acá veníamos a jugar. Hacíamos los arcos con varillas de eucaliptus y jugábamos siete por lado. Era un club pichanguero del sector. Un día me puse a conversar con don Julio Díaz, quien me contó la historia de cuando ellos eran jóvenes y se formó el club. Yo tenía contacto con él porque era zapatero y de repente le llevaba a arreglar los zapatos de fútbol, que antiguamente se usaban con puente. Julio Díaz, Juan Díaz, Militon Díaz, Claudina Díaz. Todos eran hermanos. Don Julio me contó que participaban de los campeonatos de los días

Jorge Otto Leyton.

domingos; que ellos trajeron a la familia Valdebenito. El nombre todavía no estaba bien puesto. Lo conocían como Estrella de Chacabuco o Vergel Alto. Pero un día se juntaron diez personas de la directiva en la casa de la familia Díaz porque querían participar de la Asociación Pedro Aguirre Cerda. En eso llega la señora Ana Valdebenito y le explican que están discutiendo el nombre del club. Ella los contó: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez. Llegué yo: once estrellas. Todos aplaudieron y estuvieron de acuerdo. De ahí quedó con el nombre Once Estrellas.


Viejo Julio le decíamos a don Julio Díaz. Él jugó hasta como los 70 años. Iba a los paseos y jugaba. Nosotros le hicimos un homenaje, pero lamentablemente las fotos se quemaron todas con el incendio. Teníamos unos recuerdos muy lindos del club y se hicieron cenizas. Antiguamente los clubes se formaban porque las familias eran numerosas. La familia Otto, por ejemplo, éramos diez hermanos. Los Díaz eran como seis o siete. Y los Valdebenito eran cuatro o cinco hermanos. Los clubes tanto profesional como amateurs se hacen a base de familias numerosas.

Fotografía histórica, Taca-Taca.

Yo le reprocho a todos los fundadores. Siendo un niño esto era un peladero y cuando yo llegué al club no había ni sede. Andaban igual que los gitanos. Participaban en las juntas de vecinos y los echaban; participaban en el bar El piojo colérico y los echaban. La primera sede que tuvimos fue de lampazo. Allí trabajó Hernán Presmitta, que junto a Pancho Contreras, Víctor Rojas, José Ferrera, Carlos Zamora, Anselmo Estay, Amador Zamora, fueron quienes levantaron al club. Para esa sede, que tenía piso de tierra, compramos una mesa de pool, un taca-taca. Y así empezamos.


Ernesto Espinoza construyó una casa grande, que fue el restorán El piojo colérico. Vino el terremoto del ´85 y esa casa se quebró por completo. Uno de sus hijos, el Aldo, era muy cercano al Once Estrellas. Finalmente, ellos se fueron y un día Reinaldo Videla, jugador y dirigente del club, junto con su señora Elena Rojas, compraron el terreno. Y un día me cuenta que quiere vender y yo pensé que ese era el sueño de tener un lugar propio. Vendían el terreno en 500 lucas. De mi plata puse 100 lucas y el resto lo fuimos pagando en cuotas. Para juntar plata decidimos hacer una ramada. Toda la gente se iba a Playa Ancha a bailar porque acá no había conjuntos. Trajimos un grupo que tocaba en los marinos de Avenida Argentina. De allá los fuimos a buscar y a las dos de la mañana estaban tocando en la ramada. Teníamos lleno hasta el palo. Fue unas fiestas patrias con cinco días festivos. Para nosotros fue un éxito. Era la primera actividad masiva que hacíamos. Teníamos turnos para que la ramada estuviera todo el día funcionando, igual que en Playa Ancha. Ganamos tanta plata que pudimos pagar el terreno. Lo pagamos entre todos los que ayudamos.

En ese mismo terreno, ya con Carlos Zamora de presidente, hicimos un club de las mismas dimensiones actuales, pero de madera. Jorge Sanhueza, que fue un gran dirigente y socio del club, fue la persona que hizo la estructura y todo por amor a la camiseta. Esto tiene que haber sido por el año ´88. Antes el club tenía polera azul, pantalón blanco y medias azules. Y también había unas poleras naranjas. Un día fui a ver al Once Estrellas jugar con el Cruciano, que también es azul, pero más antiguo que este club.

Collage de fotografías históricas.


Había otro club, el Escocia, que también era azul, una camiseta parecida a la de Everton, así que también teníamos que cambiar cuando jugábamos con ellos, porque según la Asociación el club más joven cambia de camiseta.

Apareció el lila y pensé que con ese color nunca nos íbamos a topar con nadie. Ese color era más caro, por eso se ve poco. Son contados con los dedos de las manos los clubes que lo tienen. En el fútbol profesional Deportes Concepción y Un día le pregunté a don Fi- San Antonio Unido. A pardel Durán, que era el presi- tir del año 77 el club empedente, si le gustaría cambiar zó a jugar con equipo lila. los colores. Lo conversé en una reunión y me encontra- Los clubes grandes se manron razón, pero el club era tienen con los años. Pero los pobre. Un cuñado había clubes chicos van desapapuesto recién un negocio, reciendo. La mayoría de la tenía unas lucas, y con él gente ya no quiere coopefuimos a hacer las camise- rarles a los clubes porque el tas a calle Victoria. No po- papá o la mamá murió, que día ser ni rojo, ni blanco, ni eran los más entusiastas. verde, ni amarillo, ni rayado.

“Fotografía tomada por vecinas del Cerro La Cruz que participaron del taller de Iconografía, Proyecto Kiosko: Voces del Cerro La Cruz, Residencia Red Cultura.”


EDUARDO MENGUE Yo empecé a jugar a los 16 años en la Asociación de O´Higgins. Pero yo soy nacido y criado aquí. En ese tiempo el club no era afiliado y no tenía divisiones. Me vine cuando el club se hizo oficial en la Asociación Pedro Aguirre Cerda.

Camiseta histórica.

Pero antes yo jugaba en todos los paseos que hacíamos para todos lados, sobre todo a Quilpué. Jugué en el arco del Once Estrellas hasta los 56 años. Salimos campeones invictos con los Seniors y ahí me retiré.

Manuel Tello, socio fundador.


Fotografía histórica.

Partido 2017.


DESPUÉS DE VIVIR MEDIO SIGLO Desde que fuera fundado el 31 de octubre de 1956, el club Once Estrellas no había sufrido un hecho tan doloroso como el incendio que el 12 de abril de 2014 afectó a diez cerros de Valparaíso, y que dejó gran parte de la parte alta del cerro La Cruz damnificada. El paisaje era desolador. Todo cenizas, incluida la sede del club, que hace pocos meses había terminado su remodelación y era un orgullo para socios y vecinos. La señora Rosa Rusque así describió en su momento el pesar: “Estos meses sin el club han sido de mucha soledad. A veces incluso pienso que ni siquiera nuestras propias casas se echan tanto de menos como este lugar”. Sin embargo, nueves meses después el recinto y la multicancha abrieron sus puertas, en gran medida por la ayuda que brindó la empresa Tresmontes Lucchetti y, especialmente, sus trabajadores. En un esfuerzo colectivo, como tantas otras veces, el 6 de enero de 2015 el club volvió a mostrar su emblemática fachada lila.


DIRECTIVA ACTUAL: Presidente: Nelson Aguilera Vicepresidente: Alejandro Gatillón Tesorera: Lucy Presmitta Director: Cristián Mengue Director: Jaime Morello

Estandarte.

Fotografía actual del Club.


INFANTIL


SENIOR

De pie, de izquierda a derecha: Enrique Flores, Pablo, Cacho, Ángel Gatillón, Cristián Ramírez, Franco Castro, Gabriel Zamora. Abajo, de izquierda a derecha: Andrés Ruz, Memo Nordenflych, Jonathan Allende, Sandy, Juan Ruz Entrenador: Víctor Rojas Senior Grupo A Argentinos Naylor 2 – 2 Once Estrellas Abelardo Contreras 3 – 2 River Chile Argentinos Naylor 7 – 1 River Chile Abelardo Contreras 1 – 2 Once Estrellas Abelardo Contreras 3 – 3 Argentinos Naylor Once Estrellas 4 – 0 River Chile

Posición Equipos

1° 2° 3° 4°

Once Estrellas Argentinos Naylor Abelardo Contreras River Chile

Semifinales Argentinos Naylor v/s Barrabases Once Estrellas v/s Deportivo La Cruz

Puntos

7 5 4 0

Goles favor

8 12 7 3

Goles contra

3 6 7 14

Diferencia

+5 +6 0 -11


SUPER SENIOR

De pie, de izquierda a derecha: Pablo Díaz, Luis Ramírez, Luis Pérez, Juan Abarca, Luis Arias, Eduardo Maulén.Abajo, de izquierda a derecha:César Santander, Nelson Contreras, Raúl Valdivia, Alejandro Varas, Eduardo Pérez. Técnico: Antonio Navales Ayudante: Víctor Rojas (en la foto) Super Senior Grupo A Argentinos Naylor 1 – 2 Once Estrellas Abelardo Contreras 4 – 2 River Chile Argentinos Naylor 4 – 5 River Chile Abelardo Contreras 0 – 3 Once Estrellas Abelardo Contreras 5 – 0 Argentinos Naylor Once Estrellas 0 – 2 River Chile

Posición Equipos

1° 2° 3° 4°

Abelardo Contreras Once Estrellas River Chile Argentinos Naylor

Semifinales Abelardo Contreras v/s Deportivo La Cruz Once Estrellas v/s Deportivo Cerro El Litre

Puntos

6 6 6 0

Goles favor

9 9 5 5

Goles contra

5 3 8 12

Diferencia

+4 +2 +1 -7


TERCERA

De pie, de izquierda a derecha: Camilo Soto, Nicolás, Ricardo Varas, Cristián Rojas, Cristopher Bernal, Felipe Varas. Abajo, de izquierda a derecha:Ezequiel Jaramillo, Patricio, Raúl Orellana, Jordan Castro Entrenador: Luigi Guerra

Tercera Grupo A Argentinos Naylor 5 – 0 Once Estrellas Abelardo Contreras 2 – 2 River Chile Argentinos Naylor 2 – 0 River Chile Abelardo Contreras 2 – 2 Once Estrellas Abelardo Contreras 2 – 3 Argentinos Naylor Once Estrellas 1 – 2 River Chile*

Posición Equipos

1° 2° 3° 4°

Argentinos Naylor Once Estrellas Abelardo Contreras River Chile 1 4

Semifinales Argentinos Naylor v/s Barrabases Once Estrellas v/s Deportivo La Cruz

Puntos

9 4 2

Goles favor

Goles contra

10 3 6

5

2 9 7

-1

Diferencia

+8 -6 -1


SEGUNDA

De pie, de izquierda a derecha: Fernando Gutiérrez, Raúl Cerezo, José Díaz, Ángelo Morello,Jorge Otto . Abajo, de izquierda a derecha: Sebastián Díaz, Arturo Morello, Jordan Castro, Pato,Matías Fuentes. Ausentes: Ismael Entrenador: Rodrigo Tello

Segunda Grupo A Argentinos Naylor 5 – 0 Once Estrellas Abelardo Contreras 3 – 0 River Chile Argentinos Naylor 2 – 1 River Chile Abelardo Contreas 2 – 0 Once Estrellas Abelardo Contreras 2 – 2 Argentinos Naylor Once Estrellas 7 – 5 River Chile

Posición Equipos

1° 2° 3° 4°

Argentinos Nylor Abelardo Contreras Once Estrellas River Chile

Puntos

7 7 3 0

Semifinales Argentinos Naylor v/s Deportivo Cerro El Litre Abelardo Contreras v/s Barrabases

Goles favor

9 7 7 6

Goles contra

3 2 12 12

Diferencia

+6 +5 -5 -6


PRIMERA

De pie, de izquierda a derecha: Jorge Otto,Josué Ramírez, Felipe Varas, Daniel Gatillón,Víctor, Luigi. Abajo, de izquierda a derecha: Richard Lazo, Carlos Díaz, Ronald Quevedo, Matías Riffo, Diego Ramírez Entrenador: Jorge Otto

Primera Grupo A Argentinos Naylor 5 – 0 Once Estrellas Abelardo Contreras 3 – 2 River Chile Argentinos Naylor 5 – 3 River Chile Abelardo Contreras 2 - 1 Once Estrellas Abelardo Contreras 2 – 4 Argentinos Naylor Once Estrellas 0 – 6 River Chile

Posición Equipos

1° 2° 3° 4°

Argentinos Nylor Abelardo Contreras River Chile Once Estrellas

Puntos

9 9 3 0

Semifinales Argentinos Naylor v/s Deportivo Cerro El Litre Abelardo Contreras v/s Deportivo La Cruz

Goles favor

14 7 11 1

Goles contra

5 7 8 13

Diferencia

+9 0 +3 -12


SEGUNDA



PRIMERA




PRIMERA, ONCE ESTRELLAS



SEGUNDA, ONCE ESTRELLAS


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