DICIEMBRE 2016 כסלו תשע"ז
TAPA
LA ABERRACIÓN DE LA UNESCO LA FÓRMULA MÁGICA PARA EDUCAR A TUS HIJOS LA FALACIA
EXTRAÑANDO A MI MADRE, REBETZIN ESTHER JUNGREIS
» Sección // Indice
ÍNDICE · 04 // EDITORIAL · 05 // HORARIOS Y SERVICIOS KEHILÁ
» ACTUALIDAD · 06// ACTUALIDAD CON ISRAEL · 07 // LA ABERRACIÓN DE LA UNESCO · 08 // EXTRAÑANDO A MI MADRE
» FESTIVIDADES
» NUESTRA KEHILÁ
» JUDAÍSMO DÍA A DÍA
· 13 // ACTUALIDAD BEYAJAD · 14 // VIVIENDO LA KEHILÁ · 16 // ACTIVIDADES DE LA KEHILA · 18 // CULTURA SEFARADÍ
· 24 // ACTUAL Y VIGENTE · 25 // INCLUYENDO A DIOS · 26 // ¿QUÉ ES KABALÁ? · 28 // LA FALACIA · 29 // SELIJOT · 30 // AVANCES DE OBRA
» FAMILIA · 19 // ¿NADIE LLORA POR ELLOS? · 20 // LA FORMULA MÁGICA · 22 // MAYIM BIALIK - MIKVE
· 10 // EL PLAN DE LA BATALLA DE JANUCÁ · 12 // LA ASIMILACIÓN Y EL ACEITE
STAFF
FIESTA DE LAS LUCES // R. Jonatan Fisher
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» EDITOR RESPONSABLE LIC. SEBASTIÁN HEMSY » COLABORADORES PROF. MA. ESTHER SILBERMAN DE CYWINER LIC. JONATHAN DITINIS » DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN BLACK & WHITE DESIGN GROUP · blackwhitedg@gmail.com · [ Lic. Jonathan Ditinis // Lic. Jonathan Villagra ] » EDITADA POR KEHILÁ SEFARADÍ TUCUMÁN 9 de Julio 625 San Miguel de Tucumán // Tucumán // Argentina CP 4000 / Tel // +54 (381) 4-200207 E-mail // sefaradi.tuc@googlemail.com
rimero quiero agradecer todas las personas que ayudan y trabajan para el éxito de nuestra Kehilá. Entramos ahora en los días de Janucá. Los dos milagros fueron la victoria de los macabeos sobre los romanos y el aceite de la menorá del Templo que duró ocho días en vez de uno. Dios pidió que hagamos el Templo para Él (éxodos 25:8) “ Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos” ¿Por qué Dios necesita una casa? Él no la necesita; el templo simboliza que Dios no es algo afuera del mundo sino que está con nosotros, y adentro de nosotros. Cada judío tiene una parte divina. Dice Rashi “no en medio de ellos pero habitaré dentro de ellos”. Debemos entender el potencial que cada de uno de nosotros tiene. ¿Cómo? Acercándonos a Dios con nuestra Torá y buenas acciones; todo lo que es bueno en el mundo. Janucá se llama la fiesta de la luz; simboliza esa gran luz que somos; somos la luz del mundo y hay que luchar contra la oscuridad. Roma era un pueblo muy material, lo físico era muy importante: tener poder, conquistar, corrupción, etc. Debemos ser la luz que da paz y tranquilidad, leyes y valores verdaderos y eternas. Esa es nuestra obligación como pueblo eligido; somos representantes de Él. ¿Cómo puedo cambiar la oscuridad que hay? Una pequeña vela en un espacio oscuro da luz, y ya no se puede llamar oscuridad. Ser las velas del mundo es el objetivo . Que Dios nos bendiga y nos dé todo para poder ser esa luz. ¡Januca Sameaj!
En recuerdo de Samuel Levy • Pag.03
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¿PARA QUÉ SE NECESITA UNA KEHILÁ? » Mensaje de la Comisión Directiva
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emos comenzado a celebrar la festividad de Janucá. Cuando Alejandro Magno llegó a Jerusalem en el año -332, milagrosamente, lo hizo en paz. Pero con el tiempo, luego de una o dos generaciones, ocurrió lo inevitable. El contacto social y cultural entre los judíos y los griegos en Israel era diario y permanente. La influencia de la atractiva cultura griega, su moderna tecnología y especialmente su sofisticada industria del entretenimiento (deportes, artes, teatro) hicieron un profundo impacto en los judíos de Erets Israel. Esta tendencia hacia la asimilación y el abandono del judaísmo ocurrió, como suele ocurrir en nuestros días, no porque los judíos fueron “forzados” a abandonar el judaísmo, como había ocurrido en otros tiempos, sino porque los griegos consideraban a los judíos como iguales. Y poco a poco muchos judíos abandonaron la Torá y se dejaron influenciar por la cultura griega, y su modo de pensar y de actuar. Así fue que en los tiempos de los jashmonaim, los héroes de Janucá ya existían dos campos muy diferenciados dentro del pueblo judío: aquellos judíos que se habían asimilado y los que seguían fieles a su legado ancestral. En esta generación que anhela cada vez más conseguir claridad, propósito y dirección, la infinita profundidad y sabiduría del judaísmo han comenzado a iluminar el camino de muchos. Somos una Kehilá que permanentemente trabaja para crecer, día a día. Lo que hacemos se debe al aporte de cada uno, con su esfuerzo, tiempo, y dinero. No recibimos dinero de entidades gubernamentales; no hemos recibido subsidios para ninguna actividad, sino de las donaciones de cada uno de los miembros de la comunidad. Tenemos muchos proyectos para seguir avanzando. Consideramos muy importante continuar con la ampliación edilicia. Y más importante aún es nuestra intención de crecer en miembros de la Kehilá; que sea una institución viva que contenga a todos. Para esto, necesitamos el aporte de todos y los invitamos a acercarse. Trabajamos para fortalecer la vivencia judía auténtica poniendo al alcance de todos las herramientas para llevar esta vivencia a la práctica, siendo esto imprescindible especialmente en momentos en que, igual que en la época de los Makabim, el peligro de perderse se encuentra tan presente, incluso impul-
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sado por judíos que se autodenominan “pluralistas”, pero que en realidad sólo buscan legitimizar la asimilación que ya han abrazado y provocan un daño irreversible. ¿Para qué se necesita una Kehilá? La respuesta: un judío no puede vivir solo o, mejor dicho, no puede realizar su misión en el mundo actual viviendo solo, pues gran parte de la Torá, del servicio al Creador, se lleva a cabo brindándose a sus semejantes y mirando más allá de las necesidades propias y particulares de uno. El milagro de Janucá, el aceite que duró siete veces más de lo que debería haber durado, también tiene mucho para enseñarnos hoy. Si seguimos el ejemplo de los jashmonaim y luchamos para preservar lo nuestro, nuestra Torá, y nos sacrificamos para no dejar que su luz se apague, Dios estará de nuestro lado. Y si nuestras fuerzas o talentos alcanzan solamente para encender una vela, Dios nos ayudará y nos dará la fuerza para que encendamos ocho. O quizás más. Quisiera agradecer especialmente a todos los que forman parte de la comisión directiva de la Kehilá, quienes con mucha dedicación y ningún interés más que el de la continuidad judía ponen de su tiempo y esfuerzo para llevar adelante esta sagrada tarea. ¡A toda la comunidad les deseamos jag haurim sameaj! Jag haurim sameaj!
HORARIOS Y SERVICIOS KEHILÁ · MINIÁN DIARIO » 7:30 hs · SHAJARIT DOMINGOS » 9:45 hs. · SHIUR PARA UNIVERSITARIOS // BEYAJAD » Lunes, martes y jueves 21:30 (Informes con Boris Kostzer) · SHIUR PARA UNIVERSITARIOS EN YERBA BUENA » Jueves 21:30 · SHIUR PARA HOMBRES » Martes 20:30 hs. · SHIUR PARA SEÑORAS » Miércoles 18:30
Sebastián Hemsy Presidente de la HCD » SHABAT · KABALAT SHABAT » Media hora después de las velas · SHAJARIT DE SHABAT » 9:45 hs. a continuación seudá. · SHIUR PARA MUJERES – PARASHAT HASHAVÚA » una hora antes de minjá · MINJÁ DE SHABAT » Una hora antes de la puesta del sol · TODOS LOS SHABATOT DEL AÑO » Seudá shelishit seguida de arvit y havdalá
· MIKVE PARA MUJERES » disponible todas las noches del año, con turnos. (Para más información > Ruthy Teplitzky) · TEVILAT KELIM (MIKVÉ PARA UTENSILIOS) » Disponible todo el año · TALMUD TORÁ » Lunes y miércoles de 16 a 19 hs
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LA ABERRACIÓN DE LA UNESCO
ACTUALIDAD CON ISRAEL
» Por Pilar Rahola
Netanyahu: “Es como decir que China no tiene relación con la Gran Muralla o que Egipto no la tiene con las Pirámides” A continuación los invitamos a hacerse unas reflexiones fundamentales sobre lo que está ocurriendo en la actualidad con Israel y el Pueblo Judío.
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or más que algunos de los adversarios del Estado de Israel sigan intentando camuflar sus posiciones e intenciones verdaderas, las cartas ya están sobre la mesa; nos quieren quitar nuestro derecho a la tierra de Israel como un Estado judío. Los esfuerzos de deslegitimización a todo nivel apuntan a convencer al mundo de esto. La presión mediática es el arma preferida. Los principales gestores de esa propaganda son del mundo islámico radical, voces de la izquierda europea y jóvenes universitarios que encuentran conveniente la causa. El grupo del islam radical quiere castigar al pueblo judío por haber tenido la audacia de volver a establecer su hogar ancestral en lo que él considera un sector propio y exclusivo. Las voces de la izquierda europea protestan contra nuestra insistencia de formar un país como un estado judío en un lugar del mundo tan conflictivo. Dicen que si el argumento por el Estado de Israel es tener un lugar seguro para los judíos, por qué no seguir en sus comunidades alrededor del mundo donde las sociedades modernas occidentales los acojan y permitan que expresen su cultura abiertamente. Por qué es necesario radicarnos justamente ahí y, por último, por qué insistir en que sea un Estado judío. El mundo nos está desafiando a repensar ese sueño milenario hecho realidad y el lugar que ocupa en nuestras vidas.
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Es necesario consensuar nuestro relato entonces. ¿Somos un pueblo/nación o una religión? O sea, ¿somos un pueblo que se expresa y se potencia por nuestra religión, o somos una religión que ha formado un pueblo? ¿Qué significa la tierra de Israel para nosotros? ¿Es un medio para un fin o un fin en sí mismo? Partamos con una definición de pueblo y veremos que calza con nuestra historia. Un grupo de personas conscientes de su propia identidad, con una asociación con una tierra o territorio, en busca de la autodeterminación y gobierno propio, que poseen un lenguaje común, tradiciones y costumbres comunes y una historia común. Sentado esto, debemos primeramente encaminar nuestros esfuerzos principalmente hacia adentro; hacia nuestras comunidades, vecinos, amigos y familia. De hecho, este punto está claramente reflejado en un Midrash increíble (Citado en el primer comentario hecho por Rashí) que indica que se nos entregó una gran parte del libro de Bereshit sólo para convencernos que, a pesar de los constantes reclamos y ataques contra la legitimidad de nuestra pertenencia ahí, nosotros, el pueblo de Israel, poseemos un derecho divino a la tierra. Desde nuestra historia común leemos en la Torá que a Avraham Avinu se le encargó una misión, que implicaba una bendición y una
tremenda responsabilidad: “Viaja a la tierra que te mostraré… y Yo te haré en una gran nación…”. Desde ese entonces nos consideramos un pueblo, un “am”, que nace de una tierra llamada Canaán, y donde Abraham y sus descendientes viven sus vidas, consistentes con su misión; hacen esfuerzos para asentarse e incluso comprar derechos soberanos en la misma. Desde esa época, nunca nos hemos olvidado y siempre nos hemos esforzado para asegurar que la centralidad de Erets Israel, como ingrediente fundamental en la formación y expresión del pueblo judío, sea una realidad. Somos un pueblo, y como tal merecemos una tierra por definición. La cuna de nuestra existencia se encuentra en el contexto de la relación nación-tierra; un hecho que las demás religiones monoteístas no comparten. Un individuo puede vivir deambulando, sin peligrar su escencia, mientras que un “am” sin tierra carece de su definición intrínseca y su capacidad de cumplir con su destino. Al identificarnos como un pueblo, sentiremos que nuestra tierra no es negociable. Tenemos que reencontrar nuestro especial relato como pueblo. Al tener un entendimiento común sobre nuestra definición como pueblo, estaremos fortaleciendo nuestra identidad de la manera más significativa: a través de la unidad.
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La Unesco se ha convertido en un teatro del absurdo”. Con esta contundente declaración, el primer ministro israelí Bibi Netanyahu ha mostrado su indignación por una de las decisiones más aberrantes que ha tomado este organismo dependiente de la ONU, en toda su historia. El relato de la aberración es el siguiente: el consejo ejecutivo de la UNESCO, compuesto por 58 países, ha aprobado una resolución que niega cualquier vínculo del judaísmo con el Monte del Templo, y lo relaciona exclusivamente con el Islam. Solo seis países votaron en contra, 24 a favor y 26 se abstuvieron, entre ellos España, que se ha cubierto de gloria. De esta manera, pues, tan “democrática”, el organismo que debe velar por el patrimonio cultural de la humanidad, acaba de zamparse miles de años de historia y, por el camino, ha despreciado el lugar más sagrado del judaísmo. Dicho nuevamente por Netanyahu, “es como decir que China no tiene relación con la Gran Muralla o que Egipto no la tiene con las Pirámides”, y Nir Barkat, alcalde de Jerusalén, remata con gran enfado, “¿votaría la UNESCO rechazar la conexión cristiana con el Vaticano?”. A partir de aquí, el escándalo obliga a algunas conclusiones que no son alentadoras. La primera, que la UNESCO ha sucumbido a la presión política de manera tan burda, que ya no esconde su parcialidad. Esta resolución es una barbaridad cultural, un atropello religioso y un acto de antisemitismo elevado al cuadrado, especialmente abominable porque se
hace con el sello de Naciones Unidas. A pesar de que he escrito muchas veces que la ONU es un organismo fallido, repleto de dictaduras atroces que dominan su asamblea general, y con una cantidad tan ingente de resoluciones inaceptables, que lo alejan definitivamente de sus ideales originarios, nunca habría imaginado que se usara la UNESCO para consolidar el desastre. Ya no se trata solamente de jugar reiteradamente a favor de los países árabes, en su conflicto eterno con Israel. Ahora usan al organismo que teóricamente tiene el mandato de proteger el patrimonio universal, para aniquilar la memoria judía. No es que los judíos no tengan derecho a un estado propio, que los proteja jurídicamente. Es que ahora no tienen derecho ni a su pasado. Horrible. ¿Cómo podremos creer en la UNESCO a partir de ahora? ¿Dónde situaremos su credibilidad, si son capaces de desvincular el lugar más sagrado del judaísmo, allí donde se sitúa la piedra del sacrificio de Isaac, y donde el rey David construyó un santuario para albergar el Arca de la Alianza, de su propio pueblo? Resulta realmente desalentador comprobar cómo, los organismos que nacieron para unir al mundo, defender la libertad y proteger su patrimonio, se han convertido en patéticos títeres que bailan al son de dictaduras tan sobrecargadas de dinero como faltas de toda vergüenza. Y así quedan, como deshechos de lo que un día fueron. Este artículo apareció originalmente en LaVanguardia.com
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EXTRAÑANDO A MI MADRE
LA REBETZIN ESTHER JUNGREIS » Por Slovie Jungreis-Wolff
Para el mundo ella era una sobreviviente y una innovadora visionaria. Para mis hermanos y para mí era nuestra madre, que siempre estaba allí para nosotros.
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stas son las líneas que más me cuesta escribir. Hoy me levanté de la shivá por mi querida madre, la Rebetzin Esther Jungreis. Durante siete días abrí la puerta frontal de la casa de mi madre, esperando que ella me recibiera con su hermosa sonrisa. Entré a su cocina, donde había fotos de sus hijos, nietos y bisnietos colgadas en las murallas. La busqué, pero su silla estaba vacía. El dolor aún es palpable. ¿Dónde esta mi hermosa Ima? Para el mundo ella era la Rebetzin. Una increíble alma judía. La dinámica, visionaria, sobreviviente de Bergen-Belsen, fundadora de Hineni, carismática charlista que repletó el Madison Square Garden, la pionera del mundo del kiruv, y una mujer temerosa que viajó alrededor de todo el mundo encendiendo la llama que, de acuerdo a ella, se encuen-
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tra dormida en el interior de todo judío. Durante el período de la shivá conocimos personas que vinieron desde muy lejos para compartir sus historias de conexión. Algunos hablaban sobre sus bendiciones, que traían hijos y sanación; otros hablaban de sus enseñanzas de Torá, que ayudaron a llevar paz a sus familias divididas. Parejas que se conocieron gracias a mi madre compartieron con nosotros fotografías de sus hijos e hijas, trayéndonos mucha alegría. Hombres y mujeres contaron increíbles historias sobre cómo fueron inspirados por ella para descubrir el judaísmo y dejar atrás la asimilación. Mis lágrimas se unieron a las de aquellos que vinieron a ofrecernos consuelo. Ellos intentaron hablarnos sobre mi madre, pero
muchos simplemente no podían hablar. El dolor era demasiado. Una y otra vez escuche decir: "Perdimos a nuestra Bobe", "Perdimos a nuestra Ima de Torá".
Cuando la íbamos a visitar, Bubba insistía en acompañarnos hasta la puerta. Le dábamos un beso y le decíamos adiós. Mi madre ponía sus manos sobre nuestras cabezas y nos daba su bendición. Siempre derramaba una lágrima. Una vez que estábamos afuera, nos llamaba y decía: "Una última bendición; mientras siga viva, siempre vuelvan por una última bendición". Cuando ya emprendíamos camino, nos volteábamos y Bubba seguía parada allí. Sus labios se movían. Estaba susurrando bendiciones. Se despedía haciendo señas con su mano, y nosotros le hacíamos una seña a ella, poco antes de que su imagen no fuera más que un punto a la distancia. Pero nosotros sabíamos que ella no se había movido. Seguía observándonos, sin perdernos de vista. En sus labios constantemente había plegarias. Cuando mi madre era una niña pequeña, antes de que comenzaran las deportaciones a los campos de concentración, algunos jóvenes judíos habían sido tomados para trabajos forzados. Szeged, el pueblo de mi madre, era un lugar de escala. Zaydah, mi abuelo, era el rabino del pueblo, así que el hogar de mis padres se volvió básicamente un refugio. Poco después fueron llevados lejos. Estos hombres eran forzados a vestir brazaletes amarillos que los identificaban como judíos. Pero en la mesa de mis padres se transformaban. Estudiaban Torá y eran envueltos con amor. Los brazaletes amarillos de la vergüenza se volvieron brazaletes de honor. Cuando llegaba la hora de partir, Zaydah ponía sus manos sobre la cabeza de cada uno de ellos, lloraba y les daba su bendición. Entonces los acompañaba a la puerta y susurraba bendiciones hasta que se perdían de vista. Desde las cenizas, mi madre trajo las bendiciones de Zaydah a casa para nosotros, la siguiente generación. El libro de Salmos de mi madre está raído, sus páginas están desgastadas, llenas de sus
lágrimas. ¡Cuántas veces la llamamos con nuestros problemas, pidiéndole que hiciera retumbar los cielos con sus plegarias! Cada vez que una nieta entraba en trabajo de parto, era a Bubba a quien llamaba. "Ima, por favor reza", le pedíamos sin importar la hora. ¿Quién rezará por nosotros ahora? ¿Quién nos bendecirá? ¿Quién verá el milagro oculto que hay en cada uno de nosotros? Cuando mi madre te veía, veía más allá de tu cuerpo: Veía tu alma, el 'pintele yid'. A pesar de que yo era una pequeña niña, siempre recordaré cuando estaba en Madison Square Garden con miles de judíos de todos los tipos. Mi madre proclamó con pasión: "En todo judío hay una chispa, un destello de luz, una pequeña llama. Y si lo deseas, esa pequeña llama puede transformarse en un gran fuego del cual emergerá la palabra Hineni, 'aquí estoy' Dios mío. Hijos míos, shuvu banim, vuelvan a casa. Mi madre trajo a la nación judía de vuelta a casa con su amor e inquebrantable creencia en Dios. Las llamas del Holocausto que consumieron a nuestros bisabuelos, abuelos, tías, tíos y primos sólo fortalecieron su convicción. Cuando nuestros hijos eran más grandes, todos los primos se iban a dormir a la casa de mis padres para Shabat. El viernes por la noche, luego de la cena, corrían rápidamente por las escaleras y se ponían sus pijamas. "Bubba, cuéntanos una historia de cuando eras pequeña". Mi madre les contó sobre la vez que estaba en el gélido frío de Bergen-Belsen, llena de miedo, con sus ojos pegados al piso. Entonces puso su mano en su bolsillo y sintió un pedazo de papel. De alguna forma su padre se las había ingeniado para poner las palabras del Shemá en su bolsillo. "Era tan sólo un pedazo de papel, pero me decía que no estoy sola, que mi Dios vivía. Lentamente levanté mis ojos".
Mi madre nos conectó a nuestras raíces. Nos hizo entender que si no sabemos de dónde venimos, no podemos saber hacia dónde vamos. Nos enseñó cómo vivir con esperanza. Creó un legado de emuná, de fe pura. Hizo que fuera parte de mí saber que no importa cuán oscuros sean los tiempos, somos una nación de milagros. Dios nos cuida. Nunca dejes de creer. Nunca temas. No importa cómo caíste allí, no hay nada que nos separe de Dios. Ima, mi corazón está lleno. Extraño escuchar tu voz. Tu puesto en mi mesa de Shabat espera por ti. Añoramos tus bendiciones. Gracias Ima por tu ejemplo. Intentaremos esparcir tu luz y continuar con tu misión. Y por favor, Ima, reza por nosotros desde los cielos, porque todos nosotros somos tus hijos. Este artículo también puede ser leído en: http://www.aishlatino.com/iymj/mj/Extranando-a-mi-madre-la-Rebetzin-Esther-Jungreis.html ¿Te gustó lo que leiste? Como una organización sin fines de lucro, AishLatino.com depende de lectores como tú que nos permiten seguir desarrollando artículos relevantes y significativos. Únete a AishLatino.com y ayúdanos a seguir inspirando diariamente a miles de personas alrededor del mundo. Realiza una donación segura en: https://secure.aish.com/secure/donate_to_aishlatino.php o envía un cheque por correo a AishLatino.com: 1 Western Wall Plaza, P.O.B. 14149, Old City, Jerusalem, ISRAEL Derechos Reservados © 1995 - 2016 AishLatino.com - http://www.aishlatino.com
Una gran luz se ha extinguido. Nuestro mundo es un lugar más oscuro. Para mis hermanos y para mí, la Rebetzin era nuestra Ima. Era mi madre, que siempre estaba allí para mí, que me amaba, guiaba y que me dio la vida. Después del parto de cada uno de mis bebés, yo volvía a casa y mi madre los mecía hasta dormirlos mientras les cantaba el Shemá. Para nuestros hijos y nietos, ella era la 'Bubba'. ¡Cuánto nos amaba y cómo hacía sentir a cada niño como si fuera su favorito!
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EL PLAN DE BATALLA DE JANUCÁ » Por Rav Najman Zakon
Cuatro lecciones eternas de los macabeos para asegurar la continuidad del pueblo.
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Cuál es la fórmula para tener un futuro judío saludable? ¿Qué debería hacer la comunidad para asegurar la continuidad del judaísmo? ¿Qué decisiones debemos tomar para garantizar que nuestros nietos sean judíos? Hay quienes invierten millones de dólares en investigación y en programas para encontrar las respuestas a estas preguntas; para encontrar la fórmula correcta. Y mientras continúan las investigaciones para descubrir la poción mágica que evite que hayan más víctimas de la asimilación, encendemos nuestras velas de Janucá y nos preguntamos: ¿Qué celebrará la próxima generación, Janucá o Navidad? ¿Por qué la gente tiende a buscar en todos lados menos en su propia casa? El pasado es la base de nuestro futuro; un plano detallado para garantizar la continuidad judía fue establecido hace mucho tiempo: la festividad de Janucá. Los macabeos fueron los primeros judíos que tuvieron que enfrentarse al fenómeno de la asimilación comunitaria. Los helenistas (judíos que aceptaban la cultura griega) ayudaban e incitaban a los sirio-griegos en su batalla para destruir el judaísmo y convertir al Templo Sagrado de Jerusalem en un lugar para la idolatría griega. Los macabeos se mantuvieron firmes en contra de todos los pronósticos, derrotando a los sirio-griegos y reinaugurando el Templo. Imagina lo que hubiera pasado si los helenistas y los sirio-griegos hubiesen ganado, derrotando a los macabeos e imponiendo su perspectiva pagana sobre los judíos. El resultado habría sido la desaparición del judaísmo (tampoco hubiese habido cristianismo ni islamismo, ya que ambas son ramificaciones posteriores del judaísmo). Después de la victoria de Janucá y del mi-
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lagro del aceite, los líderes judíos de ese tiempo formalizaron la conmemoración del milagro de las luminarias. Crearon una lección eterna que conservaría la identidad judía para las generaciones siguientes y que sirve como fórmula para asegurar la continuidad judía hoy en día. 1 » Judaísmo activo Las leyes de Janucá ordenan el encendido de una menorá en cada hogar judío. La continuidad judía necesita un hogar que sea activamente judío. El impacto que tiene en nuestros hijos ver las velas de Shabat, comer la jalá, masticar la matzá y, por supuesto, el brillo de las velas de Janucá, dejan recuerdos valiosos y conexiones positivas que duran para toda la vida. 2 » Mostrar el orgullo de ser judío Las velas se deben encender en un lugar en el que todo el mundo pueda verlas, generalmente en una ventana que de a la calle. No hay culpa. No escondemos nuestra identidad. Las luces de la menorá de Janucá le anuncian al mundo que aquí vive una familia judía orgullosa de su legado. ¿Quieres tener nietos judíos? Sé judío abierta y ruidosamente. Recuerdo la histórica firma del tratado de paz de Camp David con Egipto. Cuando fue el turno del Primer Ministro Israelí Menajem Beguin, éste se puso una kipá en la cabeza y, frente a las cámaras de todo el mundo, recitó uno de los salmos del Rey David. No olvidemos la política de El Al de no viajar en Shabat o la invaluable canción de Janucá de Adam Sandler. Abierto y ruidoso orgullo judío. No hace falta que seas un líder mundial ni una celebridad para anunciarles a los
demás (particularmente a tus hijos, que están mirando cuidadosamente cada cosa que haces) que estamos orgullosos de ser judíos. Cada familia judía que enciende las velas en su ventana afirma esa idea. 3 » Educación judía La palabra hebrea para Janucá comparte la raíz con la palabra jinuj, educación. Un componente crítico del plan macabeo para la continuidad judía es iluminar nuestra vida judía con sabiduría y conocimiento de la Torá. Alienta a todos los miembros de la familia, jóvenes y adultos, a encender su propia menorá. Cada uno hace su parte agregando otra vela y más luz, es decir, incrementando su propio conocimiento de judaísmo cada noche de Janucá. 4 » Conexión con Israel La menorá de Janucá es un recordatorio de la menorá de oro de siete brazos que estaba en el Templo Sagrado de Jerusalem. Adonde sea que lleguen nuestras menorot con su luz, en todas las tierras por las que los judíos han vagado, nos conectamos con Jerusalem y con Israel como nuestra tierra patria. El sevivón es un juguete, pero también tiene su mensaje. Las letras hebreas grabadas en la perinola representan la frase hebrea nes gadol haiá sham, un gran milagro ocurrió allí, en Jerusalem. Nuestro amor y apoyo a la Tierra de Israel les da a nuestros hijos una forma clara y tangible para conectarse con su identidad judía. La guerra contra los helenistas y los sirio-griegos no fue fácil; hoy en día, la batalla por la continuidad judía tampoco lo es. Utilicemos estos cuatro puntos de Janucá como un plan de batalla e incitemos la acción, el orgullo judío, la educación judía y la fuerte conexión con Israel. En nuestra lucha por asegurar la continuidad judía, observamos las velas de Janucá y vemos un futuro más brillante.
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LA ASIMILACIÓN Y EL ACEITE DE JANUCÁ » Por Rav Benjamin Blech
Entendiendo el significado de la batalla de Janucá, una guerra como ninguna otra.
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l aceite es quizás el líquido más políticamente incorrecto de todos. Simplemente se rehúsa a resignar su singularidad. Si el aceite fuese una persona, de seguro sería condenado por su necia renuencia a mezclarse con los demás. Prefiere permanecer distante, separado y distinto. Mézclalo con agua y se mantendrá separado, conservando su identidad propia. No importa cuánto trates, el aceite se mantendrá siempre fiel a su esencia y nunca se asimilará. Quizás es por eso que mereció ser el símbolo principal del milagro de Janucá. Cuando celebramos la victoria de los macabeos sobre los griegos, debemos recordar lo que estaba realmente en juego en esta gran confrontación. Esta guerra fue distinta a cualquier otra guerra; no fue para conquistar más territorio, ni tampoco para capturar más riquezas o cuerpos. Esta guerra fue, principalmente, un conflicto entre dos formas completamente diferentes de entender el mundo. La historia de Janucá es sobre un choque de culturas. Los griegos no querían matar a los judíos. Su intención no era el genocidio de un pueblo, sino que era en cambio una batalla en contra de quienes amenazaban su compromiso al hedonismo, su amor por el cuerpo y su obsesión por las competencias atléticas para probar quién valía más. En estas cosas los griegos encontraban la belleza – y el significado mismo de la vida.
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Keats describió muy bien el ideal griego en su magnífico poema ‘Ode On a Grecian Urn’: Porque la belleza es verdad y la verdad es belleza, eso es todo lo que sabes y todo lo que necesitas saber. Lo que los griegos adoraban era la santidad de la belleza. En cambio lo que los judíos querían enseñarle al mundo era la belleza de la santidad. Fue la batalla entre estos dos ideales lo que definió la guerra de los macabeos. Es triste, pero hubo judíos que fueron seducidos por las seductoras artimañas del secularismo y abandonaron su antiguo legado. Vendieron sus bendiciones por un ‘plato de lentejas’. Renunciaron al mensaje de los profetas por la gloria de los juegos. Eligieron la recompensa pasajera del cuerpo por sobre las bendiciones eternas del espíritu. Son conocidos como los helenistas. Se asimilaron – y no se volvió a oír sobre ellos desde entonces. La victoria de los macabeos fue el triunfo de quienes ejemplificaron la característica única del aceite y se rehusaron a asimilarse, eligiendo en cambio permanecer fieles a nuestra misión de traer al mundo la visión moral del judaísmo. Eso es lo que hace que la historia de los Macabeos sea tan importante en nuestros tiempos. Hace un tiempo hubo un amargo debate sobre una provocativa campaña publicitaria promocionada por un ministerio israelí. Parece que el Ministerio de Absorción pensó que sería buena
idea convencer a los expatriados israelíes que viven en Estados Unidos de volver a su país, dramatizando el riesgo de asimilación de sus hijos y nietos en la diáspora. Los avisos promovían la idea que vivir fuera de la tierra judía amenazaba su lazo con el pasado, la tradición y la cultura judía. Eso generó grandes discusiones. Un importante orador judío declaró: "No creo haber visto nunca una demostración israelí de desprecio hacia los judíos norteamericanos tan obvia como esos avisos". Los críticos atacaron la campaña, considerándola un ataque vicioso "al judaísmo" de todos los que están fuera de Israel. La ira era tan fuerte que la campaña fue retirada de inmediato. Obviamente estos avisos tocaron un nervio muy delicado. Perfectamente podría ser visto como una gran calumnia sobre la posibilidad de una vida judía fuera de Israel; la reacción, sin embargo, demostró claramente el gran miedo que genera la idea de la asimilación. Y si los avisos estaban equivocados por la forma en que parecían diferenciar entre la vida en Estados Unidos e Israel, su mensaje igualmente debería ser reconocido como una advertencia para todos los judíos, independiente de dónde estén viviendo. Porque al final de cuentas, después de más de 2.000 años, el espíritu de los macabeos pareciera estar perdiendo su batalla para evitar que los judíos se asimilen abrazando ferviente-
mente la cultura secular y su ideología. Los griegos nos dieron las olimpíadas. En una ironía que desafía toda lógica, los macabeos, que pelearon por la supremacía del Templo sobre el estadio deportivo, fueron elegidos como el nombre para las Macabiadas, el evento judío internacional similar a las olimpíadas que se realiza en Israel cada cuatro años. Las competencias atléticas son una opción excelente para la recreación física. Pero dejan de ser admirables cuando se apoderan de nuestras vidas, como tantas veces lo hacen, no sólo en el ámbito profesional sino que incluso en los contextos universitarios. Por favor no malentiendas lo que estoy diciendo. Los eventos deportivos están bien si son entendidos como complementos de una vida espiritual. Pero cuando se convierten en un fin en sí mismo, adoptamos un valor ajeno y nos asimilamos. La asimilación hoy en día tiene muchas formas.
Nos hemos asimilado cuando lo único que queremos hacer es salir de fiesta, y nunca rezar Nos hemos asimilado cuando lo único que nos importa es cómo nos vemos por fuera, y no lo que sentimos por dentro. Nos hemos asimilado cuando nuestros objetivos más grandes son la fama y la fortuna, en lugar del amor y el aprendizaje. Nos hemos asimilado cuando lo que más queremos es ser envidiados por los demás, en lugar de ser valorados por Dios. Nos hemos asimilado cuando nuestro objetivo principal es acumular más bienes, en lugar de simplemente ser buenos. Nos hemos asimilado cuando estamos mucho más interesados en nuestra herencia que en nuestro legado, en lo que obtenemos del pasado que en lo que le damos al futuro. Nos hemos asimilado cuando vemos a nuestros hijos como cargas en lugar de bendiciones, y cuando creemos que lo mejor que les podemos
dar son bienes en lugar de valores. Nuestra tradición nos enseña que debemos reverenciar la belleza de la santidad. Es por eso que los macabeos lucharon, confrontando una cultura ajena que enfatizaba el cuerpo por sobre el alma, lo material por sobre lo espiritual. Ese sigue siendo nuestro desafío. Al igual que el aceite en la historia de Janucá, por ningún motivo debemos asimilarnos. Al traer una luz aún más brillante a nuestros hogares cada noche con su respectiva llama, afirmamos nuestra creencia de que tendremos éxito. Conservamos la singularidad que nos permitió no sólo sobrevivir, sino también ser quienes transportan la antorcha de la moralidad y la civilización para toda la humanidad.
ACTUALIDAD BEYAJAD
Encuentro mundial Olami Summit, São Paulo » El pasado mes de noviembre miembros de la Kehilá participaron del Olami Summit en São Paulo, el primer encuentro internacional de jóvenes judíos e instituciones donde participaron más de mil personas, con invitados especiales de renombre mundial entre ellos el Gran Rabino de Israel, Israel Meir Lau, el rabino y autor Akiva Tatz. Disfrutaron de un shabat y varias capacitaciones junto a jóvenes de todo el mundo. Se presentó un proyecto que tuvo una buena recepción frente al jurado y los cientos de jóvenes que los vieron.
Viaje a Israel » Son varios los jóvenes de la Kehilá que viajarán estas vacaciones a Israel a profundizar sus conocimientos y vivencias del judaísmo. Viajan a la yeshivá Aish Hatorá Jerusalem Yeizel Katz, Javi Gurevich, Jony Ditinis y Gustavo Stisman. Las chicas, por su parte, van a la midrashá Ayelet Hashajar, también en Jerusalem: Paula Spiner, Mica Druck, Flor Bercovich, Shirly Fridrij y Martina Zeitune. ¡Les deseamos buen viaje y que disfruten mucho!
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VIVIENDO LA KEHILÁ » Por Hernán León
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ábado 9 am asoman en mi pieza mis viejos y me levantan. Hago mode ani, netilat, bircot a shajar y bajo a desayunar. Me esperan en la mesa mi taza, el cacao, azúcar y leche con una galletitas Suceso (tengo un niño interno todavía al cual alimentar). Termino todo, me alisto y salgo para la Kehilá: San Juan > Maipu > Córdoba > Muñecas/ Buenos Aires > San Lorenzo (cuando me acuerdo despierto a Jony) > 9 de Julio. Llego y en la puerta espera siempre sonriente el querido Franco (si es que no se durmió) -por las tarde/noches está el "flaco" buena onda del Policía. Paso por cocina y algún chiste le tengo que hacer a la Sandrita o
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Lorena, dependiendo quien este. En el patio los ves a los 3 fantásticos (Echi, Salomón y Fede) divertirse con lo que tienen a mano y si pudieran harían estallar la casita, a Benja que no para un segundo y le sigue el ritmo a los más grandes, a Rafi que me saluda con un pulgar para abajo con una gran sonrisa, a las princesas Sofi, Shirly, Tami, Naomi y Maia divertirse en los jueguitos, a Neti con la Alllliziia, a Einat y su inentendible vocabulario (Naomi y Bruno son los únicos que algo captan), a Mica que no abre la boca, se va sumando Bini de a poco, Mordejai y sus gritos (a mi me huye, no sé por qué), Dbora y su carita de angel, Brumi y su risa por cualquier cosa.
lestos de la Kehilá. Daniel Blanca (12), igual de serio que el padre, pero le das el pie y te carga por cualquier cosa. Alex Literat (13), lo que digas o hagas, él te mete un comentario relacionado al fútbol. Donde esté ubicado el fichero lo encontras a Santiago Blanca (14), alguna vez me gustaría entender todo lo que tiene ahí. Por otro sector se ubica David Keter (15), el hincha decano como yo, otro de los que le pone Kavaná a la tefilá como Jorge. Maxi (16), mi primo, otro que te carga por todo, tiene una lengua filosa y es de los más generosos, lo más destacable de él es su puntualidad. Seba (17) y Eze Teplitzky (18), dos personas predispuestas a ayudarte en todo, siempre están contentos, son personas muy queribles. Al excéntrico Bruno Grignola (19), prestale atención porque siempre tiene look distinto (vestimenta, corte de pelo o lo que se le cruce por la cabeza ese día). Jony Ditinis (20) una de las cabezas de BeYajad, el amigo con el que empezamos el camino de la Torá y una persona bondadosa, siempre se lleva algún jóven a cenar a su casa o les indica la página si los ve perdidos. Yeizel Katz (21), el extranjero de la Kehilá, una persona con un sentido del humor único, 5 minutos con él es una risa eterna, se lo va a extrañar ahora
que se fue de Tucumán. Ioav Ditinis (22), el menor de los hermanos y del minian, al que todos los niños lo buscan y el que siempre tiene energías para todo. Y la última silla (23) la dejé para alguien especial de la Kehilá, un ser que se lo va a echar mucho de menos: Albertito Dahan, entraba diciendo “saludoso amigo” y al toque estaba Fernando para ponerle el Talit y acercarle un sidur, todos se acercaban para ayudarlo a subir a cantar “Imloj”, el “Ein Keloheinu” sigue sonando por la Kehilá en sus dos versiones y los tangos de la seuda se extrañan. Agradezco a la Kehilá por ser siempre tan cálida y acogedora, por siempre brindar el máximo por cada Yehudí que se acerca. Y pido disculpas si ofendo a alguien, pero simplemente es como yo los veo a Uds y las palabras son de corazón. Me pongo de pie, voy detrás del matafuegos (24), mi lugar para hacer tefila, y comienzo la Amida. *Aclaración: los números al costado de cada nombre son para mostrar su ubicación habitual en el Templo (agradezco a Miri Wolf por el croquis del mismo).
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su soporte para libros que le regaló Zaed y al cual nunca le faltan caramelos (mamelos según Einat) para los niños y bajo el ala tiene un whisky para los mayores a la hora de la Seuda. Moises Levy (3), el de los cumpleañitos los días viernes (no se le pasa uno) y que saluda con gran respeto y buena onda a todos. En otro sector se ubica Jorge Blanca (4), una persona admirable, desde que entra al Templo hasta que se va no abre la boca, un gran ejemplo de cómo hacer tefilá. Daniel Cohen (5), el Cohen de la Kehilá, me encanta como apadrina a todos los cohanim que se acercan a rezar, a veces quisiera ser por un día para recibir ese trato especial. Rafael Blanca (6) un hombre serio pero agradable para charlar. Otro gran ejemplo de persona es José Teplitzky (7), simpático, recto y excelente persona. Seba Hemsy (8), te espera con una sonrisa y sabes que algo se viene, en mi caso me pega por lo bajo y cuando aparezco con camisa -algo raro en mi- algún chiste me tira. Itzik Gargui (9), todas las cualidades de líder, hay que prestarle atención en el Kadish previo a la Amidá y saludarlo. Javier Beraja (10) siempre elegante y serio, de a poco lo voy conociendo. Fernando Elgart (11), una persona de gran corazón y otro de los mo-
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¡Por fin en el Templo! Agarro el Sidur (Birkat Shlomo), un talit (si es sábado a la mañana), saludo al Rab, luego a todos los presentes y enfilo para el fondo. Presto atención a cada uno de los presentes, observo su ubicación y personalidad, cada uno tiene algo distinto, pero que muchas veces es complementario y hacen de tu experiencia en la Kehilá algo increíble: El Rab Fisher (1) con un gran carisma te recibe sentado frente al “atril” donde tiene más de 250 fotocopias de la drasha y algunos libros, no logro entender cómo entran tantas cosas en ese pequeño lugar. David Levy (2), si no está sentado en su butaca de siempre, lo encontrás parado a la par de la Teva con
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CULTURA SEFARADÍ
¿NADIE LLORA POR ELLOS? » Por Daniel Oppenheimer
De la mano de la profesora Ma. Esther Silberman de Cywiner, adelantamos un avance de su nuevo libro “Saberes y sabores de Sefarad”, que fue presentado en noviembre.
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a publicación de Saberes y Sabores de Sefarad materializa un anhelo que surgió década atrás y que fue tomando forma paso a paso en la investigación del patrimonio cultural sefardí en el Tucumán de ayer y de hoy. Saberes nos remite no sólo al ámbito sefaradí, pues éste hunde sus raíces en la historia del pueblo hebreo: su religión y fe, sus leyes y costumbres, sus representaciones y símbolos. Los avatares por los que ese pueblo pasó fueron la causa de exilios, destierros y migraciones forzosas a tierras distantes, con otras lenguas, creencias y hábitos diferentes. Sefarad –España–, fue uno de esos destinos; y allí convivieron con la cultura cristiana y morisca, hasta su destierro defi nitivo en 1492, por el decreto de los Reyes Católicos. Sabores alude al centro mismo de la culinaria que caracteriza hoy y ayer, la esencia de lo sefaradí. Bien lo expresan las palabras del gran antropólogo Claude Lévi-Strauss cuando dice que “la cocina de una sociedad es un lenguaje al que traduce inconscientemente su estructura”. El lector curioso hallará en esta obra valiosa información sobre la alimentación y todo lo referente a modos de preparación, conductas diferentes en el consumo, dietas y ayunos, comidas rituales, según la liturgia y su significado cabalístico para los hebreos. Finalmente, hallará un repertorio variado de platos típicos de la cocina sefardí y judeo árabe en versiones recogidas de numerosos informantes y otras fuentes. Esta obra contribuye al rescate y preservación de los jirones dispersos de la lengua y cultura sefardí, "patrimonio de la humanidad", como lo declarara la UNESCO.
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n grupo de alumnos de un colegio de la “red escolar judía” local viajó a Bariloche para celebrar su egreso de la escuela. Un punto importante y obligatorio en su itinerario constituye el festejo en un sitio de bailes. En esta oportunidad, se encontraron con otro grupo de jóvenes, pertenecientes a una escuela de idioma alemán que lucían insignias nazis antisemitas. Este hecho ofendió a los jóvenes judíos, y luego que exigieran que se expulse a los ofensores, terminaron en una escaramuza, y fi nalmente, echaron a todos del local. Al igual que en todos los casos de expresiones antisemitas, la prensa de los judíos, como así también las “instituciones centrales” de la comunidad se alzan en armas, para alarmar al público lector judío acerca de estas manifestaciones, refugiándose tras las leyes antidiscriminatorias que deberían ayudar a prevenir para que esto no suceda. El hecho es, sin embargo, que lejos de disminuir el nivel de actitudes antisemitas en la sociedad, está en aumento –incrementando aun más cada vez que sucede un hecho como el que acabamos de relatar, como así también cuando el confl icto entre Israel y sus vecinos se torna notorio– y sucede en espacios a los que las autoridades gubernamentales no pueden acceder, tal como son las redes sociales. En este caso, dado que se trataba de alumnos de una escuela, las autoridades de la misma, hicieron saber que “ya se disculparon”, pero que harían un esfuerzo para educar a sus alumnos en contra de la discriminación. En otras palabras: se puede dormir tranquilo, pues nunca volverá a suceder… ¿Ud. realmente lo cree?; ¿supone que existe algún remordimiento en estos jóvenes, o es un acto simbólico para barrer el polvo bajo la alfombra? En realidad, esta hoja no va dirigida a lo que acontezca en una escuela no-judía, porque no me incumbe, sino a la actitud de los judíos que intentan olvidar su condición de judíos –haciendo creer que fuésemos ciudadanos argentinos iguales a los que conocemos en el entorno
nuestro. No me extrañan las declaraciones anti-judías –por más antipáticas que suenen, porque son parte íntegra del Galut en el cual aún estamos. Creer que con leyes estatales podemos borrar este flagelo es anti-histórico y demuestra descreer de la autenticidad y eternidad de la Torá. Hay judíos que piensan que el hecho de invitar a los no-judíos a visitar el “Museo del Holocausto” y conocer los horrores que perpetraron los nazis, es suficiente para convencer al público para que tome una postura favorable a los judíos. No obstante, las “pintadas” siguen. El antisemitismo no es un fenómeno social, sino un decreto del Todopoderoso que se efectiviza a través de diferentes mensajeros y también un llamado de atención Di-vina a los judíos para que no nos asimilemos. ¿Y la pregunta principal –no la pregunta nadie? ¿Por qué los jóvenes judíos estaban allí? La respuesta parecería simple: estaban allí, porque no les importa, ni suponen que hay algo de malo en bailar mixto (“todos lo hacen”), ni tampoco hay algo de malo en que vayan a bailar y celebrar junto a los que no pertenecen a su pueblo, ni tampoco nadie jamás les ha dicho algo que les haga dudar que –quizás– no sea la mejor idea. El único problema, es que estos otros jóvenes, vengan con emblemas nazis. Eso no se puede aceptar. Por esos jóvenes debemos llorar: niños y niñas judíos que no sólo no saben ni les importa nada acerca de su condición de judíos, sino que también carecen de mayores que les contagien orgullo judío para volver a encender la chispa judía que está a punto de extinguirse en su fuero interno –y quizás para siempre. Antes de encoger los hombros en señal de gesto cómodo como que no tenemos acceso a esos jóvenes, estemos seguros que hemos agotado todos los recursos– a nivel comunitario y a nivel de haber tomado alguna iniciativa para tomar algún contacto con alguno de ellos. Y si realmente lo hemos probado, y hemos fracasado, no sabiendo qué hacer, al menos lloremos, pues aquellos jóvenes huérfanos de ambiente judío son tan judíos como nosotros
y nuestros hijos. Y también cuestionémonos algo obvio: estos jóvenes –y los adultos que los rodean– no han llegado a un punto de indiferencia de un día para el otro. Todo lo contrario: son producto de varias generaciones en las que se tomaron decisiones (o se omitió hacerlo…) críticas, que fueron desviando a estas familias del curso de orgullo judío que caracterizó a nuestro pueblo durante dos milenios. ¿Aprenderemos nosotros –quienes afortunadamente no llegamos al punto casi irreversible en el que se encuentran aquellas pobres criaturas– a evitar caer y repetir en nuestro medio los pasos asimilatorios intermedios? ¿Nos cuestionamos –al menos– cuándo y cómo comienza la asimilación? La tendencia a copiar lo que hacen los vecinos occidentales en nuestras latitudes es candente en cada paso que damos. En nuestros hábitos de comunicarnos, de dónde pasear, de qué –y cómo– comer, de escuchar música, de divertirnos, de vivir nuestra vida doméstica y comunitaria. La presión para copiar “religiosamente” (hacer lo mismo, pero con Kipá sobre la cabeza, y comida casher…) todo lo que se ofrece afuera, es constante. Tomemos conciencia de lo que ha sucedido, y no pensemos ni un minuto que se trató de “otros”. Tristemente no estamos tan lejos como desearíamos que sea. Reflexionemos acerca de qué “Shulján Aruj” empleamos en la toma de resoluciones en cuanto a la educación formal y no formal de nuestros hijos. Y a nivel comunitario, específicamente en lo que hace al antisemitismo, no olvidemos que la recomendación de los líderes de todas las generaciones que nos precedieron en este terrible exilio, fue la de mantener un perfi l bajo respecto al entorno, y ser unidos entre nosotros. Y recemos, para que el fi n de este Galut sea pronto.
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LA FÓRMULA MÁGICA PARA EDUCAR A TUS HIJOS » Por Emuna Braverman
¿Cómo pasar de ser padres hiperactivos a ser padres tranquilos?
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esde la “educación sobreprotectora” a la más reciente “educación hiperactiva”, desde el Dr. Spock al Dr. Brazelton y más, desde la “educación permisiva” de los años sesenta a las “madres tigre”, siempre ha habido tendencias en la educación de los hijos. Y la mayoría de estas tendencias comparten dos similitudes importantes. (1) Son frecuentemente llevadas a extremos y usadas en exceso, por lo general dañando emocionalmente al niño y simplemente agotando a los padres, y (2) A menudo son productos del deseo de un pensamiento mágico. Si puedo encontrar la estrategia de educación adecuada (la única, la verdadera, la mejor), entonces mis hijos serán perfectos en carácter, en obediencia, en calificaciones escolares y aceptación en la universidad, en cumplir sus (¿mis?) aspiraciones profesionales y en casarse bien y educar a mis nietos soñados. Puede que no lo verbalicemos así, pero esta es la forma en que muchos de nosotros nos lo imaginamos. Esto es lo que se esconde debajo de la nueva clase, libro, disco o seminario de educación, el deseo de encontrar un gurú en educación de niños a cuyos pies podamos sentarnos, cuyas palabras podamos absorber y cuya estrategia podamos utilizar con éxito. Yo no estoy sugiriendo que las clases o libros de educación no tengan sentido. Todos podríamos usar algunas herramientas para enfrentar las noches en vela, los berrinches, el entrenamiento para ir al baño, el primer día de escuela (¡y todos los que siguen!), y ese tormento conocido como “adolescencia”. Pero tenemos que recordar que son sólo herramientas, no pociones mágicas.
"No hay una estrategia de educación perfecta que asegure que todo lo que queremos para nuestros hijos se materializará exactamente de la forma en que lo queremos"
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Aquí va el secreto: No hay una estrategia de educación perfecta que asegure que todo lo que queremos para nuestros hijos se materializará exactamente de la forma en que lo queremos. No podemos protegerlos de los desafíos y las decepciones de la vida, y muchas veces no deberíamos rescatarlos ni siquiera cuando sí podríamos hacerlo. Cualquiera que te diga lo contrario es un charlatán. Pero la verdad es que, aunque no lo creas, aceptar esta realidad puede ser liberador y puede mejorar nuestra forma de educar en lugar de empeorarla. Al hacerlo dejaremos de obsesionarnos con áreas sobre las cuales no tenemos control (¡básicamente todas!). Dejaremos de controlar excesivamente. Aprenderemos a ceder. A aceptar. Incluso es posible que nos relajemos (¡¿lo estoy llevando demasiado lejos?!). Seremos más amables con nuestros hijos. Pasaremos más tiempo de relajo con ellos, y menos tiempo orientado a hacer tareas determinadas. Pero, ¿cómo podemos lograr esto? El primer paso es tomar conciencia, reconocer que nuestro control es limitado. Y el segundo paso es aprender a vivir con ello. Una vez leí un articulo del New York Times sobre este tema, escrito por Pamela Druckerman (A Cure for Hyper-Parenting, Una cura para la educación hiperactiva), en el cual mencionaba una forma de ver la educación supuestamente inspirada en el budismo: “Compromiso total con el proceso, serenidad total con el resultado”. Yo no sé nada sobre budismo, pero esta filosofía ciertamente refleja el pensamiento judío. Yo tan sólo lo haría un poco más profundo, recordando que la serenidad es una consecuencia de saber que el resultado final está en manos de Dios. Él está a cargo. Una vez que reconocemos esto, ya no necesitamos ese mágico libro de educación, sino sólo rezos y aceptación. Podemos cambiar y pasar de una “educación hiperactiva” a una educación tranquila. Esa es la única cosa que podemos controlar.
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MAYIM BIALIK
CONOCEDORA DEL MIKVÉ » Por Renne Ghert-Zand
La estrella de la serie de televisión “The Big Bang Theory” habla con franqueza acerca de su identidad judía.
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as celebridades expresan públicamente su aprobación respecto a todo tipo de cosas, desde automóviles y perfumes hasta aderezos para ensaladas. Pero la actriz Mayim Bialik es probablemente la primera celebridad que se transforma en portavoz del mikvé, o baño ritual, y de las leyes judías de pureza familiar. De hecho, dado que le fue dado el nombre Mayim Jaya (que significa “agua viva”) al momento de nacer, algunos incluso podrían sugerir que ella estaba destinada a hablar sobre los beneficios de la inmersión en aguas vivas. Habiendo retornado a la actuación hace relativamente poco tiempo, después de obtener un doctorado en la Universidad de California y de dar a luz a dos niños, la actriz de 36 años de edad está montando una ola de éxito publicitario gracias a su papel interpretando a Amy Farrah Fowler en la exitosa comedia "The Big Bang Theory". Además de las infaltables apariciones en los
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programas de conversación nocturnos y en las ceremonias de entrega de premios, ella también se ha hecho presente constantemente en el circuito de autores para promocionar su nuevo libro sobre la crianza con apego titulado “Beyond the Sling: A Real-Life Guide to Raising Confident, Loving Children the Attachment Parenting Way” (“Más allá del portabebé: Una guía real para criar hijos seguros de sí mismos y cariñosos mediante la crianza con apego”). De alguna forma, ella encuentra también el tiempo para compartir su punto de vista respecto a ser una madre y una figura pública judía observante – incluyendo su uso del mikvé – en sus publicaciones regulares para el blog de crianza judía Kveller, y en charlas a lo largo del país. Bialik también se las arregló para hacer espacio en su ajetreado horario para una entrevista sobre el mikvé con el “Times of Israel” después de hablar en un evento para recaudar fondos para el mikvé comunitaria
de Silicon Valley, organizado por la Federación Judía de Silicon Valley. Ella contó que vivir una vida basada en Torá en la ciudad de Los Ángeles y trabajar al mismo tiempo en la industria del entretenimiento es un acto de equilibrio. Sin embargo, Bialik, que no utiliza pantalones hace más de cinco años, cree que es importante ser honesta en relación a su frumkeit para ser un modelo positivo para otros judíos, especialmente los jóvenes. Con un vestido de estampado floral que cubría hasta más abajo de sus rodillas, mangas largas y sandalias de plataforma, Bialik hizo una introducción previa a su discurso ante la multitud de 160 hombres y mujeres de todas las edades en el Addison-Penzak JCC, diciendo: "No vengo a hablarles como una autoridad. Sólo quiero compartir mi experiencia personal con el mikvé. Yo vivo una vida gobernada por la ley judía, pero no tengo una agenda religiosa". Después de dar una visión general de su
carrera y algunos detalles sobre su historia familiar, la actriz compartió la historia de su viaje hacia la observancia halájica y cómo el mikvé jugó un papel clave en el proceso. Bialik, que se describe a sí misma como una feminista intelectual de la segunda ola, destacó lo impresionada que estaba con la "enorme erudición y las enseñanzas místicas milenarias sobre el mikvé". Destacando que ella cree firmemente en que le presenten toda la información para luego decidir por sí misma, hizo hincapié en que adoptar las halajot que guardan relación con el mikvé fue su decisión personal. Conocida por sus impecables intervenciones humorísticas, utilizó el humor para disipar los mitos acerca del mikvé y para explicar cómo aprendió acerca de la forma de comportarse en el mikvé y acerca de todas las leyes y prácticas relacionadas con la observancia de las leyes de pureza familiar. En pos de la modestia –y dado que su suegra estaba en la audiencia– no entró en detalles sobre lo último. Luego, habló con total seriedad cuando explicó que el hecho de ir a el mikvé le ha dado cierta autoridad sobre su cuerpo. “Ahora conozco los ciclos de mi cuerpo, y eso me ha dado una sensación de poder”. Bialik se autodeclaró (en tono de broma) una "conocedora del mikvé". Luego, compartió sus impresiones sobre los diversas mikvaot que ha visitado alrededor del mundo. "Cada mikvé tiene su propia personalidad, pero las aguas son las mismas", comentó. Sus experiencias personales con las generalmente difamadas balaniot (encargadas del mikvé) han sido uniformemente positivas, llevándola a amonestar a la gente para que recuerden que "las balaniot también son personas". Ella encuentra que la única diferencia entre las balaniot israelíes y las norteamericanas es que "las israelíes son, bueno, israelíes". En otras palabras, ellas declararon – comparativamente con menos entusiasmo – su inmersión “casher” con acento israelí en lugar del típico “kosher” con acento norteamericano. Después de su presentación, Bialik se reunió con un grupo de 15 mujeres estudiantes de secundaria y universitarias. ¿Estaba ella decepcionada de que sólo le preguntaran acerca de "The Big Bang Theory" y de su carrera como actriz, sin mencionar ni siquiera una vez el tema del mikvé? "¡No, en lo absoluto!", exclamó ella. "Para mí, mucho de esto se trata sólo de sentar las bases, sobre todo con los jóvenes. Tú pones las bases para ellos al ser un modelo judío
positivo. Tienes que hablarles amablemente sobre observancia religiosa", explicó. “Puedo hablar muy reverentemente sobre mi relación con Dios, pero hay que hablar de otra manera con los jóvenes. Quieres ser accesible para los jóvenes y no que se enojen contigo por ser insistente”, dijo la actriz. "Como una baalat teshuvá, alguien que llego a la observancia en la adultez, sé lo importante que es que el mikvé no sea la primera cosa que escuches”. "No hablo de intimidad sexual o marital cuando hay hombres presentes", advirtió. Pero ella sí habla francamente con las mujeres. “Doy una fantástica, divertida e interesante charla sobre la santidad de las relaciones íntimas en el judaísmo”, dijo ella. "Yo no soy una rebetzin, así que no hablo desde ese nivel, y tampoco soy una consejera familiar. Hablo de la enorme complejidad y belleza que puede proporcionar la ‘estructura’ alrededor de la intimidad, de lo cual me enteré específicamente a través del mikvé". A pesar de que este grupo en particular de mujeres no se sentían inclinadas a profundizar sobre el tema, a Bialik sí le gusta hablar de ello con mujeres de alrededor de 20 años. "Es agradable tener la oportunidad de hablar con ellas, sobre todo con las que no saben nada al respecto. Porque ese es el momento en sus vidas cuando todo el romance y las cosas asociadas a eso comienzan a fermentar – y es sumamente interesante aprender sobre una práctica que está diseñada para regular de manera saludable tanto tu ciclo menstrual como el concepto de intimidad", dijo. Ahora bien, una cosa es hablar de estas cosas con grupos comunitarios o con jóvenes mujeres judías curiosas, pero ¿qué hay de sus colegas de Hollywood? “La mayoría de mis colegas judías ni siquiera pensarían en el mikvé", reflexionó. “Para la mayoría de la gente, hay un millón de otras cosas de las cuales preocuparse”. "Por lo general, no es muy popular ser una persona súper religiosa o sentir que toda tu vida se trata de ser un humilde servidor de Dios", dijo. "Eso no resuena con un montón de gente, y la verdad, no tiene por qué hacerlo. Para mí, ser una figura pública judía se trata también de saber cuándo mantener las cosas en privado. No ocultarlo, pero no tengo que publicitar cada aspecto de mi observancia". Sin embargo, como todas sus publicaciones en Kveller aparecen también en Twitter, aquellos de sus colegas que la siguen saben de esto. Algunos de los escritores de la serie televisiva la siguen, y ella es cercana a uno de
los escritores que tiene "inclinaciones religiosas". Bialik y él estudian judaísmo juntos y hablan de cosas relacionadas. "Él es parte de mi pueblo, por así decirlo", bromeó ella. La multi-talentosa Bialik admite que el ritmo de su vida ha sido agotador últimamente. "La máquina de la publicidad sigue adelante. Estoy agotada, pero es una verdadera bendición que la gente quiera oírme hablar", dijo. "Es un Kidush Hashem (santificación del nombre de Dios) presentarme como una judía normal, creyente y luchadora, que realmente cree que un libro escrito hace miles de años y una vida divinamente inspirada pueden conducir realmente a la solución de los problemas. No soy la única que piensa esto, lo prometo". Uno podría suponer que, dada su apretada agenda, ella podría inclinarse en ocasiones a saltar una visita o dos al mikvé. Pero ese no es el caso. "Es algo increíblemente central para mí. Y lo que es cierto para el mikvé es cierto también para un montón de aspectos de la halajá", dijo. “No tiene que gustarte todo en cada momento. No tienes necesariamente que encontrar belleza y profundidad cada vez que bendices por los alimentos o cada vez que despiertas por la mañana. Lo importante es que debes poner un pie delante del otro, y volver constantemente a una especie de base de agradecimiento y tikvá, esperanza". Cuando se trata del mikvé, es simplemente una cuestión de fe para Bialik. "Por favor, Dios, que sea una experiencia inspiradora cada mes", dijo. "Y cuando no lo es, tan sólo debes rezar para que el mes que viene sí lo sea". (Este artículo apareció originalmente en el TimesofI.)
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ACTUAL & VIGENTE CADA DÍA » Por Rab. Baruj Mbazbaz
Todas estas leyes tienen miles de años. Muchos se preguntan ¿Cómo puede ser que el hombre del siglo 21 pueda vivir acorde a estas leyes establecidas hace miles de años?
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na de las preguntas más frecuentes que solemos escuchar en charlas para jóvenes, es: ¿Cómo se puede cumplir mitsvot que fueron entregadas hace 3300 años en una época en la cual las condiciones de vida eran totalmente diferentes a las nuestras? Hay quienes piensan que usar tsitsit o cuidar meticulosamente las leyes del kashrut o del Shabat, son mitsvot difíciles de adaptar a la época en que vivimos. Nuestra forma de vida está basada en acatar muy cuidadosamente las leyes escritas hace más de 400 años por Marán Iosef Caro en el Shulján Aruj, quien se basa en los dictámenes halájicos del Rif (que vivió en el siglo 11 de la Era Común), y el Rambam en el siglo 12. Si estudiamos sus libros veremos que ellos no escribieron nada propio, sino que están basados en enseñanzas del Talmud que se terminó de conformar hace 1500 años. Los fundamentos halájicos del Talmud son aprendidos de la Mishná, que fue recopilada por Rabí Yehudá Hanasí al final del siglo 2. El Talmud abarca todos los temas que podemos imaginar: qué está prohibido hacer en Shabat y en las fiestas, y qué es lo permitido en ellos; cómo conducirnos con nuestras familias y en la sociedad; qué comer y qué no; tampoco obvia las leyes del ámbito financiero ni tampoco las obligaciones del empleado y el empleador; las leyes de duelo y de fiestas, y hasta cómo comportarnos frente a los demás pueblos. Todas estas leyes tienen miles de años. Muchos se preguntan ¿Cómo puede ser que el hombre del siglo 21 pueda vivir acorde a estas leyes establecidos hace que tienen miles de años? ¿Acaso todos los adelantos tecnológicos no influyen en ninguna de estas normas? Hay quienes tienen buena intención, y conociendo la envergadura de los profetas del Tanaj o la de los Tanaítas, nos proponen tomar los
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fundamentos generales que se podrían adaptar a la realidad de nuestra época, y el resto dejarlo para el olvido… Están los que tampoco entienden en qué perjudica al judaísmo si se come carne junto con leche o si se viaja en auto en Shabat, si lo importante es cuidar las bases fundamentales de la religión, ¿Por qué debemos cumplir estos preceptos estrictamente para mantener nuestra tradición milenaria? Estas preguntas le brindan a muchos una buena teoría para poder estar tranquilos para no cumplir con los requisitos que la Torá demanda, o para mirar a quien sí los cumple, como una persona falta de capacidad de análisis crítico lógico o científico. Resulta imposible pensar que la profundidad de análisis del Talmud y la capacidad del Rambam o de los distintos eruditos de cada generación, se limite a ser comprendida nada más que por personas que carecen de un poder básico de análisis. En Estados Unidos hay una asociación de científicos religiosos que tiene miles de adherentes. En el mundo entero hay judíos intelectuales y profesionales que cumplen meticulosamente con las leyes de la Torá, y no escatiman esfuerzo para enseñarles a sus hijos a estudiar el Talmud con la mayor profundidad posible. La persona que realmente otea el horizonte y no se limita a conformarse con simples teorías, debe fijarse que aparentemente hay algo que no conoce y que estos intelectuales y profesionales, y principalmente nuestros sabios, lograron dilucidar. Son muchas las fuentes que nos brindan explicaciones sobre la importancia del cumplimiento de las mitsvot, solamente citaremos al Sefer Hajinuj (editado en el siglo 13 aproximadamente), que nos enseña que el cumplimiento de las mitsvot sirve para que la persona pueda
mantener sus valores éticos y religiosos, ya que si se basa solamente en fundamentos generales y teóricos muy difícilmente pueda perdurar firme en ellos. La idiosincrasia de la Torá es que necesitamos una constante educación, y esto lo hacemos por medio de una práctica que nos recuerda de manera directa - y a veces indirecta - los valores fundamentales en los que creemos. Por ejemplo, no alcanza con saber que Hashem es Único, sino que debemos recitarlo varias veces al día, y nuestro tefilín que nos colocamos diariamente también lleva el Shemá Israel. Podríamos citar 613 ejemplos sobre cada precepto, pero pensamos que con un ejemplo es suficiente para entender el concepto. La forma en la que el pueblo de Israel sobrevivió es increíble. Si hace miles de años nos hubieran dicho que los preceptos ordenados en la Torá son el medio para sobrevivir durante cada generación, no lo podríamos entender, pero esto ya es una prueba contundente, una historia exitosa e irrefutable. Quienes tengan otras fórmulas para lograr mantener a un pueblo como lo hace el nuestro, tendrán que exponer su teoría y demostrarlo de manera convincente. Tengo mis dudas sobre el costo elevado que se puede llegar a pagar por estos “experimentos”. Por este motivo nosotros seguimos en el camino que realmente mostró su éxito en toda generación y ante toda circunstancia. Éste es el camino que le brinda esencia a nuestra identificación como judíos, que nos llena de convicción y esperanza tanto en nuestra vida particular como en la de relación social, y que nos une con nuestros antepasados quienes se aferraron a las mitsvot y lucharon por ellas contra viento y marea, y que hasta hoy día ningún fuego los pudo quemar. Este camino no manifiesta cansancio y su fuerza sigue intacta, como siempre.
INCLUYENDO A DIOS EN NUESTRA RUTINA DIARIA » Por Carol Ergas
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ace algunas semanas una de mis amigas me comentó que había hablado por teléfono con una de sus amigas de Israel. Ella le decía a su amiga que es increíble como en Israel se puede vivir con espiritualidad y cercanía a Dios, sin embargo, fuera de Israel, la rutina parece tomar control de todo e interrumpir nuestra conexión con Dios. Mi amiga, me comentó sobre su conversación con un poco de frustración. No podía creer que habiendo sido vecina por muchos años de esta mujer israelí, hoy sus vidas fueran tan diferentes. Me contó que discutió este tema con su amiga y que ella le respondió que en realidad no es vivir dentro o fuera de Israel, sino que todo tiene que ver con querer involucrar a Dios en nuestras vidas. Le dio como ejemplo, que lo que debemos hacer es meter a Dios en nuestra rutina, hablarle mientras cocinamos, mientras manejamos en el tráfico y durante el transcurso de nuestras actividades diarias. Me pareció interesante la idea, que si bien no es nueva, era la primera vez que se me presentaba en una forma tan simple y cotidiana. Decidí hacer la prueba y tratar por la siguiente semana de comunicarme con Dios más seguido y en circunstancias no habituales. Me refiero a que iba a tratar de conectarme con Dios no sólo en mis momentos de tefilá (rezo) o en los momentos de reflexión, sino que conectarme con él durante la rutina. Lo hice. Le hablé mientras cocinaba, le pedí cosas al ordenar los juguetes de los niños y le agradecí mientras tras esperaba en el tráfico. Me concentré en tratar de sentir Su presencia en todo lugar y en toda actividad. Hay que reconocer que estar en Israel y específicamente en Jerusalem, nos da una sensación de conexión total. En ese lugar sentimos que Dios se revela y que los milagros pasan a cada minuto. Ciudad de México por su parte, tiene muy poco de eso. En un intento desesperado por respirar aire limpio y salir de los tráficos, espiritualidad es lo que menos se siente. A pesar de eso, la experiencia tuvo un resultado asombroso. Durante esa semana de prueba, me sentí diferente. No sabría decir si espiritual es la palabra. Pero era como si el concepto de que “todo depende de Dios” y de que “no se mueve ni una hoja de un árbol si Dios no lo quiere” tomara vida. Al involucrar a Dios en mis actividades, cada vez se hacía más evidente que el éxito de las mismas dependía de Él. No era un pensamiento abstracto, sino algo real, vivencial, algo que era posible experimentar. Además de esa dependencia total, al intentar meter a Dios en tu vida, te invade un sentimiento de seguridad y compañía. No te sientes sola, muy por el contrario, experimentas esa rica sensación de estar siempre con alguien que te quiere. Ahora el gran desafío es tratar de prolongar ese tipo de relación con Dios. Todos conocemos la fuerza de la rutina y la facilidad que tiene para hacernos olvidar nuestros planes. Entonces, no es sino con un esfuerzo consciente, que podemos lograr sintonizarnos con Dios. Es difícil, pero posible.
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¿QUÉ ES LA KABALÁ? » Por Rab Shimón Leiberman
La Kabalá es la forma en que la Torá expresa el funcionamiento del mundo. Removida de su fuente, es sólo un montón de tonterías.
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a mayoría de las personas ha oído alguna u otra cosa sobre Kabalá. Pero es muy poco probable que, lo que está circulando en el mercado bajo el nombre de Kabalá, este remotamente cerca a la cuestión verdadera. A lo que la mayoría de las personas ha estado expuesta es a un rejunte de psicología popular y auto-ayuda que pretende tener alguna conexión con el misticismo judío, pero raramente, o nunca, lo tiene. Es fácil ver como la gente se deja engañar. En la mayoría de las disciplinas esperas conocer y comprender algo después de estudiarlo, pero cuando se trata de misticismo la gente espera ser mistificada. Así que están dispuestos a aceptar lo incomprensible. La Kabalá se supone que es misteriosa y enigmática. ¡Es misticismo después de todo! Tanta tontería es presentada en el nombre de la Kabalá, que es importante disponer de algún tipo de foro donde la gente pueda encontrar los entendimientos básicos que ellos ansían. En esta serie de artículos, vamos a tratar de presentar las ideas centrales del misticismo judío en una forma metódica e inteligente, minimizando la terminología difícil y alejándonos del sentido de lo incomprensible. » Qué es la Kabalá y qué no lo es Con el fin de entender que es la Kabalá y que no lo es, usemos la siguiente ilustración. Un investigador se sienta en su laboratorio examinando todo tipo de fenómenos atómicos. Él hace chocar átomos a gran velocidad, y registra lo que ve que va ocurriendo. Él es muy meticuloso en su trabajo, e incluso podría extraer algunas conclusiones inmediatas de los datos de primera mano. Pero lo deja ahí. Un gran científico recoge estas notas, las lee y reflexiona sobre su significado. Comienza a construir una mega-imagen. Él trata de imaginar lo que el sistema entero pueda ser. Él sabe que no hay instrumentos, ni los habrá, para ver las partículas que se imagina, y por lo tanto él busca a tientas metáforas que conecten con precisión los bits de datos que el físico recogió. Por lo tanto, el comienza a hablar de "súper cuerdas", "túneles atómicos", "puentes de energía", y "diez dimensiones". Una tercera persona, que tiene una mente fértil poderosa, pero sin noción alguna de ciencia, está escuchando a través de una pared. Su imaginación se ha disparado y, rápidamente, está llevando adelante una idea sobre personas que han desa-
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parecido misteriosamente en "túneles atómicos", e ilimitadas fuentes de energía contenidas en varias de las "diez dimensiones". Estas tres personas ilustran los diferentes enfoques de la Kabalá. Los "datos" o hechos con que la Kabalá trata son la narrativa de la Torá, y todo su cuerpo de leyes religiosas. El "investigador" representa una persona que ve las leyes y la narrativa como son, entiende su significado inmediato, pero no percibe la imagen más grande. El "gran científico" representa el Kabalista que ve los distintos puntos aislados y luego empieza a tener idea de la imagen mayor. Él necesita metáforas para describir la unidad abstracta que percibe, y él es consciente de que esta herramienta puede ser vaga y sólo lo acerca al entendimiento que él ha adquirido. Aunque limitado por las herramientas a su disposición, el panorama complejo que el gran científico puede aún comunicar, logra darnos un sentido de la realidad con la que está lidiando. Y luego está el pseudo-cabalista –"el espía"– cuya Kabalá no tiene básicamente relación con la Torá, excepto tal vez como un trampolín para su imaginación. Él ha descubierto "fuentes de energía", "emanaciones divinas", y maneras de "expandir la conciencia", pero todo proviene de sus ilusiones fantasiosas.
"La Kabalá es para la Torá lo que la filosofía es para la ciencia." » En resumen La Kabalá es para la Torá lo que la filosofía es para la ciencia. Al igual que la ciencia, la Torá nos da los hechos que se perciben totalmente por los sentidos y que son racionalmente cuantificables. Al igual que la filosofía, la Kabalá nos da la grandiosa y abstracta imagen que los hechos presentan.
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LA FALACIA
SELIJOT
Y EL SECRETO DE LOS 13 ATRIBUTOS DE HASHEM
» Por Leonardo Jmelnitzky
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a reciente elección de representantes de AMIA, o mejor, la propaganda difundida por uno de los factores intervinientes, podría llevarnos a suponer que este ha sido el marco circunstancial dentro del cual se puso en evidencia una antinomia entre los conceptos de “singularidad” y “pluralidad”… sin embargo, tal presunción es falsa porque estos términos, lejos de ser opuestos, son complementarios. En efecto, cuando aquí hablamos de pluralidad, estamos refiriéndonos a una pluralidad dentro del judaísmo y, precisamente, es el concepto de judaísmo el que constituye aquí la singularidad. Para comenzar digamos entonces que el pluralismo implica la aceptación práctica de la libertad y admite la tolerancia de conductas diferentes. Sin embargo, aquí es necesario aclarar que, bien entendida, tal tolerancia debe ser asumida en relación a las personas y no a las ideas que las mismas profesan. En efecto, si todas las ideas debieran ser igualmente respetadas caeríamos en un relativismo de tal envergadura que constituiría un pandemonio conformado por las posturas más descabelladas y extravagantes. Se trataría en fin, de adornar con el título de “pluralismo” la indiferencia por la verdad, lo cual no puede concebirse sino allí donde la intelectualidad está totalmente ausente. La razón de ser del judaísmo, se halla en su condición de “pueblo elegido”; elegido para llevar la Torá a través de la historia y preparar la redención del género humano. Es esta misión de carácter espiritual la que requiere su perpetuidad y es el único motivo que justifica la lucha contra la asimilación. Si se prescinde de esta singularidad, todo intento de permanencia del pueblo judío está condenado al fracaso y lo que es más ¿Qué sentido tendría procurar la continuidad de un pueblo que sólo difiere de los demás en algunos matices más o menos significantes? No es de extrañarse entonces que todas las corrientes del pensamiento judío que niegan tal impronta espiritual del Pueblo de Israel sean, a veces inconscientemente y otras no tanto, asimilacionistas. La causa eficiente de la degradación que estamos considerando es posible encontrarla en lo que filosóficamente se conoció como individualismo, vale decir,
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» Por Rab Yosef Bitton
ה' ה' אֵ ל ַרחּום ְוחַּנּון אֶ ֶרְך אַ ַּפיִם ו ְַרב ֶחסֶד וֶאֱ מֶת נֹצֵר ֶחסֶד לָאֲ ָלפִים נ ֹׂשֵ א עָוון ָופֶׁשַ ע ְוחַּטָ ָאה ְונַּקֵה en la negación a admitir una autoridad superior al individuo, así como una facultad de conocimiento superior a la razón individual. En el terreno religioso el racionalismo se manifestó en el rechazo de la autoridad de la “Torá min ha-Shomaim”, y de los principios en ella implícitos. De este modo se pretendió substituir la autoridad calificada para interpretar la Torá por el análisis racional es decir, la interpretación dejada al arbitrio de cada uno, incluso de los ignorantes y de los incompetentes, y fundada únicamente sobre el ejercicio de la razón humana. Era pues, la puerta abierta a todas las discusiones, a todas las divergencias, a todas las desviaciones; y el resultado fue lo que debía ser: la dispersión en un pluralismo siempre creciente, que no representa nada más que la opinión particular de algunos individuos. Lo que en realidad esconde este pluralismo así planteado es lo que podríamos denominar “asimilación intelectual”, mucho más nociva que la asimilación a secas, porque mientras la primera es causa, la segunda es una mera consecuencia. Se trata de un pseudo-judaísmo que busca librarse de sí mismo [1] y que persigue una identificación con las corrientes ideológicas del momento. De tal modo que este pseudo-judaísmo fue sucesivamente: filo-racionalista, filo-marxista, filo-freudiano, filo-capitalista, filo-nacionalista hasta llegar al día de hoy en el cual, ante un mundo desideologizado, nos encontramos con que este pseudo-judaísmo se expresa a través de esa ambigüedad tan amplia que lo caracteriza y matizado por algunos “slogans” de moda… de más está decir que el “pluralismo” es uno de ellos. Se trata en fin, de un proceso que podríamos ca-
racterizar como el intento de sacrificar al judaísmo en el altar profano de la historia. Frente a tal ausencia de principios no debería sorprender que el judaísmo remanente terminara expresándose, ya no a través de la tradición sino del folclore judío, las recetas de cocina y la sentimentalidad. La razón de ello es que, salvo raras excepciones, todo judío ha recibido, como mínimo, una herencia afectiva que lo liga solidariamente con su pueblo y que cada uno busca preservar a su manera. Es común escuchar expresiones del tipo “yo soy judío porque me siento judío” y la verdad es que, por muy bienintencionados que sean estas manifestaciones, hay que decir que las mismas no alcanzan, porque los sentimientos, por legítimos y necesarios que sean en su orden, son la expresión de la subjetividad del individuo y no de su conformidad con la realidad. No es de extrañar entonces, que en su afán de pertenencia al pueblo judío muchos individuos, en lugar de intentar profundizar en sus raíces e imbuirse de los principios de su tradición, busquen adaptar o crear un judaísmo adecuado a sus posibilidades actuales, en otras palabras, que sea concurrente con su grado de asimilación. Ya para concluir repitamos que si el judaísmo es algo entonces incluye algunas cosas y excluye otras. Incluye todo aquello que se deriva y depende de sus principios y que se unifican en ellos a través de un lazo puramente interior; por contrapartida excluye todo aquello que desde una perspectiva meramente exterior y artificial se pretende integrar al mismo. Esto último es propiamente el pluralismo al nos estamos refiriendo, una falacia que, intencionada o no, conlleva los deletéreos efectos que hemos considerado.
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ecimos estas palabras repetidas veces a diario en la tefilá durante Selijot del mes de Elul, y muchas veces durante el oficio de Yom Kipur. Pero, ¿entendemos su significado? El núcleo de las Selijot es el texto Bíblico ‘Hashem, Hashem, El Rajum veJanun …. (Shemot 34:6) “. Estas palabras se conocen como los 13 atributos de la compasión de Dios. Decimos estas palabras repetidas veces durante Selijot del mes de Elul, y muchas veces durante el oficio de Yom Kipur. Maimónides explica que por atributos, no debemos entender que estas son “cualidades” de HaShem, es decir, lo que es HaShem ES (lo cual está más allá de nuestra comprensión), sino más bien, cómo HaShem opera en este mundo. Estas palabras fueron invocadas por Moshé Rabenu en un momento muy delicado: cuando el pueblo de Israel adoró al becerro de oro y HaShem propuso destruir a Israel. Moshé le rogó a HaShem que perdonara a Israel, y como sabemos, HaShem lo hizo. Rabí Yojanan explica en el Talmud que HaShem le enseñó a Moshé Rabenu que cuando invocamos estos 13 principios, nuestras transgresiones serán perdonadas . Los 13 principios dicen lo siguiente: ׳הHASHEM – Dios, actuando desde la compasión. A diferencia de Eloquim, que alude a Dios, actuando desde la estricta justicia. ׳הHASHEM – (explicaremos más adelante esta repetición del nombre de Dios) לאEL – Poderoso en Su compasión. Aún cuando no lo merecen, cuida a Sus criaturas de acuerdo a sus necesidades; םוחרRAJUM – Misericordioso; ןונחוVEJANUN – Clemente, cuando la humanidad ya está en peligro;
םיפא ךראEREJ APAIM – Lento para la ira; דסח ברוVERAV JESED – Y generoso para actuar con bondad; תמאוVE-EMET– Dios practica la verdad; םיפלאל דסח רצונNOTSER JESED LAALAFIM – Y mantiene Su bondad por mil generaciones; ןוע אשונNOSE AVON – Perdona nuestra iniquidad; עשפוVAFESHA– Nuestras transgresiones; האטחוVAJATAA – Y nuestros pecados; הקנוVENAQE – Y cuando nos arrepentimos con sinceridad “borra de Su registro” todas nuestras transgresiones . El Rabino Eliyahu de Vidas (1518-1592) escribe en su libro Reshit Jojma (הונעה רעש )א קרפque la expresión del Talmud “cuando invocamos estos 13 atributos, nuestras transgresiones serán perdonadas” no debe ser entendida como “cuando recitamos estos 13 atributos” sino como “cuando imitamos estos 13 atributos”. Esto significa que cuando nos comportamos con los demás de acuerdo a estos 13 atributos de HaShem, seremos perdonados por Él. Algunos ejemplos: HASHEM, HASHEM: La repetición del nombre de Dios requiere una explicación. Nuestros rabinos enseñaron que a partir de esta repetición aprendemos una maravillosa lección acerca del perdonar: cuando verdaderamente nos arrepentimos de nuestras transgresiones, HaShem nos perdona por completo, y nunca más nos recuerda nuestra transgresión. La repetición del nombre de HaShem nos enseña que una vez que nos arrepentimos de nuestras transgresiones, Dios se comportará con nosotros exactamente igual que como se comportó con nosotros antes de que cometiéramos ese
error. No hay rencor, ni resentimiento, sino un perdón total y completo de Su parte. Se espera que nosotros también actuemos de esta manera hacia quienes nos rodean. Por lo tanto, si aspiramos a ser perdonados por Dios, tenemos que actuar hacia los demás como queremos que Él actúe hacia nosotros. Cuando perdonamos a los demás, debemos borrar y eliminar todo vestigio de resentimiento hacia la persona que nos ofendió, y actuar hacia él o ella como lo hicimos antes de que nos ofendiera. EREJ APAYIM (Paciente) HaShem espera pacientemente que nos arrepintamos, en lugar de castigarnos inmediatamente por nuestros pecados. Así también, si alguien nos hace daño, debemos ser pacientes y darle tiempo a esa persona para que se arrepienta. VEEMET (Verdad). Él cumple Sus promesas de brindarnos Su bendición, incluso cuando ya no lo merecemos. Así también, si nos comprometimos a hacer algo bueno por otra persona, debemos cumplir nuestra palabra, incluso cuando esa persona ya no lo merece. NOTSER HESED LAALAFIM (HaShem mantiene su bondad por mil generaciones). Si tenemos una deuda de gratitud con alguien, debemos seguir expresando esa gratitud a los descendientes de esa persona. En resumen: Cuando recitamos estos 13 atributos debemos aprender de ellos no sólo cómo HaShem se comporta con nosotros, sino también, o sobre todo, cómo HaShem espera que nos comportemos con los demás.
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AVANCES DE LA OBRA C
omo la Kehilá sigue creciendo, también nos es de suma importancia la ampliación edilicia. Estos son algunos avances de la obra en el edificio central, en el que habrá una cocina completamente renovada, un bet kenéset para uso diario y bet midrash, además de baños nuevos para uso del salon de fiestas, y el ascensor que ya está instalado para el acceso al primer y segundo piso. Los invitamos a todos a acercarse a conocerlos y a colaborar para su construcción. ¡La Kehilá también es nuestra casa!
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