El Calabozo Existen ausencias que matan, pero la tuya condena, si la cordura es ajena, ¿qué hago buscando una?, ¿a quien trato de engañar? veme hoy, besando los muros imbatibles, lamentándome detrás de las paredes, adulando los barrotes invisibles, tratando de forzar las cerraduras y escapar de este calabozo donde me has confinado...
El diablo Un día descubrí que el diablo no tiene conciencia, simplemente se acarician mutuamente con la vanidad, no cena sopas sino remordimientos, vuela cortando claveles encendidos, robando las ideas, engendrando la maldad...
Hubiera preferido no verlo nunca, pero sagazmente se envolvió en tu piel, apareció un buen día, recuerdo que llovía intensamente, y qué piel mas tersa, cualquiera hubiera hecho lo que yo no hice, cualquiera hubiera dicho lo que yo callé, cualquiera hubiera actuado, empero, me cohibí, sabía que me vencería, tarde o temprano, y no por ser taciturno, sino por ser sensato. Ese día, el diablo me mostró la magia negra, me hechizó con tu voz... ...de haberlo intuido no me hubiera dejado convencer, pero tu pelo, tus ojos, tu luz y tu ser, fueron mas fuertes, y me enrede en tus ideas, y me ahorque con las mías, me dejé crucificar por un montón de palabras
que ni sentido tenían, no sé sí mi alma se vendió o si tú me la robaste, pero no la encuentro, desde ese día no acierto el camino, ya no tengo nada que esperar y sin embargo espero, no tengo nadie a quien amar y sin embargo aun te amo... Pero el diablo, quien carecía de conciencia, alma, amor y razón, se robó lo poco que tenía, y a partir de ese día, veo el arco iris en blanco y negro... ...y yo te notaba tan bella, tan tierna... de haberlo sabido, no me hubiera fijado en lo profundo de tus ojos, en lo perverso de tu silencio. El diablo rió a carcajadas, burlándose de mi caída, y después de retozarse, me dejó sangrante herida,
supurando penas, bullendo gemidos... hubiera preferido no haberte visto nunca mejor aún, hubiera preferido nunca haber conocido al diablo...
Nubes de Tormenta Que mas da, si me siento bien o mal, ya se acabará, mientras tanto, tu te ves igual, podría jurar que te sientes tan normal... Que mas da, si la luna nace fría, ya saldrá el sol, aunque hay veces que huye, para no ver mi dolor. Que mas da, si aun en medio de la multitud me descubro tan solo, que mas da, si el azul ya no es azul, si el cielo se tiñe
de nubes preñadas de tormenta, que mas da...
si de igual manera te llevaré conmigo siempre...
Que mas da, si aparece mi soledad bailando un tango en el balcón, creyéndose consuelo, si supiera que me aterra verla llegar, que mas da, si nunca vienes...
El rostro
Que mas da, si me arrancas la vida, si una mañana al despertar me encuentro menos vivo, que mas da, si se callan los cardos, si aparece tu voz cual estruendo clandestino, que mas da, si sé que no vendrás... Que mas da, si me desvanezco, quizá nadie se dé cuenta, que mas da, si se mueren todas las estrellas, que mas da, si se ahogan todos los suspiros, que mas da,
No todo estaba en su cabello, aquel que parecía cielo estampado de noche, noche pintada de pelo, pelo adornado de negro. No todo estaba en sus ojos, aquellos que escondían visiones extrañas, extraños hologramas, perspectivas de fuego, fuego ultravioleta. No todo estaba en su rostro, aquel que expresaba delirio endemoniado, demonios poseídos, besos endiablados. No todo estaba en su pecho, el que guardaba en un hueco el dolor, dolor de repente, repentina muerte
muerte confusa. No todo estaba en su cintura, la que oleaba al andar, la que al andar hechizaba, hechizo fatídico, fatal encanto de oleaje al andar. No todo estaba en sus piernas, las cuales huían resueltas, predispuestas a huir, alejándome a la esquina, esquina de olvido y dolor. No todo estaba en su calma, en su voz, en su leve respiración controlada, en sus palabras estudiadas, aun hay algo muy dentro, que me quema en silencio, que me vierte al vacío, sin ti, haciéndome nacer más muerto. No todo estaba en ella, había algo o alguien, esperándola, consolando sus derrotas, remediando sus problemas, no todo está
en ella, de lo contrario me hubiera sabido amar...
Flotar Ya no me endemonia la soledad, ya no me posee la tristeza, cada lagrima es un diluvio en mi interior, aunque parezco ahogarme en el amor ya sé flotar... aprendí a sobrevolar los valles, los prados, pero me sigue siendo difícil creer, que eres el recuerdo mas lejano que tengo de una ilusión, o el recuerdo mas reciente que tengo de una decepción.
Historia de la mujer independiente Cualquiera diría que era una mujer muy fuerte pero nadie la vio temblar en la mañana mordiendo las palabras, apresando sentimientos,
con tal de no herirse, jugando con fuego...
que era una arpía, pero resulto ser ave de papel...
Cualquiera diría que era una mujer sensata, pero nadie la vio recorrer el basto absurdo con dementes miradas, caminando al filo del abismo tratando de no decir nada, tratando de no sentir nada...
Cualquiera diría que era mujer, pero resulto esperpento, no hubo final, ni clímax, ni cuento, porque nadie la vio venir y nadie la vio escapar, solo yo... ...cualquiera diría que era una mujer historia, pero resultó toda una historia la mujer, cualquiera diría que solo yo la amaba, pero resulta, que ella me amó también...
Cualquiera diría que era una mujer oportuna, pero nadie la vio callar abruptamente, cuando no era conveniente, jugando a esconder la verdad... ...nadie la vio desbocarse en un instante, de los ojos para afuera, cualquiera alabaría lo fiel que ella era, pero nadie la vio traicionarse a si misma acribillarse lentamente, tragándose la angustia y la confusión... ...cualquiera diría que era una mujer independiente pero nadie la vio depender tanto de la vida como yo la vi... ...cualquiera diría
Frío caminar Una luz cortó la sombra, emergiendo en forma de espiral, aires nuevos arremolinan el tormento, una cruz de sangre condimenta ahora la evidencia, pero impotente me sentí cuando llegó la muerte, aunque muy cobarde
la describa, es imposible combatir con algo invisible, tan solo se percibe su frío caminar, succionando lentamente la savia existencial... ...una luz cortó la sombra, emergiendo en espirar, dos o tres siglos después aun te extraño...
Ultimo Quizás sea el ultimo, de todos los quejidos o talvez las culpas me hayan rasgado el conato, mientras tus horas se vuelven cenizas, y se abre el infierno de tanta mentira, bebiendo las triviales excusas, que siempre acomodo queriendo encontrar de nuevo el secreto que llevas guardado por dentro del pecho... Quizás a lo lejos te escondas de menos o bien quieras que te lleve el invierno
en una de tantas huidas, corriendo al lado del viento, ¿Porqué no pruebas mejor un suicidio? decía mi sombra al verme vencido, pero aun albergo en el fondo, en lo profundo, el ultimo intento de hacer que aparezcas, con la sonrisa tatuada después del lamento, mírame, ¿acaso el silencio no se llevó consigo mi voz? sin embargo, al verte, me quedo extraviado dentro de tus ojos gigantes, y no concluyo de aprender, cómo callar mis sollozos, cómo apagar estas ansias de besarte los besos, de robar tus latidos, por lo menos, el ultimo, el que pasa, acaricia y te mata, aunque más muerto no puedo estar, he muerto tantas veces que ya no las puedo contar, pero aún me queda una ultima oportunidad, un ultimo deseo, y detrás del espejo
sé que se esconde la ruta por la cual puedo escapar, no veo otra salida, no he podido aniquilarte, intenté huir con la clara mañana, y me encontré perdido entre penumbras, en el centro de mis miedos, donde empieza este enredo que me clavó a tu piel, no empieza el día sin notar que mis ojos, tienen color a soledad, con la mano empuñando un montón de historias que ansío poder avivar, pero apareces tú, y se me pinta la vida con sabor a armilla, ofreciéndome un ultimo despertar, acrecentando el ayer, con la luz irrumpiendo en el reino de las sombras, esperando que me clausure la paridad de dolor, me duele media alma y la otra mitad también...
El disparate Hacia tanto que no te escribía,
pero con esto de la inflación y toda ésta tecnología, hubiera preferido que tuvieras e-mail, pero sé que me escuchas, aunque esté en algún antro, pensando en lo bueno y haciendo algo malo, aunque reniegue de todas las cosas que quizás ya están escritas, o bien, las que el destino me obligue a escribir. Pero hoy quise escribirte, y que quede evidencia que algún día lo hice, pues con esta humanidad de hoy en día, es mejor tener pruebas, porque la fe ya no es igual que antes, y estoy tan seguro que ya lo sabias, acaso no has visto a mi gente matando a mi gente, ¿Lo tenias previsto o es obra de algún loco perverso, morador de las tinieblas? Te escribo porqué me enteré en las noticias que el invierno será postulado a desastre natural,
la iglesia parece colapsar, el clima se ha vuelto loco, el sol ahora alumbra poco y sobrecalienta el planeta, y para colmo de males, personas incoherentes, equivalentes e incluso inferiores a animales irracionales, nos gobiernan... ¿Estamos en crisis? O solo exagero los hechos...
los que no merecían la muerte, o talvez ya la habían ganado? Pero, ¿Qué forma de premio es el que te hace sufrir? más aún, proviniendo de los protervos insensatos, los que algún día se dignaron a quemar vivos y muertos, ¿subieron el infierno a la tierra? ¿Porqué lo permitiste...?
Tenía tanto de no escribirte que ya no sé ni que decir, entiendo que no puedes contestarme ahora, pero, dime: ¿Se va a secar el mar? Porque no entiendo, ¿A donde se irá tanta agua? ¿Y la sal? ¿Se van a extinguir las ballenas y los delfines? ¿Y las sirenas...?
Sé que no soy quien para altercarte, pero dime el porqué de la violencia? ¿Porqué clonaste a la muerte tantas veces? ya no es solo una, a diario mueren tantos, que estoy casi seguro que ahora son 10 mil o mas los que se encargan de las muertes...
Sé que parece un disparate, pero las interrogantes son infinitas, y las respuesta limitadas, hay días que he dudado de tus procedimientos, con el debido respeto, más cuando recuerdo a los muertos,
En fin, aludiendo la paciencia, te ruego me dejes ver tu rostro, antes de partir, yo trataré de escribir, pensando en Ti, en ella y en la humanidad deshumanizada...
Azucenas Con una sonrisa tuya siento caminar al borde del abismo, tus ojos disparan ternura y la dulce melodía de tu voz me hace alucinar. Cientos de veces te he visto, con tu andar armonioso, el cabello dormido y tu figura hechicera. Incluso las rosas envidian la tersura de piel que te envuelve la sangre, sangre que fluye en torrentes de amor salvaje, quizás ajeno, quizás lejano, las azucenas despiertan creyéndose inmortales, empero, solo tus ojos lo son, al extremo de llegar a incrustarse en los sueños ajenos, en los sueños prohibidos. Una sonrisa tuya es suficiente, para mi mente demente, que besa azucenas imaginando tu piel, una mirada tuya es bastante para mi amor anhelante,
que corta azucenas, delirando tu amor. Si algún día me notas puede que me veas caminando al borde del abismo, haciendo corvetas, jugándome la poca vida que me resta, no que me sobra, si algún día me notas todo puede cambiar.
Vos Vos me enseñaste como duele la verdad después de tanto resistirla y me mostraste que la fría soledad se vuelve aliada en el tormento. Vos me cubriste con el manto de la oscuridad mientras te escurrías por los sueños, pero olvidaste que no podes escapar de donde no sos prisionera. Yo tan solo quise adornar un poco mas, cada noche
cuando te sueño, pero quizás no me di cuenta que al final, no perteneces a mi cielo.
Promesas Prometí no volverte a soñar, prometí no volver a imaginar tu voz susurrándome al oído, prometí no volver a anhelar tus ojos grandes. Prometí no buscarte nunca mas, pero no te deje partir... prometí no revivirte nunca mas, pero nunca te deje morir. Prometí no volverte a hablar de lo mismo, prometí no llamarte, ni quitarte el tiempo, prometí no invitarte a mis letargos,
prometí dejar de fingir mi sonrisa, prometí hacerme invisible. Prometí no enviarte mas tormentas, pero nunca mencione la tempestad, prometí jamás nombrarte pero nunca prometí olvidarme de ti.
Instancia Aun sigues extraviada en lo vasto de mis ganas, aun estas escondida detrás de mis pupilas y te siento a cada paso, en cada suspiro pero no te encuentro. De cuando en cuando apareces cual eclipse como uno de aquellos espantajos que te arrebata el alma y apareces disfrazada de modorra
corriendo por bellos jardines escapándote entre mis manos las que desde siempre te han buscado y hoy mas que nunca te extrañan a gritos. Aun no he podido desdoblarme aun estas tatuada en mi piel, y solo espero que al despertar el sol aun funcione y las personas que me aprecian todavía estén.
La muerte de la musa Totalmente acongojado por la repentina muerte de mi musa, a la que tanto había amado y con gotas de ironía, había descrito vorazmente. Cuantos días transcurrieron mientras yo trataba de escupir con leves rimeros de delirio su figura indiferente, suspicaz, armoniosa y delirante, cuantas noches de abandono
había yo vivido mejor aun, muerto, a cambio de encontrarle coexisto. Pero me sorprendió la muerte como suele hacerlo, cobardemente, y arrancó sus ojos de fuego y escondió bajo la tierra su sonrisa indescriptible, descuartizó su sombra acalló su voz y aturdió su paz. Ahora solo espero que regrese del mundo subterráneo, y me deje jugar de nuevo con su nombre entre mi boca, y su figura dibujándose entre sombras, adornando mi memoria.
Princesa de Nieve Adiós princesa, pensé para mi con los ojos nublados en llanto, y un dolor inmenso desgarrándome la piel. El corazón se me encendió de muerte
y la luna me clavó la luz mientras me escondía detrás de tu ausencia, adiós princesa de nieve, adiós...
Mariposas Estomacales Si usted me lo permite voy a regalarle un día de sol con nubes blancas almidonadas e inertes, para que se adorne el rostro brillando sutilmente, irradiando alevosía ante mis palúdicas pupilas. Si usted me lo permite voy a obsequiarle una noche salpicada de estrellas pero libre de condenas para que la luna la cubra cuando se siente en la acera y telepáticamente me contagie mariposas estomacales. Si usted me lo permite voy a obligar al tiempo a detener su curso cada vez que la vea y a su bosquejo he de obligarlo a que se quede
impregnado en la parte interna de mis párpados, para que en las noches usted me invada los sueños y me lleve lejos de la miseria en que vivo y me ayude a encontrar lo que he perdido, pero solo si usted me lo permite. Porque si usted no puede, o talvez no puede tendré que seguir tragándome su olor y el sonido de su voz, tendré que seguir esperando que alguien llegue, me pinte un cielo y me preste una alas, y me diga... ...te quiero.
Alucinando Poco a poco fui sumergiéndome en
la profundidad de aquel letargo, la vida decía quererme, la muerte no decía nada, me quede abrazado a ti y tu estabas... quien sabe donde.
Ahora solo me resta contarlo talvez tratando de ocultar el dolor pero el dolor tan solo se disfraza y tu... tan solo me haces falta.
La noche abrió la puerta dando paso a la tristeza pero antes de avanzar eché mi vista atrás contemplando tu silueta y tu veías... quien sabe a quien.
Charla con la soledad
Alucinaba con tenerte pero la realidad me derribó todo parecía tan real que por un instante creí que era real... todo excepto tu, y tu soñabas... quien sabe que cosas. La puerta se cerró a mis espaldas y para cuando quise reaccionar, ya era demasiado tarde, mi vida, mi muerte, mi todo había quedado atrás y tu estabas... quien sabe como.
Comprendo la agonía, comprendo los fracasos pero a ti ¿quien te salva? Acaso naciste sola, o la soledad te llego de pronto y por la espalda, quien se atrevió a tal apostasía o ya estaba escrito? Acaso la vida te castiga de tan cruel manera? Supongo que los recuerdos se te clavan en la mente como espinas de rosas y le temes a la noche, supongo que el silencio es como tu melodía favorita, y un jirón de alma será tu afrodisíaco. Comprendo que sufras pero nada mas. Comprendo que llores pero hasta cuando? ¿Hasta cuando estarás sola...Soledad?
Te espero Bajo un cielo roto lleno de estrellas suicidas que se lanzan al vacío buscando inmensidad. Bajo el mismo sustento que enloquece las lunas y vacía las almas creyendo que el silencio tan solo sabe callar. Bajo estas nubes que deliran ser canción bajo estas ganas aquí te espero... bajo este cielo que no ofrece ni siquiera un sol. Bajo el absurdo de observarte a dieciséis y medio metros pensando que se siente rozarte mientras el viento deja su huella difuminando mi espera. Bajo la sombra del mismo lugar donde casi siembro mi piedad por aquella mi alma herida que muriendo esta de soledad.
Historia de la princesa sirena Escondida entre mis labios y mis dientes jugueteabas a perderte salpicando mi saliva, princesa sirena, con fugas espontáneas, con leves caídas, y no me atreví a expulsarte ni mucho menos intente aquietarte, tan solo deje que siguieras tu juego, aunque no me atreví a jugarlo. El día que apareciste se me extravió la cordura pero siluetas de barro te empujaron a flote, venias desnuda, cabizbaja y mojada, dejé que te instalaras entre mi lengua y mi saliva, pero en mi torpe mascullo sin querer hacerlo te trague en un sorbo, o talvez te escurriste en silencio, para nadar en mis entrañas,
desnuda, con tu cola y tu corona, princesa sirena, con los cantos silenciosos que embrujaron mi ser, y solo yo podía sentirte y solo yo era victima de aquel melodioso conjuro, mientras tu piel se humedecía absorbiéndome la vida, ...absorbiéndome.
Monologo de la cordura extraviada Solía ser discreta con leves rebalses de insomnio, procurando ser oída, aunque a veces de nada servía, solía esconderme detrás de la risa con destello de pecado, pero jamás con ironía, busque siempre aquel letargo subconsciente, y la ternura al hablar. Hoy despierto metida en esta caja, esclavizada a los demonios que rodean lo sereno, aunque más parece
un manicomio aquí, donde me guarda mi dueño.
Nada que quitar Si supieras cuantas veces he estado a punto de erguirme frente a ti y reclamarte vorazmente tu frialdad, mas no me atrevo. Si supieras cuantas veces he estado a punto de apagar la noche y quitarte lo que me has quitado mas no hay nada que te pueda quitar, porque tú no me has robado la calma, yo la perdí al verte, tu no me has robado el sueño, soy yo quien me niego a dormir por temor a soñarte. Si supieras cuantas veces he estado a punto de fugarme al viento, para robarte el pensamiento, pero no me atrevo.
Deducir No necesito tus excusas para amarme a la ligera, porque el tiempo no te alcanza, porque la imaginación no te evoluciona. Entiendo que el dolor que arrastro, se te enredó en las pupilas, entorpeció lo encendido. Entiendo que incluso hayas perdido la ilusión, la sorpresa y el encanto. No necesito que llores porque algo me lastima, mas bien quisiera una caricia fascinante que borre el suplicio y con un beso remiende mi espectro. Pero perfectamente entiendo que soy yo quien hace falta, debido a que mi alma se quedó empeñada en algún antro, antes que el dolor me doliera tanto y después que
ella se fuera. Deduce mi excusa y que sirva de entrada, a la salida que hoy dibujo, con tal de verte, dulce hada, escapar de aquí hasta el embrujo, para que tu alma sigua amando igual al tonto que hoy reclama.
El silencio que me envuelve A veces pretendo escapar y lo intento, pero llegada la noche el silencio me envuelve, se burla y se ríe, y la soledad astuta jugando a ser puta se acuesta conmigo. A veces me encuentro lejos y cuando despierto, el sol aparece bañándome en silencio, haciendo fiesta de mi llanto, mientras me cubre el espanto y me aprisiona en tu delirio. Los ecos de la muerte parecen tan sonoros
que hasta creo son tesoros que me incitan a mi suerte, apostando conmigo hasta los dientes, han de volverse invencibles. A veces pretendo escapar pero cuando corro, solo alcanzo llegar ha donde se pide socorro, y el silencio que me envuelve se transforma en canción mientras muero un día entero subiendo en espiral hasta el delirio, pintando el cielo con tonos obscuros y gritando tu nombre sin cesar...
Monologo del conjuro inconcluso Si bien no he cumplido con la misión que me habían impuesto, que se borre de todo libro cada una de mis líneas, que toda bruja olvide mi forma y no me conjugue nunca mas, por las noches, mientras juega a dibujar círculos
en el manto nocturno, montando una escoba, una pala o un rastrillo. Porque si no he servido como debía hacerlo, será porque no ha llegado mi día o me has vociferado en forma errónea, o el brebaje que acompaño aun no esta bien hervido, o no tiene aquel ultimo ingrediente, aquel que no has hallado, el suspiro de la muerte, aquel que cuesta tanto y se evapora casi siempre. Pero si no he servido como debía hacerlo y todo lo anterior está cumplido, entonces, arranca mi hoja y quémala en la hoguera,
Los Delfines Dejé por un lado a los mentirosos y me hice acompañar por aquellos que simplemente, no me dicen la verdad,
mientras los delfines de mi absurdo aun esperan en la esquina, aquella donde el mar se une al cielo, esperando el momento preciso en que el sol se canse y se vista de mujer. Dejé mi fantasía y abracé tu realidad dejé mi utopía y me pinté de soledad mientras las estrellas se bañan en llanto y en sus intervalos de lagrimas, me ofrendan la luz. Dejé mis vicios y me apropié de la adicción y entre tantos oficios escogí por profesión... ...amarte, mientras el silencio aprende a hablar.
No te olvides Embriaga tus labios con saliva, apaga el silencio pero no olvides que la oscuridad es traicionera,
princesa hechicera, recuerda que amar no es querer, apaga la noche pero no apagues la luna, pues mi amor se pinta en el suelo, princesa de hielo, mi vida es contigo como mis sueños son solo sueños, apaga el recuerdo pero no te alejes de aquí princesa de fuego pues si tu no juegas mi juego, para que jugar.
Las Fronteras del Misterio Quizás la luna no hubiera vuelto a morir o el cielo nunca mas hubiera llorado, la noche no se hubiera ocultado detrás de la oscuridad, el silencio no hubiera callado, el dolor no hubiera sido suficiente, ni la muerte prepotente me hubiera derrotado, la tristeza no me hubiera besado los labios, ni las lagrimas
se hubieran escapado de mis ojos vencidos... Pero te encontré, te vi surgir, detrás de aquellas flores de fuego ultravioleta, que nacían del otro lado del jardín. De haberlo sabido... quizás las nubes hubieran seguido siendo nubes, y la soledad aun estuviera sola, al final de cuentas, la angustia es propia y por propio placer, olvidarte se me hace imposible, a pesar que nunca te encontré, pero el misterio que envuelve no haberte conocido, me aterra aun más que dejarte de querer.
Sin ti No si no si no no si
habría luz del día no irradiara tu belleza habría armonía en cada respiro extrañara tu alegría, habría fantasía, no hablaras sola
frente al espejo, no habría ternura, si no acariciaras tu mirada al borde de la mía, no habría ilusión, no habría letargos, no habría ni adicción ni mucho menos, yo tendría vida.
Ángel La primera vez que te estrellaste en mis pupilas, traías puesto un traje radioactivo que brillaba discretamente, emitiendo incandescencias separadas en lapsos que hipnotizaban los sentidos. Tus ojos, escondidos detrás de los cristales, eran el reflejo que mas allá de pegarse en un espejo obsequiaba calma a manojos y aún más. No podía dejar de buscarte, en los jardines,
en los edificios, no podía liberar tu silueta de mi derrotada memoria, si no te veía el azul del cielo no era azul, sino cualquier otro color, agonizaba atado a la idea de querer encontrarte sentada en mi avenida. Un día de tantos por fin te encontré, ya no traías puesto el traje radioactivo sino un atuendo azul con amarillo, tus ojos chocaron con los míos, aunque de seguro pasé inadvertido, estabas allí, en medio del jardín, cual flor en primavera, irradiando belleza a los cuatro vientos. Te observé sin cansarme y sin que me notaras, tu voz me envolvió cual dulce melodía,
tu respiración me ahogaba lentamente. Descubrí que eras un ángel cuando te pusiste de pie, soltaste tu cabello y extendiste los brazos como para alzar el vuelo, tus alas invisibles también se extendieron... Desde ese día, los segundos se acumulan jugando a ser millones, hasta que vuelva a verte y tal vez... me veas tu también.
Besar un adiós Besar un adiós, un hasta luego, del otro lado del fuego, mas allá de la montaña, quizás detrás de tu ventana, tan solo muero de silencio por no querer gritar. Tomar la mano de la muerte empuñando en la otra soledad, y besar un adiós, un hasta luego, mas ten presente amor,
que yo no juego, pues por jugar a ser amor, me disuelvo en el suelo, entre sombras, entre danzas...
No me defraudes Yo apagué la llama, fui yo quien grité, yo pedí el ángel, yo abandoné el mar, yo maté la ilusión, yo cerré la ventana, yo te obligué a odiarme, fui yo quien se acobardó, yo me cansé de amar, yo me aburrí de cantar, yo perdí los poderes, fui yo quien invocó las tormentas, yo retorcí los deseos, yo manipulé las miradas, fui yo quien escapó, fui yo quien se ocultó, yo vertí el veneno, yo quemé la rosa, yo te clavé la espina, fui yo quien utilizó para mal nuestra esquina, yo dibujé tu otra silueta, yo disparé la saeta, yo cobré con huesos, el dolor que me agobia, yo escribí de mi fobia,
yo te dejé varada en la selva, yo dejé que las estrellas se apagaran, yo permití que la luna se suicidará, yo quebré el espejo, yo borré tu reflejo, fui yo quien mató con saña el amor y la ternura, fui yo quien presionó la llaga, fui yo quien abrió mas la herida, yo caminé hacia el este cuando el destino era el norte, yo te solté las amarras, fui yo quien dejó que partieras, fui quien se buscó que ya no me quisieras... amor... ...fui yo
Donde? Tu amor me cabe en el puño semiabierto, semicerrado, semivivo, semimuerto. Tu luz me cabe en la mirada perdida, apasionada, lasciva,
apagada. ¿Dónde queda el buzón en el que guardas la alegría y las viejas letanías que reviven la tristeza?, ¿Dónde escondes la apatía, la fe, la ilusión y la melancolía?, ¿Dónde amontonas el amor?. Tu voz me cabe en el bolsillo, apretada, difusa, a gritos, confundida. Tu fe me cabe en la memoria prescrita, dudosa, rebelde, egoísta. Donde crucificaste los sueños, aquellos que teñiste de negro y adornaste con fuego, donde enterraste el tesoro,
aquel que robaste hace tiempo y luego utilizaste para llorar. Donde quedaron las anécdotas y las tristezas, donde dejaste el cadáver de mi amor. ¿Donde?
Ahora que te vas Ahora que te vas no sé que hacer, llorar, quizás, pero no correr, porque al correr tu también vas, por eso no puedo huir, no puedo esconderme, porque tu recuerdo me agobia, y más ahora... Ahora que te vas, no sé que decir, pues lo he dicho casi todo, te nombré cual veneno, veneno disfrazado de aroma, te llamé cual rayo solar, como cicatriz, y en verdad
no fui muy feliz, y menos ahora. Ahora que te vas, será mejor que no regreses, porque a veces es peor ver morir que ver resucitar, pero talvez el tiempo me ayude a olvidar que te fuiste, galopando una clara mañana, porque ahora que te vas, no sabré de paz, pero si de vagar por las noches cobardes, cobarde seré queriendo borrar la silueta que nunca pude dibujar, queriendo llenar tu espacio vacío, queriendo callar, queriendo no sufrir, ahora que te vas.
En tu ausencia Cuando tu no estas, el sol se pinta de gris, el espacio se vuelve prudente, la luz no es luz y el corazón se me apaga.
Quien habrá de pegar una a una las palabras tratando de expresar las heridas que causas, remiendas y vuelves a rasgar, ¿Quién? Cuando tu no estas, el aire se acompleja, la vida se me esconde, el dolor solo me duele y el silencio me envuelve. Quien ha de aliviarme con un beso en plena madrugada, quien ha de secarme el llanto que provocas, limpias y vuelves a causar, ¿Quién? Si cuando no estas, prefiero no salir de mi escondrijo, me oculto del viento detrás de las rosas, me acurruco en la sombra, aterrorizado por la muerte que se queda en tu lugar...
Casi nada Ya no le temo a la noche, ya la conozco, conozco su inquina,
sus trucos y demás, ya no me aterrorizo. Ya no me bebo el llanto, menos ahora, ahora que hace tanto que no estas, ya no le temo casi a nada. Ya no me escondo cuando me siento solo, ya conozco de la soledad, conozco su alevosía, su irreverencia y su preámbulo amoroso bajo la capa de ramera, ya no me acobardo, ya no le temo. Ya no me fumo la congoja, ya no soy su esclavo, menos ahora, ahora que hace tanto que te has ido, ahora que ya no le temo casi a nada, ...casi a nada.
El rey de la montana Los vientos decidieron no salir a cabalgar por las faldas de los cerros, prefirieron quedarse
viéndose al espejo mientras la luna baña con reflejo el camino que conduce a la tumba del rey de la montaña. Las llagas supurantes sudaron con flagelo las tantas veces que le vieron morir de soledad, y la muerte misma le hizo desprecios mucho antes que se los hiciera el mar. Las estrellas frenéticas, en venganza se mataron, porque el dolor era inmenso, la herida demasiado profunda, mas nunca dio su queja, incluso obvió la elegía, y el canto desgarrante, porque el amor lo olvidara, disimuló las ráfagas de ira, los torbellinos de arrebato, la apatía que sentía por la vida, por la muerte y todos sus encantos. Del suelo nacieron espinas encendidas en llamas anaranjadas y clavándole la angustia
lo ultimaron, el desamor lo mutiló, la tristeza lo envolvió seduciéndolo al final, a la extinción, la ternura lo ignoro... ...el exilio lapido al rey de la montaña. Sus ejércitos de insectos desfilaron semimudos al compás de las huellas y las lagrimas golpeando el suelo. La tierra llovió con su llanto las flores que adornan las veredas y los valles, incluso las afueras de la cueva, donde descansa eternamente, el rey de la montaña.
Chiribitil Sigilosos valles de lagrimas gotean transparentes, el sueño y el dolor acumulados, tu ausencia y tu desvelo los rayos de luna y las flores que renacen de entre los muertos. Tu sonrisa y la historia que se estrellan en feroz batalla entre demonios, el pasado acongojado
y el presente empobrecido, el batíscafo donde juego a ser pirata. Ahorca ahora las miradas, evitando que se crucen y se mezclen, amor de los amores mal venidos, ausente y en fuga perpetua, te dibujas lejano o soy yo quien alucina tu holograma? Permíteme gritar desde mi chiribitil las mil y una causas del temor que me ronda, explícitamente, te amo, lastima que no entiendas de la imaginación oportuna, y la confundas con exageración prepotente, aun espero que te acuerdes de la mezcla radioactiva que formamos con los besos, aun espero que recuerdes que la luz de las estrellas es alquilada. Valles de flores secretas erguidas cerca a la ilusión, si el sol se enoja, dime tu que vas a hacer? Podrás acaso, madurar
en una noche? A veces siento que te tengo pero cuando despierto simplemente no estas.
Duda en el intento Esto es solo un alarido, atrapado en el silencio de querer gritar, es un ave en pleno vuelo cuando no puede volar Esto es solo una idea encadenada al pensamiento de querer cambiar, es una duda en el intento, cuando se intenta no dudar. Esto es solo un sonido encallado en la sinfonía que pretendo interpretar, es un sueño a media noche cuando no puedo pernoctar. Esto es solo una gota fusionada en la nube de querer llover es una multitud en soledad cuando la soledad rebusca compañía. Lo que estoy sintiendo es mas grande que lo inmenso, repleto de recuerdos vacíos
y tu espacio aun sin ocupar.
La flor de la tristeza Parece que tu amor se durmió con el beso del silencio y el abrazo de la soledad, con los gritos de mi ausencia. Parece que mi amor agoniza con tu silueta danzante que se enreda en mi mente y mis deseos de tenerte. Pareciera que estas, pero te vas, parezco desdichado pero eres como espuma del olvido, eres la flor de la tristeza, pareces bien pero eres mal. Parece que tu amor murió ayer por la mañana y el faisán cantó fingiendo que el dolor no le dolía, pero te juro vida mía que a mí si me dolió.
Alguien Alguien tocará la puerta
armado de sonrisas y ternura, con los ojos empapados de amor, quizá traiga el cabello dormido, quizá lo traiga despierto. Alguien cantará desde lejos aquella vieja melodía, colándose por las pupilas hasta el oído medio, quizá venga del norte, quizá venga del sur. Alguien jugará a las escondidas, ocultándose detrás de los claveles, con la piel brotándole en cariño, quizá ya esté delirando, quizá ya lo estoy previendo. Lo único que espero es que cuando ese alguien toque, cante o juegue, seas tu de nuevo y me devuelvas el fuego para volverte a adorar.
Al final del universo Cuando acabe el espanto te llevaré al final del universo allá donde los duendes juegan a revolver las estrellas, y las brujas ya no vuelan sino en cometas, allá donde la luz se refleja
en las esquinas, allá donde la música es divina y la tristeza fue exiliada, allá donde las distancias ya no existen y Vallejo juega ser pintor. Cuando acabe el dolor te llevaré a la planta alta de la galaxia, allá donde saturno guarda sus anillos y la luna cuelga sus vestidos, allá donde Neruda se juega un ajedrez soñando ser canción, allá donde el sol almacena las bombillas de repuesto y la muerte no tiene lugar. Cuando acabe el horror, te he de llevar mas allá del otro mas allá que antes te habían prometido, allá donde las sombras tienen vida impropia, pero nadie las domina, allá donde todo termina, allá donde solo existe un mar de fantasías, y los delfines juegan memoria, buscando la otra parte de la historia donde tu y yo éramos uno.
Cuando acabe esta pesadilla, y te decidas por volver, con gusto te llevaré al final del universo para que con un solo beso, te quedes conmigo para siempre.
Ojos De los ojos me brota la luz que madura el llanto, la soledad sigue durmiendo conmigo, yo sigo soñando tenerte, pero no atino a contar los jirones que la angustia me ha causado, las flores retoñan cada vez mas tristes, mi fuerza se fuga por las noches y en cada huida revienta de ira la cordura que besa mi boca, no es tu estilo pero igual estoy muriendo, talvez la muerte se tuerza hacia el pasado y me mate de una vez o por lo menos encadene mis demonios a la saya que nunca usas y el viento libere las medusas que alguna vez ame.
De mis ojos cae el llanto que fermenta la ansiedad, la noche vive hurtando mi fuerza, ¿y la muerte...? ¡que se tuerza de una vez por todas! siento como el beso que le besas me recorre, me derrota, erizándome la sombra, pero por la yema de mis dedos brota magia, anestesia insurrecta, que adormece donde duele pero no calma el dolor, veo solo que lo que brilla, el espíritu de los caídos, mis ojos, mis sueños, mi vida.
Me duele Me duele tener que mentir, me duele sentir, sentir tu ausencia recorriendo mi mente, sentir el eco de tu voz chocando las paredes, me duele verte partir sin haberte visto llegar, me duele escribir, escribir de la sangre que alimenta mi dolor, escribir de la tristeza que me encadena al suplicio,
me duele reír, me duelen las estrellas al morir, me duele el mar, el cielo, las rosas marchitas, me duele el negro anochecer, me duele la razón que ya no es mía me dueles tú me duele tener que llorar, me duele el viento, la noche y el día, me duele sufrir, me duele el color del sol y de la arena, me duele esta pena, me duele mi guitarra ahorcada zurcida y muda, me duele la duda, me duelen las canciones que se volvieron amor y las que se escaparon al papel me duelen también, me duele tu voz, me duele tu respiración, las tantas veces que mentiste las otras que tan solo me heriste, me duele la lluvia escurriendo tu cabello, me duelen los besos ajenos y las flores de papel, me duelen las teorías y el fondo del vacío, me duele esconderme, me duele el mundo entero, la vida y la muerte,
me duele dejarte partir, me duele haber sido vencido, me duele haberte conocido, me duele no encontrar la escafandra que me guardaría, me duele devorar el tiempo, me duele el verano al igual que el invierno, pero me duele mas este infierno, donde me juego los días creyendo que me querías, me duelen las palabras, las tontas, las inoportunas, las que te alejaron, me duelen todas las madrugadas, me duele cerrar los ojos y tener que verte, me duele resistirme al embrujo, al sortilegio, me duelen los pies mientras te recorro desnuda, me duelen los poemas de Neruda a los que no hiciste caso, me duele el ocaso que siempre cae detrás de las montañas, me duelen las llamas donde juega mi fe, me duele el café me duele el tabaco, me duele el hastío el tuyo y el mío, me duelen los números y la quinta sinfonía
me duele amarte porque no eres mía.
Allá donde asignan los letargos Acaso se olvidaron de mí allá donde asignan los letargos? O es que solo tienen un holograma tuyo y hoy alguien mas te esta soñando? Acaso llenaste el formulario para que vetaran las fantasías, mandaste a clausurar mis alegrías, mi imaginación, mis delirios, acaso te cause peligro? Me sacaste de tu pecho, del rincón que moraba, de tus ojos, de tu pelo, me sacaste de tu mente, por Dios que eres fuerte, le enseñaste a tu boca a no nombrarme? Me expulsaste de tu sangre o solo me redujiste. Acaso se olvidaron de mi allá donde asignan los letargos? Porque llevo varias noches sin poder dormir, es decir,
sin soñarte, aunque no ha sido problema, porque me levanto y te dibujo entre las sombras, y me quedo observando tu ojos... Tan solo pregunto: Se olvidaron de mi allá donde asignan los letargos? Porque si no, que alguien me explique que está pasando, porque no vienes, he dejado la ventana abierta, he encendido las velas, porque no vienes? que alguien me explique...
Las piezas blancas Las gotas de lluvia pedían clemencia al dolor que transpiraba y transmitía, me sentía derrotado, pero la tierra escupía espinas, que en la punta tenían rosas, blancas, rojas y amarillas. La luna pedía compasión
por el suplicio que sufría, las sombras se burlaban mientras la tristeza me envolvía, pero el sol venía al rescate para darme un nuevo día, para tratar de olvidarte y poco a poco lo fui haciendo, me acerque de nuevo a las cosas sencillas, a las piezas blancas, a las rosas mías, a mi madre... le vi de nuevo el color al cielo, a las montañas incluso al aire y la clara mañana. El viento rugía por perdón después de haberme flagelado y la ira ahora sentía que podía, podía irse lejos, donde ya no era mía ni tuya, empecé a olvidarte aunque nunca te haya tenido.
El poema es... Ayer descubrí que el poema perfecto es aquel que se inspira en el susurro angelical de su voz dispersándose en mi entorno
jugando con el viento para entrar por los poros y chocar con mi piel. El poema perfecto es aquel que toma como musa a la reina de mi imperio que nace y crece en un castillo que flota con los sueños e ilusiones y muere cuando el mundo acaba. El poema perfecto es aquel que rueda junto a una lagrima por toda la mejilla y se ahoga en el grito silencioso que emerge de mi interior tratando de evitar su partida.
La vida La vida empezó a escapárseme por los poros, quise atraparla con gotas de llanto, pero luego advertí que llorando también se me escaseaba la vida. Noté que la vida se me fugaba en las palabras así que evite balbucear en vano.
Ahora que prefiero La ausencia me empolva el olvido desde que prefiero el silencio, ahora que solo disparo miradas, ahora que prefiero la noche y salir a flotar, sobre valles encantados hasta encontrarte, hasta tenerte, ahora que prefiero el espanto de no haberte conocido, ahora que prefiero el centro de tu indiferencia que tu falta de atención, ahora que prefiero el abandono antes que ser prisionero de la noche ahora que prefiero caer vencido ahora que prefiero la soledad pero estando despierto, porque durmiendo me hundo en el abismo de tu ausencia .
La necedad La sé el la el
piel que me envuelve esta sublevando, miedo me escurre por los poros, voz se me escapa lentamente, sueño no me deja dormir,
el pecho se me abre para dejarte entrar y me desnudo arrancándome la piel. El aire que me llena se está extinguiendo la sombra se me pierde entre tanto laberinto, la risa se me apaga fugazmente, la luz ya no me alumbra, mis ojos se viran al vacío, para buscarte entre el abismo y me fumo el placer tragándome hasta el aire. El amor que me habita se va desvaneciendo la ilusión clandestina se transformó en dolor, tu alegría no me deja ser feliz, la necedad me asota con desprecio y tú, tomando el otro extremo exterminas mi amor.
Entre pecho y espalda De nuevo me perdí en tu mirada, mis ideas se perdieron enredándose entre tu cabello dormido, me embriague de tu voz, me adherí a tu figura apretada
y me quede entre tu pecho y tu espalda me escape por tu boca y mi cordura se volvió loca exigiendo un milagro, tú te colaste por mis poros y en el aire que respiro, tu voz bloqueó mis sentidos y cambio mi forma de pensar pero acabó con mis ruegos. Realmente no importa como entraste lo cierto es que te tengo aquí conmigo, y si recuerdas lo que hoy te digo recordaras que te quiero y siempre lo haré.
Hoy el dolor... Hoy le duele incluso al dolor, dos rosas blancas lloran espinas de agonía, será por que no eres mía, que le dueles hasta al sol, la tierra se duerme soñando que te tengo, pero al despertar cientos de rosas nacen muertas porque quizá adivinaron que tu amor se termino, aunque nunca haya empezado hoy le dueles al dolor.
Las aves vuelan gritando tu nombre, buscándote, tal como lo hago yo alucinando con encontrarte, en el mismo lugar donde te vi, pero tu rumbo ha cambiado, tu amor ha terminado aunque nunca empezó. Hoy le dueles a las nubes, a las gotas de lluvia fugitivas, a las estrellas semidormidas, a las notas de la canción asesina a las balas del cañón, a los destellos de fuego ultravioleta, a la vida campesina y la fidelidad, a los ángeles y al mismo Dios. Hoy le dueles al silencio que te hizo callar, a las noches confundidas y a tantas llamadas perdidas, hoy le dueles al mar de dudas, al montón de mentiras evasivas, y a la sombra que te vino a buscar. Hoy le dueles a la ausencia y se cuela en al olvido que
incluso al dolor, que viola las puertas el vacío, germinó en semillas
dando vida a tantas muertas mariposas, hoy le dueles a las cigarras, a tu propia voz traidora, a la luna, araña tejedora, hoy le dueles a la distancia, a las fronteras inertes, a la fe mal dibujada, hoy le dueles al mañana, a los colores, a la ventana prisionera, a las flores de papel, hoy le dueles a la canción ausente, al poema no engendrado, pero sobre todo hoy, el dolor es para mi.
Entre copas y algunas visiones El humo se cuela entre las letras que se quedaron detrás del pensamiento entre las ideas guardadas en el olvido, entre el fulgor de las estrellas e inclusive ellas me preguntan por ti. La soledad me huele a tinieblas y lo oscuro es cada día mas claro aunque el precio sea cada vez mas caro
aun pregunto por ti. Por querer huir me oculte de la risa aunque el llanto me haga trisas el humo se sigue colando y la esperanza germina entre copas y algunas visiones entre letras y asuntos inconclusos no habremos naufragado en vano pero valió la pena? Me deje engañar por todo lo que no dijiste y heme ahora entre lagrimas y espadas escribiendo tonterías y preguntando por ti.
Te recuerdo Te recuerdo, por aquellos segundos donde la lluvia transparente te bañaba las ganas, y recuerdo las llamas que floreaban en el jardín. Te recuerdo, con tus ojos grandes y tu pelo dormido, con tu voz y tu esperanza, con el temor de no verte otra vez, pero te recuerdo. Quizá sea en vano
pero las rosas aun retoñan esperando tu amor, aun recuerdan tus besos y el calor que nunca encontraré. Te recuerdo, perdida en la maraña de esta absurda soledad, incluso ahora mas que ayer, aunque el tiempo corra menos de igual forma muero mas, de soledad, de tristeza, de agonía, pero te recuerdo, creyendo que saldrás del abismo escurriéndote entre luces porque ocultarte de mi si de igual manera te recuerdo.
Presurosa Mi ojo derecho se niega a buscarte pero el izquierdo te busca sin cesar, mi voz se niega a pronunciarte, pero mi boca se engalana hablando de ti, te escapaste a otra dimensión, a siglos luz de aquí, creyendo que así podrías borrar los bordes entre tu y yo, pero pasaste por alto la vana esperanza que llevo conmigo,
olvidaste que algún día te vi ocultándote detrás de los cristales, huyendo presurosa por entre mares de ausencia, olvido y dolor.
Desaparición El silencio que vino chocando de estrella en estrella girando cual torbellino, se alojó en mi boca intentando disolverse, generando vacío alimentando el dolor. El mismo dolor que tiembla de espanto, pensando en la gotas de lluvia que creían ser llanto, aquí se te extraña tanto que te pinto, te borro y te vuelvo a pintar. Las sombras se aburrieron de estar aburridas, y decidieron salir a solazarse, a pervertirse, el café se niega a abandonarme el tabaco también, pero los días transcurren fingiendo ser meses, y a ti y a tu sombra
no se les ve.
Imagíname Imagíname al vacío pintando de negro, gritando en silencio, perdido entre la noche, imagíname al olvido, sin llegar a olvidarme, pero escucha... antes que el clamor se ahogue, antes que el recuerdo se esconda detrás de las paredes. Imagíname un instante sin que se haga eterno, sin lamentos, ni temores, ni dudas, ni nada, imagíname al presente porque al pasado es imposible, imagíname al futuro con la sonrisa pintada y la luna en pleno suicidio. Imagíname al sonido de todas las rosas muertas porque muertas viven mas, imagíname a la muerte, porque sin ti, así es como vivo, así es como muero, y sin poner demasiado esmero imagíname a la soledad,
a la impaciencia, al oscuro delirio de verte otra vez y con un beso en la frente decirte adiós.
Y tu ausencia sigue igual... Dos rosas muertas para el amor de mis amores lejano pero mío dentro de mi pecho, del otro lado de mi frente jugando a las escondidas con mi inconsciente. ¿Muertas? Dirás... pero las rosas vivas mueren con el tiempo y las muertas no mueren mas, las alas vuelan sin aves los sueños juegan a ser ilusión bajo una turbia de noche la luna sale sin sol una sirena perdida canta al viento su dolor. Aquí, escondido entre el miedo, el clamor y el espanto, aquí donde el silencio es tan recio y el vacío es cobarde, jugando a no jugar, aquí la vida se bebe a grandes sorbos
y tu ausencia sigue igual.
Galaxias Perdidas La guitarra me obliga a depurar los murmullos y cambiarlos por gritos de tempestad que sufren en mi interior, talvez el viento solar mueva las aspas de la agonía porque el fuego se me apaga y las palabras desde lejos vienen chocando entre si dibujando círculos amarillos que aparentan ser la base de los sollozos, los sonidos agudizan y la noche me protege... A donde iré a parar después de que la vida se termine, ¿Iré al horizonte a jugar con las arañar? ¿Iré a las galaxias perdidas a intentar recuperarte? La guitarra me obliga a delirar, a soñar que te fugas de repente, a buscarte entre la gente murmurando tu canción, repeliendo los instintos clausurando la tolerancia, vetándole la historia
a estos días que astutos quieren ser montón, a estos días que juegan a ser vida... A donde iré a parar ahora que te pierdo ahora que mis ojos ya no pueden llorar... A donde?
Inmundo Perpetuar tu voz no es en vano, te recuerdo tal como ayer, igual que un ciego resucita el color de los días, llamando a la vida por su nombre, dejando al descubierto el aroma de las flores silvestres, te recuerdo inocente, ingenua o inoportuna, recuerdo tu piel brotándome en las manos y las travesuras de mis ojos vencidos, las cicatrices que el llanto ha dejado en tus mejillas y también en las mías, pero despierto y no entiendo, porque mi historia no cabe en tu vida,
si tu vida ahora es parte de mi historia, te recuerdo empolvada, con la luz escapándose de tu mirada, te recuerdo diciendo, que tu y yo no coincidimos el uno para el otro, ni el otro para el uno, talvez en otro mundo, en uno menos inmundo, talvez ahí no te recuerde, pero te tenga...
Ángeles Cuentan que los ángeles sueñan con amar, con liberar sus fantasías, se dice que se disfrazan de estrellas y nos vienen a alumbrar, cantando tonadas vacías como queriendo escapar, ocultándose cual fantasmas detrás de la ilusión. Cuentan que en sus noches tristes se reúnen detrás de la luna y sufren tanto que la hacen brillar. Cuentan que mas de alguno
se ha rehusado a seguir siendo igual y se dispara a la tierra como queriendo jugar, conjugando lo extraño y fusionándose a la libertad, caen de tan alto que les cuesta recordar que alguna vez fueron ángeles hay días que se sacrifican cambiando sus alas por delirio y respiración por unos ojos grandes y un cabello normal. Cuentan que les gusta asechar ocultándose detrás de las ceibas sintiéndose normal y les brillan los labios y carecen de sombra, tienen la piel de terciopelo y su voz sigue angelical, el amor les queda intacto, el corazón les crece aun mas, se vuelven amantes divinos y el cielo les escurre de la voz. Cuentan que a veces se les ve llorar procurando no sufrir, queriendo escapar del tormento, de la angustia, pero el dolor no los deja en paz, y forman su imperio
postrándose al exilio, devorando el delirio que les hizo bajar. Cuentan que a los ángeles les gusta amar, pero no sufrir, ni llorar, ni parir, ni odiar cuentan que son tan hermosos que lo niegan igual, y si mueren de amor prefieren quemarse en el sol, que vivir en soledad. Cuenta que los ángeles son como vos, y que solo alguien como yo se enamoraría sabiendo lo que sos.
El viento que ahora huye El viento se vuelve un torbellino huyendo hacia la mar llevándose consigo mi dolor, lo lanza lejos mas no importa, yo sé que va a volver y cuando vuelva será peor, se me colará por la voz, desgarrándome la vida, robándome los sueños, recordándome la ausencia y arreciando mi clamor.
Aunque el viento se ausentara por un siglo o por dos, yo se que volverá, trayendo consigo mi suplicio, mi amor y mis vicios, no importando si mis sueños son eternos o bien son simples segundos con amor, y si no vuelve hoy, lo hará mañana, porque esa es su maña, dejarte solo aun estando en soledad, y no hay tormenta que lo destruya, tan solo lo aleja un poco mas, pero algún día ha de volver, y será mucho peor, se colará por mi sien, me hará sentir de nuevo en casa, en la prisión que me abraza, permitiéndome morir un día más. Si el viento que hoy se va se olvidará de mi por un instante suficientemente largo, seguramente cuando vuelva, yo haya sufrido tanto que su dolor no me duela jamás, quizás después de haber dormido en otros brazos,
quizás después de haberme emborrachado con otros besos amargos, después de haberme enredado en otros cabellos que me recuerden a ti. Si el viento que ahora huye no llevará atado el sentimiento que me quema tanto, si el viento se perdiera en el pasado, entonces sí podría volver a decir... ...te amo.
Simples experimentos de soledad Cierro mis ojos y el silencio se cae a pedazos sobre mi, abro mis ojos y tu imagen traslúcida me recuerda a ti, a tu luz, a tu ideal, a tu pelo dormido a tu amor encendido y a tu forma de amar. Cierro mis ojos y los demonios aparecen
torturándome, abro mis ojos y la oscuridad me rodea, encerrándome entre las viejas paredes, dibujándote a retazos, tu voz, tu tez, tu locura escondida tu razón de mi ser y mi tú de razón. Cierro mis ojos y me pierdo en laberintos que me amenazan con no tener salida, abro mis ojos y todas las rosas han muerto, las aves se han ido y sus cantos me hablan de ti, de tu casa, tus ventanas, tus labios y tu fuego. Cierro mis ojos y muero mil instantes continuos, pensando en ti, en amarte, en tenerte, en que te fijes en mi, abro mis ojos y encuentro a la tristeza
lavándome el cerebro, diciendo que no existes ni has existido, Cierro mis ojos y se me escapa el llanto, abro mis ojos y resulta que estoy semimuerto, cierro mis ojos y me hundo en tu boca, abro mis ojos y la luz se apagó, y ahora la penumbra me empuja al dolor, cierro mis ojos y el color se disuelve abro mis ojos y aparece el color, pero el color vacío, el que no tiene código posible, el que al pintarlo se vuelve dolor. Cierro mis ojos y apareces desnuda, creyendo ser espejismo, abrazando tu locura, abro mis ojos y no soy yo sino otro nombre, con menos letras y mas espacios, cierro mis ojos y se me escapa el pensamiento, abro mis ojos
y aparece el egoísmo, cierro mis ojos y de nuevo apareces tu abrazando un espectro ajeno, talvez lo mejor sea lo bueno, aunque yo no sea lo mejor, abro mis ojos y la claridad me cerca, me acaricia, y casi despierto, pero estoy seguro que ya he muerto, porque aquí no hay delirio, ni tu tienes sombra ni yo te sufro tanto, estoy seguro que no hay llanto, pero tu sigues jugando a asesinarme, estoy seguro que no estoy soñando, pero apareces nuevamente y me besas lentamente, abro mis ojos y es tu ausencia quien me besa, me acaricia, se engalana, cierro los ojos y una luz cegadora te borra, abro mis ojos y un disparo a ras del pecho te parte en dos pero emerges entre risas y ahora es doble mi dolor, cierro los ojos
y me afierro al eco de tu voz, al sabor de tu perfume, abro los ojos y eres una grabación, cierro mis ojos y me quedo despierto, escuchando el derredor esperando que no vengas por lo menos no por hoy, aunque mañana cuando abra mis ojos todo empiece otra vez.
Vientos de escape Dime que no nos perdimos en vano, que nadie murió, que no hubo mayor daño, ni te ahogaste de tristeza, ni me he muerto de ausencia, dime que no importa la distancia que nos separa, ni los días pasan inadvertidos y siempre me recuerdas, aunque sea en lo mínimo. Dime que las mañanas aun te nacen de colores y las sombras se transforman, ya no son fantasmas, ni voces acarreadas jugando a ser testigos de los gritos de furia rabia y agonía,
dime que me quede alojado en el pequeño orificio donde se aloja tu olvido, dime que nunca quisiste sacarme, yo fui quien se salió, después de tantos meses inversos, y vientos de escape queriendo ser distinto pero no logre arrancarte ni un suspiro, ni desgarre ningún sentido, jaloneando alrededor de tu mente, dime que ahora soy demente, por lo menos más que ayer, pero si me quemo la vida, no intentes apagarme, pues lo hago para mitigarme de tantas absurdas fantasías, las mismas donde sueño que eras mía, pero dime que no todo fue en vano, a pesar de haberme perdido a pesar de no haber distingo la realidad de la agonía, y de igual manera enamorarme de ti. Dime que el llanto no es mas que mis ojos lavándose después de tanto extrañar. Dime que solo así logro mantener viva la esperanza, de que algún día vengas y me digas,
que me amas.
Espinas de clavel Inertes quedaron las noches, cansadas las estrellas, mis ojos se fueron fugando detrás de las montañas, se fueron quedando atrás, virados entre el humus que cubre los campos. Inertes quedaron los caminos doliente la espesura, mis dientes se fueron cansando, de masticar tu nombre entre sollozos y sayas ajenas, gritando confundido detrás de mis penas. Inertes se fueron cayendo las gotas de lluvia transparente que poco a poco se fueron mezclando, con una marea de tierra apelmazada, huella con huella, paso a paso. Inerte gritaba el subsuelo el dolor de lo lejos y la distancia quería abrazarme contemplando la puesta del sol, inerte jugaba el destino a disfrazar el amor, me canse de estar musitando
mientras tú y tu que hacer no querían atender. Inertes quedaron las ansias los besos, las miradas inertes quedaron las palabras y el sol cadavérico que ahora me alumbra al silencio, queriendo hacerme creer que las cuevas son pantallas donde solo se proyecta soledad y tristeza disfrazadas de oscuro. Inertes quedaron, las espinas que tenía el clavel, y una avalancha de rosas gentilmente las adoptaron. Inerte habré de quedarme, esperando que vuelva la vieja esperanza y talvez vengas tu, o talvez muera yo... inerte.
Chiquillo Así nace el día en estos tristes días en los que no estas... El sol perdió la alegría y sus rayos no son, sino flagelos dibujados a mano
por aquel niño lejano, que me sueña morir, que me ve en sus visiones queriendo escapar, o bien, colgando del árbol que te mira pasar. El cielo se tiñe de incertidumbre, temores y ausencias, trato de escupirle colores, pero todos los sinsabores me consumieron el fuego, aquel fuego ultravioleta que solía emanar de mi lengua. Los valles despiertan sin canto, sin voz, sin sonido, pero estoy seguro que aquel niño habrá de salvarme, cambiándome el escenario, dibujándome un sol, montañas y valles, llenos de armonía, pero sobre todo me devolverá la vida.
Epístola de un demente Tengo los ojos color de madrugada triste, la esperanza desteñida
y la ilusión ultimada. Levemente articulo palabras intentando plasmar mis congojas pero en vano gasto mil hojas pues de nada sirve. Mi voz no aprende a callar y te grita a lo basto y tiembla de espanto cuando rebota en las esquinas. Soy tan minúsculo que me oculto fácil, entre las torres de papel, jugando a ser gigante. Bendita la historia que generó en mi la memoria y que ahora demente relato, quizás lo olvides al rato pero aun así, viviré pensando en ti, desde el fondo de mi absurdo río, aquí debajo de la oscuridad de la noche, aquí donde todos me olvidan pero yo recuerdo a todos incluyéndote a ti y tus vestidos, volando a ras del suelo, con la sonrisa pintada de fuego y los ojos abiertos, con el cabello semidormido y la mente despejada. Mis manos se sienten prisioneras
de aquellas otras manos que imposibles caricias suelen retorcer, y mis ojos austeros volaron al vacío más las alondras dominan el vuelo, y tu voz domina los lenguajes ocultos, que ahora demente traduzco para que se quede entre la historia de las más absurdas historias, donde equívocamente quise ir a jugar, y si no a jugar, por lo menos quise entrar, aun a sabiendas que la muerte espera por ahí.
Tengo una muerte Tengo una muerte pintada en la piel, tengo las manos cansadas los ojos vencidos la luna apagada los pies entumidos la respiración jadeante el corazón agitado tengo el amor casi muerto y la muerte la llevo en el pecho, tengo el tiempo acelerado y la soledad estacionada detrás de mi puerta,
bajo mi almohada, escondida en alcoba, tengo la voz carcomida y la palabra la tengo perdida. Tengo una muerte apoyada en mi espalda tengo el llanto a flor de piel el dolor anclado en los huesos, las nubes vacías y las montañas lejanas, tengo los brazos dormidos los sueños heridos y el alma pulula desesperación. Tengo una muerte acostada en mi lecho, tengo encima un techo que no me deja mirar las estrellas, tengo las rosas expuestas menos vivas que muertas, tengo cientos de recuerdos enfilados a la agonía, tengo demente la fantasía la rabia encendida y los celos apuntando hacia ti. Tengo una muerte y estoy seguro que es mía pero no ha llegado mi turno todavía y que se quede esperando, mientras encuentro un atajo que me lleve hasta ti y me devuelva la vida.
Presientes Presientes que ya te he olvidado y millones de ojos te observan, recoges tu pelo dormido y le hechas la culpa a estas tardes deprisa, y te haces débil, y tapas tu boca, y realmente no importa mentir para sentirte feliz buscas debajo del sueño y no piensas tanto, y te tapas el pecho, abrazando el deseo creyendo que ya no te quiero, presientes mi olvido aun cuando no te he tenido, acaso los vicios nos nacen pegados, pero no puedes dar muestras que no me has olvidado, y no puedes seguirte engañando, no hasta que te envuelva el invierno, y despiertes un día, y huyas de casa,
buscando la forma de estar siempre juntos, mentir no hace falta pues no te he olvidado, pero que han de decir los días ajenos, los besos cobardes, los sueños y las tantas otras mentiras que has venido inventando para hacerte feliz, no crees que el tiempo sana la historia aunque no la memoria, pero decir que te he olvidado seria como intentar quebrar el sol de una pedrada, acaso alguien mas te ha visto a los ojos y de ahí conjetura los días de frío que vives ahora, te han visto cansada, los muebles, tu perro acaso presientes que ya te he olvidado, no pongas a prueba mis manos, que repletas las tengo de caricias vacías esperando el día que liberen tu pelo, no quiero
que debilites tu alma, pues no te he dejado, simplemente me perdí en el camino que conduce a tu amor, los atajos comunes me han engañado, presiento muy dentro que tu tampoco me has olvidado, simplemente estas escondida, esperando que un giro acelerado te cambie la vida, te obligue a desmentir la mentira, y te acerque a mi lecho, y juguemos al amor bajo el mismo techo, presiento que estoy pidiendo demasiado acaso el ocaso te trae las llamas que encienden tu pecho, acaso no soy un posible holograma con libre albedrío hasta que a la larga te envuelva en mi cama, presientes que yo ya te he olvidado, mas aun, no me has preguntado.
Historia del espejo portal Ahorcado en la esquina del cuarto, me vigila el viejo espejo, portal de mis delirios, camino a dimensiones desdeñosas, se fija claramente de lo absurdo y lo incoherente, invitándome a chocar, a huir de mi oscura guarida, y al posarme frente a él, la luz le atraviesa abriéndome la muerte, desgarrándome la herida... Ahorcado en la esquina, mudo, impávido, indiferente, esperando paciente a que guarde mis quejas y todo lo que he encontrado... ...tu ausencia, tu espacio vacío y lo demás... Las rosas muertas gritan con furia, mientras el licor se fermenta cada día mas, y el espejo sigue ahí, callado, ofreciéndome viajes desconocidos, instalándome en tu alma...
Reniego y me escondo, porque no puedo resistirlo, sin embargo mi esperanza se fuga por los ojos, el tiempo me consume y me aprisiona en el espejo, de nuevo me descanso frente a él, y soy yo el ahorcado, más viejo y menos vivo, y me muestra tu sonrisa incrustándola en mi mente, pero aparece la muerte arrebatándome tu humedad, diezmándome la armonía... y me muestra tu silueta enredándola en mi ser y el viento me empuja hacia el costado equivocado... ubicándome de nuevo frente a él y me muestra los demonios que me siguen, las llagas y jirones de piel, me muestra tu amor alumbrándome al jamás. Olvidado prefiero olvidarlo, y me estaciono frente al vacío, viendo el horizonte absurdo que me rodea, y el fuego del recuerdo me domina y me hace socavar el alma,
estrujándola en pedazos, hace volar mi pecho en lejanos letargos, pero cuando vuelvo estoy igual de solo y ahorcado me sonríe burlándose, pero me lleva hasta tu piel y tu, dormida, sientes que mi sombra te recorre lentamente, escuchando tu respiración y jugueteando en tu espacio, robándome una parte de tus sueños, y mi silueta no se cansa, pero el día avanza rempujando la noche, y debo volver a mi oscuridad, a mi escondrijo, a lo incoherente de mis noches y mis días, donde enredo el aire intentando abrazarte, y el espejo me invita a descansarme, para luego volverte a visitar, mientras tanto, duerme bien... ...amor.
Emboscada La miseria y la agonía invocando muertos, quien sabe quien sería,
con un nudo en la garganta, atragantado con palabras, ¡Absurdo! no hay penumbra, no hay albor, si tu trajiste la muerte porque al dejarme la dejaste aquí, yo soy ese muerto lleno de olvido, ya no me llames, miseria embustera, no ves que vivo mas desde que deje de vivir, no hay fuego, no hay magia, no existen maneras correctas tan solo atajos cobardes, sombras y muertos como yo, vacíos, olvidados, deprimidos, si trajiste la muerte porque al olvidarme la olvidaste también, yo soy esa sombra que invade las noches creyendo buscarte, pero me estrello en las paredes del infinito, agitando las ballenas, cometas y delfines, soy el vivo que ha muerto para poder vivir soy la carne envuelta en hueso, crucificado en algún momento por unos ojos gigantes, cabello dormido,
y tu soberbia, pero me revuelco escribiéndote y de querer llamarte sufro no por querer sufrir, aunque al llegar el desenlace y todo indique mi muerte, seguramente ya estaré muerto viviendo del recuerdo y de las cosas que se fugan de tus letargos, seguramente seré parte del infinito universo.
Me niego Me niego a escribir el final de esta historia, mientras tanto, mi voz duerme besando tu nombre, mi memoria se enreda entre la soledad, helaste tu alma, haciéndote distante, cual estrella, aunque para mí, sigues brillando igual. Me niego a desistir en mis vanos intentos, aunque a veces prefiero no verte, aun sigo siendo adicto a ti, dentro de mi tristeza y mi angustia, no cabe la desesperación,
al igual que en tu vida no alcanzo yo. Me niego a aceptar que malinterpreté todo, tus miradas, tus llamadas. Me pregunto por qué esta reencarnación me resultó cruzada, resulté aprendiz de poeta cuando ya nadie lee, logré ver musas, aun cuando hace mucho fueron asesinadas, ahora que las cosas simples son solo eso. No sé de la salida, pues no encontré la entrada, huir, no sé hacia dónde, morir, no sé hasta cuándo, borrarte no puedo, olvidarte es imposible. Quizá mañana amanezca ajado o tú amanezcas sola, y si reencarno el viernes, quizá te vea el sábado. Mientras tanto, solo sé que aun desconozco muchas cosas y aunque ya sé nada, aun sigo aprendiendo, te seguiré evocando,
te seguiré soñando, talvez menos que nunca, pero estoy seguro que no será en vano. Me niego a creer que ya no tendrás que verme, escucharme, leerme, ya no tendrás que contestarme a mitad de tu siesta, ya no tendrás que medir tus palabras... ...Amiga, sí puedo llamarte así, aunque sé que muy pronto la tristeza me invadirá y cesaré, entonces, quizás te haya olvidado, quizás ya no te piense, ni te busque, ni te sueñe, por ahora solo quiero decirte adiós.
Otras vidas Besando los barrotes ficticios que me apresan, delirando sutilmente frente al espejo, acariciando las caricias de la soledad, muriendo lánguidamente... aun pienso en ti, en tu amor lejano, en tu mirada gigante,
en tu cabello adormecido, en tus miedos, en tus llamas, en tus demonios matutinos... no importa que te escondas detrás del verde horizonte, no importa que rehuyas mis pensamientos, mis ideas, mis letargos, aunque se me acabe el tiempo... ya tendré otras vidas para seguirte escribiendo, para seguirte adorando, ya tendré otras reencarnaciones, aunque traigan otras agonías, otras fantasías, otras desilusiones... ya tendré otra existencia para amarte, y de acabárseme sin hacer que tu también me ames, ya tendré otras más, hasta que te des cuenta que realmente te amo...