Kokoro Connect (Volumen 2)

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Prólogo

Sin ninguna advertencia. – Hazlo. Una voz hacía eco tan claramente que lo haría sentir a uno enfermo. La voz resonó, enviando una escalofriante sensación a través de la espina como si esta le estuviera susurrando directamente sobre ella. ¿Quién era? Aunque este pensamiento surgió, era enigmático. Esa era obviamente mi propia voz. Mientras tanto, este cuerpo se hizo más caliente.

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Este rostro se puso rojo, y esta cabeza se sintió mareada. Como poseídos por la somnolencia, mis propios sentidos gradualmente se fundieron. Mi propio cuerpo lentamente escapaba de mi control. Cómo si no fuera más yo mismo. El cuerpo intentaba actuar por su propia cuenta. Siendo devorado por algo. Pero mi conciencia no se desvaneció, ya que mis pensamientos eran claros. Pensamientos que iban en contra de mi voluntad emergieron. Cierto pensamiento de “Querer algo” empezó a alborotarse en mi cuerpo. A medida que intentaba suprimir ese sentimiento, yo era enviada a volar de inmediato. El impulso sólo seguía precipitándose más. Es suficiente. Detente. Cállate. Contenlo. No debes hacer eso.

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Sin embargo–––– Mi cuerpo se movió. A pesar de que no quería hacerlo, se movió. Mi mente y mi cuerpo fueron desconectados. No quería hacerlo pero sin embargo realmente quería hacerlo… Extraño, ¿No significaba eso que quise hacerlo todo el tiempo? ¿Por tanto, mi cuerpo actuaba según mis deseos? ¿Los pensamientos que emergieron en contra de mi voluntad? ¿En realidad no fueron en contra de mi voluntad? – Has que el deseo se haga realidad. La voz hizo eco de nuevo. Esa definitivamente era mi propia voz, pero no mi voluntad. Desconcertante. Mi cuerpo sacudiéndose. Mi cuerpo hirviendo. Y entonces me di cuenta de la situación ante mí. Casi quería gritar “Cuándo lo hice…” pero no lo hice.

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Aterrorizada de lo que estaba a punto de hacer. Mi corazón gritaba “¡Detente!” pero no había ningún sonido. Viéndome a mí mismo desde un lejano aislamiento. Mi boca estaba moviéndose. Sin embargo, las palabras no eran lo que había esperado. ¿Fue mi cuerpo tomado bajo control? ¿Por quién? ¿Por qué? ¿Por mí? ¿Fue por mí? Espera. No quiero esperar. ¿No puedo esperar? Detente. ¿No quiero parar? Algo había sucedido. Algo había cambiado. –––––Ah, no puedo parar. No puedo parar. No puedo parar. No puedo parar. No puedo parar. No puedo parar. No puedo parar. No puedo parar. 10


––––– ¿No quiero que se detenga?

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Capítulo 1 ¡No puedo parar, no puedo parar, no puedo parar!

El Club de Investigación Cultural (CIC para abreviar) en la preparatoria Yamaboshi, la escuela en la cual Taichi estudiaba, fue establecido debido a un defecto en las reglas escolares que dicta que todo estudiante tiene que unirse a un club. Había sólo cinco miembros en este club. Su lema era “Romper todas las restricciones y reglas, así como investigar todo con una luz diferente”. En otras palabras “hacer lo que quisieran” era una analogía justa. Las actividades en el CIC eran simples y se quedaron cortas ante las anticipaciones de los clubes normales. El club publica el ‹Bunken News› mensualmente, un producto extendido de los intereses de cada uno de los miembros. Pero para ser honesto, era simplemente demasiado casual. 12


Sin embargo, el CIC fue de repente arrojado en un “mas-que-inusual” fenómeno. Los miembros del club se encontraron con ‹Fusen Kazura›. El fenómeno del “intercambio de personalidad” aterrizó aleatoriamente entre los cinco miembros del club. Sólo escuchando el contexto del incidente era difícil creerlo. Uno podría reírse y decir “cómo podría pasar algo como esto en la tierra”. Pero esto en realidad sucedió y engulló tanto a Taichi como a los demás miembros del CIC. Incluso si uno no quisiera creerlo, una vez que sucede, uno solamente podía recurrir a creerlo; incluso si uno quería escapar, una vez que no había ninguna ruta de escape, uno sólo podía tener paciencia. Ellos una vez habían agonizado por esto, sintieron dolor por esto, y resultaron heridos por esto. Pero trabajaron como un equipo y superaron esta crisis.

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Y debido a su extrema situación ellos entendieron muchas cosas. Por suerte, lo que quedó en Taichi y los demás fueron estas “muchas cosas” y no fatales cicatrices que no podrían ser borradas. Tres semanas han pasado desde entonces. La atmosfera otoñal se fue volviendo gradualmente más densa. El aterrador incidente había sido grabado en sus pechos; sin embargo, la “historia” se había desvanecido y convertido gradualmente en “su pasado”.

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Después de terminar la escuela, la campana sonó, apresurando a los estudiantes para que se fueran. – Maldición~ ¡Todavía queda un poco más, mierda!

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Inaba Himeko cruelmente golpeó la computadora y alejó sus manos de la misma. Ella ruidosamente mordió sus labios mientras que rascaba irasciblemente su brillante, hermoso, negro y medio largo cabello. El mal humor de Inaba también ponía al salón del Club de Investigación Cultural en el cuarto 401 del edificio de recreación entre el cielo y el infierno. – ¡Inaban…Yo creía en ti! La más hermosa doncella en la escuela, Nagase Iori, estaba descansando sobre la mesa. Ella se encontraba agitando incesantemente su cabeza sobre la mesa, balanceando su cabello que se encontraba atado todo junto atrás de su cabeza. – ¡Hurra! ¡Ni siquiera Inaba puede tenerlo listo! El alto y Yoshifumi.

delgado adolecente que saltó era Aoki

– Así que, Iori, tienes que comprarme un jugo de regreso a casa hoy~ Su ligeramente largo y rizado cabello saltó junto con sus manos agitándose y sus pies danzando. 15


Nagase y Aoki habían apostado sobre “si Inaba Himeko podía terminar el ‹Bunken News› a tiempo”, y su apuesta acababa de terminar. – Ya había dicho de antemano que el trabajo de Inaba estaba obviamente retrasado debido a ustedes chicos. No entiendo cómo pueden hacer esta apuesta y no sentirse avergonzados de ustedes mismos. Pequeña y firme, junto con su largo cabello castaño, murmulló a regañadientes Kiriyama Yui. – Sí, ella tiene razón. Yaegashi Taichi expresó su consentimiento. Si esto continua, el castigo celestial podría descender pronto. – Hahaha~ Voy a ganar~ después de todo, Inaba no es una supermujer— ¡ella también tiene sus límites! – ¿Mmm… esto es todo de lo que Inaba Himeko es capaz? Aoki y Nagase procedieron a decir el contenido de su corazón.

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– Pero no tienes que sentirte abatida por esto, Inaba , dijo Aoki. – Pero aun así, espero que puedas tener el más ligero sentido de responsabilidad *Tosido* -, dijo Nagase. Los dos siguieron balbuceando. – ¡Cállense! Inaba hurgó los ojos de los dos en la parte superior de sus parpados. Esto era ciertamente lo que se merecían. – “¡Ouch, Ouch, Ouch!” Nagase y Aoki lucharon y se movieron inquietamente. Viendo su lucha, Taichi y Kiriyama se dieron un vistazo a sí mismos y sonrieron irónicamente. – Inaba puede hurgar acertadamente en cuatro ojos con tan sólo dos dedos en cada mano… su talento va más allá de lo que puede verse. – Yo creo que ella ya era maravillosa incluso si no tuviera ese talento.

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Aunque Taichi realmente no lo dijo, podía sentir el terror que yacía en ello. – ¡Es por culpa de sus artículos tardíos que estoy en apuros! ¡Gracias a ustedes, ahora debo llevarlo a casa y terminarlo! Por eso digo, Aoki, el jugo es mío. Inaba tomó a Aoki por los hombros y lo miró fijamente con sus delgados ojos. – Eh… esto no está bien. Esos son dos convenios diferentes. Un ominoso sonido de crujido emergió. – E-Entiendo~~~ – Así que, como decía, debería darle mi jugo a Inaban ya que hizo mucho por nosotros. ¡Ahahaha! – ¿I-Iori, por qué de repente estas de mi parte? Todo el trabajo escrito que hice ahora es en vano… ¿no entiendes mi perdida? – ¿Qué perdida? ¿Quién demonios te dijo que propusieras una rectificación del articulo? ¿No es tu culpa?

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Kiriyama frunció sus rectas y erguidas cejas, diciendo: – ¿Taichi está de acuerdo conmigo? – Sí… ese artículo no era apropiado, y su contenido parecía flojo. Sin duda, mi artículo “Teoría de la técnica de la lucha libre~ Trabajo de cuerdas y Trabajo de cámaras 1 ~” el cual tiene un contenido más fuerte, es mejor— – ¡Tsk! Maldición, elegí a la persona equivocada para preguntar… –…en realidad, ver a otros quejándose para sí mismos en privado podría, inesperadamente, herirme a mí misma. Era raro que Kiriyama chasqueara su lengua. Quizás pisé en una de sus minas, ¿pero, donde lo hice mal? – ¡Eh! Pero creo que una mejor idea sería “¡Esta es una encuesta enfocada en los chicos de la Preparatoria Yamaboshi! ¿Quién es la chica más linda del Club de

1 Por trabajo de cuerdas se refiere a la técnica en que el luchador A arroja al luchador B contra las cuerdas y este regresa hacia el luchador A. Por trabajo de cámaras se refiere a como se mueven las cámaras durante el combate y como enfocan a los luchadores antes, durante y después de la pelea.

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Investigación Cultural? ¡Esta es una encuesta a gran escala! Aoki parecía estar encaprichado con su propia idea. – ¡Yo-No-Quiero-Eso! No quiero ganar atención por medios tan extraños. Y si estas preguntando quien es la más linda, Iori debería ser coronada campeona. ¡No me lamentaría si incluso perdiera ante Iori, pero no quiero hacer parte de una competición en la cual estoy destinada a perder miserablemente! – Tal vez ganarías, Yui. Últimamente, los pedófilos parecen estar en aumento. Taichi es uno de esos sospechosos. Nagase dijo esto vagamente con una sonrisa que no contenía malicia. – Nagase, lo que dijiste implica que si Kiriyama no gana apoyo de los pedófilos, va a estar destinada a perder contra ti; al mismo tiempo, me heriste con tu malvada lengua— ¡Yo no soy un pedófilo! Era la honestidad de Nagase en vez de su malvada lengua. Últimamente esa tendencia pareciera estarse

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volviendo aguda. Por cierto, esta mordaz respuesta parecía un poco larga. – ¿Qué están diciendo chicos? ¡La lindura de Iori es un hecho, pero Yui también tiene varios fans escondidos! Aoki sonrio con confianza. – ¿Por qué escondidos? Hey, podría ser que tú realmente eres un pedófilo… Justo cuando Kiriyama estaba asustándose, Inaba potentemente golpeó con su palma la mesa. – ¡Alístense para irse a casa de inmediato! ¡Por qué debería yo, quien trabaja más seriamente, esperar por ustedes ahora que terminé de empacar mis cosas! Ella tenía razón. Todos dejaron el edificio de recreación y caminaron a las puertas principales juntos. El sol parecía haber descendido. El club de deportes también había terminado su práctica. – ¿I-Inaban, esto está bien?

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Nagase siguió su convenio y corrio a la máquina expendedora para comprar café enlatado para Inaba. – Sí. Aunque dije que hicieron cosas estúpidas, dejar que ustedes paguen por ello aún me hace sentir apologética. Inaba pasó a tomar su cartera de su mochila. – No, no. Después de todo, siempre te molestamos para que organices las cosas que hacemos. Esta lata de café no es nada comparado con eso -, dijo Nagase con un tono deliberadamente exagerado. Después de eso, Inaba tomó el café calmadamente. – Incluso al final, tú no muestras señal de lamentar los problemas que causaste. Kiriyama arrogantemente miró a Aoki. – Umm… voy a compensarte por eso luego… Aoki tristemente bajó su cabeza, pero luego la levantó inmediatamente.

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– Ah~ ¡Aunque eso fue lo que dije, creo que si mi artículo hubiera sido aprobado, las cosas no hubieran terminado tan problemáticas como ahora! – ¡Ese artículo que escribiste sin duda debía ser rechazado! Justo cuando Aoki y Kiriyama empezaron su discusión, un sonido vino de sus espaldas. – Ohoh, vaya hola. ¿Han terminado las actividades de su club por hoy? Ustedes son realmente serios~ Estoy orgulloso de ser su consejero, aunque de hecho no he hecho nada. La persona hablando se trataba de la persona a la que los estudiantes se refieren como “Go”, amado (pero también despreciado) por algunos estudiantes, el profesor de la clase 1-C y concejero del Club de Investigación Cultural, Gotou Ryuuzen. Su frívola y despreocupada actitud es la mejor entre los profesores (por supuesto estas no son palabras de elogio). – Ah, cierto. Inaba, Nagase y Yaegashi. Estos tres eran estudiantes de la clase 1-C; y por ende, él era el profesor de su clase. 23


– En realidad tengo una emergencia, así que el contenido de la segunda clase de mañana y de la tercera clase de pasado mañana va a cambiar, pero olvide decírselo a los estudiantes. Que debería hacer ahora… – ¡¿Qué deberías hacer?! ¡Por favor, al menos sé más serio cuando estés tratando con asuntos de la clase! Inaba (una estudiante) en verdad estaba dándole una lección a Gotou (un profesor). Era una escena tan familiar, que se volvió aterradora. – Esta vez sé que la responsabilidad recae sobre mí. Después de todo le causé problemas a todos… y el profesor sustituyéndome debería ponerse furioso para entonces… – En cualquier caso, sólo estas preocupándote por este último asunto. Inaba miró ligera y fijamente a Gotou con sus estrechos ojos. – ¡N-No exactamente! ¡Sólo tengo cuidado de ello! – ¿Hay alguna diferencia?

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Inaba estaba a punto de ejercer violencia sobre Gotou. Para evitar que esto sucediera, Taichi decidió reconciliarlos. – En resumen, vamos a notificar sobre tu asunto vía SMS tan pronto como sea posible. – Sí, así que no te preocupes, Go. Nagase también ayudo en la reconciliación. – Yaegashi… y Nagase… ustedes son unos estudiantes tan serviciales y apasionados… ¡Gracias por su ayuda! Él era un (hombre de 25 años) profesor al cual, cuando le das una pulgada, fácilmente tomaría una yarda.

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Al día siguiente después de la escuela, Taichi e Inaba fueron juntos a la habitación del club desde su clase.

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Nagase vendría más tarde, ya que hoy era su turno de limpiar el salón de clases. – ¡Hola, Taichi e Inaba! Taichi giró su cabeza para ver quien estaba llamándolo, y por consiguiente vio a Aoki y Kiriyama. – ¿Son ustedes chicos…eh? ¿Qué tienen que hacer? Preguntó Taichi, al ver a Aoki y Kiriyama dirigirse en la dirección contraria del edificio de recreación. – Sí, hoy tengo labores, así que tengo trabajo con que lidiar -, contestó Kiriyama. – ¡Yo también tengo labores! ¿Taichi, lo sabias? Yui y yo tenemos labores juntos todas las veces, como si estuviéramos atados juntos por el hilo rojo del destino2.

2 El Hilo Rojo es una leyenda anónima de origen japonés, que cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.

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– ¡Eso es sólo porque hay unas cuantas chicas cuyo nombre empieza con “A”3 que fuimos asignados juntos en las labores! – ¡Yui, eso de por si es el destino! – Quizás… ¡Ah! ¡Estuve a punto de estar de acuerdo contigo! Dios, como pude ser tan descuidada… – Oigan. Entonces esto significa que ustedes van a venir al salón del club un poco tarde, ¿estoy en lo correcto? -, interrumpió Inaba. – Ah, sí. Perdón, Inaba. – Está bien. Inaba pacientemente esperó a que Aoki y Kiriyama se fueran. Después de eso, ella murmuró:

3 La “A” se usa para referirse al sonido de la “あ” en japonés. La mayoría de las escuelas japonesas organizan los números de los estudiantes de acuerdo con el orden del hiragana en sus apellidos.

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– Es una lástima que incluso les ayudé a terminar el artículo del ‹Bunken News›, todo por mi cuenta ayer en mi casa. Siendo consiente del humor de Inaba, Taichi se dijo a si mismo que fuera cuidadoso con sus palabras… – Hey, Taichi. No crees eso, a pesar de que no es enteramente su culpa, ¿es exasperante tener que esperar por ellos? Este era el salón 401 en el edificio de recreación. Sentada frente a Taichi, Inaba dijo eso mientras que se giraba sobre su cuaderno. – No… si ellos no tienen ninguna responsabilidad, no sirve de nada el enojarse con ellos… Taichi trató convencer a Inaba en un intento de reducir el daño hecho a las tres personas que vendrían más tarde. – Sí. Pero aun así la ira sigue llenándome, ¿verdad? – Sí… puede que estés un poco irritada. – Así que voy a querer dar rienda suelta a mi ira, ¿no es así?

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– No. Eso es insensible. – Es insensible; yo puedo dar rienda suelta a mi ira para sentirme menos irritada. – No pongas una sonrisa de satisfacción como esa mientras dices semejantes cosas tan terribles; sólo estás imponiendo tu ira sobre otros. – ¿Acaso el mundo no funciona de esa forma? – ¿Perdón? Oh, demonios no. – Sí, lo que dije es una completa tontería. Inaba estiró su espalda, planteando una distante actitud. En este estado, lo que ella dijo estaría bien al escucharlo si no se pensara una segunda vez. Inaba rio con un tarareo, y continuo, – Pero por otro lado dejarte experimentar un dolor de cabeza podría aliviar mi estrés justo en el momento preciso. Ella levantó la esquina de su boca malévolamente.

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– Qué demon… tú alivias tu estrés y, al mismo tiempo, manipulas tu ira para que no sea demasiada carga para mí… lo que acabas de hacer es demasiado duro― Nunca podría aprender a hacer esto… – ¿…Por qué de hecho estas admirándome por esto? ¿Eres así de tonto? Inaba miró a Taichi con desprecio. Taichi estaba incomodo, ya que realmente la elogió con todo el corazón por esto. – Entonces, necesitas estudiar, ¿verdad? Lamento molestarte. Inaba se enfocó de nuevo en su cuaderno, y Taichi continuó su tarea de matemáticas de ese día. La mayoría de los estudiantes copian las respuestas de sus amigos y no prestarían atención en hacer su tarea. Taichi, sin embargo, siempre termina su tarea con seriedad. Para él, el estudio era una cuestión de construir conocimiento basándose en una base diaria. Ambos continuaron su trabajo silenciosamente. Después de un rato, Inaba Himeko empezó a quitarse su ropa.

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Ella, sin titubear, llevó ambas manos fuera del abrigo de su uniforme. Taichi estando consciente se mantuvo haciendo su tarea, mientras que a veces le daba un vistazo y después giraba sus ojos de inmediato hacia su trabajo. *Plack* Era el sonido de las prendas cayendo sobre el suelo. Taichi alzó nuevamente sus ojos hacia Inaba. Inaba no prestó atención alguna a su abrigo que cayó sobre el suelo y se quitó su suéter negro por sobre su cabeza. – Hey, Inaba. Tu abrigo cayó al suelo. – Mmm… Ahah. Taichi no sabía si Inaba estaba escuchándolo. Todo lo que ella hizo fue responder con una cara en blanco. Su rostro estaba sonrojado, como si estuviera ardiendo. Además, debido al efecto producido por la electricidad estática producida cuando se quitó su suéter, su negro y largo cabello que usualmente mantiene pulcro se había vuelto desaliñado y sobresalía como espinas. 31


Luego, Inaba desató su lazo con un *Fiu* y puso sus manos sobre los botones de su camisa―todo en una cadena de suaves acciones. *Bew* Sus tiernos dedos desabotonaron el primer botón. *Bew* El segundo fue desabotonado. El sonido de los botones siendo desabotonados reverberaba en la habitación con un sonido extrañamente fuerte. *Bew* El tercero. Su pecho fue gradualmente expuesto. Inclusive las partes de su piel que se encontraban normalmente ocultas, ahora estaban expuestas. La blancura de su piel y su camisa era un poco diferentes.

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Y en esa blancura, un color oscuro se reveló a si mismo con una impactante presencia. Eso era un sostén negro. Aunque sin encajes, formaba un polígono. Especialmente, algunas partes del material entre las dos elevaciones era casi transparente, lo suficiente como para ver la piel que cubría, por tanto daba una atractiva e irresistible fuerza. En ese momento Taichi reinició sus pensamientos que habían sido temporalmente detenidos. ¿Qué sucedió? ¿Qué está pasando? Taichi habló con su larga y comprimida boca: – ¡¿Por qué estás quitándote la ropa de repente?! ¿No sientes frio? ¡Este es el salón del club, no tu casa! ¡Yo también estoy aquí! Taichi se agitaba nerviosamente por su respuesta tardía y habló sin parar.

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Ella había desabotonado todos los botones de su camisa. – ¡Oye! ¡Espera! ¡Cálmate primero, Inaba! ¿A-Acaso te pica la espalda? ¡Por favor ponte de nuevo la ropa! A pesar de sus esfuerzos, lo que sucedió fue completamente lo opuesto a lo que Taichi quería. Inaba agarró el cuello de su camisa y se arrancó su camisa de un solo jalón, exponiendo su espalda. Sus blancos, tiernos, y suaves hombros retrataban una hermosa curva. Inaba dejo su medio arrancada camisa colgando sobre sus hombros y cintura y movió su cuaderno crudamente a un lado. Después de eso, ella se levantó de la silla, presionó sus rodillas sobre la mesa, e inclinó su cuerpo hacia adelante firmemente. *Crujido* La mesa crujió a la vez que Inaba se arrastraba sobre ella con todo su cuerpo.

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Inaba, cuya parte superior de su cuerpo se encontraba medio desnuda, presionaba hacia Taichi. Sin palabras, Taichi sólo quedo congelado en su asiento. Taichi pensó que estaba mal tan sólo mirar a su parte superior que estaba cubierta únicamente por un sostén negro, así que él reflexivamente enfocó sus ojos en su rostro. El habitual rostro gélido de Inaba fue bombeado con aire caliente y se había vuelto todo carmesí, pareciendo como si estuviera transmitiendo tristeza. –…Quítate la ropa también -, ella encontró sus ojos con los de Taichi y dijo. Taichi contuvo su aliento por un instante. – ¿Por qué debería quitármela? ¿Qué quieres hacer? ¡Estamos en la escuela! Incluso si fuéramos a hacerlo, tendríamos que encontrar un lugar mejor… ¡Dios, qué estoy diciendo! ¡N-No, no pensé en nada extraño! ¡CComo sea, por favor primero ponte tu ropa de nuevo, vamos!

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Él no sabía lo que estaba diciendo. – No podemos hacerlo si no te quitas la ropa, ¿verdad? Su femenina y penetrante voz baja exudaba una fuerte y seductiva atmosfera. – ¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡…Espera! ¡Olvida eso! D-Después de todo, lo que quieres decir es eso, ¿verdad? Estas planeando decir “Idiota~ te engañé” cuando empiece a malentenderlo para así jugar conmigo y aliviar tu estrés, ¿verdad? Haha, no tienes que ir tan lejos por esto… *Chuck*― su mano fue atrapada y no pudo decir nada más. Las partes de su mano que fueron atrapadas por los pequeños y tiernos dedos estaban aberrantemente calientes. – Mira… Inaba empujó la mano de Taichi hacia adelante. Ella no uso mucha fuerza, pero Taichi no podía resistirlo; él se aproximó al pecho de Inaba como un imán.

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– ¡N-No podemos dejar pasar esto como una simple broma! Antes de que tocara la amplia parte que cubría su seno, Taichi trajo de vuelta su mano. Sin embargo, la mano de Inaba se entrelazó con la suya. – ¿Eh? Ah… Perdiendo su balance, Inaba vibrantemente cayó sobre Taichi. Taichi quien estaba sentado sobre la silla definitivamente fue incapaz de soportar su peso y cayó hacia atrás junto con el movimiento de Inaba. – ¡Wuaghh! La silla plegable y la mesa fueron pateadas y golpeadas. Los dos cayeron al suelo, enredados en un desastre. – ¡Nuaghh! Taichi fue fuertemente oprimido entre el medio del peso de Inaba y el suelo. El aire en sus pulmones fue comprimido.

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– ¡Ouch, Ouch, Ouch, Ouch! Wu… Hey, estás bien… ¡Wuahhh! Taichi quiso proteger e Inaba en este repentino cambio de los eventos. Aunque actuó como el cojín, él parecía más estar abrasando la espalda de Inaba. – ¡Y-Yo no tengo ninguna intención de tocarte! Taichi cerró sus ojos y empujó a Inaba quien se había pegado a él de forma escurridiza. Sin ninguna razón aparente, sin embargo, su mano sintió la suavidad aún más inexplicable de su vida. Él abrio sus ojos. Sus manos estaban sostenidas al seno de Inaba. Este impulso congeló entumecido y sin palabras.

su

cerebro,

dejándolo

En este momento, la puerta del salón del club se abrio. Taichi ligeramente apartó sus ojos hacia la puerta. Kiriyama y Aoki quedaron de pie, congelados en la puerta. 39


Lo que habían visto muy probablemente habría sido “que Inaba Himeko, semidesnuda, está montada sobre Taichi quien yacía en el suelo y estaba tocando los senos de Inaba.” Esta escena era aterradora con sólo imaginarlo. – Terrible~~~~~~~~~~~~Que están haciendo aquí~~~~~~ -, Kiriyama gritó ferozmente como si tratara de decir que había usado toda su fuerza para este grito. Era inconcebible porque ella hizo esto―pensó Taichi a medida que su cerebro se calmaba después de estar más allá de su límite durante la crisis. – ¡Sepárense! ¡Sepárense! ¡Sepárense ahora! Kiriyama gritaba, casi histéricamente. – Hey, oye, Kiriyama, cálmate. ¡Aún no te enfurezcas! Sé cómo te sientes. Aoki cambió su enfoque para aplacar a Kiriyama para así traer su agitación bajo control. – ¡Tú qué sabes―Wuaghh! Las palabras de Taichi fueron cesadas por Inaba quien súbitamente se puso de pie y se paró sobre el abdomen de Taichi. 40


Inaba no tenía absolutamente ninguna señal de disculpa y levantó su uniforme que había caído. ¡Si tú realmente entiendes su pánico deberías haber guardado silencio desde el principio! Y por favor sé consiente de la situación antes de hacer algo―Taichi originalmente quería dar rienda suelta a su descontento, pero luego este sentimiento se había desvanecido instantáneamente. Inaba levantó sus prendas, las sostuvo frente a su pecho, y abotonó de nuevo los botones de su camisa. Sus manos estuvieron temblando erráticamente y su rostro estaba tan pálido que podría desmayarse si alguien decidiera llamarla fuertemente. Sin importar como lo vieras, la condición de Inaba, incluyendo lo que acababa de hacer, era errática. – ¿Entonces, qué paso entre ustedes? Preguntó Kiriyama sin prestar atención al errático aspecto de Inaba. Los ojos de Kiriyama, los ojos de la ex-superdotada chica del karate, estaban inclinados ligeramente más 41


arriba de lo usual, se habían inclinado incluso más como un demonio. Una fuerte ira hirvió dentro de los blandos músculos de su delicado cuerpo. Su cabello castaño parecía como si fuera a atacar en cualquier momento. – ¿P-Podrías esperar un momento? Tenemos algo de lo que encargarnos aquí― Taichi se esforzó por un pequeño momento más, pero sus intentos fueron cesados por los sonidos de trozos de madera rompiéndose. Los sonidos de destrozos de una circunstancia desconocida reverberaron al interior del salón del club y luego se detuvieron. – ¡Confiesen! Kiriyama Yui usó su puño para rebanar la larga mesa en dos tablas que aún no habían caído. Eso obviamente fue demasiado. Sin importar como lo mires, ella había ido demasiado lejos. – ¡Yui! ¡Cuál es tu problema, Yui! Aoki, a su lado, la llamaba nerviosamente.

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Su voz calmó los ojos de Kiriyama que se habían abierto terriblemente. Su brillante y sonrojado rostro también recobró gradualmente su color blanco. – Qué demoni… ¡Ouch! Mis manos… sangre. ¿Eh? La mesa… ¿acaso yo hice esto? Esto no es un sueño… ¿pero, por qué? Porque yo habría… cómo diablos… No, yo no estaba tan enojada… ¿pero, por qué? Es aterrador… realmente aterrador. Sus ojos fueron llenados con lágrimas en ese momento. Su cuerpo también tembló rígidamente. En este momento, el último club―Nagase Iori―había llegado.

miembro

del

– Hola… ¿Qué le paso a la mesa? ¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué está la mesa rota? Y el salón del club es un desastre… ¡Espera! ¡Yui, estás sangrando! ¡Déjame darle un vistazo! Ella se apresuró hacia el lado de Kiriyama y rápidamente revisó su herida. – Mmm… es tan sólo un corte pequeño. Lávalo con agua y ve a la enfermería para esterilizarla, ¿de acuerdo?

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– I-Iori… ¡Wu-Wuahh! – Oye, oye ¿Qué sucede? ¿Acaso duele? Todo está bien… está bien… Kiriyama lloraba como una niña. Nagase sostuvo su delicado cuerpo fuertemente mientras la reconfortaba diciendo: “Está bien. Está bien” y peinaba su castaño cabello. – Muy bien Taichi, Aoki, e Inaba dejen de vernos con la mirada vacía. ¡Pongan en orden estas cosas y repórtenselo al profesor! Gracias a las rápidas acciones de Nagase que en ese entonces llego, las cosas, al menos desde la superficie, habían llegado a un final. Como resultado, los miembros del club fueron inmediatamente enviados a casa ese día después de organizar todas esas cosas.

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Durante esa noche, después de que Taichi llegara a casa, en su habitación, pensó sin comprender en lo que había sucedido. Inaba trató de seducirlo. Kiriyama se había enojado demasiado. Él sólo pensaba que ellas dos no estaban lo suficientemente calmadas. A pesar de que trató de preguntarles, ellas sólo plantearon que “ellas no querían hacerlo, pero lo hicieron”, lo suficientemente desconcertante. ¿Entonces qué sucedió? El sólo pensarlo no puede llevarme a ninguna respuesta. Por cierto, fue una suerte que Nagase estaba lo suficientemente calmada cómo para manejar la situación de ese entonces. En el turbulento salón del club, si Nagase hubiera llegado después, quien sabe lo que hubiera sobrevenido. Ella es bastante confiable en los momentos en que tiene que actuar. [¿Está bien continuar de esta forma?] 45


Taichi de repente escuchó una voz. ¿Era de fuera del cuarto? No. ¿Acaso escuche algo mal? No. ¿Fue un sonido que hice yo mismo? No. ¿Era tan sólo un sonido que fue repetido en mi mente? No. ¿El sonido no vibró en mi tímpano sino que reverberó directamente en mi cabeza? Sí. ¿Qué fue eso? Él quería tomar eso como una percepción equivocada, pero el sonido era tan inconfundible que era imposible tomarlo como una percepción errónea. Taichi se estremeció. Bajo el sentido común, era imposible el recibir información sonora a excepción de por los oídos. Entonces su cuerpo empezó a calentarse. El frio se desvaneció y la realidad también se desvaneció como si fuera erosionada por algún aire caliente. 46


Se sintió como si él no fuera más él mismo. Gradualmente se fue de sí mismo, pero su conciencia aún seguía retenida. Sin ninguna razón aparente, la figura de Iori Nagase llenó su cerebro―Su rostro era un poco redondo, pero la figura en su cara era bastante linda. Su transparente y blanca piel, sus húmedos y grandes ojos, su nariz recta, su hermoso cabello negro que estaba atado en la parte trasera de su cabeza, y una esbelta e ideal forma en su cuerpo… Algún tipo de fuerza desconocida impulsó a Taichi. Esta emoción sobrepasó todo lo demás que Taichi estaba pensando. Taichi no recordaba haber tenido la confianza para hacer eso. Pero su cuerpo empezó a tomar acción. Él tomó su teléfono y corrio fuera de su cuarto. Manipulaba su teléfono mientras bajaba las escaleras del segundo piso al primero.

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Tenía una conciencia para detenerse y calmarse a sí mismo. Pero fue sobrepasada por el incremento de la confusión en su cuerpo. Ambos pensamientos violentamente chocaron entre sí, y el ganador fue decidido instantáneamente. Taichi bajó las escaleras y corrio a través del corredor. Calzó sus zapatos en la entrada, y abrio la puerta―en este momento, el calor dentro de él repentinamente se enfrio. Sintió que había regresado a su cuerpo, el extraño sentimiento de verse a sí mismo desde el interior se desvaneció al igual que los impulsos que lo trajeron aquí. Ahora está de pie inexpresivamente en la entrada. Su cuerpo originalmente estaba tan caliente que era como si se estuviera derritiendo. Ahora todo parecía estar normal, como si nada hubiera pasado. Sin embargo, ciertamente era desagradable que no hubiera ningún rastro del vibrante cambio que ocurrio en su interior. Taichi observó su teléfono. visualizaba en la pantalla.

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“Iori

Nagase”

se


Después de que Taichi había retornado a su yo normal, no podía descifrar lo que realmente sucedió, así que primero decidió regresar a su habitación. Se sentó en el suelo con las piernas cruzadas como colapsando. ¿Qué demonios fue eso? Eso se sintió como si fuera empujado por algún tipo de cosa que había sobrepasado su conciencia. Él miró su teléfono nuevamente. “Iori Nagase” aún se visualizaba en la pantalla. ¿Qué anticipación tiene mi cuerpo hacia Nagase? En este momento, su teléfono timbró con el tono de música Techno4 del inicio de una pelea de lucha libre. – ¡Wuahh! Sorprendido, Taichi dejó caer su teléfono al suelo.

4 Techno es una forma de música de danza electrónica que surgió en Detroit, Michigan en los Estados Unidos durante mediados y finales de 1980.

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Fugazmente lo alzó de vuelta y miró quien lo estaba llamando. Su corazón saltó. La persona llamando era aquella en la que siempre estuvo pensando hasta ahora. Taichi suprimió el aberrantemente feroz latido de su corazón en su pecho y recibió la llamada. – Hey… – ¡Hola, Taichi! ¡Dime! ¡Aún somos! -, Nagase gritó repentinamente. –…Aún somos… -, su voz de repente se debilitó, como si estuviera a punto de desvanecerse. – ¿Q-Qué ocurre, Nagase? ¿Qué sucedió? – Q-Qué… ah… nada… sobre eso… buenas noches. – A-Ahah. Buenas noches. Ambos cayeron en silencio por un momento. – Ah sí, eh… sin duda hoy fue agotador, ¿verdad? 50


– Sí. Definitivamente. Ellos cayeron en silencio de nuevo. Después de un momento, un bajo y aullante sonido vino desde el otro extremo. – ¡Ah―lo lamento! ¡Realmente lo siento! No lo sé pero cuando recobré mi conciencia ya te había llamado. De repente sentí que tenía que charlar contigo sin importar como y mi cuerpo actuó bajo su propia voluntad… ―Su cuerpo actuó bajo su propia voluntad. Esto fue exactamente lo que le sucedió a Taichi. – D-De hecho yo también… ¿Qué sucedió realmente? Yo no tenía esa voluntad… pero de repente esa voluntad, el deseo de verme contigo o de hablar contigo por teléfono, vino a mí. – ¡Sí, perdón! Esto es ciertamente incomprensible… ¿Eh? ¿Tú tuviste esa misma experiencia? Eso era correcto. Taichi también tenía ese sentimiento de querer escuchar la voz de Nagase sin importar que.

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Ese sentimiento desatendió a su voluntad y llegó a él explosivamente. Entonces, ¿de dónde vino “esa clase de sentimiento”? ¿Ese sentimiento arremetió a su interior desde el exterior porque él desatendió su voluntad? No, “ese sentimiento” parecía ser una parte de él mismo. – Entonces, ¿qué demonios es esto? Esto es un poco extraño. – Esto es… ¿qué es esto? Nagase tenía la misma pregunta que Taichi. Por un momento las aberrantes acciones de Inaba y Kiriyama volvieron a repetirse en la mente de Taichi. Una extraña sombra se reflejó a si misma encima de un rincón de su mente. – Sí… yo tampoco lo entiendo, así que regresemos a lo que estábamos hablando… Ummm, ¿pero, a donde deberíamos regresar? ¡O debería decir que no habíamos llegado a ninguna parte desde el comienzo! 52


– Así que… Nagase, tú querías tener una charla conmigo, ¿verdad? Tú dijiste al principio algo como “¡Dime!”…así que, ¿Qué fue eso en realidad? – Mmm… S-Si así son las cosas, entonces tú también tienes algo que decirme. ¿Qué es? – Yo… estaba… Taichi trató de recordar el momento cuando su cuerpo se calentó, se movió en contra de su voluntad, él sintió que no era más él mismo, y algún sentimiento ajeno lo empujó; y al mismo tiempo se enfocaba en ese sentimiento ajeno. Él había perdido la cuenta de cuantas veces el silencio había caído. Después de eso, ambos comenzaron al mismo tiempo. – Nuestra confesión de entonces… – Nuestra confesión de entonces… – ¡Ah! – ¡Ah!

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No sólo sus palabras fueron iguales, sino también sus reacciones. – Eh… Ta-Taichi, tú también querías decir la misma cosa. – S-Sí… había sentido desde ese momento que necesito una confirmación distinta… pero después de que todo resultara tan loco no tuve la oportunidad de hacerlo. En el intercambio de personalidad, sus corazones una vez se habían conectado entre sí. Taichi definitivamente no tomaría lo que sucedió en ese entonces como una mentira. Aun así, lo que pasó entonces fue demasiado irreal. Ellos lucían como si fueran personajes en una película. Entonces, ¿la confesión en la que ambos propusieron que se gustaban el uno al otro fue irracional ya que ocurrio en una situación extrema? ¿Fue algún tipo de error fundamental de atribución 5 ? Él era como uno de los

5 El error fundamental de atribución es la teoría que describe la tendencia o disposición a sobredimensionar disposiciones o motivos personales internos cuando se trata de explicar un comportamiento observado en otras personas, dando poco peso por el contrario a motivos externos, tales como el rol social o la situación, para este mismo comportamiento.

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protagonistas de películas al cual uno a menudo quiere decirle, “ahora no es el momento para este tipo de pensamientos”, pensó Taichi. Además, los recuerdos de ese entonces eran tan geniales, que sintió que si su vida diaria no era llevada con cuidado podría contaminar sus recuerdos. – ¡Desde ese entonces! Nagase habló tan vibrantemente que ella no podía mantener los decibeles del sonido abajo, así que ella rápidamente disminuyó su voz después. – ¿…Tus sentimientos… aún no han cambiado? Fue Nagase quien tomo coraje primero. Taichi cayó ligeramente en su auto-disgusto, pero luego rápidamente cambió su forma de verlo; si tenía el tiempo para estar consternado, debería tener tiempo para seguir adelante y decir lo que debía claramente. – Ni siquiera un poco. Mis sentimientos por ti no han cambiado desde ese entonces. Ambos se dijeron que se gustaban.

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Sin embargo, ellos no estaban en una relación. – Ya veo… sobre eso… yo… yo también. Su conversación se pausó. Pero a diferencia de antes, el silencio esta vez no lo molestó, sino en cambio lo confortaba. No, era más que confort, era― – …Err… a decir verdad… justo ahora estoy realmente avergonzada. – …Yo también… bastante. Quizás era su renuencia en dicho momento lo que evitó que su relación progresara. – ¡V-Vamos a dejarlo hasta aquí por hoy! Es sólo que se siente… ¡Sí, eso es lo que haremos! – ¡Sí, esa es una buena idea! A pesar de que sabía que estaba actuando como un cobarde, Taichi no podía hacer nada al respecto. – ¡Perdón por semejante llamada tan extraña! ¡Bye~Bye! 56


– ¿Eh? Hey. Nagas― Sin esperar por la respuesta de Taichi, Nagase ya había colgado el teléfono. Taichi sólo podía colgar su teléfono sin poder hacer nada. Las cosas que sucedieron hoy y el problema que tuvo con Nagase aún seguían en su mente. Taichi rugió, “Sí~” mientras rascaba su cabeza. En ese momento de repente notó a alguien observándolo. Giró su cabeza hacia la puerta y vio una pequeña cabeza asomándose. Se trataba de una cabeza que estaba cubierta por un ondulado y medio largo cabello, y que tenía unos inocentes, puros, y grandes ojos redondos. Era su hermana, una niña de quinto grado, quien cargaba un cuaderno frente a su pecho el cual tenía escrito con una enorme palabra: “Matemáticas” sobre él. La puerta que ella medio abrio chilló haciendo un sonido como si estuviera mirando fijamente a Taichi. 57


– ¿C-Cuando empezaste a mirar? – Eh, cuando tu teléfono sonó, saltaste y lo dejaste caer. Ah, también vi ligeramente el lugar al que miraste fijamente atontado en tu teléfono. – ¡Prácticamente lo viste todo, maldición! Teniendo a su hermana que era cinco años menor viéndolo hacer cosas extrañas, él, como su hermano mayor… su dignidad sería… – Nya, hermano, ¿la persona con la que acabas de hablar por teléfono era… tu novia? – No. No. ¡Ella no es mi novia! Sin ninguna razón aparente, el tono de Taichi sonaba como si estuviera interpretando un jidaigeki6. – Estas avergonzado~ Mi hermano es tan lindo~

6 Jidaigeki (時代劇) es un género de películas, televisión, y teatro en Japón. Literalmente “dramas de época”, que por lo general se ubican durante el periodo Edo de la historia japonesa, de 1603 a 1868.

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– ¡Deja de burlarte de tus mayores! Espera. Un segundo. Eso no cuenta. Esto no funciona. Estoy demasiado nervioso. Taichi respiró profundamente para calmarse. Y su hermana no podía parar de reír ante esta escena. – ¡He! Pero ahora me siento aliviada. Hubo un tiempo donde estuviste muy extraño y pensé que sería mejor que fueras a un hospital a ver a un doctor… Ese tiempo debería ser cuando el intercambio de personalidad ocurrio entre los cinco miembros del Club de Investigación Cultural. – ―Entonces era puro mal de amor. Parece que estaba muy seriamente equivocado. – ¡Hey! ¡Deberías dejar de actuar como los adolescentes de ahora que toman en cuenta el amor en todo lo que piensan! ¡¿Y de dónde aprendiste las palabras “mal de amor”?! – Ahaha. ¿Qué son “las chicas adolescentes de ahora”? ¡Hablas como un anciano!

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– ¡A-Anciano! Si fuera un hombre de mediana edad aún estaría bien. Taichi estaba un poco impactado. – Pero, si este es el caso, si algo extraño llega a pasarte de ahora en adelante, le diré a Mamá y Papá que “tan sólo es mal de amor”; eso es suficiente para cuidarte la espalda. – ¡No te necesito entrometiéndote en mis asuntos! Mis padres de hecho habían pensado en hacer esa clase de reuniones familiares con mi hermana. Eso sin duda es molesto. – Pero honestamente ahora estoy más que segura de que puedo tener un novio. Así que, eso es todo. Tengo un montón de cosas que no entiendo en mi tarea. Por favor enséñame, hermanito. – ¡E-Espera un momento! ¡Es demasiado pronto para que tengas un novio! Escucha muy bien. Vas a tener que discutir esto conmigo en detalle. – Sí. Voy a escucharte después de que me ayudes con esta pregunta. 60


– ¡E-Está decidido! ¡Si hay algún progreso con eso, por favor infórmame inmediatamente! Taichi estaba tan perturbado por la reciente conducta de su preciosa hermanita. Luego le enseñó cómo hacer su tarea, cenó, vio la televisión, tomó un baño―terminando con su agenda diaria como es lo usual. Llegado algún momento desconocido los miembros del club habían perdido su sensación de crisis inminente hacia las aberrantes cosas que sucedieron entre ellos el día de hoy. La situación no estaba tan bien, pero no era un intercambio de personalidad. Así que Taichi pensó en su corazón que no había necesidad de preocuparse por este no tan importante problema. No. Él quería más creer en eso estrictamente que pensar en ello lógicamente. Sin embargo, este era un agudo error que había cometido.

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―En la siguiente mañana Kiriyama Yui y Aoki Yoshifumi fueron llevados a la estación de policía para recibir asesoramiento.

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Capítulo 2 Cuando nos dimos cuenta, ya había empezado (II)

A la mañana siguiente, Yaegashi Taichi caminaba hacia la escuela con pasos inmensamente pesados. Pensar que se encontraría a Nagase Iori era bastante vergonzante. Sin embargo, aún más embarazoso era encontrar a Inaba Himeko: ¿Qué me dirá el rostro de Inaba cuando ella venga a la escuela? Para abreviar, él se dijo a si mismo que se abstuviera de mirar sus senos… que desperdicio de mi capacidad intelectual con estas cosas tan triviales, pensó él. – Las cosas se están poniendo feas. Yui y Aoki han sido llevados a la estación de policía para recibir asesoramiento. En cuanto Taichi entró al salón de clases, Inaba espetó eso a él con un pálido rostro. 63


Estación de policía. Asesoramiento. ¿Era debido a que él no quería tener ninguna injerencia con los asuntos que lo relacionaría con esos términos? Taichi no podía entender inmediatamente lo que Inaba había dicho. – ¿Uh? No, espera. ¿Qué fue eso? O primero debería preguntar, Yui y Aoki… ¿te refieres a Kiriyama Yui Y Aoki Yoshifumi? – ¿A quién más me estaría refiriendo? Idiota. Ven aquí primero. Inaba jaló a Taichi hacia su asiento. Iori, perpleja, se encontraba sentada allí, murmurando palabras como una mosca, “Qué podemos hacer…” – ¿Por qué… qué está sucediendo? ¿Qué fue eso de asesoramiento? – ¡¿Cómo voy a saberlo?! Lo único que sabemos hasta ahora es que esto se ha convertido en el tema del día en la sala de profesores. – ¿Hablas en serio… has tratado de contactarlos?

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– No… fallé. Dijo Nagase sosteniendo su teléfono. – Oh… maldición. Acaso nadie sabe que sucedió… – ¿Me llamabas? Sorprendido, Taichi giró su cabeza ante la inesperada respuesta. La marca registrada que ella poseía era el cabello atado a sus espaldas que revelaba su frente y las resplandecientes gafas. Originalmente ella era la estudiante modelo que todo el mundo podría imaginar. Pero sin ninguna razón aparente escalonó para convertirse en incluso más poderosa e impactante con sus soberbias habilidades de liderazgo. Al parecer ella era la persona que al mismo nivel daba respuesta a muchos problemas amorosos de los estudiantes. Ella era la presidenta de la clase 1-C, Maiko Fujishima. Como nota aparte, de acuerdo con Fujishima, ella estaba tratando de decir: “Gracias chicos” (Taichi y los miembros del Club de Investigación Cultural) por despertar mis poderes. Ustedes han abierto una fantástica puerta con un inmenso y abismal potencial. 65


Siéntanse gratificados; aunque, no entendían para nada lo que ella quería decir. – Um… Ok. Nadie te llamaba, Fujishima-san -, dijo Iori con una pizca de miedo. Fujishima parecía haberle hecho algo que causó que no fuera apta para lidiar con ella. Por cierto, lo que Fujishima dijo acerca de esto era de alguna forma como “Tengo mis propios ideales a seguir. Pueden estar seguros―ustedes no son lo primero en mi lista de prioridades”, aunque, era incierto en qué posición se encontraba enumerada Iori en esa lista. – Nyahh. ¿No querían saber lo que sucedió con Kiriyama-san y Aoki-san? – ¿Dinos que sabes, Fujishima? ¡Escúpelo! – No es bastante correcto usar un tono demandante cuando haces una petición, Inaba-san. – Mmm… entonces, por favor dímelo… Fujishima-san. Maiko seguía totalmente imperturbable incluso cuando enfrentaba a alguien tan firme como Inaba.

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Incluso desprendía una atmosfera más intrigante que la de ella, lo cual era horrendo. – Sí. Si estas dispuesta a prestarme a Iori-san por dos horas, lo consideraré. – ¿Wuagh? Iori chilló con un sonido que no había hecho antes y saltó. – E-El trato es un poco… aghahaha… – ¿No es genial? Pienso que Iori-san también estará contenta de hacerlo. Fujishima meneó su mano ominosamente como si se tratara de un tentáculo. – ¡Hey, Fujishima! ¡¿No es bastante despreciable de tu parte de tu parte hacer eso?! Gritó Taichi, y en ese momento: [¡No la toques!] El sonido reverberó de nuevo en su cabeza.

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El cuerpo de Taichi ganó calor en una rápida proporción. Mierda. Gradualmente su cuerpo parecía haberlo dejado atrás, aunque, su conciencia seguía allí. Esta condición era exactamente la misma que ayer. Junto con su hirviente humor, ¿qué podría pasar ahora? ¿Qué quería hacer? ¡Parar! A pesar de que gritaba en su corazón, él no podía detenerse a sí mismo. Taichi dio un paso adelante, hacia Fujishima, y levantó su mano. ¿Era esto un sueño? ¿Qué estaba haciendo? Taichi sabía lo que estaba haciendo, pero otra fuerza en su interior había sobrepasado su control. ¡No!

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Justo cuando Taichi estaba a punto de agitar su mano derecha hacia Fujishima, Inaba agarró su brazo fuertemente. – ¿Qué quieres hacer? Inaba observó a Taichi, penetrándolo con sus fríos ojos, y contuvo su muñeca fuertemente con una mano. Su brazo se sentía como si fuera a volverse loco. Él tenía conciencia, pero aun así se soltó de la mano de Inaba crudamente. Sin embargo, Inaba, con un rostro tenso y lleno de nerviosismo, aun así trató atrapar su mano. Irritado, Taichi liberó su muñeca usando toda su fuerza. Luego, Taichi de repente paró sus acciones. La calidez en él se enfrio, y el poder que estaba controlándolo lo dejo ir. Taichi se sintió un poco inquieto y consternado. Inaba lo miró fijamente en silencio.

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¿…Qué

estás

haciendo,

Yaegashi-san?

¿Practicando para un baile? Fujishima preguntó sencillamente. – No… eso es… Un sudor frio se deslizó incesantemente por su rostro, causando un desastre en su cerebro, haciéndolo incapaz de pensar. – Entonces, ¿cómo es el trato?, Nagase-san. – Aún sigues hablando de eso… Taichi no podía apegarse a una actitud firme, sintiéndose un poco presionado y tímido en medio de sus palabras. – No. Está bien. Taichi… si sólo podemos saber que sucedió con Yui y Aoki… mmm… bien. ¡Entiendo! ¡Que sean dos o tres horas, haré cualquier cosa por ustedes! ¡Así que, por favor dinos que sucedió con Yui y Aoki, Fujishima! – Mentí. Sin importar si lo hacían o no, ciertamente iba a decirles.

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Iori recayó sobre la mesa inmediatamente. – ¿Tú… mentiste? No debí haber decidido tan rápido… – ¡No elijas momentos como estos para salir con semejantes mentiras tan extrañas, Fujishima! Taichi también replicó. Firmemente empujó las aterradoras e impulsivas emociones que vinieron a él a un lado de su cerebro, tratando de olvidarlo tan rápido como fuese posible. – Nyaaa. Esta es mi forma de expresar humor. ¿Chicos, acaso no captaron mis intenciones? – Por favor, al menos déjate ver menos seria cuando vayas a mentir. Iori plantó su rostro sobre la mesa. – Ustedes estaban mostrando semejantes caras tan consternadas, yo sólo quería aliviar la atmosfera tan tensa… no podía creer que fueran tan contradictorios… Fujishima miró hacia abajo con tristeza. Parecía que Fujishima también fue criada por padres vivos.

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– Entonces, ¿qué es lo que sabes, Fujishima? Por favor dinos. Inaba entró directamente en el tema. – Ahah… sí. Entonces déjenme explicar esto en orden cronológico. Aunque no estoy segura de las razones, algunas de las estudiantes femeninas fueron molestadas por unos cuantos estudiantes bribones de la secundaria Aki en la estación central. Era una clara mañana, había muchos transeúntes y su pleito se mantuvo por un tiempo bastante largo. Justo cuando las personas a su alrededor sintieron la necesidad de llamar a la policía para que viniera y lidiara con su problema su salvadora se precipitó sobre ellos en un frenesí y le enseño a esos bribones una buena lección. – Ese héroe podría ser… Iori murmuró. – Sí. Era Kiriyama Yui, un miembro de su club. ¿Kiriyama le dio una lección a esos bribones? – Umm… los así llamados bribones deberían ser chicos, ¿verdad? 72


Preguntó Taichi. – Aunque debo estar impresionada de que ustedes tuvieran el sentido de equidad como para que los bribones no tuvieran que ser necesariamente chicos, sin embargo de acuerdo a lo que dije antes, ¿no es extraño que los bribones fueran chicas? Sí. Los bribones a los que Kiriyama dio una lección eran chicos. ¿Kiriyama les dio una lección a unos chicos? Kiriyama, quien tenía una aguda androfobia que la haría temblar cuando era tocada por chicos, ¿les daría una lección a unos chicos? Aunque recientemente este síntoma ha ido aliviándose un poco, aun así ella no sería capaz de hacer eso todavía. – ¿Entonces? Con un rostro tenso, Inaba apresuró a Fujishima para que continuara. – Si eso hubiera sido lo único que hubiera hecho, se trataría de algo alentador… pero Kiriyama-san parece haberse sobrepasado. Como resultado, unos cuantos 73


estudiantes de la secundaria Aki se unieron para ver que alboroto había tenido suceso… pero parece ser que seis de ellos terminaron golpeados en el suelo por Kiriyamasan. Una furiosa y salvaje Kiriyama apareció en la imaginación de Taichi. – Aunque no podemos decir que ella haya hecho algo malo, pero eso sobrepasó la línea. Entonces Kiriyama-san fue llevada a la estación de policía para ser interrogada sobre la línea de acontecimientos… Ah… así que pensaron que había sido arrestada porque escucharon la palabra “asesoramiento”, ¿verdad? Las acciones que toma la policía frente a los jóvenes usualmente se refieren como “asesoramiento”. ¡Esto es sentido común! Después de eso, otra persona apareció para interrumpir el alboroto que originalmente debería estar arreglado. – ¿Fue Aoki? Inaba rápidamente preguntó. – Correcto. Aunque Aoki no estaba seguro de lo que había pasado, parecía bastante agitado debido al hecho de que la policía se llevaba a Kiriyama. Él seguía gritando: “¡A donde la quieren llevar! ¡Déjenla ir! ¡Devuélvanmela!” 74


¿Él es del tipo de personas que no podría calmarse y pensar en los hechos cuando se altera? De cualquier forma, por esta causa la policía llevó también a Aoki a la estación. Aunque Aoki era un personaje tonto, definitivamente no emplearía la violencia para lidiar con las cosas. Por encima de eso, él era ese tipo de persona que actuaría con una mente en calma cuando la situación se pone ruda. – No obstante, no se preocupen demasiado. Pienso que todo va a solucionarse. Después de todo, Kiriyamasan y Aoki-san no tenían malas intenciones. En el peor de los casos ellos sólo serían severamente advertidos. Y la escuela no los castigara ya que sus acciones fueron en base a la urgencia de salvaguardar los estudiantes en la escuela. O debería decir que Kiriyama-san fue calificada con una estima bastante alta debido a este episodio, así que si ellos fueran a castigarla, muchos estudiantes sin duda estarían en desacuerdo. Y lo más importante es… Fujishima se detuvo y miró a Inaba, dejando sus palabras colgando con un inexplicable sabor. – No permitiré que semejantes cosas pasen. Sin importar cuales sean las tácticas que deba emplear, sin duda la sacaría. 75


Inaba alzó sus labios hacia una esquina, mostrando una sencilla y tranquila sonrisa. – Lo sabía. Incluso si las cosas realmente llegan a ese estado, me gustaría dar todo de mí para ayudar. Aun si damos un vistazo a toda la imagen, la escuela, estas dos chicas estaban categorizadas entre las personas más capaces. El hecho de verlas sonriéndose la una a la otra, era de hecho inquietante. – Cierto. Hay algo que me tiene bastante curiosa. Fujishima, ¿de dónde sacas toda esta información? ¿Conoces a algún espectador? Esta información parece ser correcta la mayoría de las veces -, dijo Inaba. – No. Mi padre es un oficial de policía que de cierta forma tiene un alto rango. Así son las cosas. Ahaha, si hay algo que pueda suceder, yo podría ayudar diciendo algo. Fujishima dijo semejantes palabras tan impactantes con sencillez. Era ciertamente impactante el saber la posición de su padre, pero saber que Fujishima podía explotar el poder de su padre era incluso más petrificante. – Hehe… que buenas noticias. Puede que tú valgas la pena. 76


Inaba tenía la siniestra sonrisa de un deshonesto hombre de negocios. – Estoy bien desde que las peticiones caigan en lo racional y en los casos correctos. Por supuesto, necesitaría un pago equivalente por el trato. Pero si se tratara de Inaba pienso que podría ofrecer un descuento. – Entonces sin duda vamos a estar agradecidos. Hahaha… las dos se rieron la una a la otra de nuevo, exudando una abominable atmosfera en la que nadie podría interferir, una atmosfera que incluso se mesclaba con cierta siniestra y ominosa sensación. En ese momento, la campana de la lección sonó. A la hora del receso después de la primera clase, Taichi caminó hacia el asiento de Inaba. – Inaba, muchísimas gracias por lo de hace rato. Cruzando sus brazos, Inaba ligeramente abrio sus ojos. – ¿Gracias de qué? – ¿…Acaso no me detuviste esta mañana? 77


Taichi no podía decirlo claramente tal como era. Si fuera a decirlo, tendría que admitir lo que originalmente quería hacer. ¿Cómo podía admitir el tener dichos impulsivos e imprudentes pensamientos? – ¿No escuchaste un sonido en tu mente… algún tipo de [sonido]? Dicho esto por Inaba, Taichi no pudo evitar tragar saliva. Ella tenía razón. Taichi escuchó el [sonido]. El [sonido] fue lo que abrio la puerta y dejo que un misterioso impulso tomara su cuerpo momentáneamente y causara que se moviera en contra de su voluntad. El poder de ese impulso había, obviamente, reemplazado el nivel en el cual evadirías una pelota que viene volando en tu dirección. – Sí… correcto. Pero ¿cómo sabes que mi mente escuchó ese [sonido]? ¿Tú también escuchaste ese sonido, Inaba?

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– No, no es así. ¿Te pregunté en qué momento escuchaste el sonido? Aunque no escuché el sonido en ese entonces, si lo hice en otro momento en situaciones similares. – ¿Inaba… tú también has experimentado esto? Después de escuchar ese sonido, uno podría tomar acciones en contra de su propia voluntad… Antes de que Taichi terminara, Inaba ya había asentido mostrando su consentimiento. Desde ya podían confirmar que algo había sucedido. ¿Habían sido gradualmente rechazados del mundo “normal”? Una sensación de premonición corrio a través de sus mentes. Inaba exhaló un suspiro. – Aún no sabemos los detalles. Tal vez es sólo una reacción exagerada… aun así, prepárate para cualquier cosa que pueda pasar. El tono de Inaba era bastante pesado.

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– Entiendo. – Entonces vamos a vernos en el club y a hablar sobre ello. Espero que Yui y Aoki también puedan regresar a la escuela antes de que termine. Si no lo hacen, veremos qué hacer entonces…Hmmph. Qué raro que espere que todo salga según mis propias preocupaciones así sin más. – Sí… – Todo lo que nos queda ahora es rezar, creo yo. Para ellos que no han captado del todo la situación en que se encuentran, sus palabras no encajan del todo en el credo de ella, el credo de que todo reto debe ser superado por el poder propio.

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El episodio ocurrio de repente. No. Hubo algo malo que sucedió antes de eso. 80


Si tomo este algo, un presagio, en cuenta, entonces este episodio debería sentirse menos repentino. Sin embargo, no había ningún presagio antes de este presagio, y por lo tanto este presagio era todo de lo que podía depender. Sin importar como lo ponga, este método era demasiado despreciable. En este método, no había forma de que ellos fueran capaces de prevenirlo. ¿Ya habían escapado de este tipo de mundo? No. No era un problema de escapar o no ya que ellos no tenían el derecho a decidir. ¿Era ser tomados del pelo todo lo que podían hacer? ¿Era ser engañados todo lo que podían hacer? ¿Era este su destino? ¿Era esta la historia en que se encontraban? Taichi sabía que esto era todo lo que él, una insignificante persona, podía hacer. 81


– Ahah… yo soy ‹Fusen Kazura›. Realmente no importa si lo digo o no… ¿están de acuerdo? -, dijo Gotou Ryuuzen, el profesor de la clase 1-C y consejero del Club de Investigación Cultural, al interior del salón del club, localizado en el cuarto piso del edificio de recreación. – Así que todos… hace años que no nos veíamos… quizás no… ¿Qué piensan? Él, aún con el apagado rostro de hombre muerto que solía tener, habló en frente de Taichi y los otros miembros del club sin prestar atención a lo que ellos pudieran pensar. Se encontraron de nuevo tres semanas después de que Nagase Iori casi fuera forzada a morir. Algún tiempo ha pasado después de ese incidente, aun así era algo muy reciente como para hacerlo ver como algo que sucedió en el pasado. ¿Era demasiado pronto o demasiado tarde? Lo único de lo que Taichi estaba seguro era que no quería verlo.

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– Realmente no quiero ver al indestructible tú, ‹Fusen Kazura›. Inaba habló en una provocadora y aun así educada manera a esa persona, o tal vez no a una persona del todo. Por su tono uno podía saber que ella realmente no quería verlo de nuevo. Al final, Kiriyama y Aoki no fueron a la escuela. No hubo pronunciamientos oficiales ni castigos, pero aun así sus familias fueron notificadas del incidente. (La información vino de Fujishima) Taichi, Iori e Inaba reconocieron que no podían hacer nada acerca del hecho de que no vinieron, así que ellos aun así decidieron juntarse en el club después de la escuela. La cosa era que… ‹Fusen Kazura›, apareció en este momento. Igual que antes, apareció en el cuerpo de Gotou. Con sólo un paso que dieran adelante podría llevarlos al destino que querían.

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Taichi y Iori se pusieron de pie para hacerle frente a ‹Fusen Kazura›. Sólo Inaba aún seguía sentada, sin hacer ningún gesto. – ¿Por qué apareces frente a nosotros de nuevo? ¿No dijiste que deberíamos olvidarnos de ti y de los asuntos derivados? – Ahah… tal vez dije eso… de hecho, lo que esperaba, era que no tomaras mucho interés en eso. Pero recuerdo débilmente que en el momento que nos vimos por última vez dije “entonces, nos vemos después" ¿…verdad? Inaba-san con trascendentales poderes de memoria… – No seas tonto. ¡Bastardo! Inaba dio un puño fuertemente sobre la mesa que fue traída aquí el día de ayer. ‹Fusen Kazura›. Él era la presencia que evocó el intercambio aleatorio de personalidades y que autoproclamó que estaba observándolos constantemente durante el fenómeno, haciendo lo que quería. Quién era aún sigue siendo desconocido. 84


Y no había ninguna forma de que él fuera a decirles. – ¿Por qué vienes de nuevo? No quiero verte ni siquiera un poco. Iori trataba de mantenerse calmada, aunque, ella no podía suprimir el tenso y nervioso tono en su discurso. La persona que probablemente tenga más sentimientos sofisticados y mesclados hacia ‹Fusen Kazura› era Iori. Después de todo, ella podría estar muerta si hubieran cometido un pequeño error. – Ahah… hablando de eso, no me he disculpado directamente con Iori-san… sobre ese incidente… lo lamento desde las profundidades de mi corazón… realmente… lo lamento. – Incluso si te disculpas conmigo ahora… yo no… ¡Wuah! ¡Así que, si realmente lo lamentas, entonces por favor déjanos en paz! Ella tenía razón, pensó Taichi. – No… me he repetido a mí mismo un par de veces… ustedes son realmente interesantes… además, ustedes pueden estar enojados ante el hecho de que los he escogido para este experimento… pero, por favor no se 85


enojen conmigo… por mi parte realmente quiero llevarme bien con ustedes chicos… Lo que él dijo era un poco―no, muy peligroso. – ¡Espera! ¿Qué paso con lo que dijiste acera de “vamos a ser buenos amigos para siempre”? Inaba gritó, entrando en pánico. – Ahah… eso es… porque voy a hacer algo interesante nuevamente en esta ocasión… así que, aunque no sé lo que va a pasar después… creo que se siente bastante bien el decir eso, a pesar de lo que suceda después, ¿no es así? – Hey. ¿Qué quieres decir con algo interesante? La voz de Taichi temblaba. – Que extraño. ¿No lo notaste, Yaegashi-san? ¿No sientes que a veces sonidos aparecen en tu mente, y tu cuerpo empieza a tomar acciones en contra de tu voluntad? Una corriente de frialdad invadió su cuerpo.

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Él estaba en el siempre familiar salón del club, aun así sintió que fue jalado a otro mundo. – ¡Qué estás diciendo! ¡Bastardo! ¿Quieres decir… que planeas controlar directamente nuestros cuerpos? Inaba rugió con ira. – ¿Manipular? De que estás hablando… Inaba-san. Como puedo hacer semejantes cosas… y eso sería inútil… fu… entonces, permítanme explicar esto mientras estoy aquí para realizar el pronóstico… Ahah… que persona de tan buen corazón soy. – Que quieres decir con pronóstico y la explicación… Dijo Iori, temblando. – Nyaa… ¿si no lo explico, no será un dolor de cabeza para ustedes? Ahah… aunque sería divertido verlos frustrarse… no quiero adoptar ese método ahora… lo que quiero decir con pronóstico es eso… voy a dar una explicación oficial cuando todos estén aquí… todos los cinco miembros del club… eso es. – Por qué… querrías encontrarnos de nuevo…

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Murmuró Iori con una ronca voz. Aunque siendo dura en sus palabras, ella probablemente se había dado por vencida. – Ayahh, cuantas veces tengo que decir “esto es porque ustedes son muy interesantes”…Ahah… estoy empezando a cansarme de ponerlo de esta forma… realmente tengo que explicar las cosas de antemano… pero se siente que desperdiciaría esta oportunidad de venir si no lo hago… Ahah… una cosa más importante es ese pensamiento de “estas cosas sólo me causan problemas”… ¿Qué creen que debería hacer? Puedo dejarlos ser los jueces. – Déjanos escuchar lo que vas a decir… nosotros decidiremos después de eso. Habiéndose calmado ligeramente a sí misma, Inaba dijo esto alzando su cabello. – Ahah… gracias. Entonces déjenme explicarlo, sin embargo, esta vez no es nada especial… o tal vez pueda pensar que todos se sentirán felices por esto… Ahah… quizás esto es exagerando… eh. ¿En dónde estaba? Ahah… así que, para resumirlo, esto es para dejar que los “deseos” en sus corazones, las verdaderas expectativas, sean desencadenadas… eso es. 88


– ¿Desencadenar nuestros… deseos? A la vez que murmuraba las palabras, todos los aberrantes comportamientos que él y los demás miembros del club tuvieron ayer y hoy flotaron en su mente. Inaba quien lo tumbó. Kiriyama quien estaba extraordinariamente furiosa. Iori quien lo llamo con una extraña actitud. Y él quien fue ligado a un impulso repentino. – Sí… desencadenar sus deseos… o abreviando, “deseo desencadenado”… ¿hmm? Tal vez realmente no lo abrevié. Como sea… eh, es inevitable que los humanos tengan un montón de “deseos”… ¿ustedes los tienen, no es así? Pero no todos estos deseos salen a flote o son tomados como acciones, nuestra conciencia u otros bloqueos mentales van a cesarlos… sin embargo, ¿no creen que esto es un poco lamentable? ‹Fusen Kazura› continuó, sin prestar atención a sus reacciones, incluso a pesar de que usó una frase interrogativa para terminar su línea. 89


– Quieres hacerlo pero no puedes… ¿es apropiado para un ser vivo el vivir una vida con tantas restricciones? Esto suena bastante filosófico. – Que idiota. Como puede vivir una persona haciendo lo que quiera. Inaba interrumpió y lo menospreció. – Sí… eso es correcto en términos normales… pero tal vez si damos vuelta a las cosas algo interesante podría pasar. El tono de ‹Fusen Kazura› carecía de peso, como si sus palabras pudieran ser enviadas a volar por una ligera brisa. – Yo sólo quiero ligeramente… desatar sus “deseos”, y dejarlos que adquieran libertad… eso es. Adquirir libertad desencadenando los deseos. – ¿No va eso más allá de lo peligroso? Si uno fuera a desencadenar los deseos propios y a actuar de acuerdo a lo que uno quiere, entonces uno no podría ser contado como un ser humano. Eso es… bestial. Qué prepotente, dijo Inaba al final. 90


– Ahah… Inaba-san, tú sin duda captas la esencia de las cosas… tienes razón, quien sabe que sucederá si todos los deseos de los humanos son desencadenados… así que, si desencadenamos diferentes deseos… y estos deseos son multifacéticos, por ejemplo: deseos de comida, deseos sexuales, deseos de sueño, deseos mundanos, deseos de poder, deseos de fama… ¿Qué deseos hacen falta aquí? No pude salir con ningún buen ejemplo. En pocas palabras, me gustaría idearlo de tal manera que sólo algunos deseos sean desencadenados aleatoriamente. ‹Fusen Kazura› tuvo una aburrida expresión en su rostro durante todo su discurso. – Ah. Pero los “deseos” desatados son usualmente los deseos más fuertes en el momento… después de todo, los deseos se someten a cambios frecuentemente y sus etapas difieren en gran medida. Qué torpe, pensó Taichi. Él no podía componer la voz ya que estaba completamente aturdido. – Eso es. Ustedes deben saber lo que deberían hacer, ¿no es así? Asumiré que lo saben.

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‹Fusen Kazura›, teniendo la apariencia de Gotou, cayó en silencio. –…Yo, de hecho quiero explicarlo un poco más… pero ya que después de todo esto es un pronóstico, esto debería ser suficiente. Y hay dos ausentes el día de hoy… Ahah… entonces voy a detenerme justo aquí. Permítanme hacer una explicación oficial cuando todos estén aquí, y por supuesto ver si estoy disponible en ese momento. Por favor díganle a los dos que estuvieron ausentes lo que acabo de decir. Que fastidio. – ¿Qué estuviste escupiendo justo ahora? ¿Qué quieres hacer? ¡Se exacto y claro! Inaba estaba furiosa por la forma en que ‹Fusen Kazura› los había mantenido en suspenso. – ¿Ahah… es así? Entonces, ahora me voy… veámonos de nuevo mañana después de la escuela. – ¡Esto ni siquiera es una respuesta! Inaba empezó a sentirse irascible. Los otros a su lado empezaron a murmurar cosas sin sentido. – ¿Mañana… después de la escuela? 92


– Sí, dije el reporte de hoy, ¿ven? De hecho quería explicar todo hoy… pero parece ser que ha habido dos ausentes… así que vamos a posponerlo hasta mañana… esto era lo que tenía planeado… pero a decir verdad el que mis planes sean interrumpidos tan solo me hace sentir mal… así que al menos he venido… una cosa de la que estaba seguro era que las cosas estarían mejor si vengo aquí de antemano. – ¿No se debe eso al “deseo desencadenado” que causaste? Dijo Inaba con sorprendente vigor. – No exactamente… sin embargo, si tan solo los dejo solos sin ninguna advertencia… tal vez esto vaya a “terminar”… así que he venido… aunque, que termine no sería mucho problema, yo me sentiría mal si terminara demasiado pronto… Hmm, si lo pongo de esta forma, debería haberlos notificado mucho antes… pero observarlos, a ustedes, que se sentían completamente confundidos con el episodio, fue bastante interesante… “Observar” e “interesante”―la forma en que este tipo planea algo tenía las misma reglas; aun así, era problemático entender que quería decir con “observar” e “interesante” 93


–…Bien entonces. ‹Fusen Kazura› murmuró, salía por la puerta, pero entonces se detuvo abruptamente. – ¿Nyaa? Después de haberle dado una profunda reflexión, pienso… que tal vez no puedo asegurar que lo que he dicho pueda ser dicho a esos dos… pero sobre esto, creo que ustedes van a hacerlo por mí… ustedes deberían recordar lo que dije, creo. Inaba-san dejo mis esperanzas en ti… Inaba observó letalmente a ‹Fusen Kazura› y permaneció en silencio. Ambos se miraban entre sí, dándole forma a un retorcido espacio al cual ni Iori ni Taichi podrían entrar. Inaba apretó sus puños, comenzando: – ¿Y si digo… que me rehusó? – Entonces eso seguramente va a ser un dolor de cabeza… para ustedes chicos, eso es. – ¿No sería un dolor de cabeza para ti también? Inaba trataba de hacer un trato con ‹Fusen Kazura›, ¿pero de donde sacaba el poder restante para hacer eso? 94


Sin embargo, comparado con el hosco rostro de Inaba, ‹Fusen Kazura› aún mantenía el suyo inexpresivo. – Ahah… por qué debes ser tan maliciosa… a decir verdad, no tengo más fuerzas para ir a encontrar a los dos y explicarles las cosas… Ahah… como tal, entonces permítanme primero detener esto por un tiempo… – ¿Qué estás diciendo en realidad? – Entonces… voy a detener esto desde ahora y hasta mañana, así que sus deseos no van a ser desatados… que gran oferta les estoy dando… – Uh… qué demonios estás diciendo… La voz de Iori se sintió como si ella estuviera al borde de las lágrimas. – No, nada especial… así que antes de que lo explique mañana, primero voy a pausar este fenómeno. Este tiempo es para que ustedes tengan un respiro… punto de descanso… Ahah… no sé cómo decirlo… esto es, después de todo, algo no muy importante. – ¿Tú eres incluso capaz… de hacer eso? Inaba puso una apretada, y forzada sonrisa. 95


– Quizás… tal vez es demasiado para este lado si hago esto… pero es mucho mejor que ponerle un “final” inmediatamente… y aún más importante… pensándolo desde otra perspectiva… el tener una situación como esta podría ser interesante. Así que, veámonos aquí de nuevo mañana… aunque esto podría verse alterado para entonces… nos vemos. Habiendo terminado toda su habladuría, ‹Fusen Kazura› dejo el salón del club. Ninguno intentó detenerlo. Para ser más preciso, ellos no podían. El silencio invadió el salón del club después de que él se había ido. – ¿…ha regresado de nuevo? A medida que Inaba empezaba a murmurar, sonidos una vez más cayeron sobre el salón del club. Taichi y Iori aún no podían hacer ningún sonido. Taichi ni siquiera podía pensar que hacer o cómo reaccionar.

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Él siempre había tenido en su corazón que un aberrante fenómeno como los intercambios de personalidad nunca tendrían lugar entre ellos nunca más. Sin embargo, había cierta posibilidad. O incluso, para ellos que habían pasado por semejantes cosas una vez, la posibilidad de toparse con ellas sería incluso más alta. La existencia llamada ‹Fusen Kazura›, que sobrepasó la normalidad, parecía haberlos tomado como presas. – Por qué… por qué… La voz de Iori pareció haber sonado en su subconsciente. La misma pregunta estaba lanzándose a través de la mente de Taichi. Él reflexionaba sobre cómo podría evadir dichas cosas, aun así él estaba tan impactado que esto era totalmente imposible. – Ah. ¿Alguien sabe alguna manera de prevenir que suceda una situación tan bastarda? Taichi y Iori fueron incapaces de responder la pregunta de Inaba. 97


Cuando ellos estuvieron comprometidos en el “intercambio de personalidad”, aunque todos se esforzaron para pensar en diferentes soluciones, ellos fallaron en sacar una conclusión de una factible solución. Bajo circunstancias donde no les fueron dadas nuevas pistas, simplemente no había forma de salvarlos. – ¿Entonces, deberíamos solamente rendirnos y darnos por vencidos? Murmuró Iori. – ¿Qué más podemos hacer? ¿Podemos hacer algo para solucionarlo? He estado pensando en esto y me gustaría seguir pensando en esto, pero especulando desde el estatus quo actual… Ambas Inaba y Iori tenían un rostro tensamente triste. Taichi también estaba deprimido, pero aun así él sabía que tenía que decir algo. – Lo superamos la última vez, así que creo que esta vez también vamos a superarlo. Las cosas van a arreglarse al final, ¿ven?

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Taichi sintió que lo que dijo carecía de algo que lo respaldara, aparentemente muy impersuasible. Él trató de decir algo más con mucha prisa. – ¡Tal vez no… entonces vamos a pensar en alguna forma! Aunque pienso que no podemos ser muy optimistas ante esto, estar tan desanimados no nos ayuda en nada… Ah, ¿acaso no dijimos que deberíamos tomar esto con más optimismo…? Justo cuando Taichi no podía aclarar su mente para encontrar que decir, Iori e Inaba se le rieron durante el mismo instante. – N-No se rían juntas de mí. – Aunque lo que tratas de hacer es algo bueno, tú siempre lo haces tan obstinadamente― ¿es acaso porque eres un idiota? – Si pudieras decirlo con mucha más decisión, te verías mucho más genial. –…Diciéndolo de esta forma no ayuda para nada. – Cómo sea. Olvídalo. Después de todo ese tipo parece tener algo que decirnos mañana; además, él dijo 99


que detendría esto por el momento… quizás tú tengas razón, todo lo que podemos hacer ahora es tan solo dejar que las cosas se arreglen juntas. Cruzando sus brazos, Inaba exhaló un suspiro. – Ese tipo va a venir de nuevo mañana… vamos a esperar hasta entonces. Sabiendo que va a venir, realmente quiero tenderle una trampa. Dijo Iori en tono de broma. – ¿Deberíamos poner un borrador de tablero sobre la puerta? Los tres de ellos rieron ante la sugerencia de Inaba. Tales bromas los rejuvenecieron. – Bueno, vamos a esperar hasta mañana entonces. Voy a decirle a Yui y Aoki lo que sucedió. Parece ser que nada especial va a suceder hoy, así que regresemos a casa y descansemos un poco para mañana… aunque no quiero ponerlo de esta forma, para mí sonó como si realmente quisiera que llegara mañana. Dicho esto, los miembros del club fueron despachados y regresaron a sus casas. 100


Esa noche, Taichi tuvo problemas para dormir.

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Era el día siguiente. Como era esperado por muchos, Kiriyama y Aoki no recibieron ningún castigo. Durante el periodo de receso después de la primera clase, Taichi, Iori, e Inaba se encontraron con Aoki mientras que caminaba a través del corredor. Estaba cansado y estresado, él aún parecía ser más energético que la mayoría de ellos. – Lamento haber hecho que se preocuparan por mí. Aoki bajó su cabeza a modo de disculpa. – No hay necesidad de disculparse: en primer lugar no nos preocupamos por ti. – ¡Eso es muy malo de tu parte, Inaba! 101


En cierto sentido, Aoki debería ser contado como un soldado regresando del campo de batalla, aun así Inaba no mostraba señales de darle la bienvenida cómo se lo merecía. – ¡Sin embargo, puedo sentir el amor de Inaba cuando ella intencionalmente me saluda de la misma forma que antes! – Wuahh… incluso voy a vomitar ante estos extremos de optimismo. Iori fue tomada tanto por sorpresa que se inclinó hacia atrás hasta el final del camino. Tan positivo era el pensamiento de Aoki que sin duda era estúpido preocuparse por él. Además, quizás haya algo que aprender de su optimismo. – Bueno, no importa. ¿Estás bien? Había muchas implicaciones en la pregunta de Taichi. – Sí. Estoy bien. ¡Gracias! No hay nada de lo que estar orgulloso con lo que pasó. Aoki sonrio con alegría.

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La situación en que se encuentran era obviamente difícil: no había necesidad de decir lo que ‹Fusen Kazura› estaba tramando. Aun así, Aoki los aceptó alegremente y actuaba incondicionalmente. Inaba le dijo ayer por teléfono lo que había sucedido, aun así él siguió escogiendo esta actitud optimista para confrontarlo. Taichi, en su corazón, lo elogiaba por su indomable voluntad; esto era algo que él no podía hacer por sí mismo. Aoki, sin embargo, dijo sombríamente: – Lo que más me preocupa es Yui. Una oscura ola de tristeza y melancolía se propagó a través del rostro de todo el mundo. Kiriyama no había ido a la escuela hoy.

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Justo cómo él prometió, ‹Fusen Kazura› fue al salón del club después de la escuela. Él nuevamente apareció como Gotou, el profesor de la clase 1-C y consejero del club. Excepto por Kiriyama, todos los miembros del club estaban ahora cara a cara con él. Ellos sabían que él venía, a pesar de eso, no podían adoptar ninguna medida distinta a prepararse para ello. – Ahah… así que Kiriyama-san aun así no se mostró el día de hoy… sin embargo… no planeo esperar más… no puedo evitarlo… así que por favor ayúdenla después de que les explique esto… que deplorable es que no pueda explicarlo oficialmente a todos los cinco… eh, ¿recuerdan lo que dije ayer? Estoy sintiendo que ya dije la mayoría de ello… ¿no es así? Inaba-san con trascendentales habilidades de la memoria. Inaba frunció sus cejas en disgusto hacia él. Sin embargo, ella inmediatamente se puso tensa y fue cara a cara con ‹Fusen Kazura› firmemente.

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– Entonces, lo que dijiste era que vas a desatar nuestros más fuertes y grandes “deseos”, ¿correcto? Tsk…… no es ningún truco que tenga que ver con nuestros cuerpos o nuestras almas, ni tampoco está manipulando nuestros cuerpos, sino cambiando directamente la naturaleza de nuestras almas para controlarnos. Que considerado de tu parte. – Ahah… así que ya lo expliqué… que bien. Pero… ¿controlar sus almas? Que sorpresiva manera de decir eso… aunque, lo que voy a hacer es un poco como jugar con drogas prohibidas, que no retuercen sus almas, así que sus deseos no van a ser anormalmente fortalecidos… si realmente tengo que decirlo, sus deseos sólo fluyen fuera como ustedes desean… viéndolo desde otro ángulo, esto incluso podría ayudarlos a encontrar su “yo” autentico… después de todo, los deseos en sus subconscientes también podrían ser desencadenados… – Tan solo fluyen… mi yo autentico… -, Inaba se lo repetía en voz baja. – Como debería decirlo… es como darle poder absoluto a los deseos que quieren ser desencadenados, un poder que suplante completamente el de su propia determinación… vamos a repetir esto: esto no es jugar por

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ahí con las raíces de sus corazones o sus deseos; estos son todo lo que ustedes quieren. – Déjenme decirles: esto no es una broma. Si estamos enojados con alguien de tal manera que queremos matarlo, ¿realmente lo haríamos si ese deseo se desencadena? Asesinar a alguien. Taichi sintió de las palabras de Inaba una abominable sensación que él jamás había experimentado. En última instancia, ¿realmente eso pasaría? Incluso con tan demandante tono, ‹Fusen Kazura› aún seguía de pie en calma, diciendo lo que tenía que decir – Hehe. ¿Así que Inaba-san realmente quiere matar a las personas que no la miran a los ojos? Que aterrador… – Qué estás diciendo… – Las cosas van a ser lo que realmente quieras en que se conviertan… entonces, Inaba-san, tú realmente eres una persona que fácilmente puede querer matar a alguien…

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– Eso sólo es… una metáfora. Cómo iba a… realmente pensar algo como eso. – Sí… las personas que acumulan en su corazón el deseo de asesinar a otros son raras… Inaba alzó su puño, rechinando sus dientes con odio. Incluso Inaba fue traída en la dirección que ‹Fusen Kazura› deseaba. A pesar de que ellos sabían que él venía, aun así no tenían ningún modo de detenerlo. – Ahah… odio ser malentendido, así que déjenme explicar primero… no quise decir que una vez que sus “deseos” son desencadenados van a entrar en un frenesí, desatendiendo a todos a su alrededor… cosas como estas no van a suceder si aquel no es un verdadero deseo de sus corazones… – ¿Hey, te refieres a Yui? La voz de Aoki fue llenada con ira. – ¿Ha? ¿Quién sabe? ¿Tú que crees? – ¡¿Estás tomándonos del pelo?! 107


Aoki gritó y se puso de pie, pero fue detenido por Inaba. Entonces, Inaba continuó: – aunque… cualquier cosa que pudiéramos pensar, podemos contenernos a nosotros mismos en base a nuestra racionalidad. ¿No es esta la conducta correcta de los humanos? ‹Fusen Kazura› quedo en silencio y se mantuvo así por un momento. Uno no podría decir lo que fuera que estuviera pensando por su aún inexpresivo rostro. – ¿Quién decide… esas cosas? No debería haber nadie que decidiera eso. –…Los humanos son seres que siempre quieren matar a alguien en sus corazones, pero siempre se contienen de llevarlo a cabo a causa de su racionalidad… o debería decir, incluso si alguien realmente quiere matar a alguien, este tipo de deseo es sólo un pensamiento salvaje, sólo muy pocos, realmente querrían matar a alguien… ¿Cuál es la correcta? Si se trata de la primera, parece que realmente va a ser una situación problemática para ustedes…

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Esta no era una situación que tan solo puede ser descrita como problemática. ¿No se había desviado esto tanto que se había vuelto extremadamente peligroso? Dejando a Taichi y los miembros del club solos, tal vez incluso tal fenómeno destruiría el mundo fuera del club. – Sin embargo, vamos a saberlo cuando lo intentemos… – ¡No seas idiota! ¡No somos tus conejillos de indias! – Ahah… están poniéndose ruidosos. Si no hay ninguna manera de salvarse de esto… entonces sólo acéptenlo voluntariamente y den su mejor esfuerzo para superarlo. Yo también voy a dar mi mejor esfuerzo para observar. Si esto sale bien, se detendrá algún día… – No seas idiota… Repitió Inaba, pero su voz fue débil esta vez, probablemente porque entendió que su esfuerzo era en vano. – Ahah… también, cuando sus deseos vengan precipitadamente… tal vez escucharan en su mente una 109


“voz”… esto podría llamarse el efecto secundario del deseo desencadenado, el llanto de su corazón, o algo por el estilo. Por favor no le piensen mucho en ello. Ahah… estoy empezando a cansarme de hablar… Murmuró ‹Fusen Kazura›. Así que después de todo esto, he dicho todas las cosas que tenía que decir… supongo… olvídenlo… ¿tienen alguna pregunta? Es raro que esté dispuesto a responder sus preguntas. –…No vas a activar el fenómeno del intercambio de personalidad, ¿o lo harás? -, después de una pausa, Inaba pregunto. Sí, tal vez eso también iba a suceder. – Sí… no, eso ya ha terminado. – ¿Hmph, sí? Tú aún estas usando el cuerpo de Gotou, así que eso significa que aún eres capaz de hacer eso, ¿no es así? Mientras que Inaba luchaba contra esa existencia sobrenatural, ninguno se atrevió a intervenir.

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– Ahah… entonces eso es lo que te estas preguntando. Sólo estoy usando este cuerpo por conveniencia. Hay otras formas, pero esta es la mejor. ‹Fusen Kazura› golpeó su cuerpo, el cuerpo de Gotou. – Que conveniente, haces las cosas para ti mismo… parece ser que a estas alturas, sin importar lo que hagamos, seremos incapaces de ganar contra ti. – Sí… pienso que es lo mismo que si ustedes ganaran contra desastres naturales… Desastres naturales―quizás esta condición sea igual a ellos. – Por otra parte, aunque dices que son aleatorios, tú puedes, de hecho, manipularlos, ¿verdad? – No puedo hacerlo… no creo que vayan a creer en mí… así que vamos a tomarlo como si pudiera. Pero básicamente es aleatorio. Por favor ténganlo por seguro… Ahah… parece que no hay mucho de lo que estar seguro ante esto. – ¡Ah… bastardo, eres tan ilógico! ¡Qué fastidio! ¡Qué fastidio! Ni siquiera puedes responder una pregunta tan 111


básica como que persona eres, aun así sigues diciendo que aceptas cualquier pregunta― ¡Qué fastidio! Inaba mordió sus uñas, girando su cabeza como si alcanzara el cenit de odio y dolor. – Me he repetido esto a mí mismo ya muchas veces… Espero que no desperdicien su tiempo reflexionando sobre cosas irrelevantes… Todo lo que tienen que hacer es aceptar su destino y adoptar medidas para confrontarlo… Voy a estar contento si pueden hacer eso, y estoy seguro que ustedes también lo estarán… ya que podemos terminar con esto mucho antes. – Ultima pregunta. – Adelante, ya que estoy benevolente el día de hoy… – ¿Es encerrarse a uno mismo en la propia casa una violación a las reglas? Taichi no entendía el punto de esa pregunta, pero por el tono de Inaba él podía decir que esta pregunta tenía un importante significado. Había una espeluznante sonrisa en el rostro de ‹Fusen Kazura›, tan espeluznante que ponía los pelos de punta. 112


– Hmm… eres bastante perspicaz… Aunque no debería contestar esta pregunta, permítanme hacerlo para mostrar mi gratitud… Ellos parecían tener una conversación tan sofisticada que Taichi no podía seguirles el ritmo. – Eso sería muy interesante. Si hay necesidad, voy a hacer que sea más interesante… Esta respuesta es más que suficiente, creo… – …Hmmph, que personalidad tan desagradable tienes. Cruzando sus manos, Inaba emitió una despreciable oración. – Lo que digas, porque yo soy esa clase de existencia… ¿Eso es suficiente? Tengo que irme. Ahah… Incluso trabajé por dos días seguidos… tal vez yo también crecí, ¿no les parece? Ahah… de cualquier forma es inútil preguntarle eso. Entonces, está decidido: voy a activar los “deseos desencadenados” nuevamente una vez que deje este lugar… Activarlos nuevamente.

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Ahora era la única oportunidad de detenerlo. – ¡Hey, espera! En el último momento, Taichi disparó una voz que había escuchado muchas veces. – ¿…Qué sucede, Yaegashi-san? No creo que haya un problema. Esos semi-abiertos y túrbidos ojos dispararon justo a través de Taichi, unos ojos que no tenían ningún color. Como estando en un lugar desolado, una fuerte, e inconcebible sensación de peso presionó sobre Taichi. Su mente no podía trabajar ágilmente como debería, y él no podía encontrar las palabras que necesitaba decir. – Ahah… siendo así el caso, entonces me voy. Todo lo que los miembros del club podían hacerle a este egoísta tirano, quien sólo hace cosas para su propia conveniencia, era verlo irse. Sin embargo, Inaba soltó unas palabras antes de que ‹Fusen Kazura› saliera por la puerta del salón del club.

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– ¡Muchos levantan sus manos en derrota cuando los desastres naturales caen sobre ellos; sin embargo, si fueras a suponer que todos en el mundo harían eso, estás malditamente equivocado! Sonriendo, Inaba alzó su dedo medio hacia él. –…Lo sé… así que den su mejor esfuerzo. La puerta del salón del club se cerró de un golpe.

□■□■□ Los miembros del club se sentaron alrededor de la larga mesa, apoyándose sobre sus sillas plegables durante todo el rato. Después de que ‹Fusen Kazura› había dejado el salón del club, una especie de tristeza después de una vehemente y dramática tormenta invadió la atmosfera. Ellos tenían que pensar en una forma, aunque, no sabían por dónde empezar.

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Y lo más espantoso es que esto no era el final sino el principio. De ahora en adelante, los miembros del club tenían que soportar este fenómeno, el cual nadie sabía cuándo terminaría. Taichi se preguntó a si mismo si era capaz de manejarlo. ¿Él podía vivir en este desastre bajo la condición previa de que no herirá a nadie, incluido a él mismo? Él sabía en el fondo de su corazón que esta no era una tarea sencilla. El cuarto estaba en silencio y el tiempo voló sin misericordia. Todo el mundo tenía sus opiniones diferentes frente al tema. – Tsk… ¿Eso es todo lo que podemos hacer incluso cuando sabíamos que iba a venir? Después de un tiempo, Inaba arrojó unas palabras de remordimiento. – No… ¿acaso no fue eso suficiente? Alguien como yo fue llevado durante todo el camino… 116


Taichi recordó a ‹Fusen Kazura›, quien apareció como Gotou, mientras que murmuraba. Los latidos de Taichi aún permanecían rápidos; su cuerpo no podía resistir la atmósfera evocada por esa extraña criatura no-terrestre. –…Aunque acordamos en que Inaba se hiciera cargo del atacante principal, pareciera como si las cosas tan sólo fluyeran justo igual que ahora, incluso si no lo teníamos planeado de antemano. Iori sonrio débilmente. – Sí. Yo también escogí un extraño momento para disparar. Perdón… Cuando las cosas se relacionan con Yui, tan solo no puedo… Aoki también lo dijo con una falta de fuerza. –…entonces no hay ninguna forma… ahora no nos queda más remedio que aceptarlo voluntariamente. La voz de desesperación.

Inaba

estaba

117

teñida

con

cierta


– ¿…Eso es todo lo que podemos hacer? ¿Hay alguna forma… de que podamos resolver esto? Puede que sea demasiado tarde decirlo ahora. Murmuró Iori. Ninguno era capaz de salir con algo constructivo. No importa si se trataba de ayer o de hoy, Taichi seguía pensando en formas de evadir este fenómeno. Él también había pensado si podría solucionar el problema no viniendo a la escuela y escondiéndose en un lugar muy lejano. Sin embargo, él no podía poner sus pensamientos en acción. Después de todo, en el peor de los casos, ‹Fusen Kazura›, podría incluso tomar el control de sus cuerpos; si eso sucede, ¿entonces donde podrían esconderse? –…Tomando el fenómeno pasado como ejemplo, la duración es alrededor de un mes… todo lo que podemos hacer ahora es tener algo de paciencia. Inaba continuó tranquilamente, – No creo que podamos escapar de su vista. 118


– ¿Entonces… sólo podemos seguir lo que él dice? Aoki murmuró en voz baja. La atmosfera en el salón del club se sintió pesada. – Entonces voy con todo a enfrentar este reto. Dijo Taichi, intentando aligerar la atmosfera. Ellos tuvieron un periodo de gracia el día de ayer, y Taichi estaba preparado para hoy, no había nada que él tuviera en sus manos a excepción de su determinación, y que por poco colapsó. Confrontarlo era la única manera si no había escape. Ponerse de pie y confrontarlo para minimizar el daño causado―esto era lo que un hombre podía hacer cuando se enfrenta a los desastres. *¡Bam!* Como rejuveneciéndose a sí misma, Iori abofeteó sus mejillas. – ¡Todos, vamos a dar lo mejor!

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Preparada, Iori lanzó una sonrisa de voluntad y determinación; los otros asintieron en consentimiento. Todos sabían lo que él o ella tenían que hacer. –…Entonces, vamos a ver los hechos. Inaba era quien tenía el control. – Sobre el fenómeno… ese bastardo acaba de explicarlo todo, así que no tenemos que profundizar más allá en eso. Voy a notificar a Yui de esto más tarde. Lo primero que quiero confirmar es, ¿Qué es lo que realmente sucederá en este fenómeno? – Para tomarlo simplemente, fue el alboroto que Yui y Aoki tuvieron. Dijo Iori, dándole un vistazo ocasionalmente. – Hmm… recuerdo que cuando vi a la policía llevándose a Yui, estaba pensando “por favor esperen un momento”… porque sabía que Yui no es buena lidiando con chicos―ella estaba tan asustada cuando esos hombres la rodearon… Entonces escuché [una voz] en mi cabeza… luego… de repente me puse completamente furioso… a pesar de que sabía que algo andaba mal… 120


Dicho esto, Inaba continuó: – Yui probablemente estaba pensando que era necesario salvar a las desdichadas chicas incluso si tenía que darle una lección a esos chicos por a través de la violencia. Y Aoki estaba pensando que era necesario salvar a Yui de ser llevada por la policía incluso si tenía que usar la violencia contra la policía. En general, ellos deberían ser capaces de abstenerse de actuar de esa manera… – ¿Pero debido a los “deseos siendo desencadenados”, ellos no pudieron parar de hacerlo? Iori realizó una pregunta. – Lo más probable es… lo que tú dijiste… perdón. – No. No creo que tengas que disculparte por eso. – Así que, la razón por la que Yui se puso totalmente agresiva fue tal vez porque ella pensó que necesitaba aclarar los asuntos incluso si tenía que usar métodos forzosos tales como despedazar la mesa por la mitad… o quizás ella sólo se puso demasiado furiosa. Dijo Taichi, mirando a los demás para confirmar si su comprensión de las cosas era correcta. Inaba giró hacia él y asintió en acuerdo. 121


– Sí. Tal vez Yui sólo estaba tratando de tomar medidas forzosas rompiendo la mesa. Aunque mi deducción podría ser incorrecta, podemos tomarlo de esta forma si tomamos en cuenta lo que dijo ese tipo. – ¿Qué quieres decir? Preguntó Taichi. – Es como si Yui realmente no quisiera darnos una lección forzándonos a darle una respuesta; o tal vez ella no sentía que tenía que tomar medidas serias para lograr su objetivo; o quizás ella incluso usaría la violencia en nosotros si no le damos una respuesta después de eso… – Oh, entiendo. Contestó Taichi. De acuerdo con ‹Fusen Kazura›, los “deseos desencadenados” semi-forzaría sus deseos para que entren en acción. Eso era todo de lo que se trataba. – Ahah… hablando de eso, la razón por la que Inaba me empujaría abajo…

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– ¡Kiiahhh! – ¡Wuaghhhh! Inaba pinchó la garganta de Taichi brutalmente. – *¡Tosido, tosido!* Eso fue doloroso… tú… – ¡Olvídate de eso! ¿Estás loco? ¡No seas un tonto! ¡Es suficiente! ¡Deja de poner sal en las heridas de otros! ¡Olvídalo, ahora! ¡O debería golpearte hasta que lo olvides! Ella flaqueó tan fuerte que su cabello revoloteaba al unísono. Esto era debido a los “deseos desencadenados”… o quizás no. – Cierto. Casi me olvido de algo debido a este caos. ¡Taichi! Por favor cuéntame más… Ah, no será muy bueno decirlo ya que Iori también está a aquí… Aunque Aoki se detuvo a la mitad, él sabía que era demasiado tarde. – ¿Eh, qué empujándote?

fue

realmente

Iori ladeó su cabeza en sorpresa. 123

eso…?

¿Inaba


– Mira. ¡Ahora las cosas son complicadas! ¡Idiota! ¡Cabeza hueca! ¡Tonto! – P-Perdón… Taichi bajó su cabeza con culpa. – ¡Si diciendo perdón pudiéramos olvidar las cosas, entonces no habría necesidad de tener a la policía! – Ya, entonces, ¿qué sucedió después de todo? – Mmm… ¡No lo digas a los demás! Ayer cuando estaba a solas con Taichi… yo ligeramente lo derribé… eso es. ¡Sin embargo, cuando nuestros cuerpos se tocaron entre sí, Yui ya había entrado! Al final de su oración, Inaba mordió su lengua e hizo un tonto sonido, pero Taichi no se rio y asintió con su cabeza vigorosamente, tratando de ayudarla. – ¡Oh, oh… que sucedió! ¿Entonces, por qué Inaba se volvería así? ¿Y ella que era lo que planeaba hacer exactamente? Esta pregunta parece ser un poco irracional… perdón. ¡No hay necesidad de responderme! – ¡Espera! Por mi reputación debo aclarar que no soy ese tipo de mujer que esta lista para tener sexo en 124


cualquier momento. Yo sólo estaba navegando en la red y… vi algo de pornografía. Taichi, Iori, y Aoki no podían responder. Ellos trataron de permanecer en calma y apartar sus ojos. – L-Lo que planeaba hacer originalmente… ¡tampoco lo sé! Pero creo que yo no haría cosas que van mucho más allá del límite… no tengo ninguna experiencia en esto después de todo. El rostro de Inaba se enrojeció como una manzana. Incluso los rostros de aquellos que la miraban, gradualmente habían enrojecido. Taichi se dijo a sí mismo muy en lo profundo de su corazón, que él nunca jamás debería sacar a flote este tema. Iori y Aoki pusieron unos rostros severos, y juntaron sus manos para postrarse. Ellos oraron intensamente para que los malos amaneramientos de Inaba se limpiaran para siempre de sus memorias. – *¡Tosido!*

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Inaba aclaró su garganta, y los miembros se sentaron erguidos y firmes. – Volvamos a donde estábamos… En otras palabras, cuando nuestros deseos se desencadenan, el deseo que entra en acción depende de tan fuerte quieras que dicho deseo suceda. Algunos pensamientos que no han sido formados, estos son, deseos en nuestro subconsciente, también podrían ser desencadenados. Esto es realmente tramposo. – Si estos son cosas que nuestra conciencia puede decirnos, entonces nosotros podríamos, por lo menos, predecir qué sucederá cuando el deseo es desencadenado; sin embargo, si estos vienen de nuestro subconsciente, entonces quien sabe lo que pasara… ¿verdad? Iori repitió lo que Inaba dijo y preguntó. – Sí. Además, lo que estoy a punto de decir podría ser sólo mi imaginación, pero espero que puedan tenerlo en cuenta. Lo que he dicho significa que incluso actos estúpidos que rechazaríamos en nuestras mentes podrían ser deseos en nuestro subconsciente, los cuales pueden ser activados.

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Inaba empezó a decir elocuentemente lo que pensaba. ¿Qué tan rápido podía pensar ella? – Mmm. En realidad no entiendo que son los deseos en nuestro subconsciente, pero sé que sin duda esto es peligroso. Basta con echarle un vistazo a lo que hice en la estación… – Los deseos en lo profundo de mi corazón… mis auténticos deseos… mi auténtico yo… Iori murmuraba como si estuviera mascando algo. – Nagase, no creo que tu auténtico “yo” sea la coalición de tus deseos más directos. Aún más, para ser honesta, esto es mucho más tramposo que el intercambio de personalidad. Taichi continuó después de Inaba: – ¿No era el intercambio de personalidad de por si algo muy tramposo? – Taichi, piénsalo bien. ¿Nosotros afectamos de alguna forma el mundo exterior durante ese periodo? Mirando fijamente a Taichi, Inaba continuó: – Pienso que deberías entender. Piénsalo más profundamente, ¿Qué estabas planeando hacerle a Fujishima ayer? 127


Las palabras de Inaba dieron directamente en la herida de Taichi. Cuando él escucho [esa voz], su cuerpo se calentó y empezó a moverse contra su voluntad. Un desagradable sudor aún saldría simplemente de sólo pensar en esa terrible escena. Lo que él quería era tomarlo como su malentendido, rehusándose a admitir lo que había experimentado. Él debía haber elegido olvidarlo completamente si fuera capaz. Sin embargo, los problemas no sólo se resuelven si no los tenemos en cuenta. Él realmente casi hizo algo malo y violento a Fujishima Maiko. ¿Qué pensaba hacer él originalmente? ¿Él quería apartarla? ¿Él quería agarrarla por el cuello de la camisa? Taichi no lo sabía. Sin embargo, la verdad, difícil de aceptar, era que él realmente podría haberle hecho daño.

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Este hecho era más pesado que cualquier otra cosa en su mente. Un poco después, los miembros del club estaban discutiendo las medidas que podrían tomar en este momento, con Inaba a la cabeza para guiar su discusión. Al ser esta la segunda vez que ellos se encontraban con tal fenómeno, los miembros del club se acostumbraron a la situación en la que estaban mucho más rápido. Pero cuando descubrieron que ellos sorprendentemente se acostumbraban a estas atípicas situaciones, una corriente de escalofríos fue subiendo por sus espaldas. –…Ahora tenemos dos medidas en nuestras manos , Inaba comenzó después de un rato de silencio. – ¿Dos? -, preguntó Taichi. ¿Con qué había salido Inaba? – La primera es suprimir con todas tus fuerzas las fluctuaciones de tus emociones. La segunda es hacer lo que quieran y tener poca reserva, por tanto tener una más viva y libre vida. Aunque creo que debemos emplear ambas cosas para hacer que las cosas funcionen. – ¿Qué quieres decir? Inaba -, esta vez era Aoki preguntando. 129


– Esto es sólo mi interpretación de esas bastardas palabras― ¡sean verdad o no! Después de una advertencia, Inaba continuó: – La primera medida es usar nuestra propia determinación para suprimir nuestros sentimientos. Usando un ejemplo extremo para explicarlo es como no tener “nada” (mas) en sus corazones igual que un monje; entonces, nada pasaría cuando sus deseos sean desatados. La situación con la que estábamos lidiando era poner nuestros pensamientos en acción, entonces podríamos decir que podríamos cesarlos si no pensamos en ninguno. Sin embargo… – Pero… ¿no es esto demasiado difícil? Ese tipo dijo una vez que incluso los deseos en nuestro subconsciente se desatarían… no creo ser capaz de controlar mis deseos hasta ese nivel. Iori murmuró, frunciendo su ceja. – Tienes razón. Así que hay otra medida: satisfacer todos tus deseos en vez de suprimirlos. Como tal, no tendremos nada que queramos hacer cuando nuestros

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deseos se vean desatados, puesto que estos deseos ya estarían satisfechos en primer lugar. –…Entiendo. Aunque las dos medidas son completamente antiéticas entre sí, ambas tratan de minimizar los deseos en nuestros corazones. Tal como dijo Taichi, Inaba asintió. – Ese bastardo una vez dijo “los deseos se someten a cambios frecuentemente y sus etapas difieren en gran medida”, así que podemos inferir que los deseos a los que él se refería no son sueños que queremos alcanzar en nuestras vidas sino impulsos espontáneos. De hecho, también podemos inferir eso únicamente de las experiencias que hemos tenido. Siendo ese el caso, podemos controlar hasta cierto punto nuestros deseos prestando más atención a lo que estamos haciendo. En la absoluta oscuridad, Inaba resplandeció con un rayo de luz, débil, pero aun así alentador. –…Sin embargo, aún hay ciertos problemas en nuestras medidas. En la primera, tenemos que suprimir nuestros deseos, pero sobre-suprimirlos podría a su vez hacerlos estallar fuera. En las segunda, no tenemos ninguna manera de satisfacer todos nuestros deseos. Los 131


deseos son ilimitados. Los humanos van tras nuevos deseos cuando los antiguos son satisfechos. No habría ningún efecto si eso sucede. – Mmm… ¿entonces que deberíamos hacer? -, preguntó Aoki en dolor. – A decir verdad, la respuesta es―yo tampoco lo sé. Incluso Inaba no podía evitarlo. – Sin embargo… si no les importa usar mis medidas, van a tener que usarlas ambas al mismo tiempo. En otras palabras, es tratar de hacer lo que quieran, y tener cuidado de tener emociones demasiado vigorosas. Ese balance es extremadamente difícil, digo yo. – ¿Eh, entonces eso es: hacer las cosas que quieras, no prestando demasiada atención a ello, pero presando atención a los lugares que necesites? -, Taichi trató de decirlo a su manera. – Si lo piensas de esa forma es un poco duro… pero captas la idea. Oh, y ahora finalmente sé que a Taichi le gusta hacer las cosas por su propia voluntad. – No, yo no… 132


¿…En serio? Inaba rio con desprecio hacia Taichi, quien estaba ladeando su cabeza en confusión. – Tal vez “hacer las cosas como normalmente lo harías” es la clave para prevenir que cosas problemáticas sucedan. Después de todo, no recibes explosiones si no has acumulado demasiada gasolina. Si fueras a estar demasiado consciente de ello, quizás pensaras en cosas extrañas. Aunque este no es realmente el problema… Ah. ¡No! ¡No llegaremos a ninguna parte si seguimos hablando así! – No te preocupes. Eso es suficiente para nuestra referencia. ¡Inaba, realmente eres asombrosa! ¡Qué habilidad tan impecable para analizar las cosas! -, exclamó Iori. Taichi estuvo totalmente de acuerdo con ella. En estas atípicas situaciones, Inaba aún era capaz de recordar claramente lo que ‹Fusen Kazura› dijo y de hacer óptimo uso de ello. No era exageración decir que Inaba vivía por su nombre recolectando y analizando información. – Alabarme no es de ayuda.

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– Creo que lo más importante es ayudarnos los unos a los otros. Cuando alguno se vea en una peligrosa situación, los otros a su lado pueden darle el apoyo que necesita. – Exactamente. Taichi asintió su cabeza concordando con la sugerencia de Aoki. – Sí, podemos hacer eso en clase. Yo estoy con Yui, y ustedes están en la misma clase― ¿no es eso genial? ¡Ah, no tengo ningún significado especial! – Bien. Esta también es una forma. Inaba bajó su cabeza como contemplando. – ¿Hmm? ¿Inaba, no crees que esta es una gran idea? Lo es, en mi opinión. – No… esta es una buena idea. Ayudarnos los unos a los otros suena bien… por lo menos lo creo así… correcto. Dejémoslo hasta aquí, ya que la hora es bastante tarde. Vamos a ocuparnos de las cosas después, cuando vengan a nosotros.

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Dicho eso, todos lentamente empacaron sus cosas para regresar a casa. Por más que hablaron de las medidas, ellos no podían vencer a la incomodidad en sus corazones. Como él estaba asustado de que estaría solo después de separase de todo el mundo, Taichi deliberadamente empaco sus cosas más lentamente. – Yui debería regresar a la escuela mañana. Veamos como resultan las cosas luego -, dijo Aoki. – Sí. No sé qué decir, pero todo va a salir bien si cooperamos y hacemos nuestro mejor esfuerzo. Sí. Soy honesta. Iori, quien era la que más vaciló y la que más resultó herida, aun así logro pasar a través de ello como si nada, sonriendo de mala gana. Su sonrisa era un poco rígida y forzada, pero esa tierna sonrisa les dijo a todos que estuvieran seguros de que todo estaría bien. También motivó a Taichi para seguir adelante y enfrentar cualquier reto. – Sí. Yo también voy a dar lo mejor si las condiciones me lo permiten.

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Por siempre y para siempre poder salvaguardar esa sonrisa tuya―aunque Taichi no lo dijo, él tenía esa voluntad indomable. – Gracias, Taichi. Cuida bien de Nagase. Por un momento, Taichi pensó que Inaba vio a través de él y se asustó profundamente. – Bien, pero no es sólo Iori, todo el mundo está incluido… Taichi fue interrumpido por Inaba. – Tú sólo deberás hacerte cargo de las cosas pertinentes a ti y Iori. Además, Aoki, voy a dejar a Yui bajo tu cuidado… Ah, tú no eres tan fiable. – ¡Qué estás diciendo, Inaba! No me menosprecies. ¡Cuando voy en serio, quien sabe de lo que soy capaz de hacer! – ¿Qué quieres hacerle a ella? Taichi sólo sintió como si tuviera que dar una aguda observación.

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– Por cierto, Inaba, ¿Dónde está tu mochila? ¿Aún no te vas? Iori le preguntó a Inaba, la única persona que no se había puesto de pie. – Oh, es que tengo que entregar el “Bunken News” editado, aunque, tenía pensado verificarlo junto con todos el día antes de ayer. Parecía ser que ella tenía razón, pero Taichi había olvidado eso por completo. – Ah, no tuvimos nada de ánimos para preocuparnos por esas cosas… Iori parecía haberlo olvidado también. – ¿Lo ven? Debido a que ninguno tiene el tiempo para corregirlo, lo haré yo misma esta vez y se lo entregaré a Gotou. ¿Algún problema? – Dios… ¿pero puedo ayudarte? – Cuéntenme dentro… Ah, pero parece que no hay nada en lo que pueda ayudar. ¿Tal vez pueda ir a buscar algo de jugo, Inaba?

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Inaba sólo agitó su cabeza ante la buena voluntad de Taichi y Aoki. – No, gracias. Sólo voy a tener que apretar algunos clavos sueltos y entregar esto. Ustedes no van a ser de ayuda por acá. Hoy… o debería decir empezando desde hoy, muchas cosas problemáticas van a estar en nuestro camino, así que sólo váyanse ya a casa. Inaba arrojó una rara sonrisa, haciéndolos a un lado para apresurarlos a que se fueran. – Inaban… te ves un poco extraña. ¿Está todo bien? – Aún no necesito que tú te preocupes por mí, Nagase. Los tres dejaron el salón del club como si hubieran sido forzados a ello. Taichi giró su espalda para darle un último vistazo a las cosas, sólo para ver a Inaba de pie detrás de la puerta cerrada, agitando su mano y llevando una sonrisa.

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Inaba se recostó de espaldas contra la puerta. Una fuerte, y fría sensación lentamente se esparció a lo largo de su espalda. Después de un rato de charlas, Taichi, Nagase y Aoki se habían alejado y dejaron el salón del club. Aunque ella sabía que ellos se habían ido, Inaba no hizo nada. Ella contó en su corazón. Uno… Dos… Tres… Cuatro… Cinco… Seis… Siete… Ocho… Nueve… Diez. Habiendo contado hasta diez, ella se deslizó por la pared con su espalda y lentamente se sentó en el suelo. – No debería haber… ningún vacío. En el cuarto mismo, Inaba murmuró en una voz a punto de llorar. No había nadie que le contestara.

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Cuando ‹Fusen Kazura› apareció, les dio cierta información y se fue, ella supo que no podía soportarlo más. Ella realmente quería pedirle a ayuda a alguien en lágrimas, preguntándole que hacer y cómo hacerlo. Sin embargo, ella no podía hacerlo. Ella tenía que ser la fuerte Inaba Himeko que suele ser. Eso era lo que todo el mundo esperaba. Más importante, eso era lo que ella quería ser. Ella quería volverse mucho más fuerte. Aun así, quizás ella no podría hacerlo esta vez. – Están todos bien… Habiendo murmurado esas palabras, Inaba no pudo evitar más que reír, burlándose de sí misma. Obviamente no había necesidad de preocuparse por los otros. ¿Pero, por qué estaba aún pretendiendo ser fuerte? 140


Sosteniendo sus rodillas, ella se acurrucó en el suelo. La fuerte sensación de la puerta gradualmente la dejo. Su cuerpo fue ligeramente calentado por sus partes internas. En el desolado salón del club, el aire se sentía descaradamente helado. – ¿Qué… debería hacer? Ella miró a su pecho y preguntó, esperando por una respuesta que podría saber. Aunque, ella no encontró ninguna respuesta. No había salida, ni tampoco algún sonido. No había nadie allí para responderse a sí misma. – Dejémoslo ser, entonces -, Inaba lo pensó momentáneamente, pero rápidamente agitó su cabeza en negación. –…Tengo que hacer lo que debería. Si ella no se apresura, quizás Gotou ya podría haberse ido de la escuela. 141


Lanzando un suspiro, Inaba presionó sobre sus rodillas y se puso de pie de mala gana. Debe estar bien. Ser capaz de levantarse significaba que todo estaba bien. Aun así, ella no tenía la fuerza para sacudir el polvo sobre su falda.

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– ¿Estas disponible en este momento, Taichi? Estaba en su casa en la noche. Taichi recibió una llamada telefónica de Iori. Su actitud era diferente a la de ayer, aparentemente calmada y firme. Ella debería estarlo llamando bajo su propia voluntad. – No hay problema. Qué raro de ti que llames a una hora tan tarde.

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– Sí. Lo lamento… realmente quiero decírtelo cuando puedo. – Está bien. Hazlo. La voz de Nagase era obviamente dura, así que probablemente ella no iba a decir algo alegre. Un poco tenso se encontraba Taichi, ya que sabía que cualquier cosa podría suceder después de que se encontraron con ‹Fusen Kazura›. – Es lo que sigue a nuestra charla anteayer. Su corazón latió tremendamente; sus orejas se calentaron. – Oh, te refieres a eso. Era una inesperada llamada, y Taichi no podía encontrar que decir. Era el epílogo a la confirmación de su amor hacia el otro. – Tal vez podrías pensar que quien iba a ser tan consiente de estas cosas cuando ya estamos en mal estado el uno con el otro… aun así, creo que las cosas con las que estamos lidiando son muy importantes. 143


Demonios. Debería haber pensado mejor al respeto. Ha habido demasiadas cosas que han sucedido últimamente, ocupando su mente que era demasiado tarde para incluso arrepentirse. El epilogo, la siguiente etapa. Él tenía que tomar la iniciativa esta vez, ya que estas cosas deberían ser comenzadas por hombres; ¿pero cómo debería empezar? ¿Él debería tan sólo decirlo directamente? Él lo hizo la última vez pero confiando en su, de alguna forma, engañosa pero fuerte voluntad él trató de expresarlo en sus palabras. ¿Si el continuaba haciendo lo mismo, sería esto falta de creatividad? ¿O no debería prestar atención a esta clase de cosas? Él debería dejar de pensar en estas cosas ahora, ya que su mente se estaba volviendo cada vez más y más confusa… mientras que Taichi seguía preguntándose qué decir, Iori ya había comenzado. – ¿…Podemos aplazar eso? – ¿Aplazar…lo? Era un inesperado desarrollo.

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– Eh. Suena un poco egoísta de mi parte decir que lo aplacemos… pero quiero mantener esta distancia que tenemos en el momento. – Mantener esta distancia… ¿Quieres decir cómo amigos? ¿Era una conclusión a la que llego Nagase? – ¡Ah! ¿Lo has confundido? ¡No es lo que quiero decir! Lo que quiero decir es estar como lo que somos ahora. Taichi realmente no podía asimilar lo que ella estaba diciendo. – ¿Qué quieres decir? – Quiero decir que… ‹Fusen Kazura› está atrapándonos con eso de los “deseos desencadenados”. Que, en ciertos términos, significa que nuestros “corazones” no están en su estado normal. Yo sólo pienso que cualquier desarrollo en nuestras relaciones no es bueno en este estado. Cuando Taichi lo pensó detenidamente, ella tenía razón.

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Ellos aún no saben lo que esa cosa de los deseos desencadenados que ‹Fusen Kazura› hizo, les haría a ellos. Sin duda era una mala idea tomar cualquier acción importante ante esta situación. – Tienes razón… perdón. No pensé en estas cosas. – No hay necesidad de pedir perdón… Bueno, es genial que pude decírtelo a ti primero. Así que, por favor ten en mente que lo que sea que pase en esta extraña situación no tiene nada que ver con nuestra relación. – Ahah. Después de todo, aún no sabemos qué va a suceder. Somos bastante peligrosos en este estado. Sosteniendo el teléfono con una mano y con la otra tocando diferentes partes del cuerpo, Taichi no podía encontrar nada anormal, aunque, cambios inobservables eran aún más aterradores. Él no tenía idea de que estaba pasando en sí mismo. – Como sea que lo vea… es bastante peligroso, pues no sabemos lo que vamos a hacer… ¿Umm, puedo arrepentirme después de eso?

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Nagase salió con otra palabra a la cual él no podía captarle el significado. – Eso está ciertamente bien para mí. Pero… ¿arrepentirte? ¿Conmigo? – Yo no te hice nada malo, pero tan sólo tengo una sensación de remordimiento… quiero confesarte todo a ti para hacer me sentir mejor… Hmmm, soy un asco. Lo lamento. – No eres un asco, para nada. Siempre estoy aquí contigo para escuchar tus quejas. Si fueran amantes, Taichi no tenía forma de abogar eso. – Gracias, coquetamente.

Taichi…

por

favor

déjame

actuar

– Claro -, Taichi respondió incondicionalmente. – Y-Yo, aún no tengo mucha confianza en mí misma. Había pasado algún tiempo desde que Nagase expondría claramente sus agonías.

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Nagase por poco casi pierde su verdadera personalidad debido a la sobre-especulación de los demás y a jugar demasiados roles. Aunque según ella lo que Taichi dijo lo había mejorado ligeramente, ella aún parecía seguir siendo estrangulada por el problema. Después de todo, no era algo que podría ser resuelto fácilmente. – Ummm… Él lo sabía en su corazón, sin embargo, aun así su voz se hundió. – ¡Ah, no es tan serio como era antes! O debería decir, gracias a ti, me siento mucho más ligera ahora, incluso recientemente siento que puedo hacerle frente a otros con mi “yo” natural. Estoy siendo honesta. – Entonces, eso es bueno de oír. – Sí. Gracias un montón. Aun así, estaré un poco desconcertada algunas veces pensando si está bien para mí estar de esta forma, así que de hecho tengo una

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pequeña anticipación del fenómeno que ‹Fusen Kazura› ha evocado -, dijo Nagase con una voz rígida. El frío, y no sonriente rostro de Nagase flotaba de nuevo en la cabeza de Taichi. – Desatar los verdaderos deseos de mi corazón. Estoy tan convencida que los deseos desprovistos de mi perjuicio son mi autentico yo. Sé que hay algún tipo de diferencia, pero si esta es una oportunidad para mí, para que entienda mi verdadero yo, aún estoy esperando que llegue. Las cosas que nuestro corazón realmente desea. El auténtico yo. Taichi casi no tenía idea de que estaba en lo correcto. Pero él entendió lo que Nagase quería decir y por qué ella tendría tal sentimiento. – Me odio a mí misma por tener dichos pensamientos. La situación en la que estamos ahora es extremadamente peligrosa, con Yui y Aoki estando ya en condiciones complicadas, realmente me odio a mí misma por tener tales envidiosos y egoístas pensamientos… lo odio, pero 149


no puedo parar de tenerlos -, murmuró Nagase de nuevo al final – ¡Ok! ¡Ese es el final de mis arrepentimientos! ¡Perdón por tenerte escuchando mi arrepentimiento por tanto tiempo! ¡Voy a invitarte a comer algo la próxima vez! Ella cambió sus emociones rápidamente como era usual. Él no sabía que era lo que realmente ella pensaba, aunque, el brillante y vivo sonido que ella pronunció despejó los tristes sentimientos que ella enviaba hacia poco. Taichi quería decir algo, pero no sabía que decir. – Así que, gracias por hablar conmigo tan tarde en la noche. ¡Te veo mañana! Ella estaba a punto de colgar. Él tenía que decir algo. – ¡Esa también es la auténtica Nagase! Él no pudo organizar sus pensamientos antes para pensar bien que decir, aun así, él se las arregló para balbucear algo. – ¿Eh?

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– ¡Estaba diciendo… la auténtica Nagase también es capaz de observar las cosas con paciencia y verse a sí misma subjetivamente! Taichi trató de decirle lo que ella pensaba. – Eh… Ah… ¿Es así? – Sí… quizás porque creo que mi autentico yo fue visto por mi habitual vida cotidiana. – Hehe. Incluso si me meto en algo complicado, parece que no importa más cuando tú estás cerca. También quiero esforzarme para convertirme en alguien que pueda llevarles consuelo a los demás. ¡Entonces, adiosito! – Sí, adiós. Taichi apagó su teléfono, dejándolo situado en su posición original. Había algo extraño sucediendo en su mente. Él quería encontrar el origen de ello, aunque, fue demasiado vago y falló. – Olvídalo. 151


Taichi se puso de pie en un arranque de energía. Él camino junto a la pared y abrió la ventana. El refrescante aire sopló dentro, reemplazando el aire en la habitación con uno frío y refrescante. ¿Qué tal sería el día de mañana? ¿Qué iría a pasar? ¿Qué cambios habría? Ellos habían decidido aceptar su situación. El campo de batalla iniciaría mañana―no, ya había empezado. – Tiene que haber una forma… voy a encontrar una forma. Habiéndose dicho esto a sí mismo, Taichi cerró la ventana.

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Capítulo 3 ¿Han cambiado nuestras vidas cotidianas?

Incluso estaba perplejo ante si debía ir a la escuela esta mañana cuando desperté. El peligroso campo de batalla me esperaba afuera. Sin embargo, ponerle un fin desde un principio podría reducir los peligros potenciales que posponerlos. De acuerdo a ese tipo, esconderme en casa sólo llevaría a situaciones caóticas. En primer lugar, puede que sea incapaz de esconderme en mi habitación. Porque en este fenómeno, saldría fuera si mi corazón lo pensara así.

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Pero era irrefutable que este método era de alguna manera efectivo. Esta puede ser la única manera efectiva que hemos pensado. Sin embargo, ¿qué sucedería si la empleo en mí? Una vez que entro a contemplarlo profundamente, caería en un abismal agujero. ¿Qué tan profundo caería? ¿Saldría herido debido a ello? ¿Qué vería al final del agujero? Yo no quería saberlo. Siendo este el caso, quizás llevándome bien con todos alegremente era la manera de seguir. A través de la satisfacción podría evitarme a mí mismo el tener expectativas más allá de la línea―tal vez. Era, sin embargo, como mantener la distancia de ellos el más difícil problema. Era sentido común que quisiéramos estar más cerca cuando ellos estuvieran demasiado lejos el uno del otro; sin embargo, si estuvieran demasiado cerca el uno del 154


otro, uno tomaría el riesgo de hacerse incluso más cerca. Estos seres son lo que llamamos seres humanos. Por lo menos, todos los caminos que podía elegir eran complicados. No podía encontrar una respuesta no importa cómo lo pensara. Si fuera a tener un claro, recto y amable corazón, podría ser capaz de hacerlo, y no tendría que temer que surjan problemas. Este era el problema aunque: ¿Soy una persona amable?

□■□■□

– Hola, Yaegashi. Llegas tan tarde hoy. Habiendo ido a la escuela después de que la mitad del receso de la tarde había pasado, Yaegashi Taichi fue llamado por su compañero de clases, Shingo Watase. 155


– Eh… algo sucedió -, Taichi le respondió ambigua e indiferentemente. Eso de “los deseos desencadenados” intrigando a Taichi hasta la fecha.

seguía

– Que raro es ver que estudiantes tan serios como tú puedan llegar tarde. – Todos los estudiantes deberían ser puntuales, ves. – Oh. Los estudiantes modelo sin duda hablan diferente. Con risillas, dijo Watase juguetonamente. – Ah, cierto. ¡Eres tan desafortunado el día de hoy! Te perdiste un episodio importante de tu amorcito. ¡Yahh! ¡Eso fue épico! – ¿A quién te estas refiriendo como mi amorcito? – Esa chica de ese club tuyo. – ¿…Te refieres a Nagase? – Oh… Así que Nagase es a quien quieres.

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– ¿C-Como pasó eso? – ¿No deberían ser Inaba y Nagase nuestras únicas compañeras en tu club? Entonces, si dices el nombre de Nagase cuando escuchas la palabra “amorcito”, eso quiere decir… – Mmm… me tendiste una trampa… Aunque él era malo en los estudios (o debería decir, él no estudia), él era sorprendentemente inteligente. – Cielos, si no fuera por tu renuencia a decir por cual estas a favor y con cual solamente estás jugando. – ¿Acaso no siempre enfatizo que no estoy en “esa” relación con ellas? – ¿Qué? ¿No vas a tomar la decisión de tomar uno de los lados de esas hermosas chicas a tu alrededor? ¡Trata de meterte mejor en el papel al salir con una mentira! Taichi admitió que estaban juntos en términos de chico y chica. Sin embargo, él todavía contaba con que no debería ser tomado como un hombre irrespetuoso. Si sus deseos fueran a desatarse ahora...

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Él quería suprimirlo, pero este miedo aun así invadió su mente, no había forma de que pudiera luchar contra él. – ¿Puedo siquiera sobrellevar un día? Él recibió un mensaje de Inaba, el cual también fue enviado a los demás miembros: – Mantengámonos como usualmente lo hacemos. Por supuesto, la precondición es que podemos controlar nuestros deseos meticulosamente. Todo va a salir bien. Crean en ustedes mismos. Taichi estaba profundamente convencido de lo que Inaba había señalado ayer. Él tenía que creer en sí mismo. Si él podía recordarse a sí mismo de abstenerse a pensar en cosas extrañas y mantener la actitud que usualmente tenía, todo iba a estar bien. ¡Creer en mí mismo! Se dijo él a sí mismo. – Taichi. ¿Por qué llegas tarde? ¿Qué sucedió? Tan pronto como se encontró con Inaba, se le abalanzaron con una pregunta.

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– Si fueras a decir que algo sucedió, seguramente es así… pero si fueras a decir que nada pasó, quizás también tienes razón… No, quizás mis deseos fueron desencadenados… ¡Wuaghh! Inaba exprimió los labios de Taichi con su mano derecha. – ¡Eso duele! ¡Por favor no rasguñes a los demás con tus uñas! Taichi se quitó los dedos de Inaba. Sus labios se sintieron un poco entumecidos. – Si no quieres ser rasguñado, entonces por favor mantén tu voz baja cuando menciones tales cosas en el salón de clases. Por favor no dejes que otros lo oigan, idiota. –…P-Perdón. Inaba

perfectamente

en

lo

correcto.

Taichi

inmediatamente se disculpó por su error. Allí estaban alrededor de la mitad de los estudiantes quedándose en el salón de clases durante el receso de la tarde. Debido a que el salón de clases era tan ruidoso, 159


probablemente había necesidad de preocuparse por que escucharan a escondidas si hablas en silencio. –…Eso es, si puedes, aún espero que puedas recordármelo por medios menos dolorosos. – ¿Por qué no dejas de actuar tan estúpidamente? No me recuerdo a mí misma ejerciendo algún medio de violencia sin razón. ¿Es así? A veces se me ocurre que este no era el caso… – Entonces. ¿Qué pasó contigo? Oh, Taichi. Tus mejillas parecen un poco rojas. – Mmm. ¿Aún están rojas? Pensé que había desaparecido… Taichi insensatamente tocó sus mejillas. – Aún están un poco rojas, pero no se nota si no se examina de cerca. Entonces, de vuelta a la pregunta― ¿qué sucedió? – Nyahh. Yo también estaba asustado. No sabía qué clase de deseo sería desencadenado… parece que esa

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cosa de los deseos desencadenados arremetió contra mí esta mañana. – ¿Qué deseo era? Los ojos de Inaba se agudizaron; ella también se veía extremadamente seria. – Me temo que es… “el deseo de dormir”. – ¡Hiyahh! Inaba vibrantemente golpeó con el dedo la frente de Taichi. – ¡Ouch! Hey. ¡Esa fue algún tipo de violencia sin razón! – ¡Quien te dijo que dijeras algo tan pacífico y aburrido con un rostro tan serio! ¡No hagas que los demás sientan nervios por nada, idiota! – E-Eso no es tan fácil como suena. He sido atormentado por ello todo el día. Esta mañana, Taichi no se despertó a sus horas normales para despertarse, incluso con lo fuerte que sonó

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su alarma. Cuando él estaba casi tarde para la escuela, su madre pidió a su hermana que lo levantara. Sin embargo, sin importar como su hermana lo sacudiera o abofeteara, Taichi no mostro ninguna señal de abrir sus ojos. Su hermana originalmente lo llamó como lo hacía usualmente, pero cuando Taichi ya no parecía susceptible a todos sus llamados, su hermana no pudo evitar sentirse asustada. Después, ella incluso usó toda su fuerza para abofetear a Taichi en el rostro, pero Taichi aun así no se despertó, haciéndola llorar ruidosamente de mala gana. Escuchando el llanto de su hija, la madre de Taichi también vino al cuarto de Taichi para ver que estaba sucediendo. A pesar de esto, después de que había chequeado los patrones del pulso y la respiración de Taichi, ella dijo, “Hmm. Está bien. Quizás él sólo necesita algo de sueño.”, y apresuró a su hija para que fuera a la escuela, yéndose también ella misma para el trabajo. Esto fue lo que Taichi aprendió de la nota sobre el comedor y los mensajes de su hermana. (La mayoría de la información, alrededor de noventa y nueve por ciento, vino de su hermana.)

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– De tal madre, tal hijo. Sin duda. – ¿En qué nos parecemos? – ¡Es en ese nivel de ingenio lento y en esos aberrantemente espesos nervios los cuales no vacilaran en la mayoría de las situaciones! Caramba. Esa apariencia del hijo era obviamente incorrecta, aun así esa madre podía superarlo sólo con un “quizás está bien”. Que molesto era para mí ser comparado con ese tipo de madre. – Sin embargo, de lo que has dicho, tus deseos deben haberse visto desencadenados. ¿Hay algo diferente en tu cuerpo? – No. Nada es diferente. Si tengo que decirlo, mi mente es bastante clara ahora. – Eso es porque tuviste un sueño tan bueno, idiota. No estaba tan mal como ser llamado idiota por Inaba―probablemente algo iba por el camino equivocado. – ¿Has escuchado en algún momento una voz en tu cabeza? -, Inaba continuó, preguntando.

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– No por lo menos de lo que puedo recodar de mi memoria. Pero tal vez porque lo he olvidado mientras estaba dormido. – Oh. Entonces no importa, tal vez esa cosa de los deseos desencadenados arremetió contra ti mientras estabas dormido y te obligo a dormir más… No te despertaste una vez y volviste a dormirte, ¿no es así? – Ahah. No. – ¿En serio? Si ese es el caso, podemos probar que lo que ese bastardo dijo acerca de que los deseos en nuestro subconsciente pueden ser desatados es verdad―incluso cuando estas durmiendo. Inaba cruzó sus brazos a la altura de su pecho, mostrando un rostro de contemplación. – Por cierto, este episodio es el más largo de todos los casos que hemos tenido… Sí, quizás el tiempo de duración de esa cosa de los deseos desencadenados es muy largo, o quizás después de que tú hermana había hecho todo lo que podía para despertarte, aun así tú estuviste durmiendo incluso cuando esa cosa de los deseos desencadenados había terminado. Tienes suerte que sucedió cuando estabas durmiendo en tu casa. 164


– Tomémoslo así entonces… Oh, hay algo que me ha estado dando vueltas desde aquel momento. – Nagase ha estado recostada sobre la mesa, sin moverse un centímetro… ¿Fue porque esa cosa de los deseos desencadenados sucedió y ella por casualidad quiso fuertemente irse a dormir? Taichi e Inaba han estado hablando junto a ella, pero Nagase Iori no mostraba ninguna señal de unirse a su conversación, y ella no estaba moviéndose ni un poco. – No tienes que preocuparte por esto, pero… el trauma que ella tiene es un poco molesto. Después de todo, le he estado recordando que no debe estar tan desanimada. – ¿Qué… sucedió? Taichi pensaba en la charla de Watase diciéndole esto que era algún incidente importante. – Taichi te está haciendo una pregunta. Inaba puso su mano sobre el hombro de Nagase. – Wuaghh…

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Nagase lloraba, lentamente alzando su cabeza. Ella tenía un pálido y carente de espíritu rostro, con sus ojos completamente rojos, y con vasos sanguíneos extendiéndose alrededor de sus globos oculares. Su cabello atado tras ella también caía como si este también estuviera desanimado. – ¿Qué? ¿Qué sucedió? Taichi preguntó frenéticamente. Él estaba convencido de que algo grave había sucedido. – Hey, Taichi… – ¿Qué? – Taichi… Alguna vez has intentado en un momento serio, o en un espacio sereno en el que estén todos… como en una sala de cine o durante un examen en la escuela… ¿De repente tienes un impulso en tu corazón de que quieres destruir esa quietud? – ¿Uh? Raramente tengo ese tipo de impulsos… pero puedo entenderlo. O debería decir, tú eres de esos que tendrían este impulso… Podría ser… 166


El rostro de Taichi se tensó. – Hoy cuando todos se habían organizado en un examen… de repente quise gritar… así que no tuve más remedio sino gritar duro “Yaaahooo”… Que tragedia. – Y también usaste un tono anormalmente ingles estándar, acentuándolo conmigo levantando la mano y un salto. – I-Inaban… no pongas sal en mi herida… Taichi estaba casi seguro de que esta era una extremadamente sorpresiva escena. – Te libraste de eso diciéndole al profesor que has estado durmiendo demasiado, así que no hubo ninguna pérdida real. Añadió Inaba. – ¿Entonces, cómo reaccionaron todos? Preguntó Taichi a Inaba, con un poco de vacilación y miedo.

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– Por supuesto, todos estaban muy sorprendidos. Luego ellos estallaron en risas. Sin embargo, todos pensaron que era algo normal que Iori haría, así que todo regresó a la normalidad después. – ¡Eso es lo más impactante! Cuando grité “Yaaahooo” en clase, todos pensaron que era algo normal que yo haría… Cómo es que me ven todos… Wuaghh… Nagase hizo a un lado sus lágrimas con un pañuelo. – Oh, así que Nagase tiene ese pensamiento en su corazón de gritar “Yaaahooo” muy fuerte en clase… – Taichi… por favor no uses un tono tan calmado como si pudieras entender todo… si no fuera por esa cosa de los deseos desencadenados que me forzó a actuar, yo definitivamente no haría eso… – Por cierto, tus deseos son verdaderamente… pacíficos. Murmuró Inaba, marcando el fin de su conversación. Esto era más que una estable y calmada escena que apareció durante el receso de la tarde en la clase 1-C.

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Era después de la escuela cuando Taichi había, de mala gana, pasado a través de las clases de ese día. El nerviosismo de Taichi había sido levemente aliviado. Aunque él aun debía tener en cuenta sus acciones, pero con colaboradores compañeros del club, él al igual que los otros miembros del club habían recuperado la paz. El día de hoy había allí solamente cuatro miembros del club en vez de cinco. Kiriyama Yui estaba ausente de nuevo. Los miembros del club discutieron acerca de si deberían ir a dar un vistazo para ver cómo estaba. Después de un rato de discusión, decidieron llamarla directamente, pero ella sólo dijo que iría a la escuela después de que todo el alboroto que había causado se hubiera tranquilizado, y que estaba bien si ellos no iban a verla. Por su respuesta que parecía reacia a que los otros la vieran, ellos decidieron cancelar su visita.

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– Después de que ‹Fusen Kazura› apareciera, el hecho de que Yui aún no ha visto a ese tipo directamente está molestándome… Está bien. Dejémoslo pasar. La hemos llamado suficientes veces y le hemos enviado suficientes mensajes. Es mejor dejar que se tranquilice sola… -, Inaba bajó sus ojos, murmurando para sí misma. – Maldición. ¿Yui está bien? Fue todo por culpa de ‹Fusen Kazura›… Ella lloró muy duro durante la pelea en la estación. ¡Si Yui llora de nuevo, nunca se lo perdonaré! – Aoki, déjame preguntarte algo. ¡Di cinco cosas buenas acerca de Yui! -, Inaba repentinamente gritó. – ¡Adorable! ¡Brillante! ¡Fuerte! ¡Súper adorable! ¡Tiene lindo cabello! ¡Es chiquita! ¡Plana! Como un niño, por el lado bueno… ¡Aparentemente cinco no son suficientes! – Deja de decir “adorable” dos veces. Oh, incluso lo dijiste ocho. Replicó Taichi en voz baja. – Entonces, Aoki, ¿aún sigue sin disiparse tu ira?

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– ¿Nyahh? ¿Estaba enojado? Ah… Parecía estar un poco insatisfecho con ‹Fusen Kazura› ¿qué sucedió? – ¿No dije ayer que no deberíamos tener sentimientos demasiado intensos? Si nuestros pensamientos no son la gran cosa, también lo serán nuestros deseos. – Tienes razón. Pero yo casi… -, abatido, Aoki dejó caer su cabeza, mostrado una señal de introspección. – Sí. Si esa cosa de los deseos desencadenados sucede, y quieres gritar en tu corazón “Yaaahooo”, eso será todo lo que se necesite para hacer que suceda. – Sí, Taichi. ¿Es esa una nueva clase de intimidación? -, preguntó Nagase, jalando la camisa de Taichi. En este momento, Aoki de repente levantó su caída cabeza. – Por cierto, ¿no dijo Inaba que es mejor actuar normal? Mmm… ¿Qué deberíamos hacer? – De hecho, disminuyendo nuestros deseos es la mejor opción, pero es difícil para nosotros el controlar perfectamente nuestras emociones… Así que para hablar desde la premisa para prevenir grandes problemas, no 171


deberíamos suprimirlos demasiado, actuar normal, y pensar en otras cosas para tranquilizarnos cuando tengamos fuertes emociones como la ira -, explicó Inaba. – Sí. Entonces puedo pensar en cosas que tengan que ver con Yui cuando me sienta furioso o no me sienta complacido para calmarme. – Así son las cosas para ti -, Inaba asintió mostrando su consentimiento de mala gana. – Ok. Déjenme intentarlo. Una Yui, dos Yui, tres Yui… – ¿Estas contando ovejas? -, replicó Taichi. – Cuatro Yui… ¿uh? ¡Ahora quiero ver mucho a Yui! Vaya… ¡Tengo un impulso de correr a su lado! ¿Esto es un desencadenamiento de los deseos? – Es tan tonto que no quiero replicar, pero para prevenir que las cosas empeoren, voy a tener que decirte primero. ¡Tú necesitas saber cómo ese desencadenamiento de los deseos sucede! ¡Así que básicamente no hay ningún desencadenamiento de los deseos en el momento! -, Inaba golpeó potentemente sobre la cabeza de Aoki.

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– Inaban. Cálmate. Cálmate. Tú eres quien propuso que todo el tiempo deberíamos estar calmados. Habiendo señalado esto, Nagase continuó murmurando – Sin embargo, aún estoy preocupada por Yui quien acabó con esos tipos en la estación… Yui debe haber sentido un gran impulso en muchos niveles… Kiriyama tenía androfobia, pero sus habilidades de pelea algunas veces incluso sobrepasaban las de los chicos. Taichi recordó a Kiriyama al borde de las lágrimas cuando ella le mostró sus agonías. Taichi quería protegerla. Él sabía que tenía que proteger a esta chica con un pequeño cuerpo que estaba sufriendo con dolor. [¡Sálvala!] Una voz resonó en su cabeza. Repentinamente su conciencia abandonó su cuerpo. Sin embargo, su conciencia aún seguía clara. Su cuerpo también se calentó al mismo tiempo.

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Taichi se puso de pie como si pateara su silla lejos. Todos estaban conmocionados en este sitio. Taichi quería decirles a todos que esto era debido al desencadenamiento de sus deseos, pero aun así no podía abrir su boca por culpa de su conciencia. Un impulso de querer salir corriendo inmediatamente sobrellenó su mente. Sin embargo, él no quería hacer esto. Dos cosas en su cuerpo estaban luchando entre sí. – Voy a salir por un momento. Taichi dijo algo sencillo y se dirigió hacia la puerta. – ¿Es acaso… un desencadenamiento de sus deseos? Él escuchó la voz de Inaba a sus espaldas. Todo pareció escapar de su visión. Sólo una cosa estaba en su mente, y él tenía que hacerlo.

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Él realmente quería parar, pero no podía. Taichi decidió salir corriendo. – ¡E-Espera, Taichi! – ¡Espera, Taichi! Nagase y Aoki le sostuvieron de la mano derecha e izquierda respectivamente. Taichi retorcía su cuerpo, tratando de sacudir sus manos de encima. – ¡Regresa en ti mismo, Taichi! ¡Cuenta varias Yui en tu cabeza tal y como lo dijimos! ¿Ah… eso es inefectivo en Taichi? Él podía escuchar la voz de Aoki. – ¡Taichi! ¿Qué pasa contigo? ¿Qué es lo que quieres hacer? Él también podía escuchar la voz de Nagase. Taichi escupió las palabras del impuso que llenaba su cuerpo.

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–…Debo ir y salvarla… Debo salvar a la Kiriyama que está en profunda tristeza en este momento… *¡Bang!* Inaba, apareciendo de la nada, le dio un puño a Taichi justo en la cara. – ¿Qué tan vigoroso puedes actuar cuando quieres ayudar a las personas? Es desagradable. Taichi estaba de acuerdo con ella. Después de todo, todos decidieron hace poco no visitar la casa de Kiriyama el día de hoy. A pesar de esto, Taichi no podía soportar el dolor cuando había pensado ese hecho, el que Kiriyama quizás sentía tristeza en ese momento. Él quería ayudarla inmediatamente. Taichi apartó sus manos sacudiéndose, pero fue capturado en el mismo momento en el mismo lugar. – ¡Cálmate! Nagase jalaba la mano de Taichi.

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– El deseo de ayudar a Yui… tal vez realmente no importa si lo dejamos ir… pero, sin duda es mejor detenerlo. Bien. ¡Iori, abraza a Taichi! – ¡Entendido! ¿Inaban… pero, por qué yo? Si lo que quieres es fuerza, Aoki debería ser tu hombre -, refutó Nagase. – No. Pensé en una idea. Si creamos un deseo que pueda trascender todos los otros deseos que Taichi tiene, quizás el deseo que va a ser desencadenado podría cambiar, o tal vez esa cosa de los deseos desencadenados se detendrá… ¿No lo crees? -, aclaró Inaba. Taichi trató de evadir a Inaba y seguir adelante, pero Inaba rápidamente lo detuvo. Taichi se retorcía ante la supresión de los tres. – ¡Aunque la posibilidad de éxito es baja, vale la pena intentarlo, así que adelante! ¡Abrázalo por debajo! ¡Da tu mejor esfuerzo para evocar los pervertidos pensamientos de Taichi! ¡Rápido! – Dilo más suave… ¿Eh, aunque no odio hacerlo?

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– ¡Iori, adelante, hazlo por Taichi! -, también dijo Aoki, haciéndole eco a las palabras de Inaba. – ¿Ustedes realmente quieren salvarme? Parece como si estuvieran jugando -, gritó Taichi, sacudiéndose las manos de todos. – ¿Tienes algún problema? -, dijo Inaba con indiferencia. No esperaba que ella lo dijera en un tono tan carente de arrepentimiento. ¿Qué debería hacer? – Esto no luce para nada peligroso. Ese es el idiota que ama sacrificarse a sí mismo, que ama poner a los demás antes que a sí mismo, ese eres tú. Después de que Inaba había dicho esa insensatez, Nagase señaló a Taichi y dijo, – Por cierto, Taichi. ¿Tu impulso del momento ha terminado?

□■□■□

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– Parece que la duración del episodio varía de entre más o menos diez segundos a unos cuantos minutos -, dijo Inaba en el salón del club, el cual había regresado su serenidad. – ¿Qué hay de ese desencadenamiento del deseo de dormir que tuve esta mañana? – Um, espero que esa sea una excepción -, Inaba frunció sus cejas como si le hubieran disparado justo en el punto más doloroso. – ¿El tiempo es bastante corto… podríamos decir eso? Si ese es el caso, incluso si tenemos cosas que queremos hacer, si no lo llevamos a cabo inmediatamente, probablemente el episodio terminará incluso antes de que lo hayamos puesto en marcha -, analizó Nagase. – Tal vez hay muchas de estas situaciones. Habiendo confirmado el asentimiento de Inaba acerca de su opinión, Nagase continuó, – Así que probablemente, no sucederá nada si siempre tenemos deseos que no puedan satisfacerse inmediatamente. – ¿Pero no son esas cosas que queremos hacer con muchas ganas alguna cosa instantánea a nuestro 180


alrededor? Pienso que las tendremos dentro de nuestra conciencia sin prestar mucha atención. Después de que Aoki había dicho eso, Nagase cubrió su rostro con sus manos. – ¡A-Aoki me refutó con un tono tan serio! – ¿Hay necesidad de sentirte sorprendida? ¡Iori! ¡Yo también tengo mis momentos en los que actúo serio! – Comparado a nuestra evocación de los eventos y alborotos, ese tipo sin duda gana placer observando nuestro dolor y nuestras dudas. ¿Es la vacilación en nuestros corazones y relaciones lo que verdaderamente le importa? Entonces esto explicaría que él no quiere hacer el episodio problemático, sino usarlo como una introducción a nuestra vacilación. Si lo tomamos de esta forma… Cuando Aoki estaban debatiendo entre si vigorosamente, Inaba empezó a hacer suposiciones e inferencias por su lado. Taichi podía decir que ella no estaba completamente mofándose en frente de ‹Fusen Kazura› cuando ella le dijo que lucharían hasta el final. Ella, sin duda, era Inaba.

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Inaba se puso de pie erguida, mordiéndose las uñas, cayendo en contemplación. Taichi la observaba, y por tanto sus ojos se encontraron. – ¿Por qué me estás haciendo ojos de borrego? – ¿Te hice ojos de borrego…No, quizás mis ojos originalmente lucían como esos de un borrego? Si ese era el caso, entonces que tan terrible sería eso. Se sentía como si fuera a estar demasiado temeroso como para mirar a las chicas nunca más. Luego, esta vez Inaba hizo ojos de borrego a Taichi. – ¿Q-Qué? – Heh. Pienso que Taichi es indudablemente el más peligroso en este fenómeno. – ¿Qué quieres decir? – Porque tú morirías por alguien incluso cuando tienes tu conciencia, ¿no es así? Si alguien tenía que morir, Taichi propuso que fuera él. 182


– Si los deseos en lo profundo de tu corazón realmente se ven desencadenados, quien sabe que sucederá. A decir verdad, incluso creo que será aterrador. Taichi no podía refutarla. – No morirás realmente esta vez, ¿no es así? Yo no debería ser esa clase de persona… No, por lo menos eso era lo que yo esperaba. Eso es porque había aprendido mi lección. Si no considero a las personas a mí alrededor y actúo de acuerdo a mis sentimientos, las personas a las que heriré o los problemas que les daré son inestimables. Me recordé a mí mismo el tomar meticuloso cuidado. Sin embargo, ¿realmente qué espero en lo profundo de mi corazón? Yo tampoco tenía idea. No, quizás podría saberlo a través de fenómeno―el desencadenamiento de mis deseos.

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este


Capítulo 4 El colapso y el desprendimiento de sus lazos

¿Era simplemente mi suerte? ¿O era simplemente debido a que era una buena persona? Pesándolo lo gratificante era pensar que nada grave ocurrió a través de las semanas. Hmph. Supuse que lo más probable era que se debiera a mi plan. Pero si fueras a preguntarme realmente que había hecho, te diría que lo más loco que hice fue arrebatarle a escondidas la comida a mi hermano en la cena, comprar costosos periféricos para computadora por internet, bailar por ahí en ropa interior, y entrar al cuarto de mi hermano en busca de revistas eróticas por mera curiosidad hacia el

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sexo masculino―pero luego me di por vencida ya que no encontré ninguna. Muy bien, entonces nada realmente grande había sucedido―eso esperaba. Y por lo que escuché de los otros, el desencadenamiento de los deseos en ellos sólo indujo eventos similares. Por ejemplo, había alguien que le dio un vistazo al teléfono de su hermana menor debido a la inquietud de saber si su hermana tenía novio. Luego, su hermana lo desatendió durante todo el día, y él tuvo que comprar una avalancha de golosinas de la tienda de conveniencia para atender a su hermana. Otro ejemplo sería alguien que quería escalar un árbol ante el impulso del momento en su camino de regreso a casa. Pero cuando ella llegó arriba, se sintió extremadamente avergonzada una vez que reconoció el hecho de que sus bragas fueron vistas durante su escalada. Otro ejemplo era alguien que estimó que la idea de estudiar debería ser arrojada a la basura y de hecho arrojó

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sus libros y cuadernos a la papelera pero volvió a traerlos de regreso con mucha prisa después. Por supuesto, todos estos asuntos triviales solamente los llevaría a recibir una advertencia como mucho. El lunes en la mañana, me preparé para ir a la escuela como de costumbre. Quería guiar a todos para que siguieran con sus vidas habituales. Tenía que ser que ser cauteloso para mantener todo a salvo y como de costumbre. Ellos eran buenas personas. No tendría que temerle a esto si yo fuera una buena persona. Entonces, todo estaría bien si todo se mantuviera en su lugar. Además, yo también debería ser――por supuesto, no estaba tan mal como para ser totalmente incrédulo de los humanos, aun así no me permito a mí mismo poner mi confianza en las personas.

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Entendí que el mundo en que estaba viviendo estaba lleno de enemigos. ¿Por qué? Esto era porque la humanidad era oscura para mí. ¿Por qué? Esto era porque yo pertenecía a la oscuridad. Sin embargo, ¿acaso no los reconocía como buenas personas? ¿Quién sabe? Yo no sabía que era lo correcto. O incluso, ni siquiera sabía que persona era.

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A la hora del receso después del final de la segunda lección, Nagase Iori regresó a su salón de clases para decirle algo a Yaegashi Taichi, – “Hice una visita a la clase 1-A. Dijeron que Yui no vino a la escuela hoy” – Oh… 187


Excluyendo los fines de semana, Kiriyama Yui había estado ausente por cuatro días continuos. Taichi no podía evitar preocuparse de si algo le había sucedido. – Cuando la llamé, ella dijo por el teléfono que estaba bien. A medida que Nagase murmuraba, Inaba Himeko caminó hacía ellos. – Espero que ella no haya colapsado. – ¿A qué te refieres con… colapsado? -, preguntó Taichi a Inaba. – Me refiero a algo como enloquecer igual a lo que sucedió la última vez. Colapsar y enloquecer no eran palabras demasiado extravagantes para describir su situación. – Tenemos que hacer una visita a su casa incluso si ella rechaza nuestra petición. De cualquier forma, conozco su dirección -, dijo Nagase, terriblemente perturbada. – Muy bien. Vamos a hacerlo.

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Taichi

asintió

mostrando

su

consentimiento

nerviosamente. – No pongan esas caras tensas cuando ni siquiera sabemos cómo van a resultar las cosas. ¡Vamos a poner una sonrisa en nuestro rostro! Deberíamos visitar a Yui con tan inmensamente serios rostros, ella sin duda se encerraría lejos, y nuestro plan fallaría. Vamos a visitarla alegremente, ¿lo hacemos? -, dijo Inaba con una sonrisa al ver los rostros de Taichi y Nagase. Un misterioso pensamiento se le ocurrió a Taichi por un momento, era que la sonrisa de Inaba era la más frágil.

□■□■□

La casa de Kiriyama era una casa de ciudad de dos pisos situada en el área residencial. – Hey… El altoparlante les respondió la segunda vez que Taichi presionó sobre el timbre. El sonido era ronco y carente de 189


todo vigor, pero era sin duda la voz de Kiriyama. Escuchar su voz le dio un poco más de seguridad a Taichi. – ¡Kiriyama-san! ¡Sal y juguemos! Nagase jugaba alrededor como una estudiante de primaria. A pesar de que una parte de su voz era sólo su estratagema, ella realmente presentaba una extremadamente alegre fachada. – ¿Eh? Un momento. ¿Es acaso, Iori? No puede ser. ¿Por qué? Kiriyama parecía atónita por la imprevista visita de Nagase. – ¡Oh, yo también estoy aquí! Junto con Inaba y Taichi. Extendiendo la cabeza, Aoki Yoshifumi agitaba su mano hacía los altoparlantes. – No hay cámaras junto al timbre -, Taichi replicó de todos modos, desconociendo si Aoki tenía dicho conocimiento. – Oh, hola. ¿Entonces, todos están aquí?

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– Estamos aquí para visitarte. ¿Podrías dejarnos pasar? ¿Le estamos causando algún problema a tu familia? -, Nagase empujó a Aoki a un lado para hablar a los altoparlantes. – No hay nadie… ¡pero no puedo! Por favor no vengan. Por favor váyanse. Su temblorosa voz no rechazaba su clara posición de rechazar su visita. – ¿Es debido a que hay chicos aquí? ¿Dejarías que Inaba y yo entráramos? – No tiene nada que ver con eso. Como sea, no puedo dejarlos entrar. – ¿Pero por qué? – Ese uniforme… oh, ¿son amigos de Yui? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarlos? Alguien, muy probablemente la madre de Kiriyama, acababa de llegar. Kiriyama parecía haberse encerrado en su cuarto recientemente. Esta era la peor forma en que uno podría tomar esta situación.

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– ¡Muy bien, Yui! ¡Abre la puerta ahora! ¡Tus amigos están aquí para visitarte! -, la madre de Kiriyama gritaba a medida que tocaba la puerta. – ¡Qué molesto! ¡Llévalos fuera! -, un feroz aullido vino de vuelta a través de la puerta en la dirección opuesta. – Realmente lo lamento. Ella se ha estado encerrando en su cuarto últimamente y ha estado reacia a salir… -, dijo la madre de Kiriyama a modo de disculpas hacia ellos bajando su cabeza. Ella lucia incluso más pequeña ahora. – Nada de esta clase sucedió antes. Sin duda esto fue debido a los efectos del asesoramiento por parte de la policía. – Esta bien, señora. Pienso que ella sólo está siendo un poco insegura. Ella va a relajarse pronto. Inaba le mostró a ella una sonrisa de negocios―parecía que ella era capaz de semejantes cosas si había puesto su corazón en ello. – Así que, déjalo en nuestras manos, Oka-san! – Aoki, no tienes que exagerar el “Oka-san”… oh, olvídalo. 192


Taichi pateó a un lado su idea de replicar, ya que él había encontrado este mero acto incluso más problemático. – Muchísimas gracias por cuidar de nuestra hija… -, la madre de Kiriyama inclinó profundamente su cabeza para agradecerles. – De nada -, ellos modestamente replicaron. – ¿Entonces, sería una molestia si me quedara aquí? Esperaré abajo. Por favor díganme si tienen algún problema. Con esto dicho, la madre de Kiriyama bajó las escaleras, su espalda estaba pintada con soledad. Al mirarla con más observación, uno podría encontrar que su rostro también estaba un poco pálido. A pesar de que los únicos involucrados en el desencadenamiento de los deseos eran solamente los cinco, los efectos ya se habían esparcido a sus alrededores, formando una carga sobre ellos. – Yui, no es bueno dejar que tu madre se sienta triste por ti -, dijo Nagase en una voz con ira, extraño.

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Tal vez ya que la madre de Nagase se había divorciado en varias, y ya que ella ahora estaba en una “familia de un solo padre”, ella tenía una profunda remarcación ante la relación madre-hija. – Como sea, Yui, tengamos una charla. Las cosas se han puesto incluso más complicadas ahora -, Aoki trataba de persuadirla de diferentes maneras, aunque Kiriyama aún seguía firme a no retroceder. – Por favor váyanse. Estoy agradecida por toda su amabilidad. Pero por favor denme algo de tiempo. Regresaré a la escuela después de eso. – Hmphh. Que fastidio. Inaba giró su cuello, estirando su cuerpo. – ¿Qué estás tratando de hacer? -, preguntó Taichi, al respaldo de ella al mismo tiempo. – Nada en realidad. Yo sólo quiero mencionar las palabras mágicas que la forzaran a abrir la puerta de inmediato. – ¿Quién demonios eres?

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– *Tosido* De cualquier forma, vamos a empezar ahora hasta que ella nos deje pasar. Permítanme exponer los secretos de Kiriyama Yui uno por uno. Primero, sus BCC7 de la cabeza a las puntas de sus pies son… *Click* – ¡Espera, espera, espera, espera! Voy a dejarte entrar. ¡Espera! – Dios. Si sólo pudieras empezar a decirnos esas figuras, todo se pondría más interesante. Taichi reconoció que la rendición inmediata de Kiriyama era correcta. Haciéndose bolita, Kiriyama se sentó sobre su cama con sus manos sosteniéndose sobre sus rodillas. Ella estaba vistiendo un atuendo deportivo: una camiseta deportiva, y un pantalón para hacer deporte―era un completo atuendo para llevar en casa. Su habitual peinado y arreglado cabello castaño ahora lucía un poco

7 BCC (en inglés BHW) se refiere a las tres medidas. BWH; Bust, Waist, Hips. BCC; Busto, Cintura, Caderas.

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desaliñado y enmarañado; su rostro también mostraba su cansancio. Después de que Taichi y los otros se habían sentado en el suelo, el cuarto parecía un poco abarrotado. – Perdón por venir a tu casa sin previo aviso; realmente estamos preocupados por ti, Yui. – No es gran cosa, Iori. Cualquiera se sentiría incomodo por alguien que se encierra a sí mismo o sí misma en su casa sin ninguna razón específica para hacerlo.8 Kiriyama apretó su almohada con estampados florales fuertemente y agitó su cabeza. – ¿Te sientes enferma? ¿Hay algo incómodo? Nos iremos si ese es el caso. Oh, por cierto hay una enorme espinilla en tu frente. Acaso esto tiene que ver con… – ¡No, no, no! ¡No mires! ¡Rayos!

8

A menos que se trate de un Neet o un Hikikomori.

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Después de que Aoki lo señaló, Kiriyama empujó sus flequillos con prisa y cubrió su frente. – Este fue… el peor error que he cometido en mi vida. – ¿Has comido y bebido en un arrebato? Al escuchar la suposición de Inaba, Kiriyama gritó y cayó sobre su cama. Parecía ser que ella tenía razón. – No… es un impulso repentino que vino sobre mí ayer que me urgía para que comiera un montón de cosas dulces, aunque a menudo pienso en esto, no pude abstenerme de hacerlo esta vez. Y después de darle un vistazo a las calorías de la comida que había comido antes, supe que la muerte estaba aguardándome. Tal vez su deseo de comer cosas dulces fue desencadenado cuando ella estaba hambrienta. – ¿La razón por que estarías ausente de la escuela no podría ser posiblemente debido al acné, no es así? – ¡Por supuesto que no lo haría por semejante razón! , Kiriyama se puso de pie para denegar las palabras de Inaba.

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– ¿Entonces, las razones yacen en el desencadenamiento de los deseos que ‹Fusen Kazura› ha causado? -, preguntó Inaba distintivamente. El cuerpo de Kiriyama tembló, su rostro se volvió pálido. Ella era una cosa fácil de entender. Pero debido a esto, se hizo de alguna manera difícil el comunicarse con ella. Sin embargo, el silencio puro no era la mejor manera. – Yui. Debe haber sido duro y agotador someterse al desencadenamiento de los deseos -, Aoki reconfortó a Kiriyama. – ¿Hay algún problema que sería despertado por el desencadenamiento de los deseos? -, preguntó Taichi a sí mismo. Los ojos de Kiriyama se volvieron húmedos, sus cejas se inclinaron hacía abajo con tristeza. – ¿Taichi, podrías preguntar con más eufemismo? Iori miró ferozmente a Taichi. – Cierto. Perdón. – Pienso que está bien. Por lo menos es mejor que arrastrarlo a lo largo de todo el día. 198


– Inaban y Yui no pueden ser tratadas con el mismo métrico. Inaba solamente le respondió a la enojada Nagase con un tono mostrando estar de acuerdo y recomenzó, – ¿Entonces, Yui, cual es la relación entre el desencadenamiento de los deseos y el que tu estés encerrándote en tu cuarto? Ya nos has dicho mucho, así que agregar esto no va a doler, ¿no es así? No es irracional para alguien encerrarse a sí mismo en un cuarto si uno va a actuar en contra de su voluntad. Kiriyama miró hacia abajo y asintió. – ¿Ahah? Deja de estar bromeando. Todos tienen esta situación. – Pero esto es porque no quiero herir a nadie nunca más. Grandes gotas de lágrimas se deslizaron desde los ojos de Kiriyama. Lo que más asustaba a Kiriyama era herir a alguien más. Sus sentimientos fueron enviados dolorosa y profundamente. – E-Ese día, vi a la chica siendo molestada por algunos chicos. Pensé que los chicos eran mierda, y que tenía que 199


ayudar

a

la

chica.

Entonces,

empecé

a

actuar

violentamente después de escuchar ese sonido… – Pero es debido a esa cosa extraña que ‹Fusen Kazura› ha causado. A medida que Nagase intentaba convencerla, Kiriyama interrumpió y gritó, – ¡Pero yo realmente quería darle una lección a esos sujetos! Los sentimientos producidos en el corazón de uno eran de hecho los más puros sentimientos que uno podría poseer. Eso era suficiente para causar que uno sintiera culpa y miedo. – Además, tengo una fuerte sensación de repeler a los chicos. Esto debería pasar la próxima vez, y no sé qué voy a hacer. Tengo tanto miedo. ¿Cómo puedo tener las agallas para salir afuera? Taichi pensó que era un sentimiento que podría ser entendido, pero al siguiente instante… – Para ya con esta aburrida pose de una víctima -, Inaba gritó, su rostro lleno con odio y disgusto. – Deja de encerrarte en el cuarto y tratar de escapar. 200


Inaba la miraba ferozmente con ojos tan agudos que lucía como si pudiera disparar justo a través de Kiriyama. Inaba había pasado por completo al modo violento. ¿Ella usualmente trolea de esta forma? ¿O era debido a los efectos del desencadenamiento de los deseos? – ¿P-Pero no estarían todos fuera de peligro si no me encuentro con nadie? – ¿Entiendes la situación en la que estamos? ¿Ah? ¿Acaso no lo sabes? Inaba se acercaba poco a poco a la Kiriyama que le daba la espalda. – ¡Espera, Inaban! – ¡I-Inaba! – ¡Cálmate, Inaba! Nagase, Aoki, y Taichi trataban de cesar a Inaba, pero Inaba tan sólo no se detendría. – Estamos bajo el control de ese idiota de ‹Fusen Kazura›. Y ese sujeto quiere hacer las cosas más interesantes, y por tanto está haciendo esos intercambios

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de

personalidad

y

deseos

desencadenados.

¿Lo

entiendes hasta este punto? Bajo el opresivo tono de Inaba, nadie se atrevía a hacer ningún sonido. Inaba no se movía pero se mantuvo hablando. Taichi no sabía cómo reaccionar ante ella. – Es una buena respuesta evadir los problemas de los deseos desencadenados encerrándose a sí mismo en su propia casa, pero debido a que esta es la mejor estrategia, es la peor manera. ¿Encerrarse a sí mismo en la propia casa contaba cómo ir en contra de las reglas? La pregunta de Inaba para ‹Fusen Kazura› una vez más corrió por su mente. – No habría ningún problema si estuvieras en un espacio donde no haya nadie ni absolutamente nada. Esta podría ser nuestra más grande defensa al igual que nuestra mayor ofensiva. Inaba se puso de pie, pisando sobre la cama de Kiriyama con uno de sus pies, y continuó hablando, – Pero déjame preguntarte, ¿sería interesante para ese sujeto?

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Ellos no entendían los intereses ni la manera lógica de pensar de ‹Fusen Kazura›, pero podrían percibir que no era interesante para él si hicieran eso. – Déjame preguntártelo de nuevo: ¿esto es interesante para ese sujeto? Además, si no lo es, ¿Qué ira a hacer entonces? Él podría tener un plan B esperando para nosotros. Primero, él podría darse por vencido si no es interesante. Segundo, él podría manejarlo hasta que se vuelva interesante. Tercero, él podría hacerlo más interesante si no lo es lo suficiente. ¿Qué tanto lo había analizado Inaba? Taichi estaba un poco apaleado. – Yo traté de preguntarle a ese sujeto si encerrarse en la propia casa contaba cómo ir contra las reglas, y ese tipo me dijo que podría ser interesante, pero que él va a hacer las cosas más interesantes cuando sea necesario. Olvidándose incluso de llorar, Kiriyama tan sólo se congeló allí, perdiendo el vigor de su cuerpo. – En otras palabras, ese sujeto no adoptaría la primera acción, pero si al segunda o la tercera. Pero él podría estar mintiendo, ya que él no tiene crédito de ningún tipo. Sin embargo, él podría actuar tal y como dijo. Lo más 203


importante es que ese sujeto tiene la habilidad para hacerlo. La interpretación personal de Inaba finalmente estaba llegando a su final. – ¿Estas planeando encerrarte en tu cuarto, tratando de escapar de este desencadenamiento de los deseos? ¿O quieres que algo más espantoso que el desencadenamiento de los deseos suceda? ¿Te das cuenta de cuantos problemas traerás a los demás sólo por dejarte tener una vida fácil? ¡Dímelo ahora! – No entiendo… que debería hacer… Kiriyama lloró, su rostro estaba completamente pulverizado. – No pretendas ser linda. ¡No pienses que alguien vendrá en tu ayuda si lloras! Esta línea le dio el último golpe final a Kiriyama. – ¡Inaban! ¡Estas sobrepasándote! Nagase intentó detener a Inaba, pero todo era demasiado tarde. Kiriyama se metió bajo sus sabanas, sollozando. Ella no podía siquiera levantar su cuerpo. Aun 204


así, ella lo dio todo en suprimir su sonido, por lo que ella no lloró en voz alta. Era deprimente el meramente ver esta escena. Habiendo terminado su discurso, Inaba se mantuvo en silencio. Nagase se arrastró hacía la cama, acariciando a Kiriyama como cuidando de un objeto frágil. Antes de que Nagase se arrastrara hacía la cama, Inaba ya había transferido su pie fuera de la cama. Taichi dio un pequeño vistazo al rostro de Inaba. Estaba pálido, sin ningún signo de la violencia de aquel entonces. Ella estaba mordiendo sus labios tan fuertemente que parecía como si pudieran llegar a sangrar. Taichi perdió la oportunidad de llamarla ya que su rostro estaba demasiado abatido con tristeza. Luego, como si fuera independientemente, Inaba se sentó sobre la cama crudamente. La razón por la cual ella llevaría sus palabras hasta ese nivel era ciertamente debido a los efectos de los deseos desencadenados. Si ella estuviera en su estatus quo normal, incluso si fuera dura, ella no adoptaría dicha forma de hablar como método para herir a Kiriyama. – Lo lamento, Yui. No tenía planeado llevar mis palabras hasta ese nivel. No, originalmente, no debería estar tan enojada. Fue debido a los deseos desencadenados. Y Yui… sé que es muy doloroso herir a 205


alguien en contra de su voluntad, sin embargo dije esas palabras sin mucho cuidado… es mi culpa. Por favor perdóname. Inaba se esforzó para tejer sus palabras, extendiendo su mano hacía Kiriyama al mismo tiempo. – Pero, Inaba, esto es lo que piensas, ¿no es así? -, dijo Kiriyama intermitentemente mientras lloraba. La mano que Inaba extendió perdió su objetivo y vaciló, yendo hacia abajo antes de alcanzar a Kiriyama. Taichi sintió miedo de lo que les esperaba. El desencadenamiento de los deseos podría herir a las personas a tal nivel y destruir sus relaciones interpersonales a tal grado. Ese día, ellos seguían sin poder sacar a Kiriyama de su cuarto.

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Al día siguiente, Kiriyama seguía sin ir a la escuela.

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Ella se había vuelto famosa en la escuela por pelear en ese loco evento, e inevitablemente se había vuelto en el tema de conversación entre los estudiantes. Debido a que ella estaba en el mismo club que Taichi, Taichi fue interrogado acerca de su reciente estatus un par de veces en la escuela esa mañana. Esto dejó a Taichi incluso más perturbado y distraído durante sus clases. Originalmente, él quería hacer un plan sobre cómo resolver los problemas de Kiriyama, pero entonces él vaciló. ¿Qué iría a suceder si el desencadenamiento de los deseos fuera a ocurrir ahora? Él también había experimentado su deseo de ayudar a Kiriyama siendo desencadenado, resultando en él saliendo a correr de repente. Desde el extraño sonido que Nagase hizo en una de las clases, nadie en el club se atrevía a hacer nada en el furor del momento durante las clases. Después de todo, las veces que ellos tendrían los episodios oscilarían de una a tres veces en un día, junto

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con el hecho de que la sugerencia preventiva de Inaba funcionó bastante bien. Poniéndolo simple, todo lo que hicieron en sus clases fue concentrarse poniendo atención o dormir. Nagase e Inaba diestramente utilizaron estas dos formas para ir a través de cada clase. Incluso Aoki, que era incapaz de concentrarse en sus estudios, trató de pasar su noche anterior despierto, drenando toda su energía, y dormir durante las clases del día siguiente. Concentrarse en las clases no era un trabajo duro para Taichi, así que cada vez que oía la voz que le recordaba que su deseo estaba a punto de verse desencadenado, él haría repetidamente preguntas para el profesor. Así que, no era el momento para pensar en Kiriyama sino de concentrarse en sus lecciones, y por tanto… El tiempo pasaba gradualmente. En el receso entre las dos clases, ya que ellos se habían transferido a otro salón para la siguiente clase, había sólo unas cuantas personas que seguían en el salón de la clase 1-C.

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– Vamos, Yaegashi. No llegaremos a tiempo si no nos vamos ahora -, dijo Watase Shingo, saliendo junto a Taichi. En ese momento, un fuerte gruñido disparó en el salón de clases. – ¿Cómo voy a saberlo? ¡Deja de preguntármelo! -, gritaba Nagase. – ¿Ah? Yo sólo preguntaba cómo le iba a Kiriyama. En el silencioso salón de clases, la chica a la cual Nagase gritó, hizo un puchero con descontento. – ¡Esto era lo que quería saber! Habiendo gritado enojadamente, Nagase estaba incluso más sorprendida que la chica a la que le estaba gritando. – ¿Por qué debería dejar que tú me grites? – Um. No. Esto no era lo que quería decir. Nagase estaba en una perdida, desconociendo que hacer cuando fue cuestionada por la furiosa chica. Debido a lo que Nagase hizo, Taichi sospechó que sus deseos 209


debieron verse desencadenados. Taichi quería ayudar al principio, pero entonces él vaciló. Si él fuera a detener a la chica cuestionando a Nagase, y entonces sus deseos se vieran desencadenados, ¿Qué debería hacer entonces? Él incluso había tratado de golpear a Fujishima Maiko cuando salió con una broma acerca de Nagase. Sin embargo, el riesgo de ver sus deseos desencadenados ahora era bajo, aunque, ese sujeto podría dejar que estas cosas funcionen según su voluntad o espontáneamente. Si ese sujeto estaba observándolos justo ahora, ¿él dejaría pasar esta oportunidad? – ¿Realmente piensas que puedes ser tan egocéntrica porque luces tan adorable? – No. No es… La chica cuestionando a Nagase estaba tan furiosa. – ¿Hey, no crees que deberías salvar a tu precioso amorcito? -, preguntó Watase seriamente, aunque su línea parecía ser una broma. – Ah, pero… Inaba Himeko estaba cerca de ellos. Taichi creía que Inaba tendría un plan para resolver esto, pero Inaba no 210


hizo nada y dejo el salón de clases con tan sólo una mirada hacia la confundida Nagase. Sólo en este momento Taichi sintió un impacto incluso más grande que Nagase gritándole enojadamente a su compañera: Inaba desatendiendo la crisis de Nagase. Él pensó que esto era un absoluto error. Él pensó que esto era tan sólo el resultado del desencadenamiento de los deseos. – Hey -, Watase llamó a Taichi de nuevo, haciendo que Taichi volviera a sus sentidos. Taichi supo que tenía que ir al frente y ayudar a Nagase. Pero antes de esto, alguien más interrumpió a las dos chicas―era Fujishima Maiko. – Detente. Esto es todo. Ella empujó a las dos chicas, apartándolas, creando cierta distancia. Después, se paró al lado de Nagase y dijo, – Lo lamento, Setonai-san. El problema de Kiriyamasan se ha convertido en un asunto algo sensible para Nagase-san. Le han estado preguntando lo mismo bastantes veces desde esta mañana, lo cual la irritó, y terminó gritándote como resultado. ¿Estoy en lo correcto, Nagase-san? -, preguntó Fujishima mientras que sostenía sus lentes y observaba a Nagase.

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– Oh… bien. Yo también estaba muy frustrada. Cuando pensé en ese accidente, yo descuidadamente… perdón por hablar violentamente sólo por una pregunta de la condición de alguien. Es mi culpa -, dijo Nagase, poniendo sus manos a sus lados y bajando su cabeza a modo de disculpas. – Um. No tienes que hacer una disculpa oficial. Yo también soy alguien que tiene la culpa; no debería haberme enojado contigo y decir cosas malas de esa forma. Tal vez dije algo despreciable. – Está bien. Es mi culpa después de todo. Oh mira, la siguiente clase está a punto de empezar. Vamos juntas… y Fujishima-san, gracias por ayudarnos. – Ni lo menciones. Parecía que las cosas se desenvolvieron bastante bien sin la ayuda de Taichi. – Fujishima-san es tan asombrosa -, dijo Watase junto a Taichi, aunque Taichi estaba demasiado distraído como para escuchar lo que había dicho.

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El tiempo voló rápidamente, y todas las clases habían terminado. Había cierto tiempo libre para pasar el rato durante y entre las clases, pero Taichi tan sólo no podía concentrarse en pensar en asuntos relevantes a Kiriyama, Nagase, e Inaba. Esto era debido a que él sabía que se pondría emocional, sin embargo el trató de pensar las cosas racionalmente. Él se encontraba perturbado por el hecho de que el desencadenamiento de los deseos podría ocurrir en cualquier momento. Sin embargo, él no tenía que preocuparse por esto una vez que las clases habían terminado. Había sólo miembros del club en el salón del club, así que si debieran producirse situaciones peligrosas, ellos podrían ayudarse los unos a los otros. Con esto en mente, él sabía que no podría hacer nada por su cuenta, ni siquiera pensando en que hacer. Esto era frustrante, y aún más importante, lo hacía ver como un cobarde. Pero con la fuerza de todos, él debería ser capaz de hacer lo que debe hacerse; sin embargo, el deseo de Taichi fue hecho pedazos fácilmente. – Tengo que irme a casa hoy. He hablado con Iori sobre esto. Adiós -, dijo Inaba a Taichi quien estaba a 213


punto de llegar al salón del club, y ella dejo el salón de clases después. – Oye… ¡Hey! Kiriyama aún no había llegado a la escuela aún el día de hoy, y los problemas fueron dejados sin resolver. Ellos aceptaron hablar sobre esto de antemano, pero ahora con Inaba fuera, se volvería un dolor de cabeza. Taichi se escabulló para alcanzar a Inaba. Inaba, con su espalda recta, caminaba bastante rápido. Cuando Taichi alcanzó el corredor, ella ya había ido al casillero de los zapatos. Corriendo, Taichi podría escasamente alcanzar a Inaba. – ¡Hey, Inaba! ¿A qué te refieres con ir a casa? ¿Tienes algo que necesitas hacer? – Nada -, dijo Inaba, cambiando sus zapatos y cerrando de golpe la puerta del casillero de los zapatos después. – ¿Nada? ¿No recuerdas que Kiriyama aún no ha venido a la escuela? – ¿Y qué?

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Dicho esto, Inaba salió fuera de la escuela. Taichi la siguió de cerca. – ¿Qué quieres decir con “Y qué”? ¿No deberíamos hacerle una visita a Kiriyama o algo? – Incluso si voy allí… tan sólo se volvería un predicamento. ¿Qué estaba diciendo ella? Taichi se puso irascible. ¿No era irresponsable dejar que sus amigos resulten heridos y deprimidos? Cuando su ira se precipitó en él, Taichi pensó en algo: tal vez el episodio de ayer también hirió a Inaba en gran medida. Era igual a cómo Kiriyama resultó herida mentalmente después de herir al alguien. Era lo mismo para Inaba. Sus palabras hirieron a Kiriyama, lo cual la hirió a ella misma también. [¿Es eso siquiera una razón?] Una voz sonó en su mente. Descuidadamente, él escuchó el sonido. Sentimientos familiares se precipitaron dentro de él. Su cuerpo se calentó. A pesar de que su conciencia aún seguía aquí, él empezaba a sentirse aislado de su cuerpo. Esto era malo, pensaba Taichi. Él quería, por lo menos, decirle a ella que el desencadenamiento de sus deseos estaba 215


sucediendo―pero era imposible. Su boca empezó a moverse en contra de su voluntad. – ¿Volverse un predicamento? ¿Por qué estás dándote por vencida tan fácilmente? Incluso si eso sucede, aun debemos pensar en medidas para contraatacarlo. Inaba paró de caminar por primera vez. – Por favor no pienses que cualquiera podría pensar con la premisa de ubicar a todo el mundo como su prioridad principal. ¡Incluso yo tengo momentos en los que ni siquiera puedo hacerme cargo para lidiar con mis asuntos personales! – ¡No obstante, aun así no puedes dejar solas a las personas que están heridas! – ¡Deja de imponer tus propios pensamientos y sentimientos sobre otros! La propia voluntad de Taichi para detenerse a sí mismo era inútil. El impulso en él trascendía todo lo demás. ¿Esto significaba que sus pensamientos eran tan fuertes? ¿Era él este tipo de persona? El desencadenamiento de los deseos no terminó aquí.

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– Estoy muy decepcionado de ti, Inaba. No puedo creer que puedas dejar a tus camaradas morir en vano -, él sabía que sus palabras habían cruzado la línea -, – No puedo creer que esto es todo lo que harás. Él quiso vomitar por sus despreciables palabras. Impactada, Inaba se mantuvo inmóvil, aunque su rostro era totalmente miserable. Taichi nunca había visto tanta conmoción en Inaba. Ella lucía como si fuera a llorar en cualquier momento. Algún tiempo pasó, el calor lo abandonó, y sus sentidos habían regresado a él. Aun así, su pecho estaba tenso, haciéndole imposible el moverse. Él no podía imaginar cómo posiblemente podría haberle hecho daño a Inaba a semejante nivel. – Realmente lo lamento, ante esto, es todo lo que puedo hacer -, dijo Inaba con voz sollozante. Ella entonces salió corriendo como si estuviera escapando, cruzando a través del patio y saliendo a través de la entrada. Taichi no podría alcanzarla. En el salón del club, con una atmosfera tensa, y con Inaba ausente, Taichi, Nagase, y Aoki empezaron a discutir medidas relevantes, e hicieron una visita a 217


Kiriyama como era usual. Pero, los problemas aún fueron dejados sin resolver.

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Al día siguiente, Taichi salió de casa temprano para disculparse directamente con Inaba lo antes posible. Taichi estaba en un serio disgusto consigo mismo el día de ayer. Inaba era muy preciada para él. Él la tomó como la más dependiente, y venerable persona. Ella era la mejor persona que él conocía. Fue debido a sus extremas expectativas que él diría algo como que estaba decepcionado de ella. Aun así, ¿esto no significaba también que él no necesitaba su ayuda al mismo tiempo? En aquel entonces, él sólo pensó acerca de los asuntos de Kiriyama y en cómo salvarla―él menospreció a las otras personas porque quería ayudar a una. Sin duda, Kiriyama estaba adolorida, pero Inaba también se sentiría mal―él ni siquiera podía darse cuenta de esto. Fue su estupidez lo que hirió a Inaba. Qué cobarde era.

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Habiendo entrado al salón de clases, Taichi caminó hacia Inaba. Inaba siempre había llegado temprano a la escuela. – A pesar de que te he enviado un mensaje ayer, aún quiero disculparme contigo directamente. No puedo creer que dije toda esa mierda egoísta. Debe haber sido porque la única cosa en mi mente era el desanimado comportamiento de Kiriyama cuando se encerró a sí misma en su casa. Y también fue debido al desencadenamiento de los deseos. Como resultado, no presté atención a todo lo demás a excepción de ese asunto -, dijo Taichi, aunque él sabía en su corazón que esta excusa era inútil. Había una sonrisa en Inaba, aunque era una sonrisa de depresión. Cuando Taichi recordó a Inaba sollozando el día de ayer, su pecho se afligió. – Olvídalo. No podemos hacer nada sobre eso. – Por favor no digas eso. Inaba, tú también te sentías mal, no debería haber puesto mis emociones antes de todo lo demás. – No estoy realmente consciente de eso. Además, ¿no dijiste eso porque realmente quieres ayudar a alguien? 219


Taichi, no tienes que estar tan enfadado por eso -, dijo Inaba excesivamente formal, – pero aún no quiero ir a nuestro club o a la casa de Yui. Incluso yo también quiero algo de tiempo para ajustar mis sentimientos. Incluso cuando Inaba estaba en profundo dolor, ella seguía preocupándose por los sentimientos de Taichi. Este hecho engrandeció la conmoción de Taichi. Taichi sabía que Inaba estaba consumida en gran dolor y quería ayudarla en lo más profundo de su corazón. Pero de lo que había aprendido ayer, él ayudaba a otros que sentían dolor porque él no quería verlos sufrir. Si él fuera a acercarse a Inaba de esta forma, podría herirla de nuevo―él tenía miedo de esto. Incluso en este momento, él podía sentir enormemente la voluntad de Inaba de querer mantener su distancia. Si podía aliviar su dolor directamente manteniendo la distancia, él, tal vez, tendría que recurrir a esto. Sin embargo, había algo primero que debía aclarar. – Aún espero que puedas quedarte aquí, Inaba, porque tú eres mi importante camarada. Si necesitas ayuda, puedes decírnoslo en cualquier momento. Estaremos aquí para ti.

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Esta línea y los sentimientos que esta encarnaba definitivamente no eran una mentira de ningún tipo. – Entiendo, así que por favor déjame ahora. Tengo que concentrarme de lleno en mis estudios -, dijo Inaba con una incómoda gentileza, su tono estaba sosteniendo la misma magnitud de tristeza al interior de su gentileza.

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Hoy, en el salón del club, aún estaban las mismas personas que ayer―Taichi, Nagase, y Aoki. Kiriyama no había ido a la escuela aún. Aunque los tres la visitaron el día anterior, ellos no fueron fructíferos. – ¿Inaba tampoco puede venir hoy? – Sí. Parece que su discurso sobre Yui también la impactó a ella misma. A pesar de que Inaba luce tan fuerte y determinada, ella también tiene su lado débil -, dijo Nagase cuidadosamente. Su cuidado en sus palabras reflejaba su atención hacia Inaba.

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– Tal vez es una mejor idea ahora dejar que se calme por si sola -, dijo Taichi, aunque no le gustaba la idea de dejar a las personas solas, él aun así lo justificaría pensando que era bueno para Inaba― – Simplemente se siente solo aquí -, murmuró Nagase, mirando hacia las sillas plegables sin nadie sentado en ellas. Había ahora dos asientos vacantes, y un desolado sentimiento se precipitó en Taichi. Debería el club colapsar de esta forma… un sentimiento tan aterrador se extendió a través de su mente. – De cualquier forma, Inaba debería estar de vuelta después de un tiempo. Vamos a darle un vistazo a cómo podemos resolver el problema de Kiriyama -, Taichi comenzó, dirigiendo la discusión. Sin embargo, la discusión entre los tres no podría pasar a través del cuello de botella en el cual estaban atascados.

– Así son cosas entonces. – Taichi, um… has dicho eso hace un momento -, corrigió Nagase. 222


Sintiendo que su discusión tan sólo estaba yendo en círculos, Taichi no podía evitar exhalar un profundo suspiro. Su discusión había resultado en un punto muerto. – ¿Que deberíamos hacer ahora? -, preguntó Aoki, recostado sobre el sofá, mirando fijamente el techo. – No sabemos qué es lo mejor. Después de todo, las proposiciones de Inaba y Yui tienen sus propias razones , murmuró Nagase en respuesta al murmuro de Aoki hacia sí mismo. Inaba una vez implicó que la forma más ideal de tratar este fenómeno era encerrándose por sí solo en casa, pero esto era, al mismo tiempo, la peor manera. ¿Era realmente una buena idea traer a Kiriyama fuera? Ellos no podían llegar a una conclusión. Con esta duda, ellos no podrían adoptar fuertes y firmes medidas. Junto con el hecho de que si sus emociones se iban demasiado fuertes, ellos resultarían con consecuencias letales. Ellos habían perdido su camino frente a qué pensar o cómo pensar. Sólo la impaciencia se acumulaba en ellos a lo largo del tiempo. [¡Sálvala!]

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Taichi podía escuchar el sonido vagamente. Él sintió que su cuerpo estaba calentándose. – Todavía no reconozco que el que Kiriyama este encerrándose en su casa vaya a hacerle ningún bien -, dijo Taichi, con su boca moviéndose por sí sola. – ¿Pero, acaso Yui no resultaría fácilmente herida si sale al exterior? – Además, probablemente las personas a su alrededor reciban daños reales… aunque, nosotros sufrimos del mismo destino. Aoki y Nagase contestaron respectivamente. A decir verdad, Taichi ya se había cansado de estas excusas. – ¿Pero no está Kiriyama ahora sintiendo profundo dolor, incluso cuando ella se ha aislado a sí misma? Su boca se movía por si sola. ¿Por qué él no podía decir cual cosa era la más importante? Kiriyama se había vuelto descaradamente abatida. Él no podía dejar que ese problema permaneciera allí. – ¿Solamente te preocupas de cómo lidiar con los asuntos de Yui? ¡Tú también deberías considerar los 224


asuntos que vienen después! -, dijo Aoki, impaciente también. Esto era lo que pensaba Taichi, este pensamiento era correcto. – Estos son tus conocimientos―la única cosa a tener presente es salvar a aquellos que lo necesitan― ¿De nuevo? ¿Quieres sacrificarte de nuevo para resolver el problema? – ¿Qué quieres decir con eso? ¿Aoki, acaso no quieres salvar a Kiriyama tú también? Espera un momento. ¿Por qué estaba mi boca moviéndose por sí sola? Aun así, con esta cognición, no podría detenerme. – Quiero salvarla, pero no sé qué hacer. – Si ese es el caso, dirijámonos primero a la casa de Kiriyama. – ¿Qué podremos hacer entonces? – ¿Pensar en una forma de salvarla?

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– ¿No tenemos nada de lo que hemos pensado ayer y el día anterior? – ¿Aun así, nada va a cambiar si tan sólo lo discutimos aquí? Si ellos no adoptan ninguna medida o avance, nada cambiará. – Hey. Ustedes dos, ya paren con esto. – Olvídenlo. Voy a ir yo mismo sólo por hoy. Taichi recogió su mochila y se levantó de la silla plegable. Era tan sólo una pérdida de tiempo discutir con ellos dos. – ¿Hey? ¿No puedes hacer todo por tu cuenta? – Quiero hacer las cosas a mi manera hoy. Si soy yo, Kiriyama puede ser salvada. – ¿Taichi quien piensas que eres? ¿Acaso crees que eres omnipotente? – ¿Si esto es lo que podemos decir viendo los hechos, Aoki, no estas cercano a ser impotente?

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En este momento, Aoki engrandeció sus ojos, congelándose en el lugar. Después, sus emociones empezaron a cambiar. Taichi podía decir, lentamente, que el deseo de Aoki fue desencadenado. – Hey, detente… – ¿Realmente que todo va a salir según tu voluntad cada una de las veces? ¿Estás planeando envolverlo todo para ti mismo? Aoki se puso de pie, acercándose a Taichi poco a poco. – ¿Qué quieres decir con envolver las cosas para mí mismo? ¡Voy a salvar a Kiriyama! Taichi empujó a Aoki quien estaba tratando de acercarse a él. – ¿Qué quieres decir con salvarla? Todo lo que quieres hacer es evitarte tener que verla ahogada en tristeza. ¡Tú eres sólo un imbécil egoísta! – ¡Cállate! ¡Incluso si soy lo que tú dices que soy, soy mucho más fuerte que una cosa que no hace nada con semejante crisis frente a él! – Qué estás diciendo… 227


– ¡Usted dos, ya paren con esto! -, gritó Nagase ruidosamente. Ella intervino entre Taichi y Aoki, tratando de separarlos con sus manos. Sus ojos se habían expandido en gran medida. ¿Podría ser que Nagase también tenía su deseo desencadenado? Perdiendo su balance, Taichi retrocedió un par de pasos. – ¡Taichi, tú solamente eres terco! ¡Aoki tú solamente estas muy celoso de él! -, gritó Nagase quien estaba en medio de ellos, su cabello vibraba vigorosamente atrás de su cabeza. – ¿Ustedes dos realmente están tratando de pensar en Kiriyama? Taichi, Aoki ustedes dos solamente no quieren ver a Yui herida, ¿no es así? [¡Deja de entrometerte!] Otra voz sonó en la mente de Taichi. Esta vez, fue una muy clara y explícita voz. Su cuerpo se calentó incluso a mayor medida―hasta una temperatura que él sintió similar a la temperatura del agua hirviendo. Él sintió que su cuerpo estaba dejándolo gradualmente. Esta vez, él estaba seguro de que su deseo fue desencadenado. ¿Pero, que sucedió en ese entonces? ¿Él sólo supuso 228


que tenía un deseo desencadenado en aquel entonces? ¿Fue la voz tan sólo su propia alucinación? ¿Había sucumbido él a su propio deseo? Él no podía creer más en él mismo. ¿Fue debido a esto el que lo hiciera abandonarse a sí mismo en desesperación? La magnitud con la que su conciencia estaba dejando su cuerpo era la más grande que él había experimentado hasta ahora. Su conciencia había flotado lejos. En el instante del deseo desencadenado, el más fuerte sentimiento y emoción era ayudar a Kiriyama. Este deseo había dominado el corazón de Taichi. Todo lo demás se había convertido en un predicamento. Él quería gritar y pedir que se detuviera, pero no podía. – ¡Lárguense! -, gritó Taichi a la vez que empujaba lejos a Nagase. Él la empujó. Él no usó mucha fuerza. Él sólo quería hacer a Nagase a un lado para que no bloqueara su camino. Él era un chico, y ella una chica. Además, este fue un inesperado ataque. Nagase perdió su balance, su cabeza golpeó contra un armario. 229


– Wuagh… Nagase sostuvo su cabeza, arrodillándose. Después de eso, todo el calor se disipó de Taichi en un instante. Sus sentidos fueron regresando gradualmente. – ¿T-Te encuentras bien? Nagase… Taichi voló al lado de Nagase. En ese momento, Aoki dijo una línea crucial: – ¡Lo ves! ¡Es debido a tu egoísmo que las personas a tu alrededor saldrán heridas! Su corazón se afligió, como si fuera apretado en sí mismo. Aoki tenía razón: él iba, debido a su egoísmo por no querer que las personas a su alrededor resultaran heridas, herir a las personas―incluso a las personas que quería. Él supo que no tenía el derecho de salvar a nadie estando en esta posición. Frente al desconcertado y estático Taichi, Aoki también se posaba de pie, como si estuviera congelado. – ¡…No, espera! Mis palabras cruzaron la línea. Lo lamento. -, dijo Aoki con voz ronca, débil e insignificante. Lo que sucedió después se perdió en trozos dentro de su memoria como un sueño. Fue muy probable que lo dejaran allí y fueran de regreso a sus casas por sí mismos. 230


Aun así, algunas cosas fueron dejadas en su memoria, incluyendo la frente de Nagase, tornándose roja, él disculpándose con Nagase múltiples veces, y Nagase confrontándolo diciendo, – Me empujaste así porque el desencadenamiento de los deseos te dijo que me hicieras a un lado a mí, quien estaba interfiriendo. No hay necesidad de que te disculpes. Taichi permaneció en su cuarto solo, envolviéndose a sí mismo bajo la colcha. Él tenía miedo debido a que había herido a la persona que más quería. Entonces, él supo, a lo último, que Kiriyama tenía un sentimiento similar al que él sentía.

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Yo fallé. No tenía intención de acércame a él. No quería que todo se desmoronara por mí culpa. Fue una sobrecarga para mí.

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Sin embargo, fui yo quien creó esas ilusiones. Esperaba que llegará a convertirme en alguien necesario para otros. Tenía la esperanza de crear un lugar que se acomodara a mí. Por lo tanto, fue mi culpa que los otros se sintieran decepcionados de mí cuando sus ilusiones se hicieron añicos. Tal vez no podría volver más a ese lugar. Cuando mis pensamientos alcanzaran esta etapa, mi pecho dolería, y mi corazón se afligiría. Mi corrupto corazón siempre pensaría en estos inservibles y repugnantes asuntos. De nuevo tenía miedo de acercarme a ellos.

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Si estaba demasiado cerca, tenía miedo de llegar a herirlos, pero si estaba demasiado lejos, tenía miedo de llegar a perder mi balance.9 ¿Dónde debería estar? ¿Dónde debería permanecer? ¿Dónde estaba el lugar donde alojarme? Esto y eso―yo sólo estaba pensando en mis asuntos personales. Igual que los otros, me sentía mal, pero me odiaba a mí misma por sólo ocuparme de mí en vez de los otros que necesitaban mucho más cuidado que yo misma. Además, los otros habían confundido que yo no era ese tipo de persona. Mi mascara hipócrita pronto se caería. Fue lo más insoportable ser desgarrada, no por otros, sino por esa persona.

9 Esta línea parece provenir del dilema del erizo, aunque no se especifica en la novela. En el dilema del erizo, los erizos buscan hacerse más cercanos entre sí para así poder compartir calor durante el invierno, sin embargo, ellos deben permanecer apartados, ya que no pueden evitar herirse entre sí debido a sus filosas espinas.

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Y lo más importante era que había perdido mi confianza en sostener mi yo más ideal. Yo era tan sólo una estúpida e insignificante persona.

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Al día siguiente, nadie se apareció en el salón del club.

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Capítulo 5 Trabajando juntos para ayudar al colapsado

A pesar de que Taichi tuvo una discusión con Aoki y Nagase el día de ayer, él aun así fue a la escuela como era habitual. A decir verdad, él pensaba que era demasiado engreído y egocéntrico, tanto que sería mejor si realmente se quedara en casa. Sin embargo, él tenía el presentimiento de que terminaría con consecuencias incluso más graves si realmente se quedara en casa. Todavía estaban sus padres y su hermana en casa. No era enteramente seguro si fuera a hacer algo caótico allí. Además, Nagase sin duda iba a sentirse arrepentida si él hiciera esto. Ya fuera su corazón u otras partes, Taichi no quería herirla nunca más. 235


Al mismo tiempo, él estaba escéptico ya que no sabía que iría a hacer afuera. Si fuera propenso a herir a Nagase cuando estuviera dándole la cara, parecería una decisión más precipitada. Empapado en un bosque sin salida, él no sabía dónde ir o que camino era el correcto. De cualquier forma, él aun así se las arregló para ir a la escuela. Sin embargo, él estaba perturbado por el hecho de que haría cualquier cosa caótica si fuera a acercarse a cualquiera. Él tenía que soportar el día y tratar de mantener una buena distancia de cualquiera, poniendo su mente únicamente en sus estudios. Cuando Nagase se le aproximó a una vez, él intencionalmente se mantuvo alejado de ella. Él le había enviado un mensaje a ella diciendo que lo intentaría lo mejor posible para evitarla. Él también le envió un mensaje de disculpas por lo que había dicho ayer a Aoki. Aun así, él no había recibido una respuesta después de un prolongado tiempo de espera. 236


Cuando él y Aoki estaban teniendo su clase su clase de educación física, Aoki lo ignoró rotundamente. Taichi no podría invocar su coraje para ir al salón del club. Al día siguiente, Taichi adoptó la misma medida. Nunca en tanto tiempo él simplemente iba a la escuela sin tener una conversación con Nagase o Inaba Himeko. En aquel entonces, ellos tendrían una conversación por al menos una vez en uno de los recesos de un día. Watase y sus otros amigos le preguntaron repetidamente con sorpresa, “– ¿Están bien?” Si la distancia entre ellos incrementaba aún más, probablemente sus compañeros de clase se sentirían más intrigados de qué sucedió con ellos. También estaba el problema de Kiriyama. Era de hecho el problema más grande. Kiriyama no había ido a la escuela, incluyendo ayer y hoy. Desde el caos en la estación, ella había estado ausente por más de una semana.

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Se alegaba―se decía a escondidas, de hecho―que Nagase había visitado a Kiriyama ella sola ayer, pero no cosechó nada. Nagase dijo que estaba planeando visitarla nuevamente hoy. Las amigas de Kiriyama en su clase también parecieron adoptar medidas similares, aunque su progreso no fue bueno, ya que no sabían la verdadera razón tras su ausencia. Era necesario pensar en soluciones para su problema, sin embargo, podrían ocurrir problemas si los deseos de Taichi fueran a ser desencadenados mientras que él estaba en ello; por lo tanto, era más preferible reunir a los miembros del club y discutir las soluciones juntos. Aun así, ellos podrían herirse los unos a los otros si se reúnen juntos ya que su proceso de pensamiento fácilmente podría ponerlos emocionales, especialmente a él mismo, engreídos y a pensar únicamente en cosas que les importen a ellos mismo. Él podría fácilmente herir a otros. Él sabía que hacer esto era la peor idea, sin embargo, el peor sujeto alrededor era él mismo. Rayos no: él no podría hacer esto.

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Él sólo podría dejar que el tiempo flotara mientras que los asuntos empeoraban día tras día. Él no pudo invocar su coraje para ir al salón del club de nuevo. Otra semana había pasado. Él se había encerrado en su habitación sin salir durante los fines de semana. Su hermana estaba muy preocupada de su condición. Con miedo del desencadenamiento de los deseos, él pasó el tiempo solo, un tiempo que se sintió demasiado largo. Él había pensado en que hacer ahora, pero, no podía estar seguro de que haría durante su contemplación. Él no estaba dispuesto a hacer nada, ni estaba dispuesto a desenvolverse a sí mismo. Hubo una vez que rompió su despertador ante él cuando sus deseos se habían desencadenado. Esta ira de romper cosas escondida en su interior lo horrorizó.

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Él no sabía en qué se convertirá eventualmente. Él estaba asustado de convertirse en alguien que llegara a herir o hacerle daño a alguien importante para él. Si estaba solo, él se hundiría en un pantano, incapaz de hacer nada. Dejando ir sus excesivos pensamientos, él fue a la escuela como era habitual el lunes. Él se esforzaba para abstenerse a sí mismo de pensar en cosas que afligirían a su corazón. Él dejo que sus pensamientos vagaran lejos y se concentró en las cosas justo en frente de él. A decir verdad, él no podía controlar sus pensamientos de forma placentera. Cada vez que algo sucedía, diferentes pensamientos corrían a través de su mente. Fuera como fuera, nada inducido por el desencadenamiento de los deseos afectó a las personas a su alrededor. ¿Era meramente su suerte? ¿O era él este tipo de persona? Taichi tampoco había hablado con nadie del club hoy. 240


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La sexta lección del lunes era la hora de la reunión de la clase 1-C. La presidenta de la clase―Fujishima Maiko―está de pie frente a la mesa de los profesores, discutiendo los asuntos con respecto a las actividades de aprendizaje al aire libre que se avecinaban durante los fines de semana. Taichi se recordó a sí mismo concentrarse en lo que estaba sucediendo en el momento. – Esta discusión se está tornando aburrida. ¿No sería genial si todo es decidido por nosotros desde el principio? -, dijo Watase, sentado junto a Taichi. Los dos fueron acomodados el uno junto al otro el primer semestre, así como el segundo. – Esta actividad necesita la participación de todos, supongo. Cada clase de estudiantes de primer año de la Secundaria Yamaboshi podía decidir a donde ir y qué hacer en la actividad de aprendizaje al aire libre de otoño. Habían pasado varias veces desde que habían discutido 241


esto en las reuniones de la clase, y esta discusión era la última. – Qué agotador. Esta es tan sólo otra excursión normal de todas formas. Es definitivamente el maestro holgazaneando y tirando todo para que los estudiantes decidan por él. – Di algo constructivo en cambio. – Hey, de cualquier forma su alteza Fujishima está aquí. Ella es maravillosa y hoy también está hermosa. Watase había estado mencionando el nombre de Fujishima de vez en cuando. ¿Acaso era un súper masoquista? – ¿Pero, por qué “alteza”? Taichi giró su cabeza para mirar a Fujishima. Su cabello atado atrás de su cabeza y su flequillo peinado estaban muy pulcros y ordenados como era usual. – Entonces, vamos a hablar acerca de los grupos, en cuales de los diferentes grupos se verán sometidos a la actividad principal de este viaje―preparar el arroz con curry. 242



Su profesor de la clase, Gotou Ryuuzen, se fue después de decir, – Muchísimas gracias. Dejaré que Fujishima se haga cargo desde aquí -, y Fujishima lo tomó enérgicamente. – Estoy planeando en tener ocho grupos, con cinco compañeros en cada uno. Originalmente quería tener diez grupos, pero ya que la clase 1-A compartirá con nosotros las instalaciones, lo he cambiado a ocho así que nuestra demanda no sobrepasará nuestros recursos. – ¿Habrá demasiados grupos? – ¿No sería mejor si hay más personas en un grupo? Los estudiantes empezaron a arrojar sus propias opiniones (Quejas) – ¿De qué estás hablando? -, dijo Fujishima, agitando su cabeza sin poder hacer nada. – Es, por supuesto, importante endulzar nuestra juventud con recuerdos de juergas con nuestros amigos, ¿pero están satisfechos con simplemente eso? ¿No hay acaso cosas más importantes?

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La clase cayó en silencio; todos estaban concentrados en lo que Fujishima tenía para decir. – Sí. Eso es― ¡Amor! Como si apuntara hacía el criminal igual que un reconocido detective, Fujishima mostró su dedo enérgicamente. – Cuando hay menos compañeros de grupo, todos tienen que poner todo su ser en ello. Es debido a pequeños grupos de compañeros que se impedirá que el fenómeno―chicas y chicos hablando con su mismo género―suceda. Ellos entonces, gradualmente, empezaran a trabajar juntos, y a entenderse entre sí, ¡o incluso a tener contacto corporal! ¿Realmente quieren que esta oportunidad para la germinación de algo se desvanezca por el desagüe? Bien, permítanme preguntar de nuevo: ¿quieren ocho grupos? ¿O menos? – ¡Tengamos ocho grupos! ¡Fujishima sama! -, exclamaban la mayoría de los chicos de la clase. Watase incluso gritó en unísono. Sin embargo, ¿en qué momento Fujishima se convirtió en tal personaje? Ella debería ser más como una estricta 245


presidenta de la clase. ¿Espera? ¿Por qué él no podía pensar en cómo lucía ella cuando era estricta? – Entiendo. Entonces, ya que hay veintiocho personas en cada grupo de cada género, vamos a tener que separar chicos y chicas en cuatro grupos de tres personas y cuatro grupos de dos personas respectivamente. Si alguien quisiera hacerlo, también podemos permitir chicos que chicos y chicas formen grupos únicamente de su género. Yo haré los ajustes si algunos grupos no pueden ser formados. ¡Empecemos! Bajo el anuncio de Fujishima, todo el mundo dejo sus asientos y comenzó una acalorada discusión. Taichi estaba pensando en con quien emparejarse. Permitir solamente chicos, ¿él debería encontrar que Nagase e Inaba estuvieran en el mismo grupo que él para evitar lo inesperado? Sin embargo, ellos mantuvieron su distancia para evitar cualquier peligro. No, si él fuera a pensarlo mucho nuevamente, el haría… Él recordó cuando Nagase se golpeó contra el armario. Era bueno pensar que aquello fue un corte pequeño en vez de un daño severo, pero si hubiera caído contra una ventana, algún vidrio, o cualquier otra cosa… – ¡Entremos al mismo grupo, Yaegashi!

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– Genial, no hay problema -, Taichi asintió en consentimiento a lo que Watase dijo. – ¡Entonces, de las chicas, quisiera a Fujishima! – Um… – Oye, quizás quieres a Nagase e Inaba junto contigo, pero está fuera de los límites esta vez. Tienes suficiente tiempo coqueteando con ellas en tus actividades del club; ¿no deberías darme una mano esta vez? Está bien, voy a recomendarte un magnifico lugar para ir en una cita la próxima vez. Lo prometo -, dijo Watase, sacudiendo los hombros de Taichi, con sus ojos mortalmente serios. – ¿Desde cuando empecé a coquetear con chicas? Rindiéndose ante qué hacer o pensar, Taichi trato de desviar su atención sobre algún otro tema despreocupado. – Watase, debo ponerlo de esta forma. Aunque sé que eres básicamente popular entre las chicas, y tu experiencia en el amor es amplia, Fujishima no es esa persona con la que quieres llevarte bien.

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– Es por eso que la quiero. Además, ¿por qué hablas como si la conocieras bastante? – E-Esto es difícil de explicar sobre la marcha. Mientras Taichi escapaba de las preguntas de Watase, el observó alrededor del salón de clases, atrapando un vistazo de Nagase e Inaba teniendo una conversación a cierta distancia de él. – Es mejor si estamos en el mismo grupo, Inaban. – Mantente alejada de mí; ¿acaso no recuerdas lo que dije? Dijo Inaba, aparentemente irascible. – T-Tú no tienes que decir esto -, dijo Nagase inestablemente. La atmosfera parecía indispuesta. – Esto es por tu propio bien. – Yo también estoy haciendo esto por tu bien… – Yo tengo la razón, tú no. – ¡Eso es difícil de decir! -, gritó Nagase.

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Los estudiantes a su alrededor se giraron para mirarla con sorpresa. La inestable atmosfera agitó a las personas en su interior. ¿Habían sido los deseos de Nagase desencadenados? ¿Debería detenerla? Incluso si lo hago… – ¡Deja de gritar, idiota! Tsk, por favor, aléjate de mí. Inaba lucía extremadamente apática, aunque sus deseos no parecían haberse desencadenado. Esto hizo que Taichi se sintiera aún más perturbado. Nagase apretó sus dientes para cargar con el dolor, su rostro estaba al borde de las lágrimas.

– Voy a ir a lavar mi cara -, murmuró Nagase, diciendo esto para sí misma, y dejo el salón de clases. El salón de clases había caído en silencio. – Nagase… Debería atraparla, pensó Taichi, levantándose. En este momento, una clara y fuerte voz irrumpió en silencioso salón de clases.

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– Inaba al igual que Nagase formaran un grupo conmigo -, dijo la presidenta de la clase, Fujishima Maiko. – ¿Qué demonios? -, protestó Inaba. – Yo seré a quien le caiga la culpa si Inaba y Nagase no se llevan bien la una con la otra y destruyen el ambiente de nuestra clase. – ¡Yo no tengo que escuchar tu basura! Inaba mostraba su agitación. Tal vez, la palabra auto control había dejado su mente. – Como la presidenta de la clase, tengo que salvaguardar el amor y la paz en nuestra clase. – ¡Fuera como fuera, tú no tienes el derecho a decidir! – Sin duda lo tengo. Soy la presidenta de la clase. Fujishima lucía como una camarada de la justicia, pero Taichi no esperaba que ella salvaguardara el amor en su clase también. – ¿Está bien entonces, Yaegashi?

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– ¿Eh? ¿Qué? -, Taichi hizo un extraño sonido lleno de sorpresa. – Déjame ver, tú estás en el mismo grupo que Watase. Entonces, está decidido: Nagase, Inaba, Yaegashi, Watase, y yo formaremos un grupo de cinco personas. ¿Te parece bien, Yaegashi? – Por qué tienes que preguntarme… – Cállate. Se le ocurrió a Taichi que fue Fujishima quien preguntó primero―parecía que recientemente ella era brillante en muchas maneras. – Tsk -, dijo Inaba. Por otra parte, Watase dio palmaditas sobre los hombros de Taichi, – Yaegashi, la próxima vez voy a invitarte a una lata de jugo―a dos latas, eso es.

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Sus clases habían terminado una vez que la reunión de la clase terminó. Mientras que Taichi pensaba que hacer, él miró alrededor, sólo para ver a Inaba caminando al lado de Nagase. A pesar de que él no podía escuchar lo que estaban diciendo, ellas parecían tener una discusión. Sin embargo, Inaba rápidamente dejo a Nagase dándole la espalda. – Inaba -, Nagase exhortó hacía Inaba, pero Inaba la ignoró y se fue. Nagase dejó caer sus hombros tristemente. Aparentemente, a medida que sus hombros cayeron, su mochila se deslizó junto con sus hombros y cayó al suelo. Nagase entonces lentamente levantó la mochila que estaba rodando por el piso. En este momento, ella encontró sus ojos con los de Taichi. Taichi rápidamente evitó sus ojos, sintiendo inmediatamente que más tarde algo desagradable iba a suceder. ¿Por qué? ¿Por qué apartó sus ojos? Fue obvio que su acción era deliberadamente ignorarla. Aunque ellos no deberían estar demasiado cerca para contenerse de herir a otros, él no tenía necesidad de ignorarla. ¿No estaba esto hiriendo a Nagase también? Fue completamente sin sentido. Taichi observó su mesa, pensando sobre ello, y

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levantó su mirada cautelosamente; Nagase estaba caminando afuera del salón de clases, abatida y agotada. Taichi tuvo un impulso de llamarla y confortarla, pero cuando pensó que este impulso era simplemente por su ser siendo incapaz de ver su entristecido rostro, él se odió a sí mismo. Taichi estaba en el salón de clases, solo. El reloj colgado en la pared señalaba al número cuatro. Las personas dirigiéndose a casa habían empezado su camino; las personas con actividades del club estaban dirigiéndose a sus clubes. Sería mejor si él regresara a casa temprano para sentirse sano y salvo. Aunque sabía esto, él simplemente no podía ponerse de pie. Cuando él estaba malgastando el tiempo, la puerta del salón de clases fue abierta. Entrando a través de la puerta estaba el profesor de la clase 1-C al igual que el consejero de su club―Gotou Ryuuzen―. ¿Podría ser ‹Fusen Kazura›? Taichi lo pensó por un instante. – Oh, Yaegashi, ¿qué estás haciendo en el salón de clases tú solo? No era ‹Fusen Kazura›. Tan sólo era el Gotou normal. – Nada, realmente. 253


Gotou caminaba en el salón de clases. – Hey, vamos a poner eso a un lado por ahora. Como sea, algunos otros profesores se quejaron conmigo de que esta mesa del profesor está meciéndose, así que le pedí a la escuela que la reemplazaran por una nueva, pero ellos me dijeron que la reemplazara yo mismo. ¿Es esto razonable? Esto no hace parte del trabajo de un profesor, ¿no es así? Aunque parecía que iban a ayudar a cambiarla mañana, el profesor que se quejó conmigo dijo que tenía clases mañana. Este profesor es muy malhumorado, ya ves. Mientras hablaba sin parar, él levantó la mesa del profesor y se detuvo. – Te ves como si no tuvieras nada que hacer. Ven y dame una mano. Como tal, Taichi estaba cargando la mesa del profesor junto con Gotou. Taichi daba la cara hacía la dirección en que se dirigían para abstenerse de mirar directamente a Gotou. Aunque Gotou no hizo nada para enojarlo, no era placentero para él recordar a ‹Fusen Kazura› cada vez que lo veía.

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– Bien. Es una suerte tenerte para que me ayudes. Sería peligroso cargar con esta cosa por todas las escaleras. – Oh -, dijo Taichi impotentemente. Usualmente, Taichi podría distinguir la diferencia entre Gotou y ‹Fusen Kazura›, pero ahora él no podía tratar a Gotou con un estado mental normal. Él tenía miedo de llegar a enojarse con Gotou. Girando cerca de la esquina del corredor, ellos entraron a algunas otras partes de la escuela. – Oye -, dijo Gotou, con un ligero cambio de tono, – ¿hay algo que te moleste? Habiendo sido hurgado en el punto más doloroso, Taichi estuvo cerca de soltar la mesa del profesor y logró un buen control de ello después. – Nada, estoy bien. – Es poco conveniente negarlo con ese rostro tan abatido. ¿Fuiste rechazado? Déjame adivinar… ¿Nagase o Inaba? O podría ser… ¿Kiriyama?

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– Nada de eso -, dijo Taichi sencillamente. Él deseó que las cosas no siempre se dirigieran al aspecto amoroso. – Tú deberías encontrar un amigo para discutir contigo a veces. – ¿Eh? Mientras que Gotou sonaba mortalmente serio, hablando como un profesor, Taichi no podía evitar responder con una voz sorprendida. – Estaba diciendo―deberías ir y hablar con un amigo sobre ello. ¡Oh, no me preguntes por sugerencias! No me intereso en los problemas amorosos entre los estudiantes de secundaria. Taichi no respondió, pero él murmuró lo que Gotou había dicho: – la mayoría de los problemas pueden ser solucionados si hablas con un amigo sobre ello. Cuando Gotou dijo esto con tanto sentimiento, él no sonó como un profesor que no se preocupaba por nada y actuó como un estudiante. Él sonaba como un adulto en el que se podía confiar. La auto-protección de Taichi fue suavizada un poco, y él dejo salir un poco de lo que estaba 256


pensando, – Pero si lo discuto con mis amigos, ellos saldrán heridos. Ellos querían discutir medidas acerca de ayudar a Kiriyama, pero ellos en cambio se hirieron unos con otros a un punto del cual ya no estaban seguros. – ¿Qué? ¿Acaso los amigos no son las personas que se hieren y se causan problemas entre ellos? Taichi observó a Gotou con sorpresa, pero Gotou sólo lo miró con una cara que decía, “¿Qué estás diciendo? Es obvio.” – Por cierto, ¿qué quieres decir con salir heridos sólo por discutirlo? ¿Oh, es un triángulo amoroso? Mientras que Gotou cuestionaba y se respondía después, él continuó asintiendo en consentimiento a lo que se había dicho a sí mismo. – En caso de estar en estas situaciones, bien podrías tratar de no escapar y dejar todo claro para llegar a un entendimiento mutuo. Siempre hay una manera de resolver los problemas si lo discuten entre sí directamente. Esto es lo que los amigos hacen. A veces, es posible que falles, pero si no lo dices y lo dejas por sí solo, vas a 257


lamentarlo el resto de tu vida. Dicho eso, ¿tomar acciones y fallar después no suena mejor? No estaba mirándolo con optimismo, ni tenía miedo de los riesgos. Estaba creyendo que las cosas se enmendarían por sí solas al final y se adoptarían medidas. Taichi escuchaba a Gotou con atención. – Es posible que falles, pero sin algunos argumentos significativos, ustedes no terminaran convirtiéndose en verdaderos amigos. ¿Cómo debería ponerlo? Si tú sólo juegas a lo seguro, es posible que pierdas lo más importante. Sus pensamientos lentamente se hundieron en el corazón de Taichi: ¿Perdería él la cosa más importante si jugaba a lo seguro? – Aah, por cierto, ¿no soné como un profesor cuando dije esas cosas? ¿No estarás un poco conmovido? – Si no agregaras esa línea, bien puedo decir sin rodeos, estoy conmovido. – Qué, a estas alturas, tú tan sólo deberías decirme directamente “¡Estoy conmovido, profesor!” o debería decir… oh, Fujishima, ¿qué estás haciendo aquí? 258


Gotou mencionó a Fujishima, quien se había topado con él en el pasillo. – Tengo que lidiar con algo respecto a la actividad de aprendizaje al aire libre. ¿Tiene algunas cosas que manejar también, profesor? Muchas gracias -, dijo Fujishima formalmente. – Así parece. Por cierto, Fujishima, ¿podrías escuchar a Yaegashi? – ¿Eh? – ¿Qué? Taichi al igual que Fujishima hizo una voz confusa. – He estado discutiendo con Yaegashi acerca de lo importantes que son los amigos. Así que, Fujishima, ¿puedes escucharlo? Él parece tener algo que lo está molestando. – Profesor, aun cuando soy la presidenta de la clase y usted el profesor, no puede decirme que haga todo. Además, Yaegashi no es mi amigo sino mi enemigo. Entonces así fue como Fujishima tomó a Taichi.

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– ¿Qué? ¿Fujishima es el enemigo? ¿Hey, que clase de relaciones complicadas tienen ustedes? Los estudiantes de secundaria recientemente están demasiado a la vanguardia. De cualquier forma, ¿no es genial que Fujishima tenga relación con el problema? Así que, chicos, ustedes deberían tener una discusión. – ¡E-Espera, Go! Incluso cuando Taichi llamó a Gotou por su apodo, Gotou no lo escuchó. Gotou, quien parecía haberse equivocado enormemente, usó su fuerza para alzar la mesa del profesor que él y Taichi habían estado alzando juntos, y dejo a Taichi y Fujishima. Taichi y Fujishima fueron entonces dejados en el centro del pasillo donde pasaría a través. – ¿Qué demonios? Olvídalo, ¿Yaegashi qué está molestándote? -, preguntó Fujishima, subiendo sus lentes al mismo tiempo. – Nada.

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No había mucho que discutir con Fujishima. Además, él había pensado una vez en mandarla a volar. No era apropiado estar demasiado cerca de ella. Aun así, Taichi detuvo sus pensamientos por un momento. Se le ocurrió que había estado equivocándose. – ¿No? Entonces déjalo así. ¿Oh, podría ser algo referente a Inaba y Nagase? – Mmm… Habiéndole dado en el lugar correcto, Taichi no pudo evitar cambiar su rostro. – ¡De acuerdo! Entonces, como la protectora de la paz y el amor en la clase, no puedo dejarlo así como así. ¿Cuál es el problema? Déjalo salir. Fujishima tuvo la osadía de empujarlo a dar una explicación; sus ojos tras sus lentes acentuaban esta horripilante presión. Él podría no ser capaz de irse si no decía nada.

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Además, él podría entender algunas cosas si diera un paso aquí. Después de todo, su humor no era malo ahora, y la violencia en su corazón había descansado un poco. Incluso si sus deseos fueran desencadenados, las cosas no se pondrían demasiado peor. Taichi entonces trato de hacerle a Fujishima la misma pregunta que él le había hecho a Gotou. – Déjame ver. Si tú fueras a herir a otros cuando discutes con ellos, ¿Qué harías? Habiendo escuchado la pregunta de Taichi, Fujishima exhalo un suspiro. Ella parecía estar diciéndole: “¿Ni siquiera sabes eso?” – Entonces, ¿no puedes simplemente evitar discutir con otros? – Sí, esta es la respuesta más probable, pero si no nos sometemos a ninguna discusión, algunas cosas no podrían ser hechas. – Entonces discute con ellos. – Pero entonces ellos podrían salir heridos. 262


– Déjame preguntarte, Yaegashi. ¿Cuál es más importante? ¿Es herir a ese alguien con quien discutes o terminar una tarea a través de esa discusión? ¿Cuál es tu objetivo más importante? Puedes intentar haciéndote estas preguntas a ti mismo -, dijo Fujishima continuamente. Su objetivo más importante. La cosa que él más atesoraba. – Cuando tú puedas decidir las cosas más importantes con fe y determinación, las otras cosas se enmendaran por si solas a final. Por el contrario, en muchas ocasiones, si tú no decides, las cosas nunca empezaran -, dijo Fujishima, mostrando una sonrisa después. Viendo a Fujishima, quien siempre había estado llevando una máscara de hierro, sonriendo, daría lugar a una sutil sensación de si estaba bien el ver tal sonrisa en ella. Sin embargo, Taichi la reconoció como una sonrisa con gran encanto.

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– Por cierto, pienso que los humanos son criaturas que se harán daño mutuamente. Como sea, está en tu libertad como tomarlo. Los humanos son esencialmente criaturas que se harán daño mutuamente. Esto fue lo que Fujishima proponía y tomaba como un hecho. En este momento, Fujishima dijo, “Oh, lo lamento”, y sacó su teléfono. Parecía ser que alguien la estaba llamando. – ¿Hola? ¿Oh, qué sucede? ¿Bien, así que quieres hablar acerca de algunas agonías amorosas? Déjamelo a mí. Su confiable presidenta de la clase sin duda parecía atareada. – De acuerdo, bye. Cerrando su teléfono, Fujishima miro hacia atrás a Taichi. – Perdón, tengo algunas cosas que atender. ¿Tienes alguna otra cosa que quieras preguntarme?

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– No, está bien. Deberías hacerte cargo de esas cosas ahora. – ¿En serio? Entonces me voy. Eres bienvenido a hacerme cualquier pregunta en cualquier momento. Si aquello va a afectar a nuestra clase, incluso te prestare ayuda -, dijo Fujishima elegantemente, y lo dejo. Debido a su ser demasiado elegante, Taichi de repente dijo, medio bromeando, – Fujishima, ¿qué eres en realidad? – ¿Yo? Fujishima giró su cabeza, su cabello atado atrás de ella revoloteaba junto con el viento. Ella empujó sus lentes. – Déjame pensar en ello. Pienso que puedo ser conocida como una predicadora del amor -, dijo Fujishima con una seria apariencia incluso cuando decía algo como una broma. Fujishima lo dejo gradualmente y desapareció después de que tomó un giro en las escaleras. Taichi fue dejado solo en el corredor. 265


A pesar de que estaba solo, él no sentía que estaba aquí por sí solo. La transmisión de la escuela entró en este momento: “Señor Gotou, señor Gotou. Por favor diríjase a la sala de maestros inmediatamente.” Era una transmisión llamando a Gotou. Taichi tenía la esperanza de que no fuera debido a que él olvidara unirse a las reuniones. Soplando un poco de aire fuera, Taichi dio un paso adelante y empezó a caminar. Después de que los miembros del club, incluido él, fueran afectados por el fenómeno inducido por ‹Fusen Kazura›, siempre habían estado discutiendo juntos. Esto era sin duda entendible considerando su situación. Sin embargo, había más que ellos en el mundo. Ellos afectarían a las personas a su alrededor; ellos le pedirían fuerza a las personas a su alrededor y les causarían problemas a los que los rodean.

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Sin importar el momento, él estaría conectado a personas de todos los tipos. Taichi, por lo menos, recordó este hecho obvio que él casi había olvidado.

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Taichi entró solo al salón del club. Sólo habían sido un par de días desde su partida, sin embargo, él extrañaba mucho este lugar. Él se sentó en el sofá negro originalmente hecho para tres personas. Las dos largas mesas fueron alineadas juntas, sin nadie sentado en las sillas plegables que las rodeaban. Taichi inhaló profunda y potentemente. Él empezó a pensar en qué hacer.

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Normalmente, el fácilmente se pondría preocupado y dudoso frente a qué haría cuando estaba pensando solo, pero ahora él sentía que estaba bien. Él sabía que era engañoso decir que no estaba asustado, especialmente cuando sus pensamientos de ayudar a otros emergían de él, él podría incluso herir a otros, lo cual era bastante peligroso. Sin embargo, se le ocurrió que podría entender algunas cosas si él fuera a poner su esfuerzo más grande en ello. Había algo más allá del brillo que Gotou y Fujishima compartieron. Él no podría perderse, para no ser incapaz de percibir los asuntos que fueran importantes para él. Así que él empezó a pensar. Él había estado tratando de mantener de todos en el club. ¿Por qué? Esto es debido a que él no quería hacerle daño a nadie. Él eligió abstenerse debido a esto. Pero, ¿era realmente la elección correcta? Seguramente, tal vez el desencadenamiento de los deseos podría terminar mientras aún seguía absteniéndose, pero nadie podía 268


decir con seguridad cuando terminaría. Además, ¿habían ido ellos a un nivel en el que no se podrían abstener más? Si fue así, ¿podría ser que todos en última instancia se encerraran a sí mismos? Si esto continuaba, ellos estaban atados a estallar, debido a que gradualmente serían incapaces de entenderse. Ellos deben prevenir que esto suceda. Además, ¿Cuál era la cosa más importante para él? Ahora estaba esforzándose con el fin de evitar herir a alguien. Esto era, por supuesto, algo importante. Era algo importante hacer lo mejor que uno pueda para evitar herir a cualquiera cerca a uno. Sin embargo, ¿era este su objetivo? ¿Estaba bien simplemente cumplir con este objetivo? ¿Él estaba viviendo sólo por esto? Por supuesto que no. Este no podía ser su meta. Entonces, ¿por qué se esforzaba tanto en prevenir herir a alguien más? Esto era debido a que ellos eran sus camaradas, y él los apreciaba. Ciertamente, los sentimientos en su interior no eran puramente sentimientos inducidos por su voluntad indispuesta a ver a alguien herido, pero, ¿por qué se sentiría tan doloroso cuando él no estaba viviendo por la causa de prevenirse a sí mismo de herir a otros? ¿Qué debería hacer para solucionar este problema? ¿Qué era esa cosa que él verdaderamente esperaba? ¿Era simplemente tener a todos reuniéndose juntos? 269


Kiriyama se encerró a sí misma en su casa debido a que se se conmocionó. Todos habían planeado resolver esto juntos, aun así ellos terminaron teniendo rencor unos contra otros, y como consecuencia, sus lazos se desmoronaron. Entonces, ¿Qué debería hacer él ahora? ¿En qué quería él que se transformara la situación? ¿Cuál resolución era la más ideal? Conectar sus lazos de nuevo, y poder trabajar juntos para solucionar el problema de Kiriyama encerrándose a sí misma en su casa― ¿No es este el objetivo que él quería cumplir? Esta era obviamente la resolución más ideal, pero ¿por qué él no se había esforzado para cumplir con esto? Esto era porque él había arruinado las cosas, olvidado, y perdido la cosa más importante. ¿Qué debería hacer cuando defenderse sólo arruinaría más las cosas? Era la ofensiva. La ofensiva era a veces la mejor defensa. 270


Él estaba absolutamente en contra de ver a cualquiera herido o siendo propenso a ser herido, así que él sacrificaría lo que fuera para solucionar este problema. Él era obstinado. ¿Pueden las personas obstinadas desear por estas cosas? Él no lo sabía. Sin embargo, estaba bien preguntarles a otros si no lo sabía. ¿Él debería estar asegurado por su complicada situación?, los asuntos tan sólo empeorarían. Entonces, ¿por qué no simplemente ponerle un fin a ello? Él tenía metas que perseguía. ¿Alguien coincidiría con su deseo? Los rostros de Nagase, Inaba, Kiriyama y Aoki corrieron en la mente de Taichi. Él quería estar con todos nuevamente. Él deseaba que todos pudieran reunirse de nuevo en este salón del club. Tal vez era un cabeza dura, pero ¿qué era lo que él verdaderamente quiere hacer ahora?

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Él esperaba por una reunión. ¿Qué pensaban los demás?

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Taichi decidió contactar a Nagase Iori. Ella era la única persona por lejos que aún no había mantenido activamente su distancia de todos. Taichi esperó en el salón del club por Nagase. Nagase parecía todavía estar en la escuela; ella dijo que vendría inmediatamente al salón del club. En ese momento, la puerta fue abierta en un ruidoso estallido. – ¡Ta-Taichi! -, gritó Nagase, jadeando. – Hola. No tienes que estar tan apresurada. – E-Esto es porque tienes algo que decirme. 272


Nagase presionaba sobre sus rodillas con sus manos, flexionando su cuerpo, aparentemente exhausta. Taichi dejo que se calmara antes de hablar. Nagase estaba jadeando repetidamente. Había un inevitable miedo precipitándose en él cuando confrontaba a Nagase de esta manera. Sean cual sean las excusas que pudiera encontrar, él podría hacerle daño a Nagase por accidente, o si allí no existiera el desencadenamiento de los deseos… aun así, el hecho de que él había herido a Nagase no se desvanecería. Además, él podría haber herido a Fujishima. Todas estas eran evidencias que él no podía ignorar. Era de lo peor herir a alguien físicamente. Él era de lo peor porque él lo había forzado. Incluso si sus acciones fueron forzadas debido a los efectos del desencadenamiento de los deseos, dichas acciones no sucederían si él no quería. Una vez que él fuera ocupado por un pensamiento, este pensamiento sería la única cosa que importaría para él―él no podía siquiera imaginar que haría entonces.

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Esta era la persona que él era, a pesar de que él era esta persona… – Entonces, Taichi, ¿Qué sucede? – preguntó Nagase, su respiración se estabilizaba. Taichi observaba el rostro de Nagase directamente, encontrando sus ojos con los de él. Esos ojos que se asemejaban a límpidas gemas que reflejaban la imagen de Taichi. Nagase no tenía intención de escapar. Ella decidió observar que iba a suceder. ¿Qué es lo que quería hacer? ¿Era esto algo que podría ser perdonado? – Escúchame, Nagase. Yo soy extremadamente egoísta y obstinado. Una vez que creo que algo está en lo correcto, voy a apresurarme a hacerlo sin prestar atención a nada más. Nagase miraba fijamente a Taichi con calma. – Además, soy una de esas personas que será firme frente a su opinión si piensan que están en lo correcto. 274


Esta era la razón por la cual él le había hecho daño a Inaba, había tenido una pelea con Aoki, e incluso había herido a Nagase. – Así que, aún sigo siendo egocéntrico ahora. Taichi debía reconocer esto francamente. – Es porque soy semejante bastardo que mantengo mi distancia de todos con el fin de impedirme a mí mismo de herir a alguien. Creo que tú sabes eso. Sin embargo, él falló, y estaba completamente desanimado y consternado. – Pero, después de que nos habíamos separado, pensé sobre ello. Yo aún quiero estar con todos. ¿Era este un egoísta y obstinado deseo? – Pero como lo he mencionado. Soy egoísta. A veces podría herir a otros. Por supuesto, me gustaría hacer todo lo posible para evitarme a mí mismo es hacerlo. Aun así… ¿Los humanos tienen maneras de vivir sin herir a otros?

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– Realmente me odio a mí mismo por mis rasgos. Sé con seguridad que a nadie le gusta salir herido, pero aun así quiero estar con todos. Los lazos de los cincos eran muy importantes para Taichi. – Deberíamos separarnos porque no queremos lastimarnos, preferiría lastimarme a veces para redimir la oportunidad de estar con todos. Así que, si no te importa resultar lastimada algunas veces, tú aún deseas… ¿podría seguir estando a tu lado? Permíteme preguntar.

intentar

desear.

Permíteme

intentar

¿Qué piensa Nagase de esto? Mientras Taichi estaba hablando, Nagase miraba fijamente los ojos de Taichi sin parpadear. Nagase aspiraba aire en medio de su lloriqueo. Su boca estaba temblando, sus cejas frunciéndose, de sus ojos brotaron lágrimas. – Eh… ah… hey…

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Taichi no sabía qué hacer, ya que no esperaba que ella llorara. Al siguiente instante, Nagase se sentó en el piso. – ¡Taichi, eres tan cruel! – Eh… um… lo lamento. Mi forma de decirlo… – ¡Ese no es el problema! -, continuó Nagase, sentada en el suelo. – ¡Siempre he trabajado duro por una reunión, incluso cuando ustedes chicos me llamaban para dar marcha atrás! ¡Incluso cuando nadie venía al salón del club, yo seguía visitando a Yui sola! Habiendo sido dicho por Nagase, Taichi supo una cosa de nuevo. Él siempre había pensado que era la clase de persona la cual había estado pensando por los demás y esforzándose para no herir a nadie, pero ni siquiera se había dado cuenta que Nagase sentía semejante dolor. Todo el cuidado que él pensó había puesto por los demás probó ser inútil.

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– Pero si todos saldrán lastimados debido a esto, no habría más remedio si debíamos mantener la distancia… esto fue lo que originalmente pensé. Nagase abruptamente alzó su cabeza. Aunque sus ojos estaban rojos e hinchados, ella no había derramado una lágrima. – Pero tú me dijiste que herirse mutuamente es inevitable. ¿Es esto posible? Taichi no sabía la respuesta. Esto dependía de cómo Nagase y los demás lo tomarían. Nagase bajó su cabeza de nuevo. Entonces, ella levantó su cabeza de nuevo. – Pero, pienso que es posible -, dijo Nagase, con una brillante sonrisa en su rostro. Taichi fue tranquilizado por su sonrisa, y él se sonrió a sí mismo, sintiéndose un poco incómodo por no sonreír demasiado tiempo.

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Él extendió su mano derecha, y Nagase se levantó con la ayuda de su mano. Los dos se miraron fijamente a una distancia muy corta, una distancia a la cual ellos podrían abrazarse en caso de llegar a extender sus manos. Sin embargo, ellos rápidamente apartaron sus ojos y retrocedieron. Sí, la distancia que tenían era demasiado embarazosa. – T-Taichi. ¿Planeas decirle lo mismo a todos los demás, así todos podrían reunirse una vez más en el salón del club? -, preguntó Nagase, su rostro ligeramente se volvía sanguíneo. – Sí. Ese es mi plan. Taichi quería hacer esto, y él esperaba que todos lo quisieran también―aunque, esto era únicamente lo que él esperaba. ¿Cómo debería determinar él que lo que estaba haciendo estaba bien o mal? La respuesta era muy simple: tú sólo tienes que hablar con las personas. 279


– ¿Es así? Todavía me siento un poco preocupada. Yo también pensé en muchas cosas, y he trabajado duro, aun así, tú me arrebataste mi línea toda de una vez -, dijo Nagase, haciendo pucheros. – Um… eso es lo que te importa… – Sólo estoy bromeando. Quería atraparte con la guardia baja. ¡Realmente no me importa! Es lo mismo para que cualquier persona lo solucione. Él pensó que su relación estaba en un estado congelado, sin embargo, se derritió en un momento justo a través de la comunicación. A pesar de que tuvieron una corta separación, la conexión entre ellos seguía existiendo. – Por cierto, Taichi, ¿justo ahora no dijiste que eres muy egocéntrico? – S-SÍ. – Tú eres indudablemente egocéntrico. – ¡Wuaghh!

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En efecto, él seguiría estando sorprendido al escuchar a alguien decirle esto. – Aunque eres egocéntrico, la mayoría de las cosas que planeas hacer son correctas, aunque hay momentos en los que hay problemas en la forma en que los llevas a cabo -, dijo Nagase, ladeando su cabeza mientras hablaba. – Eres demasiado correcto, como un anciano cabeza dura. – Entonces, eso en realidad no significa que soy un anciano, ¿no es así? Taichi había estado un poco preocupado por esto desde que su hermana le dijo algo del mismo tipo. – Ahaha. Quizás tú eres un poco de esa manera. Durante este tiempo, el abrió su mente para hablar con Nagase, lo cual era extremamente satisfactorio. Taichi empezaba sentir que la situación en que estaban un era la gran cosa. Además, ellos deberían ser capaces de suprimir los efectos del desencadenamiento de los deseos a lo más mínimo.

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– Sin embargo, no puedo creer que llegaría a oírte decir que el herir a otros es inevitable. – En realidad no me gusta esto. Realmente lo odio. Pero, ¿por qué? Esto es probablemente debido al dolor que estamos sufriendo, inducido por la manera que elegimos vivir. Taichi aún estaba un poco confundido, pero su voluntad a reunir por todos los demás era mucho más importante que todo lo que residía en su corazón. Tal vez, esto era lo muy importante que eran los lazos de sus compañeros para él. – Oh, una cosa. Tengo que disculparme contigo oficialmente. Lamento haberte empujado y haber herido tu cabeza. Nagase mostró un rostro preocupado a medida que Taichi empezaba a hablar. – ¿Cuántas veces quieres disculparte? ¿No fue tan sólo un accidente porque querías que te diera paso? Además, fue inducido por el desencadenamiento de los deseos.

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No importa cuántas veces tuviera que disculparse, Taichi sentía que no era suficiente. – Pero yo… – Taichi -, interrumpió Nagase. – ¿No dijiste que era inevitable que algunas veces lleguemos a hacernos daño mutuamente? – Esto es un poco diferente. – Sí, quizás. ¡Pero no importa! Esto es porque yo, cómo la víctima, digo que está bien. Está bien si tienes más cuidado la próxima vez. Nagase sonrió gentilmente. – Sí. Lo más importante es jamás hacerlo de nuevo en el futuro. – Eso es de lo que estoy hablando. – Pero, ¿puedo hacerlo? No, debería estar trabajando duro para emplearlo. Debo trabajar duro.

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Aunque Taichi reconocía que los amigos se harían daño mutuamente, él no reconocía que los amigos podrían hacerse daño entre sí incondicionalmente. Él no sabía que tan fuerte su determinación jugaría un papel en la situación en que estaban atrapados, pero si era lo que él pensaba en su corazón, una oportunidad podría suceder. ¿Qué clase de persona era él ahora? ¿En qué clase de persona se convertiría en el futuro? – ¡Muy bien! Taichi, tu plan no es solamente llamarme de regreso al salón del club, ¿no es así? Nagase sonrió. Viendo la sonrisa de Nagase, Taichi supo que podría manejar lo que fuera. – Sí, por supuesto. Espero que todos puedan estar juntos de nuevo. Pienso que es lo mejor para todos. Ciertamente, aún tenemos que ver lo que piensan. – Genial, ¿pero qué deberíamos hacer? Llamarlos al móvil… no, será mejor si nos encontramos en persona,

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¿verdad? Así que, déjame encontrar a Inaba. Después de todo, tuve una pelea con ella hoy en el salón de clases. – Bien, entonces yo voy a tratar de encontrar a Aoki. Además, pienso que será mejor si hablaras con ella frente a frente. Yo también tuve una gran pelea con Aoki, así que tener una buena charla con él. – Sí. Tienes razón. Finalmente, lo más importante es Yui. – Sí. Kiriyama era quien estaba mayormente herida. Incluso si era inevitable que se hicieran daño mutuamente, este argumento no podía ser forzado sobre Yui. Sin embargo, siempre habrá una manera si trabajaran fuertemente juntos. Aunque ellos no sabían si iban a tener éxito, Taichi creía en que ellos lo harían, y por tanto él intentó trabajar duro de nuevo. El club sólo podría sostenerse cuando los cinco miembros estuvieran alrededor.

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– Entonces, vamos. La próxima vez que regresemos al salón del club, espero que todos, nosotros cinco, estemos aquí. – ¡Sí! Taichi y Nagase chocaron el puño del otro para elevar su espíritu.

□■□■□

Taichi llamó a Aoki. Ya que Taichi le envió un mensaje que llevaba incrustado el significado, “Te necesito para tener una charla directamente contigo sin importar que”, Aoki, aunque consternado por el vigor de Taichi, acepto charlar. Puesto que Taichi quería encontrase con él lo más pronto posible, decidió ir a la casa de Aoki. Ellos se encontraron a la orilla del rio junto a la estación que está más cerca a la casa de Aoki. 286


Aoki aún estaba vistiendo su uniforme. Al ver a Taichi, Aoki mostró con vergüenza una sonrisa irónica y lo saludó agitando la mano. – Hola. Se siente como si hubieran pasado siglos desde la última vez que nos vimos el uno al otro -, comenzó diciendo Taichi, aproximándose a Aoki con pequeños pasos apresurados. Aunque ellos no se habían encontrado por tan sólo cuatro días, la distancia de cuatro días se sentía anormalmente larga en sus corazones. – Sí, tienes razón. Aoki apartó sus ojos. Aoki usualmente había mantenido una actitud alegre. Era raro que Taichi pisara en tal atmosfera con él. ¿Qué sucedería? ¿Qué diría? ¿Qué estaba pensado yo? Estos aterradores pensamientos monopolizaban su mente. Si él fallaba de nuevo, o si él fuera a tener una pelea… El desencadenamiento de los deseos expondría cada centímetro de un hombre, pero si ellos podían seguir 287


siendo

amigos

incluso

cuando

fueran

expuestos,

entonces este fenómeno no valdrá la pena mencionarlo. Aoki una vez le dijo a Taichi: “¿Quién te crees que eres?”, e incluso lo criticó por ser una persona egocéntrica. Esto entristeció muchísimo a Taichi. Sin embargo, lo que él dijo fue verdad. Taichi había pensado una vez que separarse sería mejor que ser odiado también. Aun así, él quería ser amigo de Aoki. Esto era lo que él pensaba. Lo que quedaba era cómo lo tomaría Aoki. – Um, Aoki. Yo… dije palabras realmente malas antes. Soy arrogante y obstinado, y siempre había pensado que era omnipotente y que lo que creía era verdad; sin embargo, esto estaba equivocado. No puedo borrar mis errores, pero por favor déjame disculparme. Lo lamento. Taichi bajó su cabeza en disculpas. Aoki no le respondió inmediatamente, y por ende hubo una pausa entre ellos.

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Taichi levantó su cabeza preocupadamente, queriendo saber que sucedería, sólo para ver a Aoki jugueteando con su cabello con sus manos y dándole la cara al rio. – Ahh. ¡Demonios! ¡Sin duda fui atrapado! Wuaghh -, gritaba Aoki ferozmente. – Hey, hey. ¿Por qué eres tan ruidoso? Ten en cuenta a aquellos que están a tú alrededor. Taichi cayó en pánico. Aoki, por otra parte, sonreía con alivio. – Vaya, Taichi. Siéntate y tengamos una charla. ¿No se siente como la “juventud” cuando dos hombres charlan mientras miran la puesta del sol sobre el rio? ¡Vamos a pasarla como jóvenes un poco! Como resultado, Taichi se sentó junto a Aoki. La luz del sol se reflejaba sobre el rio en movimiento, brillando con vislumbre. El viento soplaba contra las mejillas de Taichi. Aunque era un poco tarde, la temperatura aún se sentía agradable.

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– Sí. ¡De hecho, yo también quería disculparme! Aunque, supe que fui atrapado una vez que me llamaste , dijo Aoki, sonriendo. – Tú me enviaste un mensaje de disculpas antes, pero yo lo ignoré. ¿Cómo debería decirlo? Lo que Iori dijo realmente me impactó. Me hizo ver cómo una persona mezquina. Oh, no quiero decir que Iori haya dicho algunas cosas malas, es sólo que estaba aturdido porque sus palabras me atraparon. – ¿Te atraparon? – Es debido a mi falta de capacidad que estaría celoso de todos ustedes que podrían salvar a todos. Incluso cuando no quería reconocer esto y trataba de escapar… especialmente de mí mismo… pensaba que estaba pensando en Yui todo el tiempo, sin embargo, la persona en que más pensaba era en mí mismo. Esto realmente me golpeó. – Esas personas llamadas “salvadoras” son tan sólo una coincidencia. Además, yo también dije que salvaría a Kiriyama, pero de hecho era por mi propio beneficio. *Fiuu* Ambos exhalaron un suspiro.

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– Taichi, realmente lo lamento. Es debido a mis celos sin sentido que te dije algo malo. Si estás dispuesto a perdonarme… – Está bien, Aoki. Es debido a que lo que dijiste era cierto que yo también tengo que reconocerlo. Él tuvo que admitir que era este tipo de persona. – También, realmente soy un torpe arrogante. Si estamos juntos, pienso que podríamos entrar en discusiones frecuentemente. ¿Aun así estas dispuesto a seguir conmigo a pesar de esto? Espero que pueda jugar y charlar contigo en el salón del club de nuevo. Aoki observó el rostro de Taichi y parpadeó repetidas veces. – Oh, ¿aun tienes que decir eso a estas alturas? ¿O debería decir que esto se siente como palabras entre parejas? ¡Es realmente vergonzoso! No tengo ese tipo de interés, claro está. – ¡Ni tampoco yo! Ellos rieron juntos esta vez.

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– *Suspiro* Pero, soy realmente inútil. Tuve una pelea contra ti, sin embargo el que invocó su coraje para disculparse fuiste tú. – Aun así, tú no dijiste nada malo, Aoki. – ¿Pensándolo profundamente, no significa esto que siempre estás pensando en cómo salvar a Yui? Siento que es algo increíble. Además, si tus deseos no fueran desencadenados y pudieras permanecer en calma, pienso que no adoptarías una manera en la cual herirías a otros. – Puedes ponerlo de esa forma si lo vemos positivamente. Por cierto, algo similar va para ti, Aoki. Hiciste eso por Yui, ¿no es así? – Podría decirse que sí, pero tal vez terminó siendo para mí mismo. Actuar por alguien impecablemente, es sin embargo, esencialmente imposible. Estas cosas sólo podrían ser realizadas por esas personas benevolentes que lo han entendido todo -, murmuró Aoki, fijando lejos su mirada. Aoki a veces diría cosas tan sofisticadas.

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Aunque lucía frívolo, él verdaderamente sabía que era lo importante. Sin importar lo que hicieran, ellos seguían siendo personas inmaduras. Ellos no podían vivir únicamente por una persona. Sin embargo, ellos podían aprender a aceptarlo. – Tienes razón acerca de que termina siendo para nosotros mismos, pero nosotros aun así… Taichi se detuvo a la mitad, y Aoki continuó sus palabras, – queremos ayudar a Yui, ¿verdad? Aoki le dio una palmada a los muslos de Taichi. – De acuerdo. ¡Entonces, vamos a pensar en maneras de ayudarla! Oh, ¡nuestros deseos se ven desencadenados en medio de nuestra discusión! … Como sea, ahora estas cosas ya no me importan. – Sí, también… Tan pronto como Taichi habló, él agitó su cabeza y dijo que no era nada.

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Él originalmente quería contactar a Nagase quien estaba buscando Inaba. Si ella tenía éxito, entonces ellos encontrarían un lugar para la reunión. Sin embargo, él decidió ponerlo en espera primero. Nagase lo encontraría si las cosas empeoraban de todos modos. Se le ocurrió que sería capaz de hacer algo si fuera a trabajar junto con Aoki. Si ellos fueran realmente capaces de solucionar el problema de Kiriyama, entonces sería genial. Si no podían, ellos podrían entonces pensar en nuevas formas o pedirle ayuda a otros. – Así que, vamos a pensar en cómo lidiar con el problema de Yui. No, decir que vamos a “lidiar con” su problema es un poco arrogante, debería decir: ¿Qué esperamos que va a hacer Yui? Aoki planteó el asunto de nuevo. – Sigo pensando que dejarla está fuera de discusión. Después de todo, no sabemos cuándo va a terminar el desencadenamiento de los deseos. En el peor escenario posible, si ella no estuviera dispuesta, podrían dejarla que mantenga una distancia de ellos. Estaba bien incluso si ella no venía al salón del club.

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Era, por lo menos, mejor que dejarla encerrarse en su cuarto sin siquiera venir a la escuela. – Sería genial si no herimos a alguien debido a esto. Sí. Ellos estaban agonizando de repente. – Vaya, aunque es una mierda tener que decirlo primero, ¿esto es demasiado difícil para nosotros dos? Pienso que Kiriyama también debería hacer su pequeña parte. Si ellos podían encontrar una medida que solucionara este problema desde su raíz, estaba bien; sin embargo, viendo en lo que estaban metidos, ellos supieron que era difícil. Esta era la razón por la que Kiriyama debería tener el conocimiento para soportar el riesgo. – ¡Tienes razón! – Además, nosotros ya sabemos que podríamos suprimir los efectos de los desencadenamientos de los deseos prestándole atención a nuestro cambio de humor, aunque fallaríamos “a veces”. Aoki se corrigió a sí mismo. Él estaba en lo correcto. 295


– ¿No podemos cesar a Kiriyama cuando estamos a su lado? – ¿Tenemos alguna manera de suprimirla? Se veía imposible, ya que con quien estaban lidiando era Kiriyama Yui, una vez una chica genio del karate. Taichi continuó, manteniendo su determinación, – ¡No funcionará si tan sólo decimos “va a estar bien si somos lo suficientemente cuidadosos”! – ¿Eh, que sucede con esa determinación del Periodo Showa10? ¿Taichi, estás usando tu cerebro? – Ah, estoy siendo regañado por Aoki. Que impactante. – O debería decir, fue gracias a tu teoría de la última vez que Yui pudo superar su trauma. Oh, ¿pero es debido al maravilloso acto de patear en el punto fatal? A decir

10 El periodo Showa fue el reinado más largo de los emperadores japoneses, en el Japón descendió al caos político, entabló combate en la segunda guerra mundial con china y entró al conflicto mundial al atacar Pearl Harbor, también sufrió los únicos dos ataques con bombas nucleares de la historia. También trajo su derrota en la segunda guerra mundial y con ello un cambio trascendental en su nación.

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verdad, ¿Qué tipo de deducción lógica usaste para salir con esos métodos? – En esos momentos… creía que se debía al fenómeno especial del intercambio de personalidad. O para decirlo de otra forma, aquello únicamente podría ocurrir debido al intercambio de personalidad. – ¡Que increíble y positiva forma de pensar! ¡Puedes pensar al revés! Aoki exageradamente se dobló hacia atrás. – Pero no hay nada que sólo podamos hacer esta vez… ¡Ah! Todo el cuerpo de Aoki cayó hacia atrás. Él alzó sus manos, como si llorara de alegría. – ¿Qué sucede? -, preguntaba Taichi. – C-Creo que he atrapado algo de inspiración. – ¿E-En serio? – Sí. No sé si funcionará exitosamente. ¡A-Así que, necesito pesar en una forma de decirlo! Mm, si tan sólo 297


Inaba estuviera aquí, sería genial. Ella es muy buena en decir cosas falsas, ya sabes. Habiendo escuchado las palabras de Aoki, Taichi, después de un poco de renuencia, decidió decir lo que tenía en mente: – ¡Yo también soy bueno en ello! Aunque esto no era algo de lo que estar muy orgulloso, Taichi aun así intentó decirlo. Era debido a este vigor en él.

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Hay que aprovechar la oportunidad cuando se presenta―con esto en mente, Taichi y Aoki decidió tomar acción inmediatamente. Ellos llegaron a la casa de Kiriyama un poco tarde en la noche. Ellos se encontraron con la madre de Kiriyama en la entrada y charlaron por un momento. Ella parecía haber 298


olvidado comprar algo, así que ella estaba saliendo al supermercado para comprarlo. Comparada a como ella lucía la semana anterior, la madre de Kiriyama se veía muchísimo más delgada―incluso Taichi que únicamente la había visto por un corto tiempo podía darse cuenta. ¿Qué tanto dolor estaba sintiendo? ¿Qué tan preocupados estaban los otros miembros de la familia de Kiriyama? Él debe salvar a Kiriyama para estas personas a su alrededor, pensó Taichi. Recibiendo el permiso de Kiriyama, ellos entraron en su casa. Pasando a través de las puertas y yendo al segundo piso donde la habitación de Kiriyama estaba situada, ellos descubrieron que nadie estaba en casa, aunque a la madre de Kiriyama no parecía importarle. Taichi suspiró por dentro. Él estaba aliviado por el hecho de que no había otras personas en la casa, ya que su trabajo sería entonces más fácil. Llegando a la puerta, Taichi y Aoki se miraron el uno al otro.

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Aunque era extraño para Taichi el pensar de esta forma por sí mismo, él pensaba que era un brillante plan ideado por ellos dos. El rostro de Aoki estaba rebosante de determinación como los de esos soldados dirigiéndose al campo de batalla. Él asintió, y Taichi asintió en respuesta. Aoki tocó la puerta.

– ¿Quién anda ahí? -, la pequeña voz de Kiriyama vino a través de la puerta. – Es Taichi y Yo. – Pasen. Lo mismo sucedió la segunda vez que entraron. Cómo sea, a Kiriyama realmente no le importaba dejarlos entrar. Esta era la tercera vez que iban a la habitación de Kiriyama11.

11

Este es un error del autor, han sido más veces.

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Los dos observaron alrededor del cuarto de Kiriyama, ellos gradualmente se habían vuelto familiares con él. Los colores en la habitación eran brillantes, tenía un montón de cosas adorables. Aunque la habitación tenía el gusto de una chica, el aire era hosco y aburrido. Kiriyama lucía desgastada, como si fuera un sueño, desvaneciendo la luz. Ellos podían ver a través de sus ropas deportivas que su piel era muy pálida, muy similar a la de un paciente. Ellos no podían encontrar el rastro saludable y vivo que era usual en ella. – Han pasado siglos desde que nos vimos el uno al otro -, saludó Taichi. – Sí. A pesar de que ella hablaba con una voz tan pequeña que no podría ser escuchada sin atención extra, ella aun así, al final, le respondió a Taichi. – Yui. Venir afuera. Venir a la escuela. No importa. -, dijo Aoki, arrojando esta línea en primer lugar. Ellos no observaron lo que sucedería. 301


Ellos no hicieron ninguna mínima acción. Ellos no eran tan ingeniosos. – ¿Qué? ¿Por qué vienes a decir eso de nuevo? Me lo he repetido a mí misma un buen par de veces. No sé cuándo me pelearé con otros. De ninguna manera hay forma de que salga fuera. Aunque pienso que lo que dijo Inaba fue correcto, yo simplemente no podría… -, murmuraba Kiriyama con un doloroso y triste rostro. – Fuera como fuera, tú no puedes simplemente encerrarte en tu casa. No puedes estar de esta forma para siempre -, dijo Taichi. – Pero… pero… Kiriyama solamente bajó su cabeza y se mantuvo diciendo “pero” tantas veces que ella había perdido la cuenta. Todo estaba igual que antes. Ahora era el momento de cambiar―de darle la vuelta a la mesa. Taichi retrocedió un largo paso para dejar que Aoki se hiciera cargo de ello. Él los observaba desde un lado. Él 302


no era el protagonista el día de hoy sino un espectador para prestarles ayuda. No significaría nada si no era Aoki quien decía esto. – Eres muy consiente de estas cosas. Estará bien si se trata de Yui. Esto no resultará en esas cosas. ¡Incluso si lo hiciera, todavía podemos salir adelante! -, dijo Aoki sencillamente con una fuerte determinación. El apoyo de Taichi sin palabras parecía haberlos alcanzado y elevó la determinación de Aoki. – D-Deja de estar bromeando. Incluso cuando quiero mantenerme fuerte, sigo estando desesperanzada cuando mis deseos son desencadenados. Tú entiendes esto, ¿no es así? – No. No es así. ¡No importa que tan fuertes son nuestros deseos, no importa que suceda, no importa en qué resultará, si tan sólo podemos realmente refrenarnos de no hacerlo con toda nuestra fuerza y determinación, realmente no lo haremos! Aoki no solo usó palabras sino también su rostro y todo su cuerpo para transmitírselo a Kiriyama.

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– ¿Acaso el desencadenamiento de los deseos no suprime esos pensamientos? Siempre y cuando ocurra, el pensamiento de suprimirlo sería inútil. ¿No es esto a lo que nos estamos enfrentando? – ¡Lo es, pero en realidad no! – ¿Eh? Kiriyama frunció el ceño, su cabeza se inclinó con duda. – ¡Está bien, porque no lo es! – ¿Qué? Kiriyama fruncía el ceño más duramente. Demonios. Lucía como si Kiriyama no pudiera tener la más mínima idea de lo Aoki quería decir. O Taichi debería decir que Aoki lo dijo con tan grande fuerza que hizo sus esfuerzos un poco inútiles. ¿Esto estaba bien? ¿Taichi debería interrumpir? Se sentía especialmente nervioso por estar en la audiencia. – Si realmente puedo probar que está bien, que podemos suprimir las cosas que no queremos hacer, 304


entonces vas a salir fuera, ir a la escuela, y venir al salón del club, ¿De acuerdo? – Wu… eh… si y puedo suprimirlo también… entonces… Entonces, antes de que Kiriyama pudiera terminar… – Perfecto. ¡Vamos a hacer de esto un trato! ¡Estoy en ello! Aoki sonrió, mostrando sus blancos dientes, diciendo, – ¡No estoy alardeando, pero realmente me gustas, Yui! ¡Realmente me gustas, extremadamente me gustas, me súper gustas! En este momento, la frialdad de Aoki había alcanzado una sorprendente etapa. Probablemente esta confesión fue demasiado repentina, Kiriyama no se sonrojó sino tan sólo lo escuchó cuidadosamente. – Además, no estoy alardeando, pero soy un poco lascivo. No. Para ser honesto, soy realmente lascivo. ¡Puedes tomarme como un ser bastante lascivo o inclusive extremadamente lascivo! 305


Aoki había mandado a volar su imagen en un instante. Aunque esto era por el plan, él lucía sereno si no incluíamos esta última línea… – ¡Así que, bajo esta situación de mis deseos siendo desencadenados―para ser franco―no es sorpresa que te empujara, Yui, al suelo sin importar el momento! Aoki dijo la peor línea con una sonrisa definitiva. Kiriyama,

originalmente

en

blanco,

ahora

gradualmente se sonrojaba. – ¡Q-Qué estás diciendo! ¡Eres de lo peor! Mientras que gritaba, ella arrojó la almohada junto a ella hacía Aoki, golpeando directamente el estómago de Aoki. Esto era o que él se merecía. – N-No Yui. Todavía no he terminado. ¡Aún hay más de esto! Aoki paró por un momento, y luego él se puso de pie nuevamente.

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– Eh. Déjame pensar… ¡cierto! ¡No es sorpresa que te empujara al suelo sin importar el momento, pero voy a usar mi fuerte voluntad―mi determinación férrea que nunca hará esas cosas―para cumplir mis deseos! Esta era una declaración que sólo resulta valiosa en esta situación. – ¡Cuando cumplo esos deseos y tengo éxito en no tumbarte al suelo, entonces voy a probar que incluso cuando tenemos deseos, podemos trascenderlos con la fuerte voluntad de no hacerlos! Fue una línea que era significativa únicamente debido a que Aoki la dijo. – ¿E-Eres un idiota? No entiendo lo que quieres decir. No, probablemente puedo… – ¿Tengo razón? ¡Entonces, Yui, vamos a pasar la noche en un hotel! ¡Si yo no te empujo en el hotel, entonces tú tienes que confiar en que lo que estoy diciendo es verdad! Este plan era ciertamente sorprendente. Taichi sólo podría estar calmado debido a que él tan sólo era un espectador. 307


Por una extraña razón, todo el mundo estaba tan avergonzado que sus rostros estaban ardiendo. – ¡No cuenten conmigo! ¡Por qué tengo que ir a esos lugares y correr el riesgo de que se abalancen sobre mí como una idiota! Tal vez ella estaba agitada, su voz se amplificó gradualmente. – ¡Yo no quiero esto, no lo haré! ¿Por qué estás tan seguro de que no sucederá incluso cuando tus deseos podrían ser desencadenados? Aoki sólo le respondió francamente a la enfurecida Kiriyama: – ¡Esto es porque yo no quiero lastimarte sin importar que! ¡Eso es porque en verdad me gustas! Kiriyama paró de moverse. Su rostro estaba rígido, y se volvió inexpresivo. – ¡Tengo la confianza de que mi deseo de no lastimarte es definitivamente más fuerte! Como resultado, uno sólo actuaría para sí mismo―la persona que reconocía esto, aun así propuso que priorizaría los sentimientos de los otros antes de sí mismo 308


y que podría hacerlo― no debido a su vigor, sino porque él mismo llego a ello después de una deducción lógica. Él no podría decir esto si no reconocía los sentimientos de los otros en su propio corazón. ¿Cuántas personas en el mundo llevan sus palabras tan lejos como esto? Aunque afectado por el desencadenamiento de los deseos, Taichi aun así golpeó a Nagase. Él no se sentía bien acerca de esto, aunque no tenía el derecho a decir lo mismo que Aoki. Él esperaba poder decir esas palabras con confianza algún día. – ¡Además, aunque esto no sucedería, si yo realmente perdiera contra el desencadenamiento de los deseos, tu no resultarías empujada, porque en el instante que intentara abalanzarme, sería cuando tú me darías una paliza! – E-Esto es todavía más indeseable. Yo no quiero lastimar a nadie, incluyéndote a ti -, Kiriyama dejo salir ciertas palabras con su tono cambiado que estaba mesclado con lágrimas. 309



Fue un triste y gentil tono. – Eso es sólo lo que sucede cuando fallo. Sin embargo, ¿acaso no es normal para los hombres cuyos deseos cubren su conciencia recibir un castigo? A pesar de que no perderé de todos modos… ¡Jajaja! Aoki rio frente a Kiriyama con una brillante voz que sonaba ligeramente demasiado intencional. Como si fuera contagiada, Kiriyama rio mientras lloraba. Aunque su rostro colapsó por las lágrimas, su sonrisa aún seguía siendo extremadamente hermosa. Un húmedo y tibio aire llenó la habitación. – ¡De lo contrario, puedes vestirte un poco erótica! ¡Entonces será mucho más convincente cuando mi misión tenga éxito! Tanto si se trata de la mera ropa interior, traje de conejita, o si usas un delantal desnuda… Aoki empezaba a pensar fuertemente en cosas extrañas. ¿No era esto un poco demasiado?

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Justo cuando Taichi estaba pensando… – ¡Detén tus extrañas alucinaciones! La caja de pañuelos que originalmente fue colocada sobre la estantería, voló a través del aire. – ¡Ouch! ¡Es la esquina de la caja! – ¡Idiota, idiota! ¡Tú, gran idiota! La escena era justo como Taichi lo imaginaba. Él no pudo evitar estallar en risas. – ¡T-Taichi! ¡Este no es el momento para bromas! Habiendo ido a través de un intenso dolor que lo hacía rodar por el suelo, Aoki enfrentaba a Taichi nuevamente. – ¡Bien, está bien! Entonces, Taichi, di algunas palabras falsas para terminar con esto. – ¡No digas que son palabras falsas antes de que me dejes hablar! ¡Al menos di que son palabras de sabiduría! – ¡Aha-Ahahaha! Chicos, ustedes realmente son unos idiotas. ¡Hahaha!

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Su estúpida conversación dejo a Kiriyama riéndose. Ellos sintieron que no habían escuchado su risa por un largo tiempo. – Haha. Me reí tanto que me siento cansada. Bien, entonces, déjame escuchar tus palabras falsas. – ¡Por qué incluso tú dices que son palabras falsas! ¿Qué demonios? Ahora, ¿con qué expresión él debería decirlo? – Sí. Pienso, fundamentalmente, el deseo más fuerte en el momento consigue ser desencadenado ¿cierto? -, dijo Taichi elevando sus ánimos. – Sí. Así parece. – Entonces, aunque Kiriyama causó algunos estragos en la estación durante ese incidente, ¿ella realmente hirió a alguien antes de eso? – Hubo momentos en los que sucedió cuando tenía prácticas o competiciones de karate, pero es diferente de herir a alguien intencionalmente. Así que, esta es mi primera vez.

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– Genial. Eso fue lo que pensé. Entonces, Kiriyama no sabe cómo se siente herir a alguien más hasta ahora, ¿verdad? – Sí. – Pero tú ahora sabes cuan peligroso se puede volver. No sólo los demás sino también tú misma podrían sentir el dolor. Además, incluso si no te mantienes en casa, aún podrías abrazar el pensamiento de no querer herir a nadie. Era debido a la vez que mostró sus sentimientos, que podía sentir el dolor que no había sentido hasta ahora. – Entonces, el fuerte deseo de no querer herir a nadie podría ganar frente a cualquier deseo de querer hacer añicos a puños a alguien, ¿cierto? Yo también lo pienso así, y fuertemente, pero si fueras a llamarlo un deseo… Aunque parecía correcto a simple vista, ellos no estaban seguros. Después de todo, ellos no habían comprendido por completo el desencadenamiento de los deseos. Por supuesto, ellos no sabrían si esto era correcto. Sin embargo, lo más importante era dejar que Kiriyama aceptara esto. 314


En otras palabras, era ayudarla a invocar su coraje para tomar este paso. Por lo tanto, estaba bien si se trataba de palabras falsas, ellos tan sólo están jugando con palabras. Lo más importante era que ellos podrían cambiar desde estas palabras falsas. – De hecho, una vez herí a Nagase debido al desencadenamiento de los deseos. – Eh… Kiriyama estaba sin palabras. – Eh, en realidad no la golpeé directamente, pero aun así le hice daño. Tal vez, cualquiera pensaría que fui yo quien lo causó… aunque realmente me deprimía… y me hacía querer mantener mi distancia de los demás originalmente… creo que entiendo tus sentimientos un poco. Fuera de sus expectativas, el rostro de Taichi se retorció.

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Como respuesta, Kiriyama mostro una cara afectuosa, como si le dijera a través de su rostro que todo estaba bien. – Incluso cuando estaba de esta manera, yo todavía quería estar con todos. Aunque soy tan terco como idiota, quiero que Kiriyama tenga un sentimiento como el mío. Así que, ¿Por qué no intentas creer en ti misma? Taichi tenía la esperanza de que Kiriyama podría tener el mismo deseo que el suyo. – Así que esto era lo que querías decir. ¡Buen trabajo, Taichi! Sin embargo, lo que estás diciendo es sólo una hipótesis sin ninguna prueba. ¡Así que, como había dicho, Yui, Vamos al hotel! Era estupendo que solamente Kiriyama se encontraba en casa. – ¡Vete al diablo! ¡Incluso si vamos al hotel, podríamos no experimentar el desencadenamiento de los deseos! – ¡Entonces quedémonos por mas noches! ¡Vamos a continuar hasta que digas que es suficiente o que lo entendiste!

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– Ahah. Entiendo. ¡Entiendo! Voy a ir entonces. – ¡¿Qué?! – ¡¿Qué demonios?! Ambos, Taichi y Aoki, estaban impactados. – Me refiero que voy a ir a la escuela -, dijo Kiriyama con una voz débil. Bajando levemente la cabeza, Kiriyama apartó sus ojos. Sus mejillas, como sintiendo remordimiento, fueron teñidas de rosa. – ¿E-Entonces quieres decir que no te encerraras más en casa? -, preguntó Aoki preocupado. – E-Eso es porque es mil veces mejor ir a la escuela que ir a esos lugares contigo. – ¿Miles de veces? ¡Por lo menos cámbialo a decenas de veces! – El problema no está aquí, ¿de acuerdo? -, murmuró Taichi a un lado.

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– Pero aún tengo un poco de miedo. O debería decir, no sé en qué me convertiré. Así que, si hay cualquier peligro, por favor piensen maneras de tranquilizarme -, solicitó Kiriyama con un serio tono. Ella lucía como si se estuviera arrodillando ante ellos, ya que ella estaba bajando su cabeza mientras se arrodillaba sobre su cama. Taichi inmediatamente hizo sonar una voz de aprobación, pero Aoki lo interrumpió. – La solicitud de “Por favor tranquilícenme” no es lo bastante correcta, ¿no es así? Kiriyama cruzó sus manos encima de su pecho, balanceó sus dedos encima de su rostro, y chasqueó su lengua. – ¿Q-Qué quieres decir conque no es correcta? Los ojos de Kiriyama se empaparon. – ¡¿Qué estás haciendo?! -, Taichi no podía evitar gritarle a Aoki. – ¡N-No! ¡Yui, deberías decirlo así! ¡Mira con atención! Aoki movía sus labios, enviándole palabras a Kiriyama sin hacer ninguna voz. 318


Kiriyama miraba fijamente la boca de Aoki. Luego, sorprendida, ella dijo suavemente, “¿Podrías protegerme? – Es un placer. El alto y delgado caballero se arrodilló en frente de la confundida princesa cuyo castaño cabello estaba disperso sobre la cama y bajó su mirada. Era verdad que uno no heriría a nadie cuando se estaba solo. Uno únicamente heriría a cuando no se estaba solo. Sin embargo, habían un montón de cosas que sólo podrían ser adquiridas a través de estar con otros. Había cosas que uno no podría hacer por sí solo. Pero sin embargo, junto con los esfuerzos concentrados con otros, ellos podían salvar a alguien. Por supuesto, no tendrán éxito en cada ocasión. Ellos no podían devolver el golpe o resistirlo.

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No obstante, ellos todavía podían reunir estos pequeños poderes, con el fin de no sucumbir ante ‹Fusen Kazura›

□■□■□

Yo era de lo peor. Estaba atrapada en la peor de las situaciones. Como sea, yo había acumulado algo de estrés, y mi vigor estaba exhausto cada día debido al descanso insuficiente. Yo estaba ambas, mental y físicamente exhausta. Y lo más importante era que el que yo no permaneciera allí podría crear un enorme agujero en mi corazón. La sensación de perder algo que no podría enmendar estaba torturándome, haciéndome sentir impaciente. Esto era el por qué yo descuidadamente lo hice a un lado sin demasiada fuerza. 320


Mi única intención era mantener una distancia de ellos, de esta manera no los lastimaría, pero yo los lastimé de otra manera. Fue totalmente inútil. Arroje todo a la basura. Sin embargo, ¿no era mejor esto que ellos se acercaran a mí? ¿No era esto mejor que permitirles estar con una persona tan mala? Hoy, perdí un portaminas que había comprado recientemente. Pensé que podría haber olvidado ponerlo dentro de mi caja de lápices, así que me dirigí de regreso a casa y di un vistazo en mi habitación. A pesar de que encontré a mí misma en problemas en la escuela ese día, todavía podía recordar esto. El problema fue que no podía encontrarlo después de una prolongada búsqueda. Parecía ser que lo había perdido, así que fui a una papelería cercana para comprar uno nuevo. Habiendo entrado en la papelería y encontrado el que quería comprar, de repente un pensamiento saltó en mi cabeza. 321


Era tonto comprar otro lápiz que recientemente compré, ese era tan costoso (200¥12) y podría ser usado por un largo tiempo. Mi deseo fue desencadenado en este momento. Cuando mi conciencia retornó a mi cuerpo, ya me encontraba sosteniendo una mercancía sin pagar, a decenas de yardas lejos de la tienda. Cuando regresé a la normalidad―eso es, después del desencadenamiento de los deseos había terminado, aunque perpleja, aun así regresé a la tienda y puse la mercancía de regreso en la estantería, y por lo tanto dejé la tienda sin comprar nada. Escasamente llegué a casa con pasos tambaleantes. Yo no quería creerlo. Realmente tenía el pensamiento de que gastar dinero para comprarlo era estúpido, pero no debería realmente haber pensado en adquirirlo robándolo.

12

1,95 Dólares.

322


Era un crimen. A pesar de que no había dicha ley, no era permitido éticamente. Sin embargo, me parecía haberme confundido. Mi personalidad no tenía remedio. Era una retorcida personalidad que sólo podría girar en torno a mi propio beneficio personal. No tenía sentido hacer una excusa que se debía al desencadenamiento de los deseos que causaba que mi corazón se desnaturalizara. Esto era porque nadie había hecho tal cosa. Así que, esto era únicamente mi problema. Yo era, de hecho, este tipo de persona. Este tipo de persona no debería acercarse a ellos nunca más. Cuando aún seguía pensando, Iori me llamó por teléfono.

323


No tenía el humor para recibir la llamada, así que decidí ignorarla. Como resultado, ella luego vino a visitarme. Sintiéndome desesperanzada, sólo podía dejarla entrar a mi habitación. Primero, pedimos disculpas mutuamente por nuestras malas acciones. Después de eso, Iori dijo que esperaba que yo pudiera volver al salón del club. Ella dijo que todo el mundo, tal vez, tendría peleas y se herirían entre sí, pero aun así quería estar con todos a pesar de eso. Me hizo muy feliz por Iori el que dijera esto. Herirse entre sí estaba bien―esto era sabio probablemente, pero ciertamente había un límite para esto. Aunque no sabía cómo lo estaban haciendo los demás, sabía que yo era demasiado peligrosa cuando mis deseos podrían verse desencadenados en cualquier momento.

324


Además, la razón por la cual mantuve mi distancia con los otros era más porque no quería ser odiada que no querer herir a otros. No sabía lo que yo, quien siempre pensaba en el beneficio personal, haría. Le dije a Iori que esperaba que pudiera darme algo de tiempo para ajustar mis sentimientos. Un día definitivamente regresaré al club―aunque no estaba segura de si yo era capaz de hacerlo. Habiendo escuchado mi respuesta, Iori una dolorosa y triste cara; aun así, ella dijo que estaba dispuesta a respetar mi opinión. Iori pidió una confirmación de si acaso los odiaba. Yo entonces contesté con una sonrisa que eso era imposible. Finalmente, Iori se fue esperando por mi regreso.

diciendo

que

estarían

Mientras que sentía pena, exhale un suspiro por pensar que podría lidiar con ello después de mucho esfuerzo. Cuando me di cuenta de que siendo capaz de

325


lidiar con ello monopolizaba la mayor parte de la alegría en mi corazón, inmediatamente caí en disgusto propio. Por cierto, ¿Qué pasaba con Iori? Pensaba que el fastidioso Taichi sería quien vendría en estos momentos, aunque Iori mencionó que había estado discutiendo algo con él. Extraño. ¿Por qué este tipo de cosas me molestan?

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Capítulo 6 Descubierto por accidente

Al día siguiente, Kiriyama acató la declaración que hizo el día anterior y vino a la escuela. Al enterarse de la llegada de Kiriyama, Nagase inmediatamente huyó del salón de clases para abrazar a Kiriyama. Aunque Kiriyama estaba avergonzada y confundida, se veía que estaba eufórica. Había pasado mucho tiempo desde que Taichi, Nagase, Kiriyama, y Aoki charlaron entre sí. Aunque Kiriyama estuvo ausente por más de una semana, sus compañeros de clases le dieron una cálida bienvenida. Lo único deplorable era que Inaba estaba tarde para la escuela, así que ella no estaba allí para presenciarlo.

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– Ah. Si sólo Inaban también pudiera venir al salón del club -, murmuró Nagase en el salón del club después de la escuela. Incluyendo a Kiriyama, todos estaban dispuestos a regresar al salón del club. Solamente Inaba hacía falta. – He intentado hablar con ella. Ella es sensible y le encanta cuidar de los demás. De cualquier forma, ella aún necesita tiempo para ajustar sus sentimientos. No está del todo bien forzar nuestras expectativas sobre ella ahora. Ellos tenían que entender que o que estaban pensando podría ser importante para ellos, pero de menor importancia para Inaba. Aun así, Taichi tenía la esperanza de que Inaba podría regresar al salón del club tan pronto como fuera posible. – Hola. Aoki abrió la puerta. Por alguna razón, él mostraba una torcida sonrisa. Kiriyama Yui también entró. Ella lucía consternada; sus pasos eran inestables; sus manos estaban sosteniendo una bolsa plástica bastante grande. 328


– ¿Qué sucede, Yui? -, preguntó Nagase, frunciendo el ceño, un poco preocupada. – He comprado demasiadas cosas. Kiriyama vertió todo el contenido dentro de la bolsa plástica encima de la mesa. Como tal, saliendo estaban chocolates, patatas fritas, panecillos de piña, dorayakis13, pudin, y una avalancha de golosinas y pan dulce. – Vaya, vaya. Yo tan sólo no estaba prestando atención. ¿Debería llamar a esto el deseo por la comida o el deseo por material? Como sea, un deseo de este tipo apareció y terminó en esto -, explicó Aoki, arrojándole una mirada a Kiriyama, quien estaba sentada sobre la silla plegable, abatida. – Wuagh. ¿Está todo bien con tu billetera?

13 Los dorayakis son un tipo de dulce japonés que consiste en dos bizcochos de forma redonda con un relleno de anko (pasta dulce hecha a base de judías cultivadas en el extremo oriente)

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– Acababa de recibir mi mesada y de ponerla toda en mi billetera. Wuagh, ¿Cómo podré sobrevivir este mes ahora? – No sé si debería llamar a esto suerte o infortunio -, murmuró Taichi, observando a Kiriyama quien estaba angustiada. – Por cierto, Yui, ¿Qué deberíamos hacer con estos? , preguntó Nagase. – ¿Qué deberíamos hacer? Si los llevo de regreso a casa, los miembros de mi familia empezarían a criticar sobre ello. A pesar de que quería devolverlos, el dueño de la tienda nos dijo que los compramos en frente de tantos estudiantes, así que no pudimos… En medio del discurso, Aoki se detuvo y agrandó sus ojos, como si estuviera perdido. ¿Era esto el desencadenamiento de los deseos? Justo cuando Taichi pensó en esto, Aoki de repente gritó, – ¡Dame las albóndigas asadas en salsa! Su deseo por la comida podría haber sido desencadenado de tal manera que lo convirtió en un monstruo de las albóndigas asadas en salsa. 330


– ¿Qué? ¡No! ¡No tomes mis cosas! ¡Ah, idiota! Aoki y Kiriyama empezaron a tirar de la bolsa de las albóndigas asadas de cada lado. – ¿Qué? ¿Es un deseo como este? Pensé que algo como esto podría suceder, poniéndome tan nerviosa justo entonces… -, Nagase exhaló un suspiro de alivio. – Sin embargo, es normal para uno querer comer una gran cantidad de comida frente a ellos… -, Nagase detuvo sus movimientos, la calma salía de ella. Podría ser que… – ¡Este sándwich es mío! Nagase voló sobre la mesa, arrebatando el sándwich de la pila de comida. – ¡Hey, Nagase, cálmate! A pesar del recordatorio de Taichi, Nagase no podía parar, ciertamente. – ¿Por qué Iori está también de esta forma? ¡No quiero decir que no quiero dárselos chicos! Voy a distribuirlo…

331


Kiriyama soltó la caja de albóndigas que estaba sosteniendo en contra de Aoki. – ¡Wuagh! Debido a la perdida de la fuerza que tiraba de él, Aoki cayó hacia atrás. Kiriyama agrandó sus ojos, congelándose completamente de repente, y violentamente rasgó la bolsa en frente de ella. – Estoy hambrienta. ¡Choco-panecillos de piña! Kiriyama empezó a devorar los choco-panecillos de piña. Todo el mundo estaba devorando la comida frente a ellos cruda y vigorosamente, como si estuvieran teniendo un pequeño concurso a gran escala del mayor comedor. – Hey. Tener tres personas teniendo el mismo deseo desencadenado es demasiado… es genial que estos deseos son inofensivos… [Cómelo]

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Él no podía creerlo, pero era una voz lo que estaba escuchando en su cabeza. Él no podría calmarlo simplemente con su propia voluntad. Esta oleada de deseo palpitando en él era detestable. Si inclusive él tenía este deseo desencadenado, ¿Quién podría terminar con esto? Sin embargo, el pensamiento de Taichi era inútil… – ¡Q-Quiero chocolates! ¡Dame los chocolates! – Ahah. Tú apestas… -, murmuró Kiriyama. Sus deseos terminaron pasados tres minutos. Debido a este corto tiempo, ellos no pudieron terminar de comer toda la comida; y debido a que estaban devorando las golosinas bajo el control de sus deseos, el resultado fue feo a la vista―la comida fue esparcida por todas partes. Pan y golosinas que sólo habían sido mordidas un par de veces se amontonaron en el salón del club. – ¿Qué deberíamos hacer ahora? Ahaha. 333


Nagase mostraba una tensa sonrisa. – Lo único que podemos hacer es terminar de comer, ¿no es así? -, dijo Aoki. – Dividamos la factura de la comida -, dijo Taichi. – ¡Seguro! Genial. ¡Entonces, tengamos una fiesta! ¡Vamos a elevar nuestro espíritu! -, dando un vistazo a Kiriyama, quien estaba abatida, desde un lado, Nagase apenas podía hacer una voz clara. Después de un rato, Kiriyama, originalmente mirando hacia abajo, gimió e voz baja, y luego levantó su cabeza y azotó la mesa potentemente. – ¡Tengo que volverme loca! ¡Coman todo lo que quieran! ¡Yo también voy a comer! Después de que compraron sus bebidas (las cuales no habían comprado en su primer viaje) ellos empezaron su fiesta. – Bien. ¿Deberíamos hacer de esto una precelebración por la excursión?

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– ¿Por qué tenemos que celebrar por nuestra actividad de aprendizaje al aire libre? -, Taichi replicó ante la sugerencia de Aoki. – Ah. Por cierto, aunque las clases pueden elegir a donde van a ir, nuestra clase, la clase 1-C, va a ir al mismo lugar que su clase -, dijo Nagase. Kiriyama contestó, – ¿Eh, en serio? Aunque cada clase decide sus propios sitios, los lugares que las clases eligen son similares, así que estos sucesos eran comunes. – De cualquier forma, es bastante gratificante, pero no deberíamos actuar juntos porque esta es una actividad de clase, ¿o sí deberíamos? Hablando de eso, debido al forzado plan de Fujishima, Taichi, Nagase e Inaba estarán en el mismo grupo para cocinar el arroz con curry. Inaba todavía estaba tratando de mantener una distancia de ellos. No solamente se rehusó a venir al salón del club, ella también les dio una fría respuesta cuando ellos la saludaron.

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Sin duda, Taichi sabía que Inaba tenía sus propios pensamientos, pero Taichi tan sólo esperaba que esta actividad de aprendizaje al aire libre pudiera convertirse en una oportunidad para que Inaba cambiara ligeramente sus pensamientos.

□■□■□

Ayer, algo parecía haber sucedido entre ellos. He estado pensando desde ayer en sí debería dejar de salir al exterior. Después de haber robado descuidadamente algo en una tienda, todo el tiempo había estado pensando negativamente. Tenía miedo de hacer cosas mucho más graves, así que estaba pensando en saltarme las clases y encerrarme en casa. Pero, al enterarme por Iori que Yui ya había empezado a ir a la escuela, cambié mis pensamientos.

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Justo entonces había estado menospreciándola diciéndole que sería perjudicial encerrarse en casa, pero ahora yo quiero encerrarme en casa―que ridículo. Además, si fuera a encerrarme en casa, aquellas personas vendrían a mi casa. Una vez que hicieran eso, quién demonios sabe lo que pasaría. Yo sólo pensaba en protegerme a mí misma de nuevo. Al llegar a la escuela, Yui vino a hablar conmigo. Ella incluso me dijo especialmente que no había necesidad de sentirme arrepentida por haberle dicho cosas malas. Sea como sea, aun así me disculpé por mis malas acciones, y ella sonrió y dijo que mis palabras eran ciertas. La sonrisa que tenía no era falsa sino una sonrisa que vino desde su corazón. Taichi, Iori, y Aoki también vinieron a hablar conmigo. Todos me dieron que no tenía que forzarme para ir al salón del club, aunque ellos aun así esperaban que pudiera.

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Ellos estaban dispuestos a preparar un lugar para acomodarme. Al mismo tiempo me sentí graciosa, mi falta de voluntad para perderlo se hacía más fuerte. No tenía la confianza para ir allí en ese momento. Por tanto, habiendo arrojado una mirada hacia el edificio recreacional donde ellos deberían estarse reuniendo ahora, me fui a casa sola.

□■□■□

Habiendo regresado a casa, Inaba Himeko, aburrida, estaba matando su tiempo en el internet. Ella empezó a recordar ciertos eventos pasados. No fue hace mucho tiempo. Ella no creía en nadie. Ella construyó una pared que bloqueaba que cualquier persona innecesaria de la escuela formara una relación con ella. Ella ni siquiera tenía un solo amigo. 338


Mientras que pasaba las páginas de su libro conmemorativo de la escuela media, ella no podía encontrar una sola buena foto suya, independientemente de si era una foto de ella sola o con otros. Había únicamente un par de tomas que captaban una parte de ella. No había rastros de ella divirtiéndose con sus amigos de la escuela media. Estaba en su comprensión, ya que ella no había experimentado ninguna diversión con otras personas. Esto jamás la había molestado, pero por alguna razón más allá de su comprensión, su pecho siente dolor cada vez que piensa en esto. ¿Cuándo se volvió así de débil? Después de que el cielo se había tornado oscuro, su madre tocó a su puerta. Esperando algo normal, ella se encontró con su madre diciendo por otra parte: – El profesor de tu clase ha llegado. Él dijo que tiene algo que decirte. No causaste ningún lio, ¿verdad?

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Ella pensó que era sólo una broma, pero ese sujeto en verdad apareció atrás de su madre. Él tenía el cuerpo de Gotou Ryuuzen, el profesor de la clase 1-C al igual que tutor del club. Sus pupilas estaban más dilatadas de lo habitual, sus hombros más encogidos de lo habitual, pero comprado con el auténtico Gotou, al parecer no había un solo rastro de angustia en su rostro. ‹Fusen Kazura›, quien tiene ojos de pez muerto, estaba de pie allí. De cualquier forma, mientras que Inaba persuadía a su mamá de que no se trataba de nada y la empujaba fuera del cuarto, al tiempo que le recordaba repetidas veces el no traer nada de té o golosinas, Inaba cerró el cuarto después de que su madre accediera y asintiera en consentimiento. Inaba entonces le puso el seguro a la puerta y enfrentó a aquel sujeto. – ¿Por qué vienes aquí? -, reclamó Inaba, teniendo en cuenta no hacer un sonido demasiado ruidoso. – Ahah. Tener cuidado de no permitir que nadie escuche esto es un acto sabio. 340


Ese sujeto transformó instantáneamente la atmosfera en la habitual donde ‹Fusen Kazura› evocaría. Era una atmosfera de carencia de vigor y energía que provenía de todo su cuerpo. La apariencia de ‹Fusen Kazura› hizo del cuarto de Inaba, en un instante, un mundo diferente. ¿Qué demonios era esto? ¿Por qué este sujeto que por lo general los deja solos aparecería aquí? ¿Estaba él aquí para emplear algo? O estaba él… – No había terminado, ¿verdad? -, preguntó Inaba, forzando un rostro calmado. ¿Qué? ¿Por qué? ¿Ella qué debería hacer? Aunque las dudas se precipitaban en ella intermitentemente, desconcertándola, ella no podía ser distraída. – No hay una señal de que debe terminar. Su voz era tan perezosa que sonaba repugnante.

341


Como si su territorio fuera invadido, ella estaba bastante alerta. Sin embargo, ‹Fusen Kazura› no lucía como si fuera a atacarla de repente. Por lo tanto, Inaba podía sentirse aliviada, pero ella no debería bajar su guardia. – Entonces, ¿Qué es? Lárgate, imbécil. – Vaya, vaya. ¿No lo has descubierto aún? ¿O debería decir que lo has olvidado? Inaba, dije que haría las cosas más interesantes si había necesidad de hacerlo. – ¿No es la premisa que nos encerráramos en nuestras casas? – ¿Eh? ¿Fue eso lo que dije? Olvídalo. No importa. Ahora que pienso en ello. ¿Tú no cuentas como medioencerrada ahora? – ¡Hmph! No me he estado encerrando a tal grado. Además, he ido a la escuela cada día -, dijo Inaba, forzando fuera sus palabras, sintiéndose consternada al mismo tiempo. Ella de nuevo se dio cuenta que ‹Fusen Kazura› en verdad la observaba a ella y a los demás miembros del club.

342


Pero

Inaba,

realmente

eres

interesante.

Observarte vale la pena. – ¿Y qué? Escúpelo. No viniste a charlar, ¿no es así? – ¿Charlar? Ahah. Tal vez está cercano a eso, pero mi intención principal es hacerte flaquear. – ¿Hacerme flaquear? Inaba no podía comprender la situación. – Ahah. ¿Acaso no dije que interferiría a veces? Esto es porque fui encontrado siendo demasiado perezoso. Extraño. ¿No dije esto antes? Entonces permíteme decírtelo. – ¡Deja de estar bromeando, bastardo! Además, dijiste que fuiste encontrado siendo demasiado perezoso. ¿Esto significa que tienes un jefe? – ¿Ah? ¿Quién sabe? Su impotente voz era exasperante como siempre. – Pero Inaba, luces angustiada.

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Aunque Inaba titubeó un poco frente a si debía ceden ante esto, ella entonces encontró sin sentido el ir en contra de ello. – Gracias a ti. ¿Qué quería ‹Fusen Kazura› obtener de ella? Ella lo quería poner a prueba, pero no había sentimientos expresados en su rostro a excepción de nada. – ¡Todo esto se debe a la absurda cosa del desencadenamiento de los deseos que indujiste! – No lo pongas así. Esto no es lo que quería decir. ¿Cómo debería ponerlo? ¿Por qué atesoras tanto el espacio que compartes con tus camaradas? ¿Si en realidad piensas que es molesto, por qué no simplemente destruirlo? Su respiración se detuvo al instante. ¿Él ya había entendido todas estas cosas? Aunque él dio una buena y dulce razón para ella “destruirlo”, ella no caería tan fácil por ello. Ella no podía caer por ello.

344


– Actualmente en mi corazón, ese espacio es el más importante. ¿Cómo voy a destruirlo? Ella no podía creer que la primera persona a la que le dijo esto fuera ‹Fusen Kazura›. – Ahah. Que firme determinación. ¿Qué? Según tú, si destruyes eso, la siguiente cosa que destruirías sería el mundo entero. De hecho, estaba esperando ese desarrollo. – No voy a hacer ese tipo de cosas que sólo ocurren en los mangas de misterio. ¿Qué anda mal con tu imaginación? ¿De donde era este sujeto? ¿Qué era él? – Ahah. Finalmente, permíteme hacerte flaquear. ¿Es esa la cosa más importante para ti? – ¿Qué? – ¿No hay algo más que tenga la misma importancia para ti, Inaba? – No lo hay.

345


¿Cómo podría haber algo más importante que ese espacio? Esto era imposible. – No digas eso. Lo hay. Tú tan sólo estás haciendo tu mejor esfuerzo para engañarte a ti misma en creer que no lo has notado. Tú piensas que si fueras a expresar esto, destruirías ese lugar. – ¡Cállate! -, gritó Inaba, interrumpiendo las palabras de ‹Fusen Kazura›. Ella estaba demasiado cansada como para tener en cuenta el hablar suavemente. – Ahah. Parece que sabes de lo que estoy hablando. Una vez que lo sabes, no puedes dar marcha atrás. No puedes escapar de ello tampoco, es más o menos así. ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cierra la maldita boca! Ese espacio era el único lugar al que ella esperaba que pudiera salvaguardarse. El sentimiento que se precipitó en ella después, era únicamente inducido cuando ella estaba en un estado confuso. 346


Correcto. Esto fue lo que sucedió. No debería haber más cosas de las que ella debiera estar consiente. Si esto sucedía, eventualmente.

ella

no

podría

soportarlo

– Sí. El impacto de mi línea fue más allá de mis expectativas. Ahah. Tal vez el clímax está cerca. Espero con interés lo que va a suceder. ‹Fusen Kazura› observaba a Inaba con sus ojos, sus turbios ojos, sin embargo parecía como si ellos pudieran ver a través de todo. Inaba no podía hacer un sonido. Ella presionó sobre su pecho, su corazón al igual que su mente se enredaban en un lio. Durante este tiempo, ‹Fusen Kazura› tan sólo se paró allí silenciosamente. Después de un momento, ‹Fusen Kazura› recomenzó: – Ahah. Ya que he hecho lo que debía, es hora de que vuelva.

347


¿Entonces qué era lo que él quería conseguir? ¿Si él tenía que irse, entonces por qué no irse más temprano? Estaba más allá de su aprehensión. Que extraño. – ¿Qué es lo que quieres hacer con este ser humano desnaturalizado? -, preguntó Inaba, forzando la voz, a pesar de que sabía que él no respondería. Sin embargo, ‹Fusen Kazura› hizo lo contrario, y respondió a su pregunta: – Tengo una pregunta que hacerte: ¿Es el estado en el que se encuentran ahora los humanos el más ideal? De cualquier forma, realmente no necesitas pensar en ello. De alguna manera, él realmente la puso furiosa. – Oye, ¿puedo golpearte? – Tan sólo tengo que la conciencia de esta persona regrese a su cuerpo antes de ser golpeado. Que conversación tan desagradable. Si tenía que irse, ella esperaba que él pudiera hacerlo lo más pronto posible. Él dijo que sólo observaría desde un lado, pero en cambio vino aquí para hacerla flaquear. 348


Sin embargo, había un problema más antes de esto. – ¿Planeas encontrar a los otros? Escuchando esto ‹Fusen Kazura› levantó la esquina de sus labios para decir: – Que interesante. ¿Qué? – No te preocupes. Esta es una visita especial sólo para ti, Inaba. O debería decir, ¿de verdad crees que me gustaría pasar por estas problemáticas diligencias varias veces? – ¿Cómo podría esto… entonces por qué viniste a mi casa? También puedes encontrar oportunidades en la escuela -, se quejó Inaba. Rellenando su cabeza con otras cosas, ella se encontró a sí misma sintiéndose mejor. Ella podía sentir a la fuerte Inaba Himeko dentro de sí misma nuevamente. – Vaya, vaya. No es tan fácil de explicar. O debería decir, ¿no es esto muy interesante también? – ¿Cómo es interesante? Además, ¿por qué apareces cada vez en el cuerpo de Gotou? Si puedes saltar en el cuerpo de cualquiera, tú puedes encontrar a otros 349


miembros del club o incluso miembros de la familia, ¿verdad? Siendo cuestionado por Inaba, ‹Fusen Kazura› mostró una señal de asombro, ligeramente rígida. – Esto se debe a que hay unas pocas y distantes personas entre sí a las que no les importaría tener una laguna en su memoria. Ella podía entender el por qué ahora. – Ahah. ¿Por qué dije tantas cosas después de haber dicho que me tenía que ir? También es un poco de material inútil. Ahah. No puedo entenderme. Entonces, ahora me voy. Por favor, no te encierres demasiado; de otra forma, podría emplear algunas otras medidas. Habiendo dejado la peor línea de todas, ‹Fusen Kazura›, quien tenía la apariencia de Gotou, abandonó la habitación. Sólo para asegurarse de que todo salga bien, Inaba lo despidió todo el camino hasta que él había dejado su casa. A través de las ventanas de su habitación, Inaba se despidió de él.

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Capítulo 7 La excursión resultó ser un campo de batalla

Gracias a ese sujeto, tengo más cosas que tener en cuenta ahora. Si pudiera, las borraría de mi memoria. Sin embargo, han sido grabadas en mi corazón tan profundamente que no podría simplemente ignorarlas. Incluso si no quería que sucediera, incluso si quería borrarlas, pasara lo que pasara me causaría dolor en el pecho. Estaba sin privilegios para decir esto. Personas como yo, no deberían tener este sentimiento. Era genial tener un lugar para alojarme.

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Esta era la razón por la cual no quería rendirme. Si fuera a expresar este sentimiento… no, tenía que evitar que esto suceda. Esto era debido a que, no sería capaz de volver atrás una vez que sucediera. Los lazos que mantenemos colapsarían. Esta era la razón por la que tenía que hacer cualquier cosa para encubrirlo. ¿Podría soportarlo? ¿Podría resistirlo? escatimarlos? ¿Podría protegerlos?

¿Podría

En pocas palabras, no quería destruirlo.

□■□■□

Desde que Kiriyama había empezado a venir a la escuela, estos tres días pasaron volando muy pacíficamente para los miembros del club―al menos, esto era lo que Taichi creía. 352


Aunque a veces sus deseos fueran desencadenados, los problemas que eran inducidos eran tan insignificantes que no dejarían una cicatriz. Tal vez fue debido a que Taichi y los demás habían dejado la tensa situación en la que se encontraban atrapados, en la que podían tomar las cosas con una sensación de facilidad, trayendo un efecto dramáticamente propicio. El único problema era que Inaba aún mantenía su distancia de ellos. Los días pasaron, y el viernes llego. Era el día del aprendizaje al aire libre. El clima era radiante, y el cielo en calma. Al arribar a la escuela, Taichi descubrió que una gran cantidad de estudiantes de primer año se habían reunido en el campo de deportes. Vestían atuendos casuales, lo que lo hizo sentir incomodo, ya que al parecer estaban en la escuela. El aire estaba lleno con anticipación y ansiedad. Sólo había unas cuantas chicas quejándose de que tenían que

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caminar, lo cual las restringió de vestirse al grado de belleza que deseaban. Al encontrar a su grupo, Taichi caminó hacia ellos. Nagase Iori vestía una camiseta a rayas junto con una chaqueta con una suave capucha de color caqui y unos pantalones. Era debido a su atuendo natural en vez de pretender verse madura que la hacía lucía como una adulta, esplendida y encantadora. Kiriyama Yui estaba vestía una camiseta holgada a cuadros junto con unos cómodos jeans de denim 14. Su atuendo no sólo ponía la conveniencia de su actividad por su cuenta, sino también la elegancia única de las chicas. Inaba Himeko, por otra parte, vestía prendas basadas en el color negro, llevando un suéter que claramente exponía la curvatura de su cuerpo y unos pantalones que acentuaban sus esbeltas y largas piernas. A pesar de que era un atuendo simple, lucía muy a la moda en Inaba,

14 La mezclilla o denim es un tejido empleado en la confección de ropa de trabajo, muy utilizado en los jeans o vaqueros desde los años ochenta.

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quien tenía el potencial de una modelo. Ella se veía como si fuera a estar en un comercial o en una revista. Aoki Yoshifumi vestía una chaqueta con capucha. Las ya mencionadas personas eran los miembros de la Escuela Yamaboshi. – ¡Buenos días! -, saludó Taichi, seguido por las sonrientes respuestas de todos. Bueno, Inaba lo observó con un rígido rostro. Ellos se encontraban experimentando una grave situación. Aunque era excéntrico, al menos podían seguir a gusto de esta manera. Esto se debía tal vez al tipo de personas que estos miembros eran. Todos aún tenían la disconformidad frente a cualquier cosa que podría suceder. Alguno de ellos podría enloquecer o herir a los demás, amenazándolos.

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Observando en qué están metidos, tenían que mantener su distancia entre sí; sin embargo, ellos podrían estar juntos debido a que querían estar juntos. Ellos podrían superar esta prueba si trabajaban juntos con la misma voluntad. Aun así, Inaba no prestaba ninguna atención al ánimo de los demás miembros. Su actitud parecía haberse vuelto incluso más firme en estos dos días. Taichi empezó a sentirse un poco intranquilo. Aunque él le dijo que iban a ayudarla sin importar qué problema arremetiera contra ellos, no había ni siquiera un problema para empezar, así que no podían tomar más acciones. Él esperaba que Inaba se estuviera comportando de esta manera únicamente porque aún no había ajustado sus sentimientos.

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Cuando todos habían llegado, se subieron al autobús que tenían reservado y fueron a la colina ala que tenían planeado ir. Al arribar a los pies de la colina, todo el mundo tenía el reto de subir la montaña en una hora. Fuera como fuera, su ruta era casi plana, y todos podían caminar por ahí fácil y rápidamente. Si uno tuviera que preguntarse qué problemas ocurrieron a lo largo del camino, debería ser el deseo de Nagase siendo desencadenado mientras que iba cuesta arriba por la colina. Quizás su deseo de querer actuar como una niña malcriada fue desencadenado, y por tanto ella empezó a quejarse: “– Ah. No quiero caminar más. Odio esto. Cárgame, Taichi.” Y atrapó a Taichi con un fuerte agarrón. También, el profesor de la clase 1-C, Gotou Ryuuzen, quien no debería siquiera experimentar el desencadenamiento de los deseos, dijo: “– ¡Cielos! Que agotador es ir a una excursión con resaca. Ayúdame, Inaba” Sus palabras rápidamente hicieron que Inaba le reprochara: “– ¡Deberías saber que estamos teniendo una actividad de aprendizaje al aire libre! ¡Camina

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apropiadamente, profesor cabeza de cerdo!” Sin importar como lo pusieras, ellos parecían tener sus roles invertidos. Cuando habían llegado al destino de su ruta, el cual era en el medio de la colina donde estaban ubicadas las instalaciones, empezaron, en sus grupos, a preparar el curry―esto era lo que tenían que hacer, aunque algunos problemas ocurrieron. Habiendo escuchado por parte del personal la explicación de las instalaciones, Fujishima Maiko explicó lo que ella escucho a Taichi y sus compañeros de grupo. – Dicen que habrá una mitad de los grupos que pueden utilizar los nuevos hornos y las tablas nuevas, mientras que la otra mitad tiene que utilizar los antiguos. Si hubieran reservado con antelación, también hubieran podido pedir prestada otros utensilios aparte del que el personal había preparado para ellos. Pero debido a que los utensilios habían envejecido demasiado y se habían vuelto inservibles, no podrían reparar todos ellos a tiempo. Algunos eran nuevos, relucientes, mientras que otros lucían como unos que se despedazarían en cualquier momento.

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Aunque usualmente la mitad de las instalaciones era suficiente para la clase, debido a la cantidad extra de personas que están aquí el día de hoy, la demanda no podía cumplirse. Por tanto, las clases jugaron piedra-papel-tijeras con las bases de las clases y permitieron que las clases ganadoras usaran los más nuevos, y las clases perdedoras los antiguos. – ¡Taichi! ¡Tú puedes! – ¡Yaegashi Taichi, si pierdes, vamos a tener que jugar un juego de castigo! – Fujishima. ¿Entonces, tenemos que jugar un juego de castigo si él pierde? ¡Muy bien, tienes que ganar, Yaegashi! Siendo animado por Nagase, Fujishima, y Watase (con alguno de ellos amenazándolo), Taichi, en nombre de su grupo, retó a los demás grupos a un juego de piedrapapel-tijeras. – Les dije que era malo en este juego…

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– No te preocupes, Taichi. ¡Tú mala suerte se ha agotado! -, dijo Nagase con una sonrisa, una sonrisa que creía profundamente que Taichi ganaría, tan brillante que Taichi no podía mirarla directamente. Cuando su grupo decidió quien los representaría, Taichi fue escogido ya que perdió tres veces seguidas (lo cual fue tomado como que él estaba absteniéndose de usar su surte para ganar.) – Hey, Taichi. Tienes que ganar. – Entonces por qué no lo haces… ¿Eh, Inaba? – Sólo te estoy hablando. ¿Por qué tienes que estar tan sorprendido? – N-No por nada. Inaba no había logrado una conversación con Taichi por si sola por un largo tiempo. ¿Era debido al lugar en el que están? La actividad de aprendizaje al aire libre sin duda tenía un impacto positivo sobre ellos. – Pero tus palabras estaban llenas de sentimiento -, murmuró Taichi. Inaba entonces mostró una mirada insatisfecha. 360


¿Has prestado atención a eso? Inaba señaló la tabla vieja. Tal vez no se utilizó recientemente, ya que las hojas secas se acumularon sobre ella. – ¿Vamos a utilizar instalaciones antihigiénicas? ¡Ya estamos cocinando al aire libre, ¿sabes?! -, Inaba rugía en voz baja, sacudiendo sus manos con agitación. Inaba parecía tener un poco de misofobia15. Al final, Taichi perdió el juego. Desde que tenían que usar el viejo horno y la andrajosa mesa, primero tuvieron que limpiarla antes de usarla. Taichi fue el primero en empezar la labor de limpieza, ya que sabía que era su culpa. Puso toda la basura en una bolsa en el campo para la basura, casualmente encontrándose también con Inaba

15

Fobia a la suciedad, contaminación, y a los gérmenes.

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allí, quien chasqueó su lengua y arrojó la basura violentamente, aparentemente insatisfecha. – Um… perdón -, Taichi se disculpó. Inaba chasqueó su lengua de nuevo. – Olvídalo. ¿Pero por qué eres tan malo jugando piedra-papel-tijeras? ¿No perdiste cada vez que jugaste con Iori y Watase? ¿Qué tan desafortunado puedes ser? Taichi también quería hacer está pregunta. – Hablando de eso, los resultados del horóscopo está mañana me dijeron que mi suerte es de lo peor. Tal vez esto tiene algo que ver con ello. ¿Oh? ¿Un precipicio? Que peligroso. Había una pendiente pronunciada junto al campo de basuras. – Cualquiera estaría muerto si cayera aquí. No lo hagas, chico sin suerte. – ¿A quién le hablas? Nadie caería ahí, a un lugar como ese, si esa persona no lo quisiera así.

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– ¿Es así? ¿Entonces por qué estás viéndome con una sonrisa tan maliciosa? – Eh. Cómo lo digo. Siento que no he charlado contigo en siglos. – ¿Qué? Yo descuidadamente… ¡Wuaghh! Inaba se sonrojó, su expresión se retorcía con odio. – Hey. No tienes que ignorarnos tanto. – ¡Cierra el pico! Dicho esto, Inaba se fue inmediatamente. Los grupos habían empezado a cocinar. Bajo los comandos de Fujishima, el grupo de Taichi trabajaba en diferentes cosas. Taichi, Nagase, e Inaba eran responsables de manejar la comida. Fujishima hizo este arregló de planes debido a su obligación de salvaguardar el amor y la paz en la clase. Taichi lavó y cortó los vegetales. Nagase deliberadamente planteaba diferentes temas de conversación, sin embargo Inaba se mostraba reacia a 363


contestarle, por lo que su conversación no duró demasiado. Desde que Taichi había dicho esa línea extra, Inaba había estado de mal humor. ¿Tal vez fue algún tipo de fallo por parte de ella? Nagase se esforzaba por aligerar la tensa atmosfera. Ya que Taichi sentía que en parte también era su culpa, también buscaba temas de conversación. – Nagase, que hábil eres -, Taichi dijo unas palabras de elogio al ver a Nagase manejar la comida con tanta habilidad. – Bastante. Se debe a que he cocinado mucho en casa. Las acciones de Nagase eran extremadamente fluidas. – Oye. Inaba, eres un poco cruda. Inaba blandió el cuchillo para vegetales rápidamente con un largo sonido. Diablos. Él había sido demasiado directo. – Taichi… 364


Nagase observó a Taichi con el blanco de sus ojos. El cuerpo de Inaba se estremeció. Al siguiente instante, sus largos y delgados ojos se agrandaron. ¿Su deseo fue desencadenado? Si era así, entonces sería malo ya que estaba sosteniendo el cuchillo para vegetales. Él tenía que hacerle frente si algo fuera a suceder, Taichi se recordó a sí mismo ponerse atento. – ¡Taichi, no me subestimes! ¡Soy increíble cuando me pongo seria! ¿Quieres verlo? Inaba se acercó a Taichi. A juzgar por su ira y brusquedad, Taichi podía asumir con seguridad que su deseo había sido desencadenado. Sin embargo, ¿qué andaba mal con su condición? ¿El decirle que era cruda realmente la enojó tanto? – Iori, tú también. ¡No te pongas engreída por tener a Taichi elogiándote! Suficientemente extraño, ella cambió su atención a Nagase. 365


– ¿Qué? – ¡No tienes que hacerte la tonta! ¡Vamos a lidiar con ello usando este pepinillo para la ensalada! ¡Veamos quien lo corta más rápido! ¡No voy a perder! ¡Taichi, si yo gano, entonces tienes que admitir que estás equivocado! ¡Muy bien, empecemos! Ignorándolos completamente, Inaba empezó a cortar los pepinillos. Al mismo tiempo, Fujishima, responsable de cocinar el arroz, vino a dar un vistazo. – Sí. ¿No están llevándose bien entre sí? Parece ser que fue una estupenda decisión asignarlos a ustedes en el mismo grupo. ¿Cómo era una estupenda decisión? Replicaba Taichi en su corazón. Habiendo cortado alrededor de un tercio de los pepinillos, Inaba paró de cortarlos abruptamente. Taichi y Nagase decidieron verla desde el lado, ya que se encontraba sosteniendo un cuchillo y cortando

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pepinillos, pero parecía que sus deseos habían dejado de ser desencadenados. – Déjenme enfriarme un poco -, dijo Inaba nerviosa. – Por favor excúsate. -, dijeron Taichi y Nagase en unísono. Después de eso, Taichi y Nagase trabajaron juntos durante un rato. Preocupándose por Inaba al ver que no regresaba después de un rato, Taichi decidió buscarla. Él fue a través de varios grupos que estaban muy ocupados preparando su comida. – ¡Pela la piel de la zanahoria! – Las zanahorias también saben bien con la piel―no, ¡saben mejor con la piel! – Oye, el fuego es demasiado grande. – ¡Hey, se quemó! A pesar de que había muchos quejándose de que sus tareas eran agotadoras y problemáticas, todo el mundo 367


parecía estar disfrutando su trabajo una vez que lo habían empezado. – ¿A dónde ha ido Inaba? Oh. Él vio a Kiriyama y Aoki en frente suyo. Se veían felices y alegres con sus compañeros de clase. En ese momento, Aoki agitó su mano para llamar a Kiriyama. Con un rostro ansioso, Kiriyama caminó lentamente hacia Aoki. Aoki asumió una postura para decirle algunas palabras en privado a ella, y en respuesta, Kiriyama echó su cabello atrás de sus orejas y acercó sus oídos hacia Aoki. Sus acciones fueron tan naturales que no tenían ninguna señal de duda. Aoki inclinó su cuerpo como si fuera a susurrarle algo a Kiriyama a una extremadamente corta distancia. Kiriyama no sintió una pizca de disgusto, y habiendo escuchado lo que Aoki tenía para decir, ella observó a 368


Aoki, quien la observaba de regreso, y los dos estallaron en risas. Si alguien fuera a ser testigo de esta escena, jamás imaginaría que Kiriyama sentía miedo hacía los chicos. Uno solamente podría ver la mutua conexión espiritual entre Kiriyama y Aoki. Pensando que no estaba bien molestarlos, Taichi no se acercó a ellos para preguntarles acerca del paradero de Inaba. Incluso cuando había ido por todas partes, Taichi aun así no podía encontrar rastros de Inaba. Por lo tanto, desesperadamente regresó a su sitio, únicamente para ver que Inaba ya había regresado. Oh, cuanto ansiaba que se lo hubieran podido notificar antes. – Perdón. Mi teléfono no recibía señal -, Nagase se disculpó. Inaba no dijo nada pero miraba a Taichi con “todo es tu culpa” escrito en su rostro.

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– Yaegashi. ¿Cómo puedes holgazanear? Por eso, la parte quemada del arroz va a ser la tuya. Oh, y no me refiero al guoba16. El guoba se repartirá equitativamente. Taichi fue regañado por Fujishima e incluso tenía que llevar la responsabilidad por la falla de su grupo. Comparado con los demás grupos, el de Taichi no había siquiera empezado. – Eso es todo, ¿no es así, Fujishima? -, dijo Watase fatigadamente debido a su hambre. – Aún no. Espera un poco más. Aunque no estaba seguro del por qué, él podía ver que Fujishima tenía una peculiar persistencia a la hora de preparar el curry. Ella puso dentro del curry especias que hizo especialmente e incluso quiso controlar el tiempo de cocción a un nivel preciso. Ella estaba exagerando algo que debería ser tomado como una simple actividad de clase.

16 El guoba es la costra de arroz chamuscado que queda al fondo del recipiente en que se cocina, siendo generalmente en un wok, a veces se da de aperitivo.

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– Hazlo más rápido, Fujishima. Nagase también estaba empezando a sentir hambre y cansancio. – Espera un poco más. Sólo un poco más. Ahora tenemos que agregar las especias finales… Dicho eso, Fujishima, sin embargo, no hizo nada más que mirar su reloj. El tener que ser paciente mientras que tu hambre era estimulada por la esencia de la comida cocinándose, era como ser torturado. Aunque no decía nada, Inaba obviamente también se veía extremadamente impaciente. – ¡Muy bien! ¡Ahora podemos empezar! -, Fujishima declaro al final el permiso para que ellos empezaran. Sus estómagos estaban completamente vacíos y ya habían alcanzado sus límites de hambruna, Taichi y sus compañeros de clase inmediatamente metieron la cuchara en el curry sobre sus platos como si tuvieran una meta en común. – ¡A comer! 371


Todos devoraron el arroz empapado con el curry. – ¡Delicioso! -, gritó todo el mundo. – La mejor especia es un estómago vacío… no, déjenme corregir eso. ¡Es amor! Haciendo a un lado la broma que había hecho Fujishima, el curry era tan delicioso que fue conmovedor.

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Ellos entonces, alrededor de la mesa, comieron juntos el curry bajo el cielo azul celeste. Inaba Himeko escuchaba silenciosamente a Taichi, Iori, Fujishima, y Watase charlar alegremente. Si alguien fuera a darle la palabra a Inaba, ella daría una brusca respuesta y continuaría mascando su curry lenta y delicadamente. Inaba se puso de pie y se marchó, aquellos que terminaran su comida tenían que llevar su plato al lavaplatos.

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El curry que todos hicieron juntos fue inesperadamente bueno―no, fue asombroso. – El curry es delicioso. Inaban -, dijo Iori, quien ya había lavado sus platos, y se preparaba para regresar a su asiento. – Sí -, replicó Inaba naturalmente. Aunque tenían muchas oportunidades de encontrarse entre sí, lo cual podría llevarlos a situaciones peligrosas, Inaba aun así lo llevó de mala gana y se levantó de nuevo. Alegre, el tenso rostro de Iori se alivió. Ella tenía una sonrisa que causaría que aquellos a su alrededor fueran abrazados con felicidad. Inaba sintió, desde lo profundo de su corazón, que sería genial residir en ese amplio espacio con esta sonrisa. Inaba colocó su plato sobre el lavavajillas. – ¡Hey, Inaba! ¿Estás sangrando? -, preguntó Taichi, quien se había acercado a ella de repente. – ¿Eh?

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Inaba extendió sus manos exaltada, pero no sabía a donde se refería. – ¡Mira, aquí! Taichi atrapó sus manos y las dobló en otro ángulo para permitir que ella viera. – Ah… Había sangre fluyendo desde una abertura en su dedo índice izquierdo. ¿Cuándo se hizo esta herida? Inaba no tenía idea. Taichi abrió el grifo, tomó la mano de Inaba, y la lavó a la fuerza. – Oye. ¡Puedo hacerlo por mi cuenta, idiota! Inaba de inmediato retiró su mano. – Está bien. Debes tener cuidado de no dejar que entre ninguna bacteria. Watase llamó a Taichi en el mismo momento, así que Taichi dejo a Inaba por su cuenta. Qué entrometido. Qué ridículo. 374


Inaba miró fijamente su dedo índice izquierdo. La herida se veía como estuviera ahí desde hace un largo tiempo, ya que no había sangre saliendo de ella ahora. El agua que chocó contra su dedo debería ser fría como el hielo, sin embargo su dedo se sentía extrañamente caliente―a un punto que, tal vez, las gotas de agua en su dedo se evaporarían. Su pecho se afligió. [―] Inaba ligeramente besó su dedo índice. Sus labios al igual que su dedo sintieron el abrazador calor, una temperatura que era más alta que la suya propia. Todo su cuerpo empezó a calentarse. Su pecho se sentía tan doloroso que ella estaba a punto de volverse loca. Finalmente, Inaba recordó ligeramente el sentimiento en su interior; y a medida que el arrepentimiento surgía en ella, lentamente removió su dedo de sus labios.

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– Inaban, tú has… Su corazón latió rápidamente; su sangre fluyó de una manera que parecía que estuviera fluyendo en reversa. Temblando, Inaba giró su rostro hacia el lugar de donde provino la voz. Iori estaba parada allí, mirándola deslumbrada. El sonido de sus latidos se amplificó; se volvía más y más difícil respirar. ¿Qué presenció Iori? ¿Qué había visto en mí? ¿Cuándo comenzó esto? Estas preguntas sin sentido volaban a través de su mente. Ella sabía que no tenía sentido―sin sentido como una idiota. Aunque estaba siendo así, ella era, por lo menos, una mujer.

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Su sentido de mujer le dijo… Iori recomenzó: – Inaban, te has enamorado de… Lo descubrió. Después de todo, había muchas implicaciones que llevarían a Iori a pensar de esa forma. Por ejemplo, los primeros eventos de este fenómeno eran implicaciones obvias. Inaba encubrió la razón por la cual se abalanzó sobre Taichi diciendo que fue debido a su deseo de sexo, que ella haría lo mismo independientemente de si se trataba de Taichi o no. Sin embargo, para ser honesto, ella en realidad no le haría lo mismo a cualquier persona. Iori estaba a punto de decir la última palabra de su línea. Una vez que lo dijera, el espacio que Inaba trataba de sostener colapsaría debido al desbalance. Había, hasta ahora, estado en un estado cercano al ideal.

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¿Por qué? Ella lo odiaba. Ella quería detenerse. Ella no quería escuchar. Ella no quería ser la culpable por destruirlo. Ella quería continuar protegiéndolo. Incluso cuando ella reconocía que no tenía el privilegio de hacer esto, este era su único soporte mental, y por tanto lo apreció por un largo tiempo. Era un importante lugar para ella. No quería perderlo. No quería que todo terminara. Esperaba que no fuera así. Ella no tenía idea de qué sucedería cuando fuera a terminar. Así que… así que… así que Inaba huyó de inmediato.

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En lo profundo de las colinas, los largos y delgados árboles se erguían por doquier. Inaba despejaba un camino a través de los arbustos, un camino que no era el que debería estar recorriendo, ella se dirigía a un lugar con una pila de hojas secas. El camino era plano, y no era difícil correr en este suelo. Inaba ignoraba los sonidos que la llamaban desde atrás. Todo lo que hacía era correr. Corría por su vida como si tuviese que pulverizar las plantas debajo de ella. ¿Debería haber un obstáculo frente a ella?, si era así usaría los mínimos pasos requeridos para evadirlo y encontrar el lugar más alejado de donde había estado. Podía sentir que algo estaba atrapándola. Sin embargo Inaba jamás se daría la vuelta. Todo en lo que tenía que enfocarse era en el frente. Ella fue una persona tan descuidada que quería vomitarse a sí misma. ¿Por qué hizo algo tan imprudente? ¿Fue debido al desencadenamiento de los deseos? 379


Ella sintió que podía escuchar aquel sonido, pero otro sentimiento le dijo que no lo hiciera. El deseo en sí mismo era estúpido. Alguien pensando de esa manera significaba que su mente había enloquecido. ¿Había sido demasiado descuidada? ¿O sus corazonadas eran más débiles de lo que había pensado? Si tan sólo ella hubiera sido más precavida… Este sentimiento fue totalmente por culpa de todos esos eventos que la llevaron a ello. Su prioridad ya había sido establecida. Su respiración estaba echa un desastre. Su garganta estaba seca. Ella quería vomitar. El suelo en el que pisaba se hacía cada vez más inestable. Hubo varias veces en las que Inaba casi había tropezado. 380


Aun así, sin importar eso ella corría por su vida. ¿Por qué? ¿Fue sólo coincidencia que pudo ocultarlo en los días anteriores? ¿Ocultar algo era siquiera posible bajo los efectos del desencadenamiento de los deseos? ¿Iba ‹Fusen Kazura› a arrebatarle el lugar donde se sentía cómoda? ¿Qué era lo más importante que quería proteger? Ella era afortunada de tener amigos tan amables a pesar de su desagradable personalidad. Si sólo esto perdurara un poco más… ¿Habría una segunda oportunidad que aparecería en su vida? No habrá una nunca más. Ella no podía imaginar lo que habría. Personas como ella deberían ser mejor encerradas dentro de un cuarto sombrío.

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Siempre había perseguido las cosas que era incapaz de tener. También había entendido que un día, su fuerte, y audaz fachada se iba a deteriorar, sin embargo, ella sintió que todavía podía ser capaz de mantenerla para ocultar su lado desagradable. Siempre había tenido un pequeño sueño―que si fuera una fuerte y confiable persona, ella podría quedarse con todos. Sin embargo, ella tenía que cumplir con su destino. Ella había hecho tanto para mantener todo en su lugar, a pesar de esto un enorme agujero fue creado fuera de sus expectativas. Agua fluía afluentemente por el agujero, más allá de su control. Lo más importante era estar con todos. Aunque era un deseo pequeño, podría afirmarse desde ya como una petición irracional para ella. ¿Por qué aun así tiene que perseguir cosas más allá de esto? Que ignorante era. 382


¿No era seguro que la codicia traería la destrucción? Si tan sólo pudiera haber mantenido su distancia durante el desencadenamiento de los deseos… Si tan sólo pudiera haberse impedido a sí misma el cometer errores, pasando desapercibida, y escondiendo su pasado, entonces… Sus sentimientos crecían más fuertemente a medida que pensaba más en ello. Ella confiaba en que habría una manera en la que pudiera trascender por lo que estaba pasando en ese momento. Fuera como fuera, por qué ella aún… simplemente por qué ella aún… por qué… ¿Qué debería hacer si no hubiera una forma de reparar las cosas de vuelta a la normalidad? Tratando de escapar del miedo sobrecargándola, Inaba corría con todas sus fuerzas. Ella deseaba que pudiera escapar a un lugar donde no hubiera nadie más.

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Escapa. Escapa. Escapa. Inaba sintió que su fracaso podría ser borrado si corría a un lugar sin fin. Pero esto era imposible. Ella tenía que enfrentar la realidad. Ácido láctico se acumulaba en sus piernas, y sus pulmones dolían. Inaba se detuvo, al final, sus rodillas cayeron al suelo. Aunque estrecha, allí había una pequeña área en medio de los enormes árboles. ¿No era este un lugar donde no había nadie más? Cuando Inaba trato de alucinar, fue inmediatamente sacada de su alucinación después. – ¡Inaban… Inaba… Inaban!

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Aunque su voz estaba mezclada con sonidos de respiraciones irregulares, ella podía entender que estaba llamándola. Teniendo un pésimo estado físico, Inaba nunca podría deshacerse de Iori. Ella aún no podía dar marcha atrás. Mirando fijamente el suelo, Inaba puso su concentración en regular sus patrones de respiración. Su mente estaba echa un desastre. ¿Qué debería hacer? ¿Qué sucedería? ¿Qué haría Iori? ¿Podría ocultar el pasado? ¿A pesar de todo Iori lo había descubierto? ¿Cuál era la medida que ella debería adoptar? ¿Cuál era la posibilidad de que pueda tener éxito? ¿Había siquiera alguna posibilidad? Varios pensamientos se cruzaron entre sí, incapaces de tomar una forma clara. Su mente había quedado completamente en blanco. El sudor se deslizaba sobre ella afluentemente, cegando su calor cuando este se evaporaba.

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Calor y frio se mezclaban en su cuerpo.

Tanto si se trataba de su cuerpo o su cerebro, sus sentimientos se agitaban por todas partes, haciéndolos imposibles de aclarar en tan poco tiempo.17 A pesar de su esfuerzo, el tiempo voló despiadadamente, la variación en su estado de ánimo lentamente se calmaba. Iori también se había calmado. – Hey. Por qué, Inaban, por qué… La voz agitada y temblorosa de Iori era el único sonido yendo a la deriva a su alrededor. – Hey. Inaban. ¿Tú también… te has… enamorado de Taichi?

17 Psicológicamente, es imposible pensar―o en este caso, aclara los sentimientos―en tan poco tiempo, ya que la conciencia de nuestro cerebro se acelera cuando nos encontramos en problemas o en grave peligro. Es por esto que en diferentes situaciones percibimos el tiempo de manera distinta.

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No. No preguntes. Ella no quería escuchar. Quería tapar sus oídos, pero su cuerpo estaba entumecido, y no podía forzarlo a moverse. No había vuelta atrás. Mientras Inaba era incapaz de responder, el sonido de las hojas estrujándose se acercaba a ella. Una mano se posó sobre su hombro, y la forzó a girar hacia atrás su cabeza. El rostro de Iori entró en su vaga visión. Iori, originalmente llorando, quedo conmocionada al ver el rostro de Inaba. ¿Cómo lucía? Inaba ni siquiera quería imaginarlo. – ¿Por qué? -, Iori murmuró de nuevo y retrocedió un par de pasos, sentándose inexpresiva en el suelo. – ¿Es por esto que siempre que Taichi y yo estuviéramos juntos? ¿No es eso lo que siempre me decías? ¿Por qué?

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Iori tocó su frente, enfadada pesando en que expresión mostrar. – Por supuesto que sentir que también amas a Taichi… ¿Pero, ese amor es diferente al amor entre amigos? Su visión estaba distorsionada; ella por poco deja escapar el sonido de un sollozo. – ¿Entonces por qué deliberadamente querías que Taichi estuviera conmigo? ¿Planeas ofrecérmelo? A medida que Iori tejía sus palabras, Inaba sólo agitaba su cabeza en negación. Inaba no había pensado en ningún tipo de ofrecimiento como dijo Iori. Ella sólo quería dejar que esos dos estuvieran juntos. Esto era lo que había decidido desde un comienzo. – Si planeas ofrecérmelo, entonces ¿por qué sigues presentando tanto dolor? ¿Ella se veía como si sintiera un inmenso dolor? Era lo más probable. Era doloroso. Era realmente doloroso.

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En ese momento, la voz de Iori de repente se rompió. Entonces, ella se levantó abruptamente. – ¡Qué demonios! ¡Explícalo ahora y que sea claro, Inaba Himeko! Iori de repente cambió a un modo enojado. Flamas de furia ardían en sus ojos. Sin importar cual fuera el caso, esto era demasiado repentino. ¿Oh, sus deseos habían sido desencadenados? Sin embargo, pensar en esto era inútil. Sin importar lo que hubiera podido ocurrir, la persona de pie ante ella seguía siendo Nagase Iori. – ¡Qué demonios! ¡Qué demonios! ¡Qué mierdas es esto! Ahah.

El

mundo

que

ella

quería

proteger,

gradualmente se estaba despedazando. – ¡Si no te aclaras ahora mismo, no seré más tu amiga! Detente. Jamás hagas esto.

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Ella no podía soportarlo más. – Eso es… eso es porque si no hago esto, los cinco no podríamos permanecer más juntos… Fue cuando Inaba habló que se dio cuenta que estaba llorando muy tristemente. Lagrimas se deslizaban por sus mejillas. – ¿Por qué no podríamos estar juntos? Demandando por una respuesta, Inaba, sollozando, a regañadientes dejo salir unas palabras: – ¡eso es porque si chicos y chicas desarrollan relaciones tan extrañas como el amor… se presentaran conflictos… e incluso resultaran en la destrucción de la amistad! Inaba no estaba segura que de sucedería realmente. Ella no se había enamorado de alguien, y nunca tuvo una amistad tan profunda con alguien más. Ella nunca antes creyó en nadie más en este mundo. Esto era debido a que ella había estado sola hasta este momento. – Aoki ama a Yui, y Yui parece también tener inclinaciones similares. Iori, tú quieres una persona que te 390


apoye; Taichi está aquí para esa tarea. ¿Así que todo no sería estupendo si pudieras estar con Taichi? Si esto sucedía, entonces los cinco podríamos estar juntos, y ella podría proteger este importante lugar. A Inaba le gustaba mucho estar con los otros cuatro. Ella quería mucho el lugar que habían creado. – ¿De qué estupideces estás hablando? ¡Eres una idiota! ¿Cómo sería todo estupendo? ¡No puedo creer que tú, Inaba Himeko, pueda pensar algo tan estúpido! Iori gritó agitada sus sentimientos develados, explotando ciertas emociones dentro de Inaba. Sus sentimientos que estuvieron ocultos hasta ahora, estaban a punto de llenarla y salir. Inaba no quería detenerlos más. – ¡Yo había estado sola! ¡Había estado sola por tanto tiempo! ¡Pero desde que entré a la secundaria, conocí personas a las que podía llamar amigos, así que, sin importar cual fuera el caso, yo no quería perderlos! ¡Además, no tenía la más mínima idea de que hacer! Ella se había sentido sola por un largo tiempo. 391


Pero entonces, ella no estaba más sola. Una vez que supo cómo se sentía cuando la soledad la dejo, ella tuvo miedo de quedar sola nuevamente. Entumeciéndose instantáneamente, Iori observó a Inaba, sus ojos parpadearon repetidamente. Luego, después de calmar sus emociones por un momento, ella le gritó a Inaba, mostrando unos ojos grandes y agudos: – ¡Eso no me importa! ¡Di que te sientes sola cuando lo estés! ¡Si estás tan asustada y preocupada de llegar perder todo, dilo! ¡No todos en este mundo somos tan fuertes como tú! ¡Si esperas que las personas torpes sepan cómo te sientes, dilo! ¡Incluso si puedes sentirte avergonzada y perturbada, aun así tienes que decirlo con fuerza! ¿Pero cómo podía decirlo? No podía dejar que los otros conocieran sus puntos débiles. Ella tenía que ser la fuerte y capaz Inaba Himeko; de otra forma, los demás no la tomarían como un ser necesario.

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Además no podría moldear el lugar para sentirse cómoda. – ¿Por qué hiciste cosas tan estúpidas sin decir una palabra? – ¡E-Entonces, dime que debería hacer! – ¡Entonces no hagas nada, quieres! -, gritó Iori, su cabello se agitaba volviéndose un desastre. – Cómo podría… ¡Cómo podría hacer eso! Personas como yo que son tan inútiles, tan odiadas, tan basura… Personas como yo… – ¡Deja de decir “Personas como yo”! ¡No te digas eso a ti misma! – ¿Entonces qué puedo hacer? ¡No soy la buena persona que ustedes son! – ¡Si no, entonces que debería hacer yo, quien quiere más a Inaba Himeko!

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Dicho esto por Iori, Inaba de repente detuvo su respiración inconscientemente; ella podría haberse olvidado incluso de respirar.18 Solamente podía escuchar la agitada y jadeante voz de Iori. – ¡Te quiero muchísimo, Inaba! ¡Realmente te quiero! ¡Si no lo entiendes, voy a decirlo hasta que lo hagas! ¡No soy sólo yo sino también todos te quieren! ¿Estarían dispuestos a decirle que la querían, incluso descubriendo la clase de persona que era realmente? Cómo iba… Eso es sólo… – La persona que quieres es la falsa Inaba Himeko quien es fuerte y capaz. Ella es diferente de mí, que soy débil y fea. – ¡Quiero a Inaba, sin importar lo tétrica que es! ¡No, no, Inaban! Inaba Himeko es incluso una mejor persona

18 La respiración es una acción involuntaria. No necesita ser controlada por nuestra conciencia mental.

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que Inaban… no, esto tampoco se acerca. Esto no se acerca. Iori agitó su cabeza fuertemente. En esta conversación, Inaba tenía la ilusoria sensación de que los explosivos sentimientos de Iori estaban aterrizando sobre ella. – ¡Los humanos no pueden dividirse en buenos o malos! Los humanos no pueden separase con un sistema tan simple, Inaban. ¿Cómo soy diferente de ti? ¿No somos iguales, Inaban? ¡Somos iguales, Inaban! ¡Confía en mí! Si yo… ¡Si yo luzco como una buena persona para ti, entonces deberías confiar en mí, en la buena persona que crees que soy! Iori se lo repitió a sí misma para enfatizar que Inaba era igual a ella. Era lo que ella reconocía en el fondo de su corazón. No se trababa de algún tipo de palabras amables para hacerla sentir mejor, ya que ella se encontraba en un estado en el que sus deseos estaban siendo desencadenados. Ya era tiempo de…

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Estaban cerca de allí… – ¡No importa, Inaban! ¡Incluso si no te esfuerzas tan duro, voy a seguir siendo tu amiga! No, “ser tu amiga” suena incómodo. Debería decir, ¡voy a ser tu amiga por siempre! ¡Por favor, permíteme ser tu amiga en los días por venir! No estaría de más si lo intentara ahora, ¿verdad? – Ahah. Yo, de hecho, yo… yo durante mucho tiempo esperé que alguien me dijera esto… Lagrimas fluyeron naturalmente junto con sus palabras. No importaba si ella era la fuerte Inaba Himeko o no. No importaba si era la capaz Inaba Himeko o no. Incluso si era la mediocre y débil Inaba Himeko, todo estaba bien. Aun así habría personas que la amarían en este estado. No importaba si ella creía en los demás y les mostraba lo que realmente era, ¿verdad? Ella podría continuar llevándose bien con ellos usando su auténtico yo, ¿no es así? Era estupendo al fin ser capaz de poder pensar esto. 396


– Gracias. El sentimiento de gratitud profundidades de su corazón.

fluía

desde

las

Ella podría haber esperado fuertemente durante un largo tiempo por alguien que estuviera dispuesto a decir que él o ella la quería con unas emociones tan fuertes. No tenía nada más que anhelar por ahora. Era suficiente que alguien estuviera dispuesto a decirle esto. – Gracias, Iori, por decirme esto, a pesar de mi inutilidad. Pero ya es demasiado tarde. Mira en lo que hemos terminado. No hay forma de arreglar las cosas de vuelta. Mi presencia únicamente influirá en contra de tu relación con Taichi Además, no quiero destruir las interrelaciones de los miembros del club, así que… no puedo regresar al salón del club… Las lágrimas se habían detenido sin que ella lo supiera. – ¿Por qué? -, preguntó Iori. Sus ojos penetraron a Inaba.

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¿El desencadenamiento de los deseos no había terminado aún? El cuerpo de Inaba se estremeció, y después recomenzó: – Es debido a que la atmosfera se ha vuelto tan vergonzosa que no podemos tratarnos entre nosotros de la misma manera que lo hacíamos. – ¿Por qué sucedió esto? Fue una fría y vigorosa voz. Iori continuó: – No, me refiero a algo antes de eso. Cuando dijiste que todo sería mejor cuando Aoki y Yui se convirtieran en una pareja y Taichi y Yo nos convirtiéramos en pareja. Pero, ¿no sería genial también ti te conviertes en la pareja de Taichi? ¿Por qué no haces eso? – No. Es porque pensé que era genial hacerlo… tú encajas más con Taichi. Ustedes lucen como una pareja consentida por Dios. Además, no tengo muchos sentimientos por Taichi. Ah, cierto, decir esto no será de ayuda ahora…

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– ¿Por qué aún tienes que mentirte a ti misma cuando hemos llegado tan lejos? -, gritó Iori con una voz que parecía como si su sangre fuera a salir de su garganta. – Qué mentira… yo no… – Aunque pienso que este método es estúpido, ¿todavía quieres dar tu mejor esfuerzo para proteger la relación entre nosotros cinco? ¿No crees que esto es más importante que cualquier cosa? Cierto. Ella tenía razón. – Pero incluso si supieras que esta relación podría colapsar, aún amas a Taichi―a un nivel que no puedes soportarlo, ¿no es así? ¡Entonces, no tienes que mantenerte en una situación como esta! -, gritó Iori, causando que el dolor se revolviera en el pecho de Inaba. Este sentimiento que tenía. Este pensamiento que poseía. Este dolor que estaba a punto de abrirse paso destrozando su pecho… – Cuando tienes dos cosas que quieres, y cuando vas a perder una de esas cosas al escoger la otra, ¿qué escogerás, Inaba Himeko?

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Únicamente sucumbiendo a la contundente voz de Iori, Inaba contestó en reflexión: – ¡Sin duda escogeré la que es verdaderamente importante! – ¡No! ¡Inaba Himeko, tú deberías querer tener ambas! Debido a los gritos excesivos, la voz de Iori se volvió algo ronca. Aunque su garganta parecía sentir mucho dolor, Iori aun así gritó. Todo era por Inaba Himeko. – ¡Si se trata de ti, puedes hacerlo! ¡Si se trata de ti, puedes arrebatarle el chico que ama a tu mejor amiga, pero, al mismo tiempo, aliviar la embarazosa atmosfera y dejar que todo resulte bien! ¡Una vez que te decides en hacer algo, vas a lograrlo! ¡Sin importar cuales sean las tragedias en las que te encuentres, no te redirás tan fácilmente; tú jamás te rendirías tan fácilmente! Esta es Inaba Himeko. ¡Esta es la verdadera Inaba Himeko! Arrogante, malvada pero con una cortes fachada, controlando a los demás para su propio beneficio, dispuesta a hacer lo que sea para lograr que lo que diga se haga realidad… ¡Esta es la verdadera Inaba Himeko! ¿Qué persona era Inaba Himeko? ¿Qué persona esperaba volverse Inaba Himeko?

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– Además, incluso si no haces esto… Iori se detuvo por un segundo, inhaló profundamente, y empujó el aire fuera con todo su ser como diciendo que esto era lo último: – ¡La amistad entre Nagase Iori e Inaba Himeko no será destruida por pelear sobre el hombre que aman! Iori tomó un profundo respiro, y agregó con un calmado rosto: – Creo que nuestra amistad no es tan frágil. Así que, Inaban, no tienes que ser tan cuidadosa frente a eso. ¡Regresa al salón del club! Eso no importa. Las lágrimas que deberían haber cesado casi vuelven a salir, pero Inaba se esforzó para evitar que salieran. Ella mordió sus labios, succino su lloriqueo, levantó el rostro, y secó las lágrimas acumuladas en las esquinas de sus ojos. Era tan débil que no tenía remedio. Siempre había sido altanera y altiva para ocultar esto. Había estado ocultándolo una y otra vez, aun así no pudo lograrlo hasta el final. Siempre había creído que era una persona inútil. 401


Carecía de confianza en sí misma. Se odiaba a sí misma. Sin embargo, alguien estaba dispuesto a decirle que le agradaba a pesar de su personalidad. Alguien estaba dispuesto a animarla. Podría no ser beneficioso para Iori decir esto, pero aun así lo hizo. Iori era tan fuerte. Inaba menospreciando demasiado.

la

había

estado

Inaba quería ser tan fuerte como Iori. Fuerte no sólo en lo que aparentaba sino también en su corazón. Esta era la persona que quería ser. Por lo tanto, Inaba, moviendo sus inestables piernas, se puso de pie por sí sola, sin pedirle ayuda a nadie. Se paró sobre el suelo firmemente, con su espalda recta, sus manos en sus caderas, y empezó a hablar por la persona que había dicho que la quería al igual que por ella misma.

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– ¡Muy bien! ¡Entiendo! ¡No me importa si vas a lamentarlo! No me subestimes. Si eso fue es lo que dijiste, entonces voy a tener que ganar impecablemente: ¡para hacer mi mejor esfuerzo y derrotarte completamente sin dejar ninguna secuela! Casi lloró mientras decía esto. Sus palabras habían sido torpes, pero aun así se las había arreglado para decirlas hasta el final sin apartar sus ojos de Iori. Ella miraba fijamente a Iori, quien era su rival en el amor, su camarada, y también su mejor amiga. Con su espalda recta, Iori observó a Inaba y prestó atención a sus palabras. Ella gentilmente mostró una sonrisa como una flor floreciendo. La sonrisa fue tan carismática que, incluso siendo una mujer, Inaba casi se enamora de ella. – Primero lo primero, Inaba. ¡No planeo admitir la derrota ni ofrecértelo a ti! ¿O debería decir, realmente crees que puedes ganar contra mí? Habiendo dicho eso, Iori sonrió como una niña arrogante.

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Inaba sonrió junto con ella. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que mostró una sonrisa como esta? – Hay muchas formas de ganar contra una chica cuya única táctica es su cara bonita -, replicó Inaba. – Qué cruel -, dijo Iori, sonriendo. – Pero si realmente pierdo contra ti, daría mi mejor esfuerzo para evitar la vergüenza, especialmente a la hora de causarle los menores problemas posibles a Taichi. Ella podía hacerlo. Si se trataba de ella, podía hacerlo. Que lo vean, que vean lo que ella es capaz de hacer. Así que ella se había vuelto codiciosa. Ella tenía que decir las cosas que quería y pensar en maneras de obtenerlas. – ¡Gracias! También daré lo mejor. Fue sólo hasta ahora que el nerviosismo en su cabeza había cesado desde que empezó el desencadenamiento de los deseos.

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El nerviosismo en el que una vez estuvo fue gracias a que estaba asustada de encontrarse a sí misma en problemas si dejaba su guardia abajo. – Por cierto, Iori, eres tan radical. Esto fue ciertamente sorpresivo, aunque ella no estaba segura de cuando empezó o de cuando terminó. Iori lucía como si no esperara que ella fuera a decir eso y cayó en contemplación. Luego, ella dijo en voz baja: – ¿Es esa…“yo”? – ¿Quién sabe? Pero por lo que has dicho hace un momento, parece que la llamada tú, Iori, lo ha hecho desde lo profundo de tu corazón. Iori mostró una sonrisa y asintió mostrando su consentimiento lentamente. – Ah, hablando de eso, ¿Cuándo se desencadenó mi deseo? ¿Y cuando terminó? Iori también tenía sus propias agonías. Aunque tenía un lado fuerte, ella era básicamente temperamental. Ella, Inaba, tenía que hacer algo por Iori algún día -, pensaba Inaba. 406


Justo en ese momento… La Iori frente a ella repentinamente perdió su expresión. Personas normales no tendrían este tipo de caras impresas en ellos. Normalmente, este rostro sólo aparecería en Gotou Ryuuzen. – Permíteme decir esto primero: por favor no me malinterpretes… -, dijo ‹Fusen Kazura›, tomando ahora la apariencia de Nagase Iori. – Deja de bromear. ¿Qué piensas a hacer? Inaba no había visto esto con sus propios ojos antes, pero ella había escuchado de Taichi que ‹Fusen Kazura› había entrado al cuerpo de Iori y saltado al rio, lo que causó que su vida estuviera en juego. – Eh. Estoy diciendo la verdad. No planeaba venir aquí, pero… como debería decirlo… creo que es más interesante decírtelo ahora… corrección: es lo mejor… – No entiendo de lo que estás diciendo.

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Los vasos sanguíneos en su cerebro estaban a punto de explotar en cualquier segundo. – No tiene mucha importancia, en serio. Sólo quiero hacer las cosas más interesantes. Extraño, ¿no sueno como si no explicara nada? Olvídalo. No hace ninguna diferencia. Volvamos a donde estábamos. Yaegashi cayó en aquel sitio por sí solo. Su mente quedó completamente en blanco. – En verdad no hice nada. Así están las cosas. ¿Qué es eso? ¿Un idiota que se auto-sacrifica? Eso es tan valiente. Si yo fuera él, habría estudiado cuidadosamente por lo que iba a estar pasando antes de hacer cualquier cosa, pero Yaegashi sin duda no lo haría… ah. Inaba se fue a toda velocidad. Ella usó toda su fuerza para regresar al camino en que había estado. ¿Estaba bien dejar a Iori atrás? Este pensamiento surgió en su mente, aunque a ella en realidad no le importó. A pesar de que era desagradable para ella creer en las palabras que salieron de la boca de ese sujeto, no había ninguna necesidad para que él fuera hostil o 408


malicioso hacia ellos. Él solamente quería hacer las cosas un poco más interesantes. Además, él parecía estar a favor de ellos, así que Iori simplemente no moriría así como así. Sin embargo, ¿Qué hay de Taichi? El reamente era un idiota―un verdadero idiota. Él estaba dispuesto a hacer lo que fuera para ayudar a alguien más. Si sus deseos fueron desencadenados, ¿a qué se enfrentaría? Al oírlo decir, Cayó en aquel lugar, Inaba de repente pensó en ese lugar. Había un precipicio al lado de ese lugar. Al mismo tiempo, recordó las palabras que ella había dicho. ¿Realmente morirás está vez? Aunque sin estar segura de qué le sucedió a Taichi, ella sabía que Taichi haría cosas por razones inexplicables. Así que Inaba usó toda su fuerza para correr.

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Sus pulmones dolían, su pecho dolía, su garganta dolía, sus piernas dolían. Cuando ella cayó al suelo, el brazo que golpeó contra el suelo dolió. A pesar de que una vez ella se cuestionó por qué estaba dando su mejor esfuerzo para correr, sus piernas simplemente no se podían detener. Ella no tenía idea de donde estaba. Incluso si se encontraba en el camino correcto era un misterio. Si ella hubiese considerado la eficiencia y fiabilidad, debería haberse detenido por un momento para mirar alrededor―esto era lo que su calmada, y estable mente le decía. Fuera como fuera, sus piernas simplemente no podían detenerse. Inaba dejo que sus adoloridas piernas avanzaran repetidamente. Cubierta con cortes y moretones, ella imaginó que su aspecto tenía que ser tan trágico que no era agradable a la vista. Debe haber lúcido como una idiota corriendo con movimientos burdos. Si alguien fuera a verla, sin duda se habrían burlado. Que indecente. Que embarazoso. Ella realmente quería detenerlo inmediatamente y tomarlo con calma. No 410


quería ser tomada como una idiota, siendo menospreciada, o mostrando una impresión de sí misma siendo débil. Ella esperaba que los demás la pudieran tomar como alguien fuerte. Varios sentimientos se precipitaron sobre ella, pero todos se desvanecían en un instante. ¿Qué era lo bueno de preocuparse por su apariencia? Los que quieran reír que rían. Lo único que debería importarle era dejar que este impulso en ella la condujera hacia adelante. ¡Ella debe enfrentar sus deseos honestamente! “Enfrenta esto honestamente” también era algo que quería decirle a sus amigos. Mientras caminaba, la distancia entre los árboles se hacía más enmarañada. Ella podía ver luz y escuchar ruidos de personas en el frente. Habiendo llegado, las piernas de Inaba se detuvieron repentinamente. Su desordenada respiración era ruidosa, y los sonidos de sus latidos eran increíblemente fuertes.

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¿Qué estaba sucediendo? Ella misma ni siquiera lo sabía. Como si a sus piernas les hubieran crecido raíces, estas no se movían un centímetro. ¿Estaba asustada? Sí, estaba asustada. Tenía miedo de que después de haber corrido con todas sus fuerzas, nadie necesitara su poder. Ella estaba asustada de que tal vez ya había sido abandonada. También estaba asustada de que los demás pudieran observarla ahora mismo, y la forma en la que la veían cambiaría. La impresión que había intentado crear y sostener podría colapsar, y ella ser menospreciada y pisoteada. Ella podría ser tomada como inútil e innecesaria. Y tal vez Taichi podría no necesitar su ayuda incluso si ella quería ayudarlo. Sin embargo, estas son otras excusas. Estaba tratando de encontrar excusas de nuevo, saliendo con razones erróneas para engañarse a sí misma. Había estado escapando hasta ahora y aún no había mostrado su verdadero yo. Incluso cuando era herida, ella 412


pensaría que estaba herida únicamente en la superficie, así que no importaría. Había estado ocultando su pasado todo este tiempo. Sin embargo, esto también implicaba que jamás sería capaz de perseguir las cosas que verdaderamente quería más. Era por esto que tenía que enfrentarse honestamente a sí misma ahora. Ella tenía que tener confianza en sí misma por la persona que amaba. Así que, así que, así que… Inaba se lanzó hacia adelante. Acumulaba estrés, sus piernas temblaban cansadamente; sus rodillas no la escuchaban más, pero ella aun así avanzó. El brillo se incrementaba gradualmente, y los sonidos que podía escuchar se amplificaban. Mordiendo sus labios, inhaló profundamente con su nariz.

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Inaba miró alrededor, encontrando a todos, quienes, habiendo terminado de empacar su almuerzo, se encontraban jugando todo tipo de juegos de pelota. Algunos de ellos la vieron y apuntaron en su dirección. Entonces, ella captó un vistazo de Taichi quien yacía débil y cansadamente sobre el largo banco.

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Capítulo 8 Actuar según se ha dicho

– Pero, Yaegashi, sigo pensando que lo que hiciste fue demasiado -, dijo Fujishima Maiko, sentada junto a la cabeza de Taichi en el banco. – Ayudar a un gato que trepó en un árbol y no podía bajar trepando tú mismo en el árbol, y sostener al gato en tus brazos cuando estaba a punto de caer… y resultar cayendo al suelo, actuando de colchón para el gato―sólo veía estas cosas en un mundo virtual. – Pero no podía evitarlo. Incluso si se trataba de él, lo haría así sus deseos no fueran desencadenados. – Como sea, es bueno verte sin un rasguño. Ese árbol era bastante alto. Si alguien fuera a salir lastimado durante

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una actividad al aire libre, mi reputación como presidenta de la clase sería afectada negativamente. Fujishima dejó salir un profundo suspiro lleno de impotencia. – Lamento darte problemas. – Pero ahora entiendo por qué eres popular. A pesar de que eres un idiota desde cualquier perspectiva que te vea, no puedo evitar sentirme conmovida al tener que verte hacer esto en tiempo real. Esto no quiere decir que estoy fascinada contigo. Por favor no malentiendas mis palabras. No soy una mujer tan frívola -, añadió Fujishima y soltó una risa helada. Cielos… Taichi no supo cómo responderle. – Olvídalo. Oh, es Inaba. ¡Wuaghh! Inaba, sin poder ser vista en ese momento, había regresado. Taichi también giró su cabeza para ver a Inaba, pero Fujishima estaba bloqueado su visión, así que no podía entender porque había exclamado. – Sí. Aunque esto no es la gran cosa, creo que no debería entrometerme. Mis instintos como la Sacerdotisa 416


del amor me dicen que es hora de que me vaya. Nos vemos después, Yaegashi. – Oye, Fujishima. ¿Qué quieres decir? Habiendo dejado una línea con gran implicación, Fujishima abandonó a Taichi. – ¿Qué demonios? -, murmuró Taichi. Inaba observaba a Taichi desde arriba. – Hey, Ina… Taichi originalmente quería llamarla, pero entonces se detuvo. El rostro de Inaba estaba empapado en sudor, su cabello despeinado; un par de mechones de cabello estaban pegados a sus mejillas, su jadeante cara acentuaba su andrajosa apariencia, la cual era impactante. Tal vez debido a sus caídas, había rasguños en sus mangas, y su abrigo negro estaba lleno de hojas secas y trozos de madera. Y lo más importante era que relucientes gotas de agua se deslizaban desde los ojos de Inaba Himeko.

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Taichi jamás había visto a Himeko llorar. Taichi la había visto a punto de llorar, pero cuando ellos estuvieron a punto de experimentar la muerte de Nagase, ella no lloró por todos y lo enfrento con coraje.19 Inaba ahora se encontraba sollozando, con sus ojos rojos, succionando su lloriqueó. ¿Cuánto había preocupado a Inaba? Intentando dar lo mejor de sí para levantarse, Taichi se disculpó con ella: – ¡Lo lamento, Inaba! ¡Por favor no llores! ¡No me lastimé…Wuagh! Inaba le dio al abdomen de Taichi un codazo, un golpe como ningún otro. – Wuaghh. Wuaghh. ¡Espera! Estas sobrepasándote. Ese realmente me dolió.

19 A punto de llorar: cuando Taichi le dijo algo malo a Inaba en el volumen 2 eso la dejo a punto de llorar y se aisló a sí misma de los miembros del club. De hecho, “el cuerpo de Inaba” lloró en el volumen 1, pero fuer Iori dentro de su cuerpo, así que Taichi, a pesar de haber visto el “cuerpo de Inaba” llorando, no ha visto a Inaba en sí misma llorando.

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El casi quería vomitar el curry que había comido, pero se las arregló para soportarlo. – Fu… fu… Casi pensé que moriría. Cómo pudiste… – ¡Deja de preocupar a los que están a tu alrededor, idiota! Dicho eso, Inaba liberó la energía residual que tenía y se desplomó al suelo. Ni siquiera le importaba si ensuciaría su ropa. Ella se sentó en el suelo débilmente, llorando por encima de sus temblorosos y delgados hombros. Tan frágil y débil. Ella se veía como si estuviera a punto de colapsar. Cualquiera que la viera seguramente sentiría un tierno cariño hacia ella. Taichi suavemente colocó sus manos sobre los hombros de Inaba. Él la tocó gentilmente como tratando de evitar irritarla. Entonces, Inaba secó sus lágrimas y dijo suavemente en voz baja: – Después que la actividad al aire libre termine y regresemos a la escuela, tengo algo que decirte. Veámonos en el patio trasero del edificio Este. 419


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Después de que la actividad de aprendizaje al aire libre había terminado, Inaba y los demás regresaron a la escuela en autobús. Debido a su desarreglado aspecto, algunos vinieron a preguntarle qué le había sucedido, pero Inaba les ahorró las respuestas declinando amablemente. Después de que fueron enviados a sus casas, Inaba atrapó a Iori, diciéndole lo que planeaba hacer. Iori silenciosamente asintió en respuesta, y le deseó buena suerte. – ¿Realmente puedo hacerlo? -, preguntó Inaba, pero Iori rápidamente respondió: – Esta es la despreocupación que tengo al ser la aventajada -, Oh, que altiva sonaba… como sea, Inaba le dijo gracias desde lo profundo de su corazón. Inaba ahora podía estar orgullosa de haber hecho amistad con Nagase Iori. También le enseñó su orgullo a 420


Iori, aunque ella gritó: – I-Inaban, esto no suena como algo que dirías. M-Me siento tan avergonzada -, y por tanto ella rápidamente se largó. Inaba esperaba que no fuera el resultado de sus deseos siendo desencadenados. Después de que estos asuntos fueron tratados, el tiempo avanzó más rápido de lo que había esperado. Taichi era tan honesto aún debe estarla esperando. Ella se sentía realmente apenada con él. Yendo hacía el patio trasero del edificio Este, Inaba caminó en la escuela con su uniforme. Se sentía un poco milagroso. Inaba giró en la esquina y llegó al lugar de su cita. Taichi estaba parado allí. Él estaba de pie, con su espalda hacia ella. Inaba ligeramente desaceleró sus pasos. Aunque planeaba hacerlo, resultó caminando cautelosa y tímidamente como una idiota. De cualquier forma, ella estaba a punto de llamarlo, ¿así que por qué se había vuelto tan difícil ahora? Su distancia se reducía. 421


Él todavía no la había notado. *¡Crack!* Inaba descuidadamente quebró una rama. Pudo sentir que su corazón saltó un poco. Sintiendo el sonido, Yaegashi Taichi giró su cabeza alrededor. – H-Hola, Inaba. Habiéndola saludado rígidamente, Taichi voló hacía ella. No vengas. Ven, pero no corras. Ella estaba a punto de acercársele, así que esperaba que Taichi se parará allí y esperara por ella. Esta irracional petición pasó rápidamente a través de la mente de Inaba, pero a Taichi no le importó. Él tan sólo se acercó gradualmente y se detuvo. Gracias a su burdo acercamiento, su distancia era un poco más de un metro. 422


Que idiota. Ella sonaba como si estuviera escribiendo un poema. – ¿Tienes algo que decirme? -, preguntó Taichi. Por favor espera un momento. Todavía tengo preparaciones mentales que hacer. Inaba miró fijamente a Taichi, inhaló, y… por alguna razón no pudo hablar. Ella apartó sus ojos de Taichi por un momento. ¿Qué demonios? ¿Por qué? ¿Por qué estaba asustada cuando había llegado a este nivel? Sin embargo, ella no podría avanzar si no hablaba. Si se mantenía de esta manera, sus sentimientos no serían comunicados. Era ella quien no lo decía, aun así se enfurecía con los demás por no entenderla. Sus argumentos para sí misma sonaban demasiado ilógicos. Sin embargo… Si ella realmente fuera a decirlo ahora, la relación que tenían ahora sería, debido a esto, destruida. No había 423


vuelta atrás una vez que dijera esto. Ella al igual que las personas a su alrededor podrían resultar heridas. Y lo más importante era que podría ser rechazada. Si esto sucedía, no sabía si podría levantarse de nuevo y avanzar. Esta acción era arriesgada, y traía dolor con ella. Sin embargo… Ella se había decidido. Ella tan sólo tenía que decirle sus sentimientos. Todo terminaría después de eso. Incluso si estaba asustada, ella tenía que decirlo. Tenía que confesar sus sentimientos sin estar escapando, escondiéndose, rindiéndose, y asustándose constantemente. ¿Entonces, que debería decir ahora? Extraño. Hablando de eso, ella no había pensado desde donde empezar a explicar. ¿Qué tanto debería explicar? ¿Qué debería hacer para hacer que Taichi entendiera sus sentimientos? ¿Qué línea debería escoger? ¿Qué palabra debería usar? ¿Cuál era la razón? ¿Cuál era la excusa? ¿Qué debería hacer para comunicarlo exitosamente? ¿Simplemente qué debería hacer? 424


Ella comenzó a desordenarse. Empezó a sentirse mareada, su sangre iba y venía. No sabía que estaba sucediendo en ella. Su mente había colapsado. Sus teorías habían perdido sus significados. Ella tenía que decirlo ahora, pero se encontraba perdida. No tenía energía restante para pensar que decir, ni tenía la confianza para decirlo. Era suficiente. Ella sólo tenía que decir una cosa. Sólo tenía que decir la cosa más importante. ¿Son solamente dos palabras? Dos palabras son suficientes. Son suficientes para hacer su trabajo. Así que dejaré que mi boca se mueva… – Te amo. Ahah. Lo dijo al fin.

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Taichi recibió las más pesadas palabras de su vida. Fueron sólo tres palabras, sin embargo, los sentimientos en ellas tenían la más genuina confesión. Al mismo tiempo, todas las siguientes dudas corrieron por su mente. ¿Esto es en serio? ¿Por qué? ¿Por qué Inaba diría esto tan de repente? ¿Qué hay de Nagase? ¡Inaba siempre ha pensado en dejar que Nagase y Yo nos convirtiéramos en pareja! ¿En qué se transformaran las otras relaciones? De hecho, Taichi había pensado en ello. Aunque sólo fue un pensamiento, él se dijo a si mismo que tenía que ser sólo un malentendido. Taichi siempre había pensado que era su propia inclinación. Esto era debido a que no podía encontrar una razón por la cual Inaba lo amara. Era obvio que Inaba era superior a él. Esto no quería decir que él era peor que Nagase y los demás, pero siempre había sentido que Inaba era más como una adulta, por lo que Taichi siempre creyó que esto no sucedería. 426


Hablado en cierto sentido, Inaba también había sido una persona que él respetaba. Inaba no era perfecta ni intachable y tenía su lado débil, lo cual Taichi podía entender, aun así él tomaba a Inaba como un ser poderoso que le enseñaría muchísimas cosas. ¿Qué podía darle a Inaba quien es tan poderosa? Taichi siempre había estado tan profundamente convencido de esto. Él era, sin duda, una persona obstinada que sólo pensaría en sí mismo. ¿Él en verdad había considerado los sentimientos de los demás? ¿Él sólo había forzado sus propios ideales, deseos, o cosas que reconocía sobre los demás? Taichi observó a Inaba, quien estaba temblando y apartado sus ojos. Ella se veía nerviosa y asustada al mismo tiempo. Se trataba de la Inaba que soltó las mágicas tres palabras después de un largo silencio. Taichi nunca se había dado cuenta de que Inaba lo amaba tanto. 427


Después de todo, él no lo sabría si ella no se lo dijera―esta era una cosa, pero si tuviera que decirse a sí mismo que no sentía absolutamente nada antes de eso, estaba equivocado. Tenía que estar atento de los demás. Tenía que hacerlo, ya que no vivía por su cuenta. Fue entonces cuando Taichi volvió a sus sentidos. En frente de él, Inaba, temblando tenía un rostro rojo, y sus ojos hacia abajo. Diablos. No había dado ninguna respuesta. ¡No debería haberla dejado esperando por él tanto tiempo! El impacto fue tan grande que algunas partes de sus procesos de pensamiento murieron. Taichi estaba confundido. Su cabeza estaba en pánico. Nagase, los asuntos de su club, y otros asuntos de su clase rodaban por su mente. Había muchas opciones en su mente, y podía ver los resultados desplegándose de estas opciones. Todos eran unos que podrían traer un gran impacto sobre ellos. Inaba de repente alzó su cabeza.

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A pesar de que sus redondos, y lagrimosos ojos estaban temblando, sus delgados, y largos ojos captaban a Taichi directamente. Todas las otras cosas en desvanecieron instantáneamente.

este

mundo

se

Taichi sólo quería aceptar los sentimientos de Inaba abiertamente, y decirle que era suyo. Taichi comenzó: – Yo…estoy contento de escucharte decir que me amas, Inaba. En verdad estoy orgulloso desde lo profundo de mi corazón. Taichi paró por un momento y continuó: – Pero ahora, aún amo a Nagase. Él quería permanecer con la sonrisa que Nagase tenía por el momento. Hubo una pausa de cerca de la mitad del tiempo necesario para una respiración completa. Taichi estaba esperando para ver cómo reaccionaría Inaba, únicamente para verla riendo alegremente. Aunque su expresión era retorcida, su sonrisa era brillante. 429


– ¿Es así? Lo sabía. ¿Aun así, acaso no dijiste “ahora”? ¿Eso no significa que hay una oportunidad para mí más adelante? Inaba mostraba una alegremente satisfecha sonrisa. – N-No. Eso no es lo que quería decir. – Después de todo, ustedes realmente no se han llevado bien entre sí. Además, es posible que no hagas pareja de por vida con Iori. Es demasiado fácil intervenir en el amor entre estudiantes de secundaria. Entonces, como un niño habiendo encontrado un gran acto malicioso, ella sonrió malvadamente. – Ahah. También le dije a Iori que iba a hacer esto. Así que puedes descansar tranquilo. Tendremos una formal y gran batalla. No tienes que preocuparte por ello. Sólo necesitas hacer las cosas de acuerdo a tu necesidad. Puedes dejarnos el resto para que lo resolvamos. – ¡Hey, Hey! ¡Espera! ¡Las cosas se están desarrollando demasiado rápido! ¿Qué diablos? Suena como si Nagase y tú están peleando por mí…

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– Estas completamente en lo correcto, así que tiene que resistir por tu cuenta, Yaegashi Taichi. ¡Después de todo, dos maravillosas chicas se han enamorado de ti! Inaba sacó su lengua, sonriendo maliciosamente. – ¡E-Espera! ¡Espera un minuto! ¡Voy a estar en problemas! ¡Realmente voy a estar en problemas! Dime, ¿Qué debería hacer? – No me preguntes, idiota. Al Inaba decir eso, caminó cerca de Taichi, deteniéndose antes de estar a punto de golpearlo. Ella colocó su mano izquierda sobre el hombro izquierdo de Taichi y acercó su rostro hacía su oreja izquierda. Los dos estaban tan cerca que podían sentirse el uno al otro pegándose a la otra persona. La calidez que Inaba soltó por su boca abrazó la oreja de Taichi. – ¡Velo por ti mismo! ¡Voy a hacer que no puedas evitar caer profundamente enamorado de mí! La voz de Inaba reverberó directamente en su mente como si ella estuviera mermándolo. 431


– Además, me has hecho eso una vez de cualquier forma. Es lo mismo si lo haces otra vez, ¿no es así? Inaba agarró la barbilla de Taichi, empujando su rostro hacia el de él. Su hermoso cabello negro. Sus largos ojos delgados. Sus finas pestañas. Sus labios estaban a punto de tocarse entre sí. Fue muy caliente y suave. Cuando estas sensaciones habían entrado en ellos, removieron sus labios inmediatamente. – Este es mi primer ataque. Voy a ir al salón del club la próxima semana. Gracias un montón. Inaba mostró una sonrisa como tomando del pelo a alguien y lamia sus labios. Para ser honesto, el corazón de Taichi se había acelerado a una velocidad tan alta que sintió que podría morir.

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Dejando a Taichi perdido, Inaba se fue con su espalda apuntando hacia Taichi. Ella se marchó con elegancia y a gusto, para que no notara que su sucio corazón explotaría en cualquier momento. Sin importar lo que pensara, no podía dejar de acelerar sus pasos. Fuese como fuese, ella aún se reprimía a sí misma de correr antes de llegar a la esquina del edificio. En el momento en que cruzó la esquina, salió corriendo de inmediato. Correr. Correr. Correr. Ella corría con una velocidad con la que nunca antes lo había hecho. O ella debería decir que había corrido demasiado por el día de hoy. Era una introvertida, por lo que sus músculos le dolerían mucho por un momento, pero no importaba. 433


Inaba escapó a una oscura esquina en el edificio Norte. Habiendo utilizado un segundo para revisar que no había nadie alrededor, se sentó en el suelo. – Ah… Que vergonzoso… Estoy a punto de morir… Realmente lo besé. Ella lloraba sola en el suelo. Entonces, estalló en risas: – Aha. Haha. ¡Ahahahaha! Sus labios aún tenían el toque de Taichi. ¿Qué debería hacer ahora? ¿Debería limpiarlos? ¿Debería lamerlos? ¿Debería escupir? Su cuerpo estaba tan caliente. Su pecho estaba tan adolorido. Ella sentía que estaba a punto de vomitar. ¿Era este el sentimiento del amor? Todo estaba bajo el control de sus sentimientos. Ella no podía pensar más racionalmente; lentamente se volvió una idiota. Ahah. Aun así… …se sentía sorprendentemente bien.

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Epílogo

– “Me voy” En la mañana, Inaba dijo esto y cerró la puerta de la entrada. Ella se dio vuelta y entrevió a su hermano, un estudiante universitario, observándola de vuelta sobre las escaleras con una atemorizada expresión. – …Himeko, ¿usualmente no te vas sin decir una palabra? – ¡Cállate, idiota! Ella cerró la puerta de un golpe y salió afuera.

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El aire matutino se ponía cada vez más frio, pero el día de hoy era brillante y bueno por lo que la tarde debería ser cálida. Después de una semana de la tutoría fuera de la escuela, ‹Fusen Kazura› impredeciblemente apareció en el salón del club. Apareció como Gotou Ryuuzen, el profesor de la clase 1-C, como si fuera tomado por sentado. Lo que dijo fue conciso. Fue que la condición se había vuelto desinterésate ahora, y las cosas más interesantes ya habían sucedido por lo que decidió terminarla de inmediato. Después de eso, ese fenómeno de mierda terminó. Lo que dijo acerca: – Todos parecen estar acostumbrados a esto… y también han desarrollado inmunidad… -, nos dejó sin palabras; debido a que no podíamos hacer nada frente a lo que dijo, lo dejamos solo. ¿Habrá otro? Creo que debe haberlo. La próxima vez tendremos un plan para dar un completo contraataque y derrotar a ese sujeto.

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Para ser honesta, contraatacar a ‹Fusen Kazura› es un poco difícil y las apuestas parecen estar en nuestra contra. Sin embargo, incluso si él produce otro extraño fenómeno, vamos a tener formas de resolverlo―Pensaré en una forma. Esta forma de pensar es justo como la de Taichi… pensó Inaba y mostró una leve sonrisa. ¿Por qué esos tipos fruncen el ceño al verme sonreír sola en una calle? Realmente no sonrió así de exagerado… ¿o sí? Inaba lo pensaba nuevamente a medida que caminaba por el camino hacia la escuela. ¿Por qué me gustaría Taichi? ¿Era debido a que es el chico con el que más hablo? ¿Era debido a que él se sacrificaría para salvar a otros sin importar quiénes eran? ¿Era debido a que también me salvo a mí? Todo esto no parece ser correcto; déjame ver un poco más profundo. 437


Es extraño para mí decir esto, pero mi personalidad es bastante retorcida; y debido a esto actúo dependiendo de mis ganancias y pérdidas. Si en algún momento me encuentro con un atajo, voy a querer explotarlo. No podía evitar pensar que las personas a mi alrededor pensarían lo mismo que yo porque soy ese tipo de persona. Quizás los demás también actuarían dependiendo de su ganancia y pérdida. Si bajo mi guardia quizás ellos trataran de explotarlo―no podía evitar pensar así. Así que, hice una firme pared a mí alrededor. Debido a mi extrema timidez, trataba recolectar más información que las demás personas para así tener más ventaja; me haría ver fuerte con el fin de evitar ser atacada, y eso me dejo atrapada en un cascaron. Los problemas no se alzarían si me atrapaba a mí misma. Por ejemplo―de la misma forma que Yui enfrentó este fenómeno. Quizás tuve ese sentimiento todo este tiempo, pero no me había encontrado con nada aterrador incluso siendo tan tímida. 438


Sin embargo, cuando me atrapé a mí misma, lo que podía ganar era mínimo, gracias a que en múltiples ocasiones era incapaz de perseguir lo que realmente quería. Incluso si lo que quería era colocado frente a mí, no podía ponerle una mano encima debido a que tenía miedo de llegar a ser herida. Así que la final me mantuve perdiendo cosas; pero no sufría ningún dolor a causa de eso, por lo que no perdí mis sentimientos. Sin embargo, la verdad es que ya los había perdido. Había perdido un montón de cosas, incluyendo cosas importantes. En efecto fue doloroso y agotador exponer mi verdadero yo. Resultaría herida fácilmente gracias a que no había equipos de protección, tampoco podría engañarme a mí misma haciéndome creer que era sólo una cicatriz en la superficie. Pero gracias a estar viviendo mi vida como yo misma, podía tener otra espectacular probada de la vida. Esto debería decirse como una apuesta de alto riesgo con una gran ganancia, ¿verdad?

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No fue así sino hasta que conocí a Yaegashi Taichi, quien no tenía equipos de protección, que intenté presentar a mí verdadero yo; antes de eso, pensaba que la verdadera yo era extremadamente fea y que nadie se interesaría en ella. La franqueza de Taichi me hizo sentir miedo; su honestidad me asustaba; y siempre usaba su verdadero yo en una contienda. Era tan poderoso que yo no podía coincidir con él. ¿Estoy deseando ser como él?―quizás un poco diferente de eso. ¿Quiero conocer el secreto de su poder?―esto podría ser posible. Lo más importante era que realmente quería creer en mí para tener un encuentro contra Taichi usando mi verdadero yo. Por supuesto, las cosas que una chica como yo sabría no eran la gran cosa. O tal vez lo que tengo está completamente mal de principio a fin. Esto, sin embargo, era lo que yo pensaba. 440


Antes, tan sólo anhelaba salvaguardar mi propio mundo, pero después de que entré al Club de Investigación Cultural descubrí que no funcionó. Había demasiadas cosas que no sabía. Si seguía viviendo de esta manera sería dejada sola, y por tanto, intente abrir levemente mi mundo. Quiero incluir nuestros miembros de mi mundo.

cinco

miembros

como

Me gusta este tipo de mundo el cual me deleita. Cuando decidí perseguir este mundo intenté usar mi verdadero yo para hacer contacto con el mundo exterior. Quiero deshacerme del cascaron y sentir directamente―sentir la felicidad que no sentiría si sigo escondiéndome en el cascaron. Después de eso, me interesé en Taichi quien no tenía cascaron y a veces rompería los cascarones de los demás. Quizás esta fue la razón. Intenté buscar una razón… ¿Pero la encontré? Tal vez, se trataba de algo que no podía ser explicado con teorías. 441


En otras palabras, no había razón. Era simplemente cierto tipo de imaginación que las mujeres naturalmente tienen. Aunque yo pretendía ser omnisciente, tengo un montón de cosas que no conozco. O tal vez era la persona más ignorante del Club de Investigación Cultural debido a que me escondía en mi cascaron. Vivir en un ambiente con sólo hermanos también era la razón. Pero lo más importante era que yo estaba asustada de llegar a convertirme en una chica débil, así que siempre posaba con una fuerte actitud igual a la de un chico. Pensaba que sería fácilmente explotada si fuera era menospreciada. Pero quizás era mejor si pudiera ser un poco más como una chica. Siento que un nuevo mundo se está abriendo. Aunque reconozco que no podía cambiar nada ahora. Odio ser alguien que no puede hacer nada más que ser protegida como una “Princesa”. También odio a aquellos que cruzan ciertos límites y entran en mi corazón, 442


por lo que siempre rechazo que los demás me llamen “Himeko”. Pero primero voy a permitir que otros me llamen por mi nombre. – Himeko. Intenté murmurar en una voz extremadamente baja. …No se sintió bien; debería esperar por un poco más para hacer esto. Podía ver la escuela y el creciente número de peatones. Por culpa del “desencadenamiento de los deseos”, me he contenido. Pero era momento de acelerar y dar lo mejor. Déjenme pelear de frente con todas mis fuerzas para perseguir lo que quiero. Permítanme convertirme en una persona codiciosa con el fin de decir lo que quiero. Y entonces, permítanme quererme a mí misma. Primero debo quererme a mí misma para expresar mi cariño por alguien más. ¿Cómo podría decir alguien “por favor quiéreme” pero odiarse a sí mismo? 443


Este era mi primer amor. ¿Cómo podría admitirlo? ¡El contraataque de Inaba Himeko empieza ahora! Las condiciones dadas son desfavorables, pero esto es justo. Después de todo, a pesar de que traro de persuadirlos, parecen no progresar. Incluso si su relación había alcanzado su punto final no será problema siempre y cuando me apresure allí desde el exterior en una sola bocanada de aire. Jamás perderé. Yo, sin embargo, no planeo entrar en persecución. Retener las cosas y no dejarlas avanzar para siempre, no era mi personalidad. Utilizar ideas y planes para no dejarle más opción que enamorarse de mí era mi manera. Pero me rendiría cuando perdiera. Porque no es una tragedia. Incluso si fuera abandonada, Taichi, Iori, Yui y Aoki seguirían estando a mí lado. Este lazo de amistad que tenemos será irrompible incluso si no lo doy todo para protegerlo.

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¡Así que déjenme abrir la puerta! A través de esta podía ver el camino. No lo sabía antes; pero ahora lo sé. Al perseguir y saltar hacia adelante podía conocer mucho más. Por ejemplo, descubrí algo recientemente. Los humanos no son criaturas que sólo sospechan, odian, mantiene distancias, se esconden, escapan, abominan, y rechazan. Los humanos viven para amar y ser amados.

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(Kokoro Connect Volumen 2 Heridas Aleatorias Fin)

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Palabras del Autor

Gracias por elegir este libro para leer. Mi nombre es Sadanatsu Anda. Este libro es el segundo en la serie de novelas “Kokoro Connect”, y también el segundo libro que he escrito. Los lectores que han leído la primera novela, “Kokoro Connect Personas Aleatorias” probablemente van a disfrutar este libro aún más, así que a los lectores que aún no han leído el primero, por favor también denle un vistazo. Cierto, la siguiente parte de Palabras del Autor es para personas que ya han leído el primer libro. Los lectores que han terminado de leer el libro a pesar de todo, personas que están empezando este libro desde las Palabras del Autor, o incluso personas que sólo han leído el titulo deberían haber notado que esta novela es

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diferente de la primera, y no tiene el intercambio de personalidades. Voy a decir lo lamento a las personas que tenían expectativas de ese tipo de situaciones aquí. Pero todos esos personajes extremadamente activos de la primera novela aún están trabajando duro y dando todo de sí. Si pudieras, por favor ve cálidamente sobre si crecimiento. Tener más y más personas viendo a los personajes crecer es la cosa más feliz para un autor. Hay una enormemente inusual cantidad de páginas para las Palabras del Autor esta vez. Si no hubiera ninguna razón para ello, probablemente no sería capaz de digerirlo, así que esta vez quise usar la presentación del autor en la solapa interna de la portada partir de ahí el tema. En la introducción, escribí que mi comida favorita son “todos los tipos de fideos” y que mi movimiento favorito de lucha libre es el “Shooting Star Press”. 448


Bien, ahora quiero preguntar, ¿Cuál es la comida favorita de ustedes, lectores? O cuál es su movimiento favorito de lucha libre lectores (Por favor no envíen mensajes quejándose de cómo no tienen absolutamente ningún interés en la lucha libre) De cierta forma envidio a las personas que espontáneamente pueden nombrar cuál es su comida favorita con confianza. A las personas que pueden declarar su movimiento de lucha libre en un instante, deberíamos ser capaces de llevarnos bien, tengamos una charla la próxima vez que nos encontremos. …… En el momento en que menciono la lucha libre, el tema se desviará bastante, por lo que vamos a hacer el tema de la lucha a un lado. Lo que realmente estoy tratando de expresar, es que bajo ciertas circunstancias, tratar de enumerar mis cosas favoritas es de hecho inesperadamente bastante difícil.

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Tal vez no es una ocurrencia muy común, pero creo que todo el mundo debería una oportunidad para llenar un perfil personal, o tener a otros que le pregunten acerca de sus pasatiempos personales. En momentos como este, por ejemplo, preguntas tales como “Cuál es tu comida favorita”, ¿todo el mundo responderá lo mismo cada vez? Para ser honesto, mi respuesta no es siempre la misma. Porque, ¿de cualquier forma no son la mayoría de las comidas muy sabrosas? Independientemente de si se trata de comida japonesa, china, italiana o española, cada una tiene encantos y sabores únicos. Sin importar si se trata de un plato principal, entremés o postre, todos tienen diferentes propósitos y sabores. Entonces, por qué no decir que la mayoría de la comida es muy sabrosa (Reiterándolo de nuevo) Seleccionar la comida que sabe mejor, es simplemente una tarea imposible. 450


Por lo tanto, la respuesta a la pregunta ¿Cuál es tu comida favorita?, cambiará drásticamente dependiendo de mis circunstancias, mis emociones y mi salud en el momento. Debido a estas causas, después de titubear por un muy largo tiempo, esta vez tengo que generalizar mi comida favorita como “todos los tipos de fideos”. Hmm, al final sigo sin saber qué es lo que exactamente trato de expresar. Bueno, tan sólo voy a resumirlo todo brevemente. “Aunque escribí en mi perfil del autor que mi comida favorita son “todos los tipos de fideos”, ¡no creo que usando fideos puedan despedir a este sujeto! ¡También me gusta el sushi y las carnes! Como nota aparte, cuando alguien me invita a cenar, ¡Me gusta comer las cosas más caras y lujosas!” Esa es mi conclusión. A pesar de que lo escribí de esta forma por mí mismo, ¿Para quién son útiles estas Palabras del Autor? Aparte de mí, no puedo pensar en nadie más. 451


Ya que estaría escribiendo estas, entonces, no escribo cosas innecesarias en mi perfil del autor desde un principio―De hecho pensé en esto antes. Nah, tal vez hay lectores que al leer las Palabras del Autor, van a aprender que “Un tipo de pregunta realizada puede permitirnos únicamente escuchar la mitad de la respuesta”. …Si tan sólo hubiera lectores así. ¡Entonces,

aquí

vienen

mis

palabras

de

agradecimiento! Primero, quisiera agradecerle a todos los lectores que compraron el volumen anterior, a los lectores que han leído y enviado respuestas, a los lectores que han promocionado mi libro, al igual que a los lectores que me escribieron cartas (muchísimas gracias, felizmente las atesoraré). Gracias al apoyo de todos, esta serie fue capaz de publicar un segundo volumen. Le doy las gracias a todos los anteriores. Siguiente, a aquellos que me ayudaron antes de la publicación de este libro, a pesar de que no puedo darle mis agradecimientos a cada uno individualmente, aun así 452


les doy mi agradecimiento a todos desde el fondo de mi corazón. Especialmente al editor, a quien le he causado un buen número de problemas, de este día en adelante por favor cuida de mí. Para Shiromizakana-sensei quien una vez más dibujó unas ilustraciones fantásticas, muchísimas gracias. Creo que es raro ver ilustraciones que encajen fácilmente con la frase “comprarlo por la portada”. Esperemos que este libro no sea eclipsado por sus ilustraciones. Finalmente, a todos los que han tomado y leído este libro, ustedes tienen mi absoluta y más grande gratitud. Espero que nos volvamos a encontrar.

Abril 2010, Sadanatsu Anda.

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Palabras del Traductor

Bueno, por fin el segundo volumen de Kokoro >.> llevó más tiempo del que pensé, fue difícil pero llegamos a una de las mejores partes. Del volumen tres en adelante la historia cada vez se pone mejor (Porque cada vez hay moar Inaba xD).

En fin, sin nada más que decir, gracias al editor, a los beta readers y en general a todo el staff del Club de apreciación del moe que a veces hace novelas ligeras.

PD: Inaba is love. —Akaridxd

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