Este domingo 7 de abril, Barranquilla, la ciudad que me vio nacer, cumple sus 200 años de haber sido elevada a villa. Desde entonces, no cabe la menor duda que la arenosa ha sido la pionera del desarrollo y el progreso de nuestra nación, por lo que se ganó su calificativo de Puerta de Oro de Colombia. En 200 años, la ciudad ha sido testigo del nacimiento de personajes que nos enorgullecen, que han saltado al escenario nacional e internacional, poniendo en alto el nombre de Barranquilla ante todo el mundo. La puerta de Oro siempre abierta para todos Barranquilla también se ha constituido como una ciudad de puertas abiertas para todo el mundo; y una prueba de ello es el gran numero de inmigrantes tanto de otras regiones de Colombia como de otras partes del mundo. Muchas familias de Santandereanos, Paisas, Cachacos, así como gentes de Europa, Oriente medio e incluso rincones alejados de Asia, han adoptado a Barranquilla como su hogar y se unieron a la gran familia currambera. Así fue como nuestra ciudad se volvió el mejor vividero del mundo, donde con una gran alegría y espontaneidad, los ciudadanos nos tratamos como más que simples vecinos, somos como hermanos en este rinconcito ubicado entre le río y el mar, que sirven como telón de fondo para la gran fiesta del carnaval cada año sobre las principales calles de la ciudad. Bienvenida la modernidad Barranquilla ha sido la cuna de muchos avances tecnológicos, así como de manifestaciones artísticas y deportivas en Colombia. Desde los comienzos de la república, la ciudad empezó a escribir una serie de hitos notables para la historia nacional, como el inicio de la navegación a vapor en 1823, y el primer puerto en Sabanilla en el año 1849. Las telecomunicaciones también encontraron su caldo de cultivo ideal en Barranquilla, con la puesta en funcionamiento del primer servicio telefónico de Colombia en 1882. Con la llegada del siglo XX, el progreso no se detuvo. En diciembre de 1912, el Río Magdalena sirvió para el despegue la aviación en nuestro país. Con ello inició la aviación comercial y el primer sistema de correo, gracias a la rapidez de los vehículos del aire. A este avance acelerado de la aviación le siguió la fundación de la primera aerolínea comercial exitosa de América, la SCADTA (Sociedad Colombo-‐Alemana de Transportes Aéreos), que décadas más tarde se convirtió en Avianca. Nuestra ciudad también fue modelo para Colombia en materia de servicios, con la apertura de la primeras empresas publicas municipales del país. Además se debe destacar el nacimiento de la radio comercial colombiana en 1929, y la construcción del primer gran estadio de fútbol del país, el hoy estadio municipal Romelio Martínez. En 1936, se abre el primer puerto fluvial del país en Bocas de ceniza. El presente y lo que viene para el futuro
Aunque Barranquilla ha sido uno de los pilares del desarrollo de nuestra nación, la ciudad no ha sido ajena a algunos males que aquejan a Colombia en general, siendo el más grave de ellos, el de la desigualdad social, producto del crecimiento desordenado que la ciudad presentó a finales del siglo pasado y la sucesión de pésimas administraciones locales durante esta época que impidieron un normal desarrollo de un porcentaje nada despreciable de la población. Esta situación de pobreza, fue el caldo de cultivo ideal para el creciente fenómeno de la inseguridad, que cada día afecta más a los barranquilleros. Para enfrentar esta situación, se debe dar prioridad a la educación de los ciudadanos, y a atender de manera adecuada las necesidades básicas de la comunidad. Hoy con el advenimiento de la globalización, Barranquilla se abre a nuevos horizontes. El surgimiento de nuevos grandes proyectos y la conversión de la ciudad en un polo de servicios parece estar devolviendo a nuestra ciudad la esperanza de regresar a aquellos días donde fuimos el eje de desarrollo y el modelo a seguir entre las demás ciudades de Colombia. Por todo esto, debo desearle a Barranquilla en el día de su bicentenario un feliz cumpleaños.