Revista Educativa
Happiness (s.f). Obtenido desde: https://www.theodysseyonline.com/what-is-true-happiness
Te has preguntado si:
En este artículo informativo te introduciremos a las reacciones más comunes de los niños ante la muerte, sus manifestaciones según su etapa de desarrollo y principales consejos para apoyarlos durante este proceso.
Gokosan (s.f). Obtenido desde: http://madalyonklinik.com/blog/author/ipek-gokozan
Perder a un ser querido, nunca será fácil ni para el infante ni para el adulto. Los niños son capaces de darse cuenta de los cambios que ocurren en el entorno tras una pérdida y viven el duelo de las personas significativas para ellos; aunque tendrán características distintas a las de los adultos. Su capacidad para entender la muerte dependerá de su desarrollo cognitivo y emocional. es un proceso de adaptación a la pérdida que incluyen manifestaciones psicológicas, físicas, sociales, cognitivas y comportamentales. Siendo una experiencia universal, única y personal. Pues cada quien vive y experimenta sus duelos de forma íntima. Para cada persona vivir sus duelos será una experiencia distinta condicionada y modificada por su edad, creencias dogmáticas, cultura, y experiencias previas similares.
Aunque en muchas ocasiones nuestra respuesta automática ante la crisis será aislarlos y protegerlos del evento traumático, incluirlos y hacerlos participes les permite construir su propio concepto de muerte y acercarse a la comprensión de sus emociones. No podremos evitarle al niño el dolor del duelo, pero podemos compartirlo con él y ayudarle a canalizar lo que sienten. Educar sobre la muerte debería ser tan natural como educar sobre la vida.
El niño va comprendiendo entonces el significado de la muerte con la asimilación progresiva de 4 principios: Universalidad: Todos los seres vivos mueren, los animales, las plantas, los padres, las mascotas, nosotros mismos. Irreversibilidad: Cuando morimos no volvemos a estar vivos, no se puede revertir. Fin de funcionalidad: La muerte implica el fin de toda función vital, dejar de respirar, de moverse, de sentir. Causa física: Muerte biológica, enfermedad, accidente, etc.
“El fallecimiento y la ausencia de un ser querido es doloroso para todo aquel que haya sentido amor, independientemente de la edad o capacidad mental”. Artmemori De forma tal al niño comprender estos principios da cabida a temores racionales asociados con su seguridad y la estabilidad de su mundo
Death Lawyer (s.f). Obtenido desde: https://www.halljustice.com/lafayette-in-wrongful-death-lawyer/
más comunes…
Qué sucederá conmigo Qué sucederá después Morirá alguien más Voy a morir Qué dirán mis amigos Explicarle a un niño qué es la muerte . (s.f). Obtenido desde: https://www.serpadres.es/mas-6-anos/articulo/como-explicarle-a-un-ninoque-es-la-muerte-171462788859
Conocer cómo reaccionan los niños en duelo, nos permite mostrarnos como adultos cariñosos, disponibles, sinceros y cercanos a ellos, facilitándoles las tareas de elaboración de su propio proceso de duelo. • De 0 a 2 años. “Entre los cero y los dos años no hay una comprensión de la muerte, sino que hay una percepción de ausencia” (Diaz, P. 2016 p 89). Lo habitual tras una muerte significativa es que los niños manifiesten irritabilidad, dificultades con la alimentación, alteraciones en el sueño y la vigilia y posibles regresiones a etapas anteriores. • De 3 a 6 años. “A esta edad los niños conciben la muerte como algo temporal y reversible” (Diaz, P. 2016 p 94). Manifiesta confusión, conductas para comprobar la realidad de la pérdida, ansiedad por separación, problemas en el control de esfínteres, temores y terrores nocturnos.
• De 7 a 9 años. “En este periodo, el concepto de muerte se acerca al real. Lo esperable es que en torno a los 10 años la noción de la muerte sea completa” (Diaz, P. 2016 p 96). Lo habitual es observar oscilaciones en la comprensión de la muerte, temor a morir y que mueran otros por lo que evidencian una necesidad constante de comprobar el bienestar de sus seres queridos. Preguntan y consultan sobre el detalle de la muerte, se pueden presentar rabietas, ira y problemas de concentración afectando desempeño académico. Sumándose manifestaciones ansiosa, somatizaciones, mal humor, sentimientos intensos de tristeza, idealización y culpabilidad. • De 10 a 12 años. “La muerte para los preadolescentes no es un misterio, comprenden todas sus dimensiones y componentes…” (Diaz, P. 2016 p 103). Comprendiendo los cuatro principios de la muerte y el significado de los rituales mortuorios. Pudiendo presentar dificultad para asumir la realidad y desarrollando conductas de búsqueda. Evidenciando poca capacidad para hablar de lo sucedido. A menudo pueden manifestar cierto interés morboso sobre la muerte y es posible que hagan muchas preguntas sobre los detalles del deceso para tener una idea exacta de todo. Presentándose dificultades académicas, sentimientos intensos de tristeza, cambios abruptos del estado de ánimo, entre otros.
“Los niños comprenden mejor la pérdida de un ser querido cuando les damos información simple, sincera y precisa…”. (Fernández, B. 2015 p.33). Permitiéndoles con esto mayor seguridad, confianza y la oportunidad de formar nuevas habilidades. Es fundamental para la adecuada elaboración del duelo ofrecerle al niño compañía y protección familiar, restableciendo su rutina cotidiana y favoreciendo la expresión de emociones. Permitiéndole tener un espacio en su duelo y respetando los momentos que el mismo desee tener para conversar o callar.
Revista Educativa: Acompáñame a Crecer
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Díaz, P. (2016).“Hablemos de duelo: Manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes” pp. 73-103. 1 ed. FMLC: España. Fernández, B. (2015).“Mi cuaderno de apoyo: Guía de apoyo al duelo” pp. 31-37. Artmemori. Ed. Grupo Albia: España. I. Apraiz. (2006). “El duelo: como ayudar a los niños/as a afrontarlo” pp. 10-15. 3º Curso de Psicoterapia de Familia y de Pareja. Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar. Quiles, M; Quiles, Y. (2016). “El niño en duelo”. Pp. 5-31. Ediciones Pirámide. Madrid: España. R, Mateo (2008). “Algunas pincelas de ayuda en el duelo” pp. 17-21. Fundación Senda Fundazioa.Ed. Marta Lacasa.
Kolhasman. (s.f). Obtenido desde: http://www.kolhazman.co.il/234948
“ Poder llorar la muerte de un ser querido adecuadamente y afrontar la pérdida antes de que se produzca, en el momento en que ocurre y sobre todo después, hace que el niño/a no pueda sentirse culpable, deprimido, enojado o asustado. Cuando ayudamos a nuestros hijos a curarse del dolor que produce la herida emocional más profunda de todas –la muerte de un ser querido -, los estamos dotando de unas capacidades y una comprensión importantes, que le servirán para el resto de sus vidas”. William C. Kroen (1996)
Death and Loss (2017). Obtenido desde: http://www.kindernity.com/pages/news-articles/articles/pdeath-and-lossp/30/9/2/86/