reportaje
um .6
X Daniela Casaretto
Eckhart Tolle, maestro espiritual
“Lo que llamamos muerte es en realidad la vida” Es considerado la segunda personalidad espiritual más influyente del mundo, después del Dalai Lama. Y los súper best sellers El poder del ahora y Una nueva Tierra lo han convertido en el autor más exitoso. Su mensaje: el secreto está en la esencia del momento presente.
P
ara poner fin a la miseria que ha afligido a la condición humana durante miles de años, tienes que comenzar por ti mismo y tomar responsabilidad de tu estado interno en un momento dado… Eso significa, ¡ahora!”, exclama Eckhart Tolle, quizás a la vista de una humanidad necia que no se aburre de tropezar una y otra vez con la misma piedra: su propio Ego. Este maestro espiritual, de origen alemán, afirma que “el presente” es la clave de acceso a una dimensión profunda, a una elevada sensación de paz, a la quietud capaz de trascender el “cuerpo del dolor”. Se trata de poner la mente al servicio de la esencia, se trata de “Ser Ahora”, resume Tolle: “Despertar”. “Casi toda la gente está atrapada en un sentido del ‘yo’ que depende de pensamientos condicionados y de una imagen mental que tiene de ‘quién soy’, o sea, de una identidad que depende de los pensamientos. Eso significa moverse por la superficie de la vida sin nunca ir más profundamente”, explica Tolle. Luego de vivir casi tres décadas sumido en angustias, tristeza y depresión, Eckhart Tolle viró, impredeciblemente, la dirección de
su vida: de un instante al otro, a sus 29 años, abandonó el camino de la autocompasión, del dolor auto-infligido, del regodeo en el padecimiento… de la noche al día, consumó lo que a muchos lleva una vida y a otros, quizás, varias de ellas: vivenció la gloria de una auto-transformación radical y profunda, de un “despertar espiritual emocional y mental”, “sin dolor y sufrimiento sé que esa transformación no hubiera ocurrido jamás”. Tantos años preguntándose ‘¿qué es lo que quiero de la vida?’, acababan con una pregunta mucho más poderosa:‘¿qué quiere de mí la vida?’. De pronto, el Ego se corría de su clásico papel protagónico y Ulrich Tolle volvía a nacer como Eckhart Tolle. Ulrich Leonard Tolle había nacido en Alemania en 1948. A los 13 años, se mudaba a
España junto a su padre, quien no se preocuparía por hacer que su hijo asistiera a la escuela secundaria. Durante los siete años de estadía en este país, el joven no recibiría educación formal alguna, más allá de algunos cursos de idiomas y otras materias sueltas como literatura y astronomía; y de sus propias inquietudes autodidactas, en especial fascinado por los textos de un místico alemán sumamente influyente, Joseph Anton Schneiderfranken, también conocido como Bô Yin Râ. Finalmente, a los 20 años, decidió trasladarse a Inglaterra, donde sus deseos de ingresar a la universidad lo obligaron a asistir a la escuela nocturna para cumplir con los requisitos de admisión universitaria en Londres y Cambridge. Tras haber padecido largos períodos de depre-
Tantos años preguntándose ‘¿qué es lo que quiero de la vida?’, acababan con una pregunta mucho más poderosa: ‘¿qué quiere de mí la vida?’. De pronto, el Ego se corría de su clásico papel protagónico y Ulrich Tolle volvía a nacer como Eckhart Tolle.
7.um
reportaje CONFERENCIAS GRABADAS EN DVD “DESCUBRIR EL AHORA” Estrategias para trascender los pensamientos negativos Desde una conferencia realizada en Los Ángeles, California, Eckhart Tolle intenta conectarnos con nuestra espiritualidad innata, con nuestra propia esencia, con la dimensión más profunda de nuestro ser: una conciencia a la que no hemos de acceder mediante lenguaje, raciocinio o conceptualizaciones teóricas más o menos intrincadas y complejas. La clave de acceso radica en la experiencia inmediata del presente: el aquí y ahora. Apagar la mente, percibir la quietud interior, despojarse de “las entidades mentales y emocionales que se apoderan de nuestro yo” y lo atormentan, son los desafíos a superar para el ingreso a un estado de conciencia superior. “No eres tú el que tiene un pensamiento, es el pensamiento el que te tiene a ti”, enormemente amplificado por una emoción que al potenciarlo nos gobierna… y se sustituye a la realidad… de pronto, ya no somos capaces de ver otra cosa más allá de estas potentes pasiones desatadas dentro nuestro; de discernir entre lo real y nuestras propias proyecciones. En ello radica el estado disfuncional de la mente humana, el fanatismo en el que sucumbimos poseídos por el monopolio del pensamiento que todo lo ocupa. ¿Cómo conseguir que el estado interior entre en vigilia, en estado de alerta? ¿Cómo enfocar la atención hacia una dimensión nueva? ¿Cómo achicar ese pensamiento engordado? ¿Cómo liberar el espacio dentro de nosotros? He aquí las preguntas a las que Tolle nos enfrenta en su conferencia… y nos acerca algunas respuestas: la experiencia del presente es el ‘quid’ de la cuestión. Nuestra mente vive agobiada por el mecanismo de estructuras cerebrales rigidizadas, formas de condicionamiento positivo o negativo, poco importa. Ocurre que no hemos venido al mundo a perfeccionar estos filtros perceptivos, sino para experimentar una dimensión sublime de la conciencia que nada tiene que ver con proyecciones en el pasado y en el futuro. “El Ego siempre está en la búsqueda de aquello que le falta, y su búsqueda siempre se dirige al futuro, siempre al momento siguiente relegando el presente a una pura inconciencia”. No tiene sentido vivir un día de felicidad efímera para después recaer, cíclicamente, en la infelicidad al siguiente día. El ‘ser’ no pasa por el ‘tener’, el consumo podrá darnos una satisfacción de corto plazo, ¿y luego? Nuevamente la insatisfacción. La historia de la humanidad no se ahorra episodios de locura, de desgarro y vehemencia, de violencia diseminada, entre esporádicos destellos creativos una vez cada tanto. “Pero esos eventuales momentos de lucidez no son ya suficientes para garantizar la supervivencia de la especie humana”, por lo que ha llegado el momento de preguntarse, ¿quién soy más allá de mi ruidosa maquinaria cerebral? ¿Quién soy más allá de mi ego mental condicionado? “Tú eres la presencia, el espacio que subyace a todo pensamiento, a toda emoción, sin formas ni lenguajes. Tu esencia está más allá de todo lo que se pueda decir de
um .8
ella”. La liberación que una “atención consciente” permite, acerca al autodescubrimiento de que “No eres conciencia de objetos, tú eres, verdaderamente, una conciencia de espacio, una conciencia del ahora”. “EL SECRETO DE LA FELICIDAD” Libérate de temores, angustias y otras disfunciones de la mente humana “Nada importa absolutamente, la verdad es: todo importa relativamente”, enseña Eckhart Tolle en esta conferencia “intensiva” realizada en Ámsterdam, Holanda. Mejor o peor, poco importa, ‘el ser simplemente es’... es la mente quien se afana en apegarse a suposiciones y encierros: ¿qué hubiese sido si...? ¿Estaría más satisfecho allá? ¡Cuando compre o tenga aquello seré tanto más feliz! Sencillamente, nada nace del pasado o del futuro, todo lo que es, es ahora. La “intensidad” que caracteriza al discurso de Tolle no alude a un esfuerzo físico, ni a una sobreexigencia mental; ‘el secreto de la felicidad’ nada tiene que ver con el contenido de la mente, con el pensamiento, el apego a ideas, opiniones o conceptos... con “algo para agregar que me complete”, con ese ser siempre proyectado en el futuro. En el camino hacia una genuina dimensión de conciencia, el pensamiento es un instrumento meramente subsidiario, las palabras son sólo carteles indicadores que apuntan a una dimensión ya presente en cada ser humano; una dimensión, muchas veces, subestimada, incluso, desestimada. Las palabras son sólo útiles guías, no explicaciones; es el Ego el que detiene en la rigurosidad de las terminologías, el que se aferra al teoricismo. El secreto se visibiliza, justamente, al “advertir los silencios entre las palabras, en lugar de hacer foco en ellas”. Atender al silencio subyacente, en lugar de caer bajo la fascinación hipnótica de las palabras, es el desvío que ahorra la frustración. Notar la dimensión de la quietud por debajo y entre las palabras es el primer paso hacia aquello que llamamos ‘felicidad’. Los seres humanos generan sufrimiento para sí mismos y los otros, se representan su vida como “una acumulación de contenidos, de percepciones, sentimientos, pensamientos”, repite una y otra vez este maestro mundial de la espiritualidad. Atracado de experiencias sensibles, híper estimulado, el Ego despierta en medio de la noche agobiado por la angustia, el estrés, la ansiedad, el temor. Reconoce, de pronto, el vacío de las cosas con las que se identifica... y, entre las salidas posibles, no es capaz de ver sino la anestesia de las drogas para ya no tener que sentir el dolor. Sin embargo, Tolle plantea una alternativa: trascender el Ego, erigirse en personas espirituales capaces de percibir la tranquilidad y encontrar la verdad en la profundidad interior. Ocurre que “La verdad ya está ahí, la esencia no está en la memoria, alcanzar la libertad es aceptar la esencia del ahora”.
Visitá: www.naturalwayrecords.com
reportaje
El secreto se visibiliza, justamente, al “advertir los silencios entre las palabras, en lugar de hacer foco en ellas”. Atender al silencio subyacente, en lugar de caer bajo la fascinación hipnótica de las palabras, es el desvío que ahorra la frustración. Notar la dimensión de la quietud por debajo y entre las palabras es el primer paso hacia aquello que llamamos ‘felicidad’.
sión, Tolle experimentó lo que él mismo considera “una transformación espiritual” que marcó el principio de su labor como consejero y maestro espiritual contemporáneo:“Me encontré, de repente, en un estado de paz interior que después ya nunca me ha dejado”, explica Tolle. “Después de la transformación, personas que encontraba en la calle, por casualidad, comenzaron a hacerme preguntas de las que yo no sabía la respuesta hasta que las oía salir de mi boca. Ese fue el principio de mi enseñanza espiritual, que, por cierto, se desarrolló de un modo muy informal en sus comienzos… Tiempo después, alguien me llamó ‘maestro espiritual’ y quedé muy sorprendido”, confiesa Tolle. A raíz de esta experiencia bisagra en su vida,
um .1 0
abandonó su puesto de investigador en la Universidad de Cambridge y se dedicó a dar seminarios por el mundo, hablando de la importancia de hacernos dueños de nuestros pensamientos, en lugar de permitir que ellos nos posean a nosotros, y de vivir el momento presente, “porque, de hecho, es lo único que existe”, asegura. Desde aquel instante iluminador, Tolle aborda el mundo con una perspectiva renovada, una armonía existencial que se ha propuesto diseminar por el globo a través de sus enseñanzas. Conferencista internacional, considerado la segunda personalidad espiritual más influyente por la londinense casa Watkins (luego del Dalai Lama) y definido por el New York
Times como el autor espiritual más popular en los Estados Unidos, Tolle es escritor de renombrados best sellers en el rubro del autodescubrimiento espiritual. ‘El Poder del Ahora’, una de sus obras más exitosas, traducido en 33 idiomas y con cerca de 3 millones de copias vendidas en los EE.UU., enfatiza la importancia de ser consciente del momento presente para no perderse en los vericuetos del pensamiento y dar por fin con la entrada a una elevada sensación de paz. El autor volvió a obtener un enorme éxito cuando en 2005 publicó “Una Nueva Tierra” con más de 5 millones de números vendidos. La obra explora la estructura del Ego humano y cómo éste actúa para distraer a la gente
de su experiencia presente en el mundo. Maestro mundial, mensajero de nuestra espiritualidad innata más allá del lenguaje, Tolle no obedece a una religión o tradición específica alguna. Sin embargo, su mensaje podría caracterizarse como un compendio en el que se sintetizan las voces de grandes maestros espirituales de toda la historia de la humanidad. Tolle ha reconocido una fuerte conexión con Jiddu Krishnamurti y Ramana Maharshi en particular… Sus influencias son ricas y numerosas: sus textos combinan ecos del Tao Te Ching,del Bhagavad Gita,y demás escritos hinduistas, sufistas y budistas, así como también cuenta al viejo y nuevo testamento entre sus fuentes. Emergen de sus textos referencias a
Lao Tzu, Buda, Heráclito, Parménides, Jesús, Marco Aurelio, al poeta persa Rumi, Advaita Vedanta,y,entre tantos otros,a Meister Eckhart, de quien ha tomado su nombre. “El nombre que me pusieron al nacer no era Eckhart. En mi adolescencia, soñaba con unos libros que yo sabía que había escrito yo,pero cuando los miraba figuraba en la portada el nombre de ‘Eckhart’… a pesar de eso sabía que yo había escrito esos libros… Días más tarde, un amigo me saludó en la calle e, inexplicablemente, me llamó ‘Eckhart’. Esto sucedió en plena transformación espiritual, y mi nombre antiguo ya no tenía vida. Fue la señal de que era el tiempo de cambiar”. Eckhart Tolle no se cansa de insistir una y otra vez al impartir sus enseñanzas: “En esencia,
somos esa conciencia sin forma que está detrás de los pensamientos... para experimentarlo, es necesaria una experiencia de quietud interior”. Así, las preocupaciones que día a día agobian a los hombres se vuelven, de tan relativas, casi insignificantes: “De algún modo, casi puedo decir que he muerto ya porque si no estás identificado con la forma, lo que queda es lo eterno que no tiene forma. Entrar en eso conscientemente es encontrar la muerte antes de que la muerte te encuentre a ti y si entras ya en la dimensión que no tiene forma, en la muerte, te das cuenta de que lo que llamamos muerte en realidad es la vida, es la vida sin forma. Por eso la muerte es siempre una posibilidad de realización espiritual. Detrás de cada muerte se esconde la gracia”, concluye el autor. l
1 1.um