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Cambio productivo hacia cultivos resilientes y adaptados
Cambio productivo hacia cultivos resilientes y adaptados
Cultivo de verduras y variedades de arroz tradicional orgánico como medio para fortalecer los ingresos de los productores antes y después de un desastre natural.
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Esperanza es una zona propensa a inundaciones que arruinan los cultivos y dejan a los pequeños productores sin cosecha y por tanto sin ingresos durante los meses que conlleva replantar y recolectar de nuevo. Tomando en cuenta que la mayoría de los productores apoyados por el proyecto se dedicaban al arroz (un cultivo con ciclo largo que genera ingresos cada 6 meses, dos veces al año), en el caso de que un desastre golpee la zona, los productores pierden el 50% de sus ingresos anuales. Es decir, su riesgo de caer en la pobreza es muy elevado. Para abordar esta situación se impulsaron dos cambios productivos:
Por un lado, para disminuir la duración de los ciclos de producción/cosecha y aumentar la frecuencia de los ingresos, se fomentó la adopción de cultivos de ciclo corto como son las hortalizas (estrategia de sustitución). A través de la asistencia técnica y la vinculación de los agricultores a canales de venta proporcionados por la cooperativa CROBEVP e intermediarios locales, los productores fueron sustituyendo progresivamente una parte del cultivo de arroz por hortalizas, reduciendo así el riesgo de perder toda o la mayor parte de su cosecha en caso de inundaciones.
Por otro lado, se fomentaron variedades locales y tradicionales de arroz orgánico, más resistentes a las inundaciones y de menor coste de producción (estrategia de adaptación). Asimismo, estas variedades permiten que la semilla se pueda guardar y reutilizar posteriormente, lo que asociaciones de productores como MACUFA (en barangay Cubo), Batohon Homeowners Association (en barangay Poblacion) y Oro Farmers Association (en barangay Oro) han aprovechado para poner en marcha bancos de semillas. Estos bancos seleccionan las mejores semillas y las conservan, mejorando con ello la calidad de la semilla y evitando a los productores endeudarse para comprar semillas en cada ciclo productivo o tras la pérdida de la cosecha por un desastre natural.
En Esperanza, así como en todas las demás municipalidades en las que el proyecto trabajó, el impulso a cultivos de arroz orgánico y verduras ha supuesto además la generación de pequeños ahorros para las familias, tanto por la complementariedad de ingresos como por el ahorro derivado de reusar las semillas y fabricar sus propios fertilizantes y pesticidas naturales. Adicionalmente, los productores han mostrado sensibilización sobre los beneficios para la salud y el medio ambiente derivados del uso de fertilizantes y pesticidas no químicos.