El valor de la amistad

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EL VALOR DE LA AMISTAD


La amistad con el Señor, que nace y se acrecienta en la oración y en la digna recepción de los sacramentos, nos hace entender mejor el significado de la amistad humana, que la Sagrada Escritura califica como un tesoro: "Un amigo fiel - dice el Eclesiástico - es poderoso protector, el que lo encuentra halla un tesoro. Nada vale tanto como un amigo fiel, su precio es incalculable".

El trato diario y la amistad con Jesucristo nos llevan a una actitud abierta, comprensiva, que aumenta la capacidad de tener amigos Amistad verdadera El trato diario y la amistad con Jesucristo nos llevan a una actitud abierta, comprensiva, que aumenta la capacidad de tener amigos. La oración afina el alma y la hace especialmente apta para comprender a los demás, aumenta la generosidad, el optimismo, la cordialidad en la convivencia, la gratitud… virtudes que facilitan al cristiano el camino de la amistad. La amistad verdadera es desinteresada, pues más consiste en dar que en recibir; no busca el provecho propio, sino el del amigo. El amigo verdadero no puede tener, para su amigo, dos caras: la amistad, si ha de ser leal y sincera, exige renuncias, rectitud, intercambio de favores, de servicios nobles y lícitos. El amigo es fuerte y sincero en la medida en que, de acuerdo con la prudencia sobrenatural, piensa generosamente en los demás, con personal sacrificio. Del amigo se espera la correspondencia al clima de confianza, que se establece con la verdadera amistad; se espera el reconocimiento de lo que somos y, cuando sea necesaria, también la defensa clara y sin paliativos. Para que haya verdadera amistad es necesario que exista correspondencia, es preciso que el afecto y la benevolencia sean mutuos, si es verdadera, la amistad tiende siempre a hacerse más fuerte: no se deja corromper por la envidia, no se enfría por las sospechas, crece en la dificultad. Entonces se comparten con naturalidad las alegrías y las penas. La amistad es un bien humano y, a su vez, ocasión para desarrollar muchas virtudes humanas, porque crea una armonía de sentimientos y gustos que prescinde del amor de los sentidos, pero, en cambio, desarrolla hasta grados muy elevados, e incluso hasta el heroísmo, la dedicación del amigo al amigo: "Creemos - enseñaba Pablo VI - que los encuentros (…) dan ocasión a almas nobles y virtuosas para gozar de esta relación humana y cristiana que se llama amistad. Lo cual supone y desarrolla la generosidad, el desinterés, la simpatía, la solidaridad y; especialmente, la posibilidad de mutos sacrificios". El buen amigo no abandona en las dificultades, no traiciona; nunca habla mal del amigo, ni permite que, ausente sea criticado, porque sale en su defensa.


Amistad es sinceridad, confianza, compartir penas y alegrías, animar, consolar, ayudar con el ejemplo. Es propio de la amistad dar al amigo lo mejor que se posee. Nuestro más alto valor, sin comparación posible, es el haber encontrado a Cristo. No tendríamos verdadera amistad si no comunicáramos el inmenso don de nuestra fe cristiana. Nuestros amigos deben encontrar en nosotros, los cristianos que quieren seguir de cerca de Jesús, apoyo y fortaleza y un sentido sobrenatural para su vida. La amistad en la vida cristiana. La amistad nos lleva a iniciar a nuestros amigos en una verdadera vida cristiana si están lejos de la Iglesia, o a que reemprendan el camino que un mal día abandonaron, si dejaron de practicar la fe que recibieron. Con paciencia y constancia, sin prisa, sin pausa, se irán acercando al Señor, que les espera. En ocasiones podremos hacer junto con ellos un rato de oración, una obra de misericordia visitando a un enfermo o a una persona necesitada, les pediremos que nos acompañen a hacer una visita a Jesús Sacramentado… cuando sea oportuno les hablaremos del sacramento de la misericordia divina: la Confesión, y les ayudaremos a prepararse para recibirlo. La amistad todo lo puede con la ayuda de la gracia: ayuda que debemos implorar al Señor con oración y mortificación. El Señor desea que tengamos muchos amigos porque es infinito su amor por los hombres y nuestra amistad es un instrumento para llegar a ellos. ¡Cuántas personas con las que cada día nos relacionamos están esperando, aún sin saberlo, que les llegue la luz de Cristo! ¡Que alegría la nuestra cada vez que un amigo nuestro se hace amigo del Amigo!. Jesús que pasó haciendo el bien, y que se ganó el corazón de tantas personas, es nuestro Modelo. Así hemos de pasar nosotros por la familia, el trabajo, los vecinos, los amigos. Hoy es un día oportuno para que nos preguntemos si las personas que habitualmente se relacionan con nosotros se sienten movidas por nuestro ejemplo y nuestra palabra a estar más cerca del Señor, si nos preocupa su alma, si se puede decir con verdad que, como Jesús, estamos pasando por su vida haciendo el bien. QUE ES LA AMISTAD? La amistad es un vínculo que nos proporciona la posibilidad de compartir experiencias, conocimientos e incluso medios económicos. Los lazos de amistad se potencia recíprocamente y no puede existir por separado. La realidad de la amistad es dual. Implica la existencia de al menos dos personas. La amistad necesita a un interlocutor para compartir, crecer mutuamente y descubrir (se) en él sus valores y también sus deficiencias. El buen amigo no anula al otro sino que lo potencia, es su compañero y un facilitador de sus muchas posibilidades. Sufre cuando tu sufres y se alegra cuando tu te alegras. No es envidioso, ni prepotente ni se aprovecha de ti


La amistad se basa en la mutua confianza, donde el objetivo es ayudar al otro consecuentemente así mismo. La amistad no se impone, ni se programa, como todo en la vida requiere de un esfuerzo para conseguirlo y lo más importante es poner los medios para lograrlo y mantenerlo. La amistad se muestra en los momentos felices: el nacimiento de un hijo, la celebración de un ascenso laboral, la inauguración de una casa. En otras ocasiones la amistad se concretiza en una llamada telefónica para pedir un consejo o compartir un proyecto o intercambiar ideas políticas, religiosas o de la propia existencia, o simplemente por esa sensación que tenemos de que existe una persona, aunque sea a cientos de Km., a la que podemos recurrir solamente para hablar y saludarla. En todas las situaciones, tanto buenas como en los momentos difíciles aparece nuestro amigo al que podemos recurrir y dejarnos aconsejar, descargar, llorar, reír y escuchar. De una u otra forma comunicarnos con él. La amistad es una relación entre iguales con alguna característica en común. Por eso los profesores, los padres, los jefes no pueden ser amigos de sus alumnos, de sus hijos o de sus empleados. La amistad no se centra en las cualidades del otro sino más bien en su propia esencia: cómo es como persona, qué cualidades tiene, qué sentimientos provoca. La amistad no origina simpatía hacia la persona sino empatía: capacidad para comprender y para compartir alegrías y tristezas. Cuando un amigo nos relata sus confidencias, lo dice según su criterio, y la amistad requiere corregir los errores subjetivos, para poder aprender la objetividad de los hechos. El amigo es una persona que lo sabe todo de ti y te quiere tal eres. LA AMISTAD abarca la lealtad y confidencialidad. Lograr la sinceridad mutua. Los amigos son aquellas personas que en los momentos difíciles esta contigo. La distinción para verdaderos y falsos amigos es la presencia común en los buenos momentos y la sola ayuda de los verdaderos en los malos. En la amistad buscamos la ayuda incondicional, nos apoyamos con los amigos para pasar mejor las tristezas, duplicar las alegrías y dividir las angustias por la mitad. Un proverbio sobre la amistad en el que estoy de acuerdo es el siguiente: “El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos”. A un amigo lo llamas cuando estás pasando por una situación insegura para que nos aconseje según su parecer, le pedimos su opinión, para que luego nosotros elijamos nuestro propio criterio, sin que eso perjudique nuestra relación. Existen diferencias en la relación de Amistad con la relación del Amor. Diferencias entre los amigos de los conocidos. La amistad sincera es recíproca, ambas personas enriquecen esa relación, creciendo y aprendiendo de ella. La sinceridad, la generosidad, la comprensión, el afecto mutuo son pilares sobre los que se construye una mistad que va consolidando con el tiempo. Esto hace falta para lograr una amistad sana y constructiva. Por eso en el refrán “Amistad por interés, no dura porque no lo es” Amistades de conveniencia, en las que ciertas personas se acercan a quien les puede dar prestigio, y hay otras de verdad en que importa el fortalecimiento del amigo.


En la sociedad actual impera el materialismo al mismo tiempo que es pragmática, prevalece entre la gente el sentimiento de la amistad. La amistad exige el fiel sentimiento de la sinceridad, la comunicación sin trampas ni exigencias, la entrega mutua sin egoísmo, la preocupación por el otro, la confianza sin límites, la paciencia, el respeto a las ideas, aceptar la forma de vida del amigo, la confianza sin limites, el saber escuchar, saber perdonar, el ser fiel a la amistad aunque este lejos o haya pasado mucho tiempo.

En resumen con el amigo existen dos componentes importantes: confiar y compartir desde tus proyectos, problemas, inquietudes, sueños y fracasos. Todo lo anterior se aprende desde la infancia hasta la edad adulta, pasando por el joven-adolescente que en esta etapa su medio social y los apoyos de amistad encuentra una gran liberación en muchas ocasiones en su confusión mental y emocional, su maduración personal depende de su integración en el mundo adulto. Se siente y tiene la imperiosa necesidad de “aliarse”, de relacionarse con otras personas de su condición y edad.

Cuando eres niño, uno de los retos más grandes que tienes en la escuela no es académico: desde el primer día que llegas necesitas saber hacer amigos. Aparentemente, algunos niños pasan por la vida relacionándose con otros sin esfuerzo, mientras que otros sufren en la soledad. Si tienes más de un hijo, lo más probable es que uno de ellos es más hábil que otro en asuntos sociales. Sin embargo, no importa si uno es extrovertido o tímido: tener, o ser un amigo de verdad no tiene precio. Por eso, en casa es necesario enseñar el valor de la amistad. Dentro de la familia, los niños practican la amistad primero con sus padres y hermanos. •

Un verdadero amigo respeta. Tú, como amigo de tu hijo, necesitas modelar el respeto a su forma de ser, aceptándolo incondicionalmente. También otros miembros de la familia deben exigir el mismo respeto: es una actitud familiar.

Un verdadero amigo escucha. Es capaz de suprimir sus propias palabras y dejar que hable el otro, que opine el otro, que pida el otro primero. Enseña a tu hijo a esperar su turno y a escuchar a otros miembros de la familia.

Un verdadero amigo siente. Ser amigo es ponerte en el lugar del otro. Enseña a tu hijo a ser empático y a tener la costumbre de reflexionar sobre cómo se sienten los demás.

Un verdadero amigo ayuda.


Ofrece lo que tiene para que el otro sea feliz. Enseña a tu hijo a compartir y ser generoso con otros miembros de la familia. •

Un verdadero amigo perdona. En casa, todo el mundo se equivoca de vez en cuando. Pedir y otorgar perdón es buena práctica para las amistades futuras. Saber perdonar es esencial para la supervivencia de cualquier relación.

Un verdadero amigo se divierte. ¿Para qué quieres un amigo, si no lo pasas bien con él? Enseña a tu hijo a disfrutar la compañía de la familia, sin la necesidad de actividades de entretenimiento.

Un verdadero amigo tiene sentido de humor. En tu casa, acostumbra a tu hijo a ver las cosas por el lado amable, con optimismo y buena disposición. La risa sana atrae a los amigos.

La casa es el laboratorio donde los niños practican con sus primeros amigos, sus papás y hermanos, para que luego puedan lograr grandes amistades en la escuela.

el valor de una amistad verdadera Desde niños hemos escuchado la palabra amistad, y a traves del tiempo hemos comprendido que la palabra "AMISTAD" es usada un sin numero de veces y para un sin numero de cosas, y cuando digo cosas, me estotoy refiriendo a que se le da este nombre a hechos o personas que en realidad no tendrian porque tener este titulo. La amistad no es algo de un segundo y que despues se olvida, sino por el contarrio es algo que va mas alla del tiempo, de la distancia, de los errores, de los obstaculos, del orgullo, la amistad es algo mas grande de lo que hemos aprendido con el tiempo, no es solo una palabra inventada para anotarla en el gran diccionario de la lengua española, tampoco es que va y viene sino que permanece. Amistad es darlo todo sin ningun egoismo, es renunciar para dar, es callar para poder escuchar, es mas, esa frase que tanto escuchamos "soy todo oidos" deberiamos tomarla literalmente cuando se trata de amistad y asi aprenderiamos que es mucho mejor escuchar que hablar, la amistad, es como un fuego en tu interior, un fuego que se mantiene encendido sin importar lo que pueda pasar, las amistades verdaderas son aquellas que llegan en el momento indicado, pero tambien son aquellas que no se alejan en el momento menos indicado. en fin, podria decirles mucho mas sobre las amistades verdaderas, pero quisiera centrarme en lo que es mas importante, en el cuidado que debemos darle a esas amistades verdaderas; exteriormente siempre queremos mostrarnos fuertes e indestructibles, cuando en el fondo sabemos que somos seres fragiles, por esto, te invito a que por favor tomemos conciencia del valor que tiene un gran y verdadero amig@, pues ellos son los que sin una palabra, con solo una mirada pueden conocer tu interior y armarse de valor para combatir a tu lado, o tan solo para que te apoyes en su hombro.



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