NO. 97 Agricultura Campesina y Agroecología

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Noveno AÑO 17 de octubre de 2015 • Número 97 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada

TEMA DEL MES

AGRICULTURA CAMPESINA Y AGROECOLOGÍA


17 de octubre de 2015

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LAS GUERRAS DEL HAMBRE

ara hacer frente a la crisis general y alimentaria que sacude a una modernidad capitalista fincada sobre las ruinas de la comunidad agraria y sobre la opresión colonial, propongo la revitalización y actualización del ancestral paradigma con que organizan su trabajo y su vida los campesinos. No sólo convoco a inspirarse en su forma de producir, también en su forma de vivir.

Suplemento informativo de La Jornada 17 de octubre de 2015 • Número 97 • Año IX

COMITÉ EDITORIAL Armando Bartra Coordinador

Es este un viejo y a la vez nuevo modo de ser que, además de tener una vertiginosa profundidad histórica, anima a sujetos vigentes y actuantes. En el tercer milenio los indios, los campesinos y los afrodescendientes de Nuestramérica, es decir los colonizados, transterrados y explotados rurales, están en pie y están marchando. No sólo resisten el acoso del sistema defendiendo, como siempre, sus raíces ancestrales y su pasado mítico. También amanecieron utópicos y miran hacia adelante esbozando proyectos de futuro.

Luciano Concheiro Subcoordinador Enrique Pérez S. Lourdes E. Rudiño Hernán García Crespo CONSEJO EDITORIAL Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuellar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal. Publicidad Rosibel Cueto Flores Cel. 55 2775 8010 Tel. (55) 2978 4735 publicidadjornadadelcampo@gmail.com Diseño Hernán García Crespo

PORTADA: Performance de Jesusa Rodríguez FOTO: Enrique Pérez S. / ANEC

La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 53556702. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo número 04-2008-121817381700-107.

Este número del suplemento fue armado con las participaciones y ponencias presentadas en el Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América: Movimientos Sociales, Diálogo de Saberes y Políticas Públicas, realizado del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2015, en conmemoración del 20 Aniversario de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC)

El sistema en su conjunto es hostil a los campesinos como productores y atenta contra su modo de vida. Pero para fines analíticos podemos identificar algunas amenazas específicas que sobre ellos se ciernen. Una es la ancestral voracidad capitalista por tierras, aguas, minerales y en general por los recursos orgánicos e inorgánicos que originalmente estaban en manos de las comunidades. Otra son las relaciones asimétricas que los pequeños agricultores enfrentan en todos los mercados: el de productos, el de insumos, el de crédito, el de fuerza de trabajo… Otra más es el modelo tecnológico capitalista que, cuando lo adoptan, los carcome por dentro. Sin olvidar el modo de vida urbano que seduce a los jóvenes rurales. Y por último, aunque es lo primero en importancia, el pensamiento puramente analítico, lineal y reduccionista que va erosionando las aproximaciones intelectuales sintéticas, comprensivas y holistas propias de los pueblos agrarios y que Levy-Strauss llamó “pensamiento salvaje”. Hoy más que nunca el modo de ser de los campesinos es un paradigma de repuesto. Porque hoy como nunca la existencia de los campesinos se encuentra amenazada… Como está amenazada la existencia de todos. Y el filo más calador de esta amenaza es el despojo. El despojo omnipresente y la exclusión social que deja como saldo. Despojo del suelo y del subsuelo, despojo de las tierras y de las aguas, despojo de la biodiversidad y de los saberes, despojo del patrimonio cultural tangible e intangible, despojo del pasado y del futuro, despojo de la esperanza… Entonces el despojo debe ser detenido y los usos y costumbres campesinos deben ser respetados y restaurados, porque es de justicia. Pero también porque una parte principalísima del multidimensional descalabro civilizatorio que nos aqueja, la crisis agrícola, se traduce en un comportamiento errático de las cosechas y en la fluctuante pero persistente reducción tendencial de los índices de crecimiento de la productividad, de la producción y de la disponibilidad de los alimentos. Durante la segunda mitad del siglo XX las tasas de crecimiento de los rendimientos y de la oferta de los granos básicos fueron muy altas. Sin embargo, desde fines de la pasada centuria se han amodorrado. Así la oferta se hizo menos dinámica y más errática, dando como resultado que se redujeran coyunturalmente los inventarios, que aumentara la especulación y se encareciera la comida. En los tres lustros pasados, el comportamiento del precio de los alimentos ha sido errático y así como en 2007-2008 y en 2010-2011 hubo picos de precios altos, debido a que la especulación se montó sobre reales situaciones de

escasez, en otros años, como los más recientes, vemos caer las cotizaciones. Sin embargo, en la perspectiva de dos décadas la tendencia es consistente: los precios de los bienes agropecuarios de primera necesidad ya no disminuyen como lo hicieron en la segunda mitad de la pasada centuria, ahora van aumentando progresivamente. Esta situación, que incrementa tendencialmente las rentas que paga la tierra fértil, ha puesto en primer plano una de las vertientes del despojo que en el arranque del tercer milenio devino escandalosa: el masivo acaparamiento, la concentración, financiarización y extranjerización de tierras y aguas originalmente en manos de campesinos y comunidades indígenas. Atraco social que se despliega sobre todo en el Sur simbólico: en Asia, en África y en América Latina. Compran tierra corporaciones trasnacionales y países, pero también aterrizan los grandes fondos de inversión. Las trasnacionales y los ahorradores invierten en tierras por que ven en ello una perspectiva de rentas. Algunos países como Corea, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos… lo hacen también porque enfrentan severa dependencia alimentaria y buscan protegerse de los altos precios. En cambio la estrategia de los chinos –que en lo fundamental producen su propia comida- es un neocolonialismo puro y duro en busca de materias primas, mercados, espacios de inversión e influencia política. Hay también capitales, como los Pools de Siembra de Argentina y otros países, que lucran con la agricultura pero no tocan piso y sólo financian la producción.

De este modo, la privatización de bienes naturales escasos deviene el mejor refugio contra la incertidumbre económica y la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. En el contexto de la gran crisis de escasez y ante la amenaza que representa el capitalismo rentista-predador del tercer milenio, cobra protagonismo una de las más caudalosas vertientes históricas de la lucha campesina: la defensa de la tierra y del patrimonio tanto familiar como comunitario. Ante la global ofensiva del capital sobre los ámbitos rurales y no rurales, el aún disperso movimiento por preservar los espacios comunitarios deviene asunto de vida o muerte. Confrontación civilizatoria en la que está en juego la existencia misma de la humanidad, pues si en lo económico el agronegocio especula con el hambre, su modelo tecnológico es ambientalmente predador. De modo que si le permitimos apropiarse de la tierra fértil y del agua dulce, hará del planeta un páramo, un desolado Armagedón. Quienes con más empeño resisten al ogro librecambista son las mujeres y los hombres del campo: las comunidades que tienen derechos de posesión sobre estas tierras porque las han habitado y las han trabajado, porque las han caminado y las han nombrado, porque las han cantado y las han llorado, porque –bien o mal- las han gobernado. Y si la ofensiva del rentismo predador es principalmente sobre los territorios indígenas y campesinos, la resistencia tendrá que ser campesina e indígena, tendrá que ser campesindia.

No tenemos datos precisos sino estimaciones, pero se calcula que en algo más de diez años, mediante unas dos mil operaciones de compraventa, han cambiado de manos cerca de 300 millones de hectáreas. Tierras que por lo general no eran baldías sino campesino-comunitarias. De modo que es válido suponer que la expulsión poblacional resultante de la renovada hambre capitalista de tierras es responsable, cuando menos en parte, de que haya en el mundo unos 300 millones de personas que viven en países distintos de aquellos en los que nacieron. Y que haya, en las inhóspitas rutas de la diáspora, decenas de miles que mueren en el intento de emigrar.

En Nuestramérica, en el territorio de los autóctonos Túpac Amaru y Tetabiate, pero también de los mestizos Bolívar y Martí, se está conformando un nuevo actor continental etnoclasista. Un protagonista que en verdad es antiguo, pero que en los lustros recientes emerge y converge. Un sujeto campesino, indio y afrodescendiente cuyo reto mayor es frenar el saqueo territorial que practica el gran dinero. Ponerle un hasta aquí a un despojo que responde a la inercia de la macroeconomía y por tanto ocurre en los países que gobierna la derecha pero también en alguna medida en los que gobierna la izquierda.

A fines del siglo XIX el rey Leopoldo II era dueño del llamado Congo Belga, hoy China es dueña de unos tres millones de hectáreas en la República Democrática del Congo. De la mano de la gran crisis, el viejo colonialismo está de vuelta. El capitalismo es el primer modo de producción histórico donde la riqueza deviene puramente cuantitativa y desterritorializada. Pero en su ocaso observamos pasmados el masivo y planetario aterrizaje de un gran dinero que por décadas prefirió inversiones etéreas, desvinculadas y “limpias” como las bursátiles. Operaciones que no ha abandonado, pero que ahora combina con la apropiación y especulación con los rudos bienes naturales.

Lo que está en juego en esta gran batalla es el espacio vital de las comunidades rurales. Pero también está sobre el tablero la sobrevivencia de quienes no habitamos en el campo aunque de él comemos. Porque el capital quiere toda la tierra y toda el agua para adueñarse también por completo de los recursos de los que depende la alimentación del mundo y de esta manera controlar íntegramente el negocio de la comida. Lo que a su vez le permitiría lucrar ilimitadamente con la renta del hambre. Y la renta del hambre –que ya es enorme- puede hacerse aún más cuantiosa porque se sustenta en dos factores socioambientales inflexibles: la disponibilidad natural de tierra fértil y la necesidad humana de comer. Inflexibilidades que incrementan ilimitadamente el potencial especulativo del negocio territorial-alimentario.

Es esta una reterritorialización obligada, un aterrizaje forzoso. Su origen estructural es la ontológica imposibilidad de que el capital produzca y reproduzca como mercancías los recursos humanos y naturales que sin embargo requiere para su valorización. Su explicación coyuntural debe buscarse en gran descalabro civilizatorio que nos aqueja, una crisis que a diferencia de las puramente recesivas no es de sobreproducción sino de escasez: de tierra fértil, de agua dulce, de combustibles fósiles, de climas propicios, de minerales útiles, de espacios geoestratégicos. Y su motor económico es la renta, un mecanismo ventajoso que permite a algunos capitales retirar de la bolsa común una porción extraordinaria e inequitativa de plusvalía.

BUZÓN DEL CAMPO Te invitamos a que nos envíes tus opiniones, comentarios y dudas a

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Los del surco siembran y consumen alimentos, mientras que los de banqueta dependemos por completo de una comida que no cultivamos. De modo que la lucha por frenar al capital rentista y predador, por restaurar la comunidad campesindia y afrodescendiente y por impulsar un modelo de producción agropecuaria inspirado en el paradigma campesino, es un movimiento que nos convoca a todos. Incluye a los productores y los consumidores, a los metropolitanos y los orilleros, a los urbanos y los rurales. Y es una lucha que no podemos perder, porque en ella nos va la vida.

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PROCLAMA

ENCUENTRO INTERNACIONAL DE AGRICULTURA CAMPESINA Y AGROECOLOGÍA EN AMÉRICA: MOVIMIENTOS SOCIALES, DIÁLOGO DE SABERES Y POLÍTICAS PÚBLICAS Ciudad de México, 31 de agosto-2 de septiembre de 2015.- Desde esta ciudad emblemática de la cultura mesoamericana, desde la patria originaria del maíz, queremos decir nuestra palabra. Nos reunimos convocados por la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), en ocasión de su vigésimo aniversario, conjuntamente con el Instituto de Políticas Agrícolas y Comerciales (IATP) de Minneapolis, Semillas de Vida, la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco y la Universidad Autónoma Chapingo y su Departamento de Agroecología. Participamos 310 mujeres y hombres provenientes de 16 países y de 16 estados de la República Mexicana. Somos campesinas, campesinos, indígenas, investigadores, universitarios, activistas, comunicadores y estudiantes. Hablamos desde los territorios, muchas veces capturados por la explotación colonial, la dominación de clase o la opresión patriarcal, pero también desde los territorios donde sembramos amorosamente alimentos, utopías y esperanzas. Mientras los grandes poderes económicos y políticos se reúnen para acordar nuevos tratados de libre comercio, para atentar contra nuestros territorios y para manipular a su antojo los precios de lo que producimos, nosotros nos hemos encontrado aquí para compartir nuestras visiones sobre lo que nos amenaza, para comunicarnos nuestras resistencias y nuestras luchas, para alimentarnos con nuestros hallazgos, nuestros aprendizajes, nuestros saberes, nuestros sentires y nuestros sabores. Somos conscientes que no sólo la economía capitalista sino todo el modelo civilizatorio que se nos ha impuesto están al borde del colapso. Es un monstruo enorme que, herido de muerte, lanza zarpazos que multiplica todo tipo de violencias. Violencias que causan una cantidad nunca vista de sufrimiento, tanto de los seres humanos, como de toda la comunidad de seres vivos y de nuestro planeta, nuestra madre tierra. Este modelo civilizatorio colonialista, patriarcal y clasista que se expresa en nuestros campos y en nuestra mesa es el modelo de agricultura industrial de los agronegocios. Una acumulación sostenida en el despojo de los bienes comunes y en la desmedida explotación del trabajo. Un enriquecimiento de los siempre más ricos, que en aras de proyectos de lucro en materia energética, minera, turística y agroexportadora, conlleva una nunca vista privatización global de las tierras y una enorme violencia sobre los territorios, los recursos naturales, el agua y los ecosistemas. Y ante todo violencia sobre las comunidades humanas expropiadas de sus bienes, expulsadas de sus territorios y explotadas en su trabajo a veces de forma semi esclavista. Este es un modelo que destruye diversidades naturales, productivas, sociales y culturales para homogenizar y elevar a toda costa la producción; para convertir la comida en mercancía excluyendo a millones de personas de los alimentos básicos y contradictoriamente provocando sobreconsumo, obesidad y múltiples enfermedades. Un modelo que en lo agrícola se basa en la privatización, extranjerización, concentración y financiación de la tierra fértil; a la vez que, mediante el monopolio, el acaparamiento y la especulación en los mercados encarece los alimentos básicos. Un modelo que con la máquina devastadora de los tratados de libre comercio echa por tierra la soberanía alimentaria de las naciones y de las comunidades. Con la misma crueldad colonial de hace siglos, se apropia ahora de millones de hectáreas de países pobres para siempre especular con ellas o para producir commodities. Un modelo que con furia patriarcal viola tierras, suelos, bosques, aguas, ecosistemas y personas para forzarlos a producir más a toda costa, y que por ello nos ha conducido al umbral del desastre climático, del punto de no retorno en el que lo que está en juego es la subsistencia de los seres humanos y también de la diversidad de formas de vida de nuestro amado planeta. Ante esta forma de producir, consumir y lucrar con base en la captura de territorios, de recursos naturales, de saberes y de comunidades, y en la supresión de las diversidades

culturales y de formas de pensar holistas y no lineales propias de los pueblos agrícolas, nosotras y nosotros, las y los campesinos, indígenas y afro-descendientes ofrecemos lo que tenemos: un paradigma de repuesto; un modo de producir, de pensar y de vivir sustentado en la diversidad del mundo humano y natural; una convivencia en la que no haya que cuidarse los unos de los otros, sino con base en el cuidado de los unos y los otros. Se trata del modelo de agroecología campesindia. El nuestro es un modelo abierto, no lineal y muy diverso. Un modelo con profundas raíces en nuestro pasado, como las de los árboles en los terrenos secos, pero con follajes extendidos, amplios, abarcantes, que a todos nos abrazan. Su propósito es el cuidado de todo: de la alimentación y la salud de las personas y sus comunidades, de la enorme diversidad biológica que hemos recibido en herencia, de los ecosistemas y de los recursos naturales, de las muy heterogéneas expresiones culturales, de los saberes ancestrales y de las tecnologías construidas con la reflexión colectiva. La agroecología campesindia es un modelo que ya hemos estado construyendo y cultivando. Una parte de él lo recibimos de nuestros ancestros. Otra, la preservamos y fortalecimos en nuestra resistencia al despojo, a la mercantilización de la naturaleza y de los alimentos. Lo hemos desarrollado en el diálogo de nuestros saberes, pero también en la asimilación crítica de las nuevas tecnologías. Hemos aplicado en él la investigación-acción: los agricultores nos hemos tornado un poco investigadores y los investigadores se han hecho un mucho agricultores. Es un modelo que ha surgido de la resistencia al extractivismo, de la defensa de las semillas nativas ante los transgénicos, del desarrollo de reguladores de plagas y fertilizantes naturales contra la invasión de los agroquímicos, de muchas experiencias de mercados y consumo locales, del rescate de la cocina y de la medicina de las comunidades. Porque el modelo de agroecología campesindia es un paradigma de repuesto, no sólo para la agricultura, la alimentación y el cambio climático, sino para la vida toda frente al colapso civilizatorio que vivimos, consideramos un deber de solidaridad y un compromiso político ineludible el compartirlo, el divulgarlo, el hacerlo avanzar por toda nuestra América. Para ello, como un primer resultado de este Encuentro Internacional de Agricultura Campesina y Agroecología en América, nos comprometemos a: • Iniciar un proceso que nos involucre a todos para dar seguimiento a los acuerdos de este encuentro; a construir un territorio de convergencia, de búsqueda e investigación en común, de diálogo de saberes, de experimentación, de diálogo con otros actores de la sociedad, para enriquecer y fortalecer la agroecología campesindia. • Lanzar el proceso permanente de construcción de un movimiento de agroecología campesindia, donde se articulen organizaciones del campo, académicos, organizaciones civiles de todos los sectores de la sociedad, que luche de manera permanente por impulsar un modelo económico alternativo y políticas públicas enfocadas en la agroecología. En particular, las y los participantes de México acordamos iniciar desde ahora una ruta para la construcción de una articulación nacional de agroecología campesina amplia, plural, incluyente y multisectorial. • Generar enlaces entre productores y consumidores y revalorizar nuestros alimentos, prácticas y cultivos para contribuir a una buena nutrición con soberanía alimentaria para todas y todos. • Impulsar la equidad de género a todo los niveles: las familias, las organizaciones, la sociedad y las instituciones, y exigir políticas públicas y programas en todo los países que reconozcan el importante papel de las mujeres rurales como productoras y conservadoras de la biodiversidad natural y cultural, y que apoyen sus iniciativas.

• A luchar y exigir oportunidades para celebrar y promover el papel de jóvenes y jóvenas en el campo por medio de reformas educativas que reconozcan la pluricultura e identidades y que provean empleos y otras oportunidades para facilitar el relevo intergeneracional en el campo. • A promover por todos los medios el intercambio continuo de saberes y conocimientos campesinos y científicos como una alternativa real de la agroecología para la producción de alimentos y la mejora de la calidad de vida, la salud y el medio ambiente. • A trabajar con los campesinos, consumidores, académicos y organismos de la sociedad civil para articular una propuesta hacia la transición, reconociendo legalmente los derechos colectivos de los indígenas y campesinos, promoviendo la conservación de la riqueza del patrimonio biocultural e impulsando el desarrollo de los territorios agroecológicos: resilientes y adaptables ante el cambio climático. Nos fijamos, entre otros, los siguientes horizontes de acción coordinada en el corto plazo: 1. Participar, del 10 al 17 de octubre 2015, en los días mundiales de acción contra los tratados de libre comercio (TTIP, CETA, TPP, TISA, la “modernización” del TLCUEM, etcétera) e impedir la expansión de un modelo económico que beneficia a las trasnacionales por encima de los derechos de nuestros pueblos. 2. Participar en las actividades de los movimientos sociales de cara a la próxima reunión de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21) en París, con el objetivo de impulsar e incorporar la agenda de la agroecología campesina para enfriar el clima planetario. 3. Impulsar una agenda en favor del cambio de modelo agroalimentario con base en los campesinos y campesinas y la agroecología en cada país, de cara a la próxima Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe que se realizará en México en marzo de 2016, con la presencia de los secretarios y secretarias de Agricultura de la región y del director general de la FAO. Nos proponemos realizar un segundo encuentro internacional de economía campesina y agroecología hemisférico previamente a dicha Conferencia. 4. Participar en las actividades de los movimientos sociales antes y durante la próxima 13 Conferencia de la Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de Naciones Unidas que se realizará en México en diciembre de 2016. 5. Llevar a cabo un día de acción global contra la agricultura corporativa y a favor de la agroecología campesina. Expresamos nuestra más amplia solidaridad con las familias de las víctimas de las desapariciones forzadas, de la tortura, del desplazamiento de sus lugares de origen, del feminicidio en México. Demandamos justicia y presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y esclarecimiento de los crímenes y castigo a los responsables de las masacres de Tlatlaya, Tanhuato, Apatzingán y la Colonia Narvarte y de todas y todos los periodistas asesinados. Demandamos la inmediata libertad de los líderes de la comunidad yaqui; así como el cese inmediato de la criminalización de la protesta social. Expresamos nuestro más amplio reconocimiento a todos los pueblos que luchan por la defensa de su territorio, sus recursos naturales, el agua y la vida, y a todo el colectivo que defiende nuestro maíz de las semillas transgénicas. A todas las comunidades y las personas que buscan y luchan por el buen vivir las abrazamos con todo el afecto de hermanas y de hermanos y los invitamos a trabajar codo a codo en este hermoso proyecto que es la agroecología campesindia, llave de la esperanza de una nueva tierra para todas y para todos.


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la naturaleza! Evidentemente eso significa que estamos enviando siempre más CO2 a la atmósfera y destruimos lo que se llaman los pozos de carbono, es decir los lugares de la naturaleza que absorben el carbono, que son los océanos y las selvas. Ese es el problema fundamental del cambio climático.

UN MODELO SIN FUTURO

Agronegocio FOTO: Russ Allison Loar

SINÓNIMO DE DESTRUCCIÓN

Francois Houtart Instituto de Altos Estudios Nacionales, Ecuador

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xisten en el mundo dos modelos de agricultura, el de tipo familiar campesino e indígena, y el del agronegocio, en gran parte de agro exportación. Mi opción evidentemente es la agricultura campesina, por principios y por aspectos prácticos y concretos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Mundial (BM) dicen que a largo y mediano plazos ésta es más productiva que la industrial, y fue en función de esta convicción y de la necesidad de defender a los campesinos en el mundo que se organizó en 2010 un seminario internacional en la Universidad de Pekín, y que produjo un libro en inglés, La agricultura campesina en Asia. En ese libro aparece la situación de los campesinos de 11 países de ese continente. Años después organizamos en La Paz, Bolivia, otro seminario sobre las agriculturas campesinas en América Latina, y se generó también un libro con ese tópico. Este es un tema mundial. Lo vemos porque cuando reflexionamos sobre las funciones de la agricultura, vemos la ventaja de la producción de tipo familiar, campesino, ventaja que se reconoce a escala mundial y a pesar de eso las fuerzas económicas globales van en sentido contrario. Son tres las funciones fundamentales de la agricultura en el mundo. La primera es nutrir a la población. El problema actual y de los años próximos no es de escasez sino de organización de la producción alimentaria, que hace

que aun los que producen los alimentos sufran de hambre. Esta es la contradicción fundamental del mundo capitalista actual. Pues bien, la función primera es nutrir, pero no de cualquier forma, nutrir a la población de manera sana, porque vemos las consecuencias de la agricultura de negocio, como las enfermedades producidas por los agroquímicos a los trabajadores que están en contacto con ellos. Y vemos este fenómeno de la obesidad en el mundo entero por la mala alimentación producida industrialmente. Así, de manera cuantitativa y cualitativa, la agricultura campesina familiar es más ventajosa que la industrial. Es verdad que a corto plazo la industrial produce cien, 500 o mil veces más que la campesina en su estado actual, pero a mediano y largo plazos resulta una ilusión porque estamos produciendo los desiertos del mañana y estamos produciendo de manera negativa para los suelos, el agua, el aire y finalmente también para los seres humanos. La segunda función es contribuir a la regeneración de la madre tierra. La agricultura tiene un papel central en esto, porque precisamente se trabaja en la tierra y los campesinos tradicionales, los que tienen la experiencia de cientos, miles de años, saben cómo regenerarla, cómo darle la posibilidad de recuperar su vida ante la función permanente de los seres humanos; de reestablecer, como se dice en palabras científicas, el metabolismo, es decir el intercambio de materia entre los seres humanos –que son parte de la na-

turaleza- y la naturaleza fuera del ser humano. El capitalismo ha destruido ese equilibrio. Carlos Marx lo dijo: sólo el socialismo puede reestablecer este tipo de equilibrio, de la naturaleza fuera de los seres humanos y los seres humanos. El único problema es que los países socialistas han olvidado totalmente estos escritos de Marx y, a veces más que el propio capitalismo, han destruido la madre tierra. La visión de la modernidad como un progreso sin fin en una tierra inagotable, en un planeta inagotable, es la visión que no se cambió y hoy tenemos la conciencia de que debemos cambiar fundamentalmente. Así, la agricultura familiar campesina, vista como un dinamismo, no como retorno al pasado, es una solución. La tercera función de la agricultura es contribuir de manera fundamental al bienestar de los campesinos, de todos los que trabajan la tierra. Vemos que el modelo del agronegocio está proletarizando al campesino. Lo coloca en total dependencia de los contratos con las grandes empresas. Por el contrario, la agricultura campesina familiar puede justamente dar la base necesaria de la autonomía, de pensar la manera de valorizar su trabajo, permitir que la agricultura sea también valiosa para las nuevas generaciones, para los jóvenes. En ese sentido, hay este contraste entre la agricultura industrial y la campesina. Daré datos para mostrar cómo se desarrolla la agricultura industrial en el mundo actual.

La deforestación provoca graves daños, especialmente en el Sur. Lo vemos en América Latina, especialmente en la selva del Amazonas. Lo vemos en África, en Asia del sureste... Tan sólo en la selva amazónica de Brasil, en 2013 se destruyó un territorio equivalente a 21 veces Bélgica. Por otra parte en China, que en el pasado reciente tuvo una política terrible de destrucción de todo su ambiente, ahora tiene ya una cierta conciencia y es hoy el país que más está reforestando en el mundo. La riqueza extraordinaria de la selva del Amazonas controla todo el sistema climático de los países suramericanos. Pero vemos que en todos los lugares hay agresión a esta selva. Todos los países tienen sus razones entre comillas para destruir la selva. En el occidente, en Venezuela, Colombia, Ecuador, es la extracción de petróleo y gas. En el este son más las minas que penetran toda la selva. En el sur son los monocultivos de soya y palma. En el centro están la madera y los trabajaos hidroeléctricos. Con esta destrucción permanente, dice la FAO, en 40 años no habrá más selva Amazónica. Será una sabana con algunos bosques, lo cual afectará el clima de toda América del Sur. Estas agresiones a la madre tierra un día se pagan, pero todos los países tienen sus buenas razones. En Ecuador, donde estoy viviendo, dicen “tenemos que tener más minas, más petróleo, más agro combustibles, porque eso permite al país financiar sus políticas sociales”. Pero ¡a qué precio para

Estamos en un planeta que no es inagotable. Estamos llegando a las fechas de agotamiento de los principales recursos del mundo: petróleo, gas, oro, zinc, plata, etcétera, y debemos ser conscientes de eso. Y lo mismo aplica para la energía. Su consumo en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y hasta hoy día ha sido absolutamente irracional, en los años futuros habrá un déficit de casi 50 por ciento de energía. Por eso se piensa que el sistema capitalista mundial ha comenzado a fomentar la producción de agro combustibles (que no biocombustibles porque bio significa vida y para los campesinos los agro combustibles significan la muerte). Indonesia se ve como un país principal para la producción de agro combustibles. Ya la isla de Java ha sufrido entre 1960 y 2010 una destrucción total de su selva, y gran parte de la culpa está en la promoción y el cultivo de palma africana para combustible y eucalipto para madera, celulosa y papel. Yo estuve allí y he vivido con los campesinos. Ellos ya no pueden producir sus medios de alimentación porque no hay más tierra. Lo que tienen es un desierto verde de palma africana, y por supuesto que hay resistencia de los pueblos originarios. La lógica del capitalismo mundial, de la liberalización de los intercambios, es totalmente artificial porque los intercambios son en función de las ventajas comparativas, es decir de la posibilidad de vender más barato porque en un lugar del mundo se explota más la mano de obra o no se respetan las reglas ecológicas. Y así es una irracionalidad total este tipo de economía. Vemos entonces que aun en los países progresistas de América Latina se usa este tipo de métodos de explotación para financiar los sistemas sociales. Esto es construir el socialismo del siglo XXI con los métodos del capitalismo del siglo XIX. Debemos protestar de manera fuerte contra este tipo de sistema y tal vez tener un día internacional de protesta contra la agricultura industrial en el mundo entero, Norte y Sur, con los métodos que tenemos, pues la ética vale más que las leyes. También debemos utilizar los organismos de integración americana, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), para promover la agricultura campesina en países donde no hay interés para realizar eso.


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DESAFÍO: ALIMENTAR AL MUNDO CON EQUIDAD Y SUSTENTABILIDAD Fernando Agustín Soto Baquero Representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y en general un consenso internacional cada vez mayor indica que el modelo actual de agricultura, que está basado en el uso intensivo de recursos, está encontrando límites que va a tener que superar para poder aumentar la producción de alimentos hoy y mañana. Este paradigma de producción alimentaria –que ha sido muy exitoso desde el punto de vista de la cantidad de alimentos con que el mundo cuenta- también ha estado en la base de las últimas revoluciones agrícolas en el mundo, las revoluciones en la India, por medio de la revolución verde que inició en México y que después tuvo su desarrollo en la India; la revolución blanca de la India, país que se ha convertido en el principal exportador de leche en el mundo; la revolución agrícola en Vietnam, un país que sufría de hambre y que hoy es el tercer exportador de arroz en el planeta; la revolución de exportación de hortalizas en Egipto... Todas estas revoluciones agrícolas recientes han sido sobre una base agraria de pequeña pro-

ducción, de agricultura familiar, y también está viviendo las dificultades de contar cada vez con menos suelo, con menos agua y menos biodiversidad. El ajuste de cambio en el modelo de producción de alimentos es global y es para todas las formas de producción. Estos cambios, que indican que no es suficiente producir alimentos, aunque es indispensable, implica aumentar la productividad, sólo que con un agregado muy importante, con sostenibilidad, o con sustentabilidad. Cabe entonces a los gobiernos, a los movimientos sociales, a las organizaciones de la sociedad civil, a los científicos, a la academia y a la FAO trabajar hacia ese nuevo modelo que sin lugar a dudas permita, valorice e impulse la economía familiar campesina.

FOTO: Michael Fleshman

La causa entonces de que el hambre persista es más bien la falta de acceso a los alimentos, ya sea que las personas la produzcan o ya sea que tengan ingresos para comprarla. El desafío que viene es que el mundo tiene que aumentar 60 por ciento la producción de alimentos, para alimentar una población de nueve mil 200 millones de personas que habitarán esta Tierra el año 2050. Y que ese 60 por ciento adicional tiene que hacerlo con menos recursos, con menos suelos, con menos agua, con menos biodiversidad y en un contexto de cambio climático al cual la agricultura contribuye de

alguna manera, pero por otro lado es el sector más vulnerable y eso se está viendo principalmente en la región mesoamericana.

Y la agroecología debe ser una referencia. La agroecología permite el desarrollo sustentable de la agricultura. El avance hacia sistemas alimentarios inclusivos y eficientes promueve el círculo virtuoso entre la producción de alimentos y la protección de los recursos naturales; el mejoramiento de la salud pública, por medio de una alimentación sana, con productos frescos; la protección de la biodiversidad; el rescate y valoración

de los productos locales, de los mercados locales, y nuevas oportunidades para el desarrollo de los territorios rurales. Promueve el mejoramiento de la calidad de vida de agricultores, agricultoras y consumidores. Es por eso que la agroecología está considerada en el mundo como una referencia importante en los cambios que deben hacerse, porque ya los límites de vivir en nuestro planeta están siendo alcanzados. Hay dos elementos adicionales que quiero subrayar. Uno, que la agroecología es una disciplina científica que toma en cuenta la ecología en los agrosistemas y en los sistemas alimentarios, y además de ser eso es una corriente ambientalista, de desarrollo rural, de agricultura sustentable, y por otro lado es una técnica en la finca, en el predio, en la parcela.

FOTO: Rainforest Action Network

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l sistema alimentario en el siglo XXI enfrenta una enorme contradicción o una paradoja: no falta comida en el mundo, en los 70 años recientes la población mundial se ha multiplicado por tres y la oferta per cápita de comida aumentó 40 por ciento, es decir hay alimentos suficientes; al mismo tiempo y en contraste, persiste el hambre y la desnutrición. Hay 800 millones de personas con hambre en el mundo, 45 millones de ellas en nuestra región de América Latina y el Caribe. Siete millones en el caso de México, que es la población objetivo de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.

Estos principios de la agroecología en busca de una agricultura más sustentable están incorporados en la Agenda del Desarrollo Sostenible, que todos los países del mundo van a suscribir en los próximos meses en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York. Hay al menos dos objetivos de desarrollo sostenible que tienen que ver directamente con la agricultura sostenible. Éstos, que son el siguiente paso hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya son objetivos para todos los países del mundo, no sólo para los países en desarrollo, también para los desarrollados, y pretende enfrentar, entre otros grandes desafíos, el hambre y la pobreza, fundamen-

talmente en el medio rural, y el cambio climático. En América Latina, la agroecología viene siendo construida en la práctica, por ustedes. Desde hace décadas, son los movimientos sociales, de agricultores, campesinos, comunidades tradicionales, pueblos originario y pescadores tradicionales, los que vienen construyendo la agroecología. La FAO ha impulsado a nivel global y de las regiones del mundo foros, diálogos y seminarios entre académicos, funcionarios públicos y movimientos sociales, con el objetivo de poner esta referencia de la agroecología en un lugar importante en todo este movimiento de ajuste y de transición en los sistemas alimentarios. Quiero concluir citando a José Graciano da Silva, director general de la FAO, que en el Simposium Internacional para la Agroecología, la Seguridad Alimentaria y Nutricional, que se celebró en Roma, en septiembre de 2014, planteaba: “La agroecología continúa creciendo, tanto en la ciencia como en las políticas públicas; es un enfoque que ayudará al desafío de terminar con el hambre y la malnutrición en el marco de la necesaria adaptación al cambio climático”. La FAO en México está a disposición del secretario de Agricultura y de las organizaciones campesinas para, en diálogo y en alianzas, utilizar lo mejor de todas las fuerzas, de todas las voluntades, de todos los compromisos y pasiones, para terminar con el hambre y la pobreza extrema en México.


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APOYO A LA AGRICULTURA FAMILIAR, EN EL DISCURSO; NECESARIO AVANZAR EN LOS HECHOS: IATP

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Así lo consideró Jahi Chappell, director de Políticas Agrícolas y Agroecología del Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP) de Minneapolis, Minnesota y consideró que las políticas públicas rurales hoy día desdeñan el tema de la calidad de vida de los campesinos, “porque están pensando en ganancias solamente. Y ya sabemos por lo menos con la experiencia que hay en Estados Unidos, y México –integrado a sus vecinos del norte con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)- que la mayor productividad no va a proveer calidad de vida para el productor si no se impulsan otras acciones y apoyos, y que si todo mundo produce más los precios bajan y eso es malo para los productores pero es bueno para las empresas que ofertan fast food.

impulsar este tipo de agricultura, la de pequeña escala. Pero esto se ubica en una ruta filosófica aún, pues en los hechos las compañías y gobiernos nacionales todavía piensan que si hay ganancias todo está bien, y más temprano o más tarde, todo saldrá adelante, y mantienen el estado de cosas sin cambios, esto es mantienen los sesgos que apoyan fundamentalmente al agronegocio.

FOTO: ClatieK

s ampliamente reconocido que la sostenibilidad, el rendimiento, la nutrición y diversidad son atributos positivos que corresponden a la agricultura campesina en su comparación con la agricultura industrial o el agronegocio. Así, el discurso de organismos internacionales, como los de Naciones Unidas, e incluso órganos de empresas privadas, habla cada vez más de

mañana. Esto va a tomar tiempo, pero no puedo pensar en una razón ecológica para argumentar a favor de productores grandes, porque los pequeños son usualmente más eficientes en muchos sentidos y ofrecen mayor diversidad de alimentos. Los grandes se enfocan al monocultivo; utilizan muchos agroquímicos y labores mecánicas.

En breve entrevista, opinó que en la agricultura ocurrirá una transición que induzca a apoyar a la agricultura de pequeña escala en los hechos y no sólo en el discurso, pues el cambio climático no permitirá ya la presencia de productores muy grandes. “No es que vayamos a cambiar

“Soy ecólogo. La base de la evolución de la ecología es la diversidad, y ya sabemos que en el futuro el clima va a seguir cambiando y

van a pasar otras cosas que hoy desconocemos. Por tanto, necesitamos diversidad para adaptarnos al futuro. También es un hecho que en la lucha contra el hambre la diversidad de alimentos es más importante que las kilocalorías para mucha gente. Entonces necesitamos esa diversidad que sólo los productores pequeños y medianos pueden proveer”. “Pienso que se debe gobernar de una manera más amplia. Es un hecho que hay un futuro

CRISIS AGROPECUARIA; NO SE APROVECHARON LAS LECCIONES Timothy A. Wise Tufts University

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a crisis alimentaria de 2007-08 –con alzas en los precios de las materias primas agrícolas- abrió el debate en México sobre las políticas neoliberales que han colocado a este y otros países en una dependencia de las importaciones, en medio de un abandono completo del sector productivo. Entonces la crisis se convirtió en una oportunidad de reflexión. Han transcurrido siete años, y no se capitalizó la oportunidad que brindó la crisis. Las políticas públicas no cambiaron. Y no se abordaron las dos causas inmediatas de la crisis alimentaria. Estas causas son el aumento desmesurado de la producción de agrocombustibles y el crecimiento también de la especulación financiera. Se elevó la producción de agrocombustibles impulsada por los incentivos dados por los gobiernos de Estados Unidos y los de Europa. Esa ola de expansión en unos cuantos años desvió 40 por ciento del maíz cosechado en Estados Unidos a la producción de etanol. Eso representó un desvío de 15 por ciento del maíz de todo el mundo hacia un uso combustible; dejó

FOTO: Oxfam International

del maíz está en gran parte determinado por el precio del petróleo.

de usarse para alimento humano y forraje. Eso tuvo mucho impacto sobre los precios del maíz pero también del conjunto de materias primas agrícolas. Ahora hemos visto una disminución de los incentivos para los agrocombustibles, o sea que los gobiernos de países ricos han respondido de forma muy tibia a este problema. En cuanto a la especulación financiera, lo ocurrido fue una integración dañina y reciente de

los mercados de materias primas agrícolas, combustibles y finanzas. Este fenómeno sigue perjudicando a los mercados internacionales de alimentos porque el precio los alimentos tiene aún menos relación con la oferta y la demanda a nivel internacional (relación que antes ya había sido perjudicada por la manipulación de los mercados de futuros de Chicago). Tiene ahora más que ver con el precio del petróleo. El precio del agro combustible tiene que ver con el del petróleo. Entonces el precio

Al mismo tiempo, las inversiones especulativas y el flujo de dinero especulativo se integran en derivados que combinan todos los commodities en una sola inversión; vinculan de manera formal los energéticos y los agrícolas. Sin cambios en esos sistemas, lo que vamos a ver es una volatilidad continua en los mercados. Afortunadamente se ha disminuido un poco la tasa de crecimiento de los agrocombustibles pues los mercados se han ajustado. Es por eso que estamos viendo ahora precios bastante bajos de los commodities agrícolas como el maíz a escala internacional. Esta situación no es algo bueno para los agricultores del mundo, pues los precios volátiles dan señales poco confiables sobre invertir o no; los productores no tienen certidumbre de si tendrán o no ganancias. Los economistas prevén un largo periodo de precios bajos, lo cual significa que podríamos entrar en una nueva época de dumping. He calculado que Estados Unidos está exportando este año su maíz a

precios 15 por ciento debajo de los costos de producción, según la definición de dumping de la Organización Mundial de Comercio. La actual Farm Bill, o Ley Agrícola de Estados Unidos distorsiona más los mercados que la anterior. En los dos años recientes he podido estudiar las respuestas a la crisis alimentaria no sólo en México, también en África: en Malawi, Tanzania, Mozambique y Zambia, para entender mejor cómo están respondiendo los gobiernos, los movimientos sociales y los campesinos mismos. Hay un panorama bastante parecido a lo que vemos en México. Hay muchas iniciativas de los campesinos en África, de la comunidades, nuevas visiones que rompen el modelo neoliberal, de impulso de la agricultura ecológica. Pero en vez de apoyar esos esfuerzos, los gobiernos promueven la inversión extranjera de gran escala y eso ha resultado en un acaparamiento enorme de las tierras. Millones de hectáreas de acaparamiento. También firman convenios con trasnacionales para una iniciativa de los países ricos: la nueva Alianza para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, con un esquema de


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MILPA Y CONSUMO LOCAL, CLAVES PARA LA SALUD Alejandro Calvillo El Poder del Consumidor / Alianza por la Salud Alimentaria

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con una señora que sembraba amaranto en su solar y hacía dulces de alegría de amaranto. La señora estaba en la miseria y le dijo a la reportera que ya no iba a sembrar este cereal porque “porque los niños prefieren ir a la tiendita a comprar comida chatarra”.

doble asociación que abre mercados para las trasnacionales pero no lleva beneficios a los productores. Ello, en un modelo estilo revolución verde y con enfoque filantrópico porque da de 200 mil a 300 mil dólares anuales para el supuesto desarrollo agrícola. Afortunadamente esas iniciativas están fracasando, en gran parte por las constricciones del modelo. Los híbridos y los químicos de la revolución verde no tienen mercado entre productores como los que se encuentran en África. Las trasnacionales encuentran poca infraestructura e inversión pública para hacer viables los partnerships (las asociaciones) y los que han acaparado tierras andan bien con los gobiernos corruptos pero no tanto con las comunidades que quieren desplazar. Y las resistencias a nivel local son fuertes y han detenido a una gran parte de esas tomas de tierra. Hay una cifra de que sólo cuatro por ciento de las tierras tomadas están en producción ahora, y eso se debe a la resistencia de las comunidades, falta de infraestructura y otras cosas. El panorama es difícil pero la oportunidad que deja es que las economías locales, nacionales, valen mucho más que la economía global en este momento. Es un momento de refugiarse en lo local.

Cuando las grandes corporaciones toman la alimentación en sus manos no están produciendo alimentos para alimentar, sino para que los alimentos se consuman más por los ya consumidores y para que los que no son consumidores los consuman, y cuando eso pase, que los consuman más. En este proceso, han dejado de ser alimentos. La triada de los alimentos ultra procesados –que ya no hay que llamarles alimentos, sino productos ultra procesados comestibles- está compuesta por el azúcar, la grasa y la sal; provocan adicción. Y hay prueba evidente de que la adicción que se puede dar al azúcar es similar a la que se puede dar a la cocaína Nos hemos olvidado de esto y hablamos de la agricultura nada más como un acto de producir. Cuando la agricultura no es sólo producir, la agricultura es cultura y el alimento es cultura. Y lo que hemos visto es la aniquilación de esa cultura. Esa aniquilación ocurre cuando nos quitan los alimentos, cuando un puñado de diez o 12 corporaciones trasnacionales está determinando lo que nuestros hijos desayunan y comen, involucrando a gran parte de la población mundial.

Hay centenares de aditivos alimentarios. Las empresas los combinan como en un coctel para ver qué es lo que puede pegar más y tener la palatabilidad en nosotros. Los niños son las principales víctimas. Tomen cualquier producto dirigido a niños. La experiencia con el alimento, el sabor, el color, la textura, es artificial. Contiene colorantes, saborizantes, texturizantes artificiales En eso se han convertido los alimentos.

ILUSTRACIÓN: Diego Rivera

industrial enfocado en ganancias y lucro, pero también creo que hay un futuro de hombres y mujeres que valorizan cultura, tradiciones, cuestiones que no tienen que ver con el mercado, cosas que a todos nos gustan. No es el mercado el que rige a todo el mundo. Una forma más equitativa de gobernar debe apoyar a los productores pequeños y a los medianos, pues son ellos los que ofrecen una mejor economía, más cultura, nutrición, diversidad, todo eso que no está en la lógica de los grandes” (LER).

alto porcentaje deja de ser alimentos o granos en el proceso industrial. El convertir alimentos en comida chatarra es algo que tenemos que evaluar en su repercusión de cambio climático. ¿Cuánta energía se está gastando en el mundo para producir todos esos productos que atentan contra la salud y se vuelven chatarra por la vía de ingenieros de alimentos que tiene Kraft, Unilever, Nestlé, Coca Cola, todas esas empresas.

Necesitamos revalorar nuestros alimentos, culturalmente y también en términos de su valor nutricional. ¿Qué saben las comunidades del valor del amaranto? ¿Qué saben del valor de los quelites? Al lado del municipio de Chilapa, de Mártir de Cuilapan, Xaviera Cabada (experta en nutrición de El Poder

Doy un ejemplo: el producto Choco Krispis tiene cuatro colorantes artificiales, tres de ellos están identificados como generadores de déficit de atención e hiperactividad en el Reino Unido, y lo demás es harina refinada. Y los niños, y los niños más pobres, desayunan Choco Krispis, que cuestan el doble respecto de la avena. Y en medio de esto, un Estado que no retoma ni fortalece la producción de amaranto, uno de los mejores cereales que hay en el planeta en su calidad nutricional.

de El Consumidor) llegó a una comunidad, a una escuelita, una telesecundaria de 22 alumnos. Los niños tenían desnutrición con avitaminosis y manchas en la piel. Se levantó una encuesta en esa escuela y en otras del municipio y el 60 por ciento de los niños del municipio (de primaria, secundaria y preparatoria) desayunaban con refrescos, y tomaban esas bebidas tres o más veces al día. Después de la encuesta se dio un taller pararevalorar los alimentos. Sacaron a la señora que llevaba a vender la comida chatarra. Los niños gastaban diez pesos diarios en esa comida –que no es cualquier cosa, pues es una zona de alta marginación- e hicieron una olla escolar donde comenzaron a depositar su dinero cada día. Con sólo cinco pesos por niño en la escuela se empezó a preparar un desayuno escolar incorporando principalmente alimentos de la región, incluidos los quelites de la milpa, que tienen hierro. A los seis meses los signos de desnutrición desaparecieron en la mayoría de los niños. Y el dinero ya no se fue en con el camión de Coca Cola, de Sabritas, de Bimbo.

Y siendo que este es un país donde hay una cultura enorme de siembra y procesamiento del amaranto, cuando se lanzó la Cruzada Nacional Contra el Hambre en Mártir de Cuilapan, Guerrero, sacamos a la luz un estudio que mostraba que había 60 recursos alimentarios en esa zona. Una periodista habló

FOTO: Hernán García Crespo

FOTO: Global Humanitaria

xiste la necesidad de fortalecer la producción campesina para mejorar la salud alimentaria. El mundo no aguanta el actual modelo de consumo, de híper consumo, donde todo se produce para que se consuma más y se deseche de una manera más rápida. Esto ha pasado con la alimentación.

En México cada año mueren 80 mil personas por diabetes, cada año 75 mil personas son amputadas por diabetes y hay una gran relación con el alto consumo de bebidas azucaradas. Y no se atreve el Estado a hacer una campaña para decir la cantidad de azúcar y los riesgos que generan estas bebidas. Toda la producción de la agroindustria está dirigida no a producir alimentos, sino materias primas e ingredientes para la gran industria procesadora de alimentos y bebidas. De todas esas producciones que tenemos en el norte del país, de toda esa agroindustria, un

La buena noticia es que esta dictadura de las corporaciones está en crisis. La epidemia de obesidad global está llamando la atención y está obligando a tomar medidas. En la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya hay una convención sobre enfermedades no transmisibles, donde lo principal es la alimentación. A nivel de la región de América Latina, los ministros de salud aprobaron un plan plan frente a la obesidad infantil, del cual no se dieron cuenta las corporaciones, y hay un compromiso para regular estos alimentos dirigidos a los niños, sacar alimentos de las escuelas, tenerlos etiquetados y poner medidas fiscales. Nosotros vamos a anunciar que queremos dos pesos de impuesto para el refresco, que queremos control de precios sobre el agua embotellada mientras metemos bebederos en todas las escuelas del país. En este sentido la producción campesina toma un papel fundamental. Octavio Paz decía que el maíz era un alimento muy importante, tanto como el invento del fuego, y yo añadiría que también lo es la milpa. Es uno de los sistemas agroecológicos más ricos en términos de diversidad biológica y de riqueza nutricional que hay en el mundo. Tenemos que rescatar eso, tenemos que revalorizarlo. Tenemos que crear los mercados locales, hacer cadenas de comercialización de los productos a nivel local. Que las escuelas, como en Brasil, estén obligadas a recibir productos de los huertos locales; que incluso el Ejército se provea de alimentos de la región, los hospitales, los comedores públicos. Tenemos que hacer un movimiento donde los consumidores demos un valor a estos productos que vienen de los campesinos. Creemos mercados locales. Calculamos que 80 por ciento de la diversidad de alimentos en México viene de los pequeños productores. Si nuestra cocina tradicional está declarada Patrimonio de la Humanidad, esta cocina depende de ellos, de ese conocimiento. El maíz que se siembra en tal región para producir tal platillo es un conocimiento que está allí, que viene de la selección de un grano que se ha hecho siembra tras siembra. Las organizaciones que impulsamos la Iniciativa Valor al Campesino pensamos que debemos revalorar esos alimentos que están en el campo mexicano y que principalmente su variedad está en los pequeños productores.


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PROPUESTA DE REESTRUCTURACIÓN DEL PRESUPUESTO RURAL Héctor Robles Berlanga Coordinador de la página Subsidiosalcampo.org y participante de la Iniciativa Valor al Campesino

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l planteamiento que aquí presento es suscrito por varias organizaciones sociales, en el marco de la Iniciativa Valor al Campesino. Es un análisis y una propuesta, con base documentada y con la idea y el interés de un cambio profundo.

Lo primero que debe modificarse es la manera como se percibe al pequeño agricultor o campesino. La Real Academia considera al campesino como un individuo incivil (grosero), persona falta de trato social, poco habituada a las costumbres de las grandes ciudades, de modales rústicos, persona tímida, silvestre, espontáneo e inculto. Es la misma visión que se tiene en varios países y en la política de nuestros gobiernos en América Latina. Y en los programas públicos de muchos de nuestros países, además se le califica de improductivo y atrasado. ¿Eso son? Claro que no. Uno de los problemas en América Latina es que existe una desigualdad en la distribución de la tierra: hay un número muy grande de pequeños productores y uno muy pequeño de grandes productores. Los más bajos grados de desigualdad, pero aun así significativos, están en Perú, Bolivia y México, donde hubo una reforma agraria y distribución de la tierra. Por lo tanto, en nuestros países lo que predomina es la pequeña agricultura. No se puede pensar en la agricultura y en la soberanía y seguridad alimentaria sin la aportación de los pequeños. La gran agricultura se especializa en dos o tres productos, la pequeña en una gran diversidad y ésta es la que nos alimenta. En casi todos los países de América Latina lo productores de pequeña escala representan más de 70 por ciento del total. Por tanto, les guste o no a los gobiernos, ellos son los predominantes y por tanto la política pública debería estar enfocada en ellos. En el caso mexicano, siete de cada diez productores son pequeños. La mayoría tiene cinco hectáreas o menos. Y este grupo de productores es el que más ha crecido en las décadas recientes. El gobierno muchas veces nos dijo que lo que teníamos que generar era economías de escala y parece que los campesinos entendieron al revés y generaron más economía de pequeña escala. En 1930 teníamos alrededor de 230 mil unidades de producción menores a cinco hectáreas y ahora tenemos cerca de tres millones. Estos productores pequeños aportan el 40 por ciento de la producción nacional, fundamentalmente de maíz y frijol. ¿Cómo que no son productivos, sin realizan este aporte en superficies pequeñas?, contando apenas con el 16 por ciento

Otra propuesta que hacemos es acabar con los proyectos productivos pequeños dirigidos a grupos de diez, 12 personas o menos, que no generan capital social y lo único que hacen es que se dispersen los recursos. Pedimos proyectos territoriales, que impacten, que generen organización, que generen la posibilidad de hacer economías de escala, que generen participación social.

de la superficie agrícola y con muy pocos apoyos públicos. Una virtud más de la agricultura de pequeña escala es que genera empleo, no sólo de tipo familiar; seis de cada diez empleos en el sector son propiciados por los pequeños y medianos productores. Asimismo, ninguna de las agroindustrias del país se niega a trabajar con pequeños agricultores, pues son fuente de una parte importante de su abastecimiento. Nunca he escuchado a los agroindustriales decir, como sí lo dice el gobierno, que los pequeños agricultores sean infuncionales. ¿Qué pasa con el presupuesto? En los 15 años recientes creció entre 170 y 180 por ciento. Cada año hubo más recursos públicos para el campo, y los resultados han sido negativos. En la propuesta de Valor al Campesino insistimos en esto: no es un problema de más o menos dinero, sino de política pública, de una política pública distinta. Gráficas cruzadas muestran cómo ha crecido el presupuesto rural y al mismo tiempo la pobreza de la población en este ámbito se ha mantenido sin cambio durante los 15 años pasados. Una explicación inicial de esto es que tenemos una gran pulverización de la política pública. Hay en México alrededor de 150 programas rurales, o 160, nadie sabe bien, ni siquiera los secretarios de Agricultura saben, se los hemos preguntado. Es muy complejo el presupuesto, pero de esos 150 o 160 sólo llegan ocho a la mayoría de municipios del país, y de esos siete son de corte social. Además, es muy improbable encontrar algún productor que acceda a cinco programas. ¿Qué sentido tiene tener 150 si los productores acceden sólo a dos o tres? Lo que le estamos diciendo al gobierno es que esta política pulveriza las acciones gubernamentales y no llega a la mayoría de los productores, por tanto debemos

reducir el número de programas. ¿Cómo atienden a los productores? Como pobres, se les da apoyo de la vertiente social que es la asistencial, apoyo de Prospera (antes Oportunidades), del programa Adultos Mayores, pero no para producir. Se les quiere sacar de la pobreza con apoyos asistenciales, no productivos. Lo que estamos planteando en la Iniciativa es que los apoyos debieran ser de carácter productivo no asistencial, porque a la parte sur de país llegan los apoyos sociales, y al norte, fundamentalmente a las zonas de riego, llegan los productivos. Otro problema que queremos resolver es la alta regresividad de los apoyos. En México se apoya a los grandes productores con subsidios para producir y le echamos la culpa a los pequeños, les decimos “ustedes son improductivos, no trabajan”. Los que reciben los subsidios son los grandes. Dos ejemplos son el Proagro (antes Procampo): el 20 por ciento de los beneficiarios, de mayor escala, se lleva el 60 por ciento de los recursos, y el financiamiento: el 3 por ciento de los productores se lleva más del 80 por ciento. Por eso decimos no a este tipo de apoyos productivos, no beneficiar a los grandes con subsidios, sino cambiar la política pública. ¿Cuál es la propuesta que impulsamos? Primero, decimos que Proagro se limite a dar subsidios a 20 hectáreas por unidad; el gobierno nos ha dicho que son muchos los que se afectarían, y nosotros decimos que no es cierto. El padrón de Proagro es de dos millones 300 mil. Con esta propuesta afectaríamos a 40 mil, todos los demás están en 20 hectáreas o menos. También estamos planteando que el Progan (apoyo ganadero) se limite a cien cabezas de ganado por productor. Este límite afectaría a 12 mil de alrededor de 350 mil productores.

Asimismo, estamos planteando un solo padrón y una sola ventanilla para recibir apoyos públicos. Hoy se deben hacer muchos esfuerzos para bajar recursos. “Ve a la ventanilla de la Secretaría de Agricultura, ve a la de Medio Ambiente, ve a la Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano… tienen que ir aquí y allá y simpre se encuentran con que la mayoría de sus proyectos son rechazados. Curiosamente siempre se ejerce el presupuesto beneficiando a los mismos, porque hay lo que se conoce como el “ventanillero”, que está altamente capturado desde las instituciones y es por medio de esta figura que se ejercen los recursos. Por eso pedimos un solo padrón, pues eso va a permitir observan quién recibe más de dos apoyos y decir no. Y decimos una sola ventanilla, porque muchas veces en la tramitación el productor se gasta más de lo que va a recibir.

También estamos hablando de hacer realidad la inclusión financiera. Y sobre la base de dos programas, Proagro y Prospera, estamos planteando que los productores tengan oportunidad de usar esos recursos para el financiamiento y para el agua. Es uno de los planteamientos centrales. Decimos que el Proagro podría servía de garantía para recibir el financiamiento en un momento oportuno para la siembra, porque cuando se recibe hoy día ya no sirve para nada. Otro elemento es que pensamos que nada es posible sin organización. Debemos acabar con los enfoques individuales, característicos de la política pública. Al gobierno le da miedo la organización. Considera que así la gente va a reclamar y por eso trata de evitarla. Nosotros decimos que no hay que temer. También estamos viendo que tenemos que reconstruir el sistema de extensionismo, de capacitación, con responsabilidad, que los técnicos dependan de los productores, y sean ellos quienes lo elijan y lo evalúen. Muchos de los técnicos son contratados por el Instituto Nacional para el Desarrollo de Capacidades del Sector Rural (INCA Rural) y se la pasan haciendo informes para esta


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FINANCIAMIENTO PARA PEQUEÑOS Y MEDIANOS PRODUCTORES Juan Carlos Cortés García Director general de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) talmente que el Estado mexicano estaba obligado a hacer eficiente su recurso y a orientarlo principalmente a aquellos que más lo necesitan, productores pequeños y medianos del sector agropecuario. Tenemos aquí, a un año, un resumen de los principales resultados y variables que hemos logrado junto con ustedes, reconociendo anticipadamente que falta mucho y no es motivo de festejo.

Y pasar a bienes públicos. En lugar de estar invirtiendo en pequeños cositas, hay que financiar con recursos públicos más investigación, desarrollo de capacidades, bodegas, caminos, estas cosas que terminan beneficiando a un conjunto de productores y no a uno solo. Este es el planteamiento que estamos haciendo, con un elemento importante: le decimos al gobierno “no evadimos la responsabilidad, si vamos a recibir un subsidio, también queremos se responsables”, porque que ha sucedido que muchas organizaciones reclaman y están siempre formadas en la ventanilla; han dejado de hacer procesos de organización, de incidencia. Nuestros países de América Latina no se pueden pensar sin la participación decidida de los campesinos. No hay desarrollo sin ellos. El futuro de América Latina y del mundo descansa en esos productores. Son el presente y el futuro.

FOTO: RD

Agrupar los programas PESA, Proagro, en el caso de la Secretaría de Agricultura, y lo mismo en el ámbito social e igual en el ambiental. El productor es uno, el gobierno es el que lo ha fragmentado. Planteamos por eso ese enfoque territorial y agrupar toda la oferta institucional, lo cual da 71 mil 500 millones de pesos.

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os integrantes del sector agropecuario sabemos que la realidad cambió hace unos cuantos años. Durante tres décadas y media los países en desarrollo fuimos recomendados en importar alimento barato y en utilizar nuestros recursos en otros sectores de la economía; eran tiempos donde la oferta rebasaba la demanda, eran tiempos resultados de la revolución verde, donde México fue actor principalísimo. Y esto hicimos mientras los países desarrollados apoyaron fuertemente a su sector agropecuario. Pero esto cambió dramáticamente. La demanda no sólo creció, cambió su conformación y tuvo efecto profundo sobre las variables del sector. Es cierto que hoy tenemos inventarios altos [de cereales] a escala global pero la realidad es que para 2050 el mundo tendrá que alimentar su producción de alimentos en 60 por ciento. El reto es enorme, formidable y lo tendremos que hacer en circunstancias difíciles. La frontera territorial agrícola y también la pecuaria están agotadas; tenemos la necesidad de cambios tecnológicos, cosa que ANEC está haciendo. Tenemos que aumentar la productividad. Tenemos una realidad de shocks importantes a la oferta, shocks negativos por el cambio climático. Hoy tenemos la presencia del fenómeno de El Niño, el más importante hasta ahora desde 1950, pero que probablemente termine siendo el fenómeno de El Niño más importante de la historia. Y por último, mercados altamente volátiles con movimientos inesperados de precios y fluctuaciones importantes que condicionan y ponen en riesgo el ingreso de los productores. El reto y la problemática son reconocidos por aquellos que nos recomendaban hace algunos años importar alimento barato. La Orga-

nización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo… Incluso el Foro Económico Mundial, en su evento anual de Davos, en su documento sobre riesgos globales, que destaca los riesgos más importantes que enfrenta la humanidad cada año, lleva cinco años consecutivos en que por lo menos en tres pone el tema de producir alimentos como uno de los grandes retos de la humanidad. En ese desafío América Latina va a jugar un papel importantísimo. Es una de las regiones donde todavía tenemos capacidad de producir alimentos. Y en este marco el rol de México es fundamental, pero principalmente de los productores pequeños y medianos. Allí está el gran potencial de aumentar la producción agropecuaria. ¿Qué está pasando a escala global? Los países están adecuando su marco de políticas. Dos ejemplos, la Farm Bill, o Ley Agrícola de Estados Unidos, publicada en febrero de 2014, trae los cambios más importantes de política pública hechos por los estadounidenses en los 40 años recientes. Y el Pacto Comunitario Europeo, publicado en diciembre de 2013 después de dos años de consultas, trae los cambios más relevantes de políticas públicas en los años recientes en la Unión Europea. El mundo se adecua a una nueva realidad. Y esto lo están haciendo muchos países. Pero en estos cambios quiero resaltar puntos que para mí son relevantes. Primero que en todas estas modificaciones de política pública juegan un papel central los pequeños y medianos productores, en todos. No importa que Estados Unidos tenga grandes superficies productivas; el pequeño y el mediano juegan un papel re-

levante y por supuesto también así es en el caso de los europeos y otros lugares en el mundo. Reitero, allí está una parte importante del potencial productivo a futuro. Y segundo, un tema que nos es intrínseco en la FND, el del financiamiento. No existe un solo sector agropecuario desarrollado que carezca de un sistema financiero para el campo profundo, competitivo, con tasas adecuadas. Es intrínseco. Porque a escala mundial nuestros sectores necesitan flujos de financiamiento, ustedes lo saben. Le pedimos al banco, o al intermediario, o al agiotista o al proveedor, pero cada ciclo salimos a pedir financiamiento, y es el pequeño productor el que tiene más desventajas. Al gran empresario le prestan en condiciones más competitivas. Con el pequeño es más desventajoso. Por eso la importancia de contar con un sistema financiero que apoye a los pequeños y les permita mejores condiciones. Diversos estudios evidencian claramente que a mayor penetración, a menor costo financiero, mayor PIB, mayor ingreso per cápita, mayor empleo. Y aquí entramos al tema de la Financiera. El 20 de agosto pasado se cumplió un año del anuncio del presidente. Parece que fue ayer cuando nos reuníamos con Víctor Suárez y Olga Alcaraz a evaluar cuál debería de ser el planteamiento dentro de la Financiera Nacional de Desarrollo. Y hace un año era fundamental demostrar primero que el sector agropecuario es sujeto viable de atención financiera. Hay muchos que argumentaban que no. Segundo, que dentro de esto, el pequeño productor es altamente viable, confiable y tiene un papel central. Tenemos que demostrar que tomando las decisiones correctas, se pueden ver resultados en el corto plazo, y fundamen-

• Se logró hacer una reducción de tasas para el pequeño productor cercana al 40 por ciento. Hoy se ofrecen tasas fijas de siete por ciento para el pequeño, cuando la media era 14. Para la mujer es de 6.5 por ciento, reconociendo aquí el papel principal de la mujer en nuestro sector. • Se redujeron las tasas en todo el portafolio 25 por ciento. Hay una tasa para el sector primario de nueve por ciento • Los requisitos se redujeron también en 40 por ciento para los pequeños. • Hemos tenido un crecimiento de 38 por ciento en un año. Hay zonas como el sureste mexicano que está creciendo al 102 por ciento y con una cartera vencida a casi un año de 2.8 por ciento, evidenciando que el pequeño productor es un buen pagador. • Tenemos casi 266 mil clientes nuevos, de esos el 85 por ciento nunca había recibido un crédito y de éstos el 25 por ciento son pequeños. • Hemos reducido los gastos de operación en cerca de 32 por ciento y el gasto absoluto en cerca de ocho por ciento real. Estamos haciendo más con menos. • Es la primera vez que la Financiera en los últimos cinco años tiene ganancias de capital. • No queremos movernos en el sector antiguo de grandes pérdidas. Queremos hacer las cosas con resultados, orientándonos a los productores pequeños y medianos y comprometiéndonos como sector agropecuario a dar resultados y ser sostenibles. En la estructuración de esta propuesta, ANEC fue fundamental. Trabajamos estrechamente y agradecemos su apoyo, confianza y colaboración. Falta mucho por hacer pero estamos trabajando.


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LA FEMINIZACIÓN Y EL ENVEJECIMIENTO RESULTANTES DE LA MIGRACIÓN, FACTORES A CONSIDERAR EN POLÍTICAS PÚBLICAS Gisela Espinosa Damián Univerisada Autónoma Metropolitano Unidad Xochimilco

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ay tres procesos que han afectado y siguen afectando la vida de las comunidades campesinas. Son la feminización, la desjuvenización y el envejecimiento rural. Cualquier proyecto que se quiera impulsar en este país tiene que considerar estos procesos para ver cómo se pueden atender; cuáles son los problemas que están enfrentando mujeres jóvenes y adultos mayores del medio rural, y cuáles son las propuestas y potencialidades de estos agentes. Es muy claro que estos procesos tienen que ver con la migración y que a su vez la migración tiene que ver con una quiebra de la economía campesina, con un modelo neoliberal globalizador impuesto desde arriba que ha implicado que muchas familias no tengan los recursos suficientes para subsistir y que gran parte de la población tenga que emigrar hacia el interior del país, a las ciudades, o hacia Estados Unidos. Mucho se ha creído que la migración es un asunto de hombres, que quienes se van de las comunidades son los varones, pero la realidad es que en la migración interna, de las personas que salen de sus lugares de origen a distintos lugares dentro del país, 52 por ciento corresponde a mujeres. Claro que si vemos la migración internacional, allí si hay una diferencia muy grande: por

manos de las mujeres ha crecido en 20 por ciento. Está todavía muy sub representada. Los datos no necesariamente están revelando un mayor reconocimiento a las mujeres, porque la mayor parte de esta titulares tienen más de 50 años y en muchas ocasiones se considera que tienen la tierra por un tiempo transitorio, mientras se la pasan a los hijos mayores.

cada 83 hombres que salen a Estados Unidos, se van 17 mujeres. Dado que la migración internacional representa poco más del cinco por ciento de la migración total en México, es decir suma entre 300350 mil y 500 mil personas al año, y la migración interna llega a ser de 15 a 17 millones, el saldo global indica que están saliendo más mujeres que hombres de las comunidades. Quienes se van son en su mayoría mujeres y hombres en edad productiva. Las y los que están entre 15 y 29 años son el segmento de la población migrante más numerosa, y después está el grupo de 29 a 45 años. Esto indica que hay un proceso de desjuvenización. Se focaliza mucho la idea de que se va la fuerza de trabajo. Y sí, pero no sólo eso, se va la gente que en el campo podría ser el relevo generacional. Lo que vemos en el medio rural es que se está creando una especie de eslabón perdido precisamente por la pérdida de una juventud que tiene puesta su vista en Estados Unidos, en el sueño americano, y que no logramos crear ni construir un sueño mexicano que los retenga. ¿Qué pasa con el envejecimiento rural? Se calcula que 35 por ciento de la fuerza de trabajo en activo en el medio rural tiene entre 46 y 60 años y si vemos la población que trabaja mayor de 65 años, vamos a

notar que en el medio rural 75 por ciento del grupo de 65 a 69 años trabaja, mientras que en el medio urbano el porcentaje es de 49. En el grupo de 70 a 74 años, en el medio rural 51 por ciento trabaja y en la ciudad 38 por ciento; en el caso de los mayores de 80 años, los datos son 22 y 12 por ciento respectivamente. O sea que los adultos mayores rurales trabajan en mayor proporción que en el medio urbano.

vez más jefas de familia, es decir cada vez más responsables de ser las proveedoras, las cuidadoras y las trabajadoras domésticas. En 1990 por cada 86 jefes hombres de familia había 14 mujeres jefas de familia pero en 2010, vemos que por cada 81 jefes hay 19 jefas, y si vamos a municipios despoblados, con alta intensidad migratoria, vemos que por cada 73 que son jefes de familia hay 27 jefas.

Estamos viendo que la fuerza de trabajo rural está envejecida, son personas cansadas que se ven en la necesidad de seguir trabajando. Antes se consideraba que los adultos mayores, el consejo de ancianos, eran una figura de autoridad en el medio rural; hoy son una figura desgastada, agotada, y muchas veces abandonada, porque en efecto hay muchos jóvenes y jóvenas que mandan remesas a padres y abuelos, pero en muchos casos se van y los van olvidando. Hay muchos casos, que pueden ser documentados, donde estos adultos mayores están abandonados y obligados a seguir trabajando, y en muchas ocasiones vuleven a ser padres más que abuelos porque los jóvenes dejan a los hijos y bajo el cuidado de adultos mayores. Se tiene que considerar tanto la atención a ese grupo de población como los problemas sociales y la reorganización familiar que esto implica.

Esto quiere decir que hay cada vez más responsabilidades y tareas para las mujeres y esto no está siendo observado ni por las políticas públicas ni por las organizaciones campesinas.

¿Qué está pasando con las mujeres? Hace unas décadas en el medio rural había tantos hombres como mujeres. Para 1990 había 50 mujeres por 47 hombres, pero si vemos algunos municipios despoblados, por ejemplo de Guerrero vemos que por cada 50 mujeres hay 44 hombres y en algunos lugares el desbalance es mayor. Entonces estamos viendo una feminización demográfica del campo, y cuando hablamos de que hay más mujeres, no sólo nos referimos a números, sino a una reorganización de la vida familiar comunitaria en todos sentidos. La ausencia de varones y la feminización en el medio rural indican que hay cada

¿Qué pasa con el trabajo de mujeres y de hombres? Datos de 2010 de la Población Económicamente Activa (PEA) dedicada a la agricultura dicen que por cada 80 hombres hay 20 mujeres, es decir que sigue habiendo una cantidad grande de hombres agricultores y una baja de mujeres, pero hay que decir que esta PEA sólo considera a quienes trabajan en la parcelas, ya sea en la parcela familiar o como jornaler@. No se considera el trabajo en el traspatio, y como todo mundo sabe, éste es un espacio femenino, donde las mujeres realizan muchísimas labores agrícolas, por supuesto con un gran potencial agroecológico. No se reconoce en la estadística, ni en muchas ocasiones por las organizaciones. Las mujeres también participan de forma muy activa en otro tipo de trabajo. Son mayoría entre quieres se dedican a las actividades de comercio y si nos metiéramos a ver cuál es su participación en los servicios personales, veríamos que el trabajo doméstico de las mujeres es muy importante y que explica en gran parte esa migración interna en que las mujeres son mayoría. Adicionalmente, ha habido cambios en la estructura de la propiedad, rural de este país: vemos por ejemplo que en 1979 apenas 1.3 por ciento por ciento del total de propiedades rurales tenía como titular a una mujer. En 2008 la titularidad de la parcela en

Tenemos entonces que los cambios demográficos están implicando también cambios en las relaciones familiares y en las relaciones de trabajo. Podríamos decir que las mujeres rurales tienen que cumplir una doble jornada. Antes la idea de doble jornada parecía urbana, con trabajo en un lugar con salario y además en casa. Ahora, aunque no todas las mujeres rurales tengan salario, muchas tienen trabajos informales, están generando recursos para la familia y tienen por lo menos doble jornada aunque puede ser triple. Se habla de una feminización de la pobreza pero también de una pobreza de tiempo que viven las mujeres rurales. Eso quiere decir que a estas mujeres no les alcanzan las 24 horas para cumplir su trabajo de cuidado dela familia, su trabajo doméstico dentro del hogar, el trabajo que tiene que realizar para conseguir un ingreso y también el tiempo que requieren para reponer su propia fuerza de trabajo y para atender un espacio de recreación. Aquí hay pobreza de tiempo también. Una de las maneras de ver esto es que las mujeres rurales son como un amortiguador. Subsidian los recortes del ingreso de la familia campesina. Tal vez los hombres se truenan los dedos para ver cómo llevar dinero a la casa hoy, pero las mujeres haya o no dinero tienen que dar de comer hoy, haya o no con qué tienen que resolver el asunto de la comida, de la salud. Eso significa que ellas, con su trabajo, con su estrés y con esfuerzos multiplicados tienen que compensar el recorte de ingreso en


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Las mujeres realizan la mayor parte del trabajo no pagado y el saldo global es que trabajan más horas que los hombres. Ha disminuido el número de hijos y por eso ellas liberan años y tiempo que antes dedicaban a la crianza para otro tipo de actividades, y ha incrementado el número de años de escolaridad. Las mujeres rurales existentes son migrantes, trabajadoras domésticas, cuidadoras de enfermos, jornaleras, cuidadoras de familia, agricultoras. Se diseñan políticas que siguen pensando a las mujeres como si fueran sólo mamas y amas de casa, como si sólo se dedicaran al hogar, y por tanto programas tan importantes como PROSPERA, dirigido a las mujeres, sólo están pensados para que ellas sigan cumpliendo esas tareas. Tampoco en las organizaciones campesinas son considerados los problemas, las propuestas, experiencias y necesidades de las mujeres. Por tanto un proyecto de reorganización social rural desde una perspectiva campesina y agroecológica tiene que considerar por un lado cuáles son las perspectivas de un campo desjuvenizado, donde las y los jóvenes no están encontrando alternativas para quedarse allí. Debe considerar la sobrecarga del trabajo de las mujeres y los nuevos problemas y procesos en que están involucras, así como sus potencialidades para que cualquier proyecto agro ecológico y de soberanía alimentaria las tome en cuenta también. Y tiene que considerar lo que está pasando con los adultos mayores.

EL DERECHO A MIGRAR Y EL DERECHO A NO MIGRAR Susan Gzesh Directora ejecutiva del Centro de Derechos Humanos, Universidad de Chicago

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omo en muchos otros aspectos en la vida contemporánea, se observa una gran desigualdad en el derecho a la movilidad. Para los grandes empresarios y sus colegas y para cualquier persona de las clases medias y altas, la movilidad es relativamente fácil: compras tu boleto, las autoridades te dan una visa o hay acuerdos entre ciertos países y no necesitas visa para visitas cortas, y cruzas una frontera. Pero para el resto de la humanidad, los tránsitos entre fronteras son costos, peligrosos e incluso fatales. Me refiero a refugiados que huyen de sus tierras, y otros tipos de migrantes, por ejemplo los forzados por como cambios climáticos (por cuestiones de largo plazo como sequías prolongadas, o de corto plazo como inundaciones); o por motivos económicos, que no pueden sostener a sus familias por los ingresos que puedan tener en sus propios países, o por que huyen de violencia por amenazas generadas por el crimen organizado.

de obra; ese país había traído de China trabajadores para construir sus grandes proyectos del ferrocarril en la década de los 70’s del siglo XIX, pero al terminar el proyecto, luego de una década, hubo una expulsión de muchos chinos. Ese proceso estableció una necesidad de mano de obra para mantener todo el sistema de ferrocarriles, y alimentada también por un avance tecnológico en irrigación, que posibilitó fundar por primera vez en Estados Unidos lo que hoy se llama agro producción (granjas de escala muy grande). Encones ¿a quiénes iban a reclutar para trabajar en los campos? Por supuesto que a los mexicanos, particularmente a campesinos o personas del medio rural, que enfrentaban condiciones difíciles en México y querían trabajar para tener un poco más dinero para sostener a sus familias.

pensar que la causa de la emigración son cambios políticos en la economía, que implican al gobierno, por ejemplo que el gobierno retire subsidios al campo, que retire su apoyo a la canasta básica, etcétera, y tal vez o está dando suficiente fondos para construcción de escuelas, carreteras. Y entonces son los mismos migrantes, que salen de sus hogares, que trabajan duro, los que están mandando impuestos a su país de origen (e forma de remesas) de pagar para servicios cuya responsabilidad debería recaer en el gobierno.

pendiente. Este es un tema bastante rico; explorar los impactos en las relaciones intrafamiliares, en la vida de la mujer… No voy a abundar.

Esto es entonces una cuestión moral. Aunque claro que el gobierno ha reproducido la importancia de las remesa; ha propiciado programas de 3X1 en ciertos estados, que tienen un impacto importante en las economías locales. Y también

¿Qué tenemos hoy en día entre Estados Unidos y México? Algo que también es típico de lo que ocurre en el mundo: la frontera es más vigilada que nunca, hay más de 20 mil personas que trabajan en la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, hay

Y así comenzaron los patrones que han existido durante más de un siglo entre México y Estados Unidos. Cuando este último necesita mano de obra, por ejemplo, como fue en la Segunda Guerra Mundial, con el inicio del programa braceros, abre las puertas; cuando no necesitan, a veces expulsan a la gente, cierran las puertas.

los gobiernos, no sólo el de México, todos los de países expulsores, están pensando en cómo pueden capturar remesas para prestar servicios públicos a los que no tienen.

drones y tipo de tecnología para detectar los cruces y esto ha causado que la migración sea más costosa. Hay más trabajo de polleros para mover a las personas, porque tienen que construir túneles. Hay estudios que dicen que la mayor vigilancia en la frontera ha incrementado la población mexicana indocumentada en Estados Unidos. Ello porque es tan costoso cruzar que no quiere correr el riesgo de cruzar y deciden permanecer y no regresan a Estados Unidos. Esto causa tragedias de familias divididas.

Concluyo. Regresamos al derecho de no migrar. La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo enfoca su energía a hacer que la agricultura sea productiva, para que los campesinos y sus familias permanezcan en sus tierras y vivan de ellas. Esto quiere decir que ANEC es como la otra cara de la moneda cuando hablamos de migración.

Y hoy día la población mundial vive en países de donde no son oriundos, como resultado de procesos de migración representa 3.2 por ciento de la población total. Debemos mantener en nuestras mentes el tema del derecho a no migrar, que a veces está caracterizado como el derecho a no tener que emigrar. Derecho éste que ha sido ampliamente desarrollado por Armando Bartra y por el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB). El caso México-Estados Unidos es el de una migración que lleva ya muchos años, es una de las más grandes que hay en el mundo. La migración hacia la Unión Americana desde México pero también desde Centroamérica es típica y excepcional. Típica por sus causas, cambios en la políticas económica del gobierno que causan ciertos problemas, y excepcional por la cercanía de los dos países. Es una migración de hace más de un siglo y hay interconexiones entre familias que viven divididas en un país y en otro país. Sabemos que esta migración tiene sus raíces en la época porfiriana y el patrón de esa migración es el mismo que podemos observar en la migración de hoy en día. En aquel entonces, en las últimas dos décadas del siglo XIX, había cambios en la política económica del gobierno de México, que tuvieron impactos muy graves en el campesinado. Mucha gente casi murió de hambre y perdió su dinero, causando condiciones que luego propiciaron la Revolución Mexicana. Mientras tanto había una necesidad en Estados Unidos de mano

FOTO: Rodrigo Rojo

la familia, las deficiencias de la política social, las deficiencias de la política productiva, la quiebra de la economía campesina… y por tanto amortiguan la crisis e incrementan el trabajo impago, que no es más que trabajo no pagado. Tienen que trabajar en todo lo que hemos comentado y realizan jornadas simultáneas, porque a la vez que cuidan al niño están cuidando las quesadillas, vendiéndolas, o están cuidando al enfermo, etcétera. El estrés que viven las mujeres rurales es bastante alto; el problema no es como antes, una cosa del medio urbano. Se feminiza el costo de la crisis rural.

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Entonces podemos aprender de la época del porfiriato, que estableció los patrones que prevalecen. Sabemos que otras migraciones, por ejemplo de gente que sale de Filipinas y de América Central, son tan importantes como la de los mexicanos, pero una cosa especial de la migración de mexicanos es que más de 90 por ciento tiene como destino Estados Unidos. Los filipinos vana diversas regiones. Entonces lo que tenemos en el caso México-Estados Unidos es que es una situación bilateral, aunque las decisiones siempre provienen del país del norte. Hablemos de las remesas. Sabemos que son un alivio para las familias vulnerables, pero podemos

Lo que hemos aprendido en más de una década de conferencias, reuniones, estudios, etcétera, sobre las remesas es que no son solución a la migración. Hay ejemplos de ciertas familias campesinas que usan las remesas para mantener sus terrenos, para comprar sistemas de riego, o para ampliar sus superficies de cultivo. Lo logran gracias a que mandan a uno o dos hijos a trabajar a otro lugar. Eso muestra que las remesas sí pueden ayudar a la gente. La migración tiene también efecto en las familias, en el papel de la mujer en la familia. La mujer que se queda mientras su marido va a trabajar en otro país cambia su rol en el manejo de los recursos familiares y en la vida del pueblo. Pero también hay cambios cuando la migración es femenina, pues hay cada vez mayor participación de las mujeres en este fenómeno. Cuando llegan a otros países, tienen una vida más inde-

Por otro lado, algo que va a continuar es el flujo de remesas, y los esfuerzos de los gobiernos por capurarlas. También va a haber cada vez más y más gente huyendo de cambios climáticos. Pensemos en Bangladesh, que tiene una población de 15 millones de personas y que por estar ubicado en un delta de un río sufre el riesgo de quedar bajo el agua si el nivel de los mares sube. Esto causaría migración masiva. En el futuro va a fortalecerse la preocupación por el derecho a no migrar, por el derecho a migrar y sobre lo que vamos a hacer con las personas que por distintos motivos tienen que salir de sus países.


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FILANTROPÍA Y MOVIMIENTOS SOCIALES Sarah Hobson Directora ejecutiva de New Field Foundation, San Francisco

De todo el dinero otorgado por el sector filantrópico de Estados Unidos, sólo una muy pequeña proporción se orienta a apoyar a los movimientos sociales, incluidos los dirigidos por organizaciones de pequeños productores, de pueblos indígenas y de mujeres rurales. De la cantidad limitada de financiación que está disponible para los movimientos, un porcentaje muy pequeño se dedica a la agroecología y a la creación de sistemas alimentarios equitativos. Sin embargo, el interés en los temas de alimentación está creciendo entre los fondeadores, pues observan los impactos del cambio climático y el crecimiento de la población mundial. Los donantes se están dando cuenta de los vínculos entre el sistema mundial de alimentos poco saludables, un planeta cada vez más envenenado, y la prevalencia de cáncer, diabetes, enfermedades del corazón y las diversas formas de desnutrición que afectan a las poblaciones de todo el mundo. Un sector atado a los mercados. El término “filantropía” en Estados Unidos incluye a todas aquellas personas e instituciones que intervienen para proporcionar dinero a objetivos sin ánimo de lucro, con el acompañamiento de ventajas fiscales. Más de 85 mil fundaciones tienen activos por más de 700 billones de dólares y adjudican alrededor de 50 mil millones de dólares al año. Dos tercios de este dinero provienen de individuos y familias, y están estrechamente relacionados con los intereses, personalidades y deseos de los donantes. En términos generales, la mayoría de la financiación va a organizaciones estadounidenses de las áreas de educación, salud, instituciones religiosas y bienestar ambiental y animal. Los fondos que van al ámbito internacional siguen siendo proporcionalmente pequeños, y de hecho descendieron en siete por ciento en 2013. Como sector, la filantropía está estrechamente relacionada con el sector financiero, y refleja los flujos actuales de capital de todo el mundo. Dado que los activos de las fundaciones son en su mayor parte invertidos para obtener retornos financieros máximos y un fuerte

crecimiento, esto puede conducir a dilemas incómodos y contradicciones en cuanto a la misión y los principios de la institución. A modo de ejemplo, una fundación comprometida con financiar la mitigación del cambio climático podría encontrarse en un dilema si tiene grandes inversiones rentables en empresas petroleras. En Estados está cobrando fuerza una campaña que pide a las fundaciones “cancelar sus inversiones en combustibles fósiles”, pero la siguiente dificultad será dónde realizar entonces la inversión. Aunque que las fundaciones busquen invertir en compañías que tienen prácticas socialmente equitativas y ambientalmente sostenibles, las opciones no están siempre disponibles en la escala necesaria o con rendimientos comparables, dando lugar a la continua inversión en un sistema que alimenta la riqueza y el poder de las corporaciones y del sector privado. Otra tendencia creciente en el sector filantrópico es la “inversión de impacto” que implica usar dólares de la fundación para iniciativas que intentan mejorar la vida de la gente y tener un impacto positivo en la sociedad. No son subvenciones, sino inversiones que tienen que ser reembolsadas, tal vez con un poco de intereses, durante un número de años. Esto significa que la inversión va hacia una empresa de negocios que tiene suficientes ingresos para poder pagar una inversión. Esto puede ser muy valioso para dar apoyo a negocios emergentes que benefician a las comunidades, pero puede reducir los fondos disponibles para actividades esenciales sin fines de lucro de las comunidades, lo que conduce a una mayor austeridad para las personas con menos recursos. A la sombra de la crisis financiera mundial de 2007-08, en la que muchas fundaciones perdieron hasta 40 por ciento de sus activos y tuvieron que recortar programas de donaciones, persiste la preocupación en las fundaciones ante los choques que enfrentarán en el futuro y cómo éstos afectarán su trabajo. Una respuesta es colaborar con otras fundaciones afines para compartir ideas, desarrollar estrategias conjuntas y combinar recursos para tener más impacto, sobre todo al conseguir fondos para organizaciones de base que están haciendo una diferencia en el propio campo de acción. Rompiendo el molde: iniciativas de colaboración de los fondos. Varias iniciativas de financiación que empezaron en fechas recientes, apoyan a las organizaciones de campesions, movimientos sociales de agroecología y sistemas alimentarios saludables.

La Acción Conjunta para Organizaciones de Agricultores en África occidental se basa en el Año Internacional de la Agricultura Familiar 2014. Está dirigida por una fundación francesa en colaboración con dos italianas, una de Estados Unidos y una africana que tiene su sede en Senegal. La iniciativa tiene como objetivo vincular a las organizaciones de agricultores a escala local, nacional y de África Occidental. Promueve las prioridades e intereses de los pequeños productores en particular. La iniciativa contempla y apoya un movimiento dinámico y equitativo de los campesinos en el África occidental, y propicia que las organizaciones de campesinos y comunidades pesqueras creen y administren sistemas locales de alimentos de calidad en beneficio de las familias y las comunidades en su región de manera ecológicamente sostenible. El movimiento campesino promueve políticas locales y regionales de soluciones ecológicas, de induce el liderazgo de las mujeres, los indígenas y los jóvenes. Las cinco fundaciones asociadas en esta iniciativa celebraron recientemente una reunión consultiva en Senegal con representantes de 18 organizaciones campesinas de cuatro países (Burkina Faso, Ghana, Malí y Senegal), para identificar las prioridades de financiación. Éstas son: la construcción de capacidades de las organizaciones, apoyo al desarrollo de los sistemas alimentarios locales y ampliación de mecanismos para influir en políticas y prácticas locales, nacionales y regionales. Otra iniciativa de colaboración es el Fondo de Agroecología (www. agroecologyfund.org) que inició en 2012 y tiene nueve donantes, de los cuales siete son de Estados Unidos y dos de Europa. Hasta la fecha, el Fondo de Agroecología ha proporcionado más de dos millones de dólares en subvenciones para 14 colaboraciones compuestas por un total de 85 organiza-

ciones en 16 países, incluidos México, Ecuador y Brasil. El fondo define la agroecología como una forma de vida basada en principios y prácticas que integran la cultura, el conocimiento, la salud, los medios de vida y el género. El Fondo de Agroecología busca aumentar el volumen, la colaboración y la efectividad a largo plazo de la investigación, la promoción y la construcción de movimientos de soluciones agroecológicas, sistemas alimentarios sostenibles y políticas que mitiguen los efectos negativos del cambio climático. Sus prioridades actuales incluyen profundizar los conocimientos y las prácticas de los campesinos, ampliar el movimiento agroecológico; aumentar la investigación, y documentar la innovación, sobre todo cuando se es realizada por la gente; y promover las políticas y los programas públicos a favor de la agroecología a escalas local, nacional e internacional. Otro ejemplo, la Alianza Mundial para el Futuro de la Alimentación (www.futureoffood), es una coalición de América del Norte y fundaciones europeas comprometidas con el aprovechamiento de sus recursos para conducir los sistemas alimentarios y agrícolas hacia una mayor sostenibilidad, la seguridad y la equidad. Su labor está dirigida por tres grupos de trabajo, uno de los cuales es el Grupo de Trabajo Transiciones Agroecología, que busca fortalecer la práctica y la voz de la agroecología, para defender la integridad de los sistemas naturales y el derecho humano a la alimentación, y abogar por el comercio y la políticas de inversión que respeten los sistemas de alimentos diversos y locales. Los proyectos actuales del Grupo de Trabajo Transiciones Agroecología incluyen el apoyo a los líderes de los movimientos sociales para asistir a las reuniones regionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y

la Agricultura (FAO) sobre Agroecología, que tendrán lugar en el Senegal y Tailandia en noviembre. Otro proyecto identificará y ampliar fuentes de financiación para apoyar las iniciativas dirigidas por la comunidad para fortalecer los sistemas de semillas locales y aumentar la agro biodiversidad. Más fondos estadounidenses para movimientos sociales. Los movimientos sociales y las organizaciones locales que deseen un mayor acceso a fundaciones de Estados Unidos y a su financiación deben tomar en cuenta una serie de factores. Para hacer donaciones, las fundaciones estadounidenses necesitan una organización que sea financieramente estable, que tenga sistemas financieros bien definidos y pueda proporcionar informes financieros precisos y oportunos. Las fundaciones tienen que reportar a sus propios consejeros y cumplir con los estrictos requisitos de las autoridades gubernamentales y fiscales para la información financiera y legal. Además, estas fundaciones buscan organizaciones que puedan demostrar la gobernanza responsable y confiable, liderazgo efectivo y programas con visión y un historial de logros.

FOTO: International Rivers

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acer coincidir el dinero con la construcción de movimientos es tarea difícil. Si bien el financiamiento tradicional requiere una organización receptora única, contabilidad precisa, sistemas formales y mecanismos de control, la creación de movimiento implica un gran número de personas y organizaciones que necesitan flexibilidad, inspiración, una buena dosis de riesgo y el valor para lograr un cambio.


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PROYECTOS DE VIDA VS PROYECTOS DE MUERTE Víctor Manuel Toledo Investigador del Instituto de Ecología de la UNAM

Los consejeros y el personal de las fundaciones también se preocupan de hacer el mejor uso de su dinero, con resultados bien documentados que pueden demostrar lo que ha cambiado y lo que se ha beneficiado. Idealmente, los resultados se documentan y se comunican con los datos cuantitativos, así como con historias e imágenes. A las fundaciones les gusta saber que las organizaciones a las que apoyan tienen relaciones y redes que amplifican el trabajo financiado. Cuando una ONG puede demostrar que una proporción significativa de los recursos que recibe se está dando a organizaciones comunitarias y que éstas mismas la gestionan, con resultados documentados, las fundaciones entonces pueden asegurar que están teniendo un impacto en campo. Muchas organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales, así como instituciones de investigación y educativas, reciben grandes subvenciones de fundaciones estadounidenses, pero es raro que esas organizaciones destinen parte de esa financiación a las iniciativas impulsadas por la comunidad. Sus cuentas y estados financieros rara vez muestran cuánto de su donación llega y se gestiona de manera autónoma por las personas y las organizaciones a las que se busca beneficiar. Destacar este tema y pedir instituciones más grandes para auditar cuentas es una manera de llamar la atención sobre la escasez de fondos que llegan directamente a los movimientos sociales, las redes campesinas y organizaciones de la comunidad. Solicitar a las instituciones más grandes asignar una parte de sus fondos a las organizaciones que realizan el trabajo en campo como una cuestión de política y principios es otra manera. Cuando las organizaciones de base más involucradas en los movimientos sociales tienen la autoridad para tomar decisiones sobre el dinero, se cambia la naturaleza de las relaciones y se permite un balance más equitativo del poder.

Desde la ecología política, podemos visualizar que en lo profundo el motor de esa crisis de civilización es la existencia de una doble explotación. Menos de uno por ciento, una elite del mundo, explota al resto de la humanidad; está confirmado por muchos trabajos. Ese uno por ciento explota el trabajo de la naturaleza y el trabajo humano. La agroecología aparece como modelo alternativo frente a la agricultura y la ganadería. Un modelo alternativo para la producción de alimentos. Surge junto con el modelo inspirador, que es el modelo campesino, frente al modelo industrial. En este caso la crisis de civilización se hace cada vez más clara. Es un conflicto entre proyectos de muerte y proyectos de vida. En la producción de alimentos el modelo industrial es de una u otra orma un proyecto de muerte y la agroecología, inspirada en modelos campesinos e indígenas, propone un proyecto de vida. ¿Cómo en los próximos años el modelo agroecológico de inspiración campesina va a ir derrotando al industrial? Esto tiene que ver con los territorios, son batallas que se dan ya en territorios concretos. Y tiene que ver con una idea de poder social, poder ciudadano, civil, que debe irse imponiendo en los territorios e ir estableciendo proyectos alternativos, donde la agroecología constituya un elemento muy importante. ¿Es posible una red multi escalable de agroecologia, como resistencia frente a proyectos de muerte? Si nos damos cuenta, los seres humanos nos organizamos en aparatos, estructuras centralizadoras, verticales o jerárquicas, que son parte de la normalidad del mundo moderno, un mundo que tiene ya cinco mil años de antigüedad. Los aparatos son estructuras que se establecen en los gobiernos, ejércitos, empresas, Iglesias, partidos políticos; son formas no orgánicas, son jerárquicas, que dan lugar a caudillismos y todo tipo de abusos entre unos y otros. En la naturaleza, en cambio, las redes de organismos son el ejemplo, y las redes son la expresión orgánica de la organización de la vida. A diferencia de los aparatos, las redes son equitativas, allí están los movimiento sociales, las cooperativas, que son estructura descentralizadas y verticales.

FOTO: Marte Merlos

logró una organización de 30 comunidades y están en contra de acueductos, autopistas e hidroeléctricas.

FOTO: Tierra y Territorio

FOTO: Ranyuz

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ivimos hoy una crisis de civilización. Esta es una idea que ha surgido por lo menos desde hace 20 años, y hoy está aceptada en buena parte del pensamiento crítico. La agroecología y los campesinos forman parte de esa crisis, que es múltiple. No es sólo una crisis económica, o social, o ecológica, o financiera. Es profunda, es nueva, es una combinación de diversas crisis y por tanto estamos viviendo un fin de época, una fase terminal del modelo de civilización y de conjunto de paradigmas. Esto significa que aun desde la ciencia estamos obligados a ser precavidos porque buena parte de nuestra forma de ver el mundo, nuestros modelos, muestras metodologías, nuestros procedimientos teóricos, son inservibles. Han sido rebasados por la complejidad de los fenómenos. Esto significa que la civilización industrial es la que está en crisis.

Para salir de la crisis de civilización, ¿no deberíamos organizar el mundo a partir de redes, y no de aparatos? Innovar con formas novedosas de organización y resistencia. Otra distinción es entre resistencias y alternativas. Las resistencias surgen de grupos de ciudadanos, de organizaciones o cooperativas que resisten los embates de los proyectos de muerte, que son los de corporaciones apoyadas por políticas neoliberales. Hoy no vivimos una dictadura del proletariado, sino de empresariado, donde una elite de corporaciones domina toda la economía y sigue ganando. Por ejemplo, la semillera Monsanto tiene ganancias anuales de15 mil millones de dólares (en 2014) y un ejército de científicos que suma lo mismo que el total de científicos mexicanos. En México suman entre 280 y 300 conflictos socio ambientales; resistencia frente a proyectos de minería, mega turismo, parques eólicos, hidroeléctricas, transgénicos… Con tres años de trabajo en México, el Tribunal Permanente de los Pueblos afirma que México no vive una crisis ambiental, sino un colapso ambiental. Se calcula que hay dos eventualidades críticas por día en México. Si vemos el periódico, vamos a ver que dos nuevos conflictos cada día y el número de pobres en el país va en aumento. Observamos que en el país se han generado redes de resistencia. Por ejemplo, el Congreso de Pueblos de Morelos, que ya

En Puebla, en la más reciente asamblea sumaron 102 comunidades matriculadas contra las mineras e hidroeléctricas que amenazan sus territorios. En el Istmo de Tehuantepec hay diez comunidades organizadas en contra de parques eólicos, con batallas permanentes. Son conflictos que propician incluso pérdida de vidas. En los diez años pasados en México han sido asesinados 50 ambientalistas. En Atenco hay siete comunidades que rechazan el nuevo aeropuerto internacional de México. La gente se organiza y pasa a la ofensiva. Y aquí es donde la agroecología entra como un proyecto fundamental para la construcción de proyectos alternativos, desde abajo, de los territorios. En el libro México: regiones que caminan hacia la sustentabilidad, hicimos un análisis de proyectos alternativos, de experiencias exitosas en el país. Encontramos más de dos mil experiencias, proyectos de comunidades, de cooperativas, de ejidatarios. Son proyectos indígenas, y entre ellos encontramos unos 500 de carácter ecológico. Y si miramos proyectos de sustentabilidad en cinco estados, Oaxaca, Michoacán, Puebla, Chiapas y Quintana Roo, sumamos más de mil. En Chiapas, por ejemplo proyectos de café orgánico en manos de cooperativas indígenas. No debemos dejar pasar lo que ha ocurrido en países como Brasil, donde hay una coordinadora de movimientos ligados a la agroecología. Van adelante de México. En México hay una enorme fuerza y energía, que necesitamos hacer converger, unir, para resentar un gran frente. Debemos ir escalando para tener organizaciones más poderosas y que abarquen más. No es cierto que los mexicanos estamos pasivos y con la cabeza baja. La gente está organizándose en cada punto del país para resistir los embates de los proyectos de muerte. Batallas que no son sólo del orden alimentario o agrícola. La agroecología es un elemento fundamental y necesario. El Encuentro Internacional organizado por ANEC viene a ser un parteaguas y puede contribuir de manera decisiva a enfrentar los proyectos de muerte.


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AGROBIODIVERSIDAD, HERRAMIENTA FUNDAMENTAL FRENTE AL CALENTAMIENTO GLOBAL

El 2015 es el año donde se va a intentar hacer un nuevo acuerdo internacional sobre cambio climático. A fin de año la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (la COP 21), en París, va a recoger todas las propuestas que hacen los países para reducir sus emisiones

y aumentar sus capacidades de adaptación. El próximo año se desarrollará en nuestro país otra Conferencia de las Partes, que es sobre la biodiversidad. Entonces vamos viendo cómo todos estos temas necesariamente confluyen y tenemos que aprender a trabajar juntos y encontrar las formas en que los sectores –el que está atendiendo directamente la parte de ecología, el que está atendiendo la agricultura, el responsable del cuidado de suelos, o del agua, el manejo de la energía, la salud…, todos- pueden tener proyectos transversales que nos ayuden a lograr verdaderos avances en estos momentos. México va a llegar a la COP 21, a este gran acuerdo internacional que se va a signar, con una propuesta de reducción de emisiones que es bastante ambiciosa. Brevemente digo cómo van a ser estas propuestas que se harán en París: Existe un Protocolo, el de Kioto, en vigor actualmente, en el cual había obligaciones específicas

manera incondicional, en gases de efecto invernadero y 51 por ciento en carbono negro. Se tomó la decisión de meter el carbono negro, aunque éste no se considera en la Convención, tanto porque influye mucho en el cambio climático, en el calentamiento global, como que es el que causa mayores problemas de salud a la población.

para los países desarrollados y eran voluntarias para los demás países. En estos años que tiene el Protocolo de Kioto, y que termina en 2020, no todos los países firmaron. Muchos redujeron sus emisiones de manera considerable, pero las emisiones a nivel planetario se duplicaron. Entonces se ve que hay una necesidad muy grande de que todos pongan su voluntad para reducir lo que se pueda. Entonces se llegó al acuerdo en Polonia hace dos años de que para el siguiente protocolo que entraría en vigor sustituyendo a Kioto, todos los países deberían decir y determinar cuánto podrían reducir y qué se podría hacer. México fue de los que defendió mucho que se pusieran allí metas de reducción y de adaptación al cambio climático. Se trata de reducir la vulnerabilidad y proteger a la población de cada país, los ecosistemas y la infraestructura. Entonces México llega a esta reunión proponiendo reducir sus emisiones en 22 por ciento. Nuestra ley decía 30 por ciento pero de manera condicionada, o sea si hay apoyos internacionales. Aquí se dice que va a ser de

En cuanto se empiecen a tomar estas medidas, el beneficio inmediato sería para la población porque se estaría adoptando la política de que todas las medidas de mitigación que se hagan en México tienen que beneficiar de inmediato a la población, sobre todo por cuestiones de calidad del aire, de calidad de vida, de beneficios concretos para la protección de la salud y de la población vulnerable.

FOTO: Conocimiento Tradicional Agrobiodiversidad

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l Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) es de reciente creación, pues surgió con la Ley General de Cambio Climático, en vigor desde 2012, y plantea todo un arreglo institucional (donde están las secretarías de Agricultura, la de Energía y la de Medio Ambiente –sector al cual pertenece el INECC- y 15 secretarías más), que implica planes transversales y muchas actividades y proyectos para enfrentar de una mejor manera el calentamiento del planeta. Esto ha sido una buena fórmula, pero tiene que ser complementado con la participación social o con la unión de actividades en distintos niveles de la sociedad.

FOTO: CIFOR

FOTO: Conocimiento Tradicional Agrobiodiversidad

Amparo Martínez Arroyo Directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC)

Esta posición de México plantea además una propuesta de adaptación al cambio climático. Lo que quiere decir adaptación es que dado que el clima va a cambiar, de hecho está en proceso el cambio climático, y lo que tratamos de hacer con todas las medidas es frenar la velocidad. Dentro de las medidas tenemos que contemplar cómo irnos programando para que los impactos sean menos severos. México es un país muy vulnerable al cambio climático por su posición geográfica, entre dos océanos, y porque ya teníamos, al igual que en otras partes del mundo, una crisis ambiental. Todos los efectos del cambio climático se vienen a sumar a eso. Para México es muy importante que se tomen medidas en el sector agrícola, como una parte de su plan para combatir el cambio climático, por ejemplo que signifiquen hacer sinergias entre distintas actividades que ya se tienen. Que todas las actividades de mitigación ayuden a reducir

la vulnerabilidad, por ejemplo las cuestiones de cero deforestación y tecnologías sustentables en el campo. De manera particular, estamos haciendo hincapié en que la agrobiodiversidad que tenemos en México es una de nuestras grandes fortalezas frente al cambio climático. Eso nos da una gama de alternativas en los momentos en que vaya cambiando el clima en distintos sitios. Ante la gran incertidumbre que hay de qué va a pasar en cada zona, cómo va a cambiar en cada área de la República, si nosotros conservamos nuestra biodiversidad, vamos a tener una gama de posibles soluciones, no así si nos vamos con un solo tipo de cultivo, un solo tipo de semilla, eso realmente sería la peor estrategia que podríamos seguir. La mitigación debe ir acompañada de adaptación. Tenemos que recuperar una serie de prácticas tradicionales que funcionen tal vez de forma diferenciada, según los sitios en que fueron concebidas. Aumentar mucho las posibilidades de tener biofertilizantes, acorde con lo que se estipula en el Año de los Suelos, mejorar la calidad de los suelos, que es por donde todos los escenarios indican que la agricultura de México puede tener sus mayores problemas. Este aniversario de ANEC llega en un momento donde hay mucho que reflexionar, muchas alternativas con las que podemos trabajar. Tenemos que visualizarlas, pensar en qué sitios aplicarlas. Ver dónde se aplican unas y otras, y tenemos que trabajar conjuntamente con los distintos sectores, los de energía, medio ambiente, agricultura obviamente, para tener suficientes recursos y reducir nuestra vulnerabilidad. Esto, considerando también la responsabilidad que tenemos con el resto del planeta solidariamente.


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INNOVACIÓN ABIERTA CON PERSPECTIVA AGROECOLÓGICA PARA PEQUEÑOS AGRICULTORES

Evento: Estreno Nacional de la película SUNÚ. Fecha, lugar y hora: 20,21,22,23 de octubre de 2015, en DOCS DF. Informes: http://sunudoc.com/es/ inicio/ // http://docsdf. org/sunu/

José-Alberto Zarazúa Investigador postdoctoral (Conacyt). Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (ININEE)

D

esde hace varios años impera en el discurso de diversos organismos internacionales las bondades del proceso de innovación tecnológica y su potencial para contribuir al desarrollo en diversos ámbitos. Sin embargo, en el sector rural mexicano la realidad pareciera diferente ante el incremento constante de la brecha tecnológica de los productores nacionales, en un contexto de instrumentos y políticas públicas sectoriales abocadas a la atención de productores en transición y/o empresariales desde una perspectiva hegemónica, sobre todo cuando 73 por ciento de los cinco millones 325 mil 223 unidades económicas rurales identificadas en México corresponden a los estratos E1: familiar de subsistencia sin vinculación a mercado, y E2: familiar de subsistencia con vinculación a mercado, con ingresos por ventas de un rango de 16 pesos a 55 mil 200, según el Diagnóstico del Sector Rural y Pesquero de México 2012, realizado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Recientemente, el gobierno de México y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acordaron formar un frente común para democratizar la producción agroalimentaria y hacer frente al reto de incrementar la producción de alimentos en 60 por ciento, teniendo como base la agricultura familiar (Oncenoticias, 29 de junio 2015); sin embargo, con la actual orientación del gasto público, carente de una estrategia integral que permita focalizar esfuerzos y capacidades, el panorama se percibe poco alentador. Por ejemplo, en el análisis del gasto público destinado al desarrollo agrícola

y rural de México, realizado por el Banco Mundial (2009), se indica: “La reasignación del gasto de bienes públicos a bienes privados contribuiría a una mayor eficiencia del gasto en agricultura. Los resultados del análisis de regresión muestran que un aumento del diez por ciento del gasto público en agricultura destinado a bienes privados como porcentaje del valor de la producción agrícola está asociado con una reducción del 2.6 por ciento del crecimiento del PIB agrícola. Por otra parte, el gasto en bienes públicos agrícolas muestra un impacto positivo, aunque estadísticamente poco significativo, en el crecimiento del PIB agrícola”. En dicho escenario, el principal reto que enfrentan los policydecisions mexicanos relacionados con la agricultura minifundista, tiene que ver con el rompimiento

de procesos e inercias administrativas, y permitir la toma de decisiones descentralizadas en el territorio donde se pretende incidir y con la suficiente sustentabilidad social. Ello, a fin de favorecer la formulación de una estrategia integral que contribuya a dinamizar la agricultura minifundista mediante: i) la identificación de proyectos e iniciativas de desarrollo susceptibles de ser financiadas y de generar empleos y arraigo al territorio con perspectiva de género y respeto a la cosmovisión, usos y costumbres de los pueblos originarios; ii) transversalidad de políticas e instrumentos que optimicen y complementen recursos y capacidades, y iii) valoración del desempeño de los sujetos de apoyo y/o financiamiento y del impacto del o los instrumento(s) de política(s), así como sus operadores.

Evento: Lo rural en el D.F. El suelo de conservación y los servicios ambientales en el D.F. Organizan: Varios. Fechas, lugar y hora: Del 14 de octubre al 18 de noviembre de 2015. UAM-X (auditorio Tania Larrauri). Todos los miércoles de las 16:00 a las 19:00 horas. Informes: (044) 55-39-92-67-52

De la innovación abierta, se reconoce su novedad y potencialidad como paradigma que permite revalorizar los modelos interactivos donde los esquemas de colaboración e interacción con otros actores sociales integrantes del sistema productivo posibilitan la mejora del posicionamiento competitivo mediante la generación, difusión y apropiación del conocimiento tecnológico proveniente de diversas fuentes de aprendizaje (conocimiento tácito y explícito), al tiempo que contribuye al desarrollo y consolidación de los sistemas de innovación.

Libro: Ambientalismo. Género y violencia. campesinas ecologistas de la Sierra de Petatlán, Guerrero. De: Lorena Paz Paredes. http://is.gd/WSXTWr

Por su parte, la perspectiva agroecológica proporciona un abordaje inter y transdisciplinar en lo que respecta a la actividad agrícola, reconociendo al conjunto de subsistemas flexibles y adaptables que integran al sistema productivo, y tomando como base el potencial de desarrollo del territorio, sin comprometer la sustentabilidad. Y ante todo, asumiendo que el nuevo conocimiento debe ser compatible y complementar los valores, usos y costumbres existentes (culturas rurales) con la resolución de problemas o la satisfacción de necesidades. Sólo así, verdaderamente, México estará apostando por políticas incluyentes y equitativas.

FOTO: AC CIMMYT

FOTO: RD

Desde un punto de vista más técnico, y con miras a favorecer el desempeño de los diversos instrumentos de políticas, deberá valorarse el paradigma de la innovación abierta con perspectiva agroecológica con miras a incidir en términos de la mejora de la calidad de vida de los productores (buen vivir), particularmente de aquellos que integran el 73 por ciento de las unidades económicas (estratos E1 y E2).

Productos Orgánicos Mente Verde: “Alimentos sustentable. mente deliciosos”. Av. Colonia del Valle 321, local B y C, Col. del Valle. Informes: klarque@menteverde. com.mx / menterverdeorganico@hotmail.com


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PRODUCCIÓN SUSTENTABLE Y CON VALOR; SOBERANÍA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA: PROYECTOS DE CONABIO José Sarukhán Coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento de la Biodiversidad

Y todo esto, impulsando valor para los productos que generan las comunidades, a fin de desestimular la tala de selvas y bosques. Mi idea en el proyecto es que tiene muy poco sentido generar programas de manejo sustentable si el producto del cual la gente vive no tiene una valuación, un reconocimiento en el mercado. El objetivo es conservar biodiversidad, quiero decir con ello ecosistemas, y ecosistemas son los que nos dan servicios ambientales: captura de agua, captura de oxígeno, polinización y muchas veces alimento silvestre. La idea es tener prácticas amigables con la biodiversidad en la producción y ayudar a las capacidades productivas de la gente que está allí. ¿Cómo trabajamos? El proyecto está apoyado por el Global Environment Facility (GEF), que da recursos para esquemas de esta naturaleza. El Banco Mundial también nos apoya. La Conabio está relacionada con una serie de organismos del Estado. Estamos trabajando con la Secretaría de Agricultura y con la de Desarrollo

mundo. Pero estamos en un proceso de modificación profunda de condiciones ambientales y climáticas. Obviamente que eso determina las posibilidades de tener o no tener ciertos cultivos. También tenemos constricciones para la producción actual, por ejemplo con el agua, que es un problema serio. Entonces la productividad está en serios problemas y no va a pasar mucho tiempo sin que haya una crisis. En las próximas dos o tres décadas, la situación ambiental y climática va a determinar qué tanto los ecosistemas del planeta y de México, marinos y terrestres, se van a poder conservar, porque esta situación es el principal determinante de la conservación de la diversidad biológica y eso significa por un lado pérdidas muy importantes, pero por otro servicios ambientales y opciones para el futuro.

Social, así como con la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Ellos han estado apoyando los trabajos del corredor biológico mesoamericano, que es de donde sale esto y en realidad no es algo que hagamos solos; también participan otras instancias federales. Loa productos que entran en el proyecto son café orgánico, miel orgánica, cacao, chicle, y un plan silvopastoril, así como uno de ecoturismo. Estamos trabajando con las organizaciones, no con los campesinos y lo que queremos es capacitarlos a ellos, llevar sus productos a nuevos mercados con mucho mayor valor. Es un proyecto que cuenta con unos 40 millones de dólares para los siguientes cinco años, y esperamos que al final el valor de esos productos se haya elevado porque les hemos encontrado nuevos mercados, porque la gente está mucho más capacitada para organizarse, para la parte financiera y de mercadeo. Básicamente hablamos de empresas sociales, no de compañías grandes.

Una cuestión importante es que ya es clarísima toda la información científica de que la agricultura de alta tecnificación, la agroindustria, como se maneja ahora, no es sustentable, tiene una serie de externalidades económicas sociales, ambientales que ya no se puede tolerar, que ya no pueden funcionar. Si persisten es porque hay un poder muy grande de las corporaciones agrícolas internacionales, pero no porque sea conveniente para los países donde están presentes. Y otra cuestión es que la diversidad ecológica (climas, suelos y topografías) no pueden ser manejados con un solo criterio de producción agrícola, requerimos formas de producción muy ligadas a cada una de las condiciones de nuestro país, no solo ambientales, de suelos, climas, etcétera, sino también culturales, históricas y económicas de cada lugar del país y esto no ha ocurrido en México. La política ha sido una sola forma. Tenemos que cambiar de rumbo.

Un proyecto más que se está armando, aunque ya tenemos partes que están en operación, es algo que tiene que ver con seguridad y soberanía alimentaria, que son dos cosas relacionadas pero muy distintas. Soberanía tiene que ver con seguridad pero de acuerdo con las características culturales y ecológicas locales para tener la capacidad de contar con los materiales con que se trabaje. Las premisas de este proyecto son varias. Además de que es biológicamente megadiverso, México es un país centro de origen de muchas plantas cultivadas, de algunas de las más importantes del

FOTO: Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios

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a Comisión Nacional para el Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) desarrolla un proyecto de sistemas productivos sostenibles y biodiversidad que suma ya diez años de trabajo en la Península de Yucatán, en Chiapas, Oaxaca y parte de Tabasco. Se ha buscado ayudar a las comunidades que están allí para que manejen sus bosques y selvas de manera conservadora, en el sentido de preservar la estructura de la selva, pero también con beneficio económico para la población.

Vale la pena subrayar que la diversidad genética de los cultivos es la que permite su adaptación a diferentes circunstancias ambientales (climas, temperaturas, diferentes regímenes pluviales, etcéter). El segundo punto es que estas plantas cultivadas vienen de parientes silvestres, caso muy conocido es teocintle-maíz, pero hay muchos más en chiles, jitomates, calabazas, frijoles… Hay un continuo de diversidad genética, entre las poblaciones silvestres y las plantas cultivadas, y esto constituye un reservorio enorme de diversidad genética. Otro punto: el mantenimiento de los cultivos nativos de México y su diversificación siguen como un proceso vivo. Para muchos –gente

del gobierno y en particular de la Secretaría de Agricultura- fue sorpresa conocer la gran diversidad de maíces que hay en uso comercial. Pensaban que había tres o cinco variedades que se cultivan y lo demás era pura arqueología y paleontología. Un estudio que se hizo en Conabio demostró que hoy hay en cultivo, en uso, en comercio rural alrededor de 60 variedades nativas de maíz. No están en los supermercados, ni en muchas áreas urbanas, pero están en el campo y la gente no los está manteniendo sólo por amor al arte. Lo hace porque tienen interés, esos maíces reciben mejor precio. La pregunta es ¿por qué diablos el resto del país no le da valor a esos maíces? Es una cuestión a la que tenemos que entrarle. El problema que hemos tenido aquí es que hemos perdido tanto seguridad como soberanía alimentaria. Las hemos perdido porque ha habido un abandono de la atención a la agricultura; porque se ha perdido esta famosa rectoría del Estado sobre cuestiones que son absolutamente fundamentales para la vida de los mexicanos (educación, salud, alimentación, seguridad). Se ha perdido en agricultura por un proceso que surgió luego de la revolución verde, con el lema de no más inversiones públicas en investigación agrícola. Hubo una disminución de recursos y un desbaratamiento de estructuras que había de apoyo a la agricultura. Se cambió la agricultura (cultura del campo) por el agricomercio (comercio del camp). Y no quiere decir que la agricultura se hiciera por oquis, que la gente no supiera el valoro que tenían sus productos, es que la parte comercial, metálica, ha tenido una preminencia total sobre el proceso de producción de alimentos y esto es una desgracia. Se ha abandonado a la mayoría de campesinos; el apoyo se da a unos cuantos que tienen toda la parte agroindustrial. No tenemos seguridad ni soberanía alimentaria. Por las razones que son evidentes, que han ocurrido en las cuatro décadas recientes y que han marginado a los productores pequeños. Pero ha habido trabajo. En la Conabio hemos estado realizado estudios sobre los parientes silvestres de una serie de cultivos, muchos de ellos comestibles. Se han hecho estudios de la diversidad de esas poblaciones silvestres, dónde están, cuáles son las principales áreas de diversidad de los parientes silvestres, etcétera. Hay varios que

son ecosistemas agrícolas creados por la humanidad en diferentes partes del mundo y que son origen de toda la diversidad de las plantas. La milpa es particularmente importante, de allí salió una enorme cantidad de plantas que son cultivo. El frijol fue una maleza de la milpa, el jitomate también, el maíz mismo quizá fue una maleza de la calabaza. Son sitios donde se han generado nuevas especies, simplemente por el trabajo, atención y capacidad de observación de los campesinos. Y allí están muchas especies silvestres, semi silvestres están siendo usadas por las poblaciones rurales, al margen del comercio de las grandes ciudades. La Conabio tiene organizado un gran proyecto nacional integrado y de largo plazo que va desde los estudios de genómica de las plantas silvestres, parientes de los cultivos, hasta las cuestiones que tienen que ver con sociología rural, economía rural, antropología, desde luego teniendo a los campesinos mismos como actores centrales de este proceso. Ellos son los que han mantenido la tradición científica, que han podido mantener más de 60 variedades de maíz y muchas otras especies y tener un gran proyecto nacional que estamos lanzando. Este proyecto lo vemos como algo que tiene que continuar, dar secuencia a algo que tiene cuatro mil o cinco mil años en este país, con los campesinos como actores centrales del proceso pero también con interacción con los investigadores e instituciones. Es tiempo que pongamos el conocimiento, la gente y la tradición juntas para asegurar que esto, que es la base del sostenimiento del país, realmente pueda ser un gran proyecto, y que no dependa de los cambios de gobierno. Todo esto que hace la Conabio es fundamental en un escenario de cambio climático con consecuencias difíciles de predecir para México y que implica entre otras cosas: -Crecientes restricciones de disponibilidad de agua de riego, aunadas a su enorme desperdicio. -La forma en que se produzcan los alimentos para la población del siglo XXI definirá la conservación de los ecosistemas y sus servicios ambientales. -La agricultura altamente tecnificada e industrializada tiene externalidades ecológicas, económicas y sociales inaceptables y es insustentable.


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TRASCENDENCIA DE LA AGROECOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA FOTO: Escola Mata Atlantica Educação Popular em Agroecologia e Cultura Livre

Clara Nicholls Presidenta de la Sociedad Ceintífica Latinoamericana de Agroecología (Socla)

H

ablaré de los fundamentos y de cómo ha sido la implementación de la agricultura familiar campesina en América Latina. Entendemos el desafío que hay del modelo agroindustrial de la revolución verde y la biotecnología, frente al paradigma del nuevo modelo alternativo, el cual creemos que es posible, donde la base es la agricultura campesina y agreocológica La agroecología es un matrimonio de conocimientos, y ha hecho una gran contribución a las ciencias occidentales, no sólo a la agronomía, sino también a la antropología, la ecología, la sociología y la economía ecológica. Eso nos da fundamentos para afirmar que el sistema agroindustrial no funciona y para justificar la necesidad de construir un nuevo paradigma. La ciencia occidental no podría existir si no tuviéramos el conocimiento de todos los campesinos e indígenas del continente y de otras regiones. América Latina ha sido la base nutritiva para que la agroecología sea lo que es hoy, una ciencia holística basada en principios que toma formas tecnológicas de acuerdo con el contexto que estemos trabajando. Entre los principios fundamentales de la agroecología están: -Incrementar el reciclaje de biomasa y el balance en el flujo de nutrientes; asegurar la calidad del suelo, con alto contenido de materia orgánica; minimizar la pérdida de recursos (nutrimentos, agua, recursos genéticos y biodiversidad). -Es muy importante el concepto de diversidad genética (pues constituye un elemento de seguro para los agricultores en el marco del cambio climático y muchas de esas especies han co-evolucionado con los ambientes naturales y con la mano de los pequeños agricultores), y esa diversificación de especies tiene que darse tanto a nivel de finca como del paisaje.

• La agroecología se fundamenta mucho en las interacciones biológicas y en sinergismos positivos. • Establecer una agricultura de procesos en el territorio, ecológicos y sociales, porque la agricultura es un proceso socio-ecológico. • Fortalecimiento de los procesos sociales y políticos de las comunidades. • Se requieren enfoques multi y trans-disciplinarios, incluyendo sistemas tradicionales de conocimiento campesino e indígena con conocimiento milenario. • La participación de los actores locales es clave para definir modelos de desarrollo endógeno sustentable en nuestras regiones. • Se necesita influenciar el contexto político-económico. La agroecología no es sólo técnica, es política, y necesitamos políticas públicas y elegir a los gobernantes que estén conscientes de que la agricultura debe estar en manos de los pequeños agricultores. • La agroecología ofrece un enfoque que se compromete con una visión de un campo soberano y sustentable. Hay que destacar que las motivaciones tempranas de la agroecología se dieron en 1970-1990, pensando en una agricultura alternativa al modelo industrial impuesto por la revolución verde y la agricultura convencional basada en agroquímicos con fuertes impactos ambientales. El control biológico y la entomología entraron con un fuerte enfoque de alternativa a los pesticidas. Luego entraron tecnologías apropiadas para la agricultura campesina indígena, que fue ignorada por los programas de desarrollo

agrícola. La agreocología emergió en América Latina a inicios de los 80’s promovida inicialmente por organizaciones no gubernamentales. En los 90´s entró al seno de las Universidades (se dan cátedras) y a mediados de la década del 2000 fue adoptada masivamente por la Vía Campesina y varias organizaciones campesinas la región.

Adopción de las tecnologías de la agricultura moderna por el sector agrícola (México)

Desde estos tres grupos hemos trabajado la agroecología, con una crítica muy fuerte al modelo industrial que no produce alimento a la población local. Su vocación es básicamente la agro exportación o la producción de bioplásticos o agrocombustibles y sólo alimenta al 30 por ciento de la población mundial. Quienes realmente están alimentando al mundo son los agricultores campesinos. Pero modelo agroindustrial usa el 7080 por ciento de la tierra arable, 70 por ciento del agua y 80 por ciento de los combustibles fósiles que se utilizan en la agricultura (que es lo que está provocando el calentamiento global).

vo, al Roundup, y al fracaso frente al cambio climático.

Hoy día se usa una gran cantidad de pesticidas, muchos que han sido prohibidos en el Norte y claramente América Latina tiene un alto consumo de plaguicidas. Muchos de los créditos que reciben los gobiernos están atados a que los productores utilicen ese paquete tecnológico de semillas o agrotóxicos necesarios para supuestamente incrementar la producción. El costo ambiental es muy alto. Hay muchos estudios que demuestran que el costo promedio o la huella ecológica de la agricultura industrial es de 300 dólares por hectárea. Hay un gran uso, aproximadamente 17.8 millones de fertilizantes, en zonas muertas en el mar que han causado un serio problema ambiental (el golfo de México es uno de los ejemplos). Estos costos ambientales los paga el pequeño agricultor y el consumidor, siendo que la agricultura industrial es la que causa el problema. La otra vía de la agricultura industrial es la biotecnología. Hay 143 millones de hectáreas sembradas con semillas transgénicas en 25 países, esto es siete por ciento o nueve millones de hectáreas ma´s que en 2009. Van creciendo exponencialmente. Mucha gente se pregunta por qué este avance ocurre si todos conocemos los problemas con los transgénicos. La respuesta es básicamente porque está en manos de transnacionales, a las que lo único que interesa es producir agrocombustibles o bioplásticos, a costa de condenar a los agricultores a que usen esa tecnología, al monoculti-

Tipo de productor

Campesinos (%) Agricultores empresariales (%)

Semillas mejoradas

12

59

Fertilizantes

25

83

Pesticidas

11

77

Mecanización

14

90

Hoy en día, no obstante las promesas de la tecnología, que va a tener menos problemas de malezas, en Brasil hay aproximadamente 12 nuevas especies de malezas resistentes al glifosato y por eso los agricultores están condenados a usar otros herbicidas mucho más potentes, con problemas ambientales. Otra cosa importante es que esta revolución verde no ha beneficiado a los pequeños agricultores. Menos del 20 por ciento de los campesinos de América Latina adoptó las variedades mejoradas de la revolución verde. Las tecnologías fueron impuestas y no surgieron de un proceso participativo, sino de la idea de que hay que beneficiar al campesino a cualquier costa. Esos fueron los discursos de los ministerios de Agricultura y lo que aprendimos en las facultades de agronomía. Modernizar al pequeño agricultor. Pero esas tecnologías no eran adecuadas a las necesidades y circunstancias de los campesinos y no fueron neutras (los grandes agricultores, con el acceso al capital y mejores tierras, fueron quienes se beneficiaron). La revolución verde no es campesina. Los pequeños agricultores no la adoptaron ni tampoco adoptaron los fertilizantes, no los usaron porque no tenían crédito para comprar. Los que sí tenían crédito pudieron acceder a estas tecnologías, pero al mismo tiempo entraron en la trampa de la deuda y hoy muchos de ellos ya no son agricultores. Beneficios de la agroecología. Ésta se basa en un conjunto de conocimientos y técnicas que se desarrollan a partir de los agricultores y sus procesos de experimentación. El enfoque tecnológico de la agroecología tiene sus bases en la diversidad, la sinergia, el reciclaje y la integración, así como en aquellos procesos sociales basados en la participación de la comunidad. Pero es muy importante el conocimiento indígena y campesino que ha nutrido los agro ecosistemas tradicionales que nos han mostrado que es posible y que con respeto podemos aprender, valorar y enriquecer con la ciencia occi-

dental. Han perdurado a lo largo de los siglos: es un punto de partida estratégico. La chinampa es un sistema milenario productivo que ha resistido la prueba del tiempo. Hay un trabajo muy importante que muestra que en chinampas en 1950 había rendimientos de hasta 5.5 toneladas por hectárea en predios pequeños cuando la revolución verde subió a penas a 6 por hectárea, y una hectárea de una chinampa puede alimentar hasta 15 o 20 personas. Tenemos que aprender de ese sistema alimentario, que fue abandonado porque supuestamente era agricultura no productiva. Hay que considerar el conocimiento que tienen muchos campesinos de América Latina sobre la etno ecología y el que deben tener para, en una hectárea, entender lo relativo de hasta 150 especies. Los productores pequeños producen entre 50 y 70 por ciento del alimento que consume la población mundial, pero usan sólo entre 25 y 30 por ciento de la tierra, 30 por ciento del agua de uso agrícola y 20 por ciento de los combustibles que se utilizan en la agricultura. Eso muestra que la agricultura campesina sigue siendo la base de la soberanía alimentaria en muchos países. Las familias campesinas siguen siendo los principales productores de alimentos en América Latina. En Chile producen el 51 por ciento de las hortalizas, 40 de los cultivos extensivos y 23 por ciento de las frutas. En Ecuador, con menos de tres por ciento de la tierra, producen la mitad de las hortalizas, 46 por ciento del maíz y más de un tercio de los cereales y las legumbres. En Cuba, 98 por ciento de la fruta, 95 de los frijoles, 80 del maíz y 65 por ciento de las hortalizas. En Brasil producen 87 por ciento de la yuca, 70 de los frijoles, 46 del maíz, 50 por ciento de las aves de corral y 59 por ciento de los porcinos; controlan el 24 por ciento de las tierras arables. Representan 84 por ciento de las fincas, dan empleo a tres veces más personas que el agronegocio. Entonces, ¿por qué no desarrollar una política que apoye a la pequeña agricultura, que da trabajo, conserva la diversidad y al mismo tiempo enfría el planeta?


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DIÁLOGO ENTRE CONOCIMIENTO CAMPESINO Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Ivette Perfecto Universidad de Michigan agroecología en el mapa mundial. Esta publicación salió a la luz hace poco, está en inglés. Se llama Agroecología. Poniendo la soberanía alimentaria en acción.

FOTO: Judy and Ed

Pensé que sería interesante ver la perspectiva de una variedad bastante grande de diferentes agricultores, campesinos rurales, urbanos y trabajadores agrícolas, y aquí muestro unas citas:

H

ablaré de la agroecología como ciencia. Voy a empezar por el trabajo que se publicó en 2009, denominado Agricultura en una encrucijada. Fue resultado de una evaluación internacional del papel que juega la ciencia para el desarrollo de la agricultu-

ra. Aunque el texto reconoció que estamos en una encrucijada, en el resumen ejecutivo apareció una sola vez la expresión soberanía alimentaria, y también una sola vez la palabra ecología. E implicó mucho incorporar tales expresiones en ese trabajo. Hubo una resistencia enorme.

Obviamente, al mismo tiempo los campesinos estaban haciendo agroecología, lo han hecho por miles de años. Y en los años recientes en particular el movimiento agroecológico ha cobrado ucha fuerza. Pero han sido los campesinos los que han puesto el nombre de la

“La agroecología es una oportunidad de recuperar y despertar el conocimiento que traemos con nosotras”, Yolanda Gómez y Blanca Moreno, dos trabajadoras rurales de campo en Estados Unidos. “Cada sitio en el mundo debe construir su propia agroecología”, dice Janaina Stronzake, de Movimiento de los Sin Tierra, de Brasil, para indicar que la agroecología es local. Una campesina de Estados Unidos dice: “Nosotros los campesinos siempre estamos estudiando, pensando, observando”. Ella es

Dana Hof, quien recalca aquí cómo los campesinos están absorbiendo lo que hay en su medio ambiente, están experimentando, construyendo este conocimiento. No es un conocimiento estático. Se va construyendo. Y hay otros pensamientos de campesinos de Haití, Guatemala, del área rural de Estados Unidos, que coinciden en algo así: “La agroecología es la acumulación de los conocimientos culturales ancestrales de los campesinos”, cita de Blain Sniptal, de Estados Unidos. Lo que podemos ver es que la ciencia de la agroecología o la agroecología como práctica se ha venido promoviendo en todo el mundo, en especial en América Latina. Y en parte ese ímpetu que ha tenido es porque está basada en conocimientos locales, ancestrales. También es una agricultura de bajos insumos y esos insumos están disponibles localmente, se adaptan más a la producción campesina de pequeña escala, con pocos recursos porque

DE HOLOCAUSTOS Y GENOCIDIOS: EL GLYPHOSATO DE MONSANTO Sebastiao Pinheiro Fundación Juquira Candirú, Brasil Holocausto es una palabra de origen griego y hebreo que significa “sacrificio consumido por el fuego”. Los ejemplos son múltiples y están registrados en la web, en el espacio tiempo de la historia. Holocausto tiene la referencia en la modernidad con Hitler, Stalin, Hiroito, Truman, Pol Pot y otros menos sanguinarios por la baja intensidad de sus ac-

ciones como Videla y Pinochet o Napoleón y algunos reyes contra curdos, armenios, árabes, zulús etcétera. Entonces holocausto es la matanza de una parte de la sociedad. Cuando su dimensión es mayor, se trata entonces de un genocidio, que puede ser aún más silencioso y sanguinario y tener finalidad de

rentabilidad o lucrativa. Eso es lo que vamos abordar. Estoy en algún lugar en el mundo donde me reuní con agricultores que pierden sus becerras por las bacterias Criptoclostridium (C. dificille) y Salmonelosis (Salmonella spp). Es alarmante que en países centrales estas enfermedades sean ya epizootias en pollos y cerdos. Nuestro mundo está cada vez más extraño: informaciones clasificadas en el medio científico, académico y tecnológico empiezan a escapar o a ser intencionalmente liberadas por personas, entidades y movimientos. Esto va a crear un abanico de versiones para encubrir responsables y culpabilidades. Ya estaba en otro país cuando recibí la información privilegiada: Monsanto patentó su Glyphosato como bactericida-fungicida (controla bacterias y hongos).

FOTO: Environmental Working Group

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obre la vida en el planeta sobresalen unas pocas especies, que por su organización reciben el nombre de seres “ultra sociales”. Entre ellos destacan los humanos que al alcanzar el “antropoceno” tomaron conciencia de su capacidad de modificar y hasta destruir la vida en el planeta, pues acumulamos gran experiencia desde nuestro origen.

Quien estudia la molécula química en cuestión sabe de su estabilidad ambiental y mínima descomposición microbiana, termal, fotoxidación, etcétera, además de su persistencia en el suelo y agua. Bueno no son muchos los que saben que el Glyphosato tiene

patentes industriales desde el Imperio Austro-Húngaro y Alemán como secuestrador de metales (minerales) en reacciones químicas de interés industrial como limpieza de calderas y tuberías (1920, 1930) y después uso militar como desmineralizador de combustible de cohetes A4). Su acción herbicida fue descubierta al final de los años 60’s en Estados Unidos, en los escurrimientos del agua de limpieza de las cañerías y calderas. En el libro producido por Monsanto en la década de 80’s, relata su capacidad de “secuestrar minerales” en el metabolismo de las plantas, pero omite sus efectos sobre las metal-proteínas (proteínas ligadas a elementos minerales) impidiendo su formación. Ocurre que las metal-proteínas son estratégicas en el metabolismo y autopoiésis de los seres vivos, principalmente microorganismos. Entre ellas se destacan las “enzimas”, catalizadores biológicos de máxima importancia en la vida. Existen millones de enzimas conocidas y otras aún por conocer. El ejemplo de las selenio-proteínas es esclarecedor. El selenio es un mineral traza en la nutrición humana, animal y vegetal. Las selenio-proteínas


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Quiero enfatizar la ecología en la agroecología. Ecología viene de eco, oicos (griego), que significa casa. Es el estudio de nuestra casa, más técnicamente hablando es el estudio de la interacción entre organismos (plantas, animales, microorganismos) y entre los organismos y su medio ambiente, pero la ecología, como todas las ciencias, ha ido evolucionando, cambiando, se van acumulando conocimientos y eso hace que se refuercen algunas ideas y se descarten otras. En los años 20’s la ecología comenzó como disciplina, y ha venido evolucionando. Un ejemplo está en el balance de la naturaleza. Un ejemplo: en los años 60’s y 70’s había una teoría muy popular, abrazada por el movimiento ambientalista, es la teoría del balance que dice que los sistemas ecológicos están en un equilibrio estable. Sin embargo, la ciencia de la ecología moderna nos ha demostrado

son responsables de la neutralización y eliminación de toxinas de bacterias, hongos y acción de metales pesados; por tanto, son estratégicas para el sistema inmunológico. Los alimentos que contienen selenio son normalmente ricos en lípidos (nueces) y grasa animal. Siendo el Glyphosato un secuestrador de minerales e inhibidor de la formación de metal-proteínas, ¿cuál es su impacto sobre la salud humana, animal y vegetal? La ciencia privada sabe y calla por los intereses económicos clasificando sus resultados como rigor militar y actúa sobre la ciencia pública haciéndola cómplice. En Rusia fue hecho público recientemente un estudio con un uso de microorganismos para degradar moléculas de fosfonil (Los fosfoniles son moléculas muy conocidas y formadoras de los más poderosos gases venenosos modernos (VX, VX-B, Vxplus) de los arsenales de países centrales. Fueron usadas 15 bacterias pero solamente cinco conseguirán atacar el Glyphosato. En la evolución de la vida de los microorganismos encontramos dos grandes grupos: 1. Los saprófitos que no necesitan destruir o matar células para alimentarse y

que la mayoría de los sistemas ecológicos no están en equilibrio estable. Puede haber cambios y muchas veces repentinos que llevan a cambios de un estado a otro. Eso ¿qué significa para la agroecología?, que los agro ecosistemas no son estables, o no todos son estables todo el tiempo, al contrario son dinámicos y están constantemente cambiando a veces en direcciones no previstas. Esto representa un reto para los agroecólogos. Un ejemplo contemporáneo es la roya, que llegó a las Américas hace muchos años y causó un poco de problemas pero luego se mantiene a niveles más someros, bajos, y de momento en el 2012, se empieza a regar por América Central y México, propiciando muchas pérdidas. Eso representa un cambio de estado repentino. Pienso que estos cambios deben estar incorporados a la ciencia de agroecología y son temas que están asociados a lo que conocemos como complejidad ecológica. Doy un ejemplo del sistema que trabajo, y que es café de sombra. Hay una hormiga que habita los árboles de sombra, hace su nido allí. Y tiene a la vez efectos negativos y positivos sobre el árbol. Son interacciones directas que los campesinos pueden ver en

2. Los patógenos que obligatoriamente usan toxinas para matar o destruir células y poder hospedarse sobre ellas. Uno de los mecanismos recientemente estudiados está el del hierro (Fe). Como saprófitos y patógenos no se pican, los saprófitos poseen la capacidad evolutiva de bloquear el acceso al hierro en el medio ambiente. Para entender eso lo mejor es decodificar una acción de las abuelas con sus nietos cuando se herían con alambres o hierro oxidado. Ellas agarraban una cebolla, ajo, u otra planta medicinal, la calentaban y la ponían sobre la herida. El azufre presente en la cebolla, ajo u otra planta bloqueaba químicamente el hierro y el patógeno tenía el acceso impedido evitando gangrenas, tétanos y otras enfermedades. Lo que la ciencia ahora descubrió es que la presencia de residuos de Glyphosato en agua, alimento, aire y ambiente está desmineralizando alimentos y agua por medio del secuestro de ellos para el metabolismo y autopoiésis de los seres vivos. Con el uso creciente de semillas transgénicas resistentes al Glyphosato, la contaminación alimentaria y medioambiental creció exponencialmente.

sus fincas. Hicimos un trabajo de investigación donde empezamos con esa premisa de esas dos observaciones y nos dimos cuenta que obviamente además de eso hay muchas otras interacciones que están de cierta forma ocultas, que uno no puede ver directamente pero que están ocurriendo en el sistema y que tienen efectos en el manejo de plagas en el sistema. Estas son redes de interacciones ecológicas. Es un sistema complejo y es importante entonces el diálogo de saberes entre campesinos y científicos. Para hacer este diálogo más divertido, desarrollamos un juego de mesa que contiene estas interacciones ecológicas, algunas de ellas que los campesinos conocen muy bien porque las han visto. No se trata de enseñar a los campesinos el concepto de complementariedad ecológica, sino de establecer este diálogo entre el conocimiento campesino y el conocimiento científico. Lo que yo argumento es que la combinación de la ciencia moderna y los conocimientos tradicionales de los campesinos puede ser muy poderosa y fortalecer el conocimiento agroecológico .La ciencia de la ecología debe formar parte de la defensa intelectual del movimiento agroecológico campesino.

Eso trae un nuevo trastorno en la lucha entre saprófitos y patógenos. Para evitar la presencia de los patógenos, los saprófitos buscaban reducir la presencia de hierro (Fe) en el medioambiente y lo hacían por medio de conjugados denominados sideróforos. Los siderofóros son importantes protectores, uno de ellos es el complejo B (B12). Lo que ocurre ahora es que los residuos de Glyphosato (fungicida) combinados con los metales, reducen la acción de la formación de los siderofóforos que protegen a los seres vivos exponiéndolos a la acción de los patógenos. Ocurre que las Salmonellas y Criptoclostridium son los seres más resistentes al Glyphosato y empezamos a ver el resultado en varios países, las puntitas de témpanos del genocidio que hará los holocaustos y masacres como el de Nankin, Katyn, Ruanda Burundi, Kampuchea, parecen meros incidentes no noticiables, al final mercadotecnia también es parte de la industria de alimentos (agronegocios). Como dicen los brasileños: “Agosto es el mes del disgusto, mes del perro loco”. La verdad es que los perros no tienen culpa ninguna, ni son ultra sociales e infelizmente viven en el antropoceno comiendo ración y comidas con residuos. Finalmente conseguimos discernir dos casos extremamente importantes.

ALIMENTACIÓN DE LAS CIUDADES Y EL DESARROLLO DE LA AGROECOLOGÍA Pierre Vuarin Director de la Universidad Internacional Tierra Cuidadanía, Francia pierre.vuarin@gmail.com

FOTO: U.S. Department of Agriculture

está basada en conocimientos locales. La agroecología está adaptada a las condiciones locales. Los sistemas agroecológicos están adaptados a las condiciones locales. Pero la agroecología además de ser un movimiento y una práctica, es una ciencia.

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L

a alimentación de las ciudades es una preocupación política central. En muchas urbes hemos olvidado esta problemática y los mercados han estructurado los sistemas alimentarios. Es necesario retomar la preocupación por este tema. Hoy día se observan cadenas largas y frágiles de alimentación; un gran consumo de energía y por tanto un fuerte impacto ecológico, pues la alimentación representa el 43 por ciento de la huella ecológica del planeta. Hay una cantidad importante de desechos (550 kilos por cada persona y por año en Europa). Asimismo hay problemas de sobrepreso, que afectan a 29 por ciento de los niños y a 61 por ciento de los adultos en el caso de América Latina. Esa situación, más otros problemas ligados con la alimentación, derivan en el uso de importantes proporciones del presupuesto de salud de las naciones. Por otro lado, persiste la incapacidad de la población pobre para acceder a la alimentación. Es indispensable establecer una gobernanza alimentaria en las ciudades y en los territorios. Esto quiere decir impulsar el arte de gobernar la alimentación, implicando a los diferentes actores públicos y privados y articulando los diferentes niveles de poder en relación con un principio de subsidiaridad alimentaria. Se hace necesario resolver los problemas alimentarios de manera local, más cerca de las personas y con la participación de las personas. Esto llevaría a desarrollar políticas alimentarias para las ciudades y sus territorios vecinos con una serie de acciones. Algunos principios para avanzar en este reto son: la designación de los responsables políticos a nivel de las autoridades locales; contar con espacios

abiertos de diagnóstico y de propuestas con la participación de actores públicos y privados, de los ciudadanos y de investigadores; establecer una instancia política de coordinación de las acciones, y transparencia de las acciones y de los resultados. El contenido de una política alimentaria de una ciudad y de su territorio consiste en: 1) Preservar los espacios productivos urbanos y peri urbanos, para la agricultura, la pesca y la acuicultura. 2) Favorecer, mantener, modernizar los mercados públicos; ayudar a la creación de cadenas cortas de alimentación. 3) Una política de abasto sostenible y con productos locales a instituciones públicas, con productos de la agricultura familiar y agroecológica (con destino en escuelas, universidades, hospitales, oficinas públicas, cárceles, etcétera). 4) Un programa político de acciones para diferentes públicos: adultos mayores (canastas de alimentación, comida con entrega a domicilio, compras colectivas); jóvenes (informaciones sobre nutrición y actividades para enfrentar la obesidad); poblaciones desfavorecidas (autonomía y calidad de la alimentación). 5) Valorización de los productos y de las culturas alimentarias locales: marcas de productos locales, promoción de recetas de cocina de la cultura gastronómica local, etcétera; 6) Reducción de los desechos, con otra forma de gestión y valoración de éstos. Conclusiones: En las ciudades existe una demanda de productos sanos, agroecológicos. Es importante contar con una política nacional en favor de la agroecología y desarrollar, a escala local, políticas y nuevas gobernanzas de la alimentación, que representen una palanca de cambios a favor de la agroecología.


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20 Cuba

LA AGRICULTURA DESDE LA PERSPECTIVA CAMPESINA Y AGROECOLÓGICA Ismael García Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP)

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on el triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959 el campesinado cubano tuvo varios beneficios. El principal fue la firma de la Ley de Reforma Agraria, que se firmó el 17 de mayo de 1959. Los beneficios que trajo para los campesinos fueron acceso a créditos con bajos intereses, acceso a insumos para la producción, asistencia técnica, mercado seguro a precios justos para las producciones, la construcción de vías de comunicación, alfabetización y derechos gratuitos a la educación.

La ANAP está integrada por tres mil 343 organizaciones de base, que agrupan a 378 mil 349 asociados, de los cuales 17.4 por ciento son mujeres. Contamos con 24 mil 370 técnicos y tres mil 89 universitarios. Nuestro país tiene una política donde los Congresos aprueban los lineamientos políticos y sociales que rigen nuestra sociedad. La creación de estos lineamientos

FOTO: Alberto Martinez Subtil

El 17 de junio de 1961 se constituye la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Fue fundada en el Recinto Ferial de Rancho Boyeros, en la ciudad de La Habana, por el comandante en jefe Fidel Castro Ruz, en la clausura del Primer. Congreso Campesino, al que asistieron más de dos mil campesinos de todo el país.

do 2000-2014 se capacitó a dos mil 797 dirigentes anapistas.

implicaron un proceso en el que participó la ANAP, y todos los campesinos, desde la base, dieron sus opiniones, sus criterios. Y un lineamiento que destaca ahora es el 187, relativo a la agroecología. Este lineamiento establece: “Continuar reduciendo las tierras improductivas y aumentar los rendimientos mediante la diversificación, la rotación y el policultivo. Desarrollar una agricultura sostenible en armonía con el medio ambiente, que propicie el uso eficiente de los recursos fito y zoogeneticos, incluyendo las semillas, las variedades la disciplina tecno-

lógica, la protección fitosanitaria y potenciado la producción y el uso de los bonos orgánicos, biofertilizantes y biopesticidas”. Por otro lado, el XI Congreso de la ANAP, realizado entre el 15 y 17 de mayo de este año, aprobó 76 objetivos de trabajo que definen la política de la organización. Entre esos objetivos está la capacitación en temas de agroecología, por medio de un diplomado en agroecología y agricultura sostenible, y capacitación a directivos de la organización en temas de política ambiental y agricultura sostenible. En el perío-

También, entre los objetivos de la ANAP, están los convenios de trabajo que hemos celebrado con 32 centros científicos, universidades, asociaciones y otras Instituciones, con el objetivo de promover la aplicación o los resultados de la ciencia y la técnica a nuestros campesinos. Entre estas instituciones que trabajan con nosotros están el Instituto Nacional de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical (INIFAT), que es rector del Movimiento de la agricultura urbana y suburbana. En su convenio con este centro, y dentro de este Movimiento, la ANAP tiene inscritas a dos mil 139 cooperativas, ocho cooperativas con la categoría de doble excelencia, 16 cooperativas de excelencia y 78 cooperativas de referencia nacional. En las relaciones que tenemos con los centros científicos, destacan la generación de proyectos. Por ejemplo tenemos el Proyecto de Innovación Agropecuaria Local, coordinado por el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), y que se desarrolla en diez provincias del país y 45 municipios; su objetivo es la capacitación y el aprendizaje implementados por estrategias municipales. Y sus ejes fundamentales son: diversidad genética y tecnología, que incluye la producción y diversificación de semillas; la transversalización de

género; la adaptación y mitigación ante el cambio climático; el uso de alternativas tecnológicas que cuiden los recursos naturales y al medio ambiente, y el trabajo con los jóvenes. El Movimiento Agroecológico de la ANAP tiene sus antecedentes en la tradición campesina desde el comienzo de la agricultura en Cuba, cuando se cultivaba sin la aplicación de productos químicos ni pesticidas. La visión de este Movimiento es ser el órgano asesor de los campesinos cubanos, dotándolos de las técnicas, experiencia y herramientas necesarias para materializar una producción agroecológica que satisfaga las necesidades de consumo y producción Y la misión del Movimiento es estimular la producción agropecuaria ecológica, rentable, que satisfaga las necesidades de la comunidad, en busca de una agricultura sostenible. Para desarrollar este Movimiento, la ANAP cuenta con 15 coordinadores provinciales y 144 municipales, asimismo ter mil 800 facilitadores y 33 mil 114 promotores. Esto nos permite desarrollar el precepto “de campesino a campesino”, y los resultados que hemos tenido son: aprovechamiento eficiente y racional de los recursos de la finca; producción estable y en armonía con la naturaleza, mejoramiento productivo agropecuario donde se reducen los gastos y aumentan los ingresos del campesino. Asimismo,

Colombia

NOTAS DE VIAJE Óscar Gutiérrez Movimiento Dignidad Agropecuaria de Colombia

I

nvitado por la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), con motivo de la celebración de su aniversario 20, participé en el Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América, realizado en la Ciudad de México, y luego, entre el 2 y el 4 de septiembre, estuve en San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas, participando en el foro Vulnerabilidades, Desafíos y Estrategias de la Cafeticultura en Latinoamérica. En ambos eventos lo hice en mi calidad de director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria Colombiana y como vocero de Dignidad Cafetera en Caldas. También estuvo Cesar Pachón, vocero Nacional de Dignidad Agropecuaria. Los dos eventos abordaron temas de interés para los agricultores y

los cafeteros de América Latina y en los cuales logramos identificar puntos de convergencia entre las diferentes organizaciones y acordamos crear una red de información y construir un espacio que nos permita adelantar acciones de oposición y crítica a los tratados de libre comercio ya firmados y a los que se negocian por estos días, entre muchos gobiernos del continente Americano y varios del área del Pacífico. Tratados como la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP), el Acuerdo Amplio Económico y de Comercio (CETA), el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), el Acuerdo en Comercio de Servicios (TISA) generarán, sin duda, más daño no sólo a la producción industrial y agraria, sino a

la soberanía económica de naciones como las nuestras. Por eso una de las conclusiones es promover, entre el 10 y el 17 de octubre jornadas mundiales de acción contra los tratados de libre comercio. También acordamos promover actividades de los movimientos sociales frente a la próxima reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, un asunto que está afectando el ingreso, la producción y el bienestar de millones de productores agropecuarios, y que también daña los salarios y la capacidad de compra de los habitantes del mundo. En el Encuentro en Ciudad de México, nos acercamos a un tema que reviste interés para los agricultores de muchos sitios de Colombia, y es la agroecología. Un

asunto que no hace parte, estrictamente, de la agenda de Dignidad Agropecuaria pero que practican algunos de sus afiliados, ya sea de manera individual o como organización. Temas como el uso intensivo de insecticidas, agrotóxicos, fertilizantes, semillas transgénicas y otras usanzas propias de las prácticas agrícolas que impulsan las grandes trasnaciona-

les productoras de agroquímicos fueron altamente cuestionados. También la proclama del Encuentro condenó el modelo de producción agrícola que se basa en la privatización y extranjerización de la tierra de naciones como Colombia, concentración y presencia del capital financiero en la siembra de las tierras más fértiles, precios de


17 de octubre de 2015 apoyo a la integración de la familia y el protagonismo campesino, e impulso al desarrollo de la cultura local. ¿Qué incidencia tenemos con este Movimiento?: empleo de técnicas agroecológicas, enfoque de género, sensibilización a directivos y nuevos hábitos alimentarios. Los logros que obtuvimos con este Movimiento en 2014 fueron: la instalación en fincas de campesinos y cooperativas de mil 226 biodigestores; la producción de 25 mil 852 toneladas de humus de lombriz, beneficiando a 4 mil 667 hectáreas; la producción de 131 mil 188 toneladas de composta; la introducción de 174 sistemas de riego con paneles solares; la instalación de 553 arietes hidráulicos, y 176 viviendas electrificadas con paneles solares. Una prioridad en nuestros objetivos de trabajo es la atención a los jóvenes. En coordinación con el Ministerio de Educación de Cuba, hemos desarrollado 145 campañas vinculadas a cooperativas para la orientación profesional y la formación vocacional de niños y jóvenes hacia el perfil agropecuario; dos mil 85 círculos de interés con 18 mil 899 niñas y niños; 189 aulas anexas en fincas de campesinos y cooperativistas vinculadas a 188 institutos politécnicos agropecuarios, donde los alumnos desarrollan parte de su formación y preparación técnico profesional. Otras políticas que favorecen también es el trabajo en el ámbito de la salud: se brinda atención sistemática a 140 hogares maternos, 25 casas de niños sin amparo familiar, nueve centros de oncología, 14 pediátricos y 56 casas de abue-

21 los. Además de donaciones especiales a menores con diferentes patologías, se donaron a estos centros mil 358 toneladas de cultivos varios y 2.4 toneladas de cárnicos en el 2014 y también se realizaron entregas de juguetes y ropa.

Ecuador

Las organizaciones de base atienden dos mil 248 consultorios del médico de la familia ubicados en sus áreas de acción, reparándose en el pasado año 676 y hasta la fecha se han remozado 619.

l movimiento campesino e indígena ecuatoriano está duramente dividido frente al despliegue de un proyecto modernizador impulsado desde el Estado, cuya columna vertebral es una alianza fuerte entre el propio Estado y las grandes empresas de agronegocio: bananeras, floricultura, camaroneras, palmeras, cadenas de insumos y cadenas de supermercados.

Por otro lado, en septiembre de 2008 se puso en vigor el Decreto Ley número 259 consistente en la entrega de tierras en usufructo a personas naturales y jurídicas. Hasta el cierre del año 2014 se habían entregado un millón 780 mil 486 hectáreas a 206 mil 114 personas transformándose el decreto Ley 259, en el 300 y 311, este último da la prioridad a la entrega de tierra a jóvenes, lo cual contribuye al relevo generacional en el campo. Quiero terminar con esta cita de Fidel Castro: “Si se quiere salvar a la humanidad de esta autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarros en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra. No más transferencias al Tercer Mundo de estilos de Vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente. Hágase más racional la vida humana. Aplíquese un orden económico internacional justo. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación. Pagase la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre”.

En el evento cafetero de Chiapas, me acerqué a lo que es el modelo de producción, venta y comercialización del café, sin presencia de instituciones que protejan a los cafeticultores.

monopolio y acaparamiento y especulación con los alimentos. Hicimos una referencia especial a la Ley Zidres que se tramita hoy en el Congreso. En todas las naciones se observan las importaciones de alimentos que arruinan a los productores locales y entregan el control, la comercialización y distribución de la dieta alimentaria básica a los grandes monopolios.

Y la afirmación tiene que ver con lo siguiente: en México el café es el séptimo cultivo agrícola con mayor superficie cultivada y ocupa el puesto 12 como generador de valor en el agro. “La producción es predominantemente de arábiga y ha disminuido en los últimos diez años, debido entre otros motivos, a la disminución en el precio internacional, a la caída en su rendimiento por el agotamiento de los cafetos y a plagas como la roya, que actualmente afecta los cafetales en un 50 por ciento”, según dice el Reporte producción y mercado del café en el mundo y en México, del Centro de Estudios para el desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria CDRSSA, de noviembre de 2014. Hay 543 mil productores de la rubiácea que en 2013 cosecharon cuatro millones 170 mil sacos de café de

LAS ORGANIZACIONES CAMPESINAS E INDÍGENAS Francisco Hidalgo Sistema de la Investigación de la Problemática Agraria del Ecuador (SIPAE)

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En contraste, lo más vital del movimiento está alrededor de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que incorpora no sólo a indígenas, sino también a sectores campesinos que demandan hacer realidad los acuerdos constitucionales de soberanía alimentaria, de redistribución de la tierra y el agua y de la plurinacionalidad e interculturalidad. Modernización sin campesinos. El “retorno del Estado” al campo está principalmente alrededor de programas específicos: impulso a la producción orientada a la exportación, y agricultura bajo contrato (con kits de subsidio que llevan el paquete tecnológico transnacional), pero sin afectar el estatus quo rural. Se profundiza la concentración de tierra y del agua y se fortalecen los mercados monopólicos. Por

60 kilos. Para este año esperan, por la afectación de la roya, una disminución en la producción a tan sólo tres millones 200 mil sacos. La mayoría del café se produce en zonas con población indígena y según estudio del CDRSSA, “los predios cafetaleros del país han tenido un proceso sostenido de atomización, la superficie promedio por productor en 1978 era de 3.48 hectáreas y en 2004 se redujo a 1.38 hectáreas”. Pero, además, los municipios cafetaleros se caracterizan por la pobreza de su población, “siete de cada diez habitantes viven en condiciones de alta y muy alta marginación”. Y, aunque sorprenda, más de 400 mil hectáreas estas sembradas con cafés especiales, algo que llama la atención de quienes criticamos a los que le apuestan a los cafés especiales como la redención del ingreso de los caficultores. Deberíamos aprender de la experiencia mexicana, en donde, con todo y su cercanía a Estados Unidos, y con

ejemplo, la nueva Ley de Tierras que impulsa el partido de gobierno no plantea una redistribución de la tierra, apenas afecta a las tierras estatales y da prioridad a la titulación. Su instrumento es un “fondo de tierras” y una reforma asistida por el mercado. No define límite máximo de tenencia de la tierra ni afecta la concentración. Cooptación y represión. Lo más complejo es que a la par se promueve la división en los movimientos campesinos, a nivel nacional y local; hay cooptación y roles de subordinación frente a la política gubernamental; represión y persecución de dirigentes campesinos e indígenas. Nuevamente en la lucha. En respuesta, hay un levantamiento indígena: en agosto de 2015, alcanzó niveles importantes en varias regiones, especialmente aquellas amenazadas por estrategias extractivistas (zonas de explotación minera), pero también las afectadas por estrategias de modernización (eliminación o restricción de producción y/o comercialización campesina, que termina dando ventaja a las grandes empresas y grandes cadenas de supermercados). También destacan las demandas de respeto a los derechos humanos, negativa a la reelección indefinida y contra el control estatal sobre las organizaciones.

más de 60 por ciento de su producción en cafés especiales, se sufre al igual que el resto del mundo por el control de la comercialización internacional del grano por unas pocas multinacionales. En México, la compra y exportación está en manos de los coyotes, como llaman los campesinos e indígenas a los compradores privados, según me explicaron en el foro de San Cristóbal de las Casas. Otra parte la compran, benefician y exportan las cooperativas, casi todas indígenas y campesinas, pero, aun así, están sometidas al precio internacional y en esta temporada de precios bajos están, prácticamente, en lo que aquí llamaríamos punto de equilibrio. Frente al pavoroso ataque de la roya -50 por ciento de infestación-, la acción estatal es más de apoyos parciales, focalizados y bastante clientelistas y electoreros, que de acciones fuertes, subsidiadas y generalizadas para controlar la plaga. No hay un instituto de investigación para el control y lo que están haciendo es resiembras con cafés catimor y aplicando “caldos” de oxicloruro de cobre.

Contexto internacional. Hay un escenario complejo: crisis de los precios de las commodities (materias primas agrícolas), dificultades por una economía dolarizada y reducción abrupta de la renta petrolera. El nuevo ciclo de la crisis empieza a golpear a los productores de materias primas, la fase desarrollista se torna regresiva y se enfrenta a los pueblos. Pero es importante también destacar hechos positivos, por ejemplo, el despliegue de alianzas, por iniciativa autónoma de universidades y organizaciones campesinas para fortalecer la producción orgánica de las unidades familiares. Es el caso de la investigación y recuperación de plantas tradicionales de cacao de aroma fino, para mejorar la productividad asociativa de campesinos en la zona de Vinces, en la región litoral del Ecuador. Es un laboratorio de experimentación in situ donde los sujetos son las familias productoras.

la nueva Ley de Tierras que impulsa el partido de gobierno no plantea una redistribución de la tierra, apenas afecta a las tierras estatales y da prioridad a la titulación

Lo que me llamó poderosamente la atención es que son los caficultores solos, con sus pocos recursos y organizaciones, los que defienden sus cafetales y enfrentan la plaga, la caída de los precios y la acción de los coyotes. No es nada halagador, para su trabajo, la realidad que enfrentan y de ahí sus condiciones de pobreza y, en muchos casos, de miseria. Muchas notas más tomamos en nuestra visita pero debo resaltar el acuerdo al que llegamos, con varios dirigentes latinoamericanos, de crear una red de información e intercambio de experiencias y volvernos a encontrar, en diversos escenarios, para ir construyendo una red que sea capaz de aplicar la máxima de que: “como el imperio globaliza la opresión, nosotros globalizaremos la resistencia”, buscando que nuestros pueblos alcancen la seguridad y la soberanía alimentaria como parte de la lucha por la soberanía nacional y el bienestar de nuestras naciones y de la humanidad.


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22 Perú

LA PAPA: UN CULTIVO ANCESTRAL

Manuel Hernan Mormontoy Parque de la Papa

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l Parque de la Papa (PP) es un modelo de conservación sui generis situado en un microcentro de origen y de diversidad de papas nativas en el sur de los Andes peruanos, gobernado de manera autónoma por sus comunidades integrantes por medio de leyes consuetudinarias, basándose en las tradiciones de conservación fundadas en conocimientos, innovaciones y prácticas locales, y en el manejo holístico y adaptivo de sus paisajes, ecosistemas, recursos biológicos y culturales. Fue establecido en abril de 2002 bajo un acuerdo intercomunal en el que cinco comunidades decidieron de manera voluntaria y autónoma organizarse y juntar sus territorios para conformar la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa. El sistema de gobernanza del Parque de la Papa, es eminentemente local y hace referencia a un sistema tradicional de toma de decisiones, que involucra los siguientes aspectos: • Estructura, que es la organización en sus diferentes niveles: asamblea general, junta directiva, comités, etcétera; está basada en la organización comunal tradicional, y representada por la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa (ACPDP). La Asociación lidera la gestión del Patrimonio Biocultural del PP. • Mecanismos, que trata de los valores, principios y normas consuetudinarias, que orientan y determinan la toma de decisiones. En este marco, la gobernanza del PP se fundamenta en los principios de reciprocidad, dualidad, equilibrio y transparencia y en los mecanismos de participación horizontal, democracia deliberativa y aprendizaje para la acción participativa.

• Dinámicas, que trata de la puesta en acción de los procedimientos y las acciones que involucra la toma de decisiones.

Los ejes temáticos del PP son: Territorios bioculturales y pueblos indígenas, Cambio climático, Biodiversidad, Soberanía alimentaria y salud, Economía solidaria, Conservación biocultural, Desarrollo endógeno, Innovaciones bioculturales y Género. Impactos globales: Repatriación de papas nativas. Con el fin de promover el cultivo, uso y aumento de la diversidad de papas nativas existentes en la región Cusco, y el reconocimiento a los derechos sobre sus recursos, la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa y el Centro Internacional de la Papa (CIP) suscribieron un convenio para la repatriación de 410 cultivares de papa nativa. Este convenio contribuye a garantizar que los derechos sobre los conocimientos, prácticas y sistemas de innovación tradicional vinculados a este valioso recurso genético permanezcan bajo la custodia de las comunidades andinas y no sean objeto de biopiratería. Este convenio es el primero de su tipo que se firma en el Perú. “Esta visión integral de la conservación de los recursos genéticos es innovadora y sentará las bases para su desarrollo en otros centros de biodiversidad del mundo”, señaló Hubert Zandstra, el entonces director general del CIP. La repatriación no sólo significa al retorno de las papas a sus lugares de origen sino también la regeneración de los conocimientos, práctica cultural y espiritualidad, que desde hace miles de años han estado estrechamente ligados al manejo agrícola de la papa.

Depósito de semillas en Bóveda de Svalbard. Frente al manto de amenazas que presentan el cambio climático y ciertas políticas nacionales y globales que inciden sobre este cultivo ancestral y la pequeña agricultura en el país, la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa tomó la iniciativa de enviar a la Bóveda Global de Svalbard su colección de más de mil 150 cultivares de papa nativa para ser salvaguardados en este banco genético de prestigio mundial. El proceso fue apoyado por el Global Crop Diversity Trust, el CIP, el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (IIED) y Oxfam-Novib. Esta iniciativa del Parque de la Papa ha sido reconocida por la comunidad internacional como un ejemplo solidario para salvaguardar la seguridad y soberanía alimentarias que favorecen a los pequeños agricultores y pueblos indígenas. Sin duda, este trabajo garantizará la disponibilidad, para todos los agricultores de la región

andina, de la amplia variabilidad de papa nativa que posee en beneficio de nuestras generaciones futuras, sobre todo frente al cambio climático. Protocolos bioculturales. La Asociación de Comunidades del Parque de la Papa ha desarrollado una herramienta de afirmación cultural, empoderamiento y gestión de recursos y cultura local. El protocolo biocultural busca explicitar y documentar lo que los pobladores del PP quieren y esperan para poder darle sostenibilidad al Parque. Se convierte en el documento orientador para la gestión de su patrimonio biocultural y entorno, tanto internamente como para el resto del mundo. Marca colectiva. El Parque de la Papa ha desarrollado una marca colectiva propia y durante mucho tiempo ha cuidado y mantenido el nombre “Parque de la Papa” como sinónimo de identidad, transparencia, honestidad, respeto a la cultura. Por ello es que nadie usa el nombre sin el consentimiento y la autorización de la Asociación del Parque de la Papa. Impactos nacionales y regionales: A iniciativa de la Asociación de Comunidades del PP y con alianzas, se logran: • Ordenanza Regional N° 0102007-CR/GRC-CUSCO, que declara a Cusco como Región Libre de Transgénicos y Centro de Origen y Domesticación de la Papa y Cultivos Nativos importantes para la Región por sus Valores Ecológicos, Culturales, Sociales y Económicos Asociados. • Ordenanza Regional N° 0482008-CR/GRC-CUSCO, que tiene por objeto regular las actividades de acceso a los recursos genéticos y conocimientos, prácticas e innovaciones tradicionales asociados con la biodiversidad en la región de Cusco, con especial

énfasis en los territorios tradicionales de las comunidades campesinas y nativas. • Ley N° 29811, que Establece la Moratoria al Ingreso y Producción de Organismos Vivos Modificados (OVM) al territorio nacional por un periodo de diez años. • Resolución Suprema N° 0092005-AG, que instituye a nivel nacional la celebración del Día Nacional de la Papa el 30 de mayo de cada año. • Anulación de proceso de patente de papas nativas por parte del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA). La Asociación de Comunidades del Parque de la Papa y agricultores indígenas del sur del Perú expresaron su preocupación y protesta debido a que el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), una agencia gubernamental del Ministerio de Agricultura, intenta establecer derechos de propiedad intelectual (PI) sobre más de 50 cultivares de papas nativas que se cultivan en la zona andina del país, hecho que constituye una vulneración a su cultura, sus conocimientos tradicionales y su soberanía alimentaria. El INIA presentó sus solicitudes para establecer derechos de propiedad intelectual sobre papas nativas como obtenciones vegetales a principios de 2013, presentando 54 solicitudes diferentes en dos días, el 20 y 22 de febrero del mismo año. Ante esta situación agricultores indígenas del sur del país, se reunieron en la ciudad del Cusco para evaluar la acción del INIA, y decidieron oponerse formal y legalmente a las solicitudes del INIA. Finalmente, el INIA, envió una carta a la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa, haciéndole saber el retiro de sus solicitudes de patente sobre estos cultivares de papas nativas.


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Brasil

AGRONEGOCIO DESTRUCTIVO, DESPLAZA INDÍGENAS Y DEFORESTA* Luis Vicente Facco Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (Contag)

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n Brasil vivimos todo el tiempo la contradicción de una agricultura patronal, empresarial (desarrollada en mucho a partir del modelo insostenible de la revolución verde iniciado en los años 60’s y 70’s), que implica al agronegocio exportador de materias primas para multinacionales, versus la agricultura familiar campesina, donde está 87 ciento la población del campo y que es la responsable de alimentar al país. Lograr el reconocimiento de la agricultura familiar campesina, de su importancia en la sociedad brasileña, tomó muchos años de luchas, hasta que ocurrió durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva. Con ese reconocimiento, empezamos a construir e implementar políticas públicas diferenciadas que atienden la demanda específica de esta agricultura, que es la que abastece el 70 por ciento de la producción de alimento que consume el pueblo brasileño, que es el maíz, pero también la papa, el frijol, la lechuga… Gracias a políticas públicas puestas en marcha con Lula para potencializar la agricultura familiar, en los años recientes Brasil logró salir del mapa del hambre y cumplir con las Metas del Milenio de erradicar el hambre y la pobreza. Esta agricultura viene produciendo cada vez más alimento en el país. Muchos de los productos de la agricultura familiar no son commodities, pero su cultivo es una costumbre que sigue 70 por ciento de las municipalidades. Pueblos pequeños, ciudades pequeñas siguen con su costumbre, su tradición; es un consumo de alimentos que tiene que ver con la cultura y los saberes de las regiones. Pero el agronegocio sigue muy fuerte; personajes claves de las empresas agroindustriales están insertos en el gobierno. Este sector empresarial es muy poderoso y sigue produciendo los commodities para exportar a China, a los países árabes y a Estados Unidos. Exportan café, azúcar, soja (soya), tabaco, cacao, carne de pollo y de res. Muchas de estas commodities también se producen por la agricultura familiar, pero enfocadas a los mercados locales. Cuando hablamos del pollo que se va a los mercados internacionales, corresponde a producto de los pequeños productores integrados pero que están en un régimen de interdependencia, con esquemas de asociación, con las trasnacionales brasileñas exportadoras, y por eso ya no son productores, sino servidores de mano de obra en la producción

viven de la pesca artesanal. Los inversionistas se están adentrando en esas tierras. Primero vienen los madereros con el ejército, sacan a la gente, cortan y sacan la madera; luego vienen los terratenientes, sembrando pasto y poniendo ganado. Es un problema muy serio y que el gobierno todavía no ha logrado frenar. Además de que los gobiernos locales que están en el norte son todos de derecha y se alían con los terratenientes.

de los pollos. Cuando vemos la producción de ganado, 30 por ciento de la carne que se exporta viene de la agricultura familiar campesina. En cuanto a café, más de 50 por ciento de la producción proviene de las pequeñas fincas. Asimismo, 30 por cieno de la soja que se exporta proviene de la agricultura familiar. Entonces, esta agricultura, de cierta manera produce y también tiene un excedente que se exporta, pero en esencia la agricultura familiar produce alimento para la seguridad y soberanía alimentaria. Tenemos claro que no vamos a acabar con los grandes productores, con las grandes empresas que producen en el campo brasileño, pero queremos que respeten a los campesinos, a los productores familiares y que dejen de generar violencia, que dejen de explotar y desplazar a nuestra gente. Y creemos que el gobierno brasileño sigue fuerte con el propósito de impulsar y fortalecer la agricultura familiar poniendo plata, fortaleciendo las políticas públicas, ajustando, concertando, para que nuestros productores puedan seguir en el campo. Sobre todo queremos que se avance con la reforma agraria, porque tenemos cerca de 200 mil familias que carecen de tierra y que están cerca de las carreteras esperando a que el gobierno logre desapropiar tierras para asentar a estas familias, que esta familia pueda seguir trabajando, produciendo y prosperando en el campo. Tenemos muchos desafíos pero es verdad que mirando al pasado ya avanzamos mucho. Y tenemos aún mucho que hacer. ¿Cómo presiona el agronegocio a los campesinos? El agronegocio se

interesa por las tierras campesinas. Éstos no quieren vender, pero los presionan, los amenazan, los van cercando hasta que logran expulsarlos. La gente se va. Hay tierras que son áreas públicas, del Estado, donde han estado los campesinos desde hace 50, 70, 80 años; la tierra está dada en comodato para que estas familias sigan produciendo. Los inversionistas del gran agronegocio llegan con ejércitos de gente armada, matones y van amenazando, tocando en las casas de los campesinos, asesinando. Este año suman más de ocho líderes asesinados por los terratenientes, por los grandes productores. Eso ocurre por ejemplo en la región centro-

oeste de Brasil, en Mato Grosso, zona de los indígenas kayapós, que sufren amenazas constantes. Los terratenientes entran con ganado y soya y los van despojando de sus tierras. Al norte, la región de Amazonía, de Pará, Amapá, Rondonia… es como tierra sin ley donde mandan los grandes terratenientes que andan en busca de recursos forestales, pues cerca de 40 por ciento del área de Pará son tierras públicas, pero casi diez por ciento están en manos de productores pequeños, que están allí desde hace 50 o 60 años y que producen y viven de manera sostenible, sacando la floresta, la castaña, la raíz para hacer medicinas, aceites esenciales, etcétera, y en cierto periodo

En la época del segundo mandato de Lula, mucho extranjero llegó comprando tierras, unos diciendo que era para frenar el corte de árboles en la Amazonía. Son estadounidenses, europeos… hay una extranjerización de tierras muy grande en el noroeste y norte de Brasil, y lo mismo pasa en Argentina y sobre todo en Uruguay. Muchos usan prestanombres. Al final del gobierno de Lula logramos una modificación legal que redujo mucho esas compras de tierras por extranjeros, pero los que compraron siguen allí. Esto se atemperó también porque bajó el boom de la producción mundial de biodiesel y agrocombustibles. Es evidente que hay una disputa de clases en el país –y que se refleja con las manifestaciones públicas a favor y en contra de la presidenta Dilma Rousseff-; los campesinos están en el lado de apoyo a la presidenta y el agronegocio está entre aquellos que la rechazan. Para los campesinos es clave la prevalencia del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen Da Silva y Rousseff. *Este texto se redactó con base en una entrevista realizada a Luis Vicente Facco en el marco del Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América, 31 de agosto al 2 de septiembre, 2015.


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ENCUENTRO INTERNACIONAL ECONOMÍA CAMPESINA Y AGROECOLOGÍA EN AMÉRICA La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) celebró sus dos primeras décadas de vida con la realización del encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América: Movimientos Sociales, Diálogo

de Saberes y Política Pública, del 31 de agosto al 2 de septiembre. El evento contó con la participación de representantes de 15 países y de más de una decena de estados de la República (representantes campesinos, ecólogos, académicos, científicos, intelectuales, políti-

cos y más) quienes participaron en un debate amplio que puso en alto las bondades de la producción de alimentos en manos de campesinos y campesinas. Este número de La Jornada del Campo está dedicado a rescatar las participaciones en el Encuentro.

Más información sobre el Encuentro, audios y ponencias presentadas, pueden encontrarse en: http://www.anec.org.mx/ encuentro-internacional FOTO: Manuel Antonio Espinosa Sánchez y Enrique Pérez S. / ANEC


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grupo de trabajo

DIÁLOGO DE SABERES Y ALTERNATIVAS TECNOLÓGICAS

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n el actual modelo de producción de alimentos en México existe un divorcio entre los saberes y conocimientos campesinos y la técnica científica para la producción de alimentos; el primero transmitido de generación en generación, de padres a hijos, fruto de la observación y experimentación de los campesinos por décadas en miles de predios, cada uno con características y manejo diferente; el segundo, resultado de largos procesos de experimentación en predios con las condiciones “óptimas” para el desarrollo de los cultivos, haciendo uso del método científico y de laboratorios e insumos de última generación. Uno al otro se miran con desdén, consideran que la opinión y propuestas de la otra visión no tiene fundamento práctico o técnico para realizarse; sin embargo, los resultados y la práctica muestran que la suma de ambos garantiza resultados en producción y calidad de los alimentos producidos. Con el objetivo de mostrar que es posible y necesaria la complementación de ambas visiones, se desarrolló la mesa de trabajo en la que participaron productores, técnicos,

FOTO: Secretaria de Agricultura e Abastecimento

José Atahualpa Estrada Aguilar y Rafael Calderón Arozqueta miembros de organizaciones no gubernamentales e investigadores y catedráticos de instituciones de Cuba, Nicaragua, México y Estados Unidos; todos con experiencias y propuestas de alternativas tecnológicas que muestran claramente que es posible la producción de alimentos suficientes, sanos, a precios accesibles para la población y rentables para los productores. Inicialmente, entre los participantes existían distintas opiniones sobre el tipo de agricultura que practican o que proponen: la llaman orgánica, sustentable, permacultura, agroecología o campesina de conocimientos integrados. Sin embargo, todas coinciden en que el modelo de producción de alimentos con el enfoque y métodos de la revolución verde están agotados, y es perfectamente factible implementar a varias escalas un nuevo modelo basado en el equilibrio, el aprovechamiento racional de los recursos naturales, sin transgénicos, de cadenas cortas de insumos y mercados que reducen las emisiones de contaminantes y es resiliente ante los cambios del clima. Dada a coincidencia en los objetivos y propuestas, decidimos dejar de lado

los debates sobre las concepciones del tipo de agricultura que practicamos o proponemos y aceptar que todas son válidas, considerando las diferencias del entorno en que se desarrollan y los medios y recursos disponibles para ello. Los participantes expusieron distintas herramientas y estrategias probadas para el diálogo de saberes tales como las Escuelas Campesina y técnicas de intercambio de productor a productor, entre otras. Las alternativas tecnológicas probadas son muchas y variadas, desde la producción de insumos (semillas, microorganismos, biofertilizantes, mejoradores de suelos, bioinsecticidas, promotores de

crecimiento, etcétera), manejo de cultivos, uso de energías renovables, captación, retención y uso de agua de lluvia, entre otras. Las distintas experiencias expuestas por los participantes apuntan a las virtudes del modelo de redes en contra de una concepción jerárquica o vertical de los intercambios entre académicos y agricultores. Además, el horizonte de acción debe incorporar jóvenes, promotores campesinos, técnicos de las organizaciones, docentes y estudiantes agropecuarios. Para que esta estrategia sea completa, debe implicar el acceso a mercados e involucrar a los consumidores.

El mecanismo que vincula a los productores y los científicos para promover el diálogo de saberes y que ha demostrado ser la vía para el escalamiento ó masificación de las alternativas tecnológicas propuestas en la mesa, es la organización de los productores; estos grupos de productores o asociaciones legalmente constituidas pueden estar organizados en redes regionales o estatales de intercambio y un acervo técnico de información agroecológica. Es urgente repensar la relación entre las universidades y los productores, mediante la sistematización de sus vínculos y responsabilidades recíprocas. Las experiencias vertidas en la mesa indican que los académicos pueden desempeñar un papel importante para facilitar procesos de intercambio horizontal, de campesino a campesino, cuyas modalidades variarán en función de los contextos. Para ello será necesario que el gobierno federal asigne un presupuesto específico desde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para investigaciones científicas que sean de interés y uso inmediato por los productores y sus organizaciones.

grupo de trabajo

ORGANIZACIONES CAMPESINAS, MOVIMIENTOS SOCIALES Y POLÍTICAS PÚBLICAS

Rosario Cobo Istituto Maya, AC

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n la mesa de reflexión sobre organizaciones campesinas, movimientos sociales y políticas públicas, diversas voces identificaron oportunidades y desafíos de la producción campesina y de pueblos originarios, tejiendo propuestas de estrategias y de posibles alianzas para impulsar un movimiento agroecológico incluyente y justo, así como pistas de acción y fechas y momentos claves para movilizarse. Las experiencias abarcaron gran parte del continente. Participaron representantes de la Confederación Nacional de Trabajadores de Agricultura (Contag) de Brasil; Dignidad Agropecuaria Colombiana, de los países andinos; la Campaña “Venezuela libre de transgénicos”, Why Hunger y Action Aid de Estados Unidos, y la Red Quebequense sobre Integración Continental de Canadá, quienes enlazaron sus experiencias con organizaciones campesinas, estudiosos, activistas, universitarios y ONGs de México.

Una preocupación de los más de 60 participantes fue la urgencia de recuperar el protagonismo de las organizaciones campesinas en una nueva propuesta alternativa al modelo agroindustrial anticampesino que ha llegado a su límite, llevando a todos los habitantes del planeta a una catástrofe sin retorno. “Sin alimentos no hay vida… y sin campesinos no hay alimentos”, se dijo. Luis Facco compartió la experiencia de la Contag, de Brasil, que con más de 50 años de vida, sigue como principio trabajar desde la comunidad, en los municipios y a nivel nacional. “Es desde la organización donde surgen los temas claves para plantear políticas públicas que permitan vivir dignamente en el campo… La lucha por construir políticas públicas dignas es permanente –remarcó- y no siempre se gana. En Brasil hemos perdido muchas iniciativas, y no nos damos por vencidos… lo importante es que desde los núcleos organizados, aun los más pequeños, se apropien de las propuestas de política pública, por-

que sólo así, desde su comunidad, desde su región o municipio, los campesinos pueden incidir, exigir a los representantes del gobierno que se hagan realidad leyes y políticas a favor de los trabajadores del campo”. Las organizaciones son la única manera de sobrevivir en un campo desolado y olvidado por los distintos gobiernos. Así lo relató Margarita, de la Red México Profundo de la Montaña de Guerrero: en nuestra región, una de las más marginada, pobre y arrasada por la violencia, sólo podemos avanzar unidos. “Rescatamos de nuestros ancestros enfrentar el individualismo… sin la organización no podríamos vivir en nuestras tierras”. Otro tema fue la urgencia de vincular diferentes movimientos. “En México, como nunca, hay una gran cantidad de movimientos locales contra megaproyectos extractivistas, en defensa del territorio y la cultura, frente a la violencia –expuso un compañero de la Sierra Nororiental de Puebla-. Sí, hay que trabajar desde abajo,

pero también fomentar alianzas nacionales contra las políticas anticampesinas y agrocidas de los gobiernos y contra la dictadura del mercado que imponen las trasnacionales. En México, pese a los numerosos movimientos locales, el movimiento campesino a nivel nacional aparece desarticulado, no sólo falta unidad en las propuestas de políticas dirigidas al campo, sino también en las políticas agroalimentaria que incluyen tanto a los rurales como a los urbanos”. En este tenor, en el intercambio de experiencias nacionales e internacionales, se identificaron algunos obstáculos que enfrentan las organizaciones, y se esbozaron horizontes estratégicos para construir un movimiento continental. Estas fueron las propuestas: • Imaginar e impulsar nuevas formas organizativas aprovechando la experiencia y trayectoria de redes de distintos sectores de la sociedad civil.

• Generar asambleas regionales y nacionales rumbo a una acción continental. • Fomentar y desarrollar una red nacional y continental de agroecología para realizar acciones continentales simultáneas contra agronegocios, transgénicos y agrotóxicos. • Mantenerse en movilización permanente. • Fomentar y multiplicar los proyectos de educación alternativa en nuestras organizaciones, que fortalezcan la solidaridad frente a la deshumanización del mercado. • Enfrentar la transmisión de mensajes mediáticos anticampesinos con medios alternativos. • Convocar a la juventud y fomentar políticas incluyentes para las nuevas generaciones. • Proponer políticas públicas claras para que tengan eco y apoyo en el resto de la sociedad.


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grupo de trabajo

AGROBIODIVERSIDAD Y CAMBIO CLIMÁTICO

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a asistencia y los resultados de la mesa sobre el tema que titula este artículo, fueron reflejo de la policroma presencia que tuvo el Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América, en el que se dieron cita mujeres y hombres de todos los países de América y de los diversos sectores involucrados en el tema. Esta mesa, una de las cinco realizadas, sesionó un día completo y contó con la participación de cerca de 50 Indígenas, campesinos, técnicos, científicos; provenientes de Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, Venezuela, Perú, Estados Unidos y diez estados de México. Desarrollamos un programa para propiciar un diálogo. Cecilio Mota Cruz introdujo algunos conceptos sobre la agrobiodiversidad. Por la tarde, Rafael Ortega Pazkca platicó en torno al marco

legal y sobre el mejoramiento participativo. Estas charlas detonaron el diálogo de los participantes, acotado a intervenciones de cinco minutos en la mañana y tres por la tarde. A lo largo del día se debatieron conceptos, se presentaron experiencias, se hicieron planteamientos y propuestas. Resumimos ahora; la relatoria completa puede consultarse en la liga http://www.anec.org.mx/ encuentro-internacional Redefinimos la agrobiodiversidad desde una perspectiva biocultural, como el conjunto de interacciones entre genes, especies, variedades y organismos en un sistema complejo que va más allá de los sistemas de producción en la parcela; que abarca un mosaico de agroecosistemas dentro de los territorios comunitarios, con montes, barrancas, acahuales o barbechos, áreas de pastoreo, bosques y los manantiales, ríos, lagunas... Considera las implicaciones sociales dentro de un territorio en el que se

construyen y reproducen la identidad cultural, las cosmovisones y los modos de vida campesinos. Incluye el conocimiento y el manejo integral del territorio desde lo comunitario, bajo la perspectiva de relaciones de respeto entre los humanos y la naturaleza; revalorizando la diversidad de “lo vivo” y su utilización y regeneración en un contexto donde la diversidad biológica y cultural son garantía de adaptación ante el cambio climático. Contiene también la gestión comunitaria de los recursos naturales bajo normas comunitarias y acuerdos consensados en asambleas para conservar los recursos. Reconocemos en primer lugar que la agrobiodiversidad es patrimonio biocultural de los pueblos campesinos e indígenas y que son los productores en superficies pequeñas: indígenas y campesinos quienes la han mantenido y la reproducen, incorporando sus prácticas agrícolas, los

FOTO: Oxfam International

Adelita San Vicente Tello Directora Semillas de Vida AC adelita@semillasdevida.org.mx

conocimientos acumulados y las relaciones comunitarias, su identidad, su gastronomía, la memoria colectiva de los ancestros, los usos, las costumbres, los valores y las normas para la organización social de los reservorios vivos que se transmiten de generación a generación. Descartamos que la agrobiodiversidad se considere una “externalidad”, un simple recurso aislado susceptible de apropiación o genes capaces de manipularse.

Avanzamos con la claridad de que la agrobiodiversidad es fundamental para la mitigación y adaptación al cambio climático, que genera la resiliencia necesaria para soportar condiciones adversas y que nos permitirá hacer frente a los riesgos globales. Por ello, al considerarla como recurso fitogenético, se busca su mercantilización en un modelo agroindustrial.

preguntó una promotora de la Redpar. La agroecología está ligada a la alimentación, al traspatio, la cocina y la mesa. Por eso “decir agroecología es hablar de mujeres”, terció una veracruzana. “La agroecología en nuestros pueblos -añadió una maestra de la UAM-X- tiene rostro de mujer, está profundamente ligada a la producción y preparación de alimentos, enraizada en una racionalidad femenina del bienestar.”

Pero mientras sea invisible, estos procesos agroecológicos seguirán teniendo un fuerte componente de desigualdad. Ya no puede hablarse de agroecología si esto no se reconoce, remataron otras. De ahí que ésta “debiera verse como una disciplina de reflexión, respeto y diálogo de saberes de hombres y mujeres”. Los proyectos agroecológicos femeninos compartidos aquí, son oportunidades para reflexionar sobre la situación

Coincidimos en la necesidad de discutir más profundamente si se deben o no crear registros o

grupo de trabajo

MUJERES Y JÓVENES RURALES

Lorena Paz Paredes Instituto Maya, AC

Se compartieron experiencias de colectivos femeninos sobre

producción de alimentos sanos, mercados y tianguis alternativos, capacitación e intercambios de semillas, productos, ferias gastronómicas y saberes, y sobre la formación y capacitación de niñas, niños y jóvenes en valores como la inclusión, la igualdad, la no violencia y el respeto: una tarea permanente y central, se dijo, para el cambio de mentalidades hacia la equidad. “Es urgente la concientización personal, familiar y de organizaciones sobre el valor del trabajo femenino –se acordó- y la importancia de un reparto equitativo de las tareas y responsabilidad que hacen posible la reproducción social”. También se condenó la exclusión de las y los jóvenes, la desesperanza que deriva en éxodo forzoso, la siembra de biocombustibles y la violencia.

Cuba ellas sí se escuchan, desde la que habla en la Asamblea Nacional hasta la ama de casa”. Y es que el gobierno y la propia ANAP las apoyan, lo que no sucede en países como el nuestro y otros de América Latina, donde organizarse y ser valoradas significa remar a contracorriente de gobiernos, organizaciones y familia.

Sorprendió la experiencia cubana sobre la inclusión de mujeres en organizaciones mixtas, que compartió Betsi Arroyo de la ANAP, pues en el año 2000 se contaban sólo 40 mujeres y 14 años después ya son miles. “No ha sido fácil, hay mucho machismo y no se reconoce el valor del trabajo doméstico ni se ve como productivo el de la huerta que hacemos, pero logramos igualdad de derechos en el empleo y hoy las mujeres ocupan casi la mitad de los cargos directivos. En

Las mujeres rurales están en desventaja: pocas son titulares agrarias, en la casa apenas son dueñas de la cazuela y la cuchara, y viven mucha violencia en soledad; y así tampoco pueden tener amor por lo que hacen. De ahí que la tarea de acompañamiento y divulgación de sus experiencias y luchas, dijeron, es ardua y supone abrir caminos hacia la autoestima.

Por esta razón una propuesta y exigencia fue impulsar la “equidad de género en familias, organizaciones, sociedad e instituciones, y exigir políticas públicas y programas en todos los países, que reconozcan el importante papel de las mujeres rurales como productoras y conservadoras de la biodiversidad natural y cultural, y que apoyen sus iniciativas”.

“¿Qué lugar ocupamos las mujeres en la agroecología?”, se

FOTO: T. Murphy

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as voces de las mujeres no se escuchan y deben oirse aquí. En el futuro tenemos que ser por lo menos la mitad en eventos como éste”, dijeron enfáticas en la mesa de género y jóvenes, donde participaron 17 mujeres de Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Jalisco, Chiapas, Guerrero; también de Cuba; del parque nacional de la papa de Cusco, Perú, y de San Francisco, y cuatro varones, entre los que estaba un joven tzeltal y un migrante originario de Michoacán que vive en Estados Unidos. Eran integrantes de la Red Binacional de Mujeres Artesanas Niv Matat, de la Unión Campesina Totikes, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) de Cuba, de la Red de Promotoras y Asesoras Rurales (Redpar) y Comaletzin, de diversos colectivos femeninos y de jóvenes, y también de organismos como la New Field Foundation, Global Food for Women, Instituto de Políticas Agrícolas y de Comercio (IATP) de Minneapolis y de las universidades Autónoma Chapingo (UACh) y Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X) y el Instituto Maya.


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Algunas propuestas vertidas son: • Juntar ciencia y conocimiento campesino desde un diálogo transversal y horizontal que permita el rescate y la construcción de saberes entre todos los actores. Con un aprendizaje mutuo, que resignifique la riqueza social y biológica de los agroecosistemas pero también que rescate las semillasemociones de los pueblos. • Trabajar con matrices agroecológicas para conservar la diversidad y con lo que convive.

de desventaja -se dijo- y también de crecimiento y transformación de las mujeres y sus entornos naturales y sociales. En cuanto al Estado, promotor histórico de políticas y prácticas discriminadoras y sexistas, todo debe cambiar. De ahí que “la política social no debiera considerarse un asunto de mujeres, mientras que la de fomento productivo, crédito y mercados, un asunto de varones”, como ha sido hasta hoy en México y en varias naciones del mundo. ¿Y las y los jóvenes? Rubén, chavo tzotzil, de familia campesina y estudiante de la Universidad Intercultural de Chiapas, saludó diciendo ‘ojalá florezcan sus corazones’. Aprendió la milpa observando a su padre que aconsejaba callar, ver y esperar el tiempo de las primeras lluvias. Y el español lo entendió ya mayor cuando salió de su comunidad: “Me preocupa –nos dijo- que el conocimiento tradicional se pierda cuando los jóvenes nos vamos… porque ¿quién va a trabajar el campo mañana?. Pero la agricultura ya no da. Algunos chavos se van a la vida ligera de la ciudad, otros y otras salen a estudiar, tienen su derecho”. Lástima del actual modelo educativo, dijo, porque “siendo un país multicultural, en la escuela nos enseñan una sola lengua, no se valora ni el idioma ni la cosmovisión indígena, ni la milpa

• Las familias campesinas son las guardianas de la agrobiodiversidad.

grupo de trabajo

• Rescatar las semillas.

Xaviera Cabada Maestría en Ciencias de la Nutrición, miembro del equipo coordinador de IBFAN México. Participa en campañas

• Caracterizar las semillas de maíz y frijol para ver las más resistentes a sequía. • Rescatar plantas nativas comestibles y medicinales. • Revalorizar los recursos del solar. • Cambiar el modelo que degrada el suelo, regenerarlo. • Rescatar la comida tradicional. • Pronunciarse frente a las próximas reuniones internacionales. • Construir un marco legal sobre la agrobiodiversidad o replantear el existente. • Declaración de emergencia para proteger al maíz y la milpa. *Este resumen se basó en la relatoría elaborada por Renzo D´Alessandro, coordinador de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad en Chiapas, www.uccs.mx

que es un sistema de alimentación tan completo”. “¿Debemos quedarnos en la tradición –se preguntaba Rubén– y rechazar otros conocimientos, las innovaciones? No, pero queremos una educación que fomente el bienestar de los pueblos y no que discrimine“. Él, igual que otras y otros jóvenes aspira a ser valorado y respetado en la familia, en la escuela, por el Estado, y a una vida digna hoy y en el futuro. Por eso se formuló así la exigencia final: “Oportunidades para las y los jóvenes rurales… una reforma educativa que reconozca la pluralidad y los saberes de las comunidades… y de programas que provean empleos, proyectos y acciones que arraigen a la juventud en el campo...” Finalmente se habló de la violencia social y de género, que afecta más a las mujeres. Desde la que viven en África y Asia en entornos de guerra y desplazamientos forzados, hasta la que se padece en México acrecentada en la última década. Por ello en la declaración final se exigió: “el fin de la violencia que empezó con la guerra contra el narco, que ha provocado muerte, éxodo de los jóvenes y abandono de la agricultura en comunidades rurales e indígenas.” Y el evento cerró con una sola voz: ¡Nos faltan 43!

NUTRICIÓN Y SOBERANÍA ALIMENTARIA

de salud alimentaria de El Poder del Consumidor, asociación miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria. Fue representante de los movimientos sociales de México formando parte del equipo relator para la Segunda Conferencia Internacional de Nutrición (ICN2) en Roma

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a nutrición y soberanía alimentaria de la nación se encuentran severamente afectadas por el modelo agroindustrial promovido por décadas en México y en el mundo. Éste ha despojado poco a poco a l@s agricultor@s del país de pequeña y mediana escala, quienes al final del día sostienen la alimentación de toda la población y junto con la alimentación… la vida. También l@s consumidor@s han sido despojados de su derecho a tener una alimentación digna, adecuada y de calidad, siendo sistemáticamente engañados por medio de etiquetados y publicidad que inducen al consumo de productos inadecuados, adictivos y que dañan a la salud lentamente. En la actualidad se viven desmesurados abusos, especialmente en el campo; desde el momento en que la población no logra asumirse en plenitud como sujeta de derecho, por un lado debido a las arbitrariedades del sistema que favorece el interés de las grandes empresas por encima del público, y por el otro, a las transgresiones continuas de los organismos oficiales que bloquean las diferentes formas que garantizan los derechos humanos. Este sistema se ha logrado por la vía de políticas públicas corruptas, privatizadoras, aprobación de regulaciones desleales y engaños mediante la seducción con publicidad que mezcla mentiras con verdades. Ello induce a la población a desvalorizar sus alimentos, sus saberes (desde la lactancia materna hasta las formas de cocinar), a desvalorizar la riqueza que se vive en el país, su cultura culinaria, las costumbres ancestrales (desde las formas de cultivo hasta el consumo), así como la salud alimentaria en toda su complejidad. Cada vez más se le carga con mayores responsabilidades y problemáticas al campesinado, y son las mujeres las que asumen la mayor parte. Poco a poco los saberes se van perdiendo con las generaciones, los ancianos no logran tener suficiente tiempo para compartirlo a los jóvenes, que desde edades tempranas migran para buscar mejores caminos. El sistema agroindustrial ha sabido tomar ventaja de este panorama devastador para la gente, generado por sí mismo para sí mismo. Publicidad y etiquetados engañosos; desincentivo y falta de respeto a la lactancia materna; falta de campañas que alerten a la población

FOTO: UNAM-DGCS

catálogos de agrobiodiversidad, que poco o nada sirven a los hombres y las mujeres del campo, y que abren la puerta a la privatización de los recursos genéticos en manos de las corporaciones. También si debe haber pagos o compensaciones por la reproducción y conservación de la agrobiodiversidad. Se habló de pago de servicios ambientales. Es necesario tener una postura para no caer en la trampa y poner los recursos fitogenéticos a disposición de las empresas que buscan los “genes inteligentes”. Discutir estos asuntos que generan contradicciones y divisiones en la sociedad.

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de los problemas de salud que se viven, así como sus soluciones; inducción de siembra de transgénicos, junto con el uso desmesurado de agroquímicos; acaparamiento de tierras y cuerpos acuíferos, bosques, tierras indígenas, zonas naturales protegidas; políticas de importaciones desleales que afectan al propio país; alianzas públicoprivadas que favorecen al sector privado y afectan arduamente a la población, y tratados comerciales generados para afectar y sacar del mercado a las y los campesinos. Acciones que dañan severamente a la biodiversidad de nuestro país. Por eso decimos ¡BASTA! Para cualquier transición en nutrición seria e implementación de un régimen alimentario ecológicamente profundo y socialmente justo, se necesita poner fin a la privatización. Exigimos a los gobiernos establecer e implementar políticas que pongan a las comunidades pesqueras y a los pastores en el corazón de la gobernanza y el cuidado de los océanos, lagos, ríos, recursos acuáticos y ecosistemas marinos. También demandamos frenar la falta de respeto a la tenencia de la tierra y de los recursos naturales, y a la privatización o perversión de sus formas de gobernanza, que han contribuido a la malnutrición y daño ambiental y que tienen consecuencias irreversibles en los sistemas de producción. En las comunidades hay falta de acceso a alimentos saludables y frescos; predominan los productos procesados provenientes de las trasnacionales y otras corporaciones, que alimentan la epidemia de obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. Es necesaria la prohibición de publicidad engañosa, la protección y el fomento a la lactancia materna, etiquetados que realmente orienten al consumidor y le protejan de los engaños de las grandes industrias. Esas medidas y la labor de l@s pequeñ@s productor@s impulsarán a las

comunidades a ser más activas y participativas para la transformación de los sistemas alimentarios cuando necesario, y contribuirán a la soberanía alimentaria. Los pequeños productores y campesinos, incluyendo a las familias, pueblos indígenas, pequeños pescadores y comunidades pesqueras y pastores deben ser el componente medular para cualquier estrategia para combatir la malnutrición en todas sus formas. Ellos, y un modelo agroecológico focalizado en los mercados locales, permitirán afrontar los retos socioeconómicos y ambientales y el logro de una nutrición sustentable en las pequeñas comunidades. Para lograr esto, se requiere de manera imperativa la protección de semillas nativas y campesinas, así como de los centros de origen frente al riesgo de invasión y contaminación de semillas genéticamente modificadas, que afectan la biodiversidad de los ecosistemas y a toda la humanidad, los no nacidos y las generaciones futuras. Es necesario que se establezcan mecanismos formales para que l@s consumidores tengan fácil acceso a alimentos frescos, nutritivos provenientes de pequeñ@s productor@s, y así acotar la brecha entre el consumidor final y el productor. Los gobiernos de todos los niveles deben implementar una política de compras gubernamentales proveniente de pequeños productores locales para asegurar el posicionamiento de los productos de pequeños productores y abastecer las necesidades alimentarias nacionales con los productos locales, y así contribuir a la economía nacional. *Fragmentos tomados de la declaración de los movimientos sociales emitida durante el foro de la Sociedad Civil para la Segunda Conferencia Internacional de Nutrición (IC2), realizada en Roma, noviembre 2014 por la OMS/FAO, y de la relatoría de la mesa de Nutrición y Soberanía Alimentaria para el Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América, en el 20 Aniversario de la ANEC.


ENCUENTRO INTERNACIONAL

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José Eduardo Calzada Rovirosa

Ivanna Fertzinger

Titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)

Asesora de Programa / Desarrollo Económico. Oficina para México y Centroamérica. Fundación Ford

ste es el primer encuentro público que tengo como titular de Secretaría de Agricultura con líderes sociales y con expertos en la materia del campo mexicano.

s un honor estar aquí para celebrar a las y los campesinos por su tremendo valor y unir mentes y esfuerzos para encaminar soluciones a las grandes problemáticas que enfrentan y enfrentamos todos, debido a la situación que vive el campo en toda la región. En la Fundación Ford nos ocupa y nos preocupa el tema de la desigualdad en esta región y en todo el mundo.

también hablo de la desigualdad política, la exclusión sistemática de ciertas poblaciones, históricamente excluidas de la vida política, de la representación de la población en general.

Cuando hablo de la desigualdad, me refiero a la económica que implica una concentración de riqueza en las manos de unos cuantos. En México Oxfam sacó un informe donde se ve que cuatro millonarios representan el nueve por ciento del PIB en este país; mientras tanto 55.3 millones de personas viven en condiciones de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). A eso me refiero con la desigualdad económica.

realidad que nos preocupa, pero más que eso nos ocupa. Hay que hacer algo al respecto. Y aplaudo a ANEC por esta iniciativa de unir esfuerzos, perspectivas, afiliaciones organizativas, afiliaciones políticas, representantes de diversos países de la región y un grupo diverso que también abarca a representantes de gobierno, sociedad civil, instituciones académicas y de investigación, científicos, y sobre todo a las y los campesinos, que representan y proveen la riqueza alimentaria, cultural y de desarrollo económico del país.

SALDAR DEUDAS CON LA GENTE DEL CAMPO

E

Me da gusto escuchar las expresiones y aseveraciones sobre el nuevo rumbo que debe tomar el compromiso gubernamental y de las fuerzas sociales y económicas de nuestro país, precisamente para tener una mejor viabilidad del campo mexicano y así dejar atrás muchas circunstancias, deudas históricas que tenemos con nuestra gente. Los felicito por el 20 aniversario de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), una asociación que se esfuerza por la lucha, la viabilidad y la sustentabilidad del campo mexicano y de nuestra gente. El gobierno federal, por medio de mi persona, tiene un compromiso con nuestro campo y con

COMBATIR LAS DESIGUALDADES

E

nuestra gente. México es uno de los 12 productores agropecuarios del mundo líderes, un país que ha incrementado de manera notable su producción. Tenemos una balanza superavitaria y esa es una noticia muy importante para el sector agroalimentario de nuestro país. El sector ha venido creciendo de forma destacada en los años recientes- En el primer semestre de este año tuvimos un incremento de 4.5 por ciento de nuestro sector primario respecto del año pasado y eso es una buena noticia, estamos creciendo inclusive por encima de lo que crece la media nacional en el contexto general de nuestra economía.

ponía Víctor (Suárez, director ejecutivo de ANEC), que nos podamos reunir cuando sea necesario, para que juntos podamos establecer, determinar e impulsar políticas públicas para hacer más productivo y competitivo a nuestro campo mexicano.

Sin embargo, el reto es la inclusión. Es democratizar al campo mexicano y esa es la instrucción que tengo del presidente. Así como la Cruzada Nacional Contra el Hambre, Cruzada por la Productividad del Campo Mexicano. Para ello, les quiero pedir de manera atenta y respetuosa que podamos tener un diálogo abierto y franco, como lo pro-

El 77 por ciento de los predios productivos de nuestro país tienen cinco hectáreas o menos. Allí hay una cantidad importantísima de recursos y de talento para hacer más competitivo al campo y hacer que nuestras familias tengan una mejor forma de vivir, digna, competitiva, con oportunidades de desarrollo para ellos y para nuestra nación. Por eso quisimos acompañarlos, para darles un mensaje breve pero sustantivo respecto del compromiso del gobierno de la República para mejorar las políticas públicas, que al final del camino redunden en resultados en el aspecto fundamental de una nación, que nuestra gente viva mejor. Por parte del presidente y con sus instrucciones, les digo que en mí tendrán siempre a un aliado para trabajar juntos por el campo de México y por nuestra gente.

Cuando hablo de desigualdad, también me refiero a desigualdad social. La marginación histórica de grupos excluidos, en particular poblaciones indígenas, y en especial dentro de éstas las mujeres y las niñas. Y

Rafael Gamboa González

ANEC, CLAVE PARA FORTALECER LAS CAPACIDADES TÉCNICAS Y COMERCIALES DE LOS CAMPESINOS Director general de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), Banco de México

M

e enorgullece participar en esta celebración de 20 años de ANEC, una organización que se ha constituido en fuente de apoyo fundamental a favor del desarrollo comercial de los productores mexicanos. Sin duda una organización con clara vocación productiva y social que ofrece servicios de capacitación, asistencia técnica y asesoría en la búsqueda de mejores soluciones para la comercialización

de cosechas de los campesinos, visión que compartimos en Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA). A lo largo de dos décadas, ANEC ha contribuido a favorecer escalas de operación de pequeños productores para abatir costos, mejorar eficiencia, asegurar calidad y lograr mayor competitividad. FIRA ha trabajado en estrecha colaboración con ANEC desarrollando acciones conjuntas para

que organizaciones y productores fortalezcan sus capacidades técnicas y productivas. Hemos desarrollado estrategias con ANEC para mejorar el acceso al financiamiento y la vinculación al mercado de los campesinos. Durante 2004-2011 se otorgó financiamiento por tres mil 552 millones de pesos en infraestructura y capital de trabajo para el desplazamiento ordenado de 50 mil toneladas de grano anualmente.

Reitero que ANEC es un gran aliado para FIRA, para impulsar la productividad y competitividad de los productores y el desarrollo rural del país. Hoy FIRA les refrenda que con innovación constante y el respaldo del gobierno federal y del Banco de México lograremos utilizar el poder transformador del crédito para elevar el bienestar y la productividad en medio rural y en el sector agroalimentario de México. Felicidades por estos primeros 20 años.

Todas esas expresiones de desigualdad que menciono, y hay muchas más, se ven reflejadas en las vidas diarias de las y los campesinos. Sin duda es una

Felicito a ANEC por sus 20 años de trabajar con y para los campesinos. Los aplaudo a ustedes por estar aquí y asumir la responsabilidad y el compromiso de formar parte de la solución.


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CONVENIO UACh-ANEC

En lo personal, miembros de la ANEC, yo puedo ofrecer trabajar con ustedes con amaranto. Podemos platicar lo que significa este cultivo y sobre el gran potencial agroempresarial que tiene. Yo traigo variedades de amaranto de 1993 y jamás pude impulsarlo en

El convenio de la ANEC lo firmo como rector de la UACh. Ojalá los estudiantes lo aprovechen y que en poco tiempo veamos a la agricultura familiar con otros ojos porque esto no es nada anacrónico. Va a ser la base y la salvación de la raza humana.

FOTO: Enrique Pérez S. / ANEC

modificar absolutamente nada en términos de que quiera seguir con el enfoque de la revolución verd, pero los que creemos que hay riesgos, tenemos la responsabilidad de señalar que las cosas no están saliendo muy bien.

mi región. Sin embargo, la sequía de 2010 o 2011 generó un vacío en el campo mexicano porque no había semilla para sembrar. La sequía nos afectó en buena parte del país y el gobierno dijo “no se preocupen, tienen gobierno”, y les ofrecieron dos mil pesos a los productores para que pudieran buscar su semilla e iniciaran su ciclo. Resulta que nadie tenía semillas, todos intercambiarían nada más dinero, billetes viejos por billetes más nuevecitos o modernos, pero nadie tenía semilla. Yo tuve por fortuna semilla. Tenía semillas guardadas de hasta de 11 años, y sorpresa, una semilla de amaranto de hasta 11 años tiene hasta 50 por ciento de germinación, y con eso logramos arrancar, empezaron a ver las ventajas y el año pasado tuvimos tres mil hectáreas. Pero sigo pendiente con ellos, no se están comiendo el amaranto, yo lo llevé a mi región para atacar el raquitismo y la anemia de los niños y la gente no se lo come. Esa parte es una incapacidad mía, lo reconozco, pero el mercado sí hizo su aporte, porque el precio se fue de 11 en que yo vendía a 18 [pesos el kilo] y entonces todo mundo quiso sembrar amaranto y ahora entonces lo siembran y lo venden, pero no me escuchan que lo tienen que comer.

H

ace cuatro años en algún evento me reclamaban por qué hablaba yo de campesinos. Decían que hablar de campesinos en ese momento era algo anacrónico. De alguna manera había que estar hablando de agronegocios, porque a la agricultura tenía uno que verla como un negocio. A raíz de eso modifiqué mucho mis cursos, traté que los jóvenes entendieran a profundidad lo que es la agricultura y tuve que llegar a la conclusión de que ésta no es más que la fuerza de nuestra energía como seres humanos. ¿A qué me refiero? Hablamos de un problema de alimentación. Habrá algunos que piensen que yo no he cambiado de discurso. Veo la agricultura no sólo como la fuente de alimento, sino principalmente como la fuente de vida porque no sólo nos da la energía, también nos provee de oxígeno para que podamos respirar. El gobierno no está escuchando que es necesario pugnar por la agricultura familiar, porque nos permitiría asegurar la alimentación de los seres humanos y, dada la diversidad vegetal asociada con este tipo de producción, también nos permitiría enfrentar los problemas del cambio climático. Si no modificamos algunas cosas de la forma como estamos llevando la agricultura en este país y a escala mundial, creo que vamos a llegar a condiciones que jamás podremos revertir. ¿A qué me refiero? Lo primero que hay que identificar es que no es lo mismo comer que alimentarse. Para comer, podemos

llevar cualquier cosa a la boca. En alguna ocasión, en el Congreso de la Unión, también me regañaron los diputados. Les dije: “cuando ustedes vean que no hay una posibilidad de vida, los únicos que podrán vivir serán justamente ustedes si es que desde ahora comienzan a comerse un pedacito de dólar diario para que su organismo vaya evolucionando hacia la digestión del mismo”. Me regañaron, pero tuve que explicarles que no somos más que un producto de esta ley, de la ley de conservación de la masa y energía. Cuando comemos, lo único que estamos haciendo es llevar energía al organismo humano para que éste la logre extraer de los alimentos y nos permita pensar, caminar, saludar, convivir y hasta abrazar a los amigos. Todo eso no es más que energía, y si en este momento no modificamos la producción de alimentos tal como va, vamos a seguir teniendo problemas de salud pública en el país y en todo el mundo. Allá en el campo lamentablemente mucha gente ve una gaseosa como fuente de alimento. Yo digo que una Coca Cola teniendo el estómago a plena satisfacción a lo mejor no está mal, pero ¿tener la Coca Cola como una fuente de energía para el organismo?, ustedes saben perfectamente los daños que cosas así nos están causando, y todo esto ¿por qué?, porque no le hemos dado la importancia debida a lo que comemos, de tal forma que si realmente queremos impulsar la agricultura familiar, esto será un aporte sustantivo de quienes lo hagamos, a que realmente la raza humana permanezca en este planeta sin alteraciones.

Hemos tenido relación de mucho tiempo con la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) desde el punto de vista profesional, y entonces amarramos la idea de un convenio que hoy firmaremos, y que abre la posibilidad de que algunos jóvenes en etapa estudiantil puedan asomarse al campo de su desempeño profesional y vayan abriendo la mente en otro tipo de cosas y no sólo con la educación que promovemos adentro de la Universidad. En la Universidad no vamos a

FOTO: Universidad Autónoma Chapingo

Sergio Barrales Domínguez Rector de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh)


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LA CAMPAÑA SIN MAÍZ NO HAY PAÍS Adelita San Vicente Semillas de Vida

FOTO: Rodrigo Rojo

co mientras se realizaba el juicio, y el 17 de diciembre de 2013 un juez nos otorgó la suspensión de cualquier siembra de maíz transgénico mientras se llevaba adelante el juicio. Esto fue una gran noticia. Hace unos días, en agosto hubo un intento judicial por levantar la medida cautelar, pero rápidamente salieron a defender esta medida varias personalidades, como el principal chef de México, que es Enrique Olvera; ya antes se había sumado a nuestra postura el pintor Francisco Toledo y ahora ratificó, y también dieron la cara varias organizaciones, tales como la de jóvenes promotores de Chiapas. Todos se manifestaron públicamente contra esa decisión del juez.

Desde 2007 la Campaña Sin Maíz no Hay País ha buscado articular a muchas organizaciones, no sólo campesinas, sino también ambientalistas y de derechos humanos; a científicos, comunicadores, artistas, en fin a una gran pléyade de esfuerzos que estaban dispersos y que buscamos articularlos como un tejido social, como una red de redes. En un principio, en la campaña lo que buscábamos y seguimos buscando es salvar al campo para salvar a México. Estamos convencidos que en las zonas rurales está la solución para muchos de los problemas que enfrenta el país, incluida la violencia y la mala alimentación. Empezamos la campaña en 2007 tratando de llamar la atención al gobierno a fin de que renegociara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el capítulo agropecuario y pusiera más atención a este sector y sobre todo a los productores pequeños y medianos. Lo que ha hecho con los años esta Campaña ha incluido marchas, ayunos, siembra de maíz en el Zócalo y en plazas públicas, buscar firmas para llevarlas a los senadores (para renegociar el TLCAN), pero el gobierno federal, encabezado entonces por Felipe Calderón hizo lo que antes dijo expresamente otro expresidente, Carlos Salinas: aplicó el “ni los veo ni los oigo”.

La posición del gobierno ha sido favorecer a las grandes trasnacionales extranjeras y nacionales (Bimbo, Maseca, Bachoco y otras) favorecidas por la política gubernamental. Ante el silencio del gobierno, decidimos impulsar esto que el Centro de Derechos Humanos Fray Vitoria ha llamado la “justiciabilidad”, tomar en nuestras manos las leyes e impulsar nuestros derechos y defenderlos. Asimismo, desde 2009 decidimos empezar a conmemorar el Día Nacional del Maíz, como una celebración de la vida campesina; ese día se cosecha maíz y los campesinos regalan los elotes en sus milpas a todo el público. Y nosotros, celebrando esa cosecha, celebramos al maíz e invitamos a todo México y a todo el mundo a que lo celebre donde esté y que hable de nuestro maíz.

Sin embargo, en el 2013, el 25 de junio impulsamos una acción colectiva contra el maíz transgénico. Nos reunimos 53 personas, entre ellas 20 organizaciones, como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Tosepan Titataniske, Proyecto de Desarrollo Integral Vicente Guerrero, Guerreros Verdes y otras; científicos como Víctor Manuel Toledo y Antonio Turrent; defensores de derechos humanos como el padre Miguel Concha; artistas como Jesusa… Integramos todos esta colectividad y demandamos a las principales empresas trasnacionales, encabe-

zadas por Monsanto, y también al gobierno, representado por las secretarías de Agricultura y Medio Ambiente, porque las siembras que había autorizado Felipe Calderón en 2009-2011 para sembrar maíz transgénico en fase experimental y piloto estaban contaminando campos de maíz nativo, con lo cual se violaba nuestro derecho a la biodiversidad, toda vez que México es centro de origen y diversificación constante del maíz. Entonces, junto con la demanda pedimos una medida cautelar: que suspendiera cualquier permiso de siembra de maíz transgéni-

Para terminar, digo que la colectividad del maíz somos estas 53 organizaciones y personas, pero cada vez somos más y creemos que en México todos son parte de esta defensa del maíz, y todos los pueblos que se alimentan del maíz también. En 2016 habrá una reunión del Protocolo de Cartagena y México y, como milpa, tenemos que unirnos todos, campesinos, científicos, cocineros, artistas, etcétera, para seguir defendiendo esta maravilla que los campesinos nos dan todos los días, el maíz.

Después, en 2011, junto con muchas organizaciones, logramos algo que se venía impulsando desde muchos años atrás: incluir el derecho a la alimentación en nuestra Constitución. Ese 2011 este derecho se incluyó en el artículo Cuarto constitucional. Es el derecho a tener una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, y éste lo debe garantizar el Estado, con base en un desarrollo rural sustentable. Esto fue algo muy importante. Por otro lado, desde 2006 empezamos a realizar acciones en contra del maíz transgénico y a impulsar múltiples instrumentos jurídicos, desde amparos, demandas populares, una controversia constitucional… Todo ello fue rechazado por los jueces con el argumento de que no teníamos interés jurídico.

FOTO: Oscar Ruíz

M

uchos mexicanos, muchas organizaciones, muchos desde la base estamos impulsando a México y nos sentimos orgullosos de lo que tenemos, a pesar de que nos siguen faltando 43 jóvenes normalistas de una escuela rural del estado de Guerrero. Eso describe el drama que vive el país.

Nosotros presentamos una apelación, que fue firmada por ese juez, haciendo jurídico contradictorio, pero la medida sigue vigente: seguimos con la siembra de maíz transgénico frenada en México, y esa es la noticia, y es lo que queremos que se difunda ampliamente.


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LOS SUEÑOS DE LA UNIÓN DE COOPERATIVAS TOSEPAN María Luisa Albores Tosepan Titataniske

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uestra Unión de Cooperativas Tosepan agrupa a ocho cooperativas y a tres asociaciones civiles, como resultado de 38 años de trabajo organizado en la Sierra Nororiental del estado de Puebla. Actualmente somos más de 31 mil los socios cooperativistas que vivimos en 410 comunidades de 26 municipios.

Lo que estamos viviendo en la Sierra Nororiental y Norte de nuestro estado y en muchas partes del país son tiempos difíciles. Es el momento en que debemos sacar la fortaleza de nuestro espíritu como guardianes del territorio que somos. Nosotras y nosotros queremos seguir viviendo en la tierra que nos heredaron nuestros ancestros, ya que por medido del sentido de pertenencia y permanecia cuidamos nuestra identidad indígena. Así empezamos a caminar ante estas amenazas donde la guía es el amor y el respeto.

El 73 por ciento de nuestros socios son indígenas, de los grupos náhuat y totonaco. Es digno de resaltar que 64 por ciento de los cooperativistas somos mujeres y que cerca de nueve mil niños están incorporados a las actividades de la Tosepan como ahorradores.

Nosotros también soñamos, emprendemos el vuelo no sólo en las noches oscuras de los cielos estrellados maseuales. Sabemos bien que nuestras abuelas y abuelos socios fundadores de nuestra Cooperativa tuvieron un sueño: vivir dignamente el tiempo que nos toca estar en la Tierra y, como indígenas que somos, tenemos nuestra cosmovisión, “la forma de ver e interpretar el mundo”. Por eso para nosotros la tierra, el territorio Talokan Nano y Talokan Tato, madre tierra y Padre Sol, están vivos. Nosotros estamos de paso en la Tierra y debemos cuidar a nuestros heman@s, las plantas y animales. ¿Por qué mencionamos todo esto? Porque por más de 38 años hemos estado construyendo

un modelo de vida diferente, y siempre hemos remado contracorriente: contra las imposiciones del sistema económico, ya que durante este tiempo de vida organizada nos hemos enfrentado a comerciantes y compradores de cosechas voraces, a agiotistas rapaces, a caciques desalmados, a autoridades ineficientes y mal intencionadas, a partidos políticos interesados en dividirnos y a funcionarios que en todo piensan menos en que son nuestros servidores públicos. Con todo eso, hemos salido adelante.

concesiones que les ha otorgado el gobierno tienen una duración de 50 años. La voracidad y la ambición de las grandes empresas trasnacionales no tienen límites, pues su dios es el dinero y además gozan de todo el apoyo y la complicidad de quienes nos gobiernan. Pero eso no nos desanima. Recordemos que nuestros antepasados, los zacapoaxtlas, se enfrentaron y vencieron al ejército que se consideraba el más poderoso del mundo, un 5 de

mayo de 1862. Nosotros nos consideramos sus dignos herederos. Los cooperativistas de la Tosepan tenemos sueños y anhelos. Éstos consisten en demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que los indígenas y los campesinos somos capaces de construir una forma de vida distinta a la que nos han querido imponer nuestros gobernantes y quienes se han beneficiado y quieren seguirse beneficiando del sistema económico que nos domina.

El gran desafío que tenemos como pequeños productores es defender la economía campesina y nuestra forma de relacionarnos con la madre tierra y el Padre Sol. Compañeras y compañeros de ANEC y de las demás organizaciones campesinas, desde la Tosepan los invitamos a que juntos demos la lucha y no permitamos que otros destruyan lo que es nuestro y que con muchos esfuerzos lo defendieron nuestros antepasados. ¡El territorio es sagrado y con la vida se defiende!

Les comparto que en la Tosepan declaramos 2015 como el Año de la Defensa de la Vida y del Territorio, debido a que nuestro gran hogar, la Sierra Nororiental de Puebla, se encuentra fuertemente amenazado. El gobierno federal ha otorgado concesiones a grandes empresas trasnacionales para que exploten los minerales guardados en el subsuelo de la región y para que destrocen sus ríos con la construcción de plantas hidroeléctricas. Con la reforma energética aprobada durante 2013 y 2014, se vuelve tentador para empresas extranjeras la explotación del petróleo y del gas shale que por miles de años la Sierra ha conservado en sus entrañas. Ante estas grandes amenazas, la lucha que nos corresponde dar, a los actuales y a los futuros cooperativistas, va a ser difícil y larga, pues los enemigos a vencer son mucho más poderosos que los caciques a los que se enfrentaron nuestros socios fundadores y las

FOTO: Ecotlán

Una de nuestras cooperativas se encarga de impulsar la producción orgánica en nuestras parcelas y de producir las plantas que necesitamos para conservar la vegetación que tenemos; otra nos ofrece los servicios financieros que requerimos; una más nos acopia, transforma y comercializa los productos que cosechamos; otra busca incubar proyectos productivos que generen empleos e ingresos a grupos de mujeres y de jóvenes; otra más ofrece servicios de ecoturismo a los visitantes de nuestra región; los servicios de salud son atendidos por otra cooperativa; una más tiene la responsabilidad de facilitarnos la construcción y el mejoramiento de nuestras viviendas. La capacitación, la formación de los actuales y de los futuros cooperativistas y la asistencia técnica que requerimos también son atendidas por nuestra Unión de Cooperativas Tosepan.

FOTO: Ecotlán

El propósito fundamental de la Unión de Cooperativas Tosepan es mejorar la calidad de vida de nuestras familias para avanzar en un proyecto de vida buena. Ese fin es el que ha marcado nuestro rumbo y lo seguirá haciendo durante los próximos años.

Nuestros antepasados nos han dicho que somos parte de la naturaleza, que de ella surgimos, que mientras vivimos, nuestra madre tierra y el Padre Sol nos proporcionan los alimentos que necesitamos y que cuando lleguemos a morir regresaremos a la naturaleza y nos convertiremos en tierra. Por lo tanto, no podemos perjudicar a la naturaleza ni causarle daño a nuestra madre tierra, pero tampoco debemos permitir que otros lo hagan.


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BALANCE Y PERSPECTIVAS DE ANEC A 20 AÑOS Víctor Suárez Carrera Director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC)

FOTOS: Enrique Pérez S. / ANEC

2003). c) Campaña Sin Maíz no hay País. d) Suplemento mensual de La Jornada: La Jornada del Campo, próximo a editar el número cien. e) Coalición El Hambre no Espera. f) Colectividad en defensa de los maíces nativos. g) Jornadas en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida; h) Iniciativa Valor al Campesino. Esto, entre otras iniciativas.

C

elebramos nuestro vigésimo aniversario con un importante Encuentro Internacional sobre los dos pilares del nuevo modelo de agricultura y alimentación que requiere nuestro país, nuestro hemisferio y sin exagerar, el mundo entero: la economía campesina y la agroecología; el abordaje lo hacemos desde la perspectiva de los movimientos sociales, el diálogo de saberes y las políticas públicas. Reconocemos y agradecemos su asistencia a José Calzada Rovirosa, nuevo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) del gobierno federal. Valoramos mucho su compromiso con el diálogo plural, incluyente y respetuoso como el mejor camino para enfrentar y resolver los grandes problemas del sector. La Asociación Nacional de Empresas Comercializadora de Productores del Campo (ANEC) es una organización económica de

pequeños y medianos productores de granos básicos: representativa, independiente, plural, de trabajo, innovadora, muy crítica y muy propositiva. Estoy seguro que sabremos establecer una relación constructiva con el secretario Calzada Rovirosa para bien de los pequeños y medianos productores; la salud alimentaria de la población, y la protección de la agrobiodiversidad, de nuestros recursos naturales y del medio ambiente. Ello, en el marco de la soberanía alimentaria que urge recuperar frente a la dictadura del mercado. A 20 años, la ANEC se mantiene unida y fiel a sus objetivos de defender y valorizar la agricultura campesina y construir la soberanía alimentaria y nutricional. Desde que nació, mantiene vivos sus principios rectores: somos una organización económica campesina independiente, autónoma, plural, autogestiva, solidaria, crítica, constructiva y propositiva. Hemos trabajado en dos ejes: 1) Al interior, desarrollando las

capacidades autogestivas de las organizaciones locales y regionales, de conformidad con el modelo organizativo ANEC, y construyendo alternativas innovadoras en materia de comercialización campesina; sistemas financieros apropiados; agricultura campesina de conocimientos integrados; administración de centros de acopio y de unidades de almacenamiento de granos; administración de riesgos; gobernabilidad campesina; formación y asistencia técnica por medio de científicos, ingenieros y técnicos locales y comunicación interna, entre otros temas. 2) Hacia afuera, impulsando cambios de las políticas anticampesinas con propuestas alternativas de políticas públicas y propiciando la formación de coaliciones campesinas y sociales amplias tales como: a) Movimientos contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y contra las importaciones fuera de ley, discrecionales y lesivas al pequeño productor. b) Movimiento El Campo no Aguanta más (2002-

La agenda ANEC inmediata, que propusimos en el Encuentro Internacional y en particular al nuevo secretario de Agricultura: 1. De pobres a sujetos productivos: Programa de apoyos al pequeño productor. Enfoque productivo, no asistencialista. Programa presupuestario S266 para el año 2016: gran avance. Ahora es necesario dar el siguiente paso: en el Encuentro se entregó propuesta de la Iniciativa Valor al Campesino al respecto: 32 mil millones de pesos de 25 programas y componentes de la Sagarpa, 35 mil millones de pesos de los programas de inclusión social productiva de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y seis mil 500 millones de pesos de programas de fomento productivo forestal. Total: 73 mil 500 millones de pesos. Esta propuesta fue entregada antes al subsecretario de Egresos de Hacienda y al anterior titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez. 2. Nuevo modelo productivo: de la agricultura de insumos (revolución verde; agricultura industrial; agricultura corporativas) a la agricultura de conocimientos integrados, sustentable, agroecológica. El modelo de revolución verde está agotado y es contraproducente económica, social, nutricional y ambientalmente. Sin transgénicos. Urge decisión de Estado. Protección

de la agrodiversidad de maíces nativos, protección del patrimonio nacional y de la humanidad. No hay convivencia posible. No necesitamos tecnologías riesgosas, caras, dañinas, en manos de monopolios. Se entrega propuesta al respecto. 3. Respeto a la propiedad social de la tierra y el agua. No a su privatización. Es la base de la producción alimentaria de ahora y de las siguientes generaciones. 4. Respeto a los recursos naturales de ejidos y comunidades. No al despojo ni a la depredación. En cambio, manejo comunitario sustentable multifuncional. 5. No al Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP). Abrir las negociaciones, transparentarlas y escrutinio público. Más de 22 años de TLCAN son suficientes. 6. Nuevo sistema de precios y comercialización. Precios remunerativos y certidumbre en la comercialización. Entregamos propuesta. Finalmente, en ANEC creemos que la situación de crisis del sistema agroalimentario corporativo y de la economía en su conjunto, a nivel nacional y global, nos obliga a articularnos mejor, a apoyarnos y hacernos fuertes entre nosotros, compartiendo experiencias y capacidades, sin sectarismos, sin vanguardismos, sin exclusiones, para masificar nuestras experiencias exitosas y construir una salida democrática a la crisis agroalimentaria y ambiental, con base en la agricultura campesina, la agroecología, el derecho a la alimentación, la soberanía alimentaria y la ciudadanía plena.


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