28 de abril de 2012 • Número 55 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada
TEMA DEL MES
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HACIA UN NUEVO DESARROLLO DEL CAMPO
REPENSAR LAS RESPONSABILIDADES RURALES DEL ESTADO
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Suplemento informativo de La Jornada 28 de abril de 2012 • Número 55 • Año V
esarrollo agropecuario o desarrollo rural. Si la secretaría de agricultura, ganadería y pesca lo es también de desarrollo rural, su incumbencia no es sólo el fomento económico del sector primario (menos minería), sino el conjunto de la problemática del campo. Lo que incluye el desarrollo productivo, pero igual la preservación del medio ambiente, la equidad social, la gobernabilidad, la cultura… Dimensiones que en su especificidad pueden ser abordadas por otras secretarías pero que en su articulación e integralidad configuran el llamado desarrollo rural, curso polifónico que mal sería servido si desarticulamos y fragmentamos su atención.
COMITÉ EDITORIAL Armando Bartra Coordinador Luciano Concheiro Subcoordinador Enrique Pérez S. Lourdes E. Rudiño Hernán García Crespo CONSEJO EDITORIAL Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuellar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal.
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Superar la balcanización de la administración pública en un país donde los diferentes Poderes y los tres niveles de gobierno casi nunca se armonizan, además de que las propias secretarías de Ejecutivo federal jalan cada una para su santo y con frecuencia hacen lo mismo las subsecretarías y hasta las direcciones generales, demanda voluntad política, severa reingeniería institucional y sobre todo que lo público se gestione de manera participativa y democrática en vez de patrimonial. Pero la integralidad de la acción pública debiera facilitarse en el caso de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pues su misión es la atención integral –concertada con otras secretarías– de un ámbito complejo, frágil y vital como es el campo. La Secretaria de la Reforma Agraria (SRA) se ocupa de la tenencia de la tierra; la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), del desarrollo social, y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semanat), del medio ambiente, pero de las sinergias que deben existir entre estas esferas y el desarrollo agropecuario propiamente dicho, debe ocuparse la Sagarpa, cuya responsabilidad expresa es el desarrollo rural.
Diseño Hernán García Crespo
La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 53556702. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo número 04-2008-121817381700-107.
ILUSTRACIÓN: Hernán García Crespo
Soberanía alimentaria como parte del desarrollo integral del campo. En la perspectiva del desarrollo rural –y no sólo de la atención al sector agropecuario, forestal y pesquero– la prioridad que con frecuencia le damos a la reactivación productiva del campo en la línea de la soberanía y seguridad alimentarias es sin duda plausible dada la insostenible dependencia de las importaciones que tenemos en este rubro. Pero si se ocupara sólo de eso a la Sagarpa le faltaría una pierna. El desfondamiento del campo mexicano no tiene una sino dos caras: la social y la productiva. Y la más alarmante de las dos es el colapso social. Descalabro manifiesto en desapego de los jóvenes y migración generalizada en busca de empleos, en los que por lo general no se respetan los derechos laborales del trabajador; en atrincheramiento defensivo de los campesinos restantes, refugiados casi siempre en estrategias de simple supervivencia, y en necrosis social de múltiples facetas, entre las que destaca la penetración del narco que hoy controla grandes porciones del territorio. Recuperar al campo como ámbito vital de la sociedad mexicana debe ser el primer objetivo del cambio rural que necesitamos.
Otra dimensión del desastre es el creciente deterioro productivo del sector agropecuario, forestal y pesquero, manifiesto en el desgaste medioambiental saldo de prácticas insostenibles, en la progresiva dependencia alimentaria y el déficit crónico de nuestra balanza comercial en este rubro, y en la polarización productiva que se expresa en indeseable concentración de la oferta agropecuaria en regiones y grupos empresariales privilegiados. Recuperar al campo como sector de la producción del que depende la alimentación de todos los mexicanos, como importante generador de divisas, como fuente de ingreso y empleo de millones de trabajadores rurales y, por tanto, como franja relevante del mercado interno, es el segundo objetivo del necesario cambio rural. De lo que se trata es de reanimar al campo como ámbito de vida social y también de recuperar a los agricultores, ganaderos, silvicultores y pescadores como sector dinámico de la producción. Es decir, soberanía alimentaria pero en el marco de un desarrollo rural integral. Derecho a la tierra, derecho al trabajo, derecho a la alimentación. El carácter multidimensional y articulado del desarrollo rural se hace evidente si lo vemos desde la perspectiva de los derechos. Y en este ámbito el derecho fundacional es el derecho a la tierra, un derecho que en México tienen quienes la trabajan. Como resultado de una revolución cuya huella no ha podido ser borrada, en nuestro país la tierra es de la Nación y el derecho primario a su usufructo lo tienen las comunidades agrarias. La tierra –lo que incluye la parcela pero también las aguas, los bosques y potreros de uso compartido que conforman el territorio de una comunidad– no es de arranque una mercancía –aunque en ciertas circunstancias se le ponga precio–, sino un bien al que los mexicanos tienen derecho prioritario en la medida en que lo valoricen con su esfuerzo laboral. Derecho que debe ser tutelado por la SRA, cuyas incumbencias no se agotan en regularizar la tenencia y mucho menos en favorecer la privatización de parcelas y comunes al amparo de la reforma salinista al artículo 27 constitucional. En México la tierra es originariamente de la nación y en lo tocante a las de uso agrícola y boscosas, pese a los intentos de revertir la Reforma Agraria, sigue estando mayormente en manos de comunidades y campesinos familiares. Predominio de la tenencia social de la tierra que responde, ante todo, a un principio de justicia. Equidad de la que es responsable la Secretaría de la Reforma Agraria, pero que tiene que hacerse económicamente viable, lo que compete a la Sagarpa. En la patria de Zapata, de hecho y de derecho la mayor parte de la tierra sigue siendo de quien la trabaja, pero los poseedores difícilmente podrán conservarla si no logran vivir dignamente de su cultivo. Y de esta manera la justicia social se entrevera con la viabilidad económica, pues la lógica del mercado tiende a arruinar a los productores
familiares –no por ineficientes sino por pequeños y descobijados–, y es responsabilidad del Estado crear las condiciones para que puedan seguir produciendo en beneficio del país y de ellos mismos, pues es responsable de que la tierra y el trabajo –dos dimensiones vitales que las comunidades agrarias y la agricultura familiar fusionan– cumplan tanto su función económica como su función social. De que tierras comunales, minifundio familiar y pequeña propiedad –todas debidamente cobijadas por políticas públicas de fomento agropecuario– respondan a su función económica, depende otro derecho, éste de todos los mexicanos: el derecho a la alimentación. Y cuando los efectos en norte y centro de las heladas y sequías confirman que la seguridad alimentaria demanda reanimar la agricultura campesina de todo el país y en especial la del sur y sureste, hacer efectivo el derecho a comer bien pasa por darle viabilidad productiva al derecho campesino a la tierra, pues sin el aporte de la agricultura pequeña y mediana nuestra economía rural seguirá chimuela y nunca tendremos seguridad alimentaria. Pero los jóvenes se van, las comunidades se vacían y agoniza la agricultura familiar. Y se van porque en el campo no encuentran alicientes ni futuro promisorio. Tienen el derecho de marcharse, pero irse no será un derecho sino una compulsión si no tienen el derecho simétrico: el de quedarse. Hay que defender el derecho del que migra, pero también el derecho de no emigrar, que se hace efectivo generando un desarrollo rural con el que valga la pena jugársela. No será fácil competir con la migración al gabacho y con el narcotráfico, pero ¿qué más? Una forma de hacer exigible el derecho de quedarse es reglamentar el derecho constitucional al trabajo. Es verdad que el gobierno no puede responsabilizarse de crear todos los empleos que hacen falta, pero sí tiene la obligación de incorporar a las políticas públicas el objetivo de conservar y crear empleos dignos y bien remunerados. Y en el caso del campo esto significa incorporar al desarrollo rural el compromiso con la generación de opciones productivas. Ocupaciones asalariadas o por cuenta propia y que pueden ser agrícolas o no, pero atractivas para los jóvenes, estimulantes, promisorias. Que los chav@s se vayan es pérdida gravísima, no sólo por el dolor familiar que ocasionan las estrategias delincuenciales de sobrevivencia y la migración compulsiva, sino también porque el país dilapida su bono demográfico y porque en el campo se rompe el eslabón generacional que históricamente ha garantizado el relevo campesino. Perdemos a los jóvenes rurales porque el derecho a la tierra –conquistado mediante una revolución– deja de ser efectivo cuando ya no es posible vivir dignamente de trabajarla. Restablecer el derecho fundacional de los campesinos a la tierra y al trabajo digno, para así materializar el derecho de todos a la alimentación mediante una producción agropecuaria socialmente justa y ambientalmente sustentable, es promover con integralidad el desarrollo rural. Y el desarrollo integral es el alma de la política rural y el cometido principal de la mancuerna formada por la Sagarpa y la SRA.
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TÓPICOS
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
ENRIQUE PEÑA NIETO
IMPORTANCIA DEL CAMPO
El campo, los trabajadores del agro y los pueblos originarios serán prioridad del nuevo proyecto de nación y asunto de seguridad nacional. El rescate del campo es necesario por razones de jusƟcia, económicas, de seguridad pública y de soberanía nacional. Lograremos la soberanía alimentaria a mediados del sexenio.
Es necesario impulsar al máximo la producción agropecuaria nacional para lograr la seguridad alimentaria, que los productores rurales vivan mejor y asegurar a los mexicanos alimentos con calidad y precios accesibles.
TENENCIA DE LA TIERRA
Habrá respeto a las tres formas de tenencia de la Ɵerra: la comunidad, el ejido y la propiedad privada. Fortaleceremos la propiedad social de la Ɵerra y los recursos territoriales de ejidos, comunidades, pequeños propietarios y pueblos originarios, revirƟendo la contra-reforma agraria salinista y reconociendo los derechos, la autonomía y capacidad de manejo sustentable de los recursos naturales de las comunidades campesinas e indígenas. Una políƟca agraria que defienda los intereses de los dueños de la Ɵerra es primordial para garanƟzar la soberanía alimentaria, superar las desigualdades sociales y alcanzar el desarrollo rural.
Habrá un marco jurídico agrario que favorezca la compactación de superficies.
Requerimos generar un mercado de Ɵerras. El minifundio persiste porque la regulación es muy restricƟva para la venta de la Ɵerra. El PAN impulsa ya una iniciaƟva de ley para que el cerƟficado parcelario se convierta en ơtulo de propiedad. Un mercado de Ɵerras hoy es inviable pues 75 por ciento de la propiedad no Ɵene un ơtulo, no se puede vender.
PRODUCCIÓN AGROPECUARIA
Para fomentar la producción desƟnada al mercado interno se resolverá el problema de la falta de créditos. Se fortalecerá la banca de desarrollo, habrá subsidios directos a productores y se restablecerán sistemas de acopio, transporte y comercialización. Todo ello, a parƟr de un programa integral orientado a lograr la autosuficiencia alimentaria.
Habrá una visión de largo plazo y estratégica para el fomento producƟvo y se diferenciarán los instrumentos orientados a combaƟr la pobreza rural de aquellos necesarios para aumentar la producción y producƟvidad. Tendremos un campo producƟvo, en el que se generen empleos locales y se eleven los ingresos de la población rural.
Incrementaremos el nivel de cobertura crediƟcia y de aseguramiento para dar mayor cerƟdumbre y compeƟƟvidad a las acƟvidades producƟvas del sector rural.
TRANSGÉNICOS
Se prohibirá a la siembra de maíz transgénico y al uso de Ɵerras agrícolas y de alimentos para la elaboración de agrocombusƟbles.
Ante la disminución en los inventarios de alimentos realizaremos una planeación nacional para generar una “segunda revolución verde en el país”.
Es necesario que se desmiƟfique la biotecnología, quitándonos los miedos sobre la erosión genéƟca del maíz por la presencia de transgénicos pues “ya sabemos cuál es su composición genéƟca (del maíz) y el día de mañana lo podemos volver a hacer igual”.
JORNALEROS
Se establecerá una nueva políƟca para millones de jornaleros agrícolas y sus familias. Se pondrá fin a la invisibilización y degradación de los pobres entre los pobres del campo. Tal políƟca estará basada en el respeto, reconocimiento y valorización de las personas, de su calidad de sujetos de derecho y de sujetos altamente producƟvos para el sector agroalimentario y el desarrollo nacional. Se pondrá fin a la políƟca asistencialista-filantrópica y de subordinación a los intereses ilegíƟmos de grandes compañías agroexportadoras que violan los derechos humanos y laborales y depredan los recursos naturales.
Aseguraremos la atención a la población más pobre del campo (población indígena, jornaleros y avecindados).
PROGRAMAS PÚBLICOS
Se establecerá una red de seguridad de apoyos producƟvos directos para 3.2 millones de pequeños y medianos productores de alimentos de temporal y unidades de producción para la autoabastecimiento por medio del Procampo reformado, el Procampo Alimentario y Ecológico. Habrá un programa de inversiones estructurales; otro de fomento a la agricultura familiar y la seguridad alimentaria, y una estrategia para la innovación y producƟvidad sustentable y diversificada en la agricultura de ladera, entre otros.
INDÍGENAS
Cumpliré los Acuerdos de San Andrés Larráinzar. Me comprometo a cuidar, a ser guardián de las Ɵerras de las comunidades y de los pueblos indígenas. Los pueblos indígenas contarán con presupuesto suficiente para financiar la políƟca de combate a la pobreza, orientada al desarrollo integral, de manejo de recursos naturales y la parƟcipación comunitaria.
Habrá que revisar el Procampo y adecuarlo a las circunstancias actuales del país con un enfoque diferenciado, ecológico y producƟvo.
JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA Vamos a hacer un campo que no sea de unos cuantos, que sea de todos.
Hay muchos programas públicos que debemos cambiar. El Procampo ha representado un ingreso para la familia campesina y debe seguir su entrega pero desvinculado de la Ɵerra. En la forma como opera hoy, abarata la renta de la Ɵerra, haciéndola ineficiente. Los programas y subsidios se reorientarán para fortalecer tecnológicamente al campo.
Habrá apoyo a iniciaƟvas comunitarias producƟvas, medioambientales y artesanales, especialmente de mujeres, jóvenes e indígenas.
IncenƟvaremos el aumento de los servicios turísƟcos por medio del financiamiento a pequeñas y medianas empresas, incluyendo a comunidades indígenas que en conjunto conformen nuevas asociaciones prestadoras de servicios.
POBREZA RURAL
Reducción la pobreza alimentaria y la pobreza rural a la mitad en 2015 con relación con la prevaleciente en 2000, para estar en capacidad de cumplir con las Metas del Milenio y de la Cumbre Mundial de la Alimentación.
Se llevará al campo una políƟca de desarrollo territorial y de eliminación de la pobreza rural, con programas de desarrollo comunitario vinculados al cuidado del medio ambiente, agroturismo, silvicultura y artesanía.
Crearemos nuevas verƟentes para los programas sociales de forma tal que lo económico y lo social estén estrechamente ligados, y que todas las secretarías de gobierno tengan como objeƟvo la reducción de la pobreza con acciones transversales.
MIGRACIÓN
El campo se está vaciando. Sin trabajo, sin ingresos y sin futuro, muchos campesinos emprenden el camino de la migración. Algunos gobiernos piensan que es buen negocio exportar ciudadanos a cambio de las “remesas” en dólares que los migrados envían. Esto es una vergüenza. Con programas y subsidios se arraigará a la gente en sus comunidades y se generarán empleos rurales que ayuden a contener la migración.
Debemos garanƟzar la protección de los derechos humanos de los trabajadores migrantes. Impulsar una políƟca integral del ámbito migratorio que sea moderna, eficaz y congruente con nuestra realidad, que privilegie el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y sus familias y asuma a la migración no como un problema sino como un fenómeno de orden mundial.
Fuente: Información obtenida de las plataformas políticas y declaraciones de candidatos y sus ideólogos.
Impulsaremos políƟcas públicas y la adecuación del marco normaƟvo, respecto a la migración de retorno, procurando la salvaguarda de la unidad familiar y la reinserción del migrante a la vida producƟva de su localidad, así como la garanơa de servicios de salud y educaƟvos.
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NUEVA “REVOLUCIÓN VERDE”, PLANTEA PEÑA NIETO
S FOTO: Carlos Cisneros / La Jornada
i bien la plataforma electoral del PRI-Verde Ecologista para el próximo sexenio resalta el riesgo del desabasto alimentario por las crisis internacionales sucesivas de precios altos y por los efectos en la producción derivados de fenómenos climatológicos, el principal énfasis en el tema del campo lo hace en la pobreza de los campesinos y dice que ésta “responde a problemas concretos de productividad”.
En las páginas siguientes desplegaremos las posturas de los tres candidatos. Es mayor el espacio que dedicamos a la de López Obrador porque es el único que ha presentado un diagnósƟco amplio de la situación del campo; el único que ha hecho propuestas y compromisos específicos por rubro, y que ha dado a conocer su gabinete agropecuario: Víctor Suárez Carrera, como Ɵtular de la Secretaría de Agricultura, y María Luisa Albores González, en la cartera de Reforma Agraria, quienes a su vez han presentado ya públicamente sus programas respecƟvos y han recogido reacciones de diversos representantes y actores del medio rural, reacciones que habrán de enriquecer las propuestas de políƟca pública. Y AMLO es el único que se ha compromeƟdo con un plan para el campo, el Plan de Ayala para el Siglo XXI, elaborado vía consultas regionales donde parƟciparon más de un centenar de organizaciones sociales y campesinas.
Se propone, por tanto, impulsar una “segunda revolución verde”, así como un política de desarrollo territorial y de eliminación de la pobreza rural, “con programas de desarrollo comunitario vinculados al cuidado del medio ambiente, agroturismo, silvicultura y artesanía, que incorpore, entre otras acciones: la eliminación de la desigualdad social y la heterogeneidad productiva del medio rural; micro-financiamiento en proyectos productivos en zonas marginadas; apoyo a iniciativas comunitarias productivas, medioambientales y artesanales, especialmente de mujeres, jóvenes e indígenas”. La oferta de “una segunda revolución verde en el país será, dice, primero a nivel de regiones y después de microrregiones, para aumentar la producción de alimentos, incrementar los inventarios y combatir la especulación”. Pero no da detalles de lo que entiende por “revolución verde” ni reflexiona sobre el cuestionamiento serio que ha sufrido la Revolución Verde, que fomentó un uso excesivo y nocivo de agroquímicos. Cabe destacar que la Confederación Nacional Campesina (CNC), el principal brazo rural del PRI, tiene una alianza de negocios con Monsanto, el gigante trasnacional de semillas transgénicas, y ha expresado su apoyo a esta tecnología, en identificación con el concepto de “nueva revolución verde”. Así que la interpretación de este punto es que el PRI daría un impulso a la polémica transgenia. El PRI-PVEM ofrece “un esfuerzo sin precedente de educación y capacitación para la mano de obra adulta del campo; favorecer la movilidad de la mano de obra del campo en forma deliberada” y “apoyar los esfuerzos de los productores en la tecnificación y compactación de las unidades de producción”, esto último además con un marco jurídico adecuado.
también para asegurar a los mexicanos alimentos de calidad y con precios accesibles. Puntualmente propone dar una visión de largo plazo a las estrategias productivas; diferenciar los instrumentos orientados a combatir la pobreza rural de los enfocados a la producción y la productividad; contar con una red de seguridad al ingreso de los productores “con un marco legal que brinde certidumbre al sector y permita ordenar los mercados”, dice. Aunque no menciona precios de garantía o precios de indiferencia o precios mínimos, sí habla de contar con precios justos en adquisiciones y ventas a los agricultores. Propone también una política de almacenamiento, que asegure el abasto de alimentos y precios remunerativos al campesino. Una política para elevar la productividad de las actividades agroalimentarias; un marco jurídico agrario que favorezca la compactación de superficies; un modelo que promueva la integración de los productores y la generación de economías de escala. Ofrece: aumentar la inversión en conservación y mantenimiento de presas y distritos de riego; ahorrar el agua que se pierde en filtración y evaporación e incorporar con ello nuevas áreas al cultivo; aumentar el gasto en investigación y desarrollo agropecuario y agroalimentario; promover el financiamiento, la asistencia técnica, el desarrollo tecnológico y la capacitación. “Habrá que revisar Procampo y adecuarlo a las circunstancias actuales del país con un enfoque diferenciado, ecológico y productivo. Es indispensable una reforma de fondo de la Comisión Nacional del Agua, cuya intervención es obsoleta, centralista e ineficiente, para desarrollar un marco institucional que permita una política integral del uso del agua en el sector”. El texto también dice que la agricultura y la ganadería en México requieren una transformación profunda, para lograr la seguridad alimentaria, la generación de empleos locales y el fortalecimiento de un sector primario internacionalmente competitivo. Aspectos donde la plataforma del PRI coincide con la del PAN son diferenciar los apoyos destinados a la agricultura de los que
buscan combatir la pobreza rural; ampliar los apoyos para lograr los cambios de cultivos de baja a alta rentabilidad económica. El documento deja ver la intención de modificar la injusta distribución actual de los subsidios agrícola –que favorecen al norte y a los productores comerciales–, pero no lo explicita suficientemente. Lo que dice es que “canalizaremos de manera preferente los apoyos de gobierno a los campesinos para que puedan resolver su problemática productiva, de comercialización y de empleo e ingreso de forma sustentable y permanente; aseguraremos la atención a la población más pobre del campo (población indígena, jornaleros y avecindados); orientaremos programas y subsidios gubernamentales al campo para evitar su carácter regresivo.
La oferta de “una segunda revolución verde en el país, será, dice, primero a nivel de regiones y después de microrregiones, para aumentar la producción de alimentos, incrementar los inventarios y combatir la especulación Otras propuestas que hace el PRI pero sin argumentar; sólo como un largo rosario de promesas son generar mayor infraestructura y equipamiento para producción, almacenamiento y transformación de la producción primaria; impulsar la modernización del sector rural apoyando la difusión de nuevas técnicas y procesos productivos; asistencia técnica a pequeños y medianos productores: incorporación de tecnologías modernas y adecuadas de siembra; programas de fertilización; fomentar la organización de los productores para tecnificar la agricultura y comercializar sus productos, así como la incorporación de mejoramientos genéticos; ampliación y rehabilitación de la infraestructura de riego para mejorar la productividad de los pequeños productores; rehabilitación de los distritos de riego para disminuir drásticamente la pérdida actual de agua generada por falta de tecnología de costo accesible y alta rentabilidad; apoyo al suministro de combustibles y energía eléctrica aplicada a la producción a tarifas adecuadas, y generación de proyectos productivos integrales de impacto alimentario y generación de empleos e ingresos en zonas de alta marginación, entre otros.
Además de generar movilidad en la tierra, el PRI plantea cambios estructurales en un programa clave, el Procampo, y en la Comisión Nacional del Agua, para incorporar enfoques ambientales y de manejo del recurso agua. En el conjunto de su plataforma, afirma que la desigualdad social y la miseria “son el mayor lastre para nuestro desarrollo y constituyen una enorme deuda social de nuestra democracia”, y por ello a lo largo del documento resalta el tema de la pobreza. En el rubro de sector agropecuario, afirma que es necesario impulsar al máximo la producción nacional “y proponernos el objetivo de la seguridad alimentaria” para que los productores rurales vivan mejor, pero
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EL CAMPO EN LA CONTIENDA ELECTORAL 2012
El 30 de marzo iniciaron formalmente las campañas electorales para ocupar la Presidencia de la República en 2012-18. Los tres principales candidatos, Andrés Manuel López Obrador, de la coalición PRD - PT - Convergencia - Movimiento Ciudadano; Enrique Peña Nieto, del PRI-PVEM, y Josefina Vázquez Mota, de Acción Nacional, han hecho expresos sus planteamientos y propuestas para el agro, y en general para el medio rural por diversas vías.
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PROPUESTAS
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EL CAMPO EN MÉXICO, LA GRAN ESPERANZA: SEGURIDAD ALIMENTARIA, RENTABILIDAD Y SUSTENTABILIDAD rantice un piso mínimo de protección ante enfermedades, el desempleo y la vejez. Dice que ello incentivará el relevo generacional de propietarios de tierra en edad avanzada para quienes su parcela es su única “pensión”, contribuyendo a retener en el campo a la población más joven, emprendedora y propensa a migrar.
Con la intención de contar con las propuestas priistas de políƟca pública para el campo y reflexiones al respecto, La Jornada del Campo buscó una entrevista vía el equipo de prensa de Enrique Peña Nieto, pero ésta no fue posible. Por ello, decidimos reproducir aquí los planteamientos que este candidato expresa en el libro que se le atribuye: México, la gran esperanza (diciembre 2011, editorial Grijalbo).
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as preocupaciones principales de Enrique Peña Nieto, candidato del PRI-Verde Ecologista, en materia de política rural son: la pobreza extrema, la seguridad alimentaria, la migración internacional y el calentamiento global. Estos son grandes desafíos, dice en su libro México, la gran esperanza, y por eso, agrega, “hoy más que nunca es fundamental revalorar la importancia del campo” e impulsar su reactivación, con mecanismos tales como la renovación generacional de los campesinos, el aumento de empleos e ingresos rurales, la reconversión productiva hacia cultivos de mayor valor; el aprovechamiento de la tecnología para producir más, y el reordenamiento de los asentamientos rurales para permitir el acceso a servicios a la población rural. Peña Nieto reconoce que la población rural está en desventaja frente a la urbana en el goce de los derechos de acceso efectivo a la salud, educación de calidad, seguridad social, una vivienda digna y trabajo, lo cual les impone la pobreza o la migración y eso “es insostenible” e implica desaprovechar
el potencial productivo de estas personas y de los recursos naturales, así como acentuar nuestra dependencia alimentaria del exterior en el momento mismo que los precios de los alimentos tienden al alza. Su propuesta es “construir una política de Estado de largo plazo que incluya a gobierno, centros de investigación, organizaciones campesinas, productores y comercializadores”, para alcanzar cinco objetivos: justicia, productividad, rentabilidad, sustentabilidad y seguridad alimentaria. En resumen, el libro plantea alcanzar la justicia con seguridad social universal que ga-
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agropecuario, como el turismo, el comercio de artesanías, la gestión forestal sustentable y el pago por servicios ambientales. Sobre garantizar la seguridad alimentaria, dice que es algo indispensable para el bienestar de todos los mexicanos y además “condición fundamental para la soberanía y la estabilidad política y social del país”. El libro que firma Peña Nieto presume lo que han hecho países latinoamericanos como Chile y Brasil: “han aprovechado la creciente demanda internacional de materias primas a su favor. Brasil, por ejemplo, que desde hace décadas invierte de manera prioritaria en el desarrollo y la aplicación de tecnología agrícola, pasó de ser un país importador neto de alimentos a convertirse en un exportador agroindustrial líder en el mundo. Hoy en día, Brasil tiene relación con mercados como la Unión Europea, China, Estados unidos y Japón, y el sector agroindustrial es un importante motor de su economía, aportando 225 por ciento del PIB y empleando a uno de cada tres trabajadores brasileños”.
“Es necesario revertir la tendencia actual de tratar a los campesinos como ‘pobres’ y no como ‘productores’. Es decir, los pequeños productores sí reciben apoyos gubernamentales para mitigar la pobreza, pero no son beneficiarios de programas productivos para generar riqueza”. En el punto de rentabilidad, habla de generar articulación entre los eslabones de las cadenas productivas, y consolidar un sistema de información de precios del mercado accesible a todos los productores, a fin de inducir la reconversión productiva de cultivos de poco valor comercial hacia los de mayor rentabilidad. En cuanto a la sustentabilidad, sugiere que, de ganar el PRI la Presidencia, se impedirá que los rendimientos de las cosechas se incrementen “a costa de la destrucción de bosques y selvas”; la mayor productividad será por medio de la innovación científica, tecnológica y organizativa, donde la ampliación de los sistemas de irrigación vaya acompañada del uso eficiente del agua y se fortalezcan las actividades productivas alternas al sector
El libro toca el tema rural también en su apartado de pobreza. Allí plantea que “una solución a fondo contra la pobreza extrema es evitar la dispersión poblacional”, fenómeno predominante en el medio rural. Cita el Censo de Población 2010 para decir que más de 2.2 millones de mexicanos viven en más de 120 mil localidades de menos de cien habitantes. “Esto significa que en promedio cada localidad tiene 18 habitantes”. Esto dificulta –y a veces imposibilita– la prestación de servicios básicos a esta población, encarece su consumo y la excluye de mercados (laborales, financieros, de bienes y servicios) en perjuicio de su bienestar.
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También propone la generación de empleos locales y elevar los ingresos rurales. Para eso, habla de impulsar la penetración de servicios financieros en los sectores productivos rurales, como el agropecuario, mediante esquemas innovadores de crédito, fomento al ahorro y seguros. Y propone –como desde hace ya varios sexenios los políticos lo dicen– la asociación y cooperación entre pequeños y medianos productores para superar la baja productividad del minifundismo y generar economías de escala. También prevé un reacomodo de los subsidios gubernamentales al campo “para que lleguen a los pequeños productores con menores recursos”.
Por ello, dice, es importante ofrecer a la población actualmente aislada de los centros de servicios la oportunidad de acceder a ellos a través de la creación de nuevos asentamientos rurales que reúnan a las familias hoy dispersas. “En estas comunidades sería posible llevar al campo los beneficios asociados a la urbanización y a la expansión de las clase medias, como los servicios de agua, hospedaje, hospitales con equipo y recursos humanos suficientes y escuelas equipadas y conectadas a internet. Además, la integración de familias crearía un mercado que abriría oportunidades de ingreso a muchos de sus habitantes, quienes tendrían más alternativas productivas sin necesidad de abandonar las previas”.
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ENFRENTAR EL DESABASTO ALIMENTARIO FLEXIBILIZANDO LAS IMPORTACIONES
Resaltan también sus propuestas de promover estrategias, tecnologías y apoyos especiales y financiamiento, “que incentiven la migración ordenada y gradual de cultivos poco competitivos, hacia productos de mayor rentabilidad económica, incluyendo actividades industriales no agropecuarias”; de depurar (“racionalizar”) la cartera de programas, proyectos y organismos del sector; de
transformar subsidios “de bajo impacto” en esquemas de financiamiento; y de apoyar el asociacionismo y las empresas rurales. Señala el documento que “ante una situación de emergencia, buscaremos eliminar los permisos previos y la necesidad de cupos de importación”, si bien menciona que se promoverá una mayor producción de alimentos básicos. Y refuerza la preocupación por el abasto con la oferta de: “creación de mecanismos que doten de capacidad de respuesta al gobierno con relación a la disponibilidad de productos básicos críticos en casos de desastres naturales, sequías prolongadas o especulación nacional o internacional con el abasto o los precios. Simplificaremos radicalmente reglas, reglamentos y trámites de todos los programas y gestiones, relacionados con el sector”.
Asimismo, “reorientaremos los subsidios al campo que sean de bajo impacto en productividad, y en su lugar se fortalecerán esquemas de financiamiento, particularmente aquellos dirigidos a pequeños productores, generando una articulación y sinergia de los programas que hasta ahora llegan de manera aislada y dispersa a las zonas rurales”. E “incrementaremos la capitalización de las
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enominada Prosperidad sustentable con innovación. Un México con futuro, la plataforma presentada por Acción Nacional ante el Instituto Federal Electoral (IFE) dedica un rubro específico al sector agropecuario, con 17 puntos, entre los cuales destacan propuestas de acción –específicamente la facilitación de importaciones-encaminadas a amortiguar posibles desabastos y encarecimiento de los alimentos, así como especulación con los alimentos.
El planteamiento reitera en varios puntos el aspecto financiero. Dice que –de ganar– el gobierno panista incrementará la cobertura crediticia y de aseguramiento con mayores montos, impulsará el crédito refaccionario para la capitalización de las unidades productivas; una mayor participación de la banca de desarrollo, y mecanismos que garanticen el acceso al crédito sobre todo a los sectores rurales con mayores niveles de pobreza y marginación que cuentan con potencial productivo; impulsará reformas de segunda generación para la banca de desarrollo, que permitan un mejor financiamiento y administración de riesgos para el desarrollo rural, ante las fluctuaciones eventuales en los ciclos productivos, en el clima y en los mercados.
unidades de producción rural, mediante un aumento sustancial de crédito refaccionario de largo plazo”. Al hablar de asociacionismo, la plataforma del PAN ofrece un compromiso de capacitación desde el Estado para la identificación, organización, diseño, creación, operación y fortalecimiento de las empresas rurales e Intermediarios Financieros Rurales incluidos en los proyectos para la integración económica de las cadenas productivas. Y prevé el desarrollo de algo que –se sabe– ya inició la Secretaría de Agricultura desde 2011: “Promoveremos un nuevo sistema de extensionismo universitario para que investigadores de universidades estatales e institutos regionales se inserten en los procesos de desarrollo de sus territorios de influencia. Se incorporarán las instituciones educativas en proyectos estratégicos territoriales, abarcando aspectos de seguridad alimentaria, nutrición, ahorro y crédito, servicios ambientales, empresas rurales y mercados locales”. Enfatiza que se apoyará la integración de productores a las redes de valor vía el asociacionismo; se promoverá el desarrollo de consorcios agrícolas de exportación y otros mecanismos de articulación productiva que faciliten el acceso a mercados de alto valor. También ofrece ampliar y hacer más eficiente la infraestructura básica en irrigación, electrificación, comunicaciones y servicios de las poblaciones rurales, así como la infraestructura productiva agrícola, ganadera, forestal y acuícola con una visión de sustentabilidad y de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
FOTO: Archivo
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Señala también que se racionalizará la cartera de programas, proyectos y organismos del sector agropecuario, utilizando las evaluaciones externas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y de instituciones internacionales, así como las auditorías de desempeño realizadas por la Auditoría Superior de la Federación.
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PROPUESTAS
MERCADO DE TIERRAS, PROPONE EL EX SECRETARIO DE AGRICULTURA JAVIER USABIAGA Lourdes Edith Rudiño
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En entrevista, el ideólogo de la campaña en esta materia, Javier Usabiaga Arroyo, vislumbra eso, y su fórmula está en transformaciones radicales que van desde la estructura institucional del campo y otras, hasta los subsidios, pasando por los programas principales de apoyo, en particular Procampo y Oportunidades, este último está sectorizado en Desarrollo Social. Pero no sólo eso: pretende la modificación de las regulaciones agrarias para facilitar el paso al dominio pleno de la propiedad social (esto es, a la privatización, que hoy se obstaculiza porque el procedimiento cuesta mucho dinero) y que se desmitifique la biotecnología, quitándonos los miedos sobre la erosión genética del maíz por la presencia de transgénicos pues “ya sabemos cuál es su composición genética (del maíz) y el día de mañana lo podemos volver a hacer igual”. Y en el fondo de todo esto, Usabiaga resalta la importancia de fortalecer la producción agrícola La preocupación, dice, no está en la dependencia alimentaria, pues el país exporta 22 mil millones de dólares de productos agroindustriales, y eso da para pagar lo que importamos de alimentos; la preocupación está en el riesgo de escasez y carestía de alimentos, y por eso “debemos mejorar la producción, la productividad, los sistemas de comercio y de almacenaje”, aunque eso ha sido frenado hasta hoy por la falta de avance de iniciativas de ley “que están durmiendo en el Senado”. He aquí planteamientos que destacan del discurso de Javier Usabiaga, empresario hortícola en Guanajuato, actualmente presidente de la Comisión de Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados, y quien fuera titular de la Secretaría de Agricultura los primeros cinco años del gobierno de Vicente Fox: • “Partimos de la visión de que el sector necesita certidumbre (…) Estado de derecho, y lo más importante, formalidad. Hoy es informal por naturaleza. Muchos agricultores carecen de identificación fiscal, de título de propiedad; muchos campesinos viven en un solar que no está titulado y no pueden acceder a los programas de desarrollo social”. • “La nueva ruralidad que proponemos demanda una nueva relación con las organizaciones campesinas basada en la productividad, la confianza, el orden y la transparencia en la aplicación de los recursos.
FOTO: Marco Peláez / La Jornada
esvincular el binomio ruralidad-pobreza; generar certidumbre y formalidad legal a las unidades productivas del campo para su permanencia, competitividad, rentabilidad, modernización y generación de empleo; e impulsar la producción agropecuaria con base en las capacidades de la tierra y con innovación tecnológica que reciba apoyo público, son algunas de las propuestas para el campo que plantea el equipo de la candidata del PAN a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota.
• “Para una mayor producción, propondremos un cambio de patrón de cultivos y una optimización en la planeación regional, con base en la vocación de la tierra y su capacidad productiva. Proponemos un nuevo desarrollo tecnológico que lleve a la innovación, que mejore las actividades y que éstas ya no se hagan tanto por tradición, por costumbre, que se hagan más con un sustento económico y técnico”. En cuanto a la milpa y formas tradicionales de producción: “¿Tú las quieres dejar así? Hay que evolucionar. Por qué quieres mantener una gente atada a un proceso improductivo. Hay que incorporarla en un nuevo sistema, así lo están haciendo en China (…) ¿Por qué tenemos que tener esa atadura al pasado? Es nuestra intención seguir trabajando para que se rompa este binomio de ruralidad-pobreza Que no se siembre maíz donde no se dé”. • “Para incluir a las unidades productivas al desarrollo nacional y que éstas puedan alcanzar los niveles de productividad que el mundo moderno necesita, debemos propiciar un comercio justo y normas. Hay actualmente una concentración de la demanda (con poder económico, de crédito, de almacenaje, de conectividad…) contra una pulverización de la oferta; debemos reducir ese desequilibrio y para ello se requiere generar normas que hoy están ausentes (…) Se va a requerir una reforma institucional en la Secretaría de Agricultura. La Secretaría de la Reforma Agraria ya no tiene nada que hacer más que convertirse en una instancia de ordenamiento de la propiedad rural, o de desarrollo urbano o de conservación del desarrollo rural. La Secretaría de Medio ambiente tiene que emitir normas para que se tenga una agricultura respetuosa de la ecología y con una buena administración de los recursos naturales. La Secretaría de Economía necesita quitarse esa visión a favor sólo de la industria y el comercio y muy poco del consumidor. La Procuraduría Federal del Consumidor no beneficia a los mexicanos porque no tiene fuerza, no tiene orden, no tiene instrumentos; está para defender los precios, no la calidad de los productos, no la verdad en el etiquetado, no la justicia en el comercio (…) Necesitamos además un tribunal de comercio como lo hay en todas partes del mundo, vamos entonces por la modernidad”.
• “Requerimos generar un mercado de tierras”. El minifundio persiste porque la regulación es muy restrictiva para la venta de la tierra. “Eso de que la gente no quiere (vender sus parcelas), que se lo cuenten a otro. En todos los lados donde he consultado al respecto, dicen ‘encantado de la vida’. Yo tengo ya 450 comisariados ejidales que están dispuestos a venir el día que una iniciativa que impulsa el PAN para que el certificado parcelario se convierta en título de propiedad se vaya a tratar en la Comisión de Reforma Agraria. El minifundio no se puede acabar por decreto. Un mercado de tierras hoy es inviable pues 75 por ciento de la propiedad no tiene un título, no se puede vender, es ilegal la venta, lo que se puede vender es un calvario, tienes que irte al dominio pleno y éste tiene altos costos”. Respecto de la existencia de presupuestos públicos crecientes para el campo con magros resultados, la eficiencia o ineficiencia de programas y las evidencias de que los subsidios concentran en el norte en favor de productores capitalizados, hizo varios comentarios en el marco de la propuesta panista de políticas rurales: • “El subsidio y el presupuesto tienen que enfocarse a la capitalización de las unidades productivas, no a su gasto. La compensación al ingreso es perversa aunque hoy día esté de moda (…) No podemos seguir compensando los ingresos a capricho de algunos legisladores o funcionarios. Pasa como en los programas sociales: declaró Peña Nieto que Oportunidades va a seguir y se va a reforzar. Eso es una tontería. A lo mejor eso le va a dar votos, pero ya llevamos muchos años con estos esquemas, desde Carlos Salinas, con Solidaridad, y la pobreza se sigue reproduciendo porque esa compensación al ingreso no está dando los resultados del cambio generacional. Yo quisiera ver a los primeros jóvenes de Oportunidades que ya deberían estarse graduando de bachillerato o algunos de profesional. ¿Dónde están? Si ya cambió su forma de vida, y si su mamá sigue recibiendo oportunidades porque tiene un amigo en la Secretaría de Desarrollo Social”. • “Los líderes, los redentores, se llevan una gran cantidad de recursos (del presupuesto) que están destinados a los productores. Necesitamos quitar eso”.
• “No entiendo por qué tenemos que darle Procampo a un señor que siembra cien hectáreas de sorgo o maíz, cuando ya tuvo 15 años para mejorar sus condiciones. Además, cuando se creó el Procampo no había los programas de ingreso-objetivo, ni los de cobertura de precios en los mercados internacionales. Hay muchas cosas que hacemos por costumbre”. • “Hay muchos programas públicos que debemos cambiar. El Procampo –nacido en 1994– ha representado un ingreso para la familia campesina y debe seguir su entrega pero desvinculado de la tierra. No podemos sostener un subsidio transgeneracional. Si el beneficiario muere, la tierra pasa a sus hijos y siguen cobrando el Procampo aunque ya no trabajen la tierra. Lo que hacemos es abaratar la renta de la tierra, haciéndola ineficiente”. • “Los señores de Sinaloa producen porque tienen 37 por ciento del agua superficial del país y no producen el 37 por ciento de los alimentos que se requieren en México (…) les toca a ellos modernizar la infraestructura de riego que les dio el Estado hace décadas. Ellos no le meten no digas un peso, no le quitan un quelite, no arrancan un carrizo, no echan un puño de tierra a un bache. La agricultura es catastrófica por naturaleza, si no quieres ser agricultor, salte de la actividad; por eso tienes tasa de impuestos preferencial, tasa de interés preferencial, por eso tienes instituciones”. Se le preguntó cómo el PAN puede ser propositivo para el campo cuando en 12 años ha mantenido indicadores negativos en este sector. La respuesta fue: “Hemos cambiado muchas cosas, hay certidumbre. El PIB agrícola es bajo porque se guía por los precios medios rurales, pero el PIB agroalimentario es altísimo. Los indicadores del sector son malos porque no se le da el valor específico al bien. Por ejemplo, la leche sigue valiendo para el INEGI cuatro pesos el litro en el sector rural, pero e consumidor la paga a 12 (…) Estamos importando carne, pero estamos exportando un mundo de carne (…) las mayores importaciones de maíz fueron en el gobierno de Zedillo, en 1997. Las restricciones al mercado de tierras se mantienen por rechazo de los legisladores del PRI y del PRD a cambiar la legislación agraria. Lo que sí no hemos podido superar es la productividad, pues Procampo impulsó la siembra de mucha tierra improductiva y sus indicadores impactan en el promedio nacional.
FOTO: Francisco Olvera / La Jornada
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PROPUESTAS
PLATAFORMA DEL FRENTE PROGRESISTA: RESCATE DEL CAMPO, SOBERANÍA ALIMENTARIA, REVISIÓN DEL TLCAN...
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a plataforma electoral de la coalición de izquierda abarca como un todo el sector agropecuario, forestal y pesquero, pero coloca al frente el concepto de la alimentación: establece claramente la intención de alcanzar la soberanía alimentaria “y dejar de comprar en el extranjero lo que consumimos”. Ello, por medio de subsidios y créditos para que los productores eleven su producción y productividad, y con la expectativa de “rescatar al campo del abandono al que ha sido condenado por la política neoliberal, de arraigar a la gente en sus comunidades y de generar empleos rurales que ayuden a contener la migración”.
Y prevé ejecutar una política agropecuaria diferenciada por tipo de productor: los ya altamente competitivos, aquellos con potencial para incrementar su competitividad y los que tienen escasa o nula competitividad y requieren todo el apoyo del Estado. Esto, concibiendo el desarrollo rural sustentable del sector agropecuario, forestal y pesquero dentro de un sistema nacional de planeación democrática y desarrollo regional. FOTO: Marco Peláez / La Jornada
Asimismo, amarra los planteamientos de la coalición en materia de política sectorial con los de política social, pues, dice, ésta “debe considerar el problema de la alimentación”. Y el derecho a una alimentación de calidad debe ser cumplido con políticas integrales de producción, distribución, precios, subsidios generales y regulación destinados a alcanzar la soberanía alimentaria, entendida como la capacidad del Estado para fomentar la producción sostenible de granos y otros productos agropecuarios y pesqueros básicos, al tiempo que se genera el ingreso necesario para que la población pueda acceder a esos bienes.
ficiencia alimentaria de nuestro país y generen mejores condiciones de trabajo y de vida para los productores y sus familias”.
Como un cambio estructural, el documento prevé revisar y rectificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en lo relativo a los sectores agropecuario y pesquero, “para recuperar instrumentos valiosos de fomento que garanticen la autosu-
AMLO Y EL CAMPO EN LA PRENSA
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l medio rural, sus actores sociales, problemas y retos han sido tópico constante de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato presidencial del Movimiento Progresista, y así lo consigna la prensa. Desde antes de que comenzara formalmente su campaña, AMLO ha participado en foros y encuentros especializados en los temas del campo, como fue el caso del Foro Jornaleros Agrícolas y Movimientos Campesinos, realizado en el Valle de San Quintín, Baja California, el 10 de enero, donde –según da cuenta un boletín informativo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena)– hizo el compromiso de construir un programa especial a favor de los jornaleros agrícolas. “Se comprometió a buscar la solución para que los trabajadores agrícolas puedan vivir con justicia, que se les respeten sus derechos laborales y tener buenos salarios, porque ‘no es justo que un trabajador mexicano gane siete veces menos que un trabajador de Estados Unidos’. Dijo que es necesario cuidar la salud de los jornaleros, que sufren porque en muchos plantíos donde trabajan se utilizan agroquímicos tóxicos. El nuevo gobierno procurará dar una educación especial para los jornaleros para que puedan estudiar al mismo tiempo que trabajan; también que tengan una vivienda digna con servicios públicos como agua, drenaje y energía eléctrica”, mencionó el comunicado de Morena. Luego, en el Foro Rescate del Campo y Soberanía Alimentaria, realizado en Culiacán,
Sinaloa, el 13 de febrero, Andrés Manuel López Obrador condenó las políticas neoliberales, “que han sido (para el campo) un rotundo fracaso en los últimos 30 años, pues sólo han generado migración, pobreza, criminalidad y dependencia alimentaria”. Ante un auditorio predominantemente de productores rurales anunció “una cruzada nacional para rescatar al sector agropecuario y revertir las crecientes importaciones de alimentos básicos (…) Al señalar que impulsará la inversión pública, consideró que no se contrapone lograr una agricultura de exportación de competitividad internacional a consolidar la producción para garantizar la autosuficiencia alimentaria (…) Reprobó que los gobiernos de PRI y PAN hayan terminado con las políticas de fomento por su visión neoliberal de cancelar la inversión pública en este sector. Han eliminado subsidios a los productores y cancelado aranceles a la importación de productos agropecuarios, con resultados desastrosos, como desplome de la producción agrícola, pérdida de 50 por ciento del hato ganadero, eliminación de empleos rurales e incremento de la migración” (nota de Alonso Urrutia, La Jornada, 14 de febrero de 2012). Asimismo, AMLO celebró el cierre de su precampaña en el marco del Foro Pueblos Indígenas, en la capital de Oaxaca, el 14 de febrero. Allí, Carlos Beas, representante de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni) destacó que, de ganar la próxima contienda presidencial, “López Obrador asumiría como un compromiso irrenunciable el cumplimento de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar sobre Derechos y cultura Indígena pactados desde 1996, siempre
La coalición enlaza el interés de la alimentación con la atención a los pobres, pues plantea “establecer políticas públicas específicas en el tema de la alimentación (…) cuyo objetivo prioritario consista en garantizar la alimentación básica de la población, particularmente la de los sectores económicos más desprotegidos” Sin embargo, comete un dislate, pues luego de proponer el impulso de alimentos sanos y vigilar el impacto que sobre éstos produce el uso de tecnologías que ya han sido rechazadas en otros países, menciona fuera de toda lógica “que los organismos genéticamente modificados deben ser utilizados en benefi-
privilegiando el diálogo y el consenso en lugar de reprimir o imponer”, y se comprometería también a hacer efectivo el derecho a la autonomía y a la autodeterminación (según reportó Epifanio Díaz en la página web del Movimiento Indígena Alterno http://su.pr/2txnxM) En un encuentro con científicos, el 23 de marzo, en la ciudad de Monterrey, López Obrador reiteró sus críticas a las políticas neoliberales en el campo, las cuales, dijo, han sido un rotundo fracaso. E insistió en que el campo es prioridad para el país. Dijo que dos áreas serán fundamentales en su Plan Nacional de Desarrollo: la producción de alimentos y el sector energético. Respecto de la primera, “será una prioridad impulsar la biotecnología y la innovación tecnológica con el fin de alcanzar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria”, dijo. Con esto, agregó, se buscaría atacar la actual política oficial, que dejó en el
cio de todos, priorizando la salud y la garantía alimentaria de la población así como la conservación de las especies endémicas”. La propuesta hace ofertas muy específicas, por ejemplo, dice, se sembrará un millón de hectáreas de árboles maderables en el sursureste del país, caobas y cedros entre otros, con propósitos económicos, ecológicos y para crear alrededor de 400 mil empleos anuales; asimismo, reformar los sistemas financieros, comerciales, de seguros y de servicios necesarios para el sector agropecuario, forestal y pesquero; que los productores tengan precios de garantía adecuados a su función productiva y a sus necesidades de vida, particularmente los de más bajos y medios ingresos; aumentar el gasto productivo y la inversión pública y vincular la ciencia y la tecnología al sectores agropecuario, forestal y pesquero. Propone también reorientar las actividades silvícolas hacia sistemas integrales de aprovechamiento forestal sustentable, retomando las experiencias exitosas en México y de otros países, y con la participación organizada institucionalmente de expertos, centros académicos, organismos civiles, las organizaciones representativas de los pueblos y comunidades indígenas, empresarios y autoridades de los tres niveles de gobierno, para revertir los graves procesos de depredación ecológica y de cambio climático. Y plantea apoyar la actividad pesquera para mejorar las condiciones de vida de las comunidades costeras y ribereñas del país y pondremos al alcance de la población proteínas de buena calidad a bajos precios.
abandono al campo. “Apostaron a que podíamos comprar los alimentos en el extranjero; nos convertimos en importadores y destinamos alrededor de 25 mil millones de dólares para adquirir productos agropecuarios que podemos producir en el país”, señaló. Una nota de David Carrizales (La Jornada, 24 de marzo) dio cuenta de ello y también mencionó que al participar AMLO en el 24 Congreso de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (Adait), suscribió los diez puntos que planteó en la Declaración de Monterrey esta agrupación integrada por mil 200 científicos, investigadores, tecnólogos y rectores de universidades. “Todas las proyecciones nos dicen que cada vez más van a escasear los alimentos y se encarecerán; nosotros tenemos que regresar al campo. Es un sector estratégico; es urgente apoyar a los productores para lograr la autosuficiencia y la soberanía”, dijo.
FOTO: Jesús Villaseca / La Jornada
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PROPUESTAS
EL CAMPO
FOTO: Carlos Ramos Mamahua / La Jornada
Y EL “CAMBIO VERDADERO”: RESCATAR AL AGRO PARA RESCATAR A MÉXICO
María Luisa Albores González* y Víctor Suárez Carrera** *Propuesta por AMLO para la Secretaría de Reforma Agraria en caso de ganar las elecciones **Propuesto por AMLO para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación en caso de ganar las elecciones “Invito a los mexicanos y las mexicanas a salvar al campo, para salvar a México”
n el marco de las campañas presidenciales en curso, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido el único de l@s candidat@s que ha dado a conocer de manera articulada, explícita, sistemática y consistente una propuesta para resolver los grandes problemas del campo y revertir la degeneración, económica, social, ambiental y alimentaria provocada por el modelo neoliberal en los 30 años recientes. Lo ha hecho como parte fundamental de su propuesta de un nuevo proyecto de nación y de un gobierno progresista, democrático, nacionalista y garante de los derechos humanos.
FOTO: Archivo
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AMLO
De enero del presente año a la fecha, AMLO ha realizado los siguientes foros y encuentros específicos con diversos sectores productivos, sociales y ambientales del campo: Foro Socioambiental (25 de marzo de 2011, Cuetzalan, Puebla); Acto Conmemorativo del Centenario de la Promulgación del Plan de Ayala (28 de noviembre de 2011, Ayoxuxtla, Puebla); Foro sobre Jornaleros Agrícolas y Movimientos Campesinos (10 de enero de 2012, San Quintín, Baja California); Foro Rescate del Campo y la Soberanía Alimentaria (13 de febrero de 2012, Culiacán, Sinaloa); Foro Política Sectorial de la Secretaría de Agricultura 2012-2018 (20 de marzo de 2012, Ciudad de México); Foro Política Sectorial Agraria 2012-2018 (21 de marzo de 2012, Ciudad de México), y Acto Conmemorativo del Aniversario Luctuoso del General Emiliano Zapata y Firma del Pacto para el Rescate del Campo y la Soberanía Alimentaria con base en el Plan de Ayala para el Siglo XXI (10 de abril de 2012, Torreón, Coahuila). A continuación expondremos las principales propuestas de AMLO para el rescate del campo y la soberanía alimentaria del país: 1.- En primer lugar, AMLO reconoce y documenta que la actual situación de abandono del campo y de dependencia alimentaria es resultado del modelo neoliberal en la agricultura mexicana aplicado por los gobiernos del PRI y del PAN en los 30 años recientes. 2.- AMLO plantea la necesidad de dejar atrás el modelo neoliberal y emprender un cambio verdadero para rescatar el campo y lograr la soberanía alimentaria a partir de un gobierno progresista. AMLO establece que: “el nuevo gobierno democrático tendrá como una prioridad fundamental el rescate del campo por razones de justicia, económicas, de seguridad pública y de soberanía nacional”; que “es indispensable y urgente cambiar la actual política agropecuaria, orientando todos nuestros esfuerzos y recursos a la obtención de la soberanía alimentaria” y que “el rescate al campo se hará a partir de la conciliación, la armonización de intereses, con la participación de todas y todos y bajo el criterio del interés nacional”.
Entre los libros y documentos al respecto, destacan los siguientes: Un proyecto alternativo de nación, propuestas para la regeneración de México, capítulo Campo y soberanía alimentaria (2011); documento 50 acciones para la regeneración nacional (20 de marzo de 2011); discurso en el Foro sobre Jornaleros Agrícolas y Movimientos Campesinos (“Compromiso para construir un programa especial a favor de los jornaleros agrícolas de México”), en San Quintín, Baja California, 10 de enero de 2012, y discurso en el Foro Rescate del Campo y Soberanía Alimentaria “(El nuevo gobierno democrático tendrá como una prioridad el rescate del campo por razones de justicia”), en Culiacán, Sinaloa, 13 de febrero de 2012.
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En diversos libros, documentos, foros, mítines y entrevistas, AMLO ha expresado con claridad y consistencia sus propuestas y compromisos para impulsar un cambio verdadero para el rescate del campo y la soberanía alimentaria.
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riencia visionaria. Tiene una existencia doble y frágil. Es un mundo de formas e imágenes. Es una cuerda en tensión, una síncopa musical. Es jazz.
WIRIKUTA Y LA BÚSQUEDA COLECTIVA DE VISIONES FOTO: Benjamín N.
Un rito colectivo. El viaje a Wirikuta es una búsqueda colectiva de visiones. En el contexto de la etnografía amerindia el rito huichol es algo único, entre otras razones, por ésta. Hay muchos grupos que realizan ritos de iniciación que implican búsquedas de visiones. Los indios de las Grandes Llanuras de América del Norte (Plains Indians), por ejemplo, se internan en un paraje solitario, ayunan durante muchos días y esperan obtener una revelación onírica o visionaria. Ritos similares se han reportado de Amazonía. En todos estos casos, la experiencia visionaria es algo solitario e íntimo.
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A Ximena y Aldonza
os jicareros (xukuri’+akete). Año tras año los centros ceremoniales huicholes envían grupos de jicareros (xukuri’+akete) a Wirikuta, el semidesierto en el norte de San Luis Potosí. Pero, ¿qué son los jicareros y por qué se les llama “portadores de jícaras” o “personas jícara”? Se trata de personas que ocupan cargos religiosos. Cada uno lleva una pequeña jícara que es un ancestro, susceptible de transformarse en una deidad wixarika, y que al mismo tiempo convierte a quien la lleva en ese ancestro. Por eso, mientras uno tiene el cargo, recibe el mismo nombre que la deidad de su jícara: Tatewari (Nuestro Abuelo), Tayau (Nuestro Padre). En el centro ceremonial, los jicareros usan los diferentes templos como sus casas: el jicarero Tayau vive en el adoratorio de Tayau; el jicarero Tamatsi vive en el templo de Tamatsi y así sucesivamente. Las deidades huicholas son muchas. Un grupo de jicareros se compone de hasta 30 personas. Juntos, los jicareros reviven los actos de la comunidad original, la de los ancestros que fundaron el mundo en una primera peregrinación rumbo a Wirikuta, el Desierto del Amanecer. Antes de realizar dicho viaje, los jicareros todavía no son dioses. Para convertirse en deidades, deben “nacer”; es decir, salir de la jícara, que simboliza el vientre materno. Y esto se consigue realizando el viaje a Wirikuta. Si todo va bien, los jicareros “nacen” como ancestros después de este proceso. Y entonces efectivamente se convierten en los dioses. Una de sus tareas en esta peregrinación es recoger peyote (hikuri). Por eso se les conoce también como “peyoteros” (hikuritamete). Pero solamente es correcto usar este término cuando ya están en el camino de regreso, cuando ya se han transformado en peyote. Y es que esta cultura sigue una lógica animista; es decir, entre ellos la transformación en animal o planta es posible y relativamente fácil. De acuerdo con lo que se conoce como ontología multinaturalista, todos los seres vivos son humanos y pueden cambiar de apariencia, de piel, pero no de alma. De modo que en las prácticas wixaritari, uno no come peyote, uno se transforma en hikuri.
La peregrinación se inicia cuando los jicareros salen del mundo oscuro, ubicado abajo en el poniente, en busca del Amanecer. Encuentran la luz en el desierto oriental, porque ahí logran transformarse en peyote, entre cuyos efectos se cuentan el ver todo más luminoso. Dentro del grupo de los jicareros hay cinco cazadores —el puma, el jaguar, el lobo, el lince y otro felino— que persiguen al venado, el Hermano Mayor, quien, según la mitología, fue el primero en transformarse en peyote. Lo logró porque se entregó a ellos. Antes de morir, les enseñó cómo celebrar sus ritos. Por eso los huicholes consideran al venado como el fundador del costumbre (yeiyari, palabra que significa el “caminar sobre las huellas” de los ancestros), y ellos lo continúan al ingerirlo ya transformado en hikuli y transformarse, ellos también, en venados y peyotes. La peregrinación como rito de iniciación. La peregrinación que los jicareros huicholes realizan hacia Wirikuta —el bajío al pie de la Sierra de Catorce y el cerro Reu’unax+ (también conocido como Cerro Quemado o Paritek+a “Abajo del Amanecer”)— es un rito de iniciación que conlleva una búsqueda de visiones. Pero el término peregrinación debe tomarse con reservas; es decir, hay que despojarlo de las concepciones derivadas de las prácticas cristianas. En el viaje a Wirikuta efectivamente se visitan santuarios y, en el camino, los peregrinos buscan purificarse. Sin embargo, la peregrinación huichola es mucho más compleja, pues implica aspectos que la óptica cristiana no abarca, por ejemplo, transformarse en ancestros o en peyote.
¿Es posible llegar a Wirikuta? Como hemos dicho, Wirikuta es el lugar donde el venado se entrega voluntariamente al cazador al transformarse en el primer peyote. Por eso podemos considerarlo el mundo de la generosidad. Los jicareros que peregrinan hacia allá vuelven a encontrar el país del Amanecer, pero, de cierta manera, cada viaje a Wirikuta sucede por primera vez. Encontrar el Amanecer es un acontecimiento único e irrepetible, en el que la euforia se mezcla con sentimientos de melancolía: da lástima el venado que se entrega y las lágrimas de los jicareros se convierten en la lluvia que traerá los beneficios de la tierra a sus comunidades. Wirikuta, como todos los universos rituales, encierra una serie de paradojas. Tal vez la mayor es que en realidad no se puede llegar hasta allá mientras uno no muera en una muerte sacrificial. Durante la vida uno sólo se acerca. Pero los verdaderos dioses están muertos. Los ritmos sincopados de la música wixarika probablemente tienen que ver con esta paradoja ontológica. Estar en Wirikuta es estar en una situación de ruptura. Wirikuta es una ruptura creativa de la cotidianidad mestiza. Wirikuta está en el paisaje, pero también irrumpe en él, lo mismo como un escenario inesperado que los peregrinos encuentran al final de su caminar, que como un espacio imposible inducido por la expe-
En el caso de los huicholes es importante que la experiencia visionaria también sea colectiva. La ingestión de peyote facilita que sea así. Desde luego, hay muchas visiones individuales, pero también hay otras que son vividas simultáneamente por todos los miembros del grupo. Juntos experimentan el Amanecer, juntos sueñan con la lluvia del oriente que nace del polvo del desierto y de las lágrimas de los peregrinos. La luz del Amanecer se refleja en las caras de los peregrinos, en las bellas pinturas faciales de color amarillo que usan los peyoteros. No todos se pintan con el mismo diseño, porque, obviamente, la gente no experimenta exactamente lo mismo, siempre es algo similar, aunque hay variedades en los matices. El aliento del mundo. Ir a Wirikuta implica un rito relativamente fácil, pero el regreso es un proceso largo y complicado. La reintegración de los jicareros a la comunidad es compleja porque ellos se han transformado en los ancestros, los dioses, seres potencialmen-
En este rito de iniciación los jicareros adquieren un estatus social diferente y jerárquicamente superior. Y es que, en la lógica wixarika, esta práctica no solamente los acerca a lo sagrado, sino que los transforma en dioses, lo cual tiene consecuencias que veremos más adelante. El grupo de jicareros conforma una suerte de escuela de iniciación, pues durante los años que dura el cargo, cada uno aprende las rutas de peregrinación y conoce los lugares de culto, se enseña de mitología y cantos rituales, y tendrá que transmitir estos conocimientos a los jicareros menos experimentados conforme tomen sus cargos.
FOTO: Rodrigo González
Johannes Neurath
También hay casos en que, pese a que las iniciaciones y la búsqueda de visiones son colectivas, al final de cuentas cada quien experimenta las visiones de forma individual. Y, naturalmente, éstas se presentan en diferentes momentos. Esto sucede, por ejemplo, en el sur de California, donde existía una iniciación colectiva con Datura (toloache), y entre los tohono o’odam de Arizona, que realizaban una peregrinación a un sitio en el Golfo de Cortés donde recogían sal. En el camino de regreso, algunos experimentaban visiones.
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11 tían regiones yermas y desérticas en frondosos jardines; (…) hasta llegaban a arrancar a las piedras de su inmovilidad para hacerlas moverse al ritmo de sus cantos. (…) conocían los secretos del futuro, las proporciones y la estructura natural de todas las cosas, y hasta las fuerzas interiores y las virtudes curativas de los números, de las plantas y de todas las criaturas. A partir de entonces la Naturaleza, que hasta aquel momento había sido una selva en la que reinaban la confusión y la discordia, se llenó de múltiples y variados sonidos y de extrañas simpatías y proporciones”.
te peligrosos que, como veremos más adelante, han sido creados por los huicholes.
Nierika. Para obtener visiones el peyote es útil, pero sería un error interpretar el rito wixarika enfocándose únicamente en su aspecto farmacológico. Para los huicholes las visiones no son simplemente el efecto de una sustancia. Explicar toda su religión como un “culto de peyote” es un reduccionismo. En etnología se han documentado diferentes métodos para inducir este tipo de experiencia: seclusión, ayuno, prácticas de mortificación (como el autosacrificio mesoamericano o la danza del Sol de los lakota y de otros grupos nativos de Norteamérica) y abstención del sueño. En el caso huichol, los jicareros deben dejar atrás dos cosas: sueño y sal del mar. El “ayuno de sueño” es un aspecto tan importante como la ingestión de peyote. No dormir durante días implica dormir despierto. En este estado, las visiones de peyote son mucho más complejas que imágenes de colores y formas psicodélicas. Como hemos visto, Wirikuta es el país de la luz que se opone a la oscuridad del inframundo y del mar en el Poniente. No es un lugar para dormir. Aquí es donde se levantan las “velas de la vida”, que los huicholes llaman hauri, las antorchas de ocote que levantan el cielo luminoso, el techo del mundo. El mundo de la oscuridad siempre existirá y siempre ha existido, pero el mundo de la luz, el techo del mundo, es creado o inventado en el ritual; es una visión y, por eso, tiene una existencia efímera. La existencia de Wirikuta no está dada. Solamente existe porque los jicareros la buscan, porque resisten sin dormir y porque la sueñan despiertos en sus visiones.
FOTO: Luna Baudelaire
Cuando los jicareros reaparecen en las comunidades de la sierra llevan sombreros con plumas blancas que son flores de peyote (tutu). Al portarlos, las personas-jícara son personas-peyote. En la danza del peyote, el último acto ritual de los jicareros, la transformación continúa: se quitan las plumas de los sombreros y elaboran trajes de danza con los que el grupo de peyoteros se convierte en la serpiente de nubes (haiku). En la danza del peyote se ve cómo ésta llega para lavar el mundo. Haiku es el iyari del mundo, el “alma” o “aliento” del cosmos. Sin los peyoteros, el mundo no podría ser un ser vivo.
De la misma manera, los dioses ancestrales viven porque los huicholes han practicado los ritos que les dan existencia. Sin el viaje a Wirikuta no hay dioses huicholes, así que tanto Wirikuta, como los dioses, son creados por el hombre. La poética y la estética de los wixaritari. En la cultura wixarika la invención y la creación son altamente valoradas. Lo dado no es mejor que lo no dado. Wirikuta es tan especial porque, como hemos visto, no es “natural”, sino “artificial”. Cada vez que se visita, Wirikuta vuelve a encontrarse, se vuelve a crear. Este tipo de poética cosmogónica no es exclusiva del pueblo huichol. Ciertos autores del romanticismo europeo también han buscado recuperarla, entre ellos Georg Friedrich Philipp Freiherr von Hardenberg, Novalis (1772-1801). Como nos deja ver en su libro Heinrich von Ofterdingen, Novalis se imaginaba poetas-chamanes: “De este modo, según nos cuentan viajeros que todavía han oído estas leyendas de boca de la gente del pueblo, en tiempos muy remotos, en las tierras que ocupa ahora el imperio griego, debió de haber poetas, que, con el extraño son de maravillosos instrumentos, despertaban la secreta vida de los bosques y los espíritus que se escondían en las ramas de los árboles; hacían revivir las simientes y conver-
Marcel Detienne ha encontrado que, entre los griegos arcaicos, el concepto de “verdad” (aletheia) era de carácter poético, profético y chamánico. La “verdad” no dependía de la existencia de una realidad objetiva autónoma, sino que era producida por el poeta en contextos rituales. El opuesto de aletheia, lethe, no significaba falsedad, ni mentira, sino olvido. Los poemas no solamente “narraban” acontecimientos cosmogónicos; la enunciación de los mitos en el contexto ritual implicaba el acontecer de la creación y la renovación del mundo, de los dioses y de los héroes. Ahora, si los jicareros tienen que crear el mundo en el contexto ritual, su labor no sólo implica una poética como la que hemos visto, sino también una estética. Su concepto de belleza se asocia al ámbito luminoso del desierto. Lo bello es lo pequeño, lo tierno, lo brillante y lo traslúcido, como las gotas de agua, las chaquiras, las plumas y los venados.
FOTO: JosEnrique
Los huicholes consideran que los mestizos son más antiguos que ellos. A veces, se llaman a sí mismos los hermanos menores. Piensan que los huicholes fueron los últimos en comenzar a peregrinar rumbo a Wirikuta. Y sin embargo, son los únicos que aún no se han perdido, que siguen caminando en la busca del Amanecer. Participar en estos ritos es más que aprender a ver el mundo de otra manera. Se trata de percibir e inventar el mundo nierika, el mundo de los ancestros. Si lo vinculamos con la tradición occidental, podríamos decir que se trata de recuperar el concepto griego de aletheia.
Pero también han desarrollado toda una “estética de la fealdad” para representar a los seres “del mundo de abajo”, el de los no-indígenas, mestizos o teiwarixi, el (infra)mundo que no es creado, a diferencia de Wirikuta, y que siempre existirá. Es el territorio de los monstruos, de los “viejos de la danza” con sus máscaras “feas” y barbudas. Es un espacio caótico, subdesarrollado y, como explica el ecologista wixarika Pascual Pineda, “es un mundo no-sustentable”. Hoy, ese Desierto del Amanecer que da sentido a la visión del mundo de un pueblo entero se encuentra amenazado, pese a su importancia como reserva natural y como espacio cultural. Protegerlo va más allá de salvaguardar la religión de un pueblo, que en sí ya es un objetivo encomiable. La práctica wixarika, como hemos visto, es arte, un arte creado por una comunidad de chamanes-poetas que nos permite conocer horizontes estéticos insospechados y de una vitalidad sorprendente. Un arte honesto, enraizado en prácticas ancestrales y que, sin embargo, puede considerarse más vigente que el que se exhibe en muchos de los mejores museos del mundo. Un arte de gran profundidad que nos invita a reflexionar sobre los alcances de la creatividad humana y sobre la necesidad urgente de protegerlos del ímpetu demoledor de la sociedad contemporánea.
FOTO: Luz María Nieto Caraveo
FOTO: Zapdelight
Los mara’akate huicholes son poetas en el sentido de Novalis y los jicareros son colectivos de poetas primigenios que, con su canto, hacían germinar una vida luminosa y ordenada, que se oponía al caos primordial de la “confusión y la discordia”.
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28 de abril de 2012
PROPUESTAS
CAMPO EN CRISIS DiagnósƟco presentado por Víctor Suárez*
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a situación críƟca de pobreza, exclusión social en el mundo rural (converƟda en migración), hambre, dependencia alimentaria, descapitalización campesina y producción agroalimentaria estancada, no se corresponde en absoluto con los recursos públicos que el Estado ha asignado al campo tanto en el rubro de desarrollo producƟvo, vía la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), como en el de asistencialismo, por medio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol.) Desde que inició el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hace 18 años, y en parƟcular desde que asumió el poder el ParƟdo Acción Nacional (PAN), los presupuestos de la Sagarpa y de la Sedesol se han elevado en forma sustancial, a una ritmo promedio anual de 23.9 y 54.9 por ciento, respecƟvamente. Esta falta de congruencia se debe a un ejercicio no equitaƟvo de los recursos; a una estrategia políƟca injusta socialmente. El presupuesto agropecuario y pesquero se concentra en los estados y productores más favorecidos del país, situados en el norte. La mayoría de los pequeños y medianos productores deben contentarse con el 30 por ciento del total de los apoyos y subsidios, mayormente de carácter asistencial. Entre los indicadores que revelan el desastre agropecuario destaca el estáƟco Producto Interno Bruto agropecuario forestal y pesquero. Entre 1980 y 2000 aumentó tan sólo en 1.5 por ciento anual, y en los gobiernos del PAN lo hizo en 1.1 por ciento al año. En parƟcular el PIB agrícola creció en esta úlƟma década sólo en 0.3 por ciento y en el gobierno calderonista ha tenido un comportamiento decreciente, de menos 0.6 por ciento anual. Este comportamiento es de los más mediocres en América LaƟna. Otra muestra del rezago del campo se observa en la desigualdad y la pobreza. Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señalan que de los 5.4 millones de unidades de producción rural (UPR) existentes en el país, tres millones corresponden a productores en situación de pobreza, quienes en su gran mayoría viven en el centro y sur del país y en territorios con baja integración a los mercados; por otra parte, 450 mil UPR se ubican en el otro extremo por su capacidad producƟva y generación de ingresos. De los casi 60 millones de mexicanos pobres, 70 por ciento está en el medio rural. Un dato más del deterioro se observa en la balanza comercial agroalimentaria. En 17 de los 18 años del TLCAN ha sido deficitaria; sus saldos negaƟvos acumulados suman 45 mil millones de dólares. La dependencia del exterior ha tendido a crecer desde 1994 a la fecha; en lo relaƟvo a granos y oleaginosas, se elevó de 23.1 a 37.8 por ciento. La situación es insostenible, pues los precios internacionales registran un ciclo largo de precios altos, muy diİcil de frenar, ya que son impulsados por el uso alterno de los granos en agrocombusƟbles y son objeto de gran especulación en los mercados globales. Los efectos dentro de México son de encarecimiento de los precios de los alimentos, con la torƟlla como un ejemplo emblemáƟco. *Víctor Suárez Carrera, propuesto por AMLO para asumir la cartera de la Secretaría de Agricultura y director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, ANEC.
EL CAMPO EN LA HISTORIA DE MÉXICO María Luisa Albores González Propuesta por AMLO para la Secretaría de Reforma Agraria en caso de ganar las elecciones
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a campesina es una de las identidades más arraigadas en México. Por nuestro origen indígena, como nación pluricultural, nuestros pueblos desarrollaron una visión comunitaria con base en su papel de sujetos que conviven, cohabitan y están arraigados en un territorio. Esta visión ha estado presente a lo largo de nuestra historia y las luchas agrarias dieron cauce a las demandas rurales, configurando con ello la realidad nacional en su conjunto.
Por eso una de las aspiraciones que logró la mayor movilización social durante la Revolución fue la de recuperar la tierra para los pueblos originarios y las comunidades agrarias campesinas. La lucha encabezada por el movimiento zapatista y plasmada en el Plan de Ayala, se vio reflejada en la Constitución de 1917. Allí se estableció que la reforma agraria mexicana debería ser comunitaria: el sujeto de la acción agraria es colectivo; un pueblo establecido, en el sentido de una localidad o una comunidad de vecinos, un asentamiento con existencia previa y con categoría política reconocida: “villa”, “pueblo” o “congregación”.
A partir de estas aspiraciones es que la reforma agraria se cristaliza en el reparto de tierras, como una de las acciones sociales más trascendentes del México postrevolucionario. Así, la mayor contribución de la reforma agraria es haber restablecido el carácter de sujeto campesino en los habitantes rurales, gracias a la posesión de la tierra. Sin embargo, los gobiernos neoliberales han visualizado nuestra identidad campesina como uno de los lastres para el desarrollo del país. Bajo el planteamiento de que sobran campesinos, se ha diseñado una serie de estrategias
que han tenido en lo agrario la base táctica para promover la descampesinización del México rural. Con la finalidad explícita de dar certeza jurídica en la tenencia de la tierra a ejidatarios y comuneros y otra finalidad implícita de facilitar la participación de la inversión privada en la propiedad social de la tierra, durante los cuatro sexenios recientes se ha desarrollado una política agraria que bien ha sido calificada como la contrarreforma agraria. A pesar de ello, México sigue siendo un país de campesinos que se resisten a perder su identidad. En el medio rural viven más de siete millones de titulares de la tierra, que poseen poco más de 185 millones de hectáreas, lo que les da una importancia estratégica, pues poseen el 94 por ciento del territorio nacional.
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PROPUESTAS
HACIA UN PROGRAMA DE REFORMA AGRARIA 2012-18 María Luisa Albores González
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l Nuevo Proyecto de Nación, propuesto por Andrés Manuel López Obrador establece la necesidad de impulsar una nueva reforma agraria, la cual “no sólo reivindica parcelas para los campesinos como productores, demanda también el derecho al usufructo sostenible de recursos naturales y el reconocimiento de sus territorios”. Para ello se parte de la idea de trascender una política agraria, que ha estado diseñada para atender los procesos derivados de la repartición de tierras, hacia una política agraria que vele por mantener la propiedad, el usufructo y la soberanía de los territorios que permanecen en manos de los campesinos mexicanos.
Con estas bases, se propone la creación de la Secretaría de la Reforma Agraria y Desarrollo Campesino, cuyos ejes de acción serán cinco:
sos de despojo del territorio que responden a los intereses de unos cuantos, en perjuicio de todo un pueblo. De esta forma, se asume que las acciones de la nueva reforma agraria promoverán la gestión de los territorios que están en manos de los campesinos por los propios campesinos. Considerando que no
• Política agraria con y para los sujetos agrarios.- No se puede implementar ninguna acción sin considerar a los dueños de la tierra, sujetos principales del desarrollo rural de México.
Hoy los problemas agrarios no están referidos hacia la propiedad de la tierra, sino a procesos de despojo del territorio que responden a los intereses de unos cuantos, en perjuicio de todo un pueblo
• Justicia agraria, condición necesaria para el desarrollo.- Se propone configurar una legislación de nueva generación, que amplíe la solidaridad y la democracia, mediante una mayor participación de los sujetos agrarios. • Organización campesina, propósito indispensable para ejercer los derechos.El desarrollo del campo sólo se puede lograr si los campesinos se encuentran organizados.
hay territorio sin sujetos, es esencial transformar la visión del actual sistema, que asume a los campesinos como “objeto” de las políticas públicas. Las políticas agrarias que se implementarán, deben estar dirigidas al servicio de los campesinos, con el fin de contribuir a la generación de sujetos agrarios empoderados, que actúen de manera colectiva y comunitaria como actores
FOTO: Consejo Ébano
Lo anterior pone de manifiesto la necesidad de contar con una visión más amplia de las políticas agrarias que se dirijan hacia todo el sector campesino (ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios) y no solo a los núcleos agrarios. Pero, sobre todo, enfatiza que hoy los problemas agrarios no están referidos hacia la propiedad de la tierra, sino a proce-
de transformación de su propia realidad, y contribuyan a la creación de una sociedad nacional más justa.
Víctor Suárez Carrera
HACIA UN PROGRAMA DE LA SAGARPA 2012-18 Víctor Suárez Carrera
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l campo no aguanta más. El país tampoco. Es el resultado de tres décadas de abandono del campo y de dependencia alimentaria. Es consecuencia del modelo neoliberal en la agricultura aplicado por los gobiernos del
PRI y del PAN desde 1982 a la fecha. Urge un cambio verdadero en el modelo agroalimentario y en la política sectorial. Desde el equipo de AMLO, se propone el siguiente programa de gobierno para la Secretaría de Agricutura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en el periodo 2012-2018:
FOTO: Archivo
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María Luisa Albores González
pesino, para que ésta los haga llegar directamente a las organizaciones mediante la contratación de técnicos extensionistas.
• Fomento al desarrollo de capacidades.- Se propone que los recursos gubernamentales destinados para ofrecer la asistencia técnica se canalicen a través de la Secretaría de la Reforma Agraria y Desarrollo Cam-
• El ordenamiento eje para el manejo del territorio.- Se brindará todo el apoyo a los tres sectores de la agricultura campesina (ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios) para que integren y defiendan sus territorios de manera adecuada y sustentable, por medio de la figura del “ordenamiento territorial integral”.
• Nuevo Pacto Social y Política de Estado de largo plazo para el rescate del campo y la soberanía alimentaria.
• Programa estratégico de fomento a las exportaciones agropecuarias y pesqueras.
• Objetivos sectoriales 2012-2018: i) Rescate de la soberanía alimentaria; ii) reactivación económica, equilibrio en la balanza comercial agroalimentaria y creación de empleos rurales; iii) promoción de la equidad y la sustentabilidad, y iv) realización plena del derecho constitucional a la alimentación y del derecho a no migrar.
• Programa especial para la renovación de la cafeticultura.
• Metas sectoriales 2012-2018, entre otras: i) Crecimiento sectorial: 4 por ciento promedio anual; ii) reducción en 50 por ciento de la dependencia alimentaria; iii) equilibrio en la balanza comercial agropecuaria en 2018; iv) erradicación del hambre y la desnutrición en la población infantil (cinco millones de niños), y v) disminución en 15 millones de personas del medio rural en condiciones de pobreza.
• Fomento de la pesca, maricultura y acuacultura sustentables para la reactivación económica y la seguridad alimentaria.
• Presupuesto multianual creciente con prioridad en inversión pública estratégica y de impacto regional, principalmente en infraestructura hidroagrícola y uso eficiente del agua. • Nuevo Procampo Alimentario y Ecológico. • Programa estratégico de fomento a la agricultura familiar y la seguridad alimentaria.
• Derechos y bienestar para los jornaleros agrícolas y sus familias. • Reactivación de la ganadería para la seguridad alimentaria y la sustentabilidad.
Nueva política sectorial con enfoque de género y para la inclusión de la juventud rural. Programa Nacional Alimentario y Nutricional. El campo y la agricultura son mucho más que producción de alimentos. Fortalecimiento de la investigación y educación agrícola superior y el extensionismo rural. Acceso a una vida digna, promoción de una cultura de derechos y ciudadanía en el campo. Ver: http://www.campovotaxamlo.org.mx
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PROPUESTAS OTROS ACTORES
COMENTARIOS Y PROPUESTAS AL PROYECTO DE PROGRAMA SAGARPA 2012-2018 PRESENTADO POR VÍCTOR SUÁREZ
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ás de 80 representantes de agrupaciones campesinas y de productores agroalimentarios, así como académicos, científicos y miembros de organizaciones de mujeres, de derechos humanos y ecológicas, se dieron cita en la reunión convocada por Víctor Suárez Carrera, designado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como secretario de Agricultura, en caso de que su coalición gane la Presidencia. En ese foro, el 20 de marzo pasado, en el World Trade Center, Suárez presentó su propuesta de programa de gobierno para el sector Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) 2012-2018.
RAFAEL RUIZ MORENO, vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) en la cartera de Pesca y Acuacultura y presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Acuícola y Pesquera (Canainpesca). Tener recursos no es sinónimo de riqueza; hace falta muchísima política pública. El sector ha sufrido abandono, desorden y sobreexplotación en algunas áreas. La mejor manera de protegernos ante las señales del mercado global alimentario es el fortalecimiento de la producción interna para reducir la dependencia del exterior. Ello demanda políticas integrales de mediano y largo plazos. Es necesario, por su especificidad, crear una secretaría propia de pesca y acuacultura dentro del gabinete. Y ésta y la Sagarpa deben ser incluidas en el gabinete económico, por su importancia en el PIB, captación de divisas, en el empleo y la pobreza. Se debe separar el desarrollo rural de las políticas agropecuarias. Es necesario contar con un presupuesto multianual, pues para el sector es importante que haya certidumbre, que se reduzca la presión política y que se permita a los productores estar en igualdad de condiciones con sus homólogos de los principales socios comerciales. Se requiere un régimen fiscal diferenciado y promotor de inversiones, que es una constante internacional. Que se incentive producir en zonas de mayor grado de marginación, en ramas económicas predefinidas. En materia de financiamiento, hay que rediseñar el sistema de garantías de la banca de desarrollo, modernizar la regularización actual sobre bancos comerciales con operaciones agropecuarias y en el caso del seguro agropecuario hay que continuar con la modernización y la penetración del sistema. En pesca y acuacultura hay que diseñar un esquema de financiamiento que no existe, que considere la aleatoriedad, las vedas y las temporadas de captura y cosecha,
así como los fenómenos climáticos que tanto afectan a esta industria. Debe promoverse infraestructura de muelles, que no se genera desde 1980. Es necesario contar con normas internacionales homogéneas espejo que nos ayuden no sólo a cuidar la salud del extranjero sino también la del mexicano, haciendo investigación y certificaciones a los países que introducen productos a nuestro país. Para la industria pesquera es importante que el diesel marino tenga precios competitivos. Es el energético más importante de este sector, pues representa entre 40 y 60 por ciento de los costos totales de operación.
JULIO BOLTVINIK, académico de El Colegio de México. En la propuesta de política pública para el campo es necesario determinar la distribución por tamaño de productores, y que ésta sea un hilo unificador del documento. Hay una diferencia brutal entre los grandes productores agropecuarios de nuestro país y la inmensa mayoría de campesinos en parcelas que están en la pobreza total. El Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social del DF (Evalúa) ha hecho una medición oficial no sólo del DF sino nacional que da nuevos resultados: el 95 por ciento de los habitantes del medio rural son y han sido pobres desde 1984. Desde hace casi 30 años no ha habido cambio de tendencia. Si se hace la subdivisión entre pobreza a secas y lo que el método llama indigencia (la pobreza más brutal, de los que ni siquiera cumplen la mitad de las condiciones para no ser pobres), entonces sí hay una ligera baja, que refleja el papel de Oportunidades, de las remesas y otras condiciones, pero es ligera. Aquí estamos proponiendo alcanzar niveles de dignidad. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) identifica que 93 por ciento de los habitantes del medio rural tienen una o más carencias sociales. El diagnóstico del agro en el planteamiento de políticas tomaría más fuerza si se le incorpora el concepto de “Estado de bienestar agrario”, que busca el bienestar aumentado las capacidades productivas de los campesinos y no sólo transfiriéndoles recursos monetarios. A escala mundial ha habido un desmantelamiento de los Estados de bienestar agrario, que consistían en todo lo que se hacía antes y ahora no se hace: crédito y semilla subsidiados, precios de garantía, asistencia técnica, extensionismo, etcétera. Es la política de “váyanse todos al neoliberalismo, a buscar sus ventajas comparativas: no produzcan maíz, no subsidien a sus agricultores”. Y es necesario mantener
el viejo eslogan de López Obrador: “Por el bien de todos, primero los pobres”. Hay que apoyar a todos los productores pero en maneras diferenciadas.
BLANCA RUBIO, académica de la UNAM y miembro de la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales. Hay la tendencia a desear que todo vuelva a ser como cuando había Conasupo, pero hay que ser muy críticos con ese modelo y pensar cómo establecer un vínculo agricultura-industria que sea más equitativo para la primera. Es fundamental analizar esto desde la perspectiva de cómo determinar precios redituables para el campo y ver también el poder oligopólico que distorsiona y que ha subordinado a la agricultura. Este poder va a ser el primero a enfrentar.
ANTONIO TURRENT, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Hay una necesidad urgente de hacer ajustes a la estrategia de cambio climático. Es indispensable que haya más agua disponible para los cultivos, porque al aumentar la temperatura va a aumentar la necesidad de agua. Un segundo punto clave es incrementar la tolerancia genética del maíz y el frijol –dos cultivos muy importantes de México– a la sequía y temperaturas extremas. Para ello la investigación debe recibir apoyo. Se requiere una corrección profunda en el manejo extractivo y despilfarrador de la agricultura empresarial. Sorprende que no se ha hecho nada para mejorar la bajísima eficiencia del riego en México, que es de 37 por ciento. En el sector campesino, la mitad de la tierra de labor de México, de temporal, que son cerca de 13 millones de hectáreas, están en laderas expuestas a la erosión hídrica y no están protegidas. Esa tierra es un bien nacional y las altas temperaturas pueden hacerlas más susceptibles; requiere inversión del Estado.
28 de abril de 2012 Respecto del maíz, debemos tener un programa gubernamental muy consistente para las 59 razas nativas que tenemos, que son insustituibles y son ingrediente básico de la pluricultural comida mexicana. Son la única fuente de germoplasma disponible para las condiciones marginales de la población; en ellas está el carácter de tolerancia a las altas temperaturas y a la sequía. La promesa de los híbridos transgénicos no es cierta, no podrían entrar allí. Está subutilizada la enorme capacidad científica que tenemos en México; no ha habido forma de que el germoplasma mejorado que hemos desarrollado en el INIFAP y otras instituciones beneficie a los productores.
FERNANDO CELIS, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC). Se dice que los pecios agrícolas son muy altos, que se han disparado. No es correcto. Si medimos esos precios contra 2004, son altos, pero contra los años 60s, 70s, 80s, no son tan altos. Hay que diferenciar los precios de los alimentos –y allí tiene que ver la agroindustria y sus altas ganancias– de los precios para los agricultores. El gran deterioro del campo ocurre porque al bajar sus ingresos por bajos precios, el productor adoptó una estrategia defensiva: diversificar sus ingresos y no invertir en trabajo ni en capital en el campo. Mientras no haya certidumbre, el productor no va a cambiar esa estrategia. Se pueden ordenar los precios. En la rama del café, debe haber un acuerdo con Colombia y Brasil, para establecer un esquema alternativo de regulación de mercado. Pero México es el país que menos interviene en este tipo de negociaciones.
MAX CORREA, secretario general de la Central Campesina Cardenista (CCC). Es importante la propuesta del equipo de AMLO, de transformar el Procampo con la visión ecológica y alimentaria, Pero hay que agregar el concepto organizativo, para incentivar con un monto mayor a los productores que se organicen productivamente. El Consejo Mexicano de Desarrollo Rural Sustentable debe convertirse en un espacio de planeación democrática y de aplicación de presupuestos participativos y que su enfoque no sólo sea consultivo sino resolutivo.
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ALFONSO RAMÍREZ CUELLAR, líder de El Barzón. No hemos asumido con plenitud que vivimos hoy una situación de precios agrícolas altos, que posiblemente duren mucho tiempo, y de cambio climático. Por eso nuestras relaciones comerciales no ponen tanto al centro las barreras a la importación, sino las restricciones a la exportación. Por tanto debemos incrementar la productividad. En la agricultura de
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PROPUESTAS OTROS ACTORES riego, proveedora de 40 por ciento de los alimentos, se desperdicia mucha agua y energía eléctrica, pero es el factor fundamental de incremento de la productividad para reducir importaciones. El cambio climático nos obliga a replantear la totalidad de los subsidios, el costo del agua y el de la energía eléctrica producida con materiales fósiles. Otro tema es quiénes controlan el mercado agroalimentario. Desde 2006, vivimos una época de vacas gordas en términos de precios, pero el ingreso de los productores y de los consumidores ha caído. En materia de compras hay un monopsonio y un oligopolio, y en ventas al consumidor hay un oligopolio en leche, carne, huevo, pollo, harina de maíz y en pan industrial. Debemos propiciar mayor competencia y erradicación de las prácticas monopólicas. ADRIANA WELSH, de la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales. Es necesario que la perspectiva de género aparezca en cada parte del documento de propuestas de política rural. Es importante el papel de las mujeres en las regiones indígenas como productoras en la parcela y el traspatio, en el
rescate de semillas; se requiere darles reconocimiento en el derecho a la tierra, y que éste quede incluido en los estatutos comunales y ejidales. ALFONSO GONZÁLEZ MARTÍNEZ, de Grupo de Estudios Ambientales (GEA). Propongo resaltar como eje central de la propuesta el “desarrollo rural”, para favorecer que se perciban más articuladamente los asuntos del ámbito terrestre (agricultura y ganadería), los del ámbito acuático (piscicultura y pesquerías de costa y de mar abierto) y los del manejo integrado de agroecosistemas en cada escala de uso de las tierras; desde la parcela al predio agrario, y desde el paraje, como unidad geográfica de manejo, hasta la cuenca hidrológica, y/o la provincia biogeográfica. De esa manera podría hablarse ya de un programa de impulso a todas las actividades primarias y las de articulación entre sectores, como las de imbricación agroforestal, las de “producción” (o infiltración) de agua en tierras bajo manejo agropecuario, y las actividades de manejo integrado de agroecosistemas, a escala de una cuenca hidrográfica, o en unidades territoriales mayores.
ALGUNOS DESAFÍOS DE LA NUEVA POLÍTICA RURAL Guillermo Knochenhauer
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urante décadas, la política rural ha pretendido, desde el neoliberalismo, que la suerte del minifundio y de las unidades agropecuarias “no competitivas” se decida en el mercado. Eso no significa que el gobierno haya dejado de intervenir en el “libre juego de las fuerzas del mercado”; lo ha hecho para privilegiar con lo mejor de los servicios, inversiones y subsidios a los grandes agricultores. La crisis alimentaria global –causada principalmente por presiones de demanda para producir agrocombustibles, por expectativas inciertas del cambio climático y por inversiones especulativas en los mercados de futuros– cambia el escenario en el que ha predominado la idea de seguridad alimentaria basada en la disponibilidad de granos en los mercados internacionales. Las tendencias actuales apuntan a que el precio de esos alimentos en tales mercados habrá aumentado entre 25 y 35 por ciento en términos real antes del 2020. La situación obliga al país a reducir importaciones y a recuperar la soberanía alimentaria, consistente ésta en la disponibilidad de lo básico en las comunidades, en los estados y regiones. Ello sólo se puede lograr a partir de la movilización de recursos de las unidades minifundistas de pequeña producción familiar y de las medianas con vocación comercial, sin dejar de contar con la aportación de los agronegocios ni desalentar las exportaciones agropecuarias. Elevar la disponibilidad de alimentos también requiere mejorar su manejo postcosecha, para reducir mermas en almacenamiento y transporte. Elevar la disponibilidad de alimentos desde los municipios más pobres hasta los grandes centros de consumo, exige una nueva política rural, capítulo obligado del Proyecto Alternativo de Nación que ofrece Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Víctor Suárez ha puesto a discusión el “Programa de gobierno para la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) 20122018”, al cual le dan dirección dos propósitos: restablecer la soberanía alimentaria y hacer posible el acceso de la mayoría de los pobladores rurales a una vida digna. Amalgamar el desarrollo agropecuario y el desarrollo social sería la marca que distinguiera a la nueva política rural
de aquella en la cual la intervención del gobierno en el sector planteó un divorcio entre las tareas de fomento productivo, a su vez diferenciadas a favor de las unidades más capitalizadas, y las de desarrollo social. La excepción fue el Sistema Alimentario Mexicano (SAM), que en 1980 reorientó parte del presupuesto rural para favorecer la producción de una canasta básica de alimentos formulada para el efecto por el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán. Fuera de esa brevísima experiencia, las acciones de gobierno se orientaron y se mantienen hasta la fecha sobre el falso supuesto de que los agricultores mejor dotados de recursos son quienes tienen las respuestas productivas más eficientes. Durante algún tiempo tuvieron las respuestas más rápidas, no eficientes si se considera que han contaminado y erosionado tierra y agua al grado de que sus rendimientos marginales pronto serán negativos. En cambio, gran parte de la agricultura que se practica en México tiene un enorme potencial productivo que requiere tecnologías, insumos y servicios apropiados para aprovecharlo. La política de desarrollo social, por su parte, nunca se ha propuesto resolver las causas de la pobreza; se limita a subsidiar la sobrevivencia de los pobres en situaciones críticas de desnutrición, salud y educación. Para poder hablar de desarrollo rural y no sólo agropecuario, es necesaria la articulación entre eficiencia productiva y eficiencia social. Las desigualdades de nuestro México hacen de esa síntesis una aspiración plagada de complejos desafíos económicos, políticos, sociales y de liderazgo. Por ejemplo, para remover obstáculos importantes al mejor aprovechamiento de la agricultura campesina, es necesario diversificar las ocupaciones económicas en el campo. Demasiada gente vive de las actividades agropecuarias. En ellas se declara ocupado el 14.3 por ciento de la fuerza laboral del país para generar el 3.8 por ciento del PIB. La miseria rural sería aún más extensa y profunda si no fuera porque la mayoría de las familias rurales obtiene la mayor parte de su ingreso de otras fuentes. Diversos intentos de atraer inversiones privadas y sociales para detonar la diversificación de la economía rural han fracasado. Una causa es la incertidumbre jurídica que para muchos, aún representa la propiedad rural. El fortaleci-
ISABEL CRUZ, directora de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS). Es necesario diferenciar las estrategias dirigidas a pequeños agricultores. La gran mayoría son pobres, y hace falta una visión más integrada para ellos a fin de reducir su vulnerabilidad. También hay que cambiar la visión paternalista respecto al crédito. Se debe democratizar su acceso, con mecanismos como los de Brasil, que no dejan pie al no pago. La banca de desarrollo no está sirviendo. El gran reto son las inversiones de mediano y largo plazos. Tenemos remesas que pueden ser convertidas a ahorro rural.
miento del Estado de derecho es parte de la nueva política rural que propone AMLO. Otro factor de fracaso son las actitudes de desconfianza de gran parte de la población campesina, secuela del paternalismo. Como dice uno de los spots de campaña de AMLO, el proyecto alternativo de Nación comprende la recuperación de valores. Avanzar en eficiencia productiva es necesario, pero no es garantía de que el reparto de los beneficios contribuya a desmontar las desigualdades en las que se reproduce la pobreza. Afrontar el contraste entre privilegios y la injusticia es el mayor desafío y la principal condición a resolver para cualquier estrategia que se proponga el desarrollo social del campo. La nueva política rural comprende al respecto, la aplicación de políticas diferenciadas para el desarrollo económico, social y ambiental según los diferentes tipos de agricultura, ganadería y pesca, que sin duda contribuiría a atenuar las desigualdades entre regiones y en las regiones. De hecho, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable establece la atención diferenciada conforme a la tipología de productores que hasta ahora es letra muerta. No es sencillo aplicar criterios de equidad al otorgar apoyos al fomento productivo conforme a una tipología de productores hecha según su dotación de recursos. Lograr ese equilibrio, sin embargo, puede ser crucial para que los apoyos den los resultados productivos necesarios para sustentar el ulterior desarrollo de las unidades beneficiadas. El desarrollo rural requiere la participación de sujetos sociales organizados y activos, condición poco frecuente en el campo mexicano. El paternalismo que se ejerció en el campo para organizar a los campesinos como votantes, ha dejado bien arraigadas actitudes de desconfianza, baja iniciativa y reticencia a cooperar y trabajar organizadamente con perspectivas a futuro. En el programa Sagarpa 2012-2018, Suárez propone considerar la organización campesina como entidades de interés público, igual que lo son los partidos políticos. La propuesta exige cerrar espacios a la corrupción de las dirigencias. Además del campesinado, los otros protagonistas de la nueva política rural tienen que ser las instituciones de gobierno y su presupuesto. La Sagarpa cumple con repartirle subsidios a quienes más producen. El actual arreglo institucional no permitiría reorientar el gasto para que sirva a la nueva política rural que se propone. Modificar ese andamiaje, es otro desafío, y no es el menor, al cambio de políticas para el desarrollo rural.
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SALDO DE DOS DÉCADAS DE REFORMAS ESTRUCTURALES
E
l actual proceso electoral es una oportunidad para contrastar las propuestas de los candidatos a la presidencia en materia de política agraria. Presentemos un panorama de la realidad rural de nuestro país. Actualmente hay alrededor de 7.4 millones de titulares de la tierra que poseen poco más de 186 millones de hectáreas, es decir, 6.9 por ciento de la población del país es propietaria del 94 por ciento del territorio nacional. Los 196.7 millones de hectáreas que componen este territorio se distribuyen así: 35.7 por ciento es de 1.6 millones de propietarios privados, con una extensión media de 43.5 hectáreas cada uno; el 54.1 por ciento corresponde a la propiedad de núcleos agrarios y está distribuida entre 5.6 millones de ejidatarios y comuneros, con una extensión media por sujeto de 18.7 hectáreas; los terrenos nacionales abarcan una extensión de 7.2 millones de hectáreas, divididos en 144 mil predios, y por último, 654 colonias agrícolas con una superficie de 3.8 millones de hectáreas y un promedio por colono de 61.7 hectáreas.
La situación de ejidos y comunidades. Entre 1991-2007 disminuyó el grado de tecnificación de los ejidos y comunidades. Ahora se tienen menos bordos para abrevadero, bodegas para almacenamiento, naves para aves y cerdos, baño garrapaticida y salas de manejo y ordeña. Si bien aumentó en 1.7 millones de hectáreas la superficie irrigada (más por una reclasificación que por un aumento en la superficie irrigada), la superficie de labor y sembrada disminuyó. Ahora que se demandan más alimentos por parte de la población y se incrementaron los precios de los granos básicos, se siembra menos. Después de las reformas al marco legal agrario, se incrementó el número de organizaciones de primer grado y disminuyeron las de segundo, con lo que se han limitado las posibilidades de generar economías de mayor escala. De acuerdo con el Censo Ejidal, desde la reforma de 1992 al año 2007, mil 920 Grupos para la Producción (GP) se desintegraron, seis mil 295 núcleos agrarios se desincorporaron de las uniones de ejidos y/o comunidades y mil 184 se desafiliaron de alguna Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC).
Estructura Agraria Régimen de propiedad Ejidos y comunidades
Núcleos Sujetos de derecho 31,518
Propiedad privada Colonias
%
Superficie
%
5,653,726 75.7
105,949,097
54.1
1,606,573 21.5
70,014,724
35.7
654
Terrenos nacionales
62,346
0.8
3,847,792
2.0
144,000
1.9
7,200,000
3.7
-
8,892,832
4.5
100
195,904,445
Otros Total
32,172
7,466,645
Fuente: elaboración propia con información del Registro Agrario Nacional (2006) e INEGI (2007).
nuevas titulares de tierra, y la migración, pues cerca de 13 mil núcleos agrarios reportaron que no hay permanencia de la mayoría de los jóvenes. Al construir el índice de infraestructura y equipamiento por núcleo agrario, se obtuvieron los siguientes resultados: en 2007 en la mayoría de los rubros el índice resultó menor que en los años previos; sólo mejoró el número de ejidos y comunidades que registran algún tipo de organización. De acuerdo con la información censal, los núcleos agrarios se encuentran menos tecnificados y por lo tanto enfrentan mayores dificultades para insertarse en la economía global. La situación de las unidades de producción (UP). Los censos agrícolas ganaderos incluyen a las UP ejidales, comunales y de propiedad privada y se enfoca a los aspectos productivos. En este caso el comparativo de los censos Agrícola Ganadero 1991-2007 arroja un saldo negativo, en diversos rubros:
• El número de UP sin actividad agropecuaria se incrementó significativamente, pues pasó de 584 mil 817 que había en 1991 a 1.4 millones en 2009, lo que indica abandono de tierras para la producción de alimentos; • La superficie irrigada se mantuvo en 5.5 millones de hectáreas en los pasados 16 años, lo que significó que no aumentó la superficie de riego, insumo central para planificar las actividades agrícolas, mejorar rendimientos y obtener mayores ingresos; • Se observó una caída del financiamiento, lo que impide la capitalización de las unidades de producción y que sean más competitivas. En 1991 existían 744 mil 400 UP con financiamiento, mientras que, para 2007 sólo 172 mil 585 recibieron crédito, es decir, apenas cuatro por ciento de todas las UP con actividad agropecuaria o forestal que existen en el país cuentan con este insumo. De acuerdo con Miguel Meza (en su artículo “Financiamiento rural en tiempos neoliberales” publicado en el número 10 de este suplemento), “un efecto inmediato
La compraventa de tierras se ha generalizado; ocurre en dos de cada tres núcleos agrarios. Si bien predominan las transacciones entre miembros de los ejidos y comunidades, una proporción importante (33 por ciento) se realiza con personas ajenas, lo que contraviene lo señalado en el Articulo 80 de la Ley Agraria. Se incumplen los procedimientos normativos.
FOTOS: Erique Pérez S. / ANEC
FOTO: Archivo
Conforme al uso del suelo, nuestro país cuenta con 195 millones de hectáreas rústicas, distribuidas como sigue: 36.1 por ciento de pastos naturales, agostadero o enmontadas; 32 por ciento de vegetación diversa; 16.1 por ciento es superficie de labor; 3.8 por ciento sin vegetación; dos por ciento sólo con bosques, y el resto es propiedad pública o tiene otros usos. Los datos confirman que la vocación de nuestros suelos no es agrícola. Es importante señalar que los 31 millones de hectáreas es la frontera agrícola y el máximo de superficie cultivada es de 22 millones de hectáreas, ya que gran parte de esta superficie presenta limitantes para su aprovechamiento en actividades agrícolas.
Héctor Robles Berlanga
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PROPUESTAS OTROS ACTORES
Se extendieron dos nuevos fenómenos en el campo mexicano: la feminización, con un millón 165
Balance positivo: Censos Agrícola y Ganadero 1991-2007 Balance negativo: Censos Agrícola Ganadero 1991-2007 Concepto
1991
2007 Concepto
Rendimientos (Kg)
UP con acƟvidad agropecuaria
Maíz
1,327
2,819
Frijol
539
579
Trigo
3,625
4,571
Superficie de riego y humedad (Ha)
UP sin acƟvidad agropecuaria
1991
2007
3,823,063
4,069,957
584,817
1,478,888
5,616,756
5,563,492
744,400
172,585
2,114,622
2,688,611
Sorgo grano
2,393
3,578
UP con crédito
Café
2,662
1,695
UP con menos de 5 ha
59,182
74,229
Tractores
317,312
238,830
232,560,043
356,824,337
Camiones
198,200
137,238
843,509
1,111,885
UP que uƟlizan sólo tracción Mecánica
843,509
1,111,885
1,236,519
1,251,204
23,865,899
23,316,942
Caña de Azúcar Aves de corral (número) UP con tracción mecánica
UP que uƟliza sólo herramientas manuales
Superficie UP Ejidal Comunal Privada Fuente: elaboración propia con información VII y IX Censo Ejidal
30,032,643
37,057,776
4,338,099
3,783,888
70,493,493
70,014,723
Cabezas bovinos UP que reportaron ventas al extranjero No vendieron su producción Fuente: elaboración propia con información VII y IX Censo Ejidal
8,432 1,518,000
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PROPUESTAS OTROS ACTORES
Pirámide de edad población localidades Pirámide de edad menores a 2500 habitantes propietarios de la tierra
Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010
FOTO: Gustavo Graf
Evento: Curso Género y Medio Ambiente. Organizan: Varias Instituciones. Lugar y fecha: Museo Interactivo de Economía (Mide). Tacuba 17, Centro Histórico. 25 y 26 de abril / 2 y 3 de mayo. De 16:00 a 20:00 horas. Informes: Departamento de Formación y Capacitación. Programa Universitario de Medio Ambiente / 5622-5212 www. puma.unam.mx
Fuente: Registro Agrario nacional
Índices de infraestructura y equipamiento por núcleo agrario Índices
1991
2007
Índice de tractores
0.464
0.063
Índice de trilladoras
0.184
0.005
Índice baños garrapaƟcida
0.242
0.099
Índice que uƟlizan equipo e instalaciones de establo de ordeña o corral de engorda
0.104
0.005
Que uƟlizan equipo o instalaciones de nave para aves
0.025
0.009
Que uƟlizan equipo o instalaciones de nave para cerdos
0.032
0.011
Índice de bodegas
0.148
0.138
Índice de organización ARIC
0.079
0.038
Índice de organización UE
0.428
0.208
Índice de no parƟcipación en organizaciones económicas
0.801
0.646
Fuente: elaboración propia con información VII y IX Censo Ejidal.
•
• •
•
•
de la reforma fue la reducción drástica del crédito al campo, particularmente a los pequeños productores de más bajos ingresos. Con el desmantelamiento del sistema Banrural y la reorientación de la política de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), el crédito dirigido a campesinos de más escasos recursos se contrajo notablemente y la Financiera Rural (Finrural) está muy lejos de alcanzar la cobertura del sistema que le antecedió”. No se superó la fragmentación y pulverización de la tierra, y por lo tanto no se generaron economías de mayor escala. De las UP censadas en 2007, el 72 por ciento tienen menos de cinco hectáreas; el 22 por ciento, entre cinco y 20, y sólo el 6 por ciento posee más de 20 hectáreas. Disminuyeron los activos fijos como el número de tractores y camiones, y todavía siguen siendo más las UP que no utilizan maquinaria. Disminuyó o se mantuvo constante el número de cabezas de ganado mayor, contrario a lo que sucedió con la población nacional, por lo que el número de cabezas por hogar ahora es menor que en 1991. En el marco de la apertura comercial, son muy pocas las UP que participan del comercio internacional. Existe un sector de productores que no se encuentran ligados al comercio y que sólo producen para el autoconsumo, representan el 41 por ciento de las UP censadas en el 2007. En contraparte, existen sólo ocho mil 432 UP que vendieron en el mercado internacional. Se incrementó la superficie en arriendo. Actualmente 6.3 millones de hectáreas
se encuentran bajo alguna modalidad de usufructo mientras que en 1991 sólo eran cuatro millones 566 mil hectáreas, lo que representó un incremento en la superficie de arriendo del 40 por ciento.
Hay saldos positivos en varios renglones: Incremento de la producción y los rendimientos de los principales cultivos, permitiendo que las UP sean más competitivas en esta materia. Aumentó la producción de huevo y carne de ave. Prácticamente toda la producción fue responsabilidad de dos empresas de capital norteamericano: Bachoco y Pylgrim. En el 2009, a pesar de la falta de financiamiento son más las UP que utilizan tracción mecánica para la realización de sus labores agrícolas que las que existían en 1991. No se modificaron los regímenes de propiedad, los ejidatarios mantienen 105 millones de hectáreas, y la propiedad privada, incluyendo a las colonias agrícolas, 73 millones de hectáreas, cifra similar a las que tenían en 1991. Los datos reflejan estabilidad en los tipos de propiedad y que los ejidatarios y los comuneros defendieron su patrimonio. Además de las condiciones anteriores se observan diversos problemas: a) Una balanza comercial agroalimentaria desfavorable. Si bien hay un gran dina-
mismo de las exportaciones del sector agropecuario mexicano, se encuentran muy concentradas en productos ganaderos (en particular avícolas), hortalizas, frutas y productos procesados como son las bebidas alcohólicas. Por el contrario, se observa una mayor importación de granos básicos, lo que convierte al país en un importador neto de los principales alimentos de la población
Evento: Grandes Problemas Nacionales: Diálogos por la Regeneración de México. Organizan: Morena y Fundación Equipo. Lugar y fecha: Club de Periodistas de México, Filomeno Mata No. 8. Centro Histórico. A partir del martes 6 de marzo. Informes: www.grandesproblemas.org.mx
b) El minifundio es la unidad de producción más generalizada en el campo mexicano. Actualmente, de acuerdo con el VIII Censo Agrícola Ganadero, existen dos millones 688 mil 611 UP con menos de cinco hectáreas, que representan el 71.6 por ciento del total. c) En el campo vive la población más joven del país. La juventud de la población rural contrasta con el envejecimiento de los propietarios de la tierra. La edad promedio de ejidatarios y comuneros es de 55.5 años. d) Hay un bajo nivel de instrucción. El 18.2 por ciento de los responsables de las unidades económicas rurales (UER) no cursó ningún grado escolar y el 56.7 por ciento realizó la primaria (completa o incompleta). De esta manera, los bajos niveles de educación formal se presentan como un factor que limita el capital humano del sector y de su población, y reduce sus capacidades tecnológicas, productivas y empresariales e) El 85 por ciento del territorio mexicano es definido como tierra árida o semiárida, y hay un promedio de precipitaciones interanual muy variable. Nuestro país es propenso a sufrir sequías, como ha sucedido en los dos años recientes que afectan a la mayoría de los productores, especialmente a los que viven en el norte y el altiplano.
Usos del suelo superficie continental 2007 Concepto
TUC* IX Censo Ejidal
UP VIII CAG
Total (Ha.)
%
(4,235,323)*
31,512,323
31,512,323
16.1
Con pastos
39,936,889
30,781,275
70,718,164
36.1
vegetación diversa
18,233,315
44,406,337
62,639,652
32.0
3,919,415
3,919,415
2.0
1,649,957
0.8
7,364,934
3.8
De labor
Sólo con Bosques Otras superficies
1,649,957
Sin vegetación
5,241,038
Propiedad pública Total
65,061,199
2,123,896
18,100,000
9.2
112,743,246 195,904,445
100
Fuente: INEGI, 2007. VIII Censo Agrícola Ganadero (CAG) y IX Censo Ejidal. *Tierras de uso común. * Las TUC son 69,296,522 ha, las tierras de labor en TUC están incluidas en el Censo Agrícola Ganadero.
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28 de abril de 2012
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PLAN DE AYALA SIGLO XXI, COMPROMISO CONSTRUIDO EN SEIS ENCUENTROS REGIONALES
FOTO: La Jornada
(EZLN), a fin de que se cumplan los acuerdos pendientes y se tomen medidas y políticas públicas para el establecimiento de una verdadera paz con justicia y dignidad”.
E
l 28 de noviembre de 1911, en el pueblo mixteco Ayoxuxtla, en Puebla, el Ejército Libertador del Sur firmó el Plan de Ayala para ratificar su lucha revolucionaria y confrontar a Francisco I. Madero, quien acababa de asumir el poder presidencial y estaba dando la espalda a su compromiso de recuperar tierras en manos de hacendados a favor de campesinos e indígenas. “Tierra y libertad” fue el lema del Plan. Ese día de noviembre pero de 2011, en el aniversario cien de este documento histórico, un grupo nutrido de organizaciones campesinas se congregaron en ese mismo pueblo, en el municipio de Huehuetlán el Chico, para impulsar el Plan de Ayala para el Siglo XXI; le pidieron allí a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), entonces aún precandidato de izquierda a la Presidencia de la República, que se sumara a este pacto. La respuesta del político, se sabe, fue: “sí, lo asumo”. Este Plan Siglo XXI, compuesto hoy por diez puntos base, pretende un nuevo pacto social para el campo en el marco de un nuevo proyecto de nación. A partir de esta decisión con AMLO, las organizaciones promotoras (“campesinas, indígenas y de migrantes del país y transfronterizas”) convinieron realizar una consulta nacional “para construir desde abajo” este Plan, el cual habrá de ser ejecutado desde la Presidencia de la República, en caso de que el hoy candidato gane las elecciones de julio. Así pues, se llevaron a cabo, a lo largo de marzo, seis encuentros campesinos: 1.- el de Región Norte “Francisco Villa”, en la ciudad de Zacatecas, el día 17; Región Sur “Emiliano Zapata”, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 24; Región Bajío-Occidente “Primo Tapia”, en Guayangareo, Michoacán, el 24; el de la Península de Yucatán “Felipe Carrillo Puerto”, el 24 de marzo; el “Rubén Jaramillo”, celebrado en Chinameca, Morelos, el día 28, y el encuentro campesino binacional “Ricardo Flores Magón-Cesar Chávez”, en Los Ángeles, California, el día 31. Las conclusiones de los seis foros se integraron como anexos al Plan de Ayala Siglo XXI. “Hoy 10 de abril de 2012, en el 93 aniversario del asesinato de Emiliano Zapata y reunidos en la ciudad de Torreón, centro de un territorio histórico que durante la Revolución dominó la División del Norte de Francisco
Villa y donde el presidente Lázaro Cárdenas respondió a las demandas de los jornaleros en huelga con una de las expropiaciones y dotaciones de tierra más importantes de nuestra Reforma Agraria (…) hacemos público este histórico Plan de Ayala para el Siglo XXI, y firmamos con Andrés Manuel López Obrador, candidato del Frente Progresista a la Presidencia de la Republica, un trascendente Pacto para el rescate del campo y la soberanía alimentaria de México…”, señala el Plan hecho público en la capital coahuilense. Tomando como fuente los documentos de estos encuentros, del realizado en Zacatecas destacan el planteamiento del Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDCCh), en el sentido de que las agriculturas campesinas e indígenas, “en su especificidad productiva y social, en sus características propias deben ser apoyadas por el Estado para que se conviertan en las más importantes fuentes de producción de alimentos, tanto para las familias como para el mercado interno”, y por tanto el Estado debe tener una estrategia que apoye el desarrollo de capacidades individuales, familiares y comunitarias de los productores para elevar su productividad con sustentabilidad, mediante la extensión, la capacitación y la transferencia de tecnología a organizaciones de productores. Además de que debe reorientarse una porción significativa del gasto público en agricultura hacia los pobres mediante programas específicos. Del foro de Tuxtla Gutiérrez, el reporte fue que 24 organizaciones participaron y concluyeron entre otras cosas en que: “es necesario el fortalecimiento e impulso de la organización para la movilización de todos para lograr el cambio que va más allá del primero de julio (…)”, y que el Plan de Ayala Siglo XXI debe garantizar el fortalecimiento de la propiedad social; garantizar la reactivación del campo, ampliando la inversión pública, fomentando la investigación agroforestal y políticas justas de financiamiento para los productores rurales; promover la soberanía y la seguridad alimentaria, impulsando procesos orgánicos en la producción y el consumo; el combate al corporativismo, el clientelismo y la manipulación de los hombres y las mujeres del campo, entre otros postulados. En sus conclusiones este foro propuso también “que se reinicie el diálogo entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional
En cuanto al foro de Michoacán, los resolutivos mencionan la urgencia de “un gobierno que aliente con decisión el desarrollo rural”, por la vía de impulsar el crecimiento económico y la creación de empleos para mejorar los ingresos de la gente (e impactar en educación, salud y calidad de vida en genera), dada la situación de pobreza en que vive la mayoría en el medio rural. “La propuesta consiste en auspiciar un gobierno facilitador, igualitario y fraterno en el que los pobres, los excluidos encuentren protección ante incertidumbres económicas, desigualdades sociales, desventajas y otras calamidades, y donde se pueda vivir sin angustias ni temores”, señalan los documentos y plantean la necesidad de “un profundo cambio de la economía nacional que se exprese también en cada ejido y comunidad”, pues el modelo neoliberal, exportador, “es un fracaso”. En Yucatán, el encuentro contó con una participación amplia y diversa (dados los efectos multiplicadores de las actividades rurales): campesinos, ejidatarios, obreros, estudiantes, amas de casa, carpinteros, choferes de doce comunidades de Yucatán; así como ingenieros agrónomos, estudiantes, antropólogos, biólogos, sociólogos, economistas, abogados, maestras, profesores, comerciantes, empresarios, asesores, coordinadores, académicos de 22 organizaciones y tres centros de investigación de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Allí hubo dos conferencias magistrales, una de María Luis Albores, nombrada por AMLO como su secretaria de Reforma Agraria, y otra de Mauricio Macossay, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo. Y se realizaron deliberaciones en cinco mesas: agricultura campesina, soberanía alimentaria y defensa de las semillas originarias; defensa del territorio y derechos indígenas; defensa del medio ambiente y de la biodiversidad; mujeres, jóvenes y migración, y políticas públicas para el campo. El foro de Morelos tuvo dos fases, una el 2 de marzo con una reunión en Coyuca de Benitez, Guerrero, que involucró a organizaciones campesinas de ese estado, Morelos, Tlaxcala y Oaxaca, y el propio encuentro del 28 de marzo, en Chinameca, con representaciones de Morelos Guerrero, Puebla, Distrito Federal y Estado de México. En el tema de reforma agraria integral, este encuentro, donde participó también María Luisa Albores, levantó planteamientos tales como que “el abandono y la venta de tierras, así como la migración tienen como causa la pobreza creciente de los campesinos y la falta de programas que arraiguen a los propietarios de las tierras y a los jóvenes en sus comunidades (…) Está demostrado que con una política de impulso a la producción campesina y al comercio local se puede vivir aun con pequeñas fracciones de tierra (…) Debe ponerse un alto a las arbitrarias concesiones forestales, mineras y de aguas que representan un saqueo de los recursos naturales de los mexicanos en beneficio de empresas transnacionales (….) Los cambios sólo se podrán realizar con el apoyo y la movilización de los movimientos sociales”. En la mesa de soberanía alimentaria, el investigador Jonathan Fox, de la Universidad de California, Santa Cruz, hizo una exposición y evidenció la injusta distribución de los subsidios agrícolas, incluido Procampo, que están sesgados a favor de los productores del norte. También dijo que hoy la tendencia es que los campesinos se vuelvan
consumidores de lo que anteriormente producían y que cada vez dependamos más de la importación de alimentos e insumos externos. Entre las propuestas mencionadas por Fox está que “para avanzar hacia la soberanía alimentaria es necesario reconstruir la agricultura campesina pasando por la recomposición del tejido social y la formulación de políticas públicas apropiadas o diferenciadas según regiones, sectores productivos y tipo de población rural”. En cuanto al encuentro regional realizado en Los Ángeles, California, se desarrolló con integrantes del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)– California, así como don miembros de la comunidad migrante en el estado. En sus resolutivos plantearon “que el próximo presidente de México demande a su contraparte en Estados Unidos (EU) una reforma migratoria integral para legalizar a los millones de mexicanos que ya vivimos en EU; que el fenómeno migratorio sea reconocido como una consecuencia de las políticas neoliberales y tratados comerciales impuestos por EU sobre nuestro país”. Además, que mientras se dé la reforma migratoria a los migrantes se les considere exiliados económicos y no ilegales, “porque nuestras comunidades fueron desplazadas a causa de estas políticas económicas”. Y “que el próximo gobierno federal impulse un proyecto de desarrollo económico integral en nuestro país, enfocándose principalmente en las comunidades con mayor índice migratorio para hacer efectivo el ‘derecho a no migrar’ para que la migración no sea la única alternativa de sobrevivencia en nuestras comunidades”, entre otros (LER).
ENTRE LAS ORGANIZACIONES IMPULSORAS DEL PLAN DE AYALA PARA EL SIGLO XXI ESTÁN: Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (CONOC); Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS); Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC); Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC); Frente DemocráƟco Campesino de Chihuahua (FDC); Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB); Movimiento Agrario Indígena ZapaƟsta (MAIZ); Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf); Central de Organizaciones Campesinas y Populares (COCYP); Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA); Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA Nacional); Central Campesina Cardenista (CCC); Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros (ANPAP–El Barzón); Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos (AMAP); CooperaƟva Tosepan Titataniske (CTT); Unión Campesina ToƟkes (UCT); Comunidades Campesinas y Urbanas Solidarias Con AlternaƟvas (Comcausa); Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEP); Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra (FREPI); Grupo CAMPO-Morelos; Unión de Pueblos de Morelos; Unión por un Cambio Sonora; Organización Campesina Emiliano Zapata-CNPA-MLN; Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ); Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
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EL PACTO QUE RECONOCE EL PLAN DE AYALA SIGLO XXI
FOTO: Erique Pérez S. y Edgardo Mendoza R.
FIRMA AMLO PLAN DE AYALA SIGLO XXI
E
Josefina Vázquez Mota, presente ese día en Mérida, Yucatán, no rememoró a Zapata; su discurso en esa fecha se centró en su propuesta de seguridad nacional. Para AMLO, la jornada del 10 de abril consistió en una gira primero en Guadalupe Victoria, en Durango, y luego en Torreón –en ambos lugares, seriamente azotados por la sequía, la soberanía alimentaria y la defensa
del campo fueron los temas centrales–. En la capital de Coahuila, ante un auditorio de unas ocho mil personas reunidas en el Estadio Revolución , firmó el “Pacto para el rescate del campo y la soberanía alimentaria de México” con organizaciones campesinas, indígenas y de migrantes del país y transfronterizas promotoras del Plan de Ayala para el siglo XXI.
próximo sexenio; para ello, dijo, el campo será prioridad “para dejar de comprar en el extranjero lo que consumimos” y que así ningún mexicano ni mexicana padezca hambre. “Hay que rescatar al campo, de lo contrario, no se podrá rescatar al país, pues el modelo neoliberal abandonó al campo y eso causó la grave crisis que está padeciendo el sector”, dijo.
La promesa de López Obrador allí fue lograr la soberanía alimentaria a mediados del
José Jacobo Femat, líder de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp), en representación de las organizaciones firmantes, afirmó momentos antes de la concentración con AMLO que el campo se va a reactivar, porque hay voluntad política para hacerlo, “se conoce la problemática del campo y los campesinos estamos al lado de López Obrador”.
FOTO: Carlos Ramos Mamahua / La Jornada
Mientras que el primero encabezó una reunión de 8 mil personas en Torreón, Coahuila, para suscribir el Plan de Ayala Siglo XXI con más de 27 organizaciones campesinas, y como culminación de un proceso de casi cinco meses de diálogo y consulta campesina, el priista se refugió en lo que algunos denominaron “su zona de confort”, dentro de su natal Estado de México y recordó al Caudillo del sur cobijado por las dirigencias campesinas del Revolucionario Institucional, de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y la Central Campesina Independiente (CCI).
FOTO: Carlos Ramos Mamahua / La Jornada
l 10 de abril, fecha emblemática para el campo mexicano, por el aniversario 93 del asesinato del revolucionario Emiliano Zapata, los candidatos a la Presidencia Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Enrique Peña Nieto (EPN) decidieron conmemorar, aunque de formas muy distintas:
La información reportada por la prensa nacional y locales destacó las altas temperaturas que tanto López Obrador como Peña soportaron, junto con sus respectivos auditorios, pero en Axapusco, Estado de México, el calor se elevó a tal grado que el presidente de la CNC, Gerardo Sánchez, en un extenso discurso equiparó al candidato priista con los líderes Nelson Mandela (luchador sudafricano contra el apartheid), Otto von Bismarck (fundador del Estado alemán moderno) y con el mismísimo Emiliano Zapata. También la prensa destacó que los presentes en Axapusco, unos diez mil campesinos “reclutados desde las 6:30 de la mañana en sus
El “Pacto para el rescate del campo y la soberanía alimentaria de México” firmado en Torreón, Coahuila, el 10 de abril por Andrés Manuel López Obrador, como candidato del Movimiento Progresista a la Presidencia de la República en las elecciones del 2012, y organizaciones campesinas, establece el reconocimiento de que el Plan de Ayala para el Siglo XXI implica “una agenda con perspecƟva histórica y con visión de futuro para orientar la lucha por la transformación de las condiciones de vida y de trabajo de los hombres y mujeres del campo mexicano, e incluso de los que han tenido que emigrar a los Estados Unidos, y para la recuperación de la soberanía alimentaria de la Nación”. Dice que AMLO asume el Plan de Ayala Siglo XXI, y se compromete a cumplirlo e incorporarlo en su programa de gobierno en caso de triunfar en las elecciones presidenciales de julio próximo. Las organizaciones signantes, por su parte, reconocen que AMLO “representa la mejor alternaƟva para gobernar el país e impulsar desde la Presidencia de la República el cambio verdadero necesario para resolver los grandes problemas del campo, en parƟcular, y de la Nación en su conjunto, incluyendo también los problemas de los mexicanos en el exterior. Ello, en el marco de un proyecto alternaƟvo de nación y de un gobierno progresista, democráƟco, nacionalista y garante de los derechos humanos individuales y colecƟvos de toda la población”. Las organizaciones se comprometen también a dar a conocer en el medio rural el Proyecto AlternaƟvo de Nación del Movimiento Progresista y el Pacto mismo, así como promover y defender sin descanso el voto libre y consciente de los hombres y mujeres del campo a favor de AMLO. pueblos: Ajacuxco, San Pedro Pozohuacán, Santo Domingo, Tecama, Otumba, Nopaltepec, San Martín de las Pirámides, San Juan Teotihuacan, San Felpe Teotilán o Temazcalaca, entre otros”, expresaron desgano, apatía e incluso enojo, no obstante que Peña firmó su compromiso de alcanzar la soberanía alimentaria, porque fueron obligados a participar en el mitin bajo la amenaza de que si no iban perderían el “apoyo” quincenal que reciben de la CNC y CCI, por 550 pesos, según informó la revista Proceso. El acarreo fue muy eficiente, si se considera que apenas una semana antes el equipo de campaña de EPN había informado que la ceremonia del martes 10 de abril sería en la cuna de Zapata, en Morelos, específicamente en la Plaza de Armas de Cuernavaca, y luego decidió el cambio hacia la “zona de confort” mexiquense, debido a las confrontaciones internas que sufre el PRI en Morelos: el viernes 6 de abril una veintena de jóvenes lanzó petardos durante un evento priista de toma de protesta de candidatos a diputados locales y alcaldes del estado, además de que unas semanas atrás militantes de ese partido colocaron espectaculares pidiendo apoyo a EPN ante la supuesta postulación de priistas involucrados con el narcotráfico.