NO. 182 Las ruralidades del Occidente de México

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COEDITOR: Manuel Antonio Espinosa Sánchez / ITESO TEMA DEL MES
ADEMÁS Nuestramérica Y también Brasil

Y también Brasil

América entera está despertando José Martí

El último domingo de octubre de 2022 Luiz Inácio Lula da Silva regresó a la presidencia de Brasil y el número de países de Nues tramérica gobernados por la iz quierda llegó a diez, entre ellos los mayo res. Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba, Chile, Honduras, México, Perú y Venezuela cuyos 532 millones de habitan tes representan cerca del 90 por ciento de la población total de la región tienen hoy gobiernos progresistas. Algo inaudito que no había ocurrido nunca aquí ni en nin gún otro subcontinente. Nuestra América está haciendo historia.

No se confundan, la nota no es que Lula solo le gano por un punto porcentual a Bolsonaro, que en Perú Pedro Castillo está pariendo chayotes, que la derecha bolivia na tiene parado Santa Cruz o que la nueva constitución chilena no pasó, la nota es que pese a las lanzadas de la derecha la izquier da del subcontinente resultó imparable y va de gane: nueve de cada diez latinoame ricanos casi dos de cada tres habitantes del continente tienen un gobierno de progre sista ¿Cuándo se había visto?

Con la elección de López Obrador en México, el regreso del progresismo a los gobiernos de Argentina, Honduras y Bra sil, la reversión del golpe en Bolivia y los triunfos comiciales de la izquierda en Perú, Chile y Colombia Nuestra América ha entrado en el segundo ciclo del ya largo curso emancipatorio iniciado hace casi 25 años con la elección de Hugo Chávez en Venezuela. Momento adecuado para intentar un balance prospectivo que sin tetizo en 14 tesis.

1En lo que llevamos del siglo XXI Nuestramérica ha sido el laboratorio de la revolución mundial. Mientras que en otras geografías el desgaste del neoliberalismo canónico alimenta movi mientos y gobiernos xenofóbicos y neofas cistas en el subcontinente se abre paso un posneoliberalismo de izquierda.

2Las insurgencias sociales, los parti dos de izquierda y los gobiernos pro gresistas en distintas combinaciones sustentaron el proceso emancipatorio. Sin movimientos que empoderan a los pue blos y desgastan a los gobiernos oligárqui cos el cambio no es posible, pero sin parti dos y gobiernos impulsores y ejecutores de proyectos incluyentes y de largo aliento la lucha se queda en los particularismos y el inmediatismo.

emplea López Obrador para referirse la reactivación del Estado como conductor del desarrollo.

4La primera tarea política de la iz quierda gobernante fue institucio nalizar en las prácticas de gobierno la democracia ampliada que ya se ejercía en las calles y en Venezuela, Bolivia y Ecuador promulgar nuevas constitucio nes que en los dos últimos casos revolu cionan el derecho al reconocer la pluri nacionalidad y la presunta agencia de la naturaleza.

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La primera tarea económica de la iz quierda gobernante fue recuperar de las trasnacionales y oligarquías los recursos naturales y sus rentas que una economía mundial en expansión hacía cuantiosas, lo que por un tiempo se tradu jo en crecimiento económico y gobiernos con holgura presupuestal.

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La primera tarea social de gobier nos cuyo mandato era dejar atrás al neoliberalismo fue reducir pobreza y desigualdad redistribuyendo el ingreso y mejorando los servicios públicos en lo que he llamado “revoluciones de bienes tar”, dramáticamente contrastantes con las revoluciones de penuria que tuvimos en el siglo XX. En vez de pasar hambre en espera de una bonanza que quizá ven dría después, con los gobiernos progre sistas la vida de los pueblos mejoró de inmediato.

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Muy lejos de las dictaduras revo lucionarias de la pasada centuria nuestras revoluciones reivindican la democracia electoral y el pluralismo polí tico. Llevadas al poder por movimientos y elecciones las izquierdas latinoameri canas tenían que asumir la democracia directa pero también la comicial. Y en las elecciones a veces se gana y a veces se pierde.

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Divergentes del curso férreamen te lineal de las viejas revoluciones canónicas de partido único que las llevó a la dictadura, la alternancia en el gobierno impuso a nuestras mudanzas cursos fluctuantes y sincopados. Pero hacer de la democracia electoral bande ra de las izquierdas latinoamericanas fue una buena apuesta pues en los comicios ganamos más que perdemos: en el mejor momento del primer ciclo emancipatorio tuvimos nueve gobiernos, luego perdimos siete -cinco de ellos a la mala- pero pronto recuperamos cuatro y ganamos otros cua tro, de modo que hoy tenemos diez… lo que son muy buenas cuentas.

cracia electoral se las acusó de ingenuas, porque no expropiaron a sus burguesías se las acusó de tibias, porque recuperaron y valorizaron recursos naturales se las acusó de extractivistas, porque redistri buyeron el ingreso mediante programas sociales se las acusó de asistencialistas y de clientelares, porque derramaron poca sangre y no hubo ajusticiamientos ni ex propiaciones los ortodoxos dudaron de que fueran auténticas revoluciones. Pero lo fueron y ahora el reto es que lo sigan siendo

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Para responder a su mandato los go biernos de izquierda llamados pro gresistas necesitaron reestructurar y poner en movimientos estados antes corruptos, dispendiosos, ineficientes y despojados de los recursos legales y ma teriales para ejercer la soberanía. “Mover al elefante reumático” es la metáfora que

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Las izquierdas de Nuestra América inauguraron una vía emancipatoria inédita: las revoluciones lentas y si nuosas pero persistentes y acumulativas que demanda el nuevo milenio. Sin em bargo les llovieron descalificaciones algu nas desde la izquierda: porque combina ron partidos y movimientos se las acusó de indecisas, porque preservaron la demo

El primer ascenso revoluciona rio duró diez años, luego perdió fuerza y se transformó en un reflujo que dio fin al primer ciclo del pro ceso emancipatorio. La recesión económi ca, la depreciación de las materias primas y la consecuente estrechez presupuestal redujeron el margen de maniobra de los gobiernos progresistas, lo que, sumado al desgaste, al cambio de signo de los mo vimientos sociales y a la ausencia de ver daderos partidos facilitó el avance de las derechas que auspiciadas por el Imperio recuperaron espacios.

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Tras un corto invierno neoli beral con el resurgimiento de los movimientos sociales y los triunfos electorales, en 2018 arranca el segundo ciclo del curso emancipatorio subcontinental. Y es que el neoliberalismo que vive de oponerse a la izquierda nada tiene que ofrecer a los pueblos y más tarda en llegar al poder que en desfondarse. Así el progresismo regresó pronto al gobierno en Argentina, Bolivia, Honduras y Brasil, ganó en México, Perú, Chile y Colombia. Y si añadimos las nuevas emergencias so ciales, es claro que Nuestra América va.

Hoy tenemos más gobiernos de izquierda que nunca, pero en muchos de sus países la correla ción de fuerzas interna es menos propicia que la que tuvieron los progresistas en el primer ciclo. En Perú el gobierno de Pedro Castillo se tambalea, en Argentina la vice presidenta Cristina Fernández esta literal mente bajo fuego, en Chile no se aprobó la nueva constitución que debía sustentar al gobierno de Gabriel Boric, los grupos oligárquicos bolivianos tienen parado el departamento de Santa Cruz, el triunfo

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EDITORIAL

de Lula es ajustado y tendrá que gobernar en mi noría legislativa… Qué se le va a hacer ¿alguien dijo que iba a ser fácil?

economía auto centrada y un desarrollo endógeno que sin darle la espalda a los mercados globales se apoye principalmente en el interno.

RÉPLICA

CONTRA RÉPLICA

El artículo denominado “Así impacta la ley minera a las comu nidades de Valles Centrales de Oaxaca” expone las desigual dades entre industrias extractivas y comunidades titulares de derechos, dichas desigualdades han sido promovidas por la Ley Minera, vigente en México desde hace 30 años.

El artículo menciona la situación que acontece en la región de Valles Centrales y la responsabilidad del Estado mexicano y las leyes aplicables en dicho conflicto, ya que hay una ausencia de políticas públicas o modifi caciones jurídicas en los marcos legales para que los derechos de comuni dades indígenas sean respetados en casos de proyectos de inversión. La imposición de este proyecto ejemplifica la violación del derecho a la libre determinación de pueblos y comunidades indígenas, otorgando conce siones sin respetar el derecho a la consulta previa, libre e informada para obtener el consentimiento que de ninguna manera puede ser sustituida o equiparable, con la información publicada por la empresa en su página web, redes sociales y bolsa de valores. Sostenemos que la violación sistemática de los derechos colectivos continúa en Valles Centrales.

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En lo económico el primer ciclo tuvo viento a favor, hoy lo tenemos en con tra. Por ésta y otras razones el espíritu y la orientación de las mudanzas pueden ser los mismos pero las fórmulas de entonces no sirven más. Financiar la mitigación de la pobreza con la puesta en valor de los recursos naturales no es pe cado, pero es ambiental, económica y socialmente insostenible de modo que la segunda fase del ciclo emancipatorio tendrá que buscar nuevos caminos.

Necesitamos una economía atenta a las ventajas comparativas y competitivas que sin embargo prio rice los sectores estratégicos: soberanía alimentaria para que nadie pase hambre, soberanía energética que sustente la marcha de nuestra producción y consumo, soberanía laboral que garantice a todos empleos o trabajos dignos y remuneradores.

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Sin crecimiento económico no es posi ble mantener por mucho tiempo la re distribución del ingreso. Habrá pues que crecer impulsando una economía real y productiva cuya palanca sea el trabajo y no las rentas que ge nera la puesta en valor de los recursos naturales; crecer mediante una producción incluyente que vaya erradicando la pobreza no a través de subsi dios sino gracias a la justa retribución laboral; cre cer sustentados en los tres sectores de la economía: el público que conduce, el social que habrá que fortalecer y el privado que habiendo utilidades se suma; crecer mediante la inserción productiva de los más cuya capacidad de consumo sustente una

Una economía respetuosa de las personas y de las cosas que en lugar de erosionar comunidades y ecosistemas fortalezca la cohesión y la armonía productiva con la naturaleza. Es decir, una eco nomía moral.

Un paradigma que no cancela al mercado ni excluye al capital pero que los acota mediante la acción conjunta de la sociedad y del Estado. Un nuevo orden que habremos de edificar juntos y entre todos pues en Nuestramérica el bolivaria nismo sigue siendo la consigna. •

Desde la instalación del proyecto minero “San José”, en 2009, diversas organizaciones han documentado el asesinato de defensores de derechos humanos y autoridades municipales en San José del Progreso, lo mismo que la presencia de grupos armados, la contaminación de cuerpos de agua por el derrame del depósito de jales secos en Magdalena Ocotlán, San Matías Chilazoa y San Pedro Apóstol, que dejó a estas comunidades sin acceso al agua potable durante más de seis meses; además de innumerables irregularidades en diferentes obras construidas por la empresa. Mención destacada merece la Manifestación de Impacto Ambiental original, admi tida por la SEMARNAT en 2009.

Por su parte, autoridades municipales y agrarias de la región (14 co munidades de Ocotlán, Ejutla y Zimatlán) se han organizado para exigir el respeto de sus derechos fundamentales; a través de sus asambleas han emitido declaratorias que prohíben cualquier proyecto minero en sus territorios. Tenemos conocimiento de que las actas correspondientes han sido entregadas a la SEMARNAT para que se incorporen en la evaluación de impacto ambiental, en el proceso de dictaminación de las autorizaciones ambientales pertinentes.

El trabajo de investigación y difusión de las organizaciones de la sociedad civil es fundamental, para autoridades y comunidades, ya que permite la toma de decisiones responsable, informada, con conocimiento de causa, es por eso que respaldamos el trabajo de las organizaciones civiles en Oaxaca, entre las que se encuentra EDUCA, organización que ha acompañado por más de 25 años, los esfuerzos de comunidades para la garantía y respeto de sus derechos humanos.

El acceso a la información pública es un derecho básico de la ciudadanía, vital para la toma de decisiones en proyectos de inversión a gran escala. El artículo publicado se limita a difundir información cuyos elementos probatorios pueden encontrarse en el “Informe sobre Violación de Dere chos Humanos en Comunidades de Ocotlán, Ejutla y Tlacolula, Oaxaca”. Es responsabilidad del Estado mexicano garantizar la libre expresión y los derechos de pueblos y comunidades indígenas en el país.

Atentamente Colectiva Cambiémosla Ya

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Ciudad de México a 7 de noviembre del 2022 En relación con la réplica de Compañía Minera Cuzcatlán, filial de Fortuna Silver Mines, desde la Colectiva Cambiémosla Ya manifestamos lo siguiente: Imagen: La Jornada del Campo

Tallereando con el colectivo Mujeres del Fuego en Colima

La cocina tradicional es uno de los compo nentes centrales de la identidad cultural de una región, así como un espacio de resguardo de co nocimientos vinculados a los procesos para el cuidado y con servación de productos locales (plantas, semillas, animales, etcétera), su aprovechamiento y el manejo de técnicas arraigadas en saberes populares para la pre paración de alimentos.

Nuestro actual modelo de pro ducción y consumo ha derivado en que la cocina tradicional des aparezca poco a poco. Al ver la comida como una mercancía, se prioriza la homogenización de productos que permitan obtener una mayor utilidad en el menor tiempo posible. Esto hace que los procesos culinarios que de mandan tiempo y una profunda relación con la naturaleza para obtener sabores únicos, queden relegados.

Al mismo tiempo, el crecimien to que ha tenido en los últimos años la denominada “cocina de au tor”, ha derivado en algunos casos en “apropiación” de estos saberes por “chefs” de restaurantes espe cializados que, en muchos casos, invisibiliza el origen de las recetas y los saberes populares detrás de ellas; dejando a las cocineras tra

dicionales fuera de los excedentes monetarios que se generan a par tir de sus conocimientos.

Ante este panorama, cocineras tradicionales de diferentes regio nes del país se han organizado desde distintas lógicas buscando preservar su oficio, con todo lo que ello implica. Colectivos en Ve racruz, Oaxaca, Estado de México, Colima, entre otros lugares, han ido tomando forma para convocar a mujeres que, en sus fogones, resguardan gran parte de la iden tidad cultural de sus regiones y su dignidad como mujeres.

Mujeres del Fuego es un colec tivo de cocineras tradicionales de Colima que nace a la luz de este nuevo movimiento. Su organiza ción busca rescatar y preservar la cultura gastronómica Colimota. En poco más de 6 años, el movi miento ha ido agrupando a cocine ras de las diferentes regiones del estado de Colima, participando en diversos foros del país, com partiendo el conocimiento y las recetas que por generaciones han estado en las cocinas de sus fami lias. Actualmente está integrada por 16 mujeres con historias y cocinas muy diversas, que van desde la comida de mar en la zona costera, hasta la sierra, en donde la madera de parota, los bonetes o las ciruelas le dan características muy particulares a cada platillo.

El colectivo les ha permitido compartir sus conocimientos y aprender unas de otras. Ha sido un espacio para darse a conocer en lo individual (desde cada cocina y proyecto) y en lo colectivo. Esto les ha permitido encontrar nuevos horizontes para fortalecer el rico legado de la comida Colimota, y los proyectos que cada una de ellas encabeza. Sin embargo, y a pesar de lo rico del movimiento, se identifican diversos retos y necesi dades que son indispensables para la consolidación de este proyecto. Entre los retos y necesidades más

evidentes, se pueden identificar los de tipo organizacional, los de infraestructura, los que es tán relacionados con la elabora ción y comercialización de sus productos, los identitarios y, por supuesto, aquellos relacionados con la capacidad de financiar la existencia del colectivo y obtener remuneración justa de sus em prendimientos. Con la finalidad de superar los retos, Las Mujeres del Fuego se han vinculado con diversas instituciones a nivel na cional e internacional, con quie nes han establecido relaciones de colaboración, intercambio de saberes y apoyo.

Una de las alianzas con las que han logrado establecer un proceso de acompañamiento recíproco es con el ITESO: la Universidad Jesuita de Guadalajara. Esta vin culación ha iniciado a mediados del año 2021 con la participación inicial del programa de Economía Social del ITESO (ECOSOL). Me diante esta colaboración, ECOSOL ha articulado una serie de activi dades e intervenciones a través de espacios académicos conocidos como los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP). Con estas pri meras intervenciones, ECOSOL y Las Mujeres del Fuego han logrado construir puentes de confianza mutua, esquemas de trabajo co laborativo y espacios de reflexión crítica y creativa. No obstante, los retos que subyacen en un mo vimiento social y productivo de tal naturaleza son complejos y desafiantes para el colectivo y sus integrantes. Ante esta situación, otros recursos del mismo ITESO han sido convocados para facilitar algunas de las complicadas tareas que se presentan en el impulso del colectivo. Entre ellos, la Maestría en Diseño Estratégico e Innova ción Social del ITESO (MDEIS) ha puesto a disposición un espacio y equipo de gestión de proyectos de innovación social articulados dentro de un Taller Internacional de Diseño Estratégico (TIDE). La primera etapa de esta participa ción fue llevada a cabo durante el verano 2022.

Los proyectos de diseño estra tégico han demostrado ser un ins trumento efectivo para articular la visión, principios, estructuras y herramientas de las organiza ciones y, con ello, fortalecer sus productos, servicios, procesos o experiencias para transcender en sus entornos. Desde esta mirada, la finalidad de los proyectos no son los productos que de ellos de rivan, sino las transformaciones que se logran a través de los mis mos para mejorar las condiciones de vida y trabajo de la gente y sus comunidades. Con este enfoque conceptual y metodológico, el equipo MDEIS llegó a Comala, donde nos esperaban Las Mujeres del Fuego; mujeres fuertes, ama bles y con una fuerte convicción y amor por preservar una heren cia ancestral depositada en una cocina tradicional llamada Coli mota. De nuestro lado, un equipo interdisciplinario, conformado por comunicólogas, mercadó logos, ingenieros industriales, relacionistas y diseñadoras. Des de el inicio, el equipo asumió el proyecto con el compromiso, voluntad y empatía de buscar con ellas estrategias para consolidar un movimiento que tiene como principios fundamentales: pre servar el sabor y la tradición de la cocina Colimota; fortalecer sus proyectos colectivos e in dividuales; generar autonomía económica; y difundir el legado de su cultura gastronómica.

El proceso de trabajo facilitado por el equipo MDEIS, ha estado enmarcado por algunas orienta ciones éticas que le dan sentido, consistencia y pertinencia a la búsqueda de estrategias. Por un lado, las actividades han puesto al centro del proyecto los pro blemas, necesidades y deseos de las integrantes del colectivo y su comunidad. Desde esta línea, se concibe un proceso en donde las mujeres no se asumen como des tinatarias pasivas de un proyecto, sino como actores activos de su propio desarrollo y destino.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 4 Ruralidades de Occidente
ESTRATEGIAS PARA LA PRESERVACIÓN DE LA COCINA TRADICIONAL COLIMOTA
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Productos típicos de la cocina Colimota. MDEIS Primera sesión de trabajo. MDEIS

Estrategias comunitarias para el cuidado del territorio

Para lograr que la transición del modelo de agricultura se convierta en una demanda comunitaria por la soberanía alimentaria, será importante enfrentar algunos retos como la consolidación de un grupo de personas convencidas y comprometidas con el cambio de siembra; el trabajo continuo y la implementación de técnicas agroecológicas en sus parcelas; la documentación de la experiencia y el involucramiento de otros sectores de la comunidad; además de los factores externos como la invasión de invernaderos y la demanda de la industria tequilera en la zona.

y el involucramiento de otros sec tores de la comunidad; además de los factores externos como la invasión de invernaderos y la demanda de la industria tequilera en la zona. A pesar de los desa fíos que existen en la región, la agroecología es un componente fundamental para la defensa de la tierra del poblado.

El cuidado del territo rio, como todos los sis temas de cuidado, es multidimensional y se manifiesta en diversos ámbitos de la vida comunitaria.

En la población de Ahuisculco, situada en Tala, Jalisco, el cui dado comienza en el reconoci miento de la importancia de los bienes ambientales, y se expresa a través de distintos procesos organizativos para defenderlos. Entre ellos sobresalen la orga nización de un comité comuni tario del agua y la articulación de un grupo de campesinos y campesinas que trabajan en la transición de cultivos agroeco lógicos. Ambos procesos contri buyen a afrontar las amenazas de despojo del agua y de la tierra provocados por la expansión de la mancha urbana y de los corre dores industriales, la instalación de invernaderos para la siembra de berries y de campos agave ros, el debilitamiento de los la zos comunitarios en función del usufructo individual sobre el beneficio colectivo, además del desequilibro de los servicios eco sistémicos, entre otros riesgos. Ahuisculco es un pueblo que se reconoce por la siembra de caña de azúcar, cultivo que desde hace varias décadas es el sustento para

las familias de la región. Hace dos años, un grupo de agricul toras y agricultores comenzó a cuestionarse sobre los impactos ambientales, de salud y económi cos que provocaba el alto uso de agroquímicos en la siembra de la caña y otros alimentos; ante esta preocupación, se conformó un colectivo de personas interesadas en la transición de la siembra, quienes desde hace tiempo y con el acompañamiento de un técnico de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, se capacitan en la fabricación y la aplicación de fertilizantes orgánicos en sus parcelas. Además de experimentar el cambio de cultivo de químico a orgánico, buscan formar redes con otros poblados de la región para intercambiar y distribuir los productos agroecológicos que ela boran y de esta manera involucrar a otros actores.

Para lograr que la transición del modelo de agricultura se convier ta en una demanda comunitaria por la soberanía alimentaria, será importante enfrentar algunos re tos como la consolidación de un grupo de personas convencidas y comprometidas con el cambio de siembra; el trabajo continuo y la implementación de técnicas agroecológicas en sus parcelas; la documentación de la experiencia

En el caso del Comité de Agua Potable, la agrupación tiene como función gestionar la red que lleva el agua proveniente del río Agua Caliente a los hogares, así como vigilar las condiciones en las que se accede a este bien, lo que es posible porque, a diferencia de la mayoría de las comunidades en México, Ahuisculco puede admi nistrar de manera independiente sus recursos hídricos. Para que la autonomía de la gestión del agua sea eficiente, el trabajo operativo de los integrantes del Comité está acompañado por procesos colecti vos para la información, vigilan cia y toma decisiones en torno al

agua. Este proceso compartido, entre el Comité y la comunidad, ha permitido hacer frente a dis tintos amagos, como el intento de instalación de una empresa en las márgenes del río Agua Caliente o las recientes infiltraciones a la red de distribución, causando la contaminación del agua, hacién dola insalubre para el consumo humano. El mayor reto para este comité es mantener abierta la de liberación colectiva poniendo en el centro el agua como un bien común, buscando respuestas co lectivas sobre las posibles solu ciones de uso particular.

Además de los dos ejemplos, en Ahuisculco existen otros procesos en los que el cuidado del territorio es visible, como la articulación con la organización Selva Negra para el mantenimiento del corredor biológico que comienza desde el Bosque de la Primavera y llega a la Sierra de Quila, además de la activación de las huertas fruta les familiares para una alimen

tación saludable, y la generación de acuerdos entre los integrantes del ejido para evitar la instalación de invernaderos en sus parcelas.

En los procesos comunitarios que se llevan a cabo en Ahuiscul co, las estrategias tienen mira de largo plazo, pues buscan resolver las necesidades presentes y cons truyen condiciones para evitar problemas y mejorar las condi ciones en el futuro. En Ahuis culco la esperanza se manifiesta en la defensa del territorio, esto implica reconocer el cuidado de las personas que habitan en él: su salud, alimentación, y las re laciones comunitarias, de esta manera, se fortalecen procesos responsables y compartidos que implican la toma de decisiones colectivas; la preservación de la historia y del porvenir de la co munidad, es decir, la defensa de los bienes naturales que viven y vivirán en su territorio: el agua, la tierra, las semillas, los árboles y sus frutos. •

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AHUISCULCO,
Nalleli de la Torre, Héctor Morales y Edna Robles ITESO Estudiantes y docentes de ITESO en Ahuisculco. Nalleli de la Torre Perspectiva de Zacoalco de Torres, Jalisco. Nalleli de la Torre

Juventudes rurales en Jalisco frente al gigante agroalimentario

El gobierno de Jalisco en el sexenio 2012-2018, comienza a llamar a este estado “El Gigan te Agroalimentario de México”, bajo la premisa que esta entidad aporta en promedio el 11% del Producto Interno Bruto Nacional en el sector primario, el más alto del país, liderando la producción de los principa les alimentos básicos, “por sus recursos naturales y el vigor de su gente dedicada a las tareas agroalimentarias” (https://sader. jalisco.gob.mx/sites/sader.jalis co.gob.mx/files/jalisco_gigan te_agroalimentario_2017.pdf).

El triunfalismo de esta estrate gia, que ha sido a la vez política

pública y eslogan publicitario, al mostrarnos productos agrícolas flamantes e historias de éxito productivo de algunos cuantos agricultores privilegiados, es conde todas las relaciones que se tejen en el territorio jalisciense, sobre todo las de desigualdad y exclusión que afectan particu larmente a las nuevas generacio nes rurales.

De manera creciente surgen, desde distintas voces y contex tos, experiencias que cuestionan la productividad agrícola desen frenada, los casos más conocidos actualmente son el aguacate y el agave, pero también están los berries y el maíz. Respecto a este último, en 2012 surgió la expe

riencia del Colectivo de Jóvenes Unidos por el Medio Ambiente de Palos Altos (Juxmapa), que a través de la acción comunita ria comenzaron a cuestionar los efectos del monocultivo de maíz en sus vidas cotidianas.

La zona de Ixtlahuacán del Río y Cuquío tiene un pequeño valle, en la microcuenca del río Achi chilco, que tras la revolución verde se fue convirtiendo en un con junto de parcelas todas llenas de maíz hibrido, cultivado con ma quinaria y con insumos químicos y petróleo, que fue desplazando la milpa campesina por un modelo de monocultivo maicero. Estas parcelas, en la última década, es tán resintiendo los efectos de un modelo de desarrollo que dista mucho de la sustentabilidad. Con

suelos cada vez más deteriorados y dependientes de insumos, un desequilibrio ecosistémico que provoca plagas más voraces, el cambio climático que alterna se quías con lluvias torrenciales, la explosión de la crisis amenaza a los cultivos y a sus productores, quienes están enredados en un círculo vicioso, en el que siguen aplicando el mismo modelo, aun que cada vez funcione menos.

Las y los jóvenes del colectivo comenzamos a cuestionarnos qué implicaba en nuestras vidas coti dianas esta forma de producir: al relacionar el coraje o los malos tratos de padres frustrados por no alcanzar a cumplir el mandato patriarcal de mantener económi camente a sus hijos, cosa que se vuelve más difícil año tras año; al observar el deterioro concreto de la diversidad de plantas a nues tro alrededor; al reconstruir la historia alimentaria de la región y ver que cada vez comemos me nos de lo que la tierra en la que vivimos produce; al entender que ambientalmente se está generando una crisis sanitaria que todavía no alcanzamos a comprender y nombrar, pero que implica en fermedades que parecen estar relacionadas o con los agroquí micos o con los nuevos consumos y hábitos alimenticios derivados de la agroindustria.

Nos comenzamos a reconocer enredados en un grave problema multidimensional, que pareciera no importarle a las generaciones mayores, pues se quejan de las juventudes y sus reacciones ante tal problema, pero poco se aporta al diálogo y al reconocimiento de la situación compleja que atrave samos. Sin embargo, reconocemos que es un problema estructural impulsado por las políticas agroa limentarias mundiales, que toman una forma particular en Jalisco.

Falta entonces una comprensión integral de lo que implica el man dato de producir para seguir siendo el “Gigante Agroalimentario”, para ello, en el andar del Colectivo Jux

mapa nos fuimos vinculando con la Red en Defensa del Maíz y la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales y ahí conocimos a otras juventudes, que enfrentan situaciones similares a las de este contexto maicero, y así fuimos re lacionando casos que de primera vista parecieran desligados:

La alta presencia de agroquími cos en la sangre y orina de niños y niñas en comunidades de la ri bera de Chapala (productora de berries), donde hay alta incidencia de enfermedades renales. Situa ción similar a la que enfrentan en la comunidad de “El Mentidero” en Autlán (productores de caña), donde sus estudiantes de telese cundaria también presentaron residuos de agrotóxicos en sus cuerpos. La historia de jóvenes en el sur de Jalisco, que trabajan en los invernaderos de empresas transnacionales, donde están ex puestos a altas temperaturas, que soportan a veces con el consumo de drogas que les venden cerca de sus trabajos. Jóvenes cerca de nuestras comunidades que traba jan en el agave, expuestos también a tóxicos, y cuando resultan en fermos después de algunos años, las empresas les abandonan a su suerte. La muerte de una niña por el mal manejo de fumigantes para almacenar el maíz en Cuquío. En ese espejo de otras niñeces y ju ventudes de otros territorios nos miramos; así, nos preocuparon las fumigaciones aéreas que se dieron en 2017 y 2018 en Palos Altos, con avionetas que rocia ron múltiples agrotóxicos a pocos metros de las escuelas primaria y telesecundaria, y que en poste riores años, siguen rociando con drones. Ahora, a la amenaza del monocultivo de maíz, vemos que se suma el boom del agave, que está provocando que cientos de hectáreas cambien su producción. El Gigante Agroalimentario no alimenta; el tequila, el aguacate y los berries no son parte de nues tra dieta cotidiana, sin embargo, atraviesan nuestras vidas. •

La zona de Ixtlahuacán del Río y Cuquío tiene un pequeño valle, en la microcuenca del río Achichilco, que tras la revolución verde se fue convirtiendo en un conjunto de parcelas todas llenas de maíz hibrido, cultivado con maquinaria y con insumos químicos y petróleo, que fue desplazando la milpa campesina por un modelo de monocultivo maicero. Estas parcelas, en la última década, están resintiendo los efectos de un modelo de desarrollo que dista mucho de la sustentabilidad.

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Avioneta fumigando en Palos Altos, Jalisco. David Sánchez Convocatoria a reunión comunitaria en Palos Altos.

Maíz raza Jala y agroecologías a las faldas del Volcán Ceboruco

Jesús Antonio Madera Pacheco Profesor-investigador en la Unidad Académica de Educación y Humanidades de la Universidad Autónoma de Nayarit jmadera@uan.edu.mx Dagoberto de Dios Hernández Profesor-investigador del Cuerpo Académico Actores Sociales y Desarrollo Comunitario de la Universidad Autónoma de Nayarit dagobertodedios@uan.edu.mx

Dagoberto de Dios Her nández. Profesor-in vestigador del Cuerpo Académico Actores Sociales y Desarrollo Comunitario de la Universidad Autónoma de Nayarit. dagober todedios@uan.edu.mx

Al sur del estado de Nayarit, en el municipio de Jala, al pie del volcán Ceboruco, entre sus arenas volcánicas que aún se resguardan de la última erupción que se tiene noticia allá por el año de 1872, y bajo el cuidado de laboriosas ma nos de campesinos y campesinas, se encuentra una de las 59 razas de maíces nativos originarios de México: es el llamado “maíz de húmedo” como le nombran las y los lugareños, o “raza Jala” como se le conoce en y desde las formalida des de la ciencia. Es prácticamen te una raza endémica, pues aun cuando se han llevado semillas a otras regiones agrícolas de México y el mundo, no se ha conseguido adaptar con las mismas caracte rísticas que presenta a las faldas

del Ceboruco; entre ellas los 48.5 centímetros (medida del elote ganador en la edición 2017 del “Concurso del elote más grande del mundo”, presentado por don José Carmen y que continúa man teniendo el récord como el más grande registrado en las últimas décadas.) que alcanzan sus elotes y mazorcas considerados como “los más grandes del mundo”.

Al igual que con el término “raza Jala” en vez de “maíz de hú medo”, sucedió algo similar con la noción de “agroecología”, pues a su modo ambos se popularizaron al adoptarse en/desde la “oficiali dad de las ciencias”. En el caso de la agroecología, para referirse a un conjunto de prácticas, formas y modos de vida y de hacer agri cultura que históricamente venían realizando poblaciones campesi nas e indígenas, quienes, a pesar de reproducirlas, no las llamaban de ese modo. Así, desde la agroeco logía, como paradigma y enfoque transdisciplinar, además de como movimiento y práctica campesina,

se ha pretendido transcender más allá de la dimensión técnico agro nómica, cuestionando las formas de intervención, explotación y re laciones hegemónicas en torno a lo sociocultural, medioambiental y alimenticio.

A través del maíz de húme do (raza Jala) y la agroecología política, acá, en los terruños al pie del Volcán Ceboruco, ha sido posible que diferentes actoras y actores comiencen a re-conocer se, a dialogar, a re-encontrarse, a deconstruirse y avanzar en la repolitización de los sistemas agroalimentarios. La diversidad y heterogeneidad actoral se ha integrado y articulado por parte de familias locales, entidades guber namentales, instituciones univer sitarias y centros de investigación. Sin embargo, lo más importante han sido los re-encuentros y diálo gos intercomunitarios de género y generación, propiciados sobre todo a través de talleres participativos en la localidad, de intercambios campesinos en las parcelas y de reconstrucción identitaria a través de talleres comunitarios de cine y murales, de los festivales del maíz de húmedo, los concursos de cor tometraje y dibujo, así como los de la mazorca y de cocina tradicional asociada a la milpa, entre otros.

Gracias a la multidimensiona lidad del maíz de húmedo, que está presente en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, des de el Cuerpo Académico Actores Sociales y Desarrollo Comunita rio de la Universidad Autónoma de Nayarit, se ha propiciado el acercamiento y re-conocimiento de las agroecologías. De algún modo, ha sido el maíz quien ha facilitado la siembra de semillas de la transición agroecológica. Si bien no son todas, para algu nas familias campesinas históri camente vinculadas al maíz de húmedo (y al menos durante los últimos cuarenta años habían pa sado de la agricultura campesina a la agricultura convencional), la agroecología les ha permitido re plantear sus prácticas agropecua rias; sus relaciones e interacciones socioambientales con el entorno; la ruptura de dependencias con los insumos externos y el paso a la generación de sus propios bioinsumos; el cuestionamiento de la alimentación, y las formas de relacionarse entre la comunidad y al interior de las familias.

Más allá de lo avanzado, existen aún grandes desafíos entre los cua les se encuentran principalmente el tema de los relevos generaciona les y de géneros. Pero también, es necesario seguir insistiendo en la transición a otras formas de hacer agricultura, pues como resultado de cuatro décadas de interven ción agropecuaria convencional a través de otros grupos y orga nizaciones externas, quienes se acercaron y aprovecharon de sus tierras, pero, sobre todo, de su confianza, propusieron y hasta impusieron en esa ruralidad for mas de hacer agricultura basada en semillas mejoradas, agrotóxi cos y fertilizantes químicos. Esto mermó en las condiciones de fer tilidad natural de la tierra, sí, pero

también en la autoconfianza de las y los campesinos, así como en la reducción del tamaño de los elotes y mazorcas, además de en la pérdi da de interés por la siembra de esta semilla, llegando durante la última década a registrarse apenas poco más de una decena de familias que la resguardaban. Actualmente, esa situación se está revirtiendo pues, tomando como ejemplo el Concurso del Elote más Grande del Mundo en su edición 2022, se tuvieron 28 participantes, diez más en relación al 2021, lo cual da muestras de esa re-valorización.

La agroecología del maíz de hú medo o raza Jala, pretende incidir más allá de las parcelas y de la reconversión del plano técnicoproductivo. Procura penetrar en otras dimensiones, intentando desintoxicar no solo el suelo, sino también lo sociocultural, lo am biental, lo económico y nutricional en ese territorio del sur de Nayarit, a través de ejercicios y estrategias de acompañamiento campesino donde se fomenta la sensibilización e identidad comunitaria para dejar de ver la agricultura y alimentación como un simple negocio. Desde estas agroecologías del maíz de húmedo, se busca seguir fortale ciendo los lazos con la milpa y sus aportes a la producción campesina de alimentos; al resguardo de la biodiversidad; a la valoración de sistemas alimentarios que proven gan de la producción campesina de alimentos saludables, nutritivos y culturalmente adecuados; el resca te y dinamización de la agroecolo gía como modo de vida que pone en el centro prácticas y saberes campesinos para la construcción de intercambios justos que sigan marcando un alto cada vez más definitivo a los transgénicos y con servando nuestros maíces nativos.

A manera de síntesis de estos acompañamientos, ahí en Jala, a las faldas del Volcán Ceboruco, el maíz de húmedo difícilmente podría ha ber sobrevivido sin la agroecología; pero las agroecologías (esas dina mizadas desde el Cuerpo Acadé mico Actores Sociales y Desarrollo Comunitario de la UAN) tampoco hubieran podido enraizarse sin el maíz de húmedo. •

La agroecología del maíz de húmedo o raza Jala, pretende incidir más allá de las parcelas y de la reconversión del plano técnico-productivo. Procura penetrar en otras dimensiones, intentando desintoxicar no solo el suelo, sino también lo sociocultural, lo ambiental, lo económico y nutricional en ese territorio del sur de Nayarit, a través de ejercicios y estrategias de acompañamiento campesino.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 7 Ruralidades de Occidente
sistema milpa en Tala, Jal. Dagoberto de Dios
Perspectiva del

Escuela de Saberes Rurales. Un diálogo multiterritorial en el Sur de Jalisco

En el 2015 comenzamos un viaje con el proyec to “Maríiya. Escuela de saberes rurales”, que surgió desde la acade mia, en el Centro de Investiga ciones en Territorio y Ruralidad del Centro Universitario del Sur, de la Universidad de Guadala jara, como parte del proyecto Practitorio: comunidad y buen vivir, desde donde trabajamos con algunas de las comunidades del sur de Jalisco en diálogo de saberes, sobre agroecología y alimentación.

La escuela de saberes comenzó como respuesta a la pregunta de

¿cómo establecemos diálogos que nos permitan conocer las estrate gias que llevan a cabo otras y otros compañerxs en otros territorios? ¿cómo establecemos diálogos para conocer otras problemáticas y las soluciones que se les han dado o que podemos dar desde la expe riencia y la academia? Veníamos de un trabajo intenso para conocer cómo se vivían otras formas de hacer agricultura en el territorio, así como otras formas de hacer economía alternativa.

En un primer momento, la Uni versidad de Guadalajara nos prestó un espacio, en Gómez Farías. Ahí coincidíamos cada 40 días. Nos

encontrábamos durante viernes, sábado y domingo. Íbamos del valle de Zapotlán el Grande, de la Sierra del Tigre, del Llano Grande y establecíamos el diálogo sobre las necesidades que se presenta ban en las parcelas, en los gru pos de economías alternativas, en los procesos de aprendizaje que llevaban las y los estudiantes de la Universidad en compañía de productoras de la región. El espacio que nos prestaban su frió un accidente y eso nos llevó a repensar la escuela de saberes a un espacio vivo, que se movía por cada territorio en función de los aprendizajes y diálogos que se originaban en él.

Así, en el 2019, la Escuela de saberes rurales comenzó a ir iti

nerante, de las comunidades de El Rodeo y San Nicolás, municipio de Gómez Farías, a Atequizayán, Municipio de Zapotlán el Grande, poco a poco se fueron tejiendo relaciones entre productoras, ar tesanas lo que llevó a la Escuela de Saberes Rurales a más lugares. Productoras, estudiantes, acadé micos y académicas nos movía mos a las comunidades, ahora cada quince días para establecer diálogos, tejer redes, seguir traba jando en los proyectos grupales e individuales alrededor de la agro ecología y las economías alterna tivas. La dinámica que abrazamos desde el 2015 hasta la fecha es que todas y todos compartimos saberes sobre un tema, todos ahí presentes impartimos talleres, no hay un dador o dadora del saber y el saber no es acabado.

Estamos en contra de los sa queos epistemológicos, sobre todo es un tema que dejamos claro para quienes venimos de la Universi dad, tanto estudiantes como aca démicas y académicos, dado que ha sido una práctica que lamenta blemente se germina al interior de las universidades y que es urgente visibilizar y parar.

Actualmente, desde Octubre de 2021, las escuelas de saberes rurales se han llevado a cabo en la Sierra del Tigre, abrazando los proyectos de transición agroecoló gica que trabajan cuatro familias

de la comunidad de El Rodeo. Des de ahí, hemos establecido diálogos para dar a conocer cómo por dé cadas estas familias han cuidado su maíz criollo, sus tierras, y han continuado con el sistema milpa en un territorio en el que cada vez más familias forman parte de la lista que recibe sus ”paquetes tecnológicos” y el dote de semillas híbridas.

Se ha retomado en la Escuela de Saberes Rurales el diálogo para niñas y niños, así como para jóvenes de la comunidad, así como alumnas y alumnos de la Universidad que desconocen el sistema milpa, los rituales que las abuelas y abuelos tienen para proteger las semillas, para cuidar la tierra. Para que reconozcan la relación que tienen las ancestras y ancestros con el bosque que cada vez sufre por la causa del cambio de uso de suelo; el res peto necesario por la vida que nos rodea: la de las abejas, aves, mariposas, plantas.

Desde la Escuela de Saberes Rurales estamos rescatando, a través de un repositorio de narra ción oral y a través de la Gaceta Agroecológica Teocintle, las voces de las comunidades sobre la siem bra, semillas, rituales, así como las voces de las niñas y los niños; cómo viven el bosque, la milpa, los ríos, la tierra en que habitan: que ese mensaje nos llegue fuerte. •

La escuela de saberes comenzó como respuesta a la pregunta de ¿cómo establecemos diálogos que nos permitan conocer las estrategias que llevan a cabo otras y otros compañerxs en otros territorios? ¿cómo establecemos diálogos para conocer otras problemáticas y las soluciones que se les han dado o que podemos dar desde la experiencia y la academia? Veníamos de un trabajo intenso para conocer cómo se vivían otras formas de hacer agricultura en el territorio

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 8 Ruralidades de Occidente
Compañeros y compañeras de la comunidad de El Rodeo, en Gómez Farías Jalisco. Marisol Guzmán Estudiantes de Cusur-UdeG que participaron en trabajos comunitarios en el marco de la Escuela de Saberes Rurales en la comunidad de El Rodeo. Lesley Magaña Sesión de la Escuela de Saberes Rurales en Gómez Farías Jalisco con compañeros y compañeras del Pochtécatl. Tianguis de Economía Solidaria de CUSur-UdeG. Lizeth Sevilla

La Casa del Maíz: una experiencia familiar de agroecología en el Occidente

El movimiento agro ecológico en Jalisco tiene varias décadas de haberse iniciado, de manera diferen ciada y adecuada a los terri torios del estado. Al inicio del milenio actual, es posible encontrar núcleos de irrup ción agroecológica en el Área Metropolitana de Guadalajara, en la Ribera del Lago de Cha pala, en el Sur de Jalisco y en la Sierra de Manantlán, por mencionar algunos.

La Casa del Maíz es una ex periencia familiar de agroecolo gía en la localidad de San Juan Evangelista, municipio de Tla jomulco de Zúñiga, Jalisco, en la que la familia Cárdenas Ro dríguez, desde el año 2007, a raíz de su formación y reflexión como familia campesina, deci den conformarse como una or ganización familiar de padres, hermanas y hermano, en la que producen sus insumos y ofrecen servicios de formación en agro ecología y la cocina tradicional de San Juan Evangelista como medio de vida colectivo.

Esta experiencia familiar es relevante en el contexto de la soberanía alimentaria, de la agricultura familiar campesina y del rescate del patrimonio biocultural, particularmente gastronómico, porque esta fa milia campesina jalisciense, conforme fue reconociendo sus saberes y prácticas tradicionales

bajo la noción de agroecología, hizo una revaloración de su he rencia agrícola y alimentaria, de los platillos que preparaban las abuelas y tías a partir del maíz criollo, el tomatillo milpero, los quelites y la sazón tradicional del pipián de semilla de cala baza en los fogones de leña de mezquite.

En La Casa del Maíz se prepa ran diversos platillos tradicio nales como el pozole, el pinole o los guisos de carne de puerco en salsa roja o verde y el huitlaco che a la mexicana en gorditas de maíz azul, que son elaboradas por los hombres y las mujeres Cárdenas Rodríguez, encabeza dos por su mamá, doña Ofelia, y usando la producción de las parcelas agroecológicas.

Pero no sólo se comparten sabores, también saberes. Eze quiel ofrece talleres prácticos sobre ecotecnias y preparación de insumos agroecológicos, así como recorridos a las parce las para reconocer insectos, el manejo de enfermedades en

En La Casa del Maíz se preparan diversos platillos tradicionales como el pozole, el pinole o los guisos de carne de puerco en salsa roja o verde y el huitlacoche a la mexicana en gorditas de maíz azul, que son elaboradas por los hombres y las mujeres Cárdenas Rodríguez, encabezados por su mamá, doña Ofelia, y usando la producción de las parcelas agroecológicas.

plantas y la manera de integrar cultivos.

Esta experiencia agroecoló gica familiar fue sistematizada colaborativamente entre el ITE SO y La Casa del Maíz, y como resultado de estos trabajos se ponen sobre la mesa diversas cuestiones y, como veremos más adelante, distintos retos, mismos que compartimos aquí brevemente. Por un lado, esta experiencia muestra que los proyectos agroecológicos supo nen esfuerzos de larga duración y requieren de redes de soporte que puedan ir acompañando sus esfuerzos que suelen hacerse por ciclos o periodos íntima mente ligados a las circuns tancias familiares y personales, así como acorde a las amenazas del entorno.

Habiendo diversos retos para este tipo de proyectos familia res de carácter alternativo, el mayor desafío se encuentra en que el modelo agroalimentario que se impulsa abiertamente desde las instituciones del sec tor agropecuario, se encuentra mayormente apropiado por los corporativos agroalimentarios que, desde la producción de venenos agrícolas e insumos agroquímicos hasta la distri bución de alimentos -más bien procesados y empaquetadosen las cadenas comerciales, deciden lo que comemos los mexicanos, los precios de los alimentos y la conformación de las llamadas cadenas de su ministro agroalimentario en beneficio de la rentabilidad empresarial y en detrimento de la calidad, de la cantidad, de la oportunidad y de la per tinencia de los alimentos en el Occidente de México.

Por si ello fuera poco, La Casa del Maíz tiene otros re tos, ya añejos, y que son inhe rentes a una política de estado omisa en materia de derechos de primera, segunda y tercera generación, como lo son la falta de acceso a la tierra agrícola -su creciente e inalcanzable precio de compra para las fa milias campesinas sin tierra- y su cambio de uso de suelo para convertirse en zonas de fraccio namientos, habitacionales y/o industriales. Finalmente, en la zona del lago de Cajititlán exis ten campos experimentales de Monsanto que, en su llamado Centro Global de Tecnología, experimenta con semillas hí bridas, y que constituye una amenaza para las variedades y razas de maíces nativos de los 5 pueblos tradicionales de Tlajomulco, entre ellos el de San Juan Evangelista, donde está La Casa del Maíz.

Concluimos estas notas rei terando que, a más de 100 años de su muerte, “Zapata vive, la lucha sigue”, por la tierra, por la agricultura campesina, por la alimentación para la vida. •

Suplemento informativo de La Jornada 19 de noviembre de 2022 Número 182 • Año XV

COMITÉ EDITORIAL

Armando Bartra Coordinador

Enrique Pérez S. Sofía Irene Medellín Urquiaga Milton Gabriel Hernández García Hernán García Crespo

CONSEJO EDITORIAL

Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo y Antonio Turrent.

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Diseño Hernán García Crespo

La Jornada del Campo , suplemento mensual de La Jornada , editado por Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México. Tel: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV; avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México. Tel: 5355-6702.

Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo número 04-2008121817381700-107.

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19 DE NOVIEMBRE DE 2022 9 Ruralidades de Occidente
Ezequiel Cárdenas R La Casa del Maíz Manuel A Espinosa S ITESO. Imagen de portada: Reunión para la defensa del río San Pedro, Mesa del Nayar, Nayarit. Manuel Antonio Espinosa Sánchez Doña Ofelia Rodríguez preparando guisados a la leña. Manuel Espinosa

Agroecología urbana: la apuesta del Colectivo Agroecológico Teocintle

Actualmente, la prácti ca de la agroecología urbana se extiende ampliamente en la ciudad. En el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) y alrededores, existen diversas experiencias de huer tos, colectivos, organizaciones y redes que desde su trinchera tra bajan por el cuidado del ambien te, la defensa del territorio y el cultivo de alimentos sanos desde la agroecología, para la genera ción de comunidad, la produc ción y conservación de semillas nativas y criollas, así como por la soberanía alimentaria y el cuida do de la vida.

En Jalisco, la agroecología se abre camino ante la predominante agroindustria, depredadora de la naturaleza y dependiente de insu

mos externos, orientada a merca dos de exportación y explotación. Ante esto, las iniciativas agroeco lógicas que surgen y se mantie nen a lo largo del tiempo en este complejo contexto, se ven como alternativas que caminan hacia la sustentabilidad, mediante la generación de comunidad y la bús queda de soberanía alimentaria.

El Colectivo Agroecológico Teocintle (CAT) nace en el año 2013, con una trayectoria ya de casi nueve años en la práctica de la agroecología urbana, como un grupo intergeneracional de ciudadanos que a través del cul tivo de alimentos sanos y libres de agrotóxicos, promovemos el cuidado del medio ambiente y una relación de reciprocidad con la naturaleza. En el CAT trabajamos por la soberanía alimentaria, para

Uno de los ejes principales del PAZ y del trabajo del CAT es la siembra agroecológica en el que se busca la integración de la permacultura y el método biointensivo de cultivo en un círculo completo de producción, desde la preparación del suelo a través de la elaboración de compostas y abonos verdes, para el manejo integrado de los cultivos, la producción y conservación de semillas nativas y criollas.

acceder a alimentos saludables y libres desde la semilla, transitando por el camino de la agroecología como una apuesta por la vida.

La base del Colectivo es la co munidad, unida por el trabajo comunitario. Adoptamos el tequio como práctica cotidiana donde se comparte y genera un espacio

para el encuentro e intercambio de saberes y haceres, para el cui dado y mantenimiento del Parque Agroecológico Zapopan (PAZ), sus áreas productivas y de huerto comunitario. El PAZ es el lugar de nuestra práctica agroecológica, hemos contribuido a su trans formación y consolidación como espacio público agroecológico y centro de promoción de la cultura ambiental en el municipio de Za popan, en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Uno de los ejes principales del PAZ y del trabajo del CAT es la siembra agroecológica en el que se busca la integración de la perma cultura y el método biointensivo de cultivo en un círculo completo de producción, desde la prepara ción del suelo a través de la ela boración de compostas y abonos verdes, para el manejo integrado de los cultivos, la producción y conservación de semillas nativas y criollas.

La capacitación constante en estos temas es un pilar funda mental, ya que nos brinda los conocimientos y herramientas necesarias para mantener la visión del espacio y abordar la sustenta bilidad desde la práctica cotidiana; lo que nos ha llevado a aprender y acercarnos a diversos temas que nos ayudan a vivir de una forma más armoniosa y amigable con la naturaleza; entre los que se encuentran, la introducción de la herbolaria y farmacia viviente como una alternativa a la medi cina convencional para curarnos a través de las plantas.

Además, desde el CAT y el PAZ, fomentamos y practicamos dife rentes tipos de construcciones con tierra cruda como lo es el bajare que o el adobe; en donde a partir de una visión integral, buscamos la generación de un consumo res ponsable mediante la utilización de materiales locales que tienen un menor impacto negativo en el entorno y que, por el contrario, son construcciones sustentables con diversos beneficios.

Para el CAT es un verdadero desafío la creación de comunidad basada en la producción agroeco lógica. A través de las actividades como tequios, cursos, talleres y festivales, hemos logrado tras cender e influir en la sociedad y el desarrollo comunitario de la ZMG y huertos urbanos de zo nas aledañas; nuestra apuesta es pasar de la producción para au toconsumo a lograr la autonomía alimentaria, logrando mejorar la calidad de vida y la generación de alternativas en pro de la ecología, el cuidado de los bienes naturales y la salud comunitaria.

Buscamos que la visión del CAT y PAZ se expanda cada vez más, sembramos en niñas, niños, jóve nes y adultos la semilla del cuidado de la Tierra mediante el cultivo de nuestros alimentos, a través de la vinculación comunitaria y el trabajo colectivo. Tenemos una fuerte con vicción por abonar a la generación de ciudades con una visión de sus tentabilidad, por ello transitamos por el camino de la agroecología como una apuesta para el cuidado de la vida en todas sus formas. •

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Irma Patricia Espinoza Magaña, Ma De los Ángeles Ortiz Sánchez y Olga Avalos García Integrantes del Colectivo Agroecológico Teocintle. Colectivo Maíz palomero. Paty Espinoza

Retos y consecuencias para la seguridad alimentaria frente al cambio climático

El cambio climático se ha posicionado como una de las expresiones más alarmantes de la crisis ambiental de nuestros tiempos. Los procesos antropogé nicos de alto impacto ambiental son señalados como la causa del problema. Actualmente, el mun do industrial orientado por la

acumulación del capital, los sis temas crediticos y los sistemas de comercio, han desarrollado pro cesos y tecnologías explotativas con profundas implicaciones que trastocan nuestra relación con lo ambiental. Nos encontramos frente a una modificación drásti ca de nuestro entorno: anterior mente la atmósfera había logrado

un balance entre los elementos básicos requeridos para la vida, mientras que, su estado actual se compone de una presencia excesiva de dióxido de carbono, así como de otros gases de efec to invernadero y contaminantes ambientales que han alterado di cho balance, poniendo en riesgo la estabilidad del clima.

Los impactos del cambio cli mático alteran las condiciones

climáticas históricas en las cuales se ha desarrollado la agricultura. Pasamos a un nuevo estado de ajuste en donde resulta insufi ciente adaptarse a los procesos naturales del sistema climático. Ahora la adaptación demanda responder al constante incremen to de temperaturas, a los patro nes cambiantes de precipitación y al aumento en la frecuencia e intensidad de eventos extre mos. Frente a esto, el Panel In tergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en su sexto y más reciente informe de evaluación, sostiene que el cambio climático ha comenza do a incidir negativamente en la seguridad alimentaria, particu larmente en regiones de África, Asia y Sudamérica.

Aunado a esto, las situaciones de desastre también requieren considerar las amenazas de pe queño y mediano impacto, pues la suma de éstas, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, guardan el potencial de ser su periores a las amenazas de gran envergadura. En este sentido, el cambio climático, al propiciar determinadas temperaturas y condiciones de humedad, trae consigo el riesgo de nuevos es quemas de plagas y enfermedades que atentan contra la inocuidad de los alimentos y la salud huma na. Por otro lado, el riesgo tam bién es importante en términos de los impactos para la pesca y la acuicultura, al verse alteradas las condiciones regulares (parti cularmente por el calentamien to de las aguas) en los océanos, mares, lagos y ríos, así como en los animales y plantas que viven o son cultivados en los mismos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para Alimenta ción y la Agricultura, la seguridad alimentaria se trata de una situa ción en donde todas las personas cuenten con los medios físicos, económicos y sociales para acce der a una alimentación nutritiva, suficiente y segura, permitiendo una dieta que cubra las necesida des y preferencias para una vida

activa y saludable. Concretamen te, la ocurrencia de episodios cli máticos extremos que derivan en situaciones de desastre altera las condiciones de producción y del almacenamiento de alimentos en cadenas productivas. Esto reper cute en el aumento de los precios y en la disminución de la demanda de empleo. Las familias rurales tienden a ser los más vulnerables en este escenario, pues dependen directamente de la producción agrícola, afrontan con mayor peso los efectos socioeconómicos de los cambios en los niveles de pro ducción y productividad que trae consigo el cambio climático. En diversos casos, la alternativa es migrar a las ciudades y optar por consumir alimentos de bajo nivel nutrimental y poco variada.

Dicho lo anterior, el cambio climático se presenta como un reto para los sistemas agrícolas en términos de la implementación de medidas de adaptación que per mitan un ajuste progresivo de las prácticas locales. La adaptación al cambio climático requiere optar por estrategias críticas para la reducción de la vulnerabilidad del sector agrícola. Es importan te reconocer que la adaptación es un reto y una responsabilidad que comparten los actores involu crados en todo el sistema de pro ducción agrícola, desde el propio agricultor hasta las instituciones gubernamentales. En términos generales, se recomienda identi ficar cultivos con mayor toleran cia a eventos extremos, sin dejar de lado la conservación y uso de variedades más antiguas; aumen tar los procesos de gestión y uso sustentable del agua en el sector agrícola, contemplando el nexo entre alimentos, energía y agua en la toma de decisiones; implemen tar tecnologías y prácticas alterna tivas orientadas a incrementar la productividad y reducir la vulne rabilidad, particularmente a nivel parcela; y, finalmente, procurar la recuperación de tierras degradas a través de una agricultura que orientada a la conservación de los ecosistemas. •

Los impactos del cambio climático alteran las condiciones climáticas históricas en las cuales se ha desarrollado la agricultura. Pasamos a un nuevo estado de ajuste en donde resulta insuficiente adaptarse a los procesos naturales del sistema climático. Ahora la adaptación demanda responder al constante incremento de temperaturas, a los patrones cambiantes de precipitación y al aumento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos. Frente a esto, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en su sexto y más reciente informe de evaluación, sostiene que el cambio climático ha comenzado a incidir negativamente en la seguridad alimentaria, particularmente en regiones de África, Asia y Sudamérica.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 11 Ruralidades de Occidente
Manuel Antonio Espinosa Sánchez
Sánchez
Manuel
Antonio Espinosa

La transición energética en pequeños municipios: una alternativa para garantizar los servicios públicos a partir del uso de microrredes

Una microrred eléctri ca es un sistema que comprende fuentes y consumidores de energía eléctrica, así como la infraestructura reque

rida para llevar la energía desde las fuentes hasta los consumido res de una manera segura y con fiable. Las microrredes permiten disponer de un sistema autóno mo, que puede estar o no interco

nectado a la red de la CFE y que, de esta forma, puede disminuir los costos, proporcionar energía cuando la CFE tiene fallas o no llega y, además, hacer una ges tión más inteligente de la misma al poder alternarlas de acuerdo a las necesidades de los usuarios.

La tecnología de microrredes, que se presenta como fundamen

La tecnología de microrredes, que se presenta como fundamental para abastecer la energía en el futuro, ha sido utilizada prioritariamente por grandes empresas, que disminuyen sus costos, evitando además indeseados cortes de luz. Sin embargo, los pequeños y medianos municipios siguen dependiendo casi en exclusiva de la energía proporcionada por la CFE para cubrir sus servicios, el alumbrado y también el gasto por bombeo, que en la zona del occidente y norte de México representa la mayor parte del sistema de abasto de agua potable.

tal para abastecer la energía en el futuro, ha sido utilizada priorita riamente por grandes empresas, que disminuyen sus costos, evi tando además indeseados cortes de luz. Sin embargo, los pequeños y medianos municipios siguen dependiendo casi en exclusiva de la energía proporcionada por la CFE para cubrir sus servicios, el alumbrado y también el gasto por bombeo, que en la zona del occidente y norte de México re presenta la mayor parte del siste ma de abasto de agua potable. La Agencia de Energía del Estado de Jalisco considera que la erogación de los gobiernos locales en ener gía puede llegar a representar del 25% al 60% del gasto corriente (https://jalisco.gob.mx/es/pren sa/noticias/144854). Además del costo económico, el servicio es deficitario: son frecuentes los cor tes de energía que tardan muchas horas o incluso días en resolverse. De igual forma, los patrones de asentamientodisperso, que abun dan en estos municipios, implican que se “tiren” largos cables desde la red principal hasta los hogares, lo que genera problemas de segu ridad y pérdidas muy importantes de electricidad, que a veces son asumidas por los consumidores y a veces por la propia CFE.

Así, en un contexto global don de se hace imprescindible la dis minución de los Gases de Efecto Invernadero (GEIS), la instalación de microrredes que fomenten la autonomía de las pequeñas co munidades se presenta como una interesante posibilidad para ga rantizar suministro energético que combata las condiciones de pobreza energética que padecen muchas familias, disminuir el elevadísimo gasto municipal en este rubro y, al mismo tiempo, contribuir a modelos más limpios y sustentables.

Las microrredes deben alimen tarse de una o varias energías y, en

el caso del Occidente de México, por sus condiciones, el sol es sin duda la principal fuente. Además, los paneles solares fotovoltaicos llevan ya varias décadas de de sarrollo y la población la asume como una tecnología familiar, útil y, lo que es más importante, rentable. Esto ha llevado a que numerosos pequeños negocios fi nancien privadamente sus paneles solares para disminuir sus cuentas energéticas. Así, por ejemplo, un pequeño super con dos refrigera dores y dos congeladores puede llegar a consumir 18 mil pesos bimestrales. La instalación de pa neles solares se financia a través de estos ahorros y en un año sus ingresos, al no tener que hacer frente a estos pagos, se duplican, haciendo viables estos pequeños negocios.

El sector público, por su par te, tiene problemas para poder financiar estas instalaciones ya que los amplios gastos en nómi na y servicio a que deben hacer frente impiden disponer de re cursos para inversión. Además, el beneficio sería observado hasta las administraciones posteriores, una vez que acaben de pagarse las instalaciones. Las limitantes que implican estas instalaciones fotovoltaicas, pueden verse dismi nuidas gracias a la conformación de estas estructuras como micro rredes, sobre todo en espacios complejos que puedan requerir de varias fuentes de energía, al gunas poco sustentables, como motores diesel, y que gracias a una optimización pueden utili zarse sólo como último recurso, priorizando las energías limpias o las conexiones a la CFE.

Sin embargo, para que esto sea viable se hace imprescindi ble un mayor conocimiento de las problemáticas que enfrentan los municipios, metodologías para la implementación de infraestructu ras adecuadas, monitoreo de los sistemas de producción de energía para conocer sus funcionamien tos locales, modelos de gestión democrática local y, por supues to, co-diseños que apunten a la sustentabilidad y trasciendan los breves mandatos trianuales mu nicipales. Por ello, desde CIATEQ se han emprendido una serie de proyectos, donde participa tam bién ITESO, para hacer viables, operativas y pertinentes las mi crorredes eléctricas en comunida des. Así, el Centro de Cultura de San Cristóbal de la Barranca será la primera sede de un Laborato rio Vivo con Monitoreo Remoto, financiado por el FODECYJAL, donde desde una perspectiva in terdisciplinar e intersectorial, bus camos generar conocimiento con la comunidad y el gobierno local, para diseñar rutas que permitan atender a estos retos, y contribuir a la disminución de la pobreza energética en México a través de una transformación sustentable, donde estos pequeños municipios sean el modelo a seguir.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 12 Ruralidades de Occidente
Noé Villa Villaseñor CIATEQ María de la Concepción Sánchez Domínguez-Guilarte CIATEQ Jesús Ramón Morales Hernández y Rodrigo Rodríguez Guerrero
Manuel Antonio Espinosa Sánchez

Caminando hacia agriculturas más sustentables en Jalisco

Juacacatlán y la Ecotienda en el Área Metropolitana de Guadalajara; la Red de Alternativas Sustenta bles Agropecuarias (RASA,) nacida en 1999 como una iniciativa de la sociedad civil, orientada hacia la construcción de experiencias alternativas de desarrollo local y sustentable frente a la crisis rural, y que actualmente es una referencia en la formación de agricultores, en el detonar redes locales y en su arti culación con movimientos sociales.

los trabajos iniciales articulados en torno al Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara y sus actividades de investigación, formación y ex tensión agroecológica en diversos municipios, destacando el tianguis agroecológico y los procesos de acompañamiento a redes locales.

En esa región se ubica también el municipio de El Limón, una comu nidad con una larga tradición de resistencia a la agricultura indus trial y que recientemente en 2020 se ha declarado municipio agro ecológico, el primero en México.

El estado de Jalisco pre senta una gran diver sidad regional que re úne tanto una amplia diversidad biológica como cultural. Así, las familias rurales y sus actividades agrope cuarias y forestales han tenido a lo largo de la historia un papel central en la vida social, cultural económica y política del estado. A pesar de esta importancia de la agricultura familiar, la agricul tura industrial ha sido el único eje de las políticas de desarrollo rural en el estado, lo que ha ge nerado una profunda crisis, cuyo resultado ha sido la quiebra de la agricultura familiar en el estado y la generación de una serie de consecuencias culturales, eco nómicas, sociales y ambientales.

El estado se autonombra como el “Gigante Agroalimentario de México”, por su alta productivi dad agropecuaria basada en el monocultivo, el uso excesivo de agro-tóxicos y la exportación de frutos rojos, aguacate y agave te quilero. Los impactos de ello son múltiples, como la falta de acceso

a alimentos de una importante cantidad de personas, la emigra ción rural, la degradación y la contaminación de suelo y agua, la pérdida de agrodiversidad, la violencia, la intoxicación de ni ños y jornaleros migrantes, y el debilitamiento de las regiones bioculturales del estado.

Es llamativo que el modelo agroindustrial promovido en el estado de Jalisco contrasta fuertemente con la mayoritaria agricultura familiar (campesina e indígena) que se basa en los principios de la sustentabilidad y se caracteriza por un alto ni vel de multifuncionalidad. Los y las productoras que se dedican a la agricultura familiar no sola mente producen alimentos sanos, sino también generan beneficios ecológicos, sociales, culturales y político-institucionales

Dentro este contexto, desde hace 40 años, en el estado ha surgido un movimiento agroecológico, conformado por organizaciones campesinas, grupos de consumi dores y profesionistas de univer sidades públicas y privadas que ha

Es llamativo que el modelo agroindustrial promovido en el estado de Jalisco contrasta fuertemente con la mayoritaria agricultura familiar (campesina e indígena) que se basa en los principios de la sustentabilidad y se caracteriza por un alto nivel de multifuncionalidad.

impulsado la recuperación de la sustentabilidad en las agriculturas jaliscienses. Sus bases conceptuales y metodológicas son la agroecología y la educación popular, buscando construir nuevos modelos agrope cuarios desde el propio quehacer de las y los productores en el estado. Es desde esta diversidad bio cultural y desde esta historia socioproductiva que se han ido construyendo, paso a paso, las al ternativas sustentables a la crisis rural en Jalisco, donde las agricultu ras familiares y tradicionales tienen un papel central. Por ende, actual mente existe una amplia diversi dad de experiencias de agriculturas alternativas, desarrolladas desde diferentes estilos tecnológicos y según las condiciones específicas de cada una de las regiones del estado. Entre los esfuerzos pioneros en el estado de Jalisco destaca el trabajo de Sembradores de Vida, en el Sur de Jalisco; las experiencias de agri cultura ecológica en el municipio

Otro esfuerzo importante ha sido la Feria de Productores del Área Metropolitana de Guadala jara, un proyecto autogestionario que busca propiciar relaciones de cooperación entre el campo y la ciudad, como alternativa de comercialización para familias rurales, y que también es un im portante punto de encuentro y aprendizaje entre consumidores y agricultores. En ese camino de búsqueda de alternativas vale la pena mencionar el esfuerzo que llevó a un grupo de agricultores a formar el Mercado Agroecológico El Jilote (MAJ), que constituye otro hito importante en Jalisco, y donde desde un modelo de sis temas participativos de garantía de sustentabilidad, certifica los productos y fincas agroecológicas.

Es importante también la expe riencia de la Cooperativa de Con sumo Consciente La Milpa, donde la articulación entre familias de agricultores ecológicos y de con sumidores es un punto clave en la construcción de sistemas agroali mentarios sustentables que vin culen campo y cuidad desde otra perspectiva, y donde los precios de los alimentos retribuyan justamen te el trabajo de los campesinos y permitan una alimentación sana para los consumidores. En la región Sierra de Amula de Jalisco resaltan

Ante la crisis rural en Jalisco, diversos actores sociales han de sarrollado estrategias de desarrollo rural basadas en agriculturas sus tentables en un sentido amplio, es decir más sanas, más equitativas, más justas, y que permiten cons truir la esperanza, la paz, la vida La agricultura familiar sigue siendo el eje de la vida rural y por ello en el camino hacia agriculturas más sustentables, son fundamentales políticas públicas integrales que fortalezcan y promuevan la agri cultura familiar, partiendo de la multifuncionalidad de las activi dades productivas, y asegurando un acceso equitativo a la tierra y los recursos naturales. En este andar, es necesario también el fomentar y apoyar las redes locales y regionales; la experiencia con los productores y organizaciones campesinas de Jalisco nos muestra las fortalezas de estas redes agroecolólogicas, como mecanismos de capacita ción e intercambio de experien cias, centrales en la transición hacia agriculturas más sustentables. Fi nalmente señalamos la importan cia del consumo responsable y el comercio justo, y la relevancia de seguir creando mecanismos de co mercio justo en los mercados loca les y regionales, reconociendo una gestión local de los procesos de de sarrollo, e incluyendo la promoción de un cambio de cultura de la gran mayoría de productores, consumi dores e instituciones, impulsando la certificación participativa de los productos orgánicos provenientes de la agricultura familiar. •

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 13 Ruralidades de Occidente
Peter R .W. Gerritsen Universidad de Guadalajara Jaime Morales Hernández Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias Sembrando el coamil. Peter Gerritsen La milpa doblada. Peter Gerritsen

COLONIA INDÍGENA SERGIO BARRIOS, RIBERA DE CAJITITLÁN, JALISCO

Allí viene el fruto: acompañamiento agroecológico por parte de EcoCuexo para la construcción de comunidad y buen vivir

EcoCuexco, Ecounión y la Colo nia Indígena Sergio Barrios EcoCuexco es una cooperativa familiar localizada en Cuexco matitlán, se asentó hace 20 años para promover la agroecología mediante la producción de plantas aromáticas y medicinales, y que hoy se encuentran participan do en redes locales de economía social y solidaria. Ha facilitado capacitaciones a los habitantes de la colonia Sergio Barrios con el propósito de la autogestión de cultivo de plantas medicinales en su territorio.

ron como aprendices de EcoCuexco.

ECOUNIÓN es ahora una coo perativa que produce, procesa y distribuye líquidos herbolarios para la salud con base en plantas aromáticas cultivadas con proce sos agroecológicos. El proyecto también se ubica en la rivera del Lago de Cajititlán en la localidad de Cuexcomatitlán.

La Colonia Indígena Sergio Barrios

La Colonia Indígena Sergio Ba rrios se inauguró en el 2013 en la Ribera de Cajititlán en Cuex comatitlán, Jalisco. Una comu nidad interétnica formada por familias indígenas y un grupo menor de familias mestizas mi grantes que, después de movili zaciones junto con el FPR y una suerte de recurso del Estado, comparten un territorio y cuyos pueblos originarios son otomí, purépecha, nahua, huasteco, mazahua, wixárika y mixteco. Territorio en el que la apropia ción del espacio habitado alude

a una búsqueda y reto por confi gurar el territorio como lugar de comunidad interétnica.

La Colonia Indígena Sergio Ba rrios se encuentra en colindancia con Cuexcomatitlán, en una loca lidad conocida como Cruz Blanca que forma parte de los pueblos de Ribera del lago de Cajititlán en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, dentro de la Área Metro politana de Guadalajara.

Las familias de la colonia se organizaron y tomaron el predio, ya apalabrado con el Estado y con el apoyo de la CDI, en el 2013. Se generaron distintos liderazgos en la colonia que comparten el

objetivo en común de mejorar el vivir de su comunidad, llevan a cabo distintas gestiones para la construcción de su territorio, lo cual ha sido un proceso largo y cambiante. Además, con una irregularidad legal que aún no se resuelve.

Las y los habitantes suelen analizar la forma compleja y la situación de tensión en que los mi grantes indígenas se insertan en lo urbano para encontrar empleo (prácticas artesanales y empleos urbanos la mayoría) y vivienda, formando núcleos de pueblos ét nicos urbanos. Se reinventan a sí mismos y hacen frente a sus nuevas circunstancias adversas sin perder su sentido de pertenencia étnica, aunque configuren nuevas formas residenciales, culturales y comunitarias.

Pese a y por los conflictos que les atraviesan a los habitantes de la Colonia, permanece el deseo por construir de la mejor manera un espacio seguro y propio con el apoyo de sus compañeros que lo habitan. Reconocen que por el contexto no todos tienen las mis mas posibilidades de vivir en la comunidad permanentemete, ya que dependen de un trabajo o un medio de subsistencia que aún está ligado a la urbe y sus formas. Por ello, buscan maneras de encontrar oportunidades con su artesanía u otros oficios cerca de Cuexcoma titlán para poder irse a vivir de manera estable a la Colonia.

De ahí también que estable cen alianzas con otras organiza ciones como lo es EcoCuexco, la cual lleva un largo trayecto en la búsqueda de alternativas para el buen vivir y apoyo a grupos que también se encuentran en esta búsqueda.

A partir de su riqueza en me dicina tradicional y vinculación con los saberes de la comunidad, buscan ideales y proyectos de las propias comunidades para darle un sentido organizativo, cultural y político al territorio. Esta orga nización, post inserción urbana, está motivada por el deseo de abandonar la situación precaria y conseguir una mejor vida para las familias.

Rodeados por parcelas de mo nocultivos de maíz y parques industriales, EcoCuexco es un granito de mostaza en Tlajomul co que lucha contra corporativos aliados de las autoridades loca les. Hay tierra fértil porque mu chas familias han aprendido el valor de esta cooperativa y de su propuesta de vida con y desde la madre tierra, a partir del cultivo y aprovechamiento de la herbolaria ancestral.

A través del apoyo de EcoCuex co a algunas de las familias de la Colonia Indígena Sergio Barrios, se formó ECOUNIÓN, integrada por cuatro familias de pueblos ori ginarios provenientes de los estados de Puebla (Náhuatl), Oaxaca (Mixe), Michoacán (Purh´epecha) y Que rétaro (Ñoñho) quienes inicia

Se formó también RASA, que es un proyecto de formación en edu cación ecológica para agricultores, creado por la Red de Alternati vas Sustentables Agropecuarias (RASA). Surgió de la necesidad y motivación de los agricultores por aprender técnicas alterna tivas, compartiendo y constru yendo conocimientos de manera conjunta. A la colonia Sergio Ba rrios, se les ha favorecido con la formación, trabajo e intercambio con la RASA, de modo que ahora siguen el método aprendido del MIAF: Milpa Intercalada con Ár boles Frutales en terrazas, lo que asegura mejores oportunidades para la seguridad y soberanía ali mentaria de estas familias.

Varias de las personas de la Colonia Sergio Barrios han par ticipado en redes de productores y consumidores, por ejemplo, la Feria de Productores del Club de Leones, como espacio que pro mueve el emprenderismo social, la agricultura orgánica y la con ciencia ecológica en la ciudad de Guadalajara. Al retomar el esquema del tianguis o mercado campesino, se fomenta el desa rrollo de una comunidad campo – ciudad y se visibilizan procesos de confianza y apoyo mutuo.

Luego de más de 4 años se pue de vislumbrar que a partir de la formación de empresas con res ponsabilidad social y ecológica, hay oportunidades para un trabajo estable, con un ingreso econó mico favorable y un desarrollo intercultural para la proyección de sus descendientes.

El reto mayor sigue siendo la legalización de sus terrenos, to davía ostentados como propiedad del gobierno del estado de Jalisco. Muchas luchas pendientes aún para lograr el postulado zapatista: “La tierra es de quien la trabaja y de quienes la habitan”. •

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 14 Ruralidades de Occidente
Felipe de Jesús Íñiguez Pérez y Natalia Hernandez Michel Rizo Mujeres de la Colonia Sergio Barrios. Natalia Hernández Feria Agroecológica en San Lucas Evangelista. Natalia Hernández Escuelita Colonia Sergio Barrios. Natalia Hernández Colectivo Ecounión. Manuel Espinosa

Patrimonio biocultural y turismo comunitario

El municipio de San Cristóbal de la Barran ca (SCB) colinda con el de Zapopan, Jalisco, y su cabecera municipal se sitúa a solo 54 kilómetros de la Zona Metropolitana de Gua dalajara (ZMG). Si bien es famoso por sus bellísimas barrancas, que ocupan el 57% del municipio, dispone de gran variedad de pai sajes. Su clima cálido subhúme do favorece la abundante vegeta ción y es entorno privilegiado de ricas costumbres y tradiciones. A este conjunto de elementos es a lo que nos referimos como patri monios bioculturales. Sin embar go, las oportunidades de empleo son precarias y su población tie ne altas tasas de migración a la ZMG, Estados Unidos y Canadá.

Entre sus actividades económi cas, hay algunos parques naturales y balnearios privados que atraen regularmente visitantes. La ri queza biocultural, la cercanía a la ZMG y estas visitas han llevado a que, al igual que en otras zonas de México, se comience a visua lizar el turismo como una fuente de empleo complementaria a las actividades tradicionales como son la agricultura y ganadería.

Pero ¿cómo podemos convertir estas oportunidades en un pro

yecto colectivo que permita a las y los habitantes generar nuevos ingresos? ¿qué papel debe tener el municipio en este proceso?, y ¿qué tipo de turismo, que no sa ture sus servicios ni contribuya al deterioro medioambiental, podría ser adecuado para sus habitantes?

Un modelo de turismo comuni tario que revalorice los patrimo nios locales en favor de la cohesión social debe partir de un esfuerzo colectivo que permita a cada actor involucrarse de acuerdo con sus intereses, capacidades y recursos. Esta es la propuesta que busca trabajarse en SCB, y que pensa mos que puede trasladarse a otros pequeños pueblos de México, sin necesidad de tener que aspirar al programa Pueblos Mágicos, accesible solo para algunas loca lidades y con notables problemas de fondo.

En SCB comenzamos realizan do un diagnóstico, poniendo el

foco tanto en las problemáticas locales como en sus posibles acti vos patrimoniales. Solo se cuenta con un restaurante, además de un par de fondas y algún lugar de tacos, lo que dificulta degustar sus originales platillos, que se reservan para el entorno fami liar. El alojamiento se limita a un pequeño hotel, no dirigido al turismo, aunque también existen opciones de camping en algunos parques y balnearios.

El mango barranqueño o criollo, elemento identitario, caracteriza do por su tamaño mediano y su sabor dulce, produce un ate deli cioso, que casi no se comercializa.

En sus extraordinarias huertas de mango existe asociación con la ciruela amarilla, el limón, la pitaya, guamúchil y el nopal ver dura, que son regadas con agua de manantial, pero son privadas y sin acceso para aquellos que llegan de fuera.

A pesar de la producción de piezas artesanales, hechas con obsidiana arcoíris, a los que se han unido los diseños textiles y de bisutería de las mujeres wixari tari, que trabajan como jornaleras

en el municipio, no hay espacios de venta al público. Los ríos son aptos para nadar, y cuentan con aguas termales o géiseres, pero no existen mapas o rutas que los hagan accesibles, más allá de los balnearios privados. Además, hay un notable calendario de fiestas, donde la población participa muy activamente, cuya difusión es casi exclusivamente para la comunidad.

Así, si te acercas a visitar SCB, tendrás limitadas opciones de gas tar tu dinero, ya que esta belleza no es acompañada de experien cias, productos y servicios para ofrecer al visitante.

Para activar estos patrimonios, es necesario una estrategia colec tiva, a partir de la gestión comuni taria, que permita abrir espacios a quienes quieran conocer y disfru tar SCB. Es en este punto, donde consideramos muy importante el papel del municipio para fomentar

Un modelo de turismo comunitario que revalorice los patrimonios locales en favor de la cohesión social debe partir de un esfuerzo colectivo que permita a cada actor involucrarse de acuerdo con sus intereses, capacidades y recursos.

actividades que no solo atraigan más visitantes, sino que permitan a la población disponer de capa cidades para diseñar productos y servicios para ofertar. Así, además de posicionar el municipio como destino turístico, también debe ser líder y promotor de proyectos sustentables que generen fuentes de empleo para las y los sancristo balenses, apoyando de esta forma a la iniciativa privada. La cohesión social y las posibilidades econó micas que abra el turismo deben contribuir a la preservación de sus riquezas comunes, incentivando el mantenimiento de la biodiver sidad de SCB, que actualmente se encuentra en riesgo por la llegada del agave, que ofrece dinero a cambio de tierras para su siembra.

SCB y otros pueblos mexica nos ofrecen un entorno natural, delicias tradicionales y una vida más tranquila en interacción con su gente, personas hospitalarias y solidarias, que te invitan a com partir su tierra y sus costumbres, a través del diálogo y la experiencia. El turismo puede ser una alterna tiva que permita vivir bien, sin abandonar la tierra, pero también debe ser regulado a través de la comunidad de acogida, para no convertirse en una propuesta ex tractivista y destructora. •

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 15 Ruralidades de Occidente
Nereyda Guadalupe Marroquín Jurado UdeG, Alumna de Maestría en Gestión y Desarrollo Social nereyda.marroquin7957@ alumnos.udg.mx María de la Concepción Sánchez Domínguez – Guilarte . CIATEQ, Investigadora realizando una estancia posdoctoral CONACYT coquisdg@hotmail.com Entrada a cabecera municipal, San Cristóbal de la Barranca. Nereyda Marroquín Danzantes de la comunidad de Teocaltita, celebración de la Santa Cruz. Nereyda Marroquín Vida rural en temporada de estiaje, San Cristóbal de la Barranca. Concepción Sánchez

El campo de Jalisco y sus pobladores a la deriva: política y gestión pública estatal entre clientelas y simulaciones

centrada en la “promoción de la competitividad” del campo, can celando los programas federali zados ejecutados estatalmente; los gobiernos de las entidades federativas han seguido enten diendo su relación con el campo conforme a la inercia establecida.

El gobierno de Jalisco continuó con recursos estatales, aproxi madamente el 30% de los montos de los programas federalizados, según se había acostumbrado en las administraciones anteriores, haciendo lo mismo, “programas” de fomento, con reglas de opera ción siempre a modo para asignar los recursos a los interlocutores privilegiados y las clientelas más rentables políticamente. En esto quedó la refundación.

centrados territorialmente, gene ran economías de enclave. Así, la mayor parte del territorio rural y sus pobladores siguen excluidos del éxito agroempresarial.

Desde el inicio de la gestión del gobierno estatal actual, fue clara y abierta la crí tica y descalificación al gobierno precedente. Las nue vas autoridades señalaban que, ante el deterioro y la ineficacia en la conducción de la política y gestión pública, se requería una refundación y consecuente renovación radical del gobierno del estado. Los grandilocuentes enunciados y la retórica, muy pronto revelaron ser solamente eso, y ello, fue particularmente patente respecto a las opciones adoptadas por el gobierno res pecto a su intervención en el campo jalisciense y la atención a sus obligaciones institucionales con su población. La definición de orientaciones de la nueva gestión respecto al desarrollo rural transitó por la simulación de consulta ciudadana y ejerci cio de planeación que resultó en un Plan Estatal de Desarrollo, como suelen hacerlo la mayoría de gobiernos de entidades fede rativas, que sirve solamente para encubrir la gestión arbitraria y desarticulada de la administra ción gubernamental. Las pre tensiones expresas de cambio e innovación emitidas por las autoridades electas quedaron en

propaganda electorera, su ges tión y diseño de programas no se alejó de las prácticas políticas que responden a clientelas en vez de atender problemas de la socie dad rural con el concurso de los actores sociales que los enfren tan. Se continuó con el ejercicio del poder público y sus recursos conforme a los designios defini dos por la burocracia y sus inter locutores privilegiados.

Gobiernos van y vienen, pare ciera que no hay otra manera de ser gobierno para la población del campo, y menos a escala munici pal y estatal, que atender cliente las y simular cumplir obligaciones. Se ha convertido en indiscutible conducir los recursos presupues tales disponibles hacia la promo ción de la “competitividad” del sector. Los gobiernos federales del siglo XXI se encargaron de establecer y garantizar que así se hiciera con el diseño y ejecución de los recursos de Alianza para el Campo y sus denominaciones sucesivas. Los gobiernos estatales sumaron sus recursos limitados a esos lineamientos, y así, “desa rrollar” al campo se consolidó en programas de apoyo, siempre para las mismas clientelas, y en despre cio de las obligaciones respecto a los derechos de la mayoría de los pobladores rurales.

La política de desarrollo de la competitividad en el sector rural se consolidó como la forma de ser gobierno para el campo. El supuesto de que el crecimiento de la producción en el marco de las reglas del mercado vendría consecuentemente a incorporar al bienestar a la población rural, alcanzó el nivel de catecismo po lítico para el Estado Mexicano, asegurando la adhesión de las autoridades de las entidades fede rativas culpablemente huérfanas de ideas y recursos propios. Por supuesto, consecuentemente, la medición del “éxito” de la política hacia el sector rural se reduce al crecimiento de la producción, que conforme al catecismo es igual a bienestar social.

Si bien el Gobierno Federal desde el 2019 desmanteló la po lítica y la estructura de gestión

El gobierno muestra satisfecho los éxitos del sector rural jaliscien se. El estado es el mayor aportante de valor de producción pecuaria del país; las ramas porcícola y avícola altamente concentradas, con unidades productivas de gran escala, articuladas eficientemente como unidades empresariales a sus cadenas de valor; la produc ción de bovinos, fundamentada en los criadores de escala familiar, dispersos, con limitadas opciones de desarrollo, presas fáciles de las empresas comercializadoras y en gordadores especializados; la rama lechera cada vez más polarizada, gradualmente extinguiendo a los productores de escala familiar, con el agravante reciente de una política de compra de LICONSA que ha desmantelado la organiza ción cooperativa que hacía viables a algunos de estos productores. En la producción agrícola, Jalisco se mantiene entre los tres primeros lugares en valor y volumen de la producción, con crecimiento sostenido, ya no en los produc tos tradicionales, sino en agave, berries y, recientemente, agua cate. El agave, toma superficies de productores que han perdido viabilidad, y los otros cultivos, intensivos en uso de capital, con

A pesar de semejante condición en el valor generado y de las favo rables condiciones para que pro siga su crecimiento sostenido, los pobladores del campo de Jalisco siguen siendo pobres, muy pobres. En el 95% de los municipios rura les (con poblaciones menores de 50,000 habitantes), la población con ingresos menores a la línea de bienestar mínimo (CONEVAL 2015) es mayor a la media estatal (10.7%); en el 79% de los muni cipios rurales de Jalisco, más del 10% de su población se encuentra en pobreza extrema; entre ellos, en 7 municipios una de cada 5 personas son pobres extremos. Esto seguirá así mientras no se reconozca e institucionalice el foco central que es la calidad y eficacia de la política y gestión pública para alcanzar la vigencia efectiva de los derechos humanos señalados en la Constitución del país y del estado, así como un creciente y sostenible bienestar para la población.

Es mucho lo que un gobier no estatal puede hacer en poco tiempo, centrado en su mandato fundamental en torno a los de rechos humanos de la población rural. Rigor en diagnósticos y pla neación, junto con y centrados en las personas, fortalecimiento de la gestión local y regional, inver siones focalizadas, y eliminación de los incentivos a clientelas. Por supuesto, ampliar y movilizar los recursos propios del estado, asu mir la responsabilidad y promover respuestas ciudadanas solidarias. Jalisco, por ejemplo, solamente recauda, en términos per cápita, la tercera parte de lo que logra la Ciudad de México y la mitad de lo que recauda Nuevo León (https://www.transparenciapresu puestaria.gob.mx/es/PTP/Recau dacion_Local). Sin duda, Jalisco puede lograr avances sustanciales en el desarrollo de los derechos de los pobladores del campo, mo vilizando los recursos locales y articulando estrategias territo riales y sectoriales con el enfoque de derechos. Los estados deben asumir esta responsabilidad y así exigir, negociar y contribuir con la Federación en el desarrollo rural nacional.

La política de desarrollo de la competitividad en el sector rural se consolidó como la forma de ser gobierno para el campo. El supuesto de que el crecimiento de la producción en el marco de las reglas del mercado vendría consecuentemente a incorporar al bienestar a la población rural, alcanzó el nivel de catecismo político para el Estado Mexicano, asegurando la adhesión de las autoridades de las entidades federativas culpablemente huérfanas de ideas y recursos propios.

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Manuel Antonio Espinosa Sánchez

Suficiencia y soberanía alimentaria de México

El Presidente Andrés

Manuel López Obra dor señaló el 11 de agosto, que para con tener los incrementos en el precio de la tortilla, se ha buscado y, recientemente, se logró recuperar la autosufi ciencia en frijol y maíz blan co para el consumo humano en México. Destacó que, en la región guerrerense de La Mon taña, tradicionalmente orien tada a la producción para el autoconsumo, el año pasado se obtuvieron excedentes que pu dieron destinarse al mercado, a lo cual, sostuvo, contribuyó la entrega de fertilizantes como parte de los programas de bien estar. “Primero la producción para el autoconsumo, que no les falte maíz, sin maíz no hay País”. Así como, la mejora en los montos pagados a los pro ductores gracias a la política de precios de garantía, aseve ración respaldada por datos del Servicio de Información Agro alimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultu ra y Desarrollo Rural (Sader), que indica un incremento de 11.9 por ciento en el pago por tonelada en comparación con el año pasado (https://www. jornada.com.mx/2022/08/12/ edito/002a1edi)

La Sader informó acerca de aumentos relevantes en el ren dimiento de maíz y frijol gracias al programa Producción para el Bienestar: la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria dio cuenta de saltos de 25 por ciento en la productividad por hectárea del maíz blanco y de 300 por ciento en la del frijol. Este proyecto, apoya a alrededor de 1.3 millones de productores de hasta 20 hectáreas, también fue posible reducir el costo de producción, además del uso de herbicidas y agrotóxicos como el glifosato. También estima una baja de las importaciones de 11.1 por ciento, lo que indica la suficiencia del campo mexi cano para satisfacer la demanda nacional pasado (https://www. jornada.com.mx/2022/08/12/ edito/002a1edi) .

Consultado durante la Con ferencia de prensa matutina Presidencial del 15 de agosto de 2022, el Presidente exclamó que “La seguridad y la sobera nía alimentarias son objetivos estratégicos que fortalecen la posición del país y protegen a la población ante los vaivenes

de precios del mercado global, al país le conviene la autosu ficiencia, en energéticos y en alimentos, muy contrario a lo que opinaban los tecnócratas neoliberales, de que un mundo globalizado no había que pro ducir para el consumo interno o no se debía fomentar el desa rrollo al interior del país para ser autosuficientes, que en un mundo globalizado se podía comprar afuera lo que se nece sitara. México es autosuficiente en maíz blanco, y eso se cuida mucho; no en maíz amarillo, que se utiliza con propósitos de fomento al sector pecuario; no éramos autosuficientes en frijol, hoy ya somos autosuficientes, no somos autosuficientes en arroz, si lo fuimos, y hubo un abandono total a la producción de arroz al grado de que esta mos comprando el 80 por ciento del arroz que consumimos, se abandonó por completo.

Lo que ocurre en maíz blanco y frijol es contrastante con la estrategia agropecuaria inade cuada de los 36 años anteriores durante los cuales, los gobiernos neoliberales decidieron que con venía importar los granos que México necesitara, a la luz de una aparente ventaja del menor precio internacional, en el caso de maíz 20 dólares por tonela

da. México fue autosuficiente en maíz, frijol y arroz. Incluso exportaba maíz, sin embargo, se desestimuló la producción, se distorsionó el abastecimiento de semillas mejoradas públicas y no se reconoció la excelente calidad nutritiva y diversidad genética de los maíces nativos al cerrarse la Productora Nacio nal de Semillas (PRONASE); no se apoyó la investigación agrí cola nacional, con los intentos de cierre del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); en el sexenio de Fox, se canceló la producción de fertilizantes en el país, cerrándose Fertili zantes Mexicanos (FERTIMEX). Ahora la urgencia y las acciones emprendidas para lograr la su ficiencia y soberanía nacional incluyen los fertilizantes, con la activación de plantas pro ductoras de estos insumos fun damentales para respaldar la producción de granos básicos en México; este ciclo primavera verano se entregaron fertilizan tes para varios estados (Guerre ro, Puebla, Morelos, Chiapas, Oaxaca, Zacatecas y Nayarit), con lo cual se vislumbran in crementos importantes en la producción anual.

Es muy importante apelar y fortalecer el sentimiento nacio nalista en el campo mexicano, por dignidad y conveniencia de toda la población, la 4T se ha

propuesto producir los 17 mi llones de toneladas de grano de maíz amarillo que se destinan a la industria pecuaria, de la cual se debe vigilar que no haya des víos para su consumo en la ali mentación de los mexicanos. En respaldo al Decreto Presidencial que prohíbe la siembra de semi llas transgénicas en la agricul tura de México y su uso para la fabricación de cualquier tipo de alimentos, incluidas las tortillas, es preciso indica que se requie ren 14 millones de toneladas de maíz blanco y el país produce 24 a 27 millones de toneladas de maíz de este tipo, de las cuales, alrededor de 17 millones, pro ceden de parcelas de lluvias de temporal, con agricultura tra dicional y de subsistencia. Este gran volumen producido por las y los agricultores tradicionales, en buena medida se destina al autoconsumo, lo que blinda a nuestra población.

La investigación pública ofrece variedades desarrolla das tomando con fuente gené tica a las variedades nativas, como es el caso de la variedad V 236 P (Pepitilla), reconocida ampliamente por su excelente calidad para la elaboración de tortillas por el método tradicio nal nixtamal-masa-tortilla. Su área de adaptación es la región semicálida, restringida a con diciones de ladera de la mon taña baja de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Morelos; mostrando características agronómicas sobresalientes con altos ren dimientos de grano. En el año 2000, el programa de maíz del INIFAP-Campo Experimental Iguala, colectó maíces nativos para conservarlos y mejorarlos; después de 14 años, mejoró una población con diez colectas se leccionadas de maíz nativo de la raza Pepitilla hasta obtener la variedad V-236 P, con la cual se fabrican tortillas gourmet. Es tiempo de dar valor a es tos desarrollos y respaldar a las instituciones públicas de inves tigación en forma directa, dis tanciándonos de las prácticas de pasadas administraciones neo liberales de transferir grandes cantidades de recursos finan cieros a Centros Internacionales. Hay que notar que contamos con la tecnología necesaria, el manejo agronómico idóneo, los agrónomos y agrónomas capaci tadas, los esquemas agroecológi cos que privilegian la diversidad genética y que otorgan resilien cia ante el cambio climático; también contamos con las fami lias campesinas y las personas productoras de maíz, el valor inconmensurable de la gente tan altamente valorada por nuestro presidente, quien además, ha establecido la prohibición del maíz transgénico en siembras agrícolas y utilización en la in dustria alimentaria, así como la limitación al uso de glifosato.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 17 Miscelánea
• Enrique Pérez S.

Formas tradicionales

para renovar, conservar e intercambiar diversidad local

“En manos campesinas, una buena semilla se garantiza”

Dicho campesino

En diferentes comuni dades del estado de Guerrero, las semillas nativas son elementos simbólicos identitarios de cada linaje, pues son parte de su taxonomía familiar, que da sentido a la agricultura que practican. Estos elementos están implícitos en la renovación, con servación, y al mismo tiempo, en la recuperación e intercambio de las variedades locales, lo cual supera la dimensión ecotécni ca y alcanza la sociocolectiva a través de los Fondos de Semillas Familiares (FSF). Ésta forma tra dicional de disponer reservorios genéticos, no se fundamenta en una lógica bancaria o monetaria, por lo tanto, no se puede poner un precio, ya que es una heren cia patrimonial sagrada, que incrementa acervos familiares y promueve relevos generacionales dentro de los espacios domésti cos y comunitarios.

Durante décadas, las familias han circulado las semillas de sus abuelos a sus padres, y de los pa dres a sus hijos. La tradición fami liar es heredar de generación en generación el cultivo del maíz y la milpa. Regionalmente, la impor tancia de las semillas nativas está estrechamente conectada con sus saberes relacionales y naturales, es decir, desde la siembra de semi llas hasta el trabajo organizativo -todo un proceso social- para su resguardo. Por esta razón, las formas tradicionales que realizan las familias, se agrupan en tres actividades comunes:

1. Renovación local

Es un quehacer itinerante por la labor de refrescamiento, que consiste en evitar el cansancio de las semillas como un factor para la disminución de la fertilidad. El propósito de esta práctica es re poner los repertorios viejos con semillas nuevas, y mantener los procesos evolutivos de selección y mejoramiento autóctono desde lo local, durante cada temporal de lluvias (véase: https://www. jornada.com.mx/2022/06/18/ delcampo/articulos/conservarbiodiversidad-guerrero.html).

Dependiendo de la cantidad disponible, muchas familias tra tan de renovar la gran mayoría de sus semillas para mantener

las viables en venideros ciclos productivos. Un claro ejemplo es cuando una semilla se pierde ante los trastornos climáticos o situaciones de crisis, el primer círculo de recuperación es el mismo grupo doméstico, don de los FSF son vistos como una capacidad de ahorro solidario, situación que permite la renova ción o regeneración de semillas. Es una actividad hecha por las familias campesinas y comuni dades locales, quienes han me jorado las semillas de acuerdo a sus necesidades. Por eso, los FSF son lugares vivos, dinámicos, po lifacéticos, en los que las semi llas y sus genes circulan de una familia a otra, y mantienen una autoproducción constante de cultivos nativos. Esta iniciativa resulta importante a nivel local, porque contribuye a prevenir y obtener reservas a pesar de las circunstancias extraordinarias.

2. Conservación en el sitio Esta práctica se basa en el prin cipio de conservar las variedades locales de semillas, directamente en las milpas y en los huertos de traspatio. En estos espacios vi

vientes, y en especial las mujeres, desempeñan roles primordiales para conservar la biodiversidad agrícola y los conocimientos tra dicionales, utilizando métodos propios de control y manejo. Em plean plantas con propiedades acaricidas, como las hojas de hier ba buena, neem, albahaca, epazo te; aparte de minerales como la ceniza, cal y azufre, para repeler los insectos, y así mantener sanas las semillas. A la vez, mantienen estructuras tradicionales de al macenamiento tipo cuexcomates o trojes elaborados artesanal mente, pero también usan fras cos herméticos transparentes, de vidrio o plástico; contenedores o silos metálicos, e incluso bolsas flexibles que impiden el ingreso de gases y humedad.

Estas técnicas aseguran la con servación y almacenamiento de las semillas en lugares secos y limpios en el interior del hogar, a un bajo costo, y con la reutilización de materiales caseros para el acon dicionamiento del área, la cual, no ocupa ningún procedimiento de calefacción ni refrigeración. Con la conservación de semillas, las familias amplían la diversidad alimentaria, mejoran el acceso, la disponibilidad y la calidad de los alimentos tradicionales.

3. Intercambio libre

Es una forma de apropiación de los recursos genéticos locales para sustituir semillas indus triales, y esto sirva para esta blecer formas de organización que permitan cimentar la re lación comunidad-naturaleza, y así, fortalecer los procesos de circulación y adaptabilidad. El intercambio para las familias es un acto de dar o recibir semi llas, sin dinero de por medio. En la mayoría de los casos se hacen intercambios de semillas no ne cesariamente de la misma es pecie; esto es, si se intercambia semilla de maíz, se puede com pensar con semillas de calabaza, frijol, jitomate, chile, bule, jamai ca, ajonjolí, entre muchas más; dado que los FSF, no sólo son de maíz, sino de diversas variedades nativas y endémicas del lugar.

Aquí es donde ponen en prác tica lo que denominan trueque solidario campesino, basado en los principios de la solidaridad y reciprocidad. Este suceso se vuelve un rasgo sociocultutal en el que las propias familias administran variedades específicas, y com parten con otras comunidades locales, desde diferentes pun tos de encuentro: fiestas, ferias, foros, tianguis, talleres, visitas de campo, diálogos de saberes (véase: https://www.jornada. com.mx/2021/11/20/delcampo/ articulos/fiesta-maiz.html). Ex perimentan con la pluralidad de semillas nativas para preservar la variabilidad genética, asimismo, el intercambio de semillas lo ha cen entre familiares afines a su linaje, pues con estas prácticas conservan herencia identitaria

de ramificación de la vida. En particular, cuando una familia no tiene semillas para sembrar, ésta recurre al mismo linaje, pero si estos no tuvieran, se acude a otras familias de la comunidad, donde el acuerdo que se toma, es que las semillas prestadas de manera solidaria, es la misma cantidad que se regresará. En sí, los intercambios y la circulación de semillas, atestiguan la movili dad del germoplasma vivo, gracias a la diversidad y la riqueza que hay en manos campesinas, siendo una actividad con destino a la revaloración de nuestra cultura alimentaria.

Retos claves

Hoy en día, las semillas nativas se enfrentan, por un lado, a los desafíos de la superioridad téc nica de las semillas mejoradas y la modernización tecnológica, y por el otro, a las restricciones relacionadas con los derechos de propiedad intelectual sobre la diversidad local. Frente a estos escenarios, familias campesi nas guerrerenses de las regio nes: Norte, Montaña y Costa Grande, llevan a cabo acciones de renovación, conservación e intercambio de semillas, con el objetivo de garantizar soberanía y autonomía alimentaria. Con el establecimiento de los FSF redu cen la dependencia de semillas foráneas, y priorizan las varie dades locales, demostrando a los programas gubernamentales que hay alternativas y prácticas sencillas que debieran apoyar y fortalecer. Un futuro inmediato, es que más familias dispongan de sus propias semillas nati vas, y con ello, transiten hacia los Fondos de Semillas Regiona les o Comunitarios, y éstos ten gan mayor impacto territorial, además de generar mayor inci dencia en políticas agroalimen tarias, de acuerdo con la vasta diversidad cultural, geográfica y climática que existen en cada región.

Sin duda, este es un trabajo lo cal, pero merece reconocimiento legítimo, a fin de posicionar el tema de la diversidad biológica, la alimentación y la agricultura familiar campesina. Los FSF son la primera acción de defensa co lectiva contra las empresas mul tinacionales, que perciben a las semillas nativas como simples mercancías que pueden patentar, sin importar los daños colaterales generados en los saberes patri moniales. Por todo lo anterior, es importante que las familias campesinas sigan reinventando estrategias para la protección de las semillas nativas, por medio de la conservación en el propio sitio, el intercambio libre y la autopro ducción local regenerativa, con la ayuda de métodos de selección y mejoramiento participativo, como formas de vidas entreve radas para sostener la diversidad biocultural. •

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 18 Miscelánea
Fondos de Semillas Familiares en la región Costa Grande, Guerrero. Marcos Cortez

Histórico: AMLO restituye casi 30 mil hectáreas de tierras ancestrales al pueblo yaqui

Un poco de historia

La tribu yaqui en el de sierto de Sonora, es uno de los pueblos origina rios que soportaron de manera especialmente cruenta la violencia del porfi riato. Durante este periodo su frieron despojo de tierras, exilio y exterminio de su población. Aunque a lo largo de la Colonia y en los albores de la Independen cia, este pueblo ya había prota gonizado innumerables rebelio nes en defensa de su territorio, además de que supo construir estrategias de resistencia cultu ral que le permitieron mantener unidad y cohesión frente a las agresiones constantes a su for ma de vida.

En la era de los gobiernos pos revolucionarios, el Presidente Lá zaro Cárdenas fue el único que buscó hacer justicia al pueblo ya qui mediante un Decreto firmado en 1940, devolviéndole si no todo, al menos la mayor parte de su territorio ancestral arrebatado en distintos momentos de la historia.

Dicho Decreto se ejecutó final mente hasta 1997, pero de forma

incompleta e irregular, además de que Ernesto Zedillo profundizó la herida al expropiar a los yaquis una superficie de 2,668 hectáreas en aquel año. De 1940 a la fecha, los yaquis no han dejado de pelear la devolución de sus tierras. Es por ello que por vía de la acción directa han llegado a recuperar algunas superficies, teniéndolas en posesión y usufructo, más no en propiedad legalmente recono cida por las autoridades agrarias.

Justicia para el pueblo yaqui en la 4T

Esta realidad adversa para el pueblo yaqui o yoeme ha em pezado a revertirse en los últi mos dos años. El 27 de octubre de 2020, Andrés Manuel López Obrador, publicó el “Decreto por el que se crea la Comisión Presidencial de Justicia para el Pueblo Yaqui, del estado de So nora”, cuyo objetivo es analizar, diseñar y proponer un plan de justicia que atienda sus necesi dades de tierras, territorio, agua y desarrollo integral. Casi un año después, el 28 de septiembre de 2021, se dio a conocer a la socie

dad mexicana el “Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui”.

En relación a la tierra, tres de los acuerdos más importantes ente el gobierno de la 4T y el pueblo yaqui que se desprenden del Plan de Justicia, son los si guientes: a) el compromiso de resarcir más de 20 mil hectáreas que no fueron respetadas por el gobierno de Ernesto Zedillo a partir del decreto de 1940; b) incorporar al patrimonio yaqui la superficie de tierras naciona les que la autoridad competente encuentre en las inmediaciones del territorio de la tribu y c) regu larizar aproximadamente 8,800 hectáreas que tienen actualmente en posesión.

El pasado 29 de octubre, AMLO se reunió en el pueblo tradicional de Belem con los gobernadores tradicionales de la tribu y ante ellos firmó el Decreto que reesta blece la propiedad de casi 30,000 hectáreas de tierra que no le fue ron entregados al pueblo hace casi nueve décadas y a las cuales tiene derecho, según establece aquel decreto presidencial de Cárdenas, el cual finalmente no se cumplió a cabalidad por los gobiernos que le sucedieron.

Para poder llegar a este momen to que significa el cumplimiento de uno más de los compromisos que estableció el gobierno de la 4T en el Plan de Justicia, se tu vieron que comprar 11 predios

pertenecientes a los municipios de Guaymas y Cajeme, cuyo monto global ronda en los 420 millones de pesos. Estos predios, que se encontraban en manos de propie tarios privados y con quienes el gobierno tuvo que negociar, están dentro de las poligonales que la tribu reconoce como parte de su territorio tradicional ancestral.

Las autoridades tradicionales yaquis expresaron en Belem que el 29 de octubre de 2022 quedará grabado en la memoria de la tribu como un día histórico, pues repre senta una acción de justicia revo lucionaria que inició Cárdenas y que finalmente se logra concretar en la 4T. Francisco Nocamea Her nández, secretario de la Guardia Tradicional del pueblo de Belem, señaló categórico: “nuestras le yes nos imponen el deber de ser fuertes y firmes frente al agresor por la defensa de nuestros bienes preciados. Por eso mismo, sabe mos reconocer cuando alguien camina a nuestro lado y contri buye a nuestros anhelos de paz y de justicia”. También dijo que este acto de justicia constituye un logro por el que luchan desde hace décadas y por el que mu rieron muchos de sus ancestros, por lo que “la restitución de estas tierras es una ofrenda para honrar su memoria.”

A su vez, el Presidente de Méxi co dijo en el acto público, al firmar el decreto, que: “hacer justicia a

los pueblos yaquis es un homenaje a todos los que perdieron la vida, los que lucharon en la Revolución por la justicia, por la libertad, por la democracia, por la soberanía nacional”.

A través de la lucha que duran te años ha desplegado el pueblo yaqui para defender y recuperar su territorio, ha logrado preser var para las actuales y las futuras generaciones, sitios sagrados de gran importancia para la cosmo visión y la ritualidad tradicionales, lugares de memoria histórica en donde fueron exterminados sus ancestros durante el porfiriato, zonas de conservación ambiental, así como tierras productivas para la agricultura.

Es cierto que aún falta que se cumplan muchos acuerdos es tablecidos en el “Plan de Justicia Yaqui” en materia de educación, salud, medio ambiente, agua, pa trimonio cultural, pesca y agricul tura. Pero en una primera etapa, al menos en lo que respecta al territorio como eje articulador del conjunto de demandas y rei vindicaciones de la tribu, se está avanzando en el camino correcto, el camino de la paz con justicia y dignidad. •

Para consultar el Decreto de restitución de tierras: https://www.dof.gob.mx/nota_ detalle.php?codigo=5670065& fecha=29/10/2022#gsc.tab=0

El pasado 29 de octubre, AMLO se reunió en el pueblo tradicional de Belem con los gobernadores tradicionales de la tribu y ante ellos firmó el Decreto que reestablece la propiedad de casi 30,000 hectáreas de tierra que no le fueron entregados al pueblo hace casi nueve décadas y a las cuales tiene derecho, según establece aquel decreto presidencial de Cárdenas, el cual finalmente no se cumplió a cabalidad por los gobiernos que le sucedieron.

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Firma de Decreto de restitución de tierras en Belem, Sonora.
CESMECA, 1985
Mapa del territorio yaqui. Tomado de “Una resistencia india. Los yaquis”. Cécile Gouy-Gilbert,

La chía, una planta ancestral

Tomar agua de limón con chía, además de refrescar, deja sen sación de bienestar. Hasta la populariza ción de los refrescos estadou nidenses, introducidos a fines del siglo XIX, las bebidas que se consumían en las calles de nuestro país incluían horchata, chía, limón y jamaica. Luego fueron desplazadas con fuertes campañas propagandísticas y ahora, México ocupa el 1er lugar en consumo de refrescos a nivel mundial. Un triste reflejo de los detrimentales cambios alimenti cios es la predominancia de dia betes y obesidad en el país.

La chía proviene de Salvia his panica, una planta mexicana que en las décadas recientes ha cobra do más importancia ya que por sus propiedades nutricionales se le considera un “superalimento”. Comúnmente se dice “semilla de chía”, pero en realidad consumi mos el fruto completo y la semilla que se encuentra en su interior. Se trata de un fruto seco que en su capa más externa tiene células que al hidratarse activan su capacidad mucilagénica, la capa babosa que rodea al fruto en el agua que be bemos. Así que, al consumir sus

germinados, ingerimos la plántula y el fruto, a diferencia de otros que encontramos en el mercado. Su relevancia en el mercado, así como la superficie que se culti va, va a la alza: se calcula que su demanda global es de 40,000 toneladas anuales.

¿Qué sabemos sobre la domesticación de la chía?

El concepto de domesticación, tiene una larga tradición en la teoría evolutiva, y se considera un proceso continuo de benefi cio mutuo entre humanos con el ambiente, plantas y animales.

En el caso de la chía, uno de los cultivos milenarios de Mesoamé rica, la teoría sugiere que se do mesticó hace 4,000 a 5,000 años, en una cultura de estructura y jerarquías sociales complejas: la Olmeca.

Ahora, estamos estudiando el proceso de domesticación de la chía de manera interdisciplinaria gracias al financiamiento otorgado por el CONACyT (319466). Postu lamos que este proceso comenzó antes, en el Holoceno Inicial y Medio, en el contexto de grupos de cazadores- recolectores, y que gradualmente su cultivo se difun dió. Esta hipótesis proviene de dos evidencias:

Por un lado, que en Sudamé rica, Mesosphaerum suaveolens

(conocida como chía o chian), está vinculada al establecimiento agroecológico de la milpa. Si ese fuera el caso para Salvia hispa nica, su domesticación sería de hace 11,000 años, a la par de los protagonistas de la milpa: maíz, calabaza y frijol.

Analizando la distribución de las poblaciones silvestres de chía y los registros arqueobotánicos, encontramos que coinciden a lo largo de la Sierra Madre Occiden tal, Eje Volcánico TransMexicano y Sierra Madre del Sur. Además, se ha documentado chía temprana a través de micro restos botánicos como el polen, en contextos ar queológicos de la Depresión Cen tral de Chiapas (hace 11,200 años) y en el sistema lacustre Chalco – Xochimilco (hace 6,200 años).

Aunque la evidencia no provee de información precisa sobre los usos que se le daba a la chía en aquellos tiempos, lo cierto es que

la chía ya está presente en el Cen tro y Norte de México hacia los horizontes Clásico y Postclásico. Citemos, por ejemplo, un barrio de trabajadores y artesanos de hace 1,600 - 1,850 años en Teotihua cán, una metrópoli de complejidad social y étnica sorprendente: el Barrio de Teopancazco. En este se han registrado muchos frutos de chía que suponemos provienen de plantas domesticadas y que al menos eran empleados para ex tracción de aceite, mismo que se utilizó para forjar tierra y hacer lacas. Otro registro sobresalien te para la chía es la ofrenda 102 dedicada al dios de la lluvia en el Templo Mayor en la Ciudad de México hace aproximadamen te 500 años cuando finaliza una era comienza la del mestizaje. Hacia el siglo XVI, se registra en códices, creados por la primera generación de mexicanos criados en la dualidad cultural de sus an

cestros nahuas (padres y abuelos sobrevivientes a la conquista) y la peninsular.

A través de estos valiosísimos registros, sabemos que la chía era ampliamente cultivada y te nía múltiples usos: medicinales, ceremoniales, artesanales y arqui tectónicos, además del alimenticio (ingrediente fundamental de una bebida prehispánica con maíz tostado) y que llegó a ser tan im portante que incluso se usó para el pago de tributos a los estados de la Triple Alianza. En el Méxi co colonial, se fue diezmando su producción y usos pero afortuna damente sobrevivió fusionándose con ingredientes del Viejo Mundo. Actualmente los frutos de Salvia hispanica enriquecen la dieta de millones de personas en todo el mundo y en este México moder no, podemos aprovecharla más y alejarnos de los dañinos efectos de la dieta estadounidense. •

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Sabina I . Lara Cabrera, Yocupitzia Ramírez Amezcua, Irán Irais Rivera, David A Prieto Torres, Geraldine Murillo Suárez, Gleisery Rivas Jaimes, David Lomelí Mondragón y Carmen L Aguilar Navarro
“Lo dirás de chía pero es de horchata”
Salvia hispanica creciendo silvestre cerca de Pátzcuaro, Michoacán. V.W. Steinmann Distribución de poblaciones silvestres de Salvia hispanica . Se indican sitios arqueológicos en que se ha reportado chía. Acercamiento a la inflorescencia de Salvia hispanica , planta silvestre cerca de Pátzcuaro, Michoacán. V.W. Steinmann

¿Por qué el Papa ofrece disculpas en Canadá?

Canadá, como todos los países de América tie nen su propia historia de colonización, la cual no es muy diferente a la del resto de los países en Amé rica. La definición más común de la palabra colonización es: “La dominación política, social y económica impuesta a la fuer za a las personas originarias/ indígenas de la región. El colo nizador se adueña de las tierras, los recursos económicos y de los territorios colonizados”. Sin embargo, la definición es muy general y no habla del papel de la iglesia católica en los procesos de la colonización. En el caso de Canadá, colonia del Reino Uni do, no había mucha información documentada los procesos de evangelización, tan solo había una mención tenue de la parti

cipación de la iglesia en la his toria de la colonización del país. Se conocían algunas historias que contaban los indígenas que sobrevivieron su estancia en los internados católicos, las cuales a menudo quedaban impunes por que no había forma de probar lo que los indígenas contaban. Hasta que un día, todas esas his torias se volvieron una terrible verdad que ya no se podía ocul tar más. Usando un radar espe cial para ver lo que se encuentra varios metros debajo de la tierra, el día 22 de mayo del 2021, los mitos se volvieron realidad.

En el patio del internado de la escuela católica llamada Ka mloops Indian Residential School, en el estado conocido como Co lumbia Británica, se encontraron los cuerpos de 215 niños indíge nas en una fosa común. Este fue

el primer hallazgo que confirmó aquellas historias que parecían demasiado horribles para ser ver dad, sin embargo, no será el úni co, ya que Canadá implementó los internados católicos por 125 años, el último internado cerró sus puertas en 1999.

Como parte de su Proyecto co lonizador, Inglaterra permitió que la iglesia católica controlara, sin supervisión o cuestionamiento alguno, los internados diseñados exclusivamente para la educación de los indígenas canadienses. Las cárceles, disfrazadas de escuelas, no eran más que una máquina de exterminio de los niños indígenas. El índice de mortalidad era del 75%, y si los niños no morían de hambre, o de enfermedad, morían de tristeza. Los niños eran arre batados de sus padres desde los 4 años de edad, y eran forzados a vivir solos en internados donde se les prohibía vestir sus ropas tradicionales, hablar su lengua materna, y se les ridiculizaba y castigaba sistemáticamente si eran rompían las reglas. Los ni ños indígenas quienes sufrieron todo tipo de abusos, incluyendo abuso sexual, permanecían en el internado, si es que sobrevivían hasta alcanzar la mayoría de edad. Los pequeños eran forzados a vivir en orfandad, la mayoría asistían a internados lejos de sus lugares de

origen cuya localización nunca era revelada a los padres. Los padres que se resistían a renunciar a sus hijos eran castigados con la cár cel, la mayoría nunca volvía a ver a sus hijos y jamás recibían una explicación de porqué sus hijos no regresaban a casa. La historia no cambió mucho en más de un siglo. El 1ro de abril de este año, al gunos representantes de las et nias de las primeras naciones, de Inuits y de los Métis tuvieron una reunión privada con el Papa en el Vaticano para pedirle que reconociera la participación de la iglesia católica y su responsa bilidad por los hechos cometidos contra los niños indígenas en los internados. La visita al Vaticano tenía la intención de pedirle al Papa que se disculpase con los sobrevivientes de los internados en territorio canadiense, lo cual

Hacer trabajo de campo en Tamaulipas

Hace un par de meses me invitaron a par ticipar en una inves tigación sobre los hábitos de consumo de medios de comunicación en comunidades rurales. En dicho proyecto, que coordinó el Centro de Investigaciones y Estudios Su periores en Antropología Social, se me ofreció trabajar en una co munidad de Tamaulipas. En un principio me enviaron a la comu nidad de El Mante; sin embargo, las condiciones de seguridad no resultaron óptimas dado que, ac tualmente, cuatro cárteles dispu tan este territorio lo que ha pro vocado que existan más hechos violentos. Por esto, y después de hablar con los jefes del proyecto y explorar varias posibilidades, se decidió cambiarme de comu nidad al ejido Higinio Tanguma, localizado sobre la carretera Cos tera del Golfo, a 20 minutos de la cabecera municipal de Aldama, donde tengo familia.

Si estaba temerosa al recordar las noticias sobre el estado de Ta maulipas y, sobre todo, las expe riencias de mi padre en los ranchos del sur del estado (donde le tocó ver balaceras, personas armadas,

desapariciones, asesinatos, secues tros, extorsión, entre otras expe riencias de horror), la curiosidad y la aventura de conocer nuevos aires me ganó. Así, la emoción por ser parte de este proyecto surgió por varios motivos: en primer lu gar, porque mi padre y mi abuelo trabajaron como carboneros en aquella tierra; en segundo, porque parte de mi familia vive allá y no la había visto desde hace tiempo; en tercero, porque como etnóloga representaba algo nuevo ya que, hasta entonces, había realizado trabajo de campo en comunidades indígenas y esa sería la primera vez que lo haría con población mestiza del noreste de México.

Ya en Aldama me presenté con el secretario municipal: le mostré la carta que nos dio el CIESAS y platicamos acerca de mi trabajo. Él firmó de recibido, le tomó una fotografía a la carta y me pasó el contacto de la delegada y el comi sariado ejidal de Higinio Tangu ma. Aunque ese mismo día busqué a la delegada no la encontré pues estaba acarreando agua desde la cabecera municipal; en cambio, me recibió su hija y fue así como realicé mis primeras entrevistas. Los suegros de la delegada me

recibieron en el portal de su casa, donde se sentía el viento fresco.

Les hablé acerca de mi trabajo y accedieron —al principio con una mirada de desconfianza pero, al pasar el rato, respondieron con soltura—; desde luego también se interesaron en saber quién era yo, de dónde venía y a que me dedicaba. Al terminar, ellos me sugirieron ir con sus vecinos, una pareja de adultos de aproxima damente 60 años. Los vecinos estaban tomando el fresco con sus hijos en su patio trasero; amables, me ofrecieron una silla y un vaso de refresco. Como la entrevista era un poco larga y debían darle de comer a sus animales, me pidieron regresar al día siguiente en el que, además, me invitarían de comer. Y así lo hice: regresé al otro día. Hice las entrevistas dentro de su casa y me compartieron filetes de pescado fresco que un chico ha bía pasado a vender, así como un guisado de carne de puerco, al que hace unos días habían matado y cocinado, y el cual estaba delicio so. Les agradecí. Me despidieron con la invitación de volvernos a saludar y compartir el taco

Por la tarde, pasé a ver a la de legada. También le comenté de mi trabajo y le mostré la carta de presentación que me daba el CIESAS. Ella, muy amable, me escuchó y atendió en la sala de su

casa: me preguntó si venía sola y si no me daban chaleco y gafete que representara mi trabajo. Respondí que no, que solo nos daban la car ta firmada por los responsables; entonces, me dijo: “no te quiero asustar, pero aquí hay una persona que vigila, no te hará nada, pero sí estará atenta a tu trabajo”. A las personas que vigilan se les conoce como guardias o halcones y están por todos lados, vigilan las entra das y salidas de todas las comuni dades —uno de mis familiares me dijo que si ya me había presentado en la presidencia municipal lo más probable es que ellos ya supieran de mí—. En cuanto regresé a casa les envié un mensaje de voz a mis jefes, compartiéndoles las palabras de la delegada; ante esto, mi coor dinadora me sugirió descargar una aplicación para rastrear mi ubi cación y, además, ante cualquier alarma, salir inmediatamente de la comunidad.

Al otro día continué con las entrevistas. En un inicio, yo ca minaba con temor por las calles del ejido y tenía miedo de ser in terceptada; por lo mismo, solo capturé una que otra fotografía de las calles o de las casas de techo de palma que llamaban mi aten ción. No obstante, poco a poco fui ganando confianza en mis pasos gracias a que los entrevistados fueron muy amables, accesibles,

es tan solo una de las peticiones de las 94 que se encuentran el pliego petitorio llamado Verdad y reconciliación de los pueblos indígenas en Canadá.

El día de hoy 25 de julio, en territorio Cree y parte del Trata do No. 6, el Papa Francisco visitó un cementerio en la ciudad de Maskwacis donde descansan cien tos de niños indígenas. El Papa ofreció una disculpa (en español) por el papel que tuvo la iglesia al someterlos a una asimilación forzada y por la destrucción siste mática de su cultura. El Pontífice ofreció disculpas ante multitud de representantes de las nume rosas etnias indígenas de Cana dá. Lo que marca el inicio de un peregrinaje de sanación, verdad y reconciliación por parte de la iglesia católica hacia los pueblos indígenas en Canadá. •

nobles y hospitalarios… Siempre me brindaron un taco, un refres co o un vaso de agua. Además de la información sobre el consu mo de medios de comunicación, obtuve conversaciones amenas sobre la vida en el campo, la his toria del ejido y la problemática de la sequía. Vi a niños jugando a ser vaqueros. A pesar de que durante las charlas no tocaba el tema de la inseguridad, este salía por inercia: me comenta ron que hace algunos años “los mañosos” —como llaman a los delincuentes— estuvieron en el ejido, que cada vez que pasaban las camionetas repletas de gente armada ellos debían esconderse y solo ver por la ventana, y, tam bién, las historias de familiares suyos que fueron levantados y a los que no volvieron a ver. Uno de los entrevistados mencionó: “era peor que la pandemia, tuve que dejar de ir a mi parcela porque ahí estaban ellos”.

Hoy en día se respira cierta tranquilidad, ya no es común ver camionetas con hombres armados y los guardias se mantienen dis cretos —por fortuna, nunca me topé con uno—. Realicé mi tra bajo de campo sin contratiempos y disfruté al máximo esta tierra tan hermosa con ríos de agua cris talina, cenotes impresionantes y playas vírgenes. Lo que más me asombró fue la gente ya que, a pe sar de tener esas heridas e historia social, mantiene su hospitalidad, apertura y ayuda al prójimo.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 21 Miscelánea

Solicitud a la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Que se pronuncie a favor del etiquetado frontal de advertencia mexicano

Las empresas de la in dustria de alimentos han arremetido contra el etiquetado frontal de alimentos y bebidas (EFAB). El mismo es del 27 de marzo de 2020, cuando se apro bó la Modificación de la Norma Oficial Mexicana NOM-051SCF/SSA1-2010. Es importante destacar que en ese momento la industria de alimentos solicitó que se les bridara tiempo necesa rio para que su implementación, con el argumento de que nece sitaban tiempo para poder reali zar las nuevas etiquetas y poder retirar los productos existentes en el mercado. Se les brindó lo solicitado y la modificación en tró en vigor a partir de octubre 2020. En ese período la industria de alimentos no solo cambió las etiquetas, sino que cambiaron las fórmulas a más de mil pro ductos para lograr que llevaran menos sellos. Beneficio directo de la implementación del EFAB.

El miércoles 9 de noviembre 2022 se iba a discutir el Proyecto de Sentencia derivado del am paro (358/2022) presentado por Barrilitos, concesionaria de Arca Continental/Coca-Cola en la Se gunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La discusión se pospuso para la

siguiente semana. No sabemos si esta nota saldrá antes o después de que se discuta, o tal vez se sume a la discusión otros amparos que se han presentado en contra del EFAB. Sin embargo, esperamos que la SCJN tenga en cuenta la evi dencia contundente de los efectos que los ultraprocesados (o comida chatarra) han causado y causan a la población, y que se apegue su decisión al derecho humano a la salud, incluyendo el derecho a una alimentación adecuada y saludable.

El desarrollo de este etiquetado frontal llevó un gran esfuerzo por parte de diferentes dependencias del Gobierno Federal, trabajando desde el Grupo Intersectorial de Salud, Agricultura, Medio Am biente y Competitividad (GISA MAC), pero también impulsado durante más de una década por parte de Organizaciones de la Sociedad Civil e Instituciones que forman parte de la Alianza por la Salud Alimentaria, entre quienes se encuentra El Poder del Consu midor que además colabora con GISAMAC. Parte de los miembros de estas organizaciones, debido a las denuncias sobre la comida chatarra han sufrido innumera bles amenazas por su lucha.

Detalles del proceso de elabo ración del EFAB vigente pueden

encontrarse en el número 157 de la Jornada del Campo, donde fue ampliamente detallado, no solo el EFAB, sino también lo dañino de los productos ultraprocesados en la salud de mexicanos y mexi canas https://www.jornada.com. mx/2020/10/17/delcampo/index. html. Claramente allí se expresa lo engañoso que era el etiquetado que tenían los alimentos en el pa sado. Además de cómo el aumento de la obesidad y sobrepeso en el país, que actualmente es del 75 % de la población mexicana, fue incrementándose en estas últimas cinco décadas a medida que tam bién lo hacía la venta de alimentos chatarra, en particular de bebidas azucaradas donde nuestro país ocupa el primer lugar de consumo.

La parte más importante de esta medida del Gobierno Federal se basa en la Constitución de los Es tados Unidos Mexicanos sobre los derechos humanos, donde en su art. 4 menciona que toda persona tiene derecho a la protección de la salud, además de que incluye que, los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación… Y establece que el Estado promoverá las acciones que ello demande para que se coadyuve al cumplimiento. En este sentido se suma el derecho como mexicanos y mexicanas de conocer el contenido de los ali mentos o bebidas que nos venden, así como las consecuencias para nuestra salud que puede tener su

consumo, y que de esa manera podamos decidir adecuadamente qué consumir o no. Sumado a lo anterior es im portante destacar que, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre 2020, le fue otorgado a la Secretaría de Salud el premio por su trabajo en impulsar el etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas, como uno de los mejores del mundo. Esto fue debido a que no solo advierte sobre exceso de calorías, azúcar, grasas saturadas, sodio, grasas trans, sino que a la vez advierten de la presencia de edulcorantes “no recomendable en niños”, y de contiene cafeína “evitar en niños” en las bebidas azucaradas.

Apoyamos y estamos de acuerdo con el llamado de los investigadores y organizaciones líderes en salud global en una carta enviada a la CSJN, que mencionan que Las polí ticas públicas adoptadas en México tienen el poder no sólo de proteger y salvar vidas de la población mexi cana, sino también de ejercer una

influencia positiva en otros paí ses para que adopten regulaciones efectivas para estos mismos fines. Como país hemos sido invitados en diferentes ámbitos internacio nales para exponer la experiencia del EFAB y efectivamente el país se ha convertido en referente, no solo en este tema sino en el proce so de transformación del sistema alimentario mexicano en general desde la producción al plato, que impulsa la transición agroecológica desde el Programa Producción para el Bienestar.

Esperamos que la SCJN sea una defensora de los derechos humanos y de una política pública que está apoyando el derecho a una alimen tación sana, y a la información clara sobre los alimentos que consumi mos. De esa manera la SCJN se pronunciará en favor de una ali mentación sana y adecuada y no en defensora del poder económico de las transnacionales, que solo les importa incrementar sus beneficios económicos en detrimento de la salud de mexicanos y mexicanas.

Esperamos que la SCJN sea una defensora de los derechos humanos y de una política pública que está apoyando el derecho a una alimentación sana, y a la información clara sobre los alimentos que consumimos. De esa manera la SCJN se pronunciará en favor de una alimentación sana y adecuada y no en defensora del poder económico de las transnacionales, que solo les importa incrementar sus beneficios económicos en detrimento de la salud de mexicanos y mexicanas.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 22 Miscelánea
Cecilia Elizondo Académica de El Colegio de La Frontera Sur (ECOSUR) Paulina Magaña de @actuaporlasalud. El Poder del Consumidor Carlos Cruz del @inspmx. El Poder del Consumidor

Siembras de esperanza en tierras del desierto

una práctica agrícola intensiva y abundantes cosechas. En el supe rior, las palmas datileras y de taco (Washingtonia robusta) reducen la radiación solar, proveen fruta y materiales de construcción, en el estrato medio hay una diver sidad de árboles frutales y en el inferior variadas legumbres. Pa ralelamente se domesticó el agua mediante complejos sistemas de riego e instituciones de regantes para su uso eficiente. Esta nueva forma de ocupación del espacio, característico de la sociedad ran chera, generó un paisaje de ínsu las de agrodiversidad en oasis y ranchos, en un mar de aridez. La influencia de la cultura originaria es patente en esta organización territorial colectiva y de muy baja densidad, así como en el uso de la flora silvestre. En la PBC se unieron dos milenarias capaci dades adaptativas a la aridez y al asilamiento: las culturas origina rias y la cultura universal de los oasis. La resultante oasisidad se caracteriza por la autosuficiencia, la austeridad y el aprovechamien to integral de bienes naturales escasos. Esta culturaleza sostuvo la alimentación en la PBC hasta 1950, época en la que inició su decaimiento.

vez se exportan más hortalizas y con ellas el agua utilizada para su producción.

La península de Baja California (PBC), en el Noroeste de México, es una tierra de humeda les y oasis, comparables a los oasis del Norte de África, Medio Oriente y Asia. Sus con diciones de aislamiento y aridez (250 mm) han sido un desafío histórico para sus habitantes. 184 humedales sustentaron a 45000 pobladores originarios. En el siglo XVIII los humeda les de mayor tamaño fueron

transformados en oasis por los jesuitas, para abastecer de agua y alimentos a las misiones. Esta reconfiguración del territorio fue el primer y mayor impacto socioecológico en la PBC.

Sin embargo, la construcción de agroecosistemas oasianos per mitió la vida sedentaria. En la zona húmeda de los oasis se cons truyeron huertas de agricultura estratificada para garantizar ali mentos y coadyuvar a la evangeli zación. Tres estratos permitieron

En el contexto actual garantizar la soberanía alimentaria en BCS es un desafío, considerando sus 798 447 habitantes, de los cuales 23 % vive en pobreza y pobreza extre ma. La Alianza para la seguridad Alimentaria (ASA) reporta que la mayor parte de la producción agrícola se exporta –al menos hay 28 empresas empacadoras–; solo el 4% de la producción agrícola estatal está certificada como orgá nica y la agricultura consume 80 % del agua. Aun siendo la entidad federativa más seca del país, cada

Al ser una entidad rodeada por mares, el 80% de la pesca es comercial. En 2017 se exporta ron 1500 toneladas de langosta, abulón y almeja. El pescado de mejor calidad se consume en el extranjero y en las grandes ciu dades mexicanas. El turismo es la actividad productiva preponde rante, lo que tiene implicaciones en el cambio de uso del suelo, la fuerza de trabajo, la energía, la producción y el consumo de alimentos. En 2019 la Secretaría de Turismo reportó 3.3 millones de visitantes y en el primer tri mestre del 2022 se alcanzó un incremento de 13% en relación a ese año. La Paz y Los Cabos son los municipios que tienen la ma yor concentración de población del estado en las zonas urbanas. Esto invita a cuestionar ¿Cómo se alimenta a quienes habitan el desértico territorio sudcalifornia no y a los millones de visitantes?

Organizaciones y familias están abriendo caminos de esperanza creando alternativas basadas en sistemas alimentarios sostenibles. Hay huertas urbanas y escolares; mercados orgánicos; productores orgánicos, agroecológicos y en transición agroecológica. Además, existen consumidores consientes que se vinculan con los produc

tores; pesca artesanal; transfor madores que aprovechan frutas o especias para autoconsumo o comercialización. También aca démicas que, desde la investi gación científica comprometida participan en el Proyecto Nacio nal de Investigación e Incidencia “Agrosilviculturas agroecológicas urbanas y periurbanas de Méxi co para nuestras soberanías (ali mentarias)”, donde La Paz, es uno de los ocho nodos del proyecto nacional.

La agroecología está cobrando relevancia en el estado, muestra de ello es que en el 4to Congreso Internacional de Ciudades + Hu manas por primera vez se presentó un panel dedicado a la agroecolo gía. Aunado a ello ASA, convocó al Encuentro de Red Agroecológica con el objetivo de crear espacios colaborativos y promover alianzas, pasando de un pequeño grupo pi loto de productores a la creación de nodos locales en las ciudades del sur del estado.

Las prácticas colectivas y la ciencia con conciencia resisten a la cooptación de la agroecología por el sistema hegemónico y refuerzan un profundo cambio social. Al ser el sustrato que nutre a la tierra sudcaliforniana con esperanza, permiten cosechar formas de vi vir con alimentos sanos, justos y sostenibles, haciendo resurgir la casi extinta oasisidad. •

En el contexto actual garantizar la soberanía alimentaria en BCS es un desafío, considerando sus 798 447 habitantes, de los cuales 23 % vive en pobreza y pobreza extrema. La Alianza para la seguridad Alimentaria (ASA) reporta que la mayor parte de la producción agrícola se exporta –al menos hay 28 empresas empacadoras–; solo el 4% de la producción agrícola estatal está certificada como orgánica y la agricultura consume 80 % del agua.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 23 Miscelánea
Micheline Cariño Olvera e Ivett Peña Azcona Cosecha de tomates cherry por voluntarios en el Huerto Comunitario Legaspy de Raíz de Fondo Jardines y Educación AC, La Paz, BCS. Karen Castro Huerto escolar parte del progra de Raíz de Fondo Jardines y Educación AC en la Primaria Jaime Álvarez, La Paz BCS. Yanitzin Cano Huerto Comunitario Guamúchil de Raíz de Fondo Jardines y Educación AC, La Paz BCS. Ricardo Mañaña

La historia de Rigoberta a propósito del informe Trabajo Femenino Rural y la Sostenibilidad de la vida

Rigoberta es una mu jer rural que vive en el sur de Quintana Roo. Tiene 52 años, es originaria de Vera cruz y llegó a la comunidad de Juan Sarabia en el sur de México cuando tenía 11 años. Sus padres quienes eran campesinos, busca ban trabajo y un pedazo de tierra donde vivir. Ella no fue a la es cuela porque “a ninguna de las mujeres las llevaban” y se casó cuando tenía 17 años, más tarde se separó de su esposo porque la maltrataba. Quedó como jefa de familia y para cubrir los ser vicios básicos, así como el sus tento alimentario diario ella tra baja por temporadas en un sitio arqueológico recogiendo basura y desyerbando por 120 pesos al día. Hace dos años intentó tra bajar como “recamarista” en un hotel exclusivo de la comunidad rural en donde vive:

Fui a buscar trabajo pues a raíz de que aquí no hay así, yo llevé mi solicitud y me entre

vistaron de recursos huma nos, me dijeron que se pagan 900 pesos la quincena. Las primeras veces nos obligaban a doblar turno, yo pienso que pa’ ver si uno aguanta ¿no?, Pa’ ver si aguantan los em pleados. A mí me dieron que el uniforme y todo, y acarreá bamos todo en bolsas negras, las toallas, las sábanas, todo nos daban. Ahí desayunan los empleados, comen y cuando estás del segundo turno, te dan cena. Del descanso, la ge rente nos iba a decir cuando, pero no nos daban fecha, por eso me salí.

También prepara y vende tamales con lo que logra recuperar entre ochenta y cien pesos; Con ella vive una hija de 19 años quien es madre de un niño de 4 años y una nieta de 10 años a quien Rigoberta cuida como su propia hija. Además de trabajar ella debe proporcionar alimento, tiempo de cuidados, reproducción y afecto a todos los miembros de la familia.

Como la historia de Rigoberta sabemos que existen miles más en el campo mexicano. A propó sito de su historia, Patricia Arias (UdeG), Verónica Rodríguez Ca brera (UAM-X) y yo, hemos escri to el informe de política Trabajo Femenino Rural y la sostenibilidad de la Vida a través del Seminario sobre Trabajo y Desigualdades de El Colegio de México, con el objetivo de dar cuenta de las con diciones laborales y de vida de las

mujeres que viven en el campo mexicano. El informe subraya lo fundamental que es el mundo rural para la sostenibilidad de la vida y cómo éste se encuentra en proceso de despoblamiento pues el ámbito urbano hoy en día registra el 79% de población en México. Las actividades, las dinámicas y las relaciones tra dicionales del mundo rural han sido impactadas por fenómenos de diverso nivel que a su vez re percuten en el mundo urbano. Por una parte, procesos como la incorporación de la producción a cadenas productivas globales, la reubicación de los procesos productivos, el crecimiento de la economía agroindustrial y pe cuaria de exportación, etc.; y, por otra parte, las transformaciones demográficas, la concentración de la población en espacios urbanos y turísticos, la intensificación y diversificación de las migraciones y la crisis ambiental entre otros. En este marco, las mujeres ru rales han sido reconocidas como agentes de cambio y sostenimien to de la vida rural y urbana por su contribución al trabajo que realizan en el campo. Para hablar de ellas se debe reconocer que son un conjunto de la población heterogéneo, y que su diversidad se vincula con su pertenencia étnica, posición económica, con dición etaria, reproductiva, labo ral, educativa. Diferencias que se inscriben en situaciones estruc turales compartidas como la po breza, la desigualdad, la opresión, la discriminación y la violencia como lo ha dejado ver la historia de Rigoberta. Se da cuenta de que las mujeres rurales se han encargado, siempre, de las tareas de reproducción de sus grupos domésticos y además participan en las tareas vinculadas con las actividades agropecuarias; Sin embargo, su contribución en el cuidado y obtención de ingresos económicos sigue invisibilizada.

En México hay 10,697,916 mu jeres rurales de 15 años y más y poco más de una tercera parte (34%) forma parte de la Población Económicamente Activa. En loca lidades rurales, la proporción del

trabajo doméstico y de cuidados, que recae sobre las mujeres en sus primeros 20 años de vida, es 16.6 puntos porcentuales más altos que en el ámbito urbano.

En el informe reconocemos cua tro grandes sectores en donde la boran las mujeres: el jornalerismo, el trabajo manual y la elaboración de artesanías, la manufactura y el sector de servicios en donde su ubica la mayor parte del empleo femenino rural (78.81%). La his toria de Rigoberta y el informe nos ilustran una diversidad de espacios laborales que no nece sariamente están vinculados al campo y que hoy en día son el sustento de muchas familias.

Algunos de los retos que se pre sentan para el desarrollo de las mujeres rurales, se enmarcan pri mero en el reconocimiento de la importancia del mundo rural, en la sugerencia de contar con estu dios detallados y profundos que den cuenta de formas de trabajo inéditas y en el potenciamiento de saberes y aprendizajes de las propias vocaciones territoriales. A manera de cierre quisiera señalar que el Censo Agropecuario 2022 (INEGI) que se lleva a cabo en estos meses, es un instrumento necesario para conocer las transformaciones que se viven en el ámbito rural, pues se requiere de información precisa para reforzar nuestro co nocimiento sobre el campo. A su vez también es una oportunidad para replantear algunas ideas o ca tegorías sobre la forma en la que se conciben estas regiones, el Informe cuestiona la contrariedad de deli mitar a las poblaciones a partir de cierto número de habitantes, pues frente a los cambios y las relaciones con las regiones urbanas resulta insuficiente y hay una ausencia de reconocimiento de estos procesos sociales que se viven en el campo mexicano. Sirva este Informe para conocer más sobre un sector de la población rural. •

Consultar Informe de Política Trabajo Femenino Rural y la Sostenibilidad de la Vida en: https://trades.colmex.mx/ apuntes/apuntes-sobre-el-futurodel-trabajo/el-trabajo-femeninorural-y-la-sostenibilidad-de-la-vida

Algunos de los retos que se presentan para el desarrollo de las mujeres rurales, se enmarcan primero en el reconocimiento de la importancia del mundo rural, en la sugerencia de contar con estudios detallados y profundos que den cuenta de formas de trabajo inéditas y en el potenciamiento de saberes y aprendizajes de las propias vocaciones territoriales. A manera de cierre quisiera señalar que el Censo Agropecuario 2022 (INEGI) que se lleva a cabo en estos meses, es un instrumento necesario para conocer las transformaciones que se viven en el ámbito rural, pues se requiere de información precisa para reforzar nuestro conocimiento sobre el campo.

19 DE NOVIEMBRE DE 2022 24 Miscelánea
Ma Susana Rosales Pérez Antropóloga e investigadora postdoctoral en El Colegio de México a través del Seminario sobre Trabajo y Desigualdades mrosales@colmex.mx

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