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30-Rosana Lamont ¡AY MADRE

¡AY MADRE! Rosana Lamonte - Venezuela

El tiempo pasó yo crecí y me formé, gracias a mi Madre estoy en esta tierra que me vio nacer. Mi Madre primera con coraje y pujanza, me concibió desolada con quejidos ramalazos. Éramos dos cuerpos, ella en su tálamo, yo en su vientre, y las luciérnagas celeste, que decoraban la noche, en la sombra de su cobijo. Yo nací ahogada, con un lívido color, garganta muda, sin respiración, sin vida, sin ilusiones. Fue testigo la luna, de su llanto, su dilema sus nervios de acero su voz de congoja. Tarde después, una comadrona, resucitó mi corazón, del sueño eterno.

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¡Ay Madre!, yo no sabía de tu ahogo y lamento, en que mi presencia de aquella noche, casi salgo como un alma agonizante.

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