U
na declaraciรณn de amor
A
Mario le decimos Mario, pero Mario no es un varรณn. Tampoco es una mujer. Es Mario.
o
E
se nombre que le pusieron lxs lo adoptamos para siempre. Q esa masculinidad lĂŠsbica tan especi por fuera y que tambiĂŠn es parte rodeado de motos y plantas y labris podar y de cortar el pelo, porqu peluquera).
s amigues le quedó tan perfecto que Quizás porque nos dejaba nombrar ial, que el nombre noelia parece dejar de este chongazo marika hermoso s y cortadoras de césped y tijeras (de ue la marika, además, es la mejor
L
a pasiva coronada entre almácigos, compos plantas, lista para la versatilidad más hermosa maraca más dulce, con esa ternura rugosa de chongas, te trae el quesito de frutas secas en la bic reparte los regalos para las amigas en la moto y escucha mientras le llorás en wapp porque estás tr y angustiada. La llamas cuando pinchaste la helad con un cuchillo y entrás en pánico, porque pen que te vas a morir electrocutada y/o incendiada.
st y a; la las i, te y te riste dera nsรกs
M
l m p
M
ario, amigo-hermosa de mĂşsculos deliciosos y sonrisa generosa, sos mĂĄs lindx que chupar el carozo del mango con las manos mientras se chorrea el liquidito de la pulpa entre los dedos.
M
ario es una gran cuidadora de lxs ami Ni bien la conocimos, cuando este gr armando de a poquito con birras post taller armadito para compartir; otras veces te compr
igxs, una malcriadora compulsiva y hermosx. rupo hermoso era un proyecto que se estaba r, si no se podĂa quedar, dejaba un faso bien raba un havanna 70% cacao...
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te acompaĂąaba caminando hasta tu casa por lesbodramas que dejaban de ser importantes al caminar a las 2 am con este potro hermoso que te pintaba un "mostras" con aerosol.
L
a emba porque faltaron la abrazos, p blanquear “helado de tendríamos límites”. Ca sabe que a m
ajadora de la ternura y el agite en la calle, e, bien sabida compañera peronista. No as alegrías y las tristezas compartidas con orros, llantos y gritos ahí afuera. Hay que que Mario es mejor que Moria diciendo pollo”. Nos preguntamos cuántas risas menos s sin la ya consagrada frase de su autoría: “Hay ada vez que la llamas ella dice: “hable”, porque mí me da mucha gracia.
M
ario vikingx armadx con hacha. Mario de peluche el corazรณn.
M
ario es fortaleza y corazón. Tal vez por eso cuando Maya se enojaba y puteaba, Mario estallaba en carcajadas, la abrazaba y lograba descolocarla hasta hacerla sonreír. Porque Mario se hacía un ratito para ir a cortarle el pelo y lo hacía porque sabía que ella quería estar linda y que sacarla a la calle era empresa imposible. Mario tiene una sensibilidad especial, pero no estamos seguras de que tenga una idea del amor que genera. ¡Millones de giorgis para vos!
M
ario nos banca a todas cuando la necesit nos acurruca y se ríe a carcajadas cuand contamos un chiste. “Taradaaa” nos dice entre Mario invita a las novias a comer, les hace una comida especial y al otro día nos manda un me que dice “apruebo”.
tamos, o le risas.
ensaje
L
a amiga nos cuenta historias de todas sus vi pasadas. Porque Mario fue muchas: peluqu untadora de sol cheto, secretaria lujuriosa, jard de paraísos verdes. Estudiosa, virginiana maniá Mario te enseña a ser una persona más cálida,
idas uera, inera รกtica.
T
esto-indoor, rubio potro, antitodo feminazi caza-chongo, pero amiga de todo el predio, temida por los burĂłcratas sindicales y amada por las heterocuriosas, lesboputo, tortosensible, repostera distinguida, alumna docente y vegan ecologista: te acompaĂąamos en cada uno de tus viajes, sos Ăşnica y maravillosa como tu faso y tu comida.
T
e vamos a cuida
ar siempre, Marito.
E
pílogo
“
el infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquél que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.” Las ciudades invisibles, I.Calvino. -Como tú-